Arreglos III

Escribiendo un arreglo para un gran ensamble

Planeamiento de un arreglo musical

Objetivo. Antes de empezar a escribir, el arreglista necesita conocer para quien escribe el
arreglo musical y cuál es el propósito para el que se pide dicho arreglo. Así tenemos que el
arreglo puede ser instrumental, vocal, para un concierto en vivo, para grabación, para una
orquesta de baile, para agrupación pequeña, para un gran ensamble, etc. Cada una de estas
situaciones implicará una instrumentación específica y un tratamiento particular con
características y objetivos diferentes.

Carácter, concepto y estilo. Teniendo claro el objetivo del arreglo se determinará el carácter y
el concepto bajo el cuál se desarrollará, siendo necesario determinar el estilo musical en el
cual se escribirá y el tipo de arreglo musical (vocal o instrumental).

Instrumentación, forma y tonalidad. Habiendo determinado el tipo de arreglo musical y el

estilo, se debe determinar la instrumentación, la forma del arreglo (es decir que secciones
agregará el arreglista a la forma original de la canción) y la tonalidad o tonalidades en la que se
escribirá. Si el arreglo es vocal la instrumentación debe mantener la voz principal en primer
plano, y si es instrumental, la instrumentación debe resaltar la melodía principal sobre el resto
de la orquesta. En el caso de la forma, esta dependerá del estilo musical escogido y del
carácter del arreglo. Finalmente, la tonalidad o tonalidades, dependerán del registro vocal del
cantante, en el caso de un arreglo vocal, o del tipo de ensamble en el caso de un arreglo
instrumental.

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Empezando un arreglo musical

- Es necesario familiarizarse completamente con el tema a trabajar, interiorizando la

melodía y su armonía.
- Si es necesario, se harán cambios en la armonía hasta que se encuentre dentro del
concepto establecido por el arreglista.

- Definida la melodía y armonía del tema original, se decidirá la tonalidad o tonalidades,

y se planeará la forma considerando el carácter, concepto y estilo del arreglo.
El siguiente ejemplo es un esquema del tema “1625 Swingerama Ave”, el cual incluye:
• Una introducción y un final
• Un interludio
• Varias texturas contrastantes
• Tres modulaciones
• Espacios para solistas
• Un coro del arreglista (Shout chorus)

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 - A continuación será necesario escribir un borrador (sketch) de tres o cuatro pautas que
contenga la melodía del tema, el cifrado armónico, un esquema del apoyo rítmico y las
ideas de background que el arreglista vaya desarrollando. En el caso de un arreglo para
Big Band, puede ser necesario usar dos pautas para las maderas y otras dos para los
metales.

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 - La introducción es generalmente lo último que se trabaja en un arreglo, pues puede
ser consecuencia de alguna de las ideas escritas en el borrador.
- Terminado el borrador recién se pasa a la partitura, donde se definirán los aspectos de
orquestación y los detalles finales. La partitura, a su vez, puede ser escrita con las
transposiciones correspondientes o en tono de concierto. El uso de software de
notación ha hecho que esto ya no sea una preocupación para el arreglista.
- En la actualidad, las necesidades de la industria del disco y del cine exigen tal rapidez
de entrega, que se ha hecho común trabajar en equipo. Un compositor-arreglista hace
el borrador y se lo entrega a un segundo arreglista con funciones exclusivas de
orquestador, este lo pasa a la partitura y, terminada esta, se la entrega a un melógrafo
o copista.

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