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Nombre del alumno: JOSE GPE.

CADENAS SANCHEZ

Matricula: 109417

Grupo: IA36

Nombre de la materia: NORMAS DE PRODUCTOS Y SERVICIOS

Nombre del docente de la materia:  Jose Guadalupe Rivera Ordoñez

Nombre de la actividad: Investigación de la aplicación de las normas NOM


y NMX a una empresa caso de estudio y su impacto

Tepic, Nay. A 05 de Abril de 2020


John Deere
Deere & Company, más conocida por su marca comercial John Deere, es un fabricante de
maquinaria agrícola establecido en el este de Moline, Illinois, Estados Unidos. Fue fundada
en 1837 por John Deere, herrero pionero del oeste americano. Muchos de los principios
fundamentales de sus actividades todavía conservan su validez, como su insistencia en la
necesidad de altos niveles de calidad. «Nunca doy mi nombre a un tractor que no encierra
en sí mismo lo mejor de mí mismo» sigue siendo su más famosa declaración.
Los productos agrícolas de Deere and Company incluyen tractores, cosechadoras,
empacadoras, sembradoras, quads y equipo forestal. La compañía es también un
proveedor líder de equipos de construcción, así como los equipos utilizados para el
mantenimiento de césped, como cortadoras de césped y recortabordes, motosierras,
quitanieves y, durante un corto período, motonieves. Los productos de John Deere son
conocidos por sus colores distintivos verde y amarillo. El lema de la empresa es «Nada
funciona como un Deere» y tiene la imagen de un ciervo (deer en inglés) como logotipo.
Además, John Deere fabrica motores utilizados en los equipos pesados y provee servicios
financieros y otras actividades conexas de apoyo para el grupo empresarial.
Norma NOM Y NMX
El tractor agrícola es la principal fuente de potencia dentro de una unidad de producción.
Por lo tanto para los usuarios de maquinaria agrícola, resulta una prioridad contar con
mecanismos que permitan dar seguridad al usuario final o productor agrícola en el
funcionamiento y calidad de los tractores, para esto el objetivo del presente es dar a
conocer la evolución de la normalización y certificación de la maquinaria agrícola en
México, sus impactos y tendencias, por medio de una descripción de conceptos y
organismos internacionales que han sido referencia para México, así como la descripción
de las actividades del CENEMA y OCIMA. Para esto se tomaron definiciones y datos
estadísticos de cantidad de modelos de tractores certificados, cantidad de certificados
otorgados sobre estructuras de protección por OCIMA, cantidad de motocultores e
implementos certificados, dictaminaciones de tractores no favorables, de múltiples
sectores. Como resultado de la certificación de la ma- quinaria agrícola se obtuvo hasta
junio de 2013, existen 76 tractores certificados con una potencia a la “toma de fuerza” que
varía de los 18,3 a los 130 hp. Por ultimo cabe destacar que la finalidad de OCIMA es
respaldar al agricultor y avalar que se cumple con las normas mexicanas (NMX Y NOM) y
las especificaciones necesarias para garantizar el buen desempeño de su equipo.
Ocampo et al., (2003) señalan que en México, existen aproximadamente 21,9 millones de
hectáreas agrícolas, de éstas, se estima, que 18,6 millones son potencialmente
mecanizable (Moreno et al., 2004). La mecanización del campo es un proceso complejo
influenciado por múltiples factores; la adecuada administración y operación eficiente de las
máquinas, aunado a una buena elección de cultivos con alta rentabilidad, suelen ser
aspectos fundamentales para la adquisición de la maquinaria agrícola (Morales, 1995).
Además de lo anterior, la maquinaria agrícola debe de tener características apropiadas
para las condiciones de topografía, clima y labores culturales de México. Dentro de la
mecanización agrícola, el tractor es la referencia cuando se trata de determinar las
especificaciones de los equipos que formarán parte del parque de maquinaria con la que
debe contar una unidad de producción, y este, a su vez, está determinado por las
actividades que se realizarán dentro de la misma. Disponer de información relacionada con
el desempeño de estos equipos es de suma importancia ya que, en principio, define la
magnitud de la inversión que se requiere para poder mecanizar las actividades que ahí se
realizan y, posteriormente, los requisitos para su mantenimiento.
El tractor agrícola es la principal fuente de potencia dentro de una unidad de
producción, fue construido principalmente para accionar máquinas a través de la toma de
fuerza y el sistema hidráulico; para levantar a través de los brazos de levante o por medio
de cargadores frontales accionados también por el sistema hidráulico; y para jalar equipos
a través de la barra de tiro. Para los usuarios de maquinaria agrícola, resulta una
prioridad contar con mecanismos que permitan dar seguridad al usuario final o productor
agrícola en el funcionamiento y calidad de los tractores. A la hora de comprar un
equipo, es importante que el agricultor conozca sus características técnicas, con el fin de
saber si es el adecuado para las actividades que se pretenden realizar, de esta forma
reducirá los costos de producción, contribuirá al ahorro energético y disminuirá la
emisión de elementos contaminantes, nocivos para el medio
ambiente (Arnal, 2001).
En este sentido, si se requiere caracterizar a los tractores agrícolas, es necesario
disponer de pruebas que evalúen el desempeño de cada uno de estos sistemas. Por otro
lado, ade- más de su desempeño, otro aspecto importante a evaluar es la seguridad que
ofrecen los tractores agrícolas para sus operado- res, ya que por su versatilidad en cuanto
a las actividades que pueden realizar, son las principales fuentes de riesgo dentro de las
unidades de producción.
De acuerdo a lo anterior, el objetivo del presente trabajo es dar a conocer la evolución
de la normalización y certificación de la maquinaria agrícola en México, sus impactos y
tendencias. Para lograr este se inicia con una breve descripción de conceptos y
organismos internacionales que han sido referencia para México. Enseguida se hace una
breve descripción de las actividades del CENEMA y OCIMA. Finalmente se hacen
comentarios sobre beneficios de estos organismos en México.

DESARROLLO
Para este trabajo se recopilaron datos de definiciones, datos estadísticos de cantidad
de modelos de tractores certificados, cantidad de certificados otorgados sobre estructuras
de protección por OCIMA, cantidad de motocultores e implementos certificados,
dictaminaciones de tractores no favorables a través de una revisión bibliográfica a
Memorias de congresos de INIFAP, a través de Informes de Gobierno, Censos de INEGI,
Entidad Mexicana de Acreditación, Metodologías de los códigos
de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OECD), Organización
Internacional para la Estandarización (ISO), Ley Federal sobre de Metrología y
Normalización y pruebas de OCIMA-CENEMA
El Organismo de Certificación de Maquinaria Agrícola (OCIMA) y Centro de
Estandarización Nacional de Maquinaria Agrícola (CENEMA) se encuentran localizado en
la región de Texcoco ubicándose a 23 kilómetros del Distrito Federal en la parte nororiente
del Estado, pertenece a la Región Económica III que lleva su nombre. Texcoco tiene una
superficie de 428,53 km², concentra más de 105 000 habitantes, es por tanto una ciudad
media y en sus diversas comunidades concentra el resto de la población en un total de 53
delegaciones, pueblos y rancherías, con una densidad de 405,34 hab/km², la cual es
menor con respecto a la del Estado de México, que es de: 610,25 hab/km².

Conceptos básicos relacionados con la Normalización


Con el objetivo de facilitar el entendimiento de los aparta- dos posteriores, a
continuación se presentan algunos conceptos básicos comúnmente utilizados en temas
de normalización:

Estandarización
Este concepto se define como acuerdos documentados que contienen
especificaciones técnicas o de otro criterio preciso a utilizarse de forma consistente a
manera de reglas, guías o definiciones de características para garantizar que materiales,
productos o procesos y servicios son adecuados para su propósito (ISO, 2013, Arévalo,
2000). Lo anterior, no es más que la actividad dirigida a establecer e implantar reglas, con
el objeto de ordenar una actividad determinada, para beneficio de todos los interesados,
logrando la optimización de la economía en general, cumpliendo las condiciones
funcionales y los requisitos de seguridad (Gaytán, 2000). La estandarización o
normalización consiste en elaborar, difundir y aplicar normas.

Acreditación
Su definición es un acto por el cual una entidad de acreditación reconoce la
competencia técnica y confiabilidad de los laboratorios de ensayo, laboratorios de
calibración, laboratorios clínicos, unidades de verificación (organismos de inspección) y
organismos de certificación para la evaluación de la conformidad (EMA, 2013).

Certificación
Procedimiento por el cual, se asegura que un producto, pro- ceso, sistema o servicio se
ajusta a las normas o lineamientos o recomendaciones de Organismos dedicados a la
normalización nacionales o internacionales (Ley federal sobre de Metrología y
Normalización, 2009). Es decir, es la acción llevada a cabo por una entidad reconocida
como independiente de las partes interesadas mediante la que se manifiesta la
conformidad, solicitada con carácter voluntario, de una determinada empre- sa, producto,
servicio, proceso o persona, con los requisitos mínimos definidos en las normas o
especificaciones técnicas.

Certificación de producto
La certificación de productos es una actividad por la cual una tercera parte asegura por
escrito que un producto cumple con los requisitos especificados.
La aplicación de diferentes esquemas, objetivos y usos de la certificación de productos
tiene como consecuencia que un único conjunto de reglas no pueda ser utilizado
universalmente en toda situación de certificación y, por tanto, que exista un único sistema
de certificación que satisfaga a todas las partes interesadas con la misma eficacia (AEC,
2013).
Por otro lado el Instituto Comunitario de Certificación (ICC) (2013), menciona que la
Certificación de Producto es un proceso que comprende la realización de auditorías en las
empresas objeto de certificación, mediante la evaluación de los sistemas de calidad y de
producción de las empresas, mediante la evaluación de ensayos de muestras tomadas en
fábrica y de los productos finales.

Funciones:
• Comunicar la Calidad de los Productos y Servicios certificados.
• Aumentar la confianza de los consumidores finales.
• Argumentar la selección de productos.
• Diferenciarse de la competencia.

La normalización de tractores a nivel mundial


A nivel internacional existen organismos reconocidos que cuentan con una
normatividad para la evaluación del desempeño de estos equipos. Tal es el caso de las
normas ISO (International Organization for Standardization), las SAE (Society of Auto-
motive Engineers), los códigos de la OECD (Organisation for Economic Co-operation and
Development), entre otros.

ISO (International Organization for Standardization)


La Organización Internacional para la Estandarización (ISO, International Organization
for Standardization) es un Organismo encargado de promover el desarrollo de normas
internacionales de fabricación (tanto de productos como de servicios), comercio y
comunicación para todas las ramas industriales a excepción de la eléctrica y la electrónica.
Su función principal es la de buscar la estandarización de normas de productos y
seguridad para las empresas u organizaciones (públicas o privadas) a nivel internacional
(ISO, 2013).
Esta Organización fue creada el 3 de febrero de 1947, es una red de los institutos de
normas nacionales de 164 países, la Organización Internacional de Normalización (ISO),
con sede en Ginebra, está compuesta por delegaciones guberna- mentales y no
gubernamentales subdivididos en una serie de subcomités encargados de desarrollar las
guías que contribuirán al mejoramiento.
Las normas desarrolladas por ISO son voluntarias, comprendiendo que ISO es un
organismo no gubernamental y no depende de ningún otro organismo internacional, por lo
tanto, no tiene autoridad para imponer sus normas a ningún país (ISO, 2013)

Códigos de prueba de la OECD (Organisation for Economic Co-


operation and Development)
Este Organismo ha generado diversos códigos estándar o procedimientos de prueba
para la evaluación de tractores de uso agrícola y forestal.
El primer código estándar para la prueba oficial de los tractores agrícolas se aprobó el
21 de abril de 1959, por el Consejo de la OEEC (Organización para la Cooperación Eco-
nómica Europea), que se convirtió en la OECD (Organisation for Economic Co-operation
and Development).

Este Código ha sido ampliado para cubrir los tractores forestales y otras
características de rendimiento, seguridad y ruido (OECD, 2013).

Los códigos actuales de la OECD para las pruebas de tractor se refieren a:

• Desempeño de los tractores agrícolas y forestales (código 2).


• Resistencia de las estructuras de protección para tractores
agrícolas y forestales (Prueba dinámica) (código 3).
• Resistencia de las estructuras de protección para tractores
agrícolas y forestales (Prueba estática) (código 4).
• Medición de ruido en la(s) posición(es) del conductor (có- digo 5).
• Resistencia de las estructuras de protección montadas en el frente de los tractores
agrícolas y forestales estrechos (código 6).
• Resistencia de las estructuras de protección montadas en la parte trasera de los
tractores agrícolas y forestales estrechos (código 7).
• Resistencia de las estructuras de protección de los tractores
de orugas (código 8).
• Resistencia de las estructuras de protección de los manipu-
ladores telescópicos (código 9).
• Resistencia de las estructuras de protección contra la caída
de objetos (código 10).

Una de las importancias de los códigos, es que son un conjunto de medidas


reguladoras o un medio para simplificar los procedimientos comerciales internacionales
existentes, para establecer las especificaciones y criterios básicos de rendimiento y para
garantizar un mínimo de calidad para los productos comercializados. Los códigos aportan
transparencia contribuyendo así a aumentar la extensión del mercado de la maquinaria
agrícola.
Los criterios de seguridad de los códigos han sido libera- dos para el comercio
nacional o internacional por los países participantes, en particular los miembros de los
Estados de la Unión Europea. En la actualidad, 26 países forman parte de la OECD, 22
de los 34 miembros de la OECD se adhieren a los códigos, los cuales están abiertos a los
Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas. Entre los miembros son;
Islandia, Japón, la República de Corea, Noruega, Suiza, Turquía, Estados Unidos, y 15 de
los 27 estados de la Unión Europea (siete miembros de la OECD no participan en los
códigos, es decir, Australia, Canadá, Hungría, México, Países Bajos, Nueva Zelandia y la
República Eslovaca) (OECD, 2013).

Inicios de la estandarización en maquinaria agrícola en México


Con la finalidad de garantizar a los productores agrícolas que la adquisición de
maquinaria agrícola, cumple con las especificaciones de calidad establecidas por el
fabricante, en México surgió el sistema de estandarización de la maquinaría e
implementos agrícolas, como una respuesta a la necesidad de disponer de equipo
apropiado, de calidad y seguro, este sistema es el resultado del esfuerzo de diferentes
actores e instituciones involucradas en la maquinaria agrícola tales como la misma
SAGARPA, INIFAP, otras instituciones de investigación y docencia, fabricantes de
maquinaria agrícola, productores agrícolas y el gobierno de Japón a través de la Agencia
Inter- nacional de Cooperación del Japón (JICA, por sus siglas en inglés (Ayala et al.,
2010).

En México la estandarización de maquinaría agrícola data de principios de la década


de los 90’s, cuando se inició al proceso de desarrollo y establecimiento del sistema de
estandarización y certificación de la maquinaria agrícola. Esto como resultado de la
iniciativa de fabricantes y comercializadores, asociaciones de productores agrícolas,
profesionistas e investigadores, se argumentaba que, dadas las condiciones que
prevalecían en el mercado, era necesario establecer normas mexicanas para estimular
la mejora de la calidad y desempeño de la maquinaria agrícola en México. Las etapas de
desarrollo, para este propósito, estaban gestionadas por la SAGARPA (Jiménez, 2000).
En enero de 1997 se creó el Centro Nacional de Pruebas y Evaluación de Maquinaria
y Equipo Agrícola (CENAPE- MEA), como una organización integrada por universidades,
instituciones de investigación, la Asociación Mexicana de Ingenieros Agrícolas (AMIA),
fabricantes y comercializadores de maquinaria agrícola. La meta del CENAPEMEA fue la
de implementar el sistema de estandarización y certificación para las condiciones
específicas del campo mexicano.

Durante aquella etapa inicial del proyecto, se consideró importante gestionar la


cooperación técnica de la Agencia Internacional de Cooperación del Japón (JICA), quien
atendió la propuesta de la parte mexicana, y decidió apoyar desde su origen dicho
proyecto de estandarización y certificación. La cooperación técnica fue importante para el
desarrollo del proyecto en términos de experiencia, ya que el sistema de estandarización
en Japón data de 1949, cuando los expertos japoneses decidieron evaluar y realizar
pruebas en el laboratorio de maquinaria agrícola con el fin de eliminar la mala calidad de
los equipos. Dicha situación fue similar a la que prevalecía hasta la década de los 90’s en
el mercado mexicano de maquinaria agrícola (Jiménez, 2000).

En la primera etapa de cooperación técnica, se realizó un estudio de factibilidad en


coordinación entre expertos mexica- nos y japoneses, después, durante 1998 se elaboró un
documento que fue gestionado y aprobado por iniciar la segunda etapa de cooperación
técnica tipo proyecto de acuerdo a las regulaciones de JICA (Kanai, 1998). En octubre de
1998 fue formalizado el proyecto de cooperación, para realizarse de marzo de 1999 a
febrero del 2004, con el objetivo principal de establecer el Centro Nacional de
Estandarización de Maquinaria Agrícola (CENEMA) en el campo experimental del Valle de
México del INIFAP (INIFAP- CENEMA, 2013).
Asimismo, en marzo del 2001 se implementó el Comité Técnico Nacional de
Normalización de Maquinaria, Accesorios y Equipo Agrícola (COTENNMAEA) con la tarea
de coordinar el sistema de normalización de tractores agrícolas en México. En este
Comité participan diferentes actores interesados en los tractores agrícolas en México:
investigadores, académicos, funcionarios del sector gobierno (Ayala et al., 2010),
fabricantes, comercializadores, distribuidores y usuarios finales o productores. Los
integrantes de este Comité han venido trabajando a lo largo de los años, revisando y
actualizando las normas mexicanas para que haya mejores resultados en las
evaluaciones de tractores en México, todo con el fin de que los diferentes actores se vean
beneficiados.

Centro Nacional de Estandarización de Maquinaria Agrícola


El 1° de marzo de 1999 fue creado el Centro Nacional de Estandarización de
Maquinaria Agrícola (CENEMA) en el campo experimental del Valle de México del INIFAP
con el objetivo de promover y extender el uso de maquinaria agrícola apropiada, de
calidad y segura para el pequeño y mediano agricultor (Ayala et al., 2011). La cooperación
japonesa incluyó el equipamiento, la capacitación de personal mexicano en México y
Japón y la asesoría de expertos de corto y largo plazo, todo esto para la elaboración y
generación de anteproyectos de norma. La puesta en marcha del CENEMA, como
proyecto, tuvo una duración de cinco años. Después de este tiempo y con la finalización
de la relación con el gobierno del Japón, a través de JICA, se generaron 11 anteproyectos
de norma (actualmente son normas mexicanas vigentes), 7 relacionadas con implementos
agrícolas y 4 con tractores (Cuadro 1).

CUADRO 1. Normas mexicanas desarrolladas por el CENEMA

NORMAS MÁQUINA
NMX-O-168-SCFI-2002 Sembradoras mecánicas y/o
fertilizadoras.
NMX-O-169-SCFI-2002 Tractor - Potencia a la toma de fuerza

NMX-O-179-SCFI-2002 Aspersoras de aguilón


NMX-O-181-SCFI-2003 Tractor - Cabinas y marcos de
protección.
NMX-O-182-SCFI-2003 Arados de discos.
NMX-O-183-SCFI-2003 Rastras de discos
NMX-0-203-SCFI-2004 Tractor - Potencia y fuerza de
tracción a la barra de tiro.
NMX-O-207-SCFI-2004 Tractor - Potencia y fuerza de levante
hidráulico al enganche
NMX-O-216-SCFI-2004 Desgranadoras de maíz.
NMX-O-221-SCFI-2004 Trilladoras de frijol estacionarias.
NMX-O-222-SCFI-2004 Sembradoras neumáticas de
precisión.
Fuente: INIFAP-CENEMA, 2013.
Con la finalidad de darle continuidad al proyecto y ade- más de que sus resultados tuvieran
un mayor impacto en la estandarización de la maquinaria agrícola, en el 2003 se firma un
convenio con la SAGARPA, con el objetivo de equipar el
laboratorio de pruebas de tractores (Ayala et al., 2010).
A partir del 2005 se cuenta con un laboratorio de pruebas para la determinación de la
potencia a la toma de fuerza, poten- cia y fuerza de levante hidráulico y la resistencia de
las cabinas y marcos de seguridad y en 2009 con el equipo especializado en la
determinación de la potencia a la barra de tiro.
El laboratorio de pruebas del CENEMA cuenta con la infraestructura para la aplicación
de las cuatro normas mexi- canas vigentes para las pruebas de tractores agrícolas. Estas
normas están basadas en las metodologías establecidas en los códigos de la Organización
para la Cooperación y Desarrollo Económico (por sus siglas en ingles OECD) relacionadas
con estos equipos (Ayala et al., 2010).
La operación del laboratorio se inició con las pruebas de funcionamiento para la
determinación de la potencia a la toma de fuerza y la potencia y fuerza de levante
hidráulico, esto para tractores de hasta 90 hp, sin embargo a partir de 2007, se cuenta con
la infraestructura para la determinación de la resistencia de las cabinas y marcos de
seguridad además de las pruebas de funcionamiento para tractores de hasta 250 hp. En el
2009, se recibió el equipo para la determinación de la potencia y fuerza de tracción por lo
que se está iniciando las pruebas para la aplicación de la norma respectiva (Ayala et al.,
2011).

Organismo de Certificación de Implementos y Maquinaria Agrícola (OCIMA)


En México existían en 2009, 238 830 tractores en servicio según FAO (2012), y el 54%
ya había rebasado su vida útil. Pa- lacios et al. (2003), menciona que desde 1997, el
mercado mexi- cano ha sido muy estable reportando ventas promedio de entre 10 000 y 11
000 tractores anuales. Sin embargo, de acuerdo a Flores et al. (2007), la venta total de
once mil tractores, repre- senta claramente un déficit sobre el total de la producción, situa-
ción principalmente motivada por la crisis que enfrenta el sector, ya que de acuerdo a este
autor, el mercado potencial oscila entre 15 000 y 18 000 unidades. Por otro lado, las
importaciones se han incrementado, estas crecieron a una tasa media anual de 4,89%
entre 1980 y 2010 (FAO, 2012). En promedio se importaron 25 000 unidades. Dentro de los
problemas que enfrentan los productores del campo mexicano, se encuentra la falta de
liqui- dez para la compra de maquinaria agrícola; (el precio promedio mínimo por tractor
varía desde 375 000.00 hasta 800 000.00 pesos), además de la inversión, el incremento
en los costos de combustible y operación de los tractores resulta costosa (Calva, 1998).
Todo lo anterior, son limitantes para la adquisición y mantenimiento de los equipos.
Por lo anterior, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación de México (SAGAR- PA) ha apoyado 59 848 tractores en el periodo 1996-
2009, con el fin de solventar la problemática del campo mexicano: falta de liquidez para la
adquisición de maquinaria agrícola (Ayala et al., 2010).
En el apoyo para la adquisición de maquinaria, se tuvo la preocupación de que esta
inversión fuera segura, que los equipos tuvieran la calidad que el usuario final
necesitara y que se cumpliera con estándares establecidos por las normas mexicanas
referentes a los procesos de producción y funcio- namiento en el campo.
La SAGARPA acordó con el Instituto Nacional de In- vestigaciones Forestales
Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el establecimiento del OCIMA en Agosto de 2003. Este
Orga- nismo fue creado para certificar la calidad de la maquinaria y equipo agrícola, que
es apoyada con recursos federales dentro del Programa para la Adquisición de Activos
Productivos de la SAGARPA. El OCIMA tiene como objetivo respaldar al agricultor y
avalar que se cumple con las normas mexicanas (NMX) y las especificaciones necesarias
para garantizar el buen desempeño de su equipo (INIFAP-OCIMA, 2011).

Proceso de certificación
El proceso consta de diferentes etapas, de acuerdo a la nor- matividad del Organismo,
el fabricante o comercializador de maquinaria agrícola en México, debe contar con un
Sistema de Gestión de Calidad implementado que abarque hasta el servicio posventa que
se ofrece al usuario final de tractores. Este proceso se inicia cuando el fabricante o
comercializador de maquinaria agrícola en México solicita la certificación al OCIMA, el Or-
ganismo requiere y revisa la información técnica referente al diseño y características de
fabricación de los tractores que desea certificar. Posteriormente se lleva a cabo una
auditoría en sitio, cuyo fin es evaluar el cumplimiento de los requisitos estableci- dos en
Esquema de Certificación de Tractores Agrícolas1 y de cumplir satisfactoriamente con
ellos, se procede al muestreo del producto (Ayala et al., 2011). Los equipos muestreados
son enviados al laboratorio de pruebas del CENEMA, para que sean ensayados de
acuerdo a los métodos descritos en las normas mexicanas aplicables. Si cada una de las
etapas se concluye satisfactoriamente, el proceso de certificación de un tractor que
cumple con los requisitos específicos, requiere un máximo de 97 días hábiles (Cuadro 2).
Una vez que los resultados del proceso son satisfactorios, se emite un certificado de
conformidad por el OCIMA, el cual tiene una validez de 3 años.

CUADRO 2. Tiempo requerido para la certificación

Tiempo máximo
Actividad (días hábiles) de
respuesta
1. Solicitud 8
2. Régimen 8
financiero
3. Revisión 8
documental.
4. Auditoría de 15
certificación.
5. Informe de 8
auditoría.
7. Muestreos y 25
ensayos.
8. Dictaminación 10
9. Concesión del 15
certificado
Total 97
Fuente: INIFAP-OCIMA, 2013

 Documento que describe cómo se realiza la evaluación de las especifi- caciones para
tractores agrícolas definidos por las organizaciones o en la norma respectiva, así como la
fabricación de los tractores y el control del servicio a los usuarios finales, por parte del
OCIMA-INIFAP.

Productos certificados
Hasta junio de 2013, existen 76 tractores certificados con una potencia a la “toma de
fuerza” que varía de los 18,3 a los 130 hp (Cuadro 3) (horse power-hp, por sus siglas en
inglés)
Los modelos han sido ensayados en el laboratorio del CENEMA, tomando como
referencia la norma mexicana NMX-O-169- SCFI-2002 “Tractor agrícola-potencia a la
toma de fuerza” (Secretaría de Economía, 2002). Y la norma “Tractor agrícola-fuerza de
levante hidráulico al enganche de tres puntos” en la capacidad de levante a los 610 mm,
(milímetros) NMX-O-207-SCFI-2004 (Secretaria de economía, 2004).

CUADRO 3. Modelos de tractores


certificados (hasta junio de 2013)
Harves McC John Masse
Potencia Fotó C New Y K To
t King ormick Deer y
(hp) n a e Fergus H. T u tal
s on O b
e o
t
a
10-20 1 1
20-40 1 1 1 3
40-50 1 1 1 1 4
50-70 1 3 1 4 4 1 2 1 1
7
70-80 1 1 5 5 1 3 1
6
80-90 2 2 4 1 2 1 1 1
3
90-110 1 3 3 4 2 1 1
4
110-120 1 1 2 4
>120 2 1 1 4
Total 2 3 5 4 20 1 11 9 6 7
6 6

Además de las normas anteriores, el OCIMA certifica estructuras de protección contra


volcaduras según la norma NMX-O-181-SCFI-2003 “Tractor agrícola–cabinas y marcos de
protección de tractores agrícolas y forestales –especificaciones y método de prueba
(prueba estática)” (Secretaría de Economía, 2003). El propósito de la cabina y/o estructura
es mantener una zona de protección para el operador en caso de volcaduras. Las
estructuras certificadas por el OCIMA han superado las pruebas hechas en el laboratorio
del CENEMA, por lo que se garantiza la seguridad al usuario. Actualmente existen 18 tipos
de estructuras certificadas que se acoplan a los 41 modelos de tractores también
certificados. En cuanto a estructuras de protección certificadas son 38 que se ajustan a
los 76 modelos de tractores igualmente certificados (Cuadro 4).
CUADRO 4. Modelos de estructuras de protección certificadas (hasta junio 2013)

No. de
certificados
Marca Modelo otorgados
s Estructura de ROPS y/o
Cabinas
Case 4 4
Fotón 2 2
Harvest King 3 3
Kubota 6 5
John Deere 20 8
Massey 16 3
Ferguson
McCormick 5 4
New Holland 11 5
Yto 9 4
TOTAL 76 38

De enero de 2010 a junio de 2013, el OCIMA ha emitido dictaminaciones negativas


durante el proceso de certificación, ya que no se ha cumplido con alguno de los requisitos
estable- cidos en el “Esquema de certificación de tractores agrícolas”. De 87 modelos de
tractores que estuvieron en proceso de certificación, el 41,37% tuvo una dictaminación no
favorable. (Cuadro 5)
CUADRO 5. Dictaminaciones de tractores no favorables de 2010–2013

Concepto T
ot
al
No. de empresas 9
No. de modelos* 8
7
Dictaminaciones no 3
favorables 6
Porcentaje (%) 4
1
Fuente: INIFAP-OCIMA, 2013
*(Modelos de tractores que estuvieron en proceso de certificación).

Las principales causas del incumplimiento de los requisitos de certificación son las
siguientes:
• Resultados negativos de los ensayos. Es común que durante la prueba de cabinas y
marcos de protección de tractores agrí- colas, la zona de seguridad para el usuario, se
vea afectada, por lo que no se cumple con lo establecido en la NMX-O-181- SCFI-
2003, por ejemplo, de enero de 2010 a junio de 2013, de los 87 modelos que
participaron en el proceso de certificación, 23 tuvieron incumplimientos con este
criterio, es decir el 26% del total. En el caso de la NMX-O-207-SCFI-2004, el 17% no
cumplió con lo esperado. (Cuadro 4) y en potencia a la toma de fuerza (NMX-O-169-
SCFI-2002) el 16%.
• Los fabricantes o comercializadores de maquinaria declaran especificaciones al inicio
del proceso de certificación, los cuáles no coinciden con los resultados obtenidos al
concluir dicho proceso.
• Incongruencia en la información proporcionada. La información documental
proporcionada por el fabricante no coincide con las características físicas del equipo,
asientos, estructuras de protección, cabinas o componentes de este, etcétera.

CUADRO 6. Resultados de pruebas de


tractores no conformes (hasta junio 2013)

Normas Mod Porcenta


elos je (%)
87**
NMX-O-169- 14 17
SCFI-2002
NMX-O-207- 15 18
SCFI-2004
NMX-O-181- 23 25
SCFI-2003
Fuente: INIFAP-OCIMA, 2013
**(Modelos de tractores que estuvieron en proceso de
certificación).

CONSIDERACIONES FINALES
El OCIMA ha logrado un mayor control de la información que proporcionan los
fabricantes y/o comercializadores a los usuarios finales.
La certificación de tractores es un servicio que ha permitido avanzar en la regulación de
un mercado de calidad, ya que ha sido un proceso que confirma que el equipo agrícola
cumple con los estándares necesarios y relevantes para el productor.
El productor debe estar seguro que el certificado no sólo es el resultado de una situación
momentánea, ya que el personal del OCIMA examina con regularidad los modelos
certificados para tener la certeza de que estos se adecúan a las muestras que fueron
probadas en el laboratorio. De esta manera, se testifica que los productos mantienen el
nivel de conformidad durante los tres años de vigencia de la certificación.
Es importante que al momento de la adquisición de un equipo certificado, el productor
esté consciente de los beneficios que este tiene, pues al detectar cualquier tipo de
anomalía relacionada con el servicio prestado por la empresa que el productor debe
saber que existe una vía a la que puede acudir para reportar lo sucedido, que en este
caso es el OCIMA, el cual actúa como verificador de lo ocurrido.
Como tal, el certificado supone una ventaja durante la toma de decisiones del
productor, es decir, el usuario no depende sólo de la información suministrada por el
fabricante al elegir su equipo, sino que se puede apoyar del dictamen emitido por el
Organismo.

impacto derivado de la aplicación de las normas NOM y NMX a la empresa caso de


estudio (Ejemplo)

NMX-O-221-SCFI-2004

TRACTORES IMPLEMENTOS Y MAQUINARIA AGRÍCOLA – TRILLADORAS DE FRÍJOL


ESTACIONARIAS – ESPECIFICACIONES Y MÉTODO DE PRUEBA
En la elaboración de la presente norma mexicana, participaron las siguientes
empresas e instituciones:

- ADMINISTRADORA DE MAQUINARIA Y SERVICIOS, S. A. DE C. V.

- ASPERSORAS TERRESTRES, S. A. DE C. V.

- CENTRO NACIONAL DE ESTANDARIZACIÓN DE MAQUINARIA AGRÍCOLA

- COMITÉ TÉCNICO DE NORMALIZACIÓN NACIONAL DE MAQUINARIA,


ACCESORIOS Y EQUIPO AGRÍCOLA

- GRUPO INDUSTRIAL TRES ESTRELLAS, S. A. DE C. V.

- HERCONT, S. A. DE C. V.

- INDUSTRIAS METÁLICAS EL PROGRESO, S. A. DE C. V.

- MECANIZACIONES AGROPECUARIAS AZTECA, S. A. DE C. V.

- SECRETARÍA DE AGRICULTURA, GANADERÍA, DESARROLLO RURAL,


PESCA Y ALIMENTACIÓN
Dirección General de Vinculación y Desarrollo Tecnológico;
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias.

- UNIVERSIDAD AUTÓNOMA AGRARIA ANTONIO NARRO

- UNIVERSIDAD AUTÓNOMA CHAPINGO

- UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

- UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO


1 OBJETIVO Y CAMPO DE APLICACIÓN
Esta norma mexicana establece las especificaciones mínimas de calidad y el método de
prueba para evaluar el funcionamiento, facilidad, seguridad de operación y durabilidad de
las trilladoras de fríjol estacionarias, nuevas que se comercializan en la República
Mexicana.
2 REFERENCIA

Para la correcta aplicación de esta norma se deben consultar la siguiente norma oficial
mexicana y normas mexicanas vigentes o las que las sustituyan:
NOM-012-SCT2-1995
Sobre el peso y dimensiones máximas con los que pueden circular los vehículos de
autotransporte que transitan en los caminos y puentes de jurisdicción federal, publicada en
el Diario Oficial de la Federación el 7 de enero de 1997.
NMX-FF-038-SCFI-2002
Productos alimenticios no industrializados para consumo humano – Fabaceas – Fríjol
(phaseolus vulgaris L.) – Especificaciones y métodos de prueba. Declaratoria de vigencia
publicada en el Diario Oficial de la Federación el 3 de octubre de 2002.

NMX-O-028-1985 Maquinaria agrícola – Tractor agrícola – Terminología.


Declaratoria de vigencia publicada en el Diario Oficial de la Federación el 7 de agosto de
1985.
NMX-O-153-1981 Maquinaria agrícola – Definiciones. Declaratoria de
vigencia publicada en el Diario Oficial de la Federación el 19 de febrero de 1981.
NMX-O-185-1983 Maquinaria agrícola – Tractor – Enganche de tres
puntos. Declaratoria de vigencia publicada en el Diario Oficial de la Federación el 8 de
agosto de 1983.
1 DEFINICIONES

Para el propósito de esta norma deben consultarse las definiciones establecidas en las
normas mexicanas NMX-FF-038-SCFI, NMX-O-028 y NMX-O-153 (ver 2 Referencias),
así como las que se indican a continuación:

1.1 Trilladora de fríjol estacionaria

Es una máquina utilizada en la cosecha de fríjol donde el cultivo es introducido a la


máquina, de forma manual o por un dispositivo mecánico externo, y al pasar a través
de ella es separado en grano y paja. Esta máquina cuenta con un sistema de trilla
(cilindro trillador y cóncavo), sistema de separación y limpieza del grano, donde el
accionamiento es transmitido por un motor de combustión interna o eléctrico, o con la
toma de fuerza del tractor. En lo adelante trilladora.

1.2 Salida de la paja grande

Salida donde sale principalmente la paja e impurezas del grano de porte grande.

1.3 Salida de la paja chica

Es la salida de la trilladora, donde sale la paja e impurezas del grano de tamaño menor
que pasan a través de la zaranda y/o criba que hace la separación de la paja grande.

1.4 Cóncavo

Elemento mecánico estacionario de la trilladora con forma cóncava que se encuentra


junto al cilindro trillador los cuales realizan el desprendimiento del grano de la vaina.

1.5 Cilindro trillador

Elemento mecánico móvil de la trilladora, que cuenta con aspas o dientes, que al girar
y con ayuda de un elemento fijo (cóncavo) permite el desprendimiento del grano de la
vaina.

1.6 Fríjol

Grano perteneciente a la familia Fabaceae de la subfamilia Papilonoidea, género


Phaseolus y especie vulgaris Linneo.

1.7 Grano dañado

Granos enteros y sus partes que han sufrido alteraciones físicas, químicas o biológicas
(externas o internas), como resultado de la acción de insectos, hongos, calor, agentes
meteorológicos, maquinaria o cualquier otro factor que modifique sus características
originales.

Para efecto de esta norma se considera grano dañado aquel grano que presente
daños visibles por el desprendimiento de material (epidermis, pedazos del cotiledón,
fisuras o agrietamientos visibles) causados por la acción física de insectos, animales o
elementos mecánicos.
1.8 Grano no trillado

Es el grano que se encuentra dentro de la vaina después de haber pasado por el


cilindro trillador y es colectado en la salida de las zarandas y/o cribas.

1.9 Grano libre

Es el grano desprendido de la vaina que sale por cualquier salida diferente a la


principal (salida del grano).

1.10 Grano perdido por la máquina

Se considera grano perdido al grano no trillado y libre que sale por cualquier salida
diferente a la salida del grano (salida principal).

1.11 Impurezas del grano de fríjol

Cualquier cuerpo o materia extraña distinta al grano de fríjol, y fracciones de fríjol que
pasen a través de una criba de orificios circulares de 4,76 mm de diámetro. En este
concepto de impurezas se incluyen la paja, piedras y terrones así como materias
extrañas como excretas, pelos de roedor y fragmentos de insectos o insectos enteros.

1.12 Relación grano – paja

Es la relación que existe entre la masa del grano y la paja de un cultivo.

1.13 Ajustes de la trilladora

Comprende todos aquellos ajustes o cambios de posición que se efectúan solo con
herramientas manuales y que requiere la maquinaria para beneficio o mejora de su
desempeño de acuerdo a las condiciones de trabajo, aún después de que la misma ha
sido calibrada para la prueba.

1.14 Fallas de la trilladora

Son consideradas fallas aquellas averías cuya reparación requieran el cambio de


piezas o el desarme de algún sistema, así como rotura, deformaciones y/o ajustes
repetitivos de aquellos elementos que afecten el buen funcionamiento de la trilladora o
pongan en riesgo la integridad del operador.

1.15 Tiempo de trabajo efectivo

Tiempo transcurrido en el cual la máquina realiza la trilla y los principales órganos de


trabajo se encuentran bajo carga. Este tiempo es medido en la máquina, desde que
comienza la salida del grano correspondiente al cultivo alimentado, por la salida
principal, hasta que entra la última parte del cultivo al alimentador.

1.16 Tiempo de llenado de la tolva

Es el tiempo de trabajo efectivo requerido por la trilladora para llenar la tolva de fríjol.

1.17 Tiempo de vaciado de la tolva

Es el tiempo requerido por dos operadores para el vaciado de la tolva, llena de fríjol,
en sacos de 50 kg.
1.18 Tiempo de ajustes

Es el tiempo necesario para realizar los ajustes de la máquina, desde que la prueba
inicia hasta que termina.

1.19 Tiempo operativo

Comprende al tiempo de trabajo efectivo y tiempo de ajustes.

1.20 Tiempo total de prueba

Comprende al tiempo de trabajo efectivo, de ajustes y de vaciado de la tolva.

1.21 Eficiencia operativa

Es la relación que existe entre el tiempo de trabajo efectivo y tiempo operativo.

1.22 Eficiencia de trabajo

Es el tiempo de trabajo efectivo entre el tiempo total.

2 ESPECIFICACIONES DE CALIDAD

A continuación, se muestran las especificaciones de calidad mínimas con las que


deben cumplir las trilladoras de fríjol.

2.1 Información otorgada por el fabricante

El fabricante deberá entregar las especificaciones técnicas de la máquina, manual de


operación, mantenimiento, seguridad, diagramas de ensamble y listado de piezas y
refacciones de la máquina; la información entregada por el fabricante debe estar en
español.

Con la finalidad de operar la trilladora adecuadamente durante las pruebas y de


verificar la información otorgada por el fabricante, se realiza una bitácora o libro de
campo que constará de los siguientes puntos:

a) Marca, tipo, modelo, nombre comercial y número de serie.


b) La descripción general.
c) Descripción de los componentes principales, indicando la calibración y
regulaciones de trabajo, mantenimiento y especificaciones técnicas.

2.2 Generales

2.2.1 La información técnica entregada por el fabricante debe corresponder


con la máquina a evaluar.

2.2.2 El fabricante debe indicar la fuente de potencia y la potencia mínima con


la cual la trilladora trabaja adecuadamente.

2.2.3 La masa de la trilladora y el volumen de la tolva obtenidos durante la


prueba, deben corresponder a los indicados por el fabricante en el
manual de la máquina, permitiendo una variación del  5 %.

2.2.4 Los ajustes indicados por el fabricante en el manual de operación de la


trilladora, deben poderse realizar en la máquina.

2.2.5 En caso de que las dimensiones de la máquina en posición de


transporte excedan las dimensiones permitidas en la norma oficial
mexicana NOM-012-SCT2 (ver 2 Referencias), debe contar con la
señalización de seguridad adecuada.

2.3 Calidad de trabajo

2.3.1 La máquina trilladora debe alcanzar el rendimiento máximo indicado por


el fabricante, de acuerdo a los resultados de rendimiento obtenidos en la
prueba de calidad. Para ello se recomienda al fabricante indicar las
condiciones del cultivo (humedad, relación grano – paja, etc.) con la cual
alcanza dicho rendimiento.

2.3.2 El porcentaje de grano dañado en la salida principal, debe ser menor o


igual al 2 %.

2.3.3 El porcentaje de impurezas en la salida principal del grano debe ser


menor o igual al 2 %.

2.3.4 El porcentaje de grano perdido deber ser menor o igual al 3 %.

2.4 Rendimiento de la máquina

2.4.1 La eficiencia operativa debe ser mayor al 90 %.

2.5 Durabilidad

2.5.1 La trilladora no debe presentar fallas durante el tiempo de prueba, en


caso de ocurrir serán suspendidas (ver inciso 3.14).

2.5.2 Debe observarse que las partes susceptibles a corrosión y/o oxidación
presenten buenas condiciones antes y después de las pruebas.

2.6 Seguridad de operación

2.6.1 Las partes en movimiento deben contar con guardas o cubiertas de


protección para el usuario.

2.6.2 La máquina en general debe estar exenta de puntos salientes, punzo


cortantes y partes filosas que pongan en peligro la seguridad del
operador.

2.6.3 Contar con una póliza de garantía que mencione aspectos de


durabilidad y seguridad, indicando que cubre y que no cubre la garantía.

2.6.4 La trilladora de fríjol debe contar con indicaciones adheridas y/o


impresas en lugares fácilmente identificables de la máquina acerca de
las regulaciones de trabajo, calibración y señales o indicaciones de
seguridad en aquellos puntos que representen un peligro. La
información contenida debe estar en español, y al finalizar las pruebas
las señales deben presentar buenas condiciones (calcomanías bien
pegadas, letras o dibujos legibles).

2.6.5 El ruido máximo provocado por la máquina durante la trilla de fríjol debe
ser menor a 100 dB(A) en los puestos de trabajo de los operadores (en
la alimentación y embolsado del grano).

2.6.6 El manual del operador debe indicar el equipo de protección a utilizar o


el tiempo máximo de exposición al ruido, durante la trilla, para evitar
daños al oído del operador, e indicar los daños que provocaría en caso
de hacer caso omiso a dichas recomendaciones.

2.6.7 El fabricante, debe indicar en el manual, el uso de equipo para evitar


problemas de salud al operador, causados por el polvo que se genera
durante la trilla de fríjol.

3 SELECCIÓN DE LA MÁQUINA

La máquina sujeta a prueba, debe ser entregada por el fabricante al laboratorio de


prueba en las mismas condiciones en las que es entregada para su venta. El
laboratorio de prueba u organismo de certificación podrá realizar inspecciones en
planta o distribuidores que comercialicen las máquinas del modelo probado, para
garantizar que las características del equipo sean uniformes.

4 MÉTODO DE PRUEBA Y EVALUACIÓN

4.1 Requerimientos de prueba

4.1.1 De información

Para que el laboratorio pueda realizar la prueba y evaluación el fabricante deberá


entregar la siguiente información recomendada para la trilladora de fríjol:

a) Rango de humedad del cultivo de fríjol.


b) Frecuencia o rango de frecuencia de rotación del cilindro trillador o eje
accionador de la fuente de potencia (máxima – mínima) recomendados.
c) Distancia entre el cilindro trillador y cóncavo.
d) Regulaciones del ventilador recomendadas.
e) Tipo de cribas y/o zarandas y regulaciones recomendadas en el sistema
de limpieza.

4.1.2 Trilladora de fríjol

La trilladora de fríjol debe ser entregada por el fabricante en las condiciones óptimas
de trabajo, y se realizará una demostración por los inspectores y técnicos del
fabricante, para asegurar la calibración adecuada de la máquina. La máquina debe
contar con sus partes correspondientes, además de sus accesorios y la información
que acompaña a la misma, como normalmente se realiza para su venta.
4.1.3 Fuente de potencia

La fuente de potencia utilizada durante las pruebas a la trilladora, deberá ser siempre
la misma hasta el término de éstas y deberá estar en condiciones óptimas de trabajo
como lo recomienda el fabricante de la fuente de potencia o de la trilladora.

4.1.4 Características del cultivo de prueba

El cultivo utilizado durante las pruebas debe cumplir con las siguientes
especificaciones:

1. Grado de madurez del cultivo: 100 %


2. Humedad de la paja: 12 % a 18 %
3. Humedad del grano: 12 % a18 %
4. Daño del grano: 1,5 %
5. Relación grano – paja: 1
6. Se permite que el 1 % del grano de las muestras pase a
través del tamiz con orificios de 4,76 mm de diámetro.

4.1.5 Combustible y aceite lubricante para la trilladora y fuente de potencia

Antes de comenzar con las pruebas, deberá haberse realizado el mantenimiento y


ajuste adecuado a la máquina y de la fuente de potencia, de acuerdo a lo especificado
por el fabricante de cada uno de ellos. Para hacer el mantenimiento debe utilizarse
productos de venta nacional.

4.1.6 Instrumentos de medición

Para realizar las pruebas deberá contarse con los instrumentos de medición
previamente calibrados o con calibración vigente (para medir: longitud, masa,
temperatura, presión, tiempo, ángulos, frecuencia de rotación y torque) y con los
materiales necesarios.

4.1.7 Motivos de interrupción de las pruebas

La prueba será pospuesta en caso de que las condiciones imperantes (lluvia, viento,
frío, desastres, etc.) impidan el desarrollo normal y exitoso de las pruebas, sujeta a
criterio del evaluador.

4.1.8 Secuencia para realizar las pruebas y evaluación de las trilladoras

La secuencia en la prueba y evaluación de las trilladoras, permite caracterizar el


desempeño de la máquina en forma adecuada, el cambio en el orden de las pruebas
ocasiona que los resultados que se obtengan sean alterados. El orden de ejecución
de la prueba y evaluación de las trilladoras de fríjol se muestra en la figura 1.
Inspección Técnica de la Estructura

Facilidad y seguridad de operación

Estudio de durabilidad

Preprueba

Prueba de Potencia
Prueba de Operación Continua
Prueba de la calidad de trabajo

Prueba de Rendimiento

FIGURA 1.- Diagrama de flujo de la prueba y evaluación de trilladoras


4.2 Inspección técnica de la estructura

La inspección técnica comprende dos apartados, el primero de ellos se refiere a la


revisión de la información técnica que acompaña a la máquina y la segunda a la
verificación de dicha información.

4.2.1 Revisión de la información que acompaña a la máquina

En la revisión de la información técnica es necesario verificar la existencia de los


apartados y la información que en ellos se describe de acuerdo a los incisos
presentados en este capítulo, además esta información debe ser recopilada por los
inspectores para realizar una buena ejecución de las pruebas.

a) Especificaciones técnicas (puntos a registrar)

Especificaciones generales de la trilladora: Fabricante, dirección del Fabricante, país


de origen, fuente de potencia, tipo y categoría de enganche, modelo, número de serie,
nombre comercial, masa, dimensiones generales y rendimiento de la trilladora.

Recomendaciones de operación de la máquina para cada uno de los cultivos que


pueden ser trillados: frecuencia de rotación del eje de la trilladora accionado por la
fuente de potencia (eje accionado por la toma de fuerza cuando se utiliza tractor) y
cilindro trillador (máximo – mínimo); espaciamiento entre cóncavo y cilindro trillador;
rango de humedad recomendada para la trilla (máxima – mínima); potencia mínima
requerida por la trilladora.

b) Información de operación

Calibración del equipo en campo, recomendaciones de uso, principales problemas que


puedan presentarse y su corrección.

c) Diagrama de ensamble y especificaciones técnicas de piezas

En cuadros se recomienda indicar las especificaciones técnicas de las piezas de la


máquina (principalmente las piezas de repuesto), e indicar su posición en los dibujos
de ensamble.

d) Información del mantenimiento

Indicar el mantenimiento después de cada uso y periódico, así como la lubricación


(indicando la ubicación de los puntos a lubricar y periodo de lubricación).
Indicar piezas de refacción (piezas de repuesto), mencionando su vida útil o la forma
de identificar cuando requieren ser reemplazadas.
e) Información de la seguridad

Indicar las medidas de seguridad necesarias para prevenir o evitar accidentes.

f) Diagnóstico de fallas y soluciones

Incluir una guía de problemas comunes sus causas y soluciones.

4.2.2 Verificación técnica de la estructura

En la segunda fase de la prueba, se medirán y reportarán los siguientes puntos:

a) Especificaciones generales de la trilladora. Determinar las dimensiones


generales (longitud, ancho, altura) y masa de la trilladora y trilladora –
fuente de potencia, despeje de la trilladora. Las mediciones de alturas,
longitud y ancho deben realizarse en un piso nivelado, permitiendo un
desnivel máximo del 1 %.

b) Determinar las dimensiones principales, ajustes y hacer las


observaciones del tipo de material y tratamientos utilizados, en piezas
que presentan mayor probabilidad de falla (ejes, poleas, catarinas,
bujes, cadenas, rodamientos, etc.).

c) Hacer los esquemas del sistema de transmisión, hidráulico y sistema


de procesamiento (indicando el flujo del material y las regulaciones de
los mecanismos que lo requieren para la trilla).

d) Verificar la protección al desgaste, antioxidante y anticorrosiva.


Mencionar los materiales y tratamientos utilizados en la protección de
las piezas susceptibles a cualquiera de los procesos mencionados.

e) Verificar la uniformidad de piezas.

f) Revisión de seguridad de la estructura (registrar): protección de las


partes en movimiento con guardas o cubiertas, partes filosas, puntos
salientes y/o punzo cortantes.

g) Inspección de la señalización en la máquina (registrar): tipo de señal,


contenido, claridad de la información, ubicación.

h) Fotografías o diagramas de los principales mecanismos que pueden


ser mejorados o sean susceptibles a presentar fallas.

i) Verificar el cumplimiento de las dimensiones de la máquina de acuerdo


a lo establecido en la norma oficial mexicana NOM-012-SCT-2 (ver 2
Referencias).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. ASOCIACIÓN ESPAÑOLA PARA LA EFICACIA (AEC): Certificación de Producto,
[en línea] Disponible en: http://www.aec.es/web/ guest/centro-
conocimiento/certificacion-de-producto [Consulta: julio 24 2013].
2. ARÉVALO, M. I.; J. OCHOA: Normas ISO y OECD. Una revisión general, In:
SAGAR, INIFAP, JICA, AMIA, UACH. Primer Foro de Vinculación
Normalización y Certificación de Maquinaria Agrícola. Centro Nacional de
Estandarización de Maquinaria Agrícola, Memoria Técnica No. 2, pp. 22-31,
Texcoco, México, 2000.
3. ARNAL, A. P.: Potencia de los tractores agrícolas, Resumen de los datos de los
ensayos OCDE realizados en los años 1997, 1998, 1999 y 2000, 6pp., Asociación
Empresarial Agropecuaria, ASAJA, Huesca, Informa. Mecanización Agraria-
Universidad Pública de Navarra, Director Gerente de AEA ASAJA Huesca, México,
2001.
4. AYALA, G. A. V; M.A. AUDELO; A. ARAGÓN; E. MENDOZA: Certificación de los
implementos y la maquinaria agrícola en México calidad y normalización, 34pp.,
Folleto Técnico No. 41, OCIMA-INIFAP, CENEMA, SAGARPA, Texcoco, México,
2010.
5. AYALA, G. A. V; M.A. AUDELO; M. GARAY; E. MENDOZA: La situación del
Mercado de tractores en México, Perspectivas y retos en la certificación, 47pp.,
INIFAP, Texcoco, México, 2011.

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