Está en la página 1de 3

WIFALAS

Esta danza se ejecuta por los campesinos en las provincias de Azángaro y melgar, no se conoce la
fecha exacta de su aparición es muy probable que se formó en el tiempo del virreinato, para
exteriorizar el homenaje a las autoridades y personajes encumbrados tales como el alcalde, el
gobernador, etc. A quienes ofrecían al son de la música y de la danza, obsequios conseguidos por
el chaco, como venados, vicuñas, zorros, aves, etc.
Don J. Francisco Macedo Aguirre, en su libro “Apuntes Monográficos Del Distrito De
Asillo” se ocupa de forma amplia de esta danza y dice así: “ los Wifalas: Baile autóctono propio
del altiplano, reminiscencia de la caza o el chaco.- “ los segundas, jilakatas, Inspectores y alcaldes
de vara del ayllu, después de un día de “chaco” regresan hacia el pueblo , llevando un presente
que consiste en venados y vicuñas tiernas para ser obsequiados al señor gobernados, al señor
cura, a los señores jueces y al señor alcalde del consejo distrital. En prodigiosas carreras, a través
de las grandes y majestuosas punas, han sido cogidos aquellos pequeños animales animándose
estas correrías con la música del “pinquillo” o quena acompañada del alegre tocar de los tambores
y con danzas especiales en que toman parte, los jóvenes más aguerridos de ambos sexos,
pertenecientes al ayllu estos son los “Wifalas” que se componen de más de veinte parejas, las
mujeres, las mujeres vestidas con sus más elegantes polleras y cintas de diversos colores, llevan a
la par que los varones, el atado o “qquepi” de fina “ chusilla” o “ qquepiña” a la espalda, ,
entrecruzándolo con un par de hondas, llamadas “ huaracas” especie de látigo, hecho de lana de
llama y teñido con colores multiformes. En la “qquepiña” se guarda la lana de vicuña o llama, que
se ha esquilado durante el “chaco” junto con la flor amarilla del cactus de puna, la mejor de
“jallujallu” y el “pantipanti”, de aquellas frías regiones. Los varones ataviados con pantalones
blancos y sacos “chamarras” azules llevan también el atado a la espalda, entrecruzándolas,
asimismo con las lindas “huaracas” y con la particularidad de que todos ellos inclusive los músicos
se ponen la tradicional montera de la mujer asilleña, con solo la diferencia en forma de ponérsela;
una tercera “huaraka” sírveles para ostentarla en su mano derecha y para moverla al compás de la
música. Ellas, cantan irónicos y sentimentales versos, en los que resaltan el carácter de la mujer
serrana, su habitual sufrimiento y su alma decisiva en los amores de la puna. El imperio de su
mando y de sus acciones, resaltan así:
“Tarucatapas, wikuñatapas”
“A los venados, a las vicuñas
Wifalay
Majadanmanta ttakasi cani
De su majada se separa
Wifalay
Chayllallaracchus, mayllallacchus
Siendo así, siendo asa
Wifalay
Munaskaytaka manan ttakaymanchu
Al que quiero, no separare
Wifalay
Ellos, al compás de la música y guidados por el capitán del conjunto, deben describir círculos y
semicírculos, que las mujeres han de imitarles, para dar mayor expresión al baile, con las diversas
modalidades de el: ARCO.- cuando las parejas entre sí, levantan las huarakas para que por dentro
pasen las personas notables, los animalitos que se han cogido y los que ofrecen presente o
“chaco”, generalmente, se forma ARCO, delante de las vivencias y despachos de las autoridades.-
TARUCACHA.- cuando las parejas describen círculos semejando a los cuernos de un venado, en el
baile. TITICACHA.- Es la modalidad que consiste en hacer figuras con las huarakas en el baile;
durante la realización de esta figura, las personas que ofrecen la fiesta, derraman una mistura de
flores y agasajan con ellas a los presentes, simbolizando el carnaval.- SERENILLAS HUAYLLA.- es la
figura en que tanto hombres como mujeres, al son del baile, se ponen la “huaraka” por encima
del cuello para dar mayor expresión al baile y poder lucir con la más ventaja, cada cual, su
preciosa “huarakas” en el suelo en formas elegantes y caprichosas, deben pasar por encima de
ellas sin tocarlas, conservándolas completamente limpias. PUNA CCOCHAK CHASCAN.- en aquella
figura donde las “huarakas” son colocadas en el aire, entrecruzándolas, de tal manera, que
aparezcan como formando un lago, poniendo al centro de las más elegantes, en forma de una
estrella. PUYTU e ISICHAPUYTO.- son las figuras en las que el entrecruzamiento de las “huarakas”
es más sencillo y que lo hace cada pareja con la que sigue, o con la que la precede y es sencillo o
doble. Hay otras muchas figuras, como: “PACHAPA – KAREC – SONAQUE. YURAC – CHASCA, etc.
Pero el aspecto más interesante de este baile, es la GUERRA TUPAY, es decir la manifestación del
carácter decidido de la mujer con respecto al hombre: la música toca la canción guerrera, la mujer
cantando dice al varón:

Khari caspaka (la guerra de la mujer)


(si eres hombre) wifalay
wifalay Huakachicucsi
Chaquita churuy (hace llorar)
(pon el pie) Wifalay
wifalay
Huarmi caspaka
(si eres mujer)
wifalay
Ama churaychu
(no lo pongas)
Wifalay
Khari guerraka
(la guerra del hombre)
wifalay
Así ohicucsi
(hace reír)
wifalay
Huarmi guerraka
El hombre para manifestar superioridad, presenta su pierna desnuda. La que coloca sobre una
piedra o cosa dura y la mujer con su “Huaraka” le mide los contornos del cuerpo, como para
decirle: en la misma vara que mides, serás medido; da de latigazos en la pierna desnuda del
hombre, hasta que le salte la sangre, manifestándole que los latigazos que recibe son de sus
tiernas caricias.
Siguen bailando hasta que todas las mujeres han hecho lo propio con sus parejas,
quienes tratan de imitarlas por pura formula, hasta que termine la canción guerrera.
Terminada la “guerra tupay” siguen bailando incansablemente al compás de otros versos,
recorriendo la población, en medio de frecuentes libaciones.
Los “Wifalas”, tienen la rara cualidad de despertar en el alma
del mestizo de alegría, parece que este baile se confunde con las fiestas del carnaval, porque
es la época donde se aprecia esta música, en toda su intensidad.
Cuantas veces, sin el temor de convencionalismos sociales, con
la franca humorada de los poblanos, se ha visto al mestizo, bailar animosamente con las
hermosas “phasñas” de los “Wifalas”, cuantas veces también, se ha visto reír a ellas, cuando el
mestizo huye; ella, le invita a la danza guerrera dulcemente y al verlo huir, le dice: “no eres
hombre”… las Wifalas, tienen en el distrito de asillo su más alta
expresión. En dos oportunidades dejaron grata impresión la presentación de las “Wifalas” de
puno, en febrero de 1934 en que mereció el primer premio en su género y en 1942, cuando los
hermanos Cesar Cano Torres y Elda Cano Torres, presentaron en el desaparecido teatro
municipal, una función de un grupo de artista de Asillo. En ambas oportunidades el público de
puno prodigo sus aplausos a esta danza hermosa de los “Wifalas”.

También podría gustarte