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Formas de extinción de la obligación tributaria

1. El pago:
Es la forma mas perfecta de cumplir una o varias obligaciones pudiendo ser: total
o parcial. Extingue la obligación, sin perjuicio de las responsabilidades penales si
las hubiera. Tiene su origen en la voz latina paga que equivale a decir aplacar
(terminar) por cuanto que en la antigüedad con el pago se aplacaba al acreedor,
ya que verificado el pago, el acreedor veía satisfecho sus intereses.
Para el maestro Federico Puig peña pago es: “el total cumplimiento de la
prestación llevada a cabo por el deudor con el ánimo de extinguir el vinculo
obligatorio”.
Por su parte para el tratadista guatemalteco Vladimir Aguilar al definir el pago
acertadamente evoca la definición de los jurisconsultos Dies Picaso y Guillón
entiende que: “el pago en un sentido general es el acto de realización de la
prestación debida en virtud de una relación obligatoria. El pago es en primer lugar,
un acto de cumplimiento del deber jurídico (vinculo jurídico vinculum iuris) que
pesa sobre el deudor.

El pago puede definirse como: la satisfacción del interés del acreedor mediante el
cumplimiento del deber jurídico que recae sobre el deudor, en cuyo caso el sujeto
pasivo queda liberado de la obligación tributaria principal derivada de la realización
del hecho imponible del tributo.
La Administración Tributaria puede exigir que se garantice el pago de adeudos
tributarios firmes, multas o recargos, por medio de cualquiera de las garantías
siguientes:
a) Depósito en efectivo, b) Fianza o seguro de caución, y c) Cualquier otro medio
establecido en las leyes.
La forma normal y generalizada de efectuar el pago de tributos en Guatemala, es
efectuar en un solo acto, ya sea en forma electrónica, utilizando el sistema
BancaSAT, con el uso de cheque de caja o gerencia o cheque personal del
contribuyente librado en contra del mismo banco que recibe el pago, así como el
pago utilizando dinero en efectivo.
La Administración Tributaria en cualquier momento que tenga conocimiento del
incumplimiento de la obligación garantizada, puede iniciar el cobro y ejecución de
la misma, siempre que lo haga dentro del plazo de prescripción de las
obligaciones tributarias, plazo que inicia a contarse a partir de finalizado el período
de cobertura de dicho medio de garantía.
Los efectos principales:
Son los que permiten la liberación del deudor, extinguen la obligación principal y
todo lo accesorio.
Los efectos accesorios: estos consolidan una relación jurídica y confirman una
relación ineficaz. También obra como un medio de reconocimiento. El pago
produce el efecto esencial de liberar al deudor, extinguiendo tal obligación, el pago
cancela el crédito y produce efecto liberatorio, en materia fiscal le pone fin a la
obligación siendo el pago una de las formas normales de extinguir la obligación
tributaria. El pago en materia tributaria consiste en que el sujeto pasivo ponga a
disposición del acreedor tributario una cierta cantidad de dinero, que en estricto
sentido debería corresponder al tributo debido, pero también constituye pago si el
sujeto obligado pone a disposición del fisco una parte de la deuda tributaria, es
decir, no es necesario que se pague todo lo que se debe para que se configure el
pago, siendo el pago el cumplimiento de la prestación debida, esta figura
presupone la existencia de un crédito por suma líquida a favor del Estado.
La naturaleza jurídica del pago
Es un tema densamente desarrollado el derecho civil, para unos autores el pago
es un acto jurídico (unilateral o bilateral; contractual o no contractual), para otros
constituye un hecho jurídico y para ciertos tratadistas es un acto debido. En
conclusión constituye un acto o negocio jurídico desprovisto de carácter
contractual y que en materia fiscal es unilateral, por responder a obligaciones de
derecho público que surgen exclusivamente de la ley, y no del acuerdo de
voluntades; sin embargo, la Corte Suprema ha declarado reiteradamente que "el
acto del pago crea una situación contractual exteriorizada por el recibo que el
Estado otorga al contribuyente y por virtud del cual el deudor obtiene !a liberación
de su obligación", llegando a constituir un "derecho patrimonial".
1.1 Pago por terceros: El pago de la deuda tributaria puede ser realizado por un
tercero, tenga o no relación directa con el mismo, ya sea consintiéndolo expresa o
tácitamente el contribuyente o responsable. El tercero se subrogará sólo en cuanto al
resarcimiento de lo pagado y a las garantías, preferencias y privilegios sustantivos.
En estos casos, sólo podrán pagarse tributos legalmente exigibles. En el recibo
que acredite el pago por terceros, se hará constar quién lo efectuó.

La consecuencia normal del pago realizado por un tercero, es desinteresar al


Estado con respecto al deudor, ocupando el lugar de aquél con sus derechos,
acciones y garantías. Pero existe otra situación interesante, propia del derecho
fiscal, correspondiente al supuesto de que el pago haya sido efectuado por un
extraño, no por decisión espontánea, sino por efecto de un convenio celebrado
con el deudor, como en la compraventa, cuando el vendedor pone a cargo del
comprador el impuesto a las ganancias eventuales; en la locación, cuando el
arrendatario toma a su cargo el pago de los gravámenes que afectan a la
propiedad y se trata de determinar el impuesto a las ganancias del propietario o
cuando se coloca a cargo de un tercero (Eje. en las regalías,) el pago de dicho
gravamen. .
No obstante tratarse de situaciones distintas, el fisco las considera de igual
manera, dispensándoles erróneamente el tratamiento específico del impuesto a
las ganancias.
1.2 Pago por abonos: Los contribuyentes o responsables podrán solicitar a la
Administración Tributaria le sean otorgadas facilidades de pago, a efecto de poder
cumplir con su obligación mediante abonos mensuales y consecutivos de hasta
dieciocho pagos. El otorgamiento de facilidades de pago es una facultad de la
Administración Tributaria, que después de recibir la solicitud efectuada por quien
tenga capacidad de adquirir una deuda en nombre propio o en representación del
obligado principal, y efectuado un análisis adecuado del potencial deudor, debe
resolver la concesión de la facilidad solicitada, considerando su otorgamiento o no.
La resolución que la Administración Tributaria emita, puede considerar el hecho
que el deudor otorgará garantías, motivando adecuadamente su decisión, en
consideración del interés público y las circunstancias propias del otorgamiento de
esas facilidades de pago.

1.3 Pago por consignación: Sucede ante la negativa del acreedor adeudo, el
contribuyente o responsable podrán consignar ante un Juez competente, el monto
del tributo que se le esté requiriendo o cuando el sujeto pasivo estime adeudarle a
la Administración Tributaria, ello con el objeto de evitar sanciones pecuniarias y el
pago de intereses resarcitorios.
Se paga por consignación, depositando la suma o cosa que se debe ante un juez
competente. (Articulo 1408. Código Civil).
Procede:
a) Cuando el acreedor se negare a recibir la cantidad o cosa que se le debe;
b) Cuando el acreedor fuere incapaz de recibir el pago y careciere de
representación legal;
c) Cuando el acreedor no se encuentre en el lugar en que debe hacerse el pago y
no tuviere en dicho lugar apoderado conocido;
d) Cuando fuere dudoso el derecho del acreedor y concurrieren otras personas a
exigir el pago, o cuando el acreedor fuere desconocido;
e) Cuando la deuda fuere embargada o retenida en poder del deudor, y éste
quisiese exonerarse del depósito;
f) Cuando se hubiere perdido el título de la deuda;
g) Cuando el rematario o adjudicatario de bienes gravados quiera redimirlos de las
cargas que pesan sobre ellos; y
h) En cualquier otro caso en que el deudor no pueda hacer directamente un pago
válido.

Para que la consignación produzca efecto, es necesario:


 Que se haga ante juez competente;
 Que se haga por persona capaz o hábil para verificar el pago;
 Que comprenda la totalidad de la deuda líquida y exigible, con sus intereses y
costas si las hubiere; y
 Que esté cumplida la condición, si la deuda fuere condicional, o vencido el
plazo si se estipuló en favor del acreedor.
Declarada válida la consignación, la obligación quedará extinguida desde la fecha
en que se hizo el depósito y, en consecuencia, los riesgos de la cosa pasan desde
ese mismo día al acreedor.

1.4 pago bajo protesta: El artículo 38 del Código Tributario establece el supuesto
de que al momento de no contarse con la determinación definitiva del monto del
tributo o la liquidación no esté firme, se permitirá a la persona que pretende
efectuar el pago, hacerlo bajo protesta, con el fin de no incurrir en multas,
intereses y recargos. Cuando se notifique la liquidación definitiva, se hará el cargo
o abono que proceda. Adicionalmente a lo referido en la norma legal citada. Se
estima que el contribuyente o el responsable tiene el derecho de asentar o solicitar
sea anotada, cualquier objeción o inconformidad con el pago que éste efectuará
bajo protesta. El contribuyente puede ejercer su derecho de petición ante la
Administración Tributaria a efecto de plantear la devolución de lo que éste pagó
bajo protesta, previo análisis de sus argumentos y pruebas aportadas.

1.5 El pago a cuenta: Son cantidades que se adelantan de manera anticipada


entes de realizar el abono de una deuda final. Normalmente, la expresión se
refiere a las cantidades como anticipo de la liquidación de impuestos que han de
realizar al final del ejercicio. El artículo 39 del Código Tributario estima la
posibilidad que en obligaciones tributarias que contemplen un período impositivo
de un año, se permita efectuar cortes parciales con pago en períodos menores,
dentro del período total anual y liquidar esos cortes parciales con pago al final del
período anual. Para que haya un pago a cuenta debe haber antes una
enajenación ya consumada, ya que el pago es a cuenta de la venta realizada o la
prestación de servicio a realizar, en la cual ya se concertó un precio cierto y se
conoce la cosa o el servicio que se proporcionará, por lo anterior, como no se
puede liquidar totalmente la operación se paga una parte o simplemente se acordó
que su pago se haga en parcialidades.

Por su naturaleza y dentro del ámbito tributario, se distinguen tres modalidades de


pago a cuenta diferentes:
 Retenciones: Son partes porcentuales de rentas o salarios que el Estado
retiene como modo de pago impositivo futuro. Llegado el momento de final de
periodo del impuesto la Administración liquidará el importe de impuesto final
teniendo en cuenta ya estos cobros anteriores.
 Ingresos a cuenta. Es común en pagos en especie. Como no se trata con
cantidades dinerarias sobre las que realizar una retención, el pagador calcula
en términos monetarios el importe correspondiente que habría que abonar al
Estado.
 Pagos fraccionados. El deudor fracciona el pago de su impuesto
adelantando parcialmente su pago antes de la liquidación final. Muchos
profesionales están obligados a realizar su tributación de este modo.

1.6 El pago por cesión de bienes: Tiene su antecedente en la figura del derecho
romano denominada Cesio Bonorum, figura con la cual se pretenda evitar que el
deudor de buena fe que sufría de imposibilidad de poder cumplir con la obligación
perdiere su libertad a tal efecto, mediando con la aprobación del pretor (juez) el
deudor cedía o transfería todos o parte de sus bienes a favor de sus acreedores,
para que estos, procediesen a la venta de los mismos y con el productos de la
venta se cobrasen el precio de sus respectivos créditos. La presente figura,
comprende una situación real y precisa del deudor que ante su situación
patrimonial que le impide cumplir con sus obligaciones, ofrece sus bienes a sus
acreedores como forma de pago, tal figura es recogida por nuestra legislación en
el artículo 1,416 del Código Civil. Se da cuando el sujeto pasivo se encuentra en la
imposibilidad de pagar sus deudas u obligaciones tributarias, la ley lo faculta para
que puede hacer cesión de bienes a sus acreedores y así satisfacer la deuda.

La cesión de bienes (datio pro solvendo) puede ser definida como la transmisión


del deudor al acreedor de la posesión y administración de sus bienes (o de parte
de ellos) para que liquide los mismos y aplique el precio obtenido al pago de los
créditos existentes a favor del segundo; vemos así, como esta cesión no
comporta, la extinción automática de la obligación originaria.
Se configura como un negocio jurídico por virtud del cual el deudor propietario
transmite a un tercero, que en realidad actúa por encargo, la posesión de sus
bienes y la facultad de proceder a su realización, con mayor o menor amplitud de
facultades, pero con la obligación de aplicar el importe obtenido en la enajenación
de aquéllos al pago de las deudas contraídas por el cedente.
Es importante establecer que la cesión de bienes como forma de pago, se
diferencia de la dación en pago por cuanto que en la dación en pago el bien que
se traslada al acreedor resuelve o extingue la obligación, pero en la cesión de
bienes el bien o bienes que el deudor entrega son para que los mismos sean
vendidos y con el producto de ellos el acreedor se cobre, lo que implica que la
obligación en determinado caso no resuelve si el producto de la venta no se
lograre cubrir el monto de las prestaciones debidas.

El Articulo 1418 del Código Civil establece que la cesión judicial de bienes
debidamente aprobada, produce los efectos siguientes:
a) La separación del deudor de la administración de sus bienes, quien no podrá
recibir pagos válidamente;
b) La liquidación de los negocios del deudor, la realización de los bienes cedidos y
el pago y cobro de las
deudas;
c) La suspensión definitiva de las ejecuciones entabladas contra el deudor y de los
intereses respectivos, por créditos no garantizados con hipoteca, subhipoteca o
prenda; y
d) La extinción de las deudas en virtud de los pagos que se hagan, aunque lo que
alcance cada acreedor no baste para el pago total, siempre que el que haga la
cesión sea una persona individual.
Si fuera una sociedad y sus bienes no alcanzaren el pago total, subsistirá la
responsabilidad de los socios conforme el contrato y naturaleza de la sociedad.

2. La compensación:
Es un modo de extinción simultanea y hasta la misma cuantía de dos obligaciones
diversas existentes entre dos personas que recíprocamente son acreedores y
deudores.
El Código Tributario establece la posibilidad de compensar los créditos tributarios
líquidos y exigibles de la Administración Tributaria, con los créditos líquidos y
exigibles del contribuyente o responsable, dicha compensación es establecida
como una forma de extinción de la obligación Tributaria. Para la aplicación de la
compensación se hace necesario el registro de la Cuenta Corriente Tributaria,
establecida en los artículos 43, 99 y 153 del Código Tributario. Para el adecuado
funcionamiento de la Cuenta Corriente Tributaria, la Administración debe contar
con la suficiente y confiable información en sus sistemas informáticos y la
capacidad para ir cargando y abonando dicha cuenta corriente, conforme se den
situaciones tributarias firmes, ello dentro de un marco de seguridad y confiabilidad,
optimizando con ello, el sistema tributario.
Para que haya compensación es menester que ambas deudas sean liquidas y
exigibles (Art, 819 del Código Civil).
La diferencia del crédito debe ser devuelta al contribuyente o acreditada para el
pago de futuras deudas tributarias.
El autor Alessandri define la compensación como, un pago doble y reciproco entre
personas mutuamente obligadas. Es una técnica que permite efectuar un doble
pago, sin desplazamiento de dinero (o del objeto debido) cada uno paga sobre lo
que debe. La compensación tiene una aplicación práctica muy difundida debido a
que simplifica infinidad de operaciones. Es un doble pago abreviado sin uso de
moneda también se entiende como una técnica que se utiliza permanentemente
en los organismos.
Naturaleza jurídica
Sobre su naturaleza se han brindado tres opiniones muy precisas:
a) la tesis Clásica o tradicional, sostiene que se trata de una forma ficticia del
pago, o mejor decir un doble pago ficticio, en razón de que pareciera que cada uno
de los intervinientes hubiera entregado al otro el objeto de su prestación, cuando
en verdad nadie dio y por eso no es posible asimilarla con el pago, ya que no
existe acto de cumplimiento.
b) Muy pocos autores consideran que se asimila a una dación en pago, porque se
modifica su objeto y cada acreedor y deudor da para pagar su propio crédito.
c) Otros indican que la compensación es un supuesto de reciprocas abstenciones
que tienen equivalencias económicas con el pago.
En conclusión, se puede decir que viene siendo un modo especial de extinción, ya
que tiene como carácter esencial la existencia de dos deudores recíprocos, es
decir que sean al mismo tiempo acreedor uno del otro por igual cantidad y su
ámbito de aplicación se circunscribe a deudas en dinero o cosas fungibles de la
misma especie.
Efectos de la compensación
La extinción se produce automáticamente, en cuanto se conoce la existencia de
los créditos contrapuestos, aunque no tengan conocimiento de la compensación
los acreedores y los deudores. Según la doctrina civil los efectos son: a) Que se
extingue las deudas totalmente. b) Y también extingue lo accesorio. En el sentido
extintivo (poner fin) de las obligaciones, se refiere a la imputación de un crédito, al
pago de una deuda. En principio hace referencia a la desaparición simultánea de
varias deudas diferentes cuando las partes son recíprocamente deudoras. Es una
confusión de obligaciones en el sentido de evitar un doble pago, lo que simplifica
la relación del acreedor y del deudor y asegura la igualdad entre las partes.
La compensación en materia tributaria y específicamente en la Ley de Impuesto a
la Transferencia de Bienes Muebles y a la Prestación de Servicios. Entre los
requisitos para que proceda la compensación son: tanto la deuda como el crédito
deben ser firmes, líquidos y exigibles. El marco normativo actual, plantea la
compensación como forma de extinción de una deuda distinta al del pago, que es
la manera ordinaria de procedimiento según la Ley General Tributaria Municipal.
La extinción de una obligación tributaria, cuando hay compensación, se efectúa a
través de la Administración Tributaria de oficio o por solicitud de partes, los
créditos tributarios firmes, líquidos y exigibles a favor del contribuyente, contra los
créditos firmes, líquidos y exigibles de la Administración Tributaria, comenzando
por los más antiguos, y aunque provengan de distintos tributos, siempre que sean
administrados por esta. Cuando existe un saldo a favor dentro del término legal y
deudas fiscales a cargo del solicitante.
3. La confusión:
Los artículos 1495 del Código Civil y 45 del Código Tributario definen esta figura
como la reunión en una misma persona de la calidad de deudor y acreedor,
extinguiéndose de esa forma la obligación tributaria.
Esta figura se da en el caso de que el Estado reúna las calidades de deudor y
acreedor, o sea las calidades de sujeto pasivo y a la vez sujeto activo, en sí
mismo, dando como resultado que no resulte suma a pagar.
Puede tener lugar:
a) por la sucesión mortis causa: la sucesión por causa de muerte es la fuente
principal de la confusión, si el deudor hereda al acreedor o cuando el acreedor
hereda al deudor, se da una sola calidad en una sola persona.
b) por acto entre vivos: esta se presenta cuando el acreedor cede su crédito al
deudor.
Esta figura está contemplada por el modelo del Código Tributario en su artículo 53
que establece: Habrá extinción por confusión cuando el sujeto activo de la
obligación tributaria, como consecuencia de la transmisión de los bienes o
derechos sujetos al tributo, quedare colocado en la situación del deudor.
No hay que confundir esta situación con la que ocurre cuando el Estado pasa a
ser sucesor a titulo singular de bienes cuya propiedad sea determinante del tributo
(impuestos inmobiliarios de inmuebles que el Estado expropia). Ello es así, porque
la relación jurídica tributaria es personal, no real y por consiguiente el deudor es el
anterior propietario del inmueble, por supuesto que cuando pasa al Estado, el
mismo se encontrará exento.
Según el criterio del autor Carlos M. Giulani Fonrouge “la confusión ocurre cuando
se reúne en una misma persona, por sucesión universal o por otra causa, la
calidad de acreedor y deudor, pues al parecer esta situación es inconcebible en
las obligaciones fiscales, pero en verdad son pocos los casos que en ella puede
producirse, no solamente porque el Estado puede llegar a ser heredero del
deudor, esto es, sucesor a titulo universal, sino también es razón de que puede
ser sucesor a título particular de bienes cuya propiedad sea circunstancia
determinante del tributo, es por ello que el Estado puede adquirir bienes por
legado, donación, expropiación o simplemente por compra, entonces sucede a
título particular en obligaciones tributarias a cargo de otros sujetos. Esto se pone
de manifiesto especialmente con respecto al impuesto inmobiliario sobre bienes
expropiados o comprados por el Estado que aplicó el tributo, y donde la confusión
se produce al ocurrir la transmisión del dominio”. La confusión de derechos surge
cuando simultáneamente se reúnen en una sola persona las calidades de deudor
y acreedor.
4. La condonación o remisión:
La condonación o remisión es el acto por medio del cual el acreedor libera de la
deuda al deudor (artículos 1489 del Código Civil y 46 del Código Tributario).
Las obligaciones tributarias son indisponibles, esto quiere decir que quien
administra las mismas no puede decidir si procede a cobrar o a requerir, sino es
su obligación y no tiene facultades para librar de las mismas a los sujetos pasivos.

No puede existir condonación por una decisión de la Administración Tributaria,


dado que, partiendo de la base que la creación de los tributos compete con
exclusividad al Congreso de la República, en virtud del principio de legalidad en
materia tributaria, únicamente ese Organismo del Estado, al emitir una ley que así
los disponga, puede liberar o condonar una obligación tributaria.
Requisitos para la procedencia de la condonación o remisión A este respecto hay
que distinguir dos situaciones muy distintas: la condonación de la obligación
tributaria sustantiva y la condonación de intereses y de sanciones por infracciones.
Condonación de la obligación tributaria sustantiva: La creación de la obligación
tributaria es materia reservada a la ley, es aquí donde rige en toda su plenitud el
principio de legalidad, es decir; está obligado a exigir su cumplimiento en la forma
dispuesta por la ley, no pudiendo permitir su cumplimiento en otra forma y, con
mayor razón, no teniendo atribuciones para dejar de exigirla o permitir su
incumplimiento. Ya que son muy escasos los ordenamientos tributarios que
autorizan al Estado a disponer de la obligación tributaria, lo que no parece
conveniente para el sistema tributario.
Condonación de intereses y sanciones: La obligación de pagar intereses sería una
obligación accesoria a la obligación tributaria sustantiva, y la aplicación de
sanciones es la forma de reprimir las infracciones tributarias. No obstante que
puede invocarse el origen legal de los intereses y sanciones, para llegar a la
conclusión de la necesidad de ley para condonarlos; sin embargo, la doctrina y las
legislaciones han dado una mayor flexibilidad en esta materia al principio de
legalidad, en el sentido que es jurídicamente posible autorizar al Poder Ejecutivo o
a la Administración Tributaria para condonar intereses y sanciones, en general o
en casos particulares, concurriendo las causales y requisitos que la propia ley
señale, los cuales son apreciados en forma discrecional por la Administración.
5. La prescripción:
La prescripción es definida por la Real Academia Española, como el hecho de
adquirir un derecho real o extinguirse un derecho o acción de cualquier clase por
el transcurso del tiempo en las condiciones previstas por la ley. En el ámbito
tributario, dicha figura está prevista en el artículo 47 del Código Tributario y
establece que el derecho de la Administración Tributaria para efectuar
verificaciones, ajustes, rectificaciones o determinaciones de las obligaciones
tributarias, liquidar intereses y multas vinculadas al impuesto omitido y exigir su
cumplimiento y pago a los contribuyentes o los responsables, será de cuatro años.
En el mismo plazo referido en el párrafo anterior, los contribuyentes deberán exigir
lo pagado en exceso o indebidamente, por tributos, intereses, recargos y multas a
la Administración Tributaria.
El derecho de la Administración Tributaria para hacer verificaciones, ajustes,
rectificaciones o determinaciones de las obligaciones tributarias, liquidar intereses
y multas y exigir su cumplimiento y pago a los contribuyentes o los responsables,
deberá ejercitarse dentro del plazo de cuatro (4) años. En el mismo plazo
relacionado en el párrafo anterior, los contribuyentes o los responsables deberán
ejercitar su derecho de repetición, en cuanto a lo pagado en exceso o
indebidamente cobrado por concepto de tributos, intereses, recargos y multas. El
plazo para ejercitar su derecho de repetición previsto en el párrafo anterior, se
inicia a contar desde el día siguiente a aquél en que se realizó el pago indebido o
se constituyó el saldo en exceso. El derecho a solicitar la devolución de crédito
fiscal del Impuesto al Valor Agregado en efectivo o para acreditar a otros
impuestos, también prescribe en cuatro años, plazo que se inicia a contar desde la
fecha en que el contribuyente, conforme a la ley tributaria específica, puede
solicitar por primera vez la devolución de dicho crédito fiscal.
Los efectos de la prescripción son la extinción de la obligación Tributaria y que la
obligación ganada aprovecha por igual a todos los obligados al pago de la deuda
tributaria.
5.1 La prescripción especial: Nuestra legislación contempla esta figura, que se
da cuando el contribuyente o responsable no se encuentra registrado ante la
Administración Tributaria. En este caso el plazo para la prescripción de sus
obligaciones tributarias será de ocho años.
El plazo para la prescripción de las infracciones tributarias es de cinco años, ello
conforme lo dispuesto en el artículo 76 del Código Tributario.
La prescripción se interrumpe por:
1. La determinación de la obligación tributaria, ya sea que ésta se efectúe por el
sujeto pasivo o por la Administración Tributaria, tomándose como fecha del acto
interruptivo de la prescripción, la de la presentación de la declaración respectiva, o
la fecha de la notificación de la determinación efectuada por la Administración
Tributaria. En este último caso, la misma se efectuará conforme lo que establecen
los artículos 103 y 107 de este Código. La notificación de conferimiento de
audiencia por ajustes del tributo, intereses, recargos y multas, no interrumpe la
prescripción.
2. La notificación de resolución por la que la Administración Tributaria confirme
ajustes del tributo, intereses, recargos y multas, y que contengan cantidad líquida
y exigible.
3. La interposición por el contribuyente o el responsable de los recursos que
procedan de conformidad con la legislación tributaria.
4. El reconocimiento expreso o tácito de la obligación, por hechos indudables,
por parte del sujeto pasivo de la misma.
5. La solicitud de facilidades de pago, por el contribuyente o el responsable.
6. La notificación a cualquiera de las partes de la acción judicial promovida por la
Administración Tributaria; así como la notificación de cualquier resolución que
establezca u otorgue medidas desjudicializadoras emitidas dentro de procesos
penales, así como la sentencia dictada en un proceso penal relacionado con
delitos contra el régimen tributario o aduanero.
7. El pago parcial de la deuda fiscal de que se trate.
8. Cualquier providencia precautoria o medida de garantía, debidamente
ejecutada.
9. La solicitud de devolución de lo pagado en exceso o indebidamente,
presentada por el contribuyente o responsable. Así como la solicitud de devolución
de crédito fiscal a que tenga derecho el contribuyente, conforme a la ley
específica.

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