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ACUERDO DE PAZ

PRESENTADO POR: Yina Alexandra Cabanzo Castillo


DIRIGIDO A: Evelyn Tatiana Flórez Encino

PROYECTOS AGROPECUARIOS

CENTRO ACUICOLA Y AGROINDUSTRIAL


DE GAIRA
MAGDALENA - SANTAMARTA
5/07/2021
INTRODUCCION

El presente trabajo es realizado con el fin de dar a conocer un poco sobre los procesos de paz en
Sudáfrica y Colombia, con el objetivo de difundir e informar sobre su creación y realización, las
investigaciones que se llevan a cabo en el ámbito de la construcción de la paz, las dificultades,
disputas y peleas. Se redactará el acuerdo de paz en Sudáfrica donde se describe todo su proceso,
de igual forma en Colombia, el cual podremos observar su manera de actuar, la gestión en el
conflicto, sus intenciones y intereses las condicionantes o circunstancias políticas, económicas,
sociales, culturales y como se resolvió el conflicto.
Reflexión
Ciertamente podríamos pensar que Colombia y Sudáfrica tiene poco que ver, ya sea por su gran
distancia geográfica, diferencia de idioma, o de acercamientos históricos y culturales entre sí,
resulta interesante destacar que aun cuando cronológica, social, política y culturalmente sus
conflictos son poco similares, la violencia y la desigualdad sí ha tocado las puertas de ambos
países.

Es por eso que, debido a los sufrimientos compartidos, no se escatiman esfuerzos a la hora de
colaborarse mutuamente.

Se pudo contar con Nelson Mandela y Desmond Tutu en un eventual proceso de paz en Colombia.
Fue en el año 2005, durante el Simposio Internacional para Justicia Restaurativa y Paz. Desmond
propuso abiertamente a Sudáfrica como sede para iniciar diálogos entre la guerrilla de las FARC y
el gobierno colombiano, a lo que el presidente de aquella época, Álvaro Uribe Vélez, contestó:
“Me la pone muy difícil. Me preocupa que salgan del país los líderes de la guerrilla y que los demás
queden aquí asesinando, poniendo minas antipersonales y secuestrando” Varios expertos
siguieron insistiendo, Nelson Mandela intervino desde Sudáfrica, y al parecer, Álvaro Uribe Vélez
dio señales de dar su brazo a torcer: dio a entender que su comisionado de paz, Luis Carlos
Restrepo, comenzaría a gestionar todo el asunto. “Pero fue una victoria que nunca se concretó”.
Después de la conferencia con el arzobispo Tutu, Uribe nunca retomó el tema con el gobierno
sudafricano y la propuesta de tener a Mandela como mediador se quedó únicamente en
palabras”.

Colombia y Sudáfrica tienen dos aspectos en común: haber sido países que vivieron
procesos de paz y estar atravesando etapas de transición. Una experiencia en la que el
país africano lleva casi tres décadas, tras el apartheid (sistema de segregación racial, el
derecho al voto estaba reservado exclusivamente para los blancos. Las zonas residenciales de
los negros estaban alejadas de las de los blancos, debían estudiar en escuelas separadas y su
educación era limitada. Se prohibió el matrimonio interracial y miles de viviendas en zonas de
mezcla racial fueron destruidas. promovió una protesta solicitando a sus partidarios
concentrarse sin sus pases de circulación. Las personas de raza negra empezaron a protestar y
causar muchos problemas, al no ver respuesta decidieron cambiar su método de pedir sus
derechos. La policía irrumpió en las manifestaciones y asesinó a 69 personas en Sharpeville, a
raíz de lo cual el gobierno suspendió temporalmente las leyes de pases, pero ordenó la
ilegalización del ANC y otras organizaciones políticas de oposición, generando mayores
protestas, que culminaron con detenciones, encarcelamientos, exilio y asesinatos y que para
poder tener las paz tuvieron que pasar por grandes problemáticas ) en la que Colombia, tras
el conflicto armado mas largo de América latina, apenas lleva un poco de tres años.

El caso colombiano es un tipo de conflicto diferente ya que trataba de unos grupos que
generaban mucha violencia. Sin embargo, tienen elementos comunes en términos de
cómo las sociedades enfrentan procesos traumáticos tan largos, tan sostenidos en el
tiempo y que transformaron las sociedades de manera tan radical.
En tres décadas de proceso, Sudáfrica tiene sin duda grandes lecciones que pueden
convertirse en experiencias enriquecedoras para Colombia. De hecho, varios de esos
mecanismos de transición en el mundo fueron probados en el sur de África.
estas transiciones son lentas y contradictorias. “No son procesos graduales, acumulados y
que van en una única dirección”, Es decir, tras la firma del acuerdo de paz, eventos como
el rearme de las disidencias de las Farc son momentos esperados tras el conflicto.

CONCLUSIONES

Al finalizar este trabajo de investigación, siempre queda la satisfacción del enriquecimiento


intelectual y cultural que deja el entrar a escudriñar en todo un país como Sudáfrica. Conocer
sobre su historia, todo el contexto social y político que desencadenó en su conflicto, y como
lograron superarlo, resulta esperanzador para nuestro caso, para nuestro país Colombia. En
cuanto a la verdad como valor fundamental, es necesario que, tal como en Sudáfrica, en Colombia
se haga masivo y de dominio público todas las audiencias y confesiones que los victimarios puedan
hacer. La verdad es el primer paso para que las víctimas puedan cerrar ese ciclo de dolor y
avanzar. Tal como lo había expresado también el secretario general de la ONU en su informe
titulado “El Estado de derecho y la justicia de transición en las sociedades que sufren o han sufrido
conflictos”.

Es importante el acompañamiento tanto del Estado como de la sociedad, en el apoyo a las


víctimas, en humanizar el conflicto y entender la postura del otro. La justicia es el mayor desafío,
porque es allí donde se debe comprender la dimensión y alcances de la justicia transicional.
Enfrentarse a la dicotomía de víctimas y victimarios, verdad o silencio, justicia o impunidad,
amnistía o penas ejemplares, es trazar un sendero que efectivamente nos llevaría a dimensionar el
sacrificio que implicaría lograr la paz.

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