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Bienestar Animal
EL DERECHO ANIMAL FRENTE AL
DERECHO SUJETIVO HUMANO
DR. MIGUEL IBAÑEZ TALEGON1, DR. MIGUEL A. CAPÓ sujeta a la misma como indicaba Rousseau, se ajus-
ta perfectamente a lo que acontece en el mundo de
MARTÍ2 relación animal.
1 Profesor Titular de Universidad. Departamento de El ser humano otorga derechos estableciendo
Producción Animal una comparación consigo mismo y en este sentido
2 Profesor Titular de Universidad. Departamento de una de las principales dudas que se le plantea es si
Toxicología y Farmacología. los animales tienen conciencia de sí mismos o no.
Se ha indicado en ocasiones que los animales
Facultad de Veterinaria. Universidad Complutense de utilizan la comunicación de una manera orientada
Madrid. a influir en la conducta de los demás, más que en
su pensamiento o en su conocimiento. Los huma-
El Derecho sujetivo es el senti- nos ya desde la infancia, compren-
den que las demas personas tienen
miento de una serie de facultades “No hay duda una mente que funciona más o
o poderes que le corresponden a
uno mismo para hacer algo, para respecto al derecho a menos de la misma manera que la
suya, y que el conocimiento de los
reclamar de otro que lo haga o para
exigir de los demás que no pertur- la vida o el derecho a demás puede alterarse por medio
44 de palabras y acciones.
ben o interfieran la propia acción.
Los derechos sujetivos se conside-
la integridad física,
ran como la base del ordenamien- pero de ahí hasta el Capacidad de comprender
to jurídico y se requiere de la pri-
macía del consenso entre los derecho a desarrollar Esta capacidad de comprender
individuos como fuente de legiti- que los demás tienen pensamien-
midad (aceptación de rangos jerár- con normalidad sus to y creencias, que pueden ser dife-
rentes de los de uno mismo, a pesar
quicos entre animales). La libre
aceptación por parte de los miem-
conductas como el de que se ha intentado estudiar en
los animales es muy difícil llegar a
bros de una comunidad, o grupo derecho al descanso, ninguna conclusión ya que no nos
de animales, del orden que los
a explorar el podemos adentrar en su pensa-
miento, sólo podemos hacer con-
territorio, o el jeturas y suposiciones. No obstan-
te, es fácil comprobar que cada
derecho al paseo, especie animal ha evolucionado
adaptándose a las demandas cog-
parece que hay que nitivas de su medio ambiente y ha
recorrer un largo desarrollado para ello las capaci-
dades que ha necesitado, las cua-
camino” les le han permitido estar en cada
momento sin necesidad de tener
que utilizar las capacidades de
otras especies, como el ser humano. Muchos ras-
gos cognitivos se han seleccionado por su valor den-
tro de la sociedad a la que pertenece el animal.
Los animales tienen la capacidad de fingir y men-
tir, porque estas capacidades forman parte de sus
necesidades adaptativas, sobre todo cuando los
hemos hecho tan dependientes, siendo de sobra
conocidas este tipo de conductas condicionadas
con el fin de obtener algún beneficio. En este sen-
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tido actúan todas las especies ani- humano. Éste tiene la capacidad de
males. De igual modo su conduc- tener pensamientos sobre pensa-
ta expresa claramente sentimientos “ Redactar una lista mientos, por lo que puede ir más
de amor, preocupación, rabia o
placer, los cuales son indicativos
de derechos de los allá de la realidad perceptiva y pro-
bar mentalmente posibles solucio-
de que poseen conciencia de sí animales, no requiere nes de un problema. Este tipo de
mismos. autoconciencia puede ser prerre-
Si los animales tienen concien- hacer grandes quisito para entender la concien-
cia de sí mismos tendremos que cia de los demás y con ello poder
hacerles dignos de consideración esfuerzos mentales, manipular mejor el medio físico o
moral. Cuando un animal está
hambriento es claramente cons-
simplemente saber social. Si podemos especular sobre
lo que puede estar ocurriendo en
ciente de su estado, puesto que cuál es la mejor la mente de otro, podemos entender
pone en marcha una serie de recur- las consecuencias que puede tener
sos que conllevan a solucionar esta forma de vida ocultar información a los demás.
situación y actúa en consecuencia. Como hemos comentado no es
Es decir, los animales toman deci- posible de cada accesible, por el momento, la
siones sobre la base de representa-
ciones mentales de su propio esta-
especie, respetando forma de entender el pensamiento
de los animales; pero si observa-
do mental. su libertad, su mos las conductas de nuestras mas-
En este sentido se han elabora- cotas, nos damos cuenta de cómo
do muchas teorías sobre sí los ani- dignidad y su en muchas ocasiones actúan en
males tienen conciencia de sí mis- función de la conducta de otros y
mos y si esto es importante de la entorno” a la vez actúan influyendo en la
misma manera que le ocurre al ser conducta de los demás. Con esto
podemos suponer que están pene-
trando en los pensamientos de
otros animales e intentan influir
sobre ellos. Algunas experiencias
OS
con animales, se han realizado
sobre este particular dando resul-
os, tiene importan- tados, en muchos casos llamativos, 45
, al ser “zoonosis” ya que cuando se reproducían
e mediante el cepi- estos experimentos con seres
e diseñadas para
humanos se obtuvieron resultados
ndamental de la
cepillado más
casi idénticos.
o a un baño Los animales necesitan respon-
der al medio y en su relación social
con los otros requieren anticiparse
a las estrategias sociales de los
“Una característica de las
sociedades modernas es su
demás y enfrentarse a ellas, con el
frece grandes
l ser un medio de respeto por los animales, fin de esquivar los peligros que
reconociendo los grandes suponen la agresividad, la pérdida
en hembras, como valores que su presencia
ados problemas de con- nos aporta; pero como de status social, las rivalidades y
s indeseadas, fuente de contrapartida, los demás riesgos que se derivan de la
propietarios debemos ser
ales.
responsables de nuestras convivencia. Los perros, por ejem-
mascotas ante el resto de la plo han desarrollado respuestas
sociedad y de su bienestar,
siendo de esta forma frente a los gruñidos y gemidos de
perfectamente admitidas a otros como si supieran que estos se
e va imprescindiblemen- todos los niveles”
acilidad a los animales refieren a un estado mental. La evo-
s tratamientos médicos lución ha determinado la capaci-
adicación de conductas dad de reaccionar frente a otro
alos tratos.
pudiendo hacer análisis de moti-
vos e interacciones.
ne una Los procesos de pensamiento
ud de los inconscientes humanos y animales
ra. parecen ser muy similares según
datos aportados por la ciencia. Los
ca animales también perciben sensa-
ara
ciones frente a estímulos proce-
dentes del ambiente pero no tene-
mos seguridad de que puedan
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Bienestar Animal reflexionar sobre el significado de esas sensaciones Podríamos afirmar, por tanto, que los animales
y por ello tener una menor capacidad de sufrimien- tienen derechos inalienables por el simple hecho
to. No obstante, no tener seguridad sobre esta atri- de serlo, tendentes a protegerlos de diversas formas
bución, no nos permite negársela. de violencia y que les permitan desarrollar sus vidas
¿Quién nos asegura que un animal no pueda hacer libremente. Estos derechos son de tipo moral y deben
un análisis de las consecuencias que puede tener par- constituir la base del Derecho Animal. Naturalmen-
tirse una pata? ¿Por qué un animal te, que los Estados deben elaborar
a la hora de cazar se lanza a elegir leyes y normas protectoras al ser
la pieza más fácil o la más débil? posibles victimas de las acciones
Quizá porque las consecuencias del “Kant consideraba del ser humano.
combate que exige la predación La capacidad de hacer o no
pueden ser menores. Es decir, se que las personas hacer, o bien incitar o impedir a
anticipan a las consecuencias. violentas con los otro a hacer algo es lo que, en gran
medida, se parece al Derecho Sub-
Valor por sí mismos animales son jetivo humano. La diferencia está
en que el ser humano necesita desa-
Las capacidades comentadas siempre violentas rrollar normas para un mejor enten-
muestran que cada especie está dimiento entre los diferentes afec-
dotada de todo lo necesario por con los seres tados, evitando con ello, de alguna
poder sobrevivir en un medio que
le exige elaborar estrategias adapta-
humanos. Por lo que forma, que se puedan ocasionar
mayores beneficios o perjuicios de
tivas. Parece que lo hacen de forma encargarnos de los los que inicialmente se pretendía.
eficiente y esto es importante a la En la antigüedad no existió ni
hora de valorar y respetar a los ani- derechos de los pudo existir una noción de «dere-
males. El ser humano se empeña en cho subjetivo» como poder o facul-
dar «un valor» a los animales, cuan- animales implica tad que tiene el individuo frente a
do los animales son importantes y
tienen valor por sí mismos.
ocuparnos de los los otros individuos o frente al pro-
pio Estado, tal como se concibe en
derechos de la la actualidad, ya que la idea misma
de subjetividad jurídica como rea-
humanidad” lidad independiente del Derecho
46 objetivo del Estado estaba radical-
mente ausente de la mentalidad
jurídica de la época.
La tarea de fijar el concepto de «derecho
subjetivo» resulta complicada y difícil, al
hallarse mediatizada por múltiples interferen-
cias entre las que cabe destacar el carácter
histórico y, por tanto, evolutivo de esta cate-
goría jurídica, sus inevitables implicaciones
sociales, políticas e ideológicas y la variedad
de ámbitos y esferas en las que es operativa.
No sería, en consecuencia, razonable aden-
trarse en un análisis pormenorizado de todos
los diferentes aspectos que ofrece o de todas
y cada una de las doctrinas que han preten-
dido explicarlo. Antes bien, parece preferible
seleccionar algunos puntos o posiciones que
sean capaces de proporcionar una idea apro-
ximativa fundamental.
Es habitual que, al intentar aclarar el con-
tenido del derecho subjetivo, se insista sola-
mente en el haz o conjunto de posibilida-
des de acción que están a disposición del
titular del derecho y que suelen designarse
con el nombre de facultades. El número de
esas facultades varía notablemente de unos
derechos subjetivos a otros. Así, el derecho
de propiedad atribuye a su titular una gran
variedad de facultades o posibilidades de
acción: uso, venta, permuta, gravamen,
donación,, aprovechamiento de los frutos,
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préstamo, hipoteca, arrendamiento... y hasta des-
trucción. En cambio, el derecho de uso en sí mismo
no otorga más que la posibilidad de utilizar el obje-
to para realizar las funciones que le son inheren-
tes. Por otra parte, aunque es imposible separar la
existencia del derecho subjetivo de la existencia
del haz o núcleo de facultades que contiene, no
puede identificarse al derecho con esas facultades,
ya que éstas pueden faltar sin que llegue a desa-
parecer el derecho mismo.
Estas facultades que constituyen el contenido del
derecho subjetivo ponen a disposición del sujeto
titular un campo de acción que contiene estos tres
sectores fundamentales: «uso y disfrute», «disposi- cho, los derechos subjetivos garantizan también la
ción» y «pretensión». Sectores que también son de posibilidad de ejercitar una serie de pretensiones
aplicación en los animales, como iremos viendo. que tienen por finalidad la intervención de otros
En virtud de la facultad de uso y disfrute, el dere- sujetos en su proceso de realización. Esta interven-
cho subjetivo atribuye a su titular la posibilidad de ción puede consistir en el cumplimiento de las obli-
realizar en paz y libertad las acciones que el pro- gaciones (positivas o negativas) que forman parte de
pio derecho le garantiza. La designación de esta la estructura del derecho o en la adopción de medi-
posibilidad como facultad de «uso y disfrute» se das de protección.
acomoda a la estructura de algunos derechos sub-
jetivos mejor que a la de otros. Así, es fácil percibir Formas de comportamiento y necesidades
ese uso o disfrute en el derecho de propiedad o en
el derecho de vistas. La propiedad puede ser enten- En ocasiones surge la duda sobre el elenco de
dida en el mundo animal como el territorio y todas derechos que constituyen el Derecho Animal. Pare-
las circunstancias que están involucradas. Pero todo ce que no hay duda respecto al derecho a la vida
derecho subjetivo atribuye a su titular un ámbito de o el derecho a la integridad física, pero de ahí hasta
actuación que está a su servicio y dentro del cual el derecho a desarrollar con normalidad sus con-
puede moverse libremente. En este sentido y con ductas como el derecho al descanso, a explorar el
este alcance puede hacerse la afirmación general territorio, o el derecho al paseo, parece que hay que
de que el «uso y disfrute» forma parte del conteni- recorrer un largo camino. Redactar una lista de dere- 47
do del derecho subjetivo. chos de los animales, no requiere hacer grandes
Igualmente, el derecho subjetivo incluye siempre esfuerzos mentales, simplemente saber cuál es la
la posibilidad de disposición sobre si mismo, es decir, mejor forma de vida posible de cada especie, res-
la facultad de adoptar decisiones definitivas sobre su petando su libertad, su dignidad y su entorno. Para
ejercicio, su conservación, su modificación o su extin- ello el camino más sencillo es conocer cuales son
ción, dentro de los límites de su propia estructura o las formas de comportamiento de cada animal y sus
la pertinente regulación jurídica impongan. Esta posi- necesidades, evitando con ello que sean tratados
bilidad tiene, por lo demás, la importancia y autono- como meros instrumentos, siendo explotados y mal-
mía suficientes para ser analizada en un apartado tratados.
específico distinto del dedicado al «uso y disfrute», De la misma forma que los animales tienen los
a pesar de que habitualmente se le mantenga dilui- derechos que hemos mencionado, también tienen
do en éste. En efecto, los derechos subjetivos, ade- la cara contrapuesta al Derecho Subjetivo, la Obli-
más de hacer posible que el titular use y disfrute por gación. Todo derecho supone, para una o más per-
sí y para sí de las facultades que atribuye, ponen al sonas, para uno o más animales, una obligación de
mismo tiempo en sus manos la posibilidad de entre- respetarlo, como se ha demostrado que ocurre en
gar esas facultades a otro u otros sujetos (sea tempo- los grupos sociales animales, ya sea de una forma
ralmente, sea en forma definitiva, ya a título onero- activa (obligación de hacer) o pasiva (obligación de
so, ya a título gratuito). Se han visto en diversas no hacer), dentro del establecimiento y respeto de
especies animales conductas similares como com- jerarquías.
partir territorio entre individuos o, incluso entre varios Con mucha ligereza se argumenta que los ani-
grupos de individuos, o exponer su vida de forma males realizan sus actos debido a sus «instintos»,
altruista. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que, careciendo de libertad moral y control sobre sus
entre los derechos subjetivos, se encuentran algunos actos. Si examinamos con detalle muchas acciones
que no son susceptibles de disposición, bien por per- de los animales nos damos cuenta que existe, en
tenecer a una estirpe de derechos «naturalmente« cualquier caso, una reacción que es consecuencia
indisponibles (como los llamados personalísimos), de la puesta en marcha de unas capacidades cog-
bien por haber sido expresamente excepcionados por nitivas que le han permitido analizar la mejor res-
el ordenamiento jurídico. puesta posible en cada caso. Dentro de estas capa-
Junto a estas facultades que afectan directamen- cidades cognitivas se incluyen la percepción
te a los elementos de la estructura interna del dere- sensitiva del miedo exterior, la búsqueda de infor-
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Bienestar Animal mación correspondiente a expe-


riencias anteriores y el análisis de
las posibilidades de responder en
base al estado físico actual del ani-
mal. Es decir que la conducta de
un animal se produce como con-
secuencia de un proceso regulador
de un organismo, manifestado a
nivel de todo el organismo, como
parte de un proceso integrador psi-
cológico, neurológico y bioquími-
co (endocrinológico e inmunológi-
co). Nada diferente a lo que ocurre
en el ser humano.
Por último la consideración
moral de los animales ha estado
presente desde muy antiguo, aun-
que en los últimos años ha sido
cuando ha cobrado fuerza, debido
a la evolución humana y al crecien-
te maltrato animal en todos los
ámbitos, principalmente en la pro-
ducción, la experimentación y el
comercio de especies salvajes.
Hemos convertido a los anima-
les en unas máquinas de pro-
ducción de carne, leche, piel,
“Los animales
etc., en pacientes involuntarios piensan y razonan Los animales piensan y razonan sus
para todo tipo de experimentos, actos, utilizan un lenguaje de comuni-
en mascotas y juguetes someti- sus actos, utilizan cación y toman decisiones, lo que les
dos a un comercio sin control, convierte en seres con capacidades dig-
48 en blanco de apuestas y peleas un lenguaje de nas de Derecho Animal, no humano ya
que sus reglas morales no engendran
ilegales, en objetos de ocio,
divertimento y espectáculo
comunicación y deberes ni derechos humanos, simple-
como la caza, las fiestas popu- toman decisiones, mente derechos animales, lo que les
lares, circos, habiéndose insti- hace poseedores de respeto y conside-
tucionalizado alguna de estas lo que les convierte ración de su dignidad como seres vivos.
actividades como respetables
negocios o tradiciones cultura- en seres con BIBLIOGRAFÍA
les que pertenecen al mundo de
la cultura la ciencia y la econo-
capacidades dignas BUDIANSKY S. (2001).- Si los ani-
mía. Y en la que participan, tris- de Derecho Animal” males hablaran…La evolución de la
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intelectuales y sociales. FERNÁNDEZ-GALIANO, A; DE
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tas con los seres humanos. Por lo que encargarnos Librería General de Victoriano Suárez, Madrid.
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de los derechos de la humanidad. En la sociedad Barcelona.
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lentas, problema que debe considerarse de una tus of animals. Ethics, education and welfare. CAB
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car desde aquí. Ocuparse de los animales no supo- Mestas. Madrid.
ne desatender el resto de cuestiones morales, sino TAFALLA. M. (2003).- Los derechos de los ani-
todo lo contrario. males. Idea books S.A. Barcelona.

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