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Por L1 se entiende la la lengua materna, es decir, la primera lengua que aprende un ser
humano en su infancia y que normalmente deviene su instrumento natural de pensamiento y
comunicación. Con el mismo sentido también se emplea el término “lengua materna”, “lengua
nativa” y, con menos frecuencia, “lengua natal”. Quienes comparten una lengua materna o L1
son considerados “hablantes nativos” de esa lengua, como los hispanohablantes, que
compartimos el castellano como lengua materna. El término L1 (lengua materna) se opone a LE
(lengua extranjera) o a L2 (lengua segunda). Ciertamente, en una comunidad monolingüe una
misma lengua (la única propia) se adapta perfectamente a todos esos criterios. Sin embargo, en
las cada vez más comunes sociedades plurilingües la cuestión no es tan simple, p. ej., la
primera lengua que uno aprende puede dar paso a otra lengua de mayor prestigio y que con el
tiempo llegue a convertirse en la lengua dominante del individuo plurilingüe. En casos como
éste, y en muchos otros, se puede considerar que la primera lengua de un individuo —entendida
como la lengua que domina mejor— no es necesariamente la misma a lo largo de toda su vida,
puede cambiar, p. ej., al emigrar a otro país. Algunas personas aprenden dos o más lenguas en
su tierna infancia; en estos casos se considera que estos individuos plurilingües tienen varias
lenguas maternas (p. ej., una de la madre, otra del padre y otra de la sociedad en que se cría), si
bien con el transcurso del tiempo alguna de ellas suele convertirse en la dominante, relegando
la(s) otra(s) a un segundo plano.
Se considera que hablamos una lengua extranjera (LE) si aprendemos esa lengua en
un país donde esa lengua no es autóctona ni oficial; por ejemplo, cuando aprendemos inglés en
España, lo aprendemos como LE. Por otra parte, el aprendizaje de una lengua segunda (L2)
consiste en aprender un idioma donde sí es autóctona u oficial esa lengua meta; por ejemplo, en
Paraguay, las lenguas oficiales son el español y el guaraní, por lo que habrá niños que tengan el
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guaraní como L1 y aprendan el español como L2, y viceversa. Lengua meta (LM), lengua
segunda (L2) y lengua extranjera (LE) pueden aparecer a veces como sinónimos, porque esa
distinción se hace cuando interesa hacer referencia al contexto en el que una persona aprende
una lengua meta.
Por otro lado, los procesos de aprendizaje de una LE y de una L2 también presentan
algunas características en común:
d) El grado de fluidez y corrección que se adquiere en lengua meta (LM) no será nunca
como el de la lengua materna (L1). Es más fácil que adquirir fluidez y corrección cuando se
aprende la LM como L2, aunque aun así nunca habrá un dominio como el que se tiene en la
lengua materna.
Por otra parte, encontramos el método directo, que basa sus planteamientos en la
convicción de que el proceso de aprendizaje de una segunda lengua es similar al proceso de
adquisición de la primera lengua. Este método es producto de los principios basados en esos
supuestos naturalistas del aprendizaje de una lengua y el primero que basa la formación del
método en observar cómo el niño aprende la lengua materna. Este método considera que no es
muy distinto aprender una LM de aprender una L1, por lo que prohíbe la lengua materna en el
aula, puesto que, cuando un niño aprende su lengua materna, no lo hace a través de una lengua
intermediaria. Consideran que el uso de la L1 puede dar lugar a interferencias, es decir, errores
que se cometen en una lengua meta supuestamente originados por su contacto con la L1. Por
tanto, interferencia es sinónimo de transferencia negativa (por ejemplo, los false friends), frente
a la transferencia positiva, como cuando podemos entender un texto escrito en italiano por su
semejanza con el castellano.
De esta forma, este método directo da prioridad a la lengua oral, porque la lengua oral
es la primera que se aprende en la lengua materna (L1). En su forma extrema, el método se
materializa en monólogos del profesor que se intercalan con intercambios entre el profesor y
los estudiantes en forma de preguntas y respuestas. Todo se realiza en la lengua meta, con
ayuda de gestos, dibujos y objetos. La repetición desempeña un papel importante y sólo
después de que los estudiantes tienen un conocimiento considerable en lengua oral se pasa a la
lengua escrita y a la enseñanza inductiva de la gramática.
Si bien la etiqueta ELE para referir a la enseñanza del español como lengua extranjera
no aparece hasta los años 80 del siglo XX, podemos situar los orígenes de la enseñanza del
español en la Gramática de la lengua castellana (1492) de Antonio de Nebrija, en cuyo
prólogo escribe que puede servir para los extranjeros que quieran aprender el español, lo que
nos lleva a pensar que había interés por parte de los extranjeros de aprender español. En el siglo
XVI comienza la difusión del aprendizaje del español debido a la conquista de América;
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además, con Carlos V, el Imperio español se convierte en potencia política. Otro momento
fundamental en el interés del castellano es el XIX, momento en el que la enseñanza del español
llega a la enseñanza secundaria y universitaria. Según la última estadística (diciembre de 2019),
hay 483 millones de hablantes nativos de español, lo que la convierte en la segunda lengua en
importancia por número de hablantes, solo superada por el chino mandarín. Además, es lengua
oficial en 20 países. Por todo ello, cada vez hay más gente interesada en aprender español. En
1991 se funda el Instituto Cervantes, institución cuyo objetivo es promocionar la lengua
española, así como de difundir la cultura española e hispanoamericana, funciones que cumple a
través de su red de centros distribuidos por todo el mundo.
El debate sobre si hay que darle una importancia mayoro menor a la gramática ha
estado siempre candente, si bien los últimos métodos consideran que hay que integrarla con
otras capacidades, como la auditiva y la oral. Por eso, los conceptos de competencia gramatical
y competencia comunicativa han fluctuado en importancia la una sobre la otra.
El estudio de la gramática es tan antiguo como el interés que los seres humanos han
sentido por la lengua. En occidente, la reflexión gramatical tiene su origen en la Antigüedad,
primero en Grecia, donde destaca la obra de Dionisio de Tracia (siglo I d.C.), y más tarde en
Roma, donde E. Donato y Prisciano (silgo IV d.C.) compusieron sendos tratados gramaticales.
Estas primeras obras influyeron fuertemente en la concepción de la gramática que se ha tenido
hasta épocas muy recientes. En la lingüística moderna, la gramática ha constituido durante
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muchos años el centro de atención de los diversos modelos teóricos, que, soslayando
diferencias conceptuales no menores, han considerado la lengua como un sistema que permite
combinar palabras para formar oraciones. Fue a partir del nacimiento del análisis del discurso,
que supuso el salto del estudio de la oración al del texto, cuando la gramática se integró en el
conjunto de conocimientos y competencias que los hablantes deben dominar para usar
comunicativamente una lengua.
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superado, como también lo está el método audiolingüe o audiolingüístico, que tuvo su
máximo apogeo en los años 60 y 70 del siglo pasado y parte de un diálogo modelo que sirve
para contextualizar las estructuras que se iban a emplear en la lección, basándose en el modelo
estructuralista y en el conductismo. Su objetivo prioritario era la gramática e, incidentalmente,
el vocabulario, con el fin de que el estudiante interiorizara unas estructuras fijas que podría
llegar a utilizar en un momento determinado de forma automática. Este método empleaba
ejercicios de drill o de práctica mecánica, y actividades de práctica controlada con el fin de
automatizar los contenidos gramaticales. Algunos ejercicios, como los de huecos, pueden
reutilizarse y emplearse en métodos actuales. Podemos decir, recapitulando, que el fin último
de este enfoque es la enseñanza de la gramática y la adquisición de la competencia gramatical.
El problema de este método es que puede ocurrir que se le de tanta importancia a las
estrategias comunicativas que se obvie la gramática. Si métodos como el audiolingïe se
interesaban por la gramática (con ejercicios de grill que estaban destinados a aprender
cuestiones gramaticales), a este otro método le interesan las estrategias comunicativas y, por
tanto, emplea ejercicios de destrezas, en la práctica de las llamadas destrezas.
Con el concepto de destreza hacemos referencia a las formas en que se activa el uso de
la lengua. Tradicionalmente la didáctica de la lengua las ha clasificado según el modo de
transmisión y según el papel que desempeñan en la comunicación. El modo de transmisión
puede ser oral o escrito, y según el papel, productivas o receptivas (comprensión oral o escrita).
Son, por tanto, cuatro las destrezas clasificadas por la didáctica de la lengua. Cada una de estas
destrezas incluye a su vez un conjunto de microdestrezas; así, por ejemplo, la comprensión
auditiva requiere la habilidad de reconocer y segmentar adecuadamente las palabras que
integran la cadena fónica y que, sin embargo, en el texto escrito el lector encuentra ya aisladas.
Es decir, en la lectura de un texto se emplea la comprensión escrita, y, por tanto, no se activa la
microdestreza de la segmentación de las palabras (ya que están los espacios en blanco),
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microdestreza que sí se activa en la comprensión auditiva; esto explica que, en una lengua
desconocida, no sepamos segmentar las palabras ni donde acaba una y empieza otra (sordera
fonológica). Cuando surgen nuevas disciplinas como la del análisis del discurso se considera
que puede haber una quinta destreza: la interacción oral. Cuando hablamos, hay que combinar
la comprensión auditiva y la expresión oral. Esta quinta destreza responde a los nuevos
modelos teóricos.
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del estudiante o de la lengua origen del estudiante, que puede ser común o no a todos los
estudiantes, etc.
b) Por otro lado, alude también a las secciones y actividades de un curso de lengua o de
un manual de enseñanza que dedican especial atención a la gramática.
2) Para ello efectúa una selección de contenidos de acuerdo con una serie de criterios
(para poder facilitar esa comprensión y dominio de la lengua): la actualidad (se va a enseñar
prioritariamente la lengua actual frente a estados históricos superados, aunque sean recientes);
la descripción (aunque siempre haya que aludir a la norma, hay que darle prioridad al uso de la
lengua por parte de los hablantes, porque cuando la norma y el uso no coinciden, el uso suele
convertirse en norma); la frecuencia (frente a una selección que de cuenta de particularismos y
excepciones, que pueden darse cuando tienen un nivel de interlengua alto, hay que enseñarle
palabras y estructuras de un índice mayor de uso); la relevancia comunicativa (valores
comunicativos más frecuentemente asociados a determinadas formas de expresión), este
criterios va ligado a la frecuente, aunque pensando en valores comunicativos; y la información
para el destinatario, que quiere decir que la gramática pedagógica de ELE va a tratar los
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fenómenos adicionales que no se presentan en otras gramáticas, dándole un mayor énfasis a
aspectos que se desprenden de las necesidades de los alumnos (cognitivas o comunicativas).
5) Adopta e integra las aportaciones más útiles de los distintos modelos teóricos. La
gramática pedagógica de ELE adopta, por ejemplo, métodos del estructuralismo, e incorpora
también otros aspectos de otros modelos teóricos como la lingüística del texto o el
generativismo.
b) Afirmar que los modelos de habla (antes que la gramática) son los elementos
fundamentales de la lengua y destacar la importancia de la formación fonética de los profesores
de lengua (W. Viëtor)
Hasta finales del XIX, la enseñanza de lenguas se había limitado casi exclusivamente al
latín, y el método con el que se aprendía era el gramática-traducción. Para el aprendizaje de
lenguas modernas también se empleaba este método, porque el objetivo principal de ese
aprendizaje era la lectura de las grandes obras de la literatura, con el objetivo de ampliar la
comprensión lectora y no con el de desenvolverse en el extranjero. Poco a poco, fueron otras
lenguas las que lograron protagonizar el estudio como lengua extranjera, motivado por el
prestigio lingüístico.
El Marco común europeo de referencia (conocido con las siglas MCER) es un proyecto
que se inscribe dentro de la política lingüística del Consejo de Europa y tiene los siguientes
objetivos: a) proteger y desarrollar la herencia cultural y la diversidad de Europa como fuente
de enriquecimiento mutuo entre los diversos pueblos europeos; b) facilitar la movilidad de los
ciudadanos así como el intercambio de ideas; c) desarrollar un enfoque de la enseñanza de las
lenguas basado en principios comunes para todas las lenguas de Europa; d) promover el
plurilingüismo.
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como el Nivel Umbral y después en el Marco común europeo de referencia para las lenguas y el
Portfolio europeo de lenguas.
Tras la publicación del Nivel Umbral en 1976 (obra específica para cada una de las
lenguas europeas, en que se trata de definir los objetivos que se deben conseguir para poder
comunicarse en ella como hablante no nativo), se siente la necesidad de elaborar una obra más
global, un documento de referencia que permitiera a los profesionales de las lenguas
(profesores, diseñadores de programas, creadores de materiales didácticos, etc.) utilizar un
metalenguaje común, una herramienta de mayor transparencia y coherencia en toda Europa, y
que conservara al mismo tiempo la flexibilidad para la adaptación a los diferentes contextos.
Surge así el MCER en el año 2001, un documento descriptivo y en ningún modo normativo,
que está siendo ampliamente utilizado para la reforma curricular, la formación de los docentes,
la elaboración de manuales y la evaluación de competencias en las lenguas.
Para todo ello, define seis niveles comunes de referencia. En cada uno de ellos
proporciona una descripción del grado de competencia de la lengua que deben alcanzar los
alumnos, presentados en forma de escalas de descriptores y en términos de capacidades para
realizar determinadas actividades con la lengua extranjera (de recepción, producción,
interacción o mediación, oral y escrita). Los parámetros utilizados son: el contexto de uso, las
actividades comunicativas de la lengua, las estrategias, las competencias generales y
comunicativas, los procesos comunicativos, los textos y las tareas. Parte pues de un enfoque
centrado en la acción, en que el usuario es considerado miembro de una sociedad en que se
tienen que realizar tareas. Además de especificar las actividades que debe poder realizar y las
tareas que debe poder llevar a cabo, describe los conocimientos que tiene que adquirir y las
competencias que tiene que desarrollar para actuar de una manera más eficaz.
Pero, ¿por qué es tan difícil la introducción de la gramática en las clases de ELE? Los
especialistas afirman que el principal obstáculo es el enfoque comunicativo que se desarrolla,
fundamentalmente, en el último cuarto del siglo XX, y que es el que se emplea ahora (o
herederos de este, como el enfoque por tareas). Hay otros autores que piensan que el problema
no es tanto la gramática en sí (constituyente esencial de todas las lenguas), sino la visión que se
tiene o se da de ella. Sin embargo, aunque hay quienes piensan que el principal problema son
los nuevos enfoques comunicativos, esto se desmonta si tenemos en cuenta que en el método
anterior también era la gramática la que más problemas suscitaba.
Otros investigadores como Iopis García, Real Espinosa y Ruiz Campillo escriben «Qué
gramática enseñar, qué gramática aprender» (2012), donde dicen que hay que incluir gramática
en los enfoques comunicativos. El problema está en caer en la falacia metodológica,
estableciendo una distancia muy grande entre la práctica de las destrezas y la enseñanza de la
gramática (de una forma muy tradicional, por cierto). Según la propuesta de estos tres
estudiosos, la gramática comunicativa, para que sea una buena gramática y no suponga
problemas, ha de ser siempre formal, significativa, didáctica y real a la vez. ¿Cómo hacemos
gramática comunicativa? Integrando todos estos aspectos.
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2. 2. LA GRAMÁTICA ES FORMAL
La gramática es, efectivamente, formal, en tanto que está hecha de formas que
transmiten significados, y el cambio de la forma implica un cambio de significado, de igual
forma que el significado que tiene un hablante puede cambiar la forma. El principal problema
de centrarnos en enseñar una gramática puramente formal es que no es real, porque no se tiene
en cuenta que lo que el hablante quiere decir condiciona la forma; esto lo sostienen Iopis
García, Real Espinosa y Ruiz Campillo.
Achard sostiene que las reglas gramaticales que tradicionalmente se dan en clases de
lenguas extranjeras se consideran como una característica del sistema, no como resultado de la
lección del hablante. Esto viene al hilo de que la gramática es formal pero también es
significativa. En clases de ELE, al estudiante se le enseña que, para construir oraciones, deben
seguir solo principios formales, pero esto es falso. Dos reglas que se suelen dar a los
estudiantes de ELE y que se basarían en la idea de que la gramática es puramente formal son
los siguientes:
Sin embargo, cambiar la perspectiva es complicado porque los tres autores consideran
que, tradicionalmente, las gramáticas han estado centradas en la forma, y las llamadas
gramáticas descriptivas y normativas han seguido corrientes formalistas, sin tener en cuenta el
significado. Podemos decir que la gramática normativa y tradicional son, en cierto modo,
descriptivas, en tanto que se basan en la observación. En cualquier caso, ninguna de estas
gramáticas sirve en las aulas de ELE, más allá de que se puedan reutilizar algunas cuestiones.
Por ejemplo, en el ejercicio 3 del Ejemplario del tema 1 se ofrece una lista de tipos de
imperfecto, en la que, además, se han seguido distintos criterios para su elaboración, como la
duración temporal, el modo, etc. Quizá lo más efectivo sea, en lugar de ofrecer esta lista que el
estudiante va a tener que memorizar, explicar el significado del imperfecto en sí, en
contraposición con otros verbos, y no su valor pragmático, su valor en el discurso, porque, por
ejemplo, hay manuales que van más allá y hablan de “imperfecto de inmanencia frustrada” (p.
ej: “Ya me iba, pero…”), para el cual se ha tenido en cuenta el contexto discursivo y, sin
embargo, este no afecta al significado en sí mismo del imperfecto.
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2. 3. LA GRAMÁTICA ES SIGNIFICATIVA
¿A qué se refieren con que la gramática tiene que ser significativa? Recordemos las tres
corrientes gramaticales, la tradicional, la descriptiva y la normativa, que guardan en común la
atención a las puras formas, esto es, no ligan las formas a un significado gramatical. Sí hablan
de significados, pero discursivos, pragmáticos, contextuales, etc., que no son gramaticales, de
forma que esas gramáticas se convierten en gramáticas inoperativas en las clases de ELE,
porque no ligan la forma al significado gramatical. Aun así, siguen llevándose estas gramáticas
a las aulas, probablemente por tradición, comodidad o porque la situación ha condicionado al
profesor (por ejemplo, que tengas que prepararla la tarde anterior).
3) Esa gramática debería interactuar con los conocimientos del mundo que tengan tanto
el profesor como los alumnos. Basarse en conocimientos gramaticales tanto de su lengua
materna (L1) como de otras lenguas que conozca. Esto es también hacer gramática significativa
para estos autores.
PEDIR
García Santa-Cecilia
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Mar competencial. MCER: competencias generales del individuo. Competencias que
tiene que desarrollar el usuario de lengua (aprendiz). ¿Cuáles desarrolla el docente? Saber, pero
también saber hacer: los contenidos se pueden encontrar en cualquier manual, el profesor debe
saber trasladarlos. El docente debe saber desarrollarse en el centro de trabajo, identificarse con
la institución para mejorar.
Las cuatro competencias son saber, saber hacer, saber ser (variables emotivas que
inciden en el aprendizaje, p. ej.) y saber aprender. El bagaje de la L1 y de las experiencias
vitales inciden en el proceso de aprendizaje, esto no lo dice Cristóbal por primera vez, lo hace
Corder (Manual de lingusitica aplicada…), que trata todas estas dimensiones.
Homo loquens, Rotaetxe Amusategi (1988). El homo lonquens: el hombre que habla,
que se comunica. Destrezas orales, que implican que no se interactúe con otra persona
(exposición, p. ej.). Desde la perspectiva de la comunicación. Componente fónico y
componente escrito.
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Disciplina menor, menos reconocimiento.
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TEMA 3. LA PRONUNCIACIÓN EN LA ENSEÑANZA DEL
ESPAÑOL COMO L2/LE
1. INTRODUCCIÓN
Por otra parte, salvo en los casos en los que el hablante desea retener algunos rasgos
fónicos de su primera lengua por considerarlos identificativos de su cultura o de su etnia, la
aspiración de la mayoría de los aprendices de lenguas extranjeras es llegar a «sonar» como un
nativo, esto es, conseguir dominar, además de las reglas de funcionamiento y uso de la lengua,
todas las peculiaridades segmentales y suprasegmentales que lo caracterizan y lo conforman.
Hasta los años 60, el paradigma dominante era alcanzar un acento nativo. Este ideal
surge de finales del siglo XIX, momento en el que una metodología intenta imponerse a lo que
se ha llamado el “método tradicional” (que se basaba en la lectura, la traducción, el vocabulario
y la gramática), añadiendo el componente oral. Coincide, además, con la creación del AFI
(Alfabeto Fonético Internacional). Esto, aplicado a la enseñanza, se traduce en la corrección
fonética para alcanzar dicho acento nativo.
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El enfoque oral no solo está en ese método novedoso con respecto al tradicional, sino
que posteriormente está en los métodos estructurales de enseñanza. El cambio de paradigma del
ideal nativo surge con la llegada de la metodología comunicativa o nociofuncional. Los
métodos no se separan radicalmente de los ideales de otros métodos: por ejemplo, los métodos
directos potencian la competencia oral, aunque la diferencia está en el desarrollo de las
destrezas.
Con la llegada del método comunicativo, encontramos un objetivo más realista que
basta con que la producción del aprendiz sea inteligible, que se consiga la fluidez. El ideal es
más realista en tanto que, si la teoría nos dice que es una misión imposible conseguir el acento
nativo, es más alcanzable la fluidez que la corrección fonética. Esto no quita que la corrección
fonética sea otro objetivo a alcanzar. Que la corrección no sea un objetivo en sí mismo, que lo
sean la fluidez y la inteligibilidad, esto es, la comunicación.
El profesor tiene que transmitir al alumno la idea de que es factible adquirir una
pronunciación clara, aceptable y comprensible para el hablante nativo, pero que no lo es tanto
conseguir una pronunciación cuasi perfecta, equivalente a la de los hablantes nativos,
precisamente porque en el proceso de adquisición entran en juego muchas variables, que, con
frecuencia, escapan a su propio control.
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integradora, en la que eventualmente tengan cabida las aportaciones de cada uno de los
modelos existentes que se hayan demostrado positivas.
Cómo enseñar a mejorar la pronunciación. Cómo lograr una mejor eficacia: integrando
el componente fónico en la práctica de otras destrezas, en la adquisición de otros contenidos.
Para la enseñanza de la práctica de algunos elementos fonéticos, habrá que consultar manuales
sobre las dificultades de la lengua de los estudiantes. Por ejemplo, un estudiante asiático no
tiene en su “campo fonológico” las róticas, por lo que habrá que enseñar infinitivos en cantidad,
para practicar la /r/. Esas formas se deben integrar en la práctica.
Existe, claro está, el peligro de que este énfasis en el aspecto formal provoque en los
aprendices cierta dificultad para emitir enunciados «reales» o responder a ellos de modo
natural, lo que genera un tipo de habla mecánica caracterizada, por ejemplo, por la ausencia de
modulaciones entonativas o incorrecciones acentuales. Eso es justamente lo que ocurría en los
modelos audiolingüísticos y eso es lo que hay que evitar desde el primer momento en las
nuevas orientaciones. El papel que desempeña la prosodia es, en este sentido, fundamental. El
profesor que aspire a obtener un buen resultado en esta tarea no solo debe estar preparado
académicamente para «adaptar sobre la marcha» el método seguido a las necesidades
manifestadas por los alumnos, sino que ha de saber integrar las prácticas de fonética correctiva
en el conjunto de actividades interactivas del modo más natural posible. Por consiguiente, su
papel no lo puede desempeñar ni un programa informático ni una grabación de vídeo, ni
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ninguna otra herramienta de las que a menudo se ofertan como recursos sustitutivos del
profesor, quien, por lo demás, puede aprovechar las ventajas que todas ellas le ofrecen como
meros instrumentos complementarios.
Criba fonológica: cuando hablamos una lengua extranjera, nuestro cerebro intenta
asimilar los fonemas de la lengua meta con los fonemas que se tienen en la lengua
materna/nativa o varios si tiene una L1 o L2
A la hora de establecer una ordenación jerárquica de los grandes bloques en que pueden
distribuirse los distintos aspectos fonéticos en función del grado de relevancia que tengan para
la calidad global de la producción en la nueva lengua, la que se presenta más abajo suscitaría
sin duda un claro consenso entre los especialistas:
Las propiedades que afectan a fragmentos amplios del discurso suelen determinar más
su contenido significativo que las que tienen como ámbito un único segmento. Dicho en otros
términos, en un intercambio comunicativo es más importante, por ejemplo, la correcta
entonación de los enunciados que lo componen que la pronunciación más o menos correcta de
un sonido dado, y para conseguir una buena calidad general de las emisiones son más decisivos
los ajustes articulatorios a medio y largo plazo que los limitados a la producción de un único
elemento.
4. El ritmo en español
5. La entonación en español
Según puede verse, los contenidos se distribuyen en dos grandes apartados, el referido
al plano suprasegmental (B) y el relativo al plano segmental (C), que aparecen dispuestos en
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dos bloques paralelos, puesto que ambos se realizan en el habla simultáneamente. De acuerdo
con las últimas tendencias didácticas y con la orientación que preside, en general, el Plan
curricular del Instituto y los objetivos de los Niveles de referencia para el español, la enseñanza
de la pronunciación debe, por principio, basarse en la interacción comunicativa más que en la
práctica repetitiva de las formas aisladas (sea cual sea el tamaño de estas), y,
consecuentemente, el plano suprasegmental, que tanta importancia reviste para la comunicación
en cuanto que es el que más directamente refleja los factores situacionales y contextuales de los
que depende la cadena hablada, se ordena en primer lugar.
Esto es, deben integrarse los niveles segmentales y los suprasegmentales cuando sea
oportuno, porque conocer los niveles suprasegmentales va a permitir desarrollar la fluidez y la
inteligibilidad del mensaje. Debemos centrarnos, por tanto, en secuencias y no en elementos
individuales, en esos elementos contextualizados, aunque en ocasiones el docente calibra y
decide trabajar un fonema únicamente, como por ejemplo la rótica con estudiantes asiáticos.
Así pues, la función del profesor ha de ser, más bien, servirse de estas oportunidades del modo
que resulte más provechoso para los intereses concretos del aprendiz en ese momento dado.
Premisas metodológicas
La percepción regula el habla, por lo que hay que enseñar a percibir. Es necesaria la
corrección explícita, aunque nos centraremos en los aspectos que más incidan en la
inteligibilidad, esto es, trabajar aspectos suprasegmentales. Mucha bibliografía insiste en que es
bueno empezar con el aprendizaje de la enseñanza del componente fónico desde el primer año
de aprendizaje. La enseñanza se desarrolla en cuatro fases: 1) sensibilización y concienciación;
2) percepción y discriminación; 3) producción; y 4) automatización.
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Se entiende por secuenciación la acción de ordenar las acciones didácticas (contenidos,
textos, ejercicios, actividades, explicaciones) con el propósito pedagógico de facilitar su
aprendizaje por parte de los alumnos y adecuarlas a sus capacidades. Así, en lo que a la
pronunciación en el aula de ELE se refiere, podemos establecer esta posible secuenciación
pedagógica de acuerdo con el esquema percepción-producción: sensibilización, explicación,
reeducación, imitación, práctica controlada (en el aula) y práctica libre. Por reeducación se
entiende el proceso de descubrimiento y discriminación de fonemas de una lengua a otra, esto
es, partiendo del sistema fonológico asumido en la lengua materna, el alumno debe ser capaz de
no aplicar el mismo patrón fonológico sino de aprender el de la lengua extranjera.
“El sistema fonológico de una lengua es comparable a una criba a través de la cual pasa
todo lo que se dice (…). Las personas se apropian del sistema de su lengua materna, y cuando
oyen hablar otra lengua, emplean involuntariamente para el análisis de lo que oyen la “criba”
fonológica que les es habitual, es decir, la de su lengua materna. Pero como esta “criba” no se
adapta a la lengua extranjera, surgen errores e incomprensiones”.
Canción de Bebe, Silla eléctrica, en la que emplea los sonidos. Cuando caricaturizamos
la manera de hablar de nuestra lengua de hablantes no nativos, utilizamos sonidos del alfabeto
fonético de esas lenguas. Sin embargo, al hablar esas lenguas, es difícil reproducir esos sonidos
en la cadena hablada, en lo suprasegmental.
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CAPÍTULO 5: LAS COMPETENCIAS DEL USUARIO O DEL ESTUDIANTE
(Capítulo extraído del Marco Común Europeo de Referencia)
En cuanto a las destrezas, algunas de ellas están relacionadas con el componente fónico.
“La capacidad de distinguir y producir sonidos corrientes y estructuras prosódicas”. “La
capacidad de dividir en partes distintivas y significativas”: para esto, es necesario agrupar las
secuencias sonoras. Tener en cuenta las propiedades prosódicas del español. Se pueden
desarrollar tanto la pronunciación de sonidos aislados como la pronunciación prosódica,
entonces se desarrollan competencias o destrezas distintas (¿?).
1. La base de articulación.
2. La entonación.
3. La sílaba y el acento.
Algunas premisas que aparecen en todos los manuales son: adquirir conciencia del
propio acento y de las diferencias con la pronunciación nativa (contrastar L1 y L2); afinar la
percepción de la LE para que se perciban las diferencias; la producción debe realizarse tanto
con actividades específicas como de forma integrada; la automatización es el paso más
complejo.
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El segundo punto (afinar la percepción), consiste en ver cómo se hacen agrupaciones
fónicas en español. Ejemplo: “la miga de” y “la amiga de” se pronuncia igual: [lamigade]. Esto
lo tenemos en el plan curricular en los niveles A1 y A2. Ejemplo: se suprime una s, se fusionan,
en [losueño]. Por tanto, la producción debe realizarse con actividades especificas y de forma
integrada. Un ejemplo de actividad integrada es recrear un guion de cine: producción escrita y
producción oral. De esta forma, los alumnos pueden ver cómo se segmentan las sílabas. Este es
un ejercicio de práctica controlada, de cualquier forma. Otros ejercicios pueden ser la lectura en
voz alta de un texto y el dictado, una actividad muy compleja en tanto que se trabaja la fonética
y la ortografía. La automatización es el plano más complejo porque en la producción libre se
cuenta con la presión del tiempo, los interlocutores, los nervios, y el dominio imperfecto que
siente el aprendiz del sistema, lo cual hace que la pronunciación se resienta. Para ello tenemos
la enseñanza del componente fónico en las aulas.
Sobre el funcionamiento del habla: el ruido. Los hablantes nos guiamos por lo que
tenemos en el lexicón mental, esto es, asociamos lo fónico a lo léxico. Si nos guiamos solo por
cómo tenemos almacenada la palabra en nuestra cabeza (lexicón), una vez hemos logrado
identificar el fragmento sonoro y adscribirlo a la palabra almacenada en nuestro diccionario
mental, segmentaremos la palabra a partir de este fragmento y hacer, en consecuencia, las
agrupaciones pertinentes.
Inventario A1-A2
1. La base de articulación
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1.1. Caracterización general del español
▪ Modo normal de fonación
▪ Grado de tensión del español (menor al del francés, pero superior al del inglés,
por ejemplo)
o Pureza de las vocales (timbre nítido: por ejemplo, no hay vocales
anteriores redondeadas)
o Ausencia de africación en las consonantes
o Mantenimiento del timbre en las vocales inacentuadas
▪ Movimiento relativamente marcado de los labios
▪ Nasalización sin relevancia fonológica y poco constante en las vocales
▪ Base articulatoria creciente: tendencia a la sílaba abierta
▪ Base central-anterior: predominio de articulaciones alveolares y palatales
▪ Precisiones sobre el concepto de acento idiomático:
o Noción del concepto de «acento» como conjunto de hábitos articulatorios
que indica la procedencia geográfica o sociocultural de los hablantes.
o Información sobre la variedad del español en el mundo en cuanto a la
articulación de los sonidos
2. La entonación
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o Francés: unidades más cortas
o Italiano: unidades melódicas más largas (frecuencia de unidades
superiores a quince sílabas y hasta veinte); entonación más fluctuante que en español,
más musical
o Inglés: medidas análogas a las del español
▪ 2.1.4. Correspondencias sintácticas de la división de unidades
melódicas: identificación y producción de patrones melódicos
correspondientes a las estructuras sintácticas básicas
o Entonación del vocativo
Sara, ¿me dejas tus ejercicios?
o Oraciones simples de no más de siete u ocho sílabas: una sola unidad
Me llamo Pedro.
o Oraciones simples por encima de las quince sílabas: mínimo dos
unidades
Vivo en Madrid. vs. Vivo en Madrid porque mi novio es español y porque me gusta
España.
o Enumeraciones: cada miembro, una unidad
Tengo un lápiz, un cuaderno, un libro de español.
o Oraciones complejas coordinadas: unidades distintas
Quiero ir // pero no puedo.
29
▪ Inglés: tendencia a tono descendente
▪ Alemán: rasgos quebrados ascendentes y descendentes
▪ Italiano: inflexiones muy extensas (elevación en acentuadas y
descenso en inacentuadas)
▪ 2.2.3. Al final de la unidad enunciativa
o
▪ Localización de la zona de mayor relevancia significativa (siempre
al final)
No te gusta el cine. / ¿No te gusta el cine?
o Sílabas finales a partir de la sílaba que lleva el último acento:
▪ Unidad finalizada en palabra aguda: ámbito del final melódico en
una sílaba
Es malo para mi corazón.
▪ Unidad finalizada en palabra llana: ámbito del final melódico en
dos sílabas
Hace mucho que llegué a casa.
▪ Unidad finalizada en palabra esdrújula: ámbito del final melódico
en tres sílabas
Ese es su comportamiento típico.
o Producción del tonema de cadencia: terminación absoluta de la
enunciativa; tono grave
o Tonema de anticadencia (ascenso 4 ó 5 semitonos)
o Tonema de suspensión (sin ascenso ni descenso)
o Importancia del valor expresivo en la inflexión final: reconocimiento de
los tonemas
No es muy bueno (cadencia muy marcada: aseveración categórica) / No es muy
bueno (semicadencia o cadencia menos marcada: aseveración dubitativa)
30
orientados hacia el oyente (actos de habla interrogativos y actos de habla
imperativos):
o Actos de habla exclamativos y expresivos en sus formas básicas
o La entonación en los saludos y expresiones de cortesía básicas:
Muchas gracias
Buenas tardes
Adiós
¿Qué tal?
3. La sílaba y el acento
España Hispanoamérica
▪ reúm ▪ reum
1
a a
▪ omop ▪ omóp
lato lato
▪ varic ▪ váric
e e
▪ Ósca ▪ Osca
r r
▪ vídeo ▪ video
32
▪ Acento morfológico (en el mismo morfema en el resto de los
tiempos)
trabaj-é, trabaj-aba, trabajar-é, he trabaj-ado
o Esquemas acentuales no verbales:
▪ Bisílabos llanos y agudos
casa, papel
▪ Trisílabos esdrújulos, llanos y agudos
plátano, maleta, contestar
▪ Tetrasílabos sobresdrújulos, esdrújulos, llanos y agudos
(cuéntaselo, teléfono, cocinero, terminación)
▪ Pentasílabos sobresdrújulos, esdrújulos, llanos y agudos
(repítemelo, frigorífico, laboratorio, comunicación)
33
5. Los fonemas y sus variantes
34
▪ O: menos cerrada que en francés, sin diptongar nunca como en
inglés nota
▪ U: semejante a la del francés tout y a la del alemán du
▪ 5.1.3. Diptongos
o Grupo fonético formado por la unión de i o de u con otra vocal en la
misma sílaba
diente, peine, después, guapo...
o Diptongos frente a hiatos
reí / rey
cru-el / cruel
o Tipos de diptongos:
▪ Crecientes: semiconsonante + vocal
fiasco, viejo, labio, guante, cuerda, vacuo
▪ Decrecientes: vocal + semivocal
bailar, aula, ley, euro, voy, estoico, bou
o Grupo fonético formado por la unión de i con u (diptongo o hiato)
ruido
▪ 5.1.4. Triptongos e hiatos
o Grupos fonéticos formados por tres vocales: a/e en el centro; i/u a los
lados
limpiáis
o Hiatos
confi-áis
o Tendencia del español a reducir vocales agrupadas a una sola sílaba:
pronunciación de diptongos y triptongos
o La pronunciación del hiato
o Paso de una vocal a otra (también en sílabas distintas): gradual, sin
interrupción de la sonoridad (de la vibración de las cuerdas vocales). Contraste con el
inglés o el alemán con separación por una oclusión (oclusión glotal)
o [Hispanoamérica y España] Tendencia antihiática fuerte en el habla
coloquial. Secuencias vocálicas que son hiatos (habla culta) se pronuncian como
diptongos y se cierra el timbre de la vocal
átona: golp[i̯á]r por golpear, acord[i̯ó]n por acordeón, pel[i̯é] por peleé, etc. En
algunos países hispanoamericanos, particularmente en México, este cierre vocálico se
da también en el nivel culto.
35
▪ [Hispanoamérica] Yeísmo generalizado (ausencia a nivel
fonemático del elemento palatal lateral sonoro «ll» y presencia en su lugar del palatal
fricativo sonoro «y»)
▪ [Colombia (cordillera oriental de los Andes, Boyacá, El Cauca),
Ecuador (Loja, Azuay, Cañar), Perú (excepto Lima), Bolivia (excepto Tarija), Paraguay,
Chile (excepto Chiloé), Uruguay (partes), Argentina (Corrientes, Misiones, la Rioja,
Santiago del Estero)]. Conservación de la distinción «y» - «ll»
o Líquidas
pelo / pero
▪ Vibrante simple / vibrante múltiple
pero / perro
o Pronunciación de la [x]
gente, jefe
o Consonantes interdentales: sonido de la «z»:
▪ Semejanza con el inglés «th» (think) pero más enérgica e
interdental
▪ [Hispanoamérica y centro-sur de España] Seseo (ausencia a nivel
fonemático del elemento interdental fricativo sordo /θ/ y presencia en su lugar de /s/).
Alcanza todas las regiones y niveles sociales.
▪ 5.2.2. Relación entre sonidos y grafías (ortografía)
[v. Ortografía 3.]
36
▪ Perífrasis verbales y locuciones verbales
voy a estudiar > voyaestudiar
Inventario B1-B2
1. La base de articulación
2. La entonación
37
▪ 2.1.3. Correspondencias sintácticas de la división de unidades
melódicas: identificación y producción de patrones melódicos
correspondientes a ciertas estructuras sintácticas
o Anteposición de los complementos: posibilidad de establecer más de una
unidad
En el río // se veían barcos. vs. En el río se veían barcos.
o Anteposición del verbo al sujeto: una unidad
Vino Isabel.
o Subordinadas (independientemente de su extensión): exigencia de
división de unidades entre subordinante y subordinado
Si quieres // puedes venir.
o Entonación de cláusulas reducidas y construcciones en posiciones
parentéticas
La chica, cansada de llevar tacones, se descalzó en la fiesta.
Por lo que me dices, sin duda, todo salió muy bien.
39
o Exclamaciones de mandato irónico
¡Tú hazle caso!
o Saludos y expresiones de cortesía más complejas
¿Cómo está usted? ¿Qué tal te fue?
3. La sílaba y el acento
42
o Vocal débil, final de grupo, ante pausa
lunes > lún[ə]s
o Penúltima vocal de una palabra esdrújula
capítulo > capít[ŭ]lo
o Vocal pretónica en interior de palabra
temeroso > tem[ə]róso
o Pronunciación de ciertas vocales dependiente de la estructura rítmica del
conjunto:
▪ Calle de Goya (la «e» de la preposición se relaja porque va
situada entre dos palabras bisílabas y graves, de modo que rompe el ritmo trocaico: ´_
_ ( ) ´_ _ preferido por el español)
▪ [México (altiplanicie) y regiones andinas] Debilitamiento hasta su
desaparición de las vocales átonas ante s o consonante sorda: [p's] pues
▪ 5.1.2. Diptongos
o Pronunciación de la «i» y de la «u»:
▪ Como semivocales al final del diptongo
hoy
▪ Como semiconsonantes al principio del diptongo
huevo
o Detalles articulatorios de la «u» semivocal:
▪ Articulación: movimiento breve de aproximación de los órganos
articulatorios para la transición de vocal precedente a la «u» (doble estrechez de los
órganos, linguovelar y bilabial; tendencia a la fricación pero manteniendo el timbre
vocálico de la u)
▪ Sonido resultante: semejante al alemán laut; distanciamiento
respecto a la pronunciación inglesa
▪ Contextos: diptongos au, eu, ou dentro de palabra o en enlace
entre dos palabras causa > ca[u̯]sa, lo último > lo [u̯]ltimo
o Detalles articulatorios de la «u» semiconsonante, la «wau»:
▪ Articulación: movimiento rápido de órganos articulatorios desde
la posición labiovelar más o menos cerrada a la posición de la vocal siguiente. La «u»
empieza más cerrada y termina más abierta (al contrario que la semivocal)
▪ Sonido resultante: similar al francés oui y al inglés we. Más
marcado que en alemán
▪ Contextos:
▪ En interior de palabra, menos
consonantizado agua > ag[u̯]a, puerta > p[u̯]erta
▪ En posición inicial absoluta, propiamente como una
consonante hueso > [w]eso, [gw]eso
o [Hispanoamérica] Frecuente pronunciación como diptongo de secuencias
formadas por una vocal cerrada átona y una vocal abierta o semiabierta tónica, o por
dos vocales cerradas distintas: [gi̯ón] guion, [xe - su̯i̯ - ta] jesuita (pronunciadas
mayoritariamente como hiatos [ gi - ón], [xe - su - í - ta] en el español de España y de
algunos países hispanoamericanos: Argentina, Ecuador)
▪ 5.1.3. Triptongos e hiatos
o Articulación: movimiento inicial de apertura creciente; apertura
decreciente al final
o Primer elemento semiconsonante; último elemento semivocal
o Pronunciación de las vocales:
43
▪ a-: matiz palatal (especialmente en iai)
estudiáis
▪ e-: abierta (no influencia de elementos palatales)
estudiéis
o [Hispanoamérica y España] Tendencia antihiática fuerte en el habla
coloquial. Secuencias vocálicas que son hiatos (habla culta) se pronuncian como
diptongos y se cierra el timbre de la vocal
átona: golp[i̯á]r por golpear, acord[i̯ó]n por acordeón, pel[i̯é] por peleé, etc. En
algunos países hispanoamericanos, particularmente en México, este cierre vocálico se
da también en el nivel culto.
▪ 5.1.4. Casos de sinéresis
o Sinéresis: aceptación en el uso de la pronunciación del hiato en una sola
sílaba
su-a-ve > s[u̯]á-be; a-ún > á[u̯]n, y también: jesu-ita > jes[u̯]ita
[v. Pronunciación y prosodia 5.3.1.]
o Contraste entre pronunciación en hiato y pronunciación con sinéresis
baul / ba-úl
▪ 5.1.5. Casos de sinalefa
o Dos palabras
la instancia > lains.tan.cia
todo eso > to-doe-so
o Tres palabras
vengo a empezar > ven-goaem-pe-zar
45
(sierra), Perú, Argentina y Chile. En regiones bilingües se mantiene la oclusividad
intervocálica de «d»: sala[d]o.
▪ [Hispanoamérica] Debilitamiento generalizado de la «d» en
posición intervocálica y final (muy frecuente también en España). Las regiones en las
que más se documenta son Puerto Rico, Colombia (costa caribeña y Santander), Perú
(San Luis), Argentina (habla de los gauchos), Ecuador (costa). Algunas regiones
mantienen la tensión de la terminación -ado.
▪ 5.2.6. Consonantes alveolares
o Pronunciación de la «s»:
▪ Diferencia respecto a la mayoría de las lenguas del entorno:
elevación de la punta de la lengua contra los alveolos superiores, frente a la
pronunciación del francés, el italiano, el alemán, el inglés, el portugués... donde la
articulación se hace con el predorso, no con el ápice.
▪ «s» española: apical, timbre más grave y palatal, sorda
▪ No hay /s/ sonora; solo alófonos contextuales sonoros
isla, desde, asma
▪ [Hispanoamérica] Variante sonora en final de palabra ante vocal
en Ecuador
▪ [Hispanoamérica] Debilitamiento extendido de la «s» implosiva o
final de sílaba (aspiración, asimilación y elisión). (El Caribe, Centroamérica, Venezuela,
costas de Colombia, costa caribeña y áreas contiguas de Ecuador, costas de México,
costa norte del Perú, Chile, región porteña y parte del interior de Argentina y
Paraguay). El sonido se debilita hasta elidirse en Panamá, costas de Colombia y
Venezuela, centro y oriente de Cuba, Puerto Rico y República Dominicana.
▪ [Hispanoamérica] Conservación de la «s» en Colombia
(Santander), México (articulación tensa y larga en la altiplanicie mexicana, Jalisco,
Yucatán, Guanajuato, Valle de México), Costa Rica (centro), Ecuador (costa este,
Sierra, Quito...), Perú (Lima, casos de aspiración y casos de elisión ante consonante en
hablantes jóvenes)
o Pronunciación de la consonante «l» : frente a la catalana o la inglesa, es
una pronunciación sin resonancia velar.
o Pronunciación de la «r» simple:
▪ Intervocálica: una sola vibración o golpe de la lengua en los
alveolos
cara, pero, puro
▪ Presencia de un elemento vocálico al encontrarse al lado de otra
consonante: elemento vocálico tan breve que no debe ser percibido como una vocal, a
diferencia de lenguas orientales, como por ejemplo el japonés, que por su estructura
silábica introduce un elemento vocálico muy definido.
traje, abre
▪ Posible confusión entre las líquidas «r» simple y «l» relajada:
importante en lenguas orientales que carecen de una vibrante como la del español
comel por comer, pelo por pero
▪ Posible atracción de la «t» o de la «d» hacia la zona alveolar por
la influencia de la «r» en grupos consonánticos: error frecuente, por ejemplo, en
anglohablantes (inglés tree)
tres, dramático
▪ [Hispanoamérica] Neutralización extendida de «l» y «r»,
percepción del sonido con características vibrantes y a la vez laterales (islas y zonas
costeras, Puerto Rico, costas de Colombia y Ecuador, Panamá, Cuba, República
46
Dominicana, costa de Venezuela, costa de Perú, costas de Ecuador y centro de Chile).
Se puede dar como una lateralización de la «r», pronunciada como «l»
(lambdacismo): a[l]te por arte; o como articulación vibrante de «l», pronunciada como
«r» (rotacismo): pie[r] por piel.
o Pronunciación de la «r» múltiple:
▪ Nunca uvular, a diferencia del francés, del alemán o de ciertas
variedades del italiano
▪ Sin fricación hueca y cóncava, esto es, retrofleja: problema en la
pronunciación para anglohablantes
▪ 5.2.7. Consonantes palatales
o Pronunciación de la «ch»:
▪ Semejanza con el sonido «t» + «ch» del francés, pero con
diferencias notables en la articulación: no hay intervención ni de los dientes ni del
ápice de la lengua.
▪ Semejanza con la «c» del italiano (ciao), «tx» del catalán (cotxe),
«ch» del inglés (change) y «tsch» del alemán (deutsche): fricación más breve del
español y más aguda
o Pronunciación de la «y»:
▪ Semejanza con la gi, ge del italiano, «g» del inglés en gentle
▪ Posición inicial de sílaba escrita y o hi-: africada (en posición
inicial absoluta o tras nasal) o bien fricativa, o bien aproximante
inyección: in[ʤ]ección
el hielo: el [ʝ]elo // el [j]elo
▪ Posición inicial acentuada después de pausa: alternancia de
fricativa y africada
hierba, yelmo
▪ También alternancia entre la africada y la fricativa en los casos de
yeísmo
lluvia, calle: [ʤ]uvia, ca[ʝ]e
▪ [Hispanoamérica] Realizaciones del yeísmo hispanoamericano:
fricativa palatal sonora; [ʃ] / [ʒ] fricativa, alveopalatal, sonora/sorda, tensa y
estridente (rehilada), ca[ʃ]e / ca[ʒ]e por calle; desaparece en posición
intervocálica ga[í]na por gallina.
o Pronunciación de la «ñ»:
▪ Semejanza con el sonido del italiano y del francés representado
por «gn» (regno, vigne) y del portugués representado por «nh» (senhor)
▪ Inexistencia en muchos idiomas (inglés, alemán...): no
equivalencia con «n» + «y», por ser articulación simple
▪ 5.2.8. Consonantes velares
o [Hispanoamérica] Realizaciones oclusivas de «g» tras las sonoras l, r, s,
y, u (general en Yucatán, Nicaragua, Puerto Rico y El Salvador; frecuente en
Honduras, Costa Rica, Colombia, puntos alejados de México y Lima). La oclusión ante
«l» parece extenderse además a Panamá (provincias centrales), Ecuador (sierra),
Perú, Argentina y Chile. En regiones bilingües se mantiene la oclusividad intervocálica
de «g»: ma[g]o.
o Pronunciación de la «j»:
▪ La más posterior de las articulaciones españolas
▪ Sin aspiración
47
▪ Similar a «ch» del alemán en Kuchen
▪ Tendencia a ser pronunciada por los anglohablantes como
demasiado abierta y aspirada
48
o Dos consonantes vibrantes, una final de palabra y la otra vibrante
múltiple inicial de palabra: reducción a una sola vibrante múltiple con el mismo
número de vibraciones
un señor respetable > seño[r]espetable
o Dos consonantes laterales alveolares [l]: reducción a una sola «l» larga
el libro > e[l:]ibro
Inventario C1-C2
1. La base de articulación
2. La entonación
49
o División de las unidades melódicas en la lectura sin signos de
puntuación: subjetividad en la interpretación del texto
▪ 2.1.2. Efectos sintácticos de la división en unidades melódicas:
identificación y producción de patrones melódicos correspondientes a
determinadas estructuras sintácticas
o Casos de ambigüedad: motivados por la entonación o resueltos por la
entonación
Es todo un hombre // de las cavernas vs. Los chicos (//) que estudian (//) aprobarán.
o Producción de patrones melódicos de oraciones con orden marcado:
A María la atendieron muy bien [topicalización]
Mucho pides tú [focalización]
50
•
o Entonación de la interrogativa restrictiva: se pregunta sobre un
elemento del enunciado
¿Eres tú el que me ha llamado?
o Entonación de la interrogativa reiterativa
¿Que si sé lo que digo?
¿Cuánto dices que te ha costado?
¿Si lo supiera mi padre? Pues no quiero pensarlo.
o Entonación de la interrogativa exclamativa
¿Qué te he dicho yo?
¿A eso le llaman ellos trabajar?
o Entonación de la interrogativa hipotética
¿Supongo que me llamarás?
o Entonación de la interrogativa compuesta por varios grupos melódicos
¿No has visto nunca al mirar hacia el horizonte en un cielo despejado la línea que
separa el cielo de la tierra?
o Entonación del paréntesis interrogativo
Me lo prometiste (¿lo has olvidado ya?) el mismo día de conocernos.
o Entonación del vocativo en posición parentética dentro de una
interrogativa
¿No te alegras, mujer, de esta sorpresa?
3. La sílaba y el acento
54
▪ «e» / «o» detrás de «a»: más breves y relajadas pero conservan
más claramente su propio timbre
ca-en > ca[ĕ]n
55
▪ En esa misma posición y en pronunciación fuerte o enfática,
conserva su rasgo de oclusión sorda
at-mósfera
o Pronunciación de la «d»:
▪ Ante fricativa sorda: ensordecimiento
adjuntar > a[ð]juntar
▪ Variedades regionales y dialectales «a[θ]» por «ad» (a veces el
sonido interdental también sustituye a la «t», arriba comentada: é[θ]nico)
adverso > a[θ]verso, libertad > liberta[θ]
▪ Final de palabra, en conversación rápida, familiar y poco
esmerada: pérdida total
libertad > libertá
▪ Variedades diatópicas y diastráticas: sustitución por «t»
libertad > libertat
▪ La pronunciación del participio en -ado y sus variedades
diatópicas y diastráticas
terminado > terminado > terminao > terminaŏ > terminau (vulgar o rústico)
▪ La pronunciación del imperativo plural en «d» fricativa (y su
sustitución por «r») terminad > terminar
▪ 5.2.4. Consonantes alveolares
o Pronunciación de la «s»:
▪ Variaciones diatópicas y diastráticas: la «s» andaluza y la «s»
americana (casos de aspiración, pérdida...)
▪ [Hispanoamérica] Debilitamiento extendido de la «s» implosiva o
final de sílaba (aspiración, asimilación y elisión) (El Caribe, Centroamérica, Venezuela,
costas de Colombia, costa caribeña y áreas contiguas de Ecuador, costas de México,
costa norte de Perú, Chile, región porteña y parte del interior de Argentina y Paraguay)
El sonido se debilita hasta elidirse en Panamá, costas de Colombia y Venezuela, centro
y oriente de Cuba, Puerto Rico y República Dominicana.
▪ [Hispanoamérica] Conservación de la «s» en Colombia
(Santander), México (articulación tensa y larga en la altiplanicie mexicana, Jalisco,
Yucatán, Guanajuato, Valle de México), Costa Rica (centro), Ecuador (costa este,
Sierra, Quito...), Perú (Lima, casos de aspiración y escasos de elisión ante consonante
en hablantes jóvenes)
▪ [Hispanoamérica] /s/ predorsal o dorsoalveolar, articulada con el
ápice de la lengua hacia abajo [excepciones: Antioquia (Colombia), Costa Rica (valle
central), La Habana (Cuba), Arceibo y Guaynabo (Puerto Rico)]; apicoalveolar en el
centro de Bolivia; apicodental en el norte de México, la sierra de Ecuador y sierra de
Perú y norte de Argentina. Variantes ciceantes aisladas en El Salvador, Nicaragua,
Honduras, norte de Venezuela, y en algunas localidades de México, Colombia y Puerto
Rico
▪ [Hispanoamérica] Variante sonora en final de palabra ante vocal
en Ecuador
▪ El ceceo
o Pronunciación de la «n»:
▪ Relajación, debilitamiento y brevedad en
sílabas ins-, trans-, cons-; casos de pérdida total de la «n»
instruir, transformar, construir > istruir, trasformar, costruir
56
▪ Debilitamiento y casi desaparición de la «n» en el grupo «nm».
En pronunciación lenta, percepción clara de las dos consonantes
inmóvil, con mucho gusto > in/m móbil, con/m mucho gusto
▪ [Hispanoamérica] Frecuente velarización de la «-n» implosiva
(Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Centroamérica (excepto el valle de México),
Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Paraguay, Uruguay y la región porteña de
Argentina). Las articulaciones que se apartan del punto alveolar alternan con la
omisión de la consonante final y su sustitución por nasalización de la vocal que la
precede p[ã´] por pan, balc[õ´] por balcón.
o Pronunciación de la «r» simple:
▪ Fricativa: muy frecuente; relajación de la «r» en todas las
posiciones, especialmente en posición intervocálica
caro
▪ Pronunciación enfática: refuerzo de la «r» simple al final de sílaba
(más de una vibración)
dolor > dolorr, puerco > puerrco
▪ [Hispanoamérica] Articulaciones asibiladas de la vibrante múltiple
y la simple (sonido debilitado que deja de ser vibrante y alveolar; la lengua se
desplaza hacia los incisivos inferiores y puede hallarse más o menos
ensordecida): [ř]opa, t[ř]es, ama[ř] [México (altiplano), Guatemala, Costa Rica,
Colombia (sur), Ecuador, Río de la Plata, Argentina (excepción de Buenos Aires, Santa
Fe y provincias meridionales), Chile, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Perú (sierra)]
▪ [Hispanoamérica] Neutralización extendida de «l» y «r»;
percepción del sonido con características vibrantes y a la vez laterales (islas y zonas
costeras, Puerto Rico, costas de Colombia y Ecuador, Panamá, Cuba, República
Dominicana, costa de Venezuela, costa de Perú, costas de Ecuador y centro de Chile).
Se puede dar como una lateralización de la «r», pronunciada como «l»
(lambdacismo): a[l]te por arte; o como articulación vibrante de «l», pronunciada como
«r» (rotacismo): pie[r] por piel.
▪ 5.2.5. Consonantes palatales
o [Hispanoamérica] Realización africada prepalatal generalizada de la
«ch», adelantándose en algunas regiones el punto de articulación hasta los alveolos.
Caso peculiar de Puerto Rico por el alargamiento de la oclusividad en detrimento de la
fricación
o Pronunciación de la «y» africada o fricativa:
▪ Predominio de la africada en pronunciación fuerte, lenta o
enfática
▪ Predominio de la fricativa en pronunciación familiar, rápida o
descuidada
▪ Variaciones diatópicas: pronunciación en el español de América
▪ El yeísmo como fenómeno general del español
▪ [Hispanoamérica] Žeísmo o rehilamiento de la «y» (sonido
fricativo prepalatal sonoro o sordo tenso y estridente). [Argentina (Buenos Aires,
Córdoba, Corrientes, Litoral, Santa Fe), México (Oaxaca), Perú (costa de Salta a Chala,
Lima) y Uruguay (Montevideo)]
o Pronunciación de la «ll»:
▪ Pronunciación sin yeísmo; similar al sonido de «gl» del italiano
(gli agli)
▪ 5.2.6. Consonantes velares
57
o Pronunciación de la «k»:
▪ Grupo «ct»: [k] sin explosión; en pronunciación conversacional
corriente: fricativización (efecto más suave y blando)
actor > actor
▪ [k] final en palabras de origen extranjero: relajación con
tendencia a una g con cierto grado de ensordecimiento
frac > frak, frag
▪ [k] final en palabras de origen extranjero: pérdida en
pronunciación poco esmerada
coñac > coñá
o Pronunciación de la «g»:
▪ Pronunciación rápida y relajada en posición intervocálica: forma
más abierta, similar a una semiconsonate «wau»
agua > a[w]a
▪ Pronunciación lenta, enérgica o enfática o por contacto con otras
consonantes: forma más cerrada hasta alcanzar la articulación oclusiva
digno
o Pronunciación de los grupos «cc» y «cn»:
▪ «cc» > [gθ]: «g» débil y relajada y asimilación con la [θ]
posterior acción > a[ˠθ]ión
▪ «cc» > [kθ]: en formas fuertes o enfáticas a[kθ]ión
▪ «cc» > [θ]: en habla popular, tendencia a la relajación y
reducción a una sola «c» acción > a[θ]ión
▪ «cn» > [gn]: «g» débil y relajada tecnología > te[ˠn]ología
▪ «cn»> [kn]: en pronuncicación enfática la primera consonante
suena [k] tecnología > te[kn]ología
o Pronunciación de la «j»:
▪ Casos en que va seguida de «a», «o», «u»: pronunciación casi
uvular
rojo, jugar, enrejado...
▪ Casos en que va seguida de «e», «i»: menos interna, contra el
paladar (nunca tan adelantada como en el alemán ich, o la «j» mexicana o chilena
ante vocales anteriores)
regimiento, dirigir
▪ Pronunciación relajada: reducción a una ligera aspiración
li[h]ero
▪ Final de palabra: debilitamiento o desaparición
boj > boʲ, reloj > reló
▪ [Hispanoamérica] La [x] puede realizarse de diferentes formas:
▪ Realización aspirada [h] (Las Antillas, México (menos la
altiplanicie), El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, costa de Ecuador,
Venezuela y Colombia; España: Andalucía y Canarias)
▪ Realización velar, semejante al sonido peninsular [x], pero
más suave (altiplanicie mexicana, Perú, Argentina, Ecuador, Bolivia y Paraguay)
58
• 5.3.1. Reducción del grupo vocálico (de dos o más vocales) a una sola
sílaba
o Vocales iguales inacentuadas en una misma palabra o en palabras
diferentes: pronunciación lenta, esmerada y enfática: separación de las vocales
alcoholismo > alcoolismo
o Vocales iguales, una de ellas tónica, en palabras diferentes:
pronunciación lenta o enfática: separación de las vocales
la alta > la alta
o Vocales iguales, una de ellas tónica, en una misma palabra:
pronunciación esmerada, enfática o ceremoniosa: separación de las vocales
alcohol > alcool
o Vocales diferentes, una de ellas tónica, en diferentes palabras:
pronunciación lenta o enfática sin reducción
Vendrá entre las dos y las tres.
o Grupos con acento, interiores de palabra, con «i», «u» (elementos
secundarios)
▪ Pronunciación lenta y enfática: hiato (baúl)
▪ Pronunciación rápida y familiar: sinéresis (baúl > bául)
▪ Palabras con tendencia al hiato por etimología:
suave, cruel, tiara...
o Grupos acentuados interiores de palabra con vocales abiertas
inacentuadas: elemento débil o secundario «a», «e», «o»:
▪ Permisividad de la reducción en conversación normal si el acento
no tiene un papel principal
el paseo del Prado
o Pronunciación rápida con diptongo de ciertos adverbios
ahora, ahí, aún
o El grupo acentuado «ía»: pronunciación muy rápida y en posición poco
acentuada: tolerancia de la sinéresis
un día cualquiera > un dia cualquiera
o El grupo acentuado «ui»: cierta libertad entre diptongo e hiato
▪ Palabras con alternancia en la pronunciación: doble posibilidad
como diptongo o como hiato (lengua más culta)
ruido, ruído
▪ Palabras con alternancia en la pronunciación con preferencia por
el hiato: doble posibilidad como hiato y como diptongo (conversación rápida y familiar)
ruido, ruina
▪ «u» en casos como huida, huir...: sinalefa con la vocal anterior
la huida > lau.ida
▪ El grupo acentuado «iu»: alternancia entre pronunciación en
diptongo o en hiato (forma más culta)
triunfo, triúnfo
o Casos de modificaciones por analogía: vacilación entre diptongo e hiato
roedor, crueldad, criador...
o Sinalefas fuertes o violentas: evitación en el uso de sinalefa de los
grupos «aei», «eei», «oei» (especialmente con «e» y «o» conjunciones)
o Cambios en el lugar del acento: sobre la vocal más perceptible.
Conversión de las vocales débiles en semivocales
periodo, cardiaco, maniaco...
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5.4. Fonosintaxis
• 5.4.1. El sirrema
o En pronunciación enfática del elemento átono: disolución del sirrema,
pausa y pronunciación por separado
es elamigo > es el amigo
▪ 5.4.2. Concurrencia de sonidos homólogos
o En pronunciación lenta o enfática: disolución del sirrema, pausa y
pronunciación por separado
MIhijo > mi hijo, sussituaciones > sus situaciones
Ejemplo: Se ha dado un arco de 40º; Sea dado un arco de 40º. Aunque en la teoría, los
tiempos compuestos conservan los dos acentos, cuando aparece precedido de “se”, se agrupa
con esa palabra anterior y se puede confundir con el subjuntivo.
Cómo las personas, incluso nativas sin alfabetizar, segmentan mal la cadena sonora,
según una teoría. Otra teoría sostiene que aprendemos el género de las palabras con el
determinante que la acompaña. El hablante va tomando conciencia de cómo es la estructura
silábica del español.
La sílaba en español: ataque, núcleo y coda. La coda son las coronales (/r, s, l, n, d,z t
x/) + /j/. Si encontramos palabras acabadas en otra consonante, estamos ante un préstamo, que
puede estar integrado desde épocas pasadas y no se tenga conciencia de ello. El ataque puede
empezar también por tl (en español no se pronuncia tautosilábicamente), pero no por /dl/.
Se pueden trabajar los pares, pero son casos muy reducidos en español. Por ejemplo:
sabana y sábana. Se trabaja a nivel léxico la función distintiva del acento, además de la
contrastiva (átona y tónica).
Resilabeo y resilabificación.
VS.
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Grupo acentual o sirrema: la agrupación de las sílabas átonas en torno a una
tónica.Quilis: una sílaba átona y las de su entorno que se apoyan… Ejemplo de la Ortografía:
página 190. Un grupo fónico según Quilis es la “secuencia de sonidos comprendida en el
discurso entre las pausas sucesivas”. Ejemplo: “La casa de mi hermana”. En este grupo fónico
tenemos diferentes acentos: las átonas se agrupan en torno a las tónicas. Para ello, es bueno
trabajar el concepto de sintagma. Un grupo fónico se divide en grupos acentuales: (la casa) (de
mi hermano).
Ejemplo: Qué desea comer /quédese a comer. La agrupación va a ser distinta en función
de qué quiere decir el hablante. Si quiere decir lo primero, marcará el acento en el verbo de.
sE.a. Tres grupos acentuales en lugar de dos.
Los grupos fónicos pueden estar representados por más de una palabra léxica: la casa de
mi hermana. Distintos grupos acentuales. “Ellos comerán el pescado por la noche”: 7 palabras y
4 grupos acentuales.
Ley de las tres ventanas a efecto de donde recae el acento fónico. Cuéntaselo: solo son
esdrújulas estas palabras con pronombres clíticos.
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“Características principales del grupo fónico”.
La lectura del capítulo de la Ortografía nos permite conocer las diferencias entre la
prosodia y los efectos ortográficos.
Características del acento: ya desde el nivel A1.A2 el estudiante debe conocer que hay
variación en lo que respecta al acento. Distinta consideración del acento prosódico en función
de las variedades del español. Cada una de las palabras ofrecidas en el plan curricular tienen
acento prosódico. Hay palabras con doble posibilidad de acentuación por convivencia de una
pronunciación cultista y patrimonial, que tiene que ver con la articulación distinta del latín.
También puede haber una doble posibilidad por la adaptación de los préstamos. Esa doble
pronunciación va a reflejarse en la escritura, habiendo dos posibilidades de escritura: reúna /
reuma; periodo / período.
Pausas virtuales: no correspondencia con comas. “No estaba de acuerdo y, por tanto, le
dijo que no”. La pausa se hace antes de la conjunción, lo que lleva a los nativos a poner la coma
antes, pero esto es incorrecto.
“Fácil, fácil, no es, pero se puede hacer”. En la pronunciación los dos “fácil” aparecen
juntos.
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ortografía (escritura) reforzará el error de pronunciación (oral)? ¿Hay correspondencia entre
ortografía y pronunciación? ¿Qué te sugiere: fónico > léxico > morfosintáctico > pragmático?
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