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TEORÍA DE LA VANGUARDIA

Peter Bürger
Peter Bürger en su ensayo de “Teoría de la Vanguardia” (1974) da inicio a la tarea de generar un concepto que
defina a las obras de arte de vanguardia y que influya su función principal: el ataque a la institución del arte. En un
contexto histórico, marcado por el establecimiento y despliegue de una economía liberal, cuya tarea principal sería
la de subsumir toda arista de la realidad a la producción, para su posterior consumo.
Así, la vanguardia surge como: “expresión de angustia ante una técnica y una estructura social que restringen
gravemente las posibilidades de acción de los individuos” (Bürger, pp. 135).
Para Bürger, la vanguardia histórica está compuesta por: constructivismo ruso, dadaísmo y primer surrealismo,
movimientos que pretendían romper con la autonomía burguesa del arte.

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El concepto general de obra de arte, según Bürger, se
compone de generalidades y particularidades. De esta
definición, se desprenden las nociones de obra orgánica
e inorgánica.
En la obra orgánica, generalidad y particularidad, se
dan sin mediación, siendo totalidades absolutas de
significado. En esta categoría, el material de la obra es
algo vivo, “portador de significado”, alojado en la
totalidad de las significaciones que representa.

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En oposición a la obra orgánica, se presenta la obra
inorgánica o de vanguardia, para ésta, tanto el material
de trabajo, como la idea del mismo, son momentos
aislados. Según Bürger, la obra de vanguardia es
inorgánica porque: “no niega la unidad general (aunque
incluso esto intentaron los dadaístas) sino un
determinado tipo de unidad, la conexión entre la parte y el
todo” (Bürger, pp. 112). De este modo, la función del
artista vanguardista será erradicar de su hacer creativo,
los tradicionales materiales de trabajo, mediante el uso de
nuevas herramientas de creación, por ejemplo, utensilios
de uso doméstico e industrial. Aunque también tomará, de
los tradicionales materiales de trabajo, sus notas más
esenciales: color, texturas, líneas, puntos, etc., dejados
de lado por causa del servilismo que rendían a la
“totalidad” de la obra. 4
Asimismo, la obra de arte de vanguardia busca su separación de la institución
arte, que aloja en su seno al arte orgánico. Para Bürger, la obra de arte de
vanguardia: “violenta un sistema de representación que se basa en la
reproducción de la realidad” (Bürger, pp. 140).

Tal situación es efectuada mediante la presentación


de fragmentos de la realidad, que sugieren
discontinuidad e independencia. Desde esta
perspectiva, la obra encuentra su significante en lo
manifiesto de la obra misma
Sin los referentes tradicionales, la obra rompe la
cotidianeidad del hombre, generando una crisis de
sentido, y con esto, la necesidad de su
interpretación, para poder integrar la obra a la
vida. Este movimiento de integración, es efectuado
por el receptor de la obra, mediante la asimilación
del “principio constructivo” que sustenta el cuerpo
de la obra. Para efectuar una comprensión de la
obra de vanguardia, que deje a un lado las
tradicionales interpretaciones de la hermenéutica y
de los métodos formales, Bürger introduce el
término “hermenéutica crítica”. Bajo este concepto, 5
la obra debe ser analizada a través de las
contradicciones, que sus componentes proponen,
para determinar su sentido general.
Finalmente, para Bürger, la vanguardia tendría un punto
de término, marcado por el surgimiento de la
neovanguardia, representada principalmente por el
minimalismo y el pop.

Ésta sería un mero remedo de la vanguardia, y su principal


agente destructivo, puesto que al parodiarla, sólo afirmaría
la institución del arte, ejecutando nuevamente la tan
repudiada autonomización del mismo. Señala Bürger: “el
arte se halla desde hace tiempo en una fase
posvanguardista.
Ésta se caracteriza por la restauración de la categoría de la
obra y por la aplicación con fines artísticos de los
procedimientos que la vanguardia ideó con intención
antiartística” (Bürger, pp. 113). Al reintegrarse el arte a la
institución, después de su ruptura vanguardista, se asiste a
una nueva separación entre arte y praxis vital. Bürger es
enfático al referirse a la vanguardia histórica, cuya aparición
fugaz y de shock, finalmente fracasó, frente a su
autonomización por parte de la neovanguardia, que
convierte finalmente a las obras vanguardistas en íconos de
la historia de arte.
Bürger, Peter. “Teoría de la Vanguardia”.
Barcelona: Ediciones Península, 1997.

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