Está en la página 1de 4

Prácticas y Ritos en torno a la Muerte

[Sesión I]

Representaciones sobre la muerte en


La Epoca prehispánica.

Sabemos que en las sociedades prehispánicas, especialmente


entre los Mexicas había una concepción del Universo, esa
concepción del Universo se basaba en considerar que había tres
niveles, es decir un nivel celeste hacía arriba en los cielos, que ellos
consideraban que eran 13, en la parte más alta de esos 13 cielos
se encontraba el Omeyocán, el lugar de la dualidad; después en la
parte intermedia se encontraba la Tierra, o sea la tierra donde
habitaba el hombre, los animales, las plantas, había montañas,
lagos, etc., todo esto que el hombre veía y habitaba, y hacia debajo
de la Tierra se encontraba el Inframundo, es decir el lugar de los
muertos; ésta concepción en tres niveles era muy importante
porque se complementaba con el sentido horizontal con los 4
rumbos del Universo, los cuales se constituían el del Norte en tener
como glifo el cuchillo de sacrificios, era un rumbo frío, se
caracterizaba por una ave específica a veces podría ser amarilla o
negra, y por un dios que era Tezcatlipoca negro; el sur en
Contraposición se consideraba que en lugar de ser un rumbo árido como lo era el norte, al contrario,
era un lugar cálido en que había verdor, crecían las plantas, etc., y se le caracterizaba entre los
Mexicas con el color azul; luego tenemos los otros dos rumbos, el Este y el Oeste, el rumbo Este es
el lugar por donde sale el sol, entonces se le caracterizaba con el color rojo, que al salir era
Huitzilopochtli que avanzaba por esa parte del firmamento, y el lado Poniente se identificaba con el
color blanco y con Quetzalcóatl como deidad, también este rumbo del Universo era el rumbo
femenino en tanto que el Oriente era el rumbo masculino del Universo, por lo tanto esta composición
consideraba esos lugares para las gentes que morían. Cuando morían se consideraba que se
podían ir a 4 lugares. Cuando el sol salía por el Oriente, el dios guerrero Huitzilopochtli iba
acompañado de los guerreros que habían sido muertos en combate o tomados prisioneros y
sacrificados a los dioses, ellos acompañaban a Huitzilopochtli hasta al medio día, en el medio día
iba a ocurrir un cambio, a esa hora dejaban de acompañarlo los guerreros y entonces quienes
acompañaban al sol eran las mujeres muertas en el primer parto, estas mujeres se les consideraba
mujeres valientes y mujeres diosas, pues se consideraba que el parto era un combate, era una
guerra, entonces si la mujer moría en el trance de dar a luz había muerto en un combate, igual que
cualquier otro guerrero varón, entonces a ellas se les destinaba ir y acompañar al sol desde el
mediodía hasta el atardecer, su glifo era casa, así como en el lado Oriente se identificaba con el
color rojo. También tenemos otro lugar a donde se podía ir y era el Tlalocan, el cual era el lugar en
donde habitaba el dios Tláloc, el dios del agua y de la lluvia, en compañía de sus ayudantes, los
Prácticas y Ritos en torno a la Muerte

Tlaloquis, en ese lugar iban aquellos que morían en relación al agua, es decir
ahogados o por enfermedades asociadas al agua, a la humedad y demás; se le
describe como un lugar que era de constante verano, es decir que siempre
estaba floreciente, siempre había verdor y eran en cierta forma un lugar de
delicias, pero había un tercer lugar; lo que destinaba al individuo a ir a esos dos
lugares era o morir en guerra o sacrificio o morir en relación al agua, o sea que
la forma en que se morían, era lo que destinaba el lugar al que iban a ir; el tercer
lugar era el Mictlán, ahí era a donde iban todos aquellos que no morían en
asociación a la guerra ni al agua, sino de otras maneras, y para llegar al Mictlán
se tenía que atravesar una serie de peligros, de acechanzas, eran 9 peligros
para llegar al noveno lugar en donde estaba el Mictlán, ahí estaban dos
deidades, una pareja masculino y femenino que eran Mictlantecuhtli y
Mictecacíhuatl, estos dioses se les mostraba descarnados o semidescarnados.
Pero había un cuarto lugar, que era el dedicado a los niños que morían en la
niñez, al nacer, etc., estos niños iban a ese lugar que era un sitio muy interesante,
porque había ahí un árbol nodriza, sus hojas manaban leche, ahí los niños se
alimentaban con esa leche esperando el momento en que los dioses designaran
que fueran una vez más a un vientre materno.

Fueron múltiples las imágenes que nos han llegado acerca de la Muerte o en
relación a ella, tenemos pues una enorme producción funeraria que va desde
edificios, tumbas, cerámicas, códices, muchos otros materiales, y la
representación del Señor del Inframundo Mictlantecuhtli.
En el Códice Laud podemos ver a una madre con el niño pintado de rojo, pero
enfrente vemos inmediatamente la figura de la muerte, la figura de un personaje
semidescarnado, ya que el cuerpo tiene piel, pero el rostro está totalmente
descarnado, tiene un cuchillo en su mano derecha y esto de cierta manera está
indicando que al momento en que el niño va a nacer o ya ha nacido o inclusive
dentro del vientre materno corre peligros, hay peligro de que pueda morir el feto
o el niño ya nacido, entonces pues la Muerte está ahí presente, acechante; en el
mismo códice vemos otra imagen, hay un personaje pintado de rojo que ocupa
el centro, tiene su cabeza descarnada, sus piernas y brazos y todo su cuerpo
está en rojo, pero también hay otras figuras, por ejemplo arriba de la cabeza de
ese personaje rojo hay una serpiente que está viendo hacia arriba, está lamina
nos está indicando las distintas entidades anímicas que según los Mexicas
habitaban en el hombre, estas entidades anímicas se desprendían al momento
de la muerte. Al contrario, frente al rostro descarnado de color rojo surge un
elemento también gris con blanco, esa es la entidad que se ubica en el corazón,
es la entidad que puede viajar a diferentes lugares según la forma en que murió
el individuo; hay también una tercera entidad frente al personaje rojo que surge
una serpiente de color rojo también frente a él que representa el hígado, donde
se lleva a cabo toda una serie de aspectos que caracterizan al hombre, la bilis,
etc., y también hay hacia el lado izquierdo un esqueleto y que remata en un
cráneo blanco, esto también está indicando en lo que se va a convertir el hombre
Prácticas y Ritos en torno a la Muerte

finalmente; esto pues es muy importante porque nos habla de cómo el cuerpo
humano en él residen estas entidades anímicas.
Otra representación es la máscara de Tlatilco, la cual está hecha en barro, es
muy antigua, tiene 3 000 años de antigüedad, y es una mascarita de no más de
12 centímetros aproximadamente, algo muy particular e importante en esta
pieza, es que está dividida a la mitad, aquí empezamos a ver como se mezclan
los conceptos prehispánicos y se plasman en este caso en la cerámica, vemos
un lado con vida en donde se puede ver la ceja, el ojo, el labio, en cambio de la
mitad en la otra parte se ve ya descarnado, se ve la cuenca del ojo vacía, se ve
el hueso malar entre el ojo y los dientes, está representando ya a la muerte, esto
significa precisamente el concepto dual de vida y muerte, es decir por un lado
vemos la vida, el otro vemos la muerte.
En la lápida de Izapa en Chiapas, lo que vemos un esqueleto que está sentado
y parece traer una máscara sobre el rostro, entre las costillas surge una banda
que da una vuelta y sube, y lo que hay arriba es un personaje, un niño que está
recién nacido, es decir, se trata del cordón umbilical que surge de la matriz del
esqueleto, esta concepción de que de la muerte surge vida, es decir como de la
temporada de muerte, de falta de agua, de perderse las hojas, de caerse, va a
venir la vida.
En la tumba de Palenque, nos muestra el sarcófago labrado en piedra, y se
puede observar en el interior los restos óseos del personaje allí enterrado, a la
derecha podemos observar una lápida con sogas que es la que tapaba esta parte
de la tumba, el personaje allí enterrado estaba acompañado de piezas de jade,
ellas una máscara que seguramente estaba sobre el rostro. En la lápida se
representan los tres niveles del Universo del pueblo Maya.
En Monte Albán el concepto de la muerte va a tener características similares, es
decir, el cuerpo se acompaña con ofrendas igual que en los mayas, en la Tumba
104 se recurre a otro elemento de la plástica que es la pintura, aquí esta pintura
está decorando el interior de una de las tumbas zapotecas de Monte Albán, los
pigmentos son de origen mineral, hay representaciones muy ricas que nos dicen
de los rituales mortuorios, los nichos también son otra característica de las
tumbas oaxaqueñas, en donde se encuentran vasijas para colocar piezas, el
esqueleto se encuentra rodeado de platos, de ollas, en fin, de elementos que
seguramente tenían y contenían quizás agua, semillas, etc., para acompañar al
individuo muerto. Hacia el año 1000 de nuestra Era, van a ver una serie de
cambios, por motivos diversos llegan los Mixtecas, quienes van a aportar una
serie de características muy importantes. En Veracruz se ha encontrado en el
sitio de El Zapotal, una figura sentada del Señor del Inframundo, esta figura tiene
más de 1 metro de alto, el rostro tiene orejeras a su lado, además de un gran
tocado sobre la cabeza descarnada de la deidad, el dios porta un enorme
taparrabo, pero esa deidad no apareció sola, sino que a su alrededor se
encontraron una serie de figuras en barro al igual que la escultura de la deidad,
eran figuras femeninas de las mujeres que acompañaban al sol hacia el
Occidente para entrar al Inframundo donde reinaba esta deidad. En la región del
Prácticas y Ritos en torno a la Muerte

Occidente de México florecieron varias culturas en lo que son los actuales


estados de Guerrero, Michoacán, Jalisco, Nayarit y Colima, una característica
muy interesante son las tumbas de tiro, o sea son tumbas en las cuales se abría
una especie de tubo, una entrada que bajaba en el tepetate y abajo se labraba
la cámara mortuoria, en esa tumba se pueden observar dos personajes muertos,
uno de ellos masculino de mayor tamaño, el otro femenino, hay una gran
cantidad de materiales, de objetos que los rodean, platos, collares, los caracoles,
los cuales tenían un símbolo de fertilidad, o sea que el caracol es un elemento
que tiene vida en su interior y que habita en el agua, todas sus características
son de un medio acuífero como lo es la matriz de la mujer cuando se va a tener
a un niño, en esa tumba hay una rica ofrenda que acompaña a estos personajes.
La cultura Mexica se va a desarrollar aproximadamente en el año 1325 y 1521,
en esa cultura podemos apreciar el culto que había a la muerte, a los muertos
en diversas figuras, por ejemplo vemos la figura de Coatlicue, en la que podemos
apreciar la cabeza, la cual está conformada por dos chorros de sangre en forma
de serpiente, de cabezas de serpiente que salen del cuello cercenado de la
figura, en el pecho trae un collar, el cual está formado por manos mutiladas y
corazones y el colgante principal es una calavera, después más abajo se ven las
serpientes entrelazadas que forman la falda de la deidad, Coatlicue quiere decir
“la de la falda de serpientes”; hasta abajo están dos grandes garras se trata
según los estudios que se han realizado, de patas de águila, esta figura
monumental se encontraba en la parte alta del Templo Mayor en la ciudad de
Tenochtitlán. La figura de Tlaltecuhtli, tiene 4 metros por lado, esta pieza tiene
los brazos levantados que rematan en unas garras y el rostro tiene una cabellera
muy revuelta pintada en rojo, el cuerpo está pintado en amarillo, tiene adornos
en las orejas, la boca es extremadamente grande para el rostro en general, tiene
las piernas abiertas en lo que es una posición de parto, porque la función de esta
diosa era comerse los cadáveres de los individuos muertos y también al Sol.
Coyolxauhqui también aparece decapitada, en el cuello la cabeza está separada,
brazos y piernas están cercenados, en este mito, ella la deidad de La Luna va a
enfrentarse a Huitzilopochtli, ambos hijos de Coatlicue. Coyolxauhqui y sus
hermanas las estrellas al enterarse que su madre estaba embarazada deciden
matarla, pero Huitzilopochtli nace y decide combatir a sus hermanas y las
decapita.

Estas representaciones artístico-mitológicas tienen una relación con su manera


de pensamiento, con su forma de observar el Universo

También podría gustarte