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RESUMEN
Otro autor que define a la sucesión es Planiol y lo hace de la siguiente manera: “.Es
la transmisión del patrimonio entero de un difunto a una o varias personas vivas”.
Esta definición ya empieza a dejarnos ver que la sucesión no es únicamente una
transmisión de bienes - como decía Cicerón - sino que igualmente se pueden
transmitir derechos y obligaciones.
Continúa el maestro De Ibarrola diciendo que hay que hacer notar que “.Existen
sucesiones inter vivos - lo cual no será tratado en esta tesis por exceder su campo
- en Derecho, por ejemplo, el comprador sucede al vendedor, el donatario al
donante. Pero allí no se verifica la sucesión más que en determinado bien, y no per
universitatem como en la sucesión mortis causa. El heredero no sucede solamente
en el dominio de cosas singulares, sino en todo el patrimonio del difunto, y todo lo
que en él hay se transfiere al heredero. El hombre muere, pero el patrimonio es
inmortal: perdura en la familia, en los descendientes.
El derecho sucesorio debe tomar en cuenta el fin que persigue la propiedad privada
en los intereses de la familia a la cual, en parte, están dedicados los bienes de los
padres y el derecho de disposición exclusiva para el caso de muerte que tiene el
propietario sobre sus bienes, sin el cual, la propiedad se convertiría en un simple
derecho de usufructo vitalicio. Es precisamente esta postura la que intentaremos
rebatir.
La finalidad del derecho sucesorio es regular y proteger las relaciones que existen
entre el sucesor y sus familiares, así como la protección de la libre disposición de
sus bienes y la protección de los terceros con quienes hay relaciones económicas
pendientes. Nosotros pensamos que debe existir un punto medio entre estos
objetivos, cuidando siempre que no se favorezca alguno a tal grado de menoscabar
el otro. Es por ello que estamos a favor de que las personas puedan disponer
libremente de sus bienes, pero sin que ello implique la desprotección de los
intereses familiares y las obligaciones que impone la propia naturaleza y razón
humanas.
Definición particular:
Todos los derechos reales, con excepción de aquellos que deban cesar con la
muerte de su titular, es decir, el usufructo, el uso y la habitación.
Todas las relaciones nacidas del derecho de crédito, tanto de su lado activo, como
de su lado pasivo.
Las cuotas o primas que el de cujus hubiere acumulado que deban ser entregadas
a sus beneficiarios.
Desde nuestro muy particular punto de vista, estos dos derechos - los de la familia
y los de propiedad - no deben estar y de hecho no están el uno en contra del otro:
son perfectamente complementarios. Esta complementariedad puede lograrse a
través de un sistema de legítimas ordenado, donde se salvaguarden tanto los
derechos familiares, como la facultad que tiene el testador de disponer mortis
causa libremente de sus bienes. De hecho, en muchas ocasiones el testador
voluntariamente querrá heredar su patrimonio a sus propios descendientes o
ascendientes, en cuyo caso, no habría ningún conflicto, ya que éstos tendrían tanto
la parte que les corresponde por ley, su "porción legítima”, como la parte que
voluntariamente el testador desea heredarles, es decir, un sistema un tanto similar
al español, donde a esta situación se le conoce como "legítima mejora”. Pero,
donde el "Sistema Ordenado de Legítimas” que se propondrá más adelante en esta
tesis realmente protegería los intereses familiares, sería en los casos en donde una
persona totalmente desobligada, que nunca se ha preocupado por el bienestar y
desarrollo de sus descendientes o el cuidado de sus ascendientes -y
desgraciadamente sí existen este tipo de casos - quisiera heredar sus bienes a una
persona extraña a su familia, ya que, en este caso, de cualquier forma quedarían
salvaguardados los derechos familiares, que, pensamos, no se garantizan
debidamente con una pensión alimentaria, toda vez que las necesidades van
mucho más allá, por lo cual deben tener derecho a una porción de la herencia por
ley, en especial, aquéllos que aún no puedan subvenir a sus necesidades básicas
de desarrollo integral.
El legislador, al regular esta materia, tiene que respetar ciertos principios básicos.
Dice el maestro De Ibarrola que toda ley positiva debe respetar unos principios que
se basan en la necesidad indiscutible de establecer cierto derecho de herencia,
como estímulo para que el hombre use de los bienes temporales de la manera más
provechosa para sí mismo y para el bien comUn.
Debemos, desde ahora, dejar muy claro que nuestra intención, no es que la
sucesión legítima prevalezca sobre la testamentaria, ya que el testamento es un
acto jurídico de enorme importancia, sino que, debemos hacer conciencia en el
hombre acerca de la también enorme importancia que tiene el que, al momento de
disponer de sus bienes mortis causa, no se olvide de las grandes obligaciones que
tiene para con sus ascendientes y descendientes, los primeros, porque fueron
quienes le dieron la posibilidad de un desarrollo y bienestar integral - en la medida
de sus posibilidades - , y los segundos, porque, al traerlos a la vida, se asume la
responsabilidad de brindarles los elementos necesarios para su desarrollo integral,
sobre todo cuando son menores de edad y aún no pueden subvenir a sus
necesidades más básicas o incapaces. No se exige ni se pretende exigir que todos
los bienes de la herencia sean para éstos, ya que, como hemos dicho, la libertad
para testar y asegurarse que sus bienes y derechos perduren aun después de su
muerte, es una de las prerrogativas más preciadas del hombre, sino simplemente
que puedan tener la tranquilidad de contar con cierta parte de la herencia para
cubrir las mencionadas necesidades y no quedar desamparados ante el eventual
fallecimiento del autor de la herencia.
Autonomía de la voluntad
La libertad para testar está debidamente regulada por normas que la encausan
dentro del orden existente.
Estas normas protegen a los sucesores con la finalidad de que las disposiciones
hechas por el testador no menoscaben su libertad. Es por ello que la ley prohíbe
ciertas disposiciones, por ejemplo, las sustituciones de sucesores que van más allá
de una generación, ciertas prohibiciones de enajenar bienes, impuestas a los
sucesores, disposiciones fideicomisarias, condiciones imposibles o ilícitas, la
institución de heredero temporal o a plazo, la prohibición de tomar o dejar de tomar
estado, entre otros.
■ Los tutores y curadores del menor no pueden ser sus herederos, a no ser
que hayan sido instituidos antes del cargo, o después de la mayor edad de aquél,
estando ya aprobadas las cuentas de la tutela.
Resulta relevante mencionar que los tutores y curadores del mayor de edad
incapaz tampoco pueden ser sus herederos, a no ser que hayan sido instituidos
después de estar aprobadas las cuentas de la tutela.
Es importante señalar que, en términos del código civil local, no pueden ser
testigos de un testamento, las siguientes personas:
Desde nuestro punto de vista, el haber sido director espiritual, aplica a cualquier
ministro de culto que hubiere ejercido esta función durante la vida del testador, y
no simplemente tiempo antes de su muerte, ya que en ambos casos puede tener
influencia contraria a la libertad del testador.
Antes de entrar de lleno a delimitar cuáles son las ventajas y desventajas de los
dos sistemas que hemos venido estudiando, conviene hacer notar, como lo hace
el maestro Arce y Cervantes en la publicación de un artículo titulado “La libre
testamentificación en el Código Civil y sus antecedentes históricos’, que en la
formación del patrimonio del autor de la sucesión intervienen distintas fuerzas o
elementos que convergen alrededor de la persona, como son:
Sus desventajas
Una vez analizado lo anterior, encontramos que en los sistemas jurídicos que
establecen la libertad absoluta de testar y desconocen la institución de las
legítimas, se han alzado voces críticas que destacan el papel de la defensa de la
familia que está llamada a cumplir la reserva por parte de la ley de una parte del
patrimonio del causante a favor de sus familiares más próximos, en particular de
sus hijos.'" La familia es la célula biológica y social de la humanidad, desde
siempre y para siempre. Es en el ámbito de la familia donde la exigencia de
subvenir las necesidades de nuestro prójimo adquiere un relieve mayor, que
autoriza a reclamar imperiosamente la intervención de la ley. El legislador
establece el núcleo familiar como la primera relación social en que se manifiesta la
obligación de socorro y asistencia. La obligación de no descuidar ni desproteger a
los familiares más cercanos aparece en el ámbito del derecho, por el núcleo
familiar, como manifestación de la aequitas, de la pietas, de la naturalis ratio, de la
caritas sanguinis, de la solidaridad, en suma, que liga a aquellos que tienen en
común el nombre, la sangre y los afectos.
fundándose en el derecho a la vida que tiene toda persona, así como en esa razón
suprema que es el principio de solidaridad entre los seres humanos, ya que el
individuo tiene derecho a la existencia y al desarrollo de la misma según sus
posibilidades, por lo mismo, la obligación de otras personas de proporcionar lo
necesario para que la existencia de los menos capacitados no se menoscabe, ya
que, de otro modo, daría como resultado que la vida humana se extinguiera,
deviene un deber social, porque no es de la voluntad de la que depende, sino que
se impone a todos como una condición indispensable para que la vida progrese y,
en consecuencia, el progreso sea concomitante a toda la humanidad. Es por ello
que, el concepto de "alimentos”, de la manera en que está regulado actualmente
en nuestra legislación, nos parece insuficiente para cubrir todas las necesidades
vitales del ser humano.
Se han dado casos en la ley en los cuales la determinación legal excluye total o al
menos parcialmente, la decisión de los individuos para decidir quién o quiénes
habrán de sucederle en la propiedad de sus bienes. Esto no quiere decir que no
existan sucesores, pero no son designados por el autor de la herencia, sino que es
la ley quien hace esta designación, la cual es respecto de las personas a quienes
debe proveer a sus necesidades en vida, o inclusive a pesar de ya no tenerlas, se
trate de personas de la mayor cercanía del causante, como pueden ser los
descendientes, los ascendientes o el o la cónyuge.
Hijo postumo
Hijo pretendo
El testamento inoficioso
El domicilio
Todos los habitantes del Distrito Federal de cualquier edad que sean, tienen
capacidad para heredar, y no pueden ser privados de ella de un modo absoluto;
pero con relación a ciertas personas y a determinados bienes, pueden perderla
por alguna de las causas siguientes:
I. Falta de personalidad;
II. Delito;
V. Utilidad pública;
Por otra parte, y con fundamento en el artículo 13 fracción I del CCF, cualquier
testamento otorgado en el extranjero, ya sea por mexicano o por extranjeros,
conforme a su Derecho, deberá ser reconocido.
Desde que se inicia el procedimiento hasta que termina, todos los pasos
procesales están determinados como en cadena de modo que cuando se da uno,
le sigue otro forzoso y, si dependen de la voluntad de alguno, hay otro previsto
para ese caso.
El fin del Derecho es ordenar las relaciones sociales conforme a la justicia y ésta
consiste en dar a cada uno lo que es suyo. Las normas jurídicas referentes a la
herencia tendrán por objeto dar "lo suyo" a cada quien en esta coyuntura del
fallecimiento de una persona. Ahora bien, "decimos que es de alguien lo que al
mismo está ordenado".
a) El derecho de disposición sobre sus bienes por causa de muerte que tenía el de
cujus y, por consiguiente su facultad de disponer, en vida, la distribución de su
patrimonio para el caso de su muerte;
b) Las obligaciones que tenía el mismo con respecto a su cónyuge y a sus hijos y
demás parientes cercanos y, por consiguiente, reconocer cierta vocación natural
que tienen éstos a participar del patrimonio del fallecido, y
c) Los derechos que tiene el Estado sobre el mismo patrimonio en virtud de que ha
establecido y mantenido un orden jurídico que hizo posible al día.
Sucesión legítima
Sucesión Testada
Lo normal es que un ordenamiento jurídico dé importancia a la voluntad del
fallecido, mayor o menor según qué casos, y que el Derecho de sucesiones esté
formado por normas dispositivas en mayor número que imperativas.
Sucesión Intestada
Por ello, en el caso de la sucesión intestada los herederos son establecidos por la
ley (herederos legales). La solución final adoptada difiere en cada sistema jurídico,
aunque suele basarse en relaciones de consanguinidad y afinidad y suele incluir
por este orden, a descendientes, ascendientes, cónyuge, colaterales y El Estado
en último lugar.
Desheredación
A diferencia del Código Civil Español, el Código Civil para el Distrito Federal no
contempla la figura jurídica de la desheredación, sin embargo, en el artículo 1316,
se enumeran las causales de incapacidad para heredar por testamento o
intestado, regulación que nos parece correcta.
Las Siete Partidas concedieron igual cuota a los hijos legítimos por subsecuente
matrimonio. Los hijos naturales y los espurios son herederos forzosos de la madre,
a falta de hijos legítimos. Para los ascendientes, fijan una cuota de un tercio del
caudal hereditario, que luego se aumentó a dos tercios en las Leyes del Toro.
La calidad de heredero - como dice Escriche - no puede tener otro origen que la
voluntad del hombre o la disposición de la ley; de ahí proviene la distinción de
herederos en testamentarios y legítimos o ab-intestato. A su vez, los herederos
testamentarios se subdividen en forzosos o necesarios y voluntarios o extraños.
Son herederos forzosos aquellos que no pueden ser excluidos de la herencia por
el testador sin causa legal, o aquellos a quienes el testador tiene obligación
indeclinable, impuesta por la ley, de instituirlos como sucesores de determinada
porción de sus bienes. Éstos son los ascendientes y descendientes del testador,
sin limitación de grados. A esa porción de bienes se le llama "legítima”, por estar
determinada por la ley.
Por otra parte, consideramos conveniente aclarar que estamos de acuerdo con las
llamadas "indignidades” o causas de desheredación. No obstante, debemos tener
presente que no en todos los casos se configuran estas causas. Para ejemplificar
lo anterior, una tesis aislada del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Primer Circuito establece que la incapacidad para heredar por acusación de delito
que merezca pena capital o de prisión en contra del autor de la herencia, debe ser
en vida de éste, de otra manera no tendría razón de ser tal indignidad
Antes de finalizar, queremos recalcar la gran importancia que tiene la familia para
esta materia. La familia es considerada como el núcleo primario y fundamental,
cuya función consiste en proveer a la satisfacción de las necesidades básicas del
hombre, y sobre todo de los hijos, quienes por su carácter dependiente, deben
encontrar plena respuesta a sus carencias físicas, psíquicas y económico-
sociales, como requisito para lograr un óptimo resultado en su proceso de
crecimiento y desarrollo.