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Introducción.
La figura del albacea, en nuestro código civil indica que puede ser una persona
natural y/o jurídica que estén autorizadas por ley, estos pueden ser nombrados vía
testamento y/o judicial. También nuestra legislación expresa que este cargo es
indelegable, no puede trasmitirse este cargo a otra persona, pero si pueden
realizar estas funciones en representación del albacea, asumiendo la
responsabilidad sobre los actos que realice el representante. También indica que
el albacea tiene una remuneración siempre que el testador lo haya indicado en el
testamento y también puede imponer una remuneración el juez que nombra aun
albacea dativo. También nos dice que puede haber una pluralidad de albaceas y
que estos también serán responsables solidarios. La norma también nos indica
que personas no pueden ejercer el cargo de albaceas (los que incurran en
causales de indignidad y desheredación). Indica que las personas que se
nombradas como albaceas pueden excusarse de aceptar el cargo, pero una vez
aceptada no podrán renunciar solo por causa justa o a juicio del juez.
El albacea así como cualquier cargo tendrá obligaciones que tendrá que cumplir
proteger los bienes hereditarios, comunicar a los herederos al juez de los actos
que realiza sobre los bienes hereditarios, administrar los bienes y cumplir los
encargos especiales dejados por el testador.
Definición.
Mucho se ha discutido en la doctrina la naturaleza jurídica del albacea (vgr., si es
o no mandatario, etcétera).
Lo cierto es que es un cargo intuitu personae, es decir, presupone tanto una
relación de confianza con el testador o los herederos, como una gestión de
intereses que no necesariamente son propios. De estas dos ideas básicas el
legislador establece la capacidad para ser albacea: que esté en una situación que
permita desempeñar el cargo con probidad y objetividad (no pueden ser albaceas
quienes hayan sido condenados por delitos contra la propiedad, artículo 1680,
fracción III, del Código Civil). Lo anterior también deriva en que el cargo se
determine por el interés mayoritario y no por el número de personas interesadas
(artículos 1682 y 1683 del Código Civil).
El albacea es la persona nombrada por el autor de la herencia cotí objeto o fin de
ejecutar y hacer cumplir su voluntad en los términos de su testamento. Será el
encargado de custodiar los bienes del haber hereditario y hacer la distribución de
los mismos entre los herederos y/o legatarios, conforme a la voluntad del testador.
El origen de esta institución se encuentra en el derecho germánico y en el derecho
canónico en donde se le consideraba como una institución que favorecía el
cumplimiento de obras y mandas piadosas. Este ejecutor testamentario ha
recibido varias denominaciones como mansesor en Castilla, marmessor en
Cataluña, o cabezalero en el Fuero Real.
El albacea tendrá que aceptar su cargo en la sucesión, por lo que podemos
afirmar que se trata de un cargo voluntario, y habiéndolo aceptado se constituye
en la obligación de desempeñarlo.
Está obligado a dar cuenta de su encargo a los herederos, por lo que hace al
cumplimiento de las obligaciones encomendadas por el testador
Es designada por el testador, los herederos, o en última instancia un juez,
encargada de llevar a cabo tareas como la presentación del testamento, el
aseguramiento y administración de los bienes de la herencia, la formación de
inventario y la partición y adjudicación de bienes, entre otras.
Clases de Albaceas
Existen diferentes clases de albaceas que intervendrán como ejecutores del
testamento del de cujus:
4, Por su número
a) Albacea único: hay sólo una persona nombrada para el cargo de
albacea en la sucesión a la que se le llama. El heredero que fuere único
será albacea si no se hubiere nombrado otro en el testamento. Si es
incapaz, su tutor ejercerá el encargo de albacea.
b) Albaceas mancomunados: cuando son varios los albaceas
nombrados y el testado hubiese establecido expresamente que el cargo se
ejerza de común acuerdo por todos ellos. Solo valdrá, en cuanto a sus
funciones y decisiones, Jo que hagan de común acuerdo, lo que haga uno
de ellos con la autorización de los otros o lo que en caso de no ponerse de
acuerdo, decida la mayoría de ellos. Si no hay mayoría, decidirá el juez.
Si se trata de un caso de extrema urgencia, uno de los albaceas
mancomunados podrá practicar, bajo su responsabilidad, los actos que
considere necesarios, pero deberá dar aviso y cuenta de ello
inmediatamente a los otros albaceas.
c) Albaceas sucesivos: cuando fueren varios los albaceas nombrados,
el encargo será ejercido por cada uno de ellos, en lo individual y
sucesivamente, en el orden en que hubieren sido designados por el
testador, en los casos en que no acepten el encargo o cuando se encuentre
ausente o faltare alguno de ellos.
Además para poder ser albacea no se debe formar parte de las excepciones que
menciona el artículo 1680:
No pueden ser albaceas, excepto en el caso de ser herederos únicos:
Los magistrados y jueces que estén ejerciendo jurisdicción en el lugar en
que se abre la sucesión;
Los que por sentencia hubieren sido removidos otra vez del cargo de
albacea;
Los que hayan sido condenados por delitos contra la propiedad;
Los que no tengan un modo honesto de vivir.
Artículo 1680 del Código Civil Federal
Sólo por causa justificada pueden los herederos prorrogar al albacea el plazo
señalado en el artículo anterior, y la prórroga no excederá de un año.
Artículo 1738 del Código Civil Federal
Cuando existan varios albaceas, la remuneración será repartida por igual en caso
de que el albaceazgo fuera mancomunado, o bien de forma proporcional al tiempo
durante el que cada uno hubiera ejercido el cargo individualmente.
Si fueren varios y mancomunados los albaceas, la retribución se repartirá entre
todos ellos; si no fueren mancomunados, la repartición se hará en proporción al
tiempo que cada uno haya administrado y al trabajo que hubiere tenido en la
administración.
Artículo 1743 del Código Civil Federal
En el caso en que el testador determine una remuneración para el cargo en el
testamento, el albacea podrá escoger entre percibir dicha remuneración o bien la
que le corresponde por ley.
El albacea tiene derecho de elegir entre lo que le deja el testador por el
desempeño del cargo y lo que la ley le concede por el mismo motivo.
Artículo 1742 del Código Civil Federal
Las funciones del interventor se limitarán a vigilar el exacto cumplimiento del cargo
de albacea, sin que pueda el interventor tomar posesión de ninguno de los bienes.
Existen ciertos casos en los que es obligatorio el nombramiento de un interventor,
regulados en el artículo 1731.
Debe nombrarse precisamente un interventor:
Siempre que el heredero esté ausente o no sea conocido;
Cuando la cuantía de los legados iguale o exceda a la porción del heredero
albacea;
Cuando se hagan legados para objetos o establecimientos de Beneficencia
Pública.
Artículo 1731 del Código Civil Federal
1. la aceptación del cargo tiene que ser expresa; sin embargo, una vez que se
acepta el cargo ya no se puede apartar del mismo, si es que no existe una justa
causa, cuya apreciación corresponderá al criterio del juez. Sobre este mismo
tema, bueno es precisar que en el caso de que el albacea no acepte el cargo, pero
tampoco se excuse, es decir que ante su convocatoria guardo silencio, entonces a
pedido de algún interesado, el juez puede señalar un plazo prudencial para su
aceptación, y si transcurrido el plazo, no se manifestó, deberá entenderse como
que se rehusa el cargo.
Bibliografía.
González, E. G. (2006). DERECHO SUCESORIO. MÉXICO: PORRÚA.
• Pelayo, J. M. (2008). SUCESIONES. MÉXICO: MC GRAW HILL.