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LAS TRES PRINCIPALES UNIDADES FUNCIONALES

Existe una unidad para regular el tono o la vigilia, una unidad para obtener procesar y almacenar la
información que llega al mundo exterior y una unidad para programar regular y verificar la actividad
mental. Otra características es que son de estructura jerárquica y consiste en tres zonas corticales en una
sobre la otra: el área primaria (de proyección) que recibe impulsos o manda a la periferia; la secundaria (de
proyección asociación) donde la información que recibe es procesada o donde se preparan los programas y
finalmente la terciaria (zona de superposición) los últimos sistemas en desarrollarse en los hemisferios
cerebrales y responsables en el hombre de las mas complejas formas de actividad mental.
UNIDAD PARA REGULAR TONO Y VIGILIA Y ESTADOS MENTALES
La actividad organizada, dirigida a una meta, requiere el mantenimiento de un nivel optimo de tono
cortical, señalo Pavlov.
Los procesos de excitación que tienen lugar en el cortex despierto obedecen a una ley de la fuerza, según
la cual todo estimulo fuerte evoca una fuerte respuesta, mientras todo estimulo débil evoca una respuesta
débil.
En los estados fasicos como el sueño la ley de la fuerza se rompe, y los estímulos débiles pueden evocar
respuestas fuertes o evocar respuestas mas fuertes que los estímulos fuertes.
Las estructuras que mantienen el tono cortical no yacen en el mismo cortex, sino debajo de el, en el
subcortex, influyendo en el tono de este y al mismo tiempo experimentando ellas mismas su influencia
reguladora.
Quien ejerce el papel de un mecanismo que regula el estado del cortex cerebral, cambiando su tono y
manteniendo su estado de vigilia. Esta formación tiene la estructura de una red nerviosa, en la cual se
intercalan los cuerpos de las células nerviosas conectadas entre si mediante cortos procesos, la excitación
se extiende sobre la red de esta estructura, la formación reticular, cambiando su nivel gradualmente,
modulando el SN.
Las fibras que suben para terminar en estructuras nerviosas superiores, como el tálamo, el núcleo
caudado,el archicortex y las estructuras del neocortex, son el sistema retículas ascendente. Función:
Activación del cortex y la regulación del estado de su actividad.
Las fibras que van de las estructuras nerviosas superiores a estructuras inferiores en el mesencéfalo,
hipotálamo y tallo cerebral son el sistema reticular descendente. Función: Subordinan estas estructuras
inferiores al control de programas que aparecen en el cortex y que requieren la modificación y modulación
del estado de vigilia para su ejecución.
Con la descripción de la formación reticular se descubrió la primera unidad funcional del cerebro, un
aparato que mantiene el tono cortical y el estado de vigilia y que regula estos estados de acuerdo con las
demandas que en ese momento confronta el organismo.
La estimación del FR evoca una reacción de “arousal” e incrementa la excitación y agudiza la sensitividad
disminuyendo los umbrales absoluto y diferencial de sensación ejerciendo de este modo un efecto de
activación general sobre el cortex. La excitación de la FR del tallo cerebral origina un esfuerzo de las
reacciones motoras a estímulos.
Además de las posiciones activadoras, la FR también contiene porciones inhibidoras. La estimulación de
algunos núcleos condujo a cambios característicos de sueño en la actividad eléctrica del cortex y al
desarrollo del propio sueño.
Se considera que sus acciones afectan a las funciones sensoriales o motoras del cuerpo por un igual.
Existen situaciones en que el tono de siempre es insuficiente y debe ser elevado. Estas situaciones son las
fuentes primarias de activación. Pueden distinguirse tres fuentes principales de activación.
La primera de estas fuentes es el proceso metabólico del organismo, la “economía interna”. Es una
activación vital, está conectada con los procesos respiratorios y digestivos. Otras formas más complejas
son los sistemas conductuales innatos; son ampliamente conocidas como conductas instintivas sexual y de
alimentación.
La segunda fuente de activación está conectada con la llegada de estímulos del mundo exterior del cuerpo
y conduce a la producción de formas completamente diferentes de activación, manifestadas como un
reflejo orientación. Existen mecanismos especiales para proveer la existencia de una forma tónica de
información en el cerebro (si el sujeto esta privado de información del exterior)
Tercera fuente de activación son las intenciones y planes, proyectos y programas que se forman durante la
vida consciente del hombre, que son sociales en su motivación y que se efectúan con la intima
participación, inicialmente externa y más adelante interna del lenguaje. Cada intención formulada en el
lenguaje define una cierta meta y evoca un programa de acción conducente a la consecución de esta meta.
Cada vez que la meta es alcanzada, conduce a una mayor movilización de los esfuerzos.
Las fibras descendentes, que van desde el cortex prefrontal hasta los núcleos del tálamo y tronco cerebral
forman un sistema mediante el cual los niveles superiores del cortex, participando directamente en la
formulación de intenciones y proyectos, reclutan los sistemas inferiores de la formación reticular del
tálamo y del tronco cerebral, modulando así su trabajo y haciendo posibles las más complejas formas de
actividad consciente.
UNIDAD PARA RECIBIR, ANALIZAR Y ALMACENAR INFORMACION
Su función es la recepción, análisis y almacenaje de la información. Se localiza en las regiones laterales del
neocortex en la superficie convexa de los hemisferios, de la que ocupa las regiones posteriores , incluyendo
las región visual, auditiva y sensorial general(áreas primarias).
Su estructura histológica consiste en neuronas aisladas que están en el cortex obedecen a la ley del todo o
nada, recibiendo impulsos discretos y reenviándolos a otros grupos de neuronas.
Los sistemas de esta unidad están adaptados a la recepción de estímulos que viajan desde la periferia al
cerebro, a su análisis y a su combinación dentro de las estructuras funcionales dinámicas requeridas.
Consisten en partes poseen una especificidad modal alta. También incorporan los sistemas centrales de
recepción olfatoria y gustativa.
Las áreas primarias de las neuronas corticales individuales que componen esta unidad también contienen
células de carácter multimodal que responden a varios estímulos.
Las áreas primarias o de proyección del cortex de esta segunda unidad funcional del cerebro forman la
base para este trabajo, están rodeadas por sistemas de zonas corticales secundarias superpuestas a ellas,
en las cuales la capa aferente IV cede su posición dominante a las capas II y III de células cuyo grado de
especificidad modal es mucho más bajo y cuya composición incluye muchas más neuronas asociativas con
axones cortos, permitiendo combinar la excitación entrante en los sistemas funcionales necesarios, y así
desempeñan una función sintética.
Las principales zonas modalmente específicas del segundo sistema del cerebro, están construidas con un
principio de organización jerárquica.
Las zonas terciarias de este segundo sistema, o zonas de soplamiento de los extremos corticales de los
distintos analizadores permiten a grupos de diversos analizadores trabajar concertadamente. Estas zonas
se sitúan en los límites del cortex occipital, temporal y postcentral. Por lo tanto se llamo estructuras
específicamente humanas; el principal papel está relacionado con la organización espacial de los impulsos
discretos de excitación que llegan a las distintas regiones y con la conversión de estímulos sucesivos en
grupos simultáneamente procesados, el único mecanismo posible que permite tal carácter sintético de la
percepción.
Las zonas terciarias de la región cortical posterior juegan un papel esencial para la recepción, codificación y
su almacenaje.
Existen tres leyes que gobiernan la estructura de trabajo de las regiones corticales individuales del segundo
sistema cerebral.
La ley de la estructura jerárquica de las zonas corticales. Las relaciones entre las zonas primarias,
secundarias y terciarias responsables de la síntesis de la información aferente, que cambian en el curso del
desarrollo ontogenetico. En el niño van desde abajo hacia arriba, y en el adulto desde arriba hacia abajo.
La segunda ley es la ley de especificidad decreciente de las zonas corticales jerárquicamente organizadas
que la componen. Las zonas primarias de cada parte del cortex poseen una especialidad modal máxima.
Esta propiedad es una característica tanto de las áreas primarias del cortex visual como de las áreas
primarias del cortex auditivo o sensorial general. El hecho de que contengan un gran número de neuronas
con funciones altamente diferenciadas, modalmente especificas, confirma este punto de vista.
La tercera ley fundamental, la ley de la lateralización progresiva de funciones , que implica su progresiva
transferencia desde las áreas corticales primarias hacia las secundarias y de ahí hacia las terciarias.
LA UNIDAD PARA PROGRAMAR , REGULAR Y VERIFICAR LA ACTIVIDAD
Esta unida con la tercer sistema funcional fundamental del cerebro, responsable de la programación,
regulación y verificación. Todos estos procesos de actividad conciente requieren sistemas cerebrales muy
distintos. Mientras que algunos trabajos reflejos existen partes aferente y eferente, como un feedback.
Están localizadas en las regiones anteriores de los hemisferios, antepuestas al giro precentral.
El canal de salida para esta unidad es el cortex motor(área 4 de broadmann) cuya capa V contiene las
células piramidales gigantes de Betz, cuyas fibras van hacia los núcleos motores espinales y de aquí a los
músculos, formando las partes de la gran vía piramidal. El cortex motor proyectivo no puede trabajar
aislado; todos los movimientos de un hombre requieren mayor o menor grado un fondo tónico, de los
ganglios motores basales y las fibras del sistema extrapiramidal.
El cortex motor primario es solo el canal de salida para los impulsos motores, debe estar bien preparada e
incorporada dentro de ciertos programas y solo despues de este tipo de preparación los impulsos enviados
a través del giro precentral(actúan en preparación de los programas motores las capas superiores del
cortex y la materia gris) pueden dar lugar a los movimientos intencionales necesarios. Esto debe llevarse a
cabo con el giro precedental y con las estructuras secundarias del cortex motor superpuestas, que
preparan los programas motores, y únicamente entonces las transmiten a las células piramidales gigantes.
En el tercer sistema eferente los procesos transcurren en dirección descendente, comenzando en los
niveles superiores de las zonas secundaria y terciaria, donde los programas y planes motores se forman, y
pasando después a las estructuras del área motora primaria, que envía los impulsos motores a la periferia.
El papel de la zona secundaria principal de la tercera unidad es ejercido por las áreas premotoras de la
región frontal. La estimulación de estas partes del cortex da lugar a grupos de movimientos
sistemáticamente organizados. La excitación de las áreas premotoras del cortex se extiende a las partes
más distintas, incluyendo las áreas postcentrales y paralelamente, estas partes de las áreas premotoras
son excitadas por la estimulación de partes distintas del cortex aferente.
La parte más importante de la tercera unidad funcional del cerebro, son los lóbulos frontales, las divisiones
prefrontales del cerebro. Ejercen un papel decisivo en la formación de intenciones y programas y en la
regulación y verificación de las formas mas complejas de conducta humana. Es un sistema tanto con los
niveles inferiores del cerebro como con casi todas las demás partes del cortex. Estas conexiones tienen
carácter de ida y vuelta y las divisiones prefrontales de las estructuras corticales que ellas forman están en
una posición particularmente favorable para la recepción y síntesis del complejo sistema de impulsos
aferentes que llegan de todas partes del cerebro y para la organización de impulsos eferentes, de modo
que puedan regular todas las estructuras. Está conectada por haces de fibras ascendentes y descendentes
con la formación reticular.
El cortex prefrontal juega un papel esencial en la regulación del estado de actividad, cambiándolo según las
complejas intenciones y planes del hombre formulados con la ayuda del lenguaje. Esto es la base de la
conducta es una de las formas más importantes en las que las regiones prefrontales del cerebro participan
en la organización de la conducta humana. Estas regiones no maduran hasta que el niño no ha alcanzado la
edad de 4 a 7 años.
El papel del cortex prefrontal en la síntesis de sistemas de estímulos y la creación de un plan de acción se
manifiesta no solo en relación a estímulos que actúan en el momento, sino también en la formación de la
conducta dirigida hacia el futuro.
La estructura de la conducta es el esquema de un anillo reflejo o circulo reflejo, en el que además de la
recepción y análisis de estímulos del entorno exterior y una respuesta a ellos, es también necesario tener
en cuenta la influencia inversa que tiene el efecto de la acción sobre el cerebro animal, es así que los
lóbulos frontales también funcionan para tomar en consideración el efecto de la acción llevada a cabo y
verificar de que esta ha tomado el curso debido. La principal característica de la regulación ocurre con la
estrecha participación del lenguaje, los procesos mentales superiores se forman y tienen lugar sobre la
base de la actividad del lenguaje, que se expande en las primeras etapas del desarrollo, pero más tarde se
va contrayendo más.
Cada forma de actividad consciente constituye siempre un sistema funcional complejo y tiene lugar a
través del trabajo combinado de las tres unidades cerebrales, cada una de las cuales aporta su propia
contribución.
El movimiento voluntario y más especialmente las manipulaciones de objetos se basan en el trabajo
combinado de diferentes partes del cerebro. Los sistemas de la primera unidad del cerebro aportan el
necesario tono muscular, sin el cual el movimiento coordinado sería imposible ; los sistemas de la segunda
unidad proporcionan la síntesis aferente dentro de cuyo marco la acción tiene lugar, y los sistemas de la
tercera unidad subordinan el movimiento y la acción a los correspondientes planes, producen los
programas para la ejecución de acciones motoras y proporcionan la regulación y comprobación necesarias
del curso de los movimientos, sin las cuales su carácter organizado e intencional se perdería.

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