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TEORIAS Y MODELOS DE LA ESTRUCTURA SOCIAL

Y ESPACIAL URBANA *

G ABRIEL P UMARINO **

ALGUNOS PROBLEMAS DE DEFINICIÓN con escaso éxito representar la síntesis que el


fenómeno reclama como una propiedad in-
En el desarrollo de cualquier teorización o trínseca a él.
modelamiento del fenómeno urbano, para alle- El hecho de que la población mundial pa-
gar alguna explicación sobre éste, surge, como sara gradualmente a establecerse en asenta-
un primer inconveniente, la dificultad por de- mientos humanos que por su tamaño y otras
finir qué es lo urbano, qué es la ciudad. No características se denominan "urbanos", ha
parece existir una respuesta única y, por el significado que una proporción creciente de
contrario, al fenómeno se le presenta desde las actividades, objetos, modos de vida y va-
una variedad de puntos de vista donde el lores dominantes, se asocien con esta calidad
consenso se reduce a reconocer que es multi- urbana, tanto porque la ciudad es el lugar
facético, imposible de una definición de pocas donde estas actividades, objetos y valores se
líneas. Como proceso social es diferente, o ad- manifiestan, como porque existe una influen-
quiere una especificidad propia, respecto a cia mutua entre el entorno o medio ambiente
los análisis globales de la sociedad en su con- urbano y las innovaciones tecnológicas o cul-
junto. En cuanto a mera organización del es- turales que se generan, introducen o difun-
pacio, la distribución de los elementos con den en este medio.
sus características y relaciones, no tienen una
explicación per se, sino que ésta se encuen- Es en este contexto que aparecen los inten-
tra en los mecanismos y en la racionalidad tos por mitificar y desmitificar esta manifesta-
del comportamiento de los agentes que toman ción que adopta una organización social que se
decisiones (Webber, 1968). Esta imposibili- expresa territorialmente y que suele llamarse
dad de reducir el fenómeno a una sola dimen- "sociedad urbana". El mito comienza cuando
sión da lugar a la coexistencia de una serie del análisis de una particular dimensión del
de enfoques posibles, los cuales representan fenómeno se termina por universalizar las ca-
sólo una parte de ese todo. La característica ractersíticas que asumen determinados proce-
principal que tiene el fenómeno urbano es, sos sociales, económicos, culturales o políticos
justamente, el que constituye una totalidad que tienen lugar dentro de los espacios llama-
cualitativamente diferente de la simple suma dos "urbanos", para constituirlos en los pro-
de sus componentes. Esta interpretación balís- totipos más evolucionados que pueden alcan-
tica del fenómeno conlleva a su vez a que zar esos mismos procesos en cualquier situa-
algunos de los observadores que lo escudri- ción de tiempo y/o lugar.
ñan desde una particular posición, intenten

* Trabajo presentado al Seminario sobre Planificación Ur-


bana y del Transporte organizado por C I D U , C E P L A , I P U y ** Profesor investigador del Centro de Desarrollo Urbano
CONARA. Santiago de Chile, Julio, 1974. y Regional (C I D U ), Universidad Católica de Chile.
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En este caso se suele argumentar que las socialista" 2 , por citar sólo a los modelos fi-
actividades, objetivos, modos de vida y valo- nales prefijados como arquetipos. Con rasgos
res de las sociedades en estado de "urbani- diferentes y en una situación crítica aguda,
zación avanzada" constituyen las formas más estos problemas irrumpen también en las me-
desarrolladas en una extrapolación lineal res- trópolis de los países subdesarrollados.
pecto al estado en que se encuentran las so- Con todo, la sociedad que se avizora no será
ciedades más "atrasadas". Una posición simi- una sociedad industrial (o post industrial),
lar, aunque la antítesis de la anterior, es sino que una sociedad urbana (Lefebvre,
aquella que partiendo de un análisis de la 1972). Esto quiere decir que lo que se podría
ciudad contemporánea como manifestación denominar "ciudad" hoy en día es algo cuali-
ineludible de variados procesos de concentra- tativa y cuantitativamente diferente de lo que
ción, se la interpreta principalmente por las era, digamos, 30, 50 ó 100 años atrás, y posi-
contradicciones manifiestas del sistema eco- blemente lo será de lo que llamemos "urba-
nómico imperante, para postular a otro orden no" en los umbrales del nuevo siglo que se
político-económico de tipo finalista, donde toda aproxima. Sin embargo, es posible que existan
contradicción desaparece. Es el caso de ciertos elementos permanentes que tengan que
los que proyectan su análisis a partir de los ver con constantes de organización social, más
conflictos entre campo y ciudad o del pro- que de organización propiamente espacial.
blema de la vivienda.
De aquí nace la imposibilidad de definir
Este tipo de confusiones aparece princi- lo urbano en términos puramente físicos, sea
palmente en el campo de la llamada sociolo- esto por la extensión o trazado de algún lími-
gía urbana, aunque está también presente en te territorial, como por ejemplo el "espacio
otras disciplinas que tocan el problema ur- continuo construido"; o bien en términos de
bano como objeto específico de análisis uti- magnitud, como por ejemplo "territorios den-
lizando teorías de formulación más general. samente poblados", "áreas donde la población
Es el caso de algunos enfoques económicos se dedica a actividades no agrícolas" o "asen-
del problema urbano donde tanto la teoría tamientos de más de un número "x" de habi-
como los instrumentos propios del análisis tantes", etc.
microeconómico resultan insuficientes, impo-
Lo que se entiende o define hoy como ur-
niendo un desafío no contestado con suficien-
bano es, entonces, la presencia de un con-
te propiedad por los especialistas (Richard-
junto mucho más complejo de elementos de
son, 1971).
diverso orden y naturaleza que constituyen
La ciudad o una situación "urbana", tal un modo peculiar de organización espacial,
como hoy se la configura o imagina, es una social, económica, política u otras, que se dis-
organización social y económica carente de tinguen de etapas anteriores o presentes don-
una conceptualización teórica y empírica aca- de estas formas de organización son menos
bada, en la cual ninguno .de los modelos de evidentes.
asignación de recursos dominantes, ya sea el
En términos simples, un conjunto de ele-
libre juego del mercado o la planificación
mentos interrelacionados constituye un siste-
centralizada, pueden responder plenamente a
ma. En otras palabras, si decimos que la ciu-
una multitud creciente de problemas que tien-
dad es un sistema, lo que podríamos llamar
den a profundizarse en la medida que las so-
ciedades se transforman de menos a más ur-
banas. Una variada gama de conflictos emer- expresan en múltiples problemas de convivencia social, los
gen en este contexto y se manifiestan en ín- que aparecen tratados en un número creciente de artículos
sobre el medio ambiente, conflictos raciales o violencia po-
dices ascendentes de patología social, desi- lítica, desadaptación del individuo a nuevas formas de vida,
gual distribución de los beneficios y por lo etc.
que, genéricamente, podría denominarse des- 2 La crítica a formas de vida social en las ciudades de
humanización; estos problemas parecen estar países socialistas avanzados se puede descubrir en publica-
presentes tanto en las ciudades de los países ciones especializadas que aparecen en Occidente y que reco-
capitalistas avanzados1 como en la "ciudad gen material de prensa o libros publicados dentro de estos
países; por ejemplo, "Absess", U. de Glasgow. Particular re-
ferencia a problemas urbanos de países socialistas tuvo un
1 La situación critica que viven las grandes ciudades se número de "New Atlantis".
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"grandura" o tamaño de un sistema, no tiene muchas dimensiones del fenómeno, parece


nada que ver con la magnitud física que ésta muy remota si no inalcanzable, particularmen-
pueda adquirir. El tamaño de un sistema es te si esta teoría pretende explicar el fenóme-
cuestión de la complejidad del mismo y se no urbano en su trayectoria histórica, a la vez
mide por su "variedad", que no es otra cosa que incluir las peculiaridades que adopta en
que la cantidad de relaciones o combinacio- razón al contexto cultural o geográfico.
nes posibles entre estos componentes (Chad- De este modo, lo que se suele definir como
wick, 1971). "teoría urbana" no es más que la construcción
Puesto el problema en estos términos, lo ur- lógica de un conjunto de leves e hipótesis so-
bano estaría definido no por las caracterís- bre el comportamiento de algunos entes que
ticas físicas aparentes de un conjunto espa- forman un sub-sistema. Como tales, son todas
cial (territorio definido, número de habitan- teorías de alcance medio sujetas a limitacio-
tes, actividades y usos del suelo, etc.), sino nes tanto en lo que respecta a la explicación
que por la presencia de ciertos elementos de otros sub-sistemas que han sido excluidos,
componentes que permiten multiplicar las po- como para la eventual generalización de tales
sibilidades de interacción entre éstos hasta un enfoques (Pumarino, 1973).
nivel que, convencionalmente, pasa de sim-
ple a complejo o de una baja variedad a otro
APROXIMACIONES TEÓRICAS
altamente variado.
Es un hecho evidente que en el momento El enfoque sistémico:
en que una comunidad adquiere un tamaño la ciudad como sistema
físico mínimo, la complejidad del sistema au-
menta exponencialmente. Pero esto no es ra- La caracterización del fenómeno urbano en
zón necesaria ni suficiente, ya que podrían términos de sistema tiene significado princi-
darse situaciones donde el número de inter- palmente desde el punto de vista analítico.
acciones estuviese rígidamente controlado y No entraremos aquí a detallar qué es o en
limitado por razones quizás de orden religioso qué consiste un sistema y cuáles son los com-
o político. ponentes de un sistema espacial urbano (Mc-
Loughlin, 1965). Este enfoque permite des-
Esta situación señala que el fenómeno es-
componer un todo, establecer las relaciones
tudiado, aún definido en términos de una to-
activas que existen entre sus partes, aunque
talidad y concebido como un sistema con mu-
no suele decir por qué son esos los elementos
chos procesos interrelacionados o sub-sistemas,
y no otros, y por qué tienen esos atributos
no es sino un sistema abierto que forma parte imputados y no otros. Dice, eso sí, cuáles son
de otro sistema más general y amplio3. De
las relaciones dominantes y los límites o res-
hecho resulta particularmente difícil definir
tricciones dentro de las cuales éste opera. Per-
los límites de un sistema abierto y las inter-
mite también acuñar el concepto "estructura"
relaciones de éste con su entorno.
para referirse a los estados del sistema y dis-
Algunos autores señalan síntomas de con- tinguirlo del concepto "forma" que expresa la
vergencia entre ciencias individuales, justa- ordenación que adoptan los objetos que son
mente a partir de la teoría general de siste- parte del sistema. De este modo, para conocer
mas (Tones, 1968). Por el momento resulta un sistema urbano interesa de manera prin-
imposible la formulación de una teoría gene- cipal identificar a las partes componentes, sus
ral de lo urbano o de la ciudad, y la posibi- relaciones estructurales, las características que
lidad de una síntesis final que integre las éstas poseen y las restricciones o límites den-
tro de las cuales estas relaciones se explican.
Sin embargo, el uso del concepto "sistema"
3 Se hace referencia a la ciudad como expresión del sis-
no deja exento de ambigüedades el problema
tema social caracterizado económica, política y culturalmente. a tratar. En efecto, concebir la ciudad o una
Sin embargo, la ciudad no es un mero reflejo de este sis- situación urbana como un sistema requiere la
tema sino que una manifestación que forma parte del en- formulación de un modelo que lo represente.
granaje de relaciones societales y, por lo tanto, influye y es
influida por otras manifestaciones que operan primariamente
Como formalización, el modelo pasa a ser una
bajo relaciones a-espaciales. expresión del mundo real, en circunstancias
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que es posible imaginar una gran cantidad sistémica del fenómeno urbano no puede
de modelos alternativos. El problema surge convertirse sin más trámites en una teoría ex-
porque la definición de cualquier sistema plicativa, ya que ésta debe 'encontrarse en las
es arbitraria (Stafford Beer, 1959). Esto es, sólo áreas del conocimiento que permiten definir
se requiere que identifiquemos un conjunto las variables y relaciones en juego. Pero esto
de partes interrelacionadas que entreguen al- es de hecho lo que sucede cuando se afirma
gún sentido de totalidad para quedar satisfe- que al identificar los componentes de la es-
chos. tructura y sus relaciones, se puede explicar la
secuencia entre estados del sistema sujetos a
La principal dificultad del enfoque sisté-
la información disponible, de modo que el
mico consiste en que al identificar los com-
estado final es aquel donde la entropía es
ponentes principales es posible que se produz-
maximizada 4. Sin duda éste puede constituir
can interpretaciones diferentes de cómo valo-
un camino, expresivamente denominado de
rar y expresar formalmente a cada una de
"física social" 5, pero no exento de peligros
esas partes. El enfoque de sistemas aparenta
una objetividad científica que muchas veces no debido a simplificadas analogías. Igualmente,
posee. Particularmente cuando éste se usa tampoco puede concebirse el "estado final"
del sistema partiendo de determinadas rela-
para buscar la mayor "eficiencia" del sistema
ciones entre elementos que se encuentran en
y bajo esta figura esconder proposiciones de
una única situación de dominante-dominado.
carácter ideológico al momento de definir los
También esta posición se encuentra cargada
componentes y especificar los indicadores de
de simplificaciones excesivas, las que además
la eficiencia. En otras palabras, a quién o
actúan en cadena, de modo que a un estado
quiénes esta eficiencia busca servir, quién
inicial le sigue inevitablemente un solo esta-
recibe los costos y beneficios del sistema, en
do final posible.
qué términos se resuelve la optimalidad del
sistema, etc. Lo anterior nos lleva a la con- Algunos enfoques que utilizan el análisis
clusión que la ciudad concebida como siste- de sistemas han sido particularmente útiles
ma no constituye una teoría en sí sino que es para expresar como un todo a los principales
más bien una forma de expresar esa realidad componentes de un conjunto socioespacial
a través de modelos, donde es altamente po- urbano. Una breve revista de estas teorías
sible que se produzca enumeración incomple- permitirán precisar su objeto central para re-
ta de los elementos componentes, interpreta- conocer que ellas son necesariamente comple-
ción errónea de su significado o sesgo al ca- mentarias aunque aparezcan como intentos
racterizar el sistema. No obstante, es induda- totalizantes; éstas son:
ble que el análisis de sistema se ha constitui- i) La ciudad como sistema ecológico o
do en un instrumento importante para enten- ecosistema;
der algunas dimensiones del fenómeno urba- ii) La ciudad como sistema de comunica-
no. ciones;
El hecho de que los componentes principa-
les sean seres humanos que desempeñan ac- 4 Derivada de una de las leyes de la termodinámica, la en-
tividades, plantea desde un comienzo la difi- tropía es una medida del grado de igualización alcanzado den-
tro de un sistema cerrado, especificando la dirección en que
cultad de someter a leyes predeterminadas las
se mueve desde un estado en desequilibrio hacia otro que
relaciones activas entre elementos. Dificulta tiende el equilibrio. En ciencias físicas el concepto permite
también el establecimiento de analogías con describir y predecir el comportamiento micro de los elementos
sistemas vivos del reino animal o vegetal, don- de un sistema a partir del estudio de las propiedades macro
del sistema. Su aplicación a este campo del modelamiento se
de la interacción podría analizarse en térmi- entiende como la búsqueda del estado probable de una distri-
nos de probabilidad, por cuanto todos los in- bución satisfaciendo cualquier restricción y la entropía es maxi-
dividuos son iguales en cuanto están someti- mizada cuando el sistema está en equilibrio (Wilson, 1969).
das a una ley superior de conducta no contro- 5 Los modelos de "física social" se ubican en un campo in-
lada por ellos. Esto es, la interacción entre termedio entre enfoques macro y micro, tienen su origen en los
los componentes del sistema social y espacial modelos gravitacionales o de potencial que después introdujeron
elementos de probabilidad en la interacción entre "masas" de-
urbano no está dada únicamente por procesos finidos en términos de individuos a los cuales se les supone un
estocásticos o determinísticos. La naturaleza comportamiento similar como conjunto social.
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iii) La ciudad como sistema social; tural". Dadas determinadas características del
iv) La ciudad como sistema político. medio es posible predecir el comportamiento
Todos ellos podrían ser considerados como de cualquier individuo situado en un ambien-
teorías y modelos macro, globales y agregados te similar, léase una ciudad, ya que adoptará
y como tales, sujetos a serias limitaciones iguales patrones de conducta en cuanto a su
desde el momento en que pretenden consti- localización y organización. La teoría se uni-
tuirse en teoría general en circunstancias que versaliza con escasas precisiones de tiempo
hemos argumentado que tal posibilidad re- y lugar.
sulta imposible o al menas muy remota. Es evidente que tal construcción teórica
tiene, por un lado, el atractivo de asociar
La ciudad como sistema analógicamente las formas de organización
ecológico o ecosistema de la vida animal y vegetal con aquella que
se da el ser humano dentro de su medio que
Para el enfoque ecológico, la ciudad es "el es la ciudad, a la que se visualiza como un
habitat natural del hombre civilizado" 6 ; el cuerpo vivo, con órganos que cumplen fun-
objeto de estudio, es, entonces, la relación ciones y con canales de circulación. En las
entre el individuo y su medio ambiente físi- palabras de Herbert "la analogía ecológica pa-
co. De este modo se establece la analogía en- rece ofrecernos mayores posibilidades de ver
tre ecología como ciencia natural y la ecolo- el problema como un todo. Tiene que ver no
gía humana como ciencia social. Esta última con la estructura de la ciudad misma como
se interesa, fundamentalmente, en el efecto entidad física, sino que con la naturaleza de
sobre la conducta e instituciones humanas de- la comunidad urbana al ser afectada por la
rivadas de la posición que éstas adoptan en ciudad. Se preocupa del problema de la sim-
el tiempo y en el espacio. Tal posición es des- biosis, el problema de las influencias del me-
crita en términos de la relación de lugar de dio sobre las relaciones del hombre con sus
una comunidad respecto a otras comunida- congéneres"... 7.
des, así como la localización de un individuo Por otra parte, tal analogía resulta burda
dentro de esa misma comunidad. En este ca- por cuanto los individuos de una comunidad
so, el término "comunidad" es definido muy humana no son estrictamente comparables con
vagamente como "una reunión de personas los entes que forman un ambiente de la natu-
que ocupan un área más o menos definida". raleza. Los primeros no deberían estar some-
Esto es, a esta agrupación de individuos se le tidos ni a la "ley de la selva" (supervivencia
asigna un territorio similar a la distribución del más fuerte) ni a la organización sujeta a
geográfica de una especie animal o vegetal, los dictados de unos pocos que controlan los
y se le supone una organización "natural lla- mecanismos propios del sistema. Esto podría
mada "comunidad ecológica". Esta es suscep- significar que algunos individuos adquieran
tible de análisis a partir de las fuerzas que ventajas desmedidas sobre otros, no en virtud
condicionan la localización y movimiento de de capacidades intelectuales o físicas, sino
los individuos, tal como se hace en un medio que manipulando ciertos factores que arbi-
natural respecto a la conducta de los seres trariamente se designan como las "reglas del
que allí habitan. Estas fuerzas son, básica- juego".
mente, de competencia o supervivencia. De
la simple observación empírica sobre la con- Sin embargo, la parte medular que define
ducta de estos individuos en un medio defi- el carácter del enfoque ecológico guarda es-
nido es posible extraer leyes generales que se trecha relación con la teoría de la renta del
transforman en teoría de la localización y de suelo. Con esto se establece la conexión direc-
la organización de éstos en su ambiente "na- ta entre la teoría clásica de localización y la

6 Este enfoque se consolida fundamentalmente a partir de la


llamada Escuela de Chicago, que en 1925 edita su "manifies-
to": "The City", editado por R. Park y E. Burguess. Para un 7 G. Herbert: "Analogía orgánica en el Urbanismo"; JAIP
"clásico" del enfoque ecológico ver: Wirth: "El urbanismo co- 29 (3). En español en Revista "Planificación", IVUPLAN ,
mo modo de vida", 1935. Nº 1, 1984.
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concepción moderna del enfoque ecológico ma decisiones respecto a la curva de precios


como sistema o ecosistema (Stoddart, 1965) 8. de la tierra, cantidad de tierra requerida y
De la teoría ecológica se desprenden algu- accesibilidad a los lugares de mayor demanda
nos "principios" de la interacción humana en medida en términos de costos y/o tiempos de
la ciudad por el cual, en el uso del habitat viaje11.
urbano, el hombre tiende "naturalmente" a la Estas son las "reglas del juego" impuestas
especialización en la ocupación del espacio, a en el medio ambiente urbano 12 . De acuerdo
la segregación y a los fenómenos de creci- a éstas, los individuos y empresas van cam-
miento, declinación, depresión, invasión, su- biando de localización de acuerdo a la natu-
cesión y otros varias veces descritos en la li- raleza dinámica del sistema urbano y tanto
teratura sobre el tema 10. La teoría de la renta la expansión como los movimientos internos
del suelo queda así indisolublemente asocia- pueden ser previstos de acuerdo a cómo in-
da al enfoque de la ciudad como un ecosis- tervienen ciertos elementos que pueden hacer
tema. variar los patrones de conducta. Los supues-
El enfoque ecológico ha estado expuesto, tos que tal enfoque implica significan, entre
desde hace ya varios años, a una intensa crí- otras cosas, que:
tica de parte de los sociólogos que tratan pro- 1) La distribución social del ingreso se
blemas urbanos (Sjoberg 1960; Morris, 1968; acepta como dato y no se hace cuestión si
Castells, 1971; Timms, 1971). Algo menos ésta es regresiva, justa o injusta en términos
desarrollada ha sido la crítica a partir de los sociales; ella determina, en consecuencia, la
supuestos económicos que están implícitos en distribución espacial del ingreso (segrega-
tal enfoque, cosa curiosa en circunstancias ción).
que ellos constituyen la base sobre la cual se
2) Cada individuo se comporta racional-
reconstruye la visión de la ciudad como un
sistema ecológico o ecosistema. En este caso, mente como "homo aeconomicus" y busca sa-
el valor del suelo viene a ser determinante de tisfacer una cierta función de utilidad que en-
la localización de los individuos. Ella se for- cuentra en una posición de equilibrio. Todos
maliza en una función cuyo valor decae en la los bienes y servicios son accesibles y éste
medida que aumenta la distancia al centro; puede escoger o rechazar dando lugar al libre
las actividades se establecen en un lugar juego de oferta y demanda a través del cual
(sean éstas residencias, empresas o servicios) la situación de equilibrio es alcanzada.
de acuerdo a lo que están dispuestos a pagar 3) Al asignarse actividades a suelos se
por una cierta ubicación dentro de la ciudad. produce una competencia por la cual las ac-
Cada cual tiende a mejorar su posición rela- tividades que requieran de más alta accesibi-
tiva sujeta a la restricción de su ingreso de
modo que la estructura que la ciudad adopta
está dada por los ajustes de cada ente que to-
11 Las primeras formulaciones para una teoría de la loca-
lización residencial en áreas urbanas fueron hechas por Wingo
8 No obstante la complementariedad entre las teorías de la en "Transportation and Land Use" (1961) y después por
renta y de la localización, ellas son distintas. La primera trata Alonso en: "Location and Land Use", 1964. La más re-
principalmente con el problema de la competencia por el uso ciente es el paradigma de Lowry (1967), todas sujetas a fuer-
del espacio, lo que no está presente en la segunda, donde la tes críticas desde el punto de vista estrictamente económico
localización de un agente económico es generalmente vista co- (Mills, 1972).
mo un punto en el espacio, carente de dimensión que ocupe
o desplace una cantidad significativa de terreno. En la teoría 12 Originalmente, los ecologistas produjeron algunos modelos
clásica de localización "las empresas compiten por mercados o sobre la forma de organización de grupos sociales y activida-
insumos, pero no por tierra" (Alonso, nota 9). Sin embargo, des dentro de la ciudad. El modelo de los anillos concéntricos
remontándose en la historia, es evidente que ambas teorías tie- de Burguess (1925), el modelo de sectores de circunferencia
nen raíces comunes a partir de Von Thunen (1866), en el de Hoyt (1932) y el polinuclear de McKenzie (1933) se cons-
cual la renta está asociada a la distancia o proximidad y el tituyen en "verdades obvias" ya que eran formas de organi-
ahorro que esto significa en términos de los costos de trans- zación que estaban presentes en la mayoría de las ciudades.
porte. Estos modelos son descriptivos no entregando ninguna ex-
plicación del porqué de esta situación. No obstante, ello se
9 Alonso, W. "A reformulation of classical theory and its entendió por muchos años como un signo inequívoco de que
relation to rent theory"; Center for Planning and Development existían ciertas fuerzas y leyes que, en cualquier situación,
Research. U. of California, Berkeley. conducirían a similares patrones de organización social y
10 Ver las obras de Chapin, G.st and Fava, Leo Schnore, física de las ciudades. Tales modelos han sido profusamente
entre otros. divulgados en la literatura especializada.
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lidad están dlispuestas a pagar precios más 1) Los individuos que forman parte del
altos de modo que la distribución final tienda "cuerpo social" están dotados de conciencia
a reflejar las situaciones reales de oferta y de- y voluntad; existe, por lo tanto, una esfera de
manda. acción en las decisiones que le competen al
individuo como tal y otras relativa al cuerpo
Resulta obvio que estos supuestos puedan
social en su conjunto, donde los individuos
conducir a estados del sistema que resultan
se encuentran sometidos a ciertas leyes que
altamente inconvenientes, tanto del punto de
van en beneficio del bien común.
vista social, esto es, familias que quedan mar-
2) Las "reglas del juego" dentro de las
ginadas de los beneficios, como desde el pun-
cuales los individuos suelen comportarse son
to de vista económico, como sucede cuando el
convencionales y manejables desde adentro.
modelo de asignación de recursos está seria-
Estas podrían cambiar si resultara que otras
mente afectado por imperfecciones del mer-
reglas son más convenientes para la salud del
cado. Por lo general, el sistema de precios del
cuerpo social y para cada uno de sus miem-
suelo urbano se encuentra distorsionado por
bros. El valor del suelo y la formación de los
prácticas oligopólicas y procedimientos espe-
precios son algunas de estas 'convenciones. Es
culativos que se traducen en ineficiencias
posible que para el caso específico del fun-
para el conjunto social urbano.
cionamiento de una sociedad urbana se intro-
Por otra parte, las familias no actúan con duzcan alteraciones a estas convenciones por
la racionalidad esperada cuando adoptan de- cuanto si bien ellas puedan ser aconsejables
cisiones de localización. Unas porque están para regir la economía en su conjunto, las
fuera del mercado formal, otras, debido a que particularidades de la economía urbana pue-
no están en condiciones de escoger entre loca- den hacer aconsejable una modificación.
lizaciones alternativas, o bien, por el simple El enfoque ecológico ha pretendido supe-
hecho de que existen motivaciones no econó- rar algunas de las dificultades ya anotadas.
micas para escoger el lugar de residencia. Por un lado, introduciendo refinadamente
De este modo, el enfoque ecológico, aún en teoría de probabilidades 13; por otro, estable-
su versión sistemática actual, involucra serios ciendo regulaciones en el mercado de la tie-
riesgos de interpretación por cuanto a me- rra urbana, otorgando subsidios monetarios o
nudo sus planteamientos se traspasan sin más no a individuos o actividades y, en general,
comentario a proposiciones que consolidan las procurando superar las dificultades que se
posiciones de los mejor ubicados o mejor or- presentan cuando los mercados son imperfec-
ganizados dentro del sistema, en desmedro tos mediante legislación adecuada.
de los menos "dotados" para sobrevivir en es- Sin embargo, estas situaciones pueden ser
te "ambiente". también enfrentadas adoptando una posición
más normativa que positiva como forma de
Con todo, el enfoque ecológico resulta
mirar el fenómeno urbano. En otras palabras,
atractivo. Es evidente que el hombre es un
el sistema ecológico actual constituye un or-
ser gregario y que como tal ha vivido en co-
den, no necesariamente el más perfecto o evo-
munidades dándose organización y división lucionado, y no el orden natural de las cosas.
del trabajo resultando una sociedad estratifi- Por lo tanto, pudiera ser necesario redefinir
cada, funcionalmente especializada y diversi-
algunas reglas del juego a través de decisio-
ficada. En consecuencia, es posible establecer
nes de orden superior. Esta posición viene a
algún paralelo con otros tipos de comunida-
plantear nuevas interrogantes acerca de quién
des. Al dar así la idea de un cuerpo vivo, se
o quiénes definirían estas normas, aunque
satisface la exigencia de presentar al fenó-
meno urbano como un todo, con partes in-
13 Cada evento queda sujeto a una probabilidad para en-
terdependientes y que está sujeto a leyes de cadenarse con otros eventos hasta producir un cambio en
crecimiento y transformación con el tiempo. el estado del sistema. Este mecanismo da lugar a procesos
estocásticos en los que el estado final queda sujeto a las
Sin embargo, las diferencias entre un caso características del elemento que entra en acción. Estas ca-
y otro son notables. Ellas podrían sintetizarse racterísticas, no obstante, aparecen también adscritas o da-
en dos factores: das exógenamente al sujeto en cuestión (Chadwick, op. cit.).
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esta 'cuestión escapa por ahora a un análisis entregar una teoría general de la ciudad, pre-
extenso. sentándose también algunas dificultades. Es-
tas dicen relación con las posibilidades de cla-
La ciudad como sistema de comunicaciones sificar, medir, evaluar y calificar los innume-
rables tipos de comunicación. De este modo,
La concepción de la ciudad como una tra- al recurrir a un factor tan diluido y variable
ma de comunicación intensamente usada for- en el tiempo y el espacio por buscar la quin-
mando un sistema complejo es otro de los taesencia del sistema urbano, la explicación
enfoques que entrega una visión sistémica alcanza un nivel de generalidad que al final
del fenómeno urbano (Meier, 1962). En este hace imposible la comprensión concreta del
planteamiento, "el incremento en las tasas de fenómeno; esto es, la contrastación empírica
comunicación es un prerrequisito de creci- de todo el sistema de comunicación como va-
miento urbano", pero "la sobrecarga de los riable explicativa se hace imposible.
canales de comunicación causa síntomas de
disfuncionalidad y desorganización" 14. La Sin embargo, hay varios conceptos que han
ciudad es vista como un sistema con elemen- resultado de gran valor para mejorar el nivel
tos susceptibles de interconectarse, estable- de conocimiento de un sistema espacial ur-
ciendo así una matriz de comunicaciones. El bano. La construcción de matrices de accesi-
sistema registra una proporción muy baja del bilidad y la determinación de espacios reales
total de flujos de todo tipo, donde cada per- ocupados o conocidos por 'distintos grupos de
sona es generador y receptor de información personas, pueden mostrar los 'distintos grados
y se desplaza en distinta forma a través de con qué estratos o grupos quedan expuestos
variados circuitos o canales de comunicación. o acceden a diversas oportunidades y servi-
La teoría de Meier es, básicamente, una teo- cios urbanos (así como los que quedan mar-
ría del crecimiento urbano. La posibilidad ginados de éstos).
para que la ciudad crezca depende de las ca-
pacidades de los distintos canales y de las El desarrollo posterior de la teoría de co-
combinaciones posibles entre las partes com- municaciones ha entregado aportes significa-
ponentes. Si un circuito se congestiona, en- tivos en la comprensión del fenómeno. La
tonces puede suceder alternativamente que: identificación de los elementos del sistema
i) disminuye o no la tasa de generación de urbano en términos de actividades (en el lu-
comunicaciones pudiendo provocar el colap- gar y entre lugares), de espacios adaptados
so del sistema; o, ii) aumenta la capacidad (stocks) y canales de comunicación, han in-
del circuito y el sistema puede seguir subsis- fluido notablemente en la construcción de mo-
tiendo; o, iii) el flujo se desvía hacia otros delos computables sobre la estructura espa-
canales no saturados cambiando así la estruc- cial urbana (Webber, 1964; Echenique, 1969).
tura del sistema. La matriz de comunicacio-
nes permite, entonces, conocer el estado ac- Por otra parte, el instrumental analítico
tual del sistema y prever los cambios futuros. desarrollado por Chapin al asociar los siste-
También permite establecer el universo de mas de actividades con patrones y normas de
interrelaciones a que está, expuesto un indi- conducta actual, así como con patrones de-
viduo, grupo o institución, determinando así seados en los presupuestos de tiempo y es-
sus "sistemas de actividad" (Chapin, 1965). pacio, puede entregar valiosa información
A partir de estos planteamientos, se formula para una planificación "socialmente eficiente"
una generalización que abarca distintos as- del sistema urbano, en la cual no sólo se si-
pectos del fenómeno, incluyendo los de tipo guen criterios económicos (de costo-benefi-
socioeconómico, institucional y cultural ("El cio, por ejemplo), sino que se busca satisfa-
crecimiento cultural debe preceder al creci- cer demandas generadas en la base social o
miento económico", Meier, op. cit. ). A través se pretende disminuir las diferencias entre
de los sistemas de comunicación se pretende patrones de acceso real a una cantidad de
bienes y servicios ofrecidos en la ciudad
14 Meier, op. cit. Además ver del mismo autor: "Human (Chapin, 1965).
Time Allocation: a basis for social accounts"; JAIP 25.
TEORIAS Y MODELOS DE LA ESTRUCTURA 23

La ciudad como sistema social cambios en la organización social y en el ran-


go e intensidad de las relaciones entre indivi-
Ha sido un lugar común reiterar que la duos. Estos cambios son susceptibles de ser
ciudad es un reflejo de lo que acontece en la descritos y medidos en términos de: a) la dis-
sociedad como un todo. Dos han sido las ver- tribución de las habilidades, lo que da lugar
tiendes derivadas de este planteo. Por una a una escala de rango social o estratos socio-
parte, la simple asociación entre problemas y económicos, en que las variables son ocupa-
procesos sociales globales con aquellos que ción y educación; b) de la organización de la
específicamente se presentan en los grupos de actividad productiva, asociada a cambios en los
actores dentro de un medio urbano. En es- estilos de vida, dando lugar al status fa-
tricto sentido, esta línea arranca de los eco- miliar, cuyas variables son fertilidad, partici-
logistas para quienes la ciudad es el "área pación femenina en la fuerza de trabajo y
natural"15 donde se desenvuelve la actividad ocupación unifarniliar de la vivienda; c) en
humana. De este modo se cae en la "falacia la composición de la población, o status ét-
ecológica" que argumenta a partir de infor- nico, donde las variables se relacionan con la
mación agregada, de la comunidad toda, para situación de minorías raciales o grupos nacio-
obtener conclusiones a nivel de la conducta nales en relativa anadón del resto de la co-
de los individuos (Timms, op. cit.). La se- munidad.
gunda vertiente está formada por intentos de
entender los procesos de ocupación del espa- Las limitaciones de este enfoque se deben
cio a través de relaciones explícitas entre el a que está Construido para "explicar" el pro-
patrón de diferenciación residencial y las di- ceso de urbanización en el caso norteameri-
ferencias sociales mirando a la sociedad como cano y formalizado ex-post para darle una
un todo. validez general.
El análisis de "Área Social" 16 es quizás de Por otra parte, es evidente la vinculación
los pocos intentos por formalizar una matriz entre este enfoque, llamámosle sociológico y
socio-cultural en la cual las comunidades ur- aquel otro que establece también "etapas" en
banas son ubicadas desplazándose conjunta- el proceso de crecimiento económico (Ros-
mente con los cambios que va adoptando la tow, 1960), de modo que una sociedad "pri-
sociedad en su conjunto. La ciudad es, enton- mitiva" debe dar necesariamente ciertos pa-
ces, concebida como el producto del todo sos con el objeto de alcanzar ciertos niveles
complejo que es la sociedad moderna, por lo de "modernidad". Detrás de estos enfoques
que las formas sociales de la vida urbana son hay un modelo final que se constituye en ob-
entendidas dentro del proceso de cambio glo- jetivo al cual las sociedades deben tender.
bal. La teoría lleva a la construcción de una Hoy en día son muchos y muy evidentes los
"escala societal" en la que se postula que las "vicios" ,de este modelo de desarrollo, parti-
diferencias dentro de la escala se deben a la cularmente en lo que a la ciudad y la vida
distinción fundamental entre sociedades tra- urbana significa como para extenderse en
dicionales primitivas y sociedades modernas mayores argumentos que lo invalidan como
civilizadas. Desde el momento en que las so- patrón deseable 17.
ciedades cambian en escala —de pequeñas a
grandes, de simples a complejas— se van pro-
duciendo cambios concomitantes en los pa- La ciudad como sistema político
trones de diferenciación entre individuos,
Otro de los enfoques totalizantes que me-
rece especial atención es aquel cuya preocu-
15 "Area natural" para los ecologistas clásicos es "una
unidad territorial cuyas características distintivas —físicas,
pación por los problemas urbanos se hace
económicas y culturales— son el resultado de operaciones no desde un ángulo político. Esto es, se hace
planeadas de procesos ecológicos y sociales" (Burguess, intervenir al sistema político como factor que
1964 ) .
16 "Social Area Analysís", formulado por Shevky & Bell
(1955) está construido en base a la observación del nuevo
patrón de urbanización de la costa oeste de EE. UU., siendo 17 Para una excelente crítica sumaria al típico modelo ca-
el primer estudio exploratorio en esta línea el realizado por pitalista de desarrollo, así corno al modelo socialista, ver E.
Shevky en Los Angeles, en 1949. Frei: Hacia un mundo nuevo; Ed. Nueva Universidad, 1973.
24 REVISTA EURE

explica la forma de estructuración del siste- Los intentos teóricos por explicar la estruc-
ma espacial urbano 18. tura de un sistema urbano apoyándose en ins-
Un método seguido par los cientistas polí- trumentos de análisis político podrían agru-
ticos es el de 'enfrentar la relación entre sis- parse gruesamente en dos vertientes princi-
tema político y organización del espacio vía pales, no exentas de divisiones importantes
el tratamiento que se le da a la planificación al interior de ellas.
urbana. De este modo, se establece la co- De un lado se ubican quienes utilizan el
nexión entre la ideología dominante respecto arsenal ideológico de Marx; notablemente H.
a la teoría de la planificación y los esquemas Lefebyre (1971) y M. Castells (1972). Sin
conceptuales de la ciudad dentro de la esfera embargo, sus respectivos análisis no parecen
del análisis político. coincidir, ni siquiera converger. Dos son las
Resulta particularmente difícil caracterizar dificultades adicionales a las ya mencionadas
las diversas corrientes de pensamiento que en general, para una explicación marxista de
giran en torno a esta problemática debido a la problemática urbana, las que han sido for-
la carta valorativa que este tipo de análisis muladas por el propio Castells; i) el carácter
implica. Para algunos el problema podría pluriclasista de la estructura social urbana y
quedar simplemente reducido a dos definicio- por lo tanto, la imposibilidad de reducirla
nes contrapuestas, i.e., Ja capitalista y la so- eficazmente a una oposición estructural en-
cialista, donde la crítica al sistema capitalista tre clases antagónicas; ii) al hecho que las
conduce necesaria e inevitablemente al siste- llamadas contradicciones sociales urbanas
ma socialista. Este último, a su vez, se define sean de orden "secundario" y, por consi-
a priori tanto desde el punto de vista del mé- guiente, que ellas no ponen en juego direc-
todo como de la práctica política resultante. tamente el cuestionamiento de las leyes fun-
Hoy en día, resulta evidente que a partir de damentales del modo de producción domi-
realidades históricas concretas es posible: a) nante20. De este modo, una "revolución ur-
demostrar las insuficiencias de los instrumen- bana", que supone una teoría sobre la ciu-
tos de análisis de la economía política de dad, podría ser de distintos signos y hoy en
Marx para responder a una cantidad impor- día existen movimientos sociales urbanos que
tante de cuestiones en las sociedades post-in- podrían caracterizarse bajo estos signos dis-
dustriales (Furtado, 1964); b) comprobar la tintos.
inconsistencia y contradicciones internas de No son éstas las únicas limitaciones del aná-
principios y postulados generados dentro del lisis de Castells: el volumen y calidad de su
pensamiento marxista (Marcuse, 1958; Kola- producción escrita merecerían una mayor de-
kowski, 1968); c) observar las dificultades de dicación y especialización de estas líneas para
economías llamadas socialistas respecto a las un conocimiento más completo y crítico. Sin
premisas enunciadas domo fundamentos de embargo, es importante llamar la atención so-
nuevas relaciones económicas y de clase bre lo frágil de su análisis histórico sobre el
(Sweezy y Bettelheim, 1968-70). Esto confir- proceso de urbanización en el caso particular
ma que •no sólo es posible a nivel teórico de América Latina. El bajo nivel de explica-
sino que existe la información mínima para ción de su argumentación lo llevan a genera-
emprender una crítica al "modo de produc- lizaciones 'que dejan fuera muchos fenómenos
ción socialista", perdiendo vigencia toda di- empíricamente observados en la organización
visión ,dicotómica 'entre sistemas políticos, del espacio del 'continente americano (Sin-
abriéndose una cantidad de alternativas o va-
riantes que no es el caso detallo-, pero cuya munism"; Oxford U. Press 1962, en particular, la descrip-
existencia resulta innegable 19. ción de los modelos de propiedad y de asignación de re-
cursos. Por otra parte, no es escasa la literatura sobre con-
vergencia de los sistemas económicos, los que arrastran a
18 Los aspectos políticos pueden ser también concebidos su vez problemas políticos de importancia sobre el futuro
como un sistema que recibe insumos y entrega productos o de estos sistemas. (Wiles, 1963, 1967; Timbergen, 1965).
decisiones que modifican las estructuras y demandas que se 20 Los intentos por centrar la atención en las contradic-
generan en instituciones internas y externas a un país (Eas- ciones "primarias" conducen a la disolución de lo urbano
ton, 1966). como problema específico y en general del espacio como
19 Para una excelente sistematización de estos "sistemas centro del análisis para remitirlo a la cuestión del poder en
posibles", véase P. J. Wiles: "The political economy of com- la superestructura social
TEORIAS Y MODELOS DE LA ESTRUCTURA 25

ger, 1973) y quedan por lo tanto excluidos del tados" y "flujos de personas y bienes" 23. Lynch
amplio paraguas de la "urbanización depen- desarrolla más profundamente los componen-
diente". Esta situación deja interpuesta una tes de la estructura física a través de catego-
cuña en la base histórica de su argumentación rías analíticas tales como elementos tipos,
que atenta seriamente contra la estabilidad cantidad, densidad y otras que permiten ca-
de todo el edificio dada la significación que racterizar y clasificar los patrones de forma
el autor le da a este tipo de interpretaciones. urbana. A partir de ellas, es posible formular
La segunda vertiente a que hacíamos alu- objetivos y metas hasta llegar a un alto grado
sión es la del análisis político del sistema ur- de especificación. De este modo, el mareo
bano que se desarrolla a partir de la ciencia conceptual se abre para desarrollarse como
política norteamericana, particularmente Ban- una teoría más general al discutir los proce-
field (1963) y Dahl (1961). En la medida dimientos a través de los cuales objetivos y
que este tipo de estudios se han ido orien- metas son establecidos por la comunidad. El
tando de un modo cada vez más decidido ha- enfoque tiende a ser normativo una vez que
cia la problemática urbana norteamericana, los ciudadanos han acordado un cierto patrón
ellos han quedado fuera de la perspectiva de forma urbana deseable. Una proposición
que interesa a estas páginas referidas al con- de esta naturaleza resulta particularmente ne-
texto latinoamericano. cesaria para contrastarla con los enfoques eco-
nómicos o sociológicos construidos desde una
En suma, el enfoque político para interpre-
base más abstracta. No obstante, las catego-
tar el sistema urbano aparece relevante desde
rías propuestas resultan difíciles de traducir
el momento que el primero es concebido a su
a procedimientos mediante los cuales pueda
vez como sistema y que, por lo tanto, esta-
construirse un conjunto de normas para que
blece relaciones activas entre instituciones y
la comunidad se manifieste.
actores que se mueven a un nivel a-espacial,
de la sociedad en su conjunto, para vincular- Históricamente, este enfoque ha tenido
las con lo que acontece en el nivel propia- efectos limitados, aunque la práctica de pla-
mente espacial 21. nificación en los países desarrollados ha vuel-
to a mirar hacia un esquema donde los pro-
En todo caso, la manera más acertada de
blemas se plantean en términos de la "cuali-
llevar adelante esta línea de investigaciones
dad" del medio ambiente urbano y del "di-
parece ser a través de la discusión sobre la
seño" de los objetos físicos que constituyen
teoría de planificación que aparece implícita
o definen la forma física urbana los que ad-
cuando se precisa la traducción de la teoría
quieren especial importancia desde el punto de
en acción 22. La naturaleza misma de la polí-
vista de la conducta de los individuos en el
tica obliga a plantearse en una perspectiva
espacio urbano. Por otro lado, la destrucción
dinámica conducente a la intervención deli-
indiscriminada del medio ambiente ha pro-
berada sobre el sistema institucional y de ac-
vocado la creación de numerosos grupos de
tores que caracterizan a la escena urbana.
defensa cuyos intereses físicos, económicos o
culturales en las áreas afectadas los han trans-
La teoría de la Forma Urbana formado en poderosos mecanismos de presión.
La norma traducida en un Plan Urbano debe
El sistema conceptual elaborado por Rod- consultar estas acciones, negociar y adoptar
win y Lynch (Lynch, 1967), ha contribuido
en alguna medida a la clasificación de los ele- 23 Esta distinción es utilizada posteriormente en combina-
mentos de la estructura espacial urbana, dis- ción con las categorías de Webber, para distinguir los ele-
tinguiendo básicamente entre "espacios adap- mentos componentes del sistema urbano en dos pares de va-
riables, esquematizadas por Chapin:
a) Un par orientado bacía la conducta humana:
21 Un intento de formalización de estas relaciones ha sido i) actividades en el lugar: patrones localizados de inter-
planteado en nuestro artículo: "Nuevo enfoque para la Pla- acción.
nificación de Areas Metropolitanas"; EURE 8, 1974. ii) actividades entre lugares: patrones de interacción en-
22 Esta materia escapa también a los objetivos del presente tre distintas localizaciones (flujos ).
trabajo. Para una guía en la literatura, ver artículo de Fried- b) Otro par orientado hacia la estructura física:
mann, J. y Hudson, B. aparecido recientemente en Journal i) espacios adaptados para el uso de actividades.
del AIP. ii) espacios canales para el desarrollo de movimientos.
26 REVISTA EURE

soluciones que no busquen tan sólo la "efi- sobre la cual conozcamos a priori sus carac-
ciencia" del sistema urbano, sino que las "ne- terísticas. Aún en el caso que así lo fuera, las
cesidades" de los grupos afectados. dimensiones de un modelo serían difíciles de
computar o de especificar las propiedades re-
MODELOS DE LA ESTRUCTURA ESPACIAL URBANA sultantes. Los requerimientos de información
serían interminables, e introducir el trata-
Los modelos computables sobre la estruc- miento del tiempo respecto a la simultanei-
tura espacial urbana tuvieron su auge en la dad o secuencia entre las decisiones o accio-
década de los sesenta. Ellos se sustentaron nes de los agentes parece también una tarea
en la premisa que la organización de este es- difícil de superar.
pacio es el resultado de un proceso que asig-
Las formas cómo dos constructores de mo-
na actividades a sitios a través de transaccio-
delos han tratado de superar estas dificulta-
nes en un mercado al cual concurren compra-
des son de tipo taxonómico o clasificatorio, sin
dores y vendedores (o arrendadores), defi-
aumentar el nivel de explicación del proble-
niendo así un precio del suelo. Este resulta de
ma a tratar. Las vías de agregar o desagregar
las demandas o aspiraciones de los distintos
las características de los elementos componen-
individuos o empresas por ciertas localizacio-
tes (familias, establecimientos productivos de
nes y la oferta o disponibilidades de sitios
bienes y servicios, stocks, etc.) y de subdi-
susceptibles a ser usados con un cierto desti-
vidir el horizonte de tiempo en períodos igua-
no. Este proceso se desenvuelve en el tiempo
les repetitivos, dejan intactos los presupues-
y puedo incluir tanto a los que buscan cam-
tos teóricos sobre los cuales tales modelos se
biar de localización, desde una inicial a otra
fundamentan.
final, como a los que buscan establecerse por
vez primera dentro de la ciudad. En el pri- Varias son las clasificaciones posibles de los
mer caso se trata de una pura teoría de lo- modelos matemáticos de la estructura urbana
calización; en el segundo, se pretende entre- (Wingo, 1961; Lowry, 1965, 1967; Chadwick,
gar además una explicación de la estructura 1971). Siguiendo la proposición de Lowry
que adopta una ciudad en su crecimiento 24. (1965), es posible analizar algunos de estos
modelos en términos de: a) modelos descrip-
Esto significa que estos modelos han sido
tivos; b) explicación; e) de planificación 25.
construidos sobre la concepción económica de
la estructura urbana dejando fuera las varia- Modelos descriptivos
bles sociales y políticas. Los desarrollos espe- Básicamente pertenecen a este grupo los
cíficos a una teoría de localización intraur- modelos de uso de suelo y algunos modelos
bana no tiene aún 15 años de evolución. Sus residenciales. Los primeros se basan en siste-
limitaciones principales a la fecha se reducen mas de contabilidad de suelos según activida-
a dos puntos: a) es una teoría de equilibrio des para proyectarlas de acuerdo a su com-
estático; b) está construida sobre una canti- portamiento histórico reciente, ajustándose a
dad de supuestos difíciles de justificar. La ma- observaciones propias al caso en cuestión. Tal
yor parte de estos supuestos se refieren a la es el caso del CATS , el modelo de Schlager o
perfección del mercado. el modelo residencial "clásico" de Carolina del
Siguiendo la argumentación elaborada por Norte (Chapin, 1962).
Mills (Mills, 1972), el planteo del problema Todos ellos dejan fuera la lógica de la ope-
de asignación de actividades a espacios ur- ración del mercado de tierras para sustituirla
banos, si bien simple a primera vista, parece por un procedimiento ad hoc de modo que
una descripción inadecuada del problema. Las las predicciones resultan de escasa validez.
reglas del juego de asignación entre las ofer- La conexión entre usos de suelo según activi-
tas y las demandas no permiten una solución

24 En este sentido la teoría de localización no es una 25 La ubicación de los distintos modelos en cada uno de
teoría de crecimiento urbano como algunos autores sostienen. estos grupos puede no coincidir con diferentes proposiciones
Dejamos esta acepción para aquellas teorías que intentan ex- clasificatorias. Entre éstas ver: IAURP: "Modeles d'urbaniza-
plicar por qué una ciudad crece y no el cómo crece. Una tíon", preparado por P. Merlin, 1968. Para una revisión su-
típica teoría de crecimiento urbano es, entonces, la teoría maria de estos modelos, ver además, Lowry, "Seven models:
de Base Económica ( Tiebout, 1956). a structural comparison"; 1967.
TEORIAS Y MODELOS DE LA ESTRUCTURA 27

dados y los movimientos de personas y em- finición operacional que ha ido cambiando
presas entre localizaciones no quedan especi- según las circunstancias, hasta llegar final-
ficadas. mente a identificar empleo básico como al
Otros dos modelos —el Polymetric y el EM- sector manufacturero, y el no básico con los
PIRIC (JAURP, 1967)— hacen referencia ex- servicios (Echenique, et al., 1973).
plícita a los desplazamientos entre zonas o Por otro lado, existe evidencia que en el
subáreas y podrían también ubicarse en esta caso de áreas metropolitanas, éstas no se ex-
categoría de modelos descriptivos en la me- panden según el crecimiento de las activida-
dida que se apoyan en el proceso histórico des de exportación sino que, por el contrario,
de migraciones internas urbanas para predecir son las actividades de consumo interno las
demandas u ocupaciones futuras. que explican el constante incremento en el
tamaño y localización de la población y otras
Modelos explicativos actividades productivas al interior de éstas.
El más importante es, sin duda, el cono- Notablemente, en el estudio de contabilidad
cido modelo de Lowry (Lowry, 1964), que social de Adler sobre Estocolmo, el sector "fa-
dio origen a toda una familia de modelos a milias" dio cuenta del 30% de la demanda to-
partir de las generalizaciones hechas poste- tal mientras que otro 22% era demanda inter-
riormente (Wilson, 1968, 1969a, 1969b; 1969c; media de la parte endógena de la matriz de
Echenique, 1969a, 1969b; 1969c). Este modelo insumo-producto (Artle, 1962). Las exporta-
ha sido ampliamente difundido y no se hará ciones (al resto de Suecia y del mundo) sólo
una repetición de su estructura conceptual y contaban con el 10% de la demanda total. En
formal. La innovación principal introducida los países de América Latina donde el ingre-
a la versión original es la pérdida de la ex- so, la población y el valor agregado de la pro-
presión gravitacional utilizada para la distri- ducción industrial están altamente concentra-
bución residencial, para sustituirla por la pro- dos en una o pocas áreas metropolitanas, es
babilidad estadística de interacción entre las probable que estas diferencias entre consumo
subáreas. La mayor limitación asociada a este interno y exportación sean aún más altas. Si
tipo o familia de modelos que es el sistema esto fuera así, entonces la lógica interna o es-
espacial urbano es tratado como si estuviera tructura causal y formal del modelo de Pitts-
en equilibrio estático (Batty, 1972). Una li- burgh y sus derivaciones posteriores serían
mitación adicional se refiere al problema de deficientes para representar el encadenamien-
su transposición contextual que involucren to entre actividades, que es lo que permite
cambios de escala en el tamaño y compleji- derivar y localizar otras a partir del empleo
dad del sistema urbano. Cuando estos cam- básico.
bios se refieren a una gran área metropoli- Otra de las críticas importantes a esta fa-
tana, la validez del esquema secuencial entre milia de modelos dice relación con la compo-
localización de actividades pierde vigencia. nente gravitacional, la que aún en su nueva
Está demostrado que las áreas metropolita- expresión, introduce limitaciones de otro tipo,
nas no se expanden en función del crecimien- por cuanto en el modelo es la accesibilidad de
to del empleo básico (Thompson, 1964). cada subárea lo que determina el número de
Por un lado, los autores que han trabajado familias a ser asignadas no intentando éste
intensamente en este tipo de modelos, reco- representar otros factores que puedan deter-
nocen la dificultad para establecer la dife- minar las demandas por localización, algu-
renciación entre estas categorías de activida- nas de las cuales no guardan relación con ac-
des y en la contabilidad de los empleos co- cesibilidad. En lo que respecta también al
rrespondientes, principalmente debido a la fal- carácter gravitacional de la distribución se
ta de información acerca de las transacciones producen también las dificultades propias de
entre actividades que permitirían determinar calibración, dándose casos donde este tipo de
cuando los clientes son predominantemente comportamiento de los residentes no se da
de origen local o externo a la economía me- con igual validez en extensas áreas metropo-
tropolitana (Echenique, et. al., 1969). Los di- litanas que en ciudades más pequeñas.
señadores de modelos han adaptado una de- Estos comentarios resultan de interés por
28 REVISTA EURE

cuanto se ha producido en América Latina tiempo dado, sino que estimar las tasas a tra-
una creciente preocupación por este tipo de vés de las cuales ciertas actividades declinan
modelos, al menos en Chile, Argentina y Ve- y son sustituidas por otras, incluyendo los
nezuela. En el caso más conocido de Santia- cambios concomitantes en el mercado laboral
go de Chile, una primera versión corregida y de vivienda, en el sector financiero y en una
del modelo de Lowry se implementó para los amplia variedad de procesos involucrados. De
estudios sobre un sistema de transporte rá- esta manera, es posible medir los efectos es-
pido ( MOPT , 1968) y para un conjunto de pecíficos de programas de inversión pública,
tres modelos encadenados para la microrre- de capacitación y asistencia a los desocupa-
gión de Santiago (MINVU , 1972). Llama la dos que el proceso de cambio tecnológico con-
atención que este auge sobreviene justo cuan- lleva respecto a los cambios en la estructura
do en los países de origen surgen críticas a la ocupacional. Un modelo de este tipo no es
eficacia de estos instrumentos 28. específicamente locacional sino que se pre-
Sin embargo, para ser justos, es necesario ocupa más bien de reproducir los fenómenos
señalar que: de cambios de todo tipo, computar las tasas
a través de las cuales tales procesos evolucio-
i) lo anterior no descarta el uso de mode- nan y por esta vía, proyectar el futuro de la
los computables como instrumentos de análi- ciudad. En este sentido, no es un modelo pro-
sis sino que, por el contrario, discute la vali- piamente económico para incorporar activa-
dez teórica y empírica de algunos enfoques mente variables sociológicas y políticas. Sin
hoy en boga. duda, constituye un esfuerzo de gran aliento
i) Los modelos basados en Lowry han y ambición.
contribuido enormemente a la mejor especi- Si el futuro de la explicación y teorización
ficación de los elementos componentes de la del fenómeno urbano debe ser encontrado por
estructura espacial urbana (Echenique, op. cit.). el lado de los modelos computables, cierta-
Si a los esquemas propuestos que inclu- mente que ésta parece ser la veta a seguir.
yen clasificación de actividades, desagrega- La experiencia de modelos altamente sofisti-
ción de stocks y flujos de interacción, se le cados que pretenden reproducir lo más exac-
agregaran los componentes sociales (grupos tamente los procesos de asignación de activi-
de presión y de poder) y se discutieran igual- dades a suelos en una perspectiva que permi-
mente las premisas sobre las cuales se desen- ta introducir políticas, no han resultado exi-
vuelven el modelo de asignación de activida- tosos a la fecha. El caso más notable es el
des a suelos —es decir, el mercado de la tie- modelo residencial de Penn-Jersey Study
rra— podría avanzarse indudablemente a (Herbert-Stevens, 1960) que nunca logró sus
transformar estos modelos en herramientas objetivos. Sin embargo, se ha constituido en
para la formulación de política pública. Así un hito dentro de la evolución del conoci-
podría transformarse la teoría urbana de po- miento sobre la estructura urbana. Es proba-
sitiva en normativa. ble que éste sea también el caso de los mo-
Al ir agotándose la línea desarrollada a delos dinámicos como el propuesto por Fo-
partir de los modelos estáticos, las miradas se rrester. Es posible que valga la pena hacer el
han dirigido hacia la construcción de modelos intento.
dinámicos (Forrester, 1969). Básicamente, el
propuesto por Forrester no guarda relación Los modelos de planificación
alguna con los anteriores construyéndose este Esta categoría no se opone necesariamente
último sobre la base de una observación de a las anteriores, sino que la complementa.
largo alcance de la evolución y ciclo histórico Por lo mismo, no revela a un modelo de esta
de una ciudad. El modelo debe permitir no naturaleza de la necesidad de formular un
sólo proyectar situaciones a un horizonte de marco teórico que explicite relaciones causa-
les entre los elementos componentes sobre los
cuales intervienen las decisiones de planifica-
26 La literatura reciente ha insistido en esta línea de ar- ción. También requieren incorporar explícita-
gumentación. Ver: "Requiem for large-scale model", JAIP ,
Vol. 39, 1973, así como la Revista del Royal Town Planning mente los rasgos relevantes de las estructuras
lnstitute, Vol. 53, 1972. económico-sociales y del entorno físico. Qui-
TEORIAS Y MODELOS DE LA ESTRUCTURA 29

zás si el nivel de especificación y explicación transporte es sólo una resultante de la inter-


exigibles sean mayores que en otras situacio- acción entre empleo y residencia y debe sa-
nes, por cuanto el modelo seleccionará a un tisfacer algunas normas de accesibilidad mí-
número selecto de variables de interés al pro- nimas. La resolución de las restricciones da
ceso de toma de decisiones, y en este sentido lugar a varias alternativas que alteran las
tales variables resultan muy críticas para el prioridades en las zonas receptoras del em-
éxito de toda la operación. pleo y de las familias 28.
Un modelo de planificación da lugar a va- La ventaja de desarrollar modelos de pla-
rias alternativas posibles y a la especificación nificación es que ellos deben especificar muy
de efectos derivados de escoger cada una de claramente entre objetivos sociales y econó-
ellas. La predicción queda condicionada al micos. Deben, asimismo, definir los paráme-
manejo que se haga de los factores que posi- tros dentro de los cuales se mueve el sistema
bilitan cada alternativa y el resultado se mide institucional y operar de acuerdo a esas re-
en términos del logro de ciertos objetivos for- glas. Si estas últimas conducen a situaciones
malizados previamente. inconvenientes, quedarán en evidencia las im-
Por lo general, los modelos de planificación perfecciones del sistema y, en consecuencia,
guardan estrecha relación con técnicas de op- la factibilidad de imponer otros esquemas al-
timización. Esto es, la intervención delibera- ternativos. De esta manera, se hace necesario
da sobre el proceso de organización del espa- explicitar las relaciones existentes entre varia-
cio social y económico urbano requiere el bles a-espaciales con las que se encuentran
cumplimiento de objetivos relativos a reduc- más estrictamente sometidas a la interacción
ción de los costos de crecimiento urbano, de espacial. Es así como por esta vía se puede
distribución de beneficios o de mejoramiento incrementar el conocimiento teórico y empí-
en los niveles de bienestar. En estos casos, el rico sobre la organización social del espacio
proceso de asignación de actividades a suelos urbano.
se visualiza a priori como imperfecto, por lo
que pretende intervenir para corregir conse- CONCLUSIONES
cuencias que derivarían de la resolución de
operaciones en un mercado de tales caracte- Los resultados alcanzados en la década de
rísticas. En este enfoque las teorías económi- los sesenta para comprender algunos fenóme-
cas sobre la estructura urbana son reemplaza- nos de la estructura espacial urbana han sido
das por construcciones que puedan manejar notables. Sin embargo, junto a esta afirma-
la situación sujetas a decisiones de planifica- ción es preciso reconocer que ciertos facto-
ción. res que forman parte del sistema urbano han
sido objeto de un menor desarrollo. En tér-
En este sentido resulta crucial el trata-
minos sociales, esto es particularmente cierto
miento que se le da a la localización del em-
respecto a los aspectos distributivos de los re-
pleo y de las residencias, ya que de su dis-
cursos disponibles al interior de las áreas ur-
tribución en el espacio dependerá la estruc-
banas y a la concertación entre variables eco-
tura de flujos resultante. Una de las hipótesis
nómicas y políticas referidas al cuerpo social
plausibles para clarificar al empleo es imagi-
urbano. Los mayores esfuerzos de investiga-
nar que ciertas actividades a ser detectadas
ción se han orientado hacia la formulación de
tienen un alto potencial de concentrar en sus
teorías de "alcance medio" y la consiguiente
alrededores a otras actividades provocando
construcción de modelos cuantitativos refe-
agrupaciones de empleo que van estructuran-
rentes a la localización de actividades, usos
do el espacio urbano. En relación a estas
aglomeraciones, las zonas para uso residen-
cial se desarrollarían de acuerdo a priorida- Ponce y Pumarino: "Aproximación a un método para la Pro-
des de urbanización y densificación que dis- gramación del Desarrollo en Areas Metropolitanas"; MINVU,
minuyan los costos de adecuación del terreno DPDU, Vol. 35, 1967,
y los costos de operación27. El modelo de 28 Esta proposición aparece desarrollada en: Pumarino, G.:
"Nuevo enfoque... (Op. cit.), En este caso, varias técnicas
de planificación urbana aparecen disponibles, tales como el
27 La distinción entre estos costos puede discutirse en: análisis de umbrales (Malisz, 1962), costo-beneficio (Lich-
field, 1969).
30 REVISTA EURE

de suelo y de transportes. Tales modelos cen- o bien, cómo relacionar valores sociales, pa-
trados en el enfoque económico, han ido cre- trones culturales y la base institucional, con
ciendo en complejidad y desagregación, ha- el medio ambiente físico que define o carac-
biendo entrado ya a una etapa de rendi- teriza a una comunidad urbana.
mientos decrecientes entre el mayor nivel de Hasta la fecha los esfuerzos metodológicos
comprensión ganado y los esfuerzos requeri- desde varias disciplinas han centrado su aná-
dos para su construcción. lisis, ya sea en los aspectos espaciales o en los a-
La década de los setenta parece caracteri- espaciales. Entre los primeros, las contribu-
zarse hasta el momento por un resurgimiento ciones de Chapin, Webber y Lynch, han sido
de los viejos problemas de distribución de particularmente relevantes a la construcción
beneficios y oportunidades entre grupos o de modelos urbanos. Entre los segundos, la
clases sociales urbanos. El mero "incremento teoría microeconómica y la sociología política
en las posibilidades de escoger" resulta un ob- han hecho contribuciones imprescindibles al
jetivo vacío si ciertos estratos de la población desarrollar los otros componentes de mecanis-
no están en condiciones económicas de ha- mos con los cuales opera el sistema en su con-
cerlo. La teoría de planificación que condi- junto. Los esfuerzos por construir el puente
ciona la operatoria del sistema urbano se ha han sido limitados (Foley, 1964; Wilson,
desarrollado como análisis crítico, carecien- 1969) y resulta particularmente difícil inten-
do, hasta ahora, de una formalización que se tar un resumen o balance de los logros al-
plantee los principales problemas de los me- canzados.
canismos de asignación de recursos, particu- Sin embargo, el futuro de la ciudad va a
larmente el suelo urbano. La teoría clásica de depender no sólo en los aportes al discurso
localización intraurbana, por otra parte, viene teórico sino que también en la práctica ur-
a resultar insuficiente para comprender la bana. Es obvio que esta práctica se entiende
conducta humana en el espacio urbano. En tanto a través de las decisiones de la rutina
este sentido, los modelos de equilibrio no cotidiana, como en los intentos deliberados
pueden constituirse en instrumentos eficaces por transformar la sucesión de hechos inde-
de análisis mientras no superen su calidad de pendientes por medio de una voluntad de in-
estáticos y no cubran el creciente ámbito de tervención sobre ciertos procesos bajo un con-
fenómenos tales como conducta, valores y junto de objetivos específicos. El problema
fuerzas sociales motivadas por factores no teórico ya enunciado adquiere entonces una
directamente económicos. Los patrones de connotación muy especial. Esto es, si la bús-
conducta individual indican que en su inter- queda teórica debería orientarse por el lado
acción con el sistema urbano ellos son mar- del análisis positivo o el normativo. Es muy
cadamente no lineales. La noción de la inter- probable que, como en todas las disyuntivas
acción dentro de un sistema urbano significa dicotómicas, la solución se encuentre en el
el abandono parcial de conceptos puramente "justo medio". Sin embargo, la pregunta me-
físicos o económicos (Baker, 1972). rece ser formulada porque de ella se despren-
Las salidas a esta situación deberán encon- den una cantidad apreciable de cuestiones
trarse en dos niveles que se influyen mutua- relevantes. Si nos reducimos tan sólo al ám-
mente. Por un lado, especificar muy cuidado- bito de la economía, podremos preguntarnos
samente cómo el conjunto de variables usa- si el énfasis estará puesto en las consecuen-
das comúnmente en los modelos se relacio- cias de las decisiones de una sola empresa o
nan con otras variables que, por lo general, en el bienestar del conjunto de la comunidad;
son omitidas del análisis. Por otro lado, la si consideramos al conjunto de actores como
construcción teórica y la mejor comprensión entes que escogen entre localizaciones posibles
de los fenómenos en juego resultan claves o como sujetos donde sus opciones están re-
para el éxito de cualquier intento predictivo ducidas por imposición superior. En otras pa-
sobre el futuro de las ciudades y de sus ha- labras, cuál es o debería ser el número de so-
bitantes. El problema teórico se reduce a có- luciones factibles y desde cuáles puntos de
mo construir un puente entre los aspectos a- vista éstas se limitan.
espaciales con los propiamente espaciales; Una salida pragmática a estas cuestiones
TEORIAS Y MODELOS DE LA ESTRUCTURA 31

sería afirmar que escoger entre enfoques po- tentan relaciones de causa-efecto son también
sitivo o normativo dependerá de la naturaleza equivocadas, como por ejemplo, la "base eco-
del problema. Es probable entonces que en nómica" en el caso metropolitano o el com-
los casos de ciudades con graves problemas portamiento gravitacional de los residentes.
en la organización de su espacio físico y en Pareciera que la preocupación creciente
su estructura social, nos inclinemos por bus- por las mayorías o minorías que "sufren" la
car normas correctivas de estos problemas; ciudad en vez de disfrutarla, conducirá a la
tal parece ser el estado de la situación en las formulación de teorías y modelos donde que-
metrópolis latinoamericanas. En otros casos, den explícitos objetivos de bienestar igual-
la dirección a seguir será en términos positi- mente compartidos. La búsqueda por salidas
vos, pero mediante el abandono de modelos normativas a través de modelos de planifica-
estáticos para elaborar más complejas situa- ción que aprovechan la experiencia acumula-
ciones en una perspectiva dinámica. En cual- da para que corrijan los rumbos en boga, de-
quier caso, lo que parece evidente es que las be ser uno de los criterios principales en las
bases normativas no deberían buscarse repro- futuras investigaciones en el campo del aná-
duciendo los patrones de conducta del mun- lisis urbano. ¿Cuáles son y cómo operan los
do real, sino que, por el contrario, analizando mecanismos de discriminación entre estratos,
críticamente esas pautas para introducir los grupos o clases sociales dentro de una ciu-
cambios necesarios. Es así como los modelos dad? ¿Cómo se estructuran o encadenan las
de transporte debieran preguntarse primero decisiones de los agentes principales, las em-
adónde la gente quiere ir y, en particular, presas, el Gobierno y las familias? ¿Qué gru-
los grupos de más bajos ingresos que depen- pos de poder o de presión controlan los pun-
dan de los medios de transporte públicos, en tos claves del proceso de toma de decisiones?
lugar de buscar la eficiencia u optimalidad ¿Qué cambios son necesarios introducir a es-
del sistema (Gakenheimer, 1973). cala a-espacial que tienen efectos en la orga-
De aquí resulta que una cuestión clave es nización del espacio y viceversa?
la posición que se adopta respecto al carác- Estas son algunas preguntas que quedan
ter de la planificación, la que quedará defi- abiertas para la investigación. Muchas otras
nida por el modelo decisional, el de asigna- permanecen como tales en la búsqueda teóri-
ción de recursos y el modelo de propiedad. ca y en su traducción a la práctica de cómo
Ahora bien, debe quedar también en claro deben ser nuestras ciudades.
que no existe una solución óptima o un con-
junto de políticas que son consideradas como
tales. Sobre estos modelos institucionales, la REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
literatura es muy reducida en circunstancias
que en ellos parece radicar la clave explica- Arte, R., "Algunos métodos y problemas relativos
toria de variados fenómenos urbanos. al estudio de las economías de áreas metropolita-
nas"; en Secchi, B., ed.: Análisis de las estructu-
En suma, las teorías y modelos sobre la es- ras territoriales, G. Gili.
tructura espacial han ayudado a comprender Baker, A., "Modeils of spatial behaviour in urban
mejor a la ciudad, pero han dicho relativa- environments"; Centre for Urbain and community
mente poco sobre lo que una ciudad debiera studies; U. of Toronto, 1970.
ser para vivir mejor en ella. Banfield, E.: "City politics", 1963.
Siguiendo a Lee (Lee, 1973), los modelos Bettelheim, Ch., "Lettres sur quelques problemes
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aparecidas en Monthly Review entre 1969 y 1970).
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corporar un alto número de variables, todas Studies, 9 (2), 1972.
altamente desagregadas, lo que obliga a cos- Castells, M., Problemas de investigación en sociolo-
tos de diseño y construcción también excesi- gía urbana; Siglo XXI, 1971.
vos, transformándose en aparatos complica- ----------, La question urbaine, Maspero, 1972.
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