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1.

Creatividad en el derecho de Autor

Ahora bien, para comprender la creatividad del derecho de autor, lo primero es definir que es la
creatividad.

1.1. Creatividad.-
1.1.1. Antecedentes de la creatividad

Las definiciones de creatividad tienden a centrarse en la originalidad y utilidad. Nosotros


coincidimos con Amabile, quien define la creatividad como “una novela y adecuada
solución de producto o respuesta para una tarea abierta” Amabile (2005).

Y a raíz de ello también coincidimos con Wolfe quien ve la creatividad como «una idea o
producto que es original, valorado, y puesto en práctica, a su vez tenemos que señalar que la
generación de la novela, de una obra original, y de ideas únicas relativas a los procesos y
procedimientos que son utilizados en el trabajo sean apropiados y significativos para el
problema o situación social que se presenta, toda vez que el valor de la creatividad se
encuentra en el quehacer diario en la vida cotidiana, en las experiencias del ser humano, no
solo en crear nuevos productos, nuevas tendencias, etc. Entonces la necesidad de cumplir
con este desafío nos lleva a un campo en el cual lo individual llega a ser un plano muy
difícil de alcanzar más aún si queremos que nuestra obra, novela o idea materializada sea
revestida de protección jurídica por los distintos organismos que en nuestro país existen.

1.1.2. Concepto

En concordancia con stenberg y Lubart la creatividad está relacionada con la generación de


ideas que son relativamente nuevas, apropiadas y de alta calidad, es decir entonces que el
talento creativo es aquel que, cuando funciona efectivamente, puede hacer historia en
cualquier área del esfuerzo humano. Pero planteamos la cuestión de que ¿por qué a veces es
tan difícil ser creativo para algunas personas?, pues la respuesta es bastante compleja y a la
vez sencilla pues la mente tiende a crear modelos fijos de conceptos, lo que limitara el uso
de la nueva información disponible a menos que se disponga de algún medio de
reestructurar los modelos ya existentes, actualizándolos objetivamente con nuevos datos. De
la misma manera pasaremos a definir cuáles son las características esenciales del
pensamiento creativo los cuales vendrían a ser:

1.1.3. Características de la creatividad.

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Una situación importante es considerar que desarrollar la creatividad no solo implica
emplear técnicas atractivas o ingeniosas por si mismas; desarrollar la creatividad implica
incidir sobre varios aspectos del pensamiento teniendo así como principales características
las siguientes 4:

a) La fluidez

La fluidez como su nombre mismo lo indica viene a ser la capacidad de todo sujeto de
generar una cantidad considerable de ideas, o respuestas a pensamientos netamente
establecidos.

b) La flexibilidad

Esta característica no busca ser cambiante, sino es la funcionalidad misma de buscar una
visión más amplia, más abierta de nuestras alternativas, en pocas palabras generar una
multitud de opciones y entre ellas elegir la opción más idónea.

c) La Originalidad

La originalidad siempre tendrá que ver con ideas novedosas, que se distingan del resto
no solo por su individualización sino también por poder visualizar problemas de manera
diferente, es decir proponer nuevas soluciones a distintos contextos.

d) La elaboración

Esta viene a ser una característica algo redundante dado que se trata básicamente de
añadir elementos nuevos o detalles inusuales a ideas que ya existen, es decir a
pensamientos ya establecidos, y con la elaboración modificaremos la “placa madre” en
alguno de sus atributos.

Ahora bien el proceso creativo también cuenta con algunas etapas las cuales vienen a ser
cuatro.

1.1.4. Etapas del proceso creativo.

Las etapas del proceso creativo se dividen en cuatro principales puntos, los cuales de
manera conjunta hacen del proceso creativo una verdadera tarea compleja.

e) Preparación

Se identifica como el momento en que se están revisando y explorando las


características de los problemas existentes en su entorno, se emplea en la atención para
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pensar sobre lo que se quiere intervenir. Algunos autores denominan a esta etapa la
etapa de cognición en la cual los pensadores creativos sondean los problemas.

f) Incubación

Se genera todo un movimiento cognoscitivo en donde se establecen relaciones de todo


tipo entre los problemas seleccionados y las posibles vías y estrategias de solución, se
juega con las ideas desde el momento en que la solución convencional con cubre con las
expectativas del pensador creativo, en esta etapa existe una aparente inactividad, pero en
realidad es una de las etapas más laboriosas ya que se visualiza la solución desde pintos
alternos a los convencionales

g) Iluminación

En el momento crucial de la creatividad, es lo que algunos autores denominan la


concepción, es el eureka de Arquímedes, en donde repentinamente se contempla la
solución creativa más clara que el agua, es lo que mucha gente cree que es la
creatividad, es en conclusión ese momento en el que se sorprende incluso el autor al
momento de q su idea aprese en escena, pero que un resultado de las etapas anteriores,
es cuando se acomodan las diferentes piezas del rompecabezas y resulta una idea nueva
y comprensible

h) Verificación

Es la estructuración final del proceso en donde se pretende poner en acción la idea para
ver si realmente cumple con el objetivo para el cual fue concebida, es el parámetro para
confirmar si realmente la idea creativa es efectiva o solo fue un ejercicio mental.

2. La originalidad de la Creatividad en el Derecho de autor.

Teniendo esos conceptos plenamente identificados debemos de hacer referencia a la originalidad en


el derecho de autor, para lo cual señalamos que Cuando una creación literaria, artística o científica
alcanza el grado de original es cuando deviene en protegible, es decir es cuando viene a ser de
interés jurídico, desde un punto de vista legal, se recubre de las disposiciones en materia de derecho
de autor, entonces la originalidad no sólo deviene en un requisito legal de protección, sino también
es una exigencia necesaria para el nacimiento de los derechos q implica ser autor como tal, de esta
manera esta estipulado en los artículos 1 y 10 del TRLPI, como ya hemos señalado. Sin embargo,
aportar un concepto, una definición sobre lo que es la creación original, y que a su vez ese concepto
sea capaz de trascender las peculiaridades de cada tipo de obra y así mismo trascender los diversos
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contextos y significados que tiene dicha expresión, tanto en el lenguaje común como en el lenguaje
jurídico que es el que nos importa, ha de ser una tarea complicada para la doctrina, y precisamente
en ello nos centraremos, al tratar de desarrollar la originalidad como fuente jurídica de los derechos
de autor. Y a su vez esta creatividad original cuando vienen a ser extrínseca e intrínseca, teniendo
así lo siguiente:

2.1. Definición de originalidad

Nuestra Ley sobre Derecho de Autor y el Decreto Legislativo 822, no han incorporado hasta el
día de hoy a nivel de normar esta premisa una definición idónea de lo que vendría a ser la
originalidad, entones tenemos que recurrir al derecho comparado, o mejor dicho a las analogías
de derecho, partiendo así de la jurisprudencia administrativa, la sala de propiedad intelectual del
INDECOPI ha establecido el siguiente marco conceptual a través de un precedente de
observancia obligatoria: “Debe entenderse por originalidad de la obra, la expresión creativa e
individualizada de la obra, por mínimas que sean esa creación y esa individualidad. La obra
debe expresar lo propio del autor, llevar la impronta de su personalidad”.

Por ende, partiendo de la definición anterior no será considerado individual lo que ya forma
parte del patrimonio cultural, artístico o literario, dado que no se puede conceder originalidad
sobre una idea que ya existió, vale decir que el simple hecho de idea no significa que revertirá
de protección jurídica, mas sino hace falta que tal idea se materialice para así poder tener ese
revestimiento normativo y protección por parte del derecho de, aparte de ello no es considerado
individual tampoco la forma de expresión que se deriva de la naturaleza de las cosas ni de una
mera aplicación mecánica de lo dispuesto en algunas normas jurídicas, así como tampoco será
la forma idónea de expresión lo que se reduce a una simple técnica e instrucciones si, les que
solo requieren la habilidad manual para su elaboración o ejecución. En consecuencia, no todo lo
producido con el esfuerzo de su creador merece protección o revestimiento legal por el derecho
de autor, ahora bien igualmente, aun cuando exista certeza de que una creación carente de
individualidad ha sido copiada textualmente, tal circunstancia no convierte a ésta en obra en una
que pueda revestir o mejor dicho sea materia de protección del derecho de autor

Es así entonces que INDECOPI, siguiendo la mayoría de los comentarios encontrados en la


doctrina, en términos simples siguiendo la doctrina mayoritaria, ha adoptado el denominado
criterio de “originalidad subjetiva” que, en esencia, significa que las creaciones, deben de
reflejar una individualidad de su creador, y la impronta de su personalidad, a fin de que estas
sean protegidas por el Derecho de Autor, En esa línea, Lipszyc define la originalidad como “la

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expresión o forma representativa- creativa e individualizada de la obra por mínimas que sean
esa expresión y esa individualidad.” Lipszyc (2006)

Además de ello a criterio nuestro debemos añadir que si en el proceso de creación de una buena
obra literaria o una obra de arte se reconoce esencialmente tres etapas, las cuales son
desarrolladas a continuación: La primera etapa hace referencia a la concepción de la idea es
decir el plano subjetivo en el que ya se tiene la idea de la obra, para posteriormente elaborar el
plan de su desarrollo, su composición, es decir un mecanismo sistematizado del cómo será
nuestra obra, y finalmente esta idea es expresada, es decir pasa del plano subjetivo al objetivo al
ser materializada, toda vez que la originalidad de la idea no cuenta, pues no goza de protección
considerada en sí misma, entonces para que una obra sea considerada original de pies a cabeza
es necesario no solo que su composición o contenido sean propios y originales, sino que para
que sea de interés jurídico y por consiguiente quede amparado por el derecho de autor será
necesario que estas obras sean absolutamente originales desde la composición hasta la
expresión, entonces cumpliendo estos requisitos nuestra obra podrá ser materia de protección
con la normativa de los derechos del autor.

Prosiguiendo al respecto Antequera señala “que la originalidad de una obra debe entenderse en
el sentido de individualidad y no de novedad, pues de lo que se trata es que el producto tenga
sus características propias a fin de distinguirlo de otros del mismo género” Antequera (2007),
pero Patry, define bien su perspectiva anglosajona, que dicho sea de paso resulta muy similar
desde un punto de vista de concepto de originalidad entonces este señala que la originalidad no
significa otra cosa que:

 Primero el autor no plagió o copió la obra de otro autor, es decir no hubo replica de mi
idea sobre otra ya preexistente.
 Y segundo que existe un aspecto material que distingue a la obra de ser una idea, en
todo el sentido de la palabra esto significa pasar del plano subjetivo al objetivo del plano
de ser una idea a ser materializada

Entonces en referencia a este punto Caballero corrobora lo mencionado al distinguir dos


conceptos importantes que son originalidad y novedad, además de ello hacemos énfasis que el
hecho que la obra original refleja la personalidad del autor, el modificar otra reflejaría la
incapacidad del autor por ende no merecería ser objeto de protección del ordenamiento jurídico
del derecho de autor. Asimismo, aclaramos que el concepto de originalidad descarta la
existencia de copia, coincidiendo aquí con Caballero al decir que “El concepto de originalidad
no equivale a la novedad, en el sentido de que solo se protege lo inédito, lo nuevo o lo único,
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como sucede en el caso de las invenciones, en donde la novedad es requisito indispensable para
su patenta miento. De hecho, afirmo que la originalidad se satisface plenamente cuando la obra
en cuestión refleja de cualquier modo la personalidad del autor que la ha creado, por contener la
forma de expresión que este ha elegido. El requisito de originalidad se cumple igualmente por
el hecho de que la obra en cuestión no sea copia de otra preexistente.” Caballero (2006)

En los mismos lineamientos Rogel Vide, citado por Reuperez Azcárate, señala una serie de
atributos en los que puede residir la originalidad y, dentro de ellos, “la existencia de una
impronta significativa de la personalidad del autor y efectiva creación de valores que llevan a
un único original.” Rogel Vide (2007)

Por otro lado tenemos que, Fernandez Delpech opina que “La novedad no es condición
necesaria, pero la originalidad o individualidad es requisito insustituible, y podríamos decir que
una obra es original cuando expresa de alguna manera, en mayor o menor medida, el espíritu
creador del autor sobre un tema o una idea, novedosa o no.” Delpech (2006)

Así mismo a criterio nuestro debemos decir que para que la obra, novela, etc., sea protegida por
el ordenamiento jurídico en este caso la normativa del derecho de autor, debe construir una
creación intelectual original, dado que esta es la manera como el autor concibe el mundo
exterior, en otras palabras basta que la creación o la idea materializada no sea copia de otra, lo
que significa tácitamente que esta debe conllevar consigo un gran esfuerzo intelectual de
características propias y particulares, en palabras simples que la obra o creación haya sido
producida con el esfuerzo del autor. En materia de derecho de autor, se exige que la obra sea
original. Pero tal originalidad no se entiende como sinónimo de novedad, sino de esfuerzo
intelectual por medio del cual el autor concibe el mundo exterior y lo concreta y plasma en una
obra imprimiéndoles su sello o impronta personal; por tanto, permite que todos podamos
retomar determinado asunto.

Ahora bien, la originalidad no requiere tener un aspecto absoluto, es decir en realidad en la


medida que todas las obras del ingenio son de una u otra manera el reflejo o derivación de obras
anteriores que les han servido de base o inspiración, podría incluso decirse que todas las obras
son, en realidad, sólo parcialmente originales. En ese sentido, Lipszyc señala “para el Derecho
de Autor, el término creación no tiene el significado de sacar algo de la nada y la originalidad
de la obra no tiene que ser absoluta, por lo tanto, no es necesario que la inspiración del autor
esté libre de toda inspiración ajena. Las ideas utilizadas en la obra pueden ser viejas y, sin
embargo, la obra puede ser original pues, insistimos, el derecho de autor admite que la creación
intelectual se realice sobre la base de elementos previos. Solo es necesario que la obra sea
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distinta de las que existían con anterioridad, que no sea una copia o imitación de otra.” Lipszyc
(2007)

Entonces en la misma línea a criterio nuestro el problema podría ser más bien, opuesto, y en
aquí me explico, si suponemos que todas las obras novelas productos son esfuerzo o valga la
redundancia producto de un ser humano, por lo tanto, manifiestan en alguna medida un esfuerzo
creativo, entonces siempre reflejara ese algo intuitivo y personal que reflejaría su personalidad
y singularidad en la ejecución de su idea o materialización de su proyecto, en consecuencia
todas las obras podrían ser consideradas originales, convirtiéndolo en un requisito irrelevante.
Sin embargo, es discutible que todo esfuerzo tenga naturaleza creativa y que, por lo tanto, el
resultado de cualquier esfuerzo refleje necesariamente la impronta del autor. Al respecto, ha
dicho la Sala de Propiedad Intelectual del INDECOPI: “El requisito de originalidad o
individualidad implica que, para la creación de la obra, debe existir un espacio para el
desarrollo de la personalidad de su autor. En consecuencia, lo que ya forma parte del patrimonio
cultural - artístico, científico o literario, no puede ser individual. Igualmente, la originalidad
sirve para diferenciar las obras protegidas por derechos de autor de las banales, de la vida
diaria, rutinarias. Tampoco puede decirse que una creación es original si la forma de expresión
se deriva de la naturaleza de las cosas o es una mera aplicación mecánica de lo dispuesto en
algunas normas jurídicas o por lógica o si la forma de expresión se reduce a una simple técnica
que solo requiere de la habilidad manual para su ejecución”.

2.2. La Originalidad y novedad extrínseca.

En primer lugar, es necesario saber que una creación que ha sido difundida no puede ser
patentada, en cambio una obra difundida si puede estar protegida por el Derecho de Autor. Tal
es en el caso de las “obras de arte aplicado”, que son protegibles por el Derecho de Autor y
también por patentes de diseño, como “diseños industriales”, por ello la divulgación de estos
perjudica el segundo tipo de protección, mas no el primero. Es así que una obra de arte aplicado
o diseño industrial que ha sido difundida pierde novedad, pero no ha perdido originalidad. En
ese sentido, cabe resaltar entonces que la originalidad es una característica intrínseca cuando
depende de la naturaleza de la obra misma, mientras que por otro lado la novedad es una
característica extrínseca ya que esta depende de una circunstancia ajena a la obra, como es su
difusión.

2.3. Originalidad y novedad intrínseca.

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En segundo lugar, es necesario realizar la siguiente pregunta: ¿Si una obra es original e
individual, entonces, deberá ser también novedosa? Dado que cualquier obra, como forma de
manifestación, destella la impronta personalidad de su autor y tiene, en consecuencia,
naturaleza individual, entonces debería ser también novedosa, ya que no podríamos encontrar
otra obra igual o, si encontramos otra obra semejante, ello significaría que la obra no es
original, ya que no destella la individualidad del autor. Aquí, la respuesta, en principio, es que,
efectivamente si una obra es original (en el sentido de manifestación individual) no debería
existir otra obra anterior e idéntica. En esa lógica, podemos decir que la originalidad o
individualidad vienen a ser lo mismo que novedad. Sin embargo, el Derecho de Autor,
únicamente por utilizar el criterio subjetivo que no sea copia, en vez del objetivo que no exista
una obra idéntica; permite una exclusión a la regla: la creación independiente. Existe la
posibilidad de que dos diferentes autores, en base de una misma idea y usando los mismos
recursos, puedan acabar creando obras muy semejantes o incluso iguales, especialmente
tratándose de determinado tipo de especialidad, como por ejemplo la música o la fotografía.

3. la motivación y cómo influye en la creatividad

Para entender cómo influye la motivación en la creatividad es necesario tener presente los
siguientes conceptos: según Schunk La motivación es una unidad personal para llevar a cabo, “el
proceso de incitar y conservar un comportamiento dirigido a un objetivo”, (Schunk, p. 1993). Por
otro lado, Amabile indica que la motivación es tanto un rasgo y un estado, se refiere como rasgo, a
que la motivación engloba el agrado o desagrado de determinadas actividades, debido al carácter,
personalidad y experiencias anteriores; se sabe que la gente es más creativa haciendo cosas que
disfrutan. Como estado, la motivación puede ser intrínseca o extrínseca. Por otro lado, los rasgos
son parcialmente duraderos, mientras que los estados están influenciados más por el entorno social.
La motivación intrínseca es “el motivo para trabajar en algo esencial por su propio bien, porque es
agradable, provechoso y ameno, o de otra manera cautivante, mientras que la motivación extrínseca
es una recompensa externa, la motivación trabajar en algo fundamentalmente porque es un medio
para un fin” (Amabile, 1987).

3.1. Concepto de motivación

La motivación es lo que hace que un sujeto se comporte y actué de una determinada forma.
Podemos definirla como una mezcla de procesos intelectuales, fisiológicos y psicológicos que
decide, en una situación dada, con que animo se actúa y en qué dirección se encamina la
energía, es por eso que, por ejemplo, practicar un hobby, ser el dueño de una lujosa mansión,

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tener acceso al dinero, tener un lujoso automóvil, saber que logre algo, comer una rica
hamburguesa, etc; todas estas son motivaciones que se pueden tener.

3.2. Motivación y creatividad

La motivación se proyecta desde dos aspectos; una es la intrínseca, que es la que le permite al
sujeto tomar las decisiones a raíz de una fuerza interior. Y “en cambio la extrínseca está guiada
por circunstancias externas con el objetivo de adquirir una meta externa como el
reconocimiento, la recompensa económica o ganar una competencia” (Romo, 1997, p. 154).
Estos tipos de la motivación se han vinculado con la creatividad y se ha examinado la influencia
tanto de una como de otra, sobre el desarrollo creativo. Para Torrance, entrevistado por Dunn
“la motivación y la personalidad son elementos que llegan a ser muy fundamentales en la vida
de las personas; algunas pierden el interés y se paran ante un reto creativo por carencia de
coraje y persistencia”, Torrance (2000, p,2). Por otro lado, Sternberg y Lubart consideran que,
“para ser realmente creativo, es indispensable estar motivado, ya sea que existan metas
extrínsecas, como el poder, el dinero o la fama; o intrínsecas como el desafío personal o la
expresión de uno mismo. Los innovadores deben ser enérgicos, productivos y estar motivados
por metas”. Sternberg y Lubart (1997, p. 258).

Con referencia a esto Amabile considera “que la motivación intrínseca es un buen conductor de
la creatividad, pero la motivación extrínseca más bien puede perjudicarla, principalmente si es
algo que se le ha impuesto a una persona”, Amabile (1996). De manera semejante, Sternberg y
Lubart indican que “la motivación es el incentivo que conduce a cierta acción; y por ende la
intrínseca es considerada muy valiosa para la creatividad, ya que hace que las personas, de
forma responsable e intencional, se concentren en una actividad que realizan, no porque se les
ordena, sino porque realmente la quieren hacer. Sin embargo, estos investigadores dan a
entender que la motivación extrínseca puede ser una herramienta peligrosa, ya que puede
restringir la creatividad”. Sternberg y Lubart (1997, pp. 248-249)

Sternberg y Lubart también citan que realizaron dos estudios con alumnos universitarios; uno
realizado por Amabile, donde los sujetos redactaron poemas antes y después de pensar en
razones extrínsecas para escribirlos. Estos mostraron una creatividad decreciente en los poemas
escritos, atendiendo a las motivaciones externas. La otra investigación dirigida por Hill en el
año 1991, determino que había una conexión positiva entre el goce de la escritura creativa y la
índole del producto, al contrario de la motivación por obtener buenas calificaciones y
reconocimiento, las cuales estaban correlacionadas negativamente con la calidad del producto.

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Lo que plantean Sternberg y Lubart básicamente, es que “las personas motivadas
extrínsecamente, no tienen demasiado cuidado respecto al modo como llegan, mientras puedan
llegar rápido y obtener la recompensa de llegar allí” Sternberg y Lubart (1997, p. 255). En
cambio, para Amabile, aunque la motivación extrínseca, en ausencia de la intrínseca, puede
socavar la creatividad, la mezcla de ambas logra intensificar la creatividad. Sternberg y Lubart
amparan esta posición de Amabile, proponiendo que las personas creativas pueden hacer lo que
les gusta (motivación intrínseca) y, al mismo tiempo, logran ser recompensadas (motivación
extrínseca) por desarrollar su creatividad.

En resumen, distintos investigadores plantean claramente la necesidad de incitar más la motivación


intrínseca; pero buscando también efectos positivos mediante la motivación extrínseca. La
motivación intrínseca requiere de un desarrollo y del incentivo de esa fuerza interior para asumir
con persistencia las tareas creativas. La motivación extrínseca se debe emplear con cuidado, porque
podría ser escasa para cumplir con las metas propuestas, así que lo que se propone es contar con
una mezcla que genere un excelente desarrollo creativo.

3.3. Tipos de motivación


3.3.1. Motivación intrínseca.

De forma sencilla está conceptualizada como la conducta que se lleva a cabo de manera
habitual y sin ningún tipo de eventualidad externa, la motivación intrínseca es la voluntaria,
a menudo es generada por factores como el: interés, placer, orgullo, recompensa interna,
realización personal, habilidades, competencias, creencias y necesidades internas. Es una
motivación con elementos de autonomía, metas personales y entusiasmo. Los motivos que
llevan a la activación de este patrón conductual son inherentes a nuestra persona sin
necesidad de estímulos externos, la motivación intrínseca implica la realización de una
actividad por sí misma y no el deseo de recompensa. Algunos ejemplos de esta motivación
serian por ejemplo practicando algún deporte, ir a pescar, ver la naturaleza, etc; las
características principales para que una conducta se considere intrínseca tienen que ver con
dos conceptos que son la autodeterminación y las competencias, ambos son responsables de
que nos guiemos por valores intrínsecos bajo nuestra motivación propia en lugar de vernos
influidos con factores extrínsecos a nosotros mismos, es así que podemos decir que como su
mismo nombre lo indica la motivación intrínseca es la que viene desde la propia persona.

3.3.2. Motivación extrínseca.

Son todas aquellas actividades en las cuales los motivos que ocasionan la acción son ajenos
a la misma, es decir están determinados por las eventualidades externas, esto se refiere a
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estímulos o refuerzos negativos o positivos externos al propio sujeto y actividad. Es muy
usual que se dé una motivación en el trabajo que sea extrínseca centrada en conseguir
objetivos concretos. Por ejemplo, todos los equipos de futbol tienen la motivación
extrínseca de ser lo ganadores de la copa mundial o, el de una cantante que su motivación
extrínseca seria ser famosa y reconocida mundialmente por su música. Es por ello que
debemos saber que la motivación extrínseca se produce cuando lo que estimula que
realicemos una determinada conducta es externa a la misma. En la motivación extrínseca el
comportamiento es motivado por el deseo de conseguir algo deseado o esquivar un
resultado adverso. Por ejemplo, cuando uno estudia desea graduarse rápido y obtener el
título, o cuando deseas ser el dueño de una vivienda es una motivación para construir una
casa. Dependiendo de la postura las recompensas externas pueden reforzar o socavar las
creencias y las necesidades internas, por ende, la motivación extrínseca puede hacer que
algunas personas sean más competitivas y agresivas con los demás cuando estos buscan el
mismo premio u objetivo.

4. Normatividad Vigente en relación a la protección de la originalidad en la creatividad


Extrínseca e intrínseca.
4.1. artículo 3 del Decreto Legislativo 822 - Ley sobre el Derecho de Autor.

Este articulado nos hace referencia a la protección del derecho de autor, y nos señala que esta a
su vez se asienta sobre todas las obras del ingenio y de creatividad, ya sea en el contexto
literario o en el artístico, no resulta de suma importancia su género, puede ser cualquiera, al
igual que también su manera de expresión, mérito o propósito. Los derechos que reconoce esta
ley son autónomos de lo que denominamos propiedad, propiedad del objeto material en el cual
está incorporada la obra de creatividad, y su disfrute o ejercicio no están sujetos, o mejor dicho
no dependen de si estos están o no registrados, o al cumplimiento de cualquier otra formalidad.

Por otro lado, el artículo 2 del mismo Decreto Legislativo del que estamos desarrollando define
el significado de obra como: “Toda creación intelectual, personal y original, susceptible de ser
divulgada o reproducida en cualquier forma, conocida o por conocerse.", entonces teniendo esto
como supuesto es relevante saber que para que una creación califique como obra y por
consiguiente este recubierto de la protección que implica el derecho de autor es fundamental su
originalidad, es decir si se desea que esta creación disfrute de protección legal, de revestimiento
jurídico, que quede amparado por las normas del derecho de autor, tiene que ser una creación
original, y no una réplica de cualquier otra idea. Por ende, la comprensión y delimitación del
concepto “originalidad” en el Derecho de Autor es de mucha importancia, por no decir que es lo
más fundamental, además de ello la existencia de lo original o su carencia, determinaran la
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existencia o ausencia de protección, de revestimiento jurídico, de ser asunto de interés para el
derecho de autor, dicho sea de paso, además de ello también determina la extensión y medida
de tal protección.

Conclusiones

 La creatividad, aunque difícil de definir, se estudia desde diferentes ámbitos, mediante


teorías propuestas por reconocidos investigadores, las cuales sirven de apoyo para recolectar
información pertinente, según las orientaciones de sus trabajos basados en la persona
creativa, el proceso y el producto creativo. Se toman como referencia ciertos indicadores
que son, principalmente, la fluidez, la flexibilidad y la originalidad, vinculados con la
creatividad y que permiten incentivar el pensamiento divergente. En la búsqueda por
obtener un máximo sentido a este complejo constructo, se ha relacionado la creatividad con
otros conceptos, en donde sobresale la personalidad. Existe el asentimiento de que los
creativos cuentan con un grupo de particularidades que se manifiestan con mayor fuerza en
ellos. Estas facciones coincidentes son la perseverancia ante los obstáculos, la confianza en
sí mismo, la ambición y la imaginación. También se considera importante incentivar la
motivación intrínseca, pero sin descuidar la motivación extrínseca, que se debe manejar con
precaución, por ser un refuerzo externo. Los autores consideran que existe una relación
importante entre la inteligencia y la creatividad, aunque se cree que son aspectos
independientes.
 Cabe notar que la originalidad es un factor diferente, ajeno e independiente del mérito o
valor artístico o de cualquier otro tipo. El criterio subjetivo de originalidad consiste
básicamente en que la obra destelle la personalidad o impronta del sujeto-autor (de ahí su
carácter “subjetivo”). Ello no debe confundirse en el sentido de que la existencia o
inexistencia de originalidad pueda depender de una evaluación subjetiva por parte del
juzgador o de cualquier tercero, con referencia al mérito artístico, el valor económico o
finalidad. Tampoco es una cuestión de buen o mal gusto. Ello nos llevaría al absurdo de una
subjetividad comprendida como arbitraria, cosa que el ordenamiento jurídico rechaza. Al
respecto, aunque el Decreto Legislativo 822, no define el concepto de originalidad, si se

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pronuncia en su artículo 3º, indicando que la protección de una obra es independiente de su
género, forma de expresión, mérito o finalidad.
 Finalmente, es importante tener presente que, como observa Lipszyc, el análisis de hecho en
cuanto a la originalidad puede cambiar dependiendo de si estamos ante un caso de
reproducción no autorizada (copia idéntica) donde se alega la ausencia de originalidad y,
por ende, ausencia de protección, o si estamos ante un caso de posible plagio que involucra
dos obras distintas, con un grupo de similitudes. La apreciación de la originalidad debe ser
distinta en un caso de reproducción no autorizada a escala comercial (piratería) que cuando
se imputa un plagio. Si se alegara que la obra no está protegida por carecer de originalidad,
en el primer caso esta deberá apreciarse con criterio muy amplio, y tener en cuenta que,
aunque la individualidad sea mínima se satisface la exigencia. En el segundo caso se
impone el criterio restrictivo y será necesario determinar si entre las dos obras existe una
identidad de expresión reconocible, si ambas son, sustancialmente una misma
representación formal.

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Bibliografía

 Resolución 0286-1998/TPI-INDECOPI de fecha 23 de marzo de 1998


 Amabile, T. (1987). La motivación para ser creativo. En S. Isaksen (Ed.), Fronteras de la
Creatividad Investigación: Más allá de
 Cameron, J., y Pierce, WD (1994). Estrado, la recompensa y la motivación intrínseca
 Maraví, Alfredo, Breves apuntes sobre el problema de definir la originalidad en el derecho
de autor, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2010.
 Saiz García, Concepción, Objeto y sujeto del derecho de autor, Tirant Lo Blanch, Valencia,
2000. p. 39.
 Ferreyros Castañeda, Marisol, “La etérea aspiración del plagiario: la originalidad”. En:
Revista Jurídica del Perú, Número 86, Año 2008

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