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Esta realidad cambió en el año 2006, por lo que se aprobó el Reglamento de Seguridad
y Salud en el Trabajo, que dispone un notable desarrollo en cuanto a las obligaciones
que conciernen a la protección de la seguridad y salud de la población trabajadora. Aun
así, existen algunos riesgos específicos que siguen sin contar con una regulación
nacional y que por lo tanto deben observarse normas y estándares reconocidos
internacionalmente. Se listan seguidamente las principales normas por las que se regula,
de forma exclusiva o en parte, la seguridad y salud laboral en República Dominicana.
En República Dominicana, las dos principales normas por las que se regula la
protección de la seguridad y salud de los trabajadores son:
En él se dispone que dicha norma sea de aplicación a todas las ramas de actividades
laborales que sean ejecutadas en el ámbito del país, dentro de los límites previstos por el
Principio III del Código de Trabajo de la República Dominicana. En cuanto a los límites
a los que hace referencia el Principio II del Código de Trabajo de la República
Dominicana, son los siguientes:
Funcionarios y empleados públicos (no entran dentro de esta categoría aquellos
trabajadores que prestan servicios en empresas del Estado y en sus organismos
oficiales autónomos de carácter industrial, comercial, financiero o de transporte).
Existen dos normas en República Dominicana que desarrollan el contenido del Decreto
n° 522-06, del 17 de octubre de 2006, y la principal de ellas es esta. Es la norma
nacional que más disposiciones establece en materia de SST. Entre otros aspectos,
regula los requisitos aplicables a:
Acción preventiva: Es toda acción necesaria para eliminar o evitar las situaciones
laborales que supongan una amenaza a la salud de los trabajadores o de terceros,
teniendo como finalidad propiciar un ambiente laboral sano y seguro.
Actividad laboral: Es aquélla que abarca todas las ramas de la actividad productiva y
de servicios en las que hay implicados trabajadores y empleadores.
Asesorías: Son las orientaciones o consejos que son ofrecidos para el cumplimiento de
las normas relativas a la seguridad y salud en el trabajo, así como sobre buenas prácticas
para preservar las mismas.
Condición de trabajo. Cualquier característica del mismo que pueda tener una
influencia significativa en la generación de riesgos para la seguridad y la salud del
trabajador.
Tiene por objeto promover la seguridad y bienestar común mediante disposiciones que
protejan y garanticen la vida y salud de los trabajadores, así como la estabilidad,
salubridad y propiedad de los sitios de empleo. Prescribe los requisitos mínimos que se
deben aplicar en todos los centros industriales, establecimientos de comercio y oficinas
para la prevención y control de los accidentes del trabajo y de las enfermedades
ocupacionales y establece la forma de alcanzar estos objetivos. En su capítulo primero
define términos tales como higiene y seguridad industrial, enfermedades profesionales,
centros industriales, substancia o material contaminador, polvo, emanaciones, gases,
vapores, niebla y fibras. Aborda también, entre otras cuestiones, las condiciones de la
higiene industrial, temperatura y humedad, ruidos y vibraciones, trabajos en minas,
canteras, subterráneos, perforaciones, fosos, sótanos y silos, radiactividad, carga y
descarga de los buques en los puertos, higiene de los establecimientos de comercio y en
las oficinas y seguridad industrial. Finalmente, en el capítulo cuarto, Disposiciones
Generales, contempla la selección y colocación de los trabajadores, empleo de menores
y mujeres y primeros auxilios.
Tal y como establecen los artículos de la norma, los empresarios tienen la obligación de
proteger a los trabajadores frente a los riesgos laborales. En cumplimiento de este deber
general, deberá garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores a su servicio, en
todos los aspectos relacionados con el trabajo, a través de la adopción de todas las
medidas preventivas necesarias. A efectos de aplicar unas medidas preventivas
adecuadas, se hace indispensable realizar un análisis de los riesgos profesionales
presentes en cada uno de los puestos de trabajo, así como los derivados de las
condiciones materiales del centro de trabajo.
Por otra parte, los trabajadores tienen derecho a participar en el diseño, la adopción y el
cumplimiento de las acciones preventivas. Dicha participación incluye la consulta
acerca de la evaluación de riesgos y de la consiguiente planificación y organización de
la acción preventiva, así como el acceso a la documentación correspondiente. Dicho
esto, la norma también establece, la obligación atribuida al empresario de volver a
realizar una evaluación de riesgos cuando se produzca alguna modificación sustancial
en las condiciones de trabajo.