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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Noriental Privada Gran Mariscal de Ayacucho


Cátedra Derecho Procesal Civil I
Núcleo Maturín, Estado Monagas
Escuela de Derecho
3ER AÑO, SECC 06 EN CONJUNTO CON 4 AÑO SECC 03

MEDIDAS CAUTELARES

Profesora: Elaborado por:

Abg. Claribel Hernández Sevilla, Sofía C.I: 27.002.199

Gil, Alejandro C.I: 14.424.754

Richard Figueroa C.I: 19.719.074

Lisandro Márquez C.I: 12.793.980

Rubén Llorera C.I: 16.393.668

Geidimar Peréz C.I: 17.712.092

Ana, García C.I: 24.501.836

Paola Monini C.I: 25.355.785

Katiuska Blohm C.I: 30.037.563

Nathalia Veracierta C.I: 27.113.267


LAS MEDIDAS PREVENTIVAS EN EL PROCESO CIVIL VENEZOLANO

CONCEPTO

Las medidas preventivas son providencias emanadas, judicialmente a petición de partes o de oficio, por
medio de las cuales se efectúa la prevención o aseguramientos procesales, con carácter provisorio sobre
bienes o personas para garantizar las resultas de un juicio, deben denominarse medidas preventivas, en
razón de su trayectoria histórica en el proceso venezolano, y por otra parte, es el nombre que está
establecido por el Código de Procedimiento Civil. Las medidas preventivas consideradas dentro de las
medidas cautelares, tienen efectos eminentemente ejecutivos, aseguran la ejecución forzosa del fallo, lo
que ha conducido a denominarlas medidas preventivas típicas. Están previstas en el Código de
Procedimiento Civil para asegurar la ejecución de la sentencia, garantizar el resultado práctico de las
acciones del acreedor contra el deudor, mediante un sistema que permite colocar determinados bienes,
fuera de toda transacción comercial, de manera que queden afectados forzosamente a la satisfacción de
las obligaciones que se declaren o sean reconocidas en el proceso.

Las medidas preventivas están consagradas por ley civil para asegurar la eficacia de los procesos civiles,
garantizando el resultado práctico de las acciones del acreedor contra el deudor. Para ello se impone la
toma de medidas orientadas a impedir el menoscabo de ese derecho, protegiéndolo mediante un
sistema que permita colocar de improvisto determinados bienes fuera de toda transacción comercial
para que queden forzosamente afectos a la satisfacción de las obligaciones que haya de declararse o
reconocerse al fin del proceso.

CARACTERES DE LAS MEDIDAS CAUTELARES.

Instrumentalidad, subsidiariedad o accesoriedad: La medida cautelar es un medio que está al servicio de


la función jurisdiccional, cuya finalidad es garantizar provisoriamente su eficacia. El carácter típico de las
providencias cautelares, radica en su instrumentalidad, en el sentido, de que no constituyen un fin en sí
mismas, sino que están pre- establecidas con miras a una ulterior providencia definitiva, es decir, al
resultado práctico que aseguran preventivamente.

Provisionalidad: Temporal, es lo que no durará siempre; lo que independientemente de que sobrevenga


otro evento, tiene por sí mismo, duración limitada; provisorio, es en cambio, lo que está destinado durar
hasta tanto sobrevenga un evento sucesivo, en vista y en espera del cual el estado de provisionalidad
subsista durante el tiempo intermedio. Provisorio equivale a interino, ambas expresiones indican lo que
está destinado a durar solamente el tiempo intermedio que procede al evento esperado. La cualidad de
provisoria atribuida a las providencias cautelares, se refiere a que los efectos constituidos por ellas, no
sólo tienen duración limitada al período de tiempo que deberá transcurrir entre la emanación de otra
providencia jurisdiccional, que en la terminología común se indica como definitiva, en contraposición de
la primera cautelar.

Mutabilidad. Variabilidad o revocabilidad: Este carácter se encuentra en íntima conexión con el carácter
de provisoriedad. De acuerdo con este carácter, en el curso del proceso y aun antes de que se dicte la
providencia principal, las medidas cautelares son susceptibles de sufrir transformaciones cuando varíen
las circunstancias concretas en virtud de las cuales, se les hubiese decretado. Modificado el estado de
cosas que le dio nacimiento, la medida puede ser modificada también.
Jurisdiccionalidad: Al igual que la cognición y la ejecución, las medidas cautelares tienden a la realización
del fin jurisdiccional, sólo que, por ser instrumentales lo cumplen en forma mediata.

Urgencia: La urgencia viene a ser la garantía de eficacia de las medidas cautelares, proporcionada
mediante la existencia de un medio efectivo y rápido que intervenga, como lo son las medidas
cautelares, que deben acordarse armonizando las ideas de la justicia y la de la celeridad.

FINALIDAD DE LAS MEDIDAS PREVENTIVAS.

Las medidas preventivas tienen por objeto, evitar que se llegue a burlar el derecho de la parte; bien
porque al fin del juicio haya de encontrarse con que no existan bienes sobre que hacer efectivo su
derecho por manejo de su contrario, bien porque se le pongan estorbos indebidos a su procedimiento
judicial para fines incorrectos.

Al paso que el Estado asumió la tutela de los derechos, tuvo necesidad de regular su ejercicio y asegurar
su efectividad. Las medidas cautelares o preventivas, están integradas por instituciones de muy diversa
índole, cumplen su cometido a través de la finalidad específica a que estén dirigidas cada una de ellas. Al
respecto podemos decir, que algunas procuran garantizar provisionalmente la futura ejecución de una
obligación, otras tienden a satisfacer necesidades urgentes, otras, aseguran las pruebas, etc. Según el
jurista Podetti, las medidas preventivas o cautelares tienden a asegurar los elementos formativos del
proceso (prueba); los elementos materiales que en él se discuten o han de servir para satisfacer la
obligación reconocida (bienes), y a preservar de daños, a los sujetos del interés sustancial, mediante su
guarda y la satisfacción de susn necesidades urgentes (personas).

CLASES DE MEDIDAS PREVENTIVAS.

a. Nominadas o Generales: (Art.588 CPC):

1°. El embargo de bienes muebles: Medida cautelar adoptada por la autoridad judicial para asegurar el
resultado de un proceso y que recae sobre determinados bienes cuya disponibilidad se impide. El
embargo es la retención, secuestro o prohibición de dispones de ciertos bienes sujetos a responder
eventualmente de una deuda u obligación.

2°-El secuestro de bienes determinados: El secuestro es el depósito de bienes muebles o inmuebles


materia de un litigio que, en manos de terceros y para fines preventivos y de conservación, hacen los
interesados o decreta el Tribunal.

3°. La prohibición de enajenar y gravar bienes inmuebles: Esta medida no afecta ni perturba de manera
inmediata al afectado, constituye una limitación al derecho de propiedad y por lo tanto su
interpretación debe ser siempre restrictiva y no puede aplicase de manera analógica.

b. Innominadas o medidas cautelares atípicas: son las providencias cautelares que acordará el Juez,
cuando hubiere fundado temor de que una de las partes pueda causar a otra, una lesión patrimonial
grave, o de difícil reparación; como por ejemplo: autorizar o prohibir la ejecución de determinados
actos. Este tipo de medidas son las que puede dictar el Juez de acuerdo al caso concreto cuando lo que
se persigue es el aseguramiento de las resultas de aquellas demandas que no buscan la satisfacción de
obligaciones dinerarias o la restitución de algún bien.

El artículo 585 CPC establece el presupuesto para que la medida sea decretada por el Juez:
1. Exista un riesgo manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo (FUMUS PERICULUM IN
MORA).

2. Cuando se acompañe un medio de prueba que constituya presunción grave de esta circunstancia y del
derecho que se reclama (FUMUS BONIS IURIS).

El fundamento del requisito legal de la presunción grave del derecho que se reclama radica en la
necesidad de que se pueda presumir al menos que el contenido de la sentencia definitiva del juicio será
de condena, como justificación de las consecuencias limitativas al derecho de propiedad que conlleva la
medida. Resulta conveniente un juicio que previamente haga presumir la garantía de que la medida
preventiva va a cumplir su función, instrumentalizada, de garantizar el resultado práctico de la ejecución
forzosa, la cual, a su vez, depende de la estimación de la demanda.

La otra condición de procedibilidad, peligro en el retardo, exige, como hemos dicho, la presunción de
existencia de las circunstancias de hecho que, si el derecho existiera, serían tales que harían
verdaderamente temible el daño inherente a la no satisfacción del mismo.

LIMITACIONES

El Juez no podrá decretar el embargo ni la prohibición de enajenar y gravar, si la persona contra quien
estuvieran dirigidas, prestare caución o garantía suficiente, de las establecidas en el artículo 590 CPC”.

Si la parte que solicite se decreten dichas medidas, objetare la garantía o caución, prestada, por ser
ineficaces o insuficientes, se abrirá una articulación por 4 días y el Juez decidirá sobre la objeción, en los
dos días siguientes al vencimiento de la articulación.

LIMITACIÓN SOBRE LOS BIENES OBJETO DE LA MEDIDA.

“Los bienes objeto de la medida, serán estrictamente los necesarios para garantizar las resultas del
litigio”.

“Si se comprobare que excedieren en su valor, la cantidad a cubrir según el decreto, el Juez la limitará
hasta lo suficiente”.

“GASTOS: El solicitante de la medida sufragará los gastos y honorarios por el depósito de los bienes, los
del traslado y los que sean necesarios para reponer las cosas del estado en que se encontraban para en
momento del embargo. En estos casos no se admite el derecho de retención a favor del depositario
(592).

PRESUPUESTO PARA EL DECRETO DE LA MEDIDA DE CAUCIÓN (Art. 590 CPC).

Previa caución o garantía.

“Podrá el Juez, decretar el embargo de bienes muebles o la prohibición de enajenar y gravar de bienes
inmuebles, aun cuando no estén llenos los extremos de Ley, siempre y cuando quien lo solicite ofrezca y
constituya caución o garantía suficiente, para responder de los posibles daños y perjuicios que el
decreto de tales medidas pudiere ocasionar a la parte contra quien obren. Tal caución o garantía, de
conformidad con la ley, son:

1° Fianza principal y solidaria de empresas de seguro, instituciones bancarias o establecimientos


mercantiles de reconocida solvencia.
2° Hipoteca de primer grado sobre bienes cuyo justiprecio conste en los autos.

3° Prenda sobre bienes o valores.

4° Consignación de una suma de dinero hasta por la cantidad que señale el Juez.

En el caso de fianzas de establecimientos mercantiles, el Juez requerirá la consignación en autos del


último balance certificado por contador público, de la declaración al impuesto sobre la renta; y del
certificado de solvencia correspondiente.

BIENES SOBRE LOS CUALES SE PUEDEN EJECUTAR LAS MEDIDAS (Art. 587 CPC).

“Únicamente podrán ejecutarse sobre bienes que sean propiedad de aquel contra quien se haya librado
la medida, salvo en los casos de secuestro”.

LA MEDIDA PREVENTIVA DE EMBARGO.

Entendemos por embargo preventivo, el acto judicial a requerimiento de parte, en virtud del cual se
sustrae en un depositario cualquier ben mueble del poseedor contra quien obra, con el objeto de
suspender provisionalmente los atributos de su derecho de propiedad – ius abutendi, fruendi et utendi
-, y tenerlos a las resultas del juicio. Esta definición nos permite diferenciar en embargo como medida
preventiva, y diferenciarlo a su vez del secuestro y de la prohibición de enajenar y gravar en sus efectos
específicos.

1. Lugar para la práctica de la medida (Art. 591 CPC)

a. En la morada del ejecutado, o

b. En los sitios o establecimientos donde se encuentren los bienes a embargarse.

2. Embargo de créditos (Arts. 591 al 595 CPC).

a. Forma de practicar el embargo sobre créditos (593): El embargo de créditos se efectuará mediante
notificación que hará el Juez al deudor del crédito embargado, en la morada. Oficina o negocio de éste.
Si no se encontrare al deudor, la notificación se hará a cualquiera de las personas indicadas en el artículo
220 “en los casos de citación por correo certificado con aviso de recibo deberá ser firmado por el
representante legal o judicial de la persona jurídica, o por uno cualquiera de sus directores o gerentes, o
por el receptor de correspondencia de la empresa” si se tratare de personas jurídicas. Si se tratare de
personas naturales, la notificación se hará en la persona que está a su servicio, o sea pariente del
deudor, que se encuentre en su morada, oficina o negocio, dejándose constancia en el acta del nombre,
apellido y cédula de identidad de la persona notificada. Si se tratare de créditos o derechos litigiosos,
bastará con dejar constancia del embargo en el expediente del juicio respectivo, mediante acta que
suscribirán el Juez, el Secretario y los comparecientes.

b. Papel del deudor ante el Tribunal (594): Al momento del embargo del crédito, o dentro de los dos días
siguientes, el deudor manifestará al Tribunal el monto exacto del crédito, la fecha en que debe hacerse
el pago, la existencia de cesiones o de otros embargos, indicando también el nombre de los cesionarios
y de los otros embargantes, y las fechas de notificación de las cesiones y embargos. Si el deudor no hace
la manifestación a que se refiere este artículo, quedará responsable por los daños y perjuicios que su
omisión cause al embargante.
c. Caso de cesiones de créditos ya embargados (596): Si hubiere cesiones de créditos anteriores al
embargo, se practicará este sobre el remanente del crédito siempre que la cesión tenga fecha anterior al
embargo.

3. Caso de bienes ya embargados (Arts. 595 y 534 CPC): Un mismo bien, puede ser objeto de varias
medidas de embargo, graduando los derechos de los embargantes, por su orden de antigüedad. Si el
bien se rematara se trasladarán los mismos al precio, en el mismo orden y cuantía en que se hayan
practicado. Quedarán a salvo, las preferencias y privilegios de Ley.

4. Facultad del deudor ya embargado (Art. 597 CPC): Siempre que no implique perjuicios para el
embargante, puede el afectado señalar los bienes sobre los cuales, preferentemente, se practicará la
medida.

Bienes Muebles embargables.

Son susceptibles de embargo, todos los bienes que el Código Civil, considera como muebles, así lo sean
por su naturaleza como son los objetos que se pueden transportar de un lugar a otro, o se mueven por sí
mismos, o son movidos por una fuerza exterior; o lo sean por disposición de la Ley, como por ejemplo,
los derechos, las obligaciones, las acciones que tienen por objeto efectos muebles. Las acciones o cuotas
de participación en las sociedades de comercio o de industria, respecto de cada socio o por el tiempo
que dure la sociedad; las rentas vitalicias o perpetuas, los materiales de construcción, aún no empleadas
en éstas las construcciones flotantes en general y los demás muebles que no hayan sido convertidos en
inmuebles por destinarlos su propietario.

A pesar de lo anteriormente dicho, existen muebles que no pueden ser objeto de embargos preventivos,
por cuanto, sobre ellos no se podría trabar ejecución, por lo que, sería inútil y hasta vejatorio si se
quiere, ponerlos bajo custodia o depósito, para que respondan de las resultas del juicio. Por ejemplo: el
lecho y la ropa del deudor, de su cónyuge y de sus hijos, ni los muebles y enseres que estrictamente
necesiten el obligado y su familia, ni los libros, útiles e instrumentos necesarios para el ejercicio de su
profesión. Los derechos que sean esencialmente personales del obligado.

Según nuestra Ley Procesal, los sueldos, salarios y remuneraciones hasta el monto del salario mínimo
nacional obligatorio fijado por el Ejecutivo Nacional, conforme a la Ley, son inembargables cualquiera
que sea la causa.

La porción comprendida entre el salario mínimo y el doble del mismo es embargable solamente hasta la
quinta parte.

La porción de los sueldos, salarios y remuneraciones que exceda del doble del salario mínimo nacional
obligatorio es embargable únicamente hasta la tercera parte.

MEDIDA PREVENTIVA DEL SECUESTRO.

El secuestro judicial, o secuestro propiamente dicho, es una medida preventiva, que tiene por objeto
asegurar la integridad de la cosa que se necesita poner en depósito, sin que sea menester que siempre
haya un litigio pendiente sobre ella.

Causales taxativas (Art. 599 CPC)

Se declarará el secuestro:
1. De la cosa mueble sobre la cual verse la demandada, cuando el demandado sea irresponsable o
se tema con fundamento que éste la oculte, enajene o deteriore.

2. De la cosa litigiosa, cuando sea dudosa su posesión.

3. De los bienes de la comunidad conyugal, o en su defecto del cónyuge administrador, que sean
suficientes para cubrir aquellos, cuando el cónyuge administrador malgaste los bienes de la comunidad.

4. De bienes suficientes de la herencia, o en su defecto del demandado, cuando aquel a quién se


haya privado de su legítimo, la reclame de quienes hubieren tomado o tengan los bienes hereditarios.

5. De la cosa que el demandado haya comprado y esté gozando sin haber pagado su precio. En
este caso el propietario y el vendedor podrán exigir que se acuerde el depósito en ellos mismos,
quedando afectado el bien para responder al vendedor o al comprador, si hubiere lugar a ello; pudiendo
el vendedor hacer protocolizar el decreto de secuestro en la Oficina de Registro correspondiente.

6. De la cosa litigiosa, cuando dictada la sentencia definitiva contra el poseedor de ella, éste
apelare sin dar fianza para responder de la misma cosa y sus frutos, aunque sean inmuebles.

7. De la cosa arrendada:

• Cuando el demandado lo fuere por falta de pago de pensiones de arrendamiento;

• O por estar deteriorada la cosa:

• O por haber dejado de hacer las mejoras a que lo obligaba el contrato. En este caso, podrá el
arrendador propietario y el arrendatario respectivamente, podrán solicitar que se acuerde el depósito
en ellos mismos, quedando afecto el bien, para responder respectivamente al arrendatario o al
arrendador, si hubiere lugar a ello. La parte en cuyo favor se otorgó el secuestro podrá hacer
protocolizar el decreto en la Oficina de Registro correspondiente.

El secuestro puede recaer, sobre bienes muebles, semovientes o inmuebles, según sea la naturaleza de
la cosa litigiosa. Existe cierta discrepancia en relación a si pueden ser secuestrables las cosas
incorporales, como por ejemplo, los derechos y obligaciones. Pero de acuerdo a la doctrina y la
jurisprudencia, se considera que esto es perfectamente posible, en atención, a que tales bienes, pueden
ser objeto de la cosa litigiosa, como podrían ser por ejemplo: un crédito, el usufructo, el uso, la
habitación de un inmueble, una servidumbre, un derecho hereditario, etc.

MEDIDA PREVENTIVA DE PROHIBICIÓN DE ENAJENAR Y GRAVAR (Art. 600 CPC)

Causales

1. Cuando se cumplan los requisitos establecidos en el artículo 585 del CPC.

2. Contracautela: La medida preventiva de prohibición de enajenar y gravar, podrá ser decretada,


si no se encontraren los extremos leales, establecidos en el artículo 585, si la parte que la solicitare,
diere caución o constituyere garantía, de las señaladas en el artículo 590.

Acción del Tribunal (Art. 600 CPC). El tribunal, deberá oficiar, sin pérdida de tiempo, a la oficina de
registro del lugar donde esté situado el inmueble o inmuebles, para que no protocolice ningún
documento en que de alguna se pretenda enajenar o gravar el inmueble, objeto de la medida.
Deberá insertarse en el oficio, los datos sobre la situación y linderos que constaren en la petición.

Se considera radicalmente nulas y sin efectos, la enajenación o el gravamen que se hubieren


protocolizado después de decretada y comunicada al Registrador, la medida en cuestión. El Registrador
será responsable de los daños y perjuicios que ocasione la protocolización.

No se decreta la medida preventiva (Excepción del Secuestro). No se decretará la medida preventiva en


cuestión, si la parte contra quien abre la misma, diere caución o constituyere garantía de las señalados
en el artículo 590.

Suspensión de la medida. Podrá suspenderse la medida preventiva de prohibición de enajenar y gravar,


una vez decretada, si la parte con la que obre la misma, diere caución o constituyere garantía de las
señaladas en el art 590.

PROCEDIMIENTOS EN LAS MEDIDAS PREVENTIVAS

La parte que solicita una medida preventiva, debe acompañar a su solicitud los medios probatorios del
“fumus boni iuris”, es decir, de la presunción fundada, de la existencia del derecho reclamado y la
demostración de las circunstancias que sirvan de fundamento necesario a la medida. Si la solicitud se
hace antes de la citación del demandado, el actor puede formularla en el mismo texto del libelo de la
demanda, o también puede hacerla, mediante escrito aparte. Para algunos autores, hacerla en escrito
separado, es lo más conveniente, por cuanto la incidencia, se tramita en cuaderno separado. Aunque la
Ley no lo prohíbe, no es aconsejable hacer la solicitud mediante diligencia ante el secretario del
Tribunal, por cuanto de esta manera se permitiría que la parte contraria, se imponga del contenido de la
misma, y pueda obstaculizar o frustrar el objetivo de la medida que se decrete. El Tribunal debe proveer
sobre la solicitud en el mismo día en que se presente, en atención a que, estas medidas, siempre tienen
carácter de urgencia. En este caso la decisión del Juez, puede ser: negativa y declarar improcedente la
solicitud. b) de ampliación, y en este caso ordenar que se amplíe la prueba que según el criterio del
Tribunal es insuficiente, y c) favorable, en cuyo caso decretaría inmediatamente la medida solicitada.
Conforme a nuestro Ordenamiento Jurídico Procesal, cualquiera que sea la decisión o decreto no tendrá
apelación. Cuando el Tribunal considere que la prueba es insuficiente, deberá determinar mediante un
auto, el punto de la insuficiencia y mandará que se amplíe dicha prueba, a fin de hacerla completa. Una
vez decretada la medida solicitada, debe procederse inmediatamente a su ejecución, por cuanto dicho
decreto no es apelable.
Caso Práctico

Unidad I: “Procedimientos Preparatorios y Cautelares”.

Enunciación general y normativa aplicable.

Comprende, en general, las medidas prejudicial es propiamente tales contempladas en el artículo 273
del Código de Procedimiento Civil; las medidas prejudiciales probatorias, contempladas por los artículos
281, 284 y 286 dela Ley de Enjuiciamiento Civil; las medidas prejudiciales precautorias, reguladas en los
artículos 290 y siguientes del mismo Código, en relación al artículo 279; y por último, las medidas
precautorias reguladas por los artículos 290 y siguientes del Código de Procedimiento Civil. Según el
artículo 253 del Código de Procedimiento Civil, las medidas perjudícales constituyen una excepción a la
regla general, en el sentido de que todo juicio se inicia con la interposición de una demanda. Nos
referiremos en especial a las medidas cautelares, las que de acuerdo a la nomenclatura utilizada más
arriba, se consideran a las medidas prejudiciales precautorias y a las medidas precautorias propiamente
tales.

Son elementos de las medidas cautelares, los siguientes:

1.- Periculum in mora.

También conocido, como el peligro de la mora procesal. Sabido es que en la substanciación de un


proceso judicial, el actor, puede ver vulnerados, sus derechos, como consecuencia de la dilatación
excesiva en la

1 Minuta de apoyo, redactada por ayudante de la Cátedra y revisada por el profesor de la misma.

tramitación del mismo. En consecuencia, el demandante y el demandante reconvencional, ejercida la


acción, en juicio declarativo, deberán esperar que en el proceso se dicte la sentencia definitiva,
correspondiente, y que además se encuentre firme de acuerdo a las reglas generales (Arts. 174del
C.P.C.). Así las cosas, la ley, debe conceder al actor, mecanismos efectivos, que no hagan ilusoria la
tutela jurídica, a la parte a quien se han vulnerado derechos, pues de lo contrario, dictada una sentencia
definitiva, se haría imposible su ejecución. Por lo anterior, existen estas medidas que en palabras del
Mensaje de Código de Procedimiento Civil, dice “la reglamentación de las medidas precautorias, sobre
lo cual nada fijo existe en nuestro actual procedimiento, es punto delicado, pues se hace preciso
conciliar la seguridad del derecho del actor y el respeto ala propiedad del demandado. Menester es
limitar dichas medidas a lo estrictamente indispensable para que no se burle la acción del demandante y
evitar al mismo tiempo que con ellas sufra menoscabo el derecho de terceros. Se ha procurado alcanzar
estos resultados en el proyecto, excusando molestias innecesarias y exigiendo la inscripción en el
Conservador de bienes raíces de las prohibiciones que se decreten sobre bienes raíces para que puedan
afectar a personas extrañas al juicio”.

2.- Fumus Boni Iuris.

Significa humo o apariencia de un buen derecho. En definitiva se traduce, según lo expuesto apropósito
del elemento anterior, en que el solicitante de la medida, debe acreditar en el relato expuesto en el
escrito respectivo, el carácter indispensable del otorgamiento de la misma. Al efecto, el actor, podrá
acompañar documentos o antecedentes, para formar la convicción del Tribunal en el sentido, de que
sea concedida.
3.- La contracautela.

Generalmente se traduce en una caución, que en los términos del Art. 46 C.C. corresponde a
“cualquiera obligación contraída para asegurar el cumplimiento de otra obligación propia o ajena”. Estas
pueden ser reales o personales. Dentro de las primeras, encontramos a la prenda (Art. 2384 C.C.), la
hipoteca (Art. 2407 C.C.) y la anticresis (Art. 2435 C.C.). Por su parte, dentro de las segundas, podemos
mencionar a la fianza (Art. 2335 C.C.), la solidaridad (Art. 1511 C.C.), etc. Con esta caución, se pretende
dar protección a la persona a quien pudiere causar perjuicio el otorgamiento de la medida, pues como lo
vimos anteriormente debe compatibilizarse los derechos del demandante y del demandado. A través de
un caso aclararemos lo expuesto hasta aquí. Juan y Pedro celebraron un Contrato de Compraventa de
un inmueble, en virtud del cual Pedro se hizo dueño de dicho bien raíz, mediante la subsecuente
(tradición) inscripción conservatoria. Pero el precio pactado, en la escritura pública fue de $1.000.000
(un millón), los que se pagaron en el acto. El justo precio de la propiedad asciende a los 25.000.000
(veinticinco millones), existiendo aquí lesión enorme en el comprador, según lo dispuesto en el artículo
1888 del Código Civil. Lo anterior faculta a Juan a demandar la rescisión del acto o contrato

3 que dio lugar a la transferencia del dominio del inmueble. Pero, durante la tramitación del eventual
juicio declarativo, Juan puede ver vulnerado su derecho, pues Pedro puede a su vez transferir, el bien a
terceros, pudiendo ser difícil perseguir, su restitución. Si el bien, es transferido por Pedro a otra persona,
una vez dictada la sentencia que acoge la rescisión del contrato de Compraventa, debería a su vez
ejercer la acción reivindicatoria correspondiente

4 la cual requiere de una extensa tramitación, toda vez que se trata de un juicio de lato conocimiento.
En el caso anterior, es procedente el otorgamiento de una medida cautelar. Al tratarse de un bien raíz,
que según el Art. 568 C.C. son las que no pueden transportarse de un lugar a otro y las que adhieren
permanentemente a ellas, esa adecuado asegurar el resultado de la acción mediante una medida
precautoria o prejudicial precautoria. En la especie, sería apropiado solicitar al Tribunal la prohibición de
celebrar actos y contratos, la cual deberá ser inscrita en el Conservador de Bienes Raíces, para que surta
efectos respecto de terceros. La medida en comento, puede ser solicitada con

3 Lo anterior, es sin perjuicio de que sea procedente demandar la nulidad del acto contrato, por otra
causa. Allí, se debería demandar en subsidio, una de la otra. No ahondaremos más sobre el particular,
toda vez que se trata de una materia sustantiva y no adjetiva.

4 La Acción reivindicatoria se encuentra definida por el C.C. En efecto, el precepto en comento dispone
“la reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular, de que no está en
posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituírsela”.

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