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El Festejo a las Divinidades desde la Óptica de Ifá

Leonel Gámez Osheniwo

Enseñanzas de un Amigo, un Hermano, un Maestro

Águila de Ifá

De forma general, sin importar religión, costumbre, idioma o raza, es casi una costumbre
universal celebrar, ya sea el cumpleaños de una persona, el día del santo que tiene el nombre
de esa persona, el aniversario de un matrimonio, la fecha de nacimiento de una empresa, etc.

[…]

Desde la mira yoruba, el ser humano nace, pero eso no garantiza que vaya a tener una vida
plena, por esta razón cada año que Olódúmáré y los Irunmoles nos permiten vivir, es causa de
un festejo. No por el nacimiento como tal, sino para agradecer otro año de vida y buenaventura.
Si cumplimos un año más, decimos “Mo dupe odun jo”. Damos las gracias por un nuevo año y
rogamos por un año venidero mejor que el actual.

Muchas veces no somos capaces de ver todo lo que “no pasamos” en un año de vida y sólo
sacamos la cuenta de las cosas malas que en ese año sí sucedieron. Esto sucede, porque los
seres humanos no estamos preparados para aguantar el peso de nuestras faltas.

[…]

Sabemos que nosotros, como seres humanos, tenemos fallas, pero esas fallas son personales
y jamás nos deben llevar a culpar a las divinidades por sus consecuencias. Tenemos que saber
que las divinidades no son parte de nuestras determinaciones diarias, las cuales planificamos,
cambiamos, modificamos y hacemos a nuestro antojo, sin importarnos si será bien visto por
nuestras deidades o no.

Por ello, para tener una vida más plena, no basta con consagrarse en Orisa o en Ifá, sino que
hay cumplir con todas sus indicaciones, todos sus consejos y, cuando por nuestra propia cabeza,
tengamos a bien tomar determinaciones que sabemos que no son buenas, al menos es
recomendable tener el pudor de no culpar a otros, por nuestra mala decisión, mucho menos a
las divinidades.

Cada año sin ver la muerte, cada año sin ver enfermedades, debe ser motivo de hacerle festejos
a nuestros Orisa. Cada año que pasemos por enfermedades (que muchas veces nos
provocamos nosotros mismos) y logremos salir de ellas, también debe ser motivo de festejo para
nuestras divinidades.

Con respecto a lo económico, el dinero nos lo pueden dar nuestras divinidades, pero ellas no
mandarán un paquete por DHL lleno de dinero, aun cuando lo merezcamos. Ellas nos darán las
vías para obtener el iré, pero el trabajo para lograrlo lo tenemos que hacer nosotros.

[…]

Así podemos ver que tengamos mucho en el transcurso del año o tengamos poco, tenemos lo
que merecemos y sea mucho o sea poco debemos agradecerle a nuestras deidades.

Si una persona durante el año pudo haber guardado dinero para celebrar su festejo, pero se lo
gastó, no tiene una excusa justificable, no es ninguna justificación decir el día antes del
cumpleaños que no tiene dinero, pues ¡Claro que no puede tener dinero quien no tiene una buena
planificación! Si realmente queremos que nuestras divinidades vean por nosotros,
agradezcámosles aunque sea con su festejo anual por todo lo que ellas nos han aportado y que
muchas veces nuestros ojos, no se dignan a mirar, pues por lo general sólo buscamos a
dios entre las lágrimas, sólo nos acordamos y le prometemos cuando nos sentimos con el agua
al cuello.

[…]

Cuando nosotros libramos cada año de consagración, es nuestro deber de religiosos venerar y
festejar a nuestro Orisa tutelar y a nuestro Ifá en caso de los Babalawos, dándole gracias por
permitirnos un año más de vida.

Cuando cumplimos un año más de consagración y festejamos a los Orisa, debemos llamar a
otros invitados, prepararles comida, bebida y una fiesta, ya sea con tambor, güiro, o simplemente
con cualquier tipo de música que alegre el ambiente. Para nosotros es importante no sólo
celebrar a nuestro Orisa, sino invitar a otros a formar parte del festejo donde le damos gracias a
nuestras divinidades. A lo mejor las gracias se las damos a solas, no obstante, el hecho de
mostrar felicidad y hacer que otros se sientan felices, también es una forma, desde nuestra
religión yoruba, de agradecer a Orisa y a Ifá.

Cuando hacemos un festejo y ofrecemos de comer y de beber a otros, no sólo estamos


recibiendo la bendición de nuestro Orí y nuestra divinidad, también estamos recibiendo la
bendición del Orí de todos aquellos que vienen a nuestro festejo, porque Ifá dice que la boca que
alimentas no te puede maldecir, la boca que alimentas no puede hablar mal de ti y que el bien
que haces también forma parte de la balanza a tu favor.

En relación a las cosas que quizá otros ven mal en nosotros, la religión yoruba enseña que en la
vida habrá quienes nos critiquen y también quienes hablen bien de nosotros. Ifá dice que muchos
hablan mal de nosotros, porque no son parte de nuestro núcleo de amistades, muchos ni siquiera
nos conocen.

[…]

Una buena parte de la humanidad trabaja para tener, otra sólo se la pasa criticando todo lo que
les llega a los demás. Por ello, Ifá nos enseña a no tener distingo a la hora de invitar a otros a
nuestros festejos, a los amigos, porque se lo merecen, a los enemigos, para que se traguen sus
palabras y tengan que darse sus cocotazos ellos mismos, cuando ni siquiera puedan sustentar
sus mentiras.

Por otro lado, un festejo también es como una siembra y su cosecha. Cuando tenemos poco,
damos poco, el año siguiente tenemos más, damos más y así sucesivamente, pero no hay
justificación alguna, para no agradecerle anualmente a nuestras divinidades.

Con respecto a esto, así dice Ifá: Irosun Meji

¨La fiesta anual¨

Introducción

Ifá dice que a la persona a la que le sale este Odu, tiene que realizar ébó. Además tiene que
recibir Isefa para venerar a su propio Ifá. También esta persona tiene que hacer odunfá (fiesta
anual de Ifá). Cada vez que la persona realice esta fiesta, su prosperidad irá aumentando. Así
dice Ifá en Irosun Meji.

Traducción

La gente de gúnnúwe (quien se baña con poca agua)


lava su ropa sobre la piedra.
Al no llover
la gente del cielo no lava ropa.
Realizaron adivinación
para la gente de Irosun Ójó pé (se cumple la fecha)
y también realizaron adivinación
para la gente de Odunjo (se cumple el año).
Ellos dijeron que la fecha se cumple
y la fiesta se celebra.
Canto:

Nuestra fiesta del año pasado fue un éxito.

Nuestro festejo del año pasado fue exitoso.

Coro:

El año se cumple

la fiesta fue exitosa

la fecha se cumple

nuestra fiesta del año pasado fue exitosa.

Nuestra fiesta del año pasado

fue exitosa.

Coro

La fecha se cumple

nuestra fiesta fue exitosa

nuestra fiesta del año pasado fue exitosa.

Explicación

Aquí está la gente de Irosun Odunjo (nombre de pueblo que quiere decir el año se celebra). Ellos
fueron a consultarse para saber si iban a prosperar en su trabajo y el Odu que les salió, fue
Irosun Meji. Los Babalawos les aconsejaron realizar ébó y recibir isefa (owofakan). También les
dijeron que ellos debían de realizar su fiesta anual y que a medida que fueran celebrando su
fiesta, asimismo iba a ir en aumento su prosperidad. Ellos escucharon y realizaron el ébó y
también realizaron su fiesta.

Si ellos realizan un festejo hoy, antes de un año, ellos duplicarán su fortuna. Ellos no sienten los
gastos que tienen que hacer por sus festejos, ellos comenzaron a festejar dándole gracias a sus
Babalawos, los Babalawos a Ifá e Ifá a Olódúmáré.

FIN

Éste es otro de los aspectos que quizá no son tomados muy en cuenta por la gran mayoría de
los religiosos. Sin embargo, es un tema que nos enseña otra forma de evitar llegar a la pobreza
y la miseria, mismas en la que muchas veces se cae, precisamente, por no tener la voluntad de
sembrar y quienes no siembran, nunca podrán cosechar nada.

El Odu Ifá Ogbe Hunle explica que Òrúnmìlà no tenía seguidores y que Òrúnmìlà siempre acudía
a los festejos de los demás Orisa, quienes año con año, iban haciéndose de más y más
seguidores. La misión de Òrúnmìlà es el sacerdocio. Él se dedicaba a curar, a realizar ébó para
los demás, pero una vez resueltos sus problemas ya ellos no iban a visitarlo. Òrúnmìlà fue por
adivinación y sus Babalawos le dijeron que él tenía que realizar sus propios festejos, pues aun
cuando ayudaba a la humanidad, la humanidad no tenía un día para ir y agradecerle por los
favores recibidos.

A partir de ahí, Òrúnmìlà dejó apartado el día del festejo para él. Ojo Ifá (el día de Ifá), es el día
que el Babalawo toma para sus propios sacrificios y la veneración a su Ifá. Pero Òrúnmìlà
también estipuló el Odun Ifá, que es el festival anual de Ifá.

Ese día, el Babalawo le hace ese festejo a Ifá, para que todos sus seguidores vengan y le
agradezcan por los favores recibidos. Cabe enfatizar que esto no es una opción para un
Babalawo, tampoco es una opción de un Olorisa celebrar a Orisa. Esto es una obligación para
cada religioso, sea con mucho o sea con poco, pero no debemos dejar pasar ese día por alto.

Es bueno que los religiosos sepan que Orisa está en nuestro cuerpo, que Ifá también vive en
nosotros. Festejar a Orisa y festejar a Ifá, es contentar la espiritualidad que vive en nosotros, es
sembrar felicidad para cosechar también felicidad.

Es un error de los religiosos dejar a su Orisa abandonado en casa y salir a festejar con amigos
a un restaurant o bar. Ese día no es nuestro, ese día es de Orisa y debemos pasarlo en casa
junto con él. Le brindemos poco o le brindemos mucho, lo importante es estar junto con él ese
día, dándole gracias por todos los favores recibidos.

Con el festejo damos gracias por el año que pasó y estamos rogando por un buen nuevo año.
Así lo explica Ifá en el siguiente Ese Ifá de Osa Ogbe:

Traducción

Osa está bailando


en la barcacoa
y fuera está levantando polvo.
Realizó adivinación para Òrúnmìlà.
Los Babalawos le dijeron a Òrúnmìlà
que terminando la fiesta de este año
vienen las de los años siguientes.
Ifá dice, vamos a celebrar
la próxima fiesta juntos.
En la próxima fiesta ustedes (los enemigos)
vengan a ver mi prosperidad
yo me convertí al nuevo azadón.
Vengan a ver.
Uunn asómbrense de mí
y el próximo año
también quedarán asombrados de mí
porque el azadón nuevo causa asombro.
Explicación
Aquí está Òrúnmìlà. Él siempre realiza sus festejos anuales y esto molestaba mucho a sus
enemigos. Ellos le dijeron que este año no cumpliría con su festival. Los Babalawos le dijeron a
Òrúnmìlà que tenía que realizar ébó, para que cada año su festival fuera mejor que el del año
anterior. Ellos le advirtieron que como sus festivales iban a ser cada año mejores, sus enemigos
iban a tener cada vez más envidia de él.

Cuando se estaba acercando el siguiente festival, Òrúnmìlà comenzó a preocuparse pensando


en cómo hacer, para que su próximo festival saliera mejor que el anterior. Òrúnmìlà dijo que en
su fiesta anterior, él no tuvo problemas, ni sus hijos ni su familia, que no hizo falta nada, pero
para confirmar que todo estuviera bien en su siguiente festival, él mandó llamar a sus Babalawos,
los Babalawos vinieron a la casa de Òrúnmìlà y realizaron adivinación para él y el Odu que le
salió fue Osa Ogbe.

Como salió este Odu, le dijeron a Òrúnmìlà que tenía que realizar ébó, porque había gente que
deseaba que el festival fuera un fracaso. Òrúnmìlà les preguntó a sus Babalawos qué materiales
necesitaba para su ébó. Ellos le dijeron que tenía que traer muchas ratas, muchos pescados,
muchas aves, muchos animales de cuatro patas, todo para el festejo. Òrúnmìlà escuchó y realizó
el ébó y su ébó fue aceptado.

Ellos realizaron ofrendas al Oke Ipori de Òrúnmìlà y le pidieron que las pusiera debajo de donde
él dormía, para que el siguiente año sus iré se duplicaran y el festival saliera mucho mejor.
Òrúnmìlà cumplió con todo lo que le recomendaron y su ébó fue aceptado (ébó fin ebo da). Ébó
Òrúnmìlà de ala lade Orun (el ébó de Òrúnmìlà llegó al cielo).

En la siguiente fiesta, en vez de que Òrúnmìlà se cambiara de ropa dos veces en la fiesta, él se
cambió dos veces cada hora y él pudo darle de comer a todas las personas que asistieron.
Òrúnmìlà estaba muy contento y comenzó a darles las gracias a los Babalawos, le daba las
gracias a Ifá e Ifá a su vez a Olódúmáré.

Ifá dice que la persona a la que le sale este Odu tiene enemigos que no quieren que tenga éxitos
en lo que realiza. Ifá dice que esta persona debe realizar ébó para que los mismos enemigos lo
vean y se queden asombrados, así dice Osa Esu.

FIN

En conclusión, el festejo debe ser retomado con seriedad. No puede existir ninguna razón para
no realizar un festejo anual a los Orisas o a Ifá para agradecer por todo lo que nos brindan
durante el año.

Quienes gastan miles de pesos en placeres o gustos y el día del festejo alegan no tener dinero
para sí mismos, los invito a no engañarse, pues aquello con lo que vivimos nos lo da Orisa o nos
los da Ifá, aun cuando no teníamos esas consagraciones. Hoy que las tenemos considero que
es de suma importancia que ahorremos poco a poco para que ese día podamos hacerle el festejo
a nuestros Orisa o a Ifá.

Cuando llevemos nuestra vida guiados por los conceptos y filosofías de la religión yoruba
(mismos que hemos ido brindando poco a poco a los religiosos), podremos observar que nuestra
vida comenzará a ser día a día más próspera y que estará mejor encaminada. Por el contrario,
aquellos que no son capaces de brindarle homenaje a sus divinidades, aun sabiendo de su
importancia, al menos tengan la vergüenza de no pedirles ayuda en nada o de no culparlas de
sus fracasos, pues las divinidades son nuestros guías, no nuestras esclavas. No son el genio de
la lámpara de Aladino. Son deidades que nos van a dar apoyo y ayuda si nosotros las sabemos
llevar.

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