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CODIGO ETICO DEL PSICOLOGO

Mario Alberto Méndez Ayala

Test de evaluación psicológica


Prof. Hernández Guadarrama Bernabé Francisco

PSICOLOGIA

VPS-301
INTRODUCCION

Este ensayo tiene como objetivo, no sólo reafirmar la necesidad de tomar en


consideración la ética para ser unos profesionistas íntegros, dentro del área de la
psicología, sino también busca destacar que ante la existencia de un Código Ético para el
Psicólogo, se presentan, distintas problemáticas dentro de la vida laboral, académica. Sin
olvidar, que una de las características básicas de la profesión, es el trato directo con seres
humanos y por otro lado, el hecho de que los profesionistas de ésta área sin dejar de ser
buenos profesionales, siguen siendo seres humanos, subjetivos, con sus propias
conflictivas, rodeados de un ambiente social y cultural. Es por esto, la necesidad de un
código ético, en cual se establezca una tabla de valores y normas que respeten y apoyen
a todos los involucrados en la tarea de un profesionista como el Psicólogo.

ÉTICA Y PSICOLOGÍA

Según Samuel Sáenz la ética es una ciencia que explica las cosas por sus causas, es
decir, trata de emitir juicios de bondad moral de algo, dando siempre la causa o razón de
dicho juicio. Esta definición nos habla de dos características importantes de la ética que
son: primero, el emitir juicios y la segunda, dar causa de éstos a partir de la razón.
Cuando hablamos de la emisión de un juicio, bajo una visión ética, sería pues, el analizar
y confrontar una cierta situación a partir de una tabla de valores para objetivizar de
manera racional una situación que lleve a un acto o decisión problemática. En este
sentido, se habla de la necesidad de hacer de algo subjetivo algo objetivo, es decir, algo
general y universal. Es aquí donde la ética interviene con la psicología, ya que la ética
profesional del psicólogo busca generalizar y normativizar posturas, donde se pone en
tela de juicio, cuestiones subjetivas, como sería: la confidencialidad, el respeto a los
pacientes y al psicólogo, el respeto a los animales y hombres que participan para efectos
de investigación, dejar de lado intereses personales, así como casos especiales en donde
se tome una decisión o acción apegada a un juicio de valor. De esta manera, por la
búsqueda del bien común tanto para los pacientes, como para los psicólogos, así como
para todos los que intervienen en el desarrollo de esta ciencia, se plantean normas
éticas.

Si partimos de la premisa de que una de las características principales del psicólogo es el


trato directo con los lazos afectivos de los seres humanos y que por otro lado, estos
profesionales, no dejan de ser seres humanos subjetivos, es decir, hombres comunes y
corrientes que tienen una historia de vida, de experiencias y aprendizajes, fundamentada
en una tabla de valores formada por la cultura y sociedad, podemos entender entonces
que para lograr una verdadera objetividad, no sólo del conocimiento científico de la
psicología sino también para ser unos profesionistas íntegros y honestos, el psicólogo
debe aprender a referir sus situaciones emocionales, así como sus prejuicios o tabla de
valores para que no influya dentro de las conductas o sobre las interpretaciones que se le
puede dar al paciente. Este rubro es cubierto dentro de los Artículos 15° y 25°, del Código
Ético del Psicólogo:
Artículo 15. Al decidir si se ofrecen o no servicios a personas que ya se encuentren
recibiendo servicios de salud mental en otro sitio, el psicólogo considera cuidadosamente
los aspectos relativos al tratamiento y su potencial para el bienestar del paciente. El
psicólogo/a discute estos aspectos con él, o con otra persona legalmente autorizada en
representación suya, con el fin de minimizar el riesgo de confusión o conflicto; consulta
con otros proveedores de servicios cuando resulte apropiado, y procede con cautela y
sensibilidad a los aspectos terapéuticos.
Artículo 16. El psicólogo/a advierte violaciones éticas por parte de colegas, actúa
informando a estos de sus faltas y a las instancias profesionales, gubernamentales,
legales y de arbitraje pertinente en caso de que persista.
Artículo 17. El psicólogo/a mantiene relaciones de respeto a la dignidad se abstiene de
hacer declaraciones difamatorias que devalúen su persona, su trabajo, y el buen nombre
de la psicología.
Artículo 18. Muestra una buena imagen de la psicología y de los psicólogos,
promoviendo la calidad científica y profesional de dicha disciplina. Capítulo Cuarto De los
Deberes para con sus Clientes
Artículo 19. Principios básicos respecto al hombre. Cualquier hombre debe ser
considerado como normal mientras no se pruebe lo contrario. El hombre normal no sólo
posee libertad teórica sino que tiene realmente uso de la misma. Las disposiciones
psicológicas anormales no son siempre insuperables, ni impiden al sujeto toda posibilidad
de obrar libremente. Incluso los dinamismos del inconsciente y del subconsciente no son
irresistibles al grado de que el sujeto normal no pueda dominarlos.
Artículo 20. Deberes del psicólogo/a con sus clientes. Párrafo 1. Ciencia. El primer deber
del psicólogo con el público es el estar en posesión de la ciencia necesaria dentro de su
campo para resolver los problemas que se le presentan. Esto implica que no debe admitir
problemas que trascienden su preparación. El psicólogo clínico no debe practicar
psicoterapia si no tiene la preparación para ello. El psicólogo industrial no debe usar
técnicas proyectivas en las cuales carece de experiencia, etc. Obrar de otra suerte es
engañar al cliente y exponerse a acarrearle grandes daños. Cada psicólogo, cualquiera
que sea su especialidad, debe seguir informado del progreso en todas las áreas de ésta,
tomándolo en consideración en su trabajo y tratando de contribuir al progreso por medio
de sus propios esfuerzos. Por tanto, debe aceptar las reglas y requisitos del método
científico. Párrafo 2. Respeto. Poseyendo la persona humana una dignidad incomparable,
el psicólogo debe respetarla. La dignidad del ser humano (1) prohíbe usar técnicas que la
atropellen, aunque pudieran contribuir al progreso de la ciencia; (2) obliga, respecto de las
entrevistas y aplicación de pruebas, sobre todo, proyectivas: (A) a obtener sin engaño o
violencia el consentimiento del cliente o el de aquellos que pueden darlo en su lugar; (B) a
no buscar mayor conocimiento que el que sea necesario. Párrafo 3. Secreto profesional.
Como todo profesionista, el psicólogo tiene, en su trabajo profesional, la oportunidad de
conocer secretos que se refieren al individuo o a grupos, y está sujeto a las reglas del
secreto profesional. La materia del secreto profesional. Es toda información que reúna las
siguientes condiciones: 1) debe ser verdaderamente oculta; b) debe ser válida. Es decir
que no hay obligación de divulgarla; c) debe ser recibida no sólo por un miembro de la
profesión psicológica sino que debe haber sido comunicada a esta persona en su
capacidad profesional; d) toda información oculta acerca de un paciente obtenida por el
psicólogo en el ejercicio de su profesión cae bajo el secreto profesional; e) el psicólogo
está obligado a tomar las precauciones necesarias para facilitar la guarda de los secretos.
Por lo tanto, debe procurar el aislamiento de sus entrevistas con sus clientes, asegurarse
de la reserva en la conservación de expedientes y documentos y asegurarse de la
honorabilidad de los compañeros de trabajo que deben necesariamente participar en la
información secreta; f) nótese que el secreto profesional se viola no solamente con
palabras sino también por gestos, sonrisas, encogimiento de hombros, etc. 2) Párrafo 4.
En ciertos casos el psicólogo examina clientes enviados por una escuela o corporación, y
actúa como agente de la corporación o escuela. Por tanto, hay un convenio implícito o
explícito con el cliente de que el reporte se le debe enviar a la corporación o escuela. Sin
embargo, si el psicólogo llega a conclusiones de que debe rechazarse al solicitante,
indique las causas en la forma más general posible en vez de enviar un reporte que
pueda desacreditar seriamente a los clientes. 3) El poseedor del secreto. El cliente es el
único poseedor de sus secretos. En caso de niños o enfermos mentales incapacitados,
sus padres, o en ausencia de éstos, los tutores son los poseedores de la información
confidencial. 4) El deber de guardar el secreto es de justicia conmutativa, y se extiende a
todo el personal que trabaje en una clínica, incluso las secretarias que tienen acceso a los
expedientes. El jefe de la clínica debe en este caso recordar esta obligación personal a
todos los miembros de la misma. Párrafo 5. Uso de las pruebas psicológicas, a) no debe
administrarse a familiares y amigos; b) deben administrarse en condiciones de lugar y de
tiempo que indiquen los manuales respectivos; c) el buen éxito en el uso de las pruebas
psicológicas depende del conocimiento de las normas en que descansen y de su validez y
confiabilidad; d) los resultados de las pruebas psicológicas son estrictamente
confidenciales, es decir, deben comunicarse a los sujetos o a sus padres o tutores. Se
exceptúa el caso de trabajo en equipo, cuando los resultados pueden discutirse entre los
miembros del equipo; e) los resultados de las pruebas psicológicas nunca se comunican
escuetamente, sino interpretados constructivamente al alcance del cliente o de sus
familiares; f) las pruebas mentales no deben comunicarse sino a personas que
demuestren tener el conocimiento y la habilidad necesarios para su uso eficaz e
interpretación correcta. Por tanto, deben comunicarse de ordinario únicamente a los
psicólogos. Capítulo Quinto De los Deberes para con su Profesión
Artículo 21. El psicólogo/a debe defender la dignidad y el honor de su profesión.
Artículo 22. El psicólogo/a debe salvaguardar la profesión en contra de los que presentan
características morales deficientes o educación inadecuada.
Artículo 23. El psicólogo/a debe también exponer públicamente, sin miedo, la conducta
corrompida o incompetente de otros miembros de la profesión.
Artículo 24. El psicólogo/a se apega a este código ético al hacer declaraciones públicas
relacionadas con sus servicios, productos o publicaciones profesionales o con el campo
de la psicología. Las declaraciones públicas no están limitadas, pero incluyen: anuncios
pagados o no pagados, folletos, material impreso, listas de directorios, páginas en la
internet, currículo vitae personales, entrevistas o comentarios para su uso en los medios,
declaraciones en procedimientos legales, conferencias y presentaciones orales públicas y
materiales publicados.
Artículo 25. El psicólogo/a que compromete a otros a crear o colocar declaraciones
públicas que promuevan su práctica, productos o actividades profesionales, retiene la
responsabilidad profesional de tales declaraciones. Además, el psicólogo se esfuerza para
prevenir que otros fuera de su control (tales como empleados, publicista, patrocinadores,
clientes organizacionales, y representantes de los medios impresos o electrónicos
masivos) hagan declaraciones engañosas respecto a la práctica de los psicólogos, de
actividades profesionales o científicas

CONCLUSIONES

El psicólogo como profesional de la salud mental debe tomar en cuenta los


riesgos que esta implica, ya que se trabaja en un trato directo con las
emociones de las personas. En este sentido, se puede llegar a caer en
contradicciones dentro del ámbito laboral, académico y en la relación con los
mismo psicólogos, pues existen decisiones profesionales donde se pone en tela
de juicio cuestiones no sólo subjetivas sino situaciones que tienen que ver con
el respeto de la vida personal de los pacientes, así como con la del psicólogo o
en el caso de la investigación psicológica, con la calidad de vida que se le da a
los animales de experimentación, así como las condiciones de experimentación
con humanos. De esta manera, se busca prevenir los abusos y dejar de lado
los prejuicios y tabla de valores culturales que tiene el psicólogo para la toma
de buenas decisiones. Además, no podemos dejar de lado, que los
profesionales de la salud mental somos seres subjetivos, social y culturalmente
moldeados, con una historia de vida y de aprendizajes. Y que por lo tanto,
nuestra ética tanto profesional como personal, nos debe llevar a una
conceptualización de las enfermedades mentales donde se perciban con
respeto y sobre todo respeto hacia los pacientes que la padecen. Si partimos
de la búsqueda del beneficio para el paciente, del respeto hacia la integridad
de la persona humana en distintos ámbitos donde actúe profesionalmente el
psicólogo, de la verdadera búsqueda del bienestar individual y si logramos
evitar casos en los que se pueda afectar la objetividad, no sólo se evitará la
violación del código ético sino que se dará una alta calidad profesional a los
pacientes, viviéndolos como seres humanos que buscan apoyo y fidelidad en
otros seres humanos que cuentan con herramientas para ayudarles.

Referencias Bibliográficas

Harrsch, C. (2005) Identidad del psicólogo. México: Paidós.


Sociedad Mexicana de Psicología (2010). Código ético del psicólogo. México: Trillas.
Tarragó, F. (1996). Ética para psicólogos: Introducción a la Psicoética. España: Desclée
De Brouwer.

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