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Etapas de cambio
Prochaska y Diclemente, observando
cuidadosamente cada detalle del relato de las
personas, se dieron cuenta que existían varias
coincidencias. La más importante de ellas fue que
el cambio es considerado como un proceso y no
como un hecho aislado en sus vidas. Esto es de
gran relevancia ya que el cambio no se produce
de un día para otro, al contrario, toma tiempo,
esfuerzo y dedicación. Prochaska, Norcross y
DiClemente (1994) nos dan un buen ejemplo de
esto. Si piensan acerca de un problema que hayan
resuelto, hay posibilidades de que reconozcan de
inmediato que su resolución no ocurrió de una sola
vez, sino que la solución tomó algún tiempo y
cambió a lo largo de éste. Quizá al principio
ignoraban el problema; luego han considerado la
posibilidad de resolverlo; después, pueden haber
hecho planes definitivos para cambiar. Entonces,
una vez que han aumentado sus fuerzas
(mentales, psíquicas y sociales) actuaron y
comenzaron a luchar con el problema. Si tuvieron
éxito trabajaron para mantener este nuevo estado.
Si fallaron, probablemente se hayan rendido por
un tiempo para volver luego a la batalla.
1. PRE-CONTEMPLACIÓN
Esta fase se caracteriza porque las personas no
están interesadas en cambiar en un futuro
próximo. Por lo general, niegan tener un problema,
a pesar de que otros sí suelen verlo. Pueden
haber intentado en el pasado resolver sus
dificultades, desmoralizándose en sus intentos
para solucionarlos. Estos sentimientos de fracaso
los frenan ante un intento de cambio, aferrándose
a su creencia de que no pueden cambiar. Evitan
pensar, hablar o leer acerca de sus
comportamientos problemáticos. Minimizan las
ventajas de cambiar y sobrestiman las
desventajas, no estando concientes de sus faltas
(Prochaska, 1999).
¿Qué hacer?
¿Qué no hacer?
1. CONTEMPLACIÓN
En la etapa de contemplación las personas
comienzan a dudar respecto a su comportamiento,
sopesando los pros y contra del problema y la
solución. Reconocen que tienen un problema y
comienzan a considerar seriamente resolverlo,
aunque aún no se comprometen a pasar a la
acción (Lizarraga & Ayarra, 2001).
¿Qué hacer?
¿Qué no hacer?
1. PREPARACIÓN
En esta etapa, también denominada
determinación, el coachee toma la decisión de
intentar hacer un cambio en su vida. Esta decisión
de cambiar toma mucho mayor peso, a pesar de
que durante el transcurso de esta etapa el sujeto
continúa re-evaluándose a sí mismo y a su
problema (Prochaska, Norcross & DiClemente,
1994). Por lo tanto, esta decisión requiere contar
con la confianza de que la nueva conducta se
podrá controlar, de lo contrario puede retornar con
mayor facilidad a etapas anteriores (Lizarraga &
Ayarra, 2001). Este es el momento para resolver
cualquier ambivalencia que disminuya la
determinación del cambio, pues se requiere de
una adecuada y sólida preparación que permita
sustentar la acción (Prochaska, Norcross &
DiClemente, 1994).
¿Qué hacer?
¿Qué no hacer?
En la etapa de acción el cliente muchas veces se
va a ver tentado a recaer en la conducta problema.
Como mencionamos anteriormente, es necesario
que se rodee de personas significativas y que le
ayuden o estimulen a sostenerse en el cambio que
quiere lograr. Sin embargo, no sólo basta con
rodearse de estas personas significativas. Resulta
imprescindible que el cliente sea capaz de
explicitar de manera adecuada a estas personas lo
que necesita de ellas, qué cosas requiere que
ellos hagan o que dejen de hacer. Al ser asertivo,
el cliente está ejercitando su derecho a comunicar
sus pensamientos, sentimientos, deseos e
intenciones de manera clara; de esta forma
disminuye la sensación de impotencia, de
descontrol y de ansiedad; aumenta la capacidad
de comunicación, de liderazgo; aumenta también
la satisfacción en las relaciones interpersonales,
etc. La asertividad no garantiza que otras
personas realmente hagan lo que el cliente
necesita. Lo que la asertividad efectiva hace es
asegurar que otros tendrán la oportunidad de
entender claramente los objetivos del individuo.
Aportar o no en el cambio del cliente es una
opción de ellos. Sin embargo, explicitar de manera
clara y adecuada sus necesidades es un camino
que abre mayores posibilidades hacia un cambio
más sólido.
¿Qué no hacer?
¿Qué hacer?
¿Qué no hacer?
6. RECAIDAS
La recaída ocurre cuando las estrategias de
cambio utilizadas fracasan en estabilizar al
individuo en los estadios de acción o
mantenimiento, provocando una vuelta hacia
estadios previos, frecuentemente al de
contemplación o al de preparación (Díaz, 2001).
Extrema confianza.
Tentación cotidiana.
Auto-culpa.
Cada uno de estos desafíos es un juego mental
que realizan las personas que están
subconscientemente cortejando la recaída. La
toma de conciencia sobre estas respuestas y la
vigilancia de estas resultan esenciales en la etapa
de mantención (Prochaska, Norcross &
DiClemente, 1994).
¿Qué hacer?
¿Qué no hacer?
BIBLIOGRAFÍA
Callejo, E. (2006). Seminario Entrevista
Motivacional. Presentado por grupo de
comunicación y salud de la Socalemfyc, Mayo.
Díaz, J. (2001). El modelo de los estadios del
cambio en recuperación de las conductas
adictivas. Escritos de psicología, 5, 21-35.
Lizarraga, S. & Ayarra, M. (2001). The motivational
interview. Revista Anales, 4, 43-53
Miller, W. y Rollnick, S. (1999). La entrevista
motivacional. Barcelona: Paidós.
Norcross, J. (2002) Psychotherapy Relationships
that works. Therapist contributions and
responsiveness to patients. New York: Oxford
Univesity Press.
Prochaska, J. (1999). ¿Cómo cambian las
personas, y cómo podemos cambiar nosotros para
ayudar a muchas mas personas?. (Traducción) En
M. Hubbe, B. Duncan y S. Miller (eds.), The Heart
and soul of change: what works in therapy (pp.
227-255). Washington, DC.
Prochaska, J. & DiClemente, C. (1982).
Transtheoretical therapy: toward a more integrative
model of change. Psychotherapy: theory,
research, and practice, 19, p. 276-288
Prochaska, J., Norcross, J. & DiClemente, C.
(1994). Changing for good. New York: Avon
books.
Prochaska, J.O. y Prochaska, J.M. (1993). Modelo
Transteórico de cambio para conductas
adictivas.En Casas, M. y Gossop,
M., Tratamientos psicológicos en
drogodependencias: Recaída y prevención de
recaídas. Ediciones en neurociencias, Barcelona,
p. 85-136.
La Alianza como factor determinante principal ¿Cómo
trabajar la alianza?
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Articulo 3: Desarrollo
En relación al artículo anterior, donde se describe
que dentro de los factores comunes de la
psicoterapia es la alianza lo más importante, cabe
enfatizar nuevamente que lo más determinante no
es la alianza en sí, sino la evaluación que hace el
cliente de la alianza. De esta forma, el poder de la
alianza reside en el enganche que genera en el
cliente, y en su propio proceso terapéutico.
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Articulo 1: Introducción
La necesidad de responder al “qué y cómo” de la
psicoterapia abarca una infinidad de libros y
artículos, sin embargo, las respuestas de la
literatura son bastante diferentes, e inclusive
contrarias. No obstante, las múltiples respuestas
se entienden en el marco de una disciplina que
requiere diversas formas para explicar lo que
hace, por lo que aún hay mucho camino que
recorrer (Miller, 2011).
Frente a esta situación, y con el objetivo de
acercarse a un sustrato en común desde el cual
referirse, se desarrollan múltiples investigaciones
que buscan discernir y aclarar cuáles y de qué
manera, son útiles los conocimientos acumulados
hasta hoy.
camino de la investigación
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Articulo 2: Desarrollo
A mediados del siglo pasado, en el año 1952, el
psicólogo Hans Eysenck puso en duda la
efectividad de la psicoterapia como herramienta de
cambio. A través de la realización de varias
investigaciones y de sus desfavorables resultados,
Eysenck plantea que la psicoterapia no es
efectiva, y peor aún, que muchas veces es dañina.