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Lección 7

PRUEBA TESTIMONIAL

CONCEPTO: La prueba testimonial es la que se lleva a cabo mediante las declaraciones


de personas físicas, denominados testigos, distintas de las partes y del órgano judicial. 
Reviste el carácter de tal el “Acto procesal mediante el cual una persona informa al
magistrado lo que sabe sobre determinados hechos”.
Todo ciudadano puede ser llamado a prestar declaración testifical, salvo excepciones
expresas de la ley en razón a la edad, el estado, o circunstancias personales propias o
vinculadas a la causa.

OBJETO: La prueba debe recaer sobre todo tipo de hechos siempre que los mismos sean
admisibles y pertinentes conforme a la regla general en materia probatoria contenida en el
Art. 247 del CPC.
Art. 247 CPC – “Pertinencia y admisibilidad de la prueba: Sólo deberán producirse
pruebas sobre hechos que hayan sido articulados por las partes en sus escritos
respectivos. Las que se refieran a hechos no articulados serán desechadas en la
sentencia definitiva, salvo lo dispuesto respecto de los hechos nuevos alegados.
No serán admitidas pruebas que fueren prohibidas por la ley, manifiestamente
improcedentes, superfluas o meramente dilatorias; si lo hubieren sido, no serán
consideradas en la sentencia”. 
PRUEBA DE LOS HECHOS Y DE LOS CONTRATOS: 

HECHOS: La cuestión del objeto se vincula con la materia que será la sustancia de la
declaración, en el caso, con los concretos hechos acerca de los cuales podrá declarar el
testigo.
En primer lugar debe tratarse de acontecimientos pasados o pretéritos, acaecidos con
anterioridad al acto mismo aunque pueden subsistir o no en el momento de la declaración.

Como principio general se sostiene, que el objeto del testimonio lo constituyen los hechos
que han caído bajo el dominio de los sentidos, memoria y lenguaje del testigo. Pero hay
quienes sostienen, que el testimonio solo puede comprender hechos directamente
percibidos por el testigo. Y otros consideran que el objeto del testimonio son los hechos
conocidos por el testigo por sus sentidos, o los que este ha deducido de sus percepciones
y los por él realizados.

Pueden ser objeto de este tipo de prueba: 

1.- Hechos que hayan sido percibidos directamente por el testigo. El testigo puede ser
examinado sobre sus propias observaciones respecto de los hechos que relata los cuales
valen –dice Chiovenda - como hechos subjetivos, esto es, personales suyos, no como
expresión de lo que objetivamente debe estimarse como consecuencia de determinados
hechos, según las enseñanzas de una ciencia o de un arte, lo cual es misión propia del
perito.

2.- Hechos que el testigo haya cumplido personalmente.

3.- El testigo de referencia que es aquel que declara sobre hechos que ha oído relatar a
otras personas y que, por lo tanto, él no los conoció directamente. Aunque se discute su
valor, es importante para acreditar hechos lejanos en el tiempo o que se vinculan a
cuestiones íntimas o reservadas, que por lo general están fuera del alcance de las partes
directamente involucradas, sobre todo cuando concurre con otros elementos de
convicción.

CONTRATOS: La prueba de los contratos se halla regulad en el Código Civil (Arts. 703 al
707), el cual establece que los mismos se probaran de acuerdo a las leyes procesales, si
no tuvieren una forma prescripta por dicho Código Civil.

1. Los contratos que tengan una forma determinada por las leyes no se juzgarán
probados si no revistieren la forma prescripta, a no ser que:

a) Hubiese habido imposibilidad de obtener la prueba designada por la ley. Se juzgará


que hay imposibilidad de obtener o de presentar prueba escrita del contrato, cuando
hubiese sido celebrado en circunstancias imprevistas en que hubiese sido imposible
formularlo por escrito.
b) Hubiese un principio de prueba por escrito en los contratos que pueden hacerse por
instrumento privado. Se considerará principio de prueba por escrito cualquier documento
público o privado que emane del adversario, de su causante o de parte interesada en el
asunto, o que tendría interés si viviera y que haga verosímil el hecho litigioso.
c) Cuando una de las partes hubiere recibido alguna prestación y se negare a cumplir el
contrato.

En los casos señalados precedentemente son admisibles todos los medios de prueba y,
por supuesto, la testifical.

2. El Art. 706 del CC establece: “Los contratos que tengan por objeto una cantidad de más
de diez jornales mínimos establecidos para la capital deben hacerse por escrito y no
podrán ser probados por testigos”.

No es admisible para: a) Probar la existencia o las modificaciones del contrato y b) Probar


un error material o interpretar el contrato. Si es procedente la prueba testifical cuando se
trata de probar que una de las partes ha recibido alguna prestación y se ha negado a
cumplir el contrato. Ejemplo: Prestación de servicios o de obra. 

TESTIGO

Concepto: Es toda persona física, que da testimonio de una cosa. Distinta de las partes,
quien es llamada por el juez a declarar sobre hechos que presencio o adquirió directo y
verdadero conocimiento de las mismas. 

Los testigos son terceros respectos de los sujetos del juicio, personas que carecen de
toda vinculación procesal con las partes, o con el proceso en trámite. Las personas
jurídicas no pueden oficiar de testigos, por cuanto carecen de órganos de percepción para
captar hechos. 

CONDICIONES

a) Capacidad: El Art. 314 del CPC, establece: “Toda persona mayor de 14 años podrá ser
propuesta como testigo y tendrá el deber de comparecer y declarar, salvo la excepciones
establecidas por la ley”.

Para ser propuesto como testigo deberá tratarse de una persona física mayor de 14 años,
esto es, menores que al momento de declarar tengan cumplida esa edad mínima. Ahora
bien, lo que la ley exige es que el menor cuente con la edad de 14 años al tiempo de ser
propuesto como testigo, y no que haya tenido tal edad al momento en que percibió o
conoció los hechos por los que se lo llama a declarar, aunque la valoración quedara en
este sentido y de igual modo sujeta al criterio que se “haya formado el juez acerca del
grado de madurez intelectual alcanzado por el testigo”, sin duda que por aplicación de los
principios de la sana crítica.
b) Extraneidad: Debe tratarse de personas distintas de las partes y del órgano judicial.

Por eso para Chiovenda el testigo es la “persona, distinta de los sujetos procesales, a
quien se llama para exponer al juez las observaciones propias de hechos ocurridos de
importancia para el proceso”.
No pueden ser testigos las partes, sin embargo, una de ellas puede ofrecer como testigo a
uno de sus litisconsortes.

Para Palacio, en lo que atañe al litisconsorte, el consorte no podría ser testigo desde que
en ese concreto proceso es parte, sin embargo sostiene que en ciertos supuestos podría
darse la nota de extraneidad que torne admisible su declaración, así para probar un hecho
propio, por oposición a uno común de ambos litisconsortes.

Morello enseña también que “se admite la declaración testimonial del litisconsorte, cuando
está referida a hechos propios de otro litisconsorte que lo propone y a condición de que se
encuentre asegurada la imparcialidad de sus declaraciones”.

c) Citación Judicial: Acto por el cual un juez o tribunal ordena la comparecencia de una
persona, sea parte, testigo o perito, o cualquier otro tercero, para realizar o presenciar una
diligencia que afecte a un proceso. Toda persona tendrá obligación de concurrir a la
citación judicial. 

De lo dicho precedentemente se desprende, que la calidad de testigo se adquiere a partir


de la providencia judicial que dispone su citación para el proceso.

d) Conocimiento: El juez podrá ordenar la citación de oficio de las personas propuestas


por las partes en los escritos de constitución del proceso o cuando, según resultare de
otras pruebas producidas, o que tuvieren conocimiento de hechos que pudiesen gravitar
en la decisión de la causa.

CLASIFICACION: 

A) Hábiles: Cualquier persona física, mayor de catorce años, que no se halle inhabilitada
podrá ser testigo. La calidad de testigo se adquiere a partir de la providencia judicial que
dispone su citación para el proceso.

B) Inhábiles: El código permite la declaración como testigo de cualquier persona física


excepto de los menores de 14 años, o de aquellos que por enfermedad física o psíquica
en el tiempo al cual deba referirse su declaración sean incapaces de percibir el hecho a
probar, y de los que por enfermedad de igual naturaleza, al tiempo de la declaración, sean
incapaces de comunicar sus percepciones. La edad insuficiente al momento de declarar
produce la nulidad de la prueba.

C) Sospechosos y excluidos: El Art.315 prescribe “No podrán ser ofrecidos como testigos
los consanguíneos o afines en línea recta de las partes, ni el cónyuge aunque estuviere
separado legalmente, salvo si se tratase de reconocimiento de firmas, o de disposiciones
especiales de otras leyes”.
La exclusión contenida en la norma solo abarca a parientes consanguíneos y afines en
línea directa de las partes, y no a los “colaterales”, por ejemplo, hermanos, tíos y sobrinos.
Disposiciones especiales de otras leyes no admiten las pruebas testimoniales para
acreditar el nacimiento, el matrimonio y la defunción de las personas.

El cónyuge podrá ser propuesto al solo efecto del “reconocimiento de firmas” lo que cabe
del mismo modo con relación a los parientes excluidos.

Existen por otra parte, personas que no pueden ser testigos en ciertos procesos: Así los
testigos de un instrumento y el oficial público que lo extendió, en tanto se pretenda
declarar en contra del contenido del mismo.

Los testigos excluidos, pueden sub-clasificarse: Según que la ley prohíba que sean
citados a declarar:

a) En cualquier juicio; se hallan comprendidos en los mismos las personas menores de 14


(catorce años).
b) En contra o a favor de ciertas personas; los contemplados en el artículo
precedentemente examinado.
c) Respecto de determinados actos; se hallan comprendidos los testigos de un
instrumento público, que no pueden ser llamados a declarar en tanto su testimonio tenga
por objeto contradecir, variar o alterar el contenido del instrumento.

DEBER DE COMPARECER: El Ordenamiento jurídico procesal civil actual, se inscribe


dentro del sistema regido por el principio dispositivo procesal, a raíz del cual el proceso
aparece estructurado en torno a una serie de cargas procesales establecidas a manera de
imperativos impuestos a partir de la lesión del propio interés del sujeto, al cual pesan
frente a su inobservancia. La carga es entonces un imperativo procesal impuesto con
relación a los sujetos procesales, para que estos, estimulados y confiados en su propio
interés, colaboren en y para la más rápida y eficaz resolución de los conflictos que se
llevan a los tribunales.
Cuando se debe contar con el conocimiento que ciertos terceros pueden tener con
relación a los hechos u objeto de la litis, el Ordenamiento drásticamente desplaza la
noción del interés para reemplazarlo para del deber o la obligación.
El Art. 314 del CPC, establece: “Toda persona mayor de 14 años podrá ser propuesta
como testigo y tendrá el deber de comparecer y declarar, salvo la excepciones
establecidas por la ley”.

Es que el tercero no interviene en el proceso en razón de un interés propio, pues por lo


general su resultado le es absolutamente indiferente, y su colaboración en la realización
del servicio de justicia se estructura a partir del posible empleo de la coacción, en miras
del bienestar de la comunidad que necesita librarse de los conflictos que se le presentan. 

SANCIÓN: La Ley impone la colaboración de terceros, y entre estos la intervención de los


testigos, instituyéndola como un verdadero deber procesal, común y connatural a la
condición de habitante del territorio, hasta el punto que ante su inobservancia se autoriza
el uso de la fuerza pública para traerlos además de la imposición de sanciones de
carácter penal y procesal en vista a su incomparecencia sin causa justificada.

El deber de comparecer, es una carga pública impuesta a todos los habitantes salvo que
la ley lo exima, si el testigo faltare sin causa justificada a la primera audiencia que el
juzgado le haya fijado se la hará comparecer a la segunda por medio de la fuerza pública
y se le impondrá una multa que variará entre el importe de tres y veinte días de salario
mínimo legal (Art. 319 in fine CPC – “…se lo hará comparecer a la segunda por medio de
la fuerza pública y se le impondrá una multa, que variará entre el importe de tres y veinte
días de salario mínimo legal”).

EXCEPCIONES

Art. 341 del CPC dispone: “Excepciones a la obligación de comparecer: Exceptúanse de


la obligación de comparecer a prestar declaración al Presidente de la República, a los
miembros del Congreso, a los miembros de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo
de Estado, Ministros del Poder Ejecutivo, miembros del Tribunal de Cuentas, de los
Tribunales de Apelación y Jueces de Primera Instancia, al Fiscal General del Estado, a los
Prelados y a los Jefes de la Fuerzas Armadas en servicio activo con el grado de General
o jerarquía equivalente. Dichos testigos declararan por escrito, con la manifestación de
que lo hacen bajo juramento o promesa de decir verdad, a su elección, dentro del plazo
que fije el Juez, debiendo entenderse que no excederá de diez días si no se lo hubiere
indicado expresamente.

La parte contraria a la que ofreció el testigo podrá presentar un pliego de preguntas a


incluir en el interrogatorio, conforme a lo dispuesto en el artículo 339, primera parte”. 

La norma establece una de las excepciones del deber de comparecer que tienen los
habitantes. Las personas exceptuadas al deber de comparecer lo están en razón del
cargo, el que debe estar efectivamente ejerciendo. Se encuentra fundada en la índole de
las funciones que ejercen dichas personas por el cargo que ocupan, el cual no podría ser
abandonado sin menoscabo de los intereses superiores de la comunidad. Lógicamente,
no están comprendidos en la excepción legal quienes ya no lo desempeñan. 

La enumeración legal de las excepciones a comparecer en juicio es taxativa. La norma


incluye Instituciones que han desaparecido como seria el Consejo de Estado y no
contempla a otras actuales como la Vice Presidencia de la República u otras de igual o
menor jerarquía como el Intendente, etc.

DEBER DE DECLARAR: El testigo no se encuentra sujeto sólo a un deber de


comparecer, si no también, y como “carga pública” al de declarar acerca de lo que sepa
de los hechos que interesan a la litis, salvo las excepciones mentadas por la ley. 

EXCEPCIONES: 

Art. 330 del CPC: “Negativa a responder - El testigo podrá rehusarse a contestar las
preguntas: a) Si la respuesta lo expusiere a un enjuiciamiento penal o comprometiere su
honor; y b) Si no pudiere responder sin revelar un secreto profesional, o similar”. 

Liminarmente es necesario destacar que el testigo comprendido en cualquiera de las


hipótesis contenidas en la norma no se encuentra eximido de su deber de comparecer,
sino solo del de declarar, y esto con relación al concreto hecho que pueda abarcarlas, por
lo que su inasistencia en la audiencia podrá dar lugar a las sanciones civiles y penales
que correspondieren. 

En el supuesto analizado en el inc. a), si la respuesta lo perjudicará, el testigo podrá


rehusarse a responder, al respecto la Constitución dispone: “Nadie está obligado a
declarar contra sí mismo, contra su cónyuge o contra la persona con quien está unida de
hecho, ni contra sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de
afinidad inclusive”.

El testigo deberá dar al Juez las explicaciones necesarias en forma reservada, en las que
funde su negativa, entendiendo por ellas las relaciones que entrelazan el hecho
preguntado, su posible respuesta, y su directa vinculación con los mencionados efectos.

Lo que en realidad se protege aquí es la persona del testigo frente a su posible


enjuiciamiento penal en virtud de una declaración judicial rendida con plenos efectos
probatorios, garantía que en modo alguno se ve comprometida cuando informalmente
aquél debe aclarar por qué la pregunta podría conducir a aquel resultado, particularmente
cuando nada de ello quedará en actas ni tiene ni podrá tener valor de prueba.

De la misma manera, o con mayor razón aún, cabe destacar que lo que la ley tutela es el
honor del testigo frente al dilema de tener que declarar y exponerse a un descrédito, valor
que en absoluto se ve interesado o afectado cuando con la misma reserva que la
mencionada ut supra se le reclama la explicación de la relación que se sostiene entre
aquel valor y la pregunta propuesta.

No debe perderse de vista que en cualquier caso el testigo podría rehusarse a responder
si es que a pesar de la explicaciones dadas, el Juez insiste en que se formulen las
preguntas, claro que con las consecuencias que correspondan. 

SECRETO PROFESIONAL: En algunos casos la guarda del secreto profesional no


constituye sencillamente una facultad del testigo, sino un deber del mismo al cual se
encuentra civil, penal y disciplinariamente atado. El secreto profesional es consecuencia
del deber inherente a la función que ejercen ciertas personas a quienes se impone la
omisión de hacer saber a otras las circunstancias relativas a las cuestiones en que
intervienen y que por su naturaleza no deben ser difundidas.

El secreto profesional en la mayoría de los casos incluye la obligación de no declarar y la


sanción consiguiente en caso de hacerlo se encuentra expresamente establecido en
nuestro Cód. Penal en su Art. 315, castiga con pena privativa de libertad de hasta cinco
años o con multa, al funcionario que revelara un secreto que le haya sido confiado o
hubiera adquirido en razón de su cargo. El mismo artículo define el secreto; entendido
como hechos, objetos o conocimientos, que sean accesibles solo a un número limitado de
personas y que por ley o en base a una ley no deban comunicarse a terceros. Además de
la sanción penal, el testigo es responsable en lo civil del resarcimiento del daño y perjuicio
ocasionado por causa de la revelación del secreto que se encuentra establecido en los
Arts. 281 y 285 inc. “b” de CPC.-

El testigo que se ampara en el secreto profesional no se halla, por ello, eximido del deber
de comparecer a la audiencia a la que fuera citado.

FALSO TESTIMONIO: Como hemos visto precedentemente el deber de declarar es una


carga pública impuesta al testigo citado por el Juzgado, pero a ello se le suma el hecho
que debe hacerlo con veracidad (decir la verdad y nada más que la verdad).

El testigo tiene pues obligación de declarar y de hacerlo bajo juramento o promesa de


decir verdad que constituye la traducción laica, en miras de asegurar la sinceridad y
veracidad de sus declaraciones, por lo que la negativa a prestar uno u otro importaría
negativa de declarar, con las consecuencias penales que ello apareja.

La falta de veracidad, es decir, el falso testimonio, está sancionado por el Código Penal
en el Título V, Capítulo I, Hechos punibles contra la prueba testimonial (Arts. 242 al 245
CP).

“Artículo 242.- Testimonio falso:

1. El que formulara un testimonio falso ante un tribunal u otro ente facultado para recibir
testimonio jurado o su equivalente, será castigado con pena privativa de libertad de hasta
diez años.
2. El que actuara culposamente respecto a la falsedad de su testimonio, será castigado
con pena privativa de libertad de hasta dos años o con multa”.
OFRECIMIENTO DE LA PRUEBA: El Art. 317 del CPC dice: “Ofrecimiento - Cuando las
partes pretendan producir pruebas de testigos, deberán presentar una lista de ellos con
expresión de sus nombres, profesión, estado civil y domicilio.

Si por las circunstancias del caso, a la parte le fuere imposible conocer alguno de estos
datos, bastará que indique los necesarios para que el testigo pueda ser individualizado sin
dilaciones y sea posible su citación.

El interrogatorio podrá reservarse por las partes hasta la audiencia en que deban declarar
los testigos”.

OPORTUNIDAD: La prueba testimonial deberá ser ofrecida dentro del plazo de diez días
del periodo probatorio en el proceso de conocimiento ordinario (Art 253, 2ª p. CPC).

• En el proceso de conocimiento sumario, en los juicios de menor cuantía, desalojo,


ejecutivo, en las excepciones previas, e incidentes, debe ofrecerse con el escrito de
promoción demandas y sus contestaciones.
• En el juicio de amparo promovido contra un particular la prueba que no sea documental
deberá ser ofrecida en la audiencia prevenida en el Art. 573 CPC.
• En el diligenciamiento de pruebas anticipadas (Art. 270 inc. c) CPC).
• Como medida para mejor proveer dispuesta de oficio por el juez (Art. 18 inc. e) y 337 del
CPC).

FORMA: La parte que ofrezca la prueba deberá presentar una lista de los testigos con los
datos necesarios para su individualización. Si algunos datos no pudieran conocerse,
bastará que se indique los necesarios para que el testigo pueda ser individualizado.

La exigencia legal tiene por objeto evitar sustituciones de testigos y facilitar la fiscalización
de la parte contraria.

INTERROGATORIO: El interrogatorio es el conjunto de preguntas que la parte formula al


testigo por intermedio del juez.
La parte tiene las siguientes opciones:
a) Acompañar e Incluir en el interrogatorio con el escrito de ofrecimiento.
b) Incluir el interrogatorio en el escrito de ofrecimiento.
c) Reservar el cuestionario hasta el momento de la audiencia, salvo que sean testigos que
deban declarar fuera de la jurisdicción del juzgado (Art. 338 del CPC).

NÚMERO: SISTEMA DEL CÓDIGO: Art. 318 CPC – “Número de testigos: En el proceso
de conocimiento ordinario cada parte podrá ofrecer hasta diez testigos como máximo,
salvo petición expresa y debidamente fundada que justifique el ofrecimiento de un mayor
número. Esta limitación no regirá para las citaciones de reconocimiento de firma. También
podrán las partes proponer, subsidiariamente, hasta tres testigos para reemplazar a
quienes no pudieren declarar por causa de muerte, incapacidad, o ausencia. Si el juez
hubiere ampliado el número, podrán ofrecer hasta 5 más”.

El sistema que el Código adopta es el de establecer un número máximo de testigos,


dependiendo de la naturaleza del proceso o cuestión.

• Proceso de conocimiento ordinario: Se permiten hasta diez testigos por cada parte.
 Testigos subsidiarios: Cada parte podrá ofrecer subsidiariamente hasta tres testigos,
para remplazar a aquellos que no hayan podido declarar por muerte, incapacidad o
ausencia.
 Ampliación del número de testigos: Cuando la complejidad o cantidad de hechos que
se necesitan probar justifique el ofrecimiento de un mayor número de testigos, deberá la
parte solicitarlo en forma expresa y fundada. El número de testigos en este caso podrá
llegar hasta cinco más.
• Proceso de conocimiento sumario: Los testigos no podrán exceder de cinco por cada
parte, sin perjuicio de lo dispuesto en el 318 CPC, dispone el Art. 683, inc. e) del CPC.
• Juicios de menor cuantía: Podrán ser ofrecidos hasta cinco testigos por cada parte, sin
perjuicio de lo dispuesto en el presente Art. 318. (Art. 686, inc. “f” CPC).
• Juicio de amparo: El número de testigos ofrecidos no podrá exceder de tres por cada
parte (Art. 574 CPC).
• Juicio ejecutivo: Solamente serán admitidos hasta siete testigos por cada parte (Art. 468,
2° p. 1° p. CPC).
• Incidentes: No se admitirán más de cuatro testigos por cada parte (Art. 187, 2° p. CPC).
• Recusación: No podrán ofrecer más de cuatro testigos cada uno (Art. 32 CPC).
• Desalojo: Cada parte solo podrá ofrecer hasta cuatro testigos (Art. 626, 2ª p. CPC).
• Interdictos: No podrán ser más de cuatro por cada parte (Art.643, in fine CPC)
• Niñez y Adolescencia: Las partes podrán proponer hasta tres testigos, incluso familiares
(Art. 176 Ley 1.680/01).

El número de testigos cuyo ofrecimiento se permite en un juicio es un aspecto de política


procesal. El legislador debe tener en cuenta al fijar el número máximo de testigos los
Principios de la defensa en juicio y de economía procesal, no debiendo pecar ni por
exceso ni por defecto. 

RECONOCIMIENTO DE FIRMAS: Art.318 CPC: “Número de testigos - …Esta limitación


no regirá para las citaciones de reconocimiento de firma”.

La limitación referida al número de testigos permitidos por la ley no rige para los que son
citados exclusivamente para reconocer firmas. Kielmanovich, comparte la tesis relativa a
que no debería computarse como integrado el número de testigos permitidos por la ley a
los que son citados exclusivamente para reconocer sus firmas, o al menos considera que
con relación a ellos debería siempre concederse la ampliación que se solicite, sin perjuicio
de considerar a este medio como prueba autónoma. 

En este sentido se ha resuelto que la mentada limitación no tiene vigencia en lo que se


refiere a terceros citados para reconocimiento de firmas. Y ello porque, en tal caso, la
prueba de que se trata, en rigor técnico, no reviste exclusivamente el carácter de
testimonial. 

DESISTIMIENTO: Con relación a este punto el Art. 316 del CPC dispone: “Oposición: Sin
perjuicio de la facultad del juez de desestimar de oficio y sin substanciación alguna el
ofrecimiento de la prueba testimonial que no fuere admisible, o de testigos cuya
declaración no procediere por disposición de la ley, las partes podrán formular
oposiciones, en el caso que el juez la haya admitido y si indebidamente hubiere ordenado
su producción”.

El juez tiene la facultad de rechazar de oficio y sin substanciación el ofrecimiento de la


prueba testimonial que no reúna los requisitos de admisibilidad. 

OPOSICIÓN: La parte interesada podrá, a su vez, formular su oposición al


diligenciamiento de la prueba en el caso de que el juez haya admitido y ordenado su
producción.

La oposición procede en los siguientes casos:


a) Cuando la prueba testimonial no fuere admisible de conformidad a la regla general
establecida en el Art. 247, 2° p del CPC.
b) Cuando la declaración no procediere por disposición expresa de la ley. Ejemplos: Art.
172 del CC y 21 de la Ley 45/91.

Oportunidad: En el supuesto de existir prohibición legal la oposición podrá formularse


hasta el momento de la respectiva audiencia, porque en este caso el vicio no es
subsanable por el consentimiento expreso o tácito de la parte contraria.

RECEPCIÓN DE LA PRUEBA: Respecto de este punto el Art. 319 CPC dispone:


“Audiencia: Si la prueba testimonial fuere admisible, el juez mandará recibirla en la
audiencia pública, que señalará para el examen de todos los testigos, en el mismo día…”.

FORMA DE LA CITACIÓN: Art. 321 CPC.- “Forma de la citación: La citación a los testigos
se efectuará por cédula. Esta deberá diligenciarse con dos días de anticipación por lo
menos, y en ella se transcribirá la parte del artículo 319, que se refiere a la obligación de
comparecer y su sanción”.

La resolución judicial que dispone la citación de los testigos a las audiencias será
notificada a los mismos por cédula, en el domicilio denunciado. La cédula deberá
transcribir el Art. 319 del CPC en la parte que contiene la advertencia de que si no
comparece a la primera audiencia sin causa justificada se le hará comparecer a la
segunda por la fuerza pública y se le impondrá una multa.

La cédula deberá ser diligenciada con por lo menos un intervalo de dos días entre el día
de la notificación y el día de la respectiva audiencia. La falta de cumplimiento de este
requisito será legitima causal de excusación del testigo (Art. 323, inc. b) CPC).

Las partes se notificaran por automática los días señalados en la ley (Art. 131 CPC).

CARGA DE LA CITACIÓN: La persona ofrecida como testigo adquiere tal cualidad


procesal una vez dispuesta su citación por el órgano jurisdiccional, recaudo que la habilita
a declarar aún cuando no se encontrara formalmente notificada por los medios que la ley
señala. 

Art. 322 CPC - “Carga de la citación: Si el escrito de ofrecimiento de prueba la parte no


hubiere solicitado que el testigo sea citado por el juzgado, se entenderá que ha asumido
la carga de hacerle comparecer a la audiencia. En éste caso, si el testigo no concurriere
sin justa causa, a pedido de parte o de oficio y sin substanciación alguna, se tendrá por
desistido al oferente”.

La parte que pretende que el testigo sea citado por el juzgado debe así solicitarlo en el
escrito de ofrecimiento de la prueba. 

Cuando no haya efectuado el pedido señalado, la parte asume la carga de hacer


comparecer al testigo en la audiencia. A pedido de parte o de oficio y sin sustanciación
alguna, se tendrá por desistida de la prueba a la parte que asumió la carga de la citación
no habiendo el testigo comparecido, salvo justa causa de incomparecencia. 

AUDIENCIAS: El Art. 319 CPC dispone: “Si la prueba testimonial fuere admisible, el juez
mandará recibirla en audiencia pública que señalará para el examen de todos los testigos,
en el mismo día. Cuando el número de testigos ofrecidos por las partes permitiere
suponer la imposibilidad de que todos declaren en la misma fecha, se señalarán tantas
audiencias como fueren necesarias en días seguidos, determinando cuales testigos
depondrán en cada una de ellas, de conformidad con la regla establecida en el Art. 326.
El juzgado preverá una audiencia supletoria con carácter de segunda citación, en fecha
próxima, para que declaren los testigos que faltaren a las audiencias preindicadas, o que
no se realizaren por causas no imputables a los testigos. Al citarlo se le notificarán ambas
audiencias, con la advertencia de que si faltaré a la primera sin causa justificada, se lo
hará comparecer a la segunda por medio de la fuerza pública y se le impondrá una multa,
que variará entre el importe de tres y veinte días de salario mínimo legal”.

Fracasada la segunda audiencia por causa no imputable a la parte interesada en la


prueba, ésta podrá obtener una nueva audiencia si lo solicitaré dentro del 5 día a contar
desde el día siguiente de la audiencia frustrada. Si no lo hiciere se lo tendrá por desistida
de dicha prueba.

La notificación al testigo se efectúa por cédula en el domicilio denunciado (Art. 321 PC).
Las partes se notifican por automática los días señalados en la ley (Art. 131 PC).

SISTEMA DEL CÓDIGO: La norma establece como sistema para la producción de la


prueba testifical, la fijación simultanea de dos audiencias: una principal y otra supletoria,
que se rige por las reglas de los Arts. 153 al 155 del CPC.

Audiencia Principal: Cuando la prueba es admisible, el juez señalará una audiencia para
el examen de todos los testigos ofrecidos en un mismo día.

Audiencias Principales Sucesivas: Cuando el número de testigos ofrecidos por las partes
permitiere suponer la imposibilidad de que todos declaren en la misma fecha, se
señalarán tantas audiencias como fueren necesarias en días seguidos, determinando
cuales testigos depondrán en cada una de ellas. La norma persigue hacer efectivos los
Principios de concentración de la prueba (Art. 252 CPC) y economía procesal, a fin de
que el juez pueda recordar lo declarado e indague para obtener la verdad real, con lo cual
la prueba testimonial efectivamente beneficiará a la justicia.

Audiencia Supletoria: Es la fijada por el juez en la misma resolución en que señaló la


audiencia principal, pero con carácter de segunda citación, al solo efecto de que declaren
los testigos que no hubiesen comparecido a la audiencia principal o cuando esta no haya
podido llevarse a cabo por causas ajenas al testigo.

CADUCIDAD DE LA PRUEBA - CONDICIONES: Art. 320 CPC – “Caducidad de la


Prueba: A pedido de parte y sin substanciación alguna, se tendrá por desistido a quien
propuso el testigo si:
1.- No hubiere activado la citación del testigo y éste no hubiere comparecido por esa
razón.
2.- No habiendo comparecido aquel a la primera audiencia sin invocar causa justificada,
no requiriere oportunamente las medidas de compulsión necesaria.
3.- Fracasada la segunda audiencia por motivos no imputables a la parte, ésta no
solicitare nueva audiencia dentro del quinto día”.

Para que se opere la caducidad de la prueba testifical la norma solo precisa que la parte
lo solicite, debiendo pronunciarse la resolución sin sustanciación alguna. Siendo así no
corresponde la deducción y tramitación de incidente alguno.

El Artículo consagra en sus tres incisos los casos concretos en que se producirá la
caducidad de la prueba. Para que opere la caducidad de la prueba testifical la norma sólo
precisa que la parte lo solicite, debiendo pronunciarse la resolución sin substanciación a la
contraria. Siendo así, no corresponde la deducción y tramitación de incidente alguno.

Otras causas de caducidad: Otras hipótesis de caducidad de la prueba testifical son las
contempladas en los artículos Art. 322 del CPC, referente a la carga de la citación: “A
pedido de parte o de oficio y sin sustanciación alguna, se tendrá por desistida de la
prueba a la parte que asumió la carga de la citación no habiendo el testigo comparecido,
salvo justa causa de incomparecencia”.

En igual sentido el Art. 325 del CPC dispone: “Incomparecencia y falta de interrogatorio:
Cuando la parte que ofreció el testigo no concurriere a la audiencia por sí o por
apoderado, y no hubiere dejado interrogatorio, se le tendrá por desistido de la prueba, sin
substanciación alguna”.

En la doctrina y la jurisprudencia nacionales se acepta sin reservas que el desistimiento


del testigo no requiere la conformidad de la parte contraria ni la del juez, en tanto no
hubiese comenzado la declaración, pues en tal caso la misma se adquiere ya para el
proceso.

La caducidad de la prueba podrá ser declarada de oficio o a petición de parte, sirviendo


de suficiente elemento probatorio el acta que tuvo que labrarse con motivo de la frustrada
diligencia.

JURAMENTO O PROMESA DE DECIR VERDAD: Art. 327 CPC – “Juramento o promesa


de decir verdad: Antes de declarar, los testigos prestaran juramento o prometerán decir la
verdad, a su elección, y serán informados de las consecuencias penales a que pueden
dar lugar las declaraciones falsas”. 
El juramento del testigo es un requisito que se exige desde antiguo, como una condición
más tendiente a la veracidad de la declaración. El Código de Procedimiento derogado
también previa el juramento previo, habiéndose agregado en el actual ordenamiento la
posibilidad de formular promesa de decir verdad, para aquellos que no tengan
convicciones religiosas.

Kielmanovich considera que, la omisión del juramento o promesa de decir verdad no


anula la prueba, sin perjuicio de que obliga al juez a extremar su valoración con arreglo a
las reglas de la sana crítica. Es que, como dice Arazi, “el juramento o promesa de decir
verdad no es un requisito para la validez del testimonio, sino una cuestión que hace a su
eficacia...”.

Como ya se ha señalado anteriormente el falso testimonio se halla tipificado como delito.


El Código Penal establece al respecto en su Art. 242. “Testimonio Falso”. Por su parte el
Art. 244 del Cód. Penal, legisla acerca de retractación que se produce cuando el autor
rectifica su testimonio o declaración en tiempo oportuno.

INTERROGATORIO PRELIMINAR (GENERALES DE LA LEY): Art. 328 CPC –


Interrogatorio preliminar: “Aunque las partes no lo pidan, los testigos serán siempre
preguntados:
a) por su nombre, edad, estado civil, profesión, nacionalidad y domicilio;
b) si es pariente por consanguinidad, adopción o afinidad de alguna de las partes;
c) si tiene interés directo o indirecto en el pleito;
d) si es amigo intimo o enemigo de alguna de las partes; y
e) si es dependiente acreedor o deudor de alguno de los litigantes, o si tiene algún otro
género de relación con ellos.

Aunque las circunstancias individuales declaradas por el testigo no coincidieren


totalmente con los datos que la parte hubiere indicado al proponerlo, se recibirá su
declaración si indudablemente fuere la misma persona, y por las circunstancias del caso,
la contraria no hubiere podido ser sido inducida en error”. 

El interrogatorio preliminar, al que se refiere la norma se denomina comúnmente


“generales de la ley”, por contener las mismas preguntas que son formuladas a todos los
testigos en todos los juicios, a diferencia de las particulares que son las que en forma
concreta se pregunta en cada proceso a cada testigo.

El cuestionario conocido como “generales de la ley”, es el tendiente a identificar al testigo


y a determinar las relaciones que pudiesen entrelazarlo con alguna de las partes y con el
resultado del proceso, para así excluirlo excepcionalmente, o para someter su declaración
a un juicio más estricto o benigno en cuanto a su atendibilidad y eficacia.

Las generales de la ley tienen por objeto:

a) Individualizar al testigo: De tal suerte que sea la misma persona que fue ofrecida y
citada a testimoniar.

b) Determinar el valor del testimonio: Al suministrar al juez los elementos para apreciar la
prueba, de conformidad a las reglas de la sana crítica.

FORMAS DE LAS PREGUNTAS: Llámese interrogatorio al conjunto de preguntas que la


parte formula al testigo por intermedio del juez, y que esté debe responder en el acto de la
audiencia, señalada con el objeto de recibir su declaración.

Art. 329 CPC. “Forma de las preguntas: Las preguntas no versarán más que sobre un
hecho; serán claras y concretas, no se formularán las que estén concebidas en términos
afirmativos, sugieran la respuesta, o sean ofensivas y vejatorias. No podrán contener
referencias de carácter técnico, salvo que fueren dirigidas a personas especializadas…”.

En realidad, lo que señala el Código es que cada pregunta no podrá contener más que
una sola interrogación, antes que un solo hecho.

Las preguntas, deben formularse en forma interrogativa o indagatoria; a diferencia de la


absolución de posiciones en que deben realizarse en forma asertivas; v.gr. diga el testigo
como sabe (o como le consta).

El artículo exige que las preguntas sean “claras y concretas”, vinculadas con los hechos
principales o secundarios alegados como causa o fundamentos de la pretensión, defensa
o excepción.

El juez no formulará y el testigo no está obligado a responder las preguntas redactadas en


forma afirmativa.

Preguntas sugestivas: son las que de algún modo sugieren la respuesta que debe dar el
testigo, a quien de esta manera, sólo le restará asentir o negar. El testigo puede oponerse
a contestar estas preguntas.

Preguntas ofensivas: el testigo puede negarse a responder este tipo de preguntas ya que
la carga pública que tiene de declarar no alcanza para cubrir ofensas.

Los testigos podrán ser ampliamente preguntados por las partes. El que le ofreció como
testigo y su contraparte podrán preguntar al testigo sobre cualquier hecho controvertido
en el juicio. Está facultad le corresponde también al juez.

FORMAS DE LAS RESPUESTAS: Art.331 CPC. “El testigo contestará sin valerse de
notas o apuntes, a menos que por la índole de las preguntas se le autorizare. En este
caso, se dejará constancia en el acta de las respuestas dadas mediante lectura. Deberá
siempre dar razón de sus dichos expresando la forma que tuvo conocimiento de los
hechos si no lo hiciere, el juez la exigirá”.

Las respuestas deben ser dadas personalmente por el testigo en forma espontánea y
directa, sin valerse de notas o apuntes. Debe ser categórica y concreta, sin perjuicio de
que el testigo pueda extenderse sobre aspectos vinculados directamente con el hecho
objeto de la interrogación. Tampoco debe consultar a la parte, a su abogado ni a ninguna
otra persona sobre sus respuestas.

La razón de sus dichos: si el juez no conociese el motivo en que el testigo funda su


declaración, o sean las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que conoció el hecho
sobre el cual depone, carecería de un elemento fundamental para valorar el testimonio,
pues ello le permitirá establecer si se trata de un testigo presencial o de referencia, si su
testimonio importa sólo una opinión o es en realidad la relación de un hecho visto u oído.

PREGUNTAS AMPLIATORIAS: Art. 329 – “Forma de las preguntas: …Las partes podrán
formular preguntas ampliatorias por intermedio del juez, una vez concluido el
interrogatorio. Será aplicable, en lo pertinente, lo dispuesto por el artículo 289”.

Los testigos podrán ser ampliamente preguntados por las partes. El que lo ofreció como
testigo y su contraparte podrán preguntar al testigo sobre cualquier hecho controvertido
en el juicio. Esta facultad le corresponde también al juez. 

Las partes podrán formularse recíprocamente las preguntas que estimen pertinentes y dar
las explicaciones que según el caso consideren necesarias. Kielmanovich considera que
las “preguntas recíprocas” que en este dispositivo se autorizan no se limitan a las
cuestiones que integran la declaración del testigo, sino que se extienden sobre lo que las
partes estimaren conveniente con sujeción a los hechos que pueden constituir el objeto o
tema de la prueba.

NEGATIVA A RESPONDER: Art. 330 CPC – “Negativa a responder: El testigo podrá


rehusarse a contestar las preguntas:
a) si la respuesta lo expusiere a un enjuiciamiento penal o comprometiere su honor; y
b) si no pudiere responder sin revelar un secreto profesional, o similar.

La obligación de declarar es una carga pública que afecta a las personas, pero no tiene
un carácter absoluto, es decir admite ciertas excepciones como:

1) en el supuesto analizado la respuesta lo perjudicará y nadie puede estar obligado a


declarar contra sí mismo. (Art.18 CN.); 

2) el secreto profesional es consecuencia inherente a la función que ejercen ciertas


personas a quienes se impone la omisión de hacer saber a otras las cuestiones relativas
en que intervienen y que por su naturaleza no deben ser difundidas, restricción impuesta
en el Cód. Penal Art. 315.

El testigo que se ampara en el secreto profesional no se halla, por ello, eximido del deber
de comparecer a la audiencia a la que fuera citado.
PERMANENCIA: Art. 332 del CPC – “Permanencia: Después que prestaren su
declaración, los testigos permanecerán en la sede del juzgado hasta que concluya la
audiencia, salvo que el juez dispusiere lo contrario”.

La norma tiene un doble propósito:

1) Hacer posible la prueba de oficio por el Juez (Art. 337.2ª. p. CPC).

2) Disponer el careo entre los testigos y las partes (Art. 333 CPC).

Como arbitrio destinado a evitar que se comuniquen con los testigos que aún no hubiesen
declarado, y de facilitar el eventual careo en caso de mediar contradicciones.

Si por cualquier circunstancia, empero, algún testigo hubiere presenciado la declaración


de otro, ello no obsta para que a su vez preste declaración, sin perjuicio de la facultad del
juez para apreciar en su oportunidad la fuerza probatoria de ese testimonio en función de
dicha circunstancia.

CAREO: Art. 333 CPC. “Se podrá decretar el careo entre testigos o entre estos y las
partes. Si el careo fuere difícil por residir los testigos o las partes en diferentes lugares, el
juez podrá disponer nuevas declaraciones, de acuerdo con el interrogatorio que él
formule”.

Careo: Consiste en la declaración simultánea de dos testigos que ya han sido examinados
y que han declarado diversamente sobre los mismos hechos, y tienen por objeto, a través
de la discusión, lograr el esclarecimiento de la verdad.

A través del careo, se trata de confrontar o enfrentar a dos testigos, o a un testigo, con
una de las partes, para aclarar alguna respuesta o para demostrar o disipar la
contradicción o discordancia de las declaraciones.

El artículo sub examine autoriza no sólo el careo entre testigos, sino también entre estos y
las partes frente a aquellos casos en los que se adviertan contradicciones entre las
declaraciones testimoniales y las declaraciones de los litigantes en su absolución de
posiciones.

Corresponde señalar, asimismo, que el careo constituye una medida cuya realización
depende del arbitrio del juez, quien puede o no decretarla aunque medie pedido de parte.
En cualquier caso el juez formulará el interrogatorio.

SUSPENCIÓN DE LA AUDIENCIA: Art.335 CPC. “Cuando no puedan examinarse todos


los testigos el día señalado, se suspenderá el acto para continuarlo en los siguientes, sin
necesidad de nueva citación, expresándolo así en el acta que se extienda”.

En la hipótesis que contempla el artículo señalado con anterioridad, no se exige que el


juez habilite tácitamente tiempo inhábil, basta que advierta que no podrán examinarse
todos los testigos el día señalado para que suspenda el acto para continuarlo, no al día
siguiente hábil, sino en los siguientes, de acuerdo a la actividad del tribunal. 

Notificación: En cuanto a la citación, no corresponde una nueva citación por cédula ya que
los testigos, quedarán notificados al firmar el acta en la que se establecerá el nuevo día y
hora de audiencia. 

RECONOCIMIENTO DE LOS LUGARES: Art. 336 CPC. “Si el reconocimiento de algún


sitio contribuyere a la eficacia del testimonio podrá hacerse en él el examen de los
testigos”.

Esta diligencia puede decretarse a petición de parte o de oficio, pues su objeto es aclarar
tanto las preguntas como las contestaciones; de ella se labrará acta haciendo constar
aquellas circunstancias del lugar que se refieran al testimonio.

TESTIGOS DOMICILIADOS FUERA DE LA JURISDICCIÓN DEL JUZGADO: Art. 338


CPC. “En el escrito de ofrecimiento de prueba, la parte que hubiera presentado testigo
que deban declarar fuera del lugar del juicio, acompañará el interrogatorio e indicará los
nombres de los profesionales autorizados para intervenir en el diligenciamiento de la
prueba, quienes podrán sustituir la autorización”.

En el caso se debe acompañar el interrogatorio al escrito en que se ofrece la prueba


testimonial, no podrá reservarse por las partes hasta el momento de la audiencia en que
deban declarar los testigos. 

La diligencia se cumplirá mediante oficio si el domicilio del testigo se encuentra dentro de


la República o exhorto si se halla en el extranjero. (Art. 128 al 130 CPC).

Art. 339 CPC. “En el caso del artículo anterior, el interrogatorio quedará a disposición de
la parte contraria, la que podrá, dentro del tercero día proponer preguntas. El juez podrá
eliminar las notoriamente improcedentes, y agregar aquellas que considere convenientes.

La contraparte también podrá designar representante que deba intervenir en el


diligenciamiento de la prueba, haciéndose constar la designación en el oficio o exhorto. 
En el acto de la declaración, las personas autorizadas podrán ampliar el interrogatorio”.

Cuando se trata del diligenciamiento de la prueba testimonial para la declaración de


testigos domiciliados fuera de la circunscripción judicial del juzgado de la causa, el
oferente debe acompañar con el ofrecimiento –como requisito de admisibilidad- el
interrogatorio el cual estará abierto y deberá quedar a disposición de la parte contraria.

Art. 340 CPC – “Audiencia para testigos domiciliados fuera de la jurisdicción del juzgado:
Las partes podrán pedir que se cite ante el juez de la causa a los testigos ofrecidos por
cualquiera de ellas y domiciliados fuera de la jurisdicción del juzgado, ofreciendo
satisfacer los gastos correspondientes. 

Si no se hubiere depositado en secretaría el importe del pasaje de ida y vuelta para el


traslado del testigo, más el viático que se estableciere, dentro del segundo día, el juez
librará el oficio correspondiente para la declaración del testigo”. 

La norma configura una excepción a la regla de que el testigo debe declarar ante el juez
de su domicilio. Se produce cuando se cumplen todos los requisitos: a) pedido de parte;
b) pago de todos los gastos del testigo citado, y c) Depósito del total de la suma
establecida en la secretaría del juzgado. Tal declaración se realizará ante el juez que se
comisionare.

Si así no lo hiciere la parte que formulo la solicitud dentro del segundo día de la
providencia que admitió el pedido, el juez librará, sin más trámite, el oficio o exhorto
correspondiente para la declaración del testigo ante el juez del domicilio.

En el supuesto del 1º párrafo del artículo, la parte podrá reservar el interrogatorio hasta el
momento de la audiencia respectiva.
PRUEBA DE OFICIO: Art. 337 CPC. “El juez podrá disponer de oficio la declaración de
testigos mencionados por las partes en los escritos de constitución del proceso.
Asimismo, podrá ordenar que sean examinados nuevamente los ya interrogados, para
proceder al careo o aclarar sus declaraciones”.

La norma confiere al juez amplias facultades a fin de obtener es esclarecimiento de los


hechos y así lograr que pueda llegarse a la verdad real. En virtud del poder que le
confiere el Artículo el juez podrá citar para declarar a las personas que habiendo sido
mencionadas por las partes en los escritos de demanda, contestación, reconvención y su
responde, por un motivo u otro no prestaron declaración.

Testigos no comprendidos: las personas que fueron ofrecidas como testigos no se hallan
comprendidas en el precepto; tampoco las que ya prestaron declaración, a quienes sólo
cabe citarlos para obtener aclaraciones o para el careo; y las que no pudieron declarar,
por haberse producido la caducidad de la prueba.

FALSO TESTIMONIO U OTROS DELITOS: Art. 334 CPC.- “Si las declaraciones
ofrecieren indicios graves de falsedad, u otro delito, el juez, en auto podrá decretar la
detención de los presuntos culpables, remitiéndolos a disposición del juez competente,
con copia de lo actuado”.

El juez en Auto fundado tiene la facultad de decretar la inmediata detención del testigo o
de otro presunto culpable, cuando las declaraciones ofrecieren indicios graves de
falsedad u otro delito.

Como lo señala la norma, el juez debe decretar la detención respecto al testigo o de los
presuntos culpables. Se entiende, naturalmente, que la facultad judicial a que se refiere el
artículo sólo puede ejercerse respecto de los testigos presentes; en caso contrario, el juez
debe limitarse a remitir los antecedentes a la justicia penal.

En cuanto al concepto de otro delito, la misma puede consistir en la negativa a prestar


declaración, es decir cuando este callare o negare la verdad. 

IDONEIDAD DE LOS TESTIGOS: Art. 342 CPC. “Dentro del plazo de prueba las partes
podrán alegar y probar, por vía de incidente, acerca de la idoneidad de los testigos. El
juez apreciará, según las reglas de la sana crítica, y en oportunidad de dictar sentencia
definitiva, las circunstancias y motivos que corroboren, disminuyan o invaliden la fuerza de
sus declaraciones”.

Enseña Couture que “es la regla de la sana crítica la que obliga al juez a examinar los
testigos considerando, junto con sus otros múltiple elementos de juicio, el error que es
propio e inherente a la declaración testimonial”. Frente a cada testigo deben ser
examinados el origen y los medios de la declaración para extraer de ellos los necesarios
juicios de valor. El error es connatural a la declaración, pero ello no quita a esta su
autoridad. Leves contradicciones han sido aceptadas muchas veces por la jurisprudencia,
como un mérito y no como defecto de la prueba. No obstante, requieren un examen de la
idiosincrasia de cada testigo, de su moralidad, de su inteligencia, etc.; indispensables
antes de toda valoración”.

El Art. 342 derogó las normas que regulaban el sistema de tachas de testigos, así como
su clasificación en tachas absolutas y relativas, concediendo al juez amplias facultades
para valorar conforme a las reglas de la sana crítica, la fuerza probatoria de las
declaraciones testimoniales.
REGLA GENERAL: Todas las declaraciones en principio pueden ser ilustrativas del
criterio del juez, pudiendo las partes alegar y probar, por vía del incidente dentro del plazo
de prueba, todas aquellas circunstancias personales, morales, o intelectuales referidas al
testigo que puedan hacer desaparecer o disminuir la fe en el testimonio del declarante.

IMPUGNACIÓN: Es el acto de combatir, contradecir o refutar, una actuación judicial,


cualquiera sea su índole (testimonial, documental, pericial, resolutiva). En este supuesto
se refiere a la impugnación por falta de idoneidad del testigo dando lugar a la formación
de un incidente.

La alegación y prueba de la falta de idoneidad se tramita por vía incidente. Los incidentes
que no suspenden la prosecución del proceso deben substanciarse por pieza o cuerda
separada, para ello, deberá formarse un expediente o legajo anexo al principal (Art. 182
CPC).

El fundamento por el cual el incidente no suspende la tramitación del proceso principal, es


con el fin de evitar que se constituya en un medio fácil y abusivo para obstaculizar u
obstruir el curso normal del mismo. El juez resolverá el incidente en oportunidad de dictar
sentencia.

APRECIACIÓN DE LA PRUEBA TESTIMONIAL: El juez deberá apreciar las


declaraciones de los testigos, en oportunidad de dictar sentencia definitiva según las
reglas de la sana crítica, disposición concordante con el Art. 269 del CPC.

La sana crítica se halla fundada en la lógica y en la experiencia y no es sinónimo de


arbitrariedad. Siendo así, el juez al valorar la prueba testimonial deberá:
1) Apreciarla teniendo en cuenta las circunstancias y motivos que corroboren, disminuyan
o invaliden la fuerza de las declaraciones.
2) Tener en cuenta la personalidad el testigo, así sea, su moral, temperamento, carácter y
conducta.
3) Considerar el tiempo transcurrido entre el momento en que ocurrieron los hechos y la
fecha de la declaración.
4) Tener en consideración si el testigo es de concepto y no de hechos.
5) Fijarse si el testigo conoce por si los hechos referidos o por referencia.
6) Ver si se trata de un testigo técnico (no perito) el que presencio los hechos que por su
naturaleza requieren conocimientos especiales.
7) Tener en consideración las condiciones de tiempo, lugar, iluminación, etc., en los que
se produjo la percepción de los hechos.
8) Tener en cuenta el modo en que se formularon las preguntas: interrogativas,
afirmativas o sugestiva; y sus respuestas.
9) Tener en cuenta la existencia de contradicciones sobre hechos de importancia para la
decisión.

Los factores que influyen sobre la eficacia del testimonio pueden referirse a:
a) Percepción Imperfecta: cuando no pudo ser exacta o requerían de conocimientos
técnicos.
b) Declaración Deficiente: cuando no se da la razón de sus dichos, no es convincente o se
contradice.
c) Parcialidad: respuestas que parecen el recitado de una lección aprendida, cuando narra
hechos que las circunstancias revelan que no pudo conocerlos.

TESTIGO ÚNICO: En el Deuteronomio excluía al testigo único, de acuerdo con la regla


testis unus, testis nullus, que se erigió sobre la base de la absoluta exclusión del testigo
único. 

En la etapa de la extraordinaria cognitio, se mantuvo desde entonces, reproduciéndose a


su vez en el Derecho Canónico e incluso en las Leyes de las Partidas, continuando en la
mayoría de las leyes procesales hasta entrado el siglo XIX.

Actualmente, tanto la doctrina como la jurisprudencia consideran que aquella máxima es


inaplicable, y que la declaración de un testigo único no debe ser desechada. La
apreciación de la prueba deberá ser más estricta y tener en cuenta la calidad del testigo,
sin perjuicio de la valoración que se efectúe de la prueba, y la aplicación de las reglas de
la sana crítica para fundar una sentencia si merece fe el testimonio; “el valor esta dado
por la calidad, vale más un buen testigo que varios mediocres”.

EFICACIA: El testigo único debe ser analizado con rigor, porque a pesar de que la
máxima testis unus, testis nullus, no tiene acogida en nuestro derecho, al menos con la
severidad que emana de dichos términos. No obstante ello, debe valorarse el testimonio
único con la mayor precisión y rigor crítico, tratando de desentrañar el mérito o la
inconsistencia de la declaración mediante su confrontación con las demás circunstancias
de la causa que corroboren o disminuyan su fuerza, y examinando cuidadosamente las
calidades del testigo. 

La condición de testigo único no descalifica por ese solo hecho el testimonio. Su eficacia
radica en el carácter de “necesario” y en la indudable posibilidad con que contó de
acceder al efectivo conocimiento del hecho.

NULIDAD DE LA PRUEBA: La ausencia de requisitos esenciales en el diligenciamiento de


la prueba produce la nulidad de las declaraciones, Ej.: testigo sin la edad mínima al
momento de declarar; falta de citación a la parte contraria; no haber el testigo prestado
juramento o promesa de decir verdad; no haberse efectuado el interrogatorio preliminar y
no haber dado el testigo la razón de sus dichos.

Debe recordarse no obstante que en materia procesal la nulidad es siempre relativa y


debe ser interpretada con alcance restrictivo, por los graves efectos que produce la
declaración de las mismas.

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