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Coca Cola Vs Pepsi.
Coca Cola Vs Pepsi.
Cajamarca
Facultad de ciencias agrarias
Escuela académica en ingeniería en
industrias alimentarias
TEMA:
Resumen de Coca Cola Vs Pepsi
Alumna:
Goicochea Sánchez, Keren Jackelyn.
Ciclo: X
"Coca-Cola pensó durante mucho tiempo que podría eliminar a Pepsi. Creo que han
aceptado por fin que Pepsi es la competencia y que siempre lo será. Lo de Pepsi fue
una verdadera guerra. Cada día estaba claro que ibas a la guerra contra Pepsi. No
creo que Coca-Cola o Pepsi quieran eliminar la competencia. Creo que la guerra es
buena para ambos y ellos lo reconocen hasta cierto punto. Aunque es emocionante.
Necesitas un enemigo. Ha sido el mejor campo de batalla de la historia de la
humanidad. Es una historia fascinante".
Coca-Cola y Pepsi, dos gigantes que hicieron del mundo un campo de batalla. Pepsi,
el eterno rival, se convirtió en un enorme conglomerado de procesamiento de
alimentos por adquisiciones y diversificación contra Coca-Cola y su mítica bebida,
consumida millones de veces al día. Dos pesos pesados valorados en 20 mil millones
de euros cada uno con más de 100.000 empleados. Han inundado el mundo entero
con su publicidad, aunque siguen sin hablar sobre su batalla centenaria. A pesar de
múltiples faxes, correos electrónicos y llamadas, aunque sea para que se jacten de sus
méritos, Coca-Cola y Pepsi no quieren hablar. Tenemos que contar la historia sin
ellos, una historia que empezó con refriegas en las típicas tiendas norteamericanas
donde se ha saciado la sed durante generaciones.
Coca Cola y Pepsi, dos parientes sureñas de una era con gusto a tónico
revitalizante servido en surtidores en las tiendas locales. La Coca-Cola no tuvo
un comienzo fácil, pero su reputación pronto fue más allá de la tienda de Jacob,
el primer distribuidor de la bebida con cocaína.
Una cosa interesante con Pepsi fue que en 1906 se aprobó la Ley de Alimentos
Puros y Drogas, que básicamente prohibía añadir cualquier narcótico a los
refrescos. Pepsi no tuvo que cambiar su fórmula y se la llamó “la bebida pura”.
Caleb Bradham creía que era tan seguro que la gente la bebiera que lo podían
hacer hasta los niños. Por eso hicieron anuncios con niños. Como en éste de
aquí, con un niño bebiendo Pepsi.
Por supuesto lo que impulsó a Pepsi a principios de los 30 fue que introdujeron
la botella de 35 mL por 5 centavos. Entonces sus rivales vendían los 17cl a 5
centavos. Así que Pepsi, para ser algo especial para sus consumidores, ofreció el
doble por el mismo precio.
Coca Cola era tan poderosa y estaba tan segura de sí misma que dijeron: “No
nos importa Pepsi y su bebida, seguiremos vendiendo nuestras botellitas por 5
centavos”. Y entonces la gente pobre compraba Pepsi y, aunque tomó una
imagen de clase baja, empezó a venderse bien durante la depresión y por fin
Coca-Cola se dio cuenta de que tenían un rival formidable.
Durante la depresión de los años 30, Pepsi ya no fue un refresco más, bajaron
los precios y les pusieron la etiqueta durante un tiempo de “pariente pobre de la
familia cola”. Pepsi, la bebida de los pobres, blancos o negros. Fue una especie
de pesadilla social para Norteamérica, pero supuso un gran empuje para la
marca que, para Coca Cola, se convirtió en el enemigo auténtico. Pero el
enemigo aún estaba eclipsado con sólo el 10% del mercado, comparado con el
líder, con 5 veces más. Los años ’30 fueron gloriosos para Coca-Cola, que siguió
inventando técnicas de marketing nuevas.
Lejos de las imágenes de pobreza de la depresión, Coca Cola creó campos llenos
de flores. Exaltada por el talento de Hadom Samblonde y Norman Rockwell, la
marca quiso vender algo más que el “solo producto”: una forma de vida. Una
esencia y el símbolo de la América eterna: rural, familiar, blanca e inocente.
La gente creció con la Coca Cola en Estados Unidos y eso como embotelladores
es algo por lo que sentirse orgulloso. Trabajamos muy duro para ver a tanta
gente creciendo con nuestros productos. Los que trabajaban con nosotros
estaban muy orgullosos. Un banquero nos dijo que si alguno de nuestros
empleados iba al banco a pedir un préstamo y coincidía que llevaba el uniforme
de Coca-Cola les decía: “Sé que estará bien, porque es usted una buena
persona”. Es verdad.
También se asociaba con buenos tiempos, familia, con buena vida, ¡limpia! Creo
que la razón de que la gente venga al museo es porque tienen recuerdos muy
felices de la Coca-Cola. Esta herencia también forma parte de la vida de Mark
Pendergrast, criado en Atlanta, aunque cuando era niño tenía que beber Coca-
Cola a escondidas porque su madre dudaba del valor nutricional de los
Nos mudamos a West Pace’s Ferry Road cuando tenía 5 años. Mis padres
compraron la casa, aún viven allí y me encanta ir de visita. West Pace’s
Ferry era un lugar muy popular para gente rica. Muchos trabajaban para
Coca-Cola o invertían en Coca-Cola.
En los ’50 el presidente de Pepsi se casó con Joan Crawford, una de las actrices
más famosas de los ’50, y se convirtió en portavoz de Pepsi. Viajó con Al
Steele por todo el mundo, promocionando la Pepsi. Era una mujer muy
aristocrática y le dio a la compañía una apariencia muy muy elegante.
En los ’60 hicieron algo fascinante. Se les ocurrió una campaña dirigida a la
generación del baby boom. Los que habían nacido en los ’40 y a principios de
los ’50. Para atraer a la juventud decían: “Pepsi es la bebida de la generación
Pepsi.” y “¡Vive!, perteneces a la generación Pepsi”. Eran anuncios geniales.
Llamaban la atención de la gente joven y Coca-Cola estuvo lenta respondiendo
al reto.
Veinte años después de la Segunda Guerra Mundial, que vio triunfar a Coca
Cola, Pepsi contraatacaba en 1963 manteniéndose junto a una generación que
no quería oír hablar de guerra. La batalla por la marca ahora era feroz. Un
tanto para John Bergin y una estrategia de éxito del extraño que ahora
mordería ese número uno del mercado durante los siguientes 20 años.
La idea de “La Generación Pepsi” y la antigua “A aquellos con mentes jóvenes”
mediante “La Generación Pepsi” hasta “Tienes mucho que vivir”… Todas esas
campañas tuvieron lugar en 6 u 8 años. Todos decían que si te gustaba la gente
del anuncio, si sentías que eran como tú, entonces estabas destinado a beber
Pepsi. Es la idea de vender el usuario contra el vender simplemente la bebida.
Mientras Pepsi hacía lo de la Generación Pepsi, Coca Cola tenía “Las cosas son
mejores con Coca-Cola”. Eso funcionó bien porque se suponía que realmente las
cosas eran mejores con Coca-Cola, pero entonces en Estados Unidos nada
parecía ir mejor. Asesinaron a Martin Luther King, al presidente Kennedy y a
Robert Kennedy. En 1968 la Guerra de Vietnam estaba teniendo un efecto
terrible en la sociedad norteamericana, estaba destrozando a la sociedad y Coca
Cola no supo cómo responder a eso.
Hubo una exposición de bienes norteamericanos y rusos en Moscú. Coca-Cola se
negó a participar. Richard Nixon era amigo de Don Kendall, ejecutivo de Pepsi,
y Don dijo: “Tengo un problema. Tengo que ponerle a Cucheff una Pepsi en la
mano”. Así que Cucheff se convirtió en la publicidad de Pepsi y, más tarde en
los ’70, cuando Nixon era presidente, ayudó a arreglar un trato en que Pepsi
obtuvo los derechos exclusivos de venta en la Unión Soviética durante veinte
años. Fue un golpe de Pepsi y Coca-Cola estaba furiosa.
Pepsi apareció en cada evento, anotándose puntos, pero a pesar de sus esfuerzos,
pronto se tuvo que retirar ante los ataques de los orgullosos batallones de Coca-
Cola. Uno de los generales retirados del ejército rojo y blanco vive en San
Francisco. Ian Wilson fue uno de los arquitectos del imperio donde no se pone el
sol.
La guerra era total y sin restricciones. En Brasil, por ejemplo, el mercado más
grande del mundo tras EEUU y México, desde diciembre de 2000 el Ministerio
de Justicia ha estado investigando unas alegaciones de que Coca-Cola mantiene
espionaje industrial contra Pepsi. En medio de todo este asunto público
está César Azambuja, ex-ejecutivo de Coca-Cola. Actualmente metido en juicios
con Recofarma Amazonas, nombre oficial de Coca-Cola Brasil. Nos da su visión
sobre el combate encubierto entre los dos titanes.
Lo que verdaderamente enfadó a Coca-Cola fue lo que pasó a finales de los ’70
cuando Pepsi hizo algo llamado “El reto Pepsi”. Lo hicieron por desesperación,
porque en Texas Dr. Pepper y Coca-Cola estaban masacrando a Pepsi y no
tenían casi mercado.
El reto Pepsi fue una prueba a ciegas que se llevó a cabo en miles de
supermercados y cayó como una bomba en la guerra de la cola. A principios de
los ’80, Pepsi alcanzó un 20% de cuota de mercado y las dos multinacionales
gastaron miles de millones en publicidad.
Cuando Coca-Cola hizo esta prueba a ciegas en sus oficinas, vieron que algo
más de la mitad de la gente prefería el sabor de Pepsi. Hasta la gente de Coca
Cola. Se quedaron horrorizados. Dijeron “Dios mío, no puede ser”. Así que se
pusieron manos a la obra para intentar obtener una nueva fórmula que
desbancara a Pepsi. Pasaron años haciendo eso y, con el tiempo, sacaron una
nueva fórmula para Coca Cola en 1985 que fue un desastre. La gente mandó
cartas a la compañía que estaba asombrada diciendo: “No estaría tan enfadado
si me dijeran que Dios no existe. No estaría tan enfadado si quemaran la
bandera estadounidense delante de mi casa”. La gente se puso así de seria. Fue
increíble que en Estados Unidos la gente tuviera un ataque de nervios colectivo
en el verano de 1985. Todo el mundo se volvió loco. Estaba en todos los
telediarios.
Irónicamente, la misma bebida que había perdido cuota de mercado ante Pepsi
durante veinte años, antes de que pasara, ahora empezó a ganar otra vez. Le
recordó a la gente el lugar que Coca-Cola ocupaba en sus corazones y lo que
significaba para ellos. La gente pensó que lo habían hecho a propósito, algunos
pensaron que la compañía había montado todo aquello como truco de mercado.
Pero no fue nada de eso, sino el error más estúpido que Coca Cola ha cometido.
Coca Cola sin embargo renace de sus cenizas y en 1986 la empresa de Atlanta
celebra su centenario. Coca-Cola se centra en el negocio de refrescos, pero Pepsi
se diversifica continuamente convirtiéndose en grupo de procesamiento de
alimentos haciendo aperitivos y llevando cadenas de comida rápida, pero esos
acercamientos distintos no frenaron las hostilidades en casa y el nuevo campo de
batalla de los dos gigantes fueron las escuelas. Un ejemplo, la ciudad de Findlay
en Ohio, donde las dos compañías emprendieron una batalla por la
exclusividad.
Inicialmente una de las compañías, Coca-Cola, fue la que contactó con nosotros.
Hubo todo un movimiento en el país para intentar que las ciudades, los distritos
escolares, las universidades consolidaran los puestos de venta y hubiera sólo un
vendedor. Pepsi nos ofreció el mejor trato, pero ambas son compañías grandes y
de éxito y hacen muy bien lo que hacen. Es todo lo que puedo decir.
Estas estrategias de propaganda masiva sólo tienen un objetivo: sea lo que sea
que beba el planeta, ya sea refrescos, zumos o agua, que sea un producto de
Coca-Cola o Pepsi.
Aún es inexplicable, ya que todo esto ha ocurrido en poco más de un siglo. Este
producto ha pasado a significar mucho. Para mí es todo un misterio, es raro.
Una lucha por una posición. Máquinas con propaganda. Operaciones secretas.
Globalización implacable. Coca-Cola contra Pepsi. Es una lucha entre dos
marcas que durante más de cien años han llegado a representar el espíritu
americano. Símbolos que controlan nuestro estilo de vida, cómo y qué
consumimos. Una historia de éxito perturbadora e increíble que combina
cinismo, heroicidad y misterio. Desde los campos de batalla de la Guerra Civil
hasta un lugar en la historia americana.