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El impuesto a las ganancias o sobre la renta es un tributo que se aplica sobre los ingresos
percibidos por personas, empresas o cualquier entidad legal como medio de recaudación
estatal.
Entre los diversos impuestos que regulan el normal funcionamiento de las sociedades del
mundo, se encuentra el muy comúnmente conocido impuesto sobre la renta o de ganancias.
Este impuesto tiene el propósito de concentrar una proporción variable de los ingresos y
ganancias que obtienen personas y entidades legales sujetas al pago de impuestos.
Normalmente, de acuerdo con el tipo de actividad y la suma total de las ganancias, los
organismos fiscales suelen calcular un porcentaje (a menudo variable) de dinero que el
involucrado deberá pagarle al gobierno o a la entidad correspondiente por cada cierto
estipendio económico que perciba.
Los impuestos sobre las ganancias son distintos. Por ejemplo, puede tratarse de un tributo
progresivo, cuando el porcentaje aumenta de acuerdo con el incremento de los ingresos de la
persona o institución. El impuesto plano es un tributo constante que no varía de acuerdo con
las condiciones de cada momento. El regresivo, por otra parte, es aquel impuesto que, a
medida que los ingresos de la persona disminuyen, éste también se reduce, procurando tener
un impacto menor sobre la economía del individuo.
La Ley N° 27.430 incorpora un impuesto cedular dentro del Impuesto a las Ganancias que
recae sobre las rentas de instrumentos financieros o de su enajenación, percibidas por los
beneficiarios del exterior radicados o no, en jurisdicciones cooperantes, o que los fondos
invertidos provengan de allí, entre otros.
o Rendimientos de LEBAC.
Agentes de retención
LEBAC: la entidad que ejerce la función de custodia de los títulos, quien retendrá el
importe respectivo en virtud de la información disponible y/o la suministrada por el
agente de liquidación y compensación interviniente en la adquisición o transferencia
de los títulos.
El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es un impuesto al consumo por la que recarga un 21%
(veintiún por ciento), que se aplica a la venta de cosas, a la prestación de servicios y a las
importaciones de ciertos bienes.
Los impuestos al consumo gravan al acto de consumir bienes y servicios: tantos alimentos,
bebidas, indumentaria, artículos de tocador y perfumería, combustibles, servicios públicos,
seguros, etc.
Los impuestos son parte de la Política Tributaria que debe ser equitativa, es decir, promover la
igualdad. Este concepto comprende la equidad horizontal y la equidad vertical. La primera se
refiere a que si dos contribuyentes tienen iguales características deben ser tratados de igual
manera, mientras que la equidad vertical se basa en que las personas con diferente capacidad
de pago (los de menores ingresos ) deberían pagar diferentes cantidades de impuestos.
Dado que los hogares de menores ingresos gastan en consumo todos sus ingresos y los
hogares de mayores ingresos tienen capacidad de ahorro, los primeros tienen todos sus
ingresos gravados mientras que los segundos solo una parte de ella.
Los impuestos son un mecanismo para financiar el gasto público mediante el cual el Estado
redistribuye ingresos desde los sectores más ricos hacia los más vulnerables, sean personas,
sectores económicos o regiones y son en sí mismos un instrumento de redistribución de
ingresos.
El IVA es un impuesto al precio de compra. Es una carga fiscal sobre el consumo que es
financiada por la persona que adquiere un producto o un servicio.
El IVA solo lo paga el consumidor final, el resto de los eslabones de la cadena comercial (el
fabricante, el intermediario, el negocio en la calle) pueden descontar el IVA de su factura
impositiva, de modo que no incide en sus costos.
El IVA es injusto, porque grava la totalidad de las compras que realiza una familia con bajos
ingresos, que gasta la totalidad de sus ingresos en consumo, mientras que a una familia de
altos ingresos y empresas, su incidencia es mínima.
El IVA, debería ser un discriminado con una baja alícuota o sin gravar en relación a los bienes
de consumo básicos para las familias (canasta), y tener una alta alícuota en los suntuosos y los
que representan un daño a los consumidores, como el alcohol, tabaco, y otros.
Es un impuesto que se aplica sobre los bienes, situados en el país y, según el caso, en el
exterior, que poseas en tu patrimonio al 31 de diciembre de cada año.
Este impuesto establece, en relación a la valuación total de tu patrimonio para cada período
fiscal, un monto mínimo a partir del cual se aplicará el impuesto. Si la valuación total de tus
bienes supera ese monto, deberás inscribirte en el impuesto y presentar una declaración
jurada donde determinarás el impuesto a ingresar.
Los ciudadanos que deban ingresar este impuesto podrán computarse como pago a cuenta las
sumas pagadas en el exterior por impuestos similares al presente que consideren como base
imponible el patrimonio o los bienes en forma global. Este crédito tendrá como tope el
incremento que generó la incorporación de los bienes situados con carácter permanente en el
exterior.
Sucesiones indivisas tributarán por los bienes que posean al 31 de diciembre de cada
año, en tanto dicha fecha quede comprendida en el lapso transcurrido entre el
fallecimiento del ciudadano por el que se inicia la sucesión indivisa y la declaratoria de
herederos o aquélla en que se haya declarado válido el testamento que cumpla la
misma finalidad.