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ierran almacenes Schwartz

La empresa venía en crisis desde hacía seis años. De 450 empleados pasó a tener 160. La última
batalla la perdió cuando los bancos le negaron los préstamos que necesitaba para seguir
operando.

Omar Cabrera
El Diario de Hoy
 negocios@elsalvador.com

Los dos almacenes Schwartz que continuaban funcionando cerraron sus puertas ayer y dejaron sin
empleo a 160 personas justo un día antes de la Navidad.

Ambos establecimientos operaban en centros comerciales: Metrocentro y Plaza Merliot.

Los empleados de la sucursal Metrocentro fueron convocados a una reunión aproximadamente a las
11:30 de la mañana.

Al mismo tiempo, el cierre de las cortinas metálicas sirvió de indicación a los clientes de que el negocio
estaba clausurando.

Poco después, los trabajadores escucharon la desagradable noticia.


A los empleados se les comunicó que recibirán la totalidad de sus prestaciones de ley.
Schwartz le dijo así adiós al público, 82 años después de haber sido fundada por una familia de
emigrantes austríacos.

Asfixia financiera

El presidente de Almacenes Schwartz, Roberto Vilanova, aseguró que el cierre de la empresa se debió a
que no consiguieron el financiamiento mínimo para operar adecuadamente.

“Ayer (lunes), los bancos nos informaron de que no nos iban a dar lo que nosotros necesitábamos y nos
pedían más garantía de la que podemos dar”, dijo el empresario.

Añadió que la familia había iniciado, en junio, negociaciones con un consorcio de bancos liderado por el
Agrícola. Schwartz Metrocentro, 11:45 am: un empleado coloca
el rótulo que anuncia el cierre definitivo de la cadena de
Sin embargo, las entidades financieras ofrecieron almacenes.Foto EDH
prestarles menos dinero del que la empresa requería.

El sector en el que se desempeña Schwartz vive una etapa de fuerte competencia entre grandes
cadenas.

Pero Vilanova dijo que no fue la competencia en el segmento de almacenes lo que afectó a Schwartz,
sino la falta de dinero.

“Los inventarios que teníamos ya no eran los adecuados -lamentó el empresario-Eso hacía que las ventas
no fueran buenas. Necesitábamos capital para surtir los almacenes con el inventario adecuado y no lo
conseguimos”.

Agregó que los esfuerzos por continuar operando incluyeron la búsqueda de un socio estratégico
internacional. Infortunadamente, ninguno quiso venir a un mercado tan pequeño como El Salvador.

Lo que fue

La familia Vilanova adquirió la cadena de almacenes Schwartz en 1987.

En ese momento, la empresa tenía tres tiendas. Una, ubicada en el centro de San Salvador; otra, en
Metrocentro, y la tercera, en el Centro Comercial Gigante.

“Nosotros vimos que el almacén tenía un gran potencial, sobre todo por el personal que tenía, el nombre y
la tradición”, recuerda Vilanova.

Las cosas empezaron a funcionar bien. Diez años después, las ventas de Schwartz alcanzaban los $12
millones al año.
Este auge motivó a los dueños a pensar en la expansión.
Fue así como en 1995 la empresa solicitó autorización para emitir acciones comunes en la Bolsa de
Valores.

Vilanova sostiene que el proceso duró dos largos años, probablemente porque las autoridades no estaban
familiarizadas con dichos trámites.
Cuando la autorización finalmente llegó, el país estaba en medio de la mayor estafa financiera de su
historia: la de Finsepro-Insepro.

“Había una crisis de confianza. Las acciones comunes no eran conocidas y sólo pudimos obtener el 10%
del capital que esperábamos”, lamenta Vilanova.
Según él, ese fue el inicio del fin de Schwartz.
“Nuestro problema y nuestro calvario comenzó desde que no pudimos vender las acciones en la Bolsa”.

Un calvario que ayer llegó a su fin, justo un día antes de la Navidad.

Fundado por europeos


- El primer almacén Schwartz fue fundado en 1921, por la familia del mismo apellido, originaria de Alsacia, provincia que
actualmente pertenece a Francia
- Los Schwartz abrieron la tienda en cuanto llegaron al país, poco después de la Primera Guerra Mundial.
- El negocio estaba ubicado frente a la esquina norponiente del Palacio Nacional, en el centro de San Salvador.
- Los fundadores llegaron a tener tres almacenes en total, pero a finales de los 80 decidieron abandonar el país, por lo que
vendieron la empresa a la familia Vilanova.
- Los Vilanova cambiaron de local dos de las sucursales. La estrategia fue ubicarse en grandes centros comerciales. Diez años
después, Schwartz tenía 450 empleados y ventas anuales por $12 millones.

Una triste Navidad vivirán los 160 empleados de Schwartz, quienes desde ayer quedaron sin empleo.

160 Empleados Son los que laboraban en los dos almacenes y las oficinas centrales
de Schwartz.

82 antigüedad Años duró la cadena de tiendas, una de las primeras que se fundó en el país.

50 ventas Por ciento se habían reducido las ventas de los almacenes en los últimos seis años.

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