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ARTÍCULOS ESPECIALES

METODOLOGÍA CUALITATIVA

Flexibilidad y reflexividad en el arte de investigación


cualitativa

Flexibility and reflexivity in qualitative research

Teresa González Gil1

1
Departamento de Ciencias de la Salud II. Enfermería. Facultad de Ciencias de la
Salud, Universidad Rey Juan Carlos, Alcorcón, Madrid, España

RESUMEN

La metodología de la investigación cualitativa se caracteriza por ser dinámica y flexible


y por estar muy orientada al proceso. La naturaleza de los fenómenos a los que nos
acercamos desde la investigación cualitativa requiere de esta flexibilidad y dinamismo
para que el proceso de investigación se vaya ajustando a las propias necesidades de la
realidad estudiada. Esta flexibilidad, sin embargo, requiere de una reflexividad o
actitud crítica constante con aquellas decisiones metodológicas que se van adoptando
para salvaguardar la rigurosidad y congruencia metodológica, así como la credibilidad
de los resultados. El presente artículo hace un recorrido sobre los conceptos de
flexibilidad y reflexividad ilustrándose en el caso particular de un proceso de
investigación.

Palabras clave: Investigación en enfermería, investigación cualitativa, diseño de


investigación cualitativa, reflexividad, investigador como bricoleur.

ABSTRACT

Qualitative research is dynamic and flexible and is, particularly, oriented into research
process. Nature of phenomena which are studied from qualitative research needs that
flexibility and dynamism so that research process will respond to the research object
needs. Flexibility requires reflexivity strategies, constant critical attitude with all those
methodological decisions we adopt. This is necessary in order to assure methodological
rigour and congruence. This article tries to clarify flexibility and reflexivity terms in the
context of a particular research.
Key words: Nursing research, qualitative research, qualitative research design,
reflexivity, researcher as bricoleur.

Introducción

El presente artículo se plantea desde la experiencia de una investigación con mujeres


transexuales con el objetivo de explorar el proceso transexualizador tal y como es
vivido e interpretado por ellas mismas. Dicha investigación constituye mi proyecto de
tesis doctoral inscrita en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Rey Juan
Carlos de Madrid. Tras un año y medio trabajando con el proyecto no podía dejar pasar
la oportunidad de compartir con los demás mis reflexiones en torno a lo que, ya, se ha
convertido en una expresión de ánimo y seguridad en el buen hacer de la "aventura de
la investigación cualitativa": flexibilidad y reflexividad.

Mi acercamiento al tema de estudio surgió de forma ocasional. La Facultad de Ciencias


de la Salud ofertaba un programa de doctorado con acceso a enfermeras licenciadas en
otras disciplinas de ciencias sociales. El programa de doctorado recibía el nombre de
"Salud integral en la mujer" y dentro de sus seminarios formativos se daba especial
importancia a los aspectos socioculturales implicados en la salud de la mujer. En aquel
momento pensé en el concepto de mujer, desglosado es sus acepciones biológicas
(ligadas a las diferencias genotípicas y fenotípicas) y socioculturales (roles ligados al
género). Y pensé en los casos en que ambas dimensiones no están vinculadas, ¿dónde
se sitúan estas mujeres en nuestro proceso de cuidados?, ¿hacemos, de verdad, un
abordaje holístico cuando hablamos de "Salud Integral en la Mujer"?, ¿hay algún sector
de la población que queda excluido cuando ligamos los cuidados de salud a las
categorías de género tradicionalmente establecidas en nuestros esquemas cognitivos?

Mi inserción en el campo de la transexualidad femenina fue prácticamente a ciegas, lo


que ocurre generalmente cuando nos acercamos a un fenómeno complejo desde la
mirada cualitativa, teniendo como único conocimiento el derivado de una consulta
rápida y superficial de la poca literatura existente al respecto. En este sentido, mi
propuesta de investigación inicial, aunque muy trabajada y reflexionada en su
momento, constituye hoy en día una mera referencia inicial. Después de este año y
medio, volviendo la vista atrás, y reflexionando sobre lo hecho hasta ahora, me doy
cuenta de que lo realizado difiere sustancialmente de lo que planifiqué inicialmente.
Esta trayectoria seguida, sin embargo, se asienta en un trabajo madurado de
comunicación bidireccional con el contexto de la investigación y las personas que
comparten conmigo dicho contexto.

La flexibilidad del proceso de investigación cualitativo

El proceso de investigación cualitativo se caracteriza por ser tremendamente dinámico


y flexible.1 Este dinamismo se justifica por la propia naturaleza del objeto de estudio,
las realidades humanas. Generalmente cuando el investigador entra en el campo de
estudio sabe poco o nada sobre el fenómeno en cuestión.2 Este desconocimiento
inicial, tal y como defiende Glasser,3 hace que, aunque entremos en el campo habiendo
hecho un primer esfuerzo de planificación, éste último necesite ir evolucionando y
redefiniéndose en función de las necesidades que vayan emergiendo del propio campo
de estudio.

Por otra parte, el proceso de investigación supone para el propio investigador un


ejercicio enorme de aprendizaje metodológico, de modo que si de verdad se reflexiona
y se es autocrítico con el trabajo que se está realizando, el investigador puede
incrementar su conocimiento a este nivel exponencialmente. Este mayor dominio
metodológico también influye en el hecho de que la propuesta y el proceso de
investigación evolucionen a lo largo del tiempo.

En el caso de la investigación que me ocupa, a medida que ésta ha ido avanzando, se


han ido produciendo muchas modificaciones. Para empezar, no ha sido hasta llevar
unos meses de observación participante y familiarizarme con el contexto de estudio,
que los objetivos de estudio se han acabado de redefinir. Esta redefinición vino
condicionada por la emergencia de nuevas preguntas de investigación que,
anteriormente, no habían estado a mi alcance. Así, inicialmente, el objetivo principal se
centraba en "Conocer las necesidades de salud y barreras de acceso a los servicios de
salud de las personas transexuales", para posteriormente pasar a ser "Explorar y
describir el proceso transexualizador tal y como es percibido/vivido por las propias
mujeres transexuales".

En cuanto a la orientación teórico metodológica, también surgieron dudas a la hora de


realizar la propuesta de investigación (se planteó una triangulación entre
fenomenología y teoría fundamentada),4 dudas que luego se fueron disipando a
medida que se aclararon los nuevos objetivos de investigación y se profundizó en el
conocimiento de la metodología (resultando finalmente la teoría fundamentada la
orientación más adecuada).

Atendiendo a la población de estudio, al principio se habían considerado como criterios


de inclusión: (a) hombres o mujeres que hubiesen sido diagnosticados de disforia de
género según en DSMIV, y (b) hombres o mujeres que hubiesen finalizado su proceso
transexualizador. Sin embargo, al empezar a conocer el fenómeno de estudio y al
evolucionar las preguntas de investigación y los objetivos de estudio, los criterios de
inclusión se ajustaron a: (a) mujeres transexuales (de hombre e mujer) que
estuviesen en cualquiera de las fases del proceso transexualizador (tal y como es
interpretado por ellas mismas y no en función del proceso biomédico establecido) , y
por tanto (b) mujeres no necesariamente diagnosticadas de disforia de género por el
DSMIV, sino mujeres con "cuerpo de hombre" pero que "se sienten mujeres". Estas
nuevas decisiones en relación a los criterios de inclusión se justificaron en base a las
siguientes premisas.

Por una parte, la realidad transexual femenina difiere de la realidad transexual


masculina en numerosos aspectos, por lo que el abordaje de la realidad transexual en
toda su generalidad se presentaba como una empresa muy ambiciosa. Los propios
datos acotaron los objetivos y, por tanto, la población de estudio. P12: "[.] son
problemáticas muy distintas y también es muy interesante. Los transexuales
masculinos tienen un tema que a mí me parece que es muy importante, es la
visibilidad y la invisibilidad, tú a un transexual masculino, son invisibles normalmente.
Primero, porque antes de hacer el cambio puedes pensar que tienen la misma pinta
que tengo yo, una chica masculina y punto y eso de hecho a nosotros, vamos mucha
gente que tiene mucha dificultad, al principio no sabes porque estás encasillando a una
persona [.] Entonces los chicos transexuales son invisibles, primero, porque hasta que
empiezan el proceso pueden estar ahí en ese marco, que pueden estar bastante a
gusto, te pueden llamar como mucho machorra pero nada más, no tienen por qué. Y
luego una vez que inician el cambio, el cambio es muy rápido, con resultados muy
buenos, por lo menos aparentemente y físicamente, luego la operación ya es otro
tema. Entonces, claro, pasan de un mes a otro, en cuestión de un mes, a lo mejor no
les ves en un mes y tienen una barba ya que te mueres. Entonces ahí hay mucha más
invisibilidad, pues eso hace que también les sea más fácil muchas cosas. Eso no quiere
decir que no sea dificultoso, te quiero decir en comparación a las mujeres
transexuales, no que sea la vida en rosa pero en comparación con las transexuales
tienen eso que es muy importante [.] Los hombres son muy, ya te digo, es un mundo
distinto, totalmente distinto. También tienen una visión a veces más cerrada que las
mujeres, por ejemplo hay mucho rechazo de la transexualidad masculina, hay
colectivos de transexuales masculinos solo. la constitución".

En cuanto al diagnóstico médico de "disforia de género", hay informantes que aún no


han sido diagnosticadas, sin embargo ellas llevaban viviendo su proceso desde que
eran conscientes de su existencia, y por tanto su experiencia es muy válida para la
consecución de los objetivos de investigación. AC: "[.] alego que no conocía el
contenido de ese informe y que, inocente de mí, creía que eso aceleraría el proceso;
pues iba a ser que no. Así que tras año de perder año y medio me dicen, básicamente,
que no soy una mujer. Y claro, una se queda con cara de tonta y pensando: ¿y
entonces vivir las 24 horas del día deseando ser totalmente una mujer dónde me
deja?".

Con respecto a las técnicas de recogida de datos, la entrevista en profundidad


individual se planteó como técnica prioritaria, siendo complementada con la
observación participante y otras técnicas de recogida de datos que se fueran haciendo
necesarias en función de las propias necesidades de investigación. Sin embargo, hasta
la actualidad, la observación participante durante las reuniones del grupo "trans" de
COGAM (Colectivo de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales de Madrid), y durante
los tiempos de ocio y recreo tras las reuniones, ha constituido la principal estrategia de
recogida de datos. El acceso a los informantes para las entrevistas en profundidad ha
requerido un tiempo de inmersión en el campo y de aceptación e integración en el
grupo. El establecimiento del rapport o empatía necesario para acceder a los
informantes y a sus sentimientos, vivencias y experiencias en torno a un tema tan
íntimo y que ha marcado tanto sus trayectorias vitales, requería todo el tiempo que
fuese necesario. Es ahora, casi después de un año y medio de observación
participante, que me planteo la posibilidad de comenzar con las entrevistas en
profundidad.

En relación a las entrevistas en profundidad, en un principio me planteé realizar


entrevistas individuales en profundidad semiestructuradas. Trabajé mucho en la
elaboración de una guía de entrevista a partir de los principales conceptos que
emergieron de la primera consulta de la literatura y en relación con los objetivos del
estudio. Tras pilotar la guía en una única entrevista semiestructurada, me di cuenta de
que la recogida de información quedaba demasiado focalizada y limitada en función de
las preguntas planteadas y que, de esta forma, estaba poniendo barreras a que las
propias mujeres me mostraran el fenómeno de estudio desde su riqueza y diversidad
experiencial. Así he considerado más oportuno y más riguroso, en términos
metodológicos, comenzar realizando entrevistas no estructuradas para,
posteriormente, si cabe, focalizar estas entrevistas en temas emergentes a través de
la realización de entrevistas semiestructuradas. Este proceso secuencial estaría en
coherencia con la evolución del proceso de investigación basado en la teoría emergente
que se propone desde la teoría fundamentada,5 y con las propias necesidades del
campo.

El investigador como herramienta de investigación

La investigación y el investigador no son dos entes separadas y la neutralidad, por


parte de ambas, es imposible. Tanto investigador como investigación se influyen
mutuamente. En este sentido, el investigador influye en la evolución del proceso de
investigación al mismo tiempo que es influenciado por la propia investigación. La
relación entre ambos se convierte en una especie de bucle de influencia bidireccional y
de retroalimentación.

Influyendo en el campo: dejando un poquito de ti como parte de la realidad estudiada.


Se asume como intrínseco a las propias características de la investigación cualitativa el
hecho de que el propio investigador influya de alguna manera en la realidad estudiada.
El investigador cualitativo utiliza como instrumentos de investigación sus propias
capacidades de percepción e interpretación, elementos propiamente humanos y por
tanto subjetivos. Así decimos que el investigador, en sí mismo, constituye una
herramienta de investigación.6,7 Algunos de los filtros subjetivos que condicionan la
percepción e interpretación son las propias experiencias vividas, las creencias, los
valores, el bagaje académico e investigador previo... todo ello, de algún modo, te
condiciona en tu acercamiento al tema de estudio y en el abordaje que haces del
mismo.

Por otra parte, el investigador cualitativo al introducirse en el campo se posiciona en el


mismo como uno más con un rol determinado que, a lo largo del proceso investigador,
irá evolucionando. Así, inicialmente eres un desconocido en el campo, y los
comenzares son complicados, el establecimiento de la relación de confianza, apertura y
empatía es difícil. Pero según pasa el tiempo e interaccionas con los informantes y los
contextos de observación, te vas familiarizando con el fenómeno de estudio y con las
personas que lo viven al mismo tiempo que ellos se familiarizan contigo. En la medida
que esto ocurre el investigador entra a formar poco a poco parte de la comunidad
estudiada pasando a ser uno más, construyendo la realidad vivida tal y como se
plantea desde la propuesta del interaccionismo simbólico (en mi caso he pasado a ser
considerada una voluntaria de la asociación, y en ocasiones, una amiga). En este
momento la objetividad se va perdiendo y es el momento de alejarse, poco a poco, del
campo.8,9

Adaptándose al campo: salvando obstáculos y redefiniendo el proceso de investigación.

El investigador cualitativo, al trabajar con realidades humanas, en continua interacción


con aquello y aquellos que le rodean, ha de estar siempre en permanente adaptación.
Esta permanente adaptación requiere desarrollar una gran capacidad de observación,
de interpretación y análisis inductivo, y de generación de recursos para ser capaz de
hacer frente a las necesidades del propio contexto de investigación.
Esta experiencia vivida por el investigador cualitativo es la misma que podemos
experimentar cuando trabajamos en contacto directo con el cuidado de nuestros
pacientes. Como enfermeras, al igual que el investigador cualitativo, trabajamos con
realidades humanas que necesitan para su abordaje una sensibilidad especial que
contempla la capacidad de observación, de interpretación, de anticipación, y de
generación de estrategias de cuidados adaptadas a las necesidades individualizadas de
cada persona.

Estas capacidades, aptitudes y habilidades, que tanto el investigador cualitativo como


la enfermera necesitan para llevar a cabo su trabajo con calidad, implican algo más
que la adquisición de unos conocimientos teóricos (tal y como señalaba en el apartado
anterior). El trabajar con, desde, y para la subjetividad de las personas y sus
realidades es algo complejo que trasciende la mera aplicación de cuidados
estandarizados o estrategias metodológicas estáticas. En este contexto la creatividad y
la intuición pasan a un primer plano, pudiendo ser considerados, tanto enfermera
como investigador cualitativo, "bricoleurs".10

Se entiende "bricoleur" como la persona que utiliza todo aquello que está a su alcance
para configurar las artimañas necesarias de cara salvar los obstáculos que se van
presentando en la realización de su tarea.10 El investigador cualitativo utiliza, en este
mismo sentido, su bagaje experiencial, su conocimiento acumulado, su capacidad
creativa, y su intuición11 para generar estrategias de abordaje que le permitan salvar
los obstáculos e imprevistos que se generan a lo largo del proceso de investigación. Es
en esta tarea de salvar obstáculos y de redireccionar la investigación que se crean
oportunidades para el desarrollo,12 tanto a nivel de enriquecimiento del investigador
como herramienta de investigación, como de ganancia de esplendor por parte del
propio proceso de investigación.

En el caso de mi investigación, la creatividad y la intuición se han materializado en la


utilización de la fotografía como elemento proyectivo y facilitador de la reflexión y
expresión de las experiencias vividas. La intuición me llevó a pensar que, quizás, en el
contexto de las reuniones de grupo se podría realizar una actividad artística que fuese
estimulante para las mujeres, que les ayudase a comunicar y compartir sus
experiencias (a modo de actividad de auto apoyo) al mismo tiempo que me permitía a
mí recoger datos. En principio se planteó la actividad como una actividad de
"Photovoice",13,14 a través de la cual cada una de las chicas debía realizar una serie
fotográfica de diez fotos con imágenes que, para ellas, tuvieran un especial simbolismo
con respecto a su proceso transexualizador. A continuación, debían ponerlas un título y
escribir un breve párrafo para, finalmente, ponerlas en común en grupo y generar un
discurso común en torno al proceso tal y como ellas lo habían vivido.

En otra ocasión, derivado probablemente también de esa intuición anteriormente


comentada, tuve la oportunidad de utilizar, de nuevo, la fotografía como elemento
proyectivo de reflexión. En este caso, había estado explorando la producción
fotográfica de Diane Arbus y sus reflexiones en torno a los "Freaks" ("los raros") y la
desconceptualización de la "normalidad". En una de las reuniones surgió una discusión
en torno a la "búsqueda de la normalidad" y aproveché para estimular la generación de
ideas en torno al mismo a partir de algunas de las fotografías que más me habían
llamado la atención y que solía llevar dentro de mi cuaderno de campo.
La flexibilidad del proceso con rigor

Los criterios de calidad en investigación cualitativa no están claramente definidos, en


tanto que los diferentes autores no llegan a un consenso claro sobre los mismos.15 En
cualquier caso, esta situación de ambigüedad no resta importancia a la "reflexividad"
como estrategia metodológica para asegurar la calidad de nuestra investigación en
términos de credibilidad, rigurosidad metodología, auditabilidad, o validez interna.16

La reflexividad puede ser definida como una conversación interna con uno mismo en
torno a la experiencia del proceso de investigación al mismo tiempo que éste se va
desarrollando;17 como una mirada hacia uno mismo, hacia el "self", hacia nuestro
interior y hacia la exteriorización de nuestro "self" en lo que nos rodea.6,18 Es decir, la
reflexividad implica una continua conversación con uno mismo sobre nuestra relación
con la propia investigación. Debemos de ser críticos con lo que hacemos y justificar
cada paso que damos y decisión que tomamos en nuestro proceso de investigación.19
Así mismo debemos de asumir nuestras limitaciones y analizar de qué modo las
mismas están condicionando nuestro hacer y estar dentro del campo de estudio. Este
trabajo reflexivo nos permite identificar los elementos subjetivos que el investigador,
como herramienta de investigación, introduce en el propio proceso de investigación en
aras a contribuir a alcanzar un mayor rigor, riqueza, y credibilidad del propio proceso
de investigación y de los resultados del mismo. En resumen: hacer el proceso de
investigación más transparente y abierto.20

La reflexividad es la estrategia que nos permite movernos flexiblemente en el dinámico


proceso de investigación cualitativa con la seguridad de que no vamos a perder el
rumbo.21 La reflexividad ha de ser una actitud constante en cada una de las fases de
desarrollo de nuestro proceso de investigación, estando presente en todos nuestros
registros, ya sean notas de campo en el contexto de la recogida de datos, fichas o
memorandos analíticos, informe de resultados, o artículos originales.

Conclusión

La investigación cualitativa se caracteriza por trabajar con la subjetividad de las


personas (perspectiva emic) desde la propia subjetividad del investigador (investigador
como herramienta de investigación). Esta situación de partida, dentro del paradigma
constructivista, donde la intersubjetividad es un elemento clave, nos obliga a ser
especialmente cuidadosos y a estar continuamente en busca de un equilibrio
armonizador entre la flexibilidad del proceso y la rigurosidad del mismo a través de la
reflexividad.

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