La Autoridad Delegada Por Dios

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La Autoridad Delegada por Dios

En la lección pasada vimos que la autoridad significa el derecho de


gobernar. Toda la autoridad pertenece a Dios porque Él es el creador
de todas las cosas. Aprendimos que la rebeldía es el principio básico de este
mundo, mientras que el principio básico de los hijos de Dios es la obediencia. El
obedecer a Dios y someterse a Su autoridad es el deber de cada creyente.
En esta lección vamos a aprender una verdad muy importante: Para ser
totalmente obedientes a Dios debemos obedecer la
autoridad delegada por Él.
¿Qué es una Autoridad Delegada?
Una autoridad delegada es una persona que recibe y representa la autoridad
de Dios. Toda la autoridad pertenece a Dios, pero Dios tiene dos maneras de
ejercer Su autoridad.
1. Autoridad directa. Esto significa que Dios nos dice directamente a través
de Su Palabra o a través del Espíritu Santo lo que Él desea que hagamos.
2. La autoridad delegada. Esto significa que Dios elige a determinadas
personas para que lo representen y ejerzan Su autoridad.
Dios no sólo nos guía personalmente, sino que también nos dirige a través de Su
autoridad delegada. Padres, profesores, policías, jefes, gobernantes, etc. son
autoridades delegadas.
Puesto que una autoridad delegada es alguien que representa la autoridad de
Dios, esa persona debe ser obedecida. Ser irrespetuoso o desobediente a la
autoridad delegada por Dios es semejante a ser irrespetuoso o desobediente con
Dios mismo.

Las Cuatro Clases Básicas de Autoridad


En el mundo en que vivimos, Dios ha establecido cuatro áreas básicas de
autoridad:

Consideremos cada una de estas cuatro clases de autoridad.

LA FAMILIA
Lo que Dios dispuso para la familia es que el padre sea la cabeza del hogar
bajo Dios. La esposa debe estar sujeta a su esposo y los hijos sujetos a sus
padres. La Biblia dice:
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor
(Efesios 5:22).
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo… (Colosenses 3:20).
En la familia, Dios ha puesto Su autoridad en los padres. Puesto que los padres
representan la autoridad de Dios en el hogar, lo correcto es que sean obedecidos.
La Biblia dice:

Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo


(Efesios 6:1).
Muchas veces los jóvenes quisieran cambiar la Palabra de Dios para su
conveniencia. Por ejemplo:
“Obedece a tus padres:
Si tienen razón… o
Si tú crees que tienen razón… o
Si no se interponen a lo que quieres hacer… o
Si te mandan hacer las cosas en una forma amable y agradable…”
Pero el joven que desea agradar a Dios no usará estas excusas. En cambio,
escogerá obedecer a sus padres porque es correcto hacerlo.
El padre ha sido señalado por Dios como cabeza de la familia, pero no debe ser
un dictador. Debe amar a su esposa y a sus hijos y ser un ejemplo para ellos.
También él es responsable ante Dios de educar a sus hijos en los caminos del
Señor. La Biblia dice:

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y


se entregó a sí mismo por ella (Efesios 5:25).
Padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en
disciplina y amonestación del Señor (Efesios 6:4).

EL GOBIERNO

Debido a la naturaleza pecaminosa y rebelde del hombre, Dios estableció


las leyes y el gobierno humano. Dios dio a los hombres la autoridad para hacer
cumplir Sus leyes. Lo hizo para nuestra protección y para nuestro bien. Las
autoridades civiles son la provisión de Dios para limitar el mal a fin de que
podamos vivir en paz y tranquilidad y en toda piedad y decoro (Ver 1 Timoteo
2:2).
Profesores, policías, jueces y funcionarios locales y federales, todos son
autoridades delegadas por Dios. Puesto que representan la autoridad de Dios,
debemos obedecerles. La Biblia dice:

Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay


autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido
establecidas (Romanos 13:1).
Los cristianos debemos ser ciudadanos que obedecen la ley. El estudiante en
la escuela da honor a Dios cuando obedece las reglas del establecimiento y
demuestra respeto hacia los maestros. Cuando no hace esto deshonra a Dios.
Como seguidores de Jesucristo debemos regir nuestras vidas por el principio de
obediencia.
La Biblia dice:

Por Causa Del Señor someteos a toda institución humana… (1 Pedro


2:13).
Nuestro Señor nunca participó en ninguna rebelión. Le enseñó a la gente a
obedecer a las autoridades del gobierno. Cuando los fariseos le preguntaron a
Jesús si debían pagar impuestos a César, el Señor les respondió:

Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios


(Mateo 22:21).

LA IGLESIA

El plan de Dios es que Cristo sea la Cabeza de cada iglesia. Bajo la autoridad


de Cristo están los líderes designados por Dios, tales como ancianos, pastores,
diáconos y maestros. Debemos someternos a las autoridades de la iglesia,
delegadas por Dios. La Biblia dice:
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan
por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo
hagan con alegría, y no quejándose… (Hebreos 13:17).
Aquellos que tienen autoridad en la iglesia no deben imponerse al pueblo de
Dios, sino en cambio, servirlos y ser ejemplo para ellos. Respecto a los ancianos,
la Biblia dice:

Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella,


no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta
[dinero], sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los
que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey (1 Pedro
5:2–3).

EL TRABAJO

Nuestro jefe o “patrón” representa la autoridad delegada de Dios en el


trabajo. Honramos a Dios cuando hacemos nuestro trabajo lo mejor posible por
causa del Señor. Dios no se complace cuando hacemos nuestro trabajo en forma
descuidada y a medias. Él quiere que lo hagamos de todo corazón. La Biblia dice:
Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al
ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón
sincero, temiendo a Dios (Colosenses 3:22).
Aquí la palabra “siervo” significa sencillamente un empleado, una persona que
es empleada por otra. La Biblia nos dice que los empleados deben estar sujetos a
sus jefes, no sólo a los que son bondadosos y gentiles, sino también a aquellos
con quienes es difícil llevarse bien. La Biblia dice:
Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente
a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar (1
Pedro 2:18).
Con relación a nuestros empleos, Dios quiere que cada creyente trabaje como si
lo estuviera haciendo para el Señor Jesús. Un joven tenía dificultades para
desempeñar su trabajo. Su actitud no era buena y la calidad de su trabajo era tal
que su patrón no estaba contento con él.
Un día, el consejero de la Sociedad de Jóvenes le hizo esta
pregunta: “Supongamos que Jesucristo mismo fuera el gerente de esa
empresa. ¿Cambiaría eso la calidad de tu trabajo?”
Él contestó: “¡Desde luego que sí! Lo haría lo mejor posible todo el
tiempo”.
El consejero le dijo: “¿Sabes que Dios quiere que con sinceridad tú hagas
tu trabajo como para el Señor Jesús?” Luego, leyeron este versículo:
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor, y no
para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de
la herencia, porque a Cristo el Señor servís (Colosenses 3:23–24).
La Biblia dice que los jefes también tienen responsabilidad ante Dios. Deben ser
buenos con quienes trabajan para ellos, reconociendo que tienen un Señor en el
Cielo. La Biblia dice:

Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo (sed amables y


considerados), dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y
vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas
(Efesios 6:9).
Preguntas Sobre la Autoridad
Puede ser que tengas preguntas respecto a la autoridad. Trataremos de
contestar algunas.

“Supongamos que pienso que mis padres están equivocados respecto a algo.
¿Debo aún obedecerles?”
La relación entre los hijos y sus padres es tan importante a los ojos de Dios, que
Él la hizo el tema de uno de los Diez Mandamientos. La Biblia dice:

Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la


tierra que JEHOVÁ, tu Dios te da (Éxodo 20:12).
La palabra “honrar” significa respetar y obedecer. Aún cuando estés en
desacuerdo con tus padres, no seas desobediente ni rebelde. La persona que no
honra a sus padres no sólo está quebrantando el mandamiento de Dios, sino que
también se está saliendo de la autoridad de Dios. El resultado de esto es que su
vida pueda ser cortada.
Podemos pensar en la autoridad de Dios como en un “paraguas” que nos
protege de los ataques de Satanás. Satanás odia al pueblo de Dios y quiere
destruirlo. Pero, mientras estemos bajo el “paraguas” de Dios, Satanás no puede
tocarnos sin el permiso de Dios.

“Supongamos que quien tiene autoridad sobre mí hace una decisión equivocada.
¿Seré yo responsable?”
Aquél que hace la decisión es responsable por los resultados. Si tú sólo estás
obedeciendo a la persona que tiene la autoridad sobre ti, Dios no te hará
responsable. En cambio, hará responsable a aquél que está al mando.

“Supongamos que el que está al mando es una mala persona y no me gusta. De


todos modos ¿debo obedecerle?”
Sí, debes someterte a él si éste está en autoridad sobre ti. Debemos distinguir
bien entre el puesto de una persona y su personalidad.
Por ejemplo, un policía está en un puesto de autoridad. Él representa la
autoridad de Dios en el cumplimiento de la ley. Puede ser que no tenga una
personalidad agradable, pero esto no es excusa para que tú no le obedezcas. Si te
pasa un boleto de infracción por exceso de velocidad, no puedes desatenderlo y
decir: “Me pasaron este boleto ayer, pero lo rompí porque no me gusta
ese policía”.

“¿Qué hago si alguien con autoridad me manda hacer algo contrario al


mandamiento de Dios?”
En tal situación no debes obedecer a la persona en autoridad. Hay una
ilustración de esto en el Nuevo Testamento. Jesús mandó a Sus seguidores a
predicar el evangelio a toda la gente. Más tarde, los líderes religiosos ordenaron
a Pedro y a los otros discípulos que no predicaran ni enseñaran más en el
nombre de Jesús.

Pero Pedro no podía cumplir esta orden porque era contraria al mandamiento
del Señor y dijo:

Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres (Hechos 5:29).


Cada vez que la orden de un hombre esté en conflicto con los mandamientos de
Dios, tú debes obedecer a Dios. Por ejemplo, suponte que tu jefe te mande hacer
algo fraudulento o mentir respecto a algo. El hacerlo sería desobedecer los
mandamientos de Dios, por lo tanto, tú no puedes obedecerle. Aún en una
situación así debes ser respetuoso. Debes tener un espíritu humilde, aunque no
puedes obedecer. Podrías decir suavemente: “Lo siento, pero no puedo
hacer eso”.
Algunas veces, rehusar obedecer al jefe, si te manda hacer algo malo, pueda
significar que pierdas el empleo. Si eso ocurre, acéptalo como del Señor,
sabiendo que Él está complacido con tu forma de actuar. La Biblia dice:
Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia
delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente (1 Pedro
2:19).
Todas las Personas en Autoridad son Designadas por Dios
Dios quiere que entendamos que todas las personas en autoridad han sido
designadas y ordenadas por Él. Por eso, deben ser obedecidas. No tenemos
opción al respecto. Debemos obedecer a quienes tienen autoridad sobre
nosotros. La Biblia dice:
…no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han
sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo
establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación
(juicio) para sí mismos (Romanos 13:1–2).

¿Quién de nosotros se atrevería a desobedecer un mandato directo del Señor?


¿Pero nos damos cuenta que resistir a la autoridad delegada de Dios es
desobedecer el mandamiento de Dios? Para obedecer el mandamiento de Dios,
debemos someternos a Sus autoridades delegadas.
El Señor Jesús mismo es nuestro ejemplo de lo que significa someterse a la
autoridad. Él se sometía no sólo a la autoridad directa de Dios sino también a
sus autoridades delegadas. Se sometió a sus padres, a las autoridades del
gobierno, pagó impuestos, y obedeció las leyes del país. Durante toda Su vida, el
Señor Jesús estuvo sujeto a autoridad. Nunca fue rebelde en ninguna ocasión.
Verdaderamente vivió la vida bajo el principio de obediencia.
Para agradar a Dios, la cosa más importante que podemos hacer es obedecerle.
Para ser totalmente obedientes al Señor debemos obedecer a Sus autoridades
delegadas. El apóstol Pablo dijo:

Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que


obedezcan… (Tito 3:1).
Para ser completamente obedientes a Dios, debemos obedecer a las autoridades
delegadas por Dios.

DIOS Y SU IDEA DE GOBIERNO


Texto: Isaías 11:1-16 | Por: Magdielys Leira
 
Cuando he conversado con las personas acerca de que es posible una sociedad ideal, y
que Dios mismo lo ha dicho, la mayoría dice, y cómo sabes si Dios existe, ó es una
utopía un gobierno mejor. La gente vive para sobrevivir, porque o no creen en Dios,
o no le creen a Dios.
 
CONOZCAMOS EL LIBRO DE ISAÍAS PRIMERO
 Mira que en la escritura, específicamente en el libro de Isaías, profeta mayor,
encontramos siglos a.C la promesa de Dios en cuanto a un reino (o Gobierno) dirigido
por el mesías y cómo este reino abarcará aún el mundo entero bajo su dirección.
 Déjame contarte que este profeta llamado Isaías, hijo de Amoz, predicaba en un tiempo
donde Asiria imperaba. Era un período donde el pueblo de Israel estaba dividido, a causa
de la envidia, falta de perdón, no había reconciliación. Isaías condenaba la hipocresía del
pueblo con Dios, había un ritualismo tan vacío entre ellos, y muchos habían caído en la
idolatría. Dios permitía que este profeta pudiera ver hacia adelante, acerca de lo que venía
para este pueblo por causa de su partida o lejanía, o independencia de Dios. Más adelante
serían llevados cautivos a babilonia (39:6,7), y otra vez, estarían sometidos infelizmente a
un imperio ultrajador y déspota. Aunque Isaías sabía que sus mensajes de advertencia y
exhortación no tendrían mucho fruto (6:9-13), él decidió obedecer a Dios y ser la voz de
Dios entre su pueblo. Hubo un tiempo donde Acaz rey de Judá, prefirió aliarse a Asiria e
Isaías estaba en medio de ellos levantando su voz y diciendo: Pero alíense a Dios, confíen
en él, créanle a él. Sin embargo, muchos de este pueblo tercos e incrédulos, ignoraban esa
voz, pero más que eso, se seguían comportando como unos descorteces humanos,
ignorando a Dios mismo.
Esto es fascinante, más que cualquier otro profeta, Isaías provee información acerca del
futuro del Señor y el tiempo que seguirá. Detalla numerosos aspectos del reino futuro de
Israel sobre la tierra, que no se encuentran en ningún otro lugar en el At o en el NT, que
incluyen cambios en la naturaleza, el mundo animal, el estatus de Jerusalén entre las
naciones, el liderazgo del siervo sufriente, y otros.
Quiero señalar que el nombre de Jehová, se menciona muchas veces en nuestro capítulo
de estudio, Isaías 11, es como oír al profeta hoy decirnos: ¡Dios es alguien de palabra,
muestra a un Dios realmente comprometido con su pueblo y cuando dice algo es porque
así lo ejecutará en su momento ¡

ENTONCES
Cuando Isaías les anuncia noticias de parte de Dios, el pueblo lo desacreditaba, estaban
frustrados, había mucho pecado y dolor, aun así Dios sigue hablándoles a su pueblo (a
través de Isaías) y en este capítulo 11, el profeta empieza a anunciar algo del futuro para
ellos, y era la llegada de un mesías, un libertador, un ungido de Dios que gobernaría. En un
tiempo donde los reyes que estaban gobernando eran injustos, opresores y malos
gobernantes, este anuncio de Isaías para muchos fue de esperanza y para otros una utopía,
o sea, algo difícil de creer y ser realizado.

Pero Dios es verás, y él cumple todo en su tiempo.


DIOS PROMETE UN
GOBERNANTE
Versículo 1:
Antes del versículo 1 de Isaías 11, Cap.10:33, se habla de que “los árboles de gran altura
serán cortados”, en alusión a que el imperio Asirio, pero también la dinastía o linaje de
David sería diezmado, cortados (Algo así como que ya no habrían descendientes). La
diferencia entre ambas es que aún vendría vida del tronco y en las raíces del linaje de
David. Utilizando el título mesiánico de vástago, o renuevo, se le denomina así al mesías
prometido, vástago es una palabra usada varias veces en el A.T. ésta palabra viene del
hebreo Naser, que significa vástago, y se cumple en Jesús, en Mateo 2:23,  que dice
que  “habitó en la ciudad que se llama Nazaret, y así se cumplió lo dicho por los
profetas, que había de ser llamado Nazareno”, pues la palabra Nazaret significa
“brote”, “renuevo”.
 Viendo hacia atrás, con respecto a la promesa hecha a Abraham y a David, notamos
que Dios desde antes así lo había dicho en su plan salvífico.
 Con Abraham se nota desde antes un alcance:   “En ti serán benditas, todas las familias
de la tierra”. Gén, 12:3. De su descendencia vendría el gobernante por excelencia, mesías, el
postrer Adán.
 En 2 de Samuel 7:11-13, Dios prometió a David que de su descendencia vendría uno que
gobernaría para siempre en segura paz y justicia.
Parecía que Dios no iba a cumplir su promesa para este pueblo ¿verdad?, pero podemos
encontrar seguridad en sus palabras pues él es verás.
Dios aquí (En este libro de Isaías, Cap.11) prometió un gobernante que años después
llegaría, pero todavía no era el tiempo. Aun así, Dios ratificaba su promesa, esto debía
haber significado para ellos un consuelo que les permitiera esperar en Dios, obedeciéndolo
y siguiendo su dirección, pero ellos elegían vivir según sus fuerzas, cada vez más alejados
y siendo corruptos entre ellos. La independencia de Jehová generaría egoísmo, odio,
crueldad, violencia, guerras y muerte. ‘El hombre dominaría al hombre para perjuicio
suyo.’ (Eclesiastés 8:9)
 Aun así, Dios es quien ha decidido no rendirse con nosotros, él es quien dice cuándo la
vida continúa y cuándo no, y solo él puede traernos un GOBERNANTE impecable para
que nos gobierne, y para que finalmente reconozcamos que Jehová es el iniciador y
consumador  de todo.
 

UN GOBERNANTE CAPACITADO
POR EL MISMO DIOS
V.2-3a:   En el texto es muy notable el orden que menciona Isaías para describir a este
Rey. Empieza con: Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová, esto significa que Dios se
refiere a algo puntual, como el capacitar a alguien o algunos para un propósito mayor, por
ejemplo: la fuerza de Sansón, no venía de su melena, pues esa era señal de su voto
nazareno, pero la fuerza de él venía del espíritu del Señor y lo capacitaba, y podía hacer las
hazañas que Dios le permitía hacer. Igual con los jueces, para librar el pueblo, y a los reyes
para gobernar, en este texto, significa que el Espíritu de Jehová estaría de una manera
plena en el Rey, considerando su humanidad, hijo de Isaí, Dios lo capacita para su función
real.
Cada aspecto de su carácter nos habla de un ser completo, habilitado por el mismo
hacedor. Y lo hace de manera Intelectual (sabiduría e inteligencia). En su administración
efectiva (consejo y poder). Y en piedad personal (conocimiento y temor del Jehová)
 Espíritu de sabiduría y de inteligencia: Así como lo hizo en Bezalel y Aholiab, éxodo
35. Y con Salomón, pero en este caso, es para aplicar esto en el oficio real al ejercer justicia.
 Espíritu de consejo y de poder: Este rey recibiría consejo de él mismo. Isaías 9:6: él es
consejero.
 Espíritu de conocimiento y de temor (reverencia) de Jehová: El conocimiento y temor
de Jehová es el fundamento clave para que todas estas características funcionen plenamente, sin el
temor de Jehová termina en corrupción, pues usarían todo conocimiento para hacer el mal, cada vez
más refinados.
¿Hay algún gobernante terrenal así en nuestros días?
Es necesario comprender que el problema del ser humano, no es de corte intelectual, ya
que mientras más inteligentes son los hombres, más refinados son sus crímenes.
Entonces, ¿Cómo sé que este Gobernante, este MESÍAS, utilizará su sabiduría, consejo,
poder, inteligencia, conocimiento, para hacer justicia?, porque su compromiso primario no
es con personas, sino con Jehová (Dios Padre).
Así mismo, debemos comprender que Dios y solamente Dios puede habilitarnos para hacer
el bien en cualquier oficio que tengamos, así como lo hace con el mesías. (Conocer y temer
a Dios es clave en la vida) Jeremías 9:23-24

PRINCIPALES PROPUESTAS DE
GOBIERNO
V.3-5: Imagina a alguien así, que gobierna con todas estas cualidades, y que además de
eso, se deleita en conocer a Dios, y teme a Dios, ¿cómo aplicará justicia?, veamos los
versos 3 y 4. El rey ideal, siendo humilde también, pues inicia como una ramita, vástago,
nadie lo podrá engañar. Procurará cuidados sobre los pobres y mansos y dictaminará
sentencia a los detractores. Por lo tanto habrá justicia y paz segura.
Otro compromiso de este rey es con la justicia y la verdad, V. 5, nos dice que: Y será la
justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura. El cinto (ceñidor): como
una correa que sostiene todo lo demás, El estaría vestido de todo lo descrito anteriormente,
pero el cinturón será como eso que amarra todas sus cualidades. Además de que su deleite
está en el temor del Señor.

¿Cómo resulta un gobierno así?: Paz Mundial. (No hago eco de los miss universo, es un
ideal bíblico, pero vendrá bajo el gobierno del mesías), este rey reflejará el carácter
de JEHOVÁ.

RESULTADOS DE ESTE
GOBIERNO
(NATURALEZA, ISRAEL, LAS
NACIONES)
V.6-16: Podemos notar una secuencia impresionante en estos textos. Por causa del
gobierno ideal de Jesucristo futuro (2 Cor.5:18-19), habrá un efecto tanto para lo social,
lo ambiental, lo político, lo internacional.
 En la primera parte de ésta secuencia: V6-9: En Cristo, según Romanos 8, una vez se
establezcan cielos y tierra nueva,  habrá cambios ecológicos significativos en la naturaleza.
Pero en este texto también, cuando se habla de fieras en la literatura profética, se refiere a
imperios, por ejemplo Jeremías 5:6, utiliza esos mismos animales, para referirse
a grandes imperios opresores como Asiria, y los animales como cordero, para hablar
de pueblos indefensos. Se está hablando de cómo habrá paz entre fuertes y débiles, bajo el
dominio de Cristo.  ¿Cómo sucederá esta paz?: V.9, porque la tierra estará llena del
conocimiento de Jehová.
Un resultado visible es con Jesús y sus discípulos, estos eran personas impulsivas, y otras
dóciles, pero juntos en paz y armonía, al conocer a Jesús, una comunidad donde hay
diversos caracteres que parecieran imposibles de convivir, se hace realidad.  Somos
transformados y hace posible subyugar los malos deseos de nuestros corazones y nos
permite vivir como pueblo verdadero.
En el V.10: vemos cumplido esto en Romanos 15, con Pablo, cuando los gentiles corren a
este Jesús (De igual forma hoy en el siglo XXI, muchos corren a Jesús, lo hacen su
Gobernante moral y ético, Señor y Salvador), para cobijarse, no un lugar geográfico, sino
a una persona, Jesús. El rey de gloria. Este atrae a judíos, y los fieles (remanente) de
su pueblo israelí por su carácter, por lo que es, y la junta, de todos hace un nuevo
hombre, un solo pueblo.
En el V.12 en adelante, dice que Dios acabará con los enemigos externos, pero comenzará
exterminando un enemigo interno, que es mucho más dañino, y es la envidia de nuestros
corazones, que es lo que impide una pacífica convivencia. Y que de ésta manera entonces,
podrán conquistar  a sus enemigos. Pero, ya no sería con espada, sino con el evangelio, las
buenas nuevas, que el Señor ha puesto  su rey eterno, llamado Jesús, y que está puesta
como señal para los pueblos, para que todo aquel que venga a él, vuelva a una relación
eterna con Dios. Somos llamados a eso, a llevar esta señal.
Hoy por hoy, (Siglo XXI), sabemos que en parte Isaías 11, se ha cumplido. El mesías vino,
murió, resucitó (Lo dice la historia y su palabra). Estamos en el ya pero todavía no, en
Hechos 2:33-34, Pedro  habla de Cristo, entronado, delante de israelitas. Hasta que
llegue el clímax, la Biblia dice en 1 Corintios 15:25-26: Porque preciso es que él reine
hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.   Y el postrer enemigo que
será destruido es la muerte.
 El gobernante ideal, La raíz de Isaí, El rey de Reyes, ha sido levantado como un
estandarte para la salvación de las naciones (hoy muchos vienen a él, pero la espera es
larga), no hay otro lugar donde acudir, él no es una simple personalidad en la filosofía, él
es el rey de Reyes y Señor de Señores, aquel que fue crucificado, Dios le ha hecho Señor y
Cristo. No es buda, ni mahoma, es JESÚS.

 ¿CÓMO VIVO MIENTRAS


ESPERO ESTE GOBIERNO
IDEAL PLENO?
Confiando primeramente en que Dios es soberano y perfecto y que nada puede funcionar
sin él, hoy por hoy, podemos elegir a este gobernante (EL MESÍAS) por sobre todos los
demás y hacer de este Jesús, nuestro gobernante moral y ético[1]
Cuando es Jesús mi gobernante moral, entonces yo puedo actuar en base a su vida y
enseñanzas. (Ejemplos):
 Amando al prójimo: Puedo usar mi profesión y realizar campañas médicas para pueblos
de escasos recursos. ¡No a las divisiones!, ¡no a la envidia!
 Diciendo la verdad: Decirle a mis amigos que la mentira puede destruir una familia.
 Haciendo justicia (Y siendo justos): Apoyar organizaciones que rescatan animales ó
salvaguardan los medios naturales. (Efesios 6)
 Viviendo piadosamente: Entendiendo que esta ciudad y nación no son eternas y que solo
en Jesús puedo acceder a un reinado eterno por siempre con Dios.
 Temiendo a Dios: Nunca asumiendo cosas de otros, sin antes investigar, no compartiendo
bochinches que dañan a otros.
 Conociendo a Dios: Proverbios 9:10 (El conocimiento de Dios es la inteligencia),
aprovechar espacios de estudio bíblico en tu universidad.
 Pareciéndome a Jesús: Practicando la humildad y compasión con los compñaeros del
salon. Dios mismo forma su carácter en nosotros. Gálatas 4:19
Aquí podemos prepararnos para la eternidad. Ser una expresión de ese gobierno ahora,
para que todos puedan formar parte y esperar la plenitud de este gobierno ideal(Reino de
Dios) que está por llegar.

 
Solo  Dios puede crear un gobierno impecable, con un Gobernante impecable, para una
sociedad creada por él mismo. Por lo tanto: En el cap. 11, Dios ratifica su promesa, se
muestra disciplinador y juez y dedicado a su más alto proyecto:  su creación.
¡NO SEAMOS COMO EL PUEBLO DE
ISRAÉL QUE NO LE CREÍA A DIOS…
CREÁMOSLE, ESPEREMOS CON
PACIENCIA, PUES ÉL ES VERÁZ!
 
 
 Notas:
[2]El Primer Mandatario del Reino celestial, a las órdenes directas de Jehová, es el más
idóneo: Cristo Jesús. Antes de venir a la Tierra ya existía en el cielo; era la primera de las
creaciones de Dios y su “obrero maestro” (Proverbios 8:22-31). “Él es la imagen del
Dios invisible, el primogénito de toda la creación; porque por medio de él todas las otras
cosas fueron creadas en los cielos y sobre la tierra.” (Colosenses 1:15,  16.) Cuando Dios
lo envió a la Tierra, Jesús obedeció en todo momento Su voluntad. Aguantó la más difícil
de las pruebas y murió fiel a su Padre (Juan 4:34;  15:10).
 
¿Por qué es tan importante el Reino de Dios para los seres humanos? Porque pronto
hará algo que cambiará para siempre la gobernación de este planeta. La profecía
de  Daniel 2:44 declara: “En los días de aquellos reyes [los que ahora gobiernan en la
Tierra] el Dios del cielo establecerá un reino [un gobierno celestial] que nunca será
reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y
pondrá fin a todos estos reinos [los gobiernos terrestres], y él mismo subsistirá hasta
tiempos indefinidos”. Cuando el Reino celestial de Dios ejerza plena autoridad, los
hombres no dominarán la Tierra nunca más. El divisivo y decepcionante gobierno del
hombre pasará a la historia.
 
De capital importancia en la Biblia es su tema: la vindicación de la soberanía de Dios (su
derecho a gobernar) por medio de su Reino celestial. Jesús hizo de esta cuestión el punto
central de su ministerio, pues leemos que “comenzó a predicar y a decir: ‘Arrepiéntanse,
porque el reino de los cielos se ha acercado’” (Mateo 4:17). Indicó el lugar que este
asunto debería ocupar en nuestra vida cuando dijo: “Sigan, pues, buscando primero el
reino y la justicia de Dios” (Mateo 6:33). También subrayó su trascendencia al enseñar a
sus discípulos a orar de este modo: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el
cielo, también sobre la tierra” (Mateo 6:10).
Cuando el Reino celestial de Dios ejerza plena autoridad, los hombres no dominarán la
Tierra nunca más. El divisivo y decepcionante gobierno del hombre pasará a la historia.
Como dice en Daniel 2:44.
 
 
[1] Esta es una forma de decir que solamente Jesús, como señor
y Salvador, REY en nuestros corazones es el inicio de un gobierno
personal justo, que se va imprimiendo hacia afuera, a la
sociedad. ¿Te imaginas que cada uno hiciera de Jesús, su Señor y Salvador,
su gobernante moral y ético?
[2]  Agregado | Seleccionado

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