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Cuantas veces en nuestra vida nos hemos sentido como si Dios se olvidara de
nosotras, cuántas veces hemos orado y pedido la ayuda a Dios y pareciera que no
nos escucha, pero Dios mujer siempre te escucha, Dios siempre se acuerda de ti,
como dice la palabra "He aquí que en las palmas de las manos te tengo
esculpida; delante de mí están siempre tus muros" (Isaías 49:16)
En la Biblia vemos muchos ejemplos de Mujeres que cuando Dios la visito, cuando
Dios se acordó de ellas sus vidas fueron transformadas, de ser llamadas mujeres
estériles se convirtieron en mujeres fructíferas por el poder de Dios obrando a
través de sus vidas.
La primera mujer Sara esposa de Abraham, mujer de edad avanzada que dice la
Biblia que ya le había cesado la costumbre de las mujeres y no había tenido hijo.
Pero Dios tenía un plan para su vida, Dios quería revelarse a Sara como el Dios de
lo imposible, de hecho cuando Dios le dio la promesa a su esposo Abraham de
que iba a tener descendencia, Sara se rio, pero Dios dijo a Abraham en Génesis
18:14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y
según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo. AMEN
Dios se acordó de la promesa que había dicho y en el tiempo que Él lo había
determinado Dios le dio un hijo a Sara " Visitó Jehová a Sara, como había
dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado." (Génesis 21:1) La vida de
Sara cambio totalmente, cuando Dios nos visita, nuestra vida cambia para
bendición y para alabanza del nombre de Dios, la fe de Sara ya no fue la misma, a
sus 90 años Sara vio manifestarse en su propio cuerpo el poder de Dios, ahora
íntimamente conocía a Dios, su poder para dar vida donde humanamente era
imposible, pudo ver como lo estéril fructificaba, lo débil se hacía fuerte y lo enfermo
sanaba.
Mujer con Visión y Poder, Dios nunca se ha olvidado de ti, El siempre tiene sus
ojos puestos sobre ti, tal vez no has aprendido a conocerlo íntimamente, Dios
siempre hace todo perfecto, cuando tú te pones en sus manos y te dejas dirigir por
El, Dios cambiara tu tristeza en alegría, tu ceniza en gozo, tu cautividad en libertad,
Este día Dios se acuerda de ti y te hace una promesa : ¿Se olvidará la mujer de
lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque
olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.(Isaias 49:15)
Si tu tomas esta palabra y reconoces que Dios nunca se ha olvidado de ti, y que tu
y todos los que estamos en este mundo fuimos la razon por la cual Dios dio a su
hijo unigenito Jesucristo para que fuesemos hechos sus hijos (Juan 1:12), recibe la
siguiente promesa:
Misión
Este es un nuevo Grupo Creado por Dios para ti mujer y todo lo que ojo no vio lo vera y lo que nunca has
escuchado lo escucharas porque este es tu tiempo mujeres Dios te ha llamado para que seas luz en medio de la
oscuridad para que rompas cadenas y te vistas con ropas reales.
Somos mujeres libres sin cadenas llamadas por Dios para ser esforzadas y valientes este es nuestro tiempo de
conquistar nuestra nación nuestro hogar nuestra familia porque Dios nos llamo para ser cabeza no cola y puso
en nuestras manos guerras ganadas porque somos mujeres llamadas con grandes propósitos para impactar para
trastornar todo plan en contra de nuestro hogar somos princesas guerreras lista para quitar todo lo que venga
en contra Mujer levántate este es tu tiempo de arrebatar el Reino de los Cielos y gritarle al mundo que no somos
esclavas sino princesas libres del Rey de Reyes . De decirle así al sufrimiento y depresion hasta aquí llegas
porque hoy es el tiempo de romper toda atadura y entrar por la puerta grande y posicionarme en el lugar que
me corresponde como Hija de Dios ..
Descripción
La mujer por excelencia conoce personalmente a su Dios, es una mujer que se acepta a sí misma, es una mujer
que conoce de Dios, es una mujer de oración, es una mujer que ama, es una mujer que perdona y una mujer
que sirve.
Información general
Este es un grupo que ha nacido del corazón de Dios para ti mujer y El lo ha sembrado en nuestro corazones
para ayudar edificar darle herramientas a la mujer para poder seguir luchando sin desvanecer. Este grupo está
integrado por 3 mujeres que Dios eligió para dirigir este grupo bajo el poder del Espíritu Santo mujeres llenas de
la unción del Reino. Isnelda Contreras, Sandra Irene Herrera Profeta Jazmín Cernada Payano. Dios nos ha dado
una visión amplia del Reino sin límite y esa visión queremos trasmitirla mediante esta página. Nosotras nos
hemos levantado en Guerra a trastornar todo lo que venga en contra de nuestras vidas hogares y familia y eso
es lo que Queremos enseñar a la mujer de Hoy que somos mujeres libres no nacimos para ser esclavas y sufrir
por manos del enemigo sino que Nacimos para ser mujeres libres llena de la autoridad de Dios paradas en medio
del campo de batalla quitarle el enemigo todo lo que nos ha robado; porque nosotros ya no mas seremos
víctima del enemigo estaremos en alerta para que el no nos quite lo que Dios nos ha dado por ser sus hijas sus
princesas con corazón de guerrera. Y el enemigo todo lo que nos robo el nos lo devolverá al siento por uno. Pero
para eso debemos enseñarte a ti mujer como hacerlo y este grupo tiene ese objetivo de parte de Dios preparar
un ejército de mujeres capaces de arrebatar con toda autoridad todo lo que el mundo te ha robado y establecer
el Reino de los Cielos aquí en la tierra y decirle al mundo lo valiosa que somos para nuestro Rey que somos
cabeza no cola somos coherederas de sus Reino; somos más que vencedora y estamos sostenidas en la roca la
cual es Jesucristo y El nos reviste de nuevas armaduras cada día para apagar todo dardo del enemigo. y El nos
encamina así la tierra prometida para si poder decir .Ninguna arma forjada prosperara contra ti y condenare
toda lengua que se levante contra ti en juicio esa es la herencia de los siervos de Jehová y tu salvación de mi
vendrá dice jehová. nosotras como guerreras hemos confiado en esa promesa de parte de Dios y te queremos
enseñar por medio de este grupo a como seguir confiando y seguir en guerra sin mirar las circunstancias
actuales de la vida porque somos llamadas para se mujeres arrebatadoras esforzadas y valientes así como
Débora y Esther. y poder levantarnos y gritarle al mundo estas palabras “YO Y MI CASA SERVIREMOS A
JEHOVA” El cumplirá sus promesas en mi vida porque eh decido seguirle a El en obediencia y santidad;y El ara
caer su gloria sobre mi vida y hogar. Mujer hoy declaro que este es tu tiempo de ejercer la obra por la cual
naciste y abrir los ojos Espirituales y serrar todo puerta abierta por el enemigo de enfermedad física y espiritual
y llenarte de Fe para ver la gloria de Dios en tu vida ,Hogar y Familia.Amen hoy vengo ante ustedes como sierva
del altísimo a darle a conocer este nuevo grupo de mujeres llamado "MUJERES BAJO LA UNCION DEL
REINO".hagan suyo este grupo porque es para todas las mujeres del Reino de Dios y todas somos llamadas a
ser princesa del Reino de Dios .
La Mujer Que Agrada A Dios
Instrucciones
¿Cuál es la voluntad de Dios para la mujer? El objetivo de este curso es examinar lo que dice la
Biblia acerca de la mujer para así poder:
2. Aprender por ejemplos y enseñanza cuáles son las virtudes que agradan a Dios.
3. Descubrir los principios del Nuevo Testamento que rigen el comportamiento y las relaciones
de la mujer.
4. Examinar los distintos ministerios que la mujer puede ejercer en el hogar, en la iglesia, en la
comunidad y en el campo misionero.
5. Estudiar los dones espirituales con el propósito de hacer una evaluación personal y
establecer metas de acuerdo a lo que Dios espera de nosotros.
Peter Marshall una vez preparó un sermón cuyo título fue “Guardián de los Manantiales”. Allí
destacó la importancia de conservar limpios y puros los manantiales pequeños en lo alto de las
montañas para que los ríos fueran limpios y libres de impurezas para el bien de la humanidad.
Las mujeres son “las guardianes de los manantiales” porque ellas educan y ejercen influencia
sobre los niños formando el carácter de los que serán los líderes del futuro. Todas las mujeres,
solteras y casadas, comparten este privilegio y responsabilidad. La calidad de la mujer tiene
gran influencia sobre la moral y la fortaleza de una nación.
Que Dios nos ayude a descubrir nuestro lugar en su gran programa y, al hacer su voluntad, a
glorificarle.
6. Un Cuadro Compuesto
Epílogo4
Cómo Estudiar
Pide a Dios que te abra el corazón para recibir las verdades enseñadas en su Palabra. Busca y
lee todas las citas bíblicas, y las porciones correspondientes a cada lección. Algunas de las
preguntas dan por sentado el hecho que has leído cuidadosamente la porción indicada.
Puedes utilizar este curso como meditación diaria de la Biblia. Cada lección va dividida en
párrafos que puedes leer y meditar, día a día, mientras estudias este curso. Si lo haces así,
dispondrás de material devocional.
Exámenes
En el centro de este cuaderno hay unas hojas de examen. Al terminar el estudio de una lección
pasa a tomar el examen correspondiente. Contesta el examen de memoria, escribiendo las
respuestas con lápiz. Luego puedes cotejar las respuestas con la lección y con la Biblia,
haciendo los cambios que creas necesarios antes de poner la respuesta definitiva. Cuando
hayas terminado todos los exámenes, despréndelos y remite para su corrección ÚNICAMENTE
los exámenes a la dirección indicada.
No contestes los exámenes de acuerdo con lo que siempre hayas creído sino de acuerdo con
“lo que la Biblia enseña”. Lee todas las posibilidades que se presentan antes de anotar tu
respuesta a las preguntas de los exámenes.
¿Qué Opinas?
Cada examen termina con esta pregunta. Lo que anotes en el espacio que sigue no afectará en
lo mínimo tu calificación. Puedes escribir lo que sientas con toda libertad. Tus respuestas
servirán para que el corrector te conozca mejor y pueda ayudarte. También servirán para
ayudarnos a calibrar la efectividad de este curso.
Lección 1
Creada con un Propósito Génesis 1 y 2
(Génesis 2:2). Había orden, paz y satisfacción cuando cada parte de la creación llevaba a cabo
aquello para lo cual había sido creada.
De igual manera, el secreto de una vida feliz es descubrir cuál es el propósito de Dios para
nosotras, conocer aquello para lo cual nos capacitó y aceptar con agrado el lugar que nos ha
designado de acuerdo a su plan. Si Dios tiene un propósito para todas sus criaturas, entonces
tiene un propósito para mí. Mi primera responsabilidad es descubrir ese propósito.
Nuestro primer encuentro con el propósito de Dios para la mujer ocurre en Génesis 1:27, 28:
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó: varón y hembra los creó.” Aquí
la naturaleza bisexual de la humanidad queda claramente expuesta. Ambos, hombre y mujer,
son creados a la imagen de Dios. “Y los bendijo Dios.” La voluntad de Dios para los hombres y
las mujeres siempre ha sido el bendecirles. Recordemos eso.
“Y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla, señoread en los peces del
mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” El hombre
y la mujer ocupan una posición de igualdad delante de Dios. Unidos en vida y trabajo, unidos
en naturaleza y señorío, son los representantes de Dios sobre la tierra.
A medida que vamos leyendo el capítulo dos de Génesis y vamos encontrando los detalles de
la creación, la mujer aparece con personalidad distinta, diferente a la del hombre. Debemos
observar la diferencia en el tiempo, la manera y el propósito de la creación de la mujer.
LA CREACIÓN DE LA MUJER
La Biblia nos dice que Adán fue creado primero. “Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y
sopló en su nariz aliento de vida… Tomó, pues, el SEÑOR Dios al hombre y lo puso en el huerto
de Edén para que lo labrara y guardase… Y dijo el SEÑOR Dios: No es bueno que el hombre
esté solo”
Adán, el primer ser humano, estaba solo en medio de la belleza y vida abundante del huerto. Y
por primera vez Dios dijo: “No es bueno…” Adán era un ser social, creado para comunión y la
necesitaba: pero en toda la creación animal no había una criatura semejante a él, no había
nada al nivel de su humanidad (2:20). Así que Dios dijo: “Haré ayuda idónea para él” (2:18).
Dios hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y tomó de su costado carne y hueso, y
de esto Dios formó a la mujer. Ella no fue hecha del polvo, como lo fue el hombre; ella fue
hecha del hombre. Era hueso de sus huesos y carne de su carne (2:23). La mujer fue hecha del
hombre y para el hombre y le fue presentada como su semejante, su compañera, su
complemento.
LA IMPORTANCIA DEL ORDEN DE LA CREACIÓN
(1 Timoteo 2:12, 13). Abordando el tema del señorío al escribir a los corintios dice: “El varón es
la cabeza de la mujer… porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón. Y
tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón” (1
Corintios 11:3, 8, 9).
Obviamente, hay una diferencia en la posición del que fue formado primero, quien debe ser la
“cabeza”, y la que fue formada posteriormente, quien no debe “ejercer dominio” sobre el
primero. Esto no menoscaba el valor o el mérito de la mujer como persona ante los ojos de
Dios. En una sociedad de iguales, alguien tiene que ser líder.
Dios expuso con claridad su propósito al crear a la mujer. Sería “ayuda idónea” para el hombre.
La palabra “ayuda” no significa inferioridad. Esta palabra aparece veintiún veces en el Antiguo
Testamento y se usa dieciséis veces para referirse a alguien superior, con frecuencia a Dios
mismo (Génesis 49:25; Éxodo 18:4). La mujer debía compartir la dignidad y la gloria de Adán
como soberano sobre la tierra; ella debe ayudar al hombre a cumplir la función que Dios le ha
encomendado (Génesis 1:28).
Dios mismo “la trajo al hombre” (Génesis 2:22) y Adán exclamó: “Esto es ahora hueso de mis
huesos y carne de mi carne.” Aquí no se hace mención de la mujer como madre. Ella vale por sí
misma como una persona que puede compartir ideas, conversación y la misma existencia de
Adán ya que comparte la misma vida y naturaleza. En su sabio diseño Dios creó un varón y una
hembra. Él estableció las diferencias entre ellos (Mateo 19:4).
Los sexos serían complementarios, no competitivos. Cada uno contribuye algo al otro y es
capaz de hacer esto por las características particulares que Dios implantó en cada uno.
EL MATRIMONIO
Después de la creación de la mujer y del placer de Adán al recibirla como su compañera, se nos
da el ideal de Dios para el matrimonio: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y
se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2:24). El matrimonio es la institución más
antigua de la humanidad. Fue establecido por Dios mismo para el bienestar de la sociedad.
Fíjate que el matrimonio no es una institución cristiana y no es un precepto exclusivo de la
iglesia. Más bien se estableció desde el comienzo de la raza humana y tiene por objeto el
bienestar de toda la gente sin tomar en consideración las creencias religiosas o la falta de ellas.
En los pasos para el matrimonio que se dan en Génesis 2:24 las palabras “dejará” y “se unirá”
destacan el carácter exclusivo y vitalicio que Dios dispuso para esta relación. Al convertirse en
“una sola carne” el hombre y la mujer establecen una unidad nueva y permanente en la
sociedad; abandonan sus relaciones anteriores para participar en esta nueva relación.
El plan de Dios es la monogamia: un hombre unido a una mujer, cada uno complementando al
otro en todos los aspectos de la vida, funcionando como una unidad. Esta es una relación
exclusiva.
En los Evangelios encontramos que el Señor Jesús reafirmó los principios de Génesis 2:24. Lee
Mateo 19:4-6 y Marcos 10:6-9. El concluyó diciendo: “Así que no son ya más dos, sino una sola
carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.” En otras palabras, Él estaba
afirmando que esta relación es para toda la vida. El matrimonio no es una cosa que se toma sin
pensarlo para luego echarlo a un lado con indiferencia. Debe ser un compromiso serio, para
toda la vida, del esposo hacia la esposa y de la esposa hacia el esposo. De igual modo Pablo
confirma la importancia del principio que ha expuesto al citar Génesis 2:24 en Efesios 5:31.
Estas restricciones no son para cortar nuestra libertad ni limitar nuestra felicidad. El Dios que
nos hizo conoce mejor que nosotros lo que ha de traer estabilidad a la sociedad y verdadero
gozo y bendición a sus criaturas.
PARA REFLEXIONAR
1. ¿Enseña la Biblia que la mujer es inferior al hombre? ¿Me siento yo inferior? ¿Por qué?
3. ¿Es mi matrimonio lo que Dios dispuso que sea el matrimonio? Si no lo es, ¿tienen la culpa
de ello mis actitudes? ¿Estoy rehusando el papel de ayuda idónea y queriendo ser el líder?
4. Enfréntate a tus propios sentimientos: ¿Te irritas por la función que Dios te asignó como
mujer? (Muchas mujeres se irritan por esto).
Pídele a Dios que te dé una actitud correcta de corazón, un espíritu sumiso a Él y el deseo
ferviente de que su buen propósito se logre en todos los aspectos de tu vida diaria.
5 – Ser sierva
El placer de la mujer de Dios es servir, ella es feliz al ayudar a otras personas. Ella ama
servir al pueblo de Dios, a los siervos de Dios, a las autoridades y a quien está subordinado
a ella. La verdadera sierva no mira a quien esta sirviendo, porque todo lo que ella hace es
para su Señor.
“ Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” Marcos
16:15.
10
Texto del libro “Escogida para el altar” (pronto también en español)
Mandamientos De La Mujer Que Quiere Servir A Dios
En El Los 10 Mandamientos De La Mujer Que Quiere
S¿Qué significa ser un siervo de Dios?
Extracto de un estudio en Romanos 12 por Pablo Santomauro
A través de las Escrituras vemos que los autores del Nuevo Testamento usan
frases para referirse a ellos como “siervo de Dios”, “siervo del Señor” y “siervo
de Jesucristo” alternativamente.
No sólo los apóstoles son llamados a ser siervos de Dios y de Jesucristo, todos
los cristianos somos llamados a ser siervos de Dios. En Romanos 6:22, el
apóstol Pablo nos dice que los cristianos hemos sido liberados del pecado y
hechos siervos de Dios. El apóstol Pedro nos insta, en su primera epístola a que
vivamos como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto
para hacer lo malo, sino como siervos de Dios (1 P. 2:16). Ser siervo y ser libre al
mismo tiempo, interesante el concepto.
definición de “siervo” :
El siervo de Dios es aquella persona que está dispuesta a:
* hacer lo que Dios pida
* cuando El lo pida
* donde El lo pida
* no importa lo que El pida
La palabra siervo significa esclavo (doulos). Describe a alguien que está sujeto a
la voluntad de su Señor, y totalmente a la disposición de él.
Al usar este término para describirse, los apóstoles están expresando su
absoluta devoción y sujeción a Cristo, están expresando su actitud de absoluta
obediencia hacia Cristo, algo a lo que no sólo los apóstoles fueron
llamados, reitero, sino todos los que somos de Cristo. Es esa
obediencia incondicional la que nos va habilitar para ser siervos efectivos.
Esa obediencia comienza en nuestras vidas cuando renunciamos a otros
“señores”, nos identificamos con Cristo, descubrimos en la Escritura cuál es su
voluntad, vivimos de acuerdo a ella, y conscientemente nos alejamos de
intereses que son contrarios a la voluntad de Dios, aún y cuando estos
intereses (gustos, hábitos, preferencias o tendencias) hayan sido importantes
para nosotros en el pasado. Escuchémos a Pablo exhortando a los romanos a
vivir esa vida de obediencia que Cristo demanda de nosotros:
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro
culto racional [lo que corresponde]. No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta”. Romanos 12:1-2
Basados en estos versos y los que siguen del capítulo 12 de la carta a los
Romanos, cuyo comentario omitimos en esta entrega, pasamos ahora a detallar
ciertos principios elementales en la vida del siervo de Dios.
El apóstol Pablo nos da mandamiento en Gálatas 6:10 para que “hagamos bien a
todos, y mayormente a los de la familia de la fe”. ¿Cómo podremos hacer bien a
la familia de la fe, si nos nos reunimos con ella? No hay forma de escaparse a
este razonamiento.
La analogía con el cuerpo humano usada por Pablo En Romanos 12 ilustrar este
punto en forma maestral. Somos llamados a estar unidos formando un cuerpo,
porque Cristo ha fundado una sociedad (una asociación) y establecido una
unión entre sus discípulos, lo mismo que sucede entre los miembros de un
cuerpo humano.
¡Qué diferencia con nosotros en el día de hoy ! ¡Qué insoportables que somos,
consumidos por una preocupación, un temor, una necesidad … bendíceme,
bendíceme, bendíceme … somos esponjas absorbiendo constantemente.
Dios ha dado a cada uno de nosotros dones o habilidades, algo que el cuerpo de
Cristo necesita. Es Dios Espíritu Santo el que distribuye los dones: “Pero todas
estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como el quiere” (1 Co. 12:11). ¿Con qué propósito? Respuesta:
“perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del
cuerpo de Cristo” (Ef. 4:12), y además para la organización en la Iglesia. Sí, ya
sé, la iglesia es un organismo, pero también es una organización (a nivel de la
iglesia local). Cuando el organismo no está organizado se enferma o se muere.
Romanos 12:6 y pasaje circundante nos enseña que cada uno de nosotros debe
administrar su don (o dones) de acuerdo a la gracia que nos es dada sin
mezclarse en lo que concierne a otros: tampoco debemos desear hacerlo todo,
sino que debemos contentarnos con lo que Dios nos ha dado y no debemos
usurpar la labor de los demás. Esta es la raíz de los problemas en muchas
iglesias, donde los pastores u otros líderes quieren estar en todo, sin perderse
detalle, y queriendo tener la última palabra. Cuando eso sucede vamos a tener
un desastre de mayores proporciones.
Entonces, recordemos que somos miembros los unos de los otros, nos
pertenecemos, y cuando uno no cumple con su función o quiere cumplir con las
funciones de los demás, todo el cuerpo sufre. Hoy en día el cuerpo de Cristo
sufre tremendamente porque carga sobre sus hombros un número sin
precedentes de miembros que están atrofiados.
A modo de aclaración digamos que usted no tiene que saber cuál es su don para
comenzar a servir a Cristo. Por si acaso alguno de nosotros tiene dificultad para
identificar sus dones, es un alivio saber que no es necesario primero identificar
el don o los dones. Quiere decir que no tener claridad al respecto no puede
servir de excusa para no ponerse a trabajar para Cristo. Hay gente que lleva
años tratando de descubrir sus dones o van a la tumba sin haberlos descubierto.
¿Por qué? Porque nunca se han puesto a trabajar.
¡Manos a la obra! Despierte y póngase a trabajar, sobre todo teniendo en cuenta
que hay tantas oportunidades en su iglesia. El Señor le mostrará sus dones, sea
fiel y le dará más; sea infiel, y le quitará lo que tiene y se lo dará al siervo fiel.
Principio # 4 - Servir no es algo que usted hace por Dios, es algo que
Dios hace a través de usted.
Este es un principio que muchos de nosotros debemos tener presente todo el
tiempo, debido a que tenemos tendencia a creer que somos suficientes en
nosotros mismos para la tarea. Cuando llegamos a pensar de esa manera es
cuando dejamos de servir a Dios en el Espíritu porque nos desconectamos de él.
“no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de
nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios”(2 Co. 3:5)
Esta es la actitud y la perspectiva que debemos mantener. Traigamos a un
antiguo amigo a la memoria. Nabuconodosor tiene un sueño pero se le olvida.
Preocupado en extremo, llama a los sabios de la época, les pide que le
reconstruyan el sueño y luego se lo interpreten. Nadie puede hacerlo.
Nabuconodosor, que no era muy democrático, ordena la muerte de todos los
sabios de Babilonia. Daniel pide tiempo al rey para poder interpretar el sueño y
Dios se lo revela en visión. Ahora observemos las palabras de Daniel frente al
rey:
Enseñanza:
¿Usted piensa que puede hacerlo?¿Piensa que está capacitado para hacerlo?
¿Que tiene el carisma y personalidad para hacerlo? Dios le va decir: “No te
necesito, gracias”. Extraña forma de evaluar, ¿verdad?
¿Busca gloria para usted? ¿Quiere ser predicador? Dios dice: “Lo siento, no
estoy llamando predicadores esta semana”. ¿Quiere ser un héroe de la fe? La
respuesta es “Estoy buscando obreros anónimos”. ¿Ministro de alabanza? Lo
siento, necesito un encargado del equipo de sonido. ¿Quiere ser conferencista,
viajar por diferentes lugares? Lo lamento, quiero que vayas de misionero al
altiplano boliviano.
Déjenme ser franco para terminar. Hay dos formas de presentarse en el cielo:
Es una mentira decir que la mujer no está preparada para asumir un papel de liderazgo en la iglesia. Las
normas culturales y religiosas, al igual que las tradiciones creadas por el hombre, han ayudado a
propagar esta mentira, pero a pesar de los argumentos que digan lo contrario, no está apoyada por las
Escrituras.
Este fuerte prejuicio de la iglesia contra la mujer en el liderato es muy particular cuando examinamos las
actitudes de Jesús hacia las mujeres que lo siguieron. Jesús afirmó la igualdad de la mujer en medio de
una cultura que le negaba sus derechos humanos básicos. Las llamó a ser sus discípulas aun cuando los
líderes religiosos enseñaban que era vergonzoso instruir a la mujer.
En Lucas 8:1-3 leemos que las mujeres que siguieron a Jesús eran una parte vital del equipo ministerial
que viajaba con él. Estas no se quedaban en la parte de atrás del séquito de Jesús y miraban a la
distancia mientras cocinaban la comida para los hombres. Eran discípulas de Jesús en el sentido más
completo y tenemos razones para creer que les encargó ministrar en Su nombre. Cuando Jesús envió al
Espíritu Santo sobre la Iglesia, como se relata en el libro de Hechos, muchas de estas mismas mujeres
estaban en el aposento alto y recibieron autoridad en el día de Pentecostés. Aquellos que eran discípulos
de Cristo habían sido autorizados a ir por toda la tierra como testigos, pero se les había pedido que
esperaran a que el Espíritu Santo viniera sobre ellos para darle la autoridad para cumplir esta comisión
(vea He. 1:4). Cuando el Espíritu Santo vino para cumplir esta promesa de autoridad para el ministerio,
tanto hombres como mujeres -- incluyendo a la madre de Jesús -- lo recibieron. Pedro señaló "y
profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas" (vea Jl. 2:28-32). Si Dios únicamente comisionó a los hombres
para ministrar el Evangelio, ¿por qué envió el poder de esa misión tanto sobre hombres como mujeres?
Las mujeres en el aposento alto no fueron las únicas de Jesús comisionó. En el relato de su visita a la
mujer samaritana en el pozo (vea Jn. 4:7-42), leemos que luego de revelarle su verdadera identidad y
pronunciar el perdón por su tormentoso pasado, la mujer comenzó a contarles a otros sobre él. Quizás
aquí vemos uno de los cuadros más claros en la Biblia de Cristo como alguien que sí ordena a las
mujeres.
Luego de su encuentro con el Salvador, el relato bíblico nos dice: "Y muchos de los samaritanos de
aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer" (v.39). ¿Por qué el Mesías enviaría a esta mujer
a su aldea a contarle a otros sobre su poder si se oponía al concepto de la mujer en el ministerio?
Todavía más intrigante: esta es la primera ocasión registrada en la que Cristo comisionó a alguien a
evangelizar más allá de los estrechos confines de la comunidad judía ortodoxa. Para demostrar
proféticamente que al final el Evangelio se extendería "en Samaria, y hasta lo último de la tierra" (He. 1:8),
envió ¡a una evangelista a predicar!
Debemos recordar el contexto cultural de este pasaje. En la Palestina del tiempo de Cristo, y de hecho en
todo el mundo romano, se les enseñaba a los hombres que no se debía confiar en el testimonio de una
mujer porque estas se consideraban ignorantes y fáciles de engañar. Sin embargo, ¿a quién escogió
Jesús para revelarle primero su resurrección? Y ¿a quién comisionó primero para decirles a otros que
había triunfado sobre la tumba? ¿No fueron acaso sus valientes mujeres discípulas las que estuvieron
dispuestas a identificarse con su muerte mientras que sus seguidores varones se escondían de los
perseguidores?
Debido a los prejuicios culturales, los discípulos no le creyeron a las mujeres cuando estas le dieron el
asombroso informe de la tumba abierta. Sin embargo, Jesús se le apareció a los doce y confirmó el
testimonio de las mujeres, y al hacerlo, refutó la idea de que la mujer no podía dar un testimonio confiable.
Luego de su resurrección, Jesús le dijo a María Magdalena: "Ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre
y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios" (Jn . 20:17). ¿Acaso la estaba ratificando como una testigo
del Evangelio? ¿Acaso Cristo mismo no la confirmó para ir y hablar por él? Entonces, ¿por qué le
negamos a la mujer la oportunidad de llevar el mismo mensaje?
El Evangelio le da poder
En los círculos cristianos conservadores se espera que la mujer viva contenta en el segundo plano, para
enfocarse en las tareas domésticas, debido a que este es el humilde "lugar" en la vida que Dios ordenó
para ella. Es un lugar de servicio invisible y de influencia divina pero callada en sus hijos y el hogar, o
quizás en el salón de cuna de la iglesia, la Escuela Dominical o un estudio bíblico de mujeres.
Por supuesto que se les dice que es un honor vivir a la sombra de sus esposos y de otras autoridades
masculinas, y que es una desgracia asumir un lugar de autoridad espiritual importante. Pero necesitamos
preguntar: ¿De dónde tomamos esta idea cuando no es la perspectiva de Jesucristo ni se ve en el resto
de las Escrituras?
Debemos considerar la forma en que Dios usó a las mujeres antes de tratar de sacar de contexto un
aislado pasaje y construir una doctrina que restrinja sus oportunidades ministeriales. Examinenos las
siguientes mujeres bíblicas y el nivel de autoridad que les fue dado:
* María. No cabe duda que en el antiguo Israel se consideraba una líder a la hermana de Moisés. En
Miqueas 6:4 dice: "Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de servidumbre te redimí; y
envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María". Ella representaba la autoridad de Dios para el pueblo de
la misma manera que Moisés. Por esto se le describe como profetisa en Éxodo 15:20-21.
* Débora. Entre los jueces de Israel, Débora fue la única que tuvo la respetada posición de profeta
además de Samuel. En Jueces 4:4 se le hace referencia como profetisa, y su atención a la estrategia y
propósito de Dios resultó en una impresionante victoria militar que le aseguró a Israel la paz por 40 años
(5:31). Débora ejercía como gobernadora civil y era tan respetada por su unción y perspectiva espiritual
que Barac, el comandante militar de Israel, se negó a ir sin ella a la batalla. Débora, quien también se
conoce como "madre en Israel" (5:7), presenta un intrigante problema para los líderes conservadores de
hoy día que quieren promover la visión de que la mujer no puede ejercer en posiciones de autoridad
espiritual.
* Hulda. Después de cincuenta años de paganismo y adulterio espiritual en Israel, el rey Josías asumió el
trono y redescubrió el libro de la ley que estaba escondido en el templo. Cuando lo leyeron en voz alta,
inmediatamente se arrepintió y se volvió al Señor, y mandó a buscar con el sumo sacerdote a un fiel
seguidor de Dios que pudiera hablar por él. ¿A quién se volvieron? A Hulda (vea 2 R. 22:14), una
profetisa que obviamente había permanecido fiel al Señor durante uno de los períodos más oscuros de la
historia de Israel. No sabemos mucho de ella, pero el hecho de que Hilcías, el sumo sacerdote de Israel, y
sus asociados la hayan buscado para hacer su petición al Señor evidencia que había ganado la
reputación de oír el mensaje de Dios.
* Ester. Aunque no ocupó una posición de autoridad eclesiástica, su vida prueba que Dios puede y usa a
la mujer en puestos estratégicos para adelantar sus propósitos. De hecho, él escogió a esta joven judía y
la colocó en una posición de intercesora y libertadora. Sus oraciones y valientes acciones literalmente
salvaron a su pueblo del genocidio. Pero, ¿cuántos hombres en nuestras iglesias están dispuestos a ser
como Mardoqueo, y retan a estas mujeres hablar?
* Febe. Pablo recomendó a esta mujer a la Iglesia de Roma y les pidió que "la recibieran en el Señor".
Aunque se hace referencia a ella como diakonos, la palabra griega para diácono, en algunas versiones de
la Biblia se traduce como sierva. Pero es más acertado colocarla en la categoría de diaconisa, con
hombres como Esteban y Felipe, ya que la misma palabra griega se usa para describirlos a ellos. Al Pablo
recomendar a Febe a la Iglesia romana es una forma de otorgarle autoridad apostólica, y obviamente
esperaba que los primeros cristianos siguieran sus instrucciones cuando ella llegara. Fue enviada por
Pablo para llevar a cabo planes específicos, muy posiblemente relacionados con el evangelismo y plantar
iglesias.
* Priscila. Junto a su esposo, Aquila, esta mujer fue una reconocida trabajadora de la primera iglesia.
Esta pareja ayudó a iniciar el ministerio apostólico de Apolos (vea He. 18:26). También sería seguro decir
que operaban como apóstoles, ya que Pablo se refiere a ellos en Romanos 16:3 como "mis colaboradores
en Cristo Jesús". También se nos dice que tenían una iglesia "en su casa" (vea Ro. 16:5) y que esta
valiente pareja "expuso su vida" por salvar la de Pablo (v.4).
* Las hijas de Felipe. En Hechos 21:9 se nos dice que Felipe el evangelista tenía cuatro hijas que eran
"profetisas". El término "profetisa" que se usa aquí viene de la misma raíz usada en Hechos 15:32 para
describir a dos profetas, Judas y Silas. No sabemos nada de ellas, pero podemos asumir que su
influencia era lo suficientemente importante como para ser mencionadas en el relato bíblico. Es obvio que
hablaban en público y que sus palabras tenían el mismo nivel de autoridad que las de Agabo, un profeta
descrito en el mismo pasaje. En esencia, las hijas de Felipe eran predicadoras que gozaban de un alto
respeto por sus ideas espirituales y sus abundantes dones.
* Loida y Eunice. El apóstol Pablo elogia a estas dos mujeres, la madre y abuela de Timoteo, por darle
forma al ministerio de este joven a través de su instrucción y ejemplo. Aunque es un pasaje confuso, es
uno crucial porque en la actualidad muchas iglesias usan las cartas de Pablo a Timoteo para justificar
políticas descaminadas que limitan el alcance del ministerio de la mujer. Es irónico que la gente tergiverse
las palabras de Pablo en 1 Timoteo 2:12 ("Porque no permito a la mujer enseñar...") para prohibirle a las
mujeres que le enseñen a los hombres cuando en 2 Timoteo 1:5 ¡elogia a Loida y Eunice por enseñarle
su fe!
* Junia, el apóstol. La referencia de Pablo a esta mujer en Romanos 16.7 a creado tremenda
controversia en años recientes. Como se hace referencia a ella como apóstol, los expertos en la Biblia y
los traductores han asumido que no puede ser una mujer debido a que estas no podían ejercer ese rol.
Por esta razón el nombre se traduce con frecuencia "Junias" o se considera una forma abreviada del
nombre "Junianus". Los intentos por cambiar el género de Junia no comenzaron hasta el siglo XIII, luego
de que el nombre fuera poco común entre los europeos. Cualquiera en el primer siglo hubiera reconocido
con facilidad el nombre Junia como un nombre latín común para una mujer.
Hay algunos ejemplos adicionales de mujeres que tuvieron posiciones de autoridad espiritual en la iglesia
del Nuevo Testamento. Como Jesús, el apóstol Pablo tenía en las primeras filas discípulas a las que
había comisionado a predicar y evangelizar. ¿Dónde están las mujeres que "comparten la batalla" del
ministerio apostólico de hoy? Qué trágico que la Iglesia del siglo XXI no le haya dado el poder a un
ejército completo de mujeres con la autoridad necesaria para tomar ciudades y naciones para Cristo.
El profeta Joel predijo que un día el Espíritu Santo sería derramado sobre la Iglesia, y que como resultado
"vuestros hijos e hijas profetizarán" (vea Jl. 2:28). Este pasaje indica claramente que cuando comenzara
la era neotestamentaria, tanto hombres como mujeres recibirían el poder y la comisión de llevar el
mensaje del Evangelio al mundo. El Espíritu Santo de Dios no se quedaría solamente en individuos
aislados como era el caso bajo el antiguo pacto. En la era pentecostal, todos los creyentes, sin importar
sexo, raza o nivel social, tendrían un total acceso a las gracias del Espíritu y llevarían la Palabra de Dios.
Si la predicación se limitara a los hombres, Joel no hubiera mencionado a las hijas en la profecía. En lugar
de esto hubiera dicho: "En los últimos días, derramaré de mi Espíritu y sus hijos profetizarán mientras que
sus hijas servirán calladamente en un segundo plano y oraran por los hombres."
Esto no es lo que dice la Biblia. ¡Establece con claridad que la mujer predicará! Que dirigirá. Que estará
en las líneas delanteras del ministerio. Como Débora, llevarán la iglesia al territorio enemigo y verán cómo
Dios da la victoria. Como Ester, no se quedarán calladas. Como Febe, colaborarán con los apóstoles para
establecer iglesias y llegar a regiones sin evangelizar.
Si esta es la orden clara de Joel 2:29, ¿por qué las iglesias se enorgullecen en adherirse fielmente a una
traducción literal de la Biblia que lo rechaza? No hay fundamento bíblico para la creencia popular de que
predicar y profetizar son únicamente dones masculinos. Ambos sexos tienen el llamado a ministrar en el
poder del Espíritu Santo y contristamos a ese Espíritu cuando le restringimos su completo fluir
prohibiendo a la mujer que predique la Palabra de Dios o que use sus talentos para el servicio de él.
Responderemos ante Dios por limitar el fluir de su Espíritu a través de mujeres que han sido llamadas
para hablar en Su nombre.
No hay ninguna base bíblica para la idea de que la mujer no puede levantar su voz contra el prejuicio,
retar al pecado en la iglesia o llamar a los pecadores al arrepentimiento. La Biblia no exige en ninguna
parte que cuándo la mujer predica, profetiza, dirige la adoración, ofrece seminarios, planta iglesias,
comienza centro de rehabilitación de drogas, ministra en las cárceles o predica sermones debe hacerlo
con menos pasión que el hombre. Entonces, ¿por qué tantos cristianos, aun en el siglo XXI, todavía creen
que la mujer que predica con denuedo la Palabra de Dios es "masculina" o "está fuera de orden"? En más
de una ocasión he escuchado a ministros sugerir sarcásticamente que si una mujer predica con un estilo
autoritario debe ser lesbiana, porque, según ellos, "quieren hacer el trabajo de los hombres".
Debemos entender que la Biblia no aprisiona a la mujer en el molde estereotipado de una persona inútil y
callada. Proverbios 8:1-11 declara: "Oh hombres, a vosotros clamo; dirijo mi voz a los hijos de los
hombres" (v.4). No sólo predica con autoridad, si no que hay hombres en la audiencia. Esta alegórica
mujer no está dirigiendo un estudio bíblico en su casa. Está evangelizando a los hombres en la plaza
central de una ciudad importante. Sin embargo, ¿cuántos líderes le dirían que se callara y se sentara?
¿Cuándo pararemos de sofocar al Espíritu Santo negándole a nuestras hermanas su derecho a
profetizar? Mantenerlas calladas es sacar de frecuencia la voz del Espíritu. Rechazar su liderazgo es
rechazar al Señor.
J. Lee Grady es el editor de Charisma, revista hermana de Vida Cristiana. Este artículo se obtuvo de su
nuevo libro, 10 mentiras que la Iglesia le dice a las mujeres, publicado por Casa Creación y disponible en
su librería cristiana más cercana. Para más información puede visitar www.casacreacion.com.
P. ¿No dice la Biblia que la mujer no debe asumir posiciones de liderazgo dentro de la iglesia?
R. Algunos ejemplos de mujeres que fueron colocadas por Dios en posiciones de autoridad espiritual son
Débora (vea Jueces 4), María (hermana de Moisés, vea Éxodo 15:20) y Hulda (vea 2 Reyes 22:14).
En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo menciona nueve mujeres que sirvieron como colaboradoras de
su equipo apostólico. Una de ellas, Junias, es descrita como apóstol (vea Romanos 16:7). Otra ministro
itinerante fue Priscila, quien trajo corrección doctrinal a Apolos (vea Hechos 18:4-26).
P. Pero, ¿acaso el apóstol Pablo no dijo en 1 Timoteo 2:12 que las mujeres no pueden enseñar o tener
autoridad sobre los hombres?
R. Debido a que este versículo contradice otros pasajes bíblicos que describen a la mujer ejerciendo
autoridad espiritual, debemos profundizar para descubrir el contexto del mismo. En este versículo Pablo
dice que él quiere que las mujeres permanezcan en silencio.
Pero en otras epístolas él apoya la idea de la mujer orando y profetizando públicamente (vea 1 Corintios
11:5). Obviamente su restricción en 1 Timoteo 2:12 no aplica a todas las mujeres en todas las situaciones.
Muchos eruditos de la Biblia creen que cuando Pablo escribió estas palabras estaba lidiando con un
problema de herejía seria dentro de la Iglesia de Éfeso. Algunas maestras estaban esparciendo fábulas
gnósticas peligrosas, y en ocasiones estaban sugiriendo que las mujeres eran superiores a los hombres o
que Eva había sido creada antes que Adán. Pablo le ordenó a Timoteo que no permitiera que esas
mujeres continuaran esparciendo sus falsas doctrinas. Sin embargo, sabemos que Pablo estaba más que
dispuesto en permitir que mujeres adiestradas y creyentes de la Biblia pudieran enseñar -- después de
todo él fue el que felicitó la labor de mujeres ministros como Febe, Junias, Priscila, Trifena, Trifosa y
Pérsida.
P. ¿Por qué Jesúscristo no escogió a ninguna mujer para que fuera Su discípula?
R. Jesucristo sí tuvo mujeres discípulas. Él alentó a María a que se sentara a sus pies y aprendiera sus
enseñanzas (vea Lucas 10:38-42) aunque los rabinos judíos nunca permitían que las mujeres aprendieran
el Torá. La mujeres que seguían a Cristo también lo apoyaban económicamente (vea Lucas 8:1-3), y
fueron las primeras en presenciar Su resurrección -- aunque las mujeres no se consideraban testigos
creíbles en las cortes del Israel de esa época. También habían mujeres discípulas en el aposento alto
cuando el Espíritu Santo cayó con poder sobre la Iglesia en el día de Pentecostés.
¿Por qué seleccionó Jesucristo a 12 hombres para que fueran sus representantes visibles? Algunos
eruditos de la Biblia abogan que Él hizo eso para establecer un ejemplo simbólico para los judíos. Los 12
hombres simbolizaban las 12 tribus de Israel, y eso era una señal profética de que Cristo había venido
para establecer un Israel "nuevo", a través de su nuevo pacto.
P. ¿Por qué dijo Pablo que deberían permanecer en silencio dentro de la iglesia?
R. Las fuertes palabras de Pablo en 1 Corintios 14:34 constituyen un versículo curioso, uno que ha dejado
perplejos a los eruditos de la Biblia porque parece contradecir lo que anteriormente dijo en ese mismo
capítulo -- en el cual alentaba a todos los creyentes a que profetizaran.
Algunos teólogos creen que el apóstol está trayendo orden porque las mujeres estaban interrumpiendo el
servicio con discusiones argumentativas. Otros creen que los versículos 34 y 35 son citas tomadas de una
carta que los líderes de la Iglesia en Corinto le escribieron a Pablo, la cual Pablo contesta en el versículo
36 indagando si los líderes acaso piensan que la Palabra de Dios se originó con ellos.
Sea como sea que interpretemos los detalles de este pasaje bíblico, no podemos usarlo para crear una
regla general que restringe a la mujer y le prohíbe predicar, orar, enseñar o profetizar (vea Joel 2:28).
P. Pero, ¿no dijo Pablo que las mujeres no podían enseñar porque eran más fácilmente engañadas?
R. Pablo menciona como Eva fue engañada cuando le dice a Timoteo que no le permitirá a las mujeres
usurpar la autoridad de los hombres (vea 1 Timoteo 2:14). Pero esto fue dicho en el contexto de la
situación de la Iglesia de Éfeso -- donde mujeres ignorantes estaban esparciendo herejías al proclamar
que habían recibido revelaciones especiales.
Si Pablo pensaba que todas las mujeres eran engañadoras por naturaleza entonces no hubiera
comisionado a Priscila, Junias y otras mujeres a que lideraran iglesias y compartieran responsabilidades
apostólicas. Su comentario sobre Eva era una advertencia sobre los peligros de permitir que personas
ignorantes y sin entrenamiento comenzaran a esparcir doctrinas erróneas.
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¡Hay obras, hay sueños, hay planes en el corazón de nuestro Padre, que quieren
manifestarse a tu vida!
“Dios siempre muestra su mano de poder. Israel vivía bajo mucho pecado y mucha opresión
de parte del enemigo, y el pueblo de Dios comenzó a clamar por una esperanza, por
salvación. Y fue en esa circunstancia que Dios levanto a Débora para gobernar.
Una mujer inteligente, trabajadora y sagaz. Ella conocía el corazón de Dios y todo el tiempo,
antes de ser levantada, se preparo. Dios te esta preparando en este día nuevo. Dios, en esta
conferencia te esta hablando y te esta preparando para todo lo que va a acontecer. No es un
día para estar deprimidos, no es un día para estar distraídos, es un día de atención.
La palabra de Dios dice, que hay obras preparadas por Él, para que nosotros caminemos en
ellas. Jesús te escogió desde el vientre de tu madre, tuvo tu nombre en memoria. El Señor te
conoce por nombre, y te ha llamado para un destino, para un plan que Dios tiene con tu
vida.
Ahora, tenemos que prestar atención, porque siempre que El Señor tiene un plan, el diablo
trata de matar ese destino y abortar ese objetivo, pero nadie ni nada podrá detener el sueño
de Dios para ti. Aunque el infierno entero se levante, no podrá detener lo que Él ya declaro
en los cielos.
Dios me habló en su palabra: -“Betty, yo te escogí desde el vientre de tu madre, para que
seas mi sierva”. ¡Eso es lo que te dice el Señor a ti hoy!
En Isaías 49, el Señor te dice:
“... Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en
memoria. 2Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me
puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; 3y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel,
porque en ti me gloriaré”.
¡Hay obras, hay sueños, hay planes en el corazón de nuestro Padre, que quieren
manifestarse a tu vida! Están escritas para ti con tu nombre. El Señor ya lo ha declarado en
los cielos; nosotros solamente tenemos que creerlo y confiar. Tenemos que tomar todo lo
que El Señor tiene para nosotros. Dios tiene sueños que nunca imaginaste vivir; que no
están siquiera dentro de tus planes, pero si están en los planes de Él.
Tenemos que empezar a ver las cosas que no son como si fueran. Dejar de lamentarnos, y
de decir: “aquí no se puede”. Cuando todos son pesimistas, y dicen: “Francia es dura, y
nadie quiere aceptar a Jesús”. Cuando todas las circunstancias nos dicen que no; nosotros
nos levantamos a decir: ¡Si! ¡Si, se puede!
El Señor te esta llamando al frente de la batalla! El ejercito está siendo levantado por el
Señor: hombres, mujeres, jóvenes, niños. Jesús los está llamando al frente de la batalla.
Dios te está levantando, para que puedas desenvainar la espada, que es Su palabra, y
comiences a proclamar lo que Él declara en los cielos, en el territorio donde te ha puesto.
¡Hay algo nuevo que va a ocurrir, algo nuevo que su Santo Espíritu está derramando!
El Señor traerá un equipamiento espiritual a tu vida, pero la unción tiene propósito. El Señor
envió su Espíritu, para que los discípulos sean levantados en fuego y en avivamiento. Y
cuando Pedro caminaba, aun su sombra sanaba a los enfermos. Cada vez que estos hombres
y estas mujeres abrían sus bocas, el poder de Dios se manifestaba. “Y he aquí vienen días”,
dice el Señor, “cuando yo derramare de mi Espíritu, lo derramare sobres mis hijos y sobre
mis hijas, sobre mis siervos y sobre mis siervas”. Cuando esa unción viene a tu vida, todas
las cosas cambian.
Eres tú la respuesta, es tu vida el instrumento preparado por Dios para este tiempo. El Señor
te llama por nombre como respuesta para tu nación, para tu familia.
Este el mensaje que traje en esta tarde. Dios nos quiere llevar a un tiempo de fruto
espiritual, no importa lo que hayas sido hasta hoy. El Señor te dice que vas a entrar a un
tiempo de fructificación. ¡El gran despertar va a venir!”.
Es por esto que se ha levantado un grupo de mujeres valientes y esforzadas que están
preparadas para la conquista.
Al igual que Débora están dispuestas a trabajar, a quitar toda limitación de sus vidas para
enfrentar grandes retos teniendo una visión clara, porque cuando somos direccionados por
DIOS él nos pasa por procesos para luego entregarnos la tierra prometida y que a su vez
nosotros podamos administrar esa bendición que DIOS nos da.
Sabemos que si disponemos nuestro corazón para DIOS, cada día estaremos alcanzando
niveles espirituales más altos y a la vez podremos transferir esa unción, impactar otros lugares
con la presencia de DIOS y su palabra y ensanchar su obra cada día.
JOSUE 1:9
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque JEHOVA tu
DIOS estará contigo en dondequiera que vayas.
Te motivamos a que cada día anheles buscar más de la presencia de Dios y te sorprenderás con
las bendiciones que Dios tiene preparadas para tu vida y tu familia.
Dispón tu corazón para el señor porque en este tiempo se necesitan mujeres sabias y valientes
que estén dispuestas para servir en la obra de Dios.
Consejos finales.
Éxodo 23:25: “Mas a Jehová nuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo
quitaré toda enfermedad de en medio de ti”;
Hebreos 12:28: Así que, tomando el reino inmóvil, retengamos la gracia por la cual sirvamos
a Dios agradándole con temor y reverencia.
2. ¿Puedo decir: Salmo 40:8: “El hacer tu voluntad, Dios mío, hame agradado”?
“¿Qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus
caminos, y que ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma?
Deuteronomio 10:12.
Siervas
La cultura predominante hoy en occidente ha revertido la histórica postergación de la mujer en
el círculo familiar y social. A ello se han sumado las ideologías feministas, que han intentado
reivindicar para la mujer los mismos derechos del hombre.
La mujer ejecutiva, audaz, liberal, parece ser el prototipo de la mujer del siglo XXI. Muchas
mujeres cristianas -sinceras cristianas-, gracias a su educación y sus talentos, también se
inscriben en este nuevo orden. Ellas son inteligentes. Ellas aman al Señor, pero también aman
su profesión, y sienten que ambas cosas no son incompatibles.
Sin embargo, sean profesionales exitosas o no, la mujer de Dios tiene un llamamiento que va
más allá de las ideologías de moda o de un nuevo orden social. Ellas pueden, sin duda, tener
que cumplir un determinado papel en sus importantes trabajos, en sus altos cargos como
profesionales; sin embargo, para Dios, en sus hogares, y en medio de la iglesia, ellas son
llamadas a ser siervas.
Cuando observamos las mujeres del Antiguo Testamento, qué nobleza de espíritu, qué
humildad trasuntan su conducta y sus palabras.
Aquella Ana que llora las humillaciones de su rival, que se postra delante de Dios pidiéndole
que no se olvide de su sierva y que le dé un hijo; la misma que responde a Elí con suaves
palabra diciendo que no tome a su sierva por una mujer impía, es la típica mujer de Dios del
Antiguo Testamento.
También lo es aquella Abigail, esposa de Nabal (el insensato), que acude al encuentro de
David para detener la justa ira del guerrero, al que disuade con prudentes palabras. Seis veces
se refiere a sí misma como "tu sierva", y trece veces a David como "señor mío" o "mi señor".
No era la suya, como pudiera pensarse, la actitud rastrera de quien quiere obtener algún
beneficio personal, sino la reverencia de la mujer de Dios que sabe con quién está hablando:
"Pues Jehová de cierto hará casa estable a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas de
Jehová, y mal no se ha hallado en ti en tus días." (1S. 25:28).
Más adelante, luego que el Señor quitó la vida a Nabal, ella recibe al mensajero de David con
estas sabias palabras: "He aquí tu sierva, que será una sierva para lavar los pies de los siervos
de mi señor." (1 Sam.25:41). Abigail había servido por años a Nabal, su anterior y necio
marido. Ahora, ella se apresta para servir a los siervos de su nuevo amo: David. Abigail habrá
de ser reina (la prudencia convertida en reina), pero ella será, ante todo, una sierva.
Nabal es el antiguo amo que las mujeres de Dios tuvieron en el mundo. Nabal representa a
Satanás, el insensato. Ahora, ellas se postran ante su David, que es el Señor Jesucristo, y le
dicen: "He aquí tu sierva, que será una sierva para lavar los pies de los siervos de mi señor."
Servir a los siervos del Señor es servirle a Él. (Hebreos 6:10).
Otra sierva de Dios del Antiguo Testamento es aquella sunamita, la hospedadora del profeta
Eliseo. Ella tiene ojos ungidos para ver qué clase de hombre es el que pasaba por las afueras
de su casa. Ello lo invita a comer y después le prepara un cuarto para hospedarlo. Ella se
siente honrada de tenerlo en casa: él es un varón de Dios. Cuando el profeta, buscando
bendecirla, le anuncia a su anfitriona estéril que el año que viene, por ese mismo tiempo,
abrazará un hijo, ella contesta: "No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva." (2
Reyes 4:16).
La noticia es demasiado hermosa, y teme que sea sólo una ilusión. Sus ojos se han cansado
de esperar por el hijo soñado.
Pero lo recibe. Y cuando ya ha crecido y es un niño que puede acompañar a su padre a las
labores del campo, enferma y muere.
Entonces, ella acude donde Eliseo, y se postra a sus pies. Por largos momentos no hubo
palabras; sólo sollozos. El profeta espera. Finalmente, ella le dice: "¿Pedí yo hijo a mi señor?
¿No dije yo que no te burlases de mí?" (4:28).
Entonces, la mujer sunamita recibe a su hijo en resurrección. Ella es una mujer de Dios, es la
sierva de un siervo de Dios.
"Hijo de tu sierva"
Hay una asombrosa frase en el Salmo 86:16: "Mírame, y ten misericordia de mí; da tu poder a
tu siervo, y guarda al hijo de tu sierva."
El que habla es David, el dulce cantor de Israel, el príncipe de Dios. El ora a Dios pidiendo su
misericordia. Entonces, sorpresivamente, incluye en su oración esta frase: "y guarda al hijo de
tu sierva."
Todos sabemos que el padre de David es Isaí, de la tribu de Judá. Sabemos el nombre de sus
hermanos: Eliab, Abinadab, Simea, Natanael, Radai, Ozem, y de sus hermanas: Sarvia y
Abigail (1 Crón.2:13-15). Pero nada sabemos de su madre. Ni siquiera su nombre.
Sin embargo, aquí en este salmo, cuando David apega su corazón a Dios en busca de socorro,
menciona a su madre, y se refiere a ella como "tu sierva". Él mismo se identifica a sí mismo
como "el hijo de tu sierva". En ese momento de angustia, no se acuerda de su noble progenitor,
Isaí, ni de su abuelo Obed, ni de su más noble bisabuelo, Booz. Se acuerda de su madre,
sierva de Dios. Aunque el nombre de ella es desconocido para nosotros, y su figura no tiene
mayor relieve en las Escrituras, no era así para Dios. Él conoce a los que son suyos, y la vida
de esta mujer debió de ser tan ejemplar, como para que David se atreviere a nombrarla delante
de Dios en ese momento de aflicción.
Muchas de las mujeres de Dios son hijas, esposas y madres; pero ¿Han reparado en que son
sobre todo siervas de Dios?
Muchas se esmeran para cumplir muy bien esos importantes roles familiares, y aún también
otros en el ámbito social. Para ello se preparan y se capacitan. Pero ¿qué de su rol como
siervas? ¿Le están dedicando siquiera algunos minutos a la semana?
Tal vez muchas de nuestras lectoras sean hijas de siervas, hermanas de siervas, esposas de
siervos, pero no sean siervas ellas mismas.
Capacitación
La profecía de Joel respecto del derramamiento del Espíritu Santo dice: "Y después de esto
derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros
ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y
sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días." (Joel 2:28-29).
Es interesante notar que tanto en la profecía de Joel, como en la cita que hace Pedro están
presentes no sólo "vuestros hijos", sino también "vuestras hijas", las cuales han de profetizar;
no sólo aparecen "mis siervos", sino también "mis siervas" como receptoras del Espíritu Santo.
Dios no hace diferencia a la hora de derramar sus dones. Ni diferencia de raza ni de sexo. Aquí
tenemos, pues, la capacitación de las siervas de Dios.
Aunque su papel es de menor responsabilidad que el de los varones, no es menos útil. Las
siervas de Dios, llenas del Espíritu Santo, pueden y deben prestar un importante servicio en
medio del pueblo de Dios. Ellas también han sido capacitadas por el Espíritu de Dios para
servir.
En 1ª Timoteo 5:10 tenemos una lista de acciones de servicio que Dios espera de una sierva:
"Que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha
lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra."
Pablo hizo esta lista pensando en los requisitos que debían reunir las mujeres viudas a las que
la iglesia debería sostener. Esta lista es, por lo tanto, una lista de méritos.
¿Cuáles son esas acciones meritorias que han de reunir no sólo las mujeres que aspiran a
recibir un beneficio en esta vida, sino un premio más allá?
Dos veces se mencionan las buenas obras. La primera vez se refiere al testimonio, y la
segunda a la práctica. Las práctica de las buenas obras generará inevitablemente un testimonio
en tal sentido. Así como las malas obras no pueden quedar encubiertas, tampoco las buenas
obras. Una sierva de Dios será conocida por sus buenas obras.
La crianza de hijos
Referente a las viudas, un requisito importante era que hubiera criado hijos. Para una mujer
casada es un asunto importante, y para Dios también. Un poco antes, el apóstol había dicho:
"Pero (la mujer) se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con
modestia" (1 Timoteo 2:15), lo cual da cuenta de su importancia. Pero, ¿qué de las mujeres
solteras, sin hijos?
Ellas, como siervas útiles, aunque no sean madres biológicas, deberían engendrar hijos
espirituales, y criarlos. Una creyente soltera puede, con mayor libertad, servir a Dios, y llevar
fruto para Dios. "La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo
como en espíritu ..." (1ª Cor.7:34).
La práctica de la hospitalidad
"Si ha practicado la hospitalidad ..." La hospitalidad es una gracia conferida especialmente a las
hermanas, porque ellas son las 'dueñas de casa'. Ellas adornan su hogar con su gentileza, con
su delicada atención al huésped cansado. En los tiempos bíblicos, era costumbre que la
primera muestra de hospitalidad fuese el lavamiento de los pies. Para un caminante cansado y
empolvado por los caminos, era una verdadera delicia ser atendido de esta manera. Hoy, que
no tenemos esta necesidad, tenemos otras, tal vez mucho más grandes: La necesidad de
afecto, y de un rincón acogedor donde descansar por una noche.
Las casas de hoy son estrechas; las familias se adaptan muy bien a sus casas (o las casas a
las familias), y no suele haber un ambiente para huéspedes. Sin embargo, aunque esto
incomode, y haya que hacer dormir a algún hijo en el suelo sobre una alfombra o sobre una
colchoneta, es necesario volver a la práctica de la hospitalidad, "porque por ella algunos, sin
saberlo, hospedaron ángeles" (Heb.13:1).
El lavamiento de pies
"Si ha lavado los pies de los santos ..." Sabemos que el lavamiento de los pies tiene también un
significado espiritual. Es el frescor que se nos comunica a nuestro espíritu cuando somos
tocados por algún siervo o sierva que ha estado en la presencia de Dios. Es el frescor del cielo,
no a nuestros pies, sino a nuestro ser entero, como un hálito de vida que nos revitaliza, en el
apretón de manos, en el abrazo, en la mirada, y aun en el saludo por la calle. El lavamiento de
los pies se produce también por la vitalidad espiritual que viene de la oración que las siervas
hacen a favor de los siervos, para que ellos reciban fuerzas y aliento en el fragor de la batalla.
¿Cómo no será importante que las siervas de Dios cumplan su ministerio?
En nuestra sociedad consumista y materialista, van quedando a la vera del camino los
desahuciados por el sistema de libre mercado. Muchos de ellos no pudieron competir, dadas
las despiadadas reglas del juego. Fracasaron ellos, y sus hijos están sufriendo las
consecuencias. Algunos de ellos están también en el seno de la iglesia. Muchos hijos de Dios
sufren de depresiones y de falta de afecto. Muchas de estas afecciones se podrían sanar con
sólo poner un poco de bálsamo sobre el alma afligida.
La mujer tiene una sensibilidad natural mayor que la del varón. En las manos de Dios, esa
sensibilidad puede rendir hermosos frutos a favor de los santos, en la atención de los heridos
por esta vida, de los enfermos, en la de los que sufren, en la atención de los niños desvalidos.
¡Es incontable la gama de acciones que una sierva puede emprender para socorrer a los
afligidos!
Hay otro importante servicio que una sierva de Dios puede prestar. En Lucas capítulo 8 se
menciona a varias mujeres: María Magdalena, Juana, y Susana; y se agrega: "y otras muchas
que le servían de sus bienes." (v.3). En la comitiva del Señor iban los doce apóstoles, y un
grupo importante de otros seguidores. Con ellos iban también numerosas mujeres que le
servían; unas, tal vez, en la preparación de los alimentos; otras, con sus bienes, para atender a
sus necesidades.
No fue un privilegio menor el concedido a estas mujeres al poder servir así al Señor. Aunque
era dueño de todo, Él no tenía dónde recostar su cabeza. En su pobreza, Él se dejó atender
por mujeres, siervas de Dios. Esos bienes puestos a Su servicio tuvieron, sin duda, el mayor
rédito. Fue la mejor inversión que esas mujeres hicieron en sus vidas.
Hoy en día, las mujeres de Dios que trabajan tienen a su disposición tanto o más dinero que el
necesario para sustentar una familia. Muchas de ellas no participan de la carga de sostener su
casa porque sus maridos tienen lo suficiente para hacerlo.
¿Qué inversiones realizan ellas? Tal vez, una buena parte del dinero se derroche en
nimiedades, o se malgaste en vanidades: en ese vestido que se usó una sola vez, o en esos
zapatos que yacen casi olvidados en el desván, y que pocas veces se usaron. Pequeños o
grandes caprichos que se alimentaron con la última moda, mientras la obra de Dios está
detenida, o se hace a duras penas. ¡Cuánta mala inversión suele hacerse en las cosas de la
tierra! ¡Cuán poca inversión se hace, en cambio, en el Banco del cielo, donde ni la polilla ni el
orín corrompen!
¡El peligro de las cristianas en este aspecto es mayor que el de los varones! ¡Amadas siervas
de Dios: atended a estas palabras de advertencia!
Criando siervos
Las mujeres del mundo crían hijos e hijas; las siervas de Dios crían siervos y siervas de Dios.
Criar hijos lo hace todo el mundo; criar siervos lo pueden hacer sólo las siervas de Dios.
Las mujeres del mundo crían profesionales de la más variada índole, y con las mayores
pretensiones pecuniarias posibles; las siervas de Dios crían hijos e hijas para que sirvan a
Dios.
Así, mañana podrá haber nuevos Davides que digan a Dios: "Tu siervo, hijo de tu sierva." Y esa
sierva será usted, amada hermana, sierva de Dios. Su nombre contará delante de Dios, porque
su herencia de fe habrá sido traspasada a su hijo y a su hija.
Pablo podía decir a Timoteo: "Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras" (2
Tim.3:15). ¿Quién hizo posible que Pablo pudiera decir esas palabras? Una sierva, conocida
por Dios, llamada Eunice, y conocida por nosotros como la madre de Timoteo.
***
María: Madre de Jesús una mujer bendita, sabia, prudente, obediente, sumisa, vemos como
Dios la usó para restaurar, sanar, libertar, todos los pueblos y todas las generaciones venideras
Lucas 1: 47-48 “Mi espíritu se regocija en Dios mi salvador. Porque ha mirado la bajeza de su
sierva; Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las naciones”.
“Una Mujer” como cada una de nosotras, que conoció a Dios a través de su obediencia,
escogida y santificada por Dios, para cumplir un propósito Divino; engendrar en su vientre al
Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo y a través de Él, traer la salvación a toda la humanidad.
Débora: Una mujer que llegó a tener un lugar prominente, una mujer que tomó la iniciativa de
enfrentarse al enemigo, Dios la bendijo por su osadía y todo el pueblo reconoció que la mano
de Dios estaba sobre ella Jueces 5:7 “Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían
decaído; Hasta que yo Débora me levanté, me levanté como madre de Israel”, “una
gobernadora” del pueblo de Dios, una mujer valiente, intrépida, osada, una mujer de acción,
de coraje, que estuvo al frente del ejército y sacó al pueblo en Victoria.
Hemos visto algunos ejemplos de mujeres que cumplieron un propósito Divino de Dios,
mujeres que dieron todo y no escatimaron el sufrimiento, el dolor, el sacrificio para cumplir el
propósito que Dios les demandó.
Vemos en estas enseñanzas dos clases de mujeres, nosotras somos de las mujeres que hemos
sido creadas con un propósito de Dios, siervas que tenemos una vida semejante a mujeres
usadas para la gloria de Dios que marcaron un hito en la historia de la humanidad.
Las siervas que logremos poseer estas actitudes, pensamientos, valentía, obediencia y
sabiduría, sin duda vamos a cumplir el propósito que Dios nos ha asignado desde el principio
de la creación para llevarlo a cabo; Hechos 22:14-15 “El Dios de tus padres te ha escogido para
que conozcas su voluntad, y veas al justo, y oigas la voz de sus boca. Porque serás testigo suyo
a todos los hombres, de lo que has visto y oído”
Todo lo que tocaren nuestras manos será bendecido y prosperado, toda la tierra que pisare
nuestros pies la poseeremos, en nuestra tierra no abra esterilidad, la tierra será fértil y nuestra
descendencia poseerán las naciones.
Dios nos llamó y nos creó con el solo propósito de ser de bendición, Hechos 1:8 “Y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” Dios quiere que
edifiquemos, que construyamos, que hagamos prosperar, todo lo que Él a puesto en nuestras
manos, que no perdamos nada de lo que nos ha entregado.
Dios quiere mujeres en acción, con pasión, ardientes en el Espíritu, que cumplamos el llamado
de Dios y obedezcamos a su palabra, que seamos mujeres ejemplares en el reino de Dios,
mujeres valientes que no temamos al por venir, que estemos revestidas de la gloria de Dios,
que conozcamos el propósito de Dios en nuestras vidas y lo cumplamos sin hacer oídos sordos
al llamado Divino.
Dios no quiere mujeres frías, ni tibias Apocalipsis 3:16 “Por cuanto eres tibia y no fría ni
caliente te vomitaré de mi boca dice el Señor” no quiere enfermas, débiles espirituales,
lisiadas, ni jubiladas en su pueblo, quiere que dejemos de ser espectadoras para ser
protagonistas, mujeres de Dios que dejemos huellas para nuestras generaciones, no solo es
conocer el camino, debemos transitarlo, como transitarlo dependerá de cada una de nosotras.
Amadas, Dios nos quiere despertar a una vida nueva espiritual, que nunca antes hemos vivido
y desde este día con nuestros ojos espirituales abiertos, veremos la gloria de Dios, derramada
en cada una de nosotras, fortalecidas con el poder del Espíritu Santo, teniendo claro el
llamado de Dios y dispuesto nuestro corazón para que Dios cumpla.
Isaías 61:1-3 “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a
publicar libertad a los cautivos y a los presos apertura de la cárcel, a proclamar el año de la
buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro, a consolar a los enlutados, a
ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de cenizas, óleo de gozo en lugar de
luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado, y serán llamados árboles de justicia,
plantío de Jehová para gloria suya”.
Dios quiere llenar nuestras vidas del poder de su Espíritu, de su presencia, llenarnos de su
Unción Santa, darnos conocimiento de su voluntad. Podemos decir que este es el tiempo “El
Kairos de Dios”, el tiempo exacto, preciso para que el propósito de Dios se cumpla en nuestras
vidas.
Siervas de Dios, creamos en nuestro corazón que: “Este es el tiempo de Dios y Él cumplirá su
propósito en cada una de nosotras”.
Muchas veces hemos pensado, como Dios me puede usar, pensamos que hay otras siervas
mejores que nosotras que Él puede usar, escuchamos las palabras negativas que el diablo nos
susurraba a nuestros oídos vos no estás preparada, vos no podes, no estás capacitada, no vales
nada, mentiras del diablo que lo único que hacía era retrasar el llamado al ministerio que Dios
nos tiene preparado.
Amada Él nos escogió desde antes de la fundación del mundo y desde el vientre de nuestra
madre nos santificó para darnos a luz a las naciones; Dios nos levanta a una nueva dimensión
espiritual, hecha su manto de unción y hace reposar Su Espíritu y Su Poder en nosotras, para
cumplir el propósito Divino para el cual Dios nos ha creado.
Pregunta: "¿Cómo distribuye Dios los dones espirituales? ¿Me dará Dios el don espiritual
que le pida?"
Respuesta: Romanos 12:3-8 y 1 Corintios 12, hacen muy claro que a cada cristiano le son
otorgados dones espirituales de acuerdo a la elección del Señor. Los dones espirituales son
impartidos con el propósito de edificar al cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:7; 14:12). No se
menciona específicamente el momento exacto en que estos dones son asignados. La
mayoría asume que los dones espirituales son recibidos en el momento del nacimiento
espiritual (el momento de la salvación). Sin embargo, hay algunos versos que pueden
indicar, que a veces Dios también otorga los dones espirituales posteriormente. 1 Timoteo
4:14 y 2 Timoteo 1:6 se refieren ambos a un “don” que había recibido Timoteo al
momento de su ordenación “mediante profecía.” Esto parece indicar que durante la
ordenación de Timoteo, uno de los ancianos habló, bajo la influencia de Dios, de un don
espiritual que Timoteo recibiría como un instrumento para su futuro ministerio.
También se nos dice en 1 Corintios 12:28-31 y en 1 Corintios 14:12-14 que es Dios (no
nosotros) quien elige esos dones. Estos pasajes también indican que no todos tendrán un
don en particular. Pablo les dice a los creyentes corintios, que si ellos van a codiciar o
anhelar los dones espirituales, deben dejar de lado su fascinación por los dones
“espectaculares” o “llamativos” y en su lugar procurar los dones más edificantes, tales
como el de profecía (hablar la Palabra de Dios para la edificación de otros). Ahora, ¿por
qué Pablo les habría de decir que se esforzaran por desear los dones “mejores,” si ya se les
había dado todo lo que recibirían, y no habría más oportunidad para ganar estos dones
“mejores”? Uno puede deducir, que así como Salomón pidió sabiduría a Dios para poder
gobernar sobre Su pueblo, así Dios nos otorgará aquellos dones que necesitemos para ser
de beneficio a Su iglesia.
Habiendo dicho esto, aún queda claro que estos dones son distribuidos de acuerdo a la
elección de Dios, no la nuestra. Si cada corintio deseara grandemente un don en particular,
como el de profecía, Dios no les daría a todos ese don simplemente porque lo anhelaran
fervientemente. ¿Por qué? Porque ¿dónde estarían aquellos que son necesarios para
servir en todas las otras funciones del cuerpo de Cristo?
Hay una cosa que es totalmente clara: el mandato de Dios es la capacitación de Dios. Si
Dios nos ordena hacer algo (cosas como testificar, amar a los no amados, discipular a las
naciones, etc.,) Él nos equipará para hacerlo. Algunos pueden no estar tan “dotados” para
evangelizar como otros, pero Dios ordena a todos los cristianos que testifiquen y
discipulen (Mateo 28:18-20; Hechos 1:8). Todos estamos llamados a evangelizar, ya sea
que tengamos o no el don espiritual de evangelismo. Un determinado cristiano que se
esfuerza por aprender la Palabra y desarrollar sus habilidades de enseñanza, será un mejor
maestro que uno que pueda tener el don espiritual de enseñanza, pero que lo haya
descuidado.
En resumen, ¿los dones espirituales son otorgados cuando recibimos a Cristo, o son
cultivados a través de nuestro caminar con Dios? La respuesta es ambas cosas.
Normalmente, los dones espirituales nos son dados al momento de la salvación, pero
también necesitan ser cultivados a través del crecimiento espiritual. ¿Puede un deseo de
tu corazón aspirar y desarrollarse como un don espiritual? ¿Puedes buscar ciertos dones
espirituales? 1 Corintios 12:31 parece indicar que esto es posible - “Procurad, pues, los
dones mejores...“ Puedes pedir a Dios un don espiritual y anhelarlo fervorosamente,
esforzándote para desarrollar esa área. Al mismo tiempo, si no es la voluntad de Dios, no
recibirás ese determinado don espiritual, sin importar cuán celosamente lo busques.
Definitivamente Dios es sabio, y Él sabe con cuáles dones serás más productivo para Su
reino.
No importa cuánto hayamos sido dotados con uno u otro don, todos somos llamados a
desarrollar el número de áreas mencionadas en la lista de los dones espirituales,.... a ser
hospitalarios, a mostrar actos de misericordia, a servir unos a otros, a evangelizar, etc.
Mientras busquemos servirle por amor, con el propósito de edificar a otros para Su gloria,
Él traerá gloria a Su nombre, crecerá Su iglesia, y nos recompensará (1 Corintios 3:5-8;
12:31 – 14:1). Dios promete que mientras nos deleitemos en Él, Él nos concederá las
peticiones de nuestro corazón (Salmo 37:4-5). Esto seguramente incluye el prepararnos
para servirle, de una manera que nos brinde propósito y satisfacción.
Dios te capacita para su propósito; a Él no le importa lo que tú eres; Tu eres importante para
Dios; No importa por lo que estés pasando Dios siempre ha estado contigo y nunca te ha
abandonado, todos te pueden fallar pero Él es fiel, presta oído a la voz de Dios y no esperes la
última consecuencia porque Dios es un Dios de amor pero también es fuego consumidor.
Dios quiere perdonarte, recuerda que a los que el vienen él no le hecha fuera, El solo está
esperando que tú le abras las puertas de tu corazón, para restaurarte y levantarte, Él quiere
tener una relación contigo, nada se mueve en este mundo sin que él lo permita y si Él lo
permite es por algo, todo obra para bien no te quejes de las cosas que te pasen por mas malas
que sean tu no sabe si eso te está librando de la muerte, Él tiene grandes propósitos contigo, El
solo espera tu respuesta para cumplir su propósito.
El murió por ti en la cruz por amor, para salvarte, Él te ha librado de muchas cosas porque te
ama, cuando El entra a tu corazón toda tu vida cambia, tu vida coge un nuevo rumbo, un nuevo
sentido, Dios es el mismo, ayer, hoy y por los siglos de los siglos.
Acéptalo en tu corazón, ábrele las puertas, deja que el habite en tu vida, pídele perdón por las
veces que le has fallado, El vino a buscar a los enfermos no a los sanos porque no necesitan
nada, más los enfermos necesitan el medicamento y el tratamiento, dile que tú quieres
relacionarte con El.