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¿Jesús ya volvió?

La misión de Luisa Piccarreta


en la Iglesia y en la Historia

Según los escritos de Luisa Piccarreta


Raúl Avalos Ríos
¿Jesús ya volvió?
La misión de Luisa Piccarreta en la Iglesia y en la Historia

© Raúl Avalos Ríos 2020

2
Dedicatoria: a Jesús y a su segunda Madre1: Luisa

1
Ver volumen 15, Julio 11, 1923; entre otros.

3
Sumario
Advertencia .............................................................................................................................. 5
Capítulo 1: Lo que enseña la Historia ...................................................................................... 8
Algunos aspectos que impiden ver la realidad con claridad ........................................... ...12
La pequeñez y la simplicidad ........................................................................................ 14
Capítulo 2: Las distintas visiones o actitudes que se tuvieron de Jesús en su nacimiento .... 20
Capítulo 3: La simplicidad en las obras de Dios .................................................................... 30
Capítulo 4: Las diferentes respuestas al Jesús público ............................................................ 36
El caso de los primeros discípulos .................................................................................... 36
El caso sobre el origen de Jesús ....................................................................................... 39
El caso de los discípulos de Emaús .................................................................................. 40
La clase religiosa ............................................................................................................... 42
El acontecimiento del ciego de nacimiento.................................................................... 43
Capítulo 5: Las novedades del Señor .................................................................................... 47
Capítulo 6: La siguiente venida de Jesús .............................................................................. 57
Estar alertas ...................................................................................................................... 57
Rey y Reino ....................................................................................................................... 59
Al modo de María Santísima ............................................................................................. 66
Jesús lo afirma claramente ................................................................................................ 74
La guía de la Iglesia .......................................................................................................... 77
Las revelaciones privadas sobre el Reino ......................................................................... 86
Capítulo 7: La misión de Luisa Piccarreta en la Iglesia y en la Historia ................................. 95
Con Luisa se empieza una nueva etapa en la Historia ...................................................... 99
El Reino no viene espectacularmente (ostensiblemente) ................................................ 104
La construcción del Reino ............................................................................................... 109
La pequeña secretaria del Querer Divino ........................................................................ 114
Santidad Divina ............................................................................................................... 116
Luisa: segunda Madre ..................................................................................................... 117
La historia se repite ......................................................................................................... 118
El “misterio de iniquidad” ............................................................................................. 120
De nuevo el intento de silenciar a la Verdad ............................................................... 123
Purificación y Victoria .................................................................................................. 129
Capítulo 8: La venida gloriosa del Rey ................................................................................ 132

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Advertencia
1. Esta obra requiere familiaridad con los escritos de Luisa Piccarreta
(concretamente los volúmenes de Libro de Cielo) que nos hablan del Reino de
la Divina Voluntad y cómo vivir en Él. Si alguien no está familiarizado con la
obra, le sugerimos que lo haga.
2. El título que Jesús da a los volúmenes o al Diario es2: El Reino de mi
Divina Voluntad en medio de las criaturas. Libro de Cielo. Llamada a las
criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por
Dios, lo cual nos dice mucho; y en esta obra que Jesús hace a través de Luisa
se habla del Reino más amado por Dios y del amor más exquisito que nuestro
Creador tiene por nosotros.
3. Otro aspecto que se menciona en este libro y en la obra de Luisa
Piccarreta es el “Fiat”; este Fiat es el «Hágase»; es decir, es la Voluntad de
Dios “hablando”, actuando, lo que Dios Quiere, el Querer Divino. Y en Dios su
Voluntad es precisamente acto puro, es realidad eterna, acto único, debido a
su perfección y omnipotencia.
4. En este tema de la Divina Voluntad es complicado hacer síntesis, ya
que el tema del don del Reino de la Divina Voluntad es vasto y profundo; de
hecho es infinito, como infinita es la Voluntad de Dios, pero Dios en su
Sabiduría nos ayuda a hacer simples las cosas a nuestra pequeñez y por eso
ha manifestado estas verdades a través de Luisa.
5. Y una vez aclarado que es necesaria la familiaridad con la obra que
Jesús hace a través de Luisa se presenta, a continuación una pequeña
“síntesis” sobre el don de la Divina Voluntad, recalcando que es solamente una
pequeña síntesis.
Pequeña Síntesis:

6. Al principio, cuando Dios creó al ser humano, le concedió el don del


Reino de la Divina Voluntad (también se le llama Reino del Querer Divino o
Reino del Fiat Supremo, etcétera); este don es el más grande, no se trataba
solamente de que Adán hiciera la Voluntad de Dios en sus acciones, sino que la
Divina Voluntad bilocada en él hacía que viviera en esta Voluntad Suprema,
Adán obraba, actuaba en Ella, poseía la Voluntad Divina como propia y con Ella
realizaba sus actos; y así, Dios actuaba en Adán con esta Divina Voluntad,
pero también en esta Divina Voluntad Adán hacía lo que Dios hace. Con este
don, el hombre poseía la Vida Divina a plenitud.
7. Es decir, la voluntad humana sumergida, fundida en la Divina,
realizaba sus actos: caminar, alabar, amar, comer, etcétera; con lo cual estos
actos eran Divinos, y así Dios hacía lo que Adán hacía y Adán hacía lo que Dios

2
Ver Volumen 36, Mayo 15, 1938.

5
hace con su solo acto Divino (crear, conservar, etcétera), logrando el hombre
con ello una Santidad Divina.
8. Había —por tanto— una armonía perfecta entre el ser humano y su
Creador, pero también entre el ser humano y la Creación; de hecho, en la
Voluntad Divina Adán tenía un dominio pleno en las cosas creadas, ejerciendo
el dominio con Dios en la Creación a través de la Voluntad Suprema. También
había una armonía perfecta en el interior y exterior del hombre, entre su
cuerpo, sus emociones y su espíritu; era inmortal. Y también armonía perfecta
entre Adán y Eva3.
9. Pero el hombre al pecar perdió este don de la Divina Voluntad y cayó
muy bajo; perdió la armonía, la inmortalidad, el dominio y surgieron las
enfermedades, las guerras, la muerte... Y ahora la Creación es muchas veces
hostil a este ser humano que traicionó a su Creador. Pero Dios no se cambia en
sus designios:
...el designio del Señor permanece para siempre, y sus planes, a lo
largo de las generaciones. (Salmo 33, 11).

Dios cuando decide y propone, todos los eventos en contrario no lo


cambian, sino que permanece inmutable en su inmutabilidad.
(Volumen 17, Octubre 30, 1924).

10. Por eso Dios en su firmeza y gran Misericordia quiere darnos de nuevo
este don. Y ha venido a poner las bases respecto a nosotros 4, en orden
cronológico primero con la Redención, para darnos su gracia salvadora, las
medicinas que puedan sanar nuestro corazón enfermo de pecado y abrirnos
de nuevo las puertas del Cielo.
11. Ahora, ¡en estos tiempos!, a través de un alma hermosa, que se ha
hecho nada para recibir al ¡Todo! —Luisa Piccarreta—, Jesucristo ha
manifestado el don del Reino de la Divina Voluntad, para que podamos
recuperarlo en nuestra vida.
12. Luisa es la depositaria de este Reino, y al ser ella un miembro de la
familia humana con la herencia del pecado original (como nosotros lo
somos) también ahora podemos nosotros recibir este Reino que «Jesucristo
nos quiere dar», es Su Reino, el Reino de Cristo, el cumplimento del Fiat
Voluntas Tua Sicut in Coelo et in Terra, «el hágase tu Voluntad aquí en la
tierra como en el Cielo» del Padre Nuestro.
13. Por eso es esencial leer la obra que Jesús ha realizado a través de
Luisa, ya que en sus escritos están las verdades que «viviéndolas» llevarán

3
Ver Catecismo de la Iglesia Católica, n. 375 y 376.
4
Respecto a nosotros herederos del pecado original, ya que este don estuvo al principio; luego nuestra Santa Madre vivió
plenamente con el don del Reino de la Divina Voluntad para hacer bajar al Verbo eterno a la tierra, que su Humanidad
también vivió con el don y realiza la Redención y recupera el don del Reino de la Divina Voluntad para la humanidad. Pero
nosotros nos enteramos de este don de la Divina Voluntad hasta Luisa Piccarreta.

6
a quien lo quiera a entrar en este Reino maravilloso de Dios, el Reino de su
Divina Voluntad.
14. Antes de continuar asumo las palabras del Padre Pablo Martín:
Antes de hablar de la Divina Voluntad, deberíamos besar siete veces
el suelo, deberíamos lavarnos muy bien la boca. Nos haría falta aquel
carbón ardiente, que tocase nuestros labios para purificarnos, como a
Isaías. Confieso ante Dios, ante todo el Cielo y ante la Iglesia mi
nada, mi inmensa ignorancia e indignidad, sobre todo para hablar de
esta Adorable Voluntad... Me esfuerzo por decir lo que sé, y sin
embargo reconozco que no sé lo que digo. Así mismo pido perdón a
Dios y a su Santa Iglesia por mi miserable testimonio, por transmitir
de una forma sin duda no adecuada y quién sabe cuánto imperfecta el
mensaje de la Divina Voluntad, y por ser y vivir aún tan lejos de todo
lo que creo y digo. Pero el Señor no quiere que de Él apartemos la
mirada en ningún caso. Por tanto, basta; cuál es su Misericordia hacia
mí, otra tanta pido y espero para todos mis hermanos. (P. Pablo
Martín, Luisa Piccarreta ante la Iglesia. Paradoja, sufrimiento,
apología).

15. Bueno, después de esto sigamos con el tema en el capítulo primero.

7
Capítulo 1: Lo que enseña la Historia

16. ¿Ya volvió Jesús? Para muchos esta pregunta podría resultar sin
mucho sentido. Sin embargo podría pasar algo semejante a la primera venida.
Dios vino al mundo, caminó en él, hizo cosas extraordinarias y sin embargo
hubo muchas personas que no se enteraron de su venida.
17. Se podría decir que fue así porque vino en la región de Israel y los
demás pueblos no tuvieron un contacto físico con Él, y es verdad.
18. Pero muchos en Israel tampoco se dieron cuenta; incluso personas
que lo vieron físicamente no se enteraron de que era el verdadero Dios
enfrente de ellos, su Creador estaba a algunos metros o centímetros de ellos,
pero no se percataron.
19. De hecho, dentro de los judíos, que era el “pueblo elegido”, en donde
la venida del Mesías sería cumplida, existía la clase preparada y sacerdotal que
conocía las profecías del Mesías esperado, y sabían de esta venida e incluso
del lugar en dónde nacería, ya que estaba profetizado en las Escrituras:
Y tú, Belén Efratá, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti me nacerá
el que debe gobernar a Israel (Miqueas 5, 1).
20. Sin embargo para la mayoría de estos doctores de la ley que se
suponía eran los más preparados para identificar al Mesías porque tenían la
información, el conocimiento; la mayoría no creyó en Él, sino incluso
decidieron matarlo.
21. Se cumplen así las palabras mismas de este Mesías “esperado”:
Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber
ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a
los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. (Mateo 11, 25-26).
22. ¿Por qué sucede esta situación que se puede catalogar de paradójica?
Es bueno preguntarlo para no caer en estas cuestiones que en vez de
ayudarnos nos perjudican.
23. Muchas de las personas que vivieron en el tiempo y lugar con Jesús,
lo tenían a Él, lo vieron, lo oyeron, pero no lo reconocieron como el Mesías,
como el Señor, como Dios.
24. Tener el gran privilegio de existir, de ser llamado a la vida que —
nomás se tiene una vida en la tierra— en las coordenadas espacio temporales
de la venida de Dios a la tierra y ¡no reconocerlo! es algo muy lamentable.
25. ¡Cuántos patriarcas, cuántos profetas, desearon vivir en esta época
de Jesús y no les tocó! (ver Mateo 13, 17). A otros les toca y no lo reconocen
¡qué tremenda situación!

8
Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho,
se le reclamará mucho más. (Lucas 12, 48).
26. En concordancia con la cita anterior el Evangelio también dice:
Entonces Jesús comenzó a recriminar a aquellas ciudades donde había
realizado más milagros, porque no se habían convertido. «¡Ay de ti,
Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre
ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se
habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza. Yo les
aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos
rigurosamente que ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás
elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si
los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad
aún existiría. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma
será tratada menos rigurosamente que tú». (Mateo 11, 20-24).
27. ¿Qué podríamos decir nosotros que se nos ha dado tanto? Tantos
dones dados a la Iglesia, los santos, carismas, órdenes religiosas, devociones
dadas a santos, apariciones de nuestra Santa Madre, etcétera. ¿Qué hemos
hecho con eso? ¿Hemos respondido como Dios quisiera?
28. ¿Por qué sucede que ante tantas gracias del Cielo el hombre no
siempre responde? Parte de la respuesta está en la cita de Jesús de Mateo
puesta un poco más arriba. Jesús habla de los pequeños; es decir, de los
humildes, de los simples. Hay una relación especial entre humildad y
sabiduría.
29. Aunque los estudios pueden servir, para las cosas de Dios es
necesaria la humildad y la sabiduría para acceder al sentido y mensaje
profundo de su Palabra y de la manifestación de la verdad y por tanto de la
misma realidad divina.
30. Para percibir a Dios que es lo grande, el Todo, hay que hacerse
pequeño, nada. Por eso el humilde, el pequeño, tiene por así decir, un “sexto
sentido” para percibir lo que es de Dios y a Dios mismo, mucho mejor que lo
que pueden aportar los grandes estudios teológicos o filosóficos; obviamente
sin desmerecer las aportaciones de estas ciencias u otras.
31. Estudios y preparación con humildad y pequeñez van bien, si todo
esto es por amor a Dios y de acuerdo a su Voluntad; pero sin humildad, sin
que sea parto de la Voluntad Divina, nos alejan más de la luz de lo que nos
acercan.
32. ¿Qué nos puede enseñar la Historia? Pues una de sus aportaciones es
que se repite en muchos sentidos.
...¡no hay nada nuevo bajo el sol! (Eclesiastés 1, 9).

9
33. Hay un aspecto muy repetitivo en la historia humana: la bondad de
Dios y la ingratitud o incorrespondencia del ser humano.
34. El ser humano recibe la existencia, recibe un paraíso de parte de Dios,
su misma naturaleza creada es una belleza, a imagen y semejanza del
Creador, y sin embargo este ser humano traiciona a su Hacedor, traiciona a
quien lo llamó a la existencia por amor (ver Génesis capítulos 1, 2 y 3).
35. Por esta traición del primer hombre las generaciones, en términos
generales, se degradaron, crecieron en el mal; al grado que Dios tuvo que
purificar la tierra como se ve a partir de Génesis 6 en adelante.
36. Viene el diluvio y se extermina toda la humanidad, excepto Noé y su
familia. Y empieza una nueva época, Dios permite un nuevo inicio para la
humanidad. ¿La humanidad entendió? En términos generales no.
37. Un tiempo después del diluvio Dios elige a una persona especial:
Abraham para que sea el “padre” de un pueblo en el que Dios bendecirá al
mundo. ¿Es fiel este pueblo?, muchas veces no.
38. Se repite la historia, y este pueblo que fue liberado de la esclavitud de
Egipto, que vio los portentos que Dios hizo con ellos, hasta abrir el mar rojo
para ser salvados del ejército del faraón, un poco después le da la espalda a
Dios, lo vuelve a traicionar y adora un becerro de oro (ver Éxodo 32).
39. Dios perdona y cuando ya están a punto de llegar a la tierra
prometida, el pueblo se revela y:
...el Señor dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo este pueblo me seguirá
despreciando? ¿Hasta cuándo no creerán en mí, a pesar de los signos
que realicé en medio de ellos? (Números 14, 11).
40. Esto que Dios aquí expresa se repetirá muchas veces en la historia. Y
de alguna manera a todos se nos pueden adjudicar estas palabras y estas
actitudes de ingratitud a Dios cuando pecamos, sea el pecado que sea.
41. Al pecar somos ingratos y traicionamos al Dios que nos ha dado puros
bienes. Y lo traicionamos con los mismos bienes que nos ha dado: la vida, el
pensamiento, las manos, etcétera.
42. A pesar de las maravillas que Dios ha realizado en nosotros, seguimos
sin creerle. Sigue sin ser digno de nuestra confianza. Después de cuarenta
años el pueblo elegido llega a la tierra prometida, y esto de tener lapsos de
fidelidad e infidelidad se repite muchas veces.
43. Cuántas veces los profetas, como en Jeremías, advierten al pueblo
judío de la deportación por las infidelidades al Señor, y no escuchan a los
profetas de Dios, incluso los matan como luego dice Jesús:

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¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te
son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina
reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste! (Mateo 23, 37).
44. Y también en la época cristiana ha pasado esta realidad. La causa de
esto está obviamente en el pecado, la naturaleza dañada por el pecado no
razona ni actúa cuerdamente. Y en esto como se ha dicho entramos todos.
45. Así que la Historia tiene mucho que enseñarnos; y nos conviene
aprender de ella. Por eso los dos Testamentos de la Escritura se alumbran
mutuamente; y así también la obra que Jesús ha realizado a través de Luisa
Piccarreta viene a iluminar a los dos (no a sustituir, ni a dar una Revelación
distinta al mismo Cristo), así como también esta obra de Luisa se entiende al
conocer la Palabra Revelada tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. En
este sentido es iluminador lo que dice Jesús en Libro de Cielo:
Hija mía, todas mis obras se dan la mano, y esta es la señal de que son
obras mías, que una no se opone a la otra, más bien están tan ligadas
entre ellas que se sostienen mutuamente,... con mi venida a la tierra Yo
no destruí las sagradas escrituras, más bien las apoyé, y mi Evangelio
anunciado nada se oponía a ellas, más bien se sostenían en modo
admirable mutuamente,... Ahora, lo que Yo manifiesto acerca de mi
Voluntad Divina y que tú escribes, se puede llamar el Evangelio del reino
de la Voluntad Divina, nada se opone ni a las sagradas escrituras ni al
Evangelio que Yo anuncié estando en la tierra, más bien se puede llamar
el sostén del uno y del otro (Volumen 23, Enero 18, 1928).
46. Dentro de este contexto y respecto a lo que la Historia nos enseña,
hay Doctores de la Iglesia que nos muestran que para entender el futuro en
cuestión espiritual y de Sagradas Escrituras, hay que mirar al pasado:
Esta consideración de las teorías es entre los… dos Testamentos, que
resplandecen el uno sobre el otro, para que el hombre se transforme de
claridad en claridad. ...Porque no puede conocer lo futuro el que ignora
lo pasado. ...De donde el conocimiento de las cosas futuras depende del
conocimiento de las pasadas. (San Buenaventura, Hexaémeron, XV, 11).
47. Ratzinger —Papa Benedicto XVI— en su estudio sobre San
Buenaventura, al explicar el pensamiento de este Santo Doctor dice al
respecto:
...las teorías son el reflejo de los tiempos futuros en la Escritura. La
Escritura apunta al futuro, pero esta interpretación anticipada del futuro
sólo puede ser comprendida en ella por quien conoce el pasado, porque
toda la historia se desarrolla siguiendo una línea de sentido
ininterrumpida, en la cual lo que en cada momento viene es accesible
para el que mira desde el pasado. Por tanto, si las «teorías», en sentido
estricto, significan también la alusión al futuro escondida en la Escritura,
entonces su definición exige el conocimiento de la historia de salvación

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pasada, que representa la base imprescindible de la comprensión de lo
que todavía está por venir. (Joseph Ratzinger —Papa Benedicto XVI—, La
Teología de la Historia en San Buenaventura, Capítulo 1, n. 2).
48. Esto significa que el pasado nos ayuda a entender el futuro. Si el ser
humano tiene aspectos repetitivos en su historia, que en el fondo tienen que
ver con su naturaleza, y en este caso una naturaleza dañada por el pecado,
entonces la historia del pasado nos puede ayudar para entender el futuro o el
presente de esta naturaleza humana, ya que nuestro presente ha sido un
futuro antes de que suceda.
49. En este sentido están las palabras de la Escritura:
Lo que fue, eso mismo será; lo que se hizo, eso mismo se hará
(Eclesiastés 1, 9).
50. Todo esto nos puede prevenir para que ante los dones de Dios y sus
planes, no nos pase como en la primera venida de Jesús que muchas personas
no lo reconocieron; es decir, que no nos pase de noche (sin darnos cuenta).
51. Porque podría pasar que Jesús empieza a volver en su siguiente
venida, nos toca afortunadamente vivir en la época de este acontecimiento y
¡no nos damos cuenta!

Algunos aspectos que impiden ver la realidad con claridad


52. Obviamente todos hemos quedado dañados por el pecado original. A
los bautizados se les elimina el pecado original, pero las consecuencias no se
quitan; tenemos que luchar contra ellas con la ayuda de la gracia de Dios.
53. El pecado es oscuridad y por tanto nos ha oscurecido; nuestro
razonamiento, nuestro conocimiento ya no es el luminoso de los tiempos de la
inocencia original. Todo esto nos ha llevado a cometer errores y malas
decisiones, tanto en nuestra vida personal como en lo social.
54. Además la razón es afectada por la concupiscencia en todos sus
aspectos, con lo que la nublan. La voluntad que toma las decisiones ha sido
igualmente dañada por el pecado y además de que en cierto aspecto se guía
por la inteligencia, también ella influye en la razón.
55. Todo esto crea una complejidad con la que hay que enfrentarse. Por
eso ¿cuántas veces no se ha equivocado la ciencia? ¿cuántas veces los que
gobiernan no se han equivocado en hacerlo (conscientes o no conscientes)?
¿cuántas veces en nuestra vida nos hemos equivocado en las decisiones éticas
y morales, perjudicándonos a nosotros y a los demás?
56. El Apóstol San Juan en su primera Carta habla de la triple
concupiscencia, veamos:
Todo lo que hay en el mundo, concupiscencia de la carne, concupiscencia
de los ojos y soberbia de la vida, no viene del Padre, sino que procede

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del mundo. Y el mundo pasa y también sus concupiscencias; pero el que
hace la Voluntad de Dios permanece para siempre. (1 San Juan 2, 16-
17).
57. La concupiscencia nubla mucho nuestro enfoque correcto hacia la
realidad, tanto en la captación de ella, como en las decisiones que tomamos
respecto a ella. Por contraste, en la inocencia original incluso se tenía la
ciencia infusa:
Este don fue dado a Adán en el principio de su creación, junto con
nuestra Divina Voluntad poseía el don de la ciencia infusa, de modo que
conocía con claridad nuestras verdades divinas, y no sólo esto, sino
todas las virtudes benéficas que poseían todas las cosas creadas para
bien de la criatura, desde la cosa más grande hasta el más pequeño hilo
de hierba. (Volumen 30, Mayo 22, 1932).
58. La concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la
soberbia de la vida nos inclinan al mal, producen pasiones que nos cuesta
gobernar y poner en orden; todo esto lleva a actitudes que hace que
distorsionemos la realidad, por eso requerimos la gracia de Dios y un estado
de atención y de lucha constantes para ir superando el mal causado por el
pecado.
59. En este esfuerzo tenemos en el plano del conocimiento, por ejemplo,
a la ciencia que busca metódicamente y con rigor el conocimiento de la
realidad; esto ha llevado a desarrollar la ciencia lógica. La lógica nos ayuda a
pensar correctamente, a realizar inferencias, deducciones, inducciones
correctas, para no cometer errores en el pensamiento y usar el rigor que se
requiere en la vida normal o en la ciencia.
60. Porque precisamente la verdad que es la adecuación del pensamiento
con la realidad es lo que está en juego; y solamente la verdad nos hace libres
(ver Juan 8, 32). Porque la ignorancia, el error, nos llevan a la esclavitud.
61. Entre la realidad y mi pensamiento puede haber errores y no lograrse
la coincidencia entre mi inteligencia y la realidad, cayendo así en el error.
62. Por ejemplo, si enfrente de mi hay un león y pienso que es una mesa,
estoy en el error y las decisiones que tome al respecto no serán correctas y
esto podría perjudicarme.
63. Si una persona no conoce la multiplicación, puede estar atada a
contar sucesivamente las cosas en su trabajo, en vez de usar la multiplicación
y ahorrarse pasos y tiempo.
64. Pero incluso la lógica no es suficiente, hay pasiones que oscurecen la
razón, hay inclinación al mal que siempre trata de satisfacer nuestro “yo”,
nuestro “ego” con lo cual aflora nuestro egoísmo que quiere satisfacerse a sí
mismo y con tal de satisfacer este “ego” traicionamos la verdad, la

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rechazamos o queremos hacer la realidad a nuestro antojo, distorsionándola
de lo que realmente es.
65. En todo esto hay una tendencia —consciente o inconsciente— de
querer ponerse en el centro de las cosas, es un intento fallido de querer ser
dios.
66. Y el hecho de estar bautizado, de tener el sacramento del orden o del
matrimonio, o de estar consagrado a la vida religiosa no elimina la
concupiscencia, no elimina de manera automática esta tendencia al mal.
67. Esta es una lucha de toda la vida en donde iremos superando esta
tendencia al mal si realmente crecemos y nos perfeccionamos con
perseverancia, si realmente estamos caminando hacia la santidad con la
ayuda, obviamente, de Dios y los auxilios que nos ha dejado.
68. Y aún así no es garantía absoluta. La humildad, la pequeñez, la
atención siempre tienen que estar ahí; ya que el orgullo de la vida, la
soberbia, siempre estarán al acecho, incluso del santo.
69. Respecto a percepciones intelectuales, tenemos ejemplos en la
historia que han existido santos que han tenido posturas contrarias en
aspectos teológicos o verdades que luego se resuelven en alguna definición
dogmática infalible por parte del Sumo Pontífice, pero que antes eran posturas
diferentes y que una de ellas, obviamente, no era verdadera.
70. Aquí se ve que ser santo no te da el don de la infalibilidad y que
pueden existir errores sobre cierto aspecto. Esto no quita obviamente la buena
voluntad y el amor a la verdad que tiene el santo, y que en esta búsqueda de
perfección se equivoque menos que el que no busca ser santo ni ama la
verdad.

La pequeñez y la simplicidad
71. Como se ve, el orgullo, la soberbia, es de lo que más nubla y oscurece
a la razón, la que elimina la sabiduría. Adán fue creado perfecto, no tenía
pasiones desordenadas en un principio, no había debilidad ante ellas.
72. El hombre dejó de confiar en Dios. El pecado fue una decisión de
desobediencia, de querer ser dios sin Dios, de ponerse por encima y antes que
Él:
En este pecado, el hombre se prefirió a sí mismo en lugar de Dios, y por
ello despreció a Dios: hizo elección de sí mismo contra Dios,... Por la
seducción del diablo quiso "ser como Dios", pero "sin Dios, antes que
Dios y no según Dios" (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 398).
73. Del diablo podemos decir algo semejante. Por su naturaleza angélica
no tiene pasiones o debilidades ante ellas, su decisión fue también una
rebelión al Creador, no servirle, servirse a sí mismo; como se ve, se pierde la
humildad. Y hubo otros ángeles que siendo también buenos en un principio le

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siguieron, convirtiéndose en ángeles caídos, en demonios (ver Catecismo de la
Iglesia Católica, n. 391-395).
74. Por eso Jesús nos dice que seamos pequeños, humildes, para que la
verdad se nos revele en toda su riqueza y seamos transformados en Cristo, la
Verdad misma. En este sentido Jesús le dice a Luisa:
Pequeña hija de mi Divina Voluntad, a los pequeños nos sentimos
llevados a decir nuestros inefables e infinitos secretos (Volumen 30,
Enero 30, 1932).
...a los pequeños se les puede hacer crecer con nuestros rasgos que nos
semejan, les enseñamos nuestros modos divinos, nuestra ciencia
celestial, de modo que ella olvida los modales rústicos y la ignorancia de
la voluntad humana. De aquellos que son grandes, están ya formados, y
poco o nada podemos rehacer, y además están acostumbrados a vivir
como grandes, según el querer humano, y para destruir las costumbres
se requieren los milagros, si es que se logra. En cambio con los
pequeños nos resulta fácil, no nos cuesta tanto, porque no tienen
costumbres radicadas, a lo más algún movimiento fugaz, que basta una
palabrita nuestra, un soplo de nuestra luz para hacer que no lo recuerde
más. (Volumen 30, Febrero 6, 1932).
75. El Nuevo Testamento tiene varias enseñanzas que se relacionan con la
pequeñez, dice que hay que ser como niños para entrar y poseer el Reino (ver
Mateo 18, 3 y 19, 14), que Dios da su gracia a los humildes (ver Santiago 4,
6) y también habla de la puerta y del camino estrecho (Mateo 7, 13-14), que
para caminar por ese camino estrecho hay que hacerse pequeño. Por eso Jesús
dice en Libro de Cielo:
Mira, mi corazón es grandísimo, pero la puerta es estrechísima, ninguno
puede llenar el vacío de este corazón, sino sólo las almas desapegadas,
desnudas y simples, porque como tú ves, siendo la puerta pequeña,
cualquier impedimento, aun mínimo, es decir, una sombra de apego, de
intención errónea, una obra sin el fin de agradarme, impide que entren a
deleitarse en mi corazón. (Volumen 2, Mayo 7, 1899).
76. Solamente desde la pequeñez, reconociendo el orden que nos toca de
criaturas dependientes del Creador, desapegados de las cosas y personas,
siendo pequeños, es como podemos servir al Creador, entender mejor la
realidad y hacer vida lo que San Juan dice en la cita de más arriba sobre la
concupiscencia: el mundo pasa y también sus concupiscencias; pero el que
hace la Voluntad de Dios permanece para siempre; así es, «haciendo la
Voluntad de Dios» permanecemos para siempre.
77. Hacer la Voluntad de Dios nos pone en el orden correcto. Porque
hacer la Voluntad de Dios requiere que “no” nos sigamos a nosotros, sino que
olvidándonos de nosotros nos dirijamos a Dios, a sus intereses, a sus
proyectos, que son perfectos.

15
78. Hacer la Voluntad de Dios mata nuestro egoísmo para vivir para el
Señor, a ejemplo de nuestra Santa Madre: «Yo soy la servidora del Señor, que
se cumpla en mí según tu Palabra» (Lucas 1, 38).
79. Hacer la Voluntad de Dios nos lleva a amar la Verdad —que es Cristo
mismo5—, que nos hace libres. Sí, amar a la Verdad más que a nuestro “ego”,
solamente así seremos libres de esta voluntad humana dañada por el pecado
que nos esclaviza y podemos escuchar la voz del Señor (ver Juan 18, 37).
80. Y el hacer la Voluntad de Dios hay que hacerlo de manera constante,
perseverante:
Ustedes necesitan constancia para cumplir la Voluntad de Dios y entrar
en posesión de la promesa. (Hebreos 10, 36).
81. Es interesante esta cita, ya que Jesús en los volúmenes dice que para
dar su don de la Divina Voluntad, primero tiene que ver al alma hacer en todo
su Voluntad:
Hija mía, es verdad que el vivir en mi Querer es un don, y es el poseer el
don más grande, pero este don que contiene valor infinito,... que pone al
alma en su lugar establecido por Dios en el orden divino y por lo tanto
toma su lugar de honor y de soberanía en la Creación, no se da sino a
quien está dispuesto, a quien no debe hacer despilfarro, a quien debe
estimarlo tanto y amarlo más que la propia vida, es más, debe estar
pronto a sacrificar la propia vida para hacer que este don de mi Querer
tenga la supremacía sobre todo y sea tenido en cuenta más que la
propia vida, más bien, su vida como una nada en comparación a Él. Por
eso primero quiero ver que el alma quiere hacer en verdad mi Voluntad y
nunca la suya, pronta a cualquier sacrificio para hacer la mía, en todo lo
que hace pedirme siempre, aun como préstamo el don de mi Querer.
(Volumen 18, Diciembre 25, 1925).
82. Este aspecto de amar la Verdad es tan importante que la Palabra de
Dios nos dice:
La venida del Impío será provocada por la acción de Satanás y está
acompañada de toda clase de demostraciones de poder, de signos y
falsos milagros, y de toda clase de engaños perversos, destinados a los
que se pierden por no haber amado la verdad que los podía salvar. Por
eso, Dios les envía un poder engañoso que les hace creer en la mentira,
a fin de que sean condenados todos los que se negaron a creer en la
verdad y se complacieron en el mal. (2 Tesalonicenses 2, 9-12).
83. El Magisterio de la Iglesia también lo expresa así:

5
Ver juan 14, 6.

16
Todos los hombres están obligados a buscar la verdad, sobre todo en lo
que se refiere a Dios y a su Iglesia, y, una vez conocida, a abrazarla y
practicarla. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2104).
84. Es una cuestión de ser honestos con esta verdad que se nos revela a
la conciencia:
En lo más profundo de su conciencia el hombre descubre una ley que él
no se da a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena,
cuando es necesario, en los oídos de su corazón, llamándole siempre a
amar y a hacer el bien y a evitar el mal... El hombre tiene una ley
inscrita por Dios en su corazón... La conciencia es el núcleo más secreto
y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena
en lo más íntimo de ella. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1776).
85. Pero sin “no” amamos la Verdad, esta conciencia se deforma y nos
perdemos, hace que nos apeguemos a cosas y criaturas. La pequeñez es
importante para que la persona ame la Verdad, la vea como algo grande y
sublime a lo que tiene que entregarse y ponerla por encima de todo (ya que la
Verdad es Dios).
86. En cambio la soberbia nos lleva a un estado falso de sentirnos por
encima de la Verdad, por eso no se puede acoger y comprender; entonces
nuestro egoísmo es mayor que nuestro amor a la Verdad, si acaso hay un
amor. Es así que Jesús insiste en la pequeñez, en ser niños, por eso dice en
Libro de Cielo:
Hija mía, sólo los pequeños se dejan manejar como se quiere, no
aquellos que son pequeños de razón humana, sino aquellos que son
pequeños pero llenos de razón divina. (Volumen 3, Enero 12, 1900).
Los pequeños en nuestra Voluntad no tienen pensamientos propios,
cosas propias, sino todo en común con el Padre Celestial (Volumen 16,
Febrero 8, 1924).
...los pequeños se dejan hacer lo que se quiere, no caminan por sí
mismos, sino que se hacen conducir... los pequeños están despojados de
todo, no se ocupan de si son ricos o pobres, no se preocupan de nada.
(Volumen 16, Noviembre 10, 1923).
Los pequeños son más atentos a escucharme porque no tienen la mente
llena de otras cosas, están como en ayunas de todo, y si se les quiere
dar otro alimento sienten asco, porque siendo pequeños están
habituados a tomar sólo la leche de mi Voluntad, que más que madre
amorosa los tiene pegados a su divino pecho para alimentarlos
abundantemente, y ellos están con sus boquitas abiertas para esperar la
leche de mis enseñanzas (Volumen 16, Noviembre 24, 1923).

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87. ¡Cuánta sabiduría hay en estas palabras! Se podría reflexionar mucho
por cada idea, por cada verdad de estos textos. Pero aquí nos detendremos
solamente en algunos detalles.
88. En la última cita se habla de la Voluntad de Dios, a semejanza de la
cita de la primera Carta de San Juan que habíamos visto más arriba. Si
estamos llenos de nuestro egoísmo, de nuestra voluntad humana, ¡no hay
espacio para la Voluntad Divina!
89. Tenemos que vaciarnos, desapegarnos, ayunar de lo que no es
Voluntad de Dios para hacer el espacio para la Voluntad Divina. Si queremos
que la Voluntad de Dios reine en nosotros, tenemos que eliminar el reinado de
la nuestra, tenemos que ir empequeñeciéndonos para recibir y seguir a la
Voluntad del Altísimo.
90. Por eso dice Jesús en el último texto: los pequeños son más atentos a
escucharme porque no tienen la mente llena de otras cosas, están como en
ayunas de todo. Y así, como dice Jesús, se habitúan a tomar la leche de su
Voluntad.
91. Para hacer y vivir en su Divina Voluntad, se requiere la pequeñez.
Hacer y vivir en la Divina Voluntad requiere claridad de pensamiento,
sabiduría, ver la realidad sin distorsiones; es decir, conocer la verdad para
hacer vida propia de ella (ver volumen 23, Febrero 28, 1928).
92. Cuando no tenemos esta sumisión humilde a la Verdad, a la Voluntad
de Dios, fácilmente distorsionamos la realidad y hacemos interpretaciones más
apegadas a nuestro “ego” que a la realidad misma.
93. Entonces, por el pecado nuestra percepción de la realidad quedó
oscurecida, velada en muchos aspectos, sobre todo en lo concerniente a lo
espiritual, y vemos que la pequeñez, la humildad, el ser como niños,
disminuyen los velos y nos dan luz; en cambio la autosuficiencia, el egoísmo,
el orgullo, la soberbia, aumentan los velos y la oscuridad.
94. Lo que estamos diciendo está en sintonía con el siguiente texto de la
Sagrada Escritura:
No tomen como modelo a este mundo. Por el contrario, transfórmense
interiormente renovando su mentalidad, a fin de que puedan discernir
cuál es la Voluntad de Dios: lo que es bueno, lo que le agrada, lo
perfecto. (Romanos 12, 2).
95. Es difícil discernir cuál es la Voluntad de Dios si no renovamos nuestra
mentalidad a que sea simple, sencilla, como la de un niño; como nos dice
Jesús. Por eso esta simplicidad también nos une a Dios sin dificultades:
Para el alma simple no hay ni llaves ni puertas para entrar en Mí, ni Yo
para entrar en ella, porque por todas las partes puede entrar en Mí y Yo
en ella, más bien, para decir mejor, se encuentra en Mí sin entrar, porque

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por su simplicidad viene a semejarse a Mí que soy Espíritu simplísimo
(Volumen 7, Julio 31, 1906).
96. Como hemos visto, la historia de la soberbia como la de la humildad
se repiten en el ser humano. Nos toca a nosotros decidir en qué grupo estar.
97. Cada grupo tiene su propia manera de ver la realidad, el de la
humildad es la visión fiel a la realidad. Y así la decisión de en qué grupo estar
tiene consecuencias fuertes en nuestra vida y en la Historia.
98. Veamos en los siguientes capítulos diferentes maneras de abordar la
realidad, sobre todo la espiritual. Nos enfocaremos primero en diferentes
aspectos de la primera venida de Jesús que nos ayudaran para discernir su
siguiente venida.

19
Capítulo 2: Las distintas visiones o actitudes que se
tuvieron de Jesús en su nacimiento

99. Obviamente no veremos aquí un análisis exhaustivo de estas visiones


o actitudes, sino algunas que nos pueden servir de aprendizaje en una
percepción de la realidad más clara.
100. Un aspecto que nos da mucha luz es el siguiente texto del Evangelio
que iremos viendo por partes:
Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes,
unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron:
«¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su
estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo». Al enterarse, el rey
Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. Entonces reunió a
todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para
preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. «En Belén de Judea, —
le respondieron—, porque así está escrito por el Profeta: "Y tú, Belén,
tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales
ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi
pueblo, Israel"». (Lucas 2, 1-6).
101. Tenemos aquí unos “magos de oriente” es decir, personas cultas y
preparadas de otros pueblos de oriente que no son judíos, no son del
pueblo elegido. Sin embargo, han tomado la tarea de descubrir y venir de
lejos para honrar a un Rey especial.
102. Ellos, al no ser del “Pueblo Elegido” no contaban con la Escritura y las
profecías como los judíos. Sin embargo se dieron cuenta de este
acontecimiento importantísimo para la humanidad entera; ¿por qué? porque
eran personas que buscaban, amaban la Verdad y la Verdad les salió al
encuentro.
103. Como dice la Escritura, estos sabios vieron la estrella de oriente;
significa que al amar la verdad, están atentos a sus señales, a los signos de
los tiempos, como Jesús nos pide en el Evangelio.
104. Ya vimos que la Verdad es Dios mismo6, y a estos sabios de oriente
les sucedió lo que dice la Escritura:
Porque Él [el Señor] se deja encontrar por los que no lo tientan, y se
manifiesta a aquellos que en Él confían. (Sabiduría 1, 2).
105. La confianza es una cualidad esencial de los niños, de los pequeños.
Entonces estos sabios eran pequeños, eran humildes, por eso descubrieron
esta gran verdad, esta Buena Nueva de la venida del Señor al mundo.

6
Ver Juan 14, 6.

20
106. La confianza está relacionada con el amor. Si alguien realmente ama
a Dios confía en Él. Por tanto estos sabios no solamente se quedaron con
una información sobre un acontecimiento, sino que esta verdad movió sus
corazones ¿por qué? porque amaban, y este amor los puso en camino, en
movimiento, hicieron vida esta verdad, no se quedó solamente en un bello
concepto intelectual o académico.
107. Este amor los llevó a invertir en un viaje largo (por lo menos más
largo que para los judíos), con los sacrificios que eso implicaba, sobre todo
en esos tiempos. Pero estaban dispuestos porque amaban. Y su amor fue
recompensado como veremos más adelante.
108. Tenemos otro caso de personas también cultas (sacerdotes y
escribas), pertenecientes al “Pueblo Elegido” que se “supone” estaba
esperando la venida del Mesías, que precisamente se le había prometido a
este pueblo.
109. Contaban con las Sagradas Escrituras que contenían las profecías
sobre este Mesías. Sin embargo la actitud de estas personas doctas es
diferente a la de los sabios extranjeros.
110. Estos sumos sacerdotes y escribas judíos —como vemos— entran en
escena provocados por los magos de oriente, ya que Herodes los manda
llamar para que le digan dónde nacerá el Mesías. Y esta clase religiosa sí
sabía dónde nacería, de hecho responden adecuadamente a la pregunta
citando precisamente al profeta Miqueas (que sería en Belén).
111. Pero como se ve, ellos no lo estaban esperando, ellos sabían del
nacimiento del Mesías, pero si no es por los magos de oriente no entran en
escena. E incluso dándose cuenta del acontecimiento de estos sabios
extranjeros, estos doctos judíos no fueron a honrar al Mesías; lo cual es
paradójico siendo ellos el “pueblo” que lo esperaba.
112. No había interés en ellos, y se ve claramente en las palabras antes
citadas del Evangelio: Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y
con él toda Jerusalén; aquí la palabra clave es: desconcierto, es decir, les
tomó por sorpresa porque no lo estaban esperando, no había interés.
113. Dios, obviamente, sabe que no lo están esperando y vemos cómo
insiste hasta el final y provoca la noticia en toda Jerusalén a través de los
magos para ver si estos judíos despiertan y logran interesarse por la obra
más grande de la historia del mundo: la Encarnación de Dios.
Ve entonces, mi Concepción en el seno de una Virgen fue la obra más
grande de toda la historia del mundo (Volumen 33, Septiembre 28,
1935).
114. Esta Encarnación que es el gran proyecto de Dios, desde antes de
crear el universo. En donde precisamente el Dios-Hombre es el modelo, el
Primogénito de la Creación, la Imagen del Dios invisible:

21
Él [Jesucristo] es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la
Creación, porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo
como en la tierra los seres visibles y los invisibles, Tronos,
Dominaciones, Principados y Potestades: todo fue creado por medio de
Él y para Él. (Colosenses 1, 15-16).
115. Dios le dio todo al pueblo judío para esperar y recibir de manera
adecuada al Mesías. Pero la realidad es que casi nadie lo estaba esperando.
116. Quizá lo expresaban, lo decían con sus labios, a través de la
proclamación de la Escritura en las sinagogas o en los ritos religiosos, pero
no en el corazón: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está
lejos de mí (Marcos 7, 6), palabras de Jesús.
117. ¿Por qué no lo estaban esperando? Obviamente cuando lo principal en
nuestra vida somos nosotros mismos no hay espacio para mirar más allá,
para interesarnos en Dios y de sus cosas.
118. Quizá estos sacerdotes y escribas judíos estaban muy cómodos en su
posición, quizá otros realmente, aunque sabían de las Escrituras, ya no
creían en Ellas, perdieron la fe, quizá otros pensaban que estos magos de
oriente: ¿qué van a saber? quizá sean unos locos.
119. Este acontecimiento de los magos y del nacimiento del Rey sí
despertó un interés en Herodes:
Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de
averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los
envió a Belén, diciéndoles: «Vayan e infórmense cuidadosamente acerca
del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también
vaya a rendirle homenaje». Después de oír al rey, ellos partieron. La
estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en
el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de
alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su Madre,
y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le
ofrecieron dones, oro, incienso y mirra. (Lucas 2, 7-11).
120. Pero este interés de Herodes no era el mismo del que tenían los
sabios de oriente, era un interés basado en conservar su reinado y poder,
como lo explica este mismo Evangelio unos versículos más adelante en
donde Herodes quiere matar al niño.
121. Herodes sí creyó en esto, pero su creencia y la información que tenía
no la vivió de acuerdo a la Voluntad de Dios sino de acuerdo a la suya.
122. Por otro lado, los magos al ver la estrella se llenaron de alegría; es la
alegría de los que son como niños y logran gozar lo valioso, lo espiritual, lo
celestial. Es como la respuesta a su “sexto sentido” espiritual que tienen
gracias a su pequeñez y humildad.

22
123. Y esta pequeñez, este amor a la Verdad, como se observa tuvo su
gran recompensa: honraron al Hijo de Dios Altísimo, al Verbo hecho Carne,
al Rey de reyes, y no solamente a Él sino también conocieron a su Madre y
al amado San José ¡qué dicha! Que gran recompensa a esa humildad que
ama y se pone en camino desde la pequeñez.
...porque la verdad es fuerza, es luz, es sostén y una segunda naturaleza
para el alma que se deja guiar por la verdad. (Volumen 7, Mayo 9,
1907).
124. Al respecto nuestra Santa Madre nos habla de este acontecimiento de
los magos de oriente en sus lecciones para el mes de mayo, veamos un
texto:
Ahora hija mía bendita, la Divinidad, que no sabe negar nada a quien la
ama, hace surgir bajo el cielo azul una nueva estrella más bella y
luminosa, y con su luz va en busca de adoradores para decir con su
mudo centellear a todo el mundo: “Ha nacido Aquél que ha venido a
salvaros, vengan a adorarlo y a conocerlo como vuestro Salvador.” Pero,
oh ingratitud humana, entre tantos, sólo tres personajes pusieron
atención, y sin tener en cuenta los sacrificios se pusieron en camino para
seguir la estrella.
[…] Hija mía queridísima, mi corazón de Madre se regocijaba por la
fidelidad, correspondencia y sacrificio de estos reyes magos, por venir a
conocer y adorar a mi Hijo. Pero no te puedo esconder un secreto
doloroso mío, entre tantos, apenas tres, y en la historia de los siglos,
cuántas veces no se me repite este dolor e ingratitud humana… Ahora
hija mía, los santos reyes magos, en cuanto entraron en Jerusalén
perdieron la estrella, pero a pesar de esto no cesaron de buscar a Jesús.
En cuanto llegaron fuera de la ciudad, la estrella reapareció y los condujo
festivos a la gruta de Belén. Yo los recibí con amor de Madre, y el
querido niño los miró con tanto amor y majestad, haciendo
transparentar de su pequeña Humanidad su Divinidad, por lo cual,
inclinándose, se arrodillaron a sus pies adorando y contemplando aquella
celestial belleza, lo reconocieron por verdadero Dios y estaban raptados,
extasiados en gozarlo, tanto que el celestial niño debió retirar su
Divinidad en su Humanidad, de otra manera se habrían quedado ahí, sin
poderse apartar de sus pies divinos. En cuanto se recuperaron del
éxtasis donde ofrecieron el oro de sus almas, el incienso de su creencia y
adoración, la mirra de todo su ser y de cualquier sacrificio que hubiera
querido, agregaron el ofrecimiento y regalos externos, símbolo de sus
actos internos: Oro, incienso y mirra. Pero mi amor de Madre no estaba
contento aún, quise poner en sus brazos al dulce niño, y ¡oh! con cuánto
amor lo besaron, lo estrecharon a su pecho, sentían en ellos el paraíso
anticipado. (La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad, día 23).

23
125. ¡Hermosa recompensa para estos reyes magos que buscaron a Jesús
y realmente lo esperaban de corazón! Y así pudo haber sido también para
los sacerdotes y escribas, para Herodes, pero lamentablemente no fue así
por decisiones propias.
126. Nuestra Madre también dice: ...en la historia de los siglos, cuántas
veces no se me repite este dolor e ingratitud humana. Aprendamos todos
nosotros de esto que nos enseña la Historia (incluso con repeticiones) para
no caer en estos errores que nos alejan del verdadero Bien.
127. Otro caso de cómo la pequeñez y la sencillez es lo que permite ver la
luz de lo celestial ya desde esta tierra, son los pastores en el nacimiento de
Jesús, veámoslo también por partes:
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus
rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor
y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran
temor, pero el Ángel les dijo: «No teman, porque les traigo una buena
noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David,
les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá
de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y
acostado en un pesebre». Y junto con el Ángel, apareció de pronto una
multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «¡Gloria a
Dios en las alturas, y paz en la tierra a los hombres de buena
voluntad!». Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se
decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y
que el Señor nos ha anunciado». (Lucas 2, 8-15).
128. Estos pastores también son judíos, pero ¿por qué el Ángel se aparece
a los pastores y no a los sacerdotes y escribas? Seguramente porque los
pastores sí estaban esperando al Mesías. En la sencillez de pastores
buscaban la verdad y el bien.
129. Al buscar la verdad siguen a la luz y por eso son envueltos en ella: la
gloria del Señor los envolvió con su luz. Es interesante como aquí se
expresa la gloria del Señor sin ser un evento que se haya percibido en todo
Israel o mucho menos en todo el mundo.
130. Por su vocación de pastores ellos no tenían la información de los
doctos de Israel, pero se ve que para Dios esto no es impedimento, Dios se
deja encontrar por los que le buscan de corazón: “...cuando me busquen,
me encontrarán, porque me buscarán de todo corazón, y yo me dejaré
encontrar por ustedes —oráculo del Señor—. (Jeremías 29, 13-14).
131. Si los sacerdotes tienen la Escrituras y profecías, no necesitan la
aparición de un Ángel, basta que busquen la verdad de corazón. Estos
pastores que no tienen esa información, Dios les sale a su encuentro. Dios
es sabio.

24
132. Muy semejante a lo que ha pasado en las apariciones Marianas en la
historia. Nuestra Madre se suele aparecer a niños sencillos, del campo,
incluso pastorcitos, no suele aparecerse del mismo modo a la Jerarquía
Eclesial.
133. Otro aspecto que también puede ser una explicación de por qué el
Ángel se aparece a los pastores, es que seguramente eran personas de
buena voluntad. Ya que el ejército celestial es lo que dice: ¡Gloria a Dios en
las alturas, y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!
134. Seguramente eran personas que buscaban hacer la Voluntad de Dios,
porque es precisamente la Voluntad Divina la que hace buena a la voluntad
humana (ver volumen 35, Diciembre 25, 1937 y volumen 29, Agosto 10,
1931).
135. A los pastores se les da una señal: encontrarán a un niño recién
nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre; pero en su
«simplicidad» no se cuestionan el hecho de que el Mesías, el Señor, nazca
en un pesebre.
136. Su simplicidad elimina los obstáculos que podrían oscurecer o
distorsionar la percepción de lo sobrenatural. Su simple amor a la verdad
les permite entender los signos que muestran la realidad espiritual.
137. Y se ve la respuesta natural, simple, del que es como niño, del
pequeño: los pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos
lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado».
138. Ante la verdad recibida se ponen en movimiento, en camino, a
semejanza de los magos de oriente. Y no les queda duda de que el Señor se
los ha anunciado. Y por supuesto tuvieron su recompensa:
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido
acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre
este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que
decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las
meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y
glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al
anuncio que habían recibido. (Lucas 2, 16-20).
139. Encontraron también lo que los magos vieron. Nada menos que a
Cristo, el Mesías, que ellos sí estaban esperando, y a la Sagrada Familia.
Los pastores anuncian lo que han recibido y se vuelven heraldos de la
Buena Nueva.
140. En su simplicidad y pequeñez gozan de las cosas espirituales y son
agradecidos: los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo
lo que habían visto y oído.

25
141. De hecho estos pastores judíos son los primeros que visitan al niño
recién nacido; gran recompensa a su simplicidad y amor a la Verdad. Aquí
también resuenan las palabras de la Escritura:
Porque está escrito: "Destruiré la sabiduría de los sabios y rechazaré la
ciencia de los inteligentes". ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el hombre
culto? ¿Dónde el razonador sutil de este mundo? ¿Acaso Dios no ha
demostrado que la sabiduría del mundo es una necedad? En efecto, ya
que el mundo, con su sabiduría, no reconoció a Dios en las obras que
manifiestan su sabiduría, Dios quiso salvar a los que creen por la locura
de la predicación. (1 Corintios 1, 19-21).
142. Respecto a esta actitud de los pastores y los magos, en contraste a la
clase religiosa de su tiempo, Jesús dice lo siguiente en los volúmenes que
sintetiza muy bien lo dicho hasta ahora:
Hija amada mía, ¿quién vino a visitarme en la gruta de mi nacimiento?
Los pastores fueron los primeros visitantes, los únicos que hacían un ir y
venir y me ofrecían dones y cosas de ellos, y los primeros que tuvieron
el conocimiento de mi venida al mundo, y por consecuencia los primeros
favorecidos llenos de mi gracia. He aquí por qué escojo siempre
personas pobres, ignorantes, despreciables, y de ellas hago portentos de
gracia, porque son siempre las más dispuestas, las más dispuestas a
oírme, a creerme sin poner tantas dificultades, tantas cavilaciones, como
lo hacen las personas cultas. (Volumen 10, Diciembre 25, 1910).
143. Ahora veamos lo que Jesús sigue diciendo en el mismo lugar respecto
a los reyes magos:
Después vinieron los magos, pero no se vio ningún sacerdote, mientras
que ellos debían ser los primeros en hacerme cortejo, porque ellos
sabían más que todos los demás según las escrituras que estudiaban,
sabían el tiempo, el lugar, y era más fácil el venir a visitarme, pero
ninguno, ninguno se movió, es más, mientras que ellos lo señalaron a los
magos, ellos no se movieron, ni se incomodaron en dar un paso para ir
en busca de mi venida. Esto fue un dolor, para Mí amarguísimo, en mi
nacimiento, porque en aquellos sacerdotes era tanto el apego a las
riquezas, al interés, a las familias y a las cosas exteriores, que como
resplandores les cegaba la vista, les endurecía el corazón y volvía torpe
la inteligencia para conocer las verdades más sagradas, más ciertas, y
estaban tan engolfados en las cosas bajas de la tierra, que jamás
habrían creído que un Dios pudiese venir a la tierra en tanta pobreza y
en tanta humillación, y no sólo en mi nacimiento, sino también en el
curso de mi vida, cuando hacía los milagros más estrepitosos, ninguno
me siguió, más bien planearon mi muerte y me asesinaron sobre la cruz.
Y Yo, después de haber usado todo mi arte para atraerlos a Mí, los puse
en el olvido y escogí personas pobres, ignorantes, como fueron mis
apóstoles y formé mi Iglesia (Volumen 10, Diciembre 25, 1910).

26
144. Llama la atención las palabras de Jesús que esta indiferencia, incluso
apostasía, de la clase religiosa: fue un dolor para Él amarguísimo. Evitemos
seguir dándole a Jesús estos dolores en nuestra vida presente.
145. Sin embargo, en este mismo texto más adelante Jesús dice: “Ahora,
debes saber que este dolor aún me dura, porque los sacerdotes de estos
tiempos se han hermanado con los sacerdotes de aquellos tiempos"
(Volumen 10, Diciembre 25, 1910).
146. El Evangelio también nos muestra a otros que también esperaban al
Mesías, veamos también los textos:
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y
piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él
y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor.
(Lucas 2, 25-26).
147. Como se ve, las características de este hombre es que era justo y
piadoso. “Justo” aquí tiene qué ver con santidad. La piedad nos dice que era
un hombre espiritual, un hombre de oración. Obviamente una y otra cosa
van de la mano.
148. La santidad se va realizando por la conversión del corazón, pero se
desarrolla a través de la piedad, de la unión con Dios, de la vida espiritual,
en donde la oración es fundamental. Así se le permite al Espíritu Santo
actuar sobre el alma.
149. Con lo cual, en este hombre su piedad era auténtica, no superficial o
hipócrita. Para que la Verdad se nos revele se requiere, como hemos visto,
pequeñez, humildad, desapego, pero también oración sincera, piedad
auténtica, un caminar honesto hacia la santidad.
150. Simeón sí estaba esperando al Mesías, al consuelo de Israel y del
mundo. Y como consecuencia de todo esto el Espíritu Santo estaba en él y
le reveló que no moriría sin ver al Mesías ¡Maravilloso! Veamos el
desenlace:
Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de
Jesús llevaron al niño para cumplir con Él las prescripciones de la Ley, él
lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo: «Ahora, Señor, puedes
dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis
ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos:
luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel».
Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de Él.
(Lucas 2, 27-33).
151. Conducido por el mismo Espíritu; Simeón era un hombre que se
dejaba conducir, guiar, por el Espíritu Santo el cual habitaba en él, y ¡qué
gran recompensa, cargar al niño, estar con Santa María y con San José!

27
152. También es un hombre agradecido que alaba a Dios por la promesa
cumplida y se ve que comprende, gracias a la pequeñez y santidad, el
misterio profundo del Mesías salvador de la humanidad, al grado que José y
María se admiran de las palabras de Simeón. Posteriormente, incluso,
Simeón profetiza a María.
153. Todo esto habla de las maravillas de un corazón enfocado a Dios, un
corazón que ama la Verdad, un corazón humilde y simple. ¡Qué diferente
escenario a los sacerdotes y escribas consultados por Herodes y del mismo
Herodes!
154. Unos versículos más adelante se nos habla de otro personaje:
Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la
familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud,
había vivido siete años con su marido. Desde entonces había
permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del
Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. (Lucas 2,
36-37).
155. Esta mujer, como dice el Evangelio: servía a Dios noche y día con
ayunos y oraciones; se observa cómo es preciado para Dios la oración y la
el sacrificio.
156. Ya se había visto la cuestión de la piedad en Simeón, aquí se agrega
el ayuno, con lo cual se observa la gran pareja que es la oración unida al
ayuno. Esto nos recuerda:
En cuanto a esta clase de demonios, no se los puede expulsar sino por
medio de la oración y del ayuno (Mateo 17, 21 y Marcos 9, 29).
157. Es interesante cómo el Evangelio presenta la oración y el ayuno de
Ana como un servicio a Dios. También se expresa una oración constante,
perseverante (noche y día), característica de un alma convertida y también
en camino de santidad, lo cual implica: humildad, simplicidad.
158. Sin una oración perseverante de un corazón humilde y convertido, es
difícil tener la luz necesaria para percibir la realidad espiritual, para
entender los signos de los tiempos, para escuchar la voz del Señor cuando
se manifiesta, cuando se revela. Como se vuelve a confirmar, todo esto
tiene su recompensa en Ana:
Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y
hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de
Jerusalén. (Lucas 2, 38).
159. Se presentó en ese mismo momento; sabemos que para Dios no hay
azar, no hay coincidencias en ese sentido, sino que Dios acomodó todo para
que Ana viera al Mesías y a la Sagrada Familia en ese momento.

28
160. Y asimismo Ana anuncia la Buena Nueva, teniendo también la
comprensión de la misión redentora del Mesías, hablándoles a los que
esperaban, a los que querían «escuchar»: hablaba acerca del niño a todos
los que esperaban la redención de Jerusalén.
161. Otro tanto podemos decir de Santa Isabel, mujer santa que el Espíritu
le revela al Salvador y a su portadora María Santísima. Al grado que las
palabras de Santa Isabel han quedado en una parte del Ave María.
162. Y por supuesto no podemos olvidar a los que principalmente
esperaron al Mesías, nuestra Madre Santísima y el amado San José. Pero en
este momento no requieren más explicación.
163. Como se observa, considerando que todo un pueblo fue elegido para
recibir al Mesías, que era de su propia etnia, muy pocos son los que le dan
la bienvenida, muy pocos los que realmente lo esperaban.
164. Podemos también reflexionar sobre la Iglesia. Cristo tiene un Cuerpo
Místico: su Iglesia. Y el “pueblo católico” en cada Misa dice: “…protegidos
de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro
Salvador Jesucristo”, la cuestión es ¿realmente el pueblo católico lo está
esperando? O nos podría pasar que solamente es una rutinaria expresión
sin poner realmente el corazón, y podría pasarnos desapercibida también la
siguiente venida de nuestro Señor.
…vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, mientras
aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro
gran Dios y Salvador, Cristo Jesús. (Tito 2, 12-13).
165. Se ve que a nuestra naturaleza dañada por el pecado, la simplicidad,
la humildad, el amor a la Verdad, le cuesta. Pero esto es muy importante,
ya que, como se ha visto, puede ser la diferencia entre reconocer lo más
valioso, los acontecimientos más importantes que Dios con mucho amor ha
preparado para nosotros o que nos pasen de noche, que no nos demos
cuenta.
¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada!
Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa
y se pondrá a servirlos. (Lucas 12, 37).
166. Ahora en el siguiente capítulo veamos un poco la manera en que Dios
suele hacer las cosas para estar más atentos a sus signos, a sus señales, a
sus planes, a sus proyectos y… a sus venidas.

29
Capítulo 3: La simplicidad en las obras de Dios

167. Dios es simple:


Él [Dios] es una única substancia espiritual, singular, completamente
simple e inmutable (Concilio Vaticano I, sobre la fe católica, capítulo 1).
…mi Ser, que si bien es inmenso, es también simplísimo (Volumen 2,
Marzo 18, 1899).
…Dios, Espíritu simplísimo (Volumen 6, Diciembre 17, 1903).
168. Y por tanto, lo que hace Dios lleva su huella, su sello de simplicidad. A
Dios no le gusta hacer alarde de su poder y de su grandeza. Obviamente no
tiene ninguna inseguridad, ni necesidad de afirmación, ni ningún tipo de
complejo de inferioridad.
169. En este sentido están las siguientes palabras de Jesús:
Los fariseos le preguntaron cuándo llegará el Reino de Dios. Él les
respondió: «El Reino de Dios no viene espectacularmente, y no se podrá
decir: «Está aquí» o «Está allí». Porque el Reino de Dios está dentro de
ustedes». (Lucas 17, 20-21).
170. El Reino de Dios no viene espectacularmente; es decir, el Reino de la
Divina Voluntad no viene espectacularmente, no viene con ostentación. Esto
está en sintonía con la pequeñez, la humildad, de la que se ha hablado; del
ser como niño.
171. Obviamente Dios usa su poder y puede tener manifestaciones más
espectaculares si así es necesario o le place.
172. Ya se vio que hay que ser como niño para recibir y poseer el Reino de
Dios. Que hay que ser pequeño y humilde para reconocer la realidad
espiritual, por tanto para percibir el Reino de Dios, el Reino de la Divina
Voluntad, hay que ser pequeños, simples, humildes.
173. Un aspecto que hay que diferenciar es que una cosa es un reino, y
otra cosa es el rey. Obviamente van de la mano, pero no son exactamente
lo mismo.
174. Un reino suele tener un rey. El Rey del Reino de la Divina Voluntad es
Cristo. De hecho la Iglesia instituyó la Fiesta solemne de Cristo Rey en
1925; y en Cristo concurre la Santísima Trinidad.
175. El Padre Pablo Martín comenta que solemos estar más enfocados en
conocer fechas concretas (que esto casi no lo informa Dios) que en ver el
«cómo» del Reino del Dios, el cómo de la venida del Reino a la tierra y de
su Rey.

30
176. Tenemos que entender las siguientes afirmaciones de la Escritura,
tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento:
Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de
ustedes son mis caminos —oráculo del Señor—. Como el cielo se alza por
encima de la tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a
los caminos y a los pensamientos de ustedes. (Isaías 55, 8-9).
Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.
(Marcos 8, 33).
177. Dios no se agota y siempre puede sorprendernos. Por eso la
importancia de ver desde la humildad los signos, las señales, las palabras
que nos da.
178. Ya vimos en el capítulo anterior cómo la venida del Mesías fue algo
“sorpresivo” para muchas personas (por ejemplo como para Jerusalén, por
el asunto de la llegada de los magos), que incluso también muchas
personas más ni cuenta se dieron en ese momento. Solamente unos
cuantos, gracias a su vida espiritual auténtica.
179. Podemos preguntarnos. ¿Ya había pasado antes la Encarnación y el
nacimiento del Mesías? ¿Era un evento habitual para la humanidad? Por
supuesto que no. De aquí la necesidad de estar atentos, velando y en
oración, como varias veces lo dice la Escritura y el mismo Jesús en el
Evangelio.
180. Es estar atentos a las cosas de Dios, como nos dan ejemplo los
personajes del capítulo anterior que vieron y reconocieron al Mesías, el
Salvador del mundo.
181. La verdadera conversión del corazón que produce una transformación
real de nuestro ser (ver 2 Corintios 5, 17) nos lleva a eliminar las
distracciones terrenas para centrarnos en Dios, por lo tanto enfocarnos en
sus planes, en sus proyectos y así ser partícipes de ellos.
182. Pero eso requiere renunciar a nuestro “ego”, a “uno mismo” (ver
Mateo 16, 24), a que las cosas se hagan como yo quiero, para dar paso a
los planes de Dios; y con el velar y orar tener la atención espiritual
necesaria para darnos cuenta de los tiempos de Dios, de entender sus
señales y su Voluntad.
183. La profetiza Ana que vimos en la sección anterior es un claro ejemplo
de este velar y orar, ella oraba y ayunaba día y noche, sirviendo al Señor.

31
184. Algo que nos enseña la primera venida de Jesús, y en cierto modo
muchos acontecimientos de nuestra salvación y restauración 7, es que las
cosas suceden durante un proceso.
185. Y a veces hacemos interpretaciones como si las cosas sucedieran en
eventos únicos. Y también hacemos suposiciones basándonos en nuestras
ideas muy personales, en nuestra ignorancia o en datos falsos, que creemos
ciertos. Todo esto les pasó también a personas de la época de Jesús que no
lo reconocieron.
186. En el Antiguo Testamento hay información del Mesías, tanto de su
aspecto poderoso y de Rey, como de su aspecto austero y doloroso (ver por
ejemplo: Jeremías 33, 15-16; Isaías 40, 10-11; Isaías 53, 2-10). Si una
persona ama la verdad verá todos los aspectos sin cerrarse a ninguno, con
lo cual no le será difícil percibir al Mesías cuando aparezca, como a los
personajes humildes y simples del capítulo anterior.
187. A estas personas no les sorprendió su llegada pobre y sencilla, porque
así estaba manifestado en las Escrituras. Pero un sector amplio de pueblo
judío reducía la información dada por Dios al aspecto poderoso y de
esplendor real, lo cual les llevaba a ver en el Mesías una figura no tanto
espiritual, sino más bien política, que los llevaría a librarse del dominio
Romano y ser líder de las naciones, como se muestra en las Escrituras, pero
con interpretaciones más bien terrenas.
188. Sí, una figura religiosa, pero también política (como era el estilo de la
historia de Israel), y además una idea política más bien mundana y de
acuerdo a la mentalidad de aquél tiempo. Estas interpretaciones no fieles a
la verdad completa (entre otras cosas), los llevó a no reconocer al Mesías
verdadero.
189. Al no amar la verdad, con simpleza de corazón, no vieron los signos
de Dios que les habla de un proceso, primero de una venida pobre, dolorosa
del Mesías para una redención del corazón del hombre, y luego, en los
tiempos de Dios, la etapa del Mesías Rey, de Cristo Rey, que sería en el
Reino de la Divina Voluntad.
190. De esta manera se cumplen las Escrituras, tanto las del Mesías
doloroso, como del Mesías Rey. Pero esto requiere abrirse a la verdad
completa, a “toda la verdad”, que es un regalo del Espíritu Santo que se da
a quienes hacen la Voluntad de Dios, a quienes le obedecen:
Nosotros somos testigos de estas cosas, nosotros y el Espíritu Santo que
Dios ha enviado a los que le obedecen. (Hechos 5, 32).
Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden
comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los

7
Con restauración nos referimos a la recuperación del plan original de Dios como lo estableció en Adán inocente, antes del
primer pecado, cuando se poseía el don del Reino de la Divina Voluntad.

32
introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que
dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. El me
glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. (Juan
16, 12-14).
191. Como en el caso de Simeón del capítulo anterior en donde el Espíritu
Santo estaba en él y se dejaba conducir por Él.
192. La primera venida de Jesús nos habla de esta sobriedad, de esta
discreción de Dios que viene en la simplicidad y en la sencillez, para dejarse
encontrar por los que son así: simples y sencillos.
193. Y la realidad es que así tenemos que encontrar a Cristo en todas las
épocas, con simplicidad y sencillez, porque Dios no es de otro modo, Él es
simple.
194. Por ejemplo, en el momento de la Encarnación, sólo lo sabía María su
Santa Madre. Dios ya estaba en la tierra hecho Hombre y solamente una
persona en todo el mundo lo sabía ¡Increíble!
195. Si en ese momento le dijéramos a alguien que no ama la verdad que
Dios ya estaba en el mundo Encarnado, lo más seguro es que no lo creyera.
Diría que ya se sabría, que un acontecimiento así se notaría en todo el
mundo, que las Escrituras hablan de Dios, el Señor de los ejércitos y que
será un Rey que gobernará el mundo y acabará con los males; y como los
males existen, pues no ha venido.
196. Además se podría hacer referencia a los sacerdotes y escribas que no
han dicho nada al respecto, así que lo más seguro es que no es así.
197. Sin embrago es verdad ¡ya vino!, ¡ya está aquí con nosotros! Alguien
que ama la verdad, no se cerraría, sino que mientras no se demuestre lo
contrario está abierto a la posibilidad. Además que se abre a toda la
Escritura y sabe que también se habla del “Varón de dolores”, que nacerá
en un lugar sencillo: “Belén”, etcétera.
198. Y su amor a la Verdad lo llevaría a los pies del Mesías como los
personajes del capítulo anterior.
199. Después de María lo saben San José, Santa Isabel, los personajes del
capítulo anterior, etcétera. Pero durante 30 años prácticamente nadie sabe
del Mesías, tiene tres décadas viviendo en el mundo y casi nadie se ha
enterado del portento maravilloso y único en la historia: la Encarnación.
Hija mía, mira el orden de mi Providencia Divina: Para el gran portento
de mi Encarnación elegí y me serví de una Virgen, humilde, pobre; por
custodio que me hacía de padre, al virgen San José, tan pobre que tenía
necesidad de trabajar para mantenernos la vida. Mira cómo en las obras
más grandes, y más grande no podía ser el misterio de la Encarnación,
nos servimos de personas que en la apariencia no llaman la atención de

33
nadie, porque las dignidades, los cetros, las riquezas, son siempre
humos que ciegan al alma y le impiden penetrar en los arcanos
celestiales para recibir un acto grande de Dios y al mismo Dios.
(Volumen 20, Enero 6, 1927).
200. Vemos cómo Dios hace muchas veces las cosas con discreción y en
etapas, no en un evento puntual y ya, sino en un proceso. Ya había llegado
la Salvación al mundo, aunque aparentemente no se ve ningún cambio en
la humanidad, ningún cambio en el mundo, ningún cambio en el universo.
Es claro que la manera de pensar y hacer de Dios difiere de la nuestra.
201. Y Cristo es Rey contiene el Reino de Dios en Él, el Reino de la Divina
Voluntad en Él:
Hija mía, cuando Yo estaba en la tierra, mi Voluntad Divina… por
naturaleza reinaba en Mí (Volumen 23, Octubre 6, 1927).
202. Por eso Jesús puede decir:
El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. (Marcos 1, 15).
«El Reino de Dios no viene espectacularmente, y no se podrá decir:
«Está aquí» o «Está allí». Porque el Reino de Dios está dentro de
ustedes». (Lucas 17, 20-21).
203. Como Cristo está presente, por eso le dice a las personas que están
cerca de Él: el Reino está cerca, el Reino está dentro de ustedes. También
está dentro porque su Divina Voluntad está en todas partes; pero de
nosotros depende conocer este Reino y permitir que nos llene de su Vida
Divina o tenerlo sofocado sin que despliegue su Vida en nosotros.
204. Estas palabras las puede decir Jesús todo el tiempo a las personas
que se le acercan, ya que si alguien es miembro de la Iglesia y vive en
comunión con Cristo, haciendo su Voluntad (ver Mateo 7, 21) esta persona
se acerca y va entrando al Reino, o también se pude decir que el Reino va
creciendo y formándose en su interior.
205. Y esto es así porque el Cuerpo Místico de Cristo, que es su Iglesia,
está unido a su Cabeza que es Cristo mismo. Y así los bienes de la Cabeza
pasan al Cuerpo, y se reciben según las disposiciones8 de los miembros, su
nivel de conversión, de fe, de entrega, etcétera.
206. En donde la Eucaristía es un punto culminante, ya que se recibe a
Jesucristo en su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad9. Pero la bondad de Dios
es tan grande que no se conforma solamente con redimirnos, quiere
restaurar las cosas a su estado original:

8
Ver Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1101, 1128 y 1131.
9
Ver Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1413.

34
Se engañan aquellos que piensan que nuestra suma bondad y sabiduría
infinita habrían dejado al hombre sólo con los bienes de la Redención, sin
levantarlo de nuevo al estado primero creado por Nosotros (Volumen 19,
Julio 18, 1926).
207. Dios quiere darnos de nuevo el don del Reino de la Divina Voluntad
que le había dado a Adán inocente y que se perdió por el pecado (ver
volumen 21, Marzo 10, 1927).
208. Quiere darnos de nuevo el Reino de Dios que Cristo vino a restaurar
junto con la realización de la Redención. Ahora, ha llegado el momento de
dar a conocer este Reino y que Dios lo quiere dar:
Ve entonces cómo es necesario que se conozca que puedo dar el reino
de mi Voluntad y que quiero darlo. (Volumen 30, Marzo 20, 1932).
209. Y aunque este Reino ha estado en Cristo y lo recuperó para nosotros
cuando vino a la tierra, en la Sabiduría de Dios ya ha llegado el momento, a
través de Luisa Piccarreta, de transmitirlo de la Cabeza de la Iglesia a su
Cuerpo Místico, a los miembros.
Ahora, siendo la Cabeza, el Rey, el Salvador y el verdadero santificador
del género humano, lo que hay en la Cabeza tienen derecho los
miembros (Volumen 33, Mayo 6, 1934).
Hija mía, el reino de mi Voluntad está todo preparado en mi Humanidad,
y Yo estoy pronto a ponerlo fuera para darlo a las criaturas; se puede
decir que he formado los fundamentos, he erigido las construcciones, las
habitaciones son innumerables y todas adornadas e iluminadas no con
pequeñas luces, sino con tantos soles por cuantas verdades he
manifestado acerca del Fiat Divino; no se necesita otra cosa que aquellos
que lo habiten, habrá lugar y habitación para todos, porque es vasto,
más que todo el mundo. (Volumen 24, Agosto 30, 1928).
210. Por eso este Reino ha estado cerca de nosotros, entre nosotros; pero
para entrar a este Reino, como dice Jesús en el Evangelio, hay que
convertirse, no hay Reino sin conversión; y aunque estas palabras se
pueden aplicar siempre, hoy llegan a una especial plenitud:
«El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y
crean en la Buena Noticia». (Marcos 1, 15).
211. En la primera venida de Jesús se tuvieron varias etapas. Su
Encarnación, su Nacimiento, y después de su vida oculta de 30 años sale a
su vida pública en donde se da a conocer más, y también hay diferentes
reacciones; veámoslo en el siguiente capítulo.

35
Capítulo 4: Las diferentes respuestas al Jesús público

212. Tampoco aquí veremos un análisis exhaustivo de estas reacciones o


respuestas de las diferentes personas, sino algunas que también nos
pueden servir de aprendizaje.
213. En nuestras respuestas a Dios está la clave de nuestra vida. Dios
siempre tiene la iniciativa del amor, de salirnos al encuentro de una u otra
manera. Es la respuesta de la criatura la que determina su destino, para
bien o para mal, tanto aquí en la tierra como en la otra vida. Es el gran
drama de la voluntad humana y sus elecciones.
214. Aquí también queda clara la relación entre la respuesta y el nivel
espiritual de la persona, de su nivel de conversión. De hecho la conversión
es una respuesta clave que genera otras respuestas adecuadas.
215. Hay respuestas completamente entregadas y con el conocimiento
profundo del plan de Dios, que llevan a la persona a ser parte del mismo
plan; como es el caso de las personas que ya vimos capítulos atrás y de
San Juan Bautista (precisamente hijo de San Zacarías y de Santa Isabel).
216. Evidentemente el Bautista tuvo su proceso de preparación y
crecimiento como consecuencia de su respuesta a Dios. Se ve que este
proceso empieza muy temprano, desde el vientre de su Madre, como se
observa en la visitación de Santa María, en cierto momento vive en el
desierto, luego empieza a predicar y realizar el bautismo de conversión,
etcétera.
217. Hay también otras personas en donde los Evangelios nos permiten ver
el proceso. Por ejemplo el caso de los Apóstoles como San Pedro, San Juan,
etcétera. Veamos el caso de respuesta de sus primeros discípulos. Aunque
cada uno tiene su propia personalidad y proceso, algunos tienen cosas en
común (por ejemplo, algunos eran pescadores).

El caso de los primeros discípulos


218. En el primer capítulo del Evangelio de San Juan se nos narra el caso
de dos varones que son discípulos de San Juan Bautista, el cual mirando a
Jesús que pasaba dice que es el “Cordero de Dios” y estos varones
empiezan a seguir a Jesús.
219. Estos hombres son Andrés (hermano de Simón-Pedro) y Juan
(hermano de Santiago). Al ser discípulos de San Juan Bautista se ve que ya
tenían una cierta espiritualidad y eran personas de buena voluntad. Y
llegado el momento empiezan a seguir a Jesús sin mucho problema.

36
220. De hecho se dan cuenta de quién es Jesús, ya que el Evangelio nos
dice que Andrés va con su hermano Simón (Pedro) y le dice: «Hemos
encontrado al Mesías» (Juan 1, 41).
221. Tampoco tienen ideas complicadas, ya que reconocen en la sencillez
de Jesús al Mesías; y le dan todo el peso que esto significa, ya que Jesús
poco después les pedirá a los cuatro dejar sus barcas, sus redes (su vida,
su oficio hasta ese momento) para que lo sigan, y lo siguen
inmediatamente dejándolo todo.
222. Esta respuesta de los cuatro Apóstoles contrasta con la del joven que
le pregunta a Jesús qué tiene que hacer para heredar la vida eterna (ver
Mateo 19, 16 y siguientes) y Jesús después de hablar sobre los
mandamientos también le pide que deje todo y lo siga (¡que honor!), pero
como tenía muchos bienes no lo siguió.
223. En el fondo la cantidad de bienes no es tanto el problema, sino a
quién tenemos en primer lugar, y cuando Dios no es lo primero otras cosas
ocupan su lugar que nos provocan cadenas, apegos, que nos esclavizan.
224. Todo esto obstaculiza hacer la Voluntad de Dios y así entrar al Reino
(ver Mateo 7, 21) y por eso Jesús dice inmediatamente después de que el
joven rico no lo siguió: Les aseguro que difícilmente un rico entrará en el
Reino de los Cielos (Mateo 19, 23); un rico en el sentido de alguien que
tiene apegos y otras prioridades que le impiden seguir a Jesús para hacer
su Voluntad.
225. Como se observa, los apegos y otras prioridades nos impiden dar la
respuesta adecuada a Dios. Seguramente este joven si hubiera seguido a
Cristo sería uno de los Apóstoles.
226. De todos modos estos Apóstoles siguieron teniendo su proceso de
crecimiento, de perfección y de santidad, ya que no eran perfectos. El
Evangelio se encarga de dejárnoslo claro.
227. Y es la combinación de su buena respuesta al Señor, más los auxilios
divinos: la formación de Jesús durante tres años, los Sacramentos, las
penas, Pentecostés, etcétera, lo que va logrando la santidad en ellos.
228. Otro caso peculiar es el de Mateo, que era recaudador de impuestos,
los cuales no tenían buena fama. Se ve que vivía bien, parece que no era
discípulo de San Juan Bautista pero a la llamada del Señor también lo deja
todo y se convierte en San Mateo, Apóstol y Evangelista. Aquí se ve el
poder y las consecuencias de las decisiones.
229. Otro caso es el de Judas Iscariote. Fue invitado al círculo más íntimo
de Jesús, recibió muchas gracias, ser formado, evangelizado por el mismo
Jesús; y sin embargo sus decisiones lo llevaron por otro camino muy
lamentable.

37
230. También Felipe es otro que a la invitación de Jesús lo sigue
inmediatamente, convirtiéndose en San Felipe Apóstol. Este Felipe le dice a
Natanael (Bartolomé): «Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley
de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret». (Juan 1,
45).
231. Vemos en Felipe la pequeñez de la que hemos hablado. Reconoce en
el hijo de José de Nazaret al esperado que se habla en Moisés y en los
Profetas; reconocen en el hijo de un sencillo carpintero al que aguardan
desde siglos. En cambio para otros será difícil reconocer en el hijo de un
artesano al Mesías de Israel (ver Mateo 13, 55-58).
232. Ahora veamos lo que sucede después del anuncio que Felipe le da a
Natanael (Bartolomé), que también será San Natanael o San Bartolomé
Apóstol:
Natanael le preguntó: «¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?».
«Ven y verás», le dijo Felipe. Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: «Este
es un verdadero israelita, un hombre sin doblez». «¿De dónde me
conoces?», le preguntó Natanael. Jesús le respondió: «Yo te vi antes que
Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera». Natanael le
respondió: «Maestro, tú eres el hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús continuó: «Porque te dije: "Te vi debajo de la higuera", crees.
Verás cosas más grandes todavía». Y agregó: «Les aseguro que verán el
cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del
hombre». (Juan 1, 46-51).
233. Al cuestionamiento de Natanael, que por lo que sigue expresa el
razonamiento y el interés de un hombre que busca la verdad, Felipe le dice:
“Ven y verás”, es como si dijera: ven a comprobarlo. Felipe lo dice como si
bastara ver a Jesús para darse cuenta, parece que a Felipe eso le bastó,
tenía su “sexto sentido” espiritual de los simples.
234. Y Felipe se da cuenta que estas disposiciones también las tiene
Natanael, por eso lo invita a simplemente ir y ver. A diferencia de muchos
que vieron a Jesús y no lo siguieron ni lo reconocieron.
235. Y luego se da ese encuentro que cambia vidas, entre el alma simple y
pequeña y el Todo, Jesús lo describe en pocas palabras: Este es un
verdadero israelita, un hombre sin doblez. Esto confirma lo que decimos de
estos Apóstoles, solamente en un alma sencilla, simple, no hay lugar para
el doblez, para la hipocresía.
236. Incluso parece que en esta descripción del Maestro hay un cierto
orgullo de Jesús, de un hombre de su pueblo elegido digno de él: verdadero
israelita; es decir, alguien que integra lo mejor de las cualidades del pueblo
judío. Alguien parecido a Abraham, a Moisés, a David, al Bautista.

38
237. Bastó a Jesús decirle que lo vio debajo de la higuera y Natanael
exclama: ¡Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!; qué
poco requirió Jesús para que este verdadero israelita lo reconociera.
238. No hubo ningún problema para Natanael de ir del hijo de un
carpintero de Nazaret al Hijo de Dios, al Rey de Israel en unos pocos
instantes. Así sucede con los simples, con los que son como niños.
239. De hecho Jesús le reconoce este poco que se necesitó y lo premia
diciéndole: Verás cosas más grandes todavía. Y agregó: «Les aseguro que
verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del
hombre»; esto es… ¡sublime!
240. Para lo que a otros les puede llevar años, para los simples y sencillos
les puede llevar unos pocos segundos.

El caso sobre el origen de Jesús


241. Veamos otro texto del Evangelio que habla de estas diferentes
respuestas a Jesús:
Algunos de la multitud que lo habían oído, opinaban: «Este es
verdaderamente el Profeta». Otros decían: «Este es el Mesías». Pero
otros preguntaban: «¿Acaso el Mesías vendrá de Galilea? ¿No dice la
Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David y de Belén, el pueblo
de donde era David?». Y por causa de Él, se produjo una división entre la
gente. (Juan 7, 40-43).
242. El párrafo anterior describe los diferentes interiores de las personas,
según su nivel de conversión (por tanto espiritual), de amor a la verdad y
de simplicidad. Unos logran reconocer al Mesías, otros no.
243. Se ve, por ejemplo, lo que sucede cuando no se ama la verdad. Se
hacen suposiciones como si fueran certezas. Y ahí se queda uno, ya no hay
más avances, sin averiguar si las suposiciones son reales o no.
244. Es lo que sucede con los que cuestionan si el Mesías vendrá de
Galilea, porque saben que nacerá en Belén y vendrá del linaje de David; lo
cual expresa que tenían la información, pero no se molestan en
comprobarla (no hay amor a la verdad), como ven que Jesús viene de
momento de Galilea, ya que Nazaret está en esta región, concluyen que no
es el Mesías.
245. Puede pasar que en el fondo uno no quiere plantearse la posibilidad
de tan grande noticia, porque eso requeriría una respuesta grande, con
compromiso y como no se quiere tener esta respuesta, es mejor descartarla
anticipadamente.

39
246. Dice el texto que se produce división entre ellos. Es la división de los
que aman la Verdad y los que no la aman. Se cumple la profecía de Simeón
que vimos anteriormente, el hombre justo y piadoso:
Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la Madre: «Este niño será
causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de
contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se
manifestarán claramente los pensamientos de muchos corazones».
(Lucas 2, 34-35).
247. Dice el texto al final de la cita: así se manifestarán claramente los
pensamientos de muchos corazones; lo cual significa que ante la verdad, la
persona responde según lo que es, según lo que trae en su interior. Al
hablar de “pensamientos” se hace referencia clara a la verdad.
248. Ante la verdad, cada quien decide su camino y su destino. Y queda
evidente ante Dios, quién es fiel a Él y quién no, porque Dios es la
Verdad10.
249. Algo semejante se podría decir del lugar donde vivió Jesús, en
Nazaret. Cuando en su vida pública va a ese lugar hizo pocos milagros por
la incredulidad de la gente.
250. La familiaridad, el aspecto ordinario y cotidiano de la Sagrada Familia
pone a prueba a las personas, depende de su amor a la verdad el superar e
ir más allá de los aspectos habituales y ordinarios para ver realidades que
se ocultan en esta cotidianidad, pero que están ahí:
«¿De dónde le viene, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer
milagros? ¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que
llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas?
¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le
vendrá todo esto?». Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo.
Entonces les dijo: «Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y
en su familia». Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe
de esa gente. (Mateo 13, 54-58).
251. También en este sentido están las palabras de Jesús en Libro de Cielo:
...pues como me creían hijo de San José decían que no podía salir de un
artesano el Mesías prometido, e iban suscitando dudas sobre mi Divina
Persona, tanto de formar nubes en torno al Sol de mi Humanidad
(Volumen 28, Junio 2, 1930).

El caso de los discípulos de Emaús


252. Este suceso también nos da enseñanza. En este caso es respecto a
creer que los acontecimientos tienen que pasar como nosotros pensamos.

10
Ver Juan 14, 6.

40
253. Aquí tenemos a unos discípulos de Jesús (que no eran de los doce
Apóstoles), que lo han seguido. Por lo tanto esto puede pasarle incluso a
personas que siguen a Dios. Es decir, nos puede pasar todos.
254. Ellos se encaminaban a un pueblo llamado Emaús (ver Lucas 24, 13 y
siguientes) el mismo día de la Resurrección de Cristo. Jesús les sale al
encuentro pero no lo reconocen, ellos van tristes, como decepcionados por
el desenlace de su muerte, comentando entre ellos lo que ha pasado.
255. Jesús les pregunta sobre lo que comentan y se establece la
conversación, ellos dialogan con Jesús diciéndole:
«¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos
días!». «¿Qué cosa?», les preguntó. Ellos respondieron: «Lo referente a
Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras
delante de Dios y de todo el pueblo, y cómo nuestros sumos sacerdotes
y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo
crucificaron. Nosotros esperábamos que fuera Él quien librara a Israel.
Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas. Es verdad
que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado:
ellas fueron de madrugada al sepulcro y al no hallar el cuerpo de Jesús,
volvieron diciendo que se les había aparecido unos ángeles,
asegurándoles que Él está vivo. Algunos de los nuestros fueron al
sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho. Pero a Él no
lo vieron». Jesús les dijo: «¡Hombres duros de entendimiento, cómo les
cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas!... (Lucas 24, 18-25).
256. Jesús continua enseñándoles, recordándoles las Escrituras y lo que
han dicho los profetas (ver v. 27), así en este texto hay mucho que
aprender. Por un lado estos discípulos tienen el privilegio de ser enseñados
por el mismo Jesús resucitado en persona, porque lo han seguido, siguen la
Verdad.
257. Obviamente —como todos— no son perfectos y necesitan seguir
aprendiendo, pero están abiertos a esta enseñanza, por eso Jesús les sale
al encuentro y les enseña, para que luego sean testigos, nada menos y
nada más, que de la Resurrección de Cristo.
258. Por otro lado, el texto indica lo que los discípulos “esperaban”: que
fuera Él quien librara a Israel, que librara a Israel del dominio extranjero
(Roma). Aquí está todavía la visión terrena, y sobre todo el que no se
entienden bien los acontecimientos, porque esperamos que sean de
acuerdo a nuestras visiones y criterios subjetivos.
259. Cristo los saca de esta visión subjetiva y los lleva a mirar más alto, a
ver la verdadera realidad y les expresa la dureza para entender a los
profetas, entender las Escrituras.

41
260. El querer que las cosas sean según nuestros criterios, según nuestra
manera de pensar, es decir, según nuestro “ego” nos endurece y oscurece
nuestro entendimiento para comprender; nos dificulta entender bien los
planes de Dios y su Voluntad, nos obstaculiza enterarnos y apreciar sus
“novedades”, sus “manifestaciones”.
261. Este querer que las cosas sucedan según nuestros criterios subjetivos,
en vez de esforzarse por escuchar la voz del Señor, hace que los discípulos
se desconcierten al escuchar el testimonio de las mujeres incluyendo la
afirmación de los ángeles de que Jesús está vivo. Para escuchar a Dios hay
que silenciar nuestro “yo”.
Todo el que es de la verdad, escucha mi voz. (Juan 18, 37).
262. Por eso la insistencia de Jesús en que sepamos discernir los signos de
los tiempos (ver Lucas 12, 54-57), que estemos preparados y atentos (ver
Lucas 12, 34-36; ver Mateo 24, 44); y esto sucede en la medida en que nos
convertimos, en la medida en que amamos la verdad, en que vivimos para
agradar al Señor, en la medida en que estamos atentos para escuchar y
vivir en su Voluntad, en la medida en que nos enamoramos del Esposo.
263. Todo esto es necesario, no solamente para enterarnos de los eventos
de Dios, sino también para saber cuál es el papel que Dios quiere de cada
uno de nosotros en estos acontecimientos, si no hemos llegado a esto, no
hemos arribado a donde Dios quiere que lleguemos.

La clase religiosa
264. También está el caso de los fariseos, escribas y sacerdotes en la vida
pública de Jesús. Las personas preparadas que tienen autoridad, el
conocimiento sobre las Escrituras, sobre los profetas y los que realizan el
culto público y el servicio religioso judío.
265. Es paradójico, como hemos visto, pero de esta clase de personas en
la vida pública de Jesús casi nadie lo siguió 11, y después tampoco fueron
muchos los que lo siguieron. La mayoría de ellos son duros para ver la
realidad evidente ante sus ojos.
266. No son suficientes las palabras, la enseñanza, las sanaciones, la
liberación de demonios, los milagros, las resurrecciones que hacía Jesús,
nada de esto logra que entre la luz a sus mentes y corazones, sino al
contrario quieren deshacerse de Él, incluso matarlo, porque viene a
molestar y perturbar su vida, sus privilegios, su posición.
267. Aquí el no amar la Verdad produce incluso el odiarla. Gran enseñanza:
si no amamos la Verdad, podemos acabar odiándola. Esta característica es
muy diabólica. ¿Quién odia a Dios, si no es el demonio? ¿quién odia a la
Verdad sino el padre de la mentira?

11
Los Evangelios nos hablan de Nicodemo y de José de Arimatea como seguidores de Jesús.

42
Ustedes tienen por padre al demonio y quieren cumplir los deseos de su
padre. Desde el comienzo él fue homicida y no tiene nada que ver con la
verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, habla conforme a
lo que es, porque es mentiroso y padre de la mentira. Pero a mí no me
creen, porque les digo la verdad. (Juan 8, 44-45).
268. Esto es precisamente lo que Jesús les dice a ellos. Se requiere
también una gran cantidad de soberbia para llegar a este odio a la Verdad,
actitud muy contraria a la pequeñez y a la humildad. Esta soberbia ciega a
la luz de la Verdad, por eso Jesús les dice:
¿Por qué ustedes no comprenden mi lenguaje? Es porque no pueden
escuchar mi palabra. (Juan 8, 43).
269. No pueden escuchar la Palabra de luz de Jesús porque están cerrados
a esa luz; al decidir no amar la verdad, han optado por las tinieblas:
La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron. … Vino [la
Luz, Dios Hijo] a los suyos, y los suyos no la recibieron. (Juan 1, 5 y 11).
270. Porque:
Dios es luz, y en Él no hay tiniebla alguna. (1 Juan 1, 5).
271. Es así que Jesús dice en los volúmenes:
Yo soy luz; ¿pero de qué está formada esta luz, cuál es el fondo de ella?
¡La verdad! Así que soy luz porque soy verdad, por eso el alma para ser
luz, y para tener luz en todas sus acciones, éstas deben salir de la
verdad. (Volumen 8, Septiembre 3, 1908).

El acontecimiento del ciego de nacimiento


272. Dentro de lo que podemos aprender de las actitudes de la clase
religiosa judía (fariseos, sacerdotes y escribas) del tiempo de Jesús y que
nos pueden servir a todos nosotros, ya sea para salir o no caer en estas
actitudes, está el suceso del ciego de nacimiento, relatado en el capítulo 9
del Evangelio de San Juan.
273. Aquí hay un ciego de nacimiento que es curado por Jesús. El ciego no
ve en un principio a Jesús porque Él le pone barro en sus ojos que hizo con
su saliva y la tierra, luego lo manda a lavarse “a la piscina de Siloé” (v. 7),
el ciego lo hace y comienza a ver.
274. Los que lo conocían empiezan a preguntarse si es el que era ciego (v.
8) y empiezan a opinar:
«Es el mismo». «No, respondían otros, es uno que se le parece». El
decía: «Soy realmente yo». (Juan 9, 9).

43
275. Volvemos a ver las diferentes actitudes ante la verdad y cómo unos
afirman algo erróneo con toda tranquilidad. Luego el ciego es llevado ante
los fariseos (v. 13), ellos al escuchar su historia dicen:
«Ese hombre no viene de Dios, porque no observa el sábado». Otros
replicaban: «¿Cómo un pecador puede hacer semejantes signos?». Y se
produjo una división entre ellos. (Juan 9, 16).
276. De nuevo afirmaciones sin fundamento. Al no querer abrirse a la
verdad, e incluso odiarla, buscan la manera de rechazarla, y no puede ser
de otra manera que con mentiras, insinuando de Jesús que es pecador y
afirman que no viene de Dios.
277. Rechazan tanto la verdad que no le creen al ciego curado y llaman a
sus padres (v. 18), los interrogan y los padres afirman que sí es su hijo,
que nació ciego, pero no quisieron dar más explicación de cómo era que
ahora veía, sino que se lo preguntaran al hijo (v. 21). Había temor en los
padres por el siguiente motivo:
Sus padres dijeron esto por temor a los judíos, que ya se habían puesto
de acuerdo para excluir de la sinagoga al que reconociera a Jesús como
Mesías. (Juan 9, 22).
278. La clase religiosa usa su autoridad para prohibir seguir a Jesús, seguir
a la Verdad. Por eso un miembro del Sanedrín —José de Arimatea— que se
abre a la verdad usa la prudencia en el seguimiento de Jesús al padecer la
oposición de sus compañeros (un caso semejante al de Nicodemo), y así
cuando se requirió la audacia (en la muerte de Jesús) de ir con Pilato lo
hace:
Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús —pero
secretamente, por temor a los judíos— pidió autorización a Pilato para
retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se la concedió, y él fue a retirarlo. (Juan
19, 38).
279. En todo esto de nuevo aparece el signo de contradicción. Se pone a
prueba el amor a la verdad en conciencia.
280. Está Jesús y está la clase religiosa que no lo acepta casi en su
totalidad, y podríamos decir en cierto sentido “oficialmente”. Cada persona
tiene que dar su respuesta a esto. Y es el amor a la Verdad la que guía en
el camino correcto.
281. Los discípulos, sabiendo y viviendo junto con Jesús el rechazo de la
mayoría de la clase religiosa judía, deciden seguirlo porque reconocen
«verdaderamente» en conciencia al Mesías en Jesús.
282. Así también el ciego curado tiene una actitud diferente a esta clase
religiosa, se nota su simplicidad que le permite ver la verdad; y que ante la

44
sabiduría de él la clase religiosa se enfurece, sacando al exterior el odio que
han construido en su interior, vemos:
Los judíos llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron:
«Glorifica a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador».
«Yo no sé si es un pecador, respondió; lo que sé es que antes yo era
ciego y ahora veo». (Juan 9, 24-25).
283. La simplicidad del ciego hace que no se meta en juicios temerarios, no
afirma que Jesús sea pecador, sino la verdad tal cual es: antes era ciego y
ahora veo. Y vuelven a preguntarle:
Ellos le preguntaron: «¿Qué te ha hecho? ¿Cómo te abrió los ojos?». El
les respondió: «Ya se los dije y ustedes no me han escuchado. ¿Por qué
quieren oírlo de nuevo? ¿También ustedes quieren hacerse discípulos
suyos?». Ellos lo injuriaron y le dijeron: «¡Tú serás discípulo de ese
hombre; nosotros somos discípulos de Moisés! Sabemos que Dios habló
a Moisés, pero no sabemos de dónde es este». El hombre les respondió:
«Esto es lo asombroso: que ustedes no sepan de dónde es, a pesar de
que me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los
pecadores, pero sí al que lo honra y cumple su Voluntad. Nunca se oyó
decir que alguien haya abierto los ojos a un ciego de nacimiento. Si este
hombre no viniera de Dios, no podría hacer nada». Ellos le respondieron:
«Tú naciste lleno de pecado, y ¿quieres darnos lecciones?». Y lo echaron.
(Juan 9, 26-34).
284. El ciego que no tiene la información y el conocimiento de la clase
religiosa, en su sencillez hace toda una deducción lógica y verdadera sobre
Jesús; él se da cuenta de que ante los hechos Jesús no puede ser alguien
malo, sino alguien bueno que viene de Dios, que cumple su Voluntad; cosa
que la clase religiosa está cerrada a ello y no sabiendo dar argumentos al
ciego, su soberbia y enojo se manifiesta: Tú naciste lleno de pecado, y
¿quieres darnos lecciones? Y usando mal su autoridad lo echan.
285. Vemos que el ciego fue fiel a la verdad aunque eso significó que fuera
maltratado por la clase religiosa, esta fidelidad a la verdad siempre será
premiada por Dios:
Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los
calumnie en toda forma a causa de mí. (Mateo 5, 11).
286. En relación con esto veamos precisamente lo que pasa después con el
ciego:
Jesús se enteró de que lo habían echado y, al encontrarlo, le preguntó:
«¿Crees en el Hijo del hombre?». El respondió: «¿Quién es, Señor, para
que crea en Él?». Jesús le dijo: «Tú lo has visto: es el que te está
hablando». Entonces él exclamó: «Creo, Señor», y se postró ante Él.
(Juan 9, 35-38).

45
287. Hermosa recompensa para quien se abre a la verdad y la acoge. El
ciego de nacimiento ve con sus propios ojos sanados a Jesucristo y lo adora
en persona.
288. En este sentido están las siguientes palabras de Jesús en Libro de
Cielo:
...porque quien todo deja por amor de la verdad, sobreabundará de todo
más abundantemente que los demás (Volumen 7, Septiembre 16, 1906).
289. Respecto al ciego, Jesús dice después, haciendo una gran síntesis de
esta enseñanza:
Después Jesús agregó: «He venido a este mundo para un juicio: Para
que vean los que no ven y queden ciegos los que ven». Los fariseos que
estaban con Él oyeron esto y le dijeron: «¿Acaso también nosotros
somos ciegos?». Jesús les respondió: «Si ustedes fueran ciegos, no
tendrían pecado, pero como dicen: "Vemos", su pecado permanece».
(Juan 9, 39-41).
290. En este sentido también dice Jesús en Libro de Cielo:
Yo no soy comprendido por quien no está despojado de todo y de todos,
mi voz suena muy mal a sus oídos, más bien les parece un absurdo, una
cosa que no es conveniente a la condición humana (Volumen 10, Enero
15, 1911).
…porque la verdad es luz a la mente, y con la luz las cosas se ven tal
cual son, en cambio si no se quiere conocer la verdad, la mente queda
ciega y las cosas no se ven como son, por lo tanto suscitan dudas y
dificultades y permanecen más ciegos que antes. (Volumen 11, Junio 29,
1914).
291. Terminemos este capítulo con estas palabras de la Santa Escritura:
Dios ha elegido a los ignorantes de este mundo, para humillar a los
sabios; a los débiles del mundo, para avergonzar a los fuertes; a los
insignificantes y despreciados del mundo, es decir, a los que no valen
nada, para reducir a la nada a los que valen; de manera que nadie
pueda presumir delante de Dios. ... Por lo tanto, como dice la Escritura:
El que se gloria, que se gloríe en el Señor. (1 Corintios 1, 26-31).

46
Capítulo 5: Las novedades del Señor

292. Dios en su amor y sabiduría le gusta sorprendernos; y para que


captemos sus novedades hay que estar abiertos a la Verdad, hay que
amarla.
293. Suele darnos algo de información como preparación a un gran suceso,
y luego sucede este gran evento en la Historia, que —como hemos visto—
lo reciben y entienden los simples y los pequeños; los que no son así les
cuesta comprender, se confunden o no se dan cuenta para nada; vemos el
signo de contradicción.
294. El pecado original ha provocado el que Dios inicie un proceso gradual
de recuperación de conocimiento en nosotros. Ya que antes de este pecado
el hombre tenía mucho conocimiento y sabiduría que se perdió al revelarse
y perder el don de la Divina Voluntad (ver Catecismo de la Iglesia Católica,
n. 375 y 376; y volumen 30, Mayo 22, 1932; volumen 18, Noviembre 12,
1925; volumen 33, Diciembre 10, 1933).
295. Por esta pérdida de sabiduría por el pecado, Dios ha tenido que
realizar este proceso gradual de darnos conocimiento sobre los aspectos
divinos; adaptándose a nuestra capacidad dañada por el pecado.
296. Y así de vez en cuando nos va dando ciertas novedades que son
sorpresas para nosotros; a esta humanidad que camina hacia una plenitud
(ver Catecismo de la Iglesia Católica, n. 671, 1042 y 2818).
297. Dentro de estas novedades está la Encarnación de Dios mismo en la
naturaleza humana. Después del pecado de Adán Dios promete una
salvación, es decir, ya la avisa en ese momento (ver Génesis 3, 1-15).
298. No da muchos detalles, pero ya empieza a dar información que va
añadiendo más con el tiempo (como suele hacerlo) a través de los profetas.
Esta información se intensifica cerca del tiempo del evento (también como
suele hacerlo).
La venida del Hijo de Dios a la tierra es un acontecimiento tan
inmenso que Dios quiso prepararlo durante siglos. Ritos y
sacrificios, figuras y símbolos de la "Primera Alianza, todo lo hace
converger hacia Cristo; anuncia esta venida por boca de los
profetas que se suceden en Israel. Además, despierta en el
corazón de los paganos una espera, aún confusa, de esta venida.
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 522).

299. Se sabía que vendría el Mesías, pero ¿qué era realmente? Esto no
estaba del todo claro para los judíos. La novedad para los judíos no fue
exactamente que el Mesías tuviera que venir, sino volvemos a lo mismo: al
«cómo» de esa venida.

47
300. Dentro de esta primera venida hay un aspecto clave novedoso para
los judíos: el «Misterio Trinitario».
301. Este es un punto esencial entre Jesús y los judíos. Desde un primer
acercamiento parece que aquí hay algo que contradice la fe judía
monoteísta.
302. Dios había batallado mucho con el pueblo elegido para que no
adoraran a otros dioses y ahora alguien pretende hacerse pasar por Hijo de
Dios, lo cual para los judíos era claro que se igualaba a Dios.
303. Para la clase religiosa que no se abre a la verdad este era un
fundamento suficiente para deshacerse de Él. Precisamente una vez que
Jesús cura a un enfermo en Jerusalén en sábado sucede lo siguiente:
Ellos atacaban a Jesús, porque hacía esas cosas en sábado; Él les
respondió: «Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo». Pero para
los judíos esta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba
el sábado, sino que se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre.
(Juan 5, 16-18).
304. Al no abrirse a la verdad estos judíos se quedan con la información de
siempre que hace que se razone así: “solamente hay un Dios, esta persona
dice que también es Dios, por lo tanto es falso y hay que matarlo”.
305. Este razonamiento también puede ser influenciado por la incomodidad
que les causaba Jesús al cuestionar con su vida, palabras y obras la
hipocresía de ellos.
306. En estas almas llenas de oscuridad nacen también los celos, la
envidia, etcétera. Jesús los ama y trata de darles luz de una u otra manera.
Primeramente con su mismo ejemplo, su sabiduría, sus milagros, etcétera.
307. Que —como hemos visto— esto tendría que ser suficiente para un
alma que busca la verdad, pero como esto no es suficiente para ellos, Jesús
trata con otros medios; por eso los señalamientos, amonestaciones y los
calificativos de Jesús a ellos son un intento misericordioso de despertarlos,
de agotar todas las opciones para atraerlos a la luz; además de ser una
enseñanza para nosotros:
Pero ¡ay de ustedes, fariseos, que pagan el diezmo de la menta, de la
ruda y de todas las legumbres, y descuidan la justicia y el amor de Dios!
Hay que practicar esto, sin descuidar aquello. ¡Ay de ustedes, fariseos,
porque les gusta ocupar el primer asiento en las sinagogas y ser
saludados en las plazas! ¡Ay de ustedes, porque son como esos
sepulcros que no se ven y sobre los cuales se camina sin saber!». Un
doctor de la Ley tomó entonces la palabra y dijo: «Maestro, cuando
hablas así, nos insultas también a nosotros». (Lucas 11, 42-45).

48
308. Este doctor de la Ley se enfoca al hecho de que se siente insultado
más que a ver si lo que dice Jesús es verdad. Actitud en la que podemos
caer cualquiera de nosotros. Jesús continua:
Él le respondió: «¡Ay de ustedes también, porque imponen a los demás
cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni siquiera con un dedo!
... ¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la
llave de la ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar,
se lo impiden». Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos
comenzaron a acosarlo, exigiéndole respuesta sobre muchas cosas y
tendiéndole trampas para sorprenderlo en alguna afirmación. (Lucas 11,
46-54).
309. Jesús dice que ellos no entran a la ciencia ni dejan entrar a los que
quieren. Alusión clara a la verdad. Pero aunque intenten impedir a otros
entrar en esta Verdad, el que ama realmente la Verdad no puede ser
impedido aunque otros lo intenten.
310. Puede haber otras personas que están en proceso de tomar una
decisión más comprometida con la Verdad, con Dios, que tienen algunos
obstáculos para entregarse plenamente a Él y amar la verdad; aquí entra el
trabajo de otros, y por tanto también de los pastores de buscar a la oveja
perdida, de guiar a los que tienen dificultades de comprometerse bien con
Dios y con la verdad, ya que son personas que buscan un cambio en su
vida; y es donde el mal pastor ni entra ni deja entrar.
311. Así que estas palabras de Jesús —como hemos dicho— además de
que es una enseñanza para nosotros, son los intentos misericordiosos de
Jesucristo de despertar a estos “sepulcros”, veamos otros ejemplos:
«¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los
hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los
que quisieran. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que
devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones! Por eso
serán juzgados con más severidad. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos
hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y
cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno de la
condenación que ustedes!... (Mateo 23, 13-15).
312. Jesús habla de esta actitud de estos “pastores” que no entran al Reino
de los Cielo, ni dejan entrar a otros, es a lo que se llega al vivir en la
oscuridad. Debemos todos cuidarnos por tanto de la hipocresía que tanto le
disgusta a Jesús:
Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. (Lucas 12,
1).
...están libres del espíritu de hipocresía, la cosa que más me disgusta…
(Volumen 7, Noviembre 16, 1906)

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313. También en este sentido Cristo describe en Libro de Cielo el ambiente
de su primera venida, que sintetiza en cierto modo lo que hemos estado
diciendo:
¿No sucedió así en la Redención? El pecado abundaba más que nunca,
apenas un pequeño núcleo de gente suspiraba al Mesías, y en medio de
este núcleo, cuántas hipocresías, cuántos pecados de todas las especies,
frecuentemente idolatraban, pero estaba decretado que Yo debía venir a
la tierra… (Volumen 30, Enero 3, 1932).
314. Sobre el tema del Hijo de Dios, que al final de cuentas fue lo que
produjo la sentencia de Jesús a la muerte ante el Sumo Sacerdote Caifás
(ver Mateo 26, 57-68), Jesús no duda de dar testimonio, de responder con
verdad al Sumo Sacerdote aunque le cueste la vida:
Pero Jesús callaba. El Sumo Sacerdote insistió: «Te conjuro por el Dios
vivo a que me digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios». Jesús le
respondió: «Tú lo has dicho. Además, les aseguro que de ahora en
adelante verán al Hijo del hombre sentarse a la derecha del
Todopoderoso y venir sobre las nubes del cielo». Entonces el Sumo
Sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: «Ha blasfemado. ¿Qué
necesidad tenemos ya de testigos? Ustedes acaban de oír la blasfemia.
¿Qué les parece?». Ellos respondieron: «Merece la muerte». (Mateo 26,
63-66).
315. A diferencia de estos judíos que condenan a Jesús, los sencillos, los
que se abren a la luz de la Verdad, no tuvieron problema en reconocer al
Hijo de Dios en Él, veamos lo que sucede cuando Jesús cuestiona a estos
sencillos:
«Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?». Tomando la palabra,
Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Y
Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha
revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el Cielo.
(Mateo 16, 15-17).
316. Es verdad que Simón Pedro es ayudado por el Padre del Cielo, pero
está abierto a la verdad y por eso recibe esta ayuda, y no tiene problemas
en creer la verdad que se le manifiesta.
317. Para una mente sencilla y sin complicaciones que está abierta a la
verdad no tiene problemas en unir un solo Dios con varias Personas, en
este caso el Padre y el Hijo. Más tarde entenderán que también el Espíritu
Santo es Persona Divina.
318. Y aunque no son eruditos ni teólogos, su simplicidad y pequeñez les
permite intuir, abiertos también a la fe, el «Misterio Trinitario».
319. Los que aman la Verdad la siguen, incluso hasta dar la vida por Ella,
los otros la condenan e intentan matar esta Verdad. Es la historia del trigo y

50
la cizaña (ver Mateo 13, 24-30) en la historia humana, en la historia del
pueblo elegido y en la historia de la Iglesia.
320. Es la historia de los dos reinos, de las dos ciudades: la de la luz y la
de la oscuridad, la de Dios y la del demonio, como dice San Agustín:
Dos amores han dado origen a dos ciudades: el amor de sí mismo hasta
el desprecio de Dios, la terrena; y el amor de Dios hasta el desprecio de
sí, la celestial. La primera se gloría en sí misma; la segunda se gloría en
el Señor. (San Agustín, La Ciudad de Dios, XIV, 28).
321. Vemos cómo esta novedad sin igual de la Encarnación de Dios Hijo en
la naturaleza humana, y unido a esto la novedad del maravilloso Misterio
Trinitario llega a nosotros sin espectacularidad. Pero aunque no hay
ostentación, es algo grandísimo.
322. Tanto la Encarnación como el Misterio Trinitario están implícitos en el
Antiguo Testamento. En el caso de la Encarnación están las profecías sobre
Jesús y por supuesto la expresión que manifiesta esta realidad:
He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará con el
nombre de Emmanuel. (Isaías 7, 14).
323. Emmanuel, como se explica en el Evangelio de Mateo significa: “Dios
con nosotros” (Mateo 1, 23) lo cual expresa la realidad de la Encarnación,
aunque no se dan detalles y queda implícita, ya que —obviamente— al
encarnarse Dios es el “Dios con nosotros”.
324. Esto ya es evidente para nosotros, pero antes de que sucedan los
acontecimientos es difícil ver los detalles, los matices, y más con el daño
que ha causado el pecado original en nuestra naturaleza. Pero como se
observa, esta verdad ya estaba implícita en el Antiguo Testamento.
325. De manera semejante el Misterio Trinitario está implícito desde el
primer capítulo del Génesis:
La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, mas el
Espíritu de Dios se movía sobre las aguas. (Génesis 1, 2).
326. Aquí se habla del Espíritu de Dios, Dios es Santo y no es difícil deducir
que es el Espíritu Santo, sin embargo está también de modo implícito, un
tanto velado, pero está.
327. Unos versículos después Dios se expresa en plural: “Hagamos al
hombre…” (Génesis 1, 26) después de que al crear las demás cosas no se
expresa así, sino simplemente “Hágase...”, “que exista...” etcétera. Con lo
cual es de llamar la atención este “Hagamos”; aquí también se manifiesta el
Misterio Trinitario, pero igualmente implícito.
328. Igualmente para nosotros el Misterio Trinitario ya es muy conocido,
pero en su momento fue toda una novedad. Y la teología católica profundizó

51
sobre este Misterio aclarando la realidad y la diferencia sobre lo que es ser
“Persona” y la “Divinidad”.
329. Otra novedad en su momento fue la Eucaristía. También fue
preparada desde el Antiguo Testamento con el “Cordero” y los “panes
ázimos” en la salida de Egipto, que luego pasó a ser la gran celebración de
la Pascua judía, luego está el “Maná”, etcétera.
330. De manera más inmediata fue la multiplicación de los panes de Jesús
y su enseñanza al respecto. Y aquí también es probado el amor a la verdad.
Precisamente en el capítulo 6 del Evangelio de San Juan se nos narra la
multiplicación de los panes y la enseñanza de Jesús sobre la Eucaristía.
331. Y en el versículo 51 dice Jesús:
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá
eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo».
(Juan 6, 51).
332. Ante estas palabras hay reacciones:
Los judíos discutían entre sí, diciendo: «¿Cómo este hombre puede
darnos a comer su carne?». (Juan 6, 52).
333. Pero Jesús sigue adelante en su enseñanza novedosa sin dejar dudas:
Jesús les respondió: «Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del
hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. … (Juan 6,
53).
334. Y Jesús sigue hablando al respecto, y ante estas palabras veamos que
pasó:
Después de oírlo, muchos de sus discípulos decían: «¡Es duro este
lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?». (Juan 6, 60).
335. Jesús continua con su enseñanza y lamentablemente: ...
Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de Él y
dejaron de acompañarlo. (Juan 6, 66).
336. No estamos hablando de gente extraña a Jesús o que lo acaban de
conocer, sino de discípulos. Sencillamente esta enseñanza no agrada y la
descartan, se hace a un lado la verdad porque no se la ama.
337. Después el Señor se dirige a los doce:
Jesús preguntó entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?».
Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras
de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de
Dios». (Juan 6, 67-69).

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338. De nuevo se manifiesta el signo de contradicción, el trigo y la cizaña;
incluso entre los mismos discípulos: están los que se abren con valentía a la
verdad y los que la rechazan ante una dificultad o novedad. Y podíamos
continuar con más novedades en la primera venida de Cristo.
339. Y durante estos aproximados dos mil años de cristianismo Dios nos
sigue sorprendiendo con novedades: la vida monástica, las órdenes
mendicantes, los dogmas, las manifestaciones del Sagrado Corazón de
Jesús a Santa Margarita Alacoque, el Santísimo Rosario, la devoción de la
Divina Misericordia manifestada a través de Santa Faustina Kowalska,
etcétera.
340. Cristo es la plenitud de la Revelación en el Él mismo (ver Catecismo
de la Iglesia Católica, n. 75), y Él se nos ha dado desde la primera venida,
no puede haber otra revelación que lo supere:
Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, es la Palabra única, perfecta e
insuperable del Padre. En Él lo dice todo, no habrá otra palabra más que
ésta. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 65).
Dios se ha revelado plenamente enviando a su propio Hijo, en quien ha
establecido su alianza para siempre. El Hijo es la Palabra definitiva del
Padre, de manera que no habrá ya otra Revelación después de Él.
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 73).
341. Por tanto, no significa que exista una “nueva” revelación, sino que es
a través del tiempo que se saca de la riqueza de la plenitud de la Revelación
que es Jesucristo mismo, Cabeza de la Iglesia, los tesoros que están en Él
para su Iglesia, para su Cuerpo Místico.
342. Que de hecho estos tesoros son inmensos, y que en su primera
venida evidentemente ya estaban en Él y que nos los da de manera un
tanto velada e implícitamente para acomodarse a nuestra capacidad.
343. Y así, mediante la acción sabia, pedagógica, del Espíritu Santo, a lo
largo de la historia se va transmitiendo esta riqueza que tiene la Cabeza de
la Iglesia a sus miembros, y se va explicitando lo que estaba implícito, se
quita el velo de lo velado; de esta manera se entienden muy bien estas
palabras de Jesús en el Evangelio que ya se habían mostrado más arriba:
Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden
comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los
introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que
dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. Él me
glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. (Juan
16, 12-14).
344. ...porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes, el paso de la
Cabeza a sus miembros, esto queda muy claro; por eso el Papa Benedicto

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XVI haciendo referencia a un Santo Doctor de la Iglesia —San
Buenaventura— dice:
Esto no significa que la Iglesia sea inmóvil, que esté anclada en el
pasado y no pueda haber novedad en ella. "Opera Christi non deficiunt,
sed proficiunt", las obras de Cristo no retroceden, no desaparecen, sino
que avanzan, dice el santo en la carta De tribus quaestionibus. Así
formula explícitamente san Buenaventura la idea del progreso […]
También hoy vale esta afirmación: "Opera Christi non deficiunt, sed
proficiunt", avanzan. (Papa Benedicto XVI, Audiencia General, 10 de
marzo de 2010).
345. Es la realidad que expresa Cristo en el Evangelio:
Entonces agregó: «Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los
Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y
lo viejo». (Mateo 13, 52).
346. Aquí también coinciden las palabras de Jesús en Libro de Cielo:
...la semejanza de mi Ser, siempre viejo y siempre nuevo. (Volumen 9,
Junio 2, 1910).
347. El que realmente ama la verdad, incorpora las nuevas verdades que
va conociendo a las antiguas; y así va construyendo el edificio de la
santidad al hacer vida propia estas verdades que lo fusionan a la Verdad
misma en el Amor.
348. Otra novedad, aunque también estaba implícita en el Antiguo
Testamento, es la Resurrección de Cristo que está unida, obviamente, a su
Pasión y Muerte.
349. Está implícito por ejemplo en Isaías 53, 12 donde se habla de que
expondrá su vida a la muerte y será contado entre los culpables (los dos
ladrones crucificados con Él); se habla de su sepultura en Isaías 53, 9 y de
su Resurrección en:
Por eso se alegra mi corazón
y se regocija mi alma,
y aun mi carne descansará segura;
pues Tú no dejarás a mi alma en el sepulcro,
ni permitirás que tu santo experimente corrupción.
Tú me harás conocer la senda de la vida,
la plenitud del gozo a la vista de tu rostro,
las eternas delicias de tu diestra. (Salmo 16, 9-11).
350. Pero vemos de nuevo que está de manera implícita, un tanto velada,
y por eso se observa que es una realidad que incluso a los mismos

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apóstoles les costó trabajo comprender, aun cuando Jesús los preparó
también en ese sentido como se ve en los Evangelios.
351. Pero al final, por estar abiertos a la Verdad, terminan por
comprenderlo y ser testigos de la Resurrección de Cristo, tanto para los
judíos, como para el mundo entero.
352. La Resurrección es un acontecimiento fundamental en la Misión de
Cristo y por tanto de nuestra fe:
…si Cristo no resucitó, es vana nuestra predicación y vana también la fe
de ustedes. (1 Corintios 15, 14).
La Resurrección de Jesús es la verdad culminante de nuestra fe en Cristo
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 638).
353. La Resurrección confirma la divinidad de Jesús y corona toda su obra,
manifestando la victoria sobre el mal, sobre la muerte. También la
Resurrección tiene que ver con el don del Reino de la Divina Voluntad como
se ve en Libro de Cielo, por ejemplo:
Así como fue necesaria mi muerte, fue necesaria a mi amor la
Resurrección, porque el hombre con hacer su voluntad perdió la Vida de
mi Querer, y Yo quise resucitar para formar no sólo la resurrección de los
cuerpos, sino la resurrección de la Vida de mi Voluntad en ellos, así que
si Yo no hubiese resucitado, la criatura no podría resurgir de nuevo en mi
Fiat, le faltaría la virtud, el vínculo de la resurrección en la mía (Volumen
24, Abril 12, 1928).
354. Cristo deja claro que resucitó también para formar la resurrección de
la Vida de su Voluntad en nosotros, para poder resurgir de nuevo en su
Fiat. Como se observa, hay misterios profundos y maravillosos en la
Resurrección de Cristo.
355. La Resurrección tiene que ver por tanto con el Reino de Dios, con el
Reino de la Divina Voluntad, ya que Cristo viene a recuperar este Reino que
Adán perdió por el pecado, el cual es muerte, y Cristo venciendo el pecado
y la muerte resucita victorioso, recuperándonos la Vida del Reino de Dios, el
Reino de la Divina Voluntad.
356. Aunque la humanidad después del pecado original conoce primero
cronológicamente el Reino de la Redención para irse sanando de este
pecado y después se da a conocer el Reino de la Divina Voluntad.
357. Para que con el Reino de la Divina Voluntad el Cuerpo Místico de
Cristo, es decir, sus miembros, también resuciten al nivel espiritual querido
por Dios desde el origen:
¿Pero quieres saber en dónde consiste la verdadera resurrección de la
criatura? No al final de los días, sino mientras aún vive en la tierra;
quien vive en mi Voluntad resurge a la luz y puede decir: „Mi noche ha

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terminado‟; resurge en el amor de su Creador,… resurge a la santidad,…
resurge a todo lo que es Cielo (Volumen 36, Abril 20, 1938).
Mi Voluntad es más que sol que eclipsa todo, fecunda todo, convierte
todo en luz y forma la completa resurrección del alma en Dios. (Volumen
19, Abril 4, 1926).
358. Aquí una reflexión ¿la Resurrección de Cristo es gloriosa? Veamos qué
significa glorioso. Glorioso viene de gloria; que literalmente tiene que ver
con: honor, grandeza, esplendor (que brilla), fama, felicidad, gracia.
359. Por supuesto que la Resurrección de Cristo es gloriosa, está llena de
todos los calificativos anteriores. Sin embargo en el instante en que
Resucita prácticamente nadie en este mundo se entera, es sumamente
discreta.
360. Es decir, es gloriosa pero no espectacular. Sabemos por la obra que
Jesús hace a través de Luisa Piccarreta que la Santísima Virgen estuvo en el
acto de la Resurrección como se ve en el día 29 de: La Virgen María en el
Reino de la Divina Voluntad.
361. Así que Ella fue la única de la tierra que estuvo ahí. Al día siguiente se
enteran más personas y empiezan a verlo y reconocerlo, como nos narran
los Evangelios. Después viene la evangelización a los pueblos y se enteran
más personas.
362. Significa que en el aspecto de la fama, de ser conocida la
Resurrección, por lo que respecta a los mortales de este mundo fue
gradual. Obviamente hoy es famosa su Resurrección (más allá si las
personas lo creen o no) pero en el momento en que resucita solamente
estaba su Madre (después se aparece a Santa María Magdalena, pero ella
no estuvo en el momento de la Resurrección).
363. De hecho los guardias del sepulcro tienen una vivencia indirecta,
porque no ven a Cristo cuando resucita, experimentan lo que sigue:
De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Ángel del Señor bajó
del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Su
aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas
como la nieve. Al verlo, los guardias temblaron de espanto y quedaron
como muertos. (Mateo 28, 2-4).
364. Entonces podemos ver que lo glorioso puede existir sin que sea
necesariamente espectacular, o por lo menos no en todas las fases. Ya
vimos que los planes de Dios suelen darse en procesos graduales.
365. Esto nos lleva a la siguiente reflexión que veremos en el siguiente
capítulo.

56
Capítulo 6: La siguiente venida de Jesús

Ustedes también estén preparados,


porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.
(Mateo 24, 44).
366. De acuerdo a lo que vimos en el capítulo anterior podríamos hacernos
la siguiente pregunta ¿la siguiente venida de Jesús podría también ser a la
vez gloriosa, pero sin espectacularidad? ¿por lo menos en ciertas fases del
proceso de su siguiente venida? ¿Sobre todo en las primeras etapas que
suelen ser las más discretas en los planes de Dios, como en la primera
venida?
367. Y de nuevo para que así se manifiesten claramente los pensamientos
de muchos corazones (Lucas 2, 35); dar la oportunidad de que las personas
respondan ante esta Verdad según su amor a Ella, sin que sea totalmente
evidente la realidad, pero con las suficientes señales y signos para que los
simples y amantes de la verdad la reconozcan.
368. Por eso es riesgoso estar buscando fechas (ver Mateo 24, 36), que no
es realmente lo importante, sino lo importante es si nos convertimos para
acoger la Verdad en el Amor en nuestra vida, para vivir para el Señor; así
nos daremos cuenta de su Voluntad, de sus planes, de lo que quiere
darnos, de lo que quiere de nosotros y permite que acontezca.
369. Así advertiremos el «cómo» será su siguiente venida y realmente
estaremos en una espera amorosa y atenta, porque el estilo de nuestra
vida será vivir estando atentos al Esposo Divino porque estaremos
enamorados de Él, y el Esposo Divino tiene a sus esposas atentas para
compartirles sus planes y sus proyectos de amor.

Estar alertas
370. Como dice San Pedro:
Por lo tanto, manténganse con el espíritu alerta, vivan sobriamente y
pongan toda su esperanza en la gracia que recibirán cuando se
manifieste Jesucristo. (1 Pedro 1, 13).
371. Esta cita es muy interesante. Nos dice San Pedro que estemos con el
espíritu alerta, es decir, atentos, preparados. Es la atención de quien ama la
Verdad, de quien está continuamente a la escucha del Amado, de lo que le
agrada, de su Voluntad, para así tratar de agradarlo en todo y hacer vida
propia esta Voluntad Divina.
372. Habla de vivir sobriamente; es decir, con austeridad. Esta austeridad
es parte de la virtud de la pobreza: “Bienaventurados los pobres, porque de
ellos es el Reino de los Cielos” (Mateo 5, 3); esta pobreza virtuosa no es

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solamente desapego, libertad de lo material y justicia social, sino por eso
mismo también: liberación de las distracciones.
373. Liberación de aquello que podría distraernos, quitarnos la atención de
lo verdaderamente importante. Como han dicho los santos:
Para venir a gustarlo todo
no quieras tener gusto en nada.
Para venir a saberlo todo
no quieras saber algo en nada.
Para venir a poseerlo todo
no quieras poseer algo en nada.
(San Juan de la Cruz, Monte de Perfección).
Y para todo poseer,
nada en el mundo hay que tener.
(San Francisco de Asís).
374. Esto se parece mucho a lo que Jesús dice en Libro de Cielo:
...por cuanto más la criatura se reduce en la nada, tanto más es llenada
del Todo (Volumen 8, Noviembre 21, 1907).
375. Así al llenarnos y darnos completamente a Dios las distracciones
desaparecen:
Hija mía, si el alma sufre distracciones, disturbios, es señal de que no se
ha dado toda a Mí (Volumen 8, Noviembre 23, 1907).
376. Y después de hablar de esta sobriedad San pedro menciona que
pongamos toda nuestra esperanza en una «gracia» que se recibirá. Debe
ser una gracia muy importante puesto que dice que se ponga “toda la
esperanza”.
377. ¿Cuándo se recibirá esta gracia? Dice San Pedro que cuando se
«manifieste» Jesucristo. ¿Qué es esta manifestación de Jesús? ¿será acaso
su siguiente venida?
378. Sabemos que Jesús va a volver. Lo dice la Palabra de Dios (la Sagrada
Revelación: la Biblia y la Tradición Apostólica), lo decimos en las oraciones,
como por ejemplo en el Credo, se dice en cada Misa, etcétera.
379. ¿Pero cómo será esta venida? Aquí sirve aprender lo que la Historia
nos ha enseñado y hemos reflexionado en este libro.
380. Evitar dar interpretaciones apresuradas, sin objetividad, queriendo
que las cosas se acomoden a nuestra manera de pensar. Mejor ver y estar
atentos a lo que Dios nos quiere decir, tanto en el pasado como a través de
los signos de los tiempos presentes que nos tocan vivir en el tiempo y que

58
van haciendo la Historia, lo cual nos prepara para el futuro que Dios quiere
para nosotros. Ya que Dios no hace las cosas sin dar avisos e información
al respecto. Por tanto dice Jesús:
Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas. (Lucas 12,
35).

Rey y Reino
381. Jesús al ser la obra Maestra de Dios, el Primogénito de toda la
Creación (como ya vimos), su vocación esencial es ser Rey. Claro que
también es Juez, pero el ejercicio de juzgarnos lo hemos ocasionado
nosotros con nuestro pecado.
382. Sabemos, gracias a la obra que Jesús ha realizado a través de Luisa,
que esta misión de ser Rey y Cabeza de la humanidad es el plan original de
Dios aunque no se hubiera pecado:
Si Adán no hubiese pecado, el Verbo Eterno, que es la misma Voluntad
del Padre Celestial, debía venir a la tierra glorioso, triunfante y
dominador, acompañado visiblemente por su ejército angélico, que todos
debían ver, y con el esplendor de su gloria debía fascinar a todos y atraer
a todos a Sí con su belleza; coronado como rey y con el cetro de mando
para ser rey y cabeza de la familia humana, de modo de darle el gran
honor de poder decir: „Tenemos un rey hombre y Dios‟. (Volumen 25,
Marzo 31, 1929).
383. Desde la misma Encarnación el Ángel le dice a su Madre:
El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa
de Jacob para siempre y su Reino no tendrá fin. (Lucas 1, 32-33).
384. Es clara la vocación de Rey de Jesús. Y al Rey le corresponde un
Reino. El Ángel dice que reinará sobre la casa de Jacob para siempre, ¿qué
significa esto?
385. En el plan de la Redención y de la restauración de plan original de
Dios, Jacob es el padre de sus doce hijos que dieron origen a las doce tribus
del pueblo de Israel.
386. Israel, el pueblo elegido, es un antecedente y signo de lo que después
será la Iglesia fundada sobre los doce Apóstoles, pueblo de Dios. Iglesia,
Cuerpo Místico de Cristo, que tiene la intención de abarcar a toda la
humanidad, para que en su momento se establezca la Ciudad Santa, la
Jerusalén del Cielo con sus doce puertas (ver Apocalipsis 21, 10-12) en la
restauración de todas las cosas, del Reino de Dios, del Reino de la Divina
Voluntad.
387. Jesús está llamado a reinar en todo, con pleno dominio, pero en este
momento de la historia hace falta que reine plenamente en todos los

59
corazones. Ya que si hay personas que en su corazón reina su egoísmo, su
voluntad humana, obviamente no está reinando Cristo.
388. En muchos corazones está el reinado de la voluntad humana, que
tiene que desaparecer (ver Daniel 2) para dar inicio al Reino de la Divina
Voluntad.
389. Cuando Jesús reine en cada corazón estableciendo el Reino de su
Voluntad, entonces Cristo tendrá plenamente su reinado en todo cuanto
existe, cumpliéndose las palabras de la Escritura:
En seguida vendrá el fin, cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el
Padre, después de haber aniquilado todo Principado, Dominio y Poder.
Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los
enemigos debajo de sus pies. El último enemigo que será vencido es la
muerte, ya que Dios todo lo sometió bajo sus pies. (1 Corintios 15, 24-
27).
390. En este pequeño texto (y en los versículos anteriores y posteriores) se
expresa esta dinámica de ir eliminando el reinado del mal a través de
etapas, de un proceso histórico liderado por Dios y con sus intervenciones
hasta llegar al perfecto dominio, reinado, de Dios sobre todo, incluso
conviviendo con la libertad personal (a semejanza del Cielo).
391. Y este Reino de Dios es el Reino de su Voluntad cumplida
perfectamente en todo, pero obviamente hace falta que llegue plenamente
en todos los corazones de la tierra, por eso Jesús deja el Padre Nuestro (ver
Lucas 11, 1-2 y Mateo 6, 9-13) y nos encarga pedir continuamente que
llegue, que venga su Reino.
392. Si el Reino ya estuviera perfectamente establecido, no habría
necesidad de pedir que viniera, sería absurdo y Dios no hace cosas
absurdas.
393. Entonces queda claro que el Reino de Dios es el Reino de su Voluntad,
queda dicho en el mismo Padre Nuestro: Venga a nosotros tu Reino, hágase
tu Voluntad en la tierra como en el Cielo; precisamente esa Voluntad que
Reina en el Cielo de cierta manera (de modo celestial), Dios quiere que así
Reine en la tierra (sólo que aquí sin “visión beatífica”).
394. ¿Dónde hace falta que reine? En la tierra de los corazones humanos,
para que reine en ellos a semejanza en como reina en el Cielo. ¿Dónde dice
cómo se reina en el Cielo? precisamente en los escritos de Luisa Piccarreta,
por eso los 36 volúmenes, que entre otros títulos tiene el de: Libro de Cielo.
395. Porque es en los corazones de donde sale el mal y el bien que
hacemos y experimentamos:

60
El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su
corazón. El malo del malo saca lo malo, porque de la abundancia del
corazón habla la boca. (Lucas 6, 45).
396. Así que tanto el mal como el bien que vemos en nosotros, en la
sociedad, viene del corazón del ser humano. ¿Qué pasaría, entonces, si en
todos los corazones reinara verdaderamente Jesucristo con su Amorosa
Voluntad Divina?
397. Pues obviamente tendríamos un paraíso, tanto en nuestro interior,
como también afuera de nosotros, en la sociedad y en la armonía con todo
cuanto nos rodea.
398. Así era con Adán y Eva antes del pecado. Así fue en Jesús y María, por
eso cambiaron el rumbo de la historia humana.
399. El Espíritu Santo que guía todo al cumplimiento del Reino de la Divina
Voluntad, guía también al Magisterio de la Iglesia y estas palabras del
Catecismo sobre la explicación del Padre Nuestro en la parte de «Venga a
nosotros tu reino» sintetizan muy bien lo que se viene diciendo:
En la oración del Señor, se trata principalmente de la venida final del
Reino de Dios por medio del retorno de Cristo (cf Tito 2, 13). (Catecismo
de la Iglesia Católica, n. 2818).
400. Por lo tanto, el retorno de Jesús está relacionada con la venida final
de su Reino. Vemos claramente la relación «Rey-Reino». Entonces, se ve
que para que exista un verdadero rey se requiere que tenga un reino. Cristo
vendrá a reinar cuando su Reino esté preparado. Así lo expresa Él en los
volúmenes:
Si se debe hacer un rey, no se corona primero al rey si antes no se
forma el reino, el ejército, los ministros, el palacio real, y al último se
corona; y si se quisiera coronar al rey sin formar el reino, el ejército,
etc., sería un rey de burla. (Volumen 16, Julio 15, 1923).
Si no está formado un reino, ¿cómo puede decir un rey que tiene su
reino y que domina en él? (Volumen 23, Octubre 16, 1927).
401. Entonces este Reino de la Divina Voluntad primero tiene que formarse
en los corazones, así, ya que esté lo suficientemente formado, Jesús tomará
posesión de este Reino.
Después subí al Cielo para dar tiempo al hombre de tomar los remedios
y las medicinas, a fin de que curase y se dispusiera a conocer mi Divina
Voluntad, para vivir no de la suya, sino de la mía, y así podré hacerme
ver lleno de majestad y de gloria en medio a los hijos de mi reino.
(Volumen 25, Marzo 31, 1929).

61
402. Aquí Jesús habla de que se dejará ver por sus hijos de su reino lleno
de majestad y de gloria. Entonces cuando Jesús tome posesión del Reino de
la Divina Voluntad que se formó en un corazón esto es un retorno glorioso.
403. Así su esencial vocación de Rey se va realizando:
Hija mía, no te maravilles, mi Fiat Divino quiere tomar su dominio en
todos los actos humanos, quiere que todo sea propiedad y territorio suyo
(Volumen 24, Julio 10, 1928).
El dominio total de mi Voluntad Divina en la criatura es nuestra victoria
continuada (Volumen 30, Enero 12, 1932).
404. Así Jesús reina en la criatura a través del don de su Voluntad que le
da y forma su Reino, y se cumple lo que dice la Escritura: Rey de los reyes
y Señor de los señores (Apocalipsis 19, 16), en este sentido Jesús dice en
Libro de Cielo:
Hija mía, Yo soy el regidor de los reyes y Señor de los dominadores, y
sólo a Mí me corresponde este derecho de justicia que me debe la
criatura, y que no dándomelo, me desconoce como Creador y dueño de
todo. (Volumen 6, Agosto 5, 1904).
405. Lo bello es que Jesús quiere reinar junto con nosotros, junto con
nuestro sí, junto con nuestro Fiat, al permitir y disponernos a formar este
Reino de su Voluntad en nosotros. Por tanto Jesús quiere, en su inmenso
amor, hacernos reyes junto con Él:
Mi Voluntad es plenitud, y quien debe vivir en Ella debe entrar en el
dominio de todos los bienes posibles e imaginables, por cuanto a criatura
es posible. (Volumen 15, Mayo 23, 1923).
Qué bello Reino, porque será Reino de luz, de riquezas infinitas, reino de
perfecta santidad y de dominio, nuestros hijos de este Reino serán todos
reyes y reinas, todos pertenecerán a la familia Divina y real, encerrarán
en ellos toda la Creación, tendrán la semejanza, la fisonomía de nuestro
Padre Celestial, y por eso serán el cumplimiento de nuestra gloria y la
corona de nuestra cabeza. (Volumen 20, Noviembre 4, 1926).
406. ¿Cómo se forma este Reino? La respuesta, el “manual”, está
precisamente en la obra —en los escritos— que Jesús ha realizado en Luisa
Piccarreta12. Aquí se empieza a ver la importancia de esta obra y por tanto
de la misión de Luisa.
407. Este Reino ha estado en la Iglesia como semilla y ahora ha llegado la
hora de los frutos, como vimos que dice el Catecismo: “la venida final del

12
Como una introducción al tema de cómo se vive en la Divina Voluntad, ya que todo lo que se requiere está en los escritos
de Luisa, están las siguientes obras: R. Avalos, “Una pequeña introducción al Reino de la Divina Voluntad. Según la obra
de Luisa Piccarreta” y R. Avalos, “El viaje más maravilloso —El proceso de vivir con el don del Reino de la Divina
Voluntad—”.

62
Reino de Dios” es el tiempo de una plenitud en la Iglesia, de la Iglesia
consumada, como bien lo había expresado el Doctor de la Iglesia San
Buenaventura:
Así en el Nuevo Testamento existe el tiempo de la Iglesia comenzada,
dilatada, consumada. De donde en el Cantar de los Cantares por tres
veces es alabada la Iglesia,… Tercero, de la Iglesia consumada: ¿Quién
es ésta que sube del desierto, rebosando en delicias, apoyada en su
amado? (Cantar 8, 5). Es necesario, en efecto, que Raquel dé a luz hijos
suyos en la Iglesia de los últimos tiempos. (San Buenaventura,
Hexaémeron, XV, 26).
408. San Buenaventura hace referencia precisamente a la Iglesia de los
últimos tiempos; es decir, es una etapa especial que vivirá la Iglesia. Que al
respecto explica Joseph Ratzinger (Papa Benedicto XVI), refiriéndose a
estas palabras de San Buenaventura:
Es la «plenitud» de la Iglesia la que aún falta. Cuando Lía —desde
antiguo imagen de la vita activa [vida activa]— ha dado a luz a sus hijos,
Raquel —imagen de la vita contemplativa [vida contemplativa]— tiene
aún que traer al mundo los últimos hijos, José y benjamín; es decir, la
Iglesia consumada, la ecclesia contemplativa [Iglesia contemplativa],
aún está por venir. Nos encontramos también aquí con la misma
esperanza de transformación de la Iglesia dentro del curso de la historia.
(Joseph Ratzinger —Papa Benedicto XVI—, La Teología de la Historia en
San Buenaventura, Capítulo 1, n. 3, 2).
409. El Catecismo lo dice de esta manera:
Al fin de los tiempos el Reino de Dios llegará a su plenitud. ...y el
mismo universo será renovado (Catecismo de la Iglesia Católica, n.
1042).

El Reino de Cristo, presente ya en su Iglesia, sin embargo, no está


todavía acabado "con gran poder y gloria" con el advenimiento del
Rey a la tierra. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 671).

410. Esta Iglesia, que como Cuerpo Místico, es decir, de los miembros
(porque la Cabeza es perfecta), llegará a una plenitud, será más santa, por
tanto más espiritual y contemplativa, a ejemplo de nuestra Santa Madre.
411. Ya que este Reino de Dios que es el Reino de la Divina Voluntad en la
tierra, hará volver las cosas al origen en este mundo:
Únicamente la vida en mi Querer dará de nuevo al hombre el estado de
origen (Volumen 12, Febrero 22, 1921).
412. Al volver el ser humano al origen, también volverá la armonía del
principio (en el interior del hombre, entre los hombres, con la Creación,

63
etcétera). Y este Reino de la Divina Voluntad está también anunciado de
manera implícita en la Revelación, veamos:
El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al
cabrito; el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño
pequeño los conducirá, la vaca y la osa vivirán en compañía, sus crías se
recostarán juntas, y el león comerá paja lo mismo que el buey. El niño
de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y en la cueva de la víbora,
meterá la mano el niño apenas destetado. No se hará daño ni estragos
en toda mi Montaña santa, porque el conocimiento del Señor llenará la
tierra como las aguas cubren el mar. (Isaías 11, 6-9; ver también
Habacuc 2, 14).
Ya no habrá allí niños que vivan pocos días ni ancianos que no completen
sus años, porque el más joven morirá a los cien años y al que no llegue
a esa edad se lo tendrá por maldito. Edificarán casas y las habitarán,
plantarán viñas y comerán sus frutos: no edificarán para que habite otro
ni plantarán para que coma un extraño, porque mi pueblo vivirá tanto
como los árboles y mis elegidos disfrutarán de la obra de sus manos.
Ellos no se fatigarán en vano ni tendrán hijos para un fin desastroso,
porque serán la estirpe de los bendecidos por el Señor, ellos y sus
vástagos junto con ellos. Antes que llamen, yo les responderé; estarán
hablando, y ya los habré escuchado. El lobo y el cordero pacerán juntos,
el león comerá paja como el buey y la serpiente se alimentará de polvo:
No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa, dice el Señor.
(Isaías 65, 20-25).
Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No
levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la
guerra. (Isaías 2, 4).
Sí, yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva. No quedará el
recuerdo del pasado ni se lo traerá a la memoria, sino que se regocijarán
y se alegrarán para siempre por lo que yo voy a crear (Isaías 65 17-18).
Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la
primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más. Vi la Ciudad
santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios,
embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo. Y oí una
voz potente que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios entre
los hombres: Él habitará con ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo
Dios estará con ellos. El secará todas sus lágrimas, y no habrá más
muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó».
(Apocalipsis 21, 1-4).
Pero nosotros, de acuerdo con la promesa del Señor, esperamos un cielo
nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia. (2 Pedro 3, 13).

64
413. En el sentido de estas citas está también lo que dicen los Padres de la
Iglesia: San Papías de Hierápolis en Fragmentos de los Padres Apostólicos,
San Ireneo de Lyon en Contra los Herejes, V, 33, 4; y también lo que se
habla en la “Epístola de Bernabé” número 15 de los Padres Apostólicos. Y
respecto a la restauración y el tiempo del consuelo está la siguiente cita de
la Biblia:
Así el Señor les concederá el tiempo del consuelo y enviará a Jesús, el
Mesías destinado para ustedes. Él debe permanecer en el Cielo hasta el
momento de la restauración universal, que Dios anunció antiguamente
por medio de sus santos profetas. (Hechos 3, 20-21).
414. Todo esto muy semejante a lo que Jesús dice en los volúmenes:
Con el reino de mi Voluntad todo será renovado en la Creación, las cosas
se pondrán en su estado primero, por eso es necesario y vendrán
muchos flagelos, para hacer que la divina justicia se ponga en equilibrio
con todos mis atributos, a fin de que equilibrándose deje el reino de mi
Querer en su paz y felicidad. Por tanto no te maravilles si a este gran
bien que estoy preparando y que quiero dar, lo preceden muchos
flagelos, es mi Justicia que reclama sus derechos, a fin de que
equilibrada, se ponga en paz con las criaturas sin darles más molestia,
mucho más que los hijos del reino de mi Fiat Divino no lo ofenderán
más, y mi Justicia divina se cambiará para ellos en amor y misericordia.
(Volumen 24, Agosto 30, 1928).
415. También se entiende aquí el sentido de la necesidad de la purificación,
antes de establecer este Reino de manera general en la humanidad. Pero lo
grandioso es que este Reino volverá las cosas al estado primero.
416. Por tanto, tiene que formarse el Reino de la Divina Voluntad en las
almas, porque para Dios cada criatura es un Reino:
Ahora tú debes saber que cada criatura es un reino, por eso quien hace
reinar mi Voluntad en ella se puede llamar un pequeño reino del Fiat
Supremo, así que es una pequeña casita de Nazaret que tenemos sobre
la tierra,... Ahora para formar el gran reino de nuestra Voluntad sobre la
tierra, haremos primero las tantas casitas de Nazaret, esto es las almas
que la querrán conocer para hacerla reinar en ellas. Yo y la Soberana
Reina estaremos a la cabeza de estas pequeñas casitas, porque habiendo
sido Nosotros los primeros que hemos poseído este reino en la tierra, es
nuestro derecho que no cederemos a ninguno el ser los dirigentes de
ellas. Entonces estas pequeñas casitas, repetidoras de nuestra casa de
Nazaret, formarán tantos pequeños estados nuestros, tantas provincias,
que después de que se hayan formado bien, y ordenadas como tantos
pequeños reinos de nuestra Voluntad, se fundirán juntos y formarán un
solo reino y un gran pueblo. (Volumen 29, Mayo 31, 1931).

65
417. El don del Reino de la Divina Voluntad nos permite realizar todos
nuestros actos de manera divina, es decir, realmente Dios con su Divina
Voluntad realiza en la criatura los actos, y la criatura en la Divina Voluntad
realiza lo que Dios hace ¡maravilloso!
418. Por eso Jesús nos dice:
No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido
darles el Reino. (Lucas 12, 32).
419. Y ¿para qué el Reino en esta tierra? Porque:
¡El Señor es Rey!…
Él viene a gobernar la tierra (Salmo 96, 10-13).

Al modo de María Santísima


420. Después del pecado de Adán fue nuestra Santa Madre la que vivió con
el don del Reino de la Divina Voluntad como se muestra en la obra que hizo
Jesús a través de Luisa Piccarreta.
421. Así que la Santísima Virgen: toda su vida hizo sus actos en la Divina
Voluntad, realizando puros actos divinos, haciendo también lo que la
divinidad hace y poseyendo la misma Santidad Divina. Con lo cual hizo un
hermoso Reino en su interior, tanto que por eso atrajo al Hijo de Dios a la
tierra:
Jamás habría podido Yo, Verbo Eterno, descender del Cielo si no hubiera
encontrado en Ella [en la Santísima Virgen] mi Voluntad reintegrada, tal
como había sido querido por Nosotros que existiera en la criatura. ¿Cuál
fue entonces la causa que me hizo venir sobre la tierra? Mi Voluntad
existente en una pequeña criatura. Qué me importaba a Mí que fuese
pequeña, lo que me interesaba es que mi Voluntad estuviera a salvo en
Ella, sin ninguna rotura por parte de su voluntad humana (Volumen 16,
Noviembre 15, 1923).
422. Por eso Jesús dice que fue su Voluntad existente en María lo que lo
hizo venir a la tierra. En otro texto de Libro de Cielo Jesús dice:
Hija mía, mi Mamá Celestial poseía mi Voluntad, de Ella estaba tan llena
que rebosaba de luz, pero tanto, que sus olas de luz se alzaban hasta el
seno de nuestra Divinidad, y haciéndose vencedora con la potencia de
nuestro Querer Divino que poseía, venció al Padre Celeste y en su luz
raptó la luz del Verbo y lo hizo descender a su seno en la misma luz que
se había formado en virtud de mi Voluntad Divina; jamás habría podido
descender del Cielo si no hubiera encontrado en Ella nuestra misma luz,
nuestra misma Voluntad reinante en Ella, si esto no fuera, sería
descender desde el primer momento en casa extraña, en cambio Yo
debía descender en mi casa, debía encontrar dónde debía descender mi
luz, mi cielo, mis alegrías sin número, y la Soberana Celestial con poseer

66
mi Voluntad Divina me preparó esta morada, este cielo nada
desemejante de la Patria Celestial (Volumen 23, Diciembre 18, 1927).
423. Jesús deja claro que desciende en Santa María porque Ella poseía su
Voluntad, que precisamente reinaba plenamente en Ella. Esto que explica
Jesús también lo dice nuestra Santa Madre:
Ahora hija querida, escúchame y comprende bien qué significa vivir de
Voluntad Divina; Yo con vivir de Ella formé el Cielo y su reino divino en
mi alma, si no hubiera formado en Mí este reino, jamás el Verbo hubiera
podido descender del Cielo a la tierra, si descendió fue porque descendió
en su reino que la Divina Voluntad había formado en Mí, encontró en Mí
su Cielo, sus alegrías divinas, jamás el Verbo habría descendido dentro
de un reino extraño, ¡ah! no, no, quiso primero formarse su reino en Mí,
y descender como vencedor a su reino (La Reina del Cielo en el Reino de
la Divina Voluntad, día 16).
424. Aquí va quedando claro el «cómo» volverá Jesús en su siguiente
venida. No es una cuestión de fechas, es una cuestión de si realmente
estamos esperando y acelerando la venida del Día del Señor (2 Pedro 3, 12)
al enfocarnos en hacer y vivir en la Divina Voluntad, para formar este Reino
de su Voluntad en nosotros.
425. Y para esto se requiere vivir bien nuestra redención, haciendo la
Voluntad de Dios con mucho amor, como nos lo dice en el Evangelio (ver
Mateo 7, 21) así como conocer y hacer vida propia las verdades que Jesús
ha manifestado a través de Luisa Piccarreta.
426. Al poseer el don de la Divina Voluntad también nosotros podemos
realizar todos nuestros actos en la Divina Voluntad, para que sean actos
divinos, como lo hizo nuestra Santa Madre y por supuesto también la
Santísima Humanidad de Jesús (como se ve en los volúmenes).
427. Al realizar estos actos divinos en nosotros de manera continua, vamos
formando el Reino en nosotros, un Reino Divino, santo, donde puede
descender el Rey, es decir Cristo de manera real, a tomar posesión de su
Reino.
Digan entre las naciones:
«¡El Señor es Rey!…
Alégrese el cielo y exulte la tierra,...
Griten de gozo delante del Señor,
porque Él viene a gobernar la tierra:
Él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con su verdad. (Salmo 96, 10-13).
428. Obviamente con el don del Reino de la Divina Voluntad no es ya una
Encarnación en donde la Segunda Persona Divina asume la naturaleza

67
humana, ya que esta fue realizada en Cristo, al Encarnarse el Verbo en la
humanidad de Jesús en el seno de María, sino una fusión real de nuestra
voluntad humana con la Voluntad Divina en la cual Jesús ha realizado todos
sus actos, de esta manera nos unimos permanentemente y de manera
continua en cada acto a Jesús, no solamente cuando comulguemos, sino en
cada acto (comer, respirar, caminar, trabajar, amar, etcétera), porque Jesús
viene realmente a realizarlos en nosotros con su Divina Voluntad
¡maravilloso!13
429. De esta manera nos vamos cristificando de tal manera que Cristo
viene realmente a estar en nosotros y nos convertimos literalmente en
Hostias vivas, lo que sucede en la Hostia consagrada sucede en la persona
misma que posee el don del Reino de la Divina Voluntad, y esta es una
venida real de Jesús a nosotros, como le dice a Luisa:
Entonces, cada vez que hagas correr tu voluntad en la mía, en tus
deseos y en todo lo que eres y puedes hacer, Yo renovaré la
consagración, y como en hostia viviente, no muerta como son las hostias
sin Mí, Yo continuaré mi Vida en ti. (Volumen 11, Diciembre 17, 1914).
En mi Voluntad para quedar multiplicado, tengo necesidad de los actos
de la criatura, donde más que hostia viva, no muerta como las hostias
antes de Consagrarme, mi Voluntad me Consagra y me encierra en el
acto de la criatura, y Yo quedo multiplicado en cada acto suyo hecho en
mi Voluntad (Volumen 14, Marzo 24, 1922).
430. Así es, Jesús se va multiplicando en cada acto de la criatura que vive
con el don de la Divina Voluntad; así, en cada acto divino vamos tomando
partes de Jesús:
Hija mía, por cuantos actos completos de mi Voluntad hace la criatura,
tantas partes de Mí toma en sí (Volumen 11, Noviembre 27, 1913).
431. Por lo tanto llega un momento en que Cristo está plenamente en
nosotros gracias al don de la Divina Voluntad.
...poder hacer de ti otro Yo mismo, en cuanto a criatura es posible
(Volumen 11, Junio 12, 1913).
En cuanto el alma se decide a vivir en mi Querer, mi Voluntad me crea a
Mí mismo en el alma (Volumen 11, Agosto 20, 1913).
432. Y así como llegó un momento en que la Santísima Virgen hizo los
suficientes actos en la Divina Voluntad, para formar su Reino en su interior,
para atraer al Verbo Divino a encarnarse en Ella, así nosotros al realizar
suficientes actos en la Divina Voluntad, haremos bajar a Jesús del Cielo
para que realice su siguiente venida, para venir a tomar posesión de su

13
Esto no quiere decir que en el Reino de la Divina Voluntad no vayan existir los Sacramentos, claro que existirán como
dice Jesús en los escritos de Luisa, y se les dará pleno cumplimiento (ver volumen 15, Mayo 2, 1923).

68
Reino preparado en nosotros por los actos divinos hechos gracias al don de
su Divina Voluntad ¡grandioso!
433. De esta manera, al tomar Jesús posesión de su Reino en la criatura,
obviamente esto es una manifestación de Jesús. «Manifestación» significa
literalmente “acción y efecto de dar a conocer”; es decir, Jesús se hará
conocer de una manera especial a la criatura que posee el don del Reino de
la Divina Voluntad.
434. Así como se manifestaba a Luisa, en donde Luisa platicaba con Él, lo
escuchaba, lo veía, se abrazaban, etcétera. Realmente Jesús se le
manifestó a Luisa, viviendo una intensa historia de amor ya aquí desde la
tierra.
435. Aquí se entienden más claramente las palabras que citamos más
arriba de San Pedro (1 Pedro 1, 13) en la segunda parte que dice: pongan
toda su esperanza en la gracia que recibirán cuando se manifieste
Jesucristo.
436. Entonces ¿cuál es esta gracia? Por la importancia que le dan las
palabras de San Pedro a esta gracia y por lo que también dice Jesús en
Libro de Cielo que el Reino de su Voluntad es lo que más le interesa:
…el Reino de mi Voluntad … siendo la cosa que más me interesa, que
más me glorifica … y no sólo esto, sino que llevará a la criatura el bien
más grande que pueda existir en el Cielo y en la tierra (Volumen 19,
Julio 1, 1926).
...he querido comunicarte el gran secreto del Reino de mi Voluntad,
dándote los bienes que Él contiene. ...siendo este el secreto más
importante de toda la historia de la Creación,... el trabajo del Reino del
Supremo Querer es exuberante y el más grande que puede existir en
toda la historia del mundo. (Volumen 19, Agosto 1, 1926).
437. Podemos entonces concluir que estas palabras de San Pedro se
refieren al Reino de la Divina Voluntad, esta es la gracia que hace que Jesús
se manifieste de manera real y continua en nosotros.
438. Esta es una venida real, espiritual, y en cierto sentido se le podría
llamar “Mística” de Jesús. Que transformará a la humanidad y la llevará al
estado original, como Jesús lo expresa en los volúmenes.
439. Y es difícil decir que esto no sea glorioso. De hecho es muy glorioso
porque las realidades espirituales son más valiosas que las materiales. Y
además esto que es espiritual influye obviamente en lo material;
recordemos que lo exterior es una manifestación de lo que hay adentro en
los corazones.

69
440. De hecho Jesús dice que un acto divino, es decir, un acto hecho en la
Divina Voluntad vale más que todos los que no se han hecho en su
Voluntad, aunque sean buenos:
…el alma que pudiese poseer un solo acto hecho en mi Voluntad, si se
pudieran poner juntas todas las obras buenas de todas las criaturas de
todos los siglos, no podrán jamás igualar este solo acto hecho en mi
Voluntad (Volumen 24, Agosto 6, 1928).
441. Y esto es de una inmensa gloria, la criatura glorifica a Dios de la
mejor manera, y el Reino de Cristo en la criatura con cada acto se vuelve
más glorioso:
…un solo acto de nuestra Voluntad es tanta su grandeza, que
sobrepasa a todos los seres posibles e imaginables, encierra y
abraza a todos y a todo, por eso la gloria que recibimos cuando la
criatura ofrece su acto y lo hace investir por nuestro Querer es tan
grande, que supera toda la Creación,... Por lo tanto, si nuestra
gloria es grande, la correspondencia de amor que recibimos da en
lo increíble (Volumen 36, Noviembre 6, 1938).

Un reino no se forma con un solo acto, sino con muchos y muchos


actos, y por cuantos más actos tanto más grande y glorioso se
vuelve un reino (Volumen 24, Abril 12, 1928).

442. Conociendo esto se puede decir que es una venida gloriosa para
Cristo al venir a reinar de una manera tan profunda, rica y plena en sus
criaturas. Es glorioso el Reino que se forma en el interior del ser humano y
es glorioso que Cristo reine en Él.
443. Y como ya se ha expresado y como Jesús dice en los escritos de
Luisa, este don del Reino de la Divina Voluntad modificará incluso los
cuerpos (ver volumen 20, Octubre 22, 1926), la relación del ser humano
con la Creación (ver volumen 26, Abril 7, 1929; volumen 29, Julio 2, 1931;
entre otros), etcétera.
444. Otra cosa distinta es que esto glorioso no encaje en nuestros criterios
subjetivos de lo que consideramos glorioso y que a veces lo tenemos muy
relacionado con lo espectacular y material.
445. Ahora, como se ha estado viendo y se seguirá viendo en esta obra, la
siguiente venida de Jesús, a semejanza de la primera es un proceso, se
realiza en etapas.
446. Así que si preguntamos: ¿Jesús ya volvió? Podríamos decir que «sí»
en sus primeras etapas. Y precisamente este proceso no descarta la
posibilidad de que algunas etapas sean incluso más llamativas o intensas
que otras y puedan encajar en cierto concepto de “espectacularidad”. Pero
no hay que reducir todo el proceso a un evento espectacular.

70
447. Y junto con la carta de Pedro que hemos citado (1 Pedro 1, 13) está
este texto de San Juan que también afirma con otros matices esta
manifestación de Jesús en nosotros, y que con lo dicho hasta ahora cobra
más claridad:
Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se
ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos
semejantes a Él (1 Juan 3, 2).
448. La semejanza llega a plenitud porque así como la Santa Humanidad
de Jesús realizaba sus actos fundida su voluntad humana con la Voluntad
Divina, así también nosotros con el don del Reino de la Divina Voluntad
haremos nuestros actos con nuestra voluntad humana fundida en la
Voluntad de Dios; es decir, a semejanza de Jesús.
449. Así la Voluntad Divina realiza nuestros actos en nosotros y nosotros
hacemos lo que hace la Voluntad Divina. Y esto va logrando también una
belleza en el alma semejante a la de Jesús; ¡hermoso!
450. Si existe una manifestación de Jesús, significa que hay una presencia
de Él. Y precisamente Parusía significa: presencia, venida, llegada. Entonces
si hay alguna persona humana en la que este Reino de la Divina Voluntad
ha existido en su corazón, significa que para ella ya llegó tanto el Reino de
Dios prometido, como el Rey de este Reino; es decir, la siguiente venida de
Jesús.
451. Y al llegar para ella, significa que existe la posibilidad de que también
llegue para los demás. ¿Para quién ha llegado? Para Luisa Piccarreta (por lo
menos, ya que después de ella pudieran haber otros). Ya se ha comentado
y sabemos por sus escritos que Jesús le dice que después del pecado de
Adán solamente Jesús y María han vivido en este Reino, que de hecho son
los únicos que lo han hecho toda su vida:
En toda la historia del mundo sólo dos han vivido de Voluntad Divina sin
jamás hacer la suya, y fuimos la Soberana Reina y Yo (Volumen 25,
Marzo 31, 1929).
452. Y después de que Jesús y María se fueron al Cielo nadie más vivió en
esta Divina Voluntad; nadie tuvo el don del Reino de la Divina Voluntad. Y
no porque no hubieran querido, sino que nadie sabía de esto; por eso Luisa
se pregunta y Jesús le contesta:
[Luisa]: “¿Será posible que los tantos santos del antiguo testamento,
que tanto se han distinguido con la potencia de los milagros, como un
Moisés, un Elías y los tantos profetas y tantos santos después de la
venida de Nuestro Señor, que han llegado a ser maravillosos por virtud
y por milagros, ninguno de ellos haya poseído el Reino de la Divina
Voluntad y vivido en la unidad de su luz? ¡Parece increíble!” Ahora,
mientras esto pensaba, mi dulce Jesús … me ha dicho:

71
[Jesús]: ... ¿cómo podían poseerlo si no tenían un pleno conocimiento de
Él?… (Volumen 19, Julio 1, 1926).
453. En otro lugar hay otro diálogo semejante entre Jesús y Luisa:
[Luisa]: …pensaba entre mí: ¿Será posible que haya dejado pasar tantos
siglos sin hacer conocer estos prodigios del Divino Querer, y que no haya
elegido entre tantos santos uno donde dar principio a esta Santidad toda
divina? Estuvieron los apóstoles, tantos otros grandes santos que han
asombrado a todo el mundo. Ahora, mientras esto pensaba, no dándome
tiempo e interrumpiendo mi pensamiento, ha venido y me ha dicho:
[Jesús]: La pequeña hija de mi Querer no quiere persuadirse, ¿por qué
dudas aún?”... el vivir en mi Querer no es sólo salvación, sino es
santidad que debe elevarse sobre todas las demás santidades, que debe
llevar el sello de la santidad de su Creador, por eso debían primero venir
las santidades menores como cortejo, como precursoras, como
mensajeras, como preparativos de esta santidad toda Divina. (Volumen
13, Diciembre 3, 1921).
454. Por eso ha llegado el tiempo de esta venida, si Jesús lo ha dado a
conocer es porque ya empezó el proceso de la llegada del Reino de Dios, del
Reino de la Divina Voluntad a la tierra, y con el Reino la llegada del Rey de
este Reino: Jesucristo. Como se ha dicho, por lo menos en sus primeras
etapas.
455. Por eso Jesús dice:
...ahora como Rey vengo Yo para reinar, por lo que debía elegir un alma
donde hacer mi primera morada y fundar este reino de mi Voluntad.
(Volumen 13, Diciembre 3, 1921).
456. «Así que Jesús ya volvió para Luisa»; y habiéndolo hecho en Luisa, ya
inició el proceso de su siguiente venida en la humanidad. Luisa es la “otra
humanidad” en la que Jesús se apoya para esta siguiente venida:
Por eso de dos humanidades tengo necesidad: De la mía para formar la
Redención, y la otra para formar el Fiat Voluntas Tua como en el Cielo
así en la tierra. Una más necesaria que la otra, porque si en la primera
debía venir a redimirlos, en la segunda debía venir a restaurarlo a la
finalidad única por la cual fue creado y abrir la corriente de las gracias
entre la voluntad humana y la Divina, y hacerla reinar como en el Cielo
así en la tierra. Y como mi Humanidad para redimir al hombre hizo reinar
mi Voluntad como en el Cielo así en la tierra, ahora voy buscando otra
humanidad, que haciéndola reinar como en el Cielo así en la tierra, me
haga cumplir todos los designios de mi Creación. Por eso sé atenta en
hacer reinar en ti mi sola Voluntad, y Yo te amaré con el mismo Amor
con el cual amé a mi Santísima Humanidad. (Volumen 17, Junio 20,
1924).

72
457. ¡Son fuertes estas palabras!: Yo te amaré con el mismo Amor con el
cual amé a mi Santísima Humanidad; ¿por qué este amor? Porque tiene
necesidad de “otra humanidad” para Él, así como necesitó la primera para
la Redención, para su primera venida; y en esta otra humanidad Jesús la
llenará tanto de Sí mismo con su Divina Voluntad que se verá a Sí mismo, y
la amará a la par de su primera Humanidad para establecer el Reino de la
Divina Voluntad y volver en su siguiente venida.
458. Al vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad la criatura vive en
un gran abandono a la Voluntad de Dios, por eso Jesús le dice a Luisa en
otro lugar de Libro de Cielo:
...te quiero tan abandonada en Mí que no te sienta más a ti misma, así
que no reconoceré más quién eres tú, sino que solamente me reconoceré
a Mí en ti, así que te diré que eres mi alma, mi carne, mis huesos.
(Volumen 11, Marzo 21, 1913).
459. ¡Hermosa la venida de Jesús! El modelo es nuestra Santísima Madre,
formemos con su ayuda el Reino en nosotros para que el Rey venga a
tomar posesión. De hecho Luisa es la primera que nace con el pecado
original en tomar este modelo de María Santísima.
[Luisa]: ¡Oh! cómo quisiera a mi Mamá Celestial en mi compañía, a fin
de que bajo su guía pudiera vivir como se necesita vivir en la Divina
Voluntad.
[Jesús]: …al verte llamar a nuestra Mamá Celestial como tu guía, tu
prisionero Jesús ha exultado de alegría al tener su dulce compañía en
nuestro trabajo. …este reino fue ya formado por Mí y por la Celestial
Señora, ya existe, sólo que se debe dar a las criaturas; para darlo es
necesario conocerlo, y como Ella es la criatura más santa, más grande y
que no conoció otro reino que el de mi Divina Voluntad, ocupa el primer
lugar en Ella, y por derecho la Celestial Reina será la anunciadora, la
mensajera, la conductora de un reino tan santo, por eso ruégale,
invócala, y Ella te servirá de guía, de maestra, y con amor todo materno
recibirá todos tus actos y los encerrará en los suyos, y te dirá: „Los actos
de mi hija son como los actos de su Mamá, por eso pueden estar con los
míos para duplicar el derecho de las criaturas para que se les dé el reino
de la Divina Voluntad‟. (Volumen 30, Marzo 13, 1932).
460. Quizá para muchos puede esto no ser como se esperaba, pero ya
hemos visto que Dios tiene sus maneras divinas de hacer las cosas. Y entre
más lejos estemos de esta divinidad más nos cuesta entenderlo.
461. Una de las cosas que tenemos que hacer (además de lo ya dicho)
para tratar de entender a Dios es dejar de esperar a que las cosas sean
precisamente como esperamos, sino verlas tal como son, como Dios las ve;
esto requiere obviamente intimidad con Dios.

73
462. Sin embargo la manera en como Dios hace las cosas es perfecta y
bellísima; otra cosa es que no tengamos la capacidad de apreciarlo, por las
razones ya explicadas. Además de que a nuestro gran Dios en su infinito
Amor le gusta: … ¡sorprendernos!

Jesús lo afirma claramente


463. En Libro de Cielo Jesús habla con «toda claridad» de este Reino que
viene a establecer en la tierra, que Él es el Rey de este Reino, que esto
marcará «otra época» en la Historia, etcétera, etcétera; veamos algunos
textos:
...es de absoluta necesidad que se conozca mi Divina Voluntad, que
puedo darla, y quiero darla. …mi Voluntad triunfará y tendrá su reino
sobre la tierra. (Volumen 30, Marzo 20, 1932).
¡Ah! hija mía, la criatura se hace cada vez más perversa en el mal,
cuántos artefactos de ruina están preparando, llegarán a tanto que
agotarán al mal mismo, pero mientras ellas se ocupan en hacer su
camino, Yo me ocuparé en que mi Fiat Voluntas Tua tenga su
cumplimiento, que mi Voluntad reine sobre la tierra, pero en modo todo
nuevo; me ocuparé en preparar la era del tercer Fiat, en la cual mi amor
se desahogará en modo maravilloso e inaudito. (Volumen 12, Febrero 8,
1921).
464. La última cita habla que aunque la criatura se hace cada vez más
perversa en el mal, Dios se ocupará de que su Voluntad reine sobre la
tierra; semejante a: “…donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia”
(Romanos 5, 20).
465. La cita también hace ver que habrá una transición del mal hacia el
bien. Con lo cual es obvia la necesidad de una purificación14. Esta
purificación que se habla bastante en la Biblia (ver por ejemplo: Sofonías 1,
14-18; Isaías 13, 9-13 y 24, 17-21; Zacarías 13, 8-9; Ezequiel 36, 25;
Daniel 12, 1; Mateo capítulo 24; Lucas capítulo 21; Marcos capítulo 13; 2
Pedro 3, 5-13; el Apocalipsis; entre otros). Esta purificación también es
muy mencionada en Libro de Cielo (ver por ejemplo: volumen 7, Abril 17,
1906; volumen 11, Mayo 2, 1915; volumen 20, Noviembre 16, 1926; entre
otros).
466. Y esta transición del mal al bien, en esta purificación, también entra la
Iglesia:
Hija mía, la Iglesia en estos tiempos está agonizante, pero no morirá,
más bien resurgirá más bella. (Volumen 10, Enero 28, 1911).

14
Sobre este tema de la purificación se trata más a fondo en: R. Avalos, La Historia de amor de la Divina Voluntad y de su
Vida Divina con la criatura, en el Capítulo 13: “La Purificación”.

74
Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba
final que sacudirá la fe de numerosos creyentes. (Catecismo de la Iglesia
Católica, n. 675).
467. Y volviendo a la penúltima cita de Libro de Cielo Jesús dice que en
esta venida del Reino de la Divina Voluntad su Voluntad reinará de un
«modo todo nuevo», es decir, no solamente se trata de hacer su Voluntad,
sino de vivir en Ella y que Ella reine en nosotros plenamente, como ya se ha
visto (y que se explica ampliamente en los escritos de Luisa).
468. También dice Jesús que su amor se desahogará en modo maravilloso
e inaudito. Y habla que se prepara una cierta era, es decir, una época
especial; le llama la «era del tercer Fiat». Al respecto en otro lugar dice
Jesús:
¡Oh! inicuo mundo, tú estás haciendo de todo para echarme de la faz de
la tierra, para arrojarme de la sociedad, de las escuelas, de las
conversaciones, de todo; estás maquinando cómo abatir los templos y
los altares, cómo destruir mi Iglesia y matar a mis ministros, y Yo te
estoy preparando una era de amor, la era de mi tercer Fiat. Tú harás tu
camino para echarme, y Yo te confundiré de amor, te seguiré por detrás,
me haré encontrar por delante para confundirte en amor, y en donde tú
me has arrojado Yo erigiré mi trono, y ahí reinaré más que antes, pero
en modo más sorprendente, tanto, que tú mismo caerás a los pies de mi
trono, como atado por la fuerza de mi amor. (Volumen 12, Febrero 8,
1921).
469. ¡Dramáticas y bellísimas las palabras de Jesús! Esta cita también
habla de este paso de tiempos malos a tiempos buenos en donde reine
Cristo en nuestros corazones —y así en el mundo— como nunca antes lo ha
hecho y este reinado será gracias al don de la Divina Voluntad.
470. Esta purificación se hace necesaria debido al nivel al que ha llegado
nuestro pecado y hacemos que Jesús se vea en la necesidad de purificar,
como le dice a Luisa:
Hija mía, los pecados arrancan de mis manos los flagelos, las guerras, Yo
estoy obligado a permitirlas, pero al mismo tiempo lloro y sufro con la
criatura. (Volumen 11, Mayo 2, 1915).
471. En otro lugar Jesús dice:
Así como fue decreto la Creación, la Redención, así es decreto nuestro el
reino de nuestra Voluntad sobre la tierra, por eso, para cumplir este
nuestro decreto, Yo debía manifestar los bienes que hay en él, sus
cualidades, sus bellezas y maravillas, he aquí la necesidad por la cual Yo
debía hablarte tanto, para poder cumplir este decreto. Hija, para llegar a
esto Yo quería vencer al hombre por caminos de amor, pero la perfidia
humana me lo impide, por eso usaré la justicia, barreré la tierra, quitaré

75
a todas las criaturas nocivas, que como plantas venenosas envenenan
las plantas inocentes. Cuando haya purificado todo, mis verdades
encontrarán el camino para dar a los sobrevivientes la Vida, el bálsamo,
la paz que mis verdades contienen, y todos las recibirán, les darán el
beso de paz, y para confusión de quien no las haya creído, más bien las
ha condenado, reinará y tendré mi reino sobre la tierra: „Que mi
Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra‟. (Volumen 36, Octubre
2, 1938).
472. Esta cita aclara muchas cosas. Primero, el Reino de la Divina Voluntad
es un decreto divino; es decir, ya está establecido por Dios y es un hecho
que este Reino vendrá sobre la tierra, no importa la oposición de
cualquiera.
473. Dios que es amor, quería hacer esto de manera amorosa con
nosotros, por eso dice en el texto: para llegar a esto Yo quería vencer al
hombre por caminos de amor, pero la perfidia humana me lo impide; es
nuestra perfidia, nuestra maldad, la que se lo impide.
474. Por eso usará la justicia, quitará a todas las criaturas nocivas, que
como plantas venenosas envenenan las plantas inocentes; con esto Jesús
logrará su decreto de establecer su Reino en la tierra: cuando haya
purificado todo, sus verdades encontrarán el camino para dar a los
sobrevivientes la Vida, el bálsamo, la paz que sus verdades contienen, y
todos las recibirán, y tendrá su reino sobre la tierra.
475. Sí, lamentablemente se requiere esta purificación en la humanidad;
pero a nivel particular cada quien recibe este reino según decida y cuándo
lo decida:
Hija mía, qué afrenta, cómo quisiera hacer sentir a todos mi tremenda
agonía,… la causa es porque quieren hacer su voluntad, no la mía, no la
quieren hacer reinar, no la quieren conocer, y por eso quiere romper los
diques con sus sacudidas, a fin de que si no la quieren conocer y recibir
por vía de amor, la conozcan por vía de justicia. Así que mi Voluntad
cansada de esta agonía de siglos quiere salir, y por eso prepara dos
modos: El modo triunfante, que son sus conocimientos, sus prodigios y
todo el bien que llevará el Reino del Fiat Supremo, y el modo de justicia
para quien no la quiere conocer triunfante, por tanto estará en las
criaturas escoger el modo como la quieran recibir. (Volumen 20,
Noviembre 19, 1926).
476. Así que hay dos modos de «cómo» recibir este Reino: el triunfante y
el de justicia, cada quien decide el cómo.
477. Semejante a la primera venida, como se ha visto, un modo de recibir
al Salvador fue la de la mayoría de la clase religiosa, de los indiferentes y el
otro modo fue el de los pequeños, de los simples, de los que aman la

76
Verdad. Vemos otra vez que lo importante no son tanto las fechas, sino los
«cómos».
478. El primer Fiat fue la Creación, el segundo Fiat la Redención (ver
volumen 12, Enero 24, 1921). Y como se ve, este tercer Fiat es el Reino de
la Divina Voluntad en la tierra; este tercer Fiat completa a los otros:
Este tercer Fiat completará la gloria, el honor del Fiat de la Creación, y
será confirmación, desarrollo de los frutos del Fiat de la Redención. Estos
tres Fiat representarán la Sacrosanta Trinidad sobre la tierra, y tendré el
Fiat Voluntas Tua como en el Cielo así en la tierra. Estos tres Fiat serán
inseparables, el uno será vida del otro, serán uno y trino, pero distintos
entre ellos. Mi amor lo quiere, mi gloria lo exige, porque habiendo
sacado del seno de mi potencia creadora los primeros dos Fiat, quiere
hacer salir el tercer Fiat, no pudiéndolo contener más mi amor, y esto
para completar la obra que salió de Mí, de otra manera quedaría
incompleta la obra de la Creación y de la Redención. (Volumen 12, Enero
24, 1921).
479. Precisamente —como ya se ha mencionado— en el Padre Nuestro
decimos: ...venga a nosotros tu Reino, hágase tu Voluntad en la tierra
como en el Cielo (ver Lucas 11, 1-2 y Mateo 6, 9-13); por eso Jesús dice al
respecto:
Y para confirmarlo mayormente [el Reino de la Divina Voluntad] enseñé
el Padre Nuestro, a fin de que con la plegaria se dispusieran y
adquirieran los derechos para recibirlo, y Dios se sintiera como con el
deber de darlo. Con enseñar el Padre Nuestro, Yo mismo ponía en sus
manos el derecho de recibirlo, y me empeñaba en dar un reino tan
santo, y cada vez que la criatura recita el Padre Nuestro adquiere una
especie de derecho de entrar en este reino (Volumen 29, Junio 30,
1931).
480. Ahora veamos la solícita guía de la Iglesia en todo esto.

La guía de la Iglesia
481. La Iglesia la funda Cristo sobre Pedro:
Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el
poder del infierno no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del
Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el
Cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el Cielo.
(Mateo 16, 18-19).
482. Cristo —Cabeza— gobierna la Iglesia a través de Pedro (el Papa) y los
demás pastores unidos a él a través de la acción del Espíritu Santo:
La Iglesia, en efecto, es el redil cuya puerta única y necesaria es Cristo
(Jn 10, 1-10). Es también el rebaño cuyo pastor será el mismo Dios,

77
como Él mismo anunció (cf. Is 40, 11; Ez 34, 11-31). Aunque son
pastores humanos quienes gobiernan a las ovejas, sin embargo es Cristo
mismo el que sin cesar las guía y alimenta (Catecismo de la Iglesia
Católica, n. 754).
El Espíritu Santo guía a la Iglesia en el mundo y en la historia. (Papa
Benedicto XVI, Discurso a la Conferencia Episcopal Italiana, 27 de mayo
de 2010).
483. Más allá de la capacidad intelectual o cultural de los pastores, sus
limitaciones, sus errores personales y de lo que en algún momento dicen,
Dios guía a su Iglesia.
484. Y así los pastores, e incluso el Papa puede decir algo en su Magisterio
cuyo contenido puede ser más profundo de lo que el mismo Papa
comprende.
485. Queda claro con lo que hemos dicho hasta ahora que todo apunta a lo
que ha Dios “más le interesa”: el Reino de la Divina Voluntad. Así que en la
misma Iglesia todo se dirige a este Reino, más allá de la mayor o menor
conciencia de los miembros, tanto de pastores como de fieles.
486. En este sentido están estas palabras de los Papas:
Pero incluso esta noche del mundo tiene claros signos de un amanecer
que vendrá, de un nuevo día besado por un sol nuevo y más brillante.
[…] ¡Cuántos corazones, oh Señor, te esperan! ¡Cuántas almas se
consumen para apresurar el día en que solo tú vivirás y reinarás en los
corazones! Ven, oh Señor Jesús. (Papa Pío XII, mensaje Urbi et Orbi,
Pascua 1957).
Nos invita, nos parece, a advertir ciertos indicios de la meteorología
espiritual, también tan variable, que son el preludio de tiempos mejores.
[…]También os exhortamos, queridos hijos, a buscar esos "signos de los
tiempos" que parecen preceder a un nuevo advenimiento de Cristo entre
nosotros. (Papa Pablo VI, Ángelus, 5 de diciembre de 1976).
487. En Libro de Cielo Jesús explica este proceso de guiar a su Iglesia
hacia el Reino de la Divina Voluntad, precisamente en el volumen 21
empieza a repasar los grandes personajes desde la antigüedad para enfocar
todo al Reino de su Fiat Supremo:
Adán fue la verdadera y perfecta imagen, cuando fue creado, de los hijos
de mi Reino. Abraham fue símbolo de los privilegios y del heroísmo de
los hijos de mi Querer… David simbolizaba el reinar de ellos. Todos los
profetas simbolizaban la gracia, las comunicaciones, las intimidades con
Dios, que más que ellos habrían poseído los hijos del Fiat Divino. Mira,
todos estos no eran más que símbolos, figuras de ellos, ¿qué será
cuando sean puestas fuera la vida de estos símbolos? Después de todos
aquellos vino la Celestial Señora, la Soberana Emperatriz, la Inmaculada,

78
la sin mancha, mi Madre, Ella no era símbolo ni figura, sino la realidad,
la verdadera Vida, la primera hija privilegiada de mi Voluntad, y Yo
miraba en la Reina del Cielo la generación de los hijos de mi Reino, era la
primera incomparable criatura que poseía íntegra la Vida del Querer
Supremo, y por eso mereció concebir al Verbo Eterno y madurar en su
corazón materno la generación de los hijos del eterno Fiat. Después vino
mi misma Vida, en la cual venía establecido el Reino que debían poseer
estos hijos afortunados. Por todo esto puedes comprender que todo lo
que Dios hizo desde el principio desde la Creación del mundo, que hace y
que hará, su finalidad principal es de formar el Reino de su Voluntad en
medio de las criaturas. Esta es toda nuestra mira, esta es nuestra
Voluntad y a estos hijos serán dados todos nuestros bienes, nuestras
prerrogativas, nuestra semejanza (Volumen 21, Abril 8, 1927).
488. Al respecto Jesús dice en otro lugar de Libro de Cielo:
Hija mía, si tú supieras que ímpetu de amor siento porque quiero
establecer el reino de mi Divina Voluntad sobre la tierra, para realizar el
único fin por el cual fue creado el hombre; todo lo que ha sido hecho por
las Divinas Personas, desde que fue creado el mundo y lo que haremos,
nuestro principio será siempre aquél, no lo dejaremos jamás, que el
hombre regrese a su herencia del reino de nuestro Fiat que nos rechazó.
(Volumen 26, Mayo 16, 1929).
489. Queda muy claro, Jesús dice que todo lo que Dios ha hecho y hará la
finalidad principal es de formar el Reino de su Voluntad en medio de las
criaturas, que regrese a su herencia. En otro texto de Libro de Cielo
también Jesús dice:
Y como la cosa es grande, es establecer mi reino en el alma aún en la
tierra, he hecho como un rey cuando debe tomar posesión de un reino,
él no va primero, sino que antes se hace preparar la morada real,
después envía a sus soldados a preparar el reino y a disponer a los
pueblos a que se sujeten, después siguen las guardias de honor, los
ministros y el último es el rey; esto es decoroso para un rey. Así lo he
hecho Yo, me he hecho preparar mi morada real, que es la Iglesia; los
soldados han sido los santos, para hacerme conocer por los pueblos;
después han llegado los santos que han sembrado milagros, como mis
ministros más íntimos; ahora como rey vengo Yo para reinar, por lo que
debía elegir un alma donde hacer mi primera morada y fundar este reino
de mi Voluntad. (Volumen 13, Diciembre 3, 1921).
490. En otro lugar Jesús para explicar este Reino de la Divina Voluntad en
la Iglesia pone el ejemplo de la semilla, el árbol y lo frutos; en donde los
frutos son la corona de todo, veamos:
Ésta es la imagen de mi Iglesia: La semilla es mi Voluntad, en la cual
nació y creció, pero para que crezca el árbol se necesita el tiempo, y
para dar fruto en algunos árboles se necesita la duración de siglos;

79
cuanto más preciosa es la planta tanto más tiempo se necesita. Así el
árbol de mi Voluntad, siendo el más precioso, el más noble y divino, el
más alto, se necesitaba el tiempo para hacer crecer y hacer conocer sus
frutos, así que la Iglesia ha conocido la semilla, y no hay santidad sin
ella; luego ha conocido las ramas, pero siempre en torno a este árbol se
ha girado; ahora deben conocerse los frutos para nutrirse de ellos y
gozárselos, y ésta será toda mi gloria, mi corona, y de todas las virtudes
y de toda la Iglesia. Ahora, ¿por qué te maravillas de que en vez de
manifestar primero los frutos de mi Querer, te los he manifestado a ti
después de tantos siglos? Si el árbol no se había formado aún, ¿cómo
podía hacer conocer los frutos? ... Ahora, mi Voluntad debía ser corona
de todo, cumplimiento de mi gloria por parte de las criaturas, porque
sólo en mi Voluntad se puede decir: „Todo he cumplido‟. Y Yo,
encontrando en ella cumplido todo lo que quiero, no sólo le hago conocer
los frutos, sino que la nutro y la hago llegar a tal altura de sobrepasar a
todos; he aquí porqué amo tanto y tengo tanto interés en que los frutos,
los efectos, los bienes inmensos que hay en mi Querer, y el gran bien
que el alma recibe con vivir en Él sean conocidos, pues si no se conocen,
¿cómo se pueden desear? Mucho menos pueden nutrirse con ellos
(Volumen 16, Julio 15, 1923).
491. Todo esto es semejante incluso a la concepción de un ser humano. En
un primer momento de la fecundación se tiene una sola célula (semilla),
que ya es un ser humano, pero en esta sola célula está contenido lo que
con el tiempo se desarrollará hasta dar el fruto de un ser humano formado
en todos sus rasgos fisiológicos, por ejemplo.
492. En la sección anterior veíamos que para el establecimiento general, en
la humanidad, de este Reino de la Divina Voluntad se requerirá una
purificación debido al gran pecado de la humanidad.
493. En donde Jesús decía (ver volumen 36, Octubre 2, 1938) que después
de la purificación las verdades del Reino de la Divina Voluntad serán bien
recibidas por los sobrevivientes (obviamente mejor si se reciben antes de la
purificación o antes de que acabe si así lo decidimos particularmente) y
tendrá su Reino sobre la tierra.
494. Es claro pues —a nivel humanidad— el paso de una situación crítica a
una favorable. Esto también viene en varias partes de la Escritura, veamos
algunos ejemplos. En el Evangelio de San Lucas en el capítulo 21 Jesús
describe acontecimientos graves, apocalípticos, pero después dice:
Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza,
porque está por llegarles la liberación. (Lucas 21, 28).
495. Con los escritos de Luisa Piccarreta no es difícil ver que la liberación
es del reinado de nuestra voluntad humana, ya que nuestra voluntad
humana es la que le da entrada al enemigo y nos esclaviza de múltiples
maneras y nos pierde (ver Mateo 10, 28).

80
496. Es el paso —Pascua— de un momento malo a uno bueno. Otro lugar
es en el profeta Daniel en el capítulo 2. En donde este profeta interpreta un
sueño de Nabucodonosor en el que todos los reinos de este mundo en el
que obviamente ha dominado la voluntad humana, serán aniquilados y se
establecerá un Reino celestial. Obviamente no hay nada más celestial que
el Corazón Trinitario: su Voluntad Divina.
Y en los días de estos reyes, el Dios del cielo suscitará un reino que
nunca será destruido y cuya realeza no pasará a otro pueblo: él
pulverizará y aniquilará a todos esos reinos, y él mismo subsistirá para
siempre (Daniel 2, 44).
497. Es evidente que en esta profecía se está hablando de sucesos en esta
tierra, ya que se refiere en un primer momento a los reinos precisamente
de este mundo y luego de otro reino que viene de Dios (Reino celestial).
498. Aquí también se habla del paso —Pascua— de una época mala a una
época buena. O por lo menos de una época con reinos defectuosos (por el
reinado de la voluntad humana) a uno perfecto (porque reina la Voluntad
Divina), porque es el Reino que suscitará el Dios del Cielo. Por eso Jesús
dijo:
Mi Reino no es de este mundo. …mi Reino no es de aquí. (Juan 18, 36).
499. Otro lugar en donde es claro el paso —Pascua— de un tiempo malo a
uno bueno es el siguiente:
Luego vi que un Ángel descendía del cielo, llevando en su mano la llave
del Abismo y una enorme cadena. El capturó al Dragón, la antigua
Serpiente —que es el Diablo o Satanás— y lo encadenó por mil años.
Después lo arrojó al Abismo, lo cerró con llave y lo selló, para que el
Dragón no pudiera seducir a los pueblos paganos hasta que se
cumplieran los mil años. Transcurridos esos mil años, será soltado por un
breve tiempo. Entonces vi unos tronos, y los que se sentaron en ellos
recibieron autoridad para juzgar. También vi las almas de los que habían
sido decapitados a causa del testimonio de Jesús y de la Palabra de Dios,
y a todos los que no habían adorado a la Bestia ni a su imagen, ni habían
recibido su marca en la frente o en la mano. Ellos vivieron y reinaron con
Cristo durante mil años. Esta es la primera resurrección. Y los demás
muertos no pudieron revivir hasta el cumplimiento de esos mil años.
¡Felices y santos, los que participan de la primera resurrección! La
segunda muerte no tiene poder sobre ellos: serán sacerdotes de Dios y
de Cristo, y reinarán con Él durante mil años. (Apocalipsis 20, 1-6).

81
500. Este texto cobra una gran claridad con los escritos de Libro de Cielo.
No analizaremos todo, sino algunos aspectos15. Estos mil años pueden ser
literales o simbólicos (ver Salmo 90, 4; 2 Pedro 3, 8).
501. Pero lo que es claro es que es un periodo especial, una época en
donde el demonio estará encadenado, lo cual tiene que ver con el don del
Reino de la Divina Voluntad, porque obviamente en la Divina Voluntad no
puede haber tentaciones ni pecados (ver volumen 9, Julio 29, 1910;
volumen 11, Diciembre 14, 1912); y si Ella reina, no puede reinar la
tentación y el pecado16.
502. Y como Jesús le explica a Luisa, si llega el Reino de la Divina
Voluntad, se acaba el reino del enemigo:
[Luisa]: Mientras escribía…, veía a mi dulce Jesús que apoyaba su boca
en la parte de mi corazón y con su aliento me infundía las palabras que
estaba escribiendo, y al mismo tiempo oía un horrible escándalo a lo
lejos, como de personas que se peleaban y golpeaban con tanto
estrépito que infundía espanto. Y yo, dirigiéndome a mi Jesús le he
dicho: “Jesús mío, amor mío, ¿quiénes son los que hacen tanto
escándalo? Me parecen demonios enfurecidos, ¿qué cosa quieren que se
pelean tanto?
[Jesús]: Hija mía, son precisamente ellos, quisieran que tú no escribieras
sobre mi Voluntad, y cuando te ven escribir verdades más importantes
sobre el vivir en mi Querer sufren un doble infierno, y atormentan de
más a todos los condenados; temen tanto que puedan publicarse estos
escritos sobre mi Voluntad, porque ven perdido su reino sobre la tierra,
adquirido por ellos cuando el hombre, sustrayéndose de la Voluntad
Divina, dio libre paso a su voluntad humana. ¡Ah! sí, fue precisamente
entonces cuando el enemigo adquirió su reino sobre la tierra; y si mi
Querer pudiese reinar sobre la tierra, el enemigo, él mismo se
escondería en los más oscuros abismos. He aquí por qué se pelean con
tanto furor, sienten la potencia de mi Voluntad en estos escritos, y ante
la sola duda de que pueden salir fuera, montan en furia y buscan con
todo su poder el impedir un bien tan grande. Tú no les hagas caso, y de
esto aprende a apreciar mis enseñanzas. (Volumen 17, Septiembre 22,
1924).
503. Y en una carta Luisa dice:
...si el Fiat Divino será conocido, el reino del enemigo terminará: ésta es
toda su rabia. Pero el Señor vencerá, porque son decretos divinos, que
vendrá su reino sobre la tierra. Es cuestión de tiempo, pero sabrá
15
Este tema se trata en: R. Avalos, La Historia de amor de la Divina Voluntad y de su Vida Divina con la criatura, en el
Capítulo 14: “El establecimiento del Reino en la humanidad” y siguientes.
16
Cristo vivió en la Divina Voluntad pero “libremente” permitió ser tentado para ejemplo nuestro de cómo vencer la
tentación, para ayuda de nosotros y cerrarle las puertas al demonio al Reino de la Divina Voluntad para que no intervenga
(ver volumen 23, Febrero 9, 1928; volumen 24, Junio 25, 1928; volumen 34, Mayo 31, 1936).

82
hacerse camino; a Él no le falta ni potencia ni sabiduría para disponer las
cosas. (Extracto de Carta de Luisa a Irene, 1939).
504. Esto nos recuerda a: “El señor no tarda en cumplir lo que ha
prometido, como algunos se imaginan, sino que tiene paciencia con ustedes
porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan” (2 Pedro
3, 9).
505. Como se ve, con las verdades que Jesús ha manifestado a Luisa
Piccarreta quedan muy claros estos textos de la Sagrada Escritura.
506. Y queda también claro que este reino del enemigo se terminará aquí
en la tierra, no se refiere a la otra vida, porque en el Cielo no existe
ninguna intervención diabólica y el Reino de Dios, el Reino de la Divina
Voluntad, en el Cielo ya es perfecto. Así tiene sentido el: venga a nosotros
tu Reino, hágase tu Voluntad aquí en la tierra como en el Cielo.
507. Con el don del Reino de la Divina Voluntad Cristo reina plenamente en
la criatura junto con la criatura misma (ver volumen 34, Mayo 23, 1937),
así nos convertimos —como ya se ha mencionado— en reyes y reinas de
Jesús para que se cumpla que Jesús es el Rey de reyes y Señor de señores
(Apocalipsis 19, 16):
…en los hijos que pertenecerán al Reino del Fiat Divino correrá en ellos
más que sangre la Vida de Él, que les dará el derecho de pertenecer a la
familia real y celestial, de modo que todos serán reyes y reinas, todos
ocuparán puestos nobles, dignos de la familia a la que pertenecen.
(Volumen 20, Febrero 11, 1927).
508. Entonces estas palabras del Apocalipsis ya citadas quedan muy claras:
Ellos vivieron y reinaron con Cristo durante mil años (v. 4). Luego más
adelante en este capítulo 20 del Apocalipsis se menciona el ataque final del
demonio que es vencido definitivamente (vv. 7-10) y en los versículos
siguientes se menciona el Juicio (vv. 11-15).
509. Luego en el capítulo 21 se habla del cielo nuevo y la tierra nueva, de
la nueva Jerusalén, etcétera.
510. Entonces, se precisa que esta etapa de los mil años es una etapa
especial en la humanidad en donde se instaura el don del Reino de la Divina
Voluntad en la tierra.
511. Este Reino que se establece en el corazón de las criaturas, que
permite a Jesús reinar en nosotros de manera plena para llevarnos a la más
alta santidad que es la misma Santidad Divina:
…sólo mi Voluntad es la que forma esta Santidad divina en el alma.
(Volumen 14, Junio 6, 1922).
512. Con esto el Creador quiere unirse con la criatura de la manera más
estrecha e íntima posible para hacernos lo más felices que podamos ser:

83
Hija mía, cómo es bello ver a un alma fundirse en mi Voluntad, en
cuanto el alma se funde en Ella, el latido creado toma lugar y vida en el
latido increado y forman uno solo, y corre y late junto con el latido
eterno. Esta es la más grande felicidad del corazón humano, latir en el
latido eterno de su Creador. Mi Querer lo pone en vuelo y el latido
humano se arroja en el centro de su Creador. (Volumen 17, Octubre 6,
1924).
513. ¡Bellísimas palabras! Y más porque son verdad. Vemos entonces que
es una belleza este Reino, ya que es un Reino celestial y santo.
514. Por eso Jesús, Cabeza de la Iglesia, a través de la acción del Espíritu
Santo, va guiando al Magisterio de la Iglesia para llevarnos a este Reino y
así nos va diciendo lo que este Reino «no es».
515. Precisamente a lo largo de la historia de la Iglesia han existido
interpretaciones inadecuadas de esta etapa del milenio del Apocalipsis 20 y
la Iglesia nos lo ha hecho ver para no caer en el error.
516. Obviamente es difícil ver con claridad el futuro que sólo conoce Dios y
lo que Él quiera irnos manifestando. Y es evidente que entre más nos
acercamos a los acontecimientos más claros se presentan y más si Dios
manifiesta verdades como las que ha hecho a través de Luisa Piccarreta.
517. La Iglesia ha llamado precisamente con el nombre de milenarismo a
estas interpretaciones erróneas de este periodo de mil años del que habla
Apocalipsis 20 que dan como resultado una falsificación del Reino de Dios.
518. Así en la historia de la Iglesia hay quien ha interpretado este Reino y
esta etapa de manera grosera, carnal (milenarismo craso) que atribuye a
este reino placeres sensuales, materiales; que obviamente nada tiene que
ver con la Palabra de Dios.
519. Otra interpretación es el milenarismo mitigado que habla de una
venida “visible” de Jesús en donde reinará en algún lugar físico, algo así
como en una “Casa Blanca” y por tanto con estructuras visibles semejantes
a los reinos terrenos que conocemos. Por eso el Santo Oficio dijo:
Últimamente, más de una vez se preguntó a esta Suprema Sagrada
Congregación del Santo Oficio lo que se debe pensar del Milenarismo
mitigado, que enseña que Nuestro Señor Jesucristo, antes del Juicio
Final, se produzca o no previamente la resurrección de muchos justos,
vendrá visiblemente a esta tierra para reinar. Habiendo examinado el
tema en la reunión plenaria del miércoles 19 de julio de 1944, los
Eminentísimos y Reverendísimos Señores Cardenales encargados de
velar por la pureza de la fe y de las costumbres, después de oír la
opinión de sus consultores, decretaron responder: el sistema del
Milenarismo mitigado no puede enseñarse con seguridad. (Santo Oficio,
21 de julio de 1944).

84
520. Como se ve, el texto anterior dice que la venida “visible” de Jesús a
reinar en la tierra “no puede enseñarse con seguridad” (tuto doceri non
posse). No puede enseñarse con seguridad porque hay diversas variables
sin respuesta.
521. Se ve también que tanto en el milenarismo mitigado y más todavía el
carnal, están impregnados de criterios terrenos, de la manera en que
hemos conocido los reinos humanos que han existido después del pecado y
por tanto están contaminados con el pecado y la voluntad humana (todos
defectuosos); todo esto nos lleva a distorsionar lo que es un Reino Divino y
celestial.
522. Por eso no olvidemos las palabras de Jesús: “Mi Reino no es de este
mundo. …mi Reino no es de aquí” (Juan 18, 36), pero quiere que venga a la
tierra (Padrenuestro); tal como lo describe con toda contundencia el profeta
Daniel, en donde el Reino celestial se establece una vez que se aniquilan
hasta hacer polvo los reinos del mundo que se han conocido en la historia
humana después del pecado (ver Daniel 2, 30-45).
523. Y en general las falsas interpretaciones del verdadero Reino de Dios
(Reino de la Divina Voluntad) así como la etapa y el modo en que se
establecerá, no dejan de estar impregnadas de esta visión terrena.
524. Veamos otros milenarismo o mesianismos semejantes. El Catecismo
dice por ejemplo:
Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez
que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo
cual no puede alcanzarse sino más allá del tiempo histórico a través del
juicio escatológico: incluso en su forma mitigada, la Iglesia ha rechazado
esta falsificación del Reino futuro con el nombre de milenarismo (cf. DS
3839), sobre todo bajo la forma política de un mesianismo secularizado,
"intrínsecamente perverso" (cf. Pío XI, "Divini Redemptoris" que condena
el "falso misticismo" de esta "falsificación de la redención de los
humildes"). (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 676).
525. Más allá del tiempo histórico se llevará a cabo el Reino mesiánico en
plenitud, ya que en el Cielo se tiene, además de vivir en la Divina Voluntad,
la “visión beatífica”. Pero Dios quiere que en la tierra sí exista su Reino de la
Divina Voluntad (pero todavía sin “visión beatífica”).
526. También en esta cita del Catecismo la Iglesia nos previene contra los
falsos cristos (ver Mateo 24, 5), los mesías “humanos” que a través
generalmente del poder, la política, las ideologías, sobre todo con
dictaduras, pretenden ser la “salvación” de la humanidad o de los pobres en
algún modo.

85
527. Por eso en la cita anterior el Catecismo lo califica como un
mesianismo secularizado, "intrínsecamente perverso"; en esta sintonía está
por supuesto el milenarismo carnal.
528. Pero también pueden estar otras dictaduras con sus caudillos, como el
nazismo, el fascismo, y no digamos el comunismo en sus diferentes facetas.
De hecho el texto anterior del Catecismo cita la "Divini Redemptoris" de Pío
XI que es una Encíclica sobre el comunismo ateo.
529. Se podría hablar también de un nuevo orden mundial en contra de los
principios de Dios y de la manera en como Dios ha establecido las cosas.
Todo esto es Anticristo como dice la cita del Catecismo, ponerse en lugar de
Cristo, es lo que el demonio ha venido haciendo a lo largo de la historia,
pero habrá un Anticristo final (ver 2 Tesalonicenses 2, 3-10; Apocalipsis 13,
17-18), porque después viene el Reino de la Divina Voluntad a establecerse
en la humanidad.
530. Como se observa, el Reino de la Divina Voluntad dista mucho —
literalmente del Cielo a la tierra— a estas falsificaciones mundanas
(secularizadas) del Reino que nos advierte el Magisterio de la Iglesia.
531. Agradezcamos a Dios por esta guía del Magisterio que ha dejado en
su amada Iglesia.

Las revelaciones privadas sobre el Reino


532. Ya vimos que Cristo es la plenitud de la Revelación en el Él mismo
(ver Catecismo de la Iglesia Católica, n. 75); por tanto ya no hay necesidad
de otra Revelación.
533. Con Jesucristo se completa la Revelación Pública, contenida en la
Tradición Apostólica y en la Sagrada Escritura. En este sentido el Catecismo
dice:
"La economía cristiana, como alianza nueva y definitiva, nunca cesará y
no hay que esperar ya ninguna revelación pública antes de la gloriosa
manifestación de nuestro Señor Jesucristo". Sin embargo, aunque la
Revelación esté acabada, no está completamente explicitada;
corresponderá a la fe cristiana comprender gradualmente todo su
contenido en el transcurso de los siglos. (Catecismo de la Iglesia
Católica, n. 66).
534. Que es lo que habíamos dicho más arriba que se va explicitando lo
que está implícito en la Revelación a lo largo del tiempo histórico, se va
pasando de la Cabeza de la Iglesia a sus miembros toda su riqueza; de
Cristo a nosotros (claro, cada quien recibe según sus disposiciones).
535. Aquí entra en acción lo que en la Iglesia se llama revelación privada,
que el Cielo hace a través de algún santo o vidente a lo largo de la historia.
Ya habíamos visto por ejemplo: las manifestaciones del Sagrado Corazón de

86
Jesús a Santa Margarita Alacoque, el Santísimo Rosario a Santo Domingo
de Guzmán, la devoción de la Divina Misericordia manifestada a través de
Santa Faustina Kowalska, etcétera. El Catecismo dice al respecto:
A lo largo de los siglos ha habido revelaciones llamadas "privadas",
algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia.
Estas, sin embargo, no pertenecen al depósito de la fe. Su función no es
la de "mejorar" o "completar" la Revelación definitiva de Cristo, sino la
de ayudar a vivirla más plenamente en una cierta época de la historia.
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 67).
536. Como se ve, el objetivo de la revelación privada es ayudar a vivir
mejor la Revelación definitiva de Cristo en una cierta época de la historia;
por eso el Papa Benedicto XVI dice:
Una revelación privada puede introducir nuevos acentos, dar lugar a
nuevas formas de piedad o profundizar las antiguas. Puede tener un
cierto carácter profético (cf. 1 Ts 5,19-21) y prestar una ayuda válida
para comprender y vivir mejor el Evangelio en el presente; de ahí que no
se pueda descartar. Es una ayuda que se ofrece pero que no es
obligatorio usarla. (Papa Benedicto XVI, Verbum Domini, n. 14).
537. Como bien dice el Papa: No es obligatorio usarla, pero «no se puede
descartar». Y como dice también: es una ayuda válida para comprender y
vivir mejor el Evangelio en el presente.
538. Pues sería interesante ver qué dicen las revelaciones privadas sobre la
venida del Reino y por tanto de la llegada del Rey, de su «siguiente
venida», sobre todo de las reconocidas por la Iglesia. Por supuesto no las
veremos todas, ni mucho menos; además cada vez van en aumento.
Veremos solamente algunas.
539. Es innegable la presencia de nuestra Santa Madre cada vez más
continua en los últimos tiempos. A partir del siglo XIX sus apariciones han
sido muy frecuentes, lo cual no deja de ser un signo en sí mismo: ¿por qué
se aparece más seguido nuestra Santa Madre?
540. San Luis María de Montfort dice:
La salvación del mundo comenzó por medio de María, y por medio de
Ella debe alcanzar su plenitud. […] Pero, en la segunda venida de
Jesucristo, María tiene que ser conocida y puesta de manifiesto por el
Espíritu Santo, a fin de que por Ella Jesucristo sea conocido, amado y
servido.(San Luis María Grignion de Montfort, Tratado de la Verdadera
Devoción a la Santísima Virgen, n. 49).
541. Esto va muy de la mano con:
Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer vestida del sol, con la
luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. Estaba

87
embarazada y gritaba de dolor porque iba a dar a luz. (Apocalipsis 12, 1-
2).
542. Esta imagen del Apocalipsis sobre la Santísima Virgen nos recuerda en
gran medida a la imagen de la Virgen de Guadalupe, que de hecho está en
cinta, está embarazada.
543. La Santísima Virgen ya dio a luz a Jesucristo en su primera venida,
esta realidad que nos presenta el Apocalipsis ¿será que la Virgen está
embarazada de la Iglesia con el don del Reino de la Divina Voluntad que
dará a luz? Esto tiene conexión con lo que Jesús dice en Libro de Cielo
respecto a estos escritos precisamente:
…en mi Omnividencia veo que estos escritos serán para mi Iglesia como
un nuevo sol que surgirá en medio de Ella, y los hombres atraídos por su
luz deslumbrante se aplicarán para transformarse en esta luz y salir
espiritualizados y divinizados, por lo cual renovándose la Iglesia,
transformarán la faz de la tierra. (Volumen 16, Febrero 10, 1924).
544. Dice Jesús que se renovará la Iglesia y se transformará la faz de la
tierra; la época nueva, la era del tercer Fiat es clara, obviamente todo esto
de la mano de María, o mejor dicho en su Corazón Inmaculado en donde
reinó como en ninguna otra criatura17 el Reino de la Divina Voluntad.
545. Ahora veamos qué dice un fragmento de una de las apariciones
reconocidas por la Iglesia de nuestra Santa Madre en el siglo XIX:
De golpe los perseguidores de la Iglesia de Jesucristo y todos los
hombres dados al pecado perecerán y la tierra quedará como un
desierto. Entonces se hará la paz, la reconciliación de Dios con los
hombres; Jesucristo será servido, adorado y glorificado; la caridad
florecerá en todas partes… Entonces el agua y el fuego purificarán la
tierra y consumirán todas las obras del orgullo de los hombres y todo
será renovado: Dios será servido y glorificado. (La Virgen María,
aparición de La Salette Francia, 1846).
546. Nuestra Santa Madre habla de nuevo del paso —Pascua— de una
persecución de la Iglesia, una purificación y luego un tiempo de paz donde
Jesús será servido, adorado y glorificado. Ya vimos que con el don del Reino
de la Divina Voluntad es como mejor se glorifica a Dios, ya que se le adora
con sus mismas adoraciones divinas, se le ama con su mismo Amor Divino,
etcétera.
547. También la Virgen María le da mensajes al Padre Stéfano Gobbi, del
Movimiento Sacerdotal Mariano, recogidos en el libro titulado: “A los
sacerdotes hijos predilectos de la Santísima Virgen” que tiene Imprimatur
del Cardenal Bernardino Echeverría y cuyo movimiento ha sido autorizado

17
Criatura “sola”, ya que Jesús es Dios y Hombre.

88
por la Iglesia; uno de tantos mensajes que da la Santísima Virgen son los
siguientes:
Se prepara para vosotros el advenimiento del Reino de Jesús que os
introducirá en una nueva era de gran fraternidad y de paz (1 enero de
1989).
La nueva era que Yo os anuncio, coincide con el pleno cumplimiento de la
Voluntad Divina, para que se realice finalmente lo que Jesús os ha
enseñado a pedir al Padre Celestial: “Hágase tu Voluntad así en la tierra
como en el Cielo”. Es el tiempo en el cual las criaturas cumplen el Querer
Divino del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Por el cumplimiento
perfecto de la Voluntad Divina todo el mundo es renovado, porque Dios
se encuentra como en su nuevo jardín del Edén, en el cual puede vivir en
compañía amorosa con sus criaturas (Mensaje de la Virgen al Padre
Gobbi, 15 de agosto de 1991).
548. ¡Cuánta coincidencia con lo que Jesús nos dice en los escritos de Luisa
Piccarreta! Igualmente la Virgen habla de una época de paz y que el mundo
será renovado por la relación íntima de Dios con sus criaturas. De nuevo
queda claro que esta renovación se realizará en el corazón del ser humano,
y tendrá, por supuesto, efectos externos.
El Reino Glorioso de Cristo se reflejará también en una nueva forma de
vida de todos. Porque seréis llevados a vivir sólo para la gloria de Dios. Y
el Señor será glorificado cuando sea perfectamente cumplida, por cada
uno de vosotros, su Divina Voluntad. El Reino glorioso de Cristo
coincidirá por tanto, con el perfecto cumplimiento de la Voluntad de Dios
por parte de todas sus criaturas, de modo que también sobre esta tierra
suceda como en el Cielo. (Mensaje de la Virgen al Padre Gobbi, 21 de
noviembre de 1993).
549. Nuestra Madre explica que el Reino de Cristo llevará a una nueva
forma de vida de todos, y eso es lo que manifiesta Jesús en los escritos de
Luisa, una vida toda celestial, realizando los actos y viviendo en la Voluntad
Divina que forma el Reino en nosotros, a semejanza de los bienaventurados
del Cielo, pero todavía sin “visión beatífica” como ya sea mencionado, sin
esta visión plena “cara a cara” que se tiene en el Cielo. Por eso nuestra
Santa Madre dice para que en esta tierra suceda como en el Cielo.
550. Y aunque Adán fue creado con este don de la Voluntad Divina, y Jesús
y María así vivieron toda su vida, para nosotros que hemos nacido con el
pecado original es nueva esta manera de vivir.
551. Habla también de glorificar a Dios y que solamente se puede llegar a
esto plenamente si cumplimos en todo su Voluntad, y es precisamente el
don del Reino de la Divina Voluntad que nos lleva a esto y a glorificar a Dios
de la mejor manera, como ya habíamos visto que Jesús nos dice:

89
…el Reino de mi Voluntad … siendo la cosa que más me interesa, que
más me glorifica … y no sólo esto, sino que llevará a la criatura el bien
más grande que pueda existir en el Cielo y en la tierra (Volumen 19,
Julio 1, 1926).
552. Se ve la gran coincidencia con esta revelación privada sobre lo que
llevamos dicho y que Jesús manifiesta a Luisa Piccarreta.
553. Hay otro sacerdote, Monseñor Ottavio Michelini, que también recibió
mensajes de la Santísima Virgen, de Jesús y de otros personajes celestiales
que recoge en un libro que se llama: “Tu sabes que te amo, Confidencias de
Jesús a un Sacerdote” que tiene recomendaciones de dos Obispos; uno de
ellos el Obispo Anselmo Zarza Bernal dice literalmente que el libro tiene
“una perfecta coherencia con la Doctrina de Fe y Costumbres”, y el otro
Obispo Miguel García Franco dice en este sentido que “la doctrina contenida
en dicho libro la encuentro cien por cien ortodoxa, más aún, en plena
coincidencia con los escritos de la Señora Concepción Cabrera de Armida "A
Mis Sacerdotes" y con el libro del Padre Esteban Gobbi, libros de los que
tenemos la aprobación eclesiástica”. En este libro Jesús le dice al Padre
Michelini:
...seré Yo quien someteré las fuerzas del mal al bien; y será La Madre,
María Santísima, quien aplastará la cabeza a la Serpiente dando inicio así
a una nueva era de paz. Será el advenimiento del reino mío sobre la
tierra, será el regreso del Espíritu Santo para un nuevo Pentecostés. (P.
Michelini, Tu sabes que te amo, 9 de Diciembre de 1976).
Pasada esta hora que, como en otros mensajes se ha dicho, no
encontrará comparación por su tremenda oscuridad en la historia del
pasado,... reinaré sobre la tierra para dar paz y serenidad a los pueblos
y a Mi Iglesia que después de la purificación ocupará en el mundo el
puesto y el lugar que le compete como madre y maestra de los pueblos.
(P. Michelini, Tu sabes que te amo, 5 de Mayo de 1977).
554. Se habla de nuevo del paso —Pascua— del mal al bien, de que a
través de María que aplastará la cabeza a la Serpiente (ver Génesis 3, 15)
se dará inicio así a una nueva era de paz, con el advenimiento del Reino de
Cristo sobre la tierra, obviamente a través de la acción fuerte del Espíritu
Santo —nuevo Pentecostés—.
555. Jesús también dice que después de la purificación Él reinará sobre la
tierra para dar paz y serenidad; así mismo comenta del lugar que tendrá la
Iglesia después de esta purificación, a semejanza de lo que Jesús dice en
los volúmenes.
556. Se ve claramente la realidad del Cuerpo Místico de Cristo —la
Iglesia— que ha semejanza de su Cabeza, pasará por su Pasión, Muerte y
una Resurrección gloriosa.

90
557. En otro lugar del libro se dice:
Iglesia y humanidad entera saldrán de sus ruinas para dar comienzo a
un nuevo camino de paz y de justicia, en el que estará verdaderamente
en todos los corazones el Reino de Dios, aquel Reino interior que los
buenos desde hace tiempo piden e invocan. (P. Michelini, Tu sabes que te
amo, 15 de Junio de 1978).
558. De nuevo el paso (Pascua) de una época mala a una buena de paz y
de justicia; y expresa esta realidad del Reino de Dios en todos los
corazones, Reino interior, ¿qué Reino puede ser? Obviamente el Reino de la
Divina Voluntad. Y la cita acaba diciendo: que los buenos desde hace
tiempo piden e invocan, ¿dónde lo invocan? en el “Padrenuestro” por
supuesto, sin descartar otras maneras de pedirlo.
559. De nuevo la coincidencia de estas revelaciones privadas reconocidas
por la Iglesia con el Reino de la Divina Voluntad anunciado por Luisa es
exacta.
560. En otro texto del libro se dice:
Hijo mío, escribe, soy Jesús, continúo con el discurso abierto sobre mi
Iglesia… Yo la he puesto en el mundo, en medio del mundo,… Ella está
constituida por el Querer Divino como maestra y guía de todas las
gentes; éste es el puesto que Le compete y éste es el puesto que le será
reconocido después de la purificación. Indescriptible es su tarea en este
tiempo intermedio entre la primera venida de Cristo a la tierra con el
misterio de la Encarnación y su segunda venida, al fin de los tiempos,
para juzgar a los vivos y a los muertos; entre estas dos venidas, que
revelan, la primera, la Misericordia de Dios, la segunda, la Justicia
Divina, la justicia de Cristo,... esta tercera intermedia venida, es
invisible, a diferencia de la primera y de la última venidas, ambas
visibles. Esta tercera venida es el Reino de Jesús en las almas, Reino de
paz, Reino de justicia, que tendrá su pleno y luminoso esplendor después
de la purificación.” (P. Michelini, Tu sabes que te amo, 1 de Diciembre de
1977).
561. Igualmente aquí se habla de la purificación y del Reino de Jesús en las
almas; es claro por tanto la confirmación de que el Reino es en las almas y
que será un Reino de paz y justicia cuyo pleno y luminoso esplendor será
después de la purificación, coincidiendo con la cita de Libro de Cielo que ya
habíamos visto en el volumen 36 (Octubre 2, 1938).
562. También habla que esta venida intermedia es “invisible”; es decir, la
venida de Jesús es invisible, espiritual, a reinar en las almas. Del mismo
modo coincide perfectamente con el don del Reino de la Divina Voluntad
anunciado a través de Luisa, y vemos cómo está de acuerdo con la guía de
la Iglesia que nos ha prevenido de interpretar la venida de Jesús a reinar de

91
manera visible, física, como lo expresan los milenarismos; que son
interpretaciones erróneas del Reino de Cristo, que ya se analizaron.
563. Por eso —como se ha visto— Jesús dice en el Evangelio: “El Reino de
Dios no viene espectacularmente, y no se podrá decir: «Está aquí» o «Está
allí»” (Lucas 17, 20-21) porque no corresponde a un lugar físico (está aquí
o allí), sino espiritual, en los corazones: “Porque el Reino de Dios está
dentro de ustedes” (Lucas 17, 21).
564. Además que evidentemente a Jesús no le interesa estar en un lugar
“físico gobernando el mundo”, sino en las almas, esto es mucho más
querido e importante para Él, quiere hacer de nosotros tabernáculos y
hostias vivientes, por eso Jesús le dice a Luisa:
Tú estás en tu lecho, sólo por imperio de mi Fiat, ¡ah! no son los males
corporales los que te tienen impedida, no, sino sólo mi Voluntad que así
quiere, que formando de ti un velo me esconde a Mí y me forma una
hostia viva, un tabernáculo viviente. (Volumen 25, Octubre 17, 1928).
Entonces, cada vez que hagas correr tu voluntad en la mía, en tus
deseos y en todo lo que eres y puedes hacer, Yo renovaré la
consagración, y como en hostia viviente, no muerta como son las hostias
sin Mí, Yo continuaré mi Vida en ti. ...el alma hará suya mi Voluntad,... El
alma se unirá Conmigo, escuchará atenta para oír lo que estoy haciendo
para hacerlo junto Conmigo, y conforme repita mis mismos actos me
dará su alimento, y Yo por ello seré feliz, y sólo en estas hostias
vivientes encontraré la compensación de la soledad, del ayuno y de lo
que sufro en los tabernáculos. (Volumen 11, Diciembre 17, 1914).
565. Es una venida invisible, espiritual, pero real. Así como vino en Luisa,
en donde Jesús da la capacidad a la criatura de verlo de diversas maneras
místicas.
566. Así como también lo vio Santa Faustina Kowalska que luego con la
ayuda de su director espiritual, el Beato Miguel Sopocko, se pintó el cuadro
del Señor de la Misericordia.
567. En otro texto del libro del Padre Michelini se dice:
Hermano don Octavio, aunque los hombres en su culpable ceguera no
ven, porque por su orgullo se niegan a ver lo que nosotros vemos con
claridad, ni creen lo que nosotros creemos, no cambia absolutamente
nada de los Decretos eternos de Dios, porque el inmenso hormigueo de
hombres que cubren la tierra y que convulsivamente se agitan en la
oscuridad no son sino un puñado de polvo que pronto será dispersado
por el viento, y la tierra que ellos pisotean con pie soberbio quedará
árida y desolada, luego "purificada" por el fuego, para después ser
fecundada después por el honesto trabajo de los justos que por Bondad
Divina se librarán de la hora tremenda de la Ira Divina. "Luego",

92
hermano don Octavio, será el Reino de Dios en las almas, ese Reino que
desde hace siglos los justos imploran al Señor invocando "adveniat
Regnum tuum" (Venga tu Reino de Mt 10, 6). (P. Michelini, Tu sabes que
te amo, 2 de enero de 1979).
568. Al final de la cita se habla de nuevo del Reino de Dios en las almas
que precisamente se pide en el Padrenuestro; de nuevo la coincidencia con
los escritos de Luisa.
569. Y el mismo Jesús en los escritos de Luisa aclara precisamente el
objetivo de las apariciones de su Santa Madre:
Mi Madre Celestial les será Madre y Reina. Ya Ella —conociendo el bien
inmenso que les restituirá el Reino de mi Querer, para satisfacer mis
deseos ardientes y poner fin a mis lágrimas, y amándoles como
verdaderos hijos suyos— va visitando a todos los pueblos y naciones,
para prepararlos a recibir el Reino de mi Voluntad. Ella fue la que Me
preparó los pueblos, para hacerme bajar del Cielo a la tierra; y a Ella, a
su Amor materno encargo que Me prepare las almas y los pueblos, para
recibir un Don tan grande. (Llamamiento del Rey Divino al Reino de su
Voluntad).
570. Por eso no es suficiente prepararnos para la muerte. Tenemos “en
esta vida” que preparar su Reino en nosotros para que venga a reinar y
tomar posesión como el Rey que es, ¿nos estamos preparando? ¿estamos
preparando este Reino?
571. ¿Cómo lo preparamos? Ahí están todos los escritos de Luisa que
contienen las verdades celestiales para formar ese Reino en nuestro interior
si las hacemos vida propia.
572. Aquí se ve esta necesidad de la atención espiritual, de cultivar la vida
interior, fruto de una conversión constante que nos lleve a enfocarnos con
primera prioridad en la Voluntad de Dios; solamente así, amando la verdad,
seremos simples y pequeños para discernir los signos de los tiempos y las
señales que Dios nos da.
573. De esta manera seremos parte de su planes viejos y nuevos (ver
Mateo 13, 52); y estaremos felices de olvidarnos de nosotras para colaborar
en sus maravillosos planes de amor.
574. Y estamos en la época de uno de los acontecimientos más
importantes de la Historia. Si el Reino de la Divina Voluntad es lo que más
le interesa a Dios, entonces el vivir en esta época es un gran, gran
privilegio; estemos atentos, para que seamos partícipes, siendo pequeños,
amando la verdad, para escuchar la voz del Amado:
Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. (Juan 10,
27).

93
575. Por eso Jesús dice:
Mi pequeña hija, ánimo, es verdad que eres demasiado pequeña, pero tú
debes saber que en mi Fiat Divino sólo los pequeños entran a vivir en su
luz (Volumen 27, Noviembre 10, 1929).
576. Solamente con esta conversión y vida espiritual enfocada a la
Voluntad de Dios es como podemos darnos cuenta y responder de manera
conveniente a estas grandes y tremendas realidades; porque si no es así
nos puede pasar de noche, podemos no darnos cuenta de las maravillas que
Dios quiere hacer en nuestro tiempo histórico y parecernos a los judíos que
fueron indiferentes a Jesús, no quisieron darse cuenta o lo rechazaron.
577. Vale la pena de nuevo escuchar bien lo que el Papa Benedicto XVI nos
dice: Esto no significa que la Iglesia sea inmóvil, que esté anclada en el
pasado y no pueda haber novedad en ella. ...las obras de Cristo no
retroceden, no desaparecen, sino que avanzan (Papa Benedicto XVI,
Audiencia General, 10 de marzo de 2010).

94
Capítulo 7: La misión de Luisa Piccarreta en la Iglesia
y en la Historia

578. Jesús le dice a Luisa:


Escucha hija mía, quiero que dejes todo a un lado, tu misión es
grandísima (Volumen 13, Enero 20, 1922).
579. Es claro que no haremos una biografía de Luisa, ya que para ello
existen varias. Sus mismos escritos son la mejor fuente para conocerla.
580. Aquí trataremos de resaltar su misión, el para qué fue creada y
puesta en este mundo en el lugar y época que vivió como lo muestran los
escritos.
581. Lo haremos evidentemente de manera introductoria, pues sobre Luisa
hay mucho que decir. Y esta misión de Luisa por supuesto tiene que ver con
la llegada del Reino de Cristo, del Reino de la Divina Voluntad, y la venida
de Cristo a reinar en la criatura de manera plena y santísima.
582. Este Reino de Cristo que se realiza por su Divina Voluntad bilocada
(ver volumen 19, Mayo 3 y 10, 1926) en nosotros para actuar realmente en
todos nuestros actos y formar plenamente su Vida Divina en nosotros es un
acto de infinito amor de Dios.
583. Jesús no viene a reinar y a formar su Reino en nosotros por una
“ambición de poder” como lo conocemos en muchos gobernantes humanos
(ver Mateo 20, 25-26), sino porque además de que el hecho de que Él
Reine con su Voluntad es el orden verdadero, es también la manera de
amarnos y hacernos lo más felices tanto en este mundo como en la vida
eterna.
Hija mía, si tú supieras que ímpetu de amor siento porque quiero
establecer el reino de mi Divina Voluntad sobre la tierra… y por eso en
estos escritos te estoy haciendo escribir el verdadero por qué de la
Creación, qué cosa es mi Voluntad, su valor infinito, cómo se debe vivir
en Ella, su Reino y cómo quiere reinar para volver a todos santos y
felices. (Volumen 26, Mayo 16, 1929).
Yo amo tanto a la criatura que la quiero unida con mi Voluntad para
hacerla fecunda, para darle vida de amor; y en esto Yo encuentro mi
desahogo, porque sólo para desahogarme en el amor he creado a la
criatura, no para otra cosa, y por eso esto es todo mi empeño (Volumen
12, Julio 18, 1917).
584. Cristo reinando en nosotros plenamente con su Divina Voluntad es lo
mejor que nos puede pasar en este mundo, es el privilegio de los
privilegios.

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…mi Voluntad... forma la felicidad de la tierra y del Cielo (Volumen 9,
Marzo 23, 1910).
Nuestra Voluntad es paraíso terrestre en la tierra, y celestial en el cielo
de las criaturas (Volumen 30, Diciembre 6, 1931).
585. Grande es la Encarnación de Cristo y sin la primera venida no
podríamos acceder al Reino de la Divina Voluntad, y fueron afortunados los
que les tocó vivir en esa época y reconocieron al Mesías y de corazón lo
esperaron y lo siguieron.
586. Pero aun así no les tocó conocer el don del Reino de la Divina
Voluntad. Sí les tocó por ejemplo: escuchar el Evangelio, participar de los
Sacramentos, etcétera.
587. Esto fue un gran privilegio para los que vivieron en la época de la
primera venida de Jesús, basta pensar que a Abraham, a Moisés, a David,
no les tocó esta predicación del Verbo hecho carne, ni los Sacramentos.
588. Ahora a nosotros nos toca parece que... ¡todo!, o quien sabe (Dios
siempre sorprende), pero sí nos toca la Revelación tanto del Antiguo como
del Nuevo Testamento, los Sacramentos, la Iglesia, etcétera, y además… lo
que más le importa a Dios: el «Reino de la Divina Voluntad» y la venida del
Rey Divino a reinar en este Reino en nuestros corazones para gozarnos las
delicias del amor más íntimo posible con nuestro Esposo divino al fundir
nuestra voluntad con su Voluntad Divina para latir al ritmo del Amor Divino
ya aquí en la tierra ¡gloria a Dios!
589. Y esto nos viene de manera tan sencilla y fina a través de Luisa
Piccarreta. ¿Qué significa entonces Luisa Piccarreta? Luisa tiene que ver,
nada menos y nada más, que con la venida del Reino anunciado y del Rey a
la tierra, la tierra de nuestro ser, para transformar —como ya vimos— la faz
del mundo (ver volumen 16, Febrero 10, 1924).
590. Por eso también invocamos que el Espíritu Santo renueve la faz de la
tierra, porque es a través de su acción como las verdades de los escritos de
Luisa se harán vida en nuestro ser; aquí vale la pena volver a ver las
palabras de Jesús del Evangelio:
Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden
comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los
introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que
dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. El me
glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. (Juan
16, 12-14).
591. Con lo que llevamos hasta ahora, se observa ya la importancia de
Luisa, ya que es con ella con la que Jesús quiere iniciar esta época de paz y
de amor gracias a Jesús reinando plenamente en el corazón humano por el
don de la Divina Voluntad; por eso Jesús le dice a Luisa:

96
¡Ah! sí, quiero confundir al hombre todo en amor, por eso sé atenta, te
quiero Conmigo a preparar esta era de amor, celestial y divina, nos
ayudaremos mutuamente y obraremos juntos. (Volumen 12, Febrero 8,
1921).
592. Jesús ha obrado junto con Luisa para preparar esta era de amor,
celestial y divina para nosotros. ¿Por qué lo ha hecho a través de Luisa? Es
evidente que Dios escoge a quien quiere.
593. Así lo hizo con nuestra Santa Madre, San José, San Pedro, Abraham,
Moisés, etcétera. Por supuesto Dios desde la creación de estas personas las
va disponiendo (como a todos nosotros para nuestra misión, grande o
pequeña), pero luego la criatura tiene que responder libremente al llamado
de Dios.
594. Quizá la pregunta puede ser también ¿por qué ha elegido una
persona, incluso insignificante para el mundo, para empezar esta época
especial en la Iglesia y en el mundo? ¿Por qué no hacerlo de otra manera?
595. Otra vez el enfoque es hacia el «cómo» del Reino y de su venida. ¿Por
qué no hacerlo, por ejemplo, a través del Papa? Así directamente a través
de su Magisterio oficial se da a conocer algo tan grande e importante.
596. Volvemos a escuchar el eco de la Palabra de Dios que nos dice:
“Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de
ustedes son mis caminos” (Isaías 55, 8).
597. Y como ya hemos comentado, así han sido muchas cosas: la devoción
al Sagrado Corazón de Jesús dada a Santa Margarita Alacoque, el Santísimo
Rosario a Santo Domingo de Guzmán, la devoción de la Divina Misericordia
manifestada a través de Santa Faustina Kowalska, etcétera. Precisamente
Luisa piensa sobre este aspecto, veamos:
Ahora pensaba entre mí: “Si Jesús ama tanto que este modo de vivir en
el Divino Querer sea conocido, y que debe ser una nueva época que
tanto bien debe traer, de sobrepasar los mismos bienes de la Redención,
podía hablarle al Papa, que como cabeza de la Iglesia, teniendo
autoridad sobre Ella podría influir rápidamente sobre los miembros de
toda la Iglesia para hacer conocer esta celestial doctrina y llevar este
gran bien a las generaciones humanas, o bien a cualquier otra persona
con autoridad, a ésta le sería más fácil, pero a mí, pobre ignorante,
desconocida, ¿cómo podré hacer conocer este gran bien?” (Volumen 15,
Abril 20, 1923).
598. Ante este pensamiento Jesús le dice:
Hija queridísima a mi Supremo Querer, es mi costumbre hacer mis obras
más grandes en almas vírgenes y desconocidas, y no sólo vírgenes de
naturaleza, sino vírgenes de afectos, de corazón, de pensamientos,
porque la verdadera virginidad es la sombra divina, y Yo sólo a mi

97
sombra puedo fecundar mis obras más grandes; también en los tiempos
en que vine a redimir estaban los pontífices, las autoridades, pero no fui
a ellos porque mi sombra no estaba en ellos, por eso elegí una Virgen
desconocida a todos, pero bien conocida por Mí, y si la verdadera
virginidad es mi sombra, el elegirla desconocida era el celo divino, que
queriéndola toda para Mí la hacía desconocida a todos los demás, pero
con todo y que esta Virgen Celestial era desconocida, Yo me hice conocer
haciéndome camino para hacer conocer a todos la Redención. (Volumen
15, Abril 20, 1923).
599. Jesús explica que es su costumbre hacer sus obras más grandes en
almas vírgenes y desconocidas; y pone el ejemplo de cuando vino la
primera vez que tampoco eligió a la alta clase religiosa. Escoge almas de
una pequeñez, despojamiento y simplicidad muy especiales, habla de hecho
de la sombra divina que es la virginidad en la criatura.
600. Jesús habla también de un celo divino, para que la elegida sea toda
para Él. También parece que en una primera etapa Dios quiere que la
persona elegida esté con Él solo, para llenarla de Él mismo, para que luego
la criatura lo manifieste a los demás. Al respecto también Jesús dice:
Yo no tengo su modo de pensar, que van buscando, humillándose y
poniéndose a las órdenes de las dignidades, Yo al comunicarme a las
almas no miro a las dignidades, ni si son obispos o papas, sino que miro
si están despojados de todo y de todos, miro si en ellos, todo, todo es
amor para Mí, miro si se hacen escrúpulo de volverse jefes aun de un
solo respiro, de un latido, y encontrándolos todo amor, no miro si son
ignorantes, bajos, pobres, despreciados y polvo; el mismo polvo lo
convierto en oro, lo transformo en Mí, le comunico todo Mí mismo, le
confío los más íntimos secretos míos, le doy parte en mis alegrías y en
mis dolores, es más, viviendo en Mí en virtud del amor, no es de
maravillar que estén al día de mi Voluntad sobre las almas y sobre mi
Iglesia. Una es la vida de ellos Conmigo, uno el Querer y una es la luz
con la cual ven la verdad según el punto de vista divino y no según el
humano, y por eso Yo no tengo que trabajar en comunicarme a estas
almas, y las elevo por encima de todas las dignidades. (Volumen 10,
Enero 19, 1911).
601. Es interesante lo que dice Jesús: ven la verdad según el punto de
vista divino y no según el humano. Esto es lo que Jesús quiere, que veamos
las cosas como Él, según su adorable Voluntad.
602. Además de esto, la simplicidad cubre a la persona elegida de un
aspecto tan ordinario que se vuelve en sí misma otro signo de
contradicción, para que se manifiesten claramente los pensamientos que
hay en el interior de los corazones (ver Lucas 2, 35). En este sentido Jesús
continúa:

98
Cuanto más grande es la obra que quiero hacer, tanto más voy cubriendo
al alma con la superficie de las cosas más ordinarias; ahora, las
personas que tú dices, siendo personas conocidas, el celo divino no
podría mantener su centinela y la sombra divina, ¡oh, cómo es difícil
encontrarla! y además Yo elijo a quien me place; está establecido que
dos Vírgenes deben venir en ayuda de la humanidad: Una para hacer
salvar al hombre, la otra para hacer reinar a mi Voluntad sobre la tierra
para dar al hombre su felicidad terrenal, para unir las dos voluntades, la
Divina y la humana y hacer de ellas una sola, a fin de que la finalidad
por la cual fue creado el hombre tenga su pleno cumplimiento; Yo me
ocuparé en hacerme camino para hacer conocer lo que quiero. (Volumen
15, Abril 20, 1923).
603. Aquí Jesús menciona la gran misión de Luisa: una Virgen para hacer
reinar su Voluntad en la tierra, unir las dos voluntades en una para dar al
hombre su felicidad terrenal, y se cumpla la finalidad por la cual fue creado
el ser humano. Luego Jesús dice:
Lo que me interesa es tener la primera criatura dónde concentrar este mi
Querer, y que en ella tenga vida como en el Cielo así en la tierra; el resto
vendrá por sí solo (Volumen 15, Abril 20, 1923).
604. Jesús quiere tener el modelo de la criatura viviendo con el don de la
Divina Voluntad. Pero además quiere concentrar su Querer en esta criatura
para de ahí darlo a los otros. En este sentido nuestro Señor dice:
…estaba reservado el abrir las puertas de mi Eterno Querer a la pequeña
hija mía [Luisa], para unificar sus actos a los míos y a los de mi Mamá, y
volver triples todos nuestros actos ante la Majestad Suprema y para bien
de las criaturas. Ahora, habiendo abierto las puertas, pueden entrar
otros, con tal que se dispongan a un bien tan grande. (Volumen 15,
Enero 24, 1923).
605. Con Luisa, que ha nacido con el pecado original, ya se abrieron las
puertas del Querer Eterno, de la Divina Voluntad, por tanto ya puede entrar
a este Reino quien quiera y se disponga.

Con Luisa se empieza una nueva etapa en la Historia


606. Se ve además —en la última cita— la huella Trinitaria en Jesús, María
y Luisa para establecer el Reino de la Divina Voluntad. De esta manera con
Luisa se inicia en la Historia una nueva época, la del tercer Fiat, que hemos
ya comentado.
607. Todo esto es una obra divina, es Dios quien ha decidido que sea Luisa
la que empieza esta etapa. Luisa jamás lo hubiera hecho por ella misma;
así Jesús le dice a Luisa:
Por eso contigo he abierto las puertas de mi Voluntad (Volumen 13,
Enero 25, 1922).

99
608. Jesús quiso que Luisa fuera alma víctima; en este aspecto es
semejante —aunque también con sus particularidades— a otros santos. Y
en cierto momento Jesús le manifiesta a Luisa además la vocación de ser la
persona en la que Dios inicie la venida de su Reino, la venida del Reino de
la Divina Voluntad:
Hasta ahora te he tenido junto Conmigo para aplacar mi justicia e
impedir que castigos más duros llovieran sobre la tierra; ahora dejemos
correr la corriente de la maldad humana, y tú junto Conmigo, en mi
Querer, quiero que te ocupes en preparar la era de mi Voluntad.
Conforme te adentrarás en el camino de mi Querer se formará el arco
iris de paz, el cual formará el anillo de conjunción entre la Voluntad
Divina y la humana, por lo cual tendrá vida mi Voluntad en la tierra y
tendrá principio el cumplimiento de mi oración y de toda la Iglesia:
“Venga tu Reino, hágase tu Voluntad como en el Cielo así en la tierra”.
(Volumen 12, Marzo 2, 1921).
609. Así que Jesús con Luisa prepara la era de su Voluntad; y es así porque
se acaba el tiempo (“el mundo”) del gobierno de la voluntad humana, en
donde esta voluntad dañada por el pecado ha reinado en la historia humana
después del pecado de Adán, para que ahora con Luisa se dé inicio a la
época del reinado de la Voluntad Divina en la humanidad. Por eso Jesús le
dice a Luisa:
Ahora quiero decirte por qué te he pedido tu Fiat, tu “sí” en mi Querer.
La oración que enseñé, el “Fiat Voluntas Tua Sicut in Coelo et in Terra”,
esta oración de tantos siglos, de tantas generaciones, quiero que tenga
su cumplimiento. (Volumen 12, Enero 17, 1921).
610. Obviamente han existido personas buenas desde la antigüedad
(patriarcas, profetas, etcétera) y después de Cristo santos que han tratado
de hacer la Voluntad de Dios y permitir que Dios reine en ellos como mejor
han podido, pero a la vez conviviendo con la cizaña, y bajo estructuras
sociales dañadas por el pecado de la voluntad humana.
611. Además la voluntad humana dañada por el pecado puede salvarse y
crecer en perfección gracias a los auxilios divinos que Cristo dejó en la
Iglesia, pero no se llega a la perfección total, al estado de Adán antes de
pecar, semejante aunque con su debida distancia a la de Jesús y de María.
612. Por supuesto Jesús y María tienen una santidad y perfección
inalcanzables, pero Dios quisiera que de todos modos fuéramos perfectos
(ver Mateo 5, 48) a semejanza de Él, de su Hijo Jesús y de María hasta
donde es posible según la capacidad que nos da Dios.
613. Los santos que la Iglesia ha canonizado y nos propone como
ejemplos, han crecido en perfección, se han esforzado lo mejor posible por
hacer la Voluntad de Dios pero la misma Iglesia nos muestra que son seres

100
que no son completamente perfectos, tienen sus equivocaciones y
debilidades con las que luchan sin rendirse.
614. La misma Palabra de Dios nos habla de esta condición del hombre que
camina hacia la perfección pero que no ha conocido y por lo tanto no ha
vivido con el don del Reino de la Divina Voluntad, no porque no quiera sino
que ha estado fuera de su alcance, porque no había llegado el tiempo
histórico de hacer explícito este Reino para los miembros de la Iglesia, por
eso la Escritura habla de que incluso el justo, el santo, cae, peca siete veces
al día, pero se levanta; a diferencia del que no busca la perfección (ver
Proverbios 24, 16).
615. Dios sabe esta situación del hombre heredero del pecado original, por
eso es Misericordioso y pide a cada quien según lo que se le ha dado (ver
Lucas 12, 47-48).
616. Con el don del Reino de la Divina Voluntad Dios quiere llevarnos «más
allá» (“mar adentro”, ver Lucas 5, 4), como ya habíamos visto antes, Dios
quiere restaurar las cosas a como estaban antes del pecado (ver volumen
19, Julio 18, 1926) en donde existía en el ser humano este Reino.
617. Y así, desde que Dios, como nos narra el capítulo 3 del Génesis,
promete al Salvador nacido de la Mujer que aplastará la cabeza del demonio
y su maldad, vemos que se inicia un proceso en el tiempo histórico de
recuperación de este Reino perdido.
618. Primero existe una fuerte purificación con el diluvio, luego la
fundación del pueblo elegido con Abraham, el desarrollo de este pueblo con
todas sus vicisitudes y dones, luego la primera venida del Salvador para
redimirnos, darnos la oportunidad de salvarnos, instituir su Iglesia,
etcétera. Luego el desarrollo histórico de esta Iglesia también con toda su
riqueza y vivencias; y ahora la llegada de nuevo del Reino de la Divina
Voluntad con Luisa Piccarreta, para la siguiente venida de Jesús a tomar
posesión de su Reino en las almas.
619. Vemos cómo Dios va interviniendo y guiando la Historia hacia una
meta concreta, a pesar incluso de la rebeldía y pecado de la voluntad
humana, por eso “…donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia”18.
Dios cuando decide y propone, todos los eventos en contrario no lo
cambian, sino que permanece inmutable en su inmutabilidad.
(Volumen 17, Octubre 30, 1924).

620. Por supuesto que la primera venida de Cristo cambió la historia


humana en muchos sentidos. Además del cambio más importante que es el
espiritual, dio inicio a toda una cultura cristiana que se esparció en el
mundo manifestándose en las artes, en las ciencias, en la manera de vivir,
etcétera.
18
Romanos 5, 20

101
621. Desafortunadamente la voluntad humana en su historia tiene sus
decadencias. Hay épocas de crecimiento y épocas de decadencia, como le
dice Jesús a Luisa en muchas ocasiones: la voluntad humana es inestable y
voluble, la Voluntad Divina al contrario es estable, inmutable (ver volumen
1; volumen 4 Marzo 31, 1901; volumen 29 Mayo 27, 1931, entre otros).
622. Lo cual significa que si la Voluntad Divina realmente gobierna de
manera plena en los corazones humanos, se verá un gran cambio, superior
a todo lo que se ha visto hasta ahora en la historia, que empezará en el
interior de la criatura en esta bellísima fusión con Dios, pero se manifestará
—evidentemente— en lo externo: en las relaciones humanas, en las
relaciones con la Creación, en el desarrollo de la cultura, etcétera.
623. Será una cultura originada en la Divina Voluntad. Jesús nos da cierta
información al respecto:
Entonces, todo lo que te he dicho sobre mi Voluntad, ésta ha sido mi
finalidad: „Que mi Voluntad sea conocida y que venga a reinar sobre
la tierra‟. Y lo que he dicho, será; arrollaré todo para obtener esto,…
para poder darle [al hombre] los bienes que contiene mi Voluntad y
así obtendré la finalidad completa de toda la Creación,… y conforme el
alma recorra el mismo camino de mi Fiat, quedará de tal manera
sublimada, divinizada, santificada, enriquecida, de dejar estupefactos
Cielo y tierra al ver el portento de mi Fiat obrante en la criatura,
porque en virtud de mi Voluntad saldrán de Mí gracias nuevas nunca
salidas, luz más fulgurante, portentos inauditos y nunca vistos.
(Volumen 16, Mayo 24, 1924).

…y volviendo a llamar a mi Voluntad a reinar, restablecer la tierra,


poblarla en todas partes y fecundarla, de modo que la tierra producirá
otras semillas más bellas para volverla centuplicada, más fecunda y
de belleza deslumbrante. ¡Cuántas cosas grandes hará el reino de mi
Fiat Divino, tanto, que todos los elementos están a la espera, el sol, el
viento, el mar, la tierra y toda la Creación, para poner fuera de su
seno todos los bienes y efectos que contienen, porque no reinando en
medio de las criaturas aquella Divina Voluntad que domina en ellos,
no ponen fuera todos los bienes que encierran en ellos, dándoles sólo
lo que les conviene a título de limosna y de siervos, así que la tierra
no ha producido todos los gérmenes, el sol, no encontrando todos los
gérmenes, no produce todos los efectos y bienes que posee, y así de
todo lo demás, por eso todos esperan el reino del Fiat, para hacer ver
a éstos cuan ricos son y cuántas cosas admirables ha puesto en ellos
su Creador por amor de aquellos que debían ser los hijos de su
Querer. (Volumen 24, Junio 25, 1928).

Tú debes saber que nuestra Creación no terminó en el hombre,


porque fue interrumpida por la sustracción que hizo de nuestro
Querer, no reinando en él no podíamos fiarnos de él, y por eso quedó

102
como suspendida la continuación de nuestra obra creadora; por eso
con ansia esperamos que vuelva a los brazos de nuestro Fiat, para
que lo haga reinar, y entonces reemprenderemos la Creación, y ¡oh!
cuántas cosas bellas haremos, daremos dones sorprendentes
(Volumen 34, Junio 18, 1937).

624. Es evidente que estos portentos inauditos, gracias nuevas, cosas


bellas y dones sorprendentes que son sobre todo interiores saldrán al
exterior del ser humano en su vida ordinaria, creando un estilo de vida de
acuerdo al reinado de la Voluntad de Dios en el alma, que logrando la
perfecta armonía con todo, incluso con la Creación, habrá cosas
maravillosas ¡Grandioso!
625. Como hemos visto esta era de la Voluntad Divina, también se le llama
la era del tercer Fiat, veamos esto a más detalle y su relación con Luisa:
Hija mía, el primer Fiat fue dicho en la Creación, sin intervención de
ninguna criatura. El segundo Fiat fue dicho en la Redención y quise la
intervención de la criatura, y escogí a mi Mamá como cumplimiento del
segundo Fiat. Ahora, a cumplimiento quiero decir el tercer Fiat, y lo
quiero decir por medio tuyo, te he escogido a ti para cumplimiento del
tercer Fiat. Este tercer Fiat completará la gloria, el honor del Fiat de la
Creación, y será confirmación, desarrollo de los frutos del Fiat de la
Redención. (Volumen 12, Enero 24, 1921).
626. Aquí se ve la grandeza de la misión de Luisa. Este tercer Fiat
completará la gloria del Fiat de la Creación, ya que por el pecado no pudo
completarse.
627. Y además este tercer Fiat confirmará y desarrollará los frutos del Fiat
de la Redención. Redención que no era el plan original pero que por el
pecado del hombre fue requerida.
628. Ahora a través de Luisa se vuelve al estado de origen al restaurar en
la humanidad el Reino de la Divina Voluntad con el tercer Fiat. Pero con la
Encarnación, que es el plan originario de Dios (el Primogénito de la
Creación19), este Reino tiene por Rey a Jesucristo.
Porque sólo el Señor es Rey (Salmo 22, 29).
629. Así como existió el inicio de la Creación y nunca volverá a repetirse,
así como en nuestra Santa Madre se encarnó el Verbo Divino y la misión de
María es única y nunca volverá a repetirse, de manera semejante la misión
de Luisa es única e irrepetible, la llegada del Reino de la Divina Voluntad, su
restauración en la humanidad ha llegado a través de ella. Misión
obviamente extraordinaria y sin igual.

19
Ver Colosenses 1, 15.

103
630. Pero como ya se vio, la grandeza de las obras de Dios contrasta con
los medios sencillos y simples que Dios escoge para realizarlos. Esto
trataremos de verlo a más detalle en la siguiente sección.

El Reino no viene espectacularmente (ostensiblemente)


631. Ya habíamos empezado a reflexionar sobre las palabras de Jesús en el
Evangelio:
Los fariseos le preguntaron cuándo llegará el Reino de Dios. Él les
respondió: «El Reino de Dios no viene espectacularmente20, y no se
podrá decir: «Está aquí» o «Está allí». Porque el Reino de Dios está
dentro de ustedes». (Lucas 17, 20-21).
632. Además de lo que ya se ha dicho al respecto en la presente obra,
también nos puede ayudar para entender estas palabras de Jesús con el
resto de la Revelación, el que aunque están unidos, no es exactamente lo
mismo el Reino que el Rey de ese Reino, como ya se había expresado más
arriba.
633. Así el Reino de la Divina Voluntad definitivamente no ha venido de
manera espectacular (ostensible) como bien dice Jesús. ¿Cómo ha venido?
a través de Luisa y los escritos que Jesús ha realizado a través de ella, para
que otros al conocer estos escritos los vivan y formen el Reino de la Divina
Voluntad en sus almas; es decir, precisamente el Reino ha venido de
manera muy sencilla, discreta, como Dios suele hacer las cosas.
634. Es costumbre de Dios escoger primero a alguien para empezar a
formar algo, hacer algo especial o transmitir una cierta gracia o riqueza a la
Iglesia o a la humanidad. Trata de tú a tú con esa persona, la llena de este
don que quiere dar a los demás y luego lo da a conocer a otros y luego a
otros y luego puede llegar a todos.
635. Así lo hizo por ejemplo con Abraham, con Moisés, con Isaías, con San
Juan Bautista, la Virgen María por supuesto, San Benito de Nursia, San
Francisco de Asís, Santa Faustina, etcétera.
636. Dios no realiza las cosas en el aire, sino escoge a una persona en
particular en donde iniciar —apoyar— sus obras, porque a fin de cuentas
son obras para la humanidad, no para Él. Jesús así lo explica:
Hija mía, es mi costumbre, el orden de mi eterna sabiduría, manifestar
mis obras más grandes primero a una sola alma, concentrar en ella todo
el bien que mi obra contiene, vérmelas con ella de tú a tú como si
ninguna otra existiera; cuando lo he hecho todo, de modo que puedo
decir que mi obra la he completado del todo en ella, tanto que nada
debe faltarle, entonces la hago correr como en un vasto mar en favor de
las demás criaturas. (Volumen 17, Junio 25, 1925).

20
Algunas Biblias traducen: ostensiblemente.

104
637. Y su amado Reino que es lo que más le importa así fue, esta criatura
es Luisa Piccarreta. Jesús dice que en la criatura que elige completa la obra
del todo en ella, que nada debe faltarle.
En cambio, el reino de mi Divina Voluntad es de lo alto, de los Cielos,
formado y decretado en medio a las Divinas Personas, ninguno nos lo
pueda tocar ni destruir. Primero lo trataremos con una sola criatura,
formando el primer reino en ella, después con pocos, y después,
haciendo uso de nuestra Omnipotencia lo divulgaremos por todas partes.
(Volumen 30, Enero 3, 1932).
638. Por eso Luisa es la depositaria del don del Reino de la Divina
Voluntad. Todo este Reino Dios lo formó en ella y así se nos da a nosotros.
Luisa es como una fuente de la que sale este Reino para nosotros.
639. A semejanza de María, en donde está plenamente el Reino de la
Redención y a través de Ella como de una fuente recibimos las gracias. De
hecho el Reino de la Divina Voluntad es formado por Jesús junto con María,
pero Luisa viene a ser la elegida para dar la noticia al Cuerpo Místico de
Cristo y al mundo en la historia humana, son los tres, hay sello Trinitario.
640. Y el que sea Luisa tiene su gran sentido, ya que entre otros sentidos
es el que ella nace con el pecado original, y sin embargo logra poseer el
don del Reino de la Divina Voluntad, con lo cual es modelo para todos los
que hemos nacido con este pecado (Jesús y María son inmaculados). Así
Luisa es modelo y esperanza de vivir en este Reino.
Ahora, tú debes saber que quien debe ser portador de un bien debe
concentrar en sí toda la plenitud de aquel bien, de otra manera el bien
no encontraría el camino para salir. Ahora, debiendo concentrar en ti el
reino de mi Voluntad, nada debe faltar de Ella, porque su luz te dispone
a recibir todas las verdades necesarias para formar su reino,… a ti, como
depositaria, nada debe faltarte. Esto sucedió con la Reina del Cielo,
porque debiendo ser Ella la depositaria del Verbo encarnado, que debía
darme a las generaciones humanas, concentré en Ella todos los bienes
de los redimidos y todo lo que convenía para poder recibir la Vida de un
Dios, por eso la alteza de mi Mamá posee la soberanía sobre todas las
criaturas y sobre cada uno de los actos y bienes que pueden hacer
(Volumen 23, Febrero 20, 1928).
641. Entonces este Reino lo formó Jesús en Luisa, en su interior. Es tanto el
celo de Dios en sus obras más grandes que pone este don en Luisa en su
corazón antes de que Luisa se entere. Se ve la gran discreción de Dios.
642. Es semejante al acto creador de Dios en la concepción humana en
donde los padres humanos no saben exactamente en qué momento se
realiza y Dios crea el alma de su hijo, pero en dicho momento ya son
padres, su hijo ya está entre ellos, pero en los primeros instantes no lo
saben.

105
643. Jesús en el volumen 13 le dice a Luisa el momento en el que le dio el
don de la Divina Voluntad, del Divino Querer:
Tu familia es la Trinidad. ¿No te acuerdas que en los primeros años de
cama te llevé al Cielo, y ante la Trinidad Sacrosanta nos unimos? Y Ella
te dotó de tantos dones que tú misma no los has conocido aún, y
conforme te hablo de mi Querer, de sus efectos y de su valor, te
descubro los dones con que desde entonces fuiste dotada. De mi dote no
te hablo, porque lo que es mío es tuyo. Y además, después de pocos días
descendimos del Cielo y las Tres Divinas Personas tomamos posesión de
tu corazón y formamos nuestra perpetua morada; Nosotros tomamos el
gobierno de tu inteligencia, de tu corazón, de toda tú, y cada cosa que tú
hacías era una actuación de nuestra Voluntad Creadora en ti, eran
confirmaciones de que tu querer estaba animado de un Querer Eterno. El
trabajo ya está hecho, sólo queda hacerlo conocer para hacer que no
sólo tú, sino también otros puedan tomar parte en estos tan grandes
bienes (Volumen 13, Diciembre 5, 1921).
644. Y efectivamente en el volumen 1 Luisa narra el místico desposorio con
Jesús que luego se renueva en el Cielo ante la Santísima Trinidad en donde
días después vienen las Tres Divinas Personas a tomar posesión de su
corazón y le dan el don de la Divina Voluntad, era el año 1889, Luisa tenía
24 años.
645. Y así con este don, como dice Jesús en la anterior cita, lo que Luisa
realiza es una actuación de la Divina Voluntad en ella, su querer estaba
animado por el Querer Eterno.
646. Todo esto debido a la entrega total de Luisa a Dios, de querer agradar
y hacer la Voluntad de su amado en todo, y de ser la elegida para esta
misión de hacer regresar el Reino de la Divina Voluntad a la humanidad (ya
que como hemos visto, en el Edén el hombre tuvo este don, además de
Jesús y de María).
647. Y al fin de cuentas este fue el camino que Dios decidió hacer en Luisa
según su infinita sabiduría. De tal manera vemos esta gran discreción y
sencillez de Dios para hacer las cosas, sobre todo en las primeras etapas de
los dones más grandes.
648. Así que en un primer momento ni Luisa sabía que el don esperado de
siglos y lo que más le interesa a Dios estaba ya en su corazón. Es un poco
después cuando Jesús le empieza a hablar más de la Voluntad Divina, del
Querer Divino, de la unión con el querer humano, de la conformidad con
este Querer Divino, etcétera (ver volumen 3, por el año 1900).
649. Y así en los volúmenes subsecuentes habla de su Divina Voluntad o
Querer Divino pero todavía sin aclararle a Luisa del Reino de esta Voluntad
Divina que vuelve a la tierra y que es su misión vivir en el Él, ser la
depositaria y darlo a conocer, que es en volúmenes más avanzados como

106
por ejemplo en la cita ya vista del volumen 12 (Marzo 2, 1921) de la
sección anterior y otros que veremos más adelante; y del momento en que
le da a conocer en qué instante le dio este don, que es en la cita del
volumen 13 ya mencionada.
650. Porque Luisa también pasa por su proceso de crecimiento, de
perfección y de santificación, a semejanza de todos, aunque recibe gracias
y dones especiales de acuerdo a su misión (como Dios lo hace con todos);
pero esto no elimina la necesidad de la libre respuesta de la criatura y su
proceso de perfección.
651. Igualmente el don del Reino de la Divina Voluntad se va desarrollando
en ella a través de un proceso en su vida que Jesús va guiando. En los
volúmenes Jesús deja claro que llegar a poseer el don del Reino de la Divina
Voluntad es un proceso (ver por ejemplo volumen 19, Julio 26 de 1926). Ya
que al nacer con el pecado original requerimos este trabajo que con nuestra
colaboración, compromiso y la ayuda Divina se hace realidad en nosotros21.
652. Este Reino que va a transformar la faz de la tierra, que impide
cualquier clase de pecado e incluso tentaciones como ya se había
mencionado (ver volumen 9, Julio 29, 1910; volumen 11, Diciembre 14,
1912), este Reino que es el plan original de Dios, este Reino en el que vivió
el hombre antes del pecado original, este Reino que traerá de nuevo la
armonía plena con Dios, las personas, y toda la Creación, este Reino en el
que vivió de manera perfecta Jesús y María, viene de esta manera discreta,
sin ostentaciones, sin espectacularidad, como bien lo dice Jesús en el
Evangelio.
653. Y Luisa es una criatura insignificante para el mundo. Está todo el día
en su cama, por la cuestión de ser alma víctima y quedaba adolorida de
sufrir frecuentemente —a veces más, a veces menos— los sufrimientos de
Jesús.
654. Además de los fenómenos que experimentaba como el quedarse
petrificada en las noches y tener que venir el confesor a hacerle la señal de
la Cruz para hacerla volver a la “normalidad”.
655. Vivía en una gran austeridad, no tenía necesidad de comida, se
alimentaba de la Eucaristía y por supuesto de la Voluntad Divina. Otro
aspecto extraordinario22 dado a ella por Dios.
656. No tenía riquezas materiales, no tenía estudios (más o menos el
primer año de primaria), su sencillo trabajo que hacía en su cama era coser
y bordar manteles, ornamentos, entre otros para la Iglesia.

21
Este tema se trata a más detalle a modo de introducción en R. Avalos, “El viaje más maravilloso —El proceso de vivir con
el don del Reino de la Divina Voluntad—”; es a modo de introducción ya que profundamente y ampliamente se ve en los
escritos de Luisa Piccarreta.
22
Han existido otros santos que también han tenido esta realidad de alimentarse sólo de la Eucaristía.

107
657. ¿En qué ciudad nació, vivió y murió? ¿En alguna gran ciudad famosa?
No, en una pequeña población de Italia: Corato. Que obviamente ahora se
hará famosa por Luisa.
658. Esto semejante a la primera venida de Jesús. Vemos cómo la historia
se repite en ciertos aspectos similares como ya lo hemos mencionado.
Sobre esto Jesús dice:
Hija mía, hay mucha analogía del modo como se desarrolló la Redención
y el cómo se desarrollará el reino de mi Divina Voluntad. Mira, en mi
Redención escogí una Virgen, aparentemente no tenía ninguna
importancia según el mundo, ni de riqueza, ni de altura de dignidad o de
puestos que la señalaran, la misma ciudad de Nazaret no era
importante, una pequeña casita era toda su habitación, pero a pesar de
que la escogí de Nazaret, quise que perteneciera a la ciudad capital de
Jerusalén, en la cual estaba el cuerpo de los pontífices y sacerdotes que
entonces me representaban y anunciaban mis leyes. Para el reino de mi
Divina Voluntad he escogido otra virgen, que aparentemente no tiene
ninguna importancia, ni de grandes riquezas, ni de altura de dignidades,
la misma ciudad de Corato no es ciudad importante, pero pertenece a
Roma, donde reside mi representante en la tierra, el romano Pontífice,
del cual parten mis leyes divinas, el cual, así como se hace un deber el
hacer conocer a los pueblos mi Redención, así se hará un deber el hacer
conocer el reino de mi Divina Voluntad. Se puede decir que la una y el
otro irán a la par en el modo y en el cómo, cómo se debe desarrollar el
reino de mi Fiat Supremo. (Volumen 27, Enero 30, 1930).
659. Aquí, como se ve, Jesús hace hincapié en el «cómo», en el modo.
Luisa escribe por obediencia a la Iglesia, su confesor en 1899 le pide que lo
haga. Y a lo largo de su vida tuvo varios confesores; así que son ellos los
que se van dando cuenta, obviamente después de Luisa, lo que sucede
entre ella y Jesús.
660. De esta manera son ellos los que posteriormente a Luisa se enteran
de este Reino. Y es precisamente un santo sacerdote, ya canonizado por la
Iglesia: San Aníbal María de Francia, que además era censor eclesiástico, el
que al considerar la gran importancia de estas verdades, de este Reino,
decide empezar a publicar sus escritos. De hecho San Aníbal comenta en su
correspondencia con Luisa:
Actualmente en mi meditación de la mañana, además de las “Horas de la
Pasión de Nuestro Señor Jesucristo”, leo con mucha calma y reflexión
dos o tres capítulos de sus escritos sobre la Divina Voluntad y las
impresiones que recibo son íntimas y profundas. Yo veo en ellos una
ciencia sublime y divina... Son escritos que es necesario que ya se den a
conocer al mundo. Creo que harán muchísimo bien… Y según mi parecer
ninguna inteligencia humana habría podido formularlos (San Aníbal María
de Francia, correspondencia con Luisa).

108
Sepa que yo ya no me ocupo casi para nada de mis institutos desde que
me he dedicado totalmente a la grande obra de la Divina Voluntad. Hablo
de ella con personas espirituales, me entretengo sobre este asunto con
quien mejor puedo, hago la mayor propaganda que puedo, incluso en
mis institutos… (San Aníbal María de Francia, correspondencia con
Luisa).
661. Estas etapas de Dios de ir de lo más oculto y discreto a que sea una
noticia, conocimiento o vivencia de carácter público, lo describe también
Jesús en otra parte de Libro de Cielo haciendo una semejanza entre su
Encarnación y la venida del Reino de la Divina Voluntad en las primeras
fases:
Hija mía, mi Divina Voluntad reina. Ella se compara a Mí, Verbo Eterno,
que descendiendo del Cielo me encerré en el seno de mi Madre Celestial;
¿quién sabía algo? Ninguno, ni siquiera San José lo sabía, al principio de
mi Concepción, que Yo ya estaba en medio de ellos, sólo mi inseparable
Mamá estaba al día de todo. Así que el gran portento de mi
descendimiento del Cielo a la tierra había sucedido en realidad, y
mientras con mi Inmensidad existía por todas partes, Cielos y tierra
estaban inmersos en Mí, con mi persona estaba encerrado en el seno
materno de la Inmaculada Reina, ninguno me conocía, era ignorado por
todos. He aquí, hija mía, el primer punto de comparación entre Yo, Verbo
Divino, cuando descendí del Cielo, y mi Divina Voluntad que hace su
primer paso para venir a reinar sobre la tierra. Así como Yo di mis
primeros pasos hacia la Virgen Madre, así Ella da sus primeros pasos en
ti, y como te pidió tu querer y tú lo cediste, formó súbito su acto primero
de concepción en tu alma, y conforme te manifestaba sus conocimientos
dándote como tantos sorbos divinos, formaba su Vida y daba principio a
la formación de su reino. Pero por tanto tiempo, ¿quién sabía algo?
Ninguno, sólo Yo y tú estábamos al día de todo, y después de algún
tiempo estuvo al día mi representante de lo que sucedía en ti, aquél que
te dirigía, símbolo de mi representante San José que debía figurar como
mi padre ante las criaturas, que antes que Yo saliera del seno materno
tuvo el gran honor y don de conocer que Yo ya estaba en medio de ellos.
(Volumen 27, Octubre 21, 1929).
662. ¡Cuánta semejanza! Son signos claros para quien quiera ayudarse de
ellos. Así que las palabras de Cristo se cumplen obviamente a la perfección,
el Reino de Dios, el Reino de la Divina Voluntad, no ha venido al mundo de
manera espectacular, sino discreta como le gusta a Dios realizar sus obras.

La construcción del Reino


663. La Divina Voluntad es el Corazón de la Santísima Trinidad. En esta
Voluntad está todo. Y Dios ha querido dar su Corazón a la criatura, quiere
formar este Reino en el alma de sus hijos para tener con ellos, ya desde
aquí en la tierra, la mayor intimidad y amor posibles.

109
664. Como se ha visto, al perder este don de su Voluntad Divina por el
pecado original, empieza el proceso de recuperación, de restauración de
este Reino perdido. El centro de todo es Cristo y es por Él que se recupera
este Reino que está en Él mismo.
665. Por sus méritos forma este Reino en su Madre Santísima, que como
ya vimos gracias a que nuestra Santa Madre vive en este Reino atrae al
Verbo eterno a la tierra, produciéndose la Encarnación. Así que Jesús y
María restauran este Reino:
...la Reina del Cielo que vive por gracia en mi Fiat Divino, y mi
Humanidad que vive por naturaleza en Él, forman la salvación y el
restablecimiento, y restituyen el reino de mi Querer Divino. (Volumen
26, Julio 27, 1929).
666. Pero además de esto, ya vimos que Dios escoge a Luisa —que
completa el sello Trinitario— que nace con el pecado original para anunciar
y comunicar al mundo a través de ella el Reino de la Divina Voluntad, que
para esto tiene que poseerlo y ser la depositaria.
Mi Humanidad formó el plano de todos los actos humanos en la Voluntad
Divina, mi Mamá me siguió fielmente, así que todo está preparado;
ahora no se necesita otra cosa, que otra criatura [Luisa] que queriendo
vivir perennemente en este Querer, venga a tomar la posesión del plano
hecho por Mí, y abra este camino real a todos, el cual conduce a la
felicidad terrenal y Celeste. (Volumen 15, Abril 25, 1923).
667. Así que este Reino de la Divina Voluntad lo formó Jesús en Luisa, para
que a través de ella nos llegue a nosotros:
...y Yo a pesar de que estoy en el Cielo, estaré escondido en ti para
formar el Reino a mi Voluntad. (Volumen 19, Junio 6, 1926).
Así será de mi Voluntad, cuando todo lo haya completado en ti, de modo
que mi Voluntad triunfará sobre ti y tú sobre Ella, entonces como agua
correrá a bien de todos, pero es necesario formar la primera alma para
tener las segundas. (Volumen 17, Junio 25, 1925).
668. Así Luisa es la fiadora para que nosotros podamos vivir en este
maravilloso Reino:
...así que tu trabajo es grande, es universal y debe abrazar a todos y a
todo, de modo que si nuestra Voluntad comunicada a las otras criaturas
sufriera cualquier tropiezo, en ti debemos encontrar el resarcimiento del
vacío de los otros, y poniéndola al seguro en ti, con el darnos el amor, la
gloria y todos los actos que las otras criaturas deberían darnos, nuestra
gloria será siempre completa y nuestro Amor rescatará su justo interés.
Así que también en ti depositaremos nuestra confianza, serás la
responsable de la Voluntad Divina confiada a ti y su fiadora. (Volumen
19, Mayo 18, 1926).

110
669. Aquí se ve un aspecto importante de la misión de Luisa, ya que es
incorporada también a Jesús y a María, para que en este sello Trinitario ella
responda, sea la fiadora, por los que quieren vivir en este Reino y así esté a
nuestro alcance poder entrar en Él.
670. Como ejemplo podemos ver el aspecto de los Sacramentos. Gracias al
sacrificio de Jesús, acompañado por el de su Madre (Corredentora),
podemos acceder a Ellos; por nosotros mismos y nuestros méritos propios
jamás hubiéramos logrado poder recibirlos.
671. El accesos a Ellos ha estado a nuestro alcance gracias a que Jesús y
María son fiadores. De manera semejante el Reino de la Divina Voluntad
está a nuestro alcance gracias a Jesús, a María y a Luisa.
672. Y, como ya se ha visto, es Luisa la depositaria de este Reino para la
humanidad. Luisa en su gran amor a Dios y a nosotros, se ha sacrificado
para darnos este Reino, por eso Jesús dice respecto a ella:
...debiendo formar el Reino de mi Voluntad es necesario que se conozca
otra criatura en la cual debe tener el origen, el principio, el verdadero
reinar de mi Voluntad, quién es ella, cuánto la he amado, cómo la he
sacrificado por todos y por cada uno, en una palabra, todo lo que mi
Voluntad ha dispuesto y derramado en ella. Pero al entrelazarte a ti es
siempre mi Voluntad la que resalta, son caminos y medios para hacerla
conocer; son atractivos, incentivos, luces, imanes para atraer a todos a
venir a vivir en este Reino de felicidad, de gracia, de paz, de amor.
(Volumen 16, Diciembre 4, 1923).
673. En otro texto Jesús manifiesta también este sacrificio de Luisa:
Ahora hija mía, así como fue necesario hacer conocer quien fue Aquél
[Jesús] y Aquélla [María] y cuánto les costó formar el Reino de la
Redención, así es necesario hacer conocer a aquélla [Luisa] a la cual mi
paterna bondad ha escogido primera para formar en ella el Reino del Fiat
Supremo, y después dar el principio de la transmisión a los demás, así
como fue para la Redención, que primero fue formada entre Yo y mi
Mamá Celestial y después fue conocida por las criaturas, así será del Fiat
Supremo, por lo tanto es necesario hacer conocer cuánto me cuesta este
Reino de mi Voluntad, y para hacer que el hombre pudiera entrar de
nuevo en su Reino perdido, he debido sacrificar a la más pequeña de las
criaturas [Luisa], tenerla clavada por cuarenta años y más dentro de un
lecho, sin aire, sin la plenitud de la luz del sol que todos gozan, cómo su
pequeño corazón ha sido el refugio de mis penas y de aquéllas de las
criaturas, cómo ha amado a todos, rogado por todos, defendido a todos
y cuántas veces se ha expuesto a los golpes de la Justicia Divina para
defender a todos sus hermanos, y además sus penas íntimas, mis
mismas privaciones que martirizaban su pequeño corazón, dándole
muerte continua, porque no conociendo otra vida que la mía, otro
Querer que el mío, todas estas penas arrojaban los fundamentos del

111
Reino de mi Voluntad, y como rayos solares maduraban los frutos del
Fiat Supremo, por eso es necesario hacer conocer cuánto te costó a ti y
a Mí este Reino, y así por el costo puedan conocer cuánto amo el que
hagan adquisición de Él, y por el costo puedan apreciarlo y amarlo y
aspirar a entrar a vivir en el Reino de mi Suprema Voluntad. (Volumen
19, Julio 11, 1926).
674. La cita anterior es una descripción hermosa de lo que es Luisa, su
misión, su santidad, su entrega, su gran amor, dicha por el mismo Jesús.
Tenemos que valorar el costo, el sufrimiento que este bello Reino ha
costado para que sea restaurado en nosotros.
675. También, al ver este costo, alguien podría preguntarse si se requiere
todo este esfuerzo y dolor para entrar. Y aunque aun así vale la pena por el
valor de este Reino, no significa que todos los que quieran entrar tienen que
pasar exactamente por todo lo que pasó Luisa, no es así, ya vimos que
Luisa al pasar precisamente por los sacrificios para obtener este Reino es la
fiadora de nosotros para que no tengamos que pasar igualmente por lo
mismo. Pusimos ya el ejemplo de los Sacramentos.
676. Precisamente esta pregunta también la pensó Luisa:
…pensaba entre mí: “Si el vivir en el Reino supremo de la Voluntad
Divina requiere tanta atención, tantos sacrificios, serán poquísimos los
que querrán vivir en un Reino tan santo”. (Volumen 19, Agosto 22,
1926).
677. Veamos qué le contestó Jesús:
Hija mía, quien es llamado como cabeza de una misión debe abrazar no
sólo todos los miembros, sino debe regirlos, dominarlos y constituirse
vida de cada uno de ellos; mientras que los miembros no son los que
dan vida a la cabeza ni hacen todo lo que hace ella, sino que cada uno
hace su oficio. Así quien es llamado como cabeza de una misión,
abrazando todo lo que conviene para poder desarrollar el trabajo que le
ha sido confiado, sufriendo más que todos y amando a todos, prepara el
alimento, la vida, las lecciones, los oficios, según la capacidad de quien
querrá seguir su misión. Lo que es necesario a ti que debes formar el
árbol con toda la plenitud de las ramas y multiplicidad de los frutos, no
será necesario a quien debe ser solo rama o fruto, su trabajo será de
estar incorporado al árbol para recibir los humores vitales que él
contiene, o sea, hacerse dominar por mi Voluntad, no dando jamás vida
al propio querer en todas las cosas, sean internas o externas; conocer
mi Voluntad y recibirla como vida propia para hacerla desarrollar su Vida
Divina, en suma, hacerla reinar y dominar como Reina. Así hija mía,
quien debe ser cabeza conviene que sufra, que trabaje y que haga él
solo todo lo que los demás harán todos juntos. ... He aquí lo que
significa ser cabeza, es verdad que se sufre mucho, se trabaja
demasiado, se debe preparar el bien a todos, pero todo lo que se posee

112
sobrepasa todo y a todos, hay tal distancia entre quien es cabeza de una
misión y entre quien debe ser miembro, como si se comparara al sol
como cabeza y a una pequeña luz como miembro. Por eso te he dicho
tantas veces que tu misión es grande, porque no se trata de la sola
santidad personal, sino se trata de abrazar todo y a todos, y preparar el
Reino de mi Voluntad a las generaciones humanas. (Volumen 19, Agosto
22, 1926).
678. Como se ve, Luisa es cabeza, nosotros somos invitados a ser
solamente miembros de este Reino construido por Jesús, María y Luisa. Por
eso Jesús dice lo siguiente:
Nosotros no sabemos hacer cosas difíciles, nuestra potencia facilita todo;
con tal que la criatura viva en nuestro Querer, todo está hecho.
(Volumen 36, Diciembre 25, 1938).
Hija mía buena, está decretado en el consistorio de la Trinidad
Sacrosanta, que mi Voluntad Divina tendrá su reino sobre la tierra, y
cuantos prodigios se necesiten, los haremos, no ahorraremos nada para
tener lo que Nosotros queremos. Pero Nosotros en el obrar usamos
siempre los modos más simples, pero potentes, tanto de arrollar Cielo y
tierra, todas las criaturas en el acto que queremos. (Volumen 35,
Diciembre 21, 1937).
679. Así que el Reino de la Divina Voluntad ya está listo para que
entremos. Fue construido en Luisa, en su interior; nosotros accedemos a
este Reino a través de los escritos, que manifiestan para nosotros el Reino
que fue formado en Luisa:
Así que como tú ves, los materiales están ya prontos, los edificios
existen, los conocimientos de mi Querer que más que sol deben iluminar
su reino y hacer construir por los materiales formados por Mí edificios
más vastos, así que no se requiere otra cosa que los pueblos que deben
poblar este reino de mi Fiat, y los pueblos se formarán y entrarán
conforme se vayan publicando los conocimientos de Él. (Volumen 26,
Julio 27, 1929).
680. Por tanto el Reino ya está construido, preparado y listo para nosotros,
ahora somos invitados a pertenecer a Él. Así, el hecho de formar este Reino
en nosotros depende de nuestra decisión. Dios espera con un gran amor
nuestra respuesta.
681. Como se observa, los escritos son fundamentales, ya que a través de
ellos se puede formar el Reino de la Divina Voluntad en nuestro interior, si
realmente conocemos las verdades que Jesús manifiesta en ellos y las
hacemos vida. Esto nos lleva al tema de la siguiente sección.

113
La pequeña secretaria del Querer Divino
682. En el Evangelio se narra que Jesús escribía con su dedo en el suelo
cuando le llevan a la mujer adúltera con intención de apedrearla (ver Juan
8, 6-8). Pero Jesús no dejó nada escrito; ¿por qué? Veamos qué le dice
Jesús a Luisa:
Hija mía, ¿quieres saber por qué Yo no escribí? Porque debía escribir por
medio tuyo, soy Yo el que animo tu inteligencia, que te pongo las
palabras, que doy movimiento con mi mano a la tuya para hacerte
sostener la pluma y hacerte escribir las palabras en el papel, así que soy
Yo el que escribo, no tú (Volumen 20, Enero 30, 1927).
683. Así Luisa es la pequeña secretaria de la Divina Voluntad:
En estos escritos estoy poniendo más que un sol salido de mi corazón, a
fin de que hagan bien a todos, por eso tengo tanto interés que tú
escribas, por el gran bien que quiero hacer a la familia humana, tanto
que los miro como escritos míos, porque siempre soy Yo quien dicta y tú
la pequeña secretaria de la larga historia de mi Voluntad. (Volumen 20,
Diciembre 8, 1926).
684. Jesús que es Dios, y como tal, vive más allá del tiempo, ya desde la
primera venida constituyó secretaria a Luisa:
Hija mía, mientras cenaba con mis discípulos, no era sólo a ellos a
quienes tenía a mi alrededor, sino a toda la familia humana, una por una
las tenía junto a Mí, las conocí todas, las llamé por su nombre; también
te llamé a ti y te di el puesto de honor entre Juan y Yo y te constituí
pequeña secretaria de mi Querer (Volumen 13, Octubre 9, 1921).
685. Esta cuestión de escribir las verdades sobre la Divina Voluntad es muy
importante, ya que hemos visto que a través de los escritos es como se
conocerá el Reino de la Divina Voluntad para que se forme en las almas y
Jesús venga a tomar posesión de Él; por eso Jesús dice:
Ahora, después de que me aseguré de ti, y aseguré mi trabajo, se
cambió mi modo de obrar, te hice romper el silencio, y fue tal y tanto el
ímpetu de mis enseñanzas y de mi decir, que puedo llamarte la cátedra
de mi Divina Voluntad, la secretaria de sus más íntimos secretos, que no
pudiendo contenerlos todos en ti, te ordenaba manifestarlos a mi
ministro. Y este mi obrar era necesario, de otra manera, ¿cómo se habría
conocido mi Divina Voluntad? (Volumen 26, Julio 14, 1929).
686. En otro lugar Jesús dice:
…mi Voluntad tiene poder de hacer llegar a la criatura a donde quiere,
siempre y cuando esté junto con Ella. Tú debes saber que su reino será
formado, fundado sobre las verdades que ha manifestado (Volumen 36,
Noviembre 13, 1938).

114
687. Así que es a través de los escritos, haciendo vida las verdades que
nos manifiestan, como se formará el Reino de la Divina Voluntad en nuestro
interior, para que luego Jesús venga a tomar posesión de Él como Rey.
688. Ya que estas verdades poseen la Vida Divina que la transmiten a los
que las hacen vida propia:
…porque estos conocimientos sobre mi Fiat, para quien tiene el bien de
conocerlos para hacer de ellos vida propia, tienen virtud de ennoblecer a
la criatura y hacer correr en su alma los humores vitales de la Vida
Divina, y de elevarla a su origen primero (Volumen 23, Febrero 28,
1928).
…los conocimientos sobre mi Fiat Divino son Vidas Divinas que salen del
seno de nuestra Divinidad (Volumen 25, Marzo 13, 1929).
689. Y la Vida Divina es felicidad:
Hija mía, gracias grandes te he hecho a ti, y por medio tuyo a todo el
mundo al manifestarte tantas verdades acerca de mi Divina Voluntad,
porque no sólo mis verdades son Vidas Divinas que mi suma bondad
pone fuera, y biloca esta su Vida por cuantas verdades manifiesta, sino
que cada una de estas Vidas contiene una felicidad distinta la una de la
otra para comunicar a las criaturas, y una gloria diversa la una de la otra
que las criaturas pueden dar a Aquél que las ha manifestado; pero estas
felicidades serán comunicadas a las criaturas cuando conozcan estas
verdades. (Volumen 24, Septiembre 28, 1928).
690. ¡Grandioso! Vemos aquí los maravillosos planes de Dios para
nosotros. Nos quiere muy felices. Quiere dar una felicidad paradisíaca a
nosotros, que vuelva esa armonía original que se perdió por el pecado
original; dando comienzo a la nueva época:
Hija mía, todo el mundo está trastornado y todos están a la expectativa
de cambios, de paz, de cosas nuevas;… y mientras esperan, cansados de
la era triste que los envuelve, turbia y sangrienta, esperan y tienen la
esperanza de una nueva era de paz y de luz. El mundo se encuentra
precisamente en el punto como cuando Yo debía venir a la tierra, todos
estaban en espera de un gran acontecimiento, de una era nueva, como
en efecto sucedió. Así ahora, debiendo venir el gran advenimiento, la era
nueva en la que la Voluntad de Dios se haga en la tierra como en el
Cielo, todos están a la expectativa de una era nueva, cansados de la
presente, pero sin saber cuál es esta novedad, este cambio, como no lo
sabían cuando Yo vine a la tierra. Esta expectativa es una señal cierta de
que la hora está cercana, pero la señal más segura es que Yo voy
manifestando lo que quiero hacer, y que dirigiéndome a un alma, como
me dirigí a mi Mamá al bajar del Cielo a la tierra, le comunico mi
Voluntad y los bienes, los efectos que Ella contiene, para hacer de ello
un don a toda la humanidad. (Volumen 15, Julio 14, 1923).

115
691. Se ve, por tanto, la importancia de Luisa como receptora y depositaria
de este Reino en su alma, y luego lo transmite a través de los escritos para
todos nosotros, para que podamos, si nos disponemos, a entrar también a
este Reino recuperado con tanto dolor y amor por parte de Jesús, María y
ella.

Santidad Divina
692. Otro aspecto bellísimo que viene con este don del Reino de la Divina
Voluntad es la Santidad Divina. Es así porque la Voluntad de Dios solamente
puede realizar actos santos y divinos.
693. Por tanto, si es la Voluntad Divina la que realiza todos nuestros actos
en nosotros (caminar, respirar, rezar, amar, trabajar, etcétera), entonces
estos actos son divinos y santos, adquiriendo nosotros la Santidad misma
de Dios.
…la santidad de mi Voluntad es Santidad Divina (Volumen 21,
Mayo 26, 1927).

694. Así que Luisa es la que inicia en nuestro tiempo esta Santidad Divina,
por eso le dice Jesús a ella:
Ahora, el inicio de la santidad del vivir en mi Querer quiero que seas tú.
(Volumen 12, Noviembre 27, 1917).
695. Las otras santidades que han existido en la Historia (excepto Jesús y
María) han sido precursoras de esta santidad Divina:
Ahora, el vivir en mi Querer no es sólo salvación, sino es santidad que
debe elevarse sobre todas las demás santidades, que debe llevar el sello
de la santidad de su Creador, por eso debían primero venir las
santidades menores como cortejo, como precursoras, como mensajeras,
como preparativos de esta santidad toda Divina. (Volumen 13, Diciembre
3, 1921).
696. La distancia entre la Santidad Divina que realiza en la criatura actos
divinos y las otras santidades que han existido se ve en las siguientes
afirmaciones de Jesús:
Qué maravilla entonces si el alma se hace más santa en un día que viva
en mi Querer, que en cien años fuera de mi Voluntad. (Volumen 12,
Marzo 12, 1919).
...porque es más un solo instante en mi Voluntad, que todo lo que
podrías hacer de bien en toda tu vida. (Volumen 11, Marzo 8, 1914).
697. La santidad humana es como una chispa, un fósforo, comparado con
la Santidad Divina que es como un «sol» (ver volumen 19, Septiembre 7,
1926; volumen 17, Junio 25, 1925):

116
Por eso te he dicho que a la santidad del vivir en mi Querer no hay nada
que la iguale, todas las otras santidades serán las pequeñas luces, y ella
será el gran sol transfundido en su Creador. (Volumen 14, Julio 10,
1922).
698. Todo esto nos lleva a tomar conciencia de algo que expresa Jesús
sobre Luisa, que lo veremos en la siguiente sección.

Luisa: segunda Madre


699. Luisa, al ser la iniciadora de la Santidad Divina en las generaciones
humanas, al ser la depositaria del don del Reino de la Divina Voluntad, y así
a través de ella podamos recibir este don, todo esto la convierte en una
segunda Madre (la primera es María) para nosotros, en este sentido
espiritual:
Así será de mi Voluntad, para hacerla amar, desear, es necesario el
conocimiento, por eso sé atenta, recibe en ti este depósito de mi Querer,
a fin de que cual segunda Madre prepares el alimento a nuestros hijos,
así imitarás a mi Mamá. (Volumen 16, Noviembre 24, 1923).
700. Así lo hemos visto. Luisa se entrega a Dios por amor a Él, y en Él
amarnos a nosotros; es alma víctima para conseguir conversiones y
eliminar o disminuir los flagelos a la humanidad, vive penas y privaciones
dolorosas de Jesús para construir y darnos este Reino maravilloso:
Hija mía, tú debes saber que cada vez que Yo vengo a ti, Yo te comunico
un acto nuevo de mi Divinidad, ahora te comunico un nuevo
conocimiento de mi Divina Voluntad, ahora una nueva belleza mía, ahora
una nueva santidad mía, y así de todas nuestras divinas cualidades; este
acto nuevo que te comunico lleva consigo que cuando quedas privada de
Mí, este conocimiento mayor pone en el alma un nuevo dolor, porque por
cuanto más se conoce un bien, más se ama; el nuevo amor lleva el
nuevo dolor cuando tú quedas privada. He aquí el por qué cuando
quedas privada de Mí sientes que un nuevo dolor invade tu alma, pero
este nuevo dolor te prepara a recibir, y se forma en ti el vacío donde
poner los nuevos conocimientos de la Divina Voluntad. El dolor, la nueva
muerte desgarradora que tú sufres por mi privación, es el nuevo reclamo
que con voz arcana, misteriosa y raptora me llama, y Yo vengo, y por
compensación te manifiesto una nueva verdad que te lleva la nueva vida
de tu Jesús. Mucho más que los conocimientos sobre mi Fiat Divino son
Vidas Divinas que salen del seno de nuestra Divinidad, y por eso el dolor
divino que tú sufres por mi privación tiene virtud de llamar del Cielo a
estas Vidas Divinas de los conocimientos de mi Querer a develarse a ti,
para hacerlas reinar sobre la faz de la tierra. ¡Oh! si tú supieras qué
valor contiene, qué bien puede producir un solo conocimiento sobre mi
Divina Voluntad, lo tendrías como la más preciosa reliquia, y la
custodiarías más que Sacramento. Por eso déjame hacer y abandónate

117
en mis brazos, esperando que tu Jesús te lleve las Vidas Divinas de los
conocimientos de mi Fiat. (Volumen 25, Marzo 13, 1929).
701. ¡Gracias Luisa! porque con dolor, como una verdadera madre has
colaborado con Jesús para darnos las verdades del Reino de la Divina
Voluntad.
Y así como mi Humanidad fue formada por la sangre purísima del
corazón crucificado de la Soberana Reina, y la Redención fue formada
por mi continua crucifixión, y sobre el calvario puse el sello de la cruz al
Reino de los redimidos, así el Reino del Fiat Supremo saldrá de un
corazón crucificado, del cual mi Voluntad, crucificando la tuya, hará salir
su Reino y la felicidad a los hijos de su Reino. (Volumen 20, Enero 30,
1927).
702. Pero esta maternidad de Luisa es doble; una es hacia nosotros, la otra
es hacia Jesús:
Mira entonces cómo me es necesaria, para formar mis obras, la
compañía de la criatura, que se ponga a mi disposición para recibir el
gran bien que quiero darle. Por eso, ¿quieres tú ser mi segunda mamá?
¿Quieres tú recibir el gran bien de la renovación de mi Encarnación,
como dote del reino de mi Fiat Divino? Así tendré dos mamás, la primera
que me hizo formar el reino de la Redención, la segunda que me hará
formar el reino de mi Divina Voluntad. (Volumen 27, Diciembre 22,
1929).
Qué atención no se requiere de ti y de ellos, tú en recibir de Mí, como
una segunda madre mía, el gran don de mi Querer, y conocer de Él todas
sus cualidades; y ellos en recibirlas de ti para hacer que se cumpla en mi
Iglesia el Fiat Voluntas Tua como en el Cielo así en la tierra. (Volumen
15, Julio 11, 1923).
703. Grande es por tanto la misión de Luisa, para la Iglesia y para la
humanidad.

La historia se repite
704. En esta siguiente venida de Jesús la historia —como suele pasar— se
repite: “Lo que fue, eso mismo será; lo que se hizo, eso mismo se hará”
(Eclesiastés 1, 9).
705. Esta repetición si la aprovecháramos sería de gran ayuda para
discernir los signos de los tiempos (ver Lucas 12, 54-57). Lamentablemente
no siempre —como hemos visto— estamos atentos como nos pide Jesús
(ver Lucas 12, 34-36; Mateo 24, 44).
706. Con la llegada de este gran Reino de la Divina Voluntad a la tierra se
aplican de nuevo las palabras:

118
Vino a los suyos, y los suyos no le recibieron. (Juan 1, 11).
707. Por lo menos en las etapas iniciales de la llegada de este Reino.
708. Como ya se ha mencionado, en la liturgia Eucarística se menciona en
cada Misa: “...esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador
Jesucristo”; se supone que hay un pueblo que lo está esperando.
709. Pero semejante a la primera venida hay un rechazo de esta vuelta de
su Reino y por tanto de Jesús a reinar en este su Reino, precisamente por
un sector de la Iglesia, incluyendo parte de la autoridad.
710. Hoy en día las dudas que había sobre los escritos de Luisa se han
empezado a disipar. Ha ayudado su proceso de beatificación en la que los
teólogos del vaticano han revisado toda su obra y la han valorado
positivamente y que no se opone a la doctrina católica23.
711. Entre los fieles cada día se conoce más este Reino de la Divina
Voluntad anunciado a través de Luisa y hay quien lo acoge muy bien, quien
con cierta indiferencia, a quien no le interesa, etcétera.
712. Sobre las diferentes formas de rechazo, obviamente no es toda la
Iglesia, y no tenemos que sorprendernos de esto ya que Jesús nos advirtió
de la convivencia del trigo y de la cizaña (ver Mateo 13, 24-30), que sucede
tanto en la Iglesia como en el mundo.
713. Esto lo vemos incluso dentro de los doce apóstoles, como en el caso
de Judas. Y así ha sido a lo largo de la historia. Si vemos la vida de los
santos, se observa cómo la cizaña que está a su alrededor les ataca; hasta
llegan a ser los miembros de la misma Iglesia o miembros de la misma
familia religiosa, así como las autoridades eclesiásticas (ver por ejemplo el
Diario de Santa Faustina, Historia de un alma de Santa Teresita de Lisieux,
la vida del Padre Pío, etcétera).
714. Y es así porque la lucha entre el bien y el mal se realiza en el corazón
del ser humano; y la Iglesia, como Madre, acoge a los pecadores para
ayudarlos, ya que es la misma misión de Jesús:
Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se
conviertan. (Lucas 5, 32).
715. Así, que en la Iglesia todos somos pecadores y la Voluntad de Dios es
que nos convirtamos y seamos santos. Pero esto lleva un proceso y
depende de la respuesta personal de cada quien.
716. Este pecado de los miembros de la Iglesia no le quita a la Iglesia su
Santidad que nos viene de su Cabeza que es Cristo y los auxilios divinos
que deja en Ella para ayudar precisamente a los pecadores que somos
todos nosotros.

23
El teólogo que faltaba lo hizo en el año 2010.

119
El “misterio de iniquidad”
717. Y sabemos que aunque pertenezcamos a la Iglesia el demonio nos
tienta, nos está continuamente cazando24. Por eso su acción se revela a
través de nuestro pecado, por lo cual también se manifiesta entre los
miembros de la Iglesia, sea cual sea su posición. Es el “misterio de
iniquidad”25 del que habla la Escritura.
718. Esta actuación del demonio —que ya está derrotado por Cristo—
depende de la respuesta a la santidad que los miembros de la Iglesia van
teniendo a lo largo del tiempo.
719. Es decir, en la medida en que los miembros de la Iglesia entran en
tibieza o alejamiento de Dios, el demonio tiene más campo de acción e
influencia en la Iglesia y en el mundo, y en la medida en que los miembros
tienen un mayor empeño en la santidad y en acercarse a Dios, la acción
diabólica se debilita.
720. Se podrían poner muchos ejemplos al respecto pero cada quien puede
investigarlos si así lo desea. Pero este vaivén de la volubilidad humana se
ve desde la antigüedad.
721. En la Biblia queda claro esto con el pueblo elegido. En la medida en
que le son fieles a Dios viven en la paz y progreso en todos los sentidos; en
la medida en que se alejan les suceden calamidades, invasiones, etcétera.
722. Precisamente un hecho muy importante le sucede al pueblo judío en
la invasión romana a Jerusalén y la destrucción del Templo en el año 70,
cumpliéndose la profecía que al respecto había dicho Jesús (ver Mateo 24,
Marcos 13 y Lucas 21), y en las siguientes palabras del Evangelio:
Cuando [Jesús] estuvo cerca y vio la ciudad [Jerusalén], se puso a llorar
por ella, diciendo: «¡Si tú también hubieras comprendido en ese día el
mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. Vendrán días
desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas,
te sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus
hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra,
porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por
Dios». (Lucas 19, 41-44).
723. Claras las palabras de Jesús: no has sabido reconocer el tiempo en
que fuiste visitada por Dios; estemos «atentos» porque esto nos puede
pasar a cualquiera. Las consecuencias de nuestras acciones buenas o malas
existen y se manifiestan en nuestra vida personal y comunitaria. Hacer el
mal y sobre todo rechazar e incluso intentar matar los dones más bellos
que Dios quiere hacer a la humanidad es algo que no queda indiferente.

24
Sean sobrios y estén siempre alerta, porque su enemigo, el demonio, ronda como un león rugiente, buscando a quién
devorar. (1 Pedro 5, 8).
25
2 Tesalonicenses 2, 7.

120
724. En épocas más recientes podemos ver a Europa, en donde floreció el
catolicismo, en lo que se ha convertido al separarse de Dios. Se podría
hacer todo un análisis al respecto pero no tiene caso hacerlo aquí.
725. Basta comentar algunos acontecimientos del siglo XX, por ejemplo:
las dos guerras mundiales, las dictaduras establecidas, la decadencia en la
moral, etcétera.
726. En Libro de Cielo se puede seguir también esta realidad histórica. Son
frecuentes las referencias de Jesús al decaimiento de la Iglesia mucho antes
de las guerras mundiales. Por ejemplo en 1899 Jesús le dice a Luisa:
...me siento herir por todos, por sacerdotes, por devotos, por seglares,
especialmente por el abuso de los sacramentos: Quién no les presta
ninguna atención, agregando los desprecios; quienes frecuentándolos,
de ellos hacen una plática de placer, y quién no estando satisfecho en
sus caprichos, llega por esto a ofenderme. ... Así son reducidos los
sacramentos, para la mayor parte no hay otra cosa que la sola
apariencia y quedan más sucios que limpios. Y además, el espíritu de
interés que reina en los religiosos, es para llorar, ¿no te parece que son
todo ojos ahí donde hay una miserable ganancia, hasta llegar a envilecer
su dignidad? Pero donde no está el interés no tienen manos ni pies para
moverse ni siquiera un poquito. Este espíritu de interés les llena tanto el
interior, que desborda al exterior y hasta los mismos seglares sienten la
peste, y escandalizados no tienen fe en sus palabras. ¡Ah sí, ninguno
deja de ofenderme!; hay quien me ofende directamente, y quien,
pudiendo impedir tanto mal, no se preocupa en hacerlo, así que no tengo
a quién dirigirme. (Volumen 2, Octubre 1, 1899).
727. Vemos que la historia se repite. Estas palabras de Jesús se dan la
mano con lo que pasó en la primera venida, sobre todo con la clase
religiosa. Por eso las siguientes palabras de Jeremías reflejan esta realidad,
tanto la de aquél tiempo como la de ahora:
Mi pueblo ha venido a ser un rebaño de ovejas perdidas, sus pastores lo
han descarriado (Jeremías 50, 6).
728. Y en 1902 también Jesús dice:
Pobre Francia, pobre Francia, te has ensoberbecido y has roto y
destrozado las leyes más sagradas, desconociéndome como tu Dios, y te
has vuelto ejemplo a las otras naciones para atraerlas al mal, y tu
ejemplo tiene tanta fuerza, que las otras naciones están por arruinarse
(Volumen 4, Junio 29, 1902).
729. Se sabe que en la actualidad, por poner un ejemplo, precisamente
Francia es asediada en lo espiritual por muchas posesiones diabólicas, entre
otras cosas que tampoco analizaremos aquí. Y Jesús en los volúmenes da

121
más información respecto a Francia y otras naciones, por ejemplo en plena
Primera Guerra Mundial dice:
Mis naciones predilectas: Italia y Francia, son aquellas que más me han
desconocido, se han dado la mano para ofenderme; justo castigo, se
darán la mano en quedar humilladas, pero serán también ellas las que
más harán la guerra a mi Iglesia. ¡Ah hija mía, casi todas las naciones se
han unido en ofenderme, han conjurado contra Mí. ¿Qué mal les he
hecho? (Volumen 11, Enero 12, 1916).
730. Sí, todas las naciones hemos ofendido a Dios, nos hemos alejado de
los valores cristianos que se nos han dado, por eso la acción diabólica se ha
desenfrenado dentro y fuera de la Iglesia.
731. El mismo San Pedro advierte de esto. Es interesante cómo hace
referencia del pasado y profetiza la repetición de ese pasado en el futuro,
en el futuro de una Iglesia ya instituida en la que Él habla como Vicario de
Cristo:
En el pueblo de Israel hubo también falsos profetas. De la misma
manera, habrá entre ustedes falsos maestros que introducirán
solapadamente desviaciones perniciosas, y renegarán del Señor que los
redimió, atrayendo sobre sí mismos una inminente perdición. Muchos
imitarán su desenfreno, y por causa de ellos, el camino de la verdad será
objeto de blasfemias. (2 Pedro 2, 1-2).
732. En este sentido también San Pablo dice:
Yo sé que después de mi partida se introducirán entre ustedes lobos
rapaces que no perdonarán al rebaño. Y aun de entre ustedes mismos,
surgirán hombres que tratarán de arrastrar a los discípulos con doctrinas
perniciosas. (Hechos 20, 29-30).
733. Habla de que estos lobos surgirán de “entre ustedes mismos”, es
decir, de entre los mismos miembros —incluso insignes— de la Iglesia. Por
eso no debemos escandalizarnos de este tipo de cosas que ya estaban
previstas en la misma Escritura.
734. Ni tampoco podemos sentirnos inocentes que señalan a los culpables,
ya que todos, por nuestros pecados, somos responsables de la decadencia
de la Iglesia, por la relación espiritual que tenemos unos con otros (Cuerpo
Místico), y así del mundo.
735. Todo esto es importante para el que busca y ama la verdad para estar
atento y ver qué papel le pide Dios hacer en todo esto.
736. No es de extrañar, por tanto, que cuando Dios suscita un santo, una
obra importante para la Iglesia, el demonio actúe a través del pecado de la
misma Iglesia para atacar, dañar, silenciar, distorsionar, matar esta obra de
Dios.

122
737. Aquí cada quien tiene que estar atento, con la conversión, el amor a
la verdad, la oración incesante para apoyar la acción del Espíritu Santo y no
la del maligno, aun dentro de la misma Iglesia.
738. Tomando de nuevo el ejemplo de Santa Faustina, como se ve en su
Diario, tanto Santa Faustina como la obra de la Divina Misericordia fue
atacada por el maligno desde algunos miembros de la misma Iglesia; al
grado que su Diario fue condenado en el “Índice de libros prohibidos” de
aquél tiempo, ya que después fue abolido 26. Por eso se sabe que las obras
de Dios son probadas y perseguidas.
739. Años después otro miembro insigne de la Iglesia revindica lo
acontecido con Santa Faustina y a la devoción a la Divina Misericordia, que
fue precisamente Karol Wojtyla, después San Juan Pablo II.

De nuevo el intento de silenciar a la Verdad


740. Obviamente el don del Reino de la Divina Voluntad no podía ser la
excepción, ni mucho menos.
741. El don del Reino de la Divina Voluntad no es una devoción o una
exhortación en algún sentido. Sino que es el Plan de Dios, es la finalidad
para la cual hizo la Creación, es el Reino donde quiere que todas las
personas vivan, antes de tener la “visión beatífica” (cuando estamos en
estado de caminar hacia el Cielo) o con la “visión beatífica” (ya en el Cielo).
742. Es lo que más le interesa a Dios. Es la «derrota» de todos los reinos
imperfectos y manchados con el egoísmo de la voluntad de la criatura y la
acción diabólica. Es, a fin de cuantas, la razón por la que existimos:
Así que nuestro dolor [por el pecado de Adán] fue grande, si nuestra
omnividencia no nos hubiese hecho presente que nuestra Voluntad debía
reinar como vida en los siglos futuros, lo que fue como un bálsamo a
nuestro intenso dolor, por la fuerza del dolor hubiéramos reducido a la
nada toda la Creación, porque no reinando nuestra Voluntad en ella, no
nos servía más, y debía servir sólo a la criatura, mientras que Nosotros
habíamos creado todas las cosas para servirnos a Nosotros y a ellas, por
eso ruega que regrese mi Voluntad como vida (Volumen 36, Noviembre
20, 1938).
743. Entonces, si este es el Plan principal de Dios y en este Plan Divino no
hay lugar para el mal, con lo cual implica su derrota, entonces el enemigo
no podía estarse tranquilo y tenía que hacer su lucha dentro de la Iglesia, a
semejanza de como la hizo en la primera venida de Jesús.

26
Este índice fue abolido en la notificación de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la abolición del
índice de libros prohibidos del 14 de junio de 1966.

123
744. De hecho esta es la lucha. ¿Qué es lo que hizo el pecado original?
Terminar con el don de la Divina Voluntad en el ser humano que lo recibió
en su Creación.
745. ¿En qué consistió la tentación? Precisamente en oponerse a la
Voluntad de Dios. El demonio pretendió destruir este Reino de la Divina
Voluntad en la humanidad (que también hizo su guerra primero con los
ángeles27) y Jesús es el Salvador que ha venido a restablecerlo (incluyendo
la Redención) en la humanidad.
746. Lo cual significa que si viene a establecerse el don del Reino de la
Divina Voluntad, el reino diabólico será, por supuesto, exterminado (como
se muestra indirectamente en Daniel 2).
747. Aquí el demonio por supuesto que no se va a quedar tranquilo, sino
que usará toda su fuerza para impedirlo. Justamente en el año 1924 Luisa
tiene esta experiencia, que ya se había mencionado pero que vale la pena
volverla a poner aquí:
Mientras escribía lo que está dicho arriba, veía a mi dulce Jesús que
apoyaba su boca en la parte de mi corazón y con su aliento me infundía
las palabras que estaba escribiendo, y al mismo tiempo oía un horrible
escándalo a lo lejos, como de personas que se peleaban y golpeaban con
tanto estrépito que infundía espanto. Y yo, dirigiéndome a mi Jesús le he
dicho: “Jesús mío, amor mío, ¿quiénes son los que hacen tanto
escándalo? Me parecen demonios enfurecidos, ¿qué cosa quieren que se
pelean tanto? (Volumen 17, Septiembre 22, 1924).
748. Y Jesús le dice:
Hija mía, son precisamente ellos, quisieran que tú no escribieras sobre
mi Voluntad, y cuando te ven escribir verdades más importantes sobre el
vivir en mi Querer sufren un doble infierno, y atormentan de más a
todos los condenados; temen tanto que puedan publicarse estos escritos
sobre mi Voluntad, porque ven perdido su reino sobre la tierra, adquirido
por ellos cuando el hombre, sustrayéndose de la Voluntad Divina, dio
libre paso a su voluntad humana. ¡Ah! sí, fue precisamente entonces
cuando el enemigo adquirió su reino sobre la tierra; y si mi Querer
pudiese reinar sobre la tierra, el enemigo, él mismo se escondería en los
más oscuros abismos. He aquí por qué se pelean con tanto furor, sienten
la potencia de mi Voluntad en estos escritos, y ante la sola duda de que
pueden salir fuera, montan en furia y buscan con todo su poder el
impedir un bien tan grande. Tú no les hagas caso, y de esto aprende a
apreciar mis enseñanzas. (Volumen 17, Septiembre 22, 1924).

27
Sabemos de esta guerra de los ángeles entre los rebeldes y los fieles al inicio de la Creación por lo que está en la Sagrada
Escritura, la Sagrada Tradición Apostólica, el Magisterio de la Iglesia, Libro de Cielo, entre otros. Sobre este tema también
se puede ver a más detalle en: R. Avalos, La Historia de amor de la Divina Voluntad y de su Vida Divina con la criatura, en
el Capítulo 2: Al principio…”.

124
749. Precisamente unos años después se pone de manifiesto esto que ya
había dicho Jesús de que los demonios buscan con todo su poder el impedir
este bien tan grande del Reino de la Divina Voluntad, así en 1931 Luisa
escribe sobre calumnias que han empezado a circular sobre ella a raíz de
sus escritos:
...por causa de la publicación de la Divina Voluntad me acusan al Santo
Oficio de cosas que yo no conozco, ni donde habitan, ni donde están, y
están lejanas de mí tanto como el cielo de la tierra (Volumen 28, Febrero
8, 1931).
750. Jesús se duele de esto, porque al fin de cuentas esto se lo hacen a Él:
"Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis
hermanos, lo hicieron conmigo" (Mateo 25, 40); por eso Jesús le dice a
Luisa en ese misma fecha:
...no obraría como Dios, sólo porque han querido acusarte de negras
calumnias sirviéndose de su autoridad y malvada perfidia, hasta llegar al
Santo Oficio, (porque ahí se llega cuando un mal llega al exceso, y que
ninguna otra autoridad puede poner remedio, y sólo por esto se ve suma
perfidia) ¿Yo debería cambiar mis designios y los modos que por tan
largos años he tenido sobre ti? ¡Oh! si tú supieras qué dolor han dado a
mi corazón,... es demasiado el dolor que me han dado. (Volumen 28,
Febrero 8, 1931).
751. El siguiente año —en 1932— Jesús le explica a Luisa esta realidad de
la oposición a su Reino, y cómo hay semejanza entre su primera venida en
donde da a conocer que es el Hijo de Dios con el advenimiento del Reino de
su Divina Voluntad:
Ve entonces cómo es necesario que se conozca que puedo dar el reino
de mi Voluntad y que quiero darlo. Puedo decir que hay la misma
necesidad como aquélla de hacer conocer que Yo era el Hijo de Dios que
vino sobre la tierra. Es también verdad que muchos al conocer esto,
repetirán lo que me hicieron cuando hice conocer que Yo era el suspirado
Mesías; calumnias, contradicciones, dudas, sospechas, desprecios, como
ya lo han hecho en cuanto se inició la impresión con la que se iniciaba el
dar a conocer mi Divina Voluntad; pero esta no es la causa principal, es
el bien, que poseyendo la fuerza que hiere al mal, las criaturas, el
infierno, sintiéndose heridos se arman contra el bien y quisieran aniquilar
el bien, y a aquélla o a aquél que quiere hacer conocer el bien. Pero a
pesar de todo lo que han querido hacer al principio del querer nacer el
conocimiento de mi Voluntad y que quiere reinar, que la han como
sofocado, sin embargo ha dado sus primeros pasos, y lo que no creían
algunos otros lo han creído, los primeros pasos llamarán a los segundos,
a los terceros, y así poco a poco, a pesar que no faltarán aquellos que
suscitarán contradicciones y dudas, pero es de absoluta necesidad que
se conozca mi Divina Voluntad, que puedo darla, y quiero darla. Estas

125
son condiciones, que sin ellas Dios no puede dar lo que quiere dar, y la
criatura no puede recibir. Por eso ruega, y no des marcha atrás en hacer
conocer mi Divina Voluntad. El tiempo, las circunstancias, las cosas, las
personas, cambian, no son siempre las mismas, por eso lo que no se
obtiene hoy, se podrá obtener mañana, y será para confusión de quien
ha sofocado un bien tan grande. Pero mi Voluntad triunfará y tendrá su
reino sobre la tierra. (Volumen 30, Marzo 20, 1932).
752. Queda claro lo que dice Jesús respecto a lo que ya estaba pasando y
en lo que vendría después: calumnias, contradicciones, dudas, sospechas,
desprecios; ya que el enemigo no se quedará sin hacer nada, semejante a
su primera venida.
753. Pero igual que en su primera venida, Jesucristo siempre «triunfa»:
pero mi Voluntad triunfará y tendrá su reino sobre la tierra.
754. De hecho los escritos de Luisa que fueron publicados se hicieron a
través de la dirección del Padre San Aníbal de Francia, que además de ser
confesor extraordinario de Luisa, era “Censor Eclesiástico”, es decir, estaba
preparado y autorizado para revisar escritos y valorar si estaban de acuerdo
o no con la doctrina católica.
755. Por lo mismo revisa parte de la obra de Luisa, da el Nihil Obstat (no
hay nada en contra de la doctrina católica) y consigue el Imprimatur del
Obispo para los primeros 19 volúmenes. San Aníbal ya no continua con esta
labor porque muere en 1927.
756. Pero aun así se busca de nuevo que la Verdad sea silenciada, muerta.
De tal manera que unos años después de la anterior cita en donde Jesús
habla de las dudas, contradicciones (ya vimos que Jesús es signo de
contradicción28), calumnias, etcétera, el 21 de mayo de 1938 un
mandatario de la “Suprema Sagrada Congregación del Santo Oficio” el P.
Lorenzo de San Basilio29 se lleva todos los cuadernos de Luisa (excepto los
dos últimos volúmenes) a pesar de ser escritos privados.
757. Al respecto Luisa comenta unas semanas después:
...me sentía pensativa por estos benditos escritos, y por la insistencia de
mi amado Jesús al querer que continúe escribiendo y además, después
de tantos sacrificios, ¿a dónde irán a terminar?... (Volumen 36, Junio 20,
1938).
758. Jesús, interrumpiendo su pensamiento, le contesta:
Hija mía, no te preocupes, Yo seré vigilante custodio, porque me cuestan
demasiado, me cuestan mi Voluntad, la cual entra en estos escritos
como vida primaria. Podría llamarlos: „Testamento de amor que hace mi

28
Ver Lucas 2, 34-35.
29
Ver María Rosaria del Genio, “El Sol de mi Voluntad, Luisa Piccarreta” Capítulo XI: Intervención de la Santa Sede.

126
Voluntad a las criaturas‟. ... Entonces, estos escritos están llenos de
Vidas Divinas, las cuales no se pueden destruir, y si alguno quisiera
intentarlo, le sucedería como a aquél que quisiera destruir el cielo, el
cual, ofendido, le caería encima por todas partes y lo aniquilaría bajo su
bóveda azul;... Todo esto será el último desahogo de mi amor hacia las
generaciones humanas; es más, tú debes saber que cada palabra que te
hago escribir sobre mi Fiat, duplico mi amor hacia ti y hacia quienes las
leerán, para hacerlos quedar embalsamados por mi amor. ... Cada
palabra puede llamarse un portento de amor, uno más grande que otro,
por eso, querer tocar estos escritos es quererme tocar a Mí mismo,… Yo
sabré defenderme a Mí mismo y confundir a quien quiera mínimamente
desaprobar aún una sola palabra de lo que está escrito sobre mi Divina
Voluntad. Por eso continúa escuchándome hija mía, no quieras estorbar
a mi amor, ni me quieras atar los brazos con el hacer retroceder en mi
seno lo que quiero que continúes escribiendo. Demasiado me cuestan
estos escritos, me cuestan cuanto cuesto Yo mismo. Por eso tendré tal
cuidado, que ni siquiera una palabra dejaré que se pierda. (Volumen 36,
Junio 20, 1938).
759. Amorosas y claras las palabras de Jesús. Además se han cumplido, a
pesar de lo que pasó, cada palabra de los escritos se ha salvado.
760. Como un par de meses después se viene oficialmente la condena de
algunos de los escritos —los impresos y editados— que son puestos (a
semejanza de lo que le pasó a Santa Faustina) en el ya mencionado “Índice
de libros prohibidos”, la “Suprema Sagrada Congregación del Santo Oficio”
realiza el Decreto el 31 de agosto de 1938. Que como ya se ha mencionado
este “Índice de libros prohibidos” fue abolido en 1966.
761. La Iglesia tiene el deber de velar por la buena doctrina y así lo ha
hecho (agradezcámoselo a Dios).
762. Pero como hemos comentado, eso no elimina eventualmente la acción
de la cizaña que Jesús ha permitido que conviva con el trigo hasta que Dios
lo decida (hasta la cosecha, ver Mateo 13, 30). Esta cizaña permite que se
manifieste el “misterio de iniquidad” (ver 2 Tesalonicenses 2, 7) aun dentro
de la Iglesia (como ya se ha mencionado).
763. Y el hecho de que la Iglesia a pesar de esto y con esto —porque su
acción va dirigida al pecador para su conversión— siga en pie, y que ningún
poder humano ni diabólico que ha intentado destruirla ha podido, ni por
dentro ni por fuera, es una demostración de que es una institución divina y
de que efectivamente: “el poder de la Muerte no prevalecerá contra Ella”
(Mateo 16, 18).
764. Unos días después, el 18 de septiembre de ese año, Luisa escribe
sobre ella y también escribe lo que le dice Jesús:

127
Estoy en el mar del Querer Divino entre inmensas amarguras y
humillaciones de las más humillantes, y como una pobre condenada. Si
no fuera porque mi Jesús se hace mi sostén, fuerza y ayuda, no sé cómo
podría vivir, y mi dulce Jesús tomando parte en mis penas, sufría junto
conmigo, y en el ímpetu de su dolor y amor me ha dicho: “Hija mía
amada, si tú supieras cuánto sufro, si Yo te lo hiciera ver te morirías de
pena. Estoy obligado a esconder todo, todo el desgarro y crudeza de la
pena que siento para no afligirte de más. Debes saber que no es a ti a
quien han condenado, sino a Mí junto contigo, siento de nuevo mi
condena, cuando se condena el bien es condenarme a Mí mismo. Tú, sin
embargo, une en mi Querer mi condena y la tuya a aquélla que sufrí
cuando fui crucificado, y te daré el mérito de mi condena y todos los
bienes que ella produjo: Me hizo morir, llamó a vida mi resurrección en
la cual todos debían encontrar la vida, y la resurrección de todos los
bienes. (Volumen 36, Septiembre 18, 1938).
765. Jesús hace referencia en esta condena de Luisa a la condena que tuvo
Él en su primera venida (la historia se repite de manera semejante). De
hecho Jesús recibe esta condena para Él mismo junto con Luisa; y continua
nuestro Señor diciendo ahí mismo:
Con su condena creen hacer morir lo que he dicho sobre mi Divina
Voluntad, en vez de esto permitiré tales flagelos, incidentes tristes, que
haré resurgir mis verdades más bellas, más majestuosas en medio de
los pueblos. … Hija mía, lo que no aprovecha hoy aprovechará mañana,
lo que ahora parece tinieblas porque encuentra mentes ciegas, mañana,
para otros que tienen ojos se cambiarán en sol, y cuánto bien harán. Por
eso continuemos lo que hemos hecho, hagamos por parte nuestra lo que
se necesita, a fin de que nada falte de ayuda, de luz, de bien, de
verdades sorprendentes, para que sea conocida mi Voluntad y reine. Yo
me serviré de todos los medios, de amor, de gracias, de castigos, tocaré
por todos los lados de las criaturas para hacer reinar mi Voluntad, y
cuando parezca como si el verdadero bien debiese morir, resurgirá más
bello y majestuoso. (Volumen 36, Septiembre 18, 1938).
766. Y un día después de esta cita, la obediencia de Luisa a la Iglesia no se
hace esperar, el 19 de septiembre de 193830 Luisa escribe una carta de su
puño y letra en donde se somete al juicio de la Iglesia.
767. Unos días después hay otro diálogo de Jesús y Luisa al respecto:
[Luisa]: Estoy siempre en el mar del Querer Divino, y mis penas y
amarguras indecibles las hago correr en Él, a fin de que queden
investidas por su fuerza divina… seguía a mi dulce Jesús en sus penas, y
unía las mías a las suyas para recibir la fuerza de sus penas para
sostener las mías, porque me sentía como aplastada…

30
Ver María Rosaria del Genio, “El Sol de mi Voluntad, Luisa Piccarreta” Capítulo XI: Intervención de la Santa Sede.

128
[Jesús]: ...tus penas no sólo son similares a las mías, sino que puedo
decir que tus penas son mías, y si tú supieras cuanto sufro por ellas;
siento la crudeza, el desgarro que me amarga hasta el fondo del
corazón, pero también en estas penas veo correr los mares de gozos que
harán resurgir a mi Voluntad bella y majestuosa en medio de las
criaturas. Tú no sabes qué cosa es una pena inocente sufrida por causa
mía, es tal su potencia, que los Cielos quedan atónitos y todos quieren la
satisfacción, el bien de una pena inocente sufrida;... ánimo, no te abatas
hija mía, fíate de Mí y Yo pensaré en todo y en defender los derechos de
mi Voluntad para hacerla reinar. (Volumen 36, Septiembre 27, 1938).
768. En este caso Luisa es semejante a Jesús en sufrir esta pena de
manera inocente, ya que Luisa ha escrito por obediencia a la Iglesia (sus
confesores se lo pidieron) y además es verdad lo que ha escrito; así como
Jesús dijo la verdad y fue condenado.
769. Pero además, aunque han existido santos que han sido condenados
también inocentemente, Luisa —a diferencia de ellos— sufre esta condena
viviéndola en la Divina Voluntad a semejanza de Jesús.

Purificación y Victoria
770. Jesucristo es el Vencedor, Él siempre obtiene la victoria porque así es
su Querer Divino, lo que quiere se realiza. Por eso, así como en la primera
venida venció y resucitó, redimiéndonos de nuestros pecados, así también
su Reino de la Divina Voluntad triunfa sobre cualquier adversidad.
771. Porque no hay nada más grande, ni nada por encima de la Voluntad
Divina, por eso Jesús le había dicho a Luisa años antes:
Hija mía, anímate, no te abatas demasiado, mi Voluntad vuelve al alma
feliz aun en medio de las más grandes tempestades, más bien se eleva
tan alto, que las tempestades no la pueden tocar, si bien las ve y las
siente. El lugar donde ella mora no está sujeto a tempestades, sino que
es siempre sereno y con sol radiante, porque su origen está en el Cielo
(Volumen 12, Agosto 6, 1917).
772. Esta victoria se ve en Luisa, a pesar de la condena que recibieron los
escritos sobre su Reino; por eso unos días después de la condena Luisa se
expresa así:
Estoy siempre en el Querer Divino, si bien entre amarguras indecibles,
como si quisieran volver turbio su mismo mar, pero este mar del Fiat
forma sus olas, me cubre, me esconde dentro, me endulza las
amarguras, me da nuevamente la fuerza y me hace continuar el camino
en su Voluntad. Su potencia es tanta, que reduce a la nada mis
amarguras y hace resurgir de dentro de ellas su Vida llena de dulzura,
toda bella y majestuosa, y yo la adoro, le agradezco, le ruego que no me
deje jamás sola y abandonada. (Volumen 36, Octubre 2, 1938).

129
773. A pesar de estas penas y amarguras de Luisa que sufre al amar a
Jesús por el rechazo que le hacen del don de su Reino que viene a
establecer en el mundo, dice Luisa que la Voluntad Divina en la cual ella
está (nadando en Ella) reduce a la nada sus amarguras y hace resurgir de
dentro de ellas su Vida llena de dulzura, toda bella y majestuosa
¡maravilloso!
774. El Querer Divino de Dios siempre tiene la última palabra. Por eso
Jesús le dice a Luisa en esa misma fecha:
Hija mía buena, ánimo, si tú te abates perderás la fuerza de vivir
siempre en mi Querer, no te preocupes por lo que dicen y hacen, toda
nuestra victoria está en que no nos pueden impedir hacer lo que
queremos;... Lo que Yo te digo acerca de mi Querer no es otra cosa que
el desarrollo de nuestro decreto, hecho „ab eterno‟ en el consistorio de
nuestra Trinidad Sacrosanta, que nuestro Querer debe tener su reino
sobre la tierra; y nuestros decretos son infalibles, nadie nos puede
impedir que se lleven a cabo. (Volumen 36, Octubre 2, 1938).
775. Como se ve, el Reino de la Divina Voluntad en la tierra es un decreto
de la Santísima Trinidad, ante esto nadie lo puede impedir. Aquí a la
criatura solamente le queda sumarse a Dios o no.
776. Es un decreto semejante al de la Creación y al de la Redención.
Veamos una cita que ya habíamos visto en parte, ahora veremos el texto
más amplio:
Así como fue decreto la Creación, la Redención, así es decreto nuestro el
reino de nuestra Voluntad sobre la tierra, por eso, para cumplir este
nuestro decreto, Yo debía manifestar los bienes que hay en él, sus
cualidades, sus bellezas y maravillas, he aquí la necesidad por la cual Yo
debía hablarte tanto, para poder cumplir este decreto. Hija, para llegar a
esto Yo quería vencer al hombre por caminos de amor, pero la perfidia
humana me lo impide, por eso usaré la justicia, barreré la tierra, quitaré
a todas las criaturas nocivas, que como plantas venenosas envenenan
las plantas inocentes. Cuando haya purificado todo, mis verdades
encontrarán el camino para dar a los sobrevivientes la Vida, el bálsamo,
la paz que mis verdades contienen, y todos las recibirán, les darán el
beso de paz, y para confusión de quien no las haya creído, más bien las
ha condenado, reinará y tendré mi reino sobre la tierra: „Que mi
Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra‟. Por eso te repito, no
nos apartemos en nada, hagamos nuestro camino y cantaremos victoria,
y ellos hagan su camino, en el cual encontrarán confusión y vergüenza
de ellos mismos. Les sucederá a ellos como a los ciegos que no creen en
la luz del sol porque ellos no la ven, ellos quedarán en su ceguera y
aquellos que la ven y creen gozarán, se llenarán de júbilo con los bienes
de la luz, con sumo contento de ellos. (Volumen 36, Octubre 2, 1938).

130
777. En esta cita se ve la victoria, pero lamentablemente también —como
ya se había visto— la necesidad de purificación por nuestro pecado, por
nuestra perfidia.
778. Pero en cada uno está «cómo» queremos recibir este Reino, a través
del amor, lo cual requiere de nosotros una respuesta amorosa, conforme a
la Voluntad de Dios, a este hermoso Reino; o si no es de este modo, el
Reino lo recibiremos a modo de justicia.
779. En nosotros está unirnos a la victoria o a la derrota. Dios que nos ama
tanto quisiera que todos se unieran de verdad a la victoria.
780. En este sentido un año más tarde Luisa escribe esta carta, de hecho
ya habíamos visto un extracto de esta carta, donde Luisa le comenta esta
situación a la destinataria, veamos un extracto más amplio:
Mi buena hija, fueron apenas las gotas del conocimiento del Querer
Divino, ante el gran mar que ha manifestado su Santísima Voluntad, y el
demonio fue preso de tanta rabia que hasta en el Vaticano se hizo sentir
y venció, hasta hacerlos prohibir; porque, si el Fiat Divino será conocido,
el reino del enemigo terminará: ésta es toda su rabia. Pero el Señor
vencerá, porque son decretos divinos, que vendrá su reino sobre la
tierra. Es cuestión de tiempo, pero sabrá hacerse camino; a Él no le falta
ni potencia ni sabiduría para disponer las cosas. (Extracto de Carta de
Luisa a Irene, 1939).
781. La victoria de Cristo es segura. A nosotros nos toca estar atentos y
amar la Voluntad de Dios para ver, y no sea lo contrario:
¿Todavía no comprenden ni entienden? Ustedes tienen la mente
enceguecida. Tienen ojos y no ven, oídos y no oyen. (Marcos 8, 17-18).

131
Capítulo 8: La venida gloriosa del Rey

782. Entonces ya hemos visto que el proceso de la llegada del Reino de


Cristo, del Reino de la Divina Voluntad, aquí en la tierra ya empezó, por lo
menos en las etapas iniciales.
783. Y Jesús aclaró, como ya se ha dicho, que la venida del Reino no es
ostentosa, no es espectacular; y hemos visto que efectivamente así ha sido.
784. Y al comenzar este proceso de la llegada del Reino, por lo tanto,
también inicia el proceso de la llegada del Rey. Ya vimos que en Luisa, la
depositaria de este Reino, la segunda Madre, ya se hizo realidad tanto el
Reino de la Divina Voluntad, como la llegada del Rey a ese Reino que se
formó en su corazón.
785. Por eso las tantas manifestaciones de Jesús con ella, de muchos tipos
(visiones, diálogos, abrazos, besos, etcétera). Una relación de esposos,
como Dios lo quiere en las Bodas del Cordero (ver Apocalipsis 19, 7-9). Por
eso Jesús dice:
Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a
una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta. (Lucas 12, 36).
Jesús les habló otra vez en parábolas, diciendo: «El Reino de los Cielos
se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. (Mateo 22, 1-2).
786. Entonces, estas bodas ya empezaron en la humanidad con Luisa
Piccarreta. Y así, ya los demás, si se disponen, pueden también hacer
realidad en su vida tanto el Reino, como la llegada del Rey a reinar en su
corazón con el don del Reino de la Divina Voluntad que nos dará los gozos y
felicidades más grandes como ya se ha visto (ver volumen 9, Marzo 23,
1910; volumen 30, Diciembre 6, 1931; volumen 17, Octubre 6, 1924);
haciendo realidad en nosotros las “Bodas del Cordero”, la alianza eterna
entre la voluntad humana y la Voluntad Divina, que es la Voluntad del
Cordero de Dios (ver Juan 1, 29).
787. Dios ha estado disponiendo las cosas a nivel humanidad para que este
Reino se dé. De hecho —como se ha comentado— ha habido sobre todo en
la Iglesia un gran aumento sobre el conocimiento de Luisa Piccarreta y del
Reino de la Divina Voluntad en los últimos diez años31.
788. La purificación y ciertos acontecimientos pudieran ayudar y cribar a la
humanidad para que a nivel global entre en este Reino, pero en lo individual

31
Tal como el Padre Pío había profetizado: “Luisa es grande y el mundo se llenará de Luisa. … Luisa no es un hecho
humano, sino una obra de Dios, y Él mismo hará que salga a la luz. El mundo quedará asombrado ante su grandeza; no
pasarán muchos años antes de que esto suceda. El nuevo milenio verá la luz de Luisa.” (Bernardino Giuseppe Bucci, Fraile
Menor Capuchino, Biografía sobre Luisa Picarreta).

132
ya no hay nada que esperar, el Reino y el Rey que quiere hacer posesión de
este reino en tu corazón está a tu alcance, basta que te decidas.
789. Ya habíamos visto que lo propio de Cristo es ser Rey, esto es mucho
más amplio y glorioso que ser Juez. Además que también vimos que el
juicio se requiere por el pecado, no es el plan original de Dios.
790. En cierto modo podemos decir que el que Cristo sea Rey es algo más
necesario, y que sea Juez ha sido una realidad más contingente.
791. Y aunque la realidad de Juez esté en la perfección de Dios, no era
necesario ejercitarla, lo cual hubiera sido así si las criaturas no hubieran
existido, o aunque existan no hubieran pecado, y que —como ya vimos— de
todos modos Jesús hubiera venido como Rey y Cabeza de la humanidad
(ver volumen 25, Marzo 31, 1929).
792. Esto no quita el hecho de que al establecer el Reino de la Divina
Voluntad en los corazones no tenga que realizar una especie de juicio y
ejercitar su función de Juez amoroso para darnos este don de la Divina
Voluntad, del Querer Divino, por eso Jesús dice:
Hija mía, lo que es imposible a la criatura, todo es posible para Mí. … Es
más, tú debes saber que antes de llamarla del todo a vivir en mi Querer,
la voy llamando de vez en vez, la despojo de todo, le hago sufrir una
especie de juicio, porque en mi Querer no hay juicios, las cosas quedan
todas confirmadas Conmigo, el juicio está fuera de mi Voluntad, pues a
todo lo que entra en mi Querer, ¿quién puede atreverse a hacerle juicio?
Y Yo jamás me juzgo a Mí mismo, y no sólo eso, sino que muchas veces
la hago morir, aun corporalmente, y después de nuevo la devuelvo a la
vida, y el alma vive como si no viviera, su corazón está en el Cielo y el
vivir es su más grande martirio (Volumen 12, Marzo, 6, 1919).
793. De tal manera que se cumple lo que decimos en el “Credo”: …y de
nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos y su Reino no tendrá
fin. Es decir, Jesús viene a juzgar pero sobre todo a reinar. “Vivos y
muertos” puede tener una referencia tanto literal como espiritual (almas en
estado de gracia o muertas a la gracia).
794. Así que la acción de juzgar para establecer su Reino y reinar como
Rey puede abarcar toda una etapa: desde el advenimiento del Reino de la
Divina Voluntad con la especie de juicio del que habla Jesús en la anterior
cita de Libro de Cielo para reinar plenamente en los corazones, hasta el
ataque final del maligno después del “milenio” (ver Apocalipsis 20, 7-10);
para luego realizar el Juicio Final (ver Apocalipsis 20, 11-15) y después…
cielo nuevo y tierra nueva (ver Apocalipsis 21, 1)32.

32
Este tema se trata a más detalle en: R. Avalos, La Historia de amor de la Divina Voluntad y de su Vida Divina con la
criatura, en el Capítulo 14: “El establecimiento del Reino en la humanidad” y siguientes.

133
795. Todo esto tiene una realidad gloriosa ya que el poder amoroso de Dios
realizado en la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús está
eliminando de la historia humana el mal hasta los últimos vestigios para
establecer su pleno reinado (ver 1 Corintios 15, 24-27):
Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los
enemigos debajo de sus pies. (1 Corintios 15, 25).
796. Así, con el advenimiento del Reino de la Divina Voluntad se está
retomando en la historia el plan original de Dios.
797. Entonces, el hecho de que Cristo reine perfectamente a través del don
del Reino de la Divina Voluntad en el corazón de una criatura es una
realidad muy gloriosa.
798. Es, por ejemplo, la vida interior de nuestra Santísima Madre, ¿acaso
no fue gloriosa? El que nuestra naturaleza caída por el pecado no sea capaz
de ver muchas cosas espirituales, no significa que estas realidades no
existan y no sean gloriosas.
799. Ahora, ¿qué pasaría si en algún momento de la historia toda la
humanidad que vive en ese momento en la tierra viviera con el don del
Reino de la Divina Voluntad? Evidentemente habría efectos importantes y
significativos incluso en el exterior.
800. Así como hemos visto a lo largo de la historia los efectos externos de
lo que hay en el interior del hombre; hemos visto desde dictadores de todos
los colores, masacres, injusticias, etcétera; hasta santos que se entregan
por amor y han cambiado la historia en los lugares y tiempos en que han
vivido.
801. Es obvio que la potencia del Reino de la Divina Voluntad establecidos
en todos los corazones o en la mayoría de los corazones de la humanidad
tendría efectos que ni nos imaginamos.
802. Entonces, ¿de qué manera gloriosa podría manifestarse Jesús si todos
o la mayoría de la humanidad viviera con el don del Reino de la Divina
Voluntad? No podemos contestarlo en este momento, pero sí sería algo
muy, muy glorioso. Jesús nos ha dejado cierta información, alguna ya la
hemos citado, veamos ciertos textos:
...por eso me he dedicado a la tarea de hacer conocer los efectos, el
valor, los bienes y las cosas sublimes que contiene mi Querer, y
conforme el alma recorra el mismo camino de mi Fiat, quedará de tal
manera sublimada, divinizada, santificada, enriquecida, de dejar
estupefactos Cielo y tierra al ver el portento de mi Fiat obrante en la
criatura, porque en virtud de mi Voluntad saldrán de Mí gracias nuevas
nunca salidas, luz más fulgurante, portentos inauditos y nunca vistos.
(Volumen 16, Mayo 24, 1924).

134
Tú debes saber que nuestra Creación no terminó en el hombre, porque
fue interrumpida por la sustracción que hizo de nuestro Querer,... por
eso con ansia esperamos que vuelva a los brazos de nuestro Fiat, para
que lo haga reinar, y entonces reemprenderemos la Creación, y ¡oh!
cuántas cosas bellas haremos, daremos dones sorprendentes (Volumen
34, Junio 18, 1937).
803. En otro lado de Libro de Cielo Jesús dice:
Por eso estoy preparando la era del vivir en mi Querer, para que lo que
no han hecho en las generaciones pasadas, y que no harán, en esta era
de mi Voluntad completarán el amor, la gloria, el honor de toda la
Creación, dándoles gracias sorprendentes e inauditas. (Volumen 12,
Mayo 22, 1919).
804. Y es la gloria que a Dios le interesa, es la gloria del amor más grande
—Amor Divino—, de la perfección más grande —perfección Divina—, de la
santidad más grande —Santidad Divina— en la criatura en cuanto a ella es
posible. Es llevar al máximo grado en el ser humano la participación en la
naturaleza divina:
...nos han concedido las más grandes y valiosas promesas, a fin de que
ustedes lleguen a participar de la naturaleza divina (2 Pedro 1, 4).
805. Qué claras quedan estas palabras de San Pedro al conocer el don del
Reino de la Divina Voluntad que Dios quiere darnos. Al realizarse esto en la
criatura, por la disposición de la criatura y el poder Dios, Dios queda
glorificado en ella.
Nuestra Voluntad difundida en todos, vida y sostén de todo, es nuestra
más grande gloria (Volumen 36, Octubre 30, 1938).
Por eso no hay cosa más grande, más santa, más bella y que más nos
glorifica, que el vivir en nuestra Voluntad, ni hay bien mayor que
podamos dar a las criaturas que éste. (Volumen 35, Octubre 3, 1937).
806. Así es porque al vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad —
como ya se ha visto— Ella realiza en nosotros nuestros actos,
convirtiéndolos en actos divinos; lo cual es lo que más glorifica a Dios:
Así que no hay honor más grande que podamos darle, ni Nosotros recibir
gloria que más nos glorifique, nos felicite y nos vuelva gloriosos y
triunfadores por parte de las criaturas, que hacer obrar a nuestra
Voluntad en sus actos (Volumen 36, Julio 11, 1938).
807. ¡Aquí está el retorno glorioso del Rey a gobernar su Reino Divino, su
Reino de la Divina Voluntad en nosotros! Realmente es maravillosa y
gloriosísima esta venida del Rey. Sin descartar que en otros eventos del
proceso de su venida o en el Juicio Final también sea glorioso.

135
808. Se ve que lo verdaderamente glorioso no está en lo material ni en lo
sensible —obviamente— sino en lo espiritual. La teología nos ha enseñado
la supremacía de lo espiritual sobre lo material. De hecho Jesús dice:
El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. (Juan 6, 63).
809. Por supuesto esto no es una afirmación de que se devalúa el mundo
material creado por Dios o el mismo cuerpo humano que por ejemplo el
Magisterio de San Juan Pablo II en su Teología del Cuerpo se esforzó en
reivindicarlo y darle su auténtico lugar, sino sencillamente entender el valor
primario de lo espiritual.
810. Queda muy clara la diferencia entre lo que nos dicen los escritos de
Luisa y las interpretaciones burdas o superficiales de los milenarismos que
son precisamente interpretaciones erróneas.
811. Y como hemos dicho, esto no descarta que en el proceso de la venida
del Reino y del Rey glorioso existan ciertos eventos más intensos o más
llamativos en lo sensible o en la combinación de lo espiritual con lo
material.
812. Lo que es importante entender es lo que a Dios le interesa más, y eso
es reinar plenamente en el corazón del ser humano con su Divina Voluntad.
Si esto se da, se da todo. Todo se restablece dentro y fuera del hombre, la
armonía destruida por el pecado original se restaura, el plan de Dios, que
es el plan más importante y que más nos debería de interesar que se lleve
a cabo.
813. Entonces la Voluntad de Dios se hace aquí en la tierra como en el
Cielo, el paraíso original se recupera. Que no es todavía la visión beatífica,
ya que Adán y Eva en el paraíso terrenal no tenían la visión beatífica, si la
hubieran tenido —evidentemente— nunca hubieran pecado.
814. Hay que diferenciar por tanto entre el paraíso terrenal y el celestial. El
paraíso del Cielo ya está y nos está esperando, el paraíso de la tierra es lo
que Dios quiere restablecer aquí: “venga tu Reino, hágase tu Voluntad aquí
en la tierra como en el Cielo”.
815. Pero hay que insistir que todo esto empieza y termina en el corazón
del hombre, porque ¿dónde se cometió el pecado?: en el interior del ser
humano. ¿Dónde se dan los frutos de la Redención y también del Reino de
la Divina Voluntad?: en el interior del hombre. Obviamente todo esto tiene
efectos externos por eso Jesús dice:
Todo lo que el hombre hace exteriormente, no es otra cosa que el
desahogo de su interior (Volumen 11, Marzo 8, 1912).
816. Y sobre todo el Rey toma posesión de su Reino en los corazones de
quienes desean y se disponen para que Cristo reine en sus corazones con
su Divina Voluntad:

136
Ahora, tú debes saber que estas almas que viven o vivirán en mi Fiat,
siendo inseparables de Nosotros, cuando Yo, Verbo Eterno, en el exceso
de mi amor descendía del Cielo a la tierra, ellas descendían junto
Conmigo, y con la Celestial Reina a la cabeza formaban mi pueblo, mi
ejército fiel, mi morada real viviente en la cual Yo me constituía
verdadero Rey de estos hijos de mi Querer Divino (Volumen 36, Mayo 6,
1938).
817. Así los corazones en donde se forme el Reino de la Divina Voluntad se
convertirá en la morada real viviente en donde Jesús se constituirá Rey
plenamente.
818. Sí, Rey auténtico de cada respiro, de cada paso, de cada
pensamiento, de cada palabra, de cada acción, de cada decisión, etcétera.
El don del Reino de la Divina Voluntad lleva a que Jesús llegue al máximo
reinado en nuestras vidas; y lleva a la criatura y a su Creador a la máxima
intimidad posible.
819. Y al reinar así en nosotros nos llenará de todos sus bienes
tratándonos como verdaderas reinas. Por eso Jesús nos dice a cada quien:
Es tanto mi deseo, mis ansias, mis suspiros ardientes por que el alma
viva en mi Querer, que le voy repitiendo al oído del corazón: „¡Ah!
conténtame, no me hagas más suspirar, si tú vives en mi Fiat cesará
para ti la noche, gozarás el pleno día, es más, cada acto hecho en Él
será un nuevo día, portador de nuevas gracias, de nuevo amor, y
alegrías inesperadas; todas las virtudes te festejarán, tendrán su puesto
de honor como tantas princesas que cortejarán a tu Jesús y a tu alma;
me formarás en ti mi trono de luz fulgidísima donde Yo reinaré como Rey
dominante, pues en ti he formado mi Reino y con toda libertad dominaré
todo tu ser, aun tu respiro; te cortejaré de todas mis obras, de mis
penas, de mis pasos, de mi amor, de mi misma fuerza, que te servirán
de defensa, de ayuda y de alimento; no hay cosa que no te daré si vives
en mi Voluntad! (Volumen 36, Mayo 27, 1938).
820. ¡Maravilloso! Haz realidad la siguiente venida de Jesús en ti, todo está
listo, basta que te dispongas.
Dios te bendiga
Fiat

Más información y libros en «El Reino de la Divina Voluntad»:


http://rartri3.wixsite.com/divina-voluntad

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