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Para que la escuela de Warisata sea productiva, con el fin de que se autoabastezca con la
producción agrícola y con los trabajos realizados en los talleres, no era una necesidad de
los indios, menos del Consejo o Parlamento de Amautas; más bien era una iniciativa
imperiosa de Elizardo Pérez. La escuela para los indios era un lugar para ir a aprender a
leer y escribir, y no así para especializarse en un oficio. Elizardo Pérez, para que los indios
cambien su percepción que tenía sobre la educación, tuvo que persuadirlos apelando a
ejemplos en el Consejo de Amautas, por eso el afirmaba los siguiente: “Los indios me
escuchaban con atención e interés. Comenzaron a modificar su criterio sobre la concepción
que tenían de la escuela, y lentamente empezaron a percibir la importancia del trabajo
consagrado como practica educacional; al cabo, se identificaron de tal modo con esta idea,
que ya no concebían escuela de otro género, y en más de una ocasión se permitieron
criticar a maestros que solo enseñaban a leer y escribir” (Ibíd.: 106). Definitivamente en
Warisata, después de convencer a los indios del lugar, lo más importante no era la
enseñanza de la lectura y escritura, sino la inculcación de un oficio manual.
Es más, otra de las acciones que hablan los fanáticos a la escuela de Warisata es la
inclusión de las autoridades y de los miembros de la comunidad en la construcción y en la
administración de la escuela. Esa inclusión no era gracias a la buena voluntad de Elizardo
Pérez, las circunstancias le obligaron a trabajar de manera mancomunada con ellos, porque
su gran obra estaba constantemente amenazada por los hacendados del lugar, necesitaba
mano de obra para construir y requería ayuda en la administración de la escuela con
internados; en consecuencia, los indios de Warisata eran utilizados para que protejan,
construyan y ayuden en la escuela. Además, él no quería seguramente que sus alumnos y
alumnas se escapen como había ocurrido con los estudiantes de extracción indigna de la
Escuela Normal para indios, fundada en Sopocachi en 1919. En tal sentido, era apremiante
incluir a los caciques Avelino Siñani y Eduardo Ramos, autoridades de la comunidad, para
que ellos garanticen mediante la persuasión y el control de la asistencia masiva de todas
sus bases para la construcción de la escuela y de sus hijos para el aprendizaje.
Por cuanto los afanes para modificar los comportamientos y las formas de vivir de los
niños y las niñas de Warisata fueron vanos, al respecto el director Ibáñez que trabajo más
de veinticinco años en esa institución educativa comento; “Pero luego vuelven a la casa
paterna y los absorbe la comunidad. Quedan en peores condiciones que sus padres, porque
aquellos, sin saber nada, viven sin sentir su miseria y su retraso; estos han aprendido a
vivir mejor pero no pueden hacerlo. Han aprendido nociones teóricas y prácticas, pero no
las pueden aplicar” (Ortiz, 1953: 71). Así ocurría no porque la enseñanza era
descontextualizada, sino que el entorno social volvía a reeducarlos e influía más que la
escuela en el comportamiento de los sujetos de la comunidad.
En consecuencia, otro elemento maximizado de Warisata fue el sistema nuclear que sirvió
para fundar escuelas, con algunos grados, en otras comunidades bajo la administración de
la escuela central.; sin embargo, esa modalidad “creo las condiciones que permitieron al
Estado establecer un control directo sobre los cientos de escuelas indígenas que habían
estado operando de manera casi completamente independiente antes de 1931” (Brienen,
2005:144). En ese ámbito, el estado mediante sus administradores en los núcleos por fin
podía imponer lo que se tenía que ensenar y controlar para que nadie se digne en
desmarcarse del currículo oficial.
Como planteamiento que más se exalta de Vygotsky es aquello de que “el sujeto puede
resolver problemas con la ayuda de los demás” (Barral, 2005: 93). Es obvio que algunos
problemas pueden ser resueltos de esa manera, pero esa ayuda a uno puede hacerlo muy
dependiente del otro, es decir incapaz para solucionar cualquier tipo de problema que uno
mismo va generado. Si se pretende que lo señalado por Vygotsky es una referencia para a
educación boliviana, las futuras generaciones podrían ser demasiado dependientes, y el
estado por lógica lo sería también.
Otro que se toma en los fundamentos psicopedagógicos es a brasileño Paulo Freire, que
según su pedagogía liberadora y critica permitiría a los “estudiantes a cuestionar y desafiar
la dominación, creencias y prácticas que la generan”. Como si esta actitud de los
estudiantes pudiera depender con exclusividad a palabras de Freire; además, los que
desean que los alumnos sean críticos, estando en el poder, no son capaces de cuestionar
algunas políticas erradas que se implementan desde el estado Plurinacional, y los que se
atreven son separados bajo el argumento de que son derechistas, neoliberales o que no
están con el “proceso de cambio”.
Paulo Freire en su libro “pedagogía del oprimido” habla tanto de liberación solo para
remitirse a lo personal o individual, así como se puede constatar en la siguiente frase: “Ahí
radica la gran tarea humanista e histórica de los oprimidos: liberarse a sí mismo y liberar a
los opresores” (Freire, 12985: 33). Ahora bien, ¿En qué consiste el liberarse a sí mismo
según el autor? Simplemente en desalojar al opresor que está en cada sujeto, no implica
hacer una revolución para cambiar el orden establecido, como desearía cualquier oprimido
consciente de su situación.
Por otra parte, no se debe pretender implementar una educación productiva bajo el pretexto
de que Warista, la escuela ayllu, era “…autosuficiente, tanto en términos de
abastecimiento de aliento como materiales de construcción y mobiliario” (Rojas,2011:53).
Claro que se autoabastecía porque el Estado republicano no le daba el presupuesto
necesario para la alimentación de los internos y para otros enseres que requería la escuela.
En la actualidad, con una educación productiva lo único que se va lograr es no respetar el
ciclo de vida del ser humano que es: nacer, crecer, producirse y morir. A los niños y
adolescentes no les corresponde todavía producir bienes materiales, ellos están en la etapa
de crecer y madurar. Asimismo, la formación del recurso humano en carreas técnicas en
quinto y sexto de secundaria, con el fin de que la educación sea productiva, ojalá se diera
también desde los colegios particulares, que solo hacen vista gorda.
De esa forma con la educación comunitaria se insiste que la educación es tarea de todos,
como si no hubiera sido así en las anteriores reformas educativas, solo que esa tarea era
para que los padres de familia coadyuven en el mantenimiento de la infraestructura y de
los mobiliarios. Ahora con la Ley de Educación Avelino Sinani-Elizardo Pérez, las madres
y los padres están obligados a participar en la planificación, control, seguimiento y
evaluación del proceso educativo, como si a los padres les sobrara el tiempo para cumplir
con esas obligaciones, cuando ni siquiera lo tienen para dedicarse a sus hijos, en los
espacios urbanos principalmente. Gracias al consumismo exacerbado que está sumida la
sociedad, el padre pasa a ser un buscador de bienes en vez de ser el educador de su hijo.
Las madres no están ajenas a esa situación, muchas de ellas por colaborar en la economía
familiar o por otras motivaciones están más tiempo en sus puestos laborales o en sus
negocios antes que con sus hijos. Y si alguna vez la madre o el padre asiste a regañadientes
a un trabajo o a una reunión convocada por la unidad educativa de sus hijos, es por no
pagar la multa a la junta escolar.
Con este tipo de educación lo que se pretende es tener mano de obra barata y en cantidad
que no será ocupada, porque las pocas fabricas e industrias que tiene el país no podrán
absorber a todos los bachilleres que culminan con una formación técnica. Ante esa realidad
inevitable lo único que les quedara a los adolescentes, por más que tenga una formación
técnica, es crear sus propias fuentes de trabajo o, finalmente, engrosar al comercio
informal para vender todo lo que no produce el país. Decir que el Estado garantiza la
incorporación de los jóvenes en el sistema productivo de acuerdo a su capacidad y
formación es demagogia.
4. Descolonización educativa
Si bien en la ley 070 no hay una claridad sobre lo que es la descolonización, deduciendo se
puede decir que es la incorporación de los saberes, conocimientos y cosmovisiones de las
naciones indígena originarios en el currículo del Sistema educativo Plurinacional. Sin
embargo, esa incorporación solo queda a nivel teórico; de ahí que “la educación en cuanto
a la descolonización, si solo afirma lo negado, tendera a reducir todo a la transmisión de
información de cada una de las culturas. En nombre de la descolonización si realmente se
requiere que lo indígena sea parte de la política, economía y cultura, debe ser practicado
con acciones que vayan en contra de los principios coloniales, porque no es suficiente
recuperar, teorizar, afirmar o discursar al respecto.
Bibliografía
- Barral Zegarra, Rolando (2005) Critica al constructivismo: la dialéctica en psicología y
educación. La Paz: Ayni Ruway.
- Freire, pasulo (1976) Pedasgogia del oprimido. México: Siglo veintiuno.
- Huanacuni Mamani, Fernando (2010) Vivir Bien/Buen vivir. Filosofía, Políticas,
estrategias y experiencias regionales. La Paz: convenio Andrés bello.
- Ortiz, Alicia (1953) Amanecer en Olivia. Argentina: hemisferio.
- Pérez, Elizardo (1979) Warisata: la escuela Ayllu en Antología pedagogía de Bolivia.
Enciclopedia Boliviana. La Paz: Los amigos del libro. La paz: Burillo.
- Patzi Paco, Félix (2010) tercer Sistema. Modelo comunal: Propuesta alternativa para
salir del capitalismo y del socialismo. La paz: s/d
- Samanamud Avila, Jiovanny (2011) Interculturalidad, educación y descolonización.
En: interculturalidad y educación superior. La paz: Ministerio de educación.