restaurantes

Hoja Santa y 8 Lounge

Cosa más grande!

Por: Carlos Kolster
Fotos: Javier Gutiérrez
Como una extensión natural de la propuesta culinaria
desarrollada en Tupé de la Cuadra Gastronomía, abrió
en el local contiguo el restaurante Hoja Santa con un
menú enmarcado en la tendencia Nuevo Latino creada
originalmente por Douglas Rodríguez en USA.

Para el desarrollo de esta nueva aventura gastronómica, el restaurador Leopoldo López ha con-
tado con la asesoría del chef Carlos Walter, cuya amplia experiencia en la cocina abarca
ocupaciones tan disímiles como el de Director Académico de escuelas de cocina, hasta la pro-
ducción de una comedia televisiva ambientada en el mundo de los restaurantes. Walter fue
sous chef de Rodríguez en el restaurante Ola Miami, donde aprendió directamente del padre del
Nuevo Latino las técnicas, la filosofía y las recetas detrás de esta tendencia que le ha permiti-
do a Douglas crear una gama de exitosos restaurantes en diversas ciudades de USA.

Lo Nuevo Latino es una propuesta gastronómica que busca fusionar una serie de platos de toda
Latinoamérica, tomando como base la cocina tradicional cubana. Al trasladar este concepto a
Hoja Santa, Carlos Walter ha querido ser lo más fiel a Rodríguez que se pueda, simplemente
adaptando las recetas a los ingredientes locales y encargándose de entrenar al chef Marcel Díaz
(egresado del CEGA), quien quedará al mando de los fogones, puesto que Walter sólo funge
como asesor. La idea es muy similar a la desarrollada por
Douglas Rodríguez en sus restaurantes, donde él
visita regularmente cada local para supervisar
al personal y cambiar los menús.

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 La historia de cómo Carlos Walter ha llegado a este punto es todo lo variada que cabe esperar de un chef de
cocina. Aprovechando una beca del Programa Galileo de Fundayacucho, fue el primer becado para estudiar
Ciencias y Artes Culinarias en el New England Culinary Institute hace 14 años y luego obtuvo su licenciatura
en el Instituto de Arte de Fort Lauderdale. Una vez culminado esta etapa de aprendizaje académico, regresa a
Venezuela y comienza a trabajar tras los fogones de varios restaurantes, para luego partir a Colombia a parti-
cipar como asesor en la apertura del Hotel de la Ville de la Cadena Valle Real de Cali. Desde entonces el joven
chef se deja seducir por las bondades de trabajar como asesor de proyectos culinarios antes que permanecer
fijo en una cocina.

De vuelta a Venezuela se dedica a asesorar a restaurantes pequeños que requerían mejorar su menú, entrenar
al personal y optimizar sus costos, coincidiendo esta etapa de su vida con la asesoría gastronómica al Grupo
Herrero de Panamá, que lo mantiene viajando a ese país de manera constante durante varios años. Como parte
de esta dinámica, Walter comienza en Venezuela a trabajar como chef asesor de Nestlé para el desarrollo de
productos y la elaboración de recetas promocionales, lo cual le abre las puertas para similares proyectos en el
mundo corporativo. Paralelamente participa como instructor y director de varias de las escuelas de cocina de
Caracas, dando clases, elaborando el pensum y creando los textos de apoyo para los estudiantes. En ese
momento es contratado como chef privado de una empresa con sede en Miami Beach y una vez en esta ciu-
dad se hace buen amigo de Douglas Rodríguez y se le presenta la oportunidad de trabajar en Ola Miami. Esta
experiencia resulta reveladora para el chef venezolano, quien hasta ese momento no había inscrito su cocina
en ninguna tendencia particular, y a partir de ese momento decide dedicarse de cuerpo y alma al Nuevo Latino.

Le contacta entonces su actual socio, para cuyo primo habia trabajado previamente en el restaurante El Trapo
en Valencia, con la propuesta de instalar una arepera en Nueva York. Luego de estudiar el mercado, esta idea
derivó en la instalación en Boston del Venezuelan Latin Cafe, un café de estilo Nuevo Latino con acento en una
cocina venezolana reintrepretada y adaptada al gusto de los bostonianos, que se prepara a abrir sus puertas
a finales de este año. Según Walter, la oferta de buena gastronomía latina en esta ciudad portuaria no es mucha
y existe un buen nicho de mercado que puede ser explotado por ellos. Con planes de luego extender el con-
cepto a otras ciudades a manera de sucursales, este proyecto supone la culminación de la etapa de asesoría
de Walter, quien ahora estará tras los fogones del Venezuelan Latin Café y únicamente brindará su apoyo a
Hoja Santa estableciendo visitas cada cuatro meses para efectuar cambios en el menú.

Volviendo a Hoja Santa, Walter ha complementado la creación del restaurante con la apertura de 8 Lounge, un
local tipo bar en el cual los comensales tanto de Hoja Santa como de Tupé, puedan relajarse antes de pasar
al comedor contando con un menú de tapas derivado de platos de la carta del Hoja Santa y de una variada
oferta de mojitos creados por el mismo Walter y el bartender José Garzón. Para ello han realizado una alianza
estratégica con Destilería Carúpano y Casa Oliveira, para emplear los destilados saborizados Silver y Black y
el Ron Oro Añejo de esta casa en la elaboración de los tragos.

El ambiente de 8 Lounge enfatiza el concepto de lo Nuevo Latino, con un estilo interior inspirado en La Habana,
luz tenue de matices rojos y banda sonora de éxitos cubanos de hace 50 años, mientras que algunos de los
tragos y las tapas que se ofrecen tienen un costo de ocho mil bolívares, lo que le da el nombre al local.
Adicionalmente 8 Lounge ofrece jazz latino en vivo de jueves a sábado y un brunch los domingos.

Hoja Santa / Ocho Lounge

La Cuadra Gastronomía, 6ta. transversal,
entre 3 y 4 avenida, Los Palos Grandes.
Tlf. 286.80.80 / www.hojasanta.com

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