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CIR. DEL URUGUAY, V. 52, No.

1: 24 - 73, ENERO/FEBRERO 1982

MESA REDONDA

Colangitis agudas sépticas


Coordinador: Dr_ Alberto Estefan
Ponentes: Dres. Homero Bagnulo, Luis Carriquiry, Dniel Cassinelli,
Jorge Pomi, Edgardo Torterolo y Celso Silva.

La Mesa Redonda define a las Colangitis Agudas (coledocostomía, anastomosis bili-digestiva, etc.).
Sépticas como una sepsis de origen colangítico. La colecistostomía aislada y la coledocostomía a
El 60% al 90% de las C.A.S. son secundarias a "ciegas" deben ser proscriptas.
litiasis biliar en alguna de sus formas. En nuestro En los enfermos de "alto riesgo" de desarrollar
medio el Quiste Hidático de hígado abierto y eva­ una C.A.S. es necesario adoptar medidas profilác­
cuado en vías biliares y el cáncer biliar le siguen en ticas. Ellas incluyen: 1) la antibioticoterapia profi­
orden decreciente de frecuencia. Estas tres etiologías láctica; 2) la adecuación de la oportunidad operato­
representan, en nuestra casuística, el 95% de los ria en enfermos portadores de una colangitis simple;
casos. 3) evitar toda maniobra que aumente la presión
Los gémenes infectantes provienen del intestino biliar.
y llegan a las vías biliares por la vía porto-hepática. Por último, se analizan las siguientes situaciones
La vía ascendente adquiere jerarquía en los enfer­ anatomo-clínicas que se consideran de interés:
mos con una anastomosis bili-digestiva. El 100% de 1) colangitis y abscesos hepáticos; 2) colangitis
los bilicultivos y el 50% de los hemocultivos son y maniobras instrumentales en las vas biliares:
positivos cuando se utilizan las técnicas adecuads. 3) colangitis y anastomosis bilio-digestivas; 4) colan­
Los gérmenes más frecuentemente aislados son: gitis e hipertensión portal.
E. Coli, Proteus, Klebsiella, Estreptocco fecalis.
En el 15% al 20% se demuestran asciaciones bac­ Palabras clave (Key words, Mots clés) MEDLARS:
terianas. En el 10% se aislan B. Fragilis. Cholangitis
La hipertensión biliar y la virulencia bacteriana
son los mecanismos fisiopatológicos que explican INTRODUCCION
el desencadenamiento de una C.A.S.
La sepsis de origen colangítico no tiene caracteres DEFINICION.
fisiopatológicos ni clínicos distintos de otras sepsis
que reconocen un foco extrabiliar y condicionada La O.M.S.(41) c'.efine a las colangitis como:
por gérmenes similares. Solo cabe resaltar como he­ "afección inflamatoria, aguda o crónica, de los
cho particular la mayor frecuencia de I.R.A. conductos biliares que puede afectar a los secto­
El diagnóstico de C.A.S. no siempre es sencillo. res extrahepáticos e intrahepáticos aisladamente
En el 30% de los casos la enfermedad no es recono­ o a ambos tramos sucesivamente". Así considera­
cida al ingreso. da�, las colangitis constituyen una entidad noso­
La Mesa Redonda entiende aue la ciruÍa de lógica extremadamente heterogénea cuyo único
emergencia como único gesto terapeútico es inacep­ elemento de enlace es un aspecto histopatológico
table por la elevadísima mortalidad que conlleva. poco preciso y, la mayoría de las veces, inespecí­
El orden de prioridades terapéuticas debe ser el fico: "la inflamación de los conductos biliares".
siguiente: 1) tratamiento de la sepsis; 2) tratamiento Aceptar este criterio significaría considerar como
de los desiquilibrios de los grandes sistemas fisiológi­ enfermedades semejantes a afecciones tan dispares
cos; 3) tratamiento de la obstrucción biliar. La gra­ en su etiopatogenia, clínica, tratamiento, y aún
vedad del cuadro clínico puede modificar la oportu­ pronóstico como las colangitis bacterianas y la
nidad operatoria pero no la cronología de los pasos colangitis esclerosante primaia; las dispasias biliares
terapéuticos señalados. y las conlangitis tóxicas (químics) o físicas; etc.
La táctica quirúrgica debe estar destinada a ase­
gurar una vía biliar sin obstáculos. Se considera obli­
gatoria la colangiolgrafía intraoperatoria que de­
1 -1
muestre la ausencia de obstáculos biliares por enci­ ,
ma del procedimiento de drenaje biliar efectuado
PARASITARIAS - 8
06ITIS - INMUNITARIA, ALERGICA o
Mesa Redonda de Cirugía General. XXXI Conreso
Uruguayo de Cirugía. Montevideo, 1980.
Profesor Adjunto de Clínica Quirúrica, Médico lntensi­
VIROSICAS --
/
t � HIPERSENSIBILIDAD

vista, Ex Asistente, Ex Profesor Adjunto y Profesores Adjun­ TOXICAS CQUIMICASl


GENETICAS F!SICAS
tos de CI ínica Quirúrgica, Profesor Director del Departa­ Cuadro l. Etiología de las colanitis según la definción de
rnento de Cirugía. Facultad de Medicina. Montevideo. la O.M.S. (4)
Dirección: José H. Figueira 2302. Montevideo (Dr. A Es por ello, que nosotros aceptamos la definición
Estefan). propuestas por Hess (136) que establece: "infección
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 25

bacteriana de las vfas biliares con exclusión de la un hallazgo clínico relativamente común la constata­
vesícula, que afecta en mayor o menor grado tanto ción de pus en la vía biliar principal de enfermos
las vfas biliares estrahepáticas como intrahepáticas; que no tienen manifestaciones infecciosas graves
siendo por lo tanto una colangitis y también una e incluso en pacientes totalmente asintomáticos.
colangiolitis". - La denominación de Colangitis Supurada
Clínicamente una colangitis es un síndrome com­ Obstructiva Aguda a la variedad de colangitis que
plejo (Síndrome Colangítico) caracterizado, en su cusa con shock séptico nos parece inadecuada. La
expresión completa o florida, por la asociación de presencia de pus no es constante. Por lo demás, la
un s(ndrome infeccioso de mayor o menor gravedad obstrucción aguda del hepatocolédoco, si bien pue­
a un síndrome de obstrucción biliar más o menos de existir y probablemente sea la causa más fre­
ostensible. El síndrome infeccioso es constante y cuente del desencadenamiento del cuadro clínico,
es el que define la enfermedad. El síndrome de obs­ no es persistente ni el único mecanismo patogénico
trucción biliar está presente en la inmensa mayoría incriminado.
de los casos. Pero debe saberse, que es posible asis­ -- La presencia de abscesos angiocolíticos de
tir a genuinas colangitis, aún de extrema gravedad, hígado no permite individualizar una forma particu­
en las cuales no es posible demostrar un factor obs­ lar de colangitis aguda. Los abscesos angiocolíticos
tructivo mecánico canalicular biliar. de hígado deben ser considerados como una compli­
En virtud de la impresición etiopatogénica y cación de las colangitis.
fisiopatológica que encierra el término "síndrome - La enorme mayoría de la denominadas "co­
coledociano", que tan frecuentemente es empleado langitis agudas asociadas a colecistitis aguda sin
para definir esta enfermedad, es que, a nuestro jui­ obstrucción de la vía biliar principal" son, en reali­
cio, debe ser sustituido por el de "síndrome colangí­ dad, sépsis de origen vesicular y no colangítico.
tico". De este modo se define con presición la afec­ - Las posibilidades evolutivas son múltiples y
ción en causa. casi nunca tan nítidamente distingibles como esta
El término colangitis utilizado por los autores clasificac·ón lo sugiere.
alemanes y anglosajones es sinónimo de angiocolitis
empleado por la escuela francesa. Como tales serán
empleados en el texto.
• COLANGITIS SIMPLE • SIND. OBSTRUCCION BILIAR+ SIND. INFECCIOSO

CLASIFICACION • COANGITIS SEPTICA • SINO, OBSTRUCCION BILIA- + SIND. SEPTICO

Múltiples han sido y son los criterios adoptados


para clasificar a las colangitis bacterianas: según su
etiología, según la o las bacterias actuantes, según • COLANGITIS SIMPLE ......... , .., ....., , ► COLANGITIS NO SUPURADA
el genio evolutivo, según criterios anatómicos y/o
patogénicos, etc. La mayoría de ellas solo poseen, ► COLANGITIS SUPURADA
acualmente, un interés histórico o meramente • COLANGITIS SEPTICA
informativo. (SEPSIS DE ORIGEN BILIAR) ► COLANGITIS SUPURADA
OBSTRUCTIVA AGUDA

l. ASOCIADA CON INFLAMACION AGUDA VESICULAR Cuadro 3. Clasificación propuesta de las colanitis bacteri�­
SIN OBSTRUCCION DE LA V.B.P. nas agudas y su correlacion con la de ROGERS y LONG IRE.
Por nuestra parte, y como ya ha sido expuesto
2. NO SUPURADA. (100) preferimos clasificar a las colangitis según la
magnitud del síndrome infeccioso (Cuadro 3).
Adoptamos este criterio porque. lo que define con
3. SUPURADA. claridad clínica a las distintas formas de colangitis
agudas es justamente la gravedad del síndrome infec­
4. SUPURADA OBSTRUCTIVA AGUDA. cioso en causa. La presencia de shock, IRA, trastor­
nos del sensorio, etc., no son más que elmentos
5, SUPURADA CON .\BCESOS INTRAHEPATICDS del síndrome séptico (repercusiones multisistémicas
Cuadro 2. Clasificación de las colangitls blcterianas agudas
de la sépsis) que no permiten, per se, definir una for­
según ROGERS (247) y LONGMIRE (186¡. ma particular de colangitis aguda.
ROGERS en 1903 (247), propuso una clasifica­ En el Cuadro 3 se muestra que la Colangitis Sim­
ción de las colangitis que fue modificada por LONG­ ple coresponde a la Colangitis No Supurada y la Co­
MIRE en 1972 (186) (Cuadro 2) que es, actualmen­ langitis Séptica a la Colangitis Supurada y Colangitis
te, la más aceptada y difundida. Supurada Obstru:tiva Aguda de la clasificación de
Esta clasificación, a nuestro criterio, no es ade­ ROGERS y LONGMIRE.
cuada porque: En suma: las colangitis sépticas deben ser consi­
-- No existe, en la práctica clínica, un paralelismo deradas como una sépsis de origen colangítico.
estricto entre la constatación de pus en la vía biliar
y la gravedad de la colangitis. En efecto, es posible DELIMITACION DEL TEMA
asistir a genuinas colangitis llamadas "supuradas" en
las cuales la exploración operatoria y/o autópsica Así consideradas, las colangitis sépticas constitu­
no demuestra pus en la vía biliar. Inversamente, es yen un grupo homogéneo que justifican un encare
26 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

clínico y terapéutico individual. CUISTICA


Como en toda sepsis serán analizados: el foco
séptico, que es siempre colangítico, y las repercusio­ Hemos reunido 38 casos de C.A.S. provenientes
nes multisistémicas de la sepsis. Cada uno de estos de diversos centros asistenciales (Hospital de Clíni­
puntos será considerado desde el punto de vista cas, Hospital Central de las FF AA., Casa de Galicia,
etiológico fisiopatológico, anatomo-patológico y Hospital Maciel. Corresponden al período 1970-
terapéutico. 1979.
En los últimos años han habido progresos noto­ SEXO. Once (29%) corresponden al sexo mascu­
rios sobre todo en la concepción fisiopatológica y lino y 27 (71%) al sexo femenino, incidencia muy
en el diagnóstico de las C.A.S .. Sin embargo, aún similar a la descrita para la enfermedad litiásica en
quedan puntos fundamentales a resolver, como son general.
la secuencia terapéutica y la oportunidad operatoria. EDAD. La distribución en grupos etarios puede
apreciarse en la Tabla 1 . El paciente más joven
tenía 21 años y el más añoso 87, con una edad
ANTECEDENTES HISTORICOS promedio de 58 años. Destacamos la alta incidencia
de la enfermedad en mayores de 70 años, lo que
coincide con la elevada frecuencia de bilicultivos
J,M, CjARCOT-1877 positivos en pacientes biliares de este grupo etario.
D
W, OSLER-1890
Por ello, es importante destacar la importancia de
una cirugía biliar precoz y en condiciones de elec­
ción en pacientes añosos, como medio eficaz de

D
L. ROYER-1905
prevenir la aparición inopinada de episodios colan­
gíticos graves de muy mal pronóstico.

D
B. VARELA FUENTES-1935
No. %

J, CAROLI -1938
D
B.M, REYNOLDS v
20-50 años
50-70 años
13
12
34
32
más de 70 años 13 34
E,L, DARGAN-1959
Tabla l. C.A.S. Incidencia por edad.

No. %
ANDREASSEN Y COLS,-1961
M,A,
R,J, FLEMMA Y COLS,-1967
T, HUANG Y COLS,-1969
LITIASIS BILIAR
W,P, LONGMIRE-1971
T, NAKAYAMA Y COLS,-1978 • Hepatocoledoco 27 71.0

s
E, SEIFERT-1978
• Intrahepática 3 7.8

Q.H. ABIERTO EN V.B. 3 7.8

CANCER BILIAR 3 7.8

.e SEPSIS DE ORIGEN COLANGITICO


ESTENOSIS DE A.E.O.

P APILITIS ESTE OSANTE


1

1
2.6

2.6
Cuadro 4. Historia. Aportes más importantes sobre las C.A.S.
Tabla 2. C.A.S. Etiología de la obstrucción biliar.
Los principales aportes at tema estan rerenaos
en el Cuadro 4. ETIOLOGIA
En nuestro medio se han ocupado de esta entidad
nosológica: VARELA FUENTES y col s. (296, 297, La Tahla 2 nos evidencia la etiología de nuestros
298, 299, 300), GARY y cols. (118, 119, 120); 38 casos. 3e confirma la preeminencia de la enfer­
VALLS v cols. (293, 295), SILVA y cols. (275), medad litiásica como causa principal en todas las
TORTEROLO Y lv�EDINA (291), ESTEFAN Y series. Hemos considerado en especial la localización
SILVA (100), CORREA y cols. (70, 71, 74), BA­ intrahepática de los cálculos pues puede ser causa
GATTINI y cols. (17). de colangitis persistente o aún recurrente en vías
COLANGITIS AGUDAS SEPT!CAS 27

biliares drenadas distalmente a ellos, lo que subraya de definición de las C.A.S. Las altas incidencias de
la importancia de estudios colangiográficos comple­ nuestra serie no son otra cosa que la consecuencia
tos del árbol biliar. La presencia de colangitis de nuestra selección exigente, concordante con lo
secundarias a la apertura y evacuación en vías bilia­ que sucede en las series de HINCHEY y COUPER
res de un quiste hidático hepático es sin duda (138) y de BISMUTH (33). En cambio resulta
original dentro del contexto mundial, reflejando la claro que en las estadísticas más extensas de SAHA­
incidencia de la enfermedad hidática en nuestro RIA y CAMERON (253) (78 casos) y de BOEY y
país. La incidencia del cáncer biliar como causante WAR (39) (99 casos) el criterio de selección de pa­
de colangitis (cerca de un 10%) coincide con la cientes ha sido mas laxo, seguramente incluyendo
encontrada en algunas estadísticas americanas. Si episodios colangíticos breves, frecuentemente vincu­
bien es más frecuente encontrar una colangitis lados a estenosis de anastomosis biliodigestivas,
asociada a la obstrucción incompleta de la vía presentes como principal etiología en 36 de los 99
biliar, no es excepcional su asociación a una obs­ observaciones de BOEY (39) y rápidamente mejo­
trucción completa y no es raro en esta circunstancia rados muchas veces con tratamiento médico.
el papel favorecedor de los exámenes invasivos sobre
la vía biliar. Llama finalmente la atención la escasa
incidencia de colangitis secundarias a estenosis PARACLINICA
beningnas de la vía biliar, que aparecen en estadísti­
cas extranjeras como la segunda causa de frecuencia Consideraremos fundamentalmente los hallazgos
de C.A.S. en el estudio funcional hepático y los elementos de
infección sistémica.
Dentro del primero importan fundamentalmente
CLINICA el nivel de las bilirrubinas sanguíneas (Tabla 5) y de
las fosfatasas alcalinas (Tabla 6).
La Tabla 3 nos muestra la frecuencia de los prin­
cipales síntomas y signos, incluyendo las principales
complicaciones características del cuadro.
TASA DE BILIRRUBINAS No. %

HALLAZGOS CLINICOS No. %


O -1 mg. 1 4
l · 2 mg. 3 11
FIEBRE 37 97 2. 3 mg. 4 15
ICTERICIA 35 92 más de 3 mg. 19 70
DOLOR 32 84
Tabla 5. C.A.S. Tasa de bilirrubinas séricas (31 observaciones)
I.R.A. 31 81
SHOCK 19 50
ALTER. MENTALES 18 47 TASA DE FOSFATASAS
ALCALINAS No. %
Tabla 3. C.A.S. Frecuencia de hallazgos clínico..

Como vemos, la clásica tríada de Charcot: dolor,


ictericia y fiebre, se encuentra presente en la inmen­ NORMAL 4 17
sa mayoría de los casos. Coincide con lo apreciable AUMENTADAS 20 83
en estadísticas extranjeras.
Las variaciones en la presencia de shock, de Tabla 6. C.A.S. Tasa de fosfatasas alcalinas (24 obser­
insuficiencia renal aguda y de alteraciones mentales vaciones)
se explican. en cambio, por los diferentes criterios Con respecto a los elementos de infección sisté­
mica, nos limitaremos simplemente a la leucocitosis
ALTER.
(Tabla 7).
AUTOR DOLOR ICTERICIA FIEBRE SHOCK IRA
MENTALES

LEUCOCITOSIS No. %
HINCHEY (138) 83 % 100% 78 %
SAIK (256) 100 % 91 % 94 % 42 %
WELCH (307) 90 % 65 % 85 % 35 % 25 %
100 % 100 % 100 % 43 % 100 % 71 %
BISMUTH (33)
SAHARIA (253) 80 % 79 % 65 % 8%
O -5000 2 6
BOEY (39) 70 % 93 % 78 % 16 % 16 % 5000 -10.000 6 19
más de 10.000 23 75
Tabla 4. C.A.S. Frecuencia de hallazgos clínicos (Revisión
de casuísticas). Tabla 7. C.A.S. Nivel de leucocitosis (31 observaciones)
28 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

Como vemos, la inmensa mayoría presentan leu­ ta posible de los cálculos, aunque no siempre se
cocitosis altas, que pueden llegar incluso a las cifras contó con colangiografía intraoperatoria seguida de:
propias de la reacción leucemoide (60 o 50 000). La drenaje externo con tubo de Kehr en 21 casos,
leucopenia, cuando existe, es un signo de pronóstico papilotomía transduodenal en 1 caso, coledocoduo­
ominoso, como destaca HINCHE (138) y como se denostomía en 1 caso.
confirmara en 2 de nuestras observaciones. En los pacientes con vesícula biliar (habían 6 pre­
Desgraciadamente no podemos aportar elementos viamente colecistectomizados) se realizó: colecistec­
estadísticos con respecto al cultivo bacteriológico tomía en 6 casos, colecistostomía en 10 casos y en
de la bilis y sobre todo al hemocultivo, pues los 2 de ellos, sutura de fístula colecistoduodenal.
casos en que consta su realización en la historia
clínica son muy pocos y en la mayor parte de ellos - En las litiasis intrahepáticas:
la recolección no se realizó siguiendo técnicas ade­ Una pudo ser resuelta por simple coledocosto­
cuadas para aerobios y anaerobios. Sin embargo en
las estadísticas más recientes, la incidencia del bili­ mía con evacuación de cálculos y coledocostomía
cultivo positivo es prácticamente del 100% mientras con tubo de Kehr. Las otras 2 requirieron una hepa­
que la positividad global del hemocultivo alcanza a ticotomía, con evacuación de cálculos y hepático­
un 40-50% (39, 69,121,256). yeyunostomía laterolateral con asa defuncionalizada.

ANTECEDENTES CLINICOS ·- En la papilitis estenosante:


En el único caso se realizó solo la derivación ex­
La frecuencia de antecedentes clínicos que apun­ terna con tubo de Kehr.
tan a una patología biliar es llamativa. El 85% de
nuestros pacientes narraban antecedentes de dispep­ - En el Quiste Hidático abierto y evacuado en
sia de tipo biliar y/o de francos cólicos hepáticos. vías biliares:
El 29 % habían presentado episodios de ictericia y el
35% habían sido operados por patología de sus vías En las 3 observaciones se realizó la evacuación
biliares. Esta elevada incidencia de operaciones bilia­ del quiste, con drenaje externo y la coledocotomía
res previas, que coincide con el 33.8% de SAIK con evacuación le restos hidáticos y coledocosto­
(256) probablemente favorezca la colonización bac­ mía,asociados a colecistectomía.
teriana de la vía biliar.
- En el cáncer biliar
Se realizó en dos circunstancias la simple intuba­
TRATAMIENTO ción transtumoral:
• en una con tubo de Kehr, que fue seguida (era
Nos ha sido prácticamente imposible compilar un cáncer en virola del coledoco supraduodenal) por
datqs valederos sobre el tratamiento médico efectua­ una resección coledociana y hepaticoyeyunostomía
do. En todos los casos se realizó rehidratación por terminolateral con asa defuncionalizada.
vfa intravenosa y antibioticoterapia, aunque los anti­ • en el otro con tubo transhepático.
bióticos elegidos y las dosis han variado en forma En una tercera se realizó de entrada la hepatico­
muy marcada de acuerdo al médico tratante y a la yeyunostomía laterolateral con asa defuncionaliza­
época del caso. Tampoco podemos ofrecer cifras da.
confiables con respecto al recurso de la diálisis
renal.
De los 38 casos, 3 fallecieron a las pocas horas MORTALIDAD
sin haber recibido tratamiento efectivo: en 2 de
ellos el diagnóstico de colangitis fue necrópsico. La mortalidad global fue del 50% (19/38).
Dado lo escaso del número no nos fue posible
En 2 observaciones, el tratamiento médico obtener conclusiones estadísticamente serias sobre
exclusivo fue exitoso: una en una portadora de una la mayor parte de los elementos de valor pronósti­
estenosis biliodigestiva estenosada y otro a una co.
litiasis coledociana, que se rehusó ulteriormente a Ello resulta especialmente claro en lo que respec­
operarse. ta a la etiología (por la escasa frecuencia de etiolo­
Los restantes 33 casos fueron operados, en la gías no Jitiásicas) y al tratamiento realizado (por la
inmensa mayoría dentro de las 48-72 hs. del ingre­ flta de datos sobre el tratamiento médico y la varia­
so al centro asistencial. bilidad de las tácticas quirúrgicas empleadas).
Só!.o en uno operado en el interior e r alizó La edad en cambio revela una influencia presu­
de entra.da una colecistostomía, que como ha os­ mible: los 19 pacientes menores de 60 años presen­
tenido SAIK (257) es a menudo insuficiente peli­ taron una mortalidad del 31 %, netamente inferior
grosa como drenaje externo del colédoco. El pacien­ a la del 86% registrada en un mismo número de
te debió ser reoperado, realizándose coledocoto­ pacientes mayores de 60 años.
mía, evacuación de cálculos y drenaje extemo, con La magnitud de la ictericia carece de valor pro­
buen resultado. nóstico: la mortalidad fue similar en los grupos
En los restantes 32 casos, �e realizó abordaje con bilirrubinas inferiores a 3 mgr. (50%) y supe­
directo de la vfa biliar principal, variando la táctica riores a esa cifra (57%).
seguida de acuerdo a los hallazgos operatorios: Contrariamente a otras estadísticas, el hallazgo
de abscesos hepáticos múltiples no fue un signo
- En las litiasis coledocianas: fiel de pronóstico ominoso: de los 9 pacientes que
Se realizó de norma la evacuación lo más comple- los presentaron, fallecieron 5 (55%) cifra similar
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 29

al promedio general aunque el número total es hepática, predomina en determinados medios,cons­


evidentemente demasiado escaso como para sacar tituyendo una patología regional característica.


conclusiones.
1 BILIS LITOGENl(A -

ETIOLOGIA

L
UTIASISVESICULAR
lÜÜPACIENTES

La Tabla 8 muestra todas las posibilidades etioló­


gicas de las colangitis y los porcentajes señalados
son la síntesis del análisis de estadísticas de diversos
autores (2, 26, 28, 33,39,68, 70,86,89,100,102,

.
119, 124, 128, 131, 134, 138, 140, 177, 180,186,
209,214,245,253,256,263,290,291,303).
De las estadísticas revisadas y de nuestra casuísti­
ca surge una conclusión fundamental: que el 60%
al 90% de todas las colangitis agudas sépticas obede­
cen a alguna forma de litiasis biliar.
Cuadro 5. Frecuencia de las C.A.S. secundaria a litiasis b iliar.

ETIOGIA El Cuadro 5 señala la incidencia global de las


C.A.S. en el total de los pacientes litiásicos: de 100
litiásicos 15 evolucionan hacia la litiasis coledociana,
7 asintomáticos y 8 sintomáticos. De estos 15 pa­
* LITISIS (%) cientes sólo 2 llegan a la C .A.S.,o sea,el 2% del to­
tal de enfermos litiásicos. Esto muestra el bajo índi­
* T)ffi (1%) ce de C.A.S. referidos al total de pacientes litiásicos.
Pero la alta frecuencia de la litiasis biliar en nuestro
* ESNiIS OSTOE\TOR!S (5%) medio y en otros similares, así como la alta morbi­
mortalidad de las C .A.S., es lo que justifica su inte­
rés.
* PASITSIS (Q,H, A,E, EN VS,BS,) (5%)
* JIOB S INSTRETt.lES (5%) Litiasis coledociana
Es la etiología más frecuente de C.A.S. Habi­
* MISES .(15%) tualmente se desarrolla en un paciente con larga
historia biliar, con antecedentes de episodios de
- ODDITIS colangitis agudas previas, que ingresa por un síndro­
me colang{tico completo o frusto. (42,52, 119, 134,
- PANCREATITIS 232).
Cuando esta litiasis debuta como una C.A.S, o
- COMPESINES EXTRINSEAS sea, sin antecedentes previos de sufrimiento biliar,
situación infrecuente, surgen problemas de difícil
- ANAST, BILIO-DIGESTIVAS resolución diagnóstica que serán analizados más
adelante.
- .LFOR, CN GEN ITAS
Litiasis intrahepática
- PRIMITIVAS
Es frecuente en el sudeste asiático donde se en­
- OTRAS cuentra vinculada al ciclo del Clonorquis Sinensis,
cuyos huevos son el núcleo de precipitación de los
Tabla 8. C.A.S. Etiología (Rev�ión de casuísticas). cálculos en las vía biliares intrahepáticas.
Sin embargo,no pueden olvidarse otras etiologías Los cálculos pueden también migrar del hepático­
como las estenosis iatrogénicas del hepatocolédoco, colédoco a la vía biliar intrahepática, hecho que
el cáncer biliar y, en nuestro país, el Quiste Hidático puede pasar inadvertido. Es así que recientemente
abierto v evacuado en vías biliares. fueron comunicado por PRADERI y cols. (235)
Analizaremos brevemente cada una de esas posi­ 2 casos de C.A.S. por litiasis intrahepática inadver­
bles etiologías. tida.
Litiasis residual
LITIASIS BILIAR Aproximadamente un 0.5�1 al 5% de pacientes
colecistectomizados por litiasis quedan con una litia­
Todas las farmas de litiasis pueden evolucionar sis residual. De ellos algunos llegarán a la C.A.S. Son
a una C.A.S. Habitualmente hay en estos pacientes diversos y conocidos los factores que llevan a la
una cargada historia biliar, con o sin intevenciones litiasis residual inadvertida, por lo que no se recuer­
previas sobre su vía biliar. Queremos resaltar este dan aquí. Por lo demás la litiasis residual puede
hecho, ya que excepcionalmente una enfermedad constituir una patología secuelar del tratamiento
litiásica biliar debuta como una sepsis colangítica. quirúrgico de una C.A.S. en curso cuando se drena
Alguna de estas formas de litiasis, como la intra- la vía biliar pof encima de la obstrucción litiásica.
30 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

Litiasis vesicular aislada extrahepática, pueden presentar en su evolución


Excepcionalmente un cálculo enclavado en el episodios de colangitis aguda vinculadas o no a
bacinete en el curso de una colecistopatía obstruc­ litiasis biliar asociada. En nuestro medio DAVIDE:­
tiva aguda, junto al componente inflamatorio peri­ KO y cols. (81) presentaron recientemente el primer
vesicular, llegan a comprimir la vía biliar principal caso de la literatura nacional de enfermedad de
y condicionar una C.A .S. En estos casos es patogé­ Caroli, con múltiples empujes de infección biliar
nicamente discutible si la sepsis es de origen colan­ a lo largo de su evolución.
Las implantaciones anómalas del colédoco con
gítico o vesicular. ausencia del mecanismo esfinteriano que facilita
el reflujo digestivo al árbol biliar, pueden ser excep­
TUMORES BILIARES cionales causas de colangitis aguda (19).
La atresia de las vfas biliares extra o intrahepáti­
Los cánceres biliares raramente se presentan cas pueden ocasionalmente presentarse bajo forma
como una colangitis. El que más se ha vinculado a de una colangitis aguda.
episodios de infección biliar es el de ampolla de
Vater.
Pero el tema cáncer biliar y colangitis está inex­ COMPRESIONES EXTRINSECAS
cusablemente ligado a la evolución más o menos
alejada de la cirugía radical o paliativa del cáncer La compresión extrínseca de la VB extrahepáti­
biliar. Está vinculado, en otras palabras, a la efec­ ca por procesos perihiliares benignos o malignos,
tividad de la derivación bilio-digestiva o del cali­ son etiologías raramente consideradas. (133, 134,
brado transtumoral efectuado (98, 223, 231). 310) Las adenopatías tuberculosaS o inflamatorias
Los tumores biliares, benignos o malignos, inPspecíficas, las úlceras duodenales exteriorizadas
pueden debutar como una Colangitis A guda Simple en vía biliar, y las linfopatías tumorales, las adenopa­
(9, 28, 121, 136, 180). Sin embargo es infrecuente tías secundarias por cáncer biliar o extra biliar y los
que lo hagan bajo forma de una Colangitis Aguda tumores de vecindad, pueden, originar en su evolu­
Séptica. ción una infección biliar.
En los cánceres biliares resecados o simplemen­
te derivados la recidiva tumoral o la progresión del
cáncer pueden comprometer la anastomosis bilio­ ESTENOSIS POSTOPERATORIAS
digestiva o la convergencia de los hepáticos. Así se
crean las condiciones fisiopatológicas para el desen­ Las estenosis postoperatorias Juego de cirugía
cadenamiento de una C.A.S. (6, 97 ,98,101,223, biliar o gástrica es una eventualidad frecuente en la
231, 239). etiopatogenia de las C.A.S. En general son pacientes
con empujes reiterados de colangitis, con uno o más
PARASITOSIS intentos previos de reparación quirúrgica, cuya solu­
ción definitiva es el amplio avenamiento biliar.
De las parasitosis fundamentalmente importa, en
nuestro medio, el Quiste Hidático abierto y evacuado
en vías biliares. ANASTOMOSIS BILIO-DIGESTIVAS
No debemos olvidar, además, a la distomatosis y a
la ascaridiosis como causas posible de colangitis Pueden considerarse dos situaciones: anastomosis
(179). bilio-digestivas espontáneas o fístulas bilio-digestivas
En todas las zonas de. endemia hidática, el Quiste y anastomosis bilio-digestivas quirúrgicas.
Hidático abierto y evacuado en biliares es causa Las fístulas bilio-digestivas pueden verse en dos
frecuente de colangitis aguda . Existen ormas de situaciones: por migración de cálculos al tubo diges­
presentación clínica a evolución solapada y fría, tivo o por exteriorización neoplásica. El ileo biliar,
pero el mayor número de ellas lo hacen bajo forma habitualmente por migración litiásica a través de una
de una colangitis aguda. No insistimos sobre esto, fístula colecisto-duodPnal, puede determinar cuando
ya que es un tema vastamente conocido y tratado el cístico está permeable el reflujo del contenido di­
en nuestro pats. Solamente recordamos las colan­ gestivo a hipertensión por la oclusión intestinal con­
gitis vinculadas a Quiste Hidáticos hepáticos ya comitante en la vía biliar principal y generar una
drenados. Obsérvese que no hablamos de sepsis por C.A.S. Esta situación fue considerada por MEROLA
cavidad hidática residual mal drenada, sino de co­ (205)
langitis aguda por migración hidática a partir de una Las anastomosis bilio-digestivas quirúrgicas serán
cavidad residual. específicamente tratadas por lo que no insistiremos.
Una revisión de la casuística del Hospital de Clí­
nicas de distomatosis hepática muestra que no es la
colangitis aguda su forma dr presentación más MANIOBRAS INSTRUMENTALES
corriente, aunque ello es posible.
La ascaridiosis y la angiocolitis de Oriente pue­ El auge actual de procedimientos invasivos de la
den sn origen de infPcciones biliares graves. Son en­ VB, diagnósticos o terapéuticos, son nuevas etiolo­
fermedades biliares de otras latitudes y no serán g{as de C.A.S. El abordaje no quirúrgico de la vfa
consideradas. biliar puede hacerse a través de 4 caminos: transyu­
gular, traspapilar, transhepática y a través de un dre­
MALFORMACIONES CONGENITAS naje biliar previo, pero felizmente son poco frecu'n­
tes las colangitis agudas por estas maniobras instru­
Las dilataciones quísticas de la vía biliar intra y mentales. Globalmente los porcentajes de infección
COLANGITIS AGJDAS SEPTICAS 31

biliar no sobrepasan el 3,pero a veces son de evolu­ raleza. En muestras tomadas de la vesícula de pa­
ción grave. cientes que se operan a causa de enfermedades bilia­
res, se encuentra una tasa promedio de positividad
del bilicultivo del 30%, como se puede apreciar en
COL GITIS PRIMITIVAS las series expuestas en la Tabla 9.
Las colangitis primitivas son aquellas en las cuales
no puede demostrarse un obstáculo biliar. Son muy
discutidas, sobre todo cuando coexiste una enfer­
medad biliar asciada. Recientemente DELBENE % DE BILICULTIVOS
y cols. (84) han presentado una genuina C.A.S. AUTOR' POSITIVOS
primitiva en un enfermo con una coledoco-duode­
nostom ía no estenosada.

MISCELANEAS
DYE (93) 38
Hay otras causas que no consideramos: odditis, ARTIGAS (13) 33.8
colangitis esclerosantes, cuerpos extraños (coágulos,
trozos tumorales que caen a la luz de la v1a biliar, WATTS (306) 33.3
hilos, puntas de drenajes biiiares, vidrios). Su inci­ CHETLIN (60) 33
dencia en la etiopatogenia de las C.A.S. es escasa
y constituyen una miscelánea solamente a recordar. KEIGHLEY (155} 31.5
La C.A.S. en el curso de una pancreatitits aguda, KUNE (168) 30
constituye una entidad anátomo-elínica distinta
y extremadamente grave. SAPALA (259) 25
En resumen, desde el punto de vista etiológico Tabla 9. Positividad global del bilicultivo en pacientes ope­
hay que recalcar que el enorme porcentaje de casos rados de las vías biliares
de Colangitis Agudas Sépticas esta vinculado a la litiá­
sis, y que generalmente ocurre en pacientes con Una Esta tasa representa un promedio muy grosero
cargada historia biliar previa. El Quiste Hidático de la totalidad de la patología biliar, pero estudios
abierto y evacuado en vías biliares es, en nuestro recientes, fundamentalmente de las dos últimas
medio, la segunda etiología en orden decreciente décadas, permiten hoy día profundizar en el tema y
de frecuencia al igual que el cáncer biliar. Estas tres discriminar, ya con una experiencia bastan te amplia,
etiologías representan, en nuestra casuística, el 95% la existencia de parámetros que se asocian en forma
de los casos. significativa con una tasa mucho más alta de posi­
tividad del bilicultivo.
Los parámetros, cuya significación clínica es
FISIOP ATOLOGIA GENERAL DE LAS indudable, son los siguientes:
COLANGITIS La edad

BACTERIOLOGIA DE LA BILIS
En ausencia de patología hepatobiliar, hoy en % DE BILIGULTIVOS
día casi no se discute que la bilis humana es habi­ AUTOR POSITIVOS
tualmente estéril. Los recirntes estudios realizados
con todas las garantías de la bacteriología moderna,
por KUNE (167, 168) y por CSEDNES y cols. (80) CHETLIN (60) 72
coinciden en afirmar la esterilidad del bilicultivo
efectuado en tomas recogidas en vesículas sanas en ARTIGAS (13) 66
el curso de operacionrs por otras causas. Las esca­ PYRTEK (238) 64
sa tasa de positividad (9%) que se observa en estu­
dios a;1teriores, como el de EDLUND (94), debe KEICHLEY (155) 53
atribuirse, sin duda, a la presencia de bacteriobilia Tabla 10. Positividad del bilicultivo en operados biliares ma­
secundaria a la vehiculización portal de gérmenes yores de 70 años.
procedrntes de afecciones intestinales (ver más No se discute la incidencia creciente de coloniza­
abajo) y, sobre todo, a la existencia de contamina­ ción bacteriana de la bilis con el aumento de la edad
ción dP las muestras, lo que parece confirmado por del paciente. La Tabla 10 nos evidencia a las claras
la existencia de cultivos de estafilococos no patóge­ que en pacientes mayores de 70 años se encurntran
nos. bacterias en la bilis con una frecuencia doble del
Se acepta sí, la presencia "normal" en un 10% de promedio global de los pacientes. Es probable que
los pacientes sin patología hepatobiliar, de una flora en rilo incida la mayor incidencia en los grupos
hepática, desarrollada a punto de partida de cultivos rtarios avanzados de litiasis de la vfa biliar principal
del parénquima, en la que predominan francamente y de operaciones biliares prrvias, pero aún compa­
los anaerobios. rando grupos similares desde el punto de vista de la
Esta situación se altera en forma singificativa en patología biliar en juego se mantiene una diferencia
presencia de patología biliar, cualquiera sea su natu- bastante neta. Así WATTS y cols. (306), encuentran
32 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

en pacientes con patología de la vía biliar principal, doble y el triple del promedio, como pede apreciar­
una tasa de positividad del bilicultivo del 20% cuan­ se en la Tabla 12. Ello vale para muestras tanto
do reúnen a los de 10-39 años, del 28% para el gru­ tomadas de la propia v1·a biliar principal como de
po de 40-59 años y del 68% para los mayores de 60 la vesícula, siendo de destacar que siempre los gér­
años. menes encontrados son los mismos, aún cuando
exista obstrucción crónica del cístico (94).
La patología vesicular aguda
La existencia de ictericia obstuctiva

% DE BILICULTIVOS
% DE BILICULTIVOS
AUTOR POSITIVOS
AUTOR POSITIVOS
KUNE (168) 76
LARMI (170) 70 SIVORI (278) 75
KEIGHLEY (155) 66
SAPALA (259) 70 CHETLIN (60) 65
SIVORI (278) 66 DINEEN (88) 50
CHETLIN (60) Tabla 13. Positividad del bilicultivo en ictericias obstructivas.
60
Considerados globalmente los pacientes coi icte­
EDLUND (94) 53 ricia obstructiva extrahepática, cualquiera sea su
KEIGHLEY (155) 53 origen, tienen una frecuencia de bacteriobilia que
llega al doble del promedio (Tabla 13). Es probable
ARTIGAS (13) 50 que en ello incida el alto porcentaje de obstrucciones
de causa litiásica, pero a la vez no cabe duda de que
Tabla ll. Positívidad del bilicultivo en las colecistitis agudas. el éstsis biliar originado por la obstrucción significa
La bilis recogida en· vesículas portadoras de cole­ un factor favorecedor de la pululación bacteriana.
cistitis agudas evidencia una tasa de positividad bac­ Es significativo el hallazgo al respecto de WATTS
teriológica igualmente doble a la del promedio (306): en pacientes con litiasis coledociana, encuen­
global de enfermos biliares, como permite apreciarlo tra una tasa de positividad del bilicultivo del 50%
la Tabla 11. Es significativo además el hallazgo del cuando no existe obstrucción de la vía biliar r-rinci­
reciente estudio de JARVINEN (148), quien anali­ pal y del 68% cuando existe dicha obstrucción. A su
za esa tasa de positividad según los días de evolu­ vez SIVORI y cols. (278), encuentran tasas de posi­
ción de la colecistitis aguda y encuentra una tasa tividad del bilicultivo del 71.4% en los pacientes
máxima en el primer día del 63% que descienden en con fosfatasa alcalina elevada, con o sin ictericia.
días- sucesivos, hasta llegar a un 31% a los 10 días
de evolución con tratamiento médico. Ello se La existencia de operaciones biliares previas
refleja además en las tasas de infección de la herida
operatoria: cuando opera en los tres primeros días, % DE BILICULTIVOS
encuentra en 171 casos un 5 % de infecciones de la AUTOR POSITIVOS
herida operatoria, mientras que cuando opera del
décimo día (187 casos), esa frecuencia baja al ANDERSON (8) 82
0.5%. KEIGHLEY (155) 81.5
MADDOCKS (190) 80
La existencia de litasis de la vía biliar principal !:e��/4·
Positividad del bilicultivo en operados biliares
La existencia de operaciones biliares previas,
cualquiera sea su naturaleza. lleva a una incidencia
% DE BILICULTIVOS francamente aumentada de bilicultivos positivos
AUTOR (Tabla 14). Este porcentaje llega incluso al 100% en
POSITIVOS el caso de anastomosis bilio-digestivas (146) situa­
ción en la que, aún con el uso de asas intestinales
defuncionalizadas, la presencia de bacterias en la
EDLUN (94) 90 bilis debe considerase como un hecho normal.
SIVORI (278) 88 La presencia de drenajes en la vía biliar principal
KEIGHLEY (155) 86
% DE BILICULTIVOS
DYE (93) 75 AUTOR POSITIVOS
ARTIGAS (13) 60
SILE (274) 90
KUNE (168) 59 PITT (225) 88
WATTS (306) 56 KEIGHLEY (155) 80
ARTIGAS (13) 65
Tabla 12. Positividad del bilicultivo en litiasis de la vía Tabla 15. Positividad del bilicultivo en portadores de tubo
biliar principal. de Kehr (4to. a 5to. día).
La existencia de litiasis de la vía biliar principal Los drenaJes colocados en la v{a biliar principal
determina una frecuencia de bacteriobilia entre el y que la comunican con el exterior constituyen
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 33

otro factor fundamental de colonización bacteriana - porto-hepato-biliar


de la bilis. La presencia de un simple tubo de Kehr
se asocia a un franco aumento de la positividad de La va endoluminal ascendente
los bilicultivos, como puede apreciarse en la Tabla EDLUND (94) ha propuesto que los gérmenes
15. Es obvio que en esta alta incidencia interviene entéricos pasarían a la vía biliar siguiendo un curso
la frecuente existencia de litisis de la vía biliar ascendente a nivel de la comunicación bilioduodenl
principal y/o ictericia cuando se coloca un tubo de papilar, probablemente favorecidos por la mayor
Kehr. Pero la experiencia de SILEN (274) demues­ colonización bacteriana duodenal en los litiásicos
tra claramente la influencia propia del drenaje: en dado la frecuente aclorhidria o hipoclorhidria que
95 pacientes en que se recurre a un Kehr, 55 tienen acmµpaña a dicha enfermedad.
cultivo intraoperatorio estéril, pero a los 5 días en Sin embargo, las evidencias clínicas y experimen­
42 se obtiene un bilicultivo positivo. tales militan en contra de esta hipótesis.
Si en lugar de un Kehr, nos referimos a los tubos
transhepáticos, dicha tasa de positividad sube a un Clínicamente, KUNE (167) destaca que:
100%, tanto para PIT y cols (225) como para • la flora duodenal es en general poco importante
JACKMAN (146) que recogen las importantes series aún en presencia de hipoclorhidria, y prácticamente
de intubaciones transhepáticas de CAMERON y de nula en pacientes con clorhidria normal, lo que no
R. SMITH. Es probable, sin embargo, que en esta es excepcional en litiásicos.
incidencia acrecida de positividad incida la casi cons­ • el flujo biliar descendente desempeña una fun­
tante anastomosis bilio digestiva que se asocia a los ción de barrido que se opondría a esta colonización
tubos transhepáticos. ascendente.
Si pasamos desde le punto de vista cuantitativo • no existe habitualmente reflujo dudeno-biliar
al cualitativo, la composición de la flora bacteriana a través de la comunicación papilar.
biliar en muy diversas estadísticas revela una simi­
litud marcada. Al mismo tiempo en sus trabajos de experimenta­
TURNIDGE (306), utilizando las cifras prome­ ción animal, el mismo autor (167), encuentra solo
diales de diez estudios en los que se emplearon téc­ un caso de aislamiento de Escherichia Coli en la bilis
nicas adecuadas para aerobios y anaerobios, estima luego de inyección en la luz intestinal del cobayo,
que un 85 % de la flora biliar está constituida por caso que puede ser explicado por el pasaje a través
gérmenes aerobios y un 15% por anaerobios. Entre del árbol portal.
los primeros, existe un neto predominio de los ba­ Esta vía sin embargo adquiriría jerarquía muy
cilos Gram negativos del grupo de las Enterobac­ importante en el caso de comunicaciones extra­
terias (sobre todo Escherichia Coli, seguido de Kleb­ anatómicas entre el árbol biliar y el tubo digestivo,
sella, y algo menos Enterobacter y Proteus) pero la como lo son las fístulas biliodigestivas espontáneas
incidencia de cocos gran positivos, especialmente del y sobre todo ls anastomosis bilidigestivas, situa­
Enterococo o Streptoccocus faeclis, se acerca a un ción en la que hemos visto que la contaminación
15%. Entre los segundos, encontramos sobre todo bacteriana biliar es altamente frecuente.
Clostridios y secundariamente, Bacteroides de la La vía linfática
familia Fragilis, cuya incidencia parece aumentar en
forma neta en los casos de anastomosis bilio-digesti­ Propuesta por GRAHAM (186), esta vía permiti­
va reflejando su alta concentración en la flora intes­ ría la llegada de gérmenes a través de los linfáticos
tinal (93). intestinales y sus comunicaciones con los linfáticos
Es importante destacar que esta flora biliar está biliares.
compuesta casi exclusivamente por gérmenes pro. Coincidimos con la totalidad de los autores ac­
píos de la flora entérica, pero igualmente se debe tuales en rechazarla en forma categórica. Los linfá­
señalar que presenta algunas diferencias significati­ ticos biliares iene una corriente descendente hacia
vas con esta misma flora entérica en cuanto a con­ el confluente retropancreático y no existen vías
centraciones bacterianas de las distintas especies. linfátics que lleven la linfa del intestino a la vía
La incidencia aumentada de los Entercocos y la ra­ biliar. Los estudios experimentles de DINEEN (88)
reza relativa de los Bacteroides parecen ser las más inyectado tinta china en los linfáticos subserosos del
importantes al respecto. intestino y de KUNE (167) haciendo lo mismo con
Escherichia Coli han demostrado a las claras que en
VIAS DE LLEGADA DE LOS GERMENES A LA ningún caso se pudo recoger el colorante o la cepa
VIA BILIAR bacteriana en la bilis.
La vía porto-hepato-biliar
Los microorganismos aislados de los bilicultivos
demuestrn que los gérmenes de la flora biliar pro­ Según esta hipótesis los gérmenes llegrían desde
vienen del intestino. Es excepcional la colonización la luz intestinal al hígado a través de la sangre portal
biliar a punto de partida de un foco distante con y del hígado serían excretados a la vía biliar.
vehiculización por vía hematógena arterial. Esta vía sería la única que explica satisfactoria­
Ls vías de llegada de los gérmenes intestinales mente la colonización bacteriana por encima de
al árbol biliar continúan siendo discutidas, pese a la estenosis importantes u obstrucciones totales de la
existencia de importantes trabajos experimentales vía biliar principal.
al respecto. Por otra parte hacia ella apuntan inequívocamen­
Se han propuesto tres vías principales de tránsito: te los más importantes trabajos experimentales.
DINEEN (88) obseva que la mayor incidencia de
endoluminal ascendente colonizacion bacteriana biliar se obtiene mediante
- linfática la vía ?e inyección intraesplénica, lo que en cambio
34 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

no se obtiene con una vía de inyección en el lóbulo tática contra muchos gérmenes y seguramente bac­
de la oreja, lo que demostraría 12 importancia de la tericida contra los cocos gram positivos encapsula­
vía portal y no de la vía hematógena sistémica. dos, (neumococos). Esta efectividad antibacteriana
KUNE y cols. (168), repitiendo experimentos seme­ se ve disminuída en forma sensible por la acción
jantes prácticamente duplican los mismos resultados. inmovilizadora y aglutinante de los neutrófilos que
Se le podría objetar que la sangre portal esta poseen aún pequeñas concentraciones de sales
normalmente desprovista de bacterias, como lo ha biliares, como ha demostrado AHRENHOLTZ y
demostrado ORLOFF y cols. (219), pero al mismo cols. (3) aún para concentraciones del 1 % de tau­
tiempo se ha demostrado igualmente que en algunas rocolato, deoxicolato o glicocolato.
circunstancias, como las enfermedades inflamatorias
del intestino (219), o la cirugía del tubo digestivo PATOGENIA DE LA INFECCION DE LAS VIAS
(261), se han demostrado bacteriemias portales y no BILIARES
faltan quienes las postulan aún frente a los aumen­
tos de presión intraluminal en el curso de la defeca­ La infección biliar o colangitis se producirá pues
ción. por la concurrencia de dos hechos (Cuadro 6):
En síntesis, nos inclinamos francamente a plan­ o L LEGADA DE LOS GERMENES INTESTINALES A
tear una va entero-porto-hepato-biliar de conta­
LAS VIAS BILIARES.
minación bacteriana, sin dejar de reconocer la inci­ +
dencia de la vía ascendente endoluminal en los casos O ESTASIS BILIAR
de fístulas o anastomosis biliodigestivs.
A su vez, SCOTT y KAHN (269) han jerarquiza­

''
• DISMINUCION DE BARRIDO DEL FLUJO BILIAR
do el papel de la vesícula y fundamentalmente de la • DISMINUCION DE LLEGADA DE BILIS AL INTESTINO
vesícula enferma como resevorio de gérmenes, des­
tacando en general el mayor número de cultivos • MENOR ABSORCION DE GRASAS
positivos en la bilis vesicular que en la coledociana,
sí como la similitud de los gérmene,s aislados en • MAYOR PROLIFERACION BACTERIANA
ambas en todos los casos, aún cuando exista obs­ t
• MAYOR VEHICULIZACION DE BACTERIAS EN
trucción crónica del cístico.
SANGRE PORTAL.
Medios de defensa biliar contra la infección Cuadro 6. Patogenia de la infección de las vías biliares.
La llegada de gérmenes a la vía biliar no signi­
fica necesariamente infección biliar. El sistema -La llegada de gérmenes de la flora entérica por
biliar cuenta con medios de defensa limitados, las vías antedichas y tal como ha sido analizada
pero aún de cierta efectividad, contra la contami­ más arriba.
nación bacteriana capaces, en muchas circunstan­
cias, de impedir que esta progrese a la infección -La existencia de éstasis biliar que
propiamente dicha. El principal de estos medios - por un lado, disminuye la función de barrido
de defensa es sin duda alguna el propio flujo de la o clearance del flujo biliar sin obstáculos, facili­
bilis, que es excretada por el hígado normal en tando la pululación bacteriana
cantidad de 2,50 a 1500 ce/día a una presión de - por el otro, al disminuir la llegada de bilis al
secreción de 27 .5 cm. de H20. Dado que la presión intestino, origina una menor absorción de las
de reposo del Oddi impide el flujo continuo y de­ grasas en el delgado, una mayor proliferación
termina el pasaJe a la vesícula, serán fundamental­ bacteriana en el ileon (y probablemente en el
mente las contracciones vesiculares las que ejer­ yeyuno) ante la mayor riqueza del medio de cul­
cerán una función de barrido eliminando de la vía tivo luminal y consecuentemente y previsible­
biliar las bacterias llegadas por vía portal (13). La mente, un mayor aflujo de bacterias al hígado
importancia de esta función de barrido en la defen­ por vía portal.
sa contra la infección nos la destaca a contrariu sen­ Queda así explicada sumariamente la fisiopatolo­
su el importante papel favorecedor de la infección gía de la infección biliar o colangitis común, la que
biliar que desempeña el éstasis biliar, a consecuencia acompaña en la inmensa mayoría de los _casos a la
de obstrucciones toales o parciales de la vía biliar litiasis coledociana o a la estenosis benignas de la vía
principal. Clínicamente es bien conocido la asocia­ biliar.
ción de infección con los cuadros de obstrucción
coledociana. Ya hemos expuesto más arriba la PATOGENIA DE LA INFECCION
mayor tasa de positividad del bilicultivo que han BILIAR GRAVE (C.A.S.)
sido encontrados en los portadores de litiasis cole­
dociana con obstrucción y/o con ictericia. A ello Para que esa colangitis banal se transforme en
se pueden agregar los resultados experimentales una colangitis séptica es necesaria la incidencia de
de DINEEN(88) y de KUNE (168) en los trabajos factores agraventes, capaces de determinar que el
ya citados, que encuentran un porcentaje sensi­ foco infeccioso biliar origine bacteriemias repetidas
blemente aumentado de bacterias en la bilis, cuando hasta determinar una auténtica sepsis a punto de
la inyectan en el bazo con el coledoco ligado que partida colangítica como hemos definido a las
cuando lo hacen con el colédoco sin ligar. colangitis sépticas.
Como factores accesorios de defensa mensionare­ El factor agravante fundamental sería la hiper­
mos: tensión biliar aguda, producida por la obstrucción
• la integridad del revestimiento mucoso del ár­ en el tracto de salida biliar originada en cálculos
bol biliar como en todo el tubo digestivo o en tumores y no rara vez en maniobras instru­
• la acción antibacteriana de la bilis, bacterios- mentales agregadas.
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 35

Este aumento de la presión biliar determina coledocoscopía, en todo diferentes de la congestión


un auténtico reflujo colangio-venoso, inicialmente y edema propios de la colangitis comunes. Por otro
demostrado por MIXER y cols. (208) realizando lado, tanto los procedimientos instrumentales como
colangiografías con Thorotrast, y notando al aumen­ las mismas maniobras operatorias endoluminales pue­
tar la presión de inyección la rápida aparición del den originar dichas soluciones de continuidad que
contraste en los riñones. Dado que el Thorotrast podrían concurrir a explicar los relativamente fre­
es un preparado coloidal insoluble, la absorción cuente empujes severos de colangitis que se ven tras
a nivel de la mucosa del árbol biliar podía descartar­ ellas.
se, y sólo persistía como hipotesis posible la rotura
de los canalículos biliares intrahepáticos a conse­ FIS)OPATOLOGIA DE LA SEPSIS DE
cuencia de la presión aumentada. NORMANN (216)
confirmó estos mismos hallazgos uilizando contras­ ORIGEN COLANGITICO
te con fluoresceína para realizar las colangiografías
y hallando al aumentar la presión fluorescencia cor­ DEFINICIONES y FRECUENCIA
nea!.
La relación entre la magnitud del reflujo colan­ Consideramos sepsis a un cuadro clínico grave,
giovenoso, incluso de bacterias y la presión biliar de estirpe infecciosa, con un foco a punto de partida
fue demostrada conclusivamente por JACOBSON del cual se diseminan en el organismo gérmenes o
y col. (147) y en especial por HUANG, BAAS y sus productos tóxicos, provocando alteraciones clíni­
WILLIAMS (143). Estos autores (Figura 1) inyec­ camente evidentes, "repercusiones", en los sistemas
tando suspensiones bacterianas en la vía biliar prin­ fisiológicos mayores. (74)
cipal a presiones variables, y recogiendo en forma La presencia de hemocultivos positivos da la
simultánea para estudio bacteriológico la linfa del confirmación del cuadro, sepsis confirmada, si bien
canal torácico y sangre venosa, comprueban que la negatividad de los mismos no excluye el diagnósti­
no existe pasaje de bacterias al torrente circulatorio co.
a presiones biliares inferiores a 200 mm de agua, Por lo tanto, el cuadro clínico de sepsis se apoya
pero que a presiones entre 200 y 250 mm algu­ en tres pilares: el foco, el síndrome infeccioso y las
nas bacterias ya pasan a la linfa y que a presiones su­ repercusiones sistémicas. Entendemos por tales a
periores a 250 mm H 20, aparecen en la san1,e, en las alteraciones parenquimatosas indirects, sin colo­
concentraciones crecientes con el aumento de la nización bacteriana, cuyo mecanismo de acción no
presión biliar. está suficientemente explicitado, y que compromete
a los sistemas fisiológicos mayores: pulmón, riñón,
"
1 \
n
encéfalo, crasis, etc. (71).
105 J PRESION BILIAR mm H2 O
---- CANAL TORACICO
A : \ El síndrome infoccioso está dado por fiebre,

-- --- - -i- -- - ¡- \,)


•······· VENA SUPRAHEPATIC. /\ ----f---�.. 350 mantenida o en picos reiterados, leucocitosis, hiper­
104
1
/ \
\
'
1
tensión o hipotensión transitoria, taquicardia, polip­
Nº DE \
------1----- ',J
I \ / 30
PRESIQN
nea, hipoperfusión distal y alteración sensorial.
BACTERIAS l QJ / \
I De acuerdo al foco, es que pdemos esbozr una
POR 250
SUE RO clasificación de la sepsis, que es de valor pronóstico
102 y terapeútico. (70, 76) Tendremos así sepsis de ori­
20 gen abdominal, de origen gineco-obstétrico, urológi­
I
,.,,__ cas, post-traumátics, secundarias a celulitis o fasci­
,/ \' .· ¡
10
tis, iatrogénicas, (aquellas que son secundarias a la
º i._ 7' \__j_
\ .,
. infección de procedimientos de reanimación) y
I

médicas.
HORAS
Las sepsis ori�nadas en procesos abdominales,
son en forma practicamente constante, secundr:ias
ig. 1-Relación de Presión biliar y bacterias en suprahepáticas
a patología quirúrgica. Forman el grupo individual
Se discute aún la vía exacta del reflujo colan­ mayor de los pacientes sépticos que ingresan a tera­
giovenoso. EDLUND (94) postuló la existencia pia intensiva. (42%)(70). Dentro de ellas hay dos
de comunicaciones directas colangiovenosas, nor­ grandes gupos:
malmente cerradas pero abiertas con el aumento de a) La sepsis de origen pen·toneal: el foco es una
presión. HAMPTON (132) en cambio ha sostenido peritonis, ya sea localizada (abscesos) o generalizada;
en base a estudios con microscopio electrónico, que son producidas por apendicitis, patología colónica,
tales comunicaciones no existen y que el pasaje infarto intestino mesenterico, perforaciones gastro­
del material reluído se realizaría a través de los duodenales, etc.
propios hepatocítos cuya polaridad funcional se b) Sepsis de origen biliar: en ellas el foco puede
alteraría con el distinto gradiente tensional. Final­ estar a nivel de la vesícula (colescistitis gangrenosa
mente ROUILLER (250) ha sostenido la existen­ sobre todo), o más frecuentemente a nivel de la
cia de comunicaciones fundamentalmente colan­ vía biliar principal_ Entendemos por tanto, sepsis
giolinfáticos7 según las cuales la llegada a la sangre de origen biliar al cuadro clínico grave, de estirpe
sería un fenomeno secundario. infecciosa, con foco de origen a nivel de la vía biliar,
Pero ese pasaje pdría realizarse también a través desde donde por diseminación bacteriana o de sus
una segunda va: las soluciones de continuidad en el productos, se generan repercusiones en los sistemas
revestimiento mucoso de la vía biliar. SCHEIN (262) fisiológicos mayores.
ha destacado la frecuencia con que se encuentran Estas son secundarias, ya sea a un foco vesicular
ulceraciones mucosas auténticas en la vía biliar de o hepático-coledociano. El cuadro séptico grave con
los portadores de colangitis graves estudiadas con alteraciones parenquimatosas, a distancia, con ori-
36 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

gen a nivel de la vía biliar principal es lo que enten­ la claudicación func\onal que determinan (Tabla 16).
demos por Colangitis Aguda Séptica. Son alejadas del foco y requieren de una terapéutica
Con mucha menor frecuencia las sepsis quirúrgi­ de apoyo al parenquima en falla (74).
cas abdominales pueden tener otra etilogía: pancrea­ Cabe destacar, que un mismo parenquima puede
titis aguda infectada, celulitis de pared abdominal, verse afectado por los dos mecanismos en forma
etc. simúlanea o sucesiva. Caso del pulmón, que puede
La sepsis de origen biliar son aproximadamente presentar TEP séptico en un paciente que ya estaba
el 10% de las sepsis que ingresan a medicina inten­ siendo ratado por Pulmón Húmedo (situación ésta
siva (10% de los pacientes sépticos ingresados al relativamente frecuente en las sepsis obstétricas).
C.T.I. del Hospital de Clínicas en 5 años) (76). La única forma de diagnosticar con certeza esta
Ya que los pacientes sépticos son entre el 8 y el 12% situación es por su estudio anatomopatológico.
de los ingresos a terapia intensiva en nuestro medio, A nivel del parenquima hepático, en la sepsis
de ello se deduce que la sepsis de origen biliar cons­ de origen colangítico es factible que ocurra una
tituye el 1% de los ingresos en un C.T.I. polivalente asociación similar; o sea, que el parénquima esté
de nuestro medio. Esta cifra aumenta francamente agredido por un doble mecanismo: por extensión
si tomamos en cuenta centros de orientación quirúr­ supurada, lo que explica los abscesos hepáticos que
gica. desarrollan los pacientes, y además, como repercu -
Dentro de las sepsis biliares la enorme mayoría sión sistémica "hígado de sepsis ", reacción inespe­
está formada por C.A.S.: (9 de las 10 ya citadas; 20 cífica del hígado al agravio séptico (Tabla 17)
de 22 sepsis biliares ingresadas a la U.C.I. del Hospi­ Analizaremos a continuación en forma suscinta,
tal Italiano). O sea que, de las sepsis de origen biliar la agresión séptica a los diferentes parenquimas,
el 90% está constituido por C.A.S. y sólo el 10% haciendo hincapié en algunas peculariedades que
son secundarias al foco vesicular. presentan las sepsis de origen biliar en este aspecto.

MECANISMOS DE LA AGRESION SEPTICA No. MORTALIDAD %


20 11 55
A punto de partida de su foco, en nuestro caso Tabla 16. C.A.S. Mortalidad.
el colangítico, la sepsis agrede el organismo de dos
formas diferentes: SISTEMA No. %
Por extensión supuada; o sea, por colonización
bacteriana directa de visceras, peritoneo, otras sero­ D.C. 9
sas, y vasos. Esta puede ser por contiguidad, com­ RENAL 20 100
prendiendo así estructuras que le son cercanos al O.A.11
foco o, luego de comprometer un vaso habitual­ PULMON 15 75
mente venoso y producir tromboflebitis séptica, HEMODINAMIA 11 55
diseminarse a distancia, dando origen a una siembra NEUROLOGICO 7 35
distante cuya forma habitual es el TEP séptico. (129) CRASIS 7 35
Tabla 1 7. C.A.S. Incidencia de las repercusiones sistémicas
Este último cuadro no lo hemos apreciado en el cur­ de la sepsis.
so de la sepsis de origen biliar. Afectación pulmonar
Por el contrario, es muy común en ellas la dise­
minación por contiguidad. apreciándose entonces El compromiso pulmonar en la sepsis de origen
abscesos hepáticos, subfrénicos, subhepáticos, y biliar no difiere de otros focos. No hemos visto en
peritonis de origen biliar, que son situaciones clíni­ ella colonización a distancia (TEPS). En el 75% de
cas de diseminación por contiguidad del foco biliar. los casos (Tabla 17) presentan Pulmón Húmedo
Como luego veremos, la sola diseminación por o Trastrono Respiratorio Agudo del Adulto, enten­
contiguidad no permite el diagnóstico de sepsis; esta diendo por tal una alteración parenquimatosa pul­
situación consideramos que corresponde solamente monar generalizada, que compromete alvéolo, capi­
a una extensión supurada del foco (foco extendido). lar, e intersticio, de curso agudo, que ocurre en un
El diagnóstico de sepsis requiere la extensión a aparato respiratorio previamente sano, y se instala
distancia o la preencia de repercusiones sistémicas. a continuación del cuadro séptico (75, 103, 110,
La extensión supurada se caracteriza por desa­ 302).
rrollarse en forma solapada, progresar lentamente Se trata de un edema pulmonar lesiona!, vincula­
y generar menor claudicación funcional por lo me­ do a un aumento de la permeabilidad capilar. La
nos de inicio (74). inundación alveolar determina un shunt intrapulmo­
nar e hipoxemia que no responde a la oxígenotera­
Las repercusiones sistémicas de la sepsis pia.(63)
El colapso bronquioloalveolar determina una
Son una entidad de conocimiento relativamente reducción de la capacidad residual funcional y dis­
reciente y la patogenia no totalmente aclarada. Al minución de la complacencia que caracterizan fun­
parecer, toxinas bacterianas perse o por ac_t!vación cionalmente la situación.
de factores circulantes, general una alterac1on fun­ Clínicamente el. paciente presenta una polipnea
cional a nivel de diferentes parenquinas (75). Son que no mejora con la oxigenación y que progresa
alteraciones indirectas, sin colonización bacteriana, con el cuadro. Al inicio no se acompaña de signolo­
y se acompañan de repercusión funcional severa gía pulmonar, pero posteriormente aparecen esterto­
e inmediata (insuiciencia respiratoria, renal, circu­ res húmedos, al inicio basales, subcrepitantes, bilate­
latoria, etc.). rales, pero que pueden ser asimétricos. Pueden haber
Se caracterizan por su aparición ruidosa y rápida estertores secos en forma ocasional.
progresión, acompañadas de elevadas mortalidad por La radiología de tórax es orientadora y s� carac-
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 37

teriza por disminución de transparencia de los cam­ termedia entre el shock séptico y la hiperdinamia ya
pos, opacidades "en manguito" perivasculares y pe­ descripa. En este caso, el paciente presenta hipoten­
ribronquiales, imágenes rectículonodulares, con nó­ sión relativa, con relleno capilar aceptable y gasto
dulos de diferente tamaños, irregulares, poco defi­ cardíaco todavía mantenido. Pueden aparecer algu­
nidos, que pueden confluir en etapas avanzadas. nas áreas con perfusión algo disminuida y sudora­
Gasometricamente el pattern es de shunt: hipo­ ción. Si en esta etapa no se toman medidas terapéu­
xemia evolutiva que no responde a la oxigenoterapia, ticas adecuadas (reposición, inotrópicos, drenaje del
e hipocapnia. A medida que el cuadro progresa hay foco) el paciente progresa en forma más o menos
tendencia a la normocapnia e inclusive hipercapnia. rápida de acuerdo a su situación previa, hacia etapas
Cuando este cuadro se instala en un paciente en ms avanzadas.
el que ya tenemos el diagnóstico de sepsis no se pre­ El shock hiperdinámico o "caliente" está dado
sentan dudas. Pero en oportunidades puede ser ne­ por hipotensión arterial, hipoperfusión periférica,
cesario diferenciarlo del TEP, de la aspiración masi­ sobre todo acral, que contrasta con el tronco y la
va de contenido gástrico e inclusive de una neumo­ cara que estan todavía vasodilatados; piel cálida
nitis viral extensiva. pero ya con relleno capilar lento y variable de una
El compromiso pulmonar ensombrece el pronós­ zona a otra. Puede estar comenzando a deprimirse
tico del paciente séptico y dificulta su manejo; im­ psíquicamente y habitualmente esta oligúrico. El
plica una terapéutica de por sí agresora, como es la gasto cardíaco se halla todavía elevado, lo que jus­
ayuda respiratoria mecánica. tifica la presencia de pulso saltón y visible.. Sin
embargo, en realidad se halla disminuido para los
Alteraciones hemodinámicas de la sepsis requerimientos metabólicos del paciente y para la
El ingreso de bacterias o de sus derivados al to­ perfusión de un lecho vascular expandido. Pero si
rrente sanguíneo determinan manifestaciones hemo­ el paciente persiste en este estado sin adaptarse
dinámicas que componen el cuadro clínico de sepsis. las medidas necesarias, se pasará rápidamente a una
La endotoxina bacteriana por sí o por unión con situación de mayor gravedad que es el shock hipo­
otros sistemas (serotonina, bradicinas, calicreína) dinámico o "fro". En estos casos el gasto cardíaco
provoca una alteración vasomotora tanto a nivel está francamente disminuido, el paciente está
sistémico como pulmonar. hipotenso, con pulso fino e imperceptble, ligoanúri­
También hay afectación miocárdica. Pero como co o anúrico, marcadamente frío, vasocontraído, su­
además la volemia está disminuída vemos que están doroso, y obnubilado (73,237).
alterados todos los componentes del balance hemo­ A esta última situación puede llegarse por tres
dinámico. vías: a) por agotamiento hemodinámico de un
a) A nivel miocárdico. Pueden existir arritmias paciente que se hallaba en las etapas previas de shock
tanto ventriculares como supraventriculares, como "caliente"; b) al inicio del cuadro séptico, en un
manifestación del compromiso del miocardio espe­ paciente habitualmente añoso, que no tiene reseva
cífico. Algunos autores plantean incluso que la arrit­ funcional miocárdica, y no puede responder con au­
mia es una de las repercusiones sistémicas más pre­ mento del gasto cardíaco a ls demandas generadas
coces del séptico (163). por la situación; c) ya sea en el inicio o en la evolu­
La situación cardiovascular previa del paciente ción de una sepsis, si el foco determino pérdids im­
es facilitadora, así como la liberación de catecola­ portantes o un tercer espacio, lo que llevó a una
minas provocadas por el cuadro séptico. Pero, ade­ situación de hipovolemia, y por tanto, la falta de
más, a nivel del miocardio inespecífico, la endotoxe­ adecuado volúmen deermina una disminución del
mia provocaría un efecto depresor ya sea en forma gasto cardíaco.
directa o por liberación del tan discutido "factor El 54% de una serie de 100 pacientes sépticos
miocardio depresor". El aumento del trabajo cardía­ presentó shock en algunas de sus formas; porcen­
co que requiere el séptico pone de manifiesto a taje similar observamos en las C.A.S. (76).
veces precozmente, el toque miocárdico. Se aprecian e) A nivel de la circulación pulmonar. La acción
anatomopatológicamente una infiltración mononu­ de la endotexemia determina dos hechos: por un
clear acompañada de edema interfibrilar. lado, aumento de la permeabilidad capilar, lo cual si
b) A nivel e la circulación sistémica. De inicio bien esta presente a nivel sistémico, es a éste nivel
el septico presenta una situación de hiperdinamia, donde toma mayor trscendencia, generándose
caracterizada por hipertensión sistólica, con diastó­ edema pulmonar lesiona! que está en la base del
lica descendida. Por anto: pulso saltón, erectismo Pulmón Húmedo. Por otro lado, provoca una hiper­
ca-díaco y latidos visibles: todo lo cual está determi­ tensión pulmonar arterial vinculada a aumentos
nado por vsodilatación periférica vinculada a dismi­ de ls resistencias vasculares pulmonares, por lo
nución de las resistencias vsculares periférics. Ello menos en una primera etapa. La causa de la misma
determina como respuesta un aumento del gasto car­ no se conoce con precisión, pero diferentes autores
díaco que explica los hallzgos descriptos. Por la va­ le otorgan valor pronóstico, ya que afectaría la fun­
sodialtación es que en esta etapa se halla bien per­ ción ventricular derecha, agravando la situación del
fundido, con piel cálida y bien coloreada, y rápido paciente. (75).
relleno capilar. La diuresis esta consevada y el pa­ d) En cuanto a la hipovolemia que se presenta
ciente lúcido. Las toxinas, actuando en forma direc­ en el séptico, esta puede ser real o relativa. Es real
ta o por sus prductos intermediarios, provocrían cuando el paciene pesentó una hemorraia eviden­
vasodilatación universal y el organismo aumenta el te, pérdidas acentuadas por la hipersudoración y la
gasto como mecanismo de compensación (35, 49, fiebre, o por constitucción de un tercer espacio
73,237). (peritonitis, ilio).
Luego de este estadío, puede presentarse un pe­ Pero a veces, sin haber preentado ninguna de
ríodo de inestabilidad hemodinámica, situación in- estas situaciones puede existir una hipovolemia rela-
38 ALBERTO ESTEF AN Y COL.

tiva vinculada a la vasodilatación con expansión pacientes no mostró elementos de valor orientadores,
del lecho vascular. La hipovolemia en estos pacien­ si bien sivió para descartar posibles abscesos.
tes se halla favorecida por la disminución del valor Los porcentajes de estos dos mecanismos de agre­
oncótico, lo que facilita la pérdida de agua al inters­ sión a nivel del encéfalo se distribuyen en forma
ticio. La hipoalbuminemia es un hecho prácticamen­ simila:
te constante en estos pacientes. Está vinculada a
pérdidas a nivel del foco y eventual disminución Alteraciones de la crsis sanguínea
de la producción, ya sea por afectación hepática o
por déficit nutricional(87) La resposición con solu­ Estas pueden manifestarse únicamente por el la­
ciones de bajo valor oncótico y el aumento de la boratorio o asociarse a síntomas clínicos. Su fre­
permeabilidad a nivel de la microcirculación agravan cuencia alcanza al 46% de los pacienes de nuestra
la situación. serie y la mitad de ellos presentaron sangrado clí­
nico (171). Esta repercusión no agrava el pronósti­
Compromiso neurológico co, salvo cuando el paciente presenta hemorragia
Las manifestaciones neuropsíquicas de menor digestiva.
entidad: excitación, depresión, indiferencia, confu­ Lo más frecuente es la plaquetopenia; las plaque­
sión, se presentan en un alto porcentaje de los pa­ tas remanentes presentan, además, alteraciones mor­
cientes sépticos, pero como sus causas pueden ser fológicas y funcionales (77). No está claro si esto se
muy variadas no merecen nuestro interés. Nos re­ vincula a una disminucion de la producción o a una
feriremos fundamentalmente a las manifestaciones vida media acortada. Recientemente, se ha demos­
neurológicas mayores: obnubilación, delirio, coma, trado un aumento de IgG asociada a plaquetas en los
convulsiones, síndrome meníngeo o síndromes fca­ sépticos. Se postula que las plaquetas del séptico
les. Uno o vrios de estos elementos se presentan están unidas con IgG, por lo que cabría plantear una
en un elevado porcentaje de sépticos (24%)(18). Si patogenia de estirpe immunológica en la plaquetope­
consideramos las C.A.S. este porcentaje se eleva nia de estos pacientes. (74)
al 35% (7 de 10 C.A.S. presentaron compromiso A esto se le puede asociar hipoprotrombinemia,
neurológico ). Esta mayor frecuencia podna expli­ lo que se atribuye a un defecto en la metabolización
carse por un cierto grado de compromiso funcional de la vitamina K.
hepatocítico que pdría estar coadyuvando en ,el Estas alteraciones no se acompañan de hipofibri­
agravio neurológico. Cuanto va por cada patolog1a, nogenemia, ni de aumento de los PDF.
hepatocítica o séptica, es en algunos casos de difícil Con mucha menor recuencia puede verse el cua­
interpretación, ya que las manifestaciones clínicas, dro de laboratorio de una Coagulación Intravascular
citoquímicas y EEG pueden presentar elementos en Diseminada. En estos casos deben realizarse prue­
común. En otras situaciones pueden existir criterios bas específicas para su diagnóstico.
orientadores hacia una u otra situación (meningoen­ Teóricamente cabría plantear una mayor frecuen­
cefalitis séptica o coma hepático florido). cia de afecación de crásis en la C.A.S. En estos pa­
cientes la obstrucción biliar y la afectación hepática
El compromiso neurológico en el septico puede serían coadyuvante a lo ya descripto y por tanto los
estar vinculado a cualquiera de los dos mecanismos factores de la coagulación dependienes del hígado
de agresión ya reseñados. Puede ser debido a exten­ debieran estar aún más comprometidos.
sión supurada con colonización a distancia, encéfalo Sin embargo, este hecho no pudimos confirmar­
o menínges. Tendremos así abscesos cerebrales, lo, ya que solo el 35% de las C.A.S. mostraron
neningoencefalitis supuradas sépticas o, menos fre­ afectación de crásis por el laboratorio frente al 46%
cuentemente aneurismas micóticos. del grupo global.
Pero el encéfalo también puede comprometerse
como repercusión sistémica de sepsis; existiría una
alteración ya sea a nivel de la barrera hematoence­ Repercusión renl
fálica o una alteración de la microcirculación que El riñón es el órgano más frecuentemente .afecta­
lleva a una disfunción. FREUNO (108) propone do en la sepsis; 76% de los pacienes presentan gra­
otra teoría que se halla actualmente en boga. En los dos variables de compromiso de su-función (17). La
sépticos existen un pattern aminoacídico plasmático presencia de Insuiciencia Renal Aguda (IRA) agrava
especial. Estarían aumentados los aminoácidos no el pronóstico del paciente séptico e introduce pe­
ramificados: fenilalanina, tirosina, cisteína, y me­ culiaridades en su manejo (188).
tionina; productos de la proteólisis muscular. A ni­ La IRA puede al inicio del cuadro ser catalogada
vel local se consumen los aminoácidos ramificados, dentro de dos grandes grupos: oligoahúrica (54%) o
no así los ya citados que se liberan y aumentan en con diuresis consevada ( 46%).
sangre periférica. A estos últimos se les incrimina La diuresis puede estar conservada espontánea­
en la neurotransmisión. Los elevados niveles cere­ mente o luego de Furosemide (16).
brales de tirosína favorecen la síntesis de octopami­ Sin embargo, esta clasificación de inicio nos re­
na un neurotransmisor falso que cqmpite con la sultó poco válida desde el punto de vista pronóstico.
no�epinefrina. La repercusión encefálica de la sepsis Nos parece de mayor utilidad la clasificación evolu­
se explicaría por la deplección de esta última así tiva (17). Según el tipo evolutivo reconocemos 4-
como de otros neurotransmisores. grupos de IRA: 1) oligoanúrica mantenida; 2) oliga­
Se explica qúe la punción lumbar muestre un núrica que retomt diuresis, 3) con diuresis conseva­
líquido claro con manometría normal y a nivel da en forma manltenida; 4) diuresis conservada que
EEG una bradiarritmia generalizada, manifestacio­ evoluciona a la oligoanúrica.
nes de sufrimiento difuso y en algunos casos activi­ Las formas oligoanúricas mantenidas (grupo 1)
dad de tipo irritativo. Ocasionalmente, hemos reali­ y las que evolucionaron a la oligoanuria (grupo 4)
zado Tomografía Axial Computorizada que en estos tienen una mortalidad significativamente mayor
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 39

(100% y 90% respectivamente) que el grupo de las Se atribuye a un incremento de las resistencias
oligoanúricas que retomana diuresis (grupo 2,37%) . vasculares renales.Por su parte se plantea que en el
El grupo 3 tiene una mortalidad intermedia (58%). séptico existiría un déficit en la metabolización
La alteración renal del paciente séptico se debe hepática de toxinas, lo que por su parte desencade­
primordialmente a la sepsis y no como se describió naría mecanismos de agresión glomerular (CID local,
durante mucho tiempo al shock que la acompaña. mecanismos inmumulógicos).
Prueba de ello es que el 40% de los sépticos con
IRA no presentaron previo a ésta episodio de schock Alteraciones hepáticas
alguno (17). Por supuesto, que el shock favorece la
instalación de la IRA, pero no es determinante de La relación entre afectación hepática y sepsis
ella. reconoce varias posibilidades:
En cuanto a la patogenia de la lesión renal se ha a) La situación de mayor frecuencia: el com
demostrado que la isquemia renal es un factor de la promiso hepático como repercusión de una sepsis de
origen extra-biliar.Esto se presento en el 3 6% de 80
mayor importancia en el inicio del fallo renal en el sépticos
hombre (Cuadro 7). Si bien la hipoperfusión renal (71) y eningresados
el 28% de
al CTI del Hospital de Clínicas
otra serie de la USI del Hospital
tiene importancia decisoria en la fase de inicio de la
IRA, no queda claro el rol de la misma cuando la Italiano(65).
falla renal ya está constituida (279).La obstrucción de b) La afectación hepática en el curso de la sepsis
foco biliar: ya hemos vdo que estos constituyen
tubular y la necrosis de la pared tubular, con la con­ el 10% de los sépticos de terapia intensiva.
siguiente retrodifusión del filtrado parecen ser los c) Pacientes
factores significativos en el mantenimiento de la damentalmente con afectación hepática previa, fun­
cirróticos, y hepatitis crónica, que
falla renal aguda. Si bien se ha descripto alteracio­ desarrollan sepsis. Se reconoce hoy en día que los
nes en el filtrado glomerular a nivel experimental, pacientes portadores de patología hepática están
no se puede afirmar que esto ocurra en el hombre más predispuesto al desarrollo de sepsis, ya sea por­
en IRA. que la sangre portal, conteniendo enterobacterias,
Lo que ignoramos hasta el momento actual son shuntea el filtro hepático, o por déficit de las fun­
los factores que determinan la isquemia renal en el ciones de depuración del hígado cuando éste entra
séptico.No parece que agentes nefrotóxicos tengan en falla (131).
importancia en este grupo de pacientes. d) Sepsis secundarias a abscesos intrahepáticos
primitivos; o sea que el foco de la misma se halla
-TOXICOS del nivel del parénquina, situación muy poco usual.
Se relacionan con el tema que abordamos las dos
- ISQUEMIA primeras situaciones, las que serán analizadas a
- OBSTRUCCION TUBULAR continuación.
• Cilíndros a) La repercusión hepática en la sepsis (65, 95,
• Compresión 2 4 3).(Tabla 18)
Clínicamente se caracteriza por una ictericia a
• Tumefacción celular predominio de bilirubina directa. Esta puede pre­
- RETRODIFUSION DEL FILTRADO sentarse desde el inicio de la sepsis (21%), o en la
evolución de la misma.La comprobación clínica de
-LESIONES VASCULO-G LOMERULARES hepatomegalia es menos frecuente; se asocia en
• CID local oportunidades a hepatálgia por su rápida instalación.
e Inmológica (?)
Cuadro 7. Patogenia de la I.R.A.
Las CA.S. si bien comparten todo lo antedicho
en cuanto al agravio renal del séptico, presentan IC TERICIA
algunas particularidades que analizaremos.
La frecufncia del toque renal en la sepsis de ori­ .Inicio conjunto .. ...........21%
gen biliar es mayor a tal_ punto que la IRA es un .Entre 2 4 y 72 hrs.de inicio de sepsis ...25%
hallazgo prácticamente constante en el curso de las .Más de 72 hrs.de incio de sepsis ..... .4 6%
C.A.S.(100% de 20 pacientes que analizamos).Este
es un dato reconocido desde principios de siglo, HEPATOMEGALIA .. .............. . 4 6%
al punto que durante mucho tiempo se les catalogó
de "angiocolitis uremígens" (51, 52, 53, 54 , 55, 56).
No queda claro su explicación. Para algunos autores
la bilirubina por si sería capaz de determinar vaso­ BILIRRUBINEMIA (promedio)
constricción a nivel renal, lo que no parece difiniti­ .B.T . ........................6. 4 mg.
vamente probado. Sin embargo, es indudable la .B.D. . . ....... .. . .
mayor tendencia a la afectación renl de los cuadros ........4 .2-mg.
que evolucionaron con compromiso hepático, inde­ .B.I..........................2.2 mg.
pendientemente de la etiología de este último (131).
Está demostrado que el cirrótico descompensado Tabla 18. C.A.S. Repe.rcus.ón hepátitica en la sepsis (26 ob­
servaciones).
asocia una disminución del flujo plasmático renal y
del filtrado glomerular, aún con gasto cardíaco man­
tenido.
40 ALBERTO ESTEFAN Y COL,

Dificulta su reconocimiento la presencia de herida hepático. Así, de los 20 pacientes ya citados, 5


operatoria, drenaje, colostomía. Es habitualmente (25 %) presentaron abscesos a nivel hepático.
le gran amaño, dolorosa y de consistencia poco
aumentada. Tanto la ictericia como la hepatomega­
lia evolucionan en relación directa con la sepsis.
Empeoran con ella y mejoran, aunque en forma -COMIENZAN POR ICTERICIA ..... 16 (80%)
lenta,al mejorar el cu adro séptico. - INICIO CONJUNTO........... . . 3 (15%)
Desde el punto de vista humoral,la bilirubinemia
total está aumentada en cifras promedio de 6,4 mg; - SIN DATO S .................. 1 ( 1%)
pu diendo llegar a cifras muy elevadas ( < 20 mg). Tabla 19. C.A.S. Relación ictericia-sepsis (20 observaciones).
A nivel del enzimograma hepático la mayor altera­
ción se presento a nivel de la gama -glu tamil­
transpetidasa (promedio 107 m u).También se halló
elevada la T.G,O. -B.T. 16.4 mg.
La anatomía-patología de estos pacientes nos -B.D. 12 mg.
muestra una importante colestásis intrahepática,
edema e infiltración pericanalicular fundamental­ -B.I........ . 4.4 mg.
mente mononuclear. No hay evidencia de supu ra­
ción del parenqu ima,ni hay elementos que sugieran Tabla 20. C.A.S. Bilirrubinemia sérica. Promedio.
necrosis de las células hepáticas. Como vemos, el
cuadro es el de una hepatopatía causada por la sep­ Estas dos situaciones reseñadas tienen gran interés,
sis, sin invasión bacteriana directa que cu rsa con el ya que pueden orientar el diagnóstico entre C.A.S.y
cuadro clínico-humoral de una colestásis intrehepá­ sepsis de otro origen con repercu sión hepática. Nos
tica. volveremos a referir a estas situaciones al considerar
No presentan estas pacientes ninguno de los el diagnóstico diferencial de las CA.S.
elementos que típicamente conocemos de insufi­
ciencia hepatocítica. Sin embargo,FREUND (131) Valor de las repercusiones sistémicas
plantea que en la sepsis hay un fallo hepático de Las repercusiones sistémicas en el cuso de la
caracteres especiales. La proteólisis qu e ocu rre a sepsis tienen valor en el diagnóstico,en la evaluación
nivel muscular liberaría aminoácidos no ramificados y en el pronóstico del cuadro.
ya citados,los cu ales no son metabilizados por com­ Valor dianóstico. (Cuadro 18) Como ya se ha
promiso hepatocítico. Como ya destacamos, este destacado en la definición, la presencia de reper­
mecanismo se le atribu ye la afectación encefálica. cusiones sistémicas integra el diagnóstico.
Además de la alteración metabólica a nivel amino­ Este se apoya en el trípode: foco + síndrome
acídico,el toque hepático del séptico puede justifi­ infeccioso grave + repercu siones sistémicas. Tam­
car en parte la hipoprotrombinemia y la hipoalbu­ bién constituye sepsis el foco,el síndrome infeccio­
minemia. so y la extensión a distancia del foco; es decir,la
antigua sepicopiohemia. Ejemplo son las sepsis
b) Alteación hepática en la Colangítis Aguda de origen obstétrico acompañadas de embolismo
Séptica. séptico.
En esta situación, el foco se halla en la va biliar Puede presentarse en oportunidades sepsis sin
principal y la proliferación bacteriana a nivel de ésta foco: hallamos solo el síndrome infeccioso grave y
puede determinar además una agresión supurada las repercusiones sistémicas ( 4% de las sepsis de me­
del parénquima hepático. dicina intensiva).
Por anto, en esta sepsis el tque hepático tiene También integran el diagnóstico de sepsis la pre­
algunos caracteres especiales. La relación entre ic­ sencia de u n foco con repercusiones sistémicas sin
tericia y sépsis difiere de lo previamente citados el síndrome infeccioso acompañante; esto lo apre­
(Tablas 19 y 20). En general, estos pacientes co­ ciamos en pacientes con su s defensas muy dismi­
mienzan por la ictericia en el 80% de los casos, nu ídas y añosos (12,107).
si bien en el 15% el comienzo puede ser conjunto Lo que realmente tiene valor diagnóstico es la
El predominio de la bilirrubina directa se reitera pesencia de afectación parenqu imatosa de dos o
en esta situación, pero los niveles son francamente más sistems (riñón y pu lmón; crásis, hígado y ri­
mayoes,más del doble.El compromiso enzimático ñón) (207, 226); ya que la afectaciqn de un único
también es mayor: no hay variaciones para la gama­ parenquima aislado puede explicarse por otros me­
glutamil- transpeptidasa, pero hay sí u na mayor dios. Así, en la afectación renal pueden estar en
afecación de TGO,TGP,LDH,y GLDH. ju ego hipovolemia, agentes nefrotóxicos,transfusio­
Es a nivel de la anatomía-patológica donde estas. nes incompatibles, etc.,pero si esta se acompaña de
dos situaciones se diferencian en forma categórica. afectación pu lmonar, lo único que pu ede explicar
En la conlangítis la obstucción determina qu e la in­ ambos toques simultáneos es la sepsis.
fección se extienda a Jo largo de tdo el rbol biliar Sin embargo, la alteración hemodinámica en su
comprometiéndolo a nivel intrahepático. De allí, forma más fácilmente reconocible: el shock séptico,.
que la pared de los canales biliares intrahepáticos se aislado, hace diagnóstico de sepsis, aun cuando en
pesente edematosa y con infiltración polinuclear. una primera instancia el foco de origen de la sepsis
Hay edema e infiltración pericanalicular. La luz no esté aclarado.
canalicular está dilatada por trombos biliares. Hay Si el paciente únicamente presenta síndrome
necrosis hepatocelular, de intensidad variable. infeccioso y foco, se trata de una infección local,
Esta situación determina producción de abscesos, pero debe descartarse cuidadosamente por el labora­
micro o macroscópicos, a nivel del parénquima torio la presencia de repercusiones incipientes.
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 41

Si además del síndrome infeccioso el foco se ha Valor pronóstico


extendido por contiguidad (por ej. sepsis postparto Hemos analizado los factores pronóstico en 100
con peritonitis), pero no hay evidencia alguna de pacientes sépticos, comprobando sí el valor que
afectación parenquimatosa estamos frente a un adquieren del punto de vista pronóstico, algunas
foca ex tendido. de las repercusiones parenquimatosas (76). La
afectación pulmonar es muy significativa; de 66 pa­
SINDROME INFECCIOSO GRAVE cientes con Pulmón Húmedo, fallecen 54 (82%),
+ FOCO + REPERCUSIONES SISTEMICAS mientras que de 34 sin compromiso pulmonar solo
SINDROME INFECCIOSO GRAVE
fallecen 9 (26%)(p < 0,0005).
+ FOCO + EXTENSION A DISTANCIA Para hígado y rinón, pese, a que no existen dife­
rencias significativas, la tendencia es a la mayor
SINDROME INFECCIOSO GRAVE mortalidad cuando se presenta afectación a nivel
+ REPERCUSIONES SISTEMICAS de los mismos.
La hemorragia digestiva, que también es una
FOCO + SHOCK SEPTICO repercusión séptica sobre la mucosa digestiva, (87)
SHOCK SEPTICO
conlleva una mortalidad del 82%.
La prolongación del cuadro séptico, adecuada­
mente tratado por más de 7 días, determina una
mortalidad de 7 8%, a diferencia de la sepsis, que no
se prolonga, las que solo fallecen el 47% (p < 0,01)
SINDROME INFECCIOSO GRAVE Como conclusión, cabe consignar, que en el mo­
+ FOCO= INFECCION LOCAL mento actual, los sépticos habitualmente fallecen
SINDROME INFECCIOSO GRAVE de tres formas: 1) de insuficiencia respiratoria, por
+ EXTENSION POR CONTJGUIDAD su Pulmón Húmedo; 2) por hemorragia digestiva;
= FOCO EXTENDIDO
Cuadro 8. Diagnóstico clínico de sepsis. 3) por shock séptico terminal, irreversible.
Valor Evolutivo. Las repercusiones sistémicas,
habitualmente siguen el mismo curso que la sepsis
subyacente. Mejoran cuando estas mejoran. Luego ANATOMIA PATOLOGICA
de drenado el foco que el dió origen, veremos que
una IRA oligoanúrica retoma diuresis, que la icteri­ Desde el punto de vista anatomopatológico,
cia desciende, que el Pulmón Húmedo requiere un vamos a mencionar solamente la macroscópica, es
menor apoyo respiratorio. Si luego de drenado el decir, la que ve el cirujano durante la intervención
foco, en la evolución aparece un nuevo foco (abs­ de una C.A.S. No entrremos en la parte microscó­
cesos, peritonitis, etc.) el parénquima que había pica, ya que no presenta interés en esta Mesa.
mejorado se reagrava, lo cual constituye un índice Veremos entonces, el aspecto macroscópico del
de nuevos focos y por tanto puede sevir como cri­ hígado, la vía biliar principal y accesoria,el pedículo
terio de eventuales reintevenciones (2 07). hepático y el aspecto de la bilis.
Si por el contrario, pese a todos los esfuerzos
el cuadro séptico prosigue su marcha, esto se verá
reflejado en la evolución de los parénquimas: su HIGADO
compromiso se incrementa en el tiempo pese a
nuestros esfuerzos; pudiendo haber una mejoría El hígado en las C.A.S., corresponde a un hígado
transitoria vinculada a alguna terapéutica realizada de colestásis. Grande, de color verde. En las C.A.S
pero no se aprecia una recuperación de las funcio­ evolucionadas, en las cuales la infección ascendente
nes en falla sostenida. llega hasta el hígado, aparecen abscesos hepáticos,
Excepcionalmente la repercusión de la sepsis que pueden ser miliares, microabscesos, o abscesos
sobre algunos de los parénquimas puede tomar una ms voluminosos, llegando a los abscesos areolares,
propia y determinar ella el pronóstico. Lo hemos en los cuales el hígado está en -gran parte ocupado
apreciado en alguna oportunidad a nivel del pulmón, por grandes sacos de pus, confluentes o no.
pese a estar correctamente drenado el foco. El Pul­
món Húmedo no mejoró y determinó por sí la
muerte del paciente. En algo diferente es la situa­ VIA BILIAR
ción a nivel renal: la sepsis puede condicionar una
Necrosis Cortical Bilateral que constituye un agravio Vesícula
definitivo al parenquima renal, y no transitorio Las lesiones presentes en la vesícula en el curso
como lo es la Necrosis Tubular Aguda. Sin embargo, de una C.A.S. pueden corresponder a lesiones pre­
esta última entidad, una vez superado el cuadro vias vesiculares, o a verdaderas lesiones agudas. Pu0-
séptico puede ser manejada de por vida como toda den presentarse como colecistitis crónicas litiásicas,
insuficiencia renal crónica. o como lesiones de colecistitis agudas, sean éstas
Otro hecho que merece destaque es que en gene­ colecistitis agudas litiásicas típicas, o colecistitis
ral, cuando un paciente presenta alteraciones previas agudas no obstructivas, que pueden considerarse
a nivel de algún parénquima, es allí donde las reper­ como verdaderas complicaciones de la C.A.S.
cusiones sistémicas comienzan y adoptan mayor en­
tidad. Así, en pacientes añosos, con nefroangioescle­ Hepato-coledoco
rosis, que desarrollan una sepsis frecuentemente el
primer elemento es un compromiso renal severo Con respecto a la Vía biliar principal, hay toda
oligoanúrico. una serie de aspectos anatomopatológicos de acuPr-
42 ALBERTO ESTEF AN Y COL.

do a la intensidad del proceso inflamatorio. cómo estos enfermos, en un plazo variable, se


Desde procesos inflamatorios puros, con congestión agravan bruscamente con un nuevo empuje séptico.
y edema,pasando por infiltrados de la pared coledo­ Este nuevo empuje toma al enfermo en peores
ciano,llegando hasta la formación de microabscesos, condiciones que al ingreso, ya que el intevalo
que en un grado máximo, pueden prducir perfora­ aparentemente libre no le ha permitido una recu­
ciones de la pared coledociana, con la consiguiente peración suiciente como para soportar la nueva
peritonitis de difícil diagnóstico en estos enfermos, agresión séptica. Por estas razones el repique de la
y de extrema gravedad. enfermedad es generalmente más grave que el
comienzo. Suele ocurrir que enfermos que no
Pedículo hepático aparentan gravedad al inicio secundariamente
El aspecto del pedículo hépatico depende funda­ entren en estado crítico a pesar de un intento
mentalmente del estado de la vía bilir principal. terapeú tico bien conducido. La agravación lleva
Se producen verdaderas pediculitis, edematosas o siempre implícita una repercusión séptica de unos
supuradas, que hacen la disección operatoria muy o varios sist0mas que aparecen en forma simultá­
difícil y a veces imposible. nea o sucesiva. La repercusión séptica multivisce­
ral puede o no ser acompañada por una alteración
La Bilis anatómica acorde a la misma, en forma de abscesos
intrahepáticos, peritonitis biliar o colecciones peri­
El aspecto de la bilis es variable. hepáticas. Otras veces no tiene traducción anatómi­
Puede verse una bilis de aspecto normal. No es la ca paralela a la gravedad,no encontrándose pus en
situación más frecuente, pero hemos vistos casos de la vía biliar. Ello se ve en el tipo evolutivo de agra­
C.A.S. con bilis coledociana prácticamente normal vación súbita sin crisis recientes, con repercusiones
(100, 275). sistémicas rápidamente progresivas, el que muchas
En general, la bilis se presenta con alteraciones veces se acompaña de una bilis llamativamente lim­
en su color y en su textura. pia para la gravedad del cuadro, pero con hiperten­
En la gran mayoría de los casos, la bilis es de sión biliar y gérmenes demostrables. (3,39)
color verde oscuro, lo que ya nos habla de una bilis Existen otros casos que luego de ingresar con
de éstasis e infectada. aparente gravedad mejoran hasta un nuevo empuje,
Junto con el cambio de color, se pueden ver el que también retrcede con medidas de sostén y
grumos puulentos que están en suspensión en la antibioticoterapia. En este grupo la recuperación de
bilis. los empujes sucesivos es siempre más prolongada e
Avanzando más en el proceso infeccioso, hay incompleta y deja al enfermo con taras viscerales.
casos en que a la apertura de la vía biliar surge pus Cuando éstos hacen el empuje séptico grave, ya tie­
franco. ne una repercusión multivisceral previa y lesiones
anatómicas constituídas.
El nuevo empuje séptico se puede presentar clí­
EVOLUCION Y COMPLICACIONES nicamente en forma florida o hacerlo en forma
solapada, manifestándose por alguna alteración
La evolución natural de las C.A.S. es hacia la funcional visceral generalmente encefálica y/o
aparición de una repercusión multivisceral séptica renal y, a veces, pulmonar.
y la muerte. Esta agravación está generalmente
acompañada de una progresión de las lesiones
e ABSCESOS HEPATICOS
anatómicas canaliculares, hepáticas y perihepáti­
cas. Sólo por excepción una C.A.S. puede evolu­
cionar sin un tratamiento integral hacia la mejo­
e PERITONITIS
ría clínica.
OSLER en 1890 (220) comentaba la tríada e COLECCIONES PERIHEPATICAS
de Charcot diciendo que la intermitencia y recu­
rrencia de los elementos clínicos creaba una falsa * POR PERFORACION COLEDOCIANA
esperanza en el tratamiento instituído. Situación
ésta muy peligrosa que, aún en un siglo después, * POR PERMEACION
no ha sido valorada en su total dimensión.
Con el uso de antibióticos y soporte hemodi­ * POR RUPTURA DE ABSCESO
e
námicos adecuados ha aumentado el número de
enfermos con colangitis que enran en· retrceso
clínico. También se ven hoy con mayor frecuen­ PANCREATITIS
cia complicaciones evoluivas de ls colangitis
originadas en un exagerado optimismo en la res­
lución terapeútica o quizás porque. un mejor s­
e PILEFLEBITIS
Cuadro 9. Complicaciones dependientes de las lesiones ana­
porte de los sistemas fisiológicos alterados permi­ tómicas.
ten reconocer esta evolución que otrora se veía Las complicaciones evolutivs de los C.A.S.
en las mesas de autopsia. (39,91,221,124) dependientes de las lesiones anatómicas que se esque­
La regresión parcial del proceso sépico colan­ matizan en el Cuadro 9.
gítico no es inrecuente. Así es posible asistir a La evolución desfavorable de las colangitis a pesar
pacientes con una hemodinamia estble y un apa­ de un tratamiento médico y quirúrgico correctos se
rente retroceso del cuadro grave de inicio. Como debe, generalmente, a la existencia de elementos
los elementos patogé,ücos que dieron lugar al evoluivos asociados: los abscesos hepáticos y las
cuadro séptico persisten, no es raro comprobar peritonitis por perforación de éstos o del colédoco.
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 43

GLENN (124) relata una sepsis intraabdominal por abdomen superior, ictericia, y fiebre con chuchos,
perforacion coledociana que pasó desapercfüida se suman los elementos de repercusión general: shock
pues se hizo hacia la rascavidad de los epiplones. hemodinámico, con o sin insuiciencia renal y altera­
Las peritonitis y los abscesos perihepáticos son ciones mentales, configurando la ya clásica péntada
de difícil diagnóstico en un paciente grave con una de REYNOLDS y DARGAN (245)
C.A.S. en curso, por cuanto estas complicaciones Hagamos notar sin embargo algunas cracterísti­
en poco o nada distinguen clínicamente de la evo­ cas particulares:
lución de la propia C.A.S. - el dolor, casi siempre presente, y predominante
Raramente la causa de la evolución fatal de una en epigastrio e hipocondrio derecho, es raramente
C.A.S. se origina en una pileflebitis, con material muy intenso, mucho menos que el habitual en las
organizado y purulento dentro de la vena(124). colecistitis agudas obstructivas.
La pancreatitis aguda puede considerarse, en cier­
to modo, como una extensión lesiona! de las colan­ - la ictericia es variable en su intensidad.
gitis. La pancreatitis aguda edematosa o, lo que es - la fiebre es generalmente de tipo bilio-séptica,
más frecuente, un engrosamiento edematoso de la con picos vespertinos asociados a chuchos solemnes
cabeza del páncreas son hallazgos operatorios habi­ - la insuficiencia renal no siempre es oligúrica,
tuales. Sin embargo, la pancreatitis grave necrótico­ manifestándose frecuentemente con diuresis conser­
hemorrágica no es frecuente. No obstante, en dos vada con ascenso significativo de la azoemia y de la
enfermos de nuestra serie se demostró la concomi­ creatininemia
tancia de una pancreatitis necrótic-hemorrágica. - las alteraciones mentales son casi siempre ines­
En estos casos de asociación lesiona! es muy di­ pecíficas: confusión, desorientación temporo-espa­
fícil, tanto clínica como paraclínicamente, hacer el cial, sopor, y no presentan ninguno de los elementos
diagnóstico diferencial entre complicaciones sépticas neurologicos asociados del coma hepático.
de la colangitis y pancratitis necrótico-hemorrágica. Si a estos elementos clínicos sumamos los antece­
En la mayoría de las C.A.S. existe un cierto gra­ dentes patológicos biliares, casi siempre presentes,
do de hipertensión portal que es el reflejo de la difi­ el diagnóstico clínico se impone sin necesidad de
cultad en la circulación intrahepática secundaria a exámenes complementarios.
las alteraciones en la microcirculación. De todas maneras, el laboratorio nos puede
Esta hipertensión portal determina dificultades evidenciar o mejor confirmar la obstrucción biliar:
en el abordaje del pedículo hepático. aumento de la bilirrubinemia por encima de 2 mg
Las C.A.S. operadas están gravads de una morbi­ y aumento de las fosfatasas alcalinas y otras enzi­
mortalidad elevada derivada de las repercusiones ms propias de la colestásis y la existencia de infec­
sépticas en los diferentes parénquimas pero unda­ ción sistémica, indirectamente (a través del aumento
mentalmente en la irreversibilidad del cuadro sép­ de la leucocitosis y de la VES) o directamente, (me­
tico. Cuando el foco séptico es exclusivamente ca­ diante la positividad del hemocultivo, con hallazgo
nalicular biliar el pronóstico es más benigno que de gérmenes entéricos).
cuando se constituyen abscesos intrahepáticos. o creemos en cambio que en esta situación exis­
En efecto, éstos pueden tomar una evolución inde­ ta una necesidad perentoria de exámenes radiológi­
pendiente, aún después de un correcto tratamiento cos complejos. Por su simplicidad y su carácter
del foco biliar, y transformarse en origen de focos no invasivo consideramos ú ti! el estudio ecosonográ­
sépticos secundarios. fico del hígado, vías biliares y páncreas, que nos
En suma: La evolución natural de las C.A.S. es pueden mostrar la dilatación de las vís biliares intra
hacia la sepsis con repercusiones multisistémicas y extrahepáticas, la presencia de litiasis, las altera­
y la muerte. ciones pancreáticas y, si alcanzan tamaño suficiente,
la presencia de abscesos hepáticos.
La tomografía computada puede cumplir una
DIAGNOSTICO función similar, pero tiene la desventaja de su costo
apeciablemente mayor para un logro que no es
decisivo para el manejo del paciente.
El diagnóstico de las colangitis agudas séptics
plantea problemas no siempre correctamente resuel­
tos. En nuestra revisión más del 30% no ueron C.A.S. DE DIAGNOSTICO POSIBLE
correctamente identificadas como tales en los pri­
meros días originando un retraso significativo en Esta situación se presenta frente a las colangitis
las medidas terapéuticas apropiadas. en las que faltan algunos de los elementos antedi­
Nos parece de interés por lo tanto distinguir tres chos, haciendo menos claro el diagnóstico clínico y
situaciones distintas frente a las cuales el discurso exigiendo por lo tanto el concurso de elementos
diagnóstico sigue estraegias diferentes y requiere paraclínicos con mayor perentoriedad.
el concurso de diferentes técnicas complementarias. Distinguiremos las siguientes situaciones:
C.A.S. sin shock
C.A.S. DE DIAGNOSTICO OBVIO La presencia de un tríada de Charcot obliga
a plantear como primer dianóstico una colangitis
Está constituido por los csos verdaderamente aguda, pero la ausencia de shock y frecuentemente
típicos, que se dan probablemente en un 60-70% de de oliguria muchas veces llevan a no valorar adecua­
las veces. damente su gravedad y a efectuar un tratamiento
En ellos, a la clásica tríada de Charcot, que crac­ pco agresivo que lleva a un aravamiento importan­
teriza al llamado "síndrome coledociano": dolor en te.
44 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

Importa aquí valorar los elementos clínicos que · antecedentes patológicos biliares conocidos:
pueden indicar la gravedad del cuadro biliar: la fie­ episodios ictéricos cólicos hepáticos, operaciones
bre alta y persistente, la tendencia a la depresión biliares previas, procedimientos instrumentales re­
neuropsíquica. cientes sobre las vías biliares.
Así como también jerarquizar los hallazgos de · la asociación de chuco solemne, reconocida
laboratorio: leucocitosis alta, azoemia alta, hemo­ ya por los antiguos clínicos como característica
cultivo positivo. de las infecciones biliares y urinarias.
Va a ser en base a ellos que se planteará el diag­ Entre los datos del laboratorio, la positividad
nóstico de C.A.S., ya que ni el estudio ecosonográfi­ del hemocultivo a gérmenes entéricos es en estas
co ni la tomografía computada nos permiten evaluar circunstancias muy inespecífica, pues señala un
la gravedad del cuadro biliar, salvo que muestren difuso origen digestivo. Tienen en cambio mucho va­
la presencia de abscesos múltiples. lor el hallazgo de elementos paraclínicos de obstruc­
ción biliar: aumento de la bilirrubinemia por encima
C.A.S. anictéricas de lmgr . y aumento de las fosfatass alcalinas.
Son formas clínicas particularmente desorienta­ Creemos que aquí el recurso a la ecosonografía
doras, que se manifiestan por dolor y fiebre, pero y eventualmente a la tomografía computada cobran
sin ictericia franca. todo su valor, complementadas si es necesario con
La presencia de shock, oliguria y/o alteraciones los procedimientos radiológicos invasivos: colan­
mentales, deben evocar de inmediato la C.A .S., pues giografía transparietohepática o colangiografía re­
son muy poco fecuentes acompañando a las cole­ trógrada por vía endoscópica.
cistitis.
Los antecedentes biliares, clínicos y/ o operato­
rios, constituirán un factor adicional de sospecha. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Importa aquí sobre todo buscar los elementos
de laboratorio que denotan una obstrucción biliar
aún incompleta: aumento de bilirrubinas por La C.A.S. se presta a múltiples diagnósticos dife­
encima de 1 mg. con diazorreacción directa positi­ renciales, más o menos fácilmente exclu1bles, según
va y aumento de la fosfatasas alcalinas. las distints formas de presentación completas o
En la duda, tanto una ecosonografía como una incompletas del cuadro. Analizaremos, en forma
tomografía computada que evidencian vías biliares suscinta, las situaciones que en la práctica se prestan
intra y extrahepáticas dilatadas, y a fortiori si a mayor dificultad diagnóstica.
muestran en ellas imágenes de litiasis, son útiles
para confirmar el diagnóstico. Pero es sobre todo SEPSIS DE OTRO ORIGEN CON REPERCUSION
en esta situación que la colangiografía retrógrada HEPATICA: HIGADO DE SEPSIS
por vía endoscópica rinde su mayor utilidad, aunque
puede ser prudente, sobre todo si se confirma una Esta situación puede llegar a remedar la C.A.S.,
litiasis de vía biliar, terminarla con una papilotomía de tal forma que el diagnóstico diferencial solo sea
endoscópica o cuando menos con un drenaje trans­ posible por estudios radiológicos (ecotomografía
papilar, pues la inyección de contraste en la vía o tomografía axial computarizada). Pero, la realiza­
biliar infectada puede llevar a una severa acentua­ ción de estos estudios requiere el traslado del pa­
ción de la colangitis que puede ser mortal. ciente con el consiguiente riesgo de agravación.
De allí que sea preferible una adecuada orientación
C.A.S. apirética por el conocimiento de los elementos diferenciales
en la presentación clínica de estas situaciones.
La ausencia de fiebre, en presencia de dolor en El foco puede no ser aparente, situación de
hipocondrio derecho y o en epigastrio e ictericia, algunas sepsis urológicas o genitales, por lo que la
aunque no frecuente, puede llevar a plantear una ictericia llevará al planteo de foco biliar de origen.
legítima duda sobre el diagnóstico de colangitis. En esta situación, debemos conocer que el 80% de
Creemos en este sentido que cobran gran impor­ los pacientes con C.A.S. tienen antecedentes que
tancia para el los siguientes elementos: orientan hacia el foco biliar (dispepsia, cólico hepá­
- los antecedentes biliares tico o ictericias previs), mientras que en las sepsis
- la presencia de elementos de repercusión gene- de otro origen los antecedentes biliares son mucho
ral: shock, insuficiencia renal, alteraciones mentales, menos frecuentes, aunque por supuesto un biliar
que no vemos nunca en una hepatitis viral (salvo en previo puede desarrollar una sepsis de otro origen.
la excepcional atrofia amarilla aguda) En cuanto a la ictericia, en la C.A.S. ésta se
inicia en forma previa en el 80% de los pacientes
· la leucocitosis alta y es concomitante al comienzo de la sepsis en el
· la positividad del hemocultivo. 15% (Tabla 19). En el hígado de sepsis solo el
21 % de los enfermos puede tener un inicio conjunto
C.A.S. DE DIAGNOSTICO DIFICIL de sepsis e ictericia, por lo que habitual es que
esta se instale en forma diferida en relación al cua-
Esta situación plantea la mayor diicultad diagn­ dro séptico (65).
nóstica: el médico asiste a un cuadro de sepsis -fie. El dolor, es diferente en sus caracteres; en la
bre, leucocitosis alta, repercusiones multiparenqui­ C.A.S. es de tipo cólico, y el hígado de sepsis, se
matosas- sin que se evidencia un foco clínico caracteriza por un dolor gravativo, constante. Pero
claro. solo el 65% de las C.A.S. presenta dolor y el 40%
La búsqueda del foco biliar será obligatoria y de los hígados de sepsis pueden acompañarse de
especialmente se impondrá en pesencia de: hepatalgia.
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 45

En cuanto a los datos aportados por el laborato­ nico puede ser muy semejante ya que si se acompa­
rio, debemos destacar que en la C.A.S. hay elemen­ ña de dolor, ictericia y repercusiones sistémicas, es
tos, fundamentalmente a nivel enzimológico de necesario recurrir a ecotomografía, centellografía
lesión; además de la colestásis que es común a ambas hepática o TAC para certificar el diagnóstico.
situaciones. Por lo tanto, las C.A.S. presentan valo­
res elevados de TGO, LDH, y GLDH, lo que rara­
mente se aprecia en el hígado de sepsis. TRATAMIENTO
La ecotomografía y la TAC toman su interés
cuando clínicamente no hay elementos de orienta­ GENERALIDADES
ción; sin embargo estos pacientes a menudo disten­
didos, operados, con curaciones, ofrecen dificulta­ La colangitis aguda séptica es un síndrome carac­
des en la presentación de ls imágenes. La orienta­ terizado por la coexistencia de un cuadro séptico sis­
ción hacia C.A.S. reposa en el reconocimiento de témico grave (fiebre, chuchos, compromiso sansorial,
vías biliares dilatadas y, a veces, en el hallazgo de compromiso respiratorio, compromiso hemodinámi­
la etiología de la obstrucción (cálculo, tumor). co, compromiso renal, trastornos de crasis) y de una
Para su adecuada interpretacion estas técnicas obstrucción biliar (ictericia, dolor en hipocondrio
requieren experiencia previa del operador derecho, hepatomegalia dolorosa, antecedentes bilia­
res).
Lo que da la gravedad, característica de este cua­
LEPTOSPIROSIS dro, es la sepsis sistémica y sus consecuencias sobre
los sistemas fisiológicos mayores.
Los cuadros graves de infección por leptospiras La mortalidad de esta situación patológica es
presentan un cuadro clínico que en oportunidades muy alta. Mayor del 40% (39, 91, 102). Sin embar­
nos ha resultado muy difícil de diferenciar de la go existen una serie de factores que pueden hacer
C.A.S. (104). Esta diferenciación tiene gran interés variar notablemente las cifras de mortalidad.
puesto que mientras la leptospirosis se beneficia Interesa a este respecto, de qué tipo de C.A. esta­
de una actidud médica, conservadora, no sucede mos hablando, gravedad inicial de la misma, tiempo
igual con la C.A.S. transcurrido desde el comienzo del cuadro, edad del
Nos referimos fundamentalmente a las leptos­ paciente, número y grado de compromiso parenqui­
pirosis graves, con compromiso hepático, renal, matoso por la sepsis, terapéutica de reanimaéión
y encefálico. Como veremos estos pacientes al efectuada, antibióticos, dosis, etc., enfermedades
igual que la C.A.S., presentan toques pluriparen­ asociadas o concomitantes, si se ha realizado cirugía,
quimatosos (renal, encefálico, alteraciones de la si ésta ha sido de emergencia, de urgencia o electiva.
coagulación) acompañados de síndrome infeccioso La primera mención de! tratamiento quirúrgico
grave, en un paciente con ictericia y recuentemen­ de una colangitis corresponde a ROGERS (247), en
te dolor en hipocondrio derecho (185) 1899, publicada en 1903. Este autor realizó la de­
Los antecedentes laborales, ocupacionales, el me­ compresión del colédoco del paciente. A pesar de
dio ambiente, el contacto con animales, pueden ser ello el enfermo muere por sepsis progresiva y absce­
orientadores; a diferencia de los antecedentes de sos hepáticos múltiples.
afección de vías biliares de las C.A.S. En 1933, BARTLETT (23) considera que la ciru­
Los leptospirosis presentan una hepatomegalia gía de urgencia es la única terapéutica posible y
dolorosa y no dolores de tipo cólico, pero estos sostiene que debe ser hecha sin intentar controlar la
últimos pueden también faltar en la C.A.S. insuficiencia renal aguda.
La presencia de mialgias, de hiperemia conjunti­ En 1945, GRANT (128) presenta tres casos bien
va) y de poliadenopatías son muy orientadoras documentados que sobrevivieron al tratamiento de
hacia el diagnóstico de leptospirosis. (104) Lo decompresión del colédoco. Ninguno de los casos
mismo sucede con el síndrome meníngeo que se presentados tenían sepsis..
acompaña de un líquido claro, con discreta albu­ En 1947, COLE, (66) presenta cinco observacio­
minorraquia y pleocitocis linfocitaria. Si bien la nes de las cuales cuatro sobrevivieron luego del dre­
sepsis de origen biliar puede ocasionalmente pre­ naje biliar. 1 inguna de ellas era·una C.A.S. El único
sentar meningitis, esta es supurada. caso de C.A.S. falleció por sepsis y abscesos hepáti­
Del punto de vista humoral, la leptospirosis cos múltiples a pesar del drenaje.
se caracteriza por un mayor compromiso de la En 1959, REY OLS y DARGAN (245) identifi­
función hepatocítica. (104) El aislamiento de la can una forma particularmente grave de C.A. a la
leptospira en directo, cultivo o inoculaciones de que denominan obstructiva aguda y que nosotros
sangre, orina o LCR.; así como la investigación denomjnamos séptica. Enfatizan la importancia del
serológica de anticuerpos, ayudan en el diagnósti­ drenaje quirúrgico urgente del hepato-colédoco
co. como prioridad terapéutica. Reconocen la alta mor­
Pero estas técnicas insumen tiempo y los anti­ alidad de la cirugía en agudo. No consideran que el
cuerpos aparecen recién entre el sexto y decimose­ tratamiento médico sea de gran-utilidad. Sin embar­
gundo día. Solo el aumento significativo de los títu­ go el análisis de la terapéutica de reanimación, a la
los confirma la infección reciente. luz de los conocimientos actuales muestra muchos
defectos.
EL DIAGNOSTICO DIFERENCIAL DE C.A.S. GLENN y MOODY (124), en 1961, llegan a idén­
DEBE REALIZARSE TAMBIEN CON algunas tica conclusión. Partiendo de la base de que el trata­
hepatitis severas, con ictericias del tercer trimes­ miento médico se acompaña de una alta mortalidad.
tre del embarazo, y con abcesos hepáticos pri­ También aquí, el análisis de la terapéutica de reani­
mitivos. En esta última situación el cuadro clí- mación difiere casi completamente de la actual (uso
46 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

de penicilina a dosis de 25.000 U. cada 6 horas, falta operación fue hecha diferida la mortalidad fue ele
de mención del manejo de la insuficiencia renal 3%.
y de otras fallas parenquimatosas, uso de drogas Debe aclararse que las operaciones de emergen­
vasoconstrictoras, etc.). cia (en las primeras horas del ingreso) se hicieron en
ANDREASSEN y cols. (10), en 1961, insisten, aquellos pacientes que luego de más horas de reani­
repitiendo autores precedentes, en la necesidad de mación no respondieron favorablemente o se agra­
operar de urgencia a todos los enfermos con C.A. varon (15% de las C.A.S. para estos autores).
KINCKEY y COUPER (138) en 1969, establecen
que frente a una C.A. obstructiva, antes de la opera­
ción debe procederse a un período de reanimación. PRIORIDADES TERAPEUTICAS
La operación de urgencia solo se realizará si no hay
una clara respuesta al tratamiento. Del análisis de la terapéutica planteada por dis­
DOW y LINDENAUER (91), en 1969, coinciden tintos autores en la literatura, se pueden resumir
con los autores que le han precedido en que la cura­ tres posiciones:
ción de una C.A. grave sólo puede lograrse con la ci­ -Operar de emergencia, (en horas, mejore o
rugía de urgencia. Sin embargo emplean más de diez no la situación con el tratamiento médico. La
días para realizar un vigoroso tratamiento de reani­ mortalidad de este grupo es superior al 40%.
mación antes de operar al paciente. -Realizar el tratamiento médico en todos los
LONGMIRE (186), en 1971, insiste también en casos hasta alcanzar una compensación hemodi­
la importancia de la decompresión urgente del árbol námica compatible con el acto quirúrgico y ope­
biliar como medida terapeutica fundamental. Sin rar. La mortalidad global con esta conducta es baja.
embargo este mismo autor, recientemente en una Si se toman las C.A.S. sería alta, en la opinión de
comunicación personal (187), reconoce la importan­ algunos autores (33, 39).
cia de un tratamiento de reanimación enérgico antes -Tratamiento de reanimación hecho con crite­
de la cirugía. rio fisiopatológico correcto, observando hora a
S)RENSEN y cols. (282), en 1971, demuestran hora la evolución del paciente. Se considerará como
que el pronóstico de los pacientes con sepsis de ori­ respuesta satisfactoria, la regresión rápida de los
gen biliar e insuficiencia renal aguda es mucho mejor síntomas de sepsis y sus consecuencias, (pulmona­
si se comienza con el tratamiento médico de estos res, renales, etc.). Si la mejoría es parcial o transi­
disturbios, incluyendo la hemodiálisis, antes de la toria luego de un plazo razonable, el paciente deberá
cirugía. Señalan que las operaciones de urgencia, sin ser operado.
una adecuada reanimación se acompañan de una ele­ Esta última posición es la que está de acuerdo
vada mortalidad. Señalan también, que las operacio­ acuerdo con los hechos clínicos. (Cuadro 10)
nes de extrema urgencia suelen ser incompletas,
dejando cálculos u otra patología asociada. Esto
obliga, como regla, a reoperar a los enfermos.
En 1975, BISMUTH y cols. (33) consideran,
analizando los resultados de una serie de 21 enfer­
mos, que las medidas terapéuticas deben ser en or­
D TRATAMIENTO DE LA SEPSIS

0
den de prioridades:
TRAT, DE LOS DESEQUILIBRIOS DE LOS
lg) tratamiento de la infección:
2g) tratamiento de la insuficiencia renal aguda. GRANDES SISTEMAS FISIOLOGICOS
3g) operación
(l,RESP, AGUDA, !.R,A,, SHOCK, ETC,)
Todos los enfermos de la serie, operados de ur­
gencia, en los que no se siguió este criterio murieron.
En cambio todos los casos en los que se realizó el
tratamiento de acuerdo con la escala de prioridades
propuesta sobrevivieron.
0 TRAT. DE LA OBSTRUCCION BILIAR
En 1978, F ABER y cols. (102) analizando la lite Cuadro 10. Prioridades terapéuticas.
ratura reciente llegan a la conclusión de que hecho
el diagnóstico de C.A. se impone el tratamiento La adopción de una posición dogmática, "operar
médico de urgencia. Debe restaurarse la volemia y siempre de urgencia" o "nunca operar en agudo",
la hemodinamia y administrar antibióticos. Si la está reñida con la realidad de los hechos.
situación se acompaña de insuficiencia renal aguda Del análisis de los trabajos en la literatura y de
se debe realizar hemodiálisis antes de la operación. nuestra experiencia, (100, 275) se deduce que los
De la respuesta a la terapéutica médica surgirá la autores hablan de series donde se incluyen C.A. de
oportunidad quirúrgica. Plantean como alternativas gravedad muy diferente.
de la cirugía de urgencia la decompresión del árbol Es obvio que las CA. leves casi siempre responde­
biliar por punción transparietohepática percu tánea rán al tratamiento médico. También es obvio que las
y por cateterismo endoscópico retrógrado transpapi­ CA.S. de al ta gravedad, son las que pueden requerir
lar. cirugía en agudo.
En 1980, BOET y WAY (39) encuentran, estu­ El problema está en no operar en agudo las for­
diando una serie de 99 enfermos con C.A., que el mas que pueden ser controladas con tratamiento
85% respondieron favorablemente al tratamiento médico y no dejar evolucionr las formas que van a
médico del estado séptico. la agravación, a la constitución de abscesos hepáti­
Señalan que la mortalidad de los casos operados cos, a la peritonitis o a las fallas parenquimatosas
de emergencia fue de 40%, en cambio cuando la múltiples. El juicio clínico, con el criterio de un
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 47

control evolutivo estricto, es fundamental en la - De la bomba cardíaca


toma de de cisiones. - De la composición físic o-quími ca de la sangre.
Para afirmar que el tratamiento médico de una
C.A.S. es inoperante se debe estar absolutamente -De la IRA
seguro de que_l a terapéutica en curso no _ �s incom­ - De los trastornos de la crasis
pleta . De ningu� modo pue�e. _quedar limit ad a a la -Del déficit nutricional
antibioticoterap1a. La repos1c10n ade cuada, la_ co­ Así como también la administración de antibióti­
rrección de arritmias y fallas de la bomb a cardiaca, c os en cantidad y adecuados.
de la insufic iencia renal, de la insuficien cia re�pira­
toria, etc., son ineludibles y deben ser maneJadas SECUENCIA TERAPEUTICA
con el mayor rigor terapéuti co.
La prioridad terapéutica en las �-A:S es el _trata­ l. Tratamiento de la Insuficiencia respiratoria aguda
miento de la sepsis y de los desequthbnos asociados. Como lo ha señalado CORREA y cols. (74), el
Le sigue a ella el tratamiento quirúrgico. 90% de los pac ientes sépticos tienen alterac iones
Hay trabajos en la literatura, (124) que senalan pulmonares. El 60% tienen edema pulmonar y
que el tratamiento médico no logra controlar la shunt en ausen cia de tda colonizacion pulmonar
situa ción en la mayoría de los enfermos. Cuando por bacterias.
se analizan los tratamientos realizado se ve una clara La polipnea los estetores subcripitantes, la hacen
diferencia entre tratamientos de reanima ción incom­ sospec har. La hipoxemia, la hipercapnia y las típicas
pletos donde se ponen en mar c�� �edidas qu� con­ imágenes pulmonares lo confirman.
templan parcialmente los desequthbr10s del paciente. No corresponde a este trabajo desarrollar las
Otras veces, como su cede con los antibióticos, se medidas terapéui ca específicas para res_o)�er esta
emplean antibióticos y dosis inadecu ad as. situación. Pero debe saberse que su om1s10n hace
Cuando el tratamiento de reanimación es incom­ muy difíc il la re cuperación del paciente sépti co por
pleto o inadecuado, los result ados van a _ser_ también C.A. ya que el manejo del pa c ient� sépico c �n in_su­
inade cuados o parciales. Pero esto no s1gmfica que ficiencia pulmonar proresiva ex1gue la aph cac1on
la terapéutica de reanimación sea inoperante sino de medidas espe cíficas respiratorias independiente­
que fue mal hecha. . ._ mente de la causa que la origina. CORREA y cols.
Un tratamiento de rean1mac10n completo supone (74), señalan que cu�do exi�te. afeca c ión pul�o­
la corrección de todos los desequilibrios presentes: nar el 81% de los pacientes sepicos mueren, mien­
- Respiratorios tr� que solo mueren el 26,5% de los que no la tie­
- Hidroelectrolíticos nen.
CAS
.
REANIMACION
ATB-TERAPIA

,
EVALUAR
R ESP. RESP UESTA RESP.
FAVORABLE AUSENTE

11 a�b

n
ESTABLE 1 TRANSI TORIA! DESCOMP RESION
BILIAR

J -C E R T P
-D T PH
OPER. OP ER. RES� (�=====4f
TRANS. .
DIFERIDA URGENTE AU SENTE r---- -
,
RESP,
FAVORABLE
ES TABLE

;E==��..��9�
C/PATOL, S/PATCL.
RESIDUAL RESIDUAL

Cuadro 11. Representación esquemáica de la conducta terapéutica de las C.A.S. (CERTP: Cateterismo Endoscópico Retro­
grado Trans-Papilar). (DTPH: Drenaje Trans-Parieto-Hepático).

2. Tratamiento de la sepsis c as mínimas. (10, 23, 66, 91, 102, 124, 128, 134,

El pronóstic o vital inmediato de un pac iente 138).


portador de una C.A.S. está directamente rel�ci�na- Los argumentos para adopar esta condu cta son:
- Existe un foco de sépsis cono c ido y abordable
do con la posibilidad de controlar el estado septico.
Para algunos autores esto se logra solamente op�- quirúrgicamente.
rando de emergencia al paciente y drenando la v1 a - Existe una obstrucción biliar con bilis a pre-
biliar obstruída e infe ctada con maniobras quirúrgi- sión.
48 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

- Los antibióticos no alcanzan concentraciones mucho mayores. Los hemocultivos son positivos en
adecuadas en la bilis en los casos de obstrucción. el 11 % de los csos para BOEY (39). Se insiste en
- Cuanto más tempranamente se opere el pacien­ que cuanto mayores son las precausiones para la
te, mejor son sus condiciones. obtención de las muestras y manipulación ulterior,
- Casi el 100% de los enfermos no operados,en tanto mayor es e! número de hemocultivos positivos.
sus series,mu rieron. Es importante comenzar con un plan de antibió­
ticos que esté de acuerdo con la flora en juego.
- La evolución de la C.A.S. lleva casi invariable­ La farmacocinética y la bidisponibilidad del an­
mente a la formación de abscesos hepáticos múlti­ tibiótico en bilis también son puntos a considerar.
ples. Existen numerosos estudios acerca de la bacterio­
Más recientemente, otros autores consideran que logía ele la bilis vesicular y coledociana y de la pared
la conducta inicial debe ser médica. En definitiva vesicular,(41,94,196,157,194,261,269).
todos los enfermos deberán ser operados pero insis­ También son numerosos los estudios acerca del
ten en la necesidad de intentar controlar el síndro­ pasaje biliar de los antibióticos (1, 155, 194,215).
me séptico y sus consecuencias por el tratamiento Del análisis de los mismos se concluye que en
médico, (33, 39, 105,157,180,215). Los argumen­ condiciones normales, (ausencia de patología vesi­
tos para adoptar esta conducta son: cular o de vía biliar principal y ausencia de compre­
- Los antibióticos logran controlar la sepsis en sión extrínseca),la bilis y la pared vesicular no pre­
casi el 100% de los pacientes si se seleccionan los sentan o son muy pobres en gérmenes, (93),en ge­
más adecuados para los gérmenes en juego así como neral no patógenos, (155, 278). Cuando existe una
las dosis y v1as. litiasis vesicular se encuentran gérmenes patógenos
- El tratamiento y corrección de los desequili­ entre el 50%, (278), y el 83% de los casos (269).
brios asociados a la sepsis, (pulmonares, renales, Si el paciente presenta una colecistitis aguda la
nutricionales, etc.) es tan importante como la tera­ incidencia de bilicultivos positivos es superior al
péutica antibiótica. 75%,(194).
- El tratamiento quirúrgico de emergencia es Cuando el paciente presenta una litiasis coledo­
incompleto en la mayoría de los casos. ciana los gérmenes patógenos son hallados entre el
- Habitualmente estos pacientes tienen un sín­ 70.5% y el 90% de los casos, (?, 33, 94, 194).
drome urémico hipercatabólico que es agravado Cuando el paciente presenta un cuadro biliar
rápidamrnte por la anestesia y cirugía. agudo en el curso de una litiasis coledociana los
gérmenes patógenos se hallaron entre el 94% y
- El estado de estos enfermos en las primeras 100% de los casos.
horas es muy crítico y la mortalidad operatoria En los casos de estenosis de la vía biliar por neo­
muy alta, próxima al 100% plasma o compresiones extrínsecas, el índice de po­
- Las operaciones diferidas de elección permi­ sitividad fue bajo, 10%, (106, 247). Esto explica
ten tratar integral y definitivamente el problema la baja incidencia de colangitis en ests formas
biliar del paciente. etiológicas de obstrucción biliar. Se destaca además
- La obstrucción biliar per-se es un problema que cuando la obstrucción es completa,caso de los
secundario ya que la mayoría de los casos de C.A.S. neoplasmas, la bacteriobilia y la incidencia espontá­
tiPnen obstrucción incompleta del árbol biliar. nea de colangitis es baja.
Los integrantes de esta Mesa Redonda consideran Los gérmenes encontrados en todos estos estudi>s
que en el manejo de las C.A.S. no pueden adoptarse se repiten en forma caso constante. Entre los ger­
posturas dogmáticas. Cada paciente plantea proble­ mentes aerobios se encuentran: Escherichia coli,
mas particulares (Cuadro 11). El tratamiento médi­ Klebsiella aerobacter,Proteus vulgaris,Estreptococo
co se impone en todos los casos desde el primer fecalis Estreptococo viridans, Estafilococo.
contacto con el enfermo . La evolución dirá,en cada Entre los gérmenes anaerobios se hallaron: Pep­
caso, si se debe o no abordar el foco séptico quirúr­ tococo, Peptoestreptococo, Clostridio welchii,Clos­
gicamPnte en los primeros días. La experiencia re­ tridio perfringens.
cientP en la literatura y la nuestra es que en la mayo­ Es de señalar la ausencia casi constante del Bacte­
ría dr los casos el síndrome séptico puede ser roides fragilis génen casi constante en los abscesos
controlado con un tratamiento correctamente plan­ hepáticos.
teado. Los gémenes aerobios estuvieron presentes el
En primer lugar, cualquiera ea la gravedad de la 75% de los casos, los anaerobios en el 13%. Se está
situación y antes de .administrar ningún antibiótico de acuerdo en que si se extreman los cuidados la
se PxtraPrán muestra de sangre pa.ra realizar hemo­ incidencia de gérmenes anaerobios patógenos es
cultivos. Lo ideal es realizar la siembra en condicio­ mucho más alta.
nes aeróbicas y anaeróbicas. El parénquima hepático no contiene o es pobre
Sin Psperar los resultados se comenzará con el en gérmenes para la mayoría de los autores.
tratamiPnto antibiótico. El plan de antibiótico a Varios autores se han cupado del estudio de la
emplPar es inicialmente empírico. Los estudios concentración de antibióticos en la bilis,empleando
ultPriorcs, resultados de hemo y bilicultivos dirán métodos variados, la mayoría de los cuales son de
dr la necPsidad o no de modificar el plan inicial. discutida confiabilidad. (1, 155, 194, 215). De to­
Esta conducta PS la única racional. El tratamiento dos modos es evidente que la vía que permite me­
con antibióticos dPb(• ser comenzado sin ninguna in­ jores niveles de antibióticos en bilis es la intraveno­
formación bactrriológica, ya que la misma tarda sa. El estudio de la biodisponibilidad de antibióti­
\ arios días, sin embargo la identificación de los gér­ cos en bilis demostró que los antibióticos que se eli­
mrnPs rn juego rs fundamental. Si el o los gérmenes minan en más alta concentración en la bilis, (varios
son identificados las posibilidades de éxito son cientos de veces mayores que en el plasma),fueron
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 49

la Metaampicilina, la Rifamicina y la Ampicilina. Los factores fundamentales en juego en el shock


El Cloranfenicol, los aminoglucósidos y las cefalos­ séptico de la C.A.S. son:
porinas, se eliminan en concentración débil por la - Hipovolemia.
bilis, (155, 194). - Disminución absoluta o relativa del gsto car-
Como lo señalan KEIGHLY y col s. (155), estos díaco.
estudios tienen un valor relativo. Primero,porque el
pasaje de antibióticos de la sangre a la bilis está muy - Arritmias.
comprometido en el curso de las colangitis aguda. - Déficit de la captación celular del oxígeno.
Segundo, porque es mucho más importante para el - Alteración en la distribución del flujo sanguí-
control de la sepsis la sensibilidad del gérmen al neo periférico.
antibiótico que la biodisponibilidad en bilis. - Daño miocardico con insuficiencia cardíaca.
Estudiando 231 enfermos con patología biliar La terapéutica deberá conducirse contemplando
encuentrn que los gérmenes eran sensibles en orden
decreciente a: Gentamicina, Cloranfenicol y Kana­ todos y cada uno de los factores en destquilibrio:
micina. - Aportar fluídos sin comprometer el hematc.cri­
Menos del 50% era sensibles a Ampicilina. to y la albuminemia. No sobrecargar el pulmón.
Hay antibióticos que alcanzan una concentración No sobre cargar el corazón.
en bilis mucho más alta que los mencionados: Clin­ - Corregir los desequilibrios electrolíticos pre-
damisina, Penicilina, Tetraciclina, Rifamicina, No­ sentes, sobre todo del potasio y ácido-base.
vomicina y Eritromicina. - Mejorar la oxigenación a nivel celular.
Sin embargo in vivo la Ampicilina se mostró muy - Mejorar la mala distribución del flujo periférico.
eficaz en el tratamiento de la sépsis de origen biliar,
considerando los gérmenes en juego y su sensibilidad - Coregir arritmias
a los antibióticos, se ha visto que la Gentamicina es - Tratar la insuficiencia cardíaca.
el antibiótico más eficaz. Hacen excepción algunas
cepas de Estreptococo fecalis y la mayoría de los
anaerobios. Sin embargo estos dos grupos son 4. Tratamiento de la insuiciencia renal
sensibles a la Ampicilina. Ex_iste evidencia de que los La IRA es constante en las C.A.S. Iniciado el tra­
antibióticos de efecto sistémico como la Gentamici­ tamiento con fluídos, rápidamente se advertirán dos
na dan mejores resultados que los de eliminación formas clínicas diferentes:
biliar en el tratamiento de las sepsis sistémicas cuan­
do existe obstrucción de la vía biliar. - oligoanúricas
En conclusión,los gérmenes gram negativos res­ - con diuresis consevada.
ponden bien a la Gentamicina y los gram positivos Ambas formas se reparten en proporción casi si­
a la Ampicilina, cuando ambos grupos de gérmenes milar. La reaparición de la diuresis de ningún modo
están presentes, situación habitual, deben adminis­ evita la prosecusión del síndrome urémico en la
trarse ambos antibióticos a la vez. mayoría de los enfermos, sobre tdo si persiste el
Las dosis a emplear son las máximas permitidas: estado hipercatabólico.
500 mg a 1 gr cada 6 horas para la Ampicilina y De ahí que la mejor conducta es considerar a to­
80 mg. cada 8 horas para la Gentamicina. dos estos pacientes como candidatos a la hemodíali­
La va será siempre la intravenosa. sis. Por supuesto, inicialmente se hrán las medidas
Los antibióticos se administrarán durante dos a que tiendan a restablecer la diuresis, independiente­
tres semanas, según los casos. mente de la función renal; ellas son la administra­
Este plan de antibióticos se modificará si la infor­ ción de Manito! al 20%, no más de 500 mi. y de
mación bacteriológica y el estudio de la sensibilidad Furosemide en dosis crecientes. La reaparición de la
a los antibióticos de los hemo y bilicultivos así lo diuresis en estos.casos no implica que se haya resuel­
indicaran. Algunos autores, (159), realizan el estu­ to la IRA, permite si un mejor manejo del aporte
dio bacteriológico al gram en forma extempóranea. de fluidos. Aún con diuresis consevada un grupo
Recogen la bilis en el curso de la operación en con­ importante de estos pacientes requieren hemodiálisis
diciones de anaerobiosis y la envían al laboratorio. hasta la recuperación de la función renal. La IRA
La información llega en 20 minutos. Se logra saber de las C.A.S. dura promedialmente unas dos sema­
así si la flora es gram positiva, gram negativa o mix­ nas. Siempre deberá tenerse presente que en general
ta. También se corregirán las dosis para la Gentami­ el restablecimiento de la función renal en el curso
cina si existiera insuficiencia renal, adecuándolas de una sepsis dependerá de la soluci5n definitiv.. 'e
a los clearance de creatinina. La vía intravenosa la enfermedad causal, es decir del tratamiento qui­
para la Gentamicina pdrá cambiarse a la intramus­ rúrgico de la enfermedad primaria. Pero también
cular si en pocas horas o días la hemodinamia del es cierto que hoy en día, el pronóstico de loS IRA
paciente se ha normalizado. Ante la duda mante­ ha mejorado marcadamente gracias : un mejor
ner la vía intravenosa. tratamiento general y a la hemodiálisis temprana
y repetida. Como principio general todo paciente
3. Tratamiento de la Insuiciencia circulatoria aguda portador de una C.A.S. debe ser intenado en un
centro donde se disponga de hemodiálisis. La expe­
El shock es un estado casi constante en las C.A.S. riencia muestra que si la diuresis no reaparece rápi­
Puede presentarse con síntomas y signos poco apa­ damente y la urea sube 0.50 r./lt. de sangre en las
rentes, es el llamado estado de inestabilidad hemo­ primeras 12 horas, hay tendencia a la acidosis
dinámica; o con los signos y síntomas clásicos del y ascenso del potasio, se debe colocar un shunt
shock séptico, sea bajo la forma caliente, (hiperdi­ arterio-venoso antebraquial y disponer la hemodiá­
námico), o frío, (hipodinámico). lisis en las próximas horas.
50 ALBERTO ESTEF AN Y COL.

En este tipo particular de enfermos la diálisis ser dado de alta del hospital sin haber solucionado
peritoneal no encuentra justificación. quiírgicamente la enfermedad biliar de fondo.
Los mejores resultados quiírgicos y la menor
5. Tratamiento de las enfermedades asociadas mortalidad operatoria se ven en el grupo de pacien­
tes operados de elección, (33, 39). La cirugía de
La edad media de estos pacientes es elevada. La emergencia en estos enfermos, inicialmente muy
mayoría tienen más de 70 años,(33,102,282,180). graves, solo permite procedimientos de decompre­
Por esta rázon son recuentes las enfermedades aso­ sión simples. Pocas veces de desobstrucción comple­
ciadas. La mayoría de ellas son capaces de interferir ta con adecuados controles colangiográficos. Ade­
con la enfermedad aguda y requieren tratamiento más si se encontraran formas de litiásis complejas,
específico. Deben ser consideradas en la conducción (litiasis intrahepática, cálculos impactados en
de la terapéutica: Diabetes, Cardiopatías, Bronco­ colédoco bajo y papila),estenosis altas o neoplsmas
neumopatías, Hepatopatías, Insuficiencia renal cró­ de la vía biliar,los procedimientos simples,llamados
nica,Hemopatías,A rterioesclerosis,etc. de salvataje,no son aplicables por ineficaces. Lo que
6. Tratamiento quiírgico el enfermo requiere en estos casos son procedimien­
tos que, para resolver la obstrucción,pueden llegar
Indicación: todas las C.A. . deben ser operadas. a ser muy complejos. Estos procedimientos solo
En la base de todas ellas ha · una obstrucción biliar, pueden ser realizados con seguridad, empleando el
la mayoría de las veces li iásica. La omisión del tra­ tiempo que requieren y ello es posible cuando el
tamiento quinírgico pred.ispone a la recidiva de la enfermo es operado de elección.
C. A. y a la aparición de abscesos hepáticos u otras Por todo lo dicho deben establecerse• como
complicaciones, (trombosis venosas hepáticas o por­ prioridades terapéuticas, el tratamiento de la sepsis
tales, pancreatiti . La reiteración de los episodios y de los desequilibrios asociados y secundariamente
sépticos expone también al paciente a complicacio­ el tratamiento quirúrgico.
nes· sistémicas graves, (pulmonares, renales, etc.). Iniciada la terapéutica de reanimación el cirujano
Objetivo: abordar la vía biliar principal y acceso­ deberá permanecer atento al desarrollo de los he­
ria exponiéndola en la mayor extesión posible. Una chos clínicos en cada paciente. La evolución y la
vez identificada la vía biliar se extraerá bilis por respuesta del paciente al tratamiento evaluada
punción coledociana recogiéndola en estrictas condi­ personalmente por el cirujano indicará la necesidad
ciones de anerobiosis. de una operación de urgencia. No existen fórmulas
Se debe reconocer por la exploración visual,ma­ fijas, cada caso se resolverá individualmente. Una
nual, instrumental y colangiográfica la o las lesiones respuesta favorable estará señalada por:
biliares presentes y lesiones asociadas, hepáticas,
pancreáticas, de vecindad, así como del resto del - Desaparición de la fiebre
abdomen. - Siquismo coherente
Resolver quiírgicamente en esa operación la - Disminución de la polipnea
patología hallada, responsable de la C.A .S. El obje­ - Disminución de la taquicardia
tivo mínimo, (no el ideal), es drenar o derivar la - Desaparición del shock
- Reaparición de la diuresis
vía biliar por encima del obstáculo contando para - Desaparición del sangrado digestivo
ello con una correcta documentación colangiográ­ - Mejoría de la PQ2 y PO2
fica que puebe que no hay un obstáculo por en­ - Desaparición del edema pulmonar
cima. - Descenso de la leucocitosis
Las operaciones parciales o incompletas obligan - Desaparición del dolor en hipocondrio derecho.
casi siempre a una nueva operación a menudo mu­ - Desaparición de la hepatomegalia
cho más difícil que la primera. De ahí que la mayo­ - Mejoría de la ictericia
ría de los autores critiquen este tipo de operación.
La mortalidad de las operaciones incompletas o La mejoría parcial del cuadro clínico o la recu­
parciales, por ese motivo, es mayor que las radica­ rrencia de síntomas o signos que ya habían mejora­
les independiente del estado del enfermo en el do o desaparecido debe hacer sospechar la presen­
momento de realizarlas. cia de abscesos hepáticos. Aquí, casi como regla,
Oportunidad: el problema ms importante en el se impone la cirugía de urgencia. Aplazar la opera­
tratamiento de una C.A.S. es precisar la oportunidad ción, en estos casos, buscando una mejoría en base
quiírgica. Existen como vimos tres posiciones que al tratamiento médico exclusivamente, es peligroso.
en realidad pueden ser reducids a dos: operar en El advenimiento de procesos modenos de abor­
agudo u operar en forma diferida. daje de la vía biliar intrahepática por vía transparie­
Empleando una terapéutica de reanimación ade­ tohepática percutánea (212) o del colédoco por
cuada y antibióticos apropiados la mayoría de lS vía endoscópica retrógrada transpapilar (79, 270)
C. A.S. responden al tratamiento médico. Si la seguramente reducirá aún más la necesidad de
terapéutica es lo suficientemente prolongada esta operaciones de emergencia destinadas a decompri­
mejoría suele ser estable. mir la vía biliar. Estos procedimientos tienen,
Todos los pacientes con C.A.S. deben ser opera­ en estos casos y en manos competentes,una morta­
dos independientemente de la gravedad inicial de la lidad muy inferior a la cirugía de emergencia (Fi­
misma. Las razones ya fueron señaladas. gura 2)
El problema es precisar la oportunidad operato­ De todas formas queremos señalar que si bien la
ria. Conceptualmente debe ser aquella que ofrezca decompresión de urgencia puede ser muy útil
la menor mortalidad y los mejores resultados para en ciertas formas de C.A .S. como las asociadas
el enfermo. a neoplasmas obstructores, su valor en las C.A .S.
Tdo paciente que inresa por C.A.S. no debe de origen litiásica es menor. Esto se explica por-
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 51

que los neoplasmas de la vía biliar y páncreas sue­ la posibilidad de una litiasis intrahepática siempre
len dar una obstrucción completa de la vía biliar está presente. La solución de estos casos exige
mientras que la litiasis suele dar una obstrucción experiencia y habilidad. Lo fundamental es no
incompleta. Pero, estadísticamente, las primeras dejar patología residual ya que esto exigirá otra
representan una cifra inferior al 19 %, (33), y para operación. La interpretación de las colangiogra­
muchos autores inferior al 5%, (186). fia intraoperatorias también requiere experiencia.
La decompresión por los procedimientos señala­ • Equipo quirúgico: debe ser igualmente expe­
dos exigue también un control estricto del pacien­ rimentado. El cirujano solo debe afrontar las difi­
te luego de aplicados. Si la mejoría no es rápida cultades propias de la operación y no las originadas
o existe agravación luego de una mejoría parcial por un equipo incompetente. Este suele ser la rela
o transitoria se debe pensar en la existencia de en las operaciones de emergencia.
abscesos hepáticos o colecciones subfrénicas bilio­
purulentas. • La sala de opeaciones: debe contar con el instru­
mental adecuado y las facilidades necesarias para
realizar todas las colangiografías que se requieran.
• Táctica quirúrgica
a) Incsión: La incisión que permite una mejor
exposición de la vía biliar el hígado y el confluente
colédocoduodenl es la incisión transversa del hipo­
condrio derecho y epigastrio; la línea media, parte o
todo el recto izquierdo deberá ser seccionado.
b) Protección de la pared abdominal: la inciden­
cia de infecciónes de la pared abdominal siguiendo
a la cirugía de las C.A. es muy alta. Por ello es im­
prescindible la correcta protección de todos los
Fig. 2 • Urena¡e transhepático percu táneo y paplotomia en­
doscópica
planos parietales.
c) Exploración, balance lesiona- la operac10n
ELECCION DE LA ESTRATEGIA TERAPEUTICA deberá ser única y definitiva. Para ello es impres­
cin'dible no dejar patología ya que esto obligará
Esto dependerá de si podemos actuar en un cen­ a reoperar al enfermo. La exploración del hígado,
tro para pacientes de alta complejidad o no. vesícula, páncreas y el resto del abdomen son
En el primer caso estaremos en las condiciones fundamentales. Siempre se deberán buscar absce­
ideales. El paciente será primeramente internado sos hepáticos.
en una unidad de cuidados intensivos. El cirujano d) Protección del peritoneo: debe blquearse
no "abandonará" al paciente en dicho lugar sino el foco quirúrgico, en este caso centrado por la
que él comandará la terapéutica y controlará perso­ vía biliar principal y accesoria. La versión de bilis
nalmente la evolución de su enfermo hora a hora. siempre séptica en las C.A.S. y con gérmenes de alta
Solo en esta forma podrá darse cuenta, temprana­ virulencia asociados sinergicamente, ofrece un gran
mente de los cambios evolutivos favorables o peligro de infección peritoneal. En esta forma se
desfavorables que puedan modificar el curso de la evitarán complicaciones tales como los abscesos
terapéutica. subfrénicos.
Si el hospital no contara con recursos adecua­ e) Obtención de muestrs de bilis: es muy impor­
dos para el tratamiento de este tipo de paciente, tante obtener muestras de bilis vesicular y coledocia­
lo correcto es mejorar en lo posible la situación na por punción y estudiar la sensibilidad a los
hemodinámica y respiratoria y trasladar al enfermo antibióticos. El material debe ser recogido y trans­
por el medio de transporte más rápido a un centro portado en estrictas condiciones de anaerobiosis.
adecuadamente equipado. Antes de 15 minutos debe ser entregado al laborato­
rio bacteriológico. Siempre debe solicitarse un
Tratamiento específico informe extemporáneo por tinción al gram.
Una vez decidida la oportunidad quirúrgica, el f) Abordaje de la vía biliar accesoria: teniendo en
cirujano deberá plantear la estrategia quirúrgica cuenta que la causa más frecuente de obstrucción
propiamente dicha. coledociana en la C.A.S. es la litiasis, el primer gesto
• Cirujano: a este respecto cabe anotar que la ciru­ es blquear el cístico para evitar el pasaje de cálculos
al colédoco durante las maniobras quirúrgics.
gía de los pacientes con C.A.S., aún mejorados de su
episodio inicial, no es una cirugía para iniciados. El g) Abordaje de la v(a biliar principal_· el colédoco
cirujano actuante debe tener una amplia experiencia debe ser expuesto en toda su extensión, desde la
en patología biliar para poder reconocer -la patolo­ placa hiliar hasta el duodeno. Para esto último es
gía presente y ser capaz de ofrecer soluciones tera­ imprescindible el decolamiento retroduodenopan­
péuticas técnicamente correctas. No es infrecuente creático. El hallazgo de cálculos de ninguna form_a
que estos pacientes exigan una difícil disección para excluye la existencia de otra patología obstructiva
alcanzar la vía biliar principal, sobre todo si ya han de !a vía biliar tales como los neoplasmas o las
sido operados. Frecuentemente requieren abordaje estenosis. Precisamente estas últimas suelen acompa­
de la papila y también derivaciones biliares intenas; ñarse de litiasis o concreciones pigmentarias más o
otras veces, como sucede en el caso de estenosis o menos consistentes por encima de la estenosis.
neoplasma, plastias o resecciones de la vía biliar. Por esta razón debe abordarse la vía biliar en toda
Aún en el caso de litiasis de la vía biliar principal, su extensión.
52 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

h) Exploración e la v{a biliar: la exploración de ción del foco ha sido adecuada, no deben colocarse
la vía biliar debe ser exhaustiva. Se comenzará otros drenajes.
mirando, luego palpando cuidadosamente. A conti­ Obligatoriamene los drenajes ransitarán por la
nuación se hará la colangiografía por punción cole­ pared abdominal por contrabertura y no por la heri­
dociana o por cateterismo del conducto cístico si da dado el riesgo de infección por los gérmenes
la colecistectomía estuviera indicada. Luego se abri­ de origen biliar.
rá la vía biliar principal. Se anotará el aspecto de la m} Cierre de la pared: el plano músculo fascial
bilis, su olor, la salida de cálculos o concreciones debe ser cerrado de la manera habitual. Evitar todo
biliares. Seguidamente se hará la exploración instu­ lo que pueda producir isquemia a ese nivel, (evitar
mental hacia arriba y hacia abajo. Si se cuenta con los puntos de reuezo), por el peligro de infección
ella se hará la coledocoendoscopía intraoperatoria. por anaerobios.
La exploración por tdos los medios descriptos Actualmente se está de acuerdo que en las C.A.S.
permitirá precisar la naturaleza de la obstrucción el plano corespondiente al ejido celular y la piel
biliar y si existe más de una patología, (litiasis cole­ dE. en ser dejados abiertos dado la alta incidencia de
dociana e intrahepática, estenosis con litiasis, litiasis infec,iones graves de partes blandas cuando la piel
biliar y neoplasma), o patología que exigen opera­ es suturada.
ciones técnicamente complejas, (estenosis altas, n} Antibioicoterapia tópica profiláctica: comple­
neoplasma del confluente, litiasis intrahepáticas}. menta la medida procedente. Es indiscutible el bene­
i) Tratamiento de la lesión obstructiva: en algu­ ficio del uso tópico de antibióticos a baja concentra­
nos casos esta es técnicamente muy simple, (cálculos ción. Diluyendo Cloranfenicol y Ampicilina, 250 a
del hepatocolédoco fácilmente movilizables). Otras 500 mg. de cada uno en un bowl de 2 lts. es suficien­
veces exigue una cirugía técnicamente compleja, te para obtener una adecuada concentración. Con
(neoplasmas de vía biliar, estenosis alts, litiasis esta solución se lavará repetidamente la pared antes
intrahepática). Cada caso planteará sus propios pro­ de la colocación del apósito. Jamás el uso tópico de
blemas técnicos. Como se comprende el tratamiento antibióticos remplazará al uso sistémico de los mis­
en la mayoría de los casos no puede reducirse a mos.
la colocación de un tubo de Kehr en el colédoco.
j) Aseuar un flujo biliar hepato-intestinal libre
de obstáculo: la operación debe asegurar el tránsito TRATAIENTO POSTOPERATORIO
de la bilis desde el hígado al intestino. Sea por ex­
tracción del obstáculo cuando esto es posible, efec­ El tratamiento de sostén deberá ser mantenido
tuando plastias en ciertos casos de estenosis, (esfin­ durante todo el curso del postoperatorio. Nunca
teroplastia del Oddi, etc.), o derivando la bilis a será menor de una semana aunque el enermo se
otro lugar del intestino, (coledocoduodenostomía, encuentre bien. La administración de antibióticos,
hepáticoyeyunostomía, etc.}. La colecistoyeyunos­ la continuación de las sesiones de hemodiálisis
tomía es una operación de resultados imprevisibles. hasta que se haya resuelto la insuiciencia renal
Para que funcione como derivación debe existir aguda, constituyen medidas escenciales. La sus­
un cístico permeable y amplio. Esto se ve en menos pensión muy temprana de los antibióticos expone
del 50% de los casos. En casos excepcionales, a la recurrencia de la colangitis aún en pacientes
(riesgos de muerte inminente durante la operación}, operados (171).
el procedimiento pdrá reducirse únicamente a la La diálisis peritoneal postoperatoria no ha sido
derivación biliar externa, ( colecistostomía, coledo­ de utilidad en estos pacientes (151).
costomía}. Aún en estos casos el objetivo mínimo El tratamiento de la insuficiencia renal continua­
es drenar la va biliar por encima del obstáculo para rá en el postoperatorio, contemplando tdos los fac­
lo cual debe contarse con una correcta documenta­ toes que gravitan sobre ella (4, 83,305).
ción colangiográfica.
k) Tratamiento de los abscesos hepáticos: la
táctica a emplearsé variará según se trate de un absce PROFILXIS
so único orle abscesos múltiples. Las C.A.S. están gravadas, aún cuando _se? tra­
Consideramos que antes de evacuarlos se debe tadas en tiempo y forma adecuada, de un md1ce de
haber resuelto el problema de la vía biliar principal. moralidad global muy lto (50% - 90%). Es por
Los abscesos múltiples miliares no son pasibles ello que se impone, en enfermos "críticos" o de
de tratamiento quirúrgico. La mortalidad en estos "alto riesgo" de desarrollar na C.A.S., ado�tar �e­
casos es próxima al 100%. didas tendiente a evitr esta grave comphcac1on.
1) ratamiento de las enfermedades asocaas: en Las medids profilácicas son:
términos generales, el tratamiento de las enfermeda­ l. La antibioticoterapia profiláctica
des asociadas que puedieran hallarse en el abdomen 2. La adecuación de la oportunidad operatoria
deberán ser postpuests salvo situaciones de excep­ en enfermos portadores de una colangitis sim­
ción. Las características del foco biliar, (gémenes ple.
de alta virulencia), y las malas condiciones del terre­ 3. Evitar tda maniobra en la vía biliar que au-.
no del paciente, aún mejorado de su sépsis, obligan mente bruscamente la presión intracanicular.
en la mayoría de los casos a no realizar operaciones
concomítantes.
11} Drenaje de la cavidad abdominal: la cavidad ANTIBIOTICOTERAPIA PROFILACTICA
abdominal, más precisamente la logia subhepática,
deben ser drenados al exterior cualquiera haya sido Las infecciones que acompañan a los prcesos
el procedimiento quirúrgico utilizado. Si la protec- quirúrgicos contribuyen a una mayor mortalidad
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 53

y morbilidad en el postoperatorio. Frente a este - Presencia de ictericia;


hecho, ya desde el descubrimiento de los antibió­ - Chuchos en la semana previa a la intevención
ticos se planteó su uso pevio al desarrollo del cua­ quirúrgica;
dro, buscando en esa forma disminuir las posibles - Intevención de urgencia;
complicaciones infecciosas y mejorar la sobrevida. - Intevención dentro de las 4 semanas de un
El no seguir una conducta bien reglada en esta cuadro agudo previo;
utilización, determinó el descrédito y la interdic­ - Antecedentes de ciugía pevia sobre la va bi-
ción de la antibioicoterapia profiláctica. liar·
Para que esta brinde buenos resultados deberán _ Cálculos en la vía biliar principal;
cumplirse una serie de principios que enumeraremos - Obstrucción de la vía biliar principal
en forma sumaria: En presencia de uno de estos factores el biliculti­
- El Agente que se use como profiláctico debe vo es positivo en el 53% de los casos, y en presencia
ser poco tóxco, esto se explica dado que el riesgo de 4 de ellos es positivo en el 87%.
de infección debe ser mayor que los posibles efectos Si ninguno de estos factores esta presente solo
adversos del antibiótico que indiquemos. el 19 % de los pacientes tendrán bilicultivos positi­
- El agente que seleccionenos debe ser eficaz vos.
contra los organismos que más frecuentemente se Debemos destacar que la antibioticoterapia pr­
encuentran en el sitio en que vamos a actuar. filáctica también está indicada en aquellos pacientes
En nuestro caso, a nivel de la vía biliar, los gér­ que van a ser sometidos a maniobrs instrumentales
menes más frecuentemente hallados son los bacilos sobre su vía biliar.
aerobios Gram negativos (Escherichia, Proteus, Debemos tener en cuenta que lo que importa
Klebsiella) y los Enterococos. Son raros los Anaero­ es el nivel sanguíneo del antibiotico y no el que se
bios. consigue a nivel de su vía biliar (157).
- El antibiótico debe alcanzar una concentra­ En cuan éo a la selección del antibiótico, conside­
ción tsular efeciva previo a que la contaminación ramos de rjlección a las cefalosporinas, dada su baja
ocurra; esto determina la necesidad de comenzar la toxicidad y su especro eficaz frente a los patógenos
medicación en el preoperatorio. usuales de la va biliar. Dentro de ellas algunos auto­
res prefieren a la Cefzolina por su el_iminación en
- Debemos continuar solo por un corto período forma activa por la bilis y sus buenos niveles en
postoperatorio, para prevenir de esta forma la emer­ sangre. Sin embargo, pueden también ser utilizados
gencia de sepas resistentes. sin desmedro la Cefalotina, la Cefradina, el Cefa­
- No debe usarse como antibióticos profilácticos mandol y el Ceuroxime. Las dosis oscilan entre
aquellos que luego seran de elección si se desarrolla 500 mg. pra la Cefazolina y 1,5 g. para el Ceuro­
la infeccion. Si esta aparece luego de haber recibido xime.
el paciene un agente en forma profiláctica, este será Se prefiere la administración en forma intraveno­
reemplazado por fármacos que previamente no sa, en perfusión en 30 minutos en forma previa a la
habían recibido. intervención; una o dos dosis, 7 horas y 1 hora antes
- La antibioticoterapia profiláctica solo será del acto operatorio.
usada en pacientes que serán sometidos a una ciru­ En cuanto a la duración de la administración,
gía con elevada incidencia de infección (elevada existen diferentes criterios. Algunos autores (160)
morbilidad, el caso que nos ocupa, la cirugía biliar) relizan únicamente 3 dosis: una 7 horas antes,-
o en aquellos casos en que el desarrollo de la infec­ 1 inmediatamente previo a la intevención y otra a
ción conlleva una elevada mortalidad (protesis vs­ las 6 horas del acto quiúrico. Otros prefieren man­
culres o cardíacas). tenerlos por 24 horas postoperatorio (284). Estan
La antibioicoterapia profiláctica, a nivel de la en cuso estudios que utilizan una única dosis con
vía biliar, se usa para prevenir el desarrollo de: buenos resultados.
- infección de la herida operatoria
- abscesos intraperitoneales (subhepáticos, inter- ADECUACION DE LA OPOR{UNIDAD OPERA­
hepatofrénicos, etc.) TORIA EN ENFERMOS PORTADORES DE UNA
- Colangitis postoperatorias raves. COLANGITIS SIMPLE
Las dos últimas circunstancias son generadoras de
cuadros sépticos en los postoperatorios de vías bilia­ La mayoría de las C.A.S. están pecedidas de
res. empujes de colangitis simple. Esto es particularmen­
La frecuencia con que se presentan estas compli­ te cierto en ls C.A.S. secundarias a litiasis biliar.
caciones varían con los diferentes autores (161, 284). Es justamente en estos casos en donde se impone
pero podemos dar cifras aproximadas del 10% de las encarar la oportunidad operatoria como una urgen­
infecciones de herida operatoria y de un 3% para los cia diferida. El índice de mortalidad operatoria en
abscesos intraperitoneales. las colangitis simples secundarias a litiasis es del
El uso del antibioticoterapia profiláctica no debe 0.5% al 5% (2, 68, 180).
ser sistemático, sino que debe estar resevado para En otras palabras, debe cambiarse el criterio le
aquellos pacientes que tienen "bacterobilia" (pre­ esperar que la ictericia retroceda completmente
sencia de bacterias en la bilis). KEIGHLEY (158), a para luego proceder a la cirugía. El tiempo transcu­
través de un análisis multifactorial selecciona ocho rrido enre el ingreso del enfermo y la operación
factores que se acompañan en forma por demás fre­ debe ser el mínimo impresindible para completr
cuente de bacterias en vía biliar. Es en ellos que está el estudio y compensar las eventuales patologías
indicado el uso de antibióticos proilácticos: asciadas existentes (Cuadro 12).
- Edad superior a 70 años; Este criteio es también válido para las demás
54 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

etiologías de las C.A.S. que han sido presedidas COLANGITIS Y ABSCESOS HEPATICOS
de episodios de colangitis simple.
LITIASIS COLEDOCIANA Los abscesos hepáticos son lesiones evolutivas de
la colangitis que se constituyen en nuevos focos de
sepsis intrahepática. Es, en sí, una nueva patología
con evolución y complicaciones graves las más de las
veces mortales. Tiene en algunas circunstancias una
marcha rapidamente evolutiva, independiente del
tratamiento completo del foco séptico original cana­
licular. Su frecuencia es mucho mayor de lo que se
supone, ya que gran cantidad de enfermos mueren
sin llegar nunca a ser operados ni autopsiados por lo
que el diagnóstico se pierde y no cuenta para las
estadísticas, (5, 38, 39, 40, 91).
C.A. SEPTICA C, A, SEPTICA REINOLDS en 1909 drena el colédoco de una
colangitis y el paciente fallece por un cuadro séptico
debido a abscesos múltiples angiocolíticos. (186)
SUIFFET en 1941 (287), relata cuatro casos de
abscesos hepáticos de origen angiocolítico que
* ANTIBIOTICOTERAPIA PREVENTIVA, aparecen sobre un total de 114 casos de vías biliares
* OPERACION CON CRITERIO DE operadas en el servicio del Prof. Stajano. En dos de
ellas se encontró litiasis coledociana, en otras dos
URGENCIA DIFERIDA, no había r:ausa obstructiva biliar demostrable al
momento de la autopsia.
Cuadro 12. Proilaxis de las C.A.S. secundarias a litiasis En 1965 REYNOLDS (186), refiere 3 muertes
coledociana. en el curso de una C.A.S. en las que la autopsia reve­
EVITAR TODA MANIOBRA EN LA VIA BILIAR ló la existencia de abscesos hepáticos múltiples.
QUE AUMENTE BRUSCAMENTE LA PRESION HUAPERT (134), en 1967, establece que en su
INTRACANICULAR serie todas las C.A.S. no operadas fallecen. Seis de
15 muertes presentaban el hígado como "una espon­
ja de pus" al corte por la existencia de múltiples
•MN!OBRAS INSTRUMENTAU:S ■ C.A fllS ATOOlS abscesos colangíticos. En 2 casos adicionales exis­
� • llMJIIL!ílfl E. D TID . tían abscesos hepáticos bien constituidos.
En 1969, DOW y LINDENAUER (91) responsa­
. C.T.P.H. • CR .AjJf!A O OilJSIS
.:.P,E..R. AH[S[l,
.EXTP.ActlOOINCRUENTA
ECALClllOSESlOOALES.
"RUISlBfCIAEAIJl
BIUM.
bilizan a los abscesos hepáticos de las muertes ocu­
. PAPILOT�IAENSCOPJCA. "RIUI\lTIVAE.E rridas en pacientes en los cuales la vía biliar había
• CONGIOGFJA POSTOPERATORIA.
BILIA.
sido convenientemente decomprimida quirúrgica­
A!HIBIOTICOTEM'IA
J mente.
La colangitis es la causa más frecuente de absce­
"VITIBICTI'JAOIVAY
PREVEl!TIVAYESPEC!FICA :CIF!CA.
"IWW!lti\. V.B, SINST;. sos hepáticos. En la serie de BRODINE y SCHARTZ
"4G'IAY.IS!S (42), el estudio más reciente y numeroso de casos,
sobre 532 abscesos de hígado las colngitis sobrepa­
SINHlSHt

san a todas las demás etiologías.


� En nuestra casuística, se demostraron 9 enfermos
N�IS B!LlD!BTll/S lAS con abscesos hepáticos sobre 38 C.A.S. (23.6%).
ATlM)IWES,llATIV6.

ETIOPATOGENIA
Cuando la infección canalicular se extiende den­
Cuadro 13. Profilaxis de las C.A.S. tro del hígado hay dilatación de los lagos biliares,
tumefacción turbia celular y acumulación de poli­
mofonucleares cerca de la terminación de los capila­
Ya ha sido exahustivmente analizada la impor­ res biliares, donde a veces se obsevan acúmulos de
tancia que posee el aumento brusco de la presión bacterias (40) y necrosis celular. Se producen así
biliar en el desencadenamiento de una C.A.S. Es pequeños abscesos que se juntan eutre ellos. Estos
por ello impresindible evitar, y en particular en en­ focos microscópicos se agrandan por ºprogesión y
fermos obstruidos e infectados biliares, los aumentos se fusionan unos a los otros a expensas de la necrosis
de la presión intracariilicular secundaria a (Cua­ del parénquima para formar abscesos macroscópicos
dro 13): de diferente volúmen y distribución (123, 173,174).
- Colangiografía intra y postoperatoria. Se admite que los gérmenes invaden el parénqui­
-- Coledococlisis. ma por hipertensión de una bilis infectada o uerte­
- Maniobras instrumentales sobre la vía biliar mente contaminada (124, 134, 143). ALRENHOLZ
(C.T.P.H., C.P.E.R., extracción incruenta de cálculos (3) piensa que es probable que la colonización
residuales, papilotomía endoscópica). parenquimatosa con formación de abscesos preceda
- Retirada intespectiva de un drenaje bilir sin a la infección canalicular y que los microabscesos
un estudio colangiográfico que demuestre la ausen­ abiertos secundariamente en las radículas biliares
cia de obstáculo canalicular biliar. son los que contaminan el árbol biliar.
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 55

Dado el gran flujo sanguíneo viscerl esplácnico, tamaños variable y que un porcentaje de ellos puede
el hígado recibe una gran agresión microbiana. Su evolucionar a la infección. En las colangitis,
alta riqueza linfática y de sistema reticuloendotelial dada la hipertensión canlicular, tendencia al
aporta factores defensivos suficientes como para depósito de plaquetas y coagulación intravascular
que la infección no tenga lugar en situaciones que acompañan las sepsis (183, 178) es proba­
fisiológicas (3,134, 174). La hipertensión endocana­ ble que sea vascular el mecanismo patogénico.
licular crea un desequilibio en los mecanismos de Sumado a ello se ha demostrado que el hígado
defensa y alteraciones en la fisiología que permite no tiene una irrigación uniforme sino que existen
la colonización microbiana (Cuadro 14). Es proba­ zonas mal irrigadas en forma intermitente regula­
ble, que entre las alteraciones de la fisiología hepa­ das por esfínteres presinusoidales (64). Durante
tica existan alteraciones de la circulación intrahepá­ las descargas bacterihémics y shock séptico con­
tica, resultando de ello isquemia en sectores de pa­ secutivo, la irrigación hepática se enecuentra muy
rénquima o focos de necrosis que permiten la colo­ comprometida por una brusca disminución del
nización microbiana y el desarrollo de los abscesos gesto en el sector esplácnico. Pueden quedar así
intrahepáticos (40, 64, 203). Esta situación es áreas de necrosis en el parénquima hepático (64,
facilmente explicable por la importante caída del 113, 276). En estas mismas circunstancias circu­
gasto que se produce en la circulación esplácnica latorias hay incremento en la permeabilidad al
durante los empujes bacterihémicos de la colangitis pasaje de microorganismos del intestino a la sangre
grave. (64, 273) portal, aumentando la agresión microbiana al hígado
isquémico. (178) Se explica así, la presencia de una
flora cambiante, polimicrobiana, undmentalmente
anaerobia de origen intestinal en los abscesos hepá­
• AGRESION • DEFENSA ticos. (114, 273)
Al pesistir estas alteraciones circulatorias pueden
e MICROBIANA e GENERAL generar un círculo vicioso de agravación recíproca
ya que la necrosis infectada promueve la supuración
* CANAL! CULAR intrahepática la que, a su vez, se suma al cuadro co­
langítico como origen de sepsis y repercusión hemo­
* VASCULAR dinámica. A nivel hepático, se suceden: enlenteci­
miento circulatorio, depósito plaquetario, tromlosis­
e /ASCUAR e LOCALES y aumento de la isquemia. A causa de esta situación
hemodinámica se van agrandando los abscesos y se
* SHOCK * VASCULARIZACION explica como muchas veces es más el tejido necróti-
co que se encuentra en los abscesos que colecciones
• GASTO PORTAL * S.R.E, purulentas. (203)
ISQUEMIA
TROMBOSIS
NECROSIS BACTERIOLOGIA
Es de gran importancia en el estudio de los ºabsce­
Cuadro 14. Fisiopatología de los abscesos hepáticos sos hepáticos. GAISFORD (115) cree que junto al
diagnóstico tardío la causa de la elevada mortalidad
Estos cambios en el balance agresión- defensa de los abscesos hepáticos radica en la falta de identi­
tanto locales como generales pueden contribuir ficación del gérmen. Los diferentes estudios desta­
a la aparición de abscesos hepáticos. can la elevada frecuencia de gérmenes de origen
Hay autores que indican como vía de contami­ intestinal fundamentalmente los gram negativos y
nación del parénquima la vía intracanalicular a anaerobios. (5, 40, 114)
punto de partida vesicular mediante canalículos Se ha señalado la gran mortalidad de aquellos
accesorios (188) o por vía linfática. Estos, a su enfemos en quienes se encontraba flora oolimicro­
vez abiertos en las radículas contaminan todo el biana y anaerobia (280). Los gérmenes mas frecuen­
sistema biliar. Es probable que, como señalara tes son: Escherichia Coli, Proteus, Klebellas y anae­
ALRENHOLZ (3), la vía biliar una vez expedita robios (5, 40, 114).
se siga contaminando por los abscesos intrahepá­ Es importante destacar que los cultivos negativos
ticos abiertos en los canales. Esto explicaría por van decreciendo a medida que se hacen tomas más
qué en el postoperatorio de un árbol biliar total­ cuidadosas, inclusive biopsias de pared, y se trans­
mente limpio existe un incremento súbito de la bac­ portan rápidamente para siembra en medios anaero­
teriología y el aspecto macroscópico de la bilis bios. Procediendo así se logra el diagnóstico bacte­
que enturbia y deja sedimento piocitario durante riológico en la casi de la totalidad de los casos.
días o semanas.
Hay autores que intentaron explicar la conta­ La presencia de anaerobios, descrita por primera
minación parenquimatosa por infección de la vez por BEA VER (280) en los abscesos hepáticos,
pared coledociana e invasión del parénquima por eleva la mortalidad de los mismos en el 50%, mien­
vía linfática, pero esta teoría carece de un sopor­ trs que cuando son de flora aerobia sólo tienen un
te lógico. (3) 20% de mortalidad (114). La frecuencia de anaero­
LEE y BLOCK, (174) basados en hechos clí­ bios en los abscesos angiocolíticos es importante.
nicos y experimentales creen que los llamados Entre el 20% y el 45% son Bacterioides, le siguen
abscesos criptogenéticos sean precedidos por trom­ Clostridium y Enterococo microaerófilo. (200)
boembolismos intrahepáticos con infartos de El hallazgo de gas y olor fétido certifica chnica-
56 ALBERTO ESTEF AN Y COL.

mente su presencia. El transporte de material y


cuidados con el mismo, ya fue destacado. • NECROSIS

TIPOS ANATOMICOS • SUPURAC ION

Los abscesos colangíticos pueden variar desde SUPRAHEPATICAS -- TROMBOSIS


múltiples, miliares, microscópicos, sólo reconoci­ C.BIL

8 ______
--
ASOS � PO RTALES
bles por biopsia hepática profunda, a formas pro­ - .
ARTERIALES � ISQUEMIA
gresivamente mayores, como cabeza de alfiler,
generalmente múltiples. Otras veces son grandes, HEAT01
por coalescencia de los anteriores, únicos y volu-
minosos, multisaculares. ABCEDAC�RRAGIA
El área abscedada tiene el corte un color amnllo
pálido. El corte de un hígado colangítico pu�de
mostrarse salpicado de abscesos, cuyos tamanos Cuadro 15. Progresión de los abscesos hepáticos.
pueden variar desde milímetros de diámetro a varios Los focos de necrosis y abscedación tienen ten­
centímetros. Esta aspecto puede ser de todo el hí­ dencia a la progresión dentro de la glándula necro­
gado o limitado a un sector. Los abscesos únicos sando perénquima vecino, como es el modo habitual
son anfractuosos, de límites imprecisos. Hacia la pe­ del cecimiento de los abscesos.(Cuadro 15) De este
riferia se encuentra una membrana piógena cuyo modo interesan los conductos biliares así como los
grosor varía con la evolución del proceso. En la vasos sanguíneos intrahepáticos que o bien resultan
parte más exena tiende a formarse un tejido de trombosados,lo que favorece el crecimiento �el pro­
granulación intento del organismo a circunscribir ceso supurativo, o se produce una hemorragia den­
el proceso: Este proceso de organización está tro del parénquima hepático(280,291). La tro�bo­
impedido en las infecciones a anaerobios debido sis sobre todo de las ramas portles y suprahepat1cas
a las enzimas proteóliticas y necrotizantes que que trabajan a baja presión determina, por un lado,
impiden su formación. Por fuera de la pared, junto aumento de la isquemia, pero, por otro, una hiper­
a focos de regeneración, se obsevan focos de tensión en el sistema portal. Esta hipertensión al
necrosis y a veces pequeños acúmulos de supuración flujo portal se ve favorecida por el edema intersticial,
que son los que pueden perpetuar la infecci�n luego propio del hígado séptico y la !:üpertensión de los
del drenaje quirurgico del absceso. Estos m1croabs­ canalículos biliares.
cesos satélites son los que determinan la extensión Cuando la necrosis interesa un grueso vaso, sobre
necrótica del proceso lesion!(203). todo arterial, se puede producir una hemorragia
Presumiblemente los abscesos únicos obedecen a importante dentro del parénquima (21, 291, 294).
la degeneración y necrosis de un sector del parénqui­ Esta hemorragia puede detenerse por la compresión
ma donde existe un máximo lesiona! obstructivo elástica del tejido hepático o puede progresar en
del canal correspondiente. En ellos, como lo hiciera forma brusca o intermitente como es más habitual.
notar RUBIN (252), el desarrollo de la enfermedad El hematoma intrahepático busca salida hacia el
es lento, algo incidioso, la obstrucción biliar es par­ peritoneo o espacio subfrénico o bien se abre en un
cial y los síntomas tienen varias semanas de dura­ canal biliar dando lugar a una hemobilia. La hemo­
ción. rragia se ve favorecida por los trastornos de la crasis
En contraste, los abscesos miliares son más agu­ secundaria a la insuiciencia hepatocítica o a la
dos y se desarrollan rápidamente en el curso de una sepsis y desde el punto de vista local por la acción
colangitis aguda. DOW(91) insistía �n que el térmi�o necrobiótica de la bilis como fue señalada por
medio que transcurre desde el comienzo de los sm­ LARGHERO (169), SANDBLON (258) y otros
tomas hasta la formación de abscesos colangíticos (294, 312). La curación del foco _hemorrágico �s
fue en su serie de 11 días. Pensamos que como to­ difícil y la hemorragia puede ocumr por el propio
do 'esto resulta'de una interrelación de mecanismos tejido de granulación de la pared del absceso, como
de agresión y capacidad de los medios defensivos, fue señalado por BALBOA y cols. (21), ya _que la
los plazos pueden ser tan_ variables que re�ult�_ía acción lítica de la bilis impide la regenerac1on de
muy peligroso hablar de tiempo en la constituc1�11 tejido hepático y la formación del conjuntivo repa­
de los abscesos. No obstante, todos los autores estan rador (258) lisando los coágulos (258,203).
de acuerdo que éstos son una lesión evolutiva de las
colangitis y no existen dudas que como tales surgen
del retardo de la solución de la hipertensión biliar CLINICA
séptica(91,241,252,288,291)
Los llamados abscesos en panal de abeja por La clínica de los abscesos colangíticos es en todo
SOMBERG (280) son también sectoriales, de difícil similar e indistinguible de las C.A.S .. La ictericia
diagnóstico intraoperatorio, y raros en :a evolución puede no existir en algunos casos de obstrucción
de las colangitis. No obstante, debemos hacer notar incompleta y el síndrome febril en pacientes añosos
que son de muy difíci� reconocimie�to \ntrao?era­ o muy graves puede faltar (3). Se puede decir que
torio, a menos que se mtente una b10psia hepatica ios abscesos colangíticos no presentan ningún sínto­
de modo que e pueda obsevar al corte la forma­ ma peculiar (3, 38).
ción de cavidades sin formaciones conjuntivas de Muchas veces debido a la participación diafrag­
sostén constituídas. Su evolución es a la necrosis mática existen manifestaciones pleuropulmonares
total del sector. Se recomienda tratarlos mediante en forma de pleuresías, empiema y atelectasia del
resección hepática ya que no queda parénquima lóbulo inferior del pulmón derecho. (252)
recuperable entre ellos y el drenaje es inefectivo. Fuera de las manifestaciones torácicas no existe
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 57

ninguna manifestación peculiar que la haga sospe. se realiza buscando rellenar el árbol intrahepático
char frente a una colangitis, salvo el tiempo de en un ligero Trendelenburg. Con los debidos cuida­
evolución. Deben siempre sospecharse en toda dos manométricos de no producir hipertensión
C.A.S. evolucionada, y en todo paciente quiírgica­ canalicular se rellena el árbol biliar intrahepático
mente tratado que no halla retrocedido el proceso presentando como signos: amputación, afinamiento,
séptico. desplazamiento y apertura en compas, de canales,
Como veremos el diagnóstico es difícil hasta en así como relleno·de cavidades absceduales que a veces
la exploración quirúrgica, ya que los abscesos solo dan la imágen de un árbol relleno de fruta (186)(i.
se ven si aloran en la superficie hepática en secto­ gura 3)
res fácilmente expuestos del organo. O bien que la �s frecuente que aparezcan estas imágenes colan­
biopsia hepática profunda de ambos lóbulos los giográficas en pacientes operados con una evolución
hagan obstensibles macroscópicamente durante la séptica persistente.
sección del organo.
En una serie presentada por uno de nosotros fre­
cuentemente se manifestó en el postoperatorio
como una sepsis persistente, con elementos de hi­
percatabolia que elevaba las cifras ureicas de tal
modo que obligaba a la realización de diálisis rena­
les diarias (291).
Debemos de destacar la pobreza de datos que
aporta el laboratorio y la radiología convencional
en el diagnóstico de los abscesos hepáticos colangí­
ticos. Los elementos diagnósticos más importantes
los brinda la centellografía y la arteriografía hepáti­
ca selectiva, la ultrasonografía y la tomografía com­
puada. No obstante ello, la radiografía simple
puede, en determinado número de caso, aportar
elementos diagnósticos entre los que debemos desta­
car los siguientes signos: aumento del tamaño del
área hepática, elevación del diafragma con paresia
y a veces deformación, nivel hidroaéreo dentro del
parénquima, que hay que buscar en placas penetra.
das de pie y que constituye un signo patonogmóni­
co (242). Junto a ellos el estudio radiológico de tó­
rax nos brinda datos al evidenciar signos de partici­
pación diafragmática y repercusión pleuropulmonar
como son las imágenes pleurales o basales parenqui­
matosas.
La arteriografía selectiva de tronco celíaco o Fig. 4 · C.T.P.H. Abcesos sobre una obstrucción derecha.
superselectiva hepática brinda elementos diagnós­
ticos de importancia como son los desplazamientos
vasculares, la ausencia de vascularización a nivel del La colangiografía trasparietohepática con aguja
absceso, las elogaciones, estrechamientos, enrulados, fina es un buen método diagnóstico y ha sido utili­
y los vasos apretados. El halo vascular en la etapa zada como procedimiento terapéutico (figura 4)
de relleno capilar es característico. (90) (123, 127, 165, 213, 283).
Finalmente, métodos no invasivos como la ultra­
sonografía brinda inmejorables posibilidades diag­
nósticas con un mínimo de gasto y sin exposición
radiante (figura 5).

Fig. 3 -Abcesos hepáticos colangiolíticos, uno de ellos abierto

La colangiografía es fundamental,sobretodo que Fi�ra 5. Ecotomografía de hígado. Abscesos hepáticos


puede descubrirlos durante el acto quirúrgico si mltiples.
58 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

La tomografía computada es un procedimiento TETZ (288), localizando las colecciones median­


que brinda imágenes más anatómicas pero a un ma­ te isótopos por vía percutánea, usó cateteres para
yor costo y exposición radiante. (igura 6). Ambas drenar las colecciones de abscesos piogenos.
diagnostican colecciones de hasta 1 cm. de diáme­ STEPHENSONS (283), describió una técnica similar
tro. (3) con resultados insatisfactorios porque la autopsia·
La centellografía, otrora el método más impor­ descubrió la existencia de múltiples abscesos peque­
tante en el diagnóstico de los abscesos, es actual­ ños. GERZHOF (123), ha descrito el drenaje ayu­
mente algo desplazada por los métodos más moder­ dado por la tomografía computada de varios abscesos
nos. abdominales incluídos los hepáticos. KRAULIS
(165), recientemente describió casos tratados con
exito ayudándose de la tomografía computada e in­
sertando cateteres para lavados y para inyectar aire
lo que le permite seguir la evolución de la cavidad
y el estado de la pared.
Aunque los riesgos de contaminación peritoneal
y pleural son grandes, así como las características
del pus a tratar con necrosis hacen que la detergen­
cia de la cavidad sea difícil, es posible que esta
técnica tenga uturo. Sus indicaciones actuales deri­
van de los grandes riesgos de la cirugía en enfermos
multioperados o con contraindicaciones generales
(212). Puede ser incluso una técnica previa al trata­
miento definitivo, tratando de extraer material para
deterger y para conseguir realizar un diagnóstico
bacteriológico y drenar la vía biliar. Esto permitiría
realizar un correcto tratamiento antibacteriano
mientras el enfermo es puesto en condiciones para
Figura 6. Tomografía computada. Absceso del lóbulo dere­ soportar la agresión anestésico-quirúrgica (212).
cho del hígado.
Creemos que el drenaje quirúrgico brinda una
Los microabscesos no se diagnostican sin la mayor seguridad en cuanto a la limpieza de la
biopsia hepática profunda, que debe de ser de 2 cms. cavidad, resecando todo el tejido necrótico, que en
de profundiad por lo mens. Cuando se realiza la mayoría de los casos sería imposible de realizar
es posible ver salir algún grumo de pus que es conve­ mediante un cateter percutáneo.
niente recogerlo para realizar un frotis y examen La persistencia de necrosis perpetúa la infecci§n.
morfológico bacteriano. Esto permite una aproxi­ Debido a la característica multisacular que suelen
mación diagnóstica y redunda en una terapéutica tener los abscesos es necesario que esos sacos o
efectiva en el postoperatorio inmediato. divertículos sean cuidadosamente reconocidos,
drenados, en tanto digitalmente se destruyen los
tabiques de fibrina y tejido necrótico que los separa.
TRATAIENTO Ellos se realiza con la finalidad de crear una cavidad
única de fácil drenaje que permita la realización de
Es premisa absoluta en el tratamiento de los lavados postoperatorios.
abscesos colangíticos obtener una vía biliar sin A pesar de tods las ventajas argumentadas en la
obstáculos para lorar un buen nivel de antibióti­ vía de abordaje extraseroso, esta debe ser peritoneal
cos en el parénquima hepático. Por lo tanto el y amplia, única posibilidad de moviliar totalmente el
tratamiento comienza con un tratamiento correc­ hígado permitiendo: a) una correcta semiología
to de desobstrucción biliar. Si este ya fue realiza­ intraoperatoria del hígado y la vía biliar y su trata­
do, es necesario hacer una revisión de los errores miento; b) abrir una amplia ventana en la pared
que se pudieran haberse cometido, desde la degra­ del absceso; c) resecar lo más extensamente posible
vitación de la va biliar al diagnóstico bacterioló­ la pared piógena que puede ser origen de recurren­
gico y elección del antibiótico. cias sépticas (203).
El tratamiento quirúrgico de los macroabscesos Esta resección es una exigencia que impone la pa­
es el mayoritariamente admitido. No obstante ello, tología ya que por fuera del tejido de granulación y
McF ADZEN (198), presentó 14 casos de abscesos fribrosis que constituye la pared del absceso, existen
de hígado tratados mediante punción por aspiración focos de necrosis y abscesos secundarios que son los
repetida con aguja e instilación de antibióticos estigmas histológicos de la progresión del absceso.
intracavitarios, con resultados sorprendentemente La resección de la pared piógena implica muchas
buenos. RANSON (242), no comparte este pro­ veces debridamientos tan amplios que constituyen
ceder porque tuvo efectuando el mismo procedi­ verdaderas hepatectomías típicas o atípicas.
miento abscesos subfrénicos. Su opinión es compar­ Para obtener el avenamiento ádecuado, los tubos
tida por la mayoría de los autores que ven en él los de drenaje deben de ser múltiples, entrando por el
riesgos de peritonitis, contaminación pleural y techo de la cavidad y saliendo declives por el piso
subfrénica, así como la pesistencia de la supuración de la misma, aún através de parénquima sano, de
con las repercusiones sépicas correspondientes. manera de obtener un camino amplio para que los
Las características físicas del pus a tratar, gene­ restos parietales esfacelados puedan salir a través
ralmente denso, con restos necróticos y una multi­ de los mismos.
plicidad de bolsillos y coleciones, vuelcan la elección Los espacios perihepáticos • también deben ser
terapéutica hacia la cirugía. ampliamente drenados con la finalidad de conducir
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 59

las secreciones y la cavidad puesta a plano. A veces datos de tamaño y forma encontrados en la explo­
es muy conveniente dejar la pared abdominal total­ ración con los brindados por los estudios comple­
mente abierta para movilizar con más facilidad los mentarios. No se debe de dudar en fozar las paredes
restos que suelen desprenderse secundariamente, entre los abscesos tratando de reconocer, por la
ya sea expontáneamente o durante la exploración diferente consistencia, los pedículos vsculo-biliares
digital cuidadosamente realizada en el postoperato­ intrahepáticos que es necesario respetar.
rio en forma periódica. Estas maniobras son impor­ - Colocación de drenajes en la parte destechada
antes ya que estos restos constituyen la causa de del absceso y proveer salida a través del piso median­
la persistencia de la sepsis y condicionan frecuentes te una cuidadosa perforación digital, maniobra muy
reintevenciones. importante si son centrohepáticos y no se pudo
Dejar la pared abierta significa contar con las poner a plano.
siguientes ventajas: - Se dejará la pared abierta en caso de macro­
- Amplia superficie de drenaje, obviándose el abscesos con paredes irregulares que no se resecaron
problema derivado de la obstrucción o el empareda­ En caso de cerrar la pared se dejará la piel amplia­
miento de los tubos que los convierten en inefec­ mente abierta.
tivos. En el postoperatorio, además del soporte general
- Posibilidad de realizar una semiología intraca­ y nutricional adecuado, es fundamental el manejo
vitaria periódica por la vista y el tacto. cuidadoso de los tubos, realizando irrigaciones
- Detectar precozmente restos necróticos aún periódicas de las cavidades para extraer restos necró­
no desprendidos. ticos, así como material para estudios bacteriológi­
- Realizar amplios lavados. cos seriados. No es infrecuente que estos enfermos
-- Tener un control bacteriológico periódico presenten fiebre en el postoperatorio, la que no esta
- Tener control evolutivo por la aparición de te- necesariamente relacionada a la retención puulenta
jido de granulación con hipertrofia hepática o pasa­ o a la formación de un nuevo absceso; aunque esta
je a la evolución tórpida desfavorable. es una eventualidad frecuente a tener presente (38).
- Posibilidad de detectar un nuevo "bolsillo" Se debe para ello contar con estudios radiológicos
olvidado durante la intevención o neoformado a periódicos buscando niveles de retención o bien
expensas de la pared piógena. estudios mediante la ecotomografía o la tomografía
Las resecciones hepáticas no constituyen una computada donde se puede obsevar la reducción
terapéutica de elección en el tratamiento de los abs­ de la cavidad y despistar tempranamente la .pari­
cesos hepáticos salvo que coexista una hemorragia ción.
masiva o una extensión del proceso séptico que así Los abscesos pueden seguir una evolución séptica
lo obligue. (203) No obstante hay autores que acon­ independientemente del tratamiento adecuado del
sejan esta terapéutica cuando la sustitución impor­ problema biliar obstructivo. La falta de repuesta
tante y sectorial de parénquima lo justifique (90, a un tratamiento correcto debemos buscarla en un
264). Pensamos que puede llegar a ser un proce­ mal diagnóstico bacteriológico y/o a una antibio­
dimiento de necesidad pero no de elección. ticoterapia errónea. Cuando el enfermo no mejora
En los microabscesos hepáticos múltiples no tie­ debemos de esforzanos en buscar complicaciones,
ne lu�ar la terapéutica quirúrgica. Durante la inter­ como la reproducción del absceso por mal drenaje
vencion se realizará un tratamiento completo de o la formación de uno más abscesos, la aparición
la vía biliar y se intentará poner a plano aquellos de colecciones subfrénicas perihepáticas o pleuro­
mayores y más accesibles, recogiendo de los mismos pulmonares. Recordemos que siempre existe un
material para estudio bacteriológico completo. gesto terapéutico para un enfermo crítico con
Se ha propuesto la instilación de antibiótico un foco demostrable.
por los vasos mayores del hígado careterizando la
vena umbilical o la arteria hepática (224). Son me­
didas a tener presentes en el armamentario quirúrgi­ COLANGITIS Y MNIOBRAS INSTRU­
co, de eficacia no comprobada pero que seducen
desde el punto de vista conceptual. MENTALES SOBRE LAS VIAS BILIARES
Los pasos a seguir en el tratamiento quirúrgico
son: El desarrollo de colangitis agudas tras procedi­
- Exposición amplia del hígado mediante sec­ mientos instrumentales invasivos sobre las vías bilia­
ción de ligamentos. res no es excepcional y su frecuencia va seguramente
- Protección del campo operatorio, punción en aumento ante el uso más difundido y audaz de
evacuación con trocar para hacer la siembra en cul­ esos procedimientos. Las estadísticas recientes
tivo para anaerobios en el propio quirófano, recolec­ avalan ese aserto. Las colangitis secundarias a pro­
ción para examen morfológico extempóraneo con cedimientos instrumentales constituyen el 14% de
el fín de adecuar la antibioticoterapia antes de que la serie de colangitis agudas de SAIK (257) y el 7%
termine la intevención. de la de BOEK y WAY (39). Por otra lado, en 42
procedimientos instrumentales realizados en porta­
- Resección amplia de la pared del absceso para dores de obstrucciones biliares altas, HOLMAN · y
ser enviada a anatomía- patología y al departamento cols. (142) encuentran en un 17% complicaciones
de bacteriología. colangíticas.
- Búsqueda minuciosa de "bolsillos" tratando Si bien la inmensa mayoría son infecciones leves,
de crear una cavidad -Única convenientemente dre­ correspondientes a una bacteriemia fugaz con fiebre,
nada. Para ello es imprecindible realizar una cuida­ fácilmente dominable con la antibioterapia, no
dosa exploración digital apoyada sobre la otra mano faltan los casos graves, asociados a sepsis y a shock,
ubicada en la superficie del hígado. Comparar los incluso con insuficiencia renal aguda, que requieren
60 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

un tratamiento de reanimación intensivo y el recur­ En nuestro medio, SOJO (281) nos ha comuni­
so de la cirugía de urgencia. cado un caso en sus primeras 27 CPER.
Todos los procedimientos instrumentales efectua­ SIEGEL (272) ha estudiado recientemente la
dos sobre la vía biliar pueden originar secundaria­ incidencia de bacteriemias asintomáticas, mediante
mente colangitis. Analizaremos su incidencia por se­ hemocultivos pre y post CPER, encontrando sólo
parado. 2 en sus primeros 50 pacientes, una incidencia del
4%, ambas sin síntomas.
PROCEDIIENTOS DIAGNOSTICOS Pero tampco faltan luego de CPER los casos
de desenlace fatal (289)
La punción biopsia hepática (PBH)
La colangiografa por los tubos de drenaje biliar
Probablemente es el procedimiento que con me­
nos frecuencia origina episodios colangíticos, siendo El uso tan frecuente de la colangiografía intra y
de mucha mayor jerarquía como complicaciones la postoperatoria, como un gesto banal, ha llevado
hemorragia intraperitoneal y el derrame biliar. Ello seguramente a menospreciar la incidencia de colan­
seguramente se debe a que no es un procedimiento gitis tras su realización.
intencionalmente invasivo sobre la vía biliar intra­ Sin embargo, ya en 1960, JACOBSON (147)
hepática. encontraba un ascenso febril en el 5% de las colan­
Sin embargo, no está exento de esta complica­ giografías realizadas por tubo de Kehr.
ción, LE FROCK (173) encuentra un 13% de bac­ Más recientemente KEIGHLEY (154) y SAIK
teriemias, casi todas asintomáticas, luego de la (257), han descrito auténticos casos de C.A.S. tras
punción y más recientemente, Lo INDICO (184) re­ dicho procedimiento radiológico.
gistra un 0.3% de sepsis de origen biliar en una Finalmente, en un estudio centrado específica­
serie de 979 punciones hepáticas. mente en el tema, PITT (225) encuentran luego
de 100 colangiografías por tubo de Kehr, un 9 % de
La colangiografía transparietohepática (CTPH) bacteriemias comprobadas por hemocultivo siste­
mático, en casi todas con ascenso de la temperatura
Inicialmente dejada de lado ante el mucho mayor por encima de 38� 3, en 6 con chuchos y en 1 con
riesgo del coleperitoneo, el riesgo de la colangitis hipotensión, si bien todas respondieron a los anti­
tras esta maniobra no deja de ser importante. bióticos.
FLEMMA (105), en 1967, ya señala 5 observa­
ciones en un total de 75 CTPH.
El uso de la aguja de Chiba no parece haber PROCEDIMIENTOS TERAPEUTICOS
reducido en forma significativa la incidencia: el
propio OKUDA (217) nota un 3.5% de colangitis La extracción instumentl de clculos biliares por
en sus 314 casos, todos con lesiones obstuctivas el tracto de drenaje biliar externo
de la vía biliar, aunque ninguno requirió tratamien­ Como en toda maniobra invasiva sobre las vías
to quirúrgico. biliares, la colangitis es una posibilidad.
KREEK y BALINT (166), en un excelente estu­ BURHENNE (47), en una revisión de 612 casos
dio prospectivo sobre los riesgos de la CTPH, en­ americanos encuentra 12 colangitis, una incidencia
cuentran un 3.1% de sepsis biliares con hemoculti­ de 2%, con dos casos graves, aunque todos mejora­
vo positivo, sobre un total de 322 estudios, porcen­ dos con tratamiento médico.
taje que coincide con el que arroja el análisis retros­ MAZZARIELLO (195), en un análisis reciente
pectivo de 11 series norteamericanas, que abarcan de su experiencia personal, encuentra 29 colangitis
un total de 905 procedimientos. tras 1086 extracciones, (casi 3%) sin mortalidad.
Es importante consignar que no faltan los csos
auténticamente graves con shock, e incluso con El drenaje biliar percutáneo
muerte. (156, 256)
La colocación de un tubo que asegure el drenje
biliar tras la CTPH parece disminuír aunque no anu­
La colangiopancreatografía endoscópica retrógrada. la el riesgo de la colaHgitis.
(CPER) Ello resulta bastante claro tras el uso de un dre-
La incidencia de colangitis tras la CPER es igual­ naje biliar externo:
mente una realidad. La tabla 21 así lo evidencia.
BURCHARTH (44) no menciona ninguna
colangitis sobre 160 csos
No. de No. de NAKAY AMA (212) se declara igualmente li­
AUTOR CPER. COLANGITIS % bre de dicha complicación en 104 drenajes.
TYLEN (292) menciona 3 colangitis en
sus 17O obsevaciones, pero dos se
SILVIS (277) 3884 25 0.65 produjeron en enfermos con vía biliar no
SCHUMANN (268) 313 4 1.3 obstruída en los que no se dejó drenaje.
La incidencia del uso del drenaje biliar inteno
LIGUORY (181) 295 6 2. mediante endoprotesis introducida por vía percutá­
BLUMGART ( 43) 116 2 1.7 nea es demasiado reciente como para aventurar
conclusiones con respecto a la incidencia de colan­
VENNES (301) 108 7 6.4 gitis. BURCHARHT (44) no menciona ninguna en
DAVIES (82) 75 1 0.75 sus primeros 19 casos, pero POLLOCK (227)
Tabla 21. Incidencia de colanitis tras C.P.E.R.
encuentra 4 (10%) en sus 41 procedimientos, entre
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 61

ellas dos shock, aunque todas respondieron al trata­ determinado por el procedimiento. Ello se funda en
miento médico. los siguientes hechos:
• La mayor frecuencia de colangitis graves en
La papilotomía endoscópica pacientes con obstrución total o parcial de la vía
LIGUORY (182), si bien no registra ningún caso biliar principal.
en sus 124 PE, menciona un 0.5% de colangitis • la menor incidencia de esta complicación en
en varas estadísticas y señala como factores de im­ las maniobras que aseguran un buen drenaje biliar
portancia a la contaminación a través de un endos­ (colangiografía por tubo en T, CTPH con drenaje
copio no esterilizado y al reflujo dudenobiliar exteno).
a través de una esfinterotomía incompleta. • la aparición en el curso de papilotomías endos
Pero en estudios posteriores, la incidencia se cópicas concomitantemente con impactación calcu­
hace franca (Tabla 22) losa.
- La prevención del desarrollo de colangitis gra­
ves al realizar maniobras instrumenales sobre la
vía biliar se fundará en:
No. de No. de • el uso de antibioterapia profiláctica, por vía
AUTOR PE. COLANGITIS % intravenosa iniciada previamente al procedimiento
y de curso corto,
• el drenaje inmediato de la va biliar obstruida,
apenas ello se comprueba radiológicamente, para
REITER (244) 1043 25 2.4 evitar el aumento tensional, sea mediante nuevos
SAFRANY (254) 796 11 1.4 procedimientos instrumentales (apertura del tubo de
Kehr o transhepático, drenaje externo percutá­
KAWAI (152) 468 8 1.7 neo luego de CTPH drenaje, transpapilar extraído
KOCH (164) 254 1 0.4 por vía nasal o esfínterotomía, luego de CPER), sea
mediante cirugía.
Tabla 22. Incidencia de colangitis tras papilotomía endos­
cópica.
No faltan los casos graves y aún mortales: en la
COLANGITIS Y ANASTOMOSIS BILIODI­
serie de SAFRANY (225), 7 de los 11 debieron GESTIVAS
ser operados de urgencia y 4 fallecieron, lo que ha
llevado a este autor a considerar a la colangitis Ya desde las primeras anastomosis bili-digestivas
como la complicación más grave de la PE. realizadas al final del siglo pasado se señal.a el riesgo
Es importante señalar sin embargo, que todas de infección de la va biliar en la evolución más o
estas colangitis se produjeron en casos de impacta­ menos alejada de esas operaciones.
ción de cálculos grandes en la zona de la papiloto­ Habitualmente vinculadas a la estenosis de la
mía, lo que ha llevado a SAFRANY (225) a contra­ neoboca, hay otras 2 circunstancias que deben con­
indicar el procedimiento si existen cálculos mayores siderarse: las colangitis agudas en la evolución de las
de 2 cm. de diámetro que hagan probable esta anastomosis bilio-digestivas por cáncer biliar, y ls
impactación. colangitis agudas por verdadero reflujo del conteni­
do digestivo al árbol biliar, sin estenosis de la boca
El cambio incuento de tubos trnshepáticos anastomótica, o colangitis ascendentes.
Aún cuando no existen estadísticas publicadas
al respecto, aparecen colangitis secundarias a esta COLANGITIS POR ESTENOSIS DE ANASTOMO­
maniobra en la serie de HOLMAN (142). SIS BILIO-DIGESTIVA.
En nuestro medio, PRADERI (230) con su vasta
experiencia, considera a esta eventualidad como rela­ La estenosis es la etiología más recuente de co­
tivamente frecuente, aunque en general cede rápida­ Iangitis aguda en las anastomosis bilio-digestivas. Se
mente con el drenaje biliar exteno y la antibiotera­ consideran exclusivamente las estenosis de las anas­
pia. tomosis por patología no neoplásica que suman el
mayor número de anastomosis bilio-digestivas
realizadas en la práctica quirúrgica corriente.
CONCLUSIONES Se trata habitualmente de derivaciones biliares
pediculres (hepático-yeyunostomía y colédocoduo­
El análisis precedente nos permite extraer algunas denostomía) realizadas en vía biliar dilatada y pocas
conclusiones de importancia práctica: veces con calibrado de la anastomosis, de forma tal,
- Todos los procedimientos instrumentales inva­ que la evolución hacia la estenosis de estas anasto­
sivos sobre las vías biliares pueden originar colangi­ mosis bilio-d!gestivas no es frecuente, si se cumplen
tis, incluso colangitis graves. preceptos tácticos y técnicos bien conocidos.
- Esta eventualidad se prduce en la casi totali­ La papiloesfinteroplastia es una situación especial
dad de los casos en pacientes portadores de cálculos dentro de las anastomosis bilio-digestivas. Constitu­
o estenosis benignas de las vías biliares que, como ye una derivación bilio-digestiva "sin sutura", que
hemos visto, presentan bacterias en la bilis en su modifica el fino mecanismo del Oddi al seccionar las
casi totalidad. fibras musculares del esfínter común. No contamos
- El factor fundamental en el desencadenamien­ con casuística al respecto.
to de la colangitis por maniobras instrumentales Normalmente en toda anstomosis bilio-digestiva
parece ser el aumento de la presión en la vía biliar se establece un nuevo orden fisiológico que pone en
62 ALBERTO ESTEF AN Y COL.

amplia comunicación la arborización biliar y un sec­ b) progresión tumoral que bloquea la convergencia
tor del tubo digestivo. Ello posibilita la circulación en las derivaciones paliativas periféricas desconec­
del contenido bilio-digestivo en doble sentido, que tando ambos hemih1gados o uno o más segmentos
en las anastomosis amplias no determina inconve­ hepáticos. Ambas situaciones, de recidiva o de
nientes. Pero una vez establecida la estenosis aparece progresión tumoral, determinan el atrapamiento
el hecho capital de estas colangitis agudas: la éstasis bilio-digestivo en el sector canalicular intrahepático
y la hipertensión del contenido bilio-digestivo en el y como consecuencia inmediata la infección biliar.
árbol biliar, como ya fue analizado anteriormente. (figura 7). Es importante recordar la multiplicidad
En cuanto a los gérmenes en causa entra en juego de variantes anatómicas de la convergencia de los
el sector digestivo receptor, ya que el microbismo hepáticos. Es así que todos los procedimientos qui­
es mayor cuanto más bajo es el sector digestivo rúrgicos ideados para lograr un drenaje biliar de los
utilizado para la derivación. hemihígados (derivaciones bipolares, calibrado de
Sin embargo, cabe recordar que la primera la convergencia, drenaje en doble"O "), resultan
anastomosis biliodigestiva efectuada por Winewarter insuficientes en un número significativa de casos,
(309) en 1882, fue una colecistocolostomía. Más al dejar sin drenar algún segmento hepático (98,234)
recientemente, Madden (189) demostró experimen­ A pesar de ello, deben valorarse todos estos pro­
talmente que la derivación biliar al colon no deter­ cedimientos con el fin de lograr sobrevidas confor­
mina una colangitis a menos que coexista una este­ tables, intentado evitar la recidiva de la ictericia
nosis. De manera que el sector digestivo receptor no y con ello la intercurrencia de la colangitis.
condiciona "per se" la infección biliar, sino que in­
fluirá en el microbismo de la colangitis una vez cons­
tituida. COLANGITIS POR REFLUJO ASCENDENTE
El tratamiento quirúrgico de esta situación es la
reconfección de la anastomosis estenosada; o, en su En estos pacientes la anastomosis biliodigestiva
defecto, la realización de una nueva anastoínosis. se encuentra anatómica y funcionalmente en óptimas
En caso de estenosis de una papiloesfinteroplastia, condiciones. Es una circunstancia en la cual pueden
si no existen elementos de hipertensión canalicular analizarse distintas situaciones que solamente tienen
pancreática y en presencia de vía biliar suficiente­ en común la colangitis en anastomosis biliodigestivas
mente dilatada, está indicado efectuar una colédo­ correctamente indicadas y técnicamente bien reali­
coduodenostomía o una hepático-yeyunostomía. zadas. Se consideran 4 situaciones distintas:
• Sin etiopatogenia clara. Difícilmente explicable
COLANGITIS EN LAS ANASTOMOSIS BILIO para la mentalidad mecanicista del cirujano, pero
DIGESTIVAS POR CANCER. que ha sido citada en la literatura (192) y de la cual
podemos recordar el caso presentado en nuestro
La muerte por CA.S. en la evolución más o me­ medio por DELBENE y cols. (84).
nos alejada de las anastomosis bilio-digestivas por El diagnóstico de esta situación no es sencillo, y
cáncer, es una situación relativamente frecuente. cuesta aceptar la colangitis aguda por reflujo exclusi­
La recidiva tumoral en el caso de la cirugía de resec­ vo en presencia de una anastomosis biliodigestiva en
ción, y la progresión neoplásica en el caso de la buenas condiciones sin otro factor determinante de
cirugía de derivación exclusiva, pueden comprome­ la misma.
ter la eficacia de la anastomosis biliodigestiva. Se resuelve deshaciendo la anastomosis y mon­
Es así, que los enfermos portadores de cáncer tando una hepático-yeyunostomía con asa eferente
biliar mueren de ictericia en ausencia de derivación suficientemente larga, que impida el reflujo digesti­
biliar, y de angiocolitis cuando la recidiva o la vo biliar.
progresión tumoral inutiliza la anastomosis bilio­ • Por obstrucción digestiva infraanastomótica. La
digestiva (6, 9, 34, 97, 98,99,223,231,239,287). hipertensión digestiva por encima de la obstrucción
puede inducir a la infección biliar. En 1977, ME­
ROLA (206) presenta un caso de colangitis aguda
por ·neoplasma inadvertido de duodeno en un pa­
ciente portador de una papiloesfinteroplastia, y
señala otro caso en un paciente con una colédoco­
duodenostomía que hace una 6clusión intestinal
por neoplasma inoperable de colon.
• Por error de montaje de la anastomosis bilio-di­
gestiva. El montaje de la Y de Roux con peristaltis­
mo hepatópeto crea las condicionantes para el desa­
rollo de una colangitis aguda. Los errores de monta­
Fig. 7 · Colanitis derecha por infiltración ulterior de la ·e a última asa ileal o al colon no conllevan por sí
convergencia en una derivación izquie!da por cáncer. nismas el riesgo de angiocolitis,a menos que coexis-.
Se puede básicamente considerar 3 situaciones ta una estenosis de la neoboca (189,309).
anatomo-clínicas de cáncer biliar: pedicular bajo,
pedicular alto e hilio congelado (99, 234). De ello, '
de las condiciones loco-regionales y generales del COLANGITIS E HIPERTENSION PORTAL
enfermo surge la táctica quirúrgica, pero concep­
tualmente existen 2 circunstancias determinantes La litiasis,la etiología más frecuente de las colan­
de colangitis: a) compromiso de la anstomosis y gitis agudas, puede desarrollarse en un ambiente de
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 63

cirrosis, lo que constituye una asociación lesiona! HIPERTENSION PORTAL POR CIRROSIS BI­
relativamente frecuente. Consta como antecedente LIAR SECUNDARIA A COLANGITIS.
o enfermedad sociada en el 11% de los cirróticos
analizados por MARTINEZ PRADO y GOMEZ DEL Las obstucciones crónicas de la vía biliar extra­
VALLE (193). Sin embargo, no hay cifras corres­ hepática conducen a la cirrosis biliar. Las obstruc­
pondientes a la forma colangítica de la litiasis. ciones incompletas, parciales, intermitentes son
las que desembocan en la cirrosis biliar.
Las obstrucciones completas, irreversibles, por el
contrario, no son compatibles con la vida por
mucho tiempo, motivo por el cual no llegan a la
TROMBOSIS PORTAL etapa de cirroiss biliar secundaria.
� \ Las coledocolitiasis inveteradas, actualmente
poco frecuentes, eran en el pasado la causa habitual
COLANGITIS - HIPERTENSION PORTAL de cirrosis biliar secundaria. Hoy esta complicación
se ve sobretodo por estenosis iatrogénicas o espon­
� CIRROSIS BILIAR f táneas en las vías biliares o por estenosis de anasto­
SECUNDARIA mosis bilio-digestivas.
Hay que recordar que la cirrosis biliar secundaria
Figura 8. Fisiopatología de la hipertensión portal en las se establece después de algunas semanas de evolu­
colanitis.
ción de la obstrucción, aunque demostrable única­
mente por procedimientos histopatológicos. La
L.s colangitis pueden condicionar "per se" una cirrosis biliar secundaria macroscópica sobreviene
hipertensión portal a través de 2 mecanismos funda­ luego de meses o de años de la obstrucción.
mentales: trombosis portal y cirrosis biliar secunda­ La cirrosis biliar secundaria condiciona en su
ria (figura 8). Es una situación anátomo-clínica in­ evolución una hipertensión portal por bloqueo
frecuente, pero de incidencia real desconocida por la postsinusoidal similar al de la cirrosis de Liennec.
carencia de datos operatorios y necrópsicos al res­ No obstante, tiene diferencias sustanciales con este
pecto. tipo de cirrosis: el compromiso hepatocítico es me­
Comentaremos brevemente ambas situaciones, nor; el desarrollo de hipertensión portal es más
por los caracteres especiales que posee la hiperten­ tardío y habitualmente de menor significación; y
sión portal secundaria a una colangitis, y por los fundamentalmente, la cirosis biliar secundaria e
interesantes problemas tácticos que plantea. incluso la hipertensión portal pueden estabilizarse
· o retroceder luego del tratamiento de la obstruc­
HIPERTENSION PORTAL POR TROMBOSIS ción biliar.
PORTAL SECUNDARIA A COLANGITIS También en este caso existe un gran desarrollo
de la red venosa pedicular que dificulta su aborda­
La trombosis portal constituye actualmente je quirúrgico, pero sin constituir el cavernoma del
el mecanismo más frecuente de hipertensión portal hilio hepático de la situación anterior.
secundaria a colangitis, habitualmente aguda y de
origen litiásico.
La pileflebitis puede ser también complicación de CONDUCTA FRENTE A LA ASOCIACION CO­
una colangitis crónica, pero generalmente lo es a una LANGITIS E HIPERTENSION PORTAL
angiocolitis a evolución aguda.
En ambas situaciones la etiopatogenia es unifor­ Esquemáticamente podemos considerar 3 situa­
me: el proceso inflamatorio se propaga a la vena ciones anatomo-clínicas tipo (Cuadro 16):
porta con la consiguiente trombosis portal o pilefle­ • Colangitis predominante con hipertensión portal
bitis. Se constituye así una entidad anátomo-quirúr­ no significativa. En esta situación anatomo-clínica
gica denominada "pediculitis" por los autores es posible el abordaje quirúrgico del pedículo hepá­
franceses (14, 29, 181). tico, lo que posibilita el tratamiento integral de la
Esta hipertensión portal se caracteriza por la exis­ causa de la colangitis_ No estando indicado realizr
tencia de una rica red venosa subhepática pericole­ nada sobre la hipertensión portal.
dociana, que tiene como finalidad shuntear el obs­
táculo portal. El hepato,colédoco queda así oculto, • Colangitis simple con hipertensión portal marca­
sumergido, en un verdadero "colchón" venoso que da. Aquí no existe la posibilidad de abordaje del
imposibilita su abordaje por vía pediculr (caverno­ pedículo hepático. Se deben programar 2 tiempos
ma del hilio hepático). quirúrgicos:
La circulación colateral hepatópeta puede ser - primero: cirugía de la hipertensión portal (anas­
hemodinámicamente suficiente para que la presión tomosis porto-cava radicular).
portal por detrs de la trombosis no se vea consi­ - segundo: 2-3 meses más tarde, cirugía de la obs-
derablemente elevada. trucción biliar.
Ello evita el desarrollo de várices en el territorio
esófago-gástrico. Sin embargo, esta situación no es la • Colangitis e hipertensión portal gravs. Induda
regla; no es raro el desarrollo de voluminosas redes blemente es la situación más dramática. Pueden pro­
venosas de drenaje esófago-gástrico que pueden lle­ gramrse 3 tiempos de tratamiento sucesivos:
var a la varicorragia.
La hipertensión portal por pilefíebitrs posee un - primero: descompresión biliar por:
rasgo fundamental: la indemnidad anatomica y fun­ • colecistostomía (que es una solución
cional del hígado. incompleta y no recomendable)
64 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

- segundo: cuando la colangitis ha sido dominada


hay que plantear la cirugía de la hiper­
1 ERA, S 1T UACION tensión portal (anastomosis porto-cava

radicular).
e COLANGITIS 0 HIPERTENSION PORTAL - tercera (eventual): cirugía definitiva de la obs­
trucción biliar.

. CIRUGIA DE LA COLANGJTIS
Es raro que estos dos tiempos quirúrgicos puedan
realizarse simultáneamente.

CONCLUSIONES
• 2 DA, S!TUACION Hemos definido a las colangitis agudas sépticas
como una sepsis de origen colangítico. Así definidas,
e COLANGITIS 0 HIPERTENSION PORTAL
las C.A.S. constituyen un grupo homogéneo en las
cuales la infección de origen colangítico adquiere
extremada gravedad y agresividad que justifican un
encare clínico-terapéutico particular.
CIRUG!A DE LA H, P, Aún con las sofisticadas técnicas de diagnósti­
co y tratamiento médico y quirúrgico que hoy
2 .. CIRUGIA DE LA OBSTRUCCION BILIAR, disponemos, las sepsis frecuentemente complica
la evolución de los pacientes con obstrucción bi­
liar.
La alta incidencia de sepsis en enfermos obs­
• 3 ERA, SITUACION


truidos biliares está bien documentada.
Las C.A.S. no tienen un subtracto anatómico
COLAMGlTIS 0 HIPERTENSION PORTAL común. Es por ello que la denominación de co­

.
langitis agudas supuradas, con que la mayoría
de los autores las individualizan, nos parece poco
l. DESCOMPRESION BILIAR acertada por cuanto no existe una correlación entre
la presencia de pus en la vía biliar y la existencia de
2, CIRUG!A DE LA H, P, una sepsis sistémica. En efecto, la presencia de pus
3, C!RUGIA DE LA OBSTRUCCION BILIAR
dentro del hepatocolédoco no es constante. Es
posible asistir a genuinas colangitis llamadas "supu­
radas" en las cuales la exploración operatoria o
Cuadro 16. Situaciones anatomoclínicas que plantea la
autópsica no demuestra pus en la vía biliar. Inversa­
asociación de colangitis e hipertensión portal. mente, es un hallazgo relativamente común la cons­
tatación de pus en la V.B.P. de enfermos que no
• abordaje papilar transduodenal tienen manifestaciones clínicas graves e incluso en
• abordaje de la vía biliar intrahepática; pacientes totalmente asintomáticos.
en general y de preferencia el canal La sumación de dos hechos fisiopatológicos
segmentario III básicos explican las colangitis agudas: la éstasis
• papilotomía endosc�pica con extra�­ biliar y la presencia de gérmenes bacterianos en la
cion del o de los calculos y drenaJe Vía Biliar.
transpapilar ('79, 270) La litiasis es la causa más frecuente de éstasis
• drenaje biliar transparietohepática biliar (60% al 90%), pero en definitiva cualquier
(212) causa que condicione una obstrucción biliar puede
estar en la base de una C.A.S.
Es necesario aceptar que existen genuinas colan­
gitis agudas sépticas sucitadas en una vía biliar
sin obstáculo mecánico demostrable. Pero también
hay que reconocer que son excepcionales. Por ello,
el criterio mecanisista del cirujano debe de mante­
nerse y solo aceptar esta contingencia luego de la
demostraclón colangiográfica de la ausencia de todo
0 tipo de obstrucción canalicular biliar.
Los gérmenes infecantes provienen del intesti­
no y excepcionalmente de otro foco a distancia.
Por lo cual, la flora biliar es parecida pero no idénti­
ca a la flora intestinal. Actualmente disponemos de
suficientes pruebas clínicas y experimentales, como
para establecer que la vía de infección de la bilis
0 de mayor significación, en enfermos que no tienen
una anastomosis bilio-digestiva, es la vía entero­
porto-hepática.
En las C.A.S. el bilicultivo es positivo en el 80%
Fig. 9 · Drenajes biliares factibles en pedículo inabordable al 100% de los casos. En tanto que los hemoculti­
por "colchón venoso", debido a rombosis portal.
vos lo son en el 40% al 60%. En el 50% de los
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 65

bilicultivos y en el 20% de los hemocultivos se cional y está gravada por elevadísima mortalidad.
identifican más de un microorganismo. Las bacte­ El orden de prioridades, a nuestro criterio, es el
rias más frecuentes en orden decreciente de inci­ siguiente:
dencia son: E. Coli, Proteus, Klebsiella, A. Aeró­
genes, Piociánico, Estreptococo fecalis. Las asocia­ l. Tratamiento de la sepsis.
ciones bacterianas más frecuentemente reportadas 2. Tratamiento de los desequilibrios de los gran­
son: E.Coli y A. Aerógenes; Klebsiella y A. Aeró­ des sistemas fisiológicos ( o sea el tratamiento
genes. de reanimación).
El 10% de las colangitis son a anaerobios asocia­ 3. Tratamiento de la obstrucción biliar.
dos a aerobios o como único agentes actuantes. Su La gravedad de la infección puede modificar la
presencia justifica los bilicultivos y hemocultivos oportunidad operatoria pero no la cronología de los.
standard informados como "negativos" o "estériles". pasos terapéuticos señalados.
Pero la éstasis biliar y la bacteriobilia no justifi­ La oportunidad operatoria dependerá de la res­
can por si solos el desarrollo de una C.A.S.. Es la hi­ puesta de la sepsis y sus repercusiones sistémicas
pertensión biliar y la virulencia microbiana exacer­ al tratamiento instituido.
bada la que explican el desencadenamiento de una Tres eventualidades evolutivas pueden plantearse:
C.A.S .. A) Control de la sepsis y de sus repercusiones sis-
Los mecanismos fisiopatológicos que según las témicas.
clásicas descripciones conducen al llamado "síndro­
me hepato-renal" o a la Insuficiencia Renal Aguda, B) Estabilización
han sido sometidos en estos últimos años a una C) Empeoramiento
profunda revisión crítica. En la situación de control de la sepsis la opera­
Actualmente es aceptado que el compromiso ción debe efectuarse cuando el enfermo esté com­
multivisceral, entre los cuales el hígado y el riñón pletamente estudiado y en buenas condiciones. No
son algunos de los parénquimas incriminados, es debe pósponerse la intervención más allá de la 2da.
secundario a la sepsis. a 3era. semana. Frente al recrudecimiento de la
Es por ello, que no compartimos el criterio de sepsis la operación debe efectuarse con criterio de
segregar como entidades nosológicas distintas a las urgencia.
Colangitis Agudas que cursan con una I.R.A. (Co­ En la situación de estacionamiento y en la de em­
langitis Ictero-urem1gena) y las que tienen un toque peoramiento la operación debe practicarse de urgen­
encefálico y hemodinámico (Colangitis Supurada cia, pero siempre precedida por el tratamiento de
Obstructiva Aguda). la sepsis y de sus repercusiones sistémicas.
Fisiopatológicamente la sepsis de origen colan­ La táctica quirúrgica frente a una C.A.S. debe
gítico no tiene caracteres distintos con otras sepsis de estar destinada en principio, y siempre que sea
que reconocen un foco extrabiliar y condicionada posible, a efectur una operación completa en un
por gérmen similares. Solamente cabe anotar la tiempo destinada a asegurar una V.B.P. expedita,
mayor frecuencia de I.R.A. y de insuficiencia hepa­ o sea, sin obstáculo al flujo biliar.
tocítica. El plan quirúrgico dependerá esencialmente de
El diagnóstico positivo de C.A.S. puede ser muy la etiología de la colestasis, así como de las con­
sencillo o extremadamente difícil o incluso imposi­ diciones generales y del terreno del enfermo al
ble. momento de la operación.
No es infrecuente que el cirujano laparatomice Es obligatorio el estudio colangiográfico que
a un enfermo con la sospecha de una C.A.S. y que demuestre la ausencia de patología obstructiva
la exploración operatoria demuestre la indemnidad biliar por encima del procedimiento de drenaje
de !a vía biliar' biliar efectuado ( coledocostomía, anastomosis bilio­
El síndrome clínico: ictericia más sepsis no es digestiva, etc.}. También es obligatorio y fundamen­
patrimonio exclusivo de las C.A.S. tal la obtención de material para el estudio bacterio­
Las C.A.S. están gravadas de una mortalidad lógico (gram, cultivo en medios aerobicos y anaeró-
por cierto no despreciable (50% al 90%). En el bicos).
determinismo de estos resultados alarmantes influ­ La colecistostomía aislada y/o la coledocostomía
yen muchos factores, pero seguramente el funda­ a "ciegas" deben ser proscriptos.
mental es el manejo terapéutico inadecuado de estos La exploración hepática debe ser meticulosa
enfermos. en búsqueda de abscesos colangíticos. Su tratamien­
El cirujano que enfrenta una C.A.S. debe decidir: to es vital por cuanto pueden ser la causa de la
l. ¿Cuáles son las prioridades terapéuticas: el trata­ persistencia de la sepsis a pesar de haberse efectuado
miento "médico" de la sepsis y sus repercusiones un tratamiento efectivo de la obstrucción biliar.
sistémics o el tratamiento quirúrgico de la El advenimiento y desarrollo del drenaje biliar
obstrucción biliar? trans-parieto-hepático, y de la papilotomía endoscó­
pica con la extracción del o de los cálculos y el
2. ¿Cuál es la oportunidad operatoria ideal: opera­ drenaje bilir transpapilar abren un futuro promiso­
ción con criterio de emergencia, urgencia o dife­ rio para el tratamiento de la obstrucción biliar en
rida? periodo "crítico". Aún falta experiencia y evalua­
3. ¿Cuál es la estrategia y la táctica quirúrgica? ción de resultados como para emitir un juicio defini­
4. ¿Es acaso la cirugía la única opción terapéutica tivo de sus bondades e indicaciones.
para el tratamiento de la obstrucción biliar? La mortalidad de las C.A.S. es extremadamente
El criterio que sustenta esta Mesa Redonda elevada. Ello justifica que se adopten medidas profi­
es que la cirugia de emergencia como único gesto lácticas en enfermos de "alto riesgo" de desarrollar
terapéutico es inaceptable. Esta conducta es irra- una C.A.S.. Las medidas profilácticas incluyen: 1)
66 ALBERTO ESTEFAN Y COL.

la antibioticoterapia profiláctica, 2) la adecuación una anastomosis bilio-digestivas son secundarias, casi


de la oportunidad operatoria en enfermos con una siempre, a estenosis de la neoboca. La estenosis
colangitis simple. 3) evitar toda maniobra sobre las asociada a la bacteriobilia, que conlleva toda anato­
vías biliares que aumente bruscamente la presión mosis bilio-digestiva, explican el desencadenamiento
in tracanalicular. de la colangitis.
Los abscesos hepáticos de origen colangítico son En los enfermos portadores de un cáncer biliar
lesiones evolutivas de las colangitis. Constituyen una no resecable y a los cuales se le efectuó una deriva­
nueva patología séptica con una evolución y con ción bilio-divestiva lateral supratumoral frecuente­
complicaciones que, en la mayoría de los casos, son mente desarrollan una colangitis en su evolución
mortales. mediata o alejada. La causa radica en la infiltración
La etiopatogenia es compleja, pero el factor fun­ neoplásica de la neoboca, o más frecuentemente en
damental es la llegada de los gérmenes al parénqui­ la infiltración de la confluencia biliar superior.
ma hepático por vía canalicular biliar a hipertensión. La colangitis sin obstrucción de la neoboca anas­
Los gérmenes encontrados son smilares a los tomótica (colangitis por reflujo) es infrecuente pero
que condicionan lá colangitis de fondo. Sin embargo, una realidad clínica. Su etiopatogenia no está defini­
debe destacarse la elevada proporción de anaerobios tivamente aclarada.
(20-25%) y principalmente a sepas de B. Fragilis. La asociación de colangitis aguda e hipertensión
Los abscesos colangíticos generalmente son portal secundaria a cirrosis o a trombosis portal
múltiples y de tamaño variable, que afectan ambos plantea problemas tácticos de muy difícil solución.
lóbulos hepáticos. En ocasiones son profundos y Esquemáticamente se consideran tres situaciones
de reconocimiento intraoperatorio difícil. anatomo-clínicas que requieren un planteo terapéu­
La clínica de los abscesos colangíticos es similar tico particular. Ellas son: 1) colangitis predominante
e indistingible de la condicionada por las C.A.S. con hipertensión portal no significativa; 2) Colangi­
La radiografía simple de abdomen, el ultrasonido, tis simple con hipertensión portal marcada; 3) colan­
la tomografía computada. la colangiografía transpa­ gitis e hipertensión portal graves.
rietohepática, la centellografía hepática, la arteriogra­
fía selectiva, son estudiós paraclinicos que ayudan
a un diagnóstico preoperatorio.
El diagnóstico intraoperatorio puede ser difícil. RESUME
Por ello es necesario proceder a un estudio macros­
cópico, visual y palpatorio, de toda la superficje Cholangites aiguea septiques
hepática. La punción con trocar y la colangiografia
intraoperatoria (sin hipertensión) pueden ser de La table ronde definit le conlagites aigues septiques
gran valor para reconocer abscesos profundos. comme une sepsis d'origine colangitique. 60% a 90% des
El tratamiento quirúrgico está destinado a: C.A.S. sont les suites d'une modalités de la litisis bi!iaire
1) obtener material adecuado para estudio bacterio­ dans notre pays le Kyste Hydatíque de foie ouvert et
lógico completo; 2) lorar una vía biliar sin obs­ evacué dans les voies biliaires, et le cancer biliaire suivent
táculos; 3) el drenaje de los abscesos más volumi­ en ordre desdendants de héquence. Ces trois étioloies
nosos. representent dans notre pratique, le 95% des cas.
Los abscesos de hígado pueden seguir una evolu­ Les germes infectants províenent de nntestin et arribent
ción séptica independiente, lo cual es más frecuente dans les voies bi!iaires par la voie porto-hepatique. La voie
cuando el tratamiento de desobtrucción biliar es ascendante devient importante pour les mlades avec une
incompleto. anastomose bilio-digestive. Le 100% des bilicultures et
El pronóstico es siempre grave, sobre todo, cuan­ le 50% des hemocultures, sont positives quand on utilisé
do el gérmen actuante es una anaerobio. les techniques adéquates. Les germes les plus frequemment
Toda maniobra instrumental sobre las vías bilia­ isoles sont: E. Coli, Proteus, Klebsiella, Estreptococo
res (P.B.H., C.I.P H., C.P.E.R., colangiografía por Fecalis.
tubo de drenaje biliar, extracción incruenta de Dans les 15% a 20% on constate des associations bac­
cálculos, papilotomía endoscópica, cambio incruen­ teriennes. Dans les 10% on ísole B. Fratilis.
to de tubos transhepáticos) conlleva el riesgo de una L'hypertensíon biliaire et la virulense bacterienne sont
Colangitis Aguda Séptica. les mecanismes physiopathologiques qui expliqment Je
El 7% al 14% de lasC.A.S.son secundarias a pro­ déclenchement d'une C.A.S.
cedimientos instrumentales efectuados sobre las vías La sepsis d'origine cholanitique n'a pas des caractéres
biliares. physíopathologiques ou cliniques différents a ceux des
El riesgo del desarrollo de una colangitis es sus­ autres sepsís qi ont un foyer extra-biliaire et sont condi­
tancialmente mayor en enfermos infectados biliares tionnees par des germes similaires.
previos (litiasis, estenosis benignas, etc.). 11 faut reparquer néanmoins comme particulaire, la
El factor fundamental en el desencadenamiento fréquence accentueé de I.R.A.
de una C.A.S. por maniobras instrumentales es el Le diagnostic de la C.A.S. n'es pas toujours simple.
aumento brusco de la presión biliar determinado por Dans 30% des cas, la maladie n'est pas detectée au moment
el propio procedimiento. de l 'hospitalisation.
La profilaxis de esta complicación séptica de las La table ronde soutien que la chirurie d'urgence
maniobras instrumentales en las vías biliares incluye: comme unique teste therapeutíque est inacceptable, en
1) antibioticoterapia profiláctica; 2) el drenaje biliar raison du trés elevé taux de mortalité qi en decoule.
inmediato; 3) evitar la hipertensión biliar en el curso L'ordre des priorités therapeutiques doit etre la suivant:
del procedimiento. 1) traitement de la sePsis . 2) Traitement des deséquilibres
des grandes systhemes physioloiques. 3) Traitement de
Las colangitis agudas en enfermos portadores de l'obstruction biliaire. La gravité du malade peut determi-
COLANGITIS AGUDAS SEPTICAS 67

ner l 'opportunité de l 'intervention chiruricale mais elle timing in patients with simple cholanitis; 3) avoidance
ne peut ps modifier la chronoloie therapeutique signalée. of all manouvres libely to increase biliary pressure.
La strategie chirurgicale doit etre destinée a assurer une Finally, the following anatomo-clinical situations
voie biliaire sans obstacles. are analyzed as being of interest: 1) Cholanitis and hepatic
On considére obligatoire la cholangiographie peropera­ abcesses 2) cholanitis and instrumental manouvres in
toire qui constate 1 'absence d 'obstacles biliaires meme aprés biliary tract; 3) cholantitis and bili-digestive anastomosis;
un drainage biliaire (choledocostomie, anatomose bilio­ 4) cholangitis and portal hypertension.
digestive).
La colecistectomie isolée et la choledocostomie "a
l'aveugle" doivent etre proscrites.
Avec les mlades qui ont un "haut risque" a dedelopper RE FERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
una C.A.S. il est necessaire adopter des mesures prophylac­
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2) chirurgie précoce dans les malades qui ont une cholangi­ PALLANZA, R.; TENCONI, L.T.: Biliary excretion
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tis simple; 3) évitar toute manouevre qui autmente la tension 2. AGUIRRE McKAY, L.; CONCHA MARAMBIO,
biliaire. H.: Colangitis, Quiron, 5: 21, 1974.
Pour terminer, on fait l 'analyse des situacions anatomo· 3. AHERENHOLZ, D.H.; SIMMONS, R.L.: Bacterial
cholangitis. En: Hepatic, Biliary and Pancreatic
cliniques suivantes: 1) cholanitis et absceses hepatiques; Surgery. Ed. J.S. Naiarian, J.R. Delaney_ Chicago-Lon­
2) cholangitis et monoeuvres instrumentales sur la voie don. Year Book. Medica] Publihere. 1980.
biliaire; 3) cholangitis et anstomoses bilio-digestives; 4. ALLISON, M; PLENTEL, L.; KENNEDY, A.C.;
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RREA RIVERO, H.: Sepsis e insuficiencia renal aguda.
H Sepsis treatment; 2) treatment of imblance of main Arch. Med. Inter., 1: 67. 1979.
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