Está en la página 1de 1

¿Qué es el aprendizaje (a nivel universitario)?

El aprendizaje es un proceso complejo articulado de manera similar a la forma en la


cual se construye el conocimiento en nuestra especie; se aprende haciendo. ¿Acaso nos
queda esto claro en el ámbito universitario? En este proceso intervienen conocimientos
declarativos, procedimentales y actitudinales, y, ante todo, es un proceso mediado por el
lenguaje y las emociones. En este sentido, la magistralidad pasiva, unidireccional y
autoritaria tiene poco o ningún impacto. Para promover el aprendizaje en la universidad,
es preciso trascender la mera transmisión de información.

El aprendizaje no se construye o se orienta de una única manera. Para propiciar el


aprendizaje, se deben tomar todas las características del estudiantado (edad, sexo,
bagaje cultural y social), los conocimientos previos y la naturaleza de los contenidos a
estudiar. Al ayudar a los estudiantes a aprender, también se ha de buscar reducir la
entropía.

El aprendizaje es un fenómeno eminentemente social, por lo que todos pueden aprender


de todos. Particularmente, apelar a las emociones es fundamental y es probablemente
uno de los factores más influyentes en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Por lo
tanto, orientar a los estudiantes para que logren gestionar sus emociones puede
ayudarlos a que se adapten mejor a los nuevos contextos de aprendizaje y temas por
estudiar. Asimismo, puede ayudar a promover la cohesión grupal y la paz social, a
impulsar la creatividad y la cooperación, a fortalecer la motivación, a potenciar la
memoria, a coadyuvar en el razonamiento y en la toma de decisiones, y a evocar lo
aprendido de manera más efectiva. Entiéndase que la docencia universitaria debe ser
especialmente humana.

Para que el aprendizaje significativo emerja, es preciso que también exista la


motivación. La motivación, ya sea intrínseca o extrínseca, impulsará a los individuos a
seguir adelante. Idealmente, deberíamos alejarnos de motivaciones instrumentales, en
las cuales los estudiantes llevan un curso porque deben pasarlo; es un requisito de
graduación. Sin duda, es un desafío bastante retador cambiar estos marcos mentales en
los estudiantes. Además, es importante considerar que, en el desarrollo de un curso,
debería existir un sentido de progresión en el desarrollo de contenidos y destrezas para
que los estudiantes tengan la oportunidad de crecer personal y profesionalmente, y
logren trascender más allá del dominio del curso; se aprende para la vida. Esto no puede
lograrse si se recurre a las mismas metodologías para impartir las clases, las cuales
tienden a ser pasivas, bastante cómodas y poco exigentes para más de un docente. Debe
haber variedad y un escalonamiento en el nivel de dificultad de todas las actividades de
aprendizaje a desarrollar. Por lo tanto, al plantear retos progresivos y brindarles a los
estudiantes herramientas para autorregularse y modificar y hasta llegar a controlar sus
entornos, podrán alcanzar su autorregulación luego de haber satisfecho todas sus
necesidades, sean estas individuales o colectivas. En la naturaleza de los seres humanos
está el crecimiento. ¿Será acaso que en la universidad lo promovemos realmente?

También podría gustarte