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UNIVERSIDAD NACIONAL JOSE FAUSTINO SANCHEZ


CARRIÓN
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS CONTABLES Y FINANCIERAS

ECONOMÍA Y FINANZAS

“MODELO DE HARROD Y DOMAR”

DOCENTE: VILELA BECERRA, MARCIAL NICASIO

ASIGNATURA: CRECIMIENTO ECONÓMICO

ALUMNOS:

➢ BORJA TORIBIO, FLOR


➢ DURAND VALVERDE, THALIA
➢ DIAZ CANARES, LUZ MARLENY
➢ DORADOR DE LOS SANTOS, PEDRO ALEJANDRO
➢ ESQUIVEL SIFUENTES, JOSIAS
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................ 3

I. MARCO TEÓRICO DEL MODELO DE HARROD-DOMAR ................................... 4

A. El MODELO ................................................................................................... 5

II. El MODELO DE CRECIMIENTO DE HARROD-DOMAR ..................................... 6

III. CRÍTICAS AL MODELO DE HARROD-DOMAR .............................................. 10

IV. MODELO DISCRETO DE HARROD-DOMAR ................................................... 11

V. MODELO CONTINUO HARROD-DOMAR ............................................................ 1

VI. COMPARACIONES DE HARROD-DOMAR.......................................................... 2

VII. APLICACIÓN DEL MODELO CONTINUO DE HARROD-DOMAR .................... 4

CONCLUSIÓN ............................................................................................................ 6

BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................... 7
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INTRODUCCIÓN

El crecimiento económico es el ritmo al que se incrementa la producción de bienes y


servicios de una economía, y por tanto su renta, durante un período determinado. Este
período puede ser muy corto (un trimestre o un año); pero la teoría del crecimiento
económico se ocupa principalmente de analizar los factores que influyen en el ritmo al que
crece una economía por término medio durante períodos más largos.

Además, el crecimiento económico, es el resultado de la unión de dos aspectos:


a) La necesidad de razonar sobre las relaciones sociales y las formas productivas.
b) La reflexión sobre el hecho de interaccionar en un ambiente económico complejo que
se expresa en resultados de variables agregadas.

En este trabajo se desarrolla el tema del crecimiento económico, partiendo de la teoría


moderna (postkeynesiana) y realizando un análisis del modelo de crecimiento de Harrod
(1939) – Domar (1946), el cual amplía las ideas de Keynes, a través de la macroeconomía
dinámica, es decir, el análisis de las fuerzas determinantes de las tasas de aumento de las
principales categorías de la demanda (bienes de capital, etc.).

En esta teoría del crecimiento hubo desarrollos importantes en la década de los 50 a


partir del modelo de crecimiento post keynesiano de Harrod (1939), los cuales buscaban
solucionar teóricamente el problema de inestabilidad que presentaba este modelo. No
obstante, no se ha realizado una comprobación empírica literal del modelo.

En el modelo económico se analizan los factores o razones que influyen en la velocidad


del crecimiento, a saber, la tasa de crecimiento del trabajo, la productividad del trabajo, la
tasa de crecimiento del capital o tasa de ahorro e inversión y la productividad del capital.
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I. MARCO TEÓRICO DEL MODELO DE HARROD-DOMAR

Harrod-Domar. Dicho marco se considera el punto inicial de referencia, dada la


poca aceptación y difusión en el medio académico del esquema pionero
implementado por Ramsey (1928). Bajo esta consideración, el presente apartado
del trabajo empezará por exponer algunas ideas que se constituyeron en la base
inspiradora de Harrod para el desarrollo de su modelo, pues Domar tuvo tiempo
para retomar aspectos de este autor y, en consecuencia, de John Maynard Keynes
quién, a su turno, incidió de forma notoria sobre los planteamientos de Harrod. En
efecto, el economista inglés Roy Harrod tuvo la fortuna de interactuar con uno de
sus colegas de mayor trascendencia en la historia de esta ciencia, John Maynard
Keynes, pues fue de los primeros pensadores del crecimiento económico en
analizar a profundidad la célebre Teoría General Keynesiana. De este intercambio
de ideas y planteamientos, sobre todo cuando Keynes fue director del Economic
Journal surgieron en primera instancia, algunos artículos en torno al crecimiento
económico por parte de Harrod y posteriormente su texto sobre este tópico de la
ciencia económica. Así pues, Harrod (1934-1939) aprovechó con gran lustre, la
interlocución keynesiana para publicar sus escritos de dinámica económica. El
calificativo de afortunado obedece al hecho según el cual, Keynes no sólo
cuestionó algunos de los puntos de vista de Harrod, sino que le sugirió una serie de
acciones y correctivos, que al final fueron incorporados en el modelo de
crecimiento de este autor. En tal sentido, es posible aseverar que el enfoque dado
por Harrod a su modelo de crecimiento, enfoque similar tomado por Domar en el
suyo, es eminentemente keynesiano pues fue este planteamiento el que lo inspiró
para tratar de dinamizar la macroeconomía, intento que en el momento se
constituía en la panacea de la teoría económica. A manera de ilustración, es
pertinente mencionar como elementos keynesianos en el trabajo de Harrod,
desarrollados en la siguiente sección del presente escrito, el ahorro y la inversión
como factores que determinan la senda de crecimiento equilibrado de las
economías. En otras palabras, al tener como soporte las ideas keynesianas de corto
plazo, el enfoque de Harrod tomó como eje central, las condiciones necesarias para
el equilibrio entre el ahorro y la inversión en una economía en crecimiento. En tal
caso, una de las sugerencias finales del modelo Harrod-Domar es la de insinuar la
acción del Estado para dirigir el ahorro y la inversión, de manera que se garantice
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la inversión suficiente en pro de prevenir el excesivo desempleo, pues las


economías no son estables siendo necesario, entonces, acciones ajenas a ella para
encaminarla por la senda del crecimiento sostenido y equilibrado, como alternativa
para hacerle frente al desempleo.

A. El MODELO

Harrod-Domar establece que un cambio en la tasa del flujo de inversión


producirá un doble efecto. El primero se da a través del acelerador al alterar
la capacidad productiva de la economía, en tanto que el segundo opera a
través del multiplicador, y afecta a la demanda agregada. En efecto, tomando
cada uno de estos operadores y pasandolos con algún grado de profundidad
se tiene:

❖ El acelerador: Este principio señala que un aumento del capital


necesario para incrementar la capacidad productiva en una cuantía
dada, es un valor constante, es decir, la variación en la producción
ante cambios en el capital se mantiene inalterada a través de la
trayectoria temporal de las variables en cuestión.

El hecho de que aparezca explícitamente sólo el factor productivo


capital en el principio del acelerador, no implica que la función de
producción dependa únicamente de este factor, sino que la relación
implícita entre los factores productivos es complementaria perfecta.
La función de producción que recoge explícitamente este hecho es la
función de coeficientes fijos de Leontief. Debido a la existencia de
esta proporción fija, todo aumento de uno de los factores sin el
consiguiente aumento del otro deja la producción inalterada. En tal
caso y de manera formal se tiene:
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en dondeα y β son los coeficientes técnicos (constantes) del capital


y el trabajo efectivo, respectivamente.

❖ El multiplicador: Principio basado en el hecho de que los agentes


consumen (o ahorran) una proporción constante de su ingreso. Bajo
un entorno de economía cerrada y sin gobierno (ó saldo de
exportaciones netas igual a cero y un gobierno que mantiene su
presupuesto equilibrado mediante unos impuestos de suma fija –no
distorsionadores– en cada instante del tiempo) se cumple la igualdad
macroeconómica entre inversión y ahorro.

Ahora, como el mecanismo del multiplicador supone que los


agentes ahorran una fracción constante del ingreso (s), entonces se
cumple la siguiente igualdad.

Estudiados los supuestos de partida del modelo de crecimiento


Harrod-Domar y la trayectoria de la producción, se procederá a
analizar la evolución temporal del capital en unidades eficientes. En
efecto, reemplazando, se encuentran un par de ecuaciones
diferenciales las cuales describen el comportamiento del capital
medido en unidades de eficiencia.

II. El MODELO DE CRECIMIENTO DE HARROD-DOMAR

A finales de los años cuarenta, dos economistas keynesianos, Sir Roy Harrod en
Gran Bretaña y Evsey D. Domar en Norteamérica, desarrollaron de forma
independiente un análisis del crecimiento económico que es conocido como el
modelo Harrod-Domar. En el modelo se analizan los factores o razones que influyen
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en la velocidad del crecimiento, a saber, la tasa de crecimiento del trabajo, la


productividad del trabajo, la tasa de crecimiento del capital o tasa de ahorro e
inversión y la productividad del capital.

En el modelo de Harrod-Domar se llama tasa natural de crecimiento al ritmo de


crecimiento de la oferta de trabajo. Por oferta de trabajo se entiende aquí no sólo el
aumento del número de trabajadores, o de horas que están dispuestos a trabajar, sino
a también el aumento de su capacidad productiva, de su productividad. En otras
palabras, es la tasa de crecimiento de la población activa más la tasa de crecimiento
de la productividad del trabajo.

Para que haya un crecimiento económico equilibrado y con pleno empleo es


necesario que el producto y el capital productivo crezcan exactamente en esa misma
proporción, la tasa natural. Si el crecimiento del capital es menor del crecimiento
del trabajo, habrá desempleo. Si el crecimiento es superior se producirán
distorsiones en la tasa de ahorro e inversión que desequilibran el crecimiento.

El crecimiento del producto requiere crecimiento del capital existente y esto


requiere ahorro, es decir, destinar un porcentaje de la renta a la inversión en capital.
En el modelo de Harrod-Domar se llama tasa garantizada de crecimiento o tasa de
crecimiento requerido a "aquel ritmo general de avance que, si se consigue, dejará a
los empresarios en una actitud que les pre dispondrá a continuar un avance similar".
En otras palabras, es la tasa de crecimiento que hace que la tasa de ahorro e inversión
permanezcan constantes.

Al analizar Harrod y Domar todas esas variables y las relaciones entre ellas
encontraron dos graves problemas:

● Las razones del crecimiento de la población activa no tienen nada que ver
con las razones que determinan el ahorro, la inversión y las variaciones en la
productividad del trabajo y del capital. Por tanto, no hay ninguna razón por
la que podamos suponer que sus tasas de crecimiento coinciden.
● Cuando la tasa de crecimiento del producto difiere de la tasa natural, el
distanciamiento tiende a agravarse.

Por tanto sus previsiones de crecimiento resultaron muy pesimistas. El


crecimiento económico tiene tendencia a ser inestable e inevitablemente se
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producirán cambios cíclicos en las tasas de crecimiento, de ahorro, de inversión y de


empleo.

Los principales fundamentos del modelo desarrollado por Harrod son:

1. El nivel de ahorro agregado (s ) ex – ante es una proporción constante de la


renta nacional ( Y) de la siguiente forma:

S sY = (1) Siendo s , la propensión media al ahorro.

2. La fuerza de trabajo crece a una tasa constante, pero sin que ello suponga la
existencia de rendimientos decrecientes, sino que por el contrario, son
constantes; con esto Harrod se aparta de los supuestos clásicos. Teniendo en
cuenta esta circunstancia, se establece que la eficacia laboral, es decir, el
número de trabajadores en unidades de eficiencia, aumenta a una tasa n ' , lo
que implica que:

n ' = n + ? (2) 3) Se supone que existe una única combinación de capital


(K ) y de trabajo (L ) dentro de la función de producción, no existiendo,
además, progreso técnico que pudiese alterar dicha relación, ni siquiera
depreciación en el capital; 4) El capital es una parte del volumen de
producción existente. K = vY (3) Donde v es la relación capital – producto.

Harrod, también se refirió al incremento de capital (K) asociado a un


aumento en la producción (Y) de la siguiente manera:

K = vY (4) Donde ahora v sería la relación marginal capital – producto,


por lo que se podría considerar como el aumento efectivo en el stock de
capital en un determinado período, dividido entre el incremento efectivo de
la producción.

Teniendo en cuenta este supuesto y el anterior, nos encontramos con que


el stock de capital que se genera debe ser aquel que los empresarios
consideran adecuado en función de las necesidades que se derivan del nuevo
nivel de producción y de renta. Además, al no existir depreciación, nos
encontramos con que la tasa de variación del capital K sería igual al nivel de
inversión, por lo que la ecuación (4) queda de la siguiente forma:
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I = vY (5) Ahora, teniendo en cuenta estos supuestos, podemos desarrollar


el modelo propuesto por Harrod.

Para ello, hay que considerar la condición de equilibrio según la cual el


ahorro es igual a la inversión, es decir, I = S . Por tanto, vY=sY (6) De (6),
se obtiene lo que Harrod denominó como ecuación fundamental, Y/Y=s/v
(7) Donde .Y/Y es la tasa de crecimiento de la renta nacional, que debe ser
igual a la relación que existe entre la propensión media al ahorro y la relación
capital – producto, v, siempre y cuando se desee que la economía mantenga
el equilibrio entre la inversión y el ahorro a lo largo del tiempo. A este tipo
de crecimiento (Y/Y) se le denomina como tasa de crecimiento efectiva (G).
En el caso de que se suponga que s y v sean constantes también lo sería G.

Por otra parte, si en vez de considerar v, incorporamos r v , es decir, el


coeficiente de stock de capital requerido por las empresas teniendo en cuenta
el crecimiento de la renta (o lo que es lo mismo, la relación marginal capital
– producto), entonces tendremos:

Y/Y=s/vr (8) Denominando ahora a s/vr como la tasa de crecimiento


garantizada (Gw) que según Galindo y Malgesini (1994) es: "aquel ritmo de
crecimiento que de alcanzarse, dejará a los empresarios en una actitud que
les pre dispondrá a mantener una evolución similar".

Al disponer de dos tipos de tasa de crecimiento, lo que nos interesa saber


es la relación que existe entre G y Gw, que se expresa de la siguiente forma:

Gv = s = Gw vr (9) Así pues, para que ambas tasas de crecimiento


coinciden, alcanzando un cierto equilibrio, resulta necesario que se cumpla
que v = vr. Ello implica que al crecer a un ritmo Gw, entonces el incremento
del stock de capital realizado por los empresario debe ser igual al requerido,
de tal forma que consideren que el stock de capital obtenido sea el apropiado
para satisfacer las necesidades del nivel de renta. En definitiva, según
Galindo y Malgesini (1994), de esta manera se consigue que el stock de
capital que se posee se ajuste al deseado, cuando la producción aumenta
siguiendo una tasa garantizada. Bajo estos supuestos se llega a que la tasa de
crecimiento de la renta nacional, debe ser igual a la relación que existe entre
la propensión media al ahorro y la relación marginal capital – producto.
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III. CRÍTICAS AL MODELO DE HARROD-DOMAR

Fundamentalmente se encuentran dos inconsistencias relacionadas con la lógica


del modelo o relación entre los axiomas. El modelo es inconsistente con la teoría de
la productividad marginal y también con funciones de distribución de la renta sean
o no homogéneas. Estas inconsistencias dieron lugar a los modelos neoclásicos de
crecimiento. Cuando no hay inversión la tasa de ahorro es negativa e igual a la tasa
garantizada. La inversión es imprescindible para ahorrar y sin inversión el país se
ahorra. Una crítica es la ausencia del mercado de dinero. La condición de equilibrio
I=sY es keynesiana sin embargo las otras dos condiciones describen la productividad
media del trabajo y el capital.
El modelo Harrod Domar tiene versiones estáticas y dinámicas donde la variable
tiempo adquiere importancia. Sin embargo, cuando se escribieron, no tuvieron en
cuenta la variación de la variable v porque a corto y medio plazo la relación entre
capital y producto permanece constante. Pero sí fueron conscientes de que cambiaba
porque normalmente se utiliza las primeras consonantes a,b... para definir relaciones
constantes y las últimas u,v,x... para determinar variables.
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IV. MODELO DISCRETO DE HARROD-DOMAR

Para considerar el modelo de crecimiento de Harrod-Domar en tiempo discreto,


se estudia mediante un ejemplo. Recordando la condición de equilibrio de
macroeconomía elemental, se tiene que el ahorro agregado, S, tiene que ser igual
que la inversión agregada planeada, I; quedando:

donde como ya se ha visto, la propensión al ahorro se define como s, con Y, el


ahorro proporcional al ahorro y la relación capital-producto como v. De tal forma
que a través de dicha ecuación se obtiene una ecuación diferencial homogénea de
primer orden, siendo representada:

de esta se obtiene la solución,

Siempre teniendo en cuenta que, si v > 0 y v > s luego v/(v−s) < 1 dando una
solución explosiva y no oscilatoria.
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De esta manera, incluso si v> 0 y v > s la solución oscila, siendo frenada si s <
2v, y explosiva si s > 2v o constante si s = 2v. Se tiene que la solución analítica a las
ecuaciones lineales homogéneas de primer orden es útil ya que también ayuda a
resolver las no homogéneas lineales de primer orden.

Así, se considera la ecuación lineal no homogénea de primer orden;

𝑦𝑡+1 = 𝑎𝑦𝑡 + 𝑐

De forma sencilla para resolver dicha ecuación, y que sea concretamente apropiadopara
el economista, hay que modificar el sistema en desviaciones de su punto fijo y en
desviaciones del equilibrio. Por lo que, si 𝑦∗ representa el punto fijo del sistema, entonces
se tiene;

𝑦∗ = 𝑎𝑦∗ + 𝑐

𝑐
𝑦∗ =
1–𝑎

Una vez aquí se le resta la ecuación de equilibrio a la ecuación de equilibrio recurrente,


quedando;

𝑦𝑡+1 − 𝑦∗ = 𝑎 (𝑦𝑡 − 𝑦∗)

Si suponemos que 𝑥𝑡+1 = 𝑦𝑡+1, y, 𝑥𝑡 = 𝑦𝑡 − 𝑦∗, entonces esto no es más que


unasimple ecuación diferencial homogénea en 𝑥,

𝑥𝑡+1 = 𝑎𝑥𝑡
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Donde la solución sería;


𝑥𝑡 =
𝑎𝑡𝑥0

Por lo tanto, se queda


que;

𝑦𝑡 − 𝑦∗ = 𝑎𝑡(𝑦0 −
𝑦∗)

𝑦𝑡 𝑐 𝑐
+ 𝑎𝑡
= − )
(𝑦0
1 1−𝑎
−𝑎

Ecuación que satisface abiertamente la condición inicial.


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V. MODELO CONTINUO HARROD-DOMAR

El modelo de Harrod-Domar en forma continua se va a desarrollar mediante las


consideraciones ya expuestas anteriormente. Hay que saber que la variación del capital
social, es proporcional al cambio en los ingresos a lo largo del tiempo, y también que
en equilibrio la inversión es igual al ahorro. Quedando el modelo de la siguiente forma:

Donde el punto encima de la variable significa que es la primera derivada.


Inmediatamente se sustituye por la derivada de la siguiente ecuación diferencial
homogénea:

siendo la ecuación diferencial:

Con la condición inicial;

También resulta de la ecuación homogénea que la tasa de crecimiento de ingresos es


igual a s⁄v, a lo que como ya se sabe Harrod llama la tasa de crecimiento garantizada.
La trayectoria de la solución que satisface la condición inicial se establece fácilmente
para ser,

Demostrado anteriormente.
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VI. COMPARACIONES DE HARROD-DOMAR

El modelo de Harrod y el modelo de Domar, tienen semejanza en sus resultados


fundamentales de los modelos de crecimiento económicos, por lo cual recibe el nombre
de Harrod-Domar el enfoque de crecimiento de ambos.

En consecuencia, para la unión de ambos modelos ha de tenerse en cuenta, que para


que en Harrod el crecimiento sea equilibrado, entonces;

en concreto

A lo que Domar, expone que la tasa de crecimiento de la inversión tiene que ser igual
a 𝑠𝜎, para que exista un equilibrio dinámico.
Sin olvidar que:
𝜎: Define el incremento potencial del producto por unidad de inversión
𝑣𝑟: Muestra el número en unidades de nueva inversión necesaria para producir una
unidad adicional de producto.
Estos conceptos consideran que la inversión emplea de manera correcta.
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Evidenciando así que como 𝜎 = 𝑣 si se sustituye, se tiene que ambas ecuaciones son

idénticas. Entonces: Domar;


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Harrod;

quedando así analíticamente demostrado.


Aun así, no hay plena concordancia puesto que para Domar 𝑠𝜎, es la tasa de
crecimiento de equilibrio que confirma el sostenimiento del pleno empleo, sin ninguna
referencia a la tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo. Mientras tanto para Harrod,
la tasa natural, 𝑛, debe ser igual a la tasa garantizada, 𝑠/𝑣𝑟, para que el crecimiento sea
equilibrado con pleno empleo.

Aunque Domar añade a su explicación, el máximo absoluto de la productividad media


de la inversión potencial que determina con, 𝛿̅. De este modo, mantiene que 𝛿̅ estará
por encima de 𝛿, a razón del crecimiento de otros factores como la fuerza de trabajo.
Por tanto, se puede interpretar, que como 𝛿̅ no puede ser igual que 𝛿, entonces 𝑠𝛿
comprende la tasa natural, 𝑛, de Harrod; siempre y cuando exista suficiente trabajo para
que la economía crezca a un nivel 𝑠𝛿̅ similar a la tasa garantizada.
Además, en el modelo de Domar, la tasa de crecimiento de equilibrio es la tasa con
la que se asegura la prolongación de la renta potencial y la efectiva, sin contar con el
nivel efectivo de la inversión. Por lo cual, este trabaja con unas condiciones dinámicas
de consistencias sin llegar a concluir en una teoría del crecimiento. Sin embargo, Harrod
bajo la fórmula del acelerador incluye la función de inversión concreta.
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Desde un punto de vista keynesiano los dos modelos comienzan bajo sus esquemas,
pero en un largo plazo desaparece los razonamientos de Keynes debido a que la tasa de
inversión no aumenta el tamaño del stock de capital.
Tanto el modelo de Domar con el de Harrod alcanzan una situación de equilibrio con
una tasa de crecimiento proporcional y constante para la economía. Además, ambos
también tienen dificultades para alcanzar el crecimiento equilibrado con pleno empleo.
También se encuentran las dificultades de inestabilidad en dichos modelos; siendo
la inestabilidad de Harrod producida por la unión entre la función de inversión y la
ecuación fundamental con las expectativas empresariales. Mientras tanto la de Domar
expone que los estímulos para invertir están limitados constantemente.
Como también se ha visto, ambos autores incorporan en sus modelos el equivalente
a una relación capital-producto constante.

Finalmente se llega a una situación a largo plazo, donde el desempleo resulta crónico
y la capacidad no es utilizada eficientemente, en la que ambos modelos no saben cómo
solucionar.

VII. APLICACIÓN DEL MODELO CONTINUO DE HARROD-


DOMAR

Se tiene la siguiente ecuación diferencial, , para el Modelo de


crecimiento de Harrod-Domar:

a) construya una gráfica de Y contra Y y establezca la línea de fase para este modelo.
b) Establezca Y(0) dado Y(0) = Yo. Solución:
Dada la ecuación y con los valores de las variables b= 2, v=3.2, y s= 1, se tiene que:
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● Del mismo modo cambiando las variables por b= 3, v=1,3, y s= 2, se tiene que:

● Otra posible solución con valores b=1.25, v=4,7, y s= 1, se tiene que


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CONCLUSIÓN

La tasa de ahorro no determina la tasa de crecimiento, así pueden coexistir altas tasas de
ahorro con bajas tasas de crecimiento de la economía o bajas tasas de ahorro con altas tasas de
crecimiento de la economía.

• La relación marginal capital-producto es la variable que determina la tasa de crecimiento


de la economía junto con la tasa de crecimiento de las importaciones. Se mostró que una baja
relación marginal capital-producto es compatible con altas tasas de crecimiento y a la inversa.
Así mismo, la tasa de crecimiento de las importaciones se relaciona positivamente con la tasa
de crecimiento de la economía, tanto a nivel de toda la muestra como regionalmente.

• La relación marginal capital-producto está determinada por el cambio en la tasa de


crecimiento de las importaciones las cuales inciden sobre la utilización de la maquinaria. Si se
reducen las importaciones de materias primas, entonces se eleva la relación marginal capital-
producto y cae la tasa de crecimiento de la economía y a la inversa.
En general, las desventajas que presenta el modelo Harrod-Domar se deben a la función de
producción implícita en este, puesto que dicha función considera una relación de
complementariedad perfecta entre los insumos productivos. Esta limitación es superada por el
modelo Neoclásico en el cual la función de producción asume explícitamente los factores
productivos y estos presentan una elasticidad de sustitución mayor a cero. Otra limitación
implícita en el modelo analizado es que las decisiones de ahorro son modeladas exógenamente,
lo cual atañe a un comportamiento no racional desde el punto de vista económico, esta
dificultad es sorteada por el modelo Ramsey (1928), Cass (1965) y Koopmans (1965) en el
cual las decisiones de ahorro son desarrolladas endógenamente a través de un proceso de
optimización dinámico. Pero no obstante las críticas esgrimidas sobre el modelo de la
referencia, él sigue siendo el punto de partida obligado para el estudio de las teorías del
crecimiento económico, al punto que los llamados teóricos neoclásicos y los neokeynesianos
introdujeron en su análisis la flexibilización del modelo Harrod-Domar para desarrollar sus
modelos.
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BIBLIOGRAFÍA

● Argandoña, Gamez y Mochón, (1996). Macroeconomía avanzada I. McGraw-Hill.


España.
● Cass, David (1965). Optimum Growth in an Aggregative Model of Capital
Accumulation” Review of Economic Studies, 32 (julio), 233-240.
● Chiang Alpha, (1987). Métodos fundamentales de economía matemática. Mc GrawHill.
México.
● Domar, Evsey, (1946). “Capital expansion, Rate of Growth, and Employment”
Econométrica, 14 (abril), 137-147.
● Hicks, R. F. (1965). Capital and Growth. Oxford University.
● Harrod, Roy, (1939). “An Essay in Dynamic Theory”, Economic Journal, 49 (junio),
14-33. Jones, Hywell, (1988). Introducción a las teorías modernas del crecimiento
económico. Barcelona, España.
● Kaldor, N. (1969). Capital Accumulation and Economic Growth. 177-222.
● Koopmans, T., (1965). “On the Concept of Optimal Economic Growth”, en The
econometric approach to development planning. Amsterdam, North Holland.
● Malgesini, Graciela y Galindo Miguel Angel. Crecimiento Económico: principales
teorías desde Keynes. McGraw-Hill. Madrid, 1994.

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