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ANÁLISIS DEL PRÓLOGO DE LA TRAGEDIA “AGAMENON” DE ESQUILO

1 ) El prólogo Agamenón de esquilo se da temporalmente


al final de la guerra de Troya, luego de 10 años de haber
estado en conflicto; y Respecto a la ubicación espacial, al
principio nos da la información explícita:”(Aparece el
atalaya vigilando en lo alto del palacio de los Atridas[…]”
se da en la ciudad de Argos.

2) La tarea del atalaya es esperar a que se visibilice la


hoguera la cual daría el final de la guerra de Troya,
significando que Troya ha sido tomada, para así
inmediatamente comunicárselo a Clitemnestra, la esposa
del rey de micenas, Agamenón y . Este cumple dicha tarea
en el techo del palacio de los Atridas. Ante las palabras del
vigía: “Llega la noche, mas no viene con ella el reposo a
mi lecho húmedo de rocío” nos da a entender que este
techo es al aire libre. Este realizaba un trabajo inhumano,
y desea con todas sus fuerzas que este mismo finalice, lo
podemos observar cuando dice “Pido a los dioses que me
libren de este penoso trabajo, de esta guardia sin fin que
estoy haciendo en lo alto del palacio de los Atridas”, todo
el año alerta como un perro” expresándolo de una forma
hiperbólica, indicando agotamiento, debido a que
necesitaba pasar toda la noche despierto, sin ninguna clase
de descanso, ya que este teme a dormirse y que justo en
ese momento se enciendan la hoguera, lo vemos reflejado
cuando dice “en vez del sueño, el terror es quien se sienta
a mi cabecera y no me deja cerrar los ojos a un tranquilo
descanso”, dándonos la sensación de está todo el tiempo
preocupado. También el atalaya allí se caracteriza a él
mismo como un perro, siendo que el perro es un animal
sumiso, que cumple mandatos de figuras de mayor poder,
pero a la vez se considera una figura fiel y compañera,
reflejando exactamente cómo él tenía que cumplir con su
tarea para serle fiel a Clitemnestra aunque ella no valorara
y disminuyera el valor del atalaya.
3 y 5) Notamos que Clitemnestra es quien manda al vigía
a realizar esta tarea cuando dice “estoy esperando la señal
de la hoguera [...] que así lo manda el duro corazón de una
mujer imperiosa y dominante”. El vigía nos da
información sobre la etopeya de ella. Este presenta una
expresión metafórica al decir “mujer de corazón duro”,
queriendo expresar la poca sensibilidad, pero a la vez
fortaleza que tiene esta, y también la describe como
imperiosa y dominante. También podemos deducir que era
una persona poco empática y egoísta al obligar a realizar
una tarea tan deshumana y cruel.
Pero el cariño y valoración de los reyes de parte del vigía
son antagónicas. Podemos observar que al decir: “[…]
entonces rompo en lágrimas, lamentando los infortunios
de esta casa, que ya no se ve en la prosperidad que la tenía
aquel su amo de otros tiempos” Hace una comparación
entre la vida y la casa cuando reinaba Agamenón y la
actualidad, creyendo que mientras reinaba este había
mucho más futuro, siendo que Clitemnestra arruinó la casa
y el orden. Podemos notar que le tiene un gran y real
aprecio al expresar el sentimiento de extrañarlo con
lágrimas. “¡Así me sea dado ver la vuelta de mi Rey a su
casa y estrechar su mano querida entre mis manos!”, el
vigía utiliza el pronombre mí, que nos da a entender que
este tiene una conexión muy cercana y fuerte con el rey,
sintiendo pertenencia; y la utilización de los signos de la
exclamación le dan cierta emoción y ansias de que este
momento llegue.
Dado esta comparación entre los dos reyes, notamos una
enorme preferencia del vigía hacia el rey Agamenón,
considerándolo una persona noble, respetable, con un buen
manejo y orden, mientras que Clitemnestra es considerada
insensible, fría, infiel, y con poco control.
4) Al comienzo del prólogo notamos que el atalaya tiene
un estado de ánimo muy bajo, agotado psicológicamente y
sin ganas de realizar el trabajo que debe de realizar, queda
clara la profunda angustia que siente en el momento. Pero
drásticamente, al comienzo de la segunda parte del
prólogo, todo cambia, ya que se encienden las hogueras,
“¡Ah! ¡Ah! ¡Salve, oh lucero de la noche, que anuncias la
luz de un claro y nuevo día, y a la ciudad de Argos le das
la señal de regocijados y festivos coros en celebración de
un feliz suceso!” Aquí vemos la onomatopeya “¡Ah!”, la
cual se puede interpretar como grito de felicidad al
contener los signos de exclamación. La luz de estas
hogueras significa el fin de la guerra, y simbólicamente
esta significa un nuevo comienzo, una nueva oportunidad,
la iluminación de la vida y el camino, encontrando la
liberación de todas las tensiones que habían dejado estos
tiempos, contrastándose con las emociones del principio
del prólogo.
6) Hacia el final del prólogo el vigía da una información
importante; “[…] un enorme buey pesa sobre mi lengua. A
poder hablar, bien claramente se explicaría este palacio.
Por lo que hace a mí, de buen grado hablaría con quien me
entendiera; para los que no, como si nada supiese”. Aquí
se presenta una metáfora, la cual funciona con el objetivo
de referirse a algo sin decirlo explícitamente, ya que
claramente es imposible que este mantenga un buey en su
lengua. El buey es un animal grotesco, pesado y con
mucha fuerza, y al decir que este buey pesa en su lengua,
podemos entender que el atalaya sabe una información con
una gran importancia para la ciudad y el palacio, que
podría tener mucha fuerza, y, que a la vez, le resulta
”pesado” mantener esta información.
El prólogo finaliza de una forma cortante, nos da la
información de que la familia y el palacio tiene secretos y
partes oscuras, pero no nos cuenta cuales son. Es casi
seguro que, a la esperada llegada del rey, el trabajo del
atalaya finalmente termine y reciba el descanso que
merece.

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