EDITORIAL

L a lengua catalana es una lengua minoritaria en Europa, porque en los territorios donde se usa esa lengua sólo hay diez millones de ha-
bitantes. Pero la lengua catalana es la lengua propia de esos territorios. En Andorra, el pequeño nuevo estado miembro de las Naciones
Unidas, es la única lengua oficial. En Cataluña, el Pais Valenciano y las Islas Baleares, es lengua oficial y comparte ese estatuto con la lengua
española. En la Cataluña Norte, territorio que pertenece al Estado francés, existe una situación política y social que ha situado el uso de la
lengua francesa por delante de la lengua catalana.
A pesar de que la lengua catalana es la propia de los países catalanes, la historia explica las dificultades que todavía subsisten para conse-
guir una utilización normal de la lengua, en muchos ámbitos de la vida cultural en esos territorios. Basta con recordar que, durante los años
de la dictadura del general Franco, la lengua catalana estaba completamente prohibida en los medios de comunicación, en la enseñanza y
en la vida pública. La ma oría de los adultos de Cataluña, el Pais Valenciano y las Islas Baleares fueron escolarizados exclusivamente en len-
I
gua española, y todavía oy leen y escriben con mayor facilidad en español que en catalán. El extranjero ue visita los territorios de cultura
!
catalana, se da cuenta inmediatamente de la desmesurada presencia de la lengua española en una socie ad con mayoría de catalanoha-
blantes. Es cierto que en la conurbación de Barcelona casi la mitad de la población está formada or inmigrantes de len ua española, pero
R 9
la presencia pública de su lengua es superior a la que correspondería, si la lengua catalana no su iera los resultados de a represión y de su
lenta recuperaciónen los medios de comunicación y en la enseñanza.
El diario ABC de Madrid y algunos periodistas de la capital del Estado, han denunciado una supuesta persecución de la len ua española en
9
Cataluña. Se trata de acusaciones que ignoran o quieren ignorar la realidad. La política de los gobiernos democráticos de os territorios de
lengua catalana del Estado español, ha sido extraordinariamente prudente en el terreno lingüístico. En el sistema escolar se garantiza que to-
dos los escolares acaben la enseñanza obligatoria con un conocimiento muy bueno de ambas lenguas oficiales. En los medios de comunica-
ción existe un desequilibrio notable en favor de la lengua castellana, por los motivos comentados anteriormente. En el futuro, la plena norma-
lización de la cultura catalana supondrá ue los catalanes podrán vivir en sus territorios utilizando su lengua en todos los ámbitos. No
I
tendrán que renunciar obligatoriamente a e la cuando realicen una estión en la comisaría de policía, cuando acudan al iuzgado, o cuando
B
uieran conectar con los canales de televisión más cercanos. Natura mente, los catalanes quieren seguir conociendo la lengua española y las

Los ciudadanos de lengua catalana tampoco consideran justo que se establezca una relación jerárquica entre la lengua española y la engua
catalana. Hace ya mucho tiempo que rechazaron una utilización doméstica de la lengua catalana, contrapuesta a una utilización de la len-
r
Bmás lenguas de alcance internacional. LO que no quieren es que se les obligue a vivir en unos registros lingüísticos que no son los su os.

gua española para la alta cultura y para la ciudadanía intercultural. Tampoco quieren que la cooficialidad se utilice para desautorizar medi-
das de protección de una lengua que, como todas las lenguas de alcance demográfico limitado, tiene derecho a una discriminación positiva.
En este sentido, una mayoría de catalanes preferiría que, al igual que en Andorra, el catalán fuera la única lengua oficial de sus territorios.
En ningún escenario de futuro se muestra simpatía alguna para una sociedad que sea excluyente desde el punto de vista lingüístico. Los cata-
lanes están en contra de las limpiezas lingüísticas. La sociedad catalana está muy bien entrenada para convertirse en una sociedad multicul-
tural. Desea, simplemente, que la multiculturalidad no se utilice políticamente para debilitar a identidad catalana.
Toda esta reflexión puede ayudar a nuestros lectores a comprender por qué una gran parte de los textos que acompañan las ilustraciones de

a
los cómics catalanes están en lengua castellana. La normalización lin üística avanza muy lentamente en la prensa escrita, y los cómics cons-
tituyen un buen ejemplo. En el Pais Valenciano y en Cataluña, se pro ucen algunos de los mejores cómics de todo el mundo. Se exportan di-
bujos a todos los continentes. En las ediciones realizadas en Barcelona, Valencia y otras ciudades de cultura catalana, los textos aún son ma-
yoritariamente en español. En los quioscos de la Rambla de Barcelona o en los miles de pequeñas tiendas que distribuyen cómics, no es
frecuente encontrar historietas con los textos en catalán. Se dibuia y se piensa en catalán, ero sigue siendo más fácil vender los cómics con
P
textos en lengua española. Esperemos que, con los procesos de recu eración lingüística, a situación dentro de pocos años sea más equili-
P
brada. El cómic emplea, como las artes plásticas, un lenguaje forma relativamente independiente de los textos. Los dibuios no son rehenes
de las demarcaciones lingüísticas. En el presente número de Catalonia, dedicado a los cómics, nos complace presentar a nuestros lectores la
obra de unos artistas catalanes y universales, modestos y atrevidos, arraigados a una tradición y con pasión innovadora.
 BARCELONA,
CAPITAL DEL CÓMIC

SIGUEN SALIENDO NUEVOS CREADORES, INFLUENCIADOS POR U N

PASADO QUE UNOS HAN CONOCIDO Y OTROS ASIMILADO CASI
INTUITIVAMENTE.

ICS
r -. industria de los tebeos en este
~aístuvo su máximo desarrollo
lesde la posguerra hasta finales
de los años 60. Fueron años de creación
de grandes mitos, de cultura popular, de
grandes tiradas, bajos precios y, salvo ex-
cepciones, más eficacia que calidad.
Durante este largo período, Barcelona y
Valencia rivalizaron constantemente por
hacerse con el mercado, logrando éxitos
tanto en el terreno del humor como en el
de los folletinescos cuadernos de aventu-
ras. Tebeos tan conocidos como TBO,
Pulgarcito, Tío Vivo, El Capitán Trueno o
Hazañas Bélicas, surgieron de editoriales
barcelonesas. Mientras que otros como
RobertoAlcázar y Pedrín, el Guerrero del
Antifaz, Jaimito o Pumby, fueron creacio-
nes valencianas.
Durante los años 60 todas esas publica-
ciones empiezan a declinar, para morir en
su mayoría durante los primeros 70. Con
ellas desapareció del mercado una forma
de entender los tebeos, y las editoriales manera de destacar el cambio estético, te-
acabaron por abandonar la edición de his- mático e industrial.
torietas o cerrar. Los años 80 ofrecieron un panorama en el
Pero de Barcelona surgieron nuevos edi- que convivieron en mundos paralelos, ra-
tores que crearon nuevos productos, hasta ramente relacionados entre sí:
el punto de concentrar el 90% de todas las - El continuismo de la historieta tradicio-
ediciones del país. Una de las razones fue nal, con personajes infantiles como
la creación de agencias de dibujantes a Mortadelo y Filemón o Zipi y Zape.
partir de mediados de los 50, que suminis- - El cómic adulto, con diversos movi-
traron el trabajo de los autores españoles a mientos que incluyeron desde la historieta
todos los mercados mundiales. "marginal" hasta los movimientos de van-
En muchos casos estas agencias fueron el guardia gráfica.
embrión de nuevas editoriales de tebeos, - El trabajo de agencia o de encargo, casi
que canalizaron a lo largo de los años 80 la siempre anónimo, para Italia, Inglaterra,
mayoría de iniciativas y publicaciones de Alemania o Estados Unidos.
lo que se llamaría cómic adulto. Este tér- - La historieta de humor para adultos, ge-
mino surgió como factor diferenciador de neralmente publicada en semanarios o en
los tebeos clásicos, generalmente infanti- periódicos.
les, y por el hecho de que los editores tra- En términos generales, la situación actual
dicionales no fueron capaces jamás de no difiere mucho de este esquema.
realizar una reconversión de sus produc- Creativamente, Barcelona y Valencia to-
ciones a la nueva realidad creada por la davía hoy tienen, incluso al margen de la
aparición de la historieta adulta. Fue una realidad del mercado, un poso enorme del
. PEFR PANK. EL V[BORA. ED. LA cÚPuLA. BARCELONA, 1985
 RUBÉN PEUEJEROJORGEZENTNER. LAS AVEMüRAS DE DlFTER LUMPEN. ED. NOKM, 1987.
que siguen saliendo nuevos creadores, in-
fluenciados por un pasado que unos han
conocido y otros han asimilado casi intui-
tivamente.
El 'únderground" de los autores barcelo-
neses surgidos en la década de los 70 no
está lejos del incmstarniento social de los
personajes del Pulgarcito de la posguerra,
mientras que los autores valencianos si-
guen siendo más estetas que narradores.
En cualquier caso, es obvio que ambas
corrientes se funden en la dirección
Valencia-Barcelona,por razones editoria-
les, en los Últimos años, y se complemen-
tan en unos planteamientos profundamen-
te conocedores de las reglas elementales
de la historieta, bien sea narrativa o estéti-
camente. Aunque, paradójicamente, la
mayoría de creaciones se publique en.len-
gua castellana, para circunscribir con ma-
yor exactitud el ámbito de la historieta tra-
dicional y creativa en los Países Catalanes
hay que acabar de cerrar un triángulo
creativo con la aportación de los autores
mallorquines. Este ámbito geográfico no
ha supuesto, sin embargo, que sus crea-
ciones se realizaran en catalán. Pero es
obligado citar el caso excepcionalde la re-
vista Cavall Fort, que desde 1963 ofrece
junto a una cuidada selección de historie-
tas europeas, obras de autores catalanes
como Madorell, Joaquim Carbó, Marta
Balaguer, Joma o Francesc Infante.
Cavall Fort ha desempeñado un impor-
tantísimo papel cultural entre varias gene-
raciones de niños y jóvenes, logrando el
milagro de mantener durante treinta años
una tirada de más de 20.000 ejemplares,
difundida únicamente por suscripción.
Por lo que respecta al presente más estric-
to, el panorama nos muestra que autores
veteranos como Jesús Blanco, José Ortiz,
Jordi Bemet y Alfons Font siguen produ-
ciendo obras de difusión internacional.
Autores como Ibáñez, Jan, Vázquez, Kim,
Ventura & Nieto, José Luis Martín, Fer,
Óscar o Escobar dominan el mercado in-
terior. Autores como Daniel Torres, Max,
Rubén Pellejero, Pere Joan, Martí, Pons,
Sento, Micharmut, Guillem Cifré o
Nazario, sitúan la historieta creada en
Barcelona en la vanguardia mundial. Y, fi-
nalmente, varias decenas de-autoressurgi-
dos en los últimos diez años aseguran el
relevo en los tres apartados anteriores.
Existen también editores y agentes como
para llevar a cabo en el futuro creaciones
innovadoras que logren despertar el inte-
rés internacional.
La gran duda que surge al plantearse el fu-
turo es la capacidad de captación de nue-
vos lectores para la historieta. Y la com-
petitividad de nuestros productos frente a
la cada día más signiñcativa presencia en
el mercado de los tebeos americanos,
franceses y japoneses. Pero ésta es una
duda a la que ningún editor o autor euro-
peo puede escapar. De momento, iniciati-
vas como el Saló Internacional del C6mic
de Barcelona, o el proyecto del también
barcelonés Centro de Documentación de
la Historieta, permiten afrontar el futuro
inmediato con la seguridad de que
Barcelona seguirá siendo la ciudad de los
tebeos.
 J O R D I BERNET

J. BERNET. DAN MCOMBE. SPIROU. ÉD. DUPUIS. PAR^. 1968

JORDIBERNETES, SIN DUDA, UNO DE LOS HEREDEROS MÁS

EVIDENTES DE LA GRAN GENERACI~NDE ILUSTRADORES E
HISTORIETISTAS CATALANES: CORNET,LLAVERIAS, OPISSO,
JUNCEDA. A MEDIDA QUE LA TRADICIÓN LE VA IMPREGNANDO
DE MODO MÁS PROFUNDO, SU CONCEPCIÓN DE LA PÁGINA SE
VUELVE MÁS ARRIESGADA, LA LÍNEAMÁS LIBRE Y EXIGENTE, Y
LAS MANCHAS MÁS CONTUNDENTES EN LA DEFINICIÓN DE LA
LUZ.

J. BERNET. ABIRATO. TOTEM. TO,. ....--. -. ...--.-. .. ., . . .O CARLES PRATS P E R I O D I S T A Y E S C R I T O R

 JOANJUNCEDA.DIBUJOA PLUMA PARA 'LES FORMIDABLESAVENTURES DE PERE Fr. BIBLIOTECA PATUFET. BARCELONA, 1934
el año Miró escogería, entre otras
cósas, las fotografías de Catala-
Roca, especialmente aquéllas que
muestran a Miró como una moto. Por ejem-
plo, en el taller de Gallifa, con un cubo y
una escoba realizando el mural de IBM. O
en Son Boter, en Mallorca, pintando con
los dedos o removiendo con gran afán ta-
zas de café llenas de pigmentos. Es agra-
dable esa sensación de hiperactividad, de
inmediatez.
Yo creo mucho más en un arte produci-
do con esa vitalidad, que en otro mucho
más frío y distante. Ustedes me dirán
que las ganas de mover la mano van en
detrimento de las ideas. Seguro que no.
O no forzosamente. En el caso de Miró,
parece evidente que el proceso intelec-
tual existe y el resultado, por ejemplo, es
su espléndido y personalísimo sistema
de signos.
En los cómics la hiperactividad es tam-
bién un buen síntoma. Creo que las
grandes obras han surgido, en la mayo-
ría de casos, a partir de un trabajo ago-
biante, de miles de páginas, y de mu-
chos más miles de viñetas. Es decir, de la
presión de la industria. Cuando el con-
cepto gráfico es sólido, desde la línea, la
luz o la composición de la página, la ve-
locidad en la realización es un valor
añadido. =os.
Así lo observo en la obra de Jordi Bernet
(Barcelona 1944), especialmente en los
últimos años, que son los que más me
gustan.
Bernet es el prototipo de profesional exce-
lente. Abocado a los cómics de manera
prematura, a la muerte del padre d e l que
continúa durante un breve período las pá-
ginas de su personaje más conocido, Doña
Urraca-, basa sus conocimientos del me-
dio en .el poso que habían dejado los con-
sejos del progenitor a otros dibujantes
(mientras él jugaba en el estudio de Sant
Andreu), y también en la veneración por
los clásicos, tanto catalanes como america-
En realidad, hay dos autores que le
 J. BENET-J. SEGURA. SARVANE. DARGAN ED.
fascinan de un modo especial: Noel Sickles
q u e había incorporado al cómic el siste-
ma, empleado por los ilustradores alema-
nes, de crear las luces a partir de manchas
(que en seguida populizaría Milton Caniff
en series como Terry y los piratas o Steve
Canyon)- y Joan Junceda, quizás el mejor
ilustrador catalán del siglo.
lunceda corno referencia
Junceda había sido, a pesar de su precaria
salud, otro hiperactivo. Un cálculo a la ba-
ja habla de unas 50.000 obras, entre ilus-
traciones e historietas; es decir, unas 3 por
día desde que se dedicó profesionalmente
al dibuio, si consideramos que nunca hizo
vacaciones y que trabajó los domingos.
La estadística de las páginas dibujadas dia-
riamente por Bernet todavía está por hacer.
Sin embargo, presenta dos problemas: al-
gunas páginas se han perdido (como la se-
rie Andrax a manos de un editor alemán
poco escrupuloso), y muchas otras, según
explica el propio autor, van directas a la
papelera si no le satisfacen completamente.
He pensado seriamente en hablar con el
basurero de su zona, ya que los originales
de este hombre se valoran mucho. Por
ejemplo, y por no hablar de precios que
podrían ser poco significativos, un in-
tercambio comprobado: un original
de Bernet por una tira de Rip Kirby de Alex
Raymond. Otro: una página de Dan
Lacornbe (serie que Bernet había hecho du-
rante los años 60 para la revista belga
Spirou) por otra de Johny Hazard de
Franck Robbins. Es decir, Bernet al nivel de
Raymond y Robbins, dos de los más gran-
des. Como s i habláramos de Picasso o
Jaspers Johns en pintura.
Esta puede ser una de las muestras de que
la obra de Bernet es bien valorada interna-
cionalmente. Como también puede serlo el
hecho de que productores de éxito de
Hollywood quisieran hacer una de
Torpedo, proyecto que se malogró por la
intervención de un intermediario codicioso
que reservaba para Bernet y Abulí (el guio-
nista) unas ganancias de "un dólar y otros
beneficios sin especificar".
&Quéhabría sucedido si Hollywood hubie-
ra regado a Bernet con montones de millo-
nes? Quizás habría desaparecido del ma-
pa (como su amigo Franck Robbins) y
todos habríamos perdido algo.
Por suerte o por desgracia, Jordi Bernet si-
gue instalado en su piso de Sant Andreu
produciendo sus magníficas historietas y
dedicándose, por lo menos un día a la
semana, a la búsqueda de originales o
de ediciones raras de su querido Joan
Junceda.
Personalidady tradición
Jordi Bernet es, sin duda, uno de los here-
deros más evidentes de la gran generación
de ilustradores e historietistas catalanes
-Cornet, Llaverias, Opisso, el propio
Junceda...-, que habían coincidido en re-
J. BERNETC.TRILLO. UGN& BOLD. TOUNTAIN ED. BARCELONA, 1990
 J. BERNET. NANPIIRE. SPLATTER. MAKOKI, 1991

vistas como Cu-cut! y se habían repartido Así, en el caso de Jordi Bemet encontramos es un camino hacia la esencia, hacia el des-
los temas de sus dibuios, siguiendo las ins- una actitud inquieta que se agudiza con los nudamiento de su discurso gráfico de todo
trucciones del gran Gaietti Cornet, de la si- años, como si a medida que la tradición le lo que no sea su personalidad artística y el
guiente manera: Opisso, la vida ciudada- va impregnandode modo más profundo, su sedimento más esencial de la tradición.
na; Llaverias, los animales; Junceda, las concepción de la página fuera más arries- A menudo se ha comparado a Joan
ilustraciones con personajes de uniforme gada, la línea más libre y exigente, las man- Junceda con ilustradores tan reconocidos
(porteros de hotel, mozos de escuadra, chas más rápidas y a la vez más contun- como Arthur Rackham; ante piezas maes-
etc.), bajo el pretexto de que su ~ a d r eha- dentes en la definición de la luz. Y si nos tras de su obra, como L'illa del tresor, algu-
bía sido militar y él tenía una facilidad na- detenemos en cada viñeta, podemos obser- nos historiadores incluso se han pregunta-
tural. var distorsiones de la perspectiva, sombras, do cuál habría sido el nivel alcanzado por
Esta generación excelente, en la que ha- borrosidades, tramas, que favorecen un ex- la obra de Junceda si no se hubiera limita-
bría que incluir algunos otros nombres, co- presionismo a menudo vertiginoso, de una do tanto a ilustrar las narraciones entraña-
mo el de Feliu Arias "Apa" (cuyos chistes gran eficacia narrativa. Si contemplamos el bles, pero muchas veces mediocres, de J.
le valieron la Gran Cruz de la Legión recorrido histórico de la obra de Jordi M. Folch i Torres. Un sentimiento parecido
Francesa), que seguía el camino abierto en Bernet, desde los años de Bruguera, pasan- puede suscitarnos Jordi Bernet. iQué nivel
las últimas décadas del XIX por autores co- do por la etapa inglesa, los años sesenta habría podido alcanzar su obra si no se
mo Apel.les Mestres, estableció unas ca- con un período central dedicado a la revista hubiera encontrado con el lastre de una in-
racterísticas específicas para los ilustrado- belga Spirou (donde desarrolla el sistema dustria tantas veces deprimida, y en la que
res e historietistas barceloneses, basadas de manchas al estilo de Noel Sickles), los se- la situación del dibujante puede ser de una
en un sentido artístico del oficio que a me- tenta con el serial A n d r ~ ~
los, ochenta con extrema fragilidad?
nudo trasciende los aspectos más industria- Torpedo, y vemos que los noventa empie- Y también: illegará un día en que Jordi
les y que fomenta un gusto por la línea zan con el grafismo torturado y al mismo Bernet podrá inserirse y ser parte impor-
creativa, la composición y la experimenta- tiempo fresquísimo de Ivanpiire, llegamos a tante de nuestra cultura (como lo es el pro-
ción narrativa. la conclusión de que toda la obra de Bernet pio Junceda)? ¤
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LOS CÓMICS
D E HUMOR

EL P A N O L ~ A
ACTUAL DE LA HISTORIETA DE HUMOR NO ES SIN
DUDA TAN AMPLIO COMO LO FUE EN OTRO TIEMPO, PERO HA
SABIDO MANTENERSE Y HA ASUMIDO TODA LA GAMA DE
VARIEDADES DE LA COMICIDAD, DESDE LA IRONÍA POLÍTICA
HASTA LA SÁTIRA SOCIAL. -
g+g&;,,;;~-:~
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rlT
 MIQUE BELTRh4. IASAVENTURASDEMARCO ANTONIO Y CLEOPATRA.ED. GLENAT. BARCELONA, 1993
esde que los cómics nacieron allá
por los años cuarenta del pasado
siglo, los humoristas se apodera-
ron de ellos y los utilizaron como medio
idóneo para expresar gráficamente sus
agudezas y sus sátiras. En realidad fue-
ron ellos, los humoristas, quienes crea-
ron los cómics y los consolidaron en
Europa, y quienes desde América los im-
portaron para transmitirles el impulso
definitivo. El término inglés comics,
aceptado por otros idiomas, es un recuer-
do permanente de ese origen, de esa co-
micidad originaria mantenida a lo largo
de toda la historia del medio, aunque el
desarrollo de ésta haya dado lugar en de-
finitiva al nacimiento de otras variedades
de cómics menos regocijantes.
En Cataluña, al margen de las múltiples
historietas cómicas que aparecieron en
antiguas revistas, los primeros semana-
rios de cómics -Dominguín y TBO, am-
bos con sede en Barcelona- se dedicaron
al humor, y a partir de ellos un sinnúmero
de publicaciones que se han sucedido
hasta hoy han conservado la línea gracio-
sa de los cómics como un género firme y
vivo, que evoluciona al compás de las
PICANYO(, ] en'este momento en los cómics humorís-
PICANYC 3T EL BRUIXOT. CAVALL FORT. BARCELONA, 1993
cambiantes circunstancias sociales, téc-
nicas y artísticas. Los cómics de humor
han sabido mantener su actualidad en to-
do momento y han asumido a lo largo de
su recorrido toda la gama de variedades
de la comicidad, desde el gag infantil
hasta la parodia despreócupada, desde la
ironía política hasta la sátira social.
El panorama actual de la historieta de hu-
mor no es sin duda tan amplio como lo
fuera en otros tiempos. Los cómics en
general han tenido que competir con
otros medios de comunicación y entrete-
nimiento, que inevitablemente han con-
quistado una parte de su público poten-
cial. No obstante, los córnics, y más que
otros los cómics de humor, siguen ocu-
pando un lugar ,importanteentre los mo-
dos de esparcimiento e incluso de infor-
mación de estos tiempos. La renovada
modernidad de su contenido ha manteni-
do, por distintas vías, el interés de los
lectores, proporcionándoles una visión
jocosa y ocurrente de los sucesos de su
entorno.
Una doble tendencia puede descubrirse
ticos del país.
 -
!VA. BERUN. HISTORIAS DE M PUTAMID. COECCIÓN PENDONES DEL HUMOR. N?33. ED. ELJUEVES. BARCELONA. 1988
Por una parte la prolongación de la vieja
escuela barcelonesa de posguerra -la lía-
mada Escuela Bruguera-, conveniente-
mente transformada por el devenir del
tiempo, por el impacto de modas sucesi-
vas y por la asimilación de nuevas ideas,
se ha convertido hoy en el cómic de hu-
mor clásico, apto para todos los públicos.
Mortadelo y Filemón siguen siendo, des-
pués de treinta y cinco años, los campeo-
nes de la risa popular a nivel europeo, pe-
ro últimamente su creador Francisco
Ibáñez no se conforma con el chiste con-
vencional e incoloro, con el humor espe-
cialmente infantil de otros tiempos, y re-
laciona a sus héroes con situaciones
y problemas actuales, con el nuevo
. * , . Catecismo, con la Olimpiada de Barce-
THA. ABSURDUSDELIRIUM.ED. COMPLOT.
BARCELONA,1988 lona, con el racismo y los neonazis, con
el tratado de Maastricht o con el quinto
centenario del descubrimiento de
América. También Jan ha acercado a la
realidad a Superlópez, sin suavizar por
ello su sátira de los superhéroes tan di-
vulgados últimamente por los córnics de
otro tipo. Por su parte, el veterano Martz
Schrnidt acentúa su proverbial caustici-
dad, dedicada ahora a las clases pudien-
tes, en eli ir anta Rococó.
Nuevos humoristas se han unido a esta
vieja tendencia, ahora renovada, mien-
tras algunos antiguos maestros la han
abandonado para dedicarse a otras activi-
dades humorísticas. Manuel Vázquez,
pionero del humor surrealista en los c6-
rnics y padre de las celebradas Hermanas
Gilda, publica cada día un gag en el
periódico "El Observador"; Alfonso
 M. ELjUEMS-EUFA FUMAKXES. ED. ELJUEVES.BARCELONA, 1W 1
Figueras, inventor del inolvidable
Topolino, continúa practicando su humor
tierno e ingenuo en el diario "Avui" con
Mister Hyde; Raf, creador en otros tiem-
pos de Sir Tim O'Theo, parodia en "El
Jueves" las más populares series televisi-
vas.
Precisamente el semanario barcelonés
"El Jueves" personifica hoy la segunda
tendencia del cómic humorístico, inicia-
da hace unos veinte años por "Barrabás"
y "El Papus", rompiendo todos los ta-
búes del anterior régimen político y de la
sociedad bienpensante que lo sostenía.
Es un tipo de humor distinto, anticonven-
cional, libre y despreocupado, sin límites
temáticos ni gráficos, que aúna estilos y
conceptos diferentes.
En el origen estaban los dibujos grotes-
cos de Jan, de Óscar y del malogrado Ivá,
con abundantes textos de difícil lectura
que utilizaban una especie de escritura
fonética del lenguaje coloquial de ciertos
sectores barceloneses, resultando en una
mordaz caricatura social.
Ciertamente los consejos del Profesor
Cojonciano, debidos al segundo de los
citados, y las Historias de la puta mili o
Makinavaja, del último, representan ese
tipo de humor, pero junto a ellos, otros
personajes y otras historias han ido con-
figurando la variedad sustancial de "El
Jueves", que recorre toda la gama humo-
rística fluctuando entre la marginalidad
de Pedro Pico y Pico Vena, de Azagra, o
de Johnny Roqueta, de Vaquer y Bigart,
y la reflexión simbólica de Ventura y
Nieto con Grouñidos en el desierto, o de
Tha y Bigart con /Qué gente! y Cuentos ALL+-
corrientes, pasando por la crítica del pre-
sente de Seguridasosid (de Maikel) y la E&
del pasado de Martínez el facha (de
Kim), por el erotismo jocoso de Manolo
(de Manel) u Orgasmos cotidianos (de
Alfonso López y Xavier Roca) y por los
ingenuos y delicados gags de El Dios o
/Dios mío!, de José Luis Martín, autor,
durante la pasada década, de la crónica
generacional Quico el progre, que apare-
cía diariamente en "El Periódico de
Catalunya".
La disparidad entre las dos tendencias
apuntadas resulta manifiesta. Dos tipos de
humor, dos estilos, dos géneros cómicos
igualmente válidos, salidos ambos de
Cataluña, que de una u otra forma siem-
bran la sonrisa o la carcajada entre el p6bli-
PICANYOL.OTELBRUIXOT, CAVAUFORT.BARCELONA,1992 CO,también dispar, lector de historietas.
 GUILLEMCIFRÉ. CAIRO. ED. N U W . BAKL~LUNA, I

L A HISTORIETA E N L O S
AÑOS80

I G N A S I VIDAL-FOLCH P E R I O D I S T A

C A T A L O N I A
 n los años ochenta, nuestra histo-
rieta sufrió una revolución, cuyos
resultados constituyeron la época
intelectualmente más estimulante y libre-
mente creativa de toda la historia del có-
mic en el país. Esta afirmación es quizá
discutible, si fijamos el juicio en obras pun-
tuales, pero el conjunto de lo realizado en
esos años creo que no admite comparacio-
nes. Lo característico de la época citada
fue la unión de muchos esfuerzos particula-
res para levantar un panorama que -no sé
si porque ya la mirada atrás provoca la
nostalgia-, por su variedad y riqueza, y la
energía y ansia de comunicaciónque ema-
naban, nos parece irrecuperable. Esos
años formaron nuestro cómic moderno.
Aunque ya la generación anterior de di-
bujante~,reunida en torno al crítico y pro-
motor de Bang Antonio Martín, había in-
tentado dignificar la consideración del
cómic como un medio de comunicación
que superara el mero producto comercial
e industrial; y aunque dibujantes como
Carlos Giménez, Adolfo Usero y Luis
García, estimulados por los guionistas
Victor Mora y Felipe Hernández Cava, ha-
bían tratado de articular una respuesta
contestataria desde las páginas efímeras
de Trocha -por citar sólo dos de las revis-
tas representativas de aquella época de
transición-, fue en la época citada cuando
los debates en tomo al sentido, el valor y
las posibilidades de la historieta trascen-
dieron a los círculos de los profesionales y
a la prensa, hasta convertir el cómic en
una cierta Forma de la moda. Eran los
tiempos de la "posmodernidad, y el espí-
ritu de aquel momento, que respaldaba el
maridaje de lo clásico y lo vanguardista, y
reivindicaba la decencia de los géneros
considerados menores, influyó en ese pro-
tagonismo de nuestro cómic tanto como el
talento de sus creadores.
Dificultades financieras, la llegada de la
crisis, la precariedad endémica de la in-
dustria, el cansancio de los artistas empe-
ñados en comer dos veces al día y, algu-
nos, hasta merendar los sábados...; en fin,
los cantos de sirena de otros medios que
se presentaban como más prósperos, y
otros motivos, como la dificultad de que
las historias de los autores de a uí fueran
9
entendidas y apreciadas más a Iá de los
Pirineos, en la dulce Francia, en París,
donde se cuecen e imponen los criterios
estéticos y técnicos para el Continente, to-
do eso, digo, dio al traste con el nuevo có-
mic español, que se articuló en la dialécti-
ca entre dos revistas: El Vibora (tesis) y
Cairo (antítesis).
Anteriormente, como ya hemos apuntado,
estaba Bang, estaba la historieta marxista

NSA ALTERI
ANDY WARH
MADRID PO1
(11)
NEWYORK, NEW
de Trocha (de artistas y escritores barbu-
dos, el ceño fruncido, la desautorización
lista para cualquier tipo de frivolidad o
alegría), estaban algunos otros intentos de
dignificar el medio. Juanio Fernández,
desde las páginas de Star, importó el có-
mic "underground" americano, y el grupo
de dibuiantes marginales de El Rrollo en-
mascarado buscó una variante autóctona
del mismo. Cuando los de El Rrollo se ha-
bían cansado de vender sus publicaciones
en la Rambla, paseo neurálgico de la
Bartelona popular, providencialmente
apareció el insólito arquitecto Josep M.
Berenguer quien creó, para acoger a los
supervivientes, la revista El Víbora.
El Víbora fue -hablo en pasado pues, aun-
que sigue publicándose todos los meses, la
revista ya es pura sombra de lo que fue-
un intento serio de llevar al mercado co-
mercial las filosofías y obras de los autores
marginales, un intento de normalización.
Los temas abordados en sus páginas, juve-
LA REVISTA DE .M
VICENTE SEGREUES. C!MOC. ED. NORMA. BARCELONA, 1984
niles, sexuales, relacionados con las dro-
gas y con el enfrentamientoa la autoridad,
aportaban un soplo de aire, si no fresco,
por lo menos nuevo. Cada página hablaba
del mundo real, aunque con una inclina-
ción, comprensible después de largos años
de censura, hacia los sectores más sórdi-
dos y menos favorecidos de la sociedad.
No es de extrañar que, con el tiempo, El
Víbora fuera una de las lecturas redilec-
P
tas entre los inquilinos de la cárce Modelo
de Barcelona.
Los pilares más sólidos de El Víbora fueron
Nazario, Martí, Pons, Gallardo y
Mediavilla. El andaluz Nazario, ex profe-
sor en Sevilla y padrino de El Rrollo enmas-
carado, se convirtió en lo que siempre ha-
bía querido ser: el notario cómplice de las
andanzas de homosexuales y travestidos
en la zona portuaria de Barcelona: la
Rambla y el barrio chino. Prácticamente
cada viñeta de sus páginas se deleitaba en
reproducir, con detallismo naif, el órgano
4
Q&#s SERES re* m*
sexual masculino. Guiones pseudopolicía-
cos -su protagonista era un detective tra-
vesti, Anarcoma- servían como tenue ex-
cusa al propósito mencionado. Hay que
reseñar que Anarcoma sí cruzó las fronte-
ras, pudiéndose comprar el álbum con sus
andanzas en... los "sex shops" de las capi-
tales europeas.
Martí, por su parte, mimetizó perfedamen-
te el estilo de Chester Gould para narrar
las andanzas de Taxista, un antihéroe de
ideas confusas en un clima de barraquis-
mo, puterío y España negra que resultaba
extraordinariamenteefectivo.
Pons había adoptado el claroscuro del
S irit de Eisner, para revivir en historieta
P
e costumbrismo barriobaiero de los folle-
tinistas del XIX. Los resultados de esa fór-
mula no me parecen especialmente es-
ectaculares, ero no opinaban así los
P
Lctores, que orzaron a Pons a desdo-
blarse en guionista de nuevos autores y a
crear un particular "Estudio" para dar sa-
 m
A0K)MESOLM O K I . ED. LA CÚPULA.
BARCELONA, 1982
Iida a la multitud de ideas que bullían en
su Magín.
Finalmente, Gallardo y Mediavilla halla-
ron también en El Víbora el vehículo para
el héroe por excelencia del cómic español
moderno: Makoki, un loco escapado del
frenopático que recorría el barrio portua-
rio de Santa María del Mar, en perma-
nente guerra con el temible comisario
Loperena y en busca de drogas y diver-
sión. Gracias al talento narrativo y a la
imaginación desatada de Mediavilla y
de Gallardo, Makoki logró constituir un
mundo propio, rico en personajes secun-
darios, cada uno con su particular tara
mental y todos ellos francamente diverti-
dos. En aquel mundo caótico y desenfre-
nado, Makoki trataba de poner orden
con los métodos más extemporáneosy re-
solutivos.
Con el paso de los años, la fórmula de El
Víbora se hizo repetitiva y empezó a re-
sultar fatigosa. Llegó el momento de la
MARISCAL. COMPLOT. ED. COMPLOT SA. BARCELONA, 1985
antítesis citada: Cabo. La nueva revista,
que recogía y potenciaba las formulacio-
nes de la Iínea clara francobelga, presen-
taba batalla ideológica -más que comer-
cial- al tremendismo sexista de El Vibora,
y lo hizo incorporando a los nuevos talen-
tos europeos como Chaland o el italiano
Giardino, reciclando positivamente a
Gallardo (simultaneaba al barriobajero
Makoki con un Pepito Magefesa que re-
creaba y ponía en evidencia al mundo
del arte y el diseño contemporáneos, al
tiempo que experimentaba con las fronte-
ras narrativas del cómic) y a Roger, y
dando espacio a los innovadores dibu-
jante~de la llamada Escuela valenciana:
el francobelguista Torres, el casi abstrac-
to Micharmut, Sento, Mique Beltrán...
Entre tesis y antítesis se cruzaron mani-
fiestos, declaraciones, exposiciones,
combates dialécticos, algunas broncas y
también -al fin y al cabo Barcelona es
una ciudad pequeña y todos nos conoce-
mos- grandes sesiones de risas. La bata-
lla entre la línea claray la aütodenomina-
da línea chunga acabó ganándola ésta
con el abandono del equipo que dirigía
Cairo. Pero fue una victoria pírrica. Las
drogas, algunas muertes, el hastío, aca-
baron por despojar a El Vibora de sus
más personales creadores. Para sopesar
la inventiva y la ~ersonalidadde aquellos
años del cómic español, nos quedan al-
gunos álbumes que hoy, mirados y leídos
con la distancia que dan los años sobre
aquella expresividad urgente "para pu-
blicar de inmediato", mantienen el tipo.
Me refiero, por ejemplo, a todos los de la
Colección Complot, a todos los de
Makoki, a l a noche de siempre y Fin de
semana (de Montesol y Ramón de
España), y al Taxisfa de Martí. Por cierto
que algunos de aquellos autores salidos
de la marginalidad han visto reconocida
su labor con premios del Saló del C6mic
de Barcelona.
L A NUEVA HISTORIETA

[ * = @ N * I-
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DE LA VANGUARDIA
I

A L A COMUNI

JOAN B U F l l l C R ~ T I C OD E A R T E
 a geografía del cómic no se pa-
rece a la geografía de las otras
artes. Son pocos los países que
han destacado en este arte que implica
simultáneamente dibujo y narración.
Dejando aparte el caso de Japón, donde
el cómic alcanza tiradas millonarias, pe-
ro es considerado como una mercancía
de consumo y no como un medio de ex-
presión artística -aunque en alguna oca-
sión lo llegue a ser-, puede decirse que
son Bélgica, Francia y los Estados
Unidos los países que con mayor fre-
cuencia han logrado un buen equilibrio
entre los aspectos artístico y comercial.
Ahora bien, si aplicásemos a la historie-
ta un criterio similar al que se emplea en
relación al arte contemporáneo -donde
se valora sobre todo la innovación y la
vanguardia y se prescinde de considera-
ciones sobre la repercusión popular-,
veríamos que en Barcelona se ha reali-
zado y publicado, durante los años
ochenta, un buen número de obras radi-
calmente innovadoras en formas y con-
tenidos; obras de autores catalanes co-
mo Max, Guillem Cifré, Martí Riera o
Antoni Calonge, mallorquines como
Pere Joan o valencianos como Michar-
mut, que pueden considerarse entre las
más originales y valiosas que se han he-
cho en este medio a nivel internacional.
Este fenómeno creativo, más que movi-
miento, tiene ya su etiqueta: Nueva
Historieta. Y tiene ya más de veinte
años de historia, en la que se suelen dis-
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MARTA BAiAGUERDAVlD CIRICI. EL PAk DEL5 VOUCS. CAVAU FORT N.n622

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tinguir tres etapas: una primera de surgi-
miento y crecimiento, que va desde la
publicación en 1973 de E l Rrollo
Enmascarado hasta la aparición de la
primera revista mensual "post-under-
ground", El Víbora, en 1979; una se-
gunda etapa de eclosión y maduración,
que llega hasta 1984, fecha en que desa-
parece la revista Cairo; y una tercera
etapa, que llega hasta nuestros días,
donde la madurez creativa de los auto-
res coincide, lamentablemente, con las
dificultades económicas de los editores,
lo que ha motivado la deserción provi-
sional o definitiva de numerosos dibu-
j a n t e ~y guionistas, en beneficio. de
otros medios como la ilustración, el di-
seño, la televisión, la literatura, la pintu-
ra, el periodismo, la publicidad o el tea-
tro. En estos últimos años, hemos
pasado del presentimiento de una posi-
ble "edad de oro" a la desagradable sen-
sación de que estos autores podrían ser
considerados en el futuro como una ge-
neración perdida. Pero veamos lo que
han hecho y lo que hacen actualmente.
Guillem Cifré, que desde 1976 se ha de-
dicado a transformar el mundo cotidiano
hasta extremos dignos del mejor arte su-
rrealista, y sin perder la inmediatez ni la
frescura del mejor tebeo de humor, no
vio publicado hasta 1990 su primer ál-
bum en blanco y negro, Modernas y pro-
fundas. Sus espléndidas historietas en
color aún no se han recopilado en álbum
y actualmente trabaja como ilustrador en
 PEREJO
El Periódico de Cataluña, sin perder la
esperanza de poder regresar algún día a
la historieta.
Martí Riera, que con Taxista y Terrorista
superó a su maestro Chester Gould y con
Doctor Vértigo logró un insólito viaje al
interior de una mente femenina neuroti-
zada por el autoritarismo masculino, pre-
para una nueva historia larga para este
año, tras dos años de muy escasa activi-
dad.
Max, inventor de nuevas mitologías -El
beso secreto- y creador de personajes
que son emblemas generacionales
-Gustavo y Peter Pank-, prepara una es-
pléndida historia -he leído el guión- lla-
IOMPLOT. BARCELONA, 1990
mada El mapa de la oscuridad, que pre-
1 tende, con su formato de libro, llegar a un
público más amplio -¿más culto?- que el
habitual de los cómics.
En Valencia, Micharmut, cronista del
exótico, informal y basurero mundo
moderno en obras como Futurama o
Marisco, no se apea de su vanguardismo
anticomunicativo, aunque espera encon-
trar pronto quien le edite sus personalísi-
mas alucinaciones. Sento, que parecía
destinado a ejercer de irónico y elegante
narrador de romances, se ha limitado en
los últimos años a encargos como Erant
LW lo Blanc. Mique Beltrán prepara nuevas
WLARIO.ANARCOMA aventuras, "para todos los públicos", del
 DAS PASTORAS. LA SANTA COMPANA.
niño terrible Marco Antonio y su mamá
Cleopatra. Daniel Torres, autor de Las
aventuras siderales de Roco Vargas, tra-
baja en la continuación de El Octavo
Día. Y Miguel Calatayud también sigue
en la brecha.
En Mallorca, Pere Joan -autor de un es-
pléndido Mi cabeza bajo el mar- prepara
para este año La sonrisa del abismo, pri-
mer álbum de una ambiciosa serie con
personajes fijos, en la que espera poder
conjugar la innovación con lo comercial.
La Nueva Historieta tiene otros nombres
en activo. Dibujantes como Nazario -au-
tor de Anarcoma, que recientemente ha
adaptado Turandot-, Rubén Pellejero
-que con Las aventuras de Dieter
Lumpen tiene su lugar en el mercado in-
ternacional-, Gallardo -dibujante de
Makoki y El Niñato, cada vez más orien-
tado hacia la ilustración-, Das Pastoras,
o algunos nombres nuevos como
Calpurnio, Miguel Angel Martín, Ana
MADRID. N 25
Miralles o Tamayo, y guionistas como
Ramón de España o el autor de estas
líneas. En cambio, dibujantes como
Montesol, Carratalá, Saladrigas, Ana
Juan, Tornasol, Roger o Marta Balaguer,
parecen haber abandonado este medio, y
tampoco publican últimamente Vallés,
Damián ni Diego. Mariscal es un caso
aparte, pues el nivel de sus aventuras de
Cobi es muy inferior al de sus historietas
más personales, las de los Garriris y
Julián. En cuanto a Antoni Calonge, uno
de los dibujantes más originales, falleció
en 1988 y buena parte de su obra todavía
no se ha recopilado en álbum.
De lo dicho hasta aquí se puede deducir
que la Nueva Historieta no vive sus me-
jores momentos. Pero también es cierto
que existe un creativo material humano a
disposición de los buenos editores que
sepan poner en contacto a dibujantes con
guionistas, y sepan fabricar productos te-
niendo en cuenta al público potencial.
Uno de los encantos de l a Nueva
Historieta ha sido la libertad y la espon-
taneidad con las que sus autores se han
expresado, pero en términos de mercado
y de viabilidad, el talento para la expre-
sión es insuficiente si no va acompañado
de una capacidad para comunicar con un
público determinado.
Un autor tan prestigioso como el italiano
Lorenzo Mattotti declaró -justo después
de visitar la exposición La Nova
Historieta, que tuvo lugar en el Centre
d' Art Santa Mbnica en 1989, en el marco
del Saló del Cbmic de Barcelona- que el
cómic del país era el mejor del mundo:
Mattotti no sabía distinguir lo catalán o
lo valenciano, pero quizá no estaba equi-
vocado. De hecho, la historieta es una
disciplina artística en la que los Países
Catalanes pueden tener un papel destaca-
do a nivel mundial. Ojalá estos autores
acaben por encontrar el público atento y
numeroso que se merecen. ¤
FERNANDO DE RUPE. EL HOMBRE QUE RIE.TOUTAN ED. BARCELONA, 1992
CARLOS GIMENEZ.RAMBlA ARRIBA, RAMBLA ABAJO. EDICIONES DE LA TORRE. BARCELONA, 1986
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MONTESOL. NEO d POST. QUADERNSCREMA. BARCELONA, 1988

B A R C E L O N A Y L O S TEBEOS

arcelona, como cualquier ciudad
con historia y vida propias, ha ser-
vido de decorado a un buen núme-
ro de creadores, ya fueran éstos pintores,
escritores o cineastas. Algunos de nuestros
mejores novelistas actuales (pienso en gen-
te como Manuel Vázquez Montalbán, Juan
Marsé o Eduardo Mendoza) le han dado,
incluso, una vuelta de tuerca a la ciudad,
convirtiéndola, no ya en escenario de sus
tramas, sino en parte fundamental de la
historia a narrar. Es decir, que el decorado
ha devenido personaje. Personaje central.
Las andanzas de Pepe Carvalho necesitan
las malas calles del barrio chino y los re-
confortantes menús de Casa Leopol¿o. La
dulce Teresa y el arribista Pijoaparte
sólo podían pasar sus últimas tardes en
Barcelona. Únicamente en esa ciudad po-
día Onofre Bouvila, el gran trepador pue-
blerino, encaramarse a sus sueños de
grandeza.
Cinematográficamente hablando, Barcelona
no ha tenido tanta suerte. Da la impresiónde
que cuanto menos respetable es el medio
(suponiendo que haya unas áreas creativas
más dignas que otras), peor es su contribu-
 PEREJOAN. PARAL.lEL DE NITIMAMAGRAF)
ción a la deseada conversión de una ciudad
en el personaie central del En ese
sentido, resulta lógico que la presencia de
Barcelonaen los tebeos, arte "menor" donde
los haya, sea hasta el momento escasa y no
parezca llevar camino de meiorar.
Debemos pensar que hace apenas 30 años
que los cómics son considerados un medio
de expresión digno y adulto, un arte que
permite contar las mismas historias que la
literatura o el cine. Aún son legión quienes
los siguen considerando un entretenimien-
to infantil al que no hay que conceder nin-
guna importancia. De hecho, hasta media-
dos de los años 70, los cómics catalanes
sólo explican aventuras más o menos exóti-
cas o pretenden hacer reír. Ahí tenemos al
Capitán Trueno o a Morfadelo y Filemón.
Debemos esperar a la eclosión del cómic
"underground" norteamericano para que
los ióvenes creadores catalanes (tanto au-
tóctono~como afincados aquí, que a la ho-
ra de dibuiar da lo mismo) se lancen ya no
a fabular historias policiales ambientadas
en un Manhattan donde iamás han puesto
los pies, ni aventuras intergalácticas de un
improbable futuro, sino a fiiarse en su en-
torno y a tratar de refleiar la realidada tra-
vés de sus tebeos.
Esa aproximación surgida del "under-
ground no ha producido hasta el momen-
to ninguna obra fundamental, todo hay
que decirlo. Lo único que tenemos (que,
por otra parte, no es despreciable), son las
historietas de una serie de autores que han
elegido la ciudad de los prodigios como
decorado de sus fabulaciones. Bastantes
son los dibuiantes que, en uno u otro mo-
mento, han situado la acción de sus histo-
 MAX. EL BESO SECRETO. ED. LA cÚPuLA. BARCELONA, 1987
rietas en Barcelona, pero en vez de dar
una lista exhaustiva creo más apropiado
citar a los tres que mejor han contribuido a
retratar determinados ambientes.
Carlos Giménez. Madrileño que vivió un
montón de años en Barcelona. Retrató la
ciudad vista con los ojos de emigrante que
viene a ganarse los garbanzos. Su serie
íos profesionales, de tono autobiográfico,
plasmó una ciudad un tanto costrosa, pero
indudablementedivertida.
Javier Mariscal. Valenciano, famoso por el
diseño de la mascota olímpica que, como
Giménez, aportó una visión "extranjera"
de la ciudad. A diferencia de Giménez, su
condición de posfranquista mental le con-
dujo hacia la risa, la juerga, el diseño y las
playas.
Montesol. Barcelonés. Seudónimo de
Javier Ballester. Actualmente retirado en el
sur de Francia y dedicado a la pintura, fue
el cronista por excelencia de la Barcelona
"moderna" y bien diseñada. Realizó innu-
merables historietas cortas y dos álbumes
con guión del que suscribe, Fin de semana
y l a noche de siempr$. Modestos intentos
de convertir a la ciudad en personaje cen-
tral de un álbum.
Se suele decir que en el mundo del cómic es-
tá todo por hacer. Entre todo eso que está
por hacer, quedan los equivalentes histoSe-
tísticos de La ciudad de los prodigios o Ulti-
mas krrdes con Teresa. Para que esos pro-
ductos lleguen a materializarse hacen falta
.
escritores y dibujantes que amen el medio y
lo sepan compatibilizar con la literatura
r
ilustración. Y un público interesado en eerla
buenas historias que sepa ver en el cómic al-
go más que un divertimento infantil.
 MIGUEL GALLARDO
VIAJE A L C E N T R O D E L A PULPA

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MIGUEL GALLARDO. EL MUP 'UTURO. BARCELONA. 1993

 iaginen un lugar en el que pue-
, , . ,an convivir sin peligro el ele-
, - 'c ' 1 fante Sidney, los relojes blandos
'"a
-.. L
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8
marca Dalí, Gerald McBoing Boing,
Elvis Costello, los malos de Chester
Gould, los invasores de Marte vestidos
por William Cameron Menzies, la sínte-
sis picassiana, el emblemático pollo
anunciador del caldo Avecrem, la puerta
que se abre a la Dimensión Desconocida,
los descomunales ojos del sueño de
Recuerda antes de ser heridos por esas ti-
jeras hipertrofiadas de simbología freu-
diana, las lánguidas féminas de Mo-
digliani, un astronauta modelo años 50 y
muchas otras criaturas de los más dispa-
res universos sentimentales y estéticos.
No es el paraíso. No es, tampoco, un tras-
tero en la guarida de cualquier consumi-
dor cultural omnívoro: es el cartel de la
última exposición del leridano Miguel
Gallardo, un hombre que ha logrado do-
tar a su pincel de un poder igualador pa-
rejo al de la misma muerte. Lo alto y lo
bajo, lo noble y lo plebeyo, lo sublime y
lo atroz, Picasso y Avecrem se funden en
una sola entidad bajo el trazo de
Gallardo. La muestra llevaba el título de
Pulp Art, término acuñado por el siempre
certero Carles Prats, que también aportó
un sólido fundamento teórico a la selec-
ción de trabajos del artista: el Pulp Art
sería, en opinión de Prats, un falso Pop
Art, que se nutriría de referentes recono-
cible~-objetos de consumo, personajes
de cómic, objetos estrictamente cotidia-
nos-, pero no con esa vocación más o
menos realista que inspiraba a Warhol y
los suyos en su cruzada contra el expre-
sionismo abstracto, sino con un arriesga-
do propósito de abandonar al espectador
en mundos interiores entre lo críptico y
lo desasosegante. Con todo, el Gallardo-
Working-Class-Artist creador de extra-
ordinarias viezas pictóricas de Pulp Art
es relativamente reciente: 2 hay
una deslumbrante trayectoria historietís-
tica que le acredita como hombre dotado
de una sorprendente capacidad para des-
cifrar las claves de su entorno.
De todos los supervivientes del "under-
ground" barcelonés, Gallardo ha sido
quizá el de grafismo más proteico; su dis-
curso ha sido también uno de los más .
complejos, aunque en ningún momento
se ha hecho notar en su obra esa tenta-
ción por la gravedad que distingue a, por
ejemplo, el ultimísimo Max de la arries-
gada Nosotros somos los muertos. Su vi-
sión del mundo tampoco ha sido tan de-
soladoramente oscura como la del
indomable, portentoso Martí, aunque al-
gunos de sus más recientes trabajos pare-
cen competir en calidad alucinatoria con
los abundantes viajes al averno interior
del creador de Doctor Vértigo. Con una
óptica que quizá podría equidistar de
Rabelais y Fellini, Gallardo parece con-
vertir cada una de sus histonetas en una
MIGUELGAUARW: . . . . ..,- 63. ED,. T~
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 MIGUELGAUARDO. SANnCANUTOAl ~ ~ 7 7 1 0 ~ELV~EORA
1 ~ 6 . 100. ED. i
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4 CUPUIA. BARCELONA, 1988

fiesta -a menudo explícito eje temático -del arte mayúsculo y del minúsculo, por principal seña de identidad, comandaba
de algunos de sus severos repasos a la supuest* parece recluido en un fecundo una banda de patibularios miembros del
Modernidad-; sus páginas son a veces solipsismo que quizás a algunos lectores lumpen en un paisaje, urbano y humano,
concurridos convites, bulliciosas coreo- se les antoje impenetrable. Pero antes poblado de transparentes referencias a la
grafías estáticas, arbitrarias aglomera- que eso Gallardo fue un historietista con Barcelona del momento, caracterizada
ciones de personajes, colores y símbolos veinte -o veinte mil- ventanas abiertas por la efervescencia de la cultura margi-
extirpados con quirúrgico cuidado de a lo que le rodeaba. Junto a Juanito nal y ese vivir "en contra" que pronto
universos imaginarios ajenos, a veces Mediavilla -su guionista y mentor, a la perdería mucho de su sentido.
antitéticos. Esa apariencia de levedad par que uno de los más asombrosos do- El hecho de que "Las aventuras de
que le aleja del último Max y esa radical madores de palabras que haya conocido Makoki" hayan logrado sobrevivir a su
apuesta por el color y la comicidad desa- nuestra historieta nacional-, Gallardo condición de obra coyuntural para con-
forada que le sitúan en una órbita lejana ofreció el más crispado -y también el vertirse en clásico sin fecha de caduci-
al planeta Martí, no le impiden poner en más festivo- retrato de la Barcelona de dad, confirma la temprana madurez crea-
funcionamiento en su obra esos comple- los 70 con Las aventuras de Makoki, tiva del tándem formado por Gallardo y
jos mecanismos que descolocarán defini- obra que comenzó bajo el influjo gráfico Mediavilla. Pero el ojo y el oído de
tivamente al lector, le harán perder su de E. C. Segar -el padre de Popeye- y Gallardo no se detuvieron en los 70: la
centro. que reunió a un elenco de personajes ex- eclosión de la Modelnidad, esa epidemia
La propia definición de Pulp Art como traordinariamente verdaderos de puro de tontería que afectó a la flor y nata de
arte que se abisma en la pulpa de las co- imposibles, que nada tenían que envidiar la escena cultural española, tuvo su
sas, revela que el Gallardo de ahora mis- a las curiosas criaturas del "Thimble Torquemada particular en la figura de
mo es un artista abocado a la introspec- Theater". Makoki, un loco escapado del Gallardo, autor de la despiadada obra
ción, un creador que, tras canibalizar los frenopático con nitroglicerina en las ve- Las aventuras de Pepito Magefesa, joya
más diversos hitos de la historia del arte nas y un casco para electroshocks como inagotable, exhaustivo catálogo de gui-

C A T A
 MIG --.
-.
ños, chistes públicos y privados, abraca-
d a b r a n t e ~caricaturas e implacables
"tranches de vie". Su universo de psico-
analistas argentinos, artistas divinas, ri-
dículos diletantes, orondos malvados,
historietistas justicieros y esquivas prin-
cesas de diseño, animado con un verda-
dero guirigay de lenguajes de temporada,
modismos de salón y mutaciones verba-
les, ya abría el camino a este expresionis-
mo pop del último Gallardo, pero todavía
funcionaba de maravilla como espejo de
una época que reclamaba a gritos la con-
cienzuda paliza que Pepito Magefesa y
su severo creador le propinaban página
tras página.
Las aventuras de Pepito Magefesa lo
habían demostrado: Gallardo comía de
todo, desde la pintura de los maestros
al peor cine que espectador sea capaz
de concebir. Pronto, esa voracidad le
.- _ . .'EPITOMAGEFESA. CAIRO. NORMA ED. BARCELONA, 1990
llevó a desinteresarse por lo que había en intuir que esa acumulación de luga-
ahí afuera -la ridícula Modelnidad de res comunes, tipos de una pieza y tex-
los 80 era, sin duda, mucho más intere- tos de baja estofa no dan forma a una
sante que la imperante mediocridad de historia arquetípica, a una serie B con-
los 90- para abandonarse a un sugesti- vencional, sino a un extraño juego,
vo juego, valga la palabra, posmoder- enigmático, oscuro y absorbente, que
no: convirtiéndose en involuntario he- fascina a unos cuantos para horrorizar
redero ideológico de Frank Henenlotter a otros. La aventura estética de
-director de cine basura y formulador Gallardo está llegando a un territorio
de la teoría de que el cine abismática- inexplorado: siempre podrá volver
mente malo trasciende su condición, se atrás -sus recientes entregas de Perico
transfigura en otra unidad estética su- Carambola en la cresta de la ola en un
perior-, Gallardo parece empeñado en diario barcelonés son ejemplo de ello:
escarbar en las cloacas del arte. Sus re- la transgresión del esquema Bruguera
ferentes son ahora de tercera categoría: se sitúa en un terreno cercano al de
novelas baratas, películas infames, ol- Pepito Magefesa, tanto en lo estético
vidados personajes de dibujo animado. como en su propensión a la sátira de
Con ellos construye edificios estéticos actualidad-, pero sus lectores más fie-
con apariencia de cliché: una aparien- les esperan que no, que siga adelante, y
cia de cliché que es un espejismo de se frotan las manos ante su inminente
cliché, porque cualquier lector no tarda Viaje al Centro de la Pulpa.
 M
GUILLEMCIFREMODERNAS Y PROFUNDAS ED COMPLOT BARCELONA, 1990

APENAS
TRES RASGOS CARACTERÍSTICOS
SERVIRÁN PARA
RESEÑAR LOS PUNTOS COMUNES DE LOS AUTORES
PROFESIONALIZADOS EN ESTE PAÍS EN LOS ÚLTIMOS DIEZ AÑOS:
SU INDEPENDENCIA ORGÁNICA RESPECTO DE LA HISTORIETA DE
ENCARGO; LA LIBERTAD DE CONTENIDO Y CONTINENTE; Y EL
AFÁN POR CONVERTIR LA OBRA EN UNA PROLONGACI~NDE SU
YO ARTÍSTICO.

ANTONIGUIRAL D I R E C T O R D E L S A L ~ ND E L C ~ M I CD E B A R C E L O N A
 ANNA MlRAUESANTONlOSEGURA. WAMEDUSA. ED. GLENAT. BARCELONA,1993
glutinar, desde una perspectiva
formal, a una generación de auto-
res es, siempre, simplificar.
Sintetizar las características que definen a
un gwpo de historietistas como el formado
por los profesionales ióvenes q u e no los
jóvenes profesionales- es una entelequia.
Apenas tres rasgos característicos servirán
para reseñar los puntos comunes de los au-
tores profesionalizados en este país, en los
últimos diez años: su independencia orgá-
nica de los tics adquiridos en el tedioso y
encorsetado campo de la historieta de en-
cargo; la libertad de contenido y continen-
te de un tebeo inscrito de lleno en el proce-
so democrático; y el afán por convertir la
obra en una prolongación de su "yo1' artís-
tico, prescindiendo, en la mayoría de los
casos, de la denostada y desconocida figu-
ra del guionista. El resto (influencias, esti-
los, técnicas) es entrar en un campo tan he-
terogéneo e inclasificable que, bien
mirado, nos lleva a un cuarto acto colecti-
vo: la interrelación de los medios, el mesti-
zaje de propuestas estéticas, la mixtura de
los mensajes.
Sentada esta premisa, puede desarrollarse
con cierta propiedad una escueta nota ati-
borrada de nombres propios y concentra-
da, por razones evidentes, en aquéllos que
han sabido mantener el preciado privilegio
de una publicación regular.
A partir de 1980, y tras la fulgurante entra-
da en el circuito comercial de una avalan-
cha de frescura estética y acopio coyuntural
-smodernidad? spostmodernidad?- copa-
da por autores como Daniel Torres, Sento,
Micharmut, Mique ~ e l t r á n ,Pere Joan,
Roger o Cifré, y servida por publicaciones
como Bésame Mucho o Cairo, será de un
fanzine barcelonés, Zero, de donde saldrá
una nueva raza de autores. Zero, que más
que un fanzine merece el calificativo de
"prozine" -publicación realizada por pro-
fesionales sin ánimo de lucro-, será el aglu-
FERNANDO DE FEUPEÓSCARAIBAR. ADN. TOUTAIN ED. BARCELONA, 1990
tinante de una generación de historietistas
muy ligada a las corrientes renovadoras del
momento. La coincidencia de propuestas
tan dispares como la acidez corrosiva de
un Eduard Bosch, la fantasía céltica de un
Garcés o el onirismo literario de un Ricard
Castells no es casual. El deseo de transgre-
dir normas es su respuesta a una contempo-
raneidad que se transforma con rapidez.
Asi, partiendo de escuelas figurativas, re-
nuevan propuestas antaño académicas di-
b u j a n t e ~como Miguel Anxo Prado,
Daspastoras, Pedro Espinosa, Pascua1
Ferry, José María Beroy o Miquel Ratera,
muchos de ellos deslumbrados por la chis-
pa de autores franceses e italianos que
transgreden el lenguaie historietistico, y
otros siguiendo la pista a las experimenta-
ciones narrativas del más reciente "comic-
book" norteamericano.
El tiempo ha resituado a la escuela Zero.
Prado, estilista, impresionista, deudor de
una cierta tendencia literaria, se ha conver-
tido en uno de nuestros ióvenes profesiona-
les más internacionales. Daspastoras, im-
pactante, intransferible, acreedor de una
envidiada técnica pictórica, se ha volcado
casi de lleno al tebeo. Espinosa, sobrio, ca-
maleónico, con una encomiable facilidad
para el dibujo, ha diversificado su trabaio
entre la ilustración de prensa y la historieta.
Ferry, contundente, inquieto, polifacético,
aporta un aire refrescante y renovador al
"comic-book" norteamericano. Beroy, ínti-
mo, desgarrador, expresionista, multiplica
sus aportaciones a la publicidad y la histo-
rieta. Garcés, misterioso, mágico, hipnoti-
zador, atiende antes a la ilustración de por-
tadas de libros que a los tebeos. Castells,
acaso el más personal, francotirador, exi-
gente, libra sus batallas en el campo de la
ilustración, con escasas pero agradecidas
incursiones en la historieta. Ratera, visceral,
inclasificable, es un inquieto rastreador de
formas. Bosch, radical, irónico, sangriento,
es el único que ha enmudecido. Casi todos,
después de renovar contenidos y continen-
tes de revistas como Cimoc, Cairo, Comix
internacional, El Papus, Zona 84, Creepy o
Madriz, colaboran, como respondiendo a
la llamada de un destino inevitable, en un
semanario humorístico tan popular como es
E/Jueves.
Más recientey posterior a la generación de
autores ligados a Madriz, revista editada
por el ayuntamiento madrileño entre 1983 y
1985 y cuna de dos historietistas vanguar-
distas como Federicodel Barrioy Raúl- es la
casta de dibuiantes y guionistas surgida de
la Facultad de Bellas Artes de Barcelona. A
diferencia del grupo Zero, autodidacta, los
jóvenes licenciados, cultivados en un mesti-
zaje artístico más académico pero no por
ello más clásico, han llegado a una concep-
ción de la historieta que se reparte entre la
búsqueda ecléctica de formas y el regreso a
las raíces del tebeo.
Ninguno de ellos estudiaba para historie-
tista, a pesar de contar con el cómic como
asignatura, pero todos ellos sabían, sa-
ben, que la historieta, el tebeo, antes que
la pintura, la ilustración o el diseño, es
su sino. Algunos, como Jaime Vane u
Oscaraibar, precisamente los únicos
guionistas del grupo, han mostrado sus
dotes narrativas sin recalar en las viñetas.
Otro, Muntada, ha deiado su rastro en la
historieta pero se ha concentrado en otros
menesteres artísticos. Algunos, como
Padu, Brocal, Mane1 Fontdevila o
Montecarlo, luchan por publicar en un
mercado, el de hoy, el nuestro, que vende
a precio de oro el espacio. El resto,
Sempere y Fernando de Felipe, parece
haber encontrado un hueco y, aunque no
a tiempo completo, construye páginas y
edifica viñetas. Todos han estado presen-
tes en publicaciones como Cairo, Zona
84, Comix Internacional, TBO e, incluso,
Ellueves y Puta Mili, pero la inestabilidad
de la industria los ha llevado a zozobrar;
ninguno de ellos ha perdido todavía el ti-
món de su barco, que busca aguas menos
procelosas para procrear.
En su heterogeniedad, Sempere es, tal vez, el
que más ha desarrollado sus raíces sin es-
conderlas. Deudor reconocido de la escuela
belga de Marcinelle -con Franquin como
maestro absoluto-, Sempere experimenta
continuamente con la verticalidad de las vi-
ñetas y la horizontalidad de las Iíneas, en
busca de un estilo ya expresivo y personal
que no cesa de renovarse. De Felipe, en cam-
bio, sintetiza con más claridad sus aficiones
pictóricas, cinematográficas e historietisticas,
buscando el equilibrio entre narración y di-
buio, retrakndo vidas ajenas en un mundo
r
esperpéntico. Padu, Brocal Fontdevila asu-
men la síntesis expresiva de clasicismo gráfi-
co estilizando Iíneasy/o hurgando con aga-
llas en el sinsentido de la cotidianeidad,
eltos, en un experimento
que recibe el nombre de Mr. ~kain,una
publicación madura de limitada difusión.
Montecarlo, por su parte, se recrea en las po-
sibilidades todavía no explotadas del soporte
~lcomicbook",escribiendo, y dibuiando, his-
torias íntimas y perversas, magníficas, que
buscan salida.
El mercado del tebeo se reconvierte. Hay
que cambiar estructuras y renovar soportes.
Ellos, los autores citados, y algunos, muchos,
que no (Seguí, Jaime Martín, Ana Miralles,
Antonio Navarro, Infante, Corominas,
Calpurnio, Fontériz), están ahí para servir
ese cambio con la acritud y la convulsión de
sus propuestas, más o menos renovadoras,
pero todavía in crescendo.
Sin olvidar, por el inmenso respeto que
merecen, iniciativas como las de Camaleón
Ediciones, una empresa joven impulsada
por el joven Juan Carlos Gómez, que en
formato "comic-book" ha dado cuerpo y
forma a pequeñas maravillas firmadas por
otros jóvenes, unos más que otros, pero to-
dos inquietos, autores: Sequeiros, Mi uel
B
Ángel Martín, Sanjulián, Carlos Porte a y
Fernando Iglesias.
El artículo, en realidad, no termina aquí,
porque la savia sigue fluyendo. Es mejor de-
jarlo en un CONTINUARA...

a llengua catalana és una
llengua minoritaria a
Europa perque als territoris
on s'utilitza només hi ha deu milions
d'habitants. Pero la llengua catalana és
la Ilengua propia d'aquesk territoris. A
Andorra, el petit nou Estat Membre de
les Nacions Unides, és I'única llengua
oficial. A Catalunya, al País Valencia i
a les llles Balears és llengua oficial i
comwrteix aauest estatus arnb la Ilen-
gua'espanyod. A la Catalunya Nord,
territori aue Dertanv a I'Estat fran&. hi
ha una sifwció pojítico isocial que.ha
situat I'ús de la llengua francesa pel da-
w n t de la llengua catalana.
Tot ique la llen ua catalana és la Ilen-
f
gua propia de S paisos catalans, la
historia explica les dificultats que enca-
ra existeixen per a aconseguir una uti-
litzoció normal de la Ilengua en molts
arnbits de la vida cultural en aquesk ter-
ritoris. Només cal recordar que dumnt
els anys de la dictadura del general
Franco la llen ua catalana estova com-
1
pletament pro ibida als miqans de co-
municació, a I'ensenyament i en la vida
pública. La majoria dels adults de Ca-
talunya, del Pais Valencia i de les Illes
6alean van ser escalaritzak exclusiva-
ment en llengua espanyola i encara ac-
tualment llecieixen i escriuen amb més
facilitat en e$anyol que en catala. L'es-
iran er que visita els territoris de cultura
cataBana s'adona immediatament de la
desmesurada predncia de la lengua
BARCELONA, CAPITAL DEL COMIC
a indústria dels tebeos al
L pais va assolir el rndxim
creixement des de la post-
guerra fins a la fi del 60. Van ser anys
de creació de grans mites, de cultura
popular, de grans tiratges, preus bai-
xos i, tret d'alguna excepció, de més
efic¿Qa que qualitat.
Durant aquest llarg període, Barcelona
iVal6pcia rivalitzarenconstantment per
apoderar-se del mercat, tat acon
h i t s iartt pei que fa al temeny dZI.hiOr
mor com en el dels quadems fulletines-
cos d'aventures. Tebeos tan coneguk
com TBO, Pulgarcito, Tío Vivo, El
Capitán Trueno o Hazañas Bé/icas van
néixer en editorids barcelonines, men-
tre que d'altres, Roberto AIc6zar y
Pedrrn, El Guerrero del antik, joimito
iPumbyvan ser creacionsvalencianes.
EDITORIAL
espanyola en una sociqtat amb maioria
de catalanoparlants. Es cert que a la
conurbació de Barcelona gairebé la
meitat de b r b l a c i ó esto formada per
immigrank e llengua espanyola, pero
la predncia pública de la seva llengua
és superior a la que correspondria si la
llengua catalana no patís els resultats
de la repressió i de la swa lenta recu-
peració en 4s miqans de comunicoció i
en I'ensenyament.
El diari ABC de Madrid i alguns perio-
distes de la capital de I'Estat han de-
nunciat una suposada persecució de la
llen ua espanyola a Catalunya. Es trac-
ta Bacusacions que ignoren o voien
ignorar la realitat. ia política dels go-
vems democdtics dels territoris de Ilen-
gua catalana de I'Estat espan ol ha es-
J
tat extraordinariament pru ent en el
camp lingüístic. En el sistema escolar es
garanteix que tots els escolars acabin
I'ensenyament obligatori amb un molt
bon coneixement de les dues Ilengües
oficials. Als mitjans de comunicació hi
ha un desequilibri notable a h o r de la
llengua castellana per les raons comen-
t a d anterioment.
~ En el futur la plena
norrnalització de la cultura catalana su-
posara que els catalans podran viure
als seus territoris utilitzant la seva Ilen-
gua en tots els dmbik. No hi hauran de
renunciar obligat6riament quan fan
una gestió a la comissaria de policia,
quan van als jutjats o quan wlguin con-
nectar amb els canals de televisió más
Dumnt els anys 60, totes aquestes pu-
blicacions inicien la davallada per a
desapareixer majoritdriament durant
els primen anys de la d h d a dels 70.
Juntament amb les publicacions, també
desapareix del mtzrcat una manera
d'entendre els tebeos i les editorials
acaben per abandonar I'edició d'histo-
rietes o per tancar.
A Barcelona, pero, varen sorgir nous
editon ue creoren nous produdas, fins
3
al punt e concentrar en un 90%la tota-
litiit de les edicions del pais. Una de les
raons fou, a mitian dels cinquanta, la
creació &agencies de dibuixants que
subministraren el treball dels nostres
auton a tok els mercats mundials.
En molts dels casos, aquestes agencies
esdevingueren I'embrió de noves edito-
rials de tebeos que canalitzaren al llarg
propen. Naturalmentels catalans volen
continuar coneixent la llen ua espa-
nyola i les altres Ilengües d'a7x3st inter-
nacional. El que no volen és que se'ls
obligui a viure en uns registres lingüis-
t i a que no són els seus.
Els ciutadans de lengua catalana tam-
poc no consideren iust que s'estableixi
una relació jerarquica entre la Ilengua
espanyola i la !lengua catalana. Ja fa
molt de temps que van rebutjar una uti-
lització domestica de la llengua catala-
na controposada a una utilització de la
Ilengua espanyola par a I'alta cultura
i par a la ciutadania intercultural.
Tampoc no volen que la cooficialitat
s'utilitzi pera desautoritzar mesures de
%,
rotecció d'una llengua que, com totes
1Ieng"es d'abast demogrdic limitat,
té dret a una dixriminació positiva. En
aquest sentit, una majoria de catalans
preferirien que, com a Andorra, el ca-
tal6 fos I'única llengua oficial dels seus
territoris. En cap escenari de futur no es
mostra cap simpatia per una societat
que fos excloent des del punt de vista
lingüístic. Els catalans estan en contra
de les neteges lin üístiques. La societat
B
catalana esto -mo t ben entrenada per
a esvenir una societat multicuitural.
Desitja, simplement, que la muiticultum-
litat no sigui utilitzada políticament per
a afeblir la swa identitatcatalana.
Tota aquesta reflexió pot ajudar els
nostres lectors a comprendre perque
dels anys 80 la maior part d'iniciatives i
publicacions del que s'anomenaria c6-
mic adult. Aquest terme va néixer com a
factor diferenciador dels tebeos clos-
sics eneralment infantils, i pel fet que
els a t o n tradicionals no van ser mai
capaps de portar a teme una recon-
venió de llun produccions a la nova re-
alitat creada per la aparició de la hic
torieta adulta. Fou una manera de
destacar el canvi, estetic, tematic i in-
dustrial.
Els anys 80 oferiren un panorama en el
qual varen conviure en mons paral.lels,
mrament relacionak entre si:
-El continuismede lo historietatradicio-
nal, amb personatges infantils com
Mortadel-loiFilemó o Zipi iZape.
-El dmic adult, amb moviments diver-
sos que incloien des de la historieta
una bona part dels textos que acom-
panyen les il.lustracions dels chrnics ca-
talans estan en llengua castellana. La
normalització lingüistica avanca molt
lentament en la premsa escrita i els cb-
mics en són un bon exemple. Al Pais
Valencia i a Catalunya es produeixen
alguns dels millors dmics de tot el món.
S'exporten dibuixos a tots els conti-
nents. En les edicions fetes a Barcelona,
a Valencia o a altres ciutak de cultura
catalana, els textos són encara ma'o-
ritoriament en espanyol. A les m es
p"
de la Rambla de Barcelona o a s milen
de petites botigues que distribueixen
comics, no és freqüent trobar historietes
amb els textos en catald. Es dibuixa i es
pensa en catala, pero encara 6s mbs fa-
cil vendre els chmics amb textos en Ilen-
gua espanyola. Esperem que amb els
processos de recuperació lingüistica la
situació &aquí a pocs anys sigui més
equilibrada. El comic utilitza, com les
arts plastiques, un llengua e formal re-
'B
lativament independent de s textos. Els
dibuixos no són presoners de les de-
marcacions iingüístiques. En aquest nú-
mero de Catalonia dedicat als comics
ens plau presentar als nostres lectors
I'obra d'uns artistes catalans i univer-
sal~,modestos i atrevik, arrelats a una
tradició iamb passió innovadom.
"marginaln a I'avantguarda gdfica.
-El treball d'anencia o d'en&mc, aai-
rebé sempre-anonim, per a itaTia,
Anglaterra, Alemanya o els Estats
Units.
-La historieta d'humor per a adults pu-
blicada generalment a setrnanaris o pe-
riodics.
En termes generals, la situació actual no
difereix gaire d'aquest esquema.
Creatiwment, Barcelona i Valencia en-
cara a w i tenen, fins i total marge de la
realitat del mercat, un Wsit enorme del
qual continuen sortint nous creodors,
influenciak P un passat, conegut per
uns i assirni at intu'~fivamentpels ahes.
L"'underground" dels autors barcelo-
nins que apareixen a la d h d a dels 70
no és aire lluny de I'encastament so-
7
cial de s personatges de Pulgarcito de
la postguerra, mentre que els autors va-
lencians, d'ahir i d'awi, continuen es-
sent més estetes que narradors. De totes
maneres, és obvi que en els darrers
anys, ambdós corrents es fonen, par
raons editorials, en la direcció
Valencia-Barcelona, i es com lementen
y,. " rb que llun creacions es rea-
itzessin en catala. Tanmateix, cal citar
el cas excepcional de la revista Cavall
Fortque, des de 1963, ofereix al costat
d'una acurada selecció d'historietes
europees, obres d'autors catalans, com
Madorell, Joaquim Carbó, Marta
obres de difusió internacional. Autors
com Ibáñez, Jan, Vázquez, Kim,
Ventura & Nieto, José Luis Martín, Fer,
Oscar o Escobar dominen el mercat in-
terior. Auton corn Daniel Torres, Max,
Ruben Pellejero, Pere Jwn, Martí Pons,
Sento, Micharmut, Guillem Cifré o
se el futur, és la capacitat de captació
de nous lecton er a la historieta. I la
P
competitivitatde s nostres produdes da-
vant la cada cop més significativa
presencia en el mercat dels tebeos ame-
iicans, francesos i 'aponesos. Pero
i
aauest és un dubte de aual cap editor o

1
B
en uns plante'aments profun ament co-
nekedorsde es regles narrativesi este-
tiques elementals de la historieta. Tot i
que, paradoxalment, la maioria de les
creacions es publiquen en llengua cas-
tellana, par circumscriure amb més
exactitud I'dmbit de la historieta tradi-
cional icreativa als Paisos Catalans, cal
acabar de tancar un triangle creatiu
amb I'aportació dels autors mallor-
quins. Aquest h b i t geogmfic no ha su-
Balaguer, Joma o Francesc Infante.
Cavall Fort ha exercit un paper cultural
importantíssim entre moltes genera-
cions de nens i ioves, tot aconseguint el
miracle de mantenir durant trenta anys
un tiratge de més de 2.000 exemplars,
difós únicament per subwripció.
Pel que fa al present m&seshicte, el pa-
norama mostra que autors veterans
com Jesús Blasco, José Ortiz, Jordi
Bernet i Alfons Font continuen produint
Nazario, situen la historieta a
Barcelona en I'avantguarda mundial. 1,
finalment, diverses desenes d'autors
sorgits en els deu anys darrers assegu-
ren el relleu en els tres apartats ante-
riors.
També existeixen editors i agents par a
portar a teme en el htur creacions in-
novadores que aconsegueixin desper-
tar I'interes internacional.
El gran dubte que sorgeix en plantejar-
aitor europeu no se'n b t esiapor. De
moment, iniciatives com la del Saló
Internacionaldel COmic de Barcelona,
o el projecte del també barceloni Centre
de Documentació de la Historieta, par-
meten afrontar el futur immediat amb la
seguretat que Barcelona continuara es-
sent la ciutat dels tebeos
J w n Navarro

JORDl BERNET
e I'any Miró triaria, entre de petit a I'estudi de Sant Andreu) i Robbins, dos dels més grans. Com si seus acudits li van valer la Gran Creu

D d'altres coses, les fotografies

de catala-Roca, sobretot L
que mostren Miró com una moto. Per
exemple, al taller de Gallifo, amb una
galleda i una ewombra tot realitrant el
mural d'lBM. O a Son Boter, a Mallorca,
pintant amb els dik o remenant amb
gran a@nytasses de cak plenes de pig-
ments. Es agradable a uesta sensació
d'hiperactmtat, d'imme!iatesa.
Crec molt més en un art produit amb
aquesta vitalitat, que no pos en un altre
de molt més fred i distant. Em direu que
les ganes de bellugar la m6 van en de-
íriment de les idees. S ur que no. O no
"a
per forca. En el cas e Miró, sembla
evident que el procés intel-lectualhi és i
el resultat, per exemple, és el seu
espl&ndid i personalíssim sistema de
signes.
En els cbmics la hiperactivitot també és
un bon senyal. Crec que les gmns obres
han sorgit, en la majoria dels casos, a
també en la veneració pels classics, tant
catulans com americans. De fet, hi ha
dos autors que el fascinen de manera
especial: Noel Sickles, el qual havia in-
corporat al cbmic el sistema, emprat
pels il.lustradors alemanys, de crear les
Jlums a partir de taques-(que tot seguit
popularitzaria Milton Caniff a series
com Tew iels pirates o Sfeve Canyon) i
Jwn Junceda, potser el millor il.lustra-
dor catala del segle.
Junceda com a referencia
Junceda havia estat, tot i la seva preca-
ria salut, un altre hiperactiu. Un calcul
pel cap baix parla d'unes 50.000
obres, entre il-lustracionsi historietes,
és a dir, unes 3 per dio des que es va
dedicar professionalment al dibuix, si
considerem que no va fer mai vacances
i que va treballar els diumenges.
L'estadística de les pagines dibuixades
dioriament per Bernet encara s'ha de
parléssim de Picasso o Jaspers Johns de la Legió Francesa), que seguia el ca-
en pintura, per entendre'ns. mi obert en les darreres dhades del XIX
A uesta pot ser una de les mostres que per autors com Apel.les Mestres, va es-
I'Ara de Bernet és ben valorada inter- tablir unes característiques específiques
nacionalment. Com també pot ser-ho el per als il.lustradors i histarietistes bar-
fet que productors & k i t de Hollywood, celonins basades en un sentit artístic de
volguessin fer una pel.lícula de Tor- I'ofici que sovint transcendeix els aspec-
i" o, projecte que es va malmetre per tes més industrialsique fomenta un gust
a intervenció d'un interrnediari cobdi- er la línia creativa, la composició i
ciós que pera Bernet iAbulí (el guionis- ~experimentació narrativa.
ta) reservava guanys d u n dblard i al- Així, en el cas de Jordi Bernet, trobem
tres beneficis sense especificar". una actitud inquieta que s'agudiiza a
Que hauria passat si Hollywood ha- través dels anys, com si a mesura que la
gués regat Bernet amb grapats de mi- tradició anés impregnant-lo de manera
lions? Potser hauria desaparegut del més profunda, la seva concepció de la
mapa (com el seu amic Frack Robbins) i
tots ens ho haguéssim prdut una mica.
'gina fos més arriscada, la línia més
E r e i exigent, L taques rnés rdpides i
Afortunadament o de~~raciadament, alhora més contundents en la definició
Jordi Bernet continua instal.lat al seu pis de la Ilum. I si ens aturem en cada vi-
de Sant Andreu produint les swes mag- nyeta podem observar distorsions de la
nífiques historietes i dedicant-se, si més perspectiva, ombres, esborronadures,
no un dio a la setmana, a la recerca trames, que afavoreixen un expressio-
d'originals o edicions rares del seu esti- nisme sovint vertiginós d'una gran

Es
riir d'un treball aclaparador, de mi-
de pdgines, i Fncara de molts més
milers de vinyetes. Es a dir, de la pressió
fer. Hi ha dos problemes, pero algunes
pagines s'han perdut, (com la serie
Andrax a mans d'un editor alemany
mat Joan Junceda.

de la indústna. Quan el concepte grhfic
és &lid, des de la linia, la llum o la com-
posició de la pogina, la velocitat en la
realitroció savint és un valor afegit.
Aixi ho veig en I'obra de Jordi Bernet
(Barcelona 1944, especialment en els
darrers anys, que són els que més
m'agraden.
Bernet és el prototipus de professional
excel.lent. Abocat als cbmics de mane-
ra prematura a la mort del pare d e qui
continua durant un breu període les pd-
gines del seu personatge més conegut,
Doña Urraca-, fonamenta els seus co-
neixementsdel mitia en el @sit que ha-
vien deixat els consells del pr enitor a
"B
d'altres dibuixants (mentre el iugava
poc escrupolós), i moltes altres, perque
segons explica el mateix autor, si no li
acaben de fer el pes van de cap a la
paperera.
He pensat seriosament de parlar amb
I'escombriaire que fa la seva zona, ja
que els originals d'a uest home es va-
9
!oren molt. Per exemp e, i per no parlar
de preus que podrien ser poc significa-
tius, un intercanvi comprovat: un origi-
nal de Bernet per una tira de Rip Kirby
de I'Alex Raymond. O un altre: una pa-
gina de Dan Lacombe(serie que Bernet
havia fet durant els anys 60 pera la re-
vista belga Spirou) per una altra de
Johnny Hazard de Franck Robbins. Es
a dir, Bernet al nivel1 de Raymond i
Penonalifatitradició
eficacia narrativa. Si contem lem
a
I'obra de Jordi Bernet en el decurs isto-
ric, des dels anys de Bruguera, rssant
Jordi Bernet és, sens dubte, un dels més per I1etapa anglesa, els anys seixanta
evidents hereus de la gran generació amb un període central abocat a la re-
d'il-lustradors i historietistes catalans. Els vista belga Spirou (on desenvolupa el
Cornet, Llaverias, Opisso, el mateix sistema de taques a I'estil de Noel
Junceda.: que havien coincidit a revistes Sickles), els setanta amb el serial
com Cu-Cut! i s'havien repariit els temes Andrax, els vuitanta amb Torpedo, i
dels seus dibuixos, seguint les instruc- veiem que els noranta s'obren amb el
cions del gran Gaieto Cornet, de la se- grafisme torturat i alhora fresquíssim
güent manera: Opisso, la vida ciutada- d'lvanpiire, arribem a la conclusió que
no; l.hverias, els animals; i Junceda, les tota I'obra de Bernet és un recorregut
il-lustracions amb personatges d'unifor- cap a I'essencia, ca al despullament
me (porten d'hotel, mosbs d'esquadra, en el seu diwurs griiR de tot el que no
etc.) amb el pretextque el seu pare hwia sigui la seva personalitat artística i el
estat militar i hi tenia una facilitat natural. pbsit rnés essencial de la tmdició.
Aquesta generació excelelent, en la Sovint s'ha comparat Jwn Junceda amb
qual caldria incloure alguns altres noms il.lustradon tan reconeguk com Arthur
com el de Feliu Arias "Apa" (a qui els Rackham; fins itot davant de peces mes-
ires de la seva obra com /'illa del iresor,
alguns historiadorss'han preguntat quin
hauria estat el nivell assolit per I'obra de
Junceda si no slhagués limitat tant a
il.lustrar les narracions entranyables,
D es del naixement dels c6-
mics, pels volts dels anys
quaranta del seg e passat, els humo-
ristes se n'han apoderat tot fent-10s
servir com a mitjd idoni per expressar
grdficament llurs acudits i dtires. En
realitat van ser ells, els humoristes, els
qui varen crear els c6mics i els van
consolidar a Europa, i també els qui
des d1Am8rica els importaren per
transmetre'ls I'impuls definitiu. El ter-
me angl6s comic, acceptat per altres
idiomes, és un record permanent
&aquest origen, &aquesta comicitat
origindria mantinguda al llarg de tota
la seva hist¿ria, tot i que el seu desen-
volupament hagi possibilitat la nai-
xenca d'altres varietats de cbmics
menys divertides.
A Catalunya,'al marge de les múlti-
ples historietes cbmiques que van
apareixer a antigues revistes, els
primers setmanaris de c6mics
-Dominguin i TBO ,tots dos amb seu
a Barcelona- es dedicaren a I'humor
i, a partir d'ells, una serie de publica-
cions aparegudes fins ara han con-
servat la línia graciosa dels cdmics
com un genere ferm i viu que evolu-
ciona al ritme de les circumstdncies
socials, tecniques i artístiques tan
canviants. Els c6mics d'humor han sa-
but mantenir en tot moment la seva
actualitat i han assumit al llarg del
seu recorregut tota la variada gamma
de la comicitat, des del gag infantil
fins a la caricatura costumista, des de
I'acudit subtil fins a la parbdia des-
preocupada, des de I'ironia política
fins a la dtira social.
LA HISTORIETA ALS A N Y S 80
urant els anys 80, la nostra
historieta va patir una revo-
lució, els resultats de la gual
per6 molts cops 'mediocres, de J.M.
Folch i Torres. Un sentiment semblant
t suscitar-nosJordi Bernet. Quin nivell
Euria pogut agnyer la seva obra si no
slhagués trobat amb el llast d'una indús-
ELS COMICS D'HUMOR
El panorama actual de la historieta
d'humor no és, sens dubte, tan ampli
com va ser-ho en altres temps. Els c6-
mics en general han hagut de competir
amb altres mitjans de comunicació i en-
treteniment que, de forma inevitable,
han conquerit una part del seu públic
E" tencial. No obstant, els cbmics, i so-
retot els c6mics d'humor, continuen
' L nestants, a DeliranfaRococó.
ocupant un lloc important entre les for-
mes de lleure i, fins i tot,&informació
en els temps presents. La renovada mo-
dernitat de contingut manté, per vies di-
ferents, I'interh dels lectors tot propor-
cionant-10s una visió jocosa i ocurrent
dels esdeveniments de I'entorn.
En aquest moment, pot descobrir-se
una doble tendencia en els c6mics hu-
mo* delris.
Per una ban a, la perllongacióde la ve-
lla escola barcelonina de la postguerra
-Panomenada Escola Bruguera- que
transformada convenientment pel pas
del temps, per I'impacte de modes suc-
cessives i per I'assimilació d'idees n o
ves, s'ha convertit avui en el c6mic d'hu-
mor cldssic, apte per a tots els públics.
Morfadel.10 iFilemó continuen essent,
després de trenta-cinc anys, els cam-
pions del riure popular en I'dmbit euro-
peu, per6 darrerament llur creador,
Francesc Ibáñez, no es conforma amb
I'acudit convencional i incolor, amb
I'humor especialment infantil d'altres
temps, i relaciona els seus herois amb
situacions i problemes actuals, com són
el Nou Catecisme, I'olimpiada de
Barcelona, el racisme i els neonazis, el
Tractat de Maastrich o els cinc-cents
anys de la descoberta d1Am8rica.
constiui'ren 1'8poca intel.lectualment
més estimulant i lliurement més creativa
de tota la hist6ria del c6mic al país.
tria tants de cops deprimida i on la si-
tuació del dibuixant pot ser d'una extre-
mada fragilitat.
I tambk arribard un dia en que Jordi
Bernat podrd inserir-sei ser part impor-
També Jan ha acostat Superlópez a la
realitat sense suavitzar, per&, la seva
sdtira dels super-herois, tan divulgats
Últimament per c6mics d'una altra me-
na. Per la seva banda, el veterd M a m
Schmidt accentua la seva causticitat
roverbial, dedicada ara a les classes
Nous humoristes s'han unit a aquesta
vella tendencial ara renovada, mentre
alguns mestres I'han abandonada per
dedicar-se a altres activitats humorísti-
ques. Manuel Vázquez, pioner de I'hu-
mor surrealista en els cbmics i pare de
les celebrades Hermanas Gilda
(Germanes Gilda), publica cada dia un
gag al peri6dic "El Observador";
Alfons Figueras, inventor de I'inoblida-
ble Topolim, continua practicant el seu
humor tendre i ingenu al diari "Avui"
amb Mister Hyde; Raf, creador en altres
temps de Sir Tim O'Theo fa la pardia a
"EI 'Jueves" de les dries televisives més
populars.
Precisament, el setmanari barcelones
"El Jueves" avui la segona
tendencia del dmic humorístic, inicia-
da fa uns vint anys per "Barrabs" i "El
Papus" i que trenca tots els tabús de
I'anterior regim i de la ,societat
benpensant que el mantenia. Es un ti-
us d'humor diferent, anticonvencional,
kure i despreocupat, sense límits, ni
temdtics ni grdfics, que conjumina estils
i conceptes diferents.
Al principi es trobaven els dibuixos gm-
tescos de Jan, &Oscar idel malaguanyat
bá, amb nombrosos textos de difícil lec-
tura que utihaven una mena d'escri tu-
P
ra fonetica del llenguatge col.loquia de
Aquesta afirmació potser seria discuti-
ble s i judiquéssim les obres puntual-
ment, per6 vistes en el conjunt, el que
tant dins de la nostra cultura (com ho és
el mateix Junceda)?
Carles Prats
certs sectors barcelonins, tot incidint en
una rnordag caricatura social.
Certament, els consells del Profesor
Cojonciano (Professor Cojonciano), de-
guts al segon dels citats, i les Historiasde
la puto mili (His~riesde la puta "mili") o
Makinovaja del darrer, representen
aquest tipus d'humor, per6 juntament
amb ells, altres personatges ialtres histo-
rietes han anat configurant la varietat
substancialde "EI Jueves" que recorreto-
ta la gamma humorística ique fluctua en-
tre la ma.rginalitat de Pedro Pico iPico
Vena, d'Azagra, o de Johnny Roquekr,
de Vaquer i Bigarf, i la reflexiósimklica
de Ventura i Nieb amb Grouñidos en el
desierto (Grounyits en el desert), o de
Tha i Bigart amb iQud gente! (Quina
gent!) iHistonbscorcientes(HisWes cor-
rents), passant per la crítica del present
de Seguridasosiá (de Maikel) i la del
ssat de Marfinezelhcha (de Kim),
Erotisme jacós de Manob (de Man ) 0
bé de Orgasmos cotidianos (Orgasmes
~r
quotidians) (dlAlfons L6pez i Xavier
Roca) i pels ingenus i delicak gags de El
Dios (El üéu) o de iDios mfo! (üéu meu!),
de José Luís Martín, autor, durant la pas-
sada d h d a . de la crbnica aenemcional
Quico el progre que apaGixia diaria-
ment a "El Peri6dico de Catalunva".
La disparitat entre les dues &dencies
apuntades resulta manifesta. Dos tipus
d'humor, dos estils, dos generes cbmics
igualment vdlids, tots dos sorgits de
Catalunya, que d'una forma o una altra
fan somriure o esclatar a riure el públic,
també dispar, lector &historietes.
Salvador Vázquez de Parga
s'ha fet en a uests anys no admet com-
paracions. d ue caracteritza I'epom
citada ha estal% unió de m~ltsesfor~os
 particulars per aixecar un panorama
que -no sé si mirar enrera provoca la
nostalgia- per la swa varietat i riquesa,
i I'energia i ganes de comunicació que
n'emanava, ens sembla irrecuperable.
Aquests anys han format el nosire c¿-
mic modem.
Molgrat que ('anterior generació de di-
buixants, reunida a I'entom del crític i
romotor de Bang, Antoni Marfin, ja
Iavia intentat dignificar el cdmic corn un
mi46 de comuni~acióque supera d mer
producte comercial i industrial, dibui-
xants corn Carles Giménez, Adolf
Usero, Lluís Garcia, estimulats pds guio-
nistes Wctor Mora i Felipe Hernández
Cava havien iractat d'articular una pro-
posta contestatariades de les planes efí-
meres de Trocha -per citar només una
altra de les revistes representatives
d'aquella a ca de transició. Fou en
I'- cita8aque els debats entorn dd
sentit, valor ipossibilikitsde la historieta
transcendiren cap als cercles dels pro-
fessionals ide la premsa en el seu wn-
junt, tot convdnt el comic en una ceria
forma de la moda. Eren els temps de la
"postrnodernitat", i I'esperit dlaquell
moment, que donwo suport al maridat-
ge dels corrents cliissic i avantgwrdista
tot re~ndicantla import6ncia dels g&
neres considemts menon, va influir tant
en el protagonisme del nostre comic
corn el talent mateix dels seus creadon.
Les dificultats financeres, I'arribada de
la crisi, la recarietat endamica de la
P
indústria, e cansament dels artistes en-
iestats a d e r rnenjar dos cops al dio i,
alguns; fins i tot a berenar els dissab-
tes. .. en fi, els cants de sirena d'altres
miijans que es preseniuven com a rnés
pros nia l k motius, corn la dih'cultat
Y
que es hist¿ries dels autors d'a ui fos-
sin compreses i acceptades enlii dels
Pirineus, a la dolca Frango, a París, on
es couen i s'imposen els criteris estetics i
&ni= del Continent, tot aix6, repetei-
xo, va malmetreel nou comic que va ar-
ticular-se en la dialectica entre dues ré-
LA NOVA HISTORIETA. DE L'AVANTGUARDA
A LA COMUNICACIO
a geografia del comic no
L s'assembla a les gecgrafies
de les altres arts. Es pode"
comptar arnb els dits els paisos que han
. destacat en aquest art que implica
simult6niament dibuix i narració.
Deixant de banda el cas del Japó, on el
cdmic ateny tiratges milionaris, pero és
considerat com una mercaderia de
consum i no corn un mitjd d'expressió
vistes: El Vibom (tesi) i Cairo (antítesi).
Anteriorment, corn ja hem apuntat, hi
havia Bang, hi havia la historieta mar-
xista de Trocha (d'artistes i escriptors
barbuts, de nos arrufat, arnb la dexiu-
torització pre rada davant de qualse-
R"
vol mena de ivolitat o alegria) i també
hi havia altres intents de dignificar el
mi@ Juanjo Fernández, des de les pla-
nes de Star, iel rup de dibuixants mar-
!
ginal~de El Rro lo enmascarado .El pri-
mer va importar el cbmic underground
america i, els segons, en cercaren una
variant autoctona. Quan els de El Rrollo
s'havien cansat de vendre les seves pu-
blicacions a La Rambla, passeig neuriil-
gic de la Barcelona po ular, va aparei-
8
xer de forma provi encial I1ins&lit
arquitecteJosep M. Berenguer, el qual,
arnb la intenció d'acollir els supervi-
vents, va crear la rwista E/ K6ora.
El Wbora fou -i parlo en passat,
Fe
tot ique es continua publicantca a mes,
la rwista és solament I'ombra del queva
ser- un intent seriós d'introduir en el
mercat comercial la filosofia i les obres
dels auton marginals,-un intent de nor-
maliizació. Els temes que s'abordaven a
les lanes: jwenils, sexuals, relacionats
amg la droga i d'enfrontament amb
I'autoritat, aportoven un corrent d'aire,
si no k, com a mínim nou. Cada pla-
na parlava del món real, tanmateix arnb
una excoriació, ben comprensible des-
prés dels anys de censura, cap als sec-
ton rnés drdids i menys afavorits de la
societat. N o és estrany que, arnb el
temps, El Víbora fos una de les lectures
predilectes dels dispesers de la presó de
Barcelona, "La Model".
Els pitan rnés dlids de El Víbora van
ser Nazario, Marti, Pons, Gallardo i
Mediavilla. L'andalús Nazario, ex-pro-
fassor a Sevilla i padrí de El Rrollo en-
mascarado, va convertir-se en el que
sempre havia volgut ser: el notari cdm-
plice de les trifulgues d'homosexuals i
travestits a l a zona portuaria de
Barcelona: La Rambla i el Barri Xink.
artística -encara que en algun moment
ho arribi a ser-, podria dir-se que són
Belgica, Franca iels Estats Units els pai-
sos que arnb més gran freqüdncia han
aconseguit un bon equilibri entre els as-
pectes artístics i comercials. Ara be, si
apliquéssim a la historieta un criteri si-
milar al que es fa servir en relació a I'art
contemporani -on es valora sobretot la
innovació i I'avantguarda i es prescin-
Pradicament, cada vinyeta de les swes
planes es complaia a reproduir, arnb
detallisme naif, el membre sexual mas-
culi. Uns guions pseudopolicíacs -el
protagonista dels quals, Anarcoma, era
un travestit que feia de b
dect servien
corn a lleu excusa del mencionat pro@-
sit. Cal dir, també, que Anarcoma si
que va creuar la frontera: i'6lbum, arnb
les aventures del personatge en qüestió
...
es podia comprar als sex shops de les
capitals europees.
Martí, per la seva banda, a I'estil de
Chester Gould, va explicar les aventu-
res de Taxista, un antiheroi d'idees con-
fuses, en un clima de barraauisme,
bandarreig i Espanya negraeq ; resuli
tava extraordiniiriamente f d u .
Pons havia adoptat el clar-obscur de
I'Spirit d'Eisner r rwiure en historieta
8"
el costumisme e barriada dels fulleti-
nistes del XIX. Els resultats dlaquesta
fórmula no em semblen especialment
espectaculars, pero els lectors, que no
opinaven el mateix, varen fowar Pons a
desdoblar-se en guionista de nous au-
ton i a crear un particular "Estudi" per
donar sortida a la multitud d'idees que
li bullien pel magí.
Finalment, Gallardo i Mediavilla varen
trobar tumbé en El V i b r a el vehicle per
a I'heroi per excel-lenciadel nostre co-
mic modern: Makoki, un boig fugat del
frenoptitic que recorria el bam portuari
de Santa Maria de Mar, en busca de
drogues i de diversió, i que lluitava
sempre arnb el temible comissari de po-
licia Loperena. Grocies al talent narra-
tiu i a la imaginació desbocada de
Mediavilla i de Gallardo; Makoki va
aconseguir de crear un món propi, ric
en personatges secundaris, cadascun
arnb la propia tara mental, pero fran-
cament divertits vistos en coniunt.
Makoki, arnb els metodes rnés extempo-
ranis i resolutius, tractuva de posar or-
dre en aquel1 món caotic i desenfrenat.
Amb el pas dels anys, la tesi de El
Wbora esdevingué repetitiva i mrrida.
deix de consideracions sobre la reper-
cussió popular-, veuriem que a
Barcelona s'han realiizat i ublicat, du-
E
rant els anys witanta, nom roses obres
radicalment innovadores de forma i
contingut, obres d'autors catalans com
Max, Guillem Cifré, Marti Riera o
Antoni Calonge, mallorquins corn Pere
J w n o valencians corn Micharmut, que
poden considerar-se entre les rnés ori-
Era el temps de I'antítesi: Cairo... La no-
va revista, que recollia i potenciava les
formulacions de la linia clara, franco-
belga, plantava la batalla ideologica
-m& que no pas comerciai- al iremen-
disme sexista de El Víbora. Va fer-ho tot
incorporant nous talents europeus corn
Chaland o I'italia Giardino, reciclant
positivament Roger i Gallardo (que si-
multanajava I'heroi de barriada Makoki
arnb un Pepito Mageka que recreova i
widenciava el rnón de I'art i el disseny
contemporanis, tot fent I'experiencia de
les fronteres narratives del comic) i fent
pas als dibuixants innwadors de I'ano-
menada Escola valenciana: el franco-
belguista Torres, el gairebé abstracte
Micharmut, Sento, Mique Beltrán ...
Entre tesi i antítesi es creuaren manifes-
tos, declaracions, exposicions, combats
dialectics, algunes batusses i també 4 t
i fet, Barcelona no deixa de ser una ciu-
tat petita on tothom es coneix- grans
sessions de riure. La batalla entre la h i a
clara i I'anomenada linia xunga acabo
arnb la v i a r i a de la darrera i arnb la
deserció de I'equip que dirigia Cairo.
Va ser, pero, una victoria pírrica. La
droga, alguna mort i I'avorriment van
acabar per desposseir El Víbora dels
seus creadors rnés penonals. Per sospe-
sar la inventiva i la pemnalitat del nos-
ire cbmic en aquells anys, tenim alguns
albums que midio, mirats i llegits arnb
la distancia que donen els anys sobre
aquella expressmtat urgent, 'per a pu-
blicar tot seguit", mantenen la gr6cia.
Fai referencia, per exemple, a tots els
de $a Col.lecci6 6mplo+, a iots els de
Makoki, a la noche de siempre (La nit
de sempre) i Fin de semana (Cap de set-
mana) (de Montesol i Ramón de
España), i al Taxista de Martí. Cal dir,
que algun d'aquests autors, sortits de la
marginalitat, han vist reconeguda la se-
va tasca arnb premis del Saló del Comic
de Barcelona.
lgnasi Vidal-Folch
ginal~i valuoses que s'han fet interna-
cionalment en aquest mitj6.
Aquest fenomen creatiu, rnés que movi-
ment, té etiqueta propia: la de Nova
Historieta, que ié ja rnés de vint anys
d'historia i en la qual es poden distingir
tres etapes: una primera de naixement i
creixement, que va des de la publicació
al 1973 de El R d l o enmascarado fins
a I'aparició de la primera revista men-
wal " p ~ ~ ~ ~ o m B Vd E "h :, al Marff Riera; que amb TaxEsEa i cib de E! ortwo día {El &a vuir&). 1 rwla, tra sdaf el 1988, gan part de
1$P . s q m a dosi6 i madiurafi6,
Una Ter& S B el sew mesh hrliquld Calatayud ~ m con+inuo
k al huwo Z encara no ha recopi-
que arrtha h s a4 TNd, ck& que mar- bvkl i a r b a x v&f@ peu del mnó. bda en &um.
cola iéló dg ki revista CCGNO j . I Vertigen). acomguí uln vhQs hdit a A icdbal!orca, Bgre J w n -autor d'un Del que hem & fins ara se'n ¿~wpr&n
m a t w m etapa, que arfiba fini dí ~intwioc&mMfgimenima murirfft- d n d í d Mi d e s o bajo d mm (El que k Nava Histariet~no viu eh saus
nostres dies, OA k m d ~ m ca r w h & p r I'wtmiiseiirim mascuh, ve- meu cap &a e1 mar)- prepara per a rnibrs m r i r ~ t Tmateix,
. tm& cal
del8 autors ccincidtsix l i a n e s d l m n t p m w0i nava i Iar~ci h i s W er a ongutrv l mwisa &m(El som- di.que &steix un m-11 h m e crea-
a& les dificultats ecmofñiqws deds ad=,t- riure de l'abm], har d ~ h m
&una tiu a diyiasici6 de b m s dibcs que 8ó-
editors, id qve ha m&& k d w c i b
provisional o dediniha de n o m b w s h x 1 hwrbr de m 5 rni&q+ 4
k
Q ~ c ~ Q Ss&iQrs ami pm mfim,
on q a p d w anjwnMnar itmvaci6
pig~crnp a r en conkck d i b k n i f f i
í r ~ i i ~ iswb ~ ~bib nP ~ a prodiuctes
dbuixmts i iliimisbs en kneFici d'ai- ~ ~ ( E j p C b €mbr$2mmi-. ten* en cm~pktd púbhi poberycd. Un
X
tres rni$ms municaci6 com s h h L pcmwes qiue &n
il.lus3~okió,el d i , h b h d b , lo Id- mmcimali -Guriam i Petar en odu. DIkwii-
&IP&&YS de b Now Hiskieb ha
a m k i r i o , úuu e&# lo h e ~ bi tIia pspantasidkt a&
terabra, la pinbm, el p@iodismqh for d " A m m I qw m~gnI:rnswitha que ds sws a m r s s'han ex ressat,
puhiicitut o el obre. En aqhf& diclms a& d J w h . W U ~ RPdk+e, el p r 6 en *nnr de mmai ivio&~ilrn,la
any, hem passat del pressentiment
d'una possible "&d'or" a la b-
P*
qua amb Los B V ~ S ~ ~ Sde Q Di*r
S v d w m ~~eqxess%
lumprn (Les aventures de Dieter va accwmpa~ny~du
&S incdficignt si no
de la capacitar per
grodable sensació que aque& autors Lumpn) Ir4 uln I k etn d m a intsrrra- camiddcor omb un púhc h i n a t .
podrien &.ser considerats en el furur k r & &bu- de M&i í Un autoir ton prestigiós com (litati6
k m una generació perduda. Cal vew- A Valhcia, Micharmut, cro~istade ~ ( ~ ~ ~ r n k s ~ b tLorenzo c a pMWW¡a -W iust derr
d~~licirava
m, peib, qu& kan k t fins crm i qw3 b n I'&K, E n k I i reQwpmim h m- ib, Dzts Parms a alpns p&s de visihr IfexPdci6 La k w
adualment. dern, no Lxi~xadwl seu arcintguod- ?04V%5RQUS W119 & ~ P u T P ~ ~M T $~, ~ U IHistorh,
~I que Pcmy 1 tingub kd
Guillem C i h , que des de 1976 s'ha anticrwiirrnicatiu en obres cmm Fuhi- h g d &t%n, k m Mirabk, famnp, i C m t ~ e&Art Santa Mbnica, &ntre el
dedicat a hnsfamiar el món quotidi& mo k r i s c o &bNclI tut i m q w - gwimisks eom Aam61n6 bpoiilei o mm del scalb cbel C h k el& Bmcebna-
fins a extrenis dignes del millar ort sur- ra de +robar diles
qui li plcl Pa- Bqwt m ~ i tE.n cmd, di&-
realista sense perdre la immdiatesa i pemnalisimes al.~irrinaeiams.Smb, xants com Mantasal, Carñatalb, &: M d b W i m sabio distimgk ds cm
v e eJ CMCpais wa d m i b del

la frexor del millw tgtsgo &humor, no que smblwa desti& a 5mrcir d i h i c Saladrioas, A sol, teiians de& whiaims, perd poker no
Mwure puMicatfins al 1990 d sau pri- ielqant m a d w de m q s , s " h Li- b @ ~ s W a ha- alnarcr end. De b b hisf&ri&aés u m
mer dlbum en Manc inqre ~odernbsy rn'itat en 4s darrers a r ~a+m&wm ~ ver abhdb ogms4m~b.~amposno pc~- $isEiplina GNtloltica en IQqud els Paa~s
Profundas (Madenes i profundesl. Les com Timt lo h. Mcpe kltrhn pre &a d ~ i wVd&, ~ tni kim&n nli ccduhná poden bnir uln papw destacat
seves esplindides histirietes en color m nwes mrnb~rcks" p r a bb eb pú- DEV. Wlariscd constEtcbgix un cas a a escala mundial. Tant de bo que
encara no s'han compilat en dlbum i €7 I C ~ " del nen ~ r i b l Mwc
actwlment treballa c m a il.lustradar a seva mom Qeog,&a. Dsmnitel T~~rms,
e h P
i i la pitol.ti, que el n i d dg les avenkilm de aquasts cwto~apuguin tobar FEndment
esi molt i&ar d de kes sem his- el pUMic aten#i d r 6 a que m i x e n .
El Perrodicode Ca&unp, ~ n 9wg r e autor de Lw m k ~ m sidedss s k Mm& pmmds: 16s dds Gwrin's
I'esperanca de poder retornar algun Rezo Vwgas (Les ovgnkms side& de o de Sulidn. Pel que fa a Antani
dio a la historieta. Boco Vqieal, helx&~en la cmfinare- Cailotign, un $ ( b u i d m& origi-

BARCELONA 1 ELS TEBEOS

B arceiane, corn qualsevol
ciutat amb hisMie i vida
pr&pies, ha sewit de &o-
torn rnmp 'respgetaMeU 6s d mitjd
( s m tq
m& d ~ 1 w
e hi h.(a,i PbeeS cmIw
qw dbs), ' -mb la 8 & " ~
ves crga&rs cablans, k n t ds autij41
kms meki d ~aquí, t[mi& no
irnpe&mcia a I'hora de dihixaar), es
~ #

rat a un gran nombre de cradws, @
&sin pilntairs, e ~ f i o rcinmstm.
Aiguns dds no&- miflors nod.lhtw
actlrals (psnso m genf AbB~lueI
Vbequez Montalban, Juan Mar& o
Eduardo M d a z a ) h,fins i tat, re-
Mat el cia~,tot comrlint k ciutsit, no
a en escenari de la trama, ir16éar pmt
b mental de la hist6ria. Es a dii; el
decorat ha esdevingut personatge.
contribmi& a k d e s i g a cawrsib Ilmcin no solammt a fabular hit#& do), de t ~ ' ~ ~ r ~&smu f i cuna,
r i e l polirials arnbiento$es en un ciutef d IRt id-, pi.0wns dubk
hnlhepttan on mai no han posat ek dbb*ida:.
e w O histbries intsqgilktiques de Xavier Mariscal. Valenci6, famós
R u irnpmbak. sin6 a h w , en pd dismny de la mascota olimpica,
pgintarn i a tredar de r d s d r - k i Ila que, corn Cirn(mez, aporta la swa
mliw.ai ttw$B dds tsb-. ri& " e i r ~ t q p r a "de k ciutcrt. A di-
Cal pensar que na Fa enerrm ni 30 Aqwesta ~proxjmaci$,sorgida A f w k c i a de Gidnler, la swa candi-
anys qve els CQmí~s SQ1 m ~ s i h t s t'"zmdeqrolrrui", na ha roduit fiw ei6 & p ~ s # w ~ j . smental
un mi+$ &ezpressSó digne iadwki)un a~mwp dm f a a m n n i t d d i r L cap 01 iiuse, k gresca, eP dissgny i
ta el porta

Personatgeeenkal.
Les aventures de Pepe Carvdho meces-
siten els corren atrotinats del Barri
Xines ids recankrtmts rmkis de Casa
Leopoldo. l a ¿u4ce Teresa (La dolw
Teresa) i I'arrihisfa Pi@qaarte, n o d s
'ciei. De fet, fins a rnitjans dds 70, mlls S$n m l t s da dibnrimnts que, m un Barcelona "mo rnan i bain dissenya-
&igo passar lps sev%s dmreres tardes
a Barcelona. Unicament en mquesb
ciutat, Onofre h i , el gmn vimipa-
d w de pable, podi puiw fM.s CYSS c i m
4 s SUS mmnib de gmrrdm.
Cinwnatogrirficacnmtpathnt, k0m-
~onono ha t3ligut tmta mrf. S e d a .~plp
ar+ que prtmet contar les mB119ixes W, I'Unic ue tenim a i'sbasr (qw les plam.
hist&rk que ki literotm 0 el &e. Hi b d t . d m ~ p n s m d a n < ) knteoal~.b a r c s l ~ i Psewdonim . de
ha m& +, que d s CORD¡W d n b s historkke &una &e d'autom Xmisr Bahakr. A~tualinentretirat al
eonsidoranr un wtretfmimmt infentll b 10 &W $PIS
al qual FW) sEhadg &mar i~m,prt&n- earnr a ~eeoirafQ ~lursM ~acions. rI
sud de Franca i d d c a t a la pintura.
Fw el cmnista r excebiencia ds lo
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comics ca~elansnsinbs expliquen twmmt a ,a h
; han siEua1 ~ Q I C S ~a& da. Reaiitza nombrosas historietas
a w * ~ si, fa fa fa &tiqwos, o m- .hI~ocL&wnaIir*~gk- cur+es i dos dbums arnb guió de qui
llen k riure. C m a mstra bnim E! .ka~o.t+m, crw m L aprepi~tcitas ebs mcriu: Fin de semma (Cap de seha-
m (El cap& Tr-J a qm m& km cankibyf?o rd&'r nsJli La noche de riemppre (La mi+ de
Fjdm0. H m &eyaemi; ~mpre),inknk madestos de comrtir
Eb del ~ & m i e"under- b ciwtat en personatge central d'un
dilbuns.
Es diu que en el món del comic tot esta
per fer. Enmig de tot el que hi manca, es
troben els equivalents historietístics de
l a ciudad de los prodigios (La ciutat
dels prodigis) o Ultimas tardes con
Teresa (Ultimestardes arnb Teresa). Per
tal que aquests productes es materialit-
zin, fan falta escriptors i dibuixants que
estimin el mitia i sdpiguin fer-lo compa- en el comic alguna cosa més que un
tible arnb la literatura i la il.lustració. ~im~leentreteniment
infantil.
Cal també un públic que s'interessi per
les bones historietes i que Mpiga veure Ramón de Espaiia

MIGUEL GALLARDO
VIATGE AL CENTRE DE LA POLPA
magineu-vos un lloc on po- bé el seu discurs ha estat un dels més nal-, Gallardo va oferir el més crispat Magefesa i el seu sever creador li cla-

I guessin conviure sense perill complexos, tot i que en cap moment no

I'elefant Sdney, els rellotges s'ha fet al esa en la seva obra a uesta
tous marca Dalí, Gerald McBoing, Elvis temptació per la gravetat que istin- 3
-itambé el més festiu- retrat de la
Barcelona dels 70 amb Las aventuras
de Makoki (Les aventures de Makoki),
vaven a consci6ncia plana rera plana.
Les aventures de Pepito Magefesa ho
havien demostrat: Gallardo s'ho men-
Costello, els dolenk de Chester Gould, geix, per exemple, el darrer Max de obra que s'inicia sota la influencia gra- java tot, des de la pintura dels mestres
els invasors de Mart vestits per William I'arriscada historieta Nosotros somos fica de E. C. Segar -el pare de Popeye- fins al pitior cinema que I'espectador si-
Cameron Menzies, la síntesi picassia- b muertos (Nosaltres som els morts). i que va aplegar un repertori de perso- gui capagde concebre. Ben aviat, ped,
no, I'emblematic pollastre que anuncia La sevo visió del món tampoc no ha es- natges extraordindriament veritables aquesta voracitat el porto a desinteres-
la sopa Avecrem, la porta que s'obre a tat tan desoladorament fosca com la de de tan impossibles, que no havien d'en- sar-se pel món de fora -la ridícula
la Dimensió Desconeguda, els ulls des- I'indomable i portentós Martí, malgrat vejar res a les curioses criatures del "Modelnidad" dels 80 era, sens dubte,
mesurats del somni de Recuerda abans que alguns dels seus treballs més re- "Thimble Theoter". Makoki, un boig es- molt més interessant que la Mediocritat
de ser ferits per aquestes tisores hiper- cents semblen competir en qualitat ca at del frenoplitic arnb nitroglicerina imperant dels 90- per a abandonar-se
trofiades de simbologia freudiano, les al.lucinat6ria amb els sovinteiats viat- P
a es venes i un casc per a electroxocs
com a principal signe d'identitat, co-
a un joc suggeridor, benvingut sigui el
mot, post-modern: tot convertint-se in-
femines languides de Modigliani, un ges a I'avern interior del creador de
astronauta model dels anys 50 i tantes Doctor Vértigo (Doctor Vertigen). Amb mandava una banda de patibularis, volunt6riament en hereu ideologic de
altres criatures dels universos sentimen- una optica que tal vegada podria equi- membres del lumpen, en un paisatge, Frank Henenlotter director de cinema
tal~ i estetics més dispars. No es tracta distar de Rabelais i Fellini, Gallardo urba i huma, poblat de transparents re- escombraries i formulador de la teoria
del Paradís. Tampoc no és la cambra sembla convertir cada una de les seves ferencies a la Barcelona del moment, que el cine abismalment dolent trans-
dels mals endrqos del catau d'un con- historietes en una festa -sovint, explícit caracteritzada per I'efewescencia cendeix la seva condició ies transforma
sumidor cultural omnívor qualsevol: és eix tematic &alguna de les seves seve- d'una cultura marginal i aquest viure a en una altra unitat estetica superior-,
el cartel1 de I'última exposició del Ilei- res repasades a la Modernitat. Les la contra que ben aviat perdria part del Gallardo sembla decidit a gratar a les
data Miguel Gallardo, un home que ha seves planes són a voltes convits con- seu sentit. clavegueres de I'art. Els seus referents
aconseguit de dotar el seu pinzell d'un correguk, bullicioses coreografies esta- El fet que "Les aventures de Makoki" són ara de tercera categoria, novel.les
p d e r igualador semblant al de la mort. tiques, aglomeracions arbitrarias de hagin aconseguit de sobreviure a llur barates, pel~lículesinfames, personat-
Alt i baix, noble i plebeu, sublim i @S- personatges, colors i símbols exiirpats condició d'obra coiuntural per a con- ges oblidats del dibuix animat. Amb ells
sim, Picasso i Avecrem es fonen en una arnb precisió quirúrgica d'universos vertir-se en un cbssic sense data de construeix edificis estetics amb a a-
sala entitat sota el trag de Gallardo. La imaainaris aliens, a voltes antitetics. caducitat, confirma la iove maduresa renga de c l W una aparenca de cEx6
mostra portava el títol de Pulp Art, ter- A uista aparenga de lleugeresa que del tandem format per Gallardo i que és un miratge de clixé, parque el
me encunyat per Caries Prats que sem- I'Jlunya del darrer Max i aquesta radi- Mediavilla, Pero I'ull i I'oida de lector no triga a intuir que aquesta acu-
pre I'encerta i que també va aportar un col aksta pel color i la coicitat esbo- Gallardo no s'aturaren als 70: I'eclo- mulació de llocs comuns, tipus d'una
solid fonament tebric a la selecció de jarrada, que el situen en una orbita Ilu- sió de la Modelnidad, aquesta epide- p q a i textos de baixa estofa no donen
treballs de I'artista: el Pulp Art seria, se- nyana al planeta Martí, no el priven de mia de beneiteria que afecta la flor i la forma a una historia arquetípica, a una
gons el parer de Prats, un fals Pop Art, posar en solfa a la seva obra aquests crema de I'escena cultural al país, tin- serie B convencional, sin6 a un estrany
que es nodriria de referents recognosci- mecanismes complexos que 'descol. lo- gué el seu Tor uemada particular en joc, enigmatic, obscur i absorbent que
bles -objectes de consum, personatges caran' definitivament el lector tot fent-li 1
la figura de Ga lardo, autor de la des-
pietada obra Las aventuras de Pepito
fascina a uns i horroritza a d'altres.
L'aventura estetica de Gallardo esta
de cdmic, obiectes estrictament quoti- perdre el centre.
dians- pero no amb aquesta vocació si La propia definició de "Pulp Art", com a Maaefesa (Les aventures de Pepito arribant a un territori inexplorat: sem-
fa no fa realista que inspirava Warhol i art ue s'aboca a la polpa de les coses, ~agefesa),ioia inexhaurible, catdeg pre podr6 tomar enrera -els seus dar-
9
els seus en llur creuada contra I'expres- reve a que el Gallardo d'ara és un artis-
sionisme abstracta, sinó amb un arris- ta lliurat a la intros ecció, un creador
exhaustiu de complicitats, d'acudits
privats i públics, cciricatures d'abraca-
rers fulletons de Perico Carambola en la
cresta de la cola (Perico Carambola a
P
cat proposit d'abandonar I'espectador que, un cop caniba itzades les més di- dabra i implacables retalls de vida. El
seu univers de psicoanalistes argen-
la cresta de la cua) en un diari barce-
lones en són un exem~le:la transgres-
a mons interiors entre crí tics i alar- verses fites de la historia de I'art -de
1
mants. Tot i aixo, el Gallar o-Working- I'art arnb maiúscula i de I'art arnb mi-
Class-Artist creador d'extraordinaries núscula, per dexomptat- sembla reclos
tins, artistes divines, diletants ridiculs,
obesos malvats, il.lustradors d'histo-
sió de I'esquema Bruguera se situa en
un terreny pro er al. de Pepito
peces pictoriques de Pulp Art és relati- en un solipsisme fecund que potser a al- rietes justiciers i princeses de disseny P
Magefesa, tant en 'estetic com en la se-
vament recent: rera d'ell hi ha una ira- . guns lectors els sembli impenetrable. esquerpes, animat per un veritable va propensió a la sotira d'actualitat,
jectoria enlluernadora de la historieta Pero, abans d'aixo, Gallardo va ser un guirigall de llenguatges de tempora- pero els seus ledors més fidels esperen
il.lustrada, que I'acredita com a possei- il.lustrador d'historietes amb vint-o vint da, modismes de saló i mutacions ver- que no, que continu'i i es freguen les
dor d'una ca acitat sorprenent per a mil- finestres obertes a I'entorn: amb bals, ia obria el camí vers aquest ex- mans davant el seu imminent Viaie a l
P
desxifrar les c aus de I'entorn. Juanito Mediavilla -el seu guionista i
De tots els supervivents de I1"under- mentor, a més de ser un dels domadors
pressionisme pop de I'últim Gallardo,
pero encara funcionava de meravella,
centro de la Pulpa (Viatge al cenie de
la Polpa).
ground barcelones, Gallardo ha estat de parades més sorprenents que hag¡ com a mirall d'una epoca que recla-
potser el de grafisme més proteic, tam- conegut mai la nostra historieta nacio- mava a crits la pallissa que Pepito Jordi Costa
 glutinar, des d'una perspec- cidkncia de propostes tan dispars com manari humorístic tan popular com és rimenta continuament amb la verticali-

A tiva formal, una generació I'acidesa corrosiva d'un Eduard Bosch,

d'autors és, sempre, simplifi- la fantasia celtica d'un Garcés o I'oni-
car. Sintetitzar les característiques que risme literari d'un Ricard Castells no és
ElJueves.
Més recent -i posterior a la generació
d'autors lligats a Madriz, revista edita-
tat de les vinyetes i I'horitzontalitat de
les línies, en cerca d'un estil ara ja prou
expressiu i personal que no deixa de re-
defineixen un grup d'historietistes com casual. El desig de transgredir les nor- da per !'Ajuntament madrileny entre novar-se. De Felipe, en canvi, sintetitza
el format pels professionals joves -que mes és la resposta a una contempora- 1983 i 1985, bressol de dos historietis- amb més claredat les seves inclinacions
no vol dir els ioves professionals- és neT?at que es transforma amb rapidesa. tes d'avantguarda com són Federico pictbriques, ~inemato~rdfiques i histo-
una entelkquia. Només tres aspectes Així, tot partint d'escoles figuratives, re- del Barrio i Rad-, és la casta de dibui- rietístiques, cercant I'equilibri entre nar-
característics serviran per ressenyar els noven ropostes antigament acadkmi- xants i guionistes sorgida de la Facultat ració i dibuix, retratant vides alienes en
1
punts comuns als autors professionalit- ques ibuixants com Miguel Anxo de Belles Arts de Barcelona. A diferen-
cia del grup Zero, autodidacta, els jo-
un món esperpentic. Padu, Brocal i
Fontdevila assumeixen la síntesi ex res-
zats en aquest país en els darrers deu ~rado,Das Pastoras, Pedro Espinosa,
anys: llur independencia orgdnica dels Pascual Ferry, José Maria Beroy o ves llicenciats, cultivats en un mestissat- siva del classicisme grdfic en estiitzar
tics adquirits en el tediós i encotillat Miquel Ratera, molts &ells enlluernats ge artístic més academic, per6 no per les línies ¡/o furgar atrevidament en
camp de la historieta d'encdrrec; la Ili- er la grdcia d'autors francesos i ita- aquest motiu més cldssic, han arribat a I'absurd de la quotidianitat, treballen
bertat de contingut i continent d'un te- L n s que transgredeixen el llenguatge una concepció de la historieta repartida plegats, per6 no es barregen, en un ex-
beo inscrit de ple en el procés democrd- historietístic; altres, ho fan seguint la entre la recerca eclectica de formes i el periment que s'anomena Mr. Brain,
tic, i I'afany per convertir I'obra en una pista dels experiments narratius del c6- retorn a les arrels del tebeo. una publicació madura de difusió limi-
perllongació del seu "io" artístic, pres- inic-book noid-americd més recent. Cap d'ells no estudiava per a historietis- tada. Montecarlo, per la seva banda,
cindint, en la major part dels casos, de El temps ha resituat I'escola Zero. to, tot i comptar amb el c6mic com a as- es recrea en les encara no
la denostada i desconeguda figura del Prado, estilista, impressionista, deutor signatura, per6 tots sabien, saben, que explotades del suport comic-book, en
guionista. La resta: influencies, estils, &una certa tendkncia literdria, s'ha la historieta, el tebeo, abans que la pin- escriure i dibuixar magnífiques hist6ries
kniques, és entrar en un camp tan he- convertit en un dels nostres joves profes- tura, la il.lustració o el disseny, és el seu íntimes i perverses, que cerquen una
terogeni i inclassificableque, ben mirat, sionals més internacionalistes. Das fat. ~ l ~ u n com
s , Jaime Vane o Oscar sortida.
ens porta a un quart acte col.lectiu: la Pastoras, impactant, intransferible, Aibar, precisament els únics guionistes El mercat del tebeo es reconverteix. Cal
interrelació dels mitians, el mestiaatge acreedor d'una enve'ada tknica pict6- del grup, han mostrat el seu talent nar- canviar estructures i renovar suports. A
I
de propostes esGtiques, la mixtura dels rica, lliurat de ple a tebeo. Espinosa, ratiu sense recalar a les vinyetes. Un al-
tre, com Muntada, ha deixat petges per
més dels autors citats, n'hi ha d'altres,
molts, (Segui, Jaime Martín, Ana
missatges. sobri, camaldnic, amb una encomia-
Enunciada la premissa, pot desplegar- ble facilitat per al dibuix, ha diversificat la historieta, per6 s'ha concentrat en al- Miralles, Antonio Navarro, Infante,
se amb una certa propietat una nota el treball entre la il.lustraci6 de premsa i tres ocupacions artístiques. Alguns com Corominas, Calpurnio, Fontériz)que no
concisa, farcida de noms propis i con- la historieta. Ferry, contundent, inquiet, Padu, Brocal, Manel Fontdevila o són aqui per a servir aquest canvi amb
centrada, per raons evidents, en els qui polifacQic, aporta un airet fresc i reno- Montecarlo, lluiten per tal de publicar I'acritud i convulsió de llurs propostes,
han sabut mantenir el preuat privilegi vador al c6mic-book nord-americd. en un mercat, el d'avui dia, el nostre, si fa no fa renovadores, per6 encara in
d'una publicació regular. Beroy, íntim, punyent, expressionista, que ven I'espai a preu d'or. La resta, crescendo.
A partir de 1980, i rera I'entrada fulgu- multiplica les aportacionsentre la publi- Sempere i Fernando de Felipe, semblen Sense oblidar, per I'immens respecte
rant en el circuit comercial d'un de- citat i la historieta. Garcés, misteriós, haver-hi trobat un forat i, malgrat no que mereixen, iniciatives com les de
vessall de frescor esGtica i d'una acu- mdgic, hipnotitzant, il.lustra de primer dedicar-hi tot el temps, construeixen Camabn Ediciones, una empresa jove
mulació cojuntural -modernitat, post- les portades de llibres que les de tebeos. planes i edifiquen vinyetes. Tots han impulsada pel també jove Juan Carlos
modernitat?- acaparada per autors Castells, potser el més personal, francti- participat en publicacions com Cairo, Gómez que, en format comic-book, ha
com Daniel Torres, Sento, Michannut, rador, exigent, lliura les swes armes al Zona 84,Comix internacional, TBO i, donat cos i forma a petites meravelles
Mique Beltran, Pere Joan, Roger o camp de la il.lustraci6, amb escasses també, a El Jueves i Puta Mili, per6 la signades per altres joves, uns més que
Cifré, i servida per publicacions com per6 agr~idesincursions en la historie- inestabilitat de la indústria els ha fet sot- els altres, per6 tots inquiets autors:
Bésome Mucho (Petoneja'm) o Cairo, ta. Ratera, visceral, inclassificable, in- sobrar; cap d'ells, per6, no ha perdut el Sequeiros, Miguel Angel Martín,
ser6 d'un "fanzine" barcelonAs, Zero, uiet rastrejador de formes. Bosch, ra- timó del seu vaixell, que cerca aigües Sanjulian, Carlos Portela i Fernando
d'on sortir6 una raGa nova d'autors. lical, irbnic, sanguinari, I1únic que ha menys procel-losesper.a procrear. Iglesias.
Zero, que més que fanzine mereixeria emmudit. Gairebé tots, després de re- En la seva heterogeneitot, Sempere és, En realitat, aquest article no s'hauria
el qualificatiu de ' Y n e ' ' -publicació novar continguts i continents de revistes tal ve adaIqui a partir de les seves d'acabar perquk la saba continua
realitzada per pro ssionals sense dnim com Cimoc, Cairo, Comix infernacio- 71
arrels a arr~batmés lluny, sense ama-
gar-ho. Deutor reconegut de I'escola
fluint. Ser6 millor, doncs, que el deixem
aqui amb un CONTINUARA.
de lucre-, ser6 I'aglutinant duna gene- no/, E / Pa us, Zona 84, Creepy o
f
ració d'historietistes molt lligada als cor- Madriz, co .laboren, com a resposta a belga de Marcinelle -amb Franquin
com a mestre absolut-, Sempere expe- Antoni Guiral
rents renovadors del moment. La coin- la crida d'un destí inevitable, en un set-