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Trabajo elaborado por Alexis Márquez Rodrlguez

Asistencia: Yolanda Salas de Lecuna, Fraibet Aveledo


Colaboración: Manuel Daneman (Chile), Celso Lara (Guatemala), Luis Enrique Rodrlguez (Cuba)
Equipo de Trabajo: María Celina Núñez, Maria Eugenia Perfetti, Ana Virginia Escobar
Coordinación Editonal: Gisela Goyo
Diseño Gráfico y Montaje Electrónico: Eduardo Chumaceiro
Linotronic: Pre Print
Impresión: ExLibris
Tiraje: 3 000 ejemplares
ISBN 980-6100-36--0
©1994 Todos los derechos reservados.
Se permite su reproducción parcial siempre y cuando se citen las fuentes
MUESTRARIO DE
VOCES Y FRASES EXPRESIVAS
DEL HABLA VENEZOLANA
CARACAS 1994

Alexis Márquez Rodríguez


Junta Directiva Fundación Polar
PRESIDENTA
Leonor Giménez de Mendoza
VlCE· PRESIDENTA
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DIRECTORES
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Gustavo Roosen
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DICCIONARIO HISTORIA DE VENEZUELA
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EDUCACION Y DESARROLLO COMUNITARIO
Isabel Mosqueda
SALUD Y BIENESTAR SOCIAL
Higinia Herrera
PROCESOS
Ricardo Alezones
ASESORES INTERNOS
Manuel Bemporad
Hurnberto Fontana
Una de las ocasiones en las cuales alguien que haya
habitado durante cierto tiempo en esta tierra venezolana tiene la oportunidad
de participar en una conversación agradable y amena, es cuando se
hacen comentarios sobre las diferencias en la forma de expresar situaciones
o hechos de la vida cotidiana, y más aún cuando se pueden establecer
similitudes o equivalencias con el variadísimo lenguaje particular de tantas
regiones distantes de Iberoarnérica, siempre sin embargo unidas
por la lengua castellana.
Esta es la razón por la cual en la Fundación Polar
pensamos que los lectores disfrutarían de un libro como el que les presenta­
mos, cuyo contenido esperamos sirva de instrumento de relajación y
descanso durante esos paréntesis en que todos desearnos pasar un buen rato.
El genuino estilo con el cual ha sido impregnada esta
obra, es otra muestra del talento literario de Alexis Márquez Rodríguez y de
la minuciosa e imaginativa coordinación de Yolanda Salas de Lecuna.
A la memoria esclarecida del Profesor
Manuel Pérez Vila
PREFACIO
LA EXPRESIVIDAD DEL
VENEZOLANO
11

1
Uno de los rasgos más característicos del modo de hablar los
venezolanos es su gran riqueza expresiva. Éste es, en realidad, un fenómeno
general de la lengua castellana, que se da lo mismo en las diversas provin­
cias españolas, que en las veinte y tantas naciones hispanoamericanas que
emplean el Castellano como su idioma único o principal. Pero en alguné;l.s
de las provincias hispánicas y en algunos de los países de Hispanoamérica
tal riqueza expresiva se convierte en una verdadera peculiaridad, y
Venezuela es uno de ellos.
Esa riqueza expresiva es uno de los elementos que determinan
en el Castellano una especial vocación barroca, que da origen a su
vez a un arte y una literatura que, si bien tienen un auge y una dimensión
muy especiales en el siglo XVII, poseen en realidad el valor de signo per­
manente, como muestra de un espíritu dotado de una sensibilidad muy pecu­
liar. Y ese barroquismo, de tan enorme importancia en la cultura española
en general, en América se nutre de elementos específicos, que lo enriquecen
considerablemente, y lo convierten de hecho en uno de los valores
permanentes -si es que algo puede ser permanente-- más importantes y
tipificadores de la cultura hispanoamericana. Hasta el punto de que, tanto
en el lenguaje, como, en general, en las distintas expresiones culturales
de Hispanoamérica, existe una evidente relación con la lengua y la cultura
españolas, la relación de origen, pero con una fisonomía propia, especial,
y con una gran diversificación. Lo cual permite hablar de una especificidad
hispanoamericana, que, sin hacemos mejores ni peores que el resto
de la humanidad, ni tampoco seres humanos diferentes, en tanto que tales,
de los demás hombres y mujeres del mundo, les da a nuestras costumbres, a
nuestra sensibilidad colectiva, a nuestras manifestaciones espirituales
un carácter definido, que nos permite reconocemos, y ser reconocidos por
los demás, como lo que somos. Tal como ocurre, por supuesto, con todos
los demás pueblos y sociedades de los muchos que habitan el globo, en cuyas
manifestaciones culturales se expresa su peculiaridad espiritual, es decir,
su modo de ser seres humanos. Independientemente de que en algunas per­
sonas y en algunos pueblos los rasgos específicos sean más marcados
que en otros, y de que cada ser humano tenga también rasgos psíquicos
comunes a todos los demás que habitan la tierra.
No hay duda de que en Hispanoamérica hablamos Castellano.
Ni siquiera los más radicales planteamientos que intentan de vez en cuando
reavivar la famosa Leyenda Negra, desempolvada y exacerbada recien­
temente con ocasión del Quinto Centenario del Descubrimiento de América,
han llegado tan lejos como para negar el carácter hispánico de nuestra
lengua, y en general de nuestra cultura, por el valor predominante que la
lengua española tuvo, idioma imperial al fin, en todo lo que marcó
12

para siempre nuestra realidad étnico-cultural Es evidente, sobre


todo, que, desde el momento mismo del Descubrimiento se inició un proceso
de mestización, que abarcó tanto lo étnico como lo cultural, el cual comenzó
por este último aspecto, y dentro de éste por el lenguaje.
En efecto, aún antes de los primeros ayuntamientos interraciales
que engendraron a los primeros habitantes mestizos de nuestro Conti­
nente, se produjo el cruce lingüístico. Se sabe que la primera palabra de un
idioma indígena de América que se usó dentro de un texto escrito
en Español fue el vocablo canoa, que utilizó el propio Cristóbal Colón en su
Diario, en la anotación correspondiente al 28 de octubre, es decir, dieciséis
días después de su llegada a una pequeña isla del Mar Caribe. Es de suponer
que para que se pusiese por escrito tenía que haberse usado antes en
la lengua oral A partir de ese momento se inicia, como ya dijimos, un proceso
de mestización cultural, cuya incidencia en la lengua es sumamente vigorosa
y dinámica De modo que, desde el propio Descubrimiento la lengua
que traen los descubridores y conquistadores, sin dejar de ser el Castellano
desprendido del Latín en varios siglos de evolución, se va desarrollando
y diferenciando, hasta llegar a lo que ya don Andrés Bello intuyó como el
Castellano de América. Diferenciación dentro de la unidad, pues por mucho
que el uso vaya introduciendo novedades en el Castellano que se habla
de este lado del Atlántico, sigue y seguirá siendo Castellano por tiempo
indefinido. Esto es así, porque los nuevos elementos y modalidades incorpo­
rados al idioma recién llegado son más bien enriquecedores del tronco
primigenio, antes que disgregadores y desintegradores. En ese proceso de
cambios y renovaciones hay un fenómeno sumamente importante,
que es la supervivencia de la estructura sintáctica. Lo primero y que en
mayor medida penetra en el Castellano de los descubridores y conquistadores
es el léxico_ Muchas palaJ:e-s indígenas tienen que incorporarse al
habla cotidiana de los recién llegados, porque la múltiple relación, entre ellos
mismos, entre ellos y los indígenas hallados aquí, y entre ellos y los españoles
quedados en la Península, obliga a emplearlas. Lo que aquellos europeos
encuentran en estas tierras era totalmente desconocido para ellos. La
naturaleza era toda una novedad, algo nunca visto, sobre todo por sus dimen­
siones, por la riqueza lujuriosa del paisaje y por su casi total virginidad,
ante una naturaleza como la europea, que llevaba ya muchos siglos de progre­
sivo sojuzgamiento por el ingenio y la mano del hombre. Los seres humanos,
en su edénica desnudez y con sus rasgos étnicos, eran igualmente inéditos
para aquellos deslumbrados marineros recién llegados, entre quienes predo­
minaban los palurdos de escasas luces y casi ningún conocimiento de lo
que había más allá de sus villorrios y comarcas. Las comunidades sociales
indígenas resultaban igualmente desconcertantes; unas, las descubiertas en
primer lugar, por su extrema pobreza, ante lo que los descubridores
habían dejado atrás, bullentes ciudades y ampulosas cortes europeas; otras,
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poco después, por lo contrario, por la esplendorosa grandiosidad


de ciudades como Tenochtitlán, la capital del poderoso imperio azteca, que
arrancó expresiones de asombro y maravilla aun a los pocos soldados
que conocían algunas de las más grandes y preciosas ciudades europeas, co­
mo París y Constantinopla, tal como lo registra, él mismo todo asombrado,
Bemal Díaz del Castillo, en su <<Historia verdadera de la conquista
de la Nueva España».
Toda esa realidad nunca vista, incomparable con lo conocido
y dejado atrás, obligaba a hablar y a escribir sobre ello, y para hacerlo tenían
muchas veces que nombrar y describir cosas que, ignoradas hasta ese
momento, no respondían a los nombres corrientes en Castellano. Y hubo que
apelar entonces a los nombres que les daban los indígenas. De modo
que, desde muy temprano, una ola de indigenismos o americanismos ingresó
al léxico castellano. También se dio el fenómeno inverso, que se le atribuyese
el nombre castellano a objetos que, aunque no eran los mismos que así
se llamaban en España y el resto de Europa, en algo se les parecían. De ese
modo, ha dicho el profesor Angel Rosenblat, muchas cosas de acá,
especialmente animales y plantas, recibieron nombres de allá. Pero,
si se mira con cuidado, el fenómeno es el mismo. Es decir, tan americanismo
o indigenismo del Español entra a ser un vocablo caribe o azteca
adoptado por la lengua común, como americanismo pasa a ser un vocablo
castizo del Español que comienza a designar una realidad americana hasta
entonces desconocida, y distinta, aunque más o menos parecida o no,
a la que ese vocablo designaba originalmente, con lo que éste adquiría una
nueva acepción, obviamente de origen amencano
Más tarde se dará también -y paralelamente con la incorporación
de voces indígenas, que será un proceso constante y prolongado-
la influencia de las lenguas autóctonas en la fonética del Castellano hablado
en América. Este fenómeno ha sido menos estudiado que el del léxico,
pero se sabe que la gran variedad de entonaciones con que se habla el Cas­
tellano en Hispanoamérica algo debe a la influencia de las respectivas
lenguas indígenas. Mucha gente se pregunta por qué son tan distintos los
acentos mexicano, colombiano, venezolano, peruano, chileno o caribeño...
Y aun los de una misma región, pues hay matices, por ejemplo, entre el acen­
to mexicano del norte y el del centro o el del sur. Igual que los hay entre
los de cubanos, puertorriqueños y dominicanos. O entre el de un venezolano
de Margarita y el de uno de los Andes. O entre el de un colombiano costeño
-casi idéntico al de un venezolano del centro- y el de uno cachaco.
La explicación de esas diferencias no está sólo en la influencia de las lenguas
indígenas regionales y locales, pero ésta es un factor importante
en ese fenómeno.
Mas por debajo de esas importantes, y a veces radicales diferencias
lexicales y fonéticas entre el habla en unos lugares de Hispanoamérica
14

y la de otros, subyace en el Castellano de América una estructura


sintáctica común, que en lo esencial es la misma que se conserva en España.
No son idénticas, es verdad. Pero las variantes -algunas quizás debidas
también a influencias indígenas- no son tantas, tan grandes ni tan profun­
das como para que haya una gran diferencia entre el Español de España
y el Castellano de América 1. Al contrario, el factor principal del mantenimien­
to de la unidad lingüística de Hispanoamérica es la unidad sintáctica. Es ella,
la existencia de una misma estructura sintáctica de la frase en cada una de
nuestras modalidades idiomáticas, lo que permite que nos entendamos sin
dificultad venezolanos, mexicanos, chilenos, argentinos, peruanos, cubanos,
etc., aun cuando cada uno de ellos emplee palabras distintas, o las mismas
pero con distintos significados. Teniendo las frases, aun en tales circunstan­
cias, igual estructura sintáctica, y dentro de un determinado contexto, la
aprehensión global de las frases anula, o atenúa al máximo las diferencias
lexicales y asegura el entendimiento general, puesto que las diferencias
fonéticas, especialmente las de entonación, que son las más notorias, no inci­
den mayormente en el contenido semántico de las palabras y las frases.
Como es de suponer, estos rasgos peculiares del Castellano
de América, originados casi todos en su naturaleza mestiza, contribuyen po­
derosamente a conformar su gran riqueza expresiva que señalamos al co­
mienzo. Es decir, a la riqueza expresiva del Castellano peninsular, y a lo que
hemos llamado su vocación barroca, se unió luego el conjunto de elementos
que aportan las lenguas indígenas, al entrecruzarse con el idioma de los
descubridores y conquistadores, para mestizar el habla del nuevo ser huma­
no, por definición mestizo, que en poco tiempo poblará nuestro continente.
Como ya dijimos, el mestizaje cultural precederá al étnico. Ya el descubridor
convertido en conquistador, y luego éste hecho colono, aunque hayan nacido
en España, serán mestizos culturales. Luego el criollo, que al principio
es sólo el hijo de españoles nacido en tierra americana, será también mestizo,
si no siempre de sangre, sí de cultura, de costumbres, de modo de ser
y de vivir, de manera de sentir y de pensar... Poco después serán también los
mestizos de sangre, los nacidos del cruce de españoles e indígenas,
pero también los surgidos con el ingrediente africano, y multiplicado todo
este mestizaje al cruzarse, ya no sólo individuos de las tres raíces iniciales
-españoles, indios y negros-, sino también hombres y mujeres ya mestizos
de dos, y aun de las tres raíces primigenias.
El mestizaje americano, por otra parte, fue desde el primer
momento un mestizaje de mestizajes. Sobre todo si se recuerda que, aun las
tres raíces étnicas que le dan origen eran ya mestizas antes de juntarse
en suelo americano. El español del siglo XV y XVI era el abigarrado producto

1 Aunque en Hispanoamérica ha prevalecido el nombre de Castellano para nuestro idioma, mien­


tras que en España prevalece el nombre de Español, se trata de una simple cuestión de nombre.
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de varios siglos de entrecruzamiento de celtas, iberos, romanos,


godos, visigodos, ostrogodos, francos, germanos, judíos, árabes y algunos
más. En tierras de lo que fue luego América habitaban, no un solo
pueblo indígena. sino varias corrientes étnicas y culturales, no por autóctonas
-si es que realmente lo eran- menos distintas entre sí, y además reparti­
das en pueblos de diferentes niveles de desarrollo social y cultural. Y los
africanos lo mismo, pues la inicua trata de esclavos nutrió los barcos nE;Jgreros
de diversos pueblos, entre los cuales había diferencias étnicas y culturales
a veces bastante notorias. Basta con observar la figura longuilínea de los
negros provenientes de unas regiones de Africa, al lado de la retaquez de los
de otras regiones, para comprender que son, aun cuando parientes cercanos,
de diferente formación étnica. Y no es nada aventurado concluir que a esa
diferencia antropofísica debe corresponder también una diferencia cultural.
A este carácter previamente mestizo de los tres ingredientes
antropológicos que dan origen al ser americano hay que agregar,
por otra parte, que los tres eran también previamente barrocos. El Caribe,
primero, y luego progresivamente todo el continente, va a ser el inmenso cri­
sol en que se juntan tres sangres étnicamente mestizas y distintas, pero
también tres culturas que igualmente eran de antemano mestizas y barrocas.
Como ya dijimos, en España hay un Barroco histórico, que se ubica en
el siglo XVII principalmente, y que por tanto es posterior al descubrimiento
y la conquista de América. Pero allá hay también una vocación y un
espíritu barrocos permanentes, que en buena medida debe su existencia
al complejo mestizaje de que hemos hablado. En cuanto al barroco indígena,
está claramente explícito en el arte, las costumbres, los ritos religiosos, las
comidas y tantos rasgos más, existentes mucho antes de la llegada de Colón,
y que son buena parte de lo que asombra y desconcierta a descubridores
y conquistadores. Aun en pueblos indígenas de culturas mucho menos desa­
rrolladas que las grandes civilizaciones maya, azteca e incaica, como los
nuestros, vemos el barroquismo presente, por ejemplo, en la aparente senci­
llez de los petroglifos, con un marcado predominio de la línea curva y de
la espiral, emblemática de un Barroco pictórico más avanzado. Los africanos,
por su parte, eran exponentes así mismo de una cultura barroca, manifestada
de diversas maneras, también a través de costumbre, ritos, manifestaciones
artísticas casi siempre estéticamente pobres, pero de indudable barroquismo,
etc. Bastaría señalar la fuerza y el colorido de los ritos africanos que se
sincretizan con las religiones indígenas y con el cristianismo de los españo­
les, para comprobar lo que decimos. La propia religión católica que los
españoles imponen en América, al poco tiempo se va diferenciando del catoli­
cismo peninsular, y se convierte de hecho en una religión en muchos aspec­
tos distinta, que no es ni española ni indígena, y sin embargo tiene de ambas
raíces, tal como explícitamente ha sido reconocido incluso por estudio-
sos de la materia indubitablemente católicos, y hasta sacerdotes consagra-
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dos. Así lo señala, por ejemplo, el teólogo español Melquiades Andrés


Martín, fundador del Seminario Teológico Hispanoamericano de la Universi­
dad Complutense de Madrid, y profesor de la misma Universidad y
de la de Extremadura, quien, refiriéndose al grupo de misioneros españoles
conocido como los Doce Apóstoles de México, que actuaron en territorio
mexicano a partir de 1.524, dice:
Los Doce son profesos voluntarios de la pobreza franciscana fundacional.
Se hicieron en Nueva España unos indios más en su status de vida Siendo ricos en
cultura, y a veces también en dinero por familia, se hicieron pobres. Se despojan
de sí para darse a los indios y construir una sociedad e Iglesia nuevas, ni española
ni indígena, sino algo diverso que nace,2
Es bien sabido, además, que a los elementos indígenas
que se entrecruzan con los ritos cristianos católicos se agregan también los
africanos, no señalados en la cita transcrita seguramente porque no tuvieron
su mayor incidencia en México, sino en las zonas más orientales del
Caribe y del Atlántico, como las Antillas y Brasil -asientos de las mayores
concentraciones esclavistas-, donde el elemento negro marcó profunda­
mente el sincretismo religioso.
En el aspecto concreto del idioma es también importante
recordar que entre los conquistadores, en especial los que actúan en la cuen­
ca del Caribe, abundaban los provenientes de provincias españolas donde,
por diversas causas, la riqueza expresiva del habla resulta aún más acentuada
que en el resto de España. Tal el caso de los andaluces, por ejemplo,
cuya expresividad es muy marcada, tanto por lo rica en elementos caracterís­
ticos, como por la peculiaridad de muchos de éstos. Por razones histórico­
geográficas fácilmente explicables, entre los descubridores y conquistadores
abundaban los andaluces. como también los extremeños.

11
Entre los muchos y muy valiosos aportes de don Andrés Bello a
las ciencias del lenguaje figura, con especial interés, el concepto de espíritu
o índole de la lengua. En muchos de sus escritos maneja esas ideas.
Y en el prólogo de la Gramática dice lo siguiente:
El habla de un pueblo es un sistema artificial de signos, que bajo muchos
respectos se diferencia de los otros sistemas de la misma especie: de que se sigue
que cada lengua tiene su teoría particular, su gramática. No debemos, pues,
aplicar indistintamente a un idioma los principios, los términos, las analogías en
que se resumen bien o mal las prácticas de otro Esta misma palabra idioma

2 Melquiades Andrés Martín: «Reforma religiosa europea en América en tiempo


de Carlos V>> En: Reyes Mate y Friedrich Niewéihner, Editores: El precio de la ffinvencióm
de América Editorial Anthropos Barcelona 1.992. p. 90-91
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(en griego peculiaridad, naturaleza propia, índole característica) está


diciendo que cada lengua tiene su genio, su fisonomía, sus giros; y mal desempe­
ñaría su oficio el gramático que explicando la suya se limitara a lo que ella
tuviese de común con otra, o (todavía peor) que supusiera semejanza donde no
hubiese más que diferencias, y diferencias importantes, radicales.3
Aunque él no lo diga de manera explícita, es obvio que Bello,
al hablar del genio del idioma, se refiere con ello al genio del pueblo que habla
ese idioma, es decir, que usa ese idioma para expresarse. Con el vocablo
genio, a su vez, Bello resume la idea de espíritu colectivo, de manera peculiar
de ser un pueblo, de idiosincrasia. Todo ello es lo que se exterioriza cuan-
do, situándonos en la dimensión individual que está en la base del concepto
de pueblo, una determinada persona se expresa. ¿Y qué es expresarse,
sino exteriorizar los sentimientos, las pasiones, las emociones y los pensa­
mientos que se producen en lo más íntimo de nuestro ser?
En este punto es importante tener clara la diferencia entre
dos conceptos muy ligados uno al otro, como son los de expresión y comuni­
cación. Su vínculo es tan estrecho, tan consustancial, que a menudo se
confunden uno con otro, o al menos no se percibe con nitidez su diferencia.
De hecho esto se debe también a que por regla general los dos fenóme-
nos se dan juntos, en una relación entre ellos de causa a efecto que los hace
aún más confundibles entre sí. Pero en realidad son dos fenómenos
perfectamente bien diferenciables. La expresión, como ya dijimos, consiste
en el acto de exteriorizar, de sacar afuera los sentimientos, las pasiones,
las emociones y las ideas que se producen en el ámbito interior de nuestra
personalidad. Son fenómenos de conducta que, si no se exteriorizaran,
si no se manifestasen externamente por diversos medios, no serían percibi­
dos ni conocidos por los demás. Ahora bien, cuando tal exteriorización
llega a ser percibida por otras personas, es decir, cuando éstas adquieren
conocimiento de lo que ocurre en la intimidad de aquel individuo,
en forma casi imperceptible se ha pasado de la expresión a la comunicación.
Cuando esto ocurre podemos decir que la expresión, como mecanismo
de exteriorización psíquica, ha permitido que una persona comunique a otra
u otras lo que ocurre en su intimidad anímica.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la comunicación,
como tal, es un acto voluntario, que obedece a un propósito de hacer conocer
a los demás lo que ocurre en nuestra interioridad. Este contenido de
voluntad, esencial a la comunicación, no siempre es plenamente consciente.
Es decir, muchas veces lo es de manera cabal, como cuando, por ejem-
plo, escribimos un texto determinado -carta, artículo periodístico, discurso
político o religioso, libro, etc.-, claramente dirigido a una o varias personas,

3 Andrés Bello: Obras Completas Tomo IV. Ministerio de Educación Biblioteca Nacional
Caracas; 1.951 p 5.
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con un propósito bastante nítido y consciente de trasmitirles


determinadas ideas, sentimientos o lo que sea, con una finalidad, además,
también muy bien definida de antemano.
Pero otras veces no es así. Muchas veces la voluntad de comu­
nicar a otros algo que está dentro de nosotros no se manifiesta con claridad,
sino que actúa subrepticiamente, desde el subconsciente, o aun
desde el inconsciente del individuo. Es muy común que de manera voluntaria
comuniquemos un sentimiento o una idea a otra u otras personas, pero
sin saber exactamente por qué lo hacemos. Allí de todos modos está presen­
te, por supuesto, el contenido voluntario del acto comunicacional.
Lo que en ese caso no se percibe con claridad es el propósito o finalidad
de dicho acto. Pero otras veces nuestro acto comunicacional es aparentemen­
te involuntario, como, por ejemplo, cuando decimos algo de manera impulsi­
va, y sólo después, cuando percibimos los efectos de lo que dijimos, comienza
a hacerse consciente el acto comunicacional que hemos perpetrado.
Es entonces cuando recurrimos al «No sé por qué lo dije», o al «No debí haber­
lo dicho», o al «Lo dije sin pensarlo)) ... Sea como sea, allí ha habido un acto
voluntario, aunque la voluntad no se haya hecho consciente en nosotros. Des­
de el fondo de nuestra personalidad, desde los inescrutables vericuetos
del subconsciente o el inconsciente, esa voluntad nos ha impuesto un deter­
minado comportamiento, independientemente de que, una vez consumado,
nos arrepintamos de él, o no. Las mismas frases-tipo a que solemos
recurrir, una vez producido el acto comunicacional y conocidos sus efectos,
demuestran que es así. Si alegamos que no sabíamos por qué lo hicimos,
es señal de que sabemos que hubo un porqué. Algo parecido ocurre cuando
pronunciamos cualquiera de las otras dos frases, u otras equivalentes.
Tanto en quien las dice, como en quien las recibe o escucha, queda la impre­
sión de que, muy en el fondo, hubo un acto de voluntad que el consciente
no pudo reprimir. Y hasta es común que uno mismo, en lo más íntimo, reco­
nozca que lo dicho obedecía a un deseo -contenido esencial de la
voluntad- que hasta ese momento habíamos logrado acallar, pero que al fin
se impuso, con la ayuda invalorable del subconsciente o del inconsciente,
que lograron anular los mecanismos represivos que hasta entonces habían
impedido que aquel sentimiento o aquella idea se exteriorizara y comunicara.
Es posible entonces que tratemos de justificarnos, aun cuando nos
sintamos algo arrepentidos de haber dicho lo que dijimos, pensando que de
antemano sabíamos que en el momento menos pensado aquello iba a
ocurrir, pues iba a llegar un momento en que no íbamos a podernos controlar,
y estallaríamos sin poderlo impedir.
Es claro, pues, que en los individuos y en los pueblos existe un
espíritu, una índole, un genio peculiar, que se expresa a través de la lengua, y
que ésta se impregna inevitablemente de esas peculiaridades.
Y como hay personas y pueblos en quienes ese espíritu, índole o genio es
19

más rico que en otros, es natural que existan también lenguas más
expresivas que otras, en el sentido de que se adaptan muy bien a la peculiar
expresividad del pueblo de que se trate.
Hay pueblos cuya mayor riqueza expresiva no está tanto
en el lenguaje verbal, sino en los concomitantes mímicos y/o gestuales con
que acompañan la expresión oral. Es el caso de los italianos, célebres en
el mundo entero por la enorme riqueza mímica y gestual con que se expresan
y se comunican con los demás. Esta característica del pueblo italiano
-que puede variar, desde luego, de una región a otra, pero que es general­
ha sido hábilmente explotada en el teatro, en el cine y en la televisión,
además de haber sido siempre motivo de chistes y comentarios festivos. Algo
parecido ocurre con los árabes, también famosos por la riqueza expresiva
de su lenguaje oral combinado con la mímica y la gestualidad. Los rusos, en
cambio, poseen gran riqueza y versatilidad expresiva en la risa y el
llanto con que suelen acompañar lo que dicen. Su manera de reír suele ser
estentórea, pero con la misma facilidad pasan al llanto, igualmente aspavien­
toso, rasgos éstos que aparecen a menudo en las novelas rusas, las
cuales son especialmente dadas a reflejar el espíritu popular del pueblo
al que corresponden.
El español, como ya dijimos, centra su mayor riqueza expresiva
en el lenguaje verbal. Este rasgo psicológico tiene diversas peculiaridades en
las distintas regiones de España, y en Hispanoamérica se nutre, además,
de otros ingredientes propios de la región. No es ocioso, ni obedece a criterios
deterministas hoy superados, observar que en la zona del Caribe esa
expresividad verbal presenta características algo distintas de las de otras
regiones, como los Andes o el Río de la Plata. Esa diferenciación, que
opera dialécticamente dentro de la unidad lingüística del Continente, obede­
ce a factores muy diversos y complejos, que aquí no podemos analizar. Lo
importante es señalar el hecho como un fenómeno característico de nuestra
especificidad cultural hispanoamericana. Por lo demás, lo dicho aquí
no significa que en España y en Hispanoamérica no haya también formas
expresivas concomitantes del lenguaje verbal. En todo ser humano existe,
paralelamente con el idioma que habla, un lenguaje corporal, que se manifies­
ta de una u otra manera, en mayor o menor grado, de una persona a otra
o de un pueblo a otro. Entre los pueblos de España, por ejemplo, los andaluces
poseen una rica expresividad mímica y gestual, que no llega, sin
embargo, al grado de riqueza de la de los italianos y los árabes -de éstos,
posiblemente, la heredaron siquiera en parte los andaluces-. pero
que en todo caso acompaña a su expresividad verbal, ésta sí muy rica y
de gran colorido.
Entre los pueblos del Caribe, en los cuales el mestizaje étnico
y cultural es posiblemente más abigarrado que en el resto del Continente, el
venezolano presenta rasgos muy peculiares de expresividad verbal,
20

que nos proponemos comentar en las páginas siguientes, no con ánimo


de hacer de ellos un exhaustivo análisis de tipo técnico o científico, sino para
destacar algunas de esa peculiaridades, mas bien con la finalidad de
ayudar al lector profano en materia lingüística a conocer mejor su idioma,
y de ese modo emplearlo con mayor provecho y eficacia, al mismo
tiempo que con mayor garantía de preservarlo y enriquecerlo. La lengua
es uno de los pocos instrumentos con que el hombre cuenta en su vida de
relación que se van enriqueciendo a medida que se van usando.
Pero al mismo tiempo, si su empleo es inadecuado, puede irse empobrecien­
do, hasta su virtual envileciminto y desaparición. Por eso es importante
que los usuarios de una lengua la conozcan suficientemente, y de ese modo
puedan emplearla de manera que, en vez de dañarla y empobrecerla,
la vayan haciendo desarrollarse y enriquecerse constantemente.

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Uno de los rasgos que primeramente llaman la atención de los
forasteros llegados a Venezuela es el grado de confianza que solemos tener,
desde el primer momento, en el trato con los demás. Lo cual suele seña­
larse con un adjetivo muy frecuente y significativo: confianzudo. Los venezo­
lanos tenemos fama de confianzudos. Esto no lo decimos ni en bien ni
en mal. Para algunas personas es un defecto, incluso muy feo, y hasta detes­
table. Pero para otras no, es mas bien una virtud, que permite integrarse
pronto al medio venezolano. En ciertas regiones del país este rasgo es
más acentuado que en otras. Los margariteños (habitantes y nativos de la Isla
de Margarita, en el Mar Caribe), por ejemplo, y en general los orientales,
son más espontáneos y confianzudos en su trato con los demás, ya desde la
primera relación, que los venezolanos de otras regiones. Los andinos
suelen ser más reservados. Y los llaneros, en algo parecidos a los margarite­
ños, suelen tratar al forastero con llaneza, pero al mismo tiempo con cierto
grado de recelo. En todo caso, este comportamiento confianzudo,
como es natural, se expresa primordialmente en el lenguaje. Entre nosotros,
por ejemplo, es muy común el tuteo, que muchas veces se emplea desde
el primer instante, para tratar a una persona a quien se acaba de conocer.
Este hecho se ha ido acentuando con el tiempo. Antes no era así, al menos en
la medida en que hoy se da el fenómeno. Hasta hace cuarenta o cincuenta
años el tratamiento de usted era obligatorio en unas personas para con otras,
especialmente entre individuos de diferente condición social, política
o intelectual, o simplemente en la relación de los menores respecto de los
mayores. Todavía en los años 40 se enseñaba a los niños a tratar de usted
a las personas de mayor edad, lo cual se extendía incluso a los progenitores.
Jamás un niño, y aun ni los adultos, trataban de tú a sus padres, abuelos,
tíos, etc. Tampoco los alumnos a sus maestros, los subalternos en cualquier
21

actividad a sus superiores... Pero hoy eso se ha perdido, al menos


como hábito general. Ahora es común que los niños traten de tú a sus padres
y demás familiares, los alumnos a los maestros, los subalternos a los su­
periores, etc., salvo en determinadas circunstancias. Pero tal costumbre no
se ve necesariamente como irrespetuosa, aunque todavía haya personas
de mayor edad a quienes les choque y desagrade.
También es característico en el trato del venezolano el empleo
de ciertos vocablos con un connotación muy especial. Es muy conocido: por
ejemplo, el vocablo vale, que como fórmula de tratamiento entre personas
es muy común y un verdadero comodín, con una peculiaridad muy venezola­
na, aunque de hecho no es de uso exclusivo de nuestro país. Vale se le
dice al amigo, pero también al enemigo, o simplemente a la persona a quien
queremos llamarle la atención. «Tú eres mi vale», solemos decir a un amigo
y compañero, o a quien deseamos brindarle esa condición. En el otro extremo
empleamos el vocablo como interpelación que puede conllevar asombro,
desagrado, molestia, desafío, desconfianza, etc.: «¡Oiga, vale, ¿qué broma es
ésa? ¿Usted como que cree que aquí puede hacer lo que le dé la gana? ¡Pues
está equivocado'. ¡Aquí se respeta... !». Obsérvese en este ejemplo la cierta
contradicción que aparenta haber entre el empleo del vale, que suele ser una
expresión de confianza, y el usted, que generalmente lo es de respeto,
consideración y aun de afecto. Entre esos dos extremos el vale adopta toda
una gama de connotaciones, e incluso puede significar simplemente
una forma genérica, en cierto modo neutra, de tratamiento a los demás. En su
poema «Florentino y el Diablo», Alberto Arvelo Torrealba narra una escena
típica de la llanura venezolana en los comienzos de siglo, y aun un poco más
acá. Numerosas personas están reunidas en una rústica vivienda del llano.
Hay fiesta. Los músicos están afinando sus instrumentos, y los alegres con­
currentes se aprestan para el joropo, baile típico del venezolano, y en especial
del llanero. Es época de lluvias, y la noche está encapotada y ha llovido.
Florentino, el habilísimo cantador de coplas y corrías -personaje mitológico
del llano venezolano, recogido también por Rómulo Gallegos en su novela
«Cantaclaro»- es de los que está «calentando» la garganta para el canto que
lo ha hecho famoso y popular. De pronto entra, para sorpresa de todos,
un forastero un tanto extraño:

Súbito un hombre en la puerta,


indio de grave postura,
ojos negros, pelo negro,
frente de cálida arruga,
pelo de guama luciente
que con el candil relumbra,
faja de hebilla lustrosa
con letras que se entrecruzan,
22

mano de sobrio tatuaje,


lunar de sangre en la nuca
Un golpe de viento guapo
le pone a volar la blusa
y se le ve jeme y medio
de puñal en la cintura.
Entra callado y se aposta
para el lado de la música.
Dos dientes de oro le aclaran
la sonrisa taciturna.

((Oiga, vale, ése es el Diablo»


-la voz por la sala cruza-

((Fíjese cómo llegó,


sin cobija ni montura,
planchada y seca la ropa
con tanto barrial y lluvia,
alpargatas nuevecitas
relucientes de negrura>>

«¡Oiga, vale, ése es el Diablo,/ la voz por la sala cruza». Es éste


justamente el uso genérico, casi impersonal, del vocablo, como forma de tra­
tamiento típica del venezolano.
Aunque menos usual y sin la amplitud semántica de vale,
usamos también, en parecidas circunstancias, el vocablo tercio. «¿Quién será
este tercio tan raro?», podría haber preguntado alguien en la escena de
Arvelo Torrealba. «Tú eres un tercio arriesgado», podemos decir a un amigo,
con admiración e inquietud por algo que ha hecho. A veces se
emplea este vocablo con un connotación de picardía, como cuando alguien le
pregunta a una muchacha por su novio, amante o simple enamorado,
en forma que implica un cierto grado de complicidad: (<Fulana, ¿cómo está
el tercio? ¿Ya se decidió?».
Una forma muy común en Venezuela de dirigirse a
determinadas personas, generalmente menores en edad, es la de decirles hijo
o hija, contrayendo el vocablo con el posesivo: m 'hijo, m 'hija, que con
frecuencia se escribe como una sola palabra: mijo, mija. Esta fórmula abarca
muchos matices. Es, desde luego, cariñosa, cuando uno la emplea para
dirigirse a quien efectivamente es su descendiente, u otra persona de nuestro
especial afecto, bien sea en actitud de aconsejarla, de indagar cómo se en­
cuentra o para saber de otras personas, incluso cuando se trata de reprender­
la o de reclamarle por algún comportamiento inadecuado, pero siempre
dentro de un contexto afectuoso: «Mija, ten cuidado, no puedes precipitarte.
23

Antes de decidirte piénsalo biem. ((¿Qué hay, mijo, cómo están por
allá?». ((¡Qué es eso. mija, usted no ve que su comportamiento no es propio
de una señorita decente?».
Pero esta fórmula también puede emplearse en circuntancias
diferentes, como cuando. por ejemplo, nos dirigimos a otra persona en tono
imprecatorio. de rechazo. de reprimenda, siempre y cuando se trate, por
supuesto, de un interlocutor a quien. con razón o no. situamos en un plano
algo inferior al nuestro, en particular por la edad, aunque pudiera ser
también por otros motivos. de rango social, de jerarquía intelectual o de posi­
ción en el trabajo u otra actividad. etc.: ((¡Mira. mijo, cállate la boca, que tú
no tienes por qué meterte en lo que no te importa!». ((¡No, mija, eso si que no!.
Yo no le acepto ni a usted ni a nadie que me falten el respeto». (<¡Mija,
¿qué te crees tú? Que mi casa es pila de agua bendita para que cada quien
se lleve lo que le dé la gana. ¡Qué va. mija!». Obsérvese en este último ejem­
plo la repetición del vocablo expresivo, lo cual es frecuente.
Es común también que la fórmula se emplee en diminutivo: «No. mijito,
eso si que no». ((Mijita, no se queje, que yo se lo advertí bastante, pero usted
no coge consejos». ((Mira, mijito, deja eso ahí, que eso no es tuyo!». En
estos casos el diminutivo paradójicamente acentúa el concomitante psico­
lógico, de afecto o de rechazo, con que empleamos la fórmula expresiva.4
Aparte de las fórmulas de tratamiento, es también muy rica
la manera de referirse el venezolano a diversas actividades humanas. El verbo
curucutear, por ejemplo. que significa algo así como rebuscar. registrar
un lugar en busca de algo, hurgar en gavetas y cajones, etc., es de una gran
riqueza expresiva. Ha dado origen. además, a algunos derivados: curu­
cuteador, curucuteadera. Su uso es muy general, tanto entre personas cultas
como entre quienes no lo son tanto, y aunque posee cierta fisonomía colo­
quial, no sería extraño oírla en un contexto académico.
Otro verbo de gran fueza expresiva es chalequear, en el sentido
de despreciar o no tomar en cuenta a alguien. estropearle un negocio o activi­
dad, entorpecer a una persona cuando está hablando con otra,
especialmente si está narrando algo. Se trata, por supuesto, de un uso meta­
fórico, pues parece obvio que chalequear, en sentido estricto, significa
agarrar fuertemente a alguien por el chaleco -o por las solapas del paltó o las
mangas de la camisa- y sacudirlo con violencia.
Con la palabra chambonada nos referimos a un trabajo o
actividad realizados de manera tosca o defectuosa. y chambón se le dice a
quien suele hacer las cosas de esa manera. Chanchullo, a su vez. es la
trampa, trácala o artimaña aplicadas sobre todo en cierto tipo de actividad,
como los negocios o la política. En este último caso se usa especialmente

4 Sobre el tema de las fórmulas de tratamiento en Venezuela V el libro de Aura Gómez de


Ivacherski_ Lenguaje Coloquial Venezolano_ Universidad Central de Venezuela Caracas; 1969
24

para referirse al fraude electoral. Chanchullero es quien suele hacer


chanchullos. Por supuesto, no es inusitado que el chanchullero resulte un
chambón aun en el chanchullo, es decir, que practique el chanchullo
en forma burda, torpe, fácil de detectar.
Con el verbo dar hay un conjunto de frases expresivas de
gran riqueza connotativa. Dar julepe, por ejemplo, es trajinar mucho, bien sea
dicho en forma genérica: ((Ese muchacho está todo el día dando julepe y
cansa a cualquiera ...»; bien sea referido a una cosa en particular: «Tú le das
mucho julepe a ese carro, y no te va a durar». Pero también se puede
dar la cara, es decir, hacerle frente a las situaciones adversas sin temores ni
vacilaciones. O dar el pitazo, que significa avisarle a alguien sobre algo
acerca de lo cual deba ser alertado. Y hay quienes saben dar en la vena del
gusto a otras personas, así como también los que gustan de darse bomba,
es decir, hacer alarde de lo que se es o se tiene, o, peor aún, aparentar lo que
no se es o no se tiene.
Algo parecido a esto último se expresa también con el verbo
echar. Éste suele emplearse solo, pues por sí mismo puede dar ya la idea
que se quiere expresar: «Ese tipo siempre se la anda echando... )). A
semejantes personas se les dice, precisamente, echones: «Ese tipo es un
echón ... )). Pero puede usarse también el verbo con su correspondiente
complemento, y en tal caso se acostumbra emplear la forma pronominal, y
con un enclítico en plural: «Echárselas de bonita... )>; «Echárselas de
gran cosa», o ((de gran cosota... »; ((Echárselas de rico ... », o ((de millonario»;
((Echárselas de sabiohondo», etc. De todas ellas la más expresiva,
seguramente, es «Echárselas de sabroso... )), aplicable en tono recriminatorio
a diversas situaciones.
Muy rico y variado es también el conjunto de expresiones que
usamos los venezolanos para referirnos a los estados de ánimo. Acoquinarse,
por ejemplo, o estar acoquinado, indica que se está inhibido, acobardado
o temeroso de algo. Una variante de esta situación se representa con el verbo
atortojarse, más específicamente referido al modo de hablar balbuceante
o entrecortado, por temor u otro sentimiento parecido. Si no es temor o miedo
lo que se siente, sino tristeza, se dice entonces que se está apolismado.
Y si se trata de una especie de deslumbramiento o de embeleso más o menos
pasajero, se emplea ambilado. Embullarse, estar embullado o embullar
a otra persona es aplicable al entusiasmo que nos embarga en un momento
dado, y que generalmente es pasajero, o en todo caso no muy estable ni
duradero, o al que se trata de insuflar en alguien con un determinado propósi­
to. Endomingarse y endomingado, a su vez, pueden tenerse como
sinónimos de enfiestarse y enfiestado, aunque también suelen referirse sólo
al atuendo que se carga o a la manera como va «arreglada!) una persona
en un momento dado.
25

El mal humor, la preocupación y otros sentimientos


análogos se señalan con diversas expresiones: amarrar (o arrugar) el ceño,
amarrar (o arrugar) la cara, tener cara de acontecido, tener cara de
circunstancia, fruncir el ceño, etc. También en estos casos, cuando se trata de
un mal humor inusual en una persona, suele decirse que se le atravesaron
los apellidos, con mención de cada uno o no ((( ... se le atravesó el Pérez con el
González... »), o el apellido, en singular.
Es muy abundante y pródigo en matices el uso metafórico
de vocablos y otras expresiones. La palabra aguacero, por ejemplo, se emplea
con gran libertad para referirse a la abundancia de algo. De una persona
a quien le dieron una golpiza, por ejemplo, puede decirse, según como haya
sido el suceso, que le dieron un aguacero de golpes o de palos. También
pudo ser un aguacero de insultos. El que ganó en la lotería o en las carreras
de caballos, recibió un aguacero de real. En una fiesta muy rumbosa hubo
un aguacero de caña, o de aguardiente. También las palabras bárbaro y bar­
baridad solemos usarlas en forma metafórica. Una barbaridad puede ser
muchas cosas, además de una salvajada. Puede usarse, por ejemplo, como
interjección, ((jÜué barbaridad!», con muy diversos contenidos expresivos:
de asombro, de admiración, de protesta, de disgusto, de indignación... Una
barbaridad, sin valor propiamente de interjección, pero sí de calificativo,
puede indicar abundancia de algo, a la cual lo mismo podemos referirnos ne­
gativamente que en forma positiva, y aun de admiración. Una desgracia,
un cataclismo, una calamidad social pueden ser calificados de barbaridad.
Pero también podemos llamar barbaridad al récord asombroso establecido
por un atleta, a la enorme cantidad de votos obtenidos por un candidato o por
un partido político o a la hazaña de una persona en la realización de una
determinada actividad. En cuanto al adjetivo, bárbaro, sirve igualmente para
indicar muchas cosas. Bárbaro es, por supuesto, un acto salvaje, atroz,
despiadado; pero también puede serlo el enorme talento demostrado por un
científico, un artista o un político; la majestuosidad de un edificio;
la suntuosidad de una vivienda, la belleza de una mujer, etc: ((Fulano tiene
un talento bárbaro... »; ((El edificio de la esquina quedó bárbaro>); ((La
mansión de Fulanita es bárbara,); ((La Mis Venezuela de este año es de una
belleza bárbara)).
Dentro de estos usos metafóricos de ciertos vocablos es
asombroso el caso del adjetivo rico. Lo usamos, desde luego, en primer lugar
en su sentido recto, para calificar a una persona, una familia o un país
que poseen muchos bienes de fortuna. Pero a partir de allí sirve para calificar
las más disímiles realidades. Ricos, por ejemplo, pueden ser el frío o el
calor; rica, y hasta riquísima, pueden estar una comida, un postre, una bebi­
da; rica puede ser la forma de hablar, de bailar, de caminar, de besar o
de hacer el amor una persona; rico puede ser el estilo de un escritor; una fies­
ta, un paseo, un viaje pudieron haber estado ricos... Arturo Uslar Pietri, en
26

una preciosa crónica sobre la ciudad de Coro, al referirse a las antiguas


casonas de su zona colonial dice: «Como hermosos arcones labrados, llenos de
rica sombra y dorada paz, se alzan allí las antiguas casas a lo largo de la
calle».5 En esta frase se percibe muy bien el valor metafórico del vocablo rico:
en aquella ciudad, de clima particularmente cálido, la sombra es esca-
sa y deseada con vehemencia, por lo que se asemeja a la riqueza material.
Parecido valor metafórico tiene también entre nosotros el adje­
tivo sabroso. Este vocablo deriva de sabor, que a su vez procede del vocablo
latino sapor, oris, que en Latín significa sabor. Sabroso, en Castellano,
es una contracción de saboroso, y se refiere a lo que tiene buen sabor, lo que
agrada al gusto. Pero en la práctica usamos el adjetivo sabroso práctica­
mente para todo, para calificar tanto cosas materiales, como objetos inmate­
riales. Sabrosa es, así, una comida, una bebida, una golosina, cualquier
cosa que guste al paladar. Mas también puede ser sabrosa la manera de ha­
blar, de escribir, de bailar, de caminar, de besar, de acariciar, de hacer el
amor una persona ... Todo lo que podemos calificar de rico, según ya vimos,
admite también la calificación de sabroso. Sabrosa puede ser la cama donde
se duerme, la butaca donde nos sentamos a ver televisión, el lugar donde
nos encontramos, el momento en que nos hallamos, el libro que leemos, la
compañía que nos rodea, la vida que llevamos... Un personaje de Doña
Bárbara, de Rómulo Gallegos, le dice a otro: «-De aquí al paso del Bramador
es nada lo que falta y allí sí que hay un sesteadero sabroso». Con este
adjetivo la capacidad de calificación es aún mayor. De él, además, hemos
formado muchos derivados: sabrosísimo, sabrosito, sabrosote, sabrosón,
sabrosamente, sabrosazo... Algunos de éstos se emplean comúnmente con
una connotación irónica o sarcástica. El mismo personaje de Doña Bárbara
antes mencionado dice, en otro pasaje de la novela, lo siguiente:
«-Bueno. Ya estamos llegando al palodeagua. Y ya sudé mi calentura. Lásti­
ma que se me haya quitado. ¡Sabrosita que estaba!».
Hay muchos otros usos metafóricos muy comunes en el habla
venezolana. De una persona envanecida por algún motivo real puede decirse
que se la han ido (o subido) los humos a la cabeza, o simplemente que se
ha enfermado: «A Fulano desde que lo nombraron ministro se le fueron los
humos a la cabeza». «A ese tipo el cargo lo enfermó. Desde que lo nombra­
ron director está insoportable». Enfi.ebrarse significa entusiasmarse de pronto,
y casi siempre de modo pasajero, con algo o con alguien. Enfi.ebrado,
por supuesto, es la persona que se halla en ese estado. Y fi.ebroso se aplica
a quien con demasiada frecuencia se comporta de ese modo.
Metafórica es también la frase cohete quemado que se emplea a
menudo para referirse a un hombre casado, que, no obstante, suele enamorar

5 Arturo Uslar Pietri: «El viento en Corol>. En: Obras selectas. EDIME.
Madrid-Caracas; 1.967. p. 1.433
27

a las mujeres, es decir, calentarles las orejas a éstas. Y también lo son


frases como tener a alguien comiendo en la mano, o tener a alguien amarra­
do corto, con las que nos referimos a las personas que están demasiado
sumisamente sometidas a otras. especialmente los hombres a las mujeres.
Son cuantiosas también las expresiones con las cuales
nos referimos a determinadas situaciones generales Un batiburrillo, por
ejemplo, puede ser un montón de objetos en desorden, pero también puede
ser una situación general de desorden entre personas. Ambas nociones·
se expresan también con los vocablos alboroto, bochinche, bullicio, despelote,
galleta, carato, rebulicio, berrinche, rollo, berenjenal, zaperoco, maraña,
etc. Algunos de estos vocablos dan origen a sus correspondientes verbos:
embochincharse, engalletarse, encaratarse, emberrincharse, enrollarse,
enmarañarse...
Para referirnos a situaciones generales confusas. peligrosas,
defíciles, bien ya en proceso, bien a punto de producirse, empleamos asimis­
mo expresiones como estar las cosas color de hormiga, no estar la
masa para bollos, etc.
También las situaciones personales suelen dar origen
a expresiones muy peculiares. Estar en la carraplana significa hallarse en el
dolor, en la miseria, en situación deplorable. Lo mismo significa estar
ladrando. Parecidamente, estar como loro en estaca alude a una situación de
incomodidad. En cambio. estar como mono con huevo alude a la situación
regocijada y feliz en que se encuentra una persona por algo nuevo y favorable
que tiene o le ha ocurrido. Tener culillo, o enculillarse, es expresión muy
común, para referirse a quien tiene miedo, está temeroso por algo que pueda
ocurrirle. En el argot carcelario esta misma expresión define el estado de
melancolía o depresión que periódicamente invade al preso. De quien se aco­
barda inesperadamente se dice que se Je enfrío el guarapo. Y cuando algo
o alguien está en peligro, amenazado por uno u otro factor, suele decirse que
está en pico de zamuro. Una situación parecida se define igualmente con
la frase estar en tres y dos, que alude a un lance del juego de beisbol. De la
misma familia es la frase tener (o estar con) el cuarto lleno de agua, que
se refiere a una persona que se halla en situación desesperada. De un anciano
puede decirse que está mascando el agua, y si ya no está muy lúcido, a
juzgar por lo que dice o escribe, decimos que está ga-ga, expresión que, por
otra parte, solemos aplicar también a personas no tan viejas, pero que dan
señales de poca lucidez. El mal humor de una persona, o cualquier otro estado
de ánimo o comportamiento habitual que lo haga difícil de tratar puede
conducirnos a decir que está imposible.
A veces estas expresiones que definen situaciones personales
incluyen un ingrediente retórico, es decir, utilizan recursos como la metáfora,
la hipérbole, la metonimia, etc. Tal es el caso de la larga familia de
frases que aluden a estados personales con el verbo morir o con el participio
28

muerto: uno se puede morir o estar muerto de miedo, del susto,


de hambre, de sueño, de calor, de frío, de cansancio, de fastidio, de alegría,
de tristeza, de curiosidad, de angustia, de pena, de vergüenza, de dolor,
de ansiedad, de placer, de risa, de ganas ... Es muy frecuente también cons­
truir frases parecidas, de evidente contenido hiperbólico, con el verbo
reventar. Cuando decimos, por ejemplo, «Voy al baño, que ya me reviento ... »
(frase elíptica, pues se supone que callamos el sintagma complementario,
«... de ganas de orinarn), el verbo reventar se usa en forma hiperbólica, pero no
del todo ajena a su sentido recto, aunque sí con un valor metonímico,
pues lo que supuestamente está a punto de reventar no es la persona en su
conjunto, sino su vejiga, que es sólo una parte de ella. Pero cuando decimos
que alguien se revienta de la envidia, o de curiosidad, o de felicidad, etc.,
el verbo sigue teniendo un valor hiperbólico, al cual ahora se agrega un matiz
metafórico, no metonímico.
Un caso muy especial es el uso entre nosotros de
diminutivos, aumentativos y despectivos. No se trata tanto, en realidad, de
la abundancia de tales usos, como de las características de ellos. Más que
la cantidad, lo que se hace más notorio es la calidad con que empleamos esos
interesantes recursos idiomáticos. Un aumentativo, por ejemplo, que llamó
la atención del profesor Angel Rosenblat fue hembrón, usado comúnmente
para referirse a una mujer particularmente hermosa. En ese caso no es sólo el
aumentativo, que allí posee una cierta coloración vulgar, aunque de ninguna
manera rebaja su expresividad, sino el hecho de ser masculino y referirse,
no obstante, al sexo femenino. Se trata de un aumentativo masculino deriva­
do de un vocablo femenino. No deja de ser curioso, en efecto, que la califi­
cación de hembrota, en femenino, no tenga la misma fuerza expresiva, ni aun
la riqueza semántica del aumentativo masculino hembrón. Palabra que,
además, adquiere cierta tonalidad erótica, que no está implícita necesaria­
mente en el adjetivo hembra, de donde procede, pese a la connotación
sexual de éste.
Existe una curiosa correlación semántica entre el aumentativo
hembrón y su correspondiente diminutivo, hembrita. En efecto, en determi­
nadas circunstancias, y dentro de un determinado contexto, hembrita puede
sustituir cabalmente el valor expresivo y ponderativo de hembrón. Y es
de advertir que entre hembrón y hembrita la diferencia no siempre está dada
en razón de las dimensiones materiales de la agraciada. Es decir, lo mismo
podemos calificar de hembrón a una mujer de estatura no muy elevada,
y hasta mediana o baja, que de hembrita a una alta y espigada. Hembrita,
sin embargo, suele requerir el complemento de un calificativo adecuado,
mientras que hembrón se basta por sí solo. Pero de hecho son equivalentes,
significan ló mismo y pueden emplearse en las mismas circunstancias.
Con todo, lo más curioso es que el aumentativo, en este caso específico,
requiere del masculino, mientras que hembrita sólo admite el femenino.
29

Un caso parecido es el de los vocablos bombón, bomboncito


y bombonsote, aplicados a una determinada mujer. Comencemos por advertir
que bombón no es, como pudiera creerse, un aumentativo. Bombón
es palabra de origen francés, y se forma, al parecer en el lenguaje infantil,
por reduplicación de la palabra bon, que en ese idioma significa bueno.
Es común entre nosotros, en un contexto coloquial o familiar, llamar bombón
a una mujer bella, hermosa y muy atractiva. A partir de allí puede pasa�se
a llamarla bomboncito o bombonzote, según las características específicas
de la así calificada, sin que éstas tengan que ver necesariamente
con la estatura y demás dimensiones físicas de la mujer de quien se trate.
Los aumentativos en -ata, por otra parte, poseen a veces una
connotación despectiva, aunque no es intrínseca de ellos. Decir de alguien,
por ejemplo, que tiene una narizota, o unas tetotas, puede implicar una no­
ción despectiva. Pero puede tratarse mas bien de una referencia humorística,
festiva y aun afectuosa. Así mismo, si de una jovencita decimos que «está
hecha una muchachota», o «una mujerota», no se trata de una burla, ni de un
señalamiento despectivo, sino mas bien de una expresión de asombro y
admiración. En este caso, además, tampoco se expresa necesariamente una
referencia cuantitativa directa, pues puede tratarse de una niña de baja
estatura y delgada de cuerpo, que no obstante ha crecido mucho desde la
última vez que la vimos.
Otras veces un aumentativo en -ate u -ata puede contener
otros tipos de referencias subjetivas. Decir de alguien, pongamos por caso,
que ((tiene un carrote» o (mna casota» puede conllevar un sentimiento de
admiración, de envidia o de crítica. En este último caso talvez implique una
sospecha de corrupción o de que se trata de bienes mal habidos.
En el caso de los diminutivos, la riqueza expresiva es igualmente
variada. Dejando a un lado el uso frecuente del diminutivo en los
nombre propios, hallamos muchos otros casos dignos de observar. Es muy
común la gradación de los diminutivos, como buscando precisar mejor
lo que con ellos se quiere significar. Es muy clara, por ejemplo, aunque sólo
por vía intuitiva, la diferencia entre un poco, un poquito y un poquitico.
Decimos que la diferencia es más que todo intuitiva, porque de hecho es muy
difícil establecer la distinción entre esas tres nociones en términos
exactos de medición. Igual ocurre con chico, chiquito, chiquitico y chiquirri­
tico o chirriquitico.
Curioso es el uso del diminutivo en adverbios de tiempo y
de lugar. Aunque a veces puede ser muy sutil, siempre es clara la diferencia
entre temprano y tempranito, o entre de mañana y de mañanita,
de tarde y de tardecita, de noche y de nochecita. Igualmente es muy signifi­
cativa la distinción entre más allá y más allaíta. O entre cerca, cerquita
y cerquitica. O, finalmente, entre ahora, ahorita y ahoritica.
30

Cuando los diminutivos se usan en adjetivos, ocurre a veces


que, paradójicamente, el diminutivo, en vez de disminuir o atenuar la noción
calificativa del adjetivo, mas bien la aumenta. Así ocurre con claro
y clarito. Cuando decimos que algo «está clarito», le atribuimos un grado de
claridad mayor que cuando decimos que «está claro». Parecidamente
ocurre con otros adjetivos: todito es, o da idea de ser más que todo; solito es
más que solo; apuradito es más que apurado. En cambio, cuando
decimos que alguien «está mejorcito», el diminutivo sí expresa su sentido
propio, de disminución o atenuación de una medida, puesto que mejorcito es
menos que mejor. Así mismo ocurre con el sustantivo alguito,
que es menos que algo.
También con adjetivos, el diminutivo puede servir para
expresar determinados sentimientos, en los cuales no se percibe nítidamente
la noción cuantitativa, es decir, la idea de disminución. Es lo que ocurre
cuando le aplicamos a alguien el calificativo de pobrecito: « ¡Pobrecito Fulano,
cómo estará sufriendol». Aquí no empleamos el diminutivo con una
noción de cantidad, de disminución, sino como expresión de un sentimiento
más rico en contenido que el expresado con el simple adjetivo pobre.
Es decir, en este caso transferimos la noción cuantitativa del significado de
la palabra -pero invirtiéndola para hacer que aumente, y no que disminuya,
su contenido semántico- al sentimiento que con ella expresamos.
Lo común, y hasta cierto punto lógico, es que los aumentativos y
diminutivos correspondan sólo a los sustantivos y los adjetivos. Sin
embargo, entre nosotros es común que se los apliquemos a otros vocablos, en
los cuales la noción de cantidad o dimensión no está presente, o al menos
no de manera explícita y notoria. Tal ocurre, como ya vimos, con algunos ad­
verbios (tempranito, allaíta, cerquita, ahorita, etc.). Pero lo mismo ocurre
con ciertas formas verbales, como el gerundio, que muchas veces usamos en
forma diminutiva. En un pasaje de Doña Bárbara, la novela antes citada
de Rómulo Gallegos, un personaje termina de contar un episodio con estas
palabras: «-Yo lo que hice fue arrimarle la lanza. Lo demás lo hizo
el difunto: él mismo se la fue clavandito como si le gustara el frío del jierro».
Muy ricas y variadas son también las expresiones que se refie-
ren a la relación amorosa, sea que contenga explícitamente su natural conco­
mitante erótico o no. Verbos como amapucharse, apurruñarse, jamonearse,
rascabuchear y muchos otros, aluden a diversas actividades de este tipo.
De muchos de ellos derivan otros vocablos, casi siempre sustantivos y adje­
tivos: amapuche, apurruñado, apurruñadera, jamoneadera, rascabucheo,
rascabuchadera, etc.
Son igualmente variadas las expresiones que se refieren a
los estados de reposo y similares de las personas: achantado y achantarse;
empantuflado y empantuflarse; enchinchorrado y enchinchorrarse;
guindado y guindarse...
31

De igual modo hallamos un curioso y abundante léxico


referente al consumo de bebidas alcohólicas. Éstas, en primer lugar, reciben
diversos nombres genéricos: aguardiente, bebida, trago (en singular),
tragos (en plural), caña, cañadonga, copas, palo (en singular), palos (en plural),
palitroque, vino, miche, etc. Al acto de consumir dichas bebidas se le dice
también de diversos modos: beber, tomar, empinar el codo, rajar caña, rajar
aguardiente, echarse los tragos, echarse los palos, libar, etc. El estado
de embriaguez puede ser rasca, borrachera, curda, pea, mona... Quien se
halla ebrio puede estar rascado, borracho, peo, curdo, jumo, cipoteado, zara­
taco. .. Algunos de estos nombres se emplean según sea el grado de la
embriaguez. La cantidad que se bebe de una sola vez puede ser un trago,
un lamparazo, un chinchorrazo, un buche... Si son muchos los tragos
tomados, se habla de una palazón. El malestar físico, y a veces moral, que
se siente después que pasan los efectos de la embriaguez se llama ratón,
y la acción de padecer o de ir sintiendo progresivamente ese malestar
es ematonarse. Para aliviarse de tal situación es necesario sacarse el ratón,
para lo cual, según aconsejan los expertos, no hay nada como el recurso
homeopático de echarse otro trago, preferentemente de cierto tipo de bebida,
como la cerveza o la ginebra.
El dinero también admite diversidad de nombres.
Genéricamente, el dinero puede llamarse plata, cobres, churupos, real, etc.
Si es abundante puede ser un realero, y de quien lo posee en esa medida
puede decirse que tiene la plata hereje o que está podrido de real.
Se usan así mismo con frecuencia expresiones cuyo contenido
semántico, muy vago e impreciso, permite emplearlas como verdaderos co­
modines idiomáticos, que sirven en las más variadas ocasiones, incluso
para señalar objetos cuyo nombre se desconoce. Tal sería el caso de la palabra
corota, que designa cualquier cosa en el habla venezolana. Se puede,
así, tener la casa llena de carotas inútiles; recoger unos carotas en el automer­
cado; arreglar los carotas de la oficina; cuidar los carotas de limpieza, para
que duren; tener una muela careada hecha un corota, y hasta exclamar ¡Adiós
carotas... ! para indicar asombro, sorpresa, alegría, disgusto, duda, rechazo,
etc. Querer ponerle la mano al corota significa que se quiere ser presidente
de la república, sea por elecciones o por otros medios. Muchos carotas
son una corotera. Y es famosa la Corototeca de Caremis, preciosa colección
de fotografías y objetos tradicionales de la vieja Caracas, reunida y
conservada pacientemente por el periodista Carlos Eduardo Misle (Caremis).
Sinónimos de corota pueden ser cachivache y perete, a menudo usados
con el mismo significado y en idénticas condiciones. Cachivache, sin embar­
go, tiene un uso más restringido, pues se emplea casi exclusivamente para
designar objetos o carotas viejos, ya inservibles o poco útiles.
Comodines de este mismo tipo son de igual modo bicho, que
generalmente se refiere a animales y toda clase de alimañas, pero lo mismo
32

puede usarse para designar objetos diversos; guarandinga, que puede


referirse tanto a objetos como a situaciones; broma, también utilizado tanto
para designar objetos como situaciones, etc.
Muy interesantes son las expresiones específicamente
ponderativas, que abundan en el habla venezolana. El vocablo palo designa
un trozo de madera en bruto, sin desbastar; también un trago, es decir,
una determinada porción de alguna bebida alcohólica cualquiera, como ya se
ha visto, y un golpe dado con un bastón u otro objeto similar. Pero curiosa­
mente entra también en la composición de diversas frases ponderativas, de
exaltación de determinadas cualidades -positivas o negativas-, a veces
utilizadas además con valor exclamativo, como palo de hombre, palo de agua,
palo de rasca, palo de mujer, palo de discurso, palo de universidad, palo
de carro, palo de traje, palo de peinado, palo de lección, palo de novela, palo
de película, palo de fiesta, palo de rey, palo de presidente, palo de robo,
palo de fraude, palo de chanchullo... Todas estas frases pueden construirse
también con el vocablo tronco, como sinónimo de palo.
Finalmente, son frecuentes también en el habla venezolana las
expresiones sentenciosas, frases de contenido refranesco usadas en las más
diversas situaciones. De este tipo son gallo es gallo «manque¡¡ ponga,
jefe es jefe aunque tenga cochochos, la soga revienta por Jo más delgado, para
atrás ni para coger impulso, chivo que se devuelve se esnuca, un solo palo
no hace montaña, la luna no es pandehorno aunque la veas redonda, por más
que se contonee siempre se Je ve el bojote, chivo no sube palo ni que le
pongan horqueta, etc.

IV
Como se ve, pues, es muy rico y variado el acervo expresivo del venezolano.
Hemos examinado sólo una pequeñísima muestra, sacada a su vez de la
muestra un poco mayor, pero tampoco exhaustiva, que presentamos en este
libro. El propósito de este análisis visiblemente incompleto no ha sido
sino el de ayudar al lector a comprender, valorar y utilizar ese rico acervo
expresivo, a través de la muestra desplegada en el libro. De ese modo,
no sólo podrá enriquecer su conocimiento del idioma que hemos tenido la
suerte de heredar de las generaciones pasadas, y sacarle así el mayor pro­
vecho, sino también contribuir él mismo, a su vez, a enriquecer dicho idioma.
Nuestra lengua, como todas las demás, tiene la propiedad de irse transfor­
mando, y aun gastándose, a medida que se usa. Pero esa transformación, y
aun ese desgaste, no tienen por qué ser destructivos, sino que, por lo
contrario, pueden ser al mismo tiempo enriquecedores, si el uso que se hace
del lenguaje es razonable y consciente. Para ello es imprescindible cono-
cer bien el idioma propio, no necesariamente en un nivel técnico, gramatical,
científico, propio de los especialistas, sino mas bien en el sentido de
33

tener con él una relación de familiaridad, poseer de él el conocimiento


que da el trato frecuente, afectuoso y considerado. El propósito de este libro
es ése, ayudar al venezolano común y corriente a conocer un aspecto
muy importante de nuestro idioma común.
Finalmente, creemos nuestro deber, que cumplimos además con
el más alto sentimiento de justicia, cerrar estas páginas introductorias
trayendo a ellas el nombre y la figura esclarecida del profesor Manuel Pérez
Vila, quien en los inicios del proyecto tuvo una decidida y entusiasta
participación, que despiadadamente la muerte redujo apenas a los primeros
pasos. No obstante lo cual, o quizás por ello mismo, siempre estuvo, du­
rante los trabajos del equipo, presente en nuestras conciencias, como si en
realidad siguiese participando, con su juvenil y perenne entusiasmo,
en nuestras labores.

Alexis Márquez Rodríguez


Caracas, agosto de 1.993.
MUESTRARIO DE
VOCES Y FRASES EXPRESIVAS
DEL HABLA VENEZOLANA
37

Advertencia

Queremos y estimamos un deber advertir que este trabajo no se ha


escrito para los especialistas de la lengua: gramáticos, lingüistas, semiólogos,
semantistas, lexicógrafos, etimologistas, etc. No es éste un libro técnico
ni científico, ni, por tanto, para técnicos ni científicos. Es mas bien un libro
de divulgación, dirigido primordialmente al público profano en
relación con las ciencias del lenguaje. Si cumplido este propósito el libro sirve
también, en alguna forma y medida, por pequeña que sea, a los especialis­
tas y científicos de la lengua, eso colmará nuestra satisfacción.
Debemos advertir, para conjurar de antemano posibles malentendi­
dos, que las voces y frases expresivas que examinamos en este libro
no son, todas, exclusivas del habla venezolana. Muchas de ellas, talvez una
mayoría, son compartidas con otros pueblos hispanohablantes, hermanos
de lengua y en muchos otros sentidos. Algunas, incluso, son castizas del Es­
pañol. De éstas, unas cuantas se conservan en la Península, o en deter­
minadas regiones de España, mientras que otras tantas han sido olvidadas
por los españoles, pero subsisten en uno o varios países de Hispanoamérica.
Muchas de las expresiones contenidas en el muestrario son hoy de
poco uso, e incluso algunas han dejado de usarse, aunque fueron muy comu­
nes en el pasado. Las hemos incluido por diversas razones, entre ellas
porque casi todas poseen una indiscutible belleza, y nos pareció útil que los
venezolanos de ahora y del futuro las conozcan, e incluso que, en lo
posible, puedan revivirlas.
Hemos procurado dar, no de todas las expresiones
registradas, como hubiera sido nuestro deseo, pero sí de una buena parte,
sus equivalentes en otros países hispanoamericanos. Ello lo hicimos
inspirados en lo que podemos considerar el lema bajo el cual se concibió esta
obra, en el círculo de los directivos y personal de la Fundación Polar,
que, en un gesto que nos honra y enaltece su generosidad, nos encomendó
la dirección del proyecto «Para comprendernos mejor». La idea es
divulgar entre los lectores venezolanos, poniendo juntas una buena muestra
de ellas, no sólo las formas de expresión que les son propias, sino también
las que de forma equivalente se emplean en los países hermanos. Y,
correlativamente, divulgar entre los lectores del resto del Continente los mo­
dos peculiares del habla expresiva de sus hermanos venezolanos. Nuestro
propósito era dar dichas equivalencias en todos los registros de la muestra, y
las correspondientes a todos los países hispanoamericanos, e incluso
en España. Con tal fin escribimos a numerosos especialistas e investigadores
de todos esos países, sin escatimar posibles gastos, pero sólo recibimos res­
puesta y la ayuda solicitada de tres de ellos: Manuel Daneman (Chile),
Celso Lara (Guatemala) y Luis Enrique Rodríguez (Cuba), a quienes agrade­
cemos su colaboración. Esta ayuda, invalorable, tuvo que ser completada
38

mediante encuestas realizadas entre naturales de varios de esos


países residentes en Venezuela. Este recurso fue muy útil, pero no suficiente.
Además, en muchos casos tropezamos con el hecho de que los encuesta­
dos llevan bastantes años fuera de sus países de origen, y por ello no están al
día en los cambios que este tipo de material lingüístico, más propio del
lenguaje coloquial que de otras formas de expresión, han experimentado en
esos años que ellos llevan lejos de sus países. Y como también esta ayuda
resultaba necesariamente incompleta, apelamos por último a obras literarias,
especialmente del género narrativo, que suelen ser una buena fuente
de información al respecto, y a algunos diccionarios de americanismos y de
voces regionales y nacionales. De ese modo logramos ampliar un poco más
el registro de equivalencias de nuestras formas expresivas en otros pueblos,
aunque siempre en medida mucho menor de lo que quisimos y nos pro­
pusimos inicialmente. Abrigamos la esperanza de que la investigación que
condujo a la elaboración de este libro pueda continuarse, para dar así, en
un futuro que ojalá sea cercano, una obra más completa y acabada, de la cual
lo que hoy presentamos sería un anticipo. Estamos convencidos de que el
conocimiento de este libro en otros países, así como la valoración del esfuerzo
que en él se refleja, facilitarán que otros colaboradores extranjeros nos brin­
den más adelante la ayuda que en esta ocasión no obtuvimos, y podamos así
integrar un gran equipo de trabajo de naturaleza internacional, con miras
a extender los límites de esta obra todo cuanto sea posible y conveniente.
Debemos advertir, finalmente, que el registro de voces y
frases que aquí damos no es exhaustivo. Ni siquiera puede considerarse com­
pleto. Ello hubiese sido imposible, y nunca nos lo planteamos. La riqueza
expresiva del venezolano es de tal magnitud, que llevaría muchos años el in­
tento de levantar un inventario total de ese tipo de palabras y frases, con
la seguridad de que nunca sería realmente completo. Por ello adoptamos
en el título de este trabajo la idea de muestrario. Se trata precisamente de
eso, de una muestra. Creemos que es bastante representativa, pero muchos
lectores echarán de menos numerosas expresiones que hubiesen deseado
encontrar en estas páginas. Quizás les consuele saber que nos resutó muy
difícil la selección definitiva, porque ello significaba tener que prescindir
de mucho del material recopilado, ya que, además de lo dicho, teníamos un
límite preestablecido, que de todos modos procuramos estirar lo más
posible. En todo caso, este trabajo es un ensayo, que tal vez podamos ampliar
y mejorar en un futuro no lejano.

A.M.R.
39

Abreviaturas utilizadas

Amér. Central: América Central


Arg.: Argentina
Bol.: Bolivia
Col.: Colombia
DRAE-93: Dicionario de la Real Academia Española, edición 1993
Ecuad.: Ecuador
Guat.: Guatemala
Hond.: Honduras
Id.: Idem
Méx.: México
P. Rico: Puerto Rico
Parag.: Paraguay
R. Dom.: República Dominicana
tb.: También
Urug.: Uruguay
V. tb.: Véase también
V.: Véase
V en.: Venezuela
41

A juro
A la fuerza; obligado: «A él le gusta que uno haga las cosas
a jurOJJ. «Les pidieron la casa y tuvieron que mudarse a jurOJJ. «Aunque usted
no quiera, voy a hacer que me obedezca a juroJJ. «Ese tipo me tiene fas­
tidiada; pretende que Jo quiera a jurOJJ. «Barrio a juro11 llaman en Caracas y
otras ciudades venezolanas algunas barriadas de gente muy pobre, forma­
das aluvionalmente, en forma desordenada y sin planificación, con viviendas
de materiales deleznables, muchas veces cartones y otros
productos de desecho.
Arg: de prepo ((Tengo que estudiar de prepo». <ffengo que irme de prepo»
Cuba: a la cañona: «Tú pretendes que el niño estudie música a la cañona».
Ecuad.: de ley: «De ley tengo que estudiar, porque mañana tengo examern>.
Guat.: a puro título «A puro título él quiere quedarse con los libros».
A la pura lucha: «Fulano está empeñado en que lo quiera a la pura lucha»
También: a la pura reata, a puro tubo, a puro huevo, a tío lucho.

A patadas
Expresión ponderativa, para indicar la abundancia de algo:
«Fulano es muy rico; tiene la plata a patadaSJJ.
Arg , Cuba, Ecuad., Guat.. : Id. En Guat. se dice también a puño, a puñadas,
a puñadas los montones: «Si querés conocer patojas (muchachas
callejeras, golfas: Morínigo), andá a la Sexta Avenida y las encontrás a puña­
das». «Los hijos de los españoles se quedaron con oro y plata a puñadas
los montones»

A todo trapo
A todo tren; a todo dar; con ostentación: «La hesta fue a todo trapOJJ
«Él no se para en gastos; las cosas de él son a todo trapOJJ. «Fulano amuebló
su casa a todo trapo}}.
Observación: Esta expresión, de uso general en la lengua
castellana, se relaciona con la marinería, y hace referencia a los buques de vela
Navegar a todo trapo significa navegar a gran velocidad, con las velas (trapos)
desplegadas. Lo pecullar del habla venezolana es la extensión semántica de la frase,
para referirse no tanto a lo que se hace velozmente, smo mas bien a lo que se
hace con lujo y ostentación.
Arg., Chile, Cuba: Id. En Cuba se usa pero sólo referido al buen vestir, o a
situaciones que se relacionen con el mismo: «Fulanita se vistió a todo
trapo>>. «Todo el mundo andaba muy elegante; fue una fiesta a todo trapo».
Guat : a toda madre, a toda mecha.

Abrirse como un paraguas chino


Se usa para referirse a la acción generosa, espléndida, y eventualmente
dispendiosa de una persona: «La fiesta estuvo muy buena.
42

Les debe haber costado un realero. Esa gente se abrió como un


paraguas chino...». «Ese tipo se volvió Joco. Se abrió como un paraguas
chino y empezó a botar la plata... )}.

Acoquinado, a
Apocado, asustado, inhibido: «A ese pobre hombre, entre la mujer y
la suegra lo tienen todo acoquinadoJJ. «La muchacha se la pasa acoquinada,
con ese marido tan violento y alboroadorn.

Acoquinar
Asustar, provocar apocamiento e inhibición en otras personas: «A tí te gusta
acoquinar a los demás, pero a mí no me metes miedOJJ.

Acurrucado, a
Se aplica a la persona o al animal doblados sobre sí mismos, con
el cuerpo encogido y como enrollado: «Ese niño debe estar enfermo, porque
él, que es tan inquieto, se ha pasado todo el día acurrucado por ahf
«La gatica estaba acurrucada en un rincón». a

Acurrucar (se)
Doblarse una persona o un animal sobre sí mismo; encogerse como si fuera a
enrollarse: « ... Crispín Luz poseía como ninguno la energía de la paciencia, la
táctica del gato que se acurruca enfrente del agujero por donde irre­
misiblemente saldrá el ratóm. (Rufino Blanco Fombona: El hombre de hierro).

Achantado, a
Se dice de una persona que ha perdido el ánimo, que no hace lo
que debiera hacer, que no actúa: «Desde que Jo jubilaron está achantadOJJ.
«Ese tipo se la pasa achantadOJJ. «Fulana es muy floja; siempre está
achantadaJJ. V. también enchinchorrado, a.
Cuba, Ecuad.: Id. En Cuba se usan variantes como estar aterrillado,
tener o andar con el ánimo por el piso, estar por el piso.
Arg.: aplastado: ((Fulano está aplastado; no quiere estudiar».
Chile: chantado, a: «Llegó hasta jefe de sección, y ahí está chantado)),
«El caballo llegó hasta la mitad del camino y se quedó chantado)).
Guat.: de moco caído, con el moco caído.

Achantar (se)
Quedarse quieto en un lugar, sentarse, acomodarse, echarse a
descansar: «Él siempre llega muy cansado del trabajo, almuerza, y se achanta
por ahí un buen rato». «Él nunca me saca a pasear, ni a nada. Cuando
llega a la casa se achanta, y nadie Jo saca de ahíJJ. V. enchinchorrarse.
Chile, Cuba: Id.
43

Achicharrar (se)
Expresión hiperbólica para referirse al excesivo calor: «¡Qué calor!
Estoy desesperada. Aquí uno se achicharra de calorn.
Arg., Cuba, Chile, Ecuad., Guat.. : Id. En Cuba se emplea también el vocablo
para referirse a una persona que ha sido sorprendida en delitos contra
la propiedad pública o en el tráfico de drogas: «Fulano se achicharró...».
Igualmente es frecuente su uso con el sentido de volverse loco: «Fulano está
en el psiquiátrico; se achicharró de tanto pensar...».

Aguacero
Se usa con valor metafórico y ponderativo, para referirse a la
gran abundancia de algo: «La ti.esta estuvo muy buena; hubo un aguacero
de cañaJJ. (V. caña). «A Fulano la mujer le dio un aguacero de palosJJ.
(V. palo). «Ese tipo si tiene suerte: pegó la lotería y le cayó un aguacero
de rea]JJ. (V. real).
Chile, Guat.: Id: «He tenido un aguacero de problemas». El vocablo
aguacero se usa también en Guat. generalmente construido con el verbo
echar, con el significado de reprensión áspera y grosera, acom-
pañada de insultos: «El patrón les echó un aguacero a todos los empleados».
Cuba: lluvia, chorro, por tuberías: «La fiesta estuvo muy buena; hubo
ron por tuberías». «Fulano se sacó la lotería y le cayó una lluvia de pesos».

Aguaje
Apariencia; alarde que se hace de lo que no se es o no se tiene:
r1No Je tengas miedo, que ése es puro aguaje)).

Aguajero, a
Se dice del que alardea de lo que no es o no tiene; jactancioso:
«El Taita Cordillera ha sido siempre muy aguajero; pero es pura bulla, aparte
de hablar pendejadas, no llega a ninguna parteJJ. (Francisco Herrera
Luque: Boves el Urogallo.)

¡Ah caramba!
Expresión eufemística, sustitutiva de una exclamación que se
considera obscena. Puede denotar diversos sentimientos y estados de ánimo:
fastidio, admiración, disgusto, etc.: «¡Ah caramba!, ya empezó la llovede-
ra otra vezh!. «¡Ah caramba!, la cosa se puso buenaJJ. r1¡Ah caramba, señor'.
vamos a dejarlo de ese tamaño; mire que me está ofendiendo)).
Puede usarse también la palabra caramba sola, sin la interjección ¡ah!:
«¡Caramba con usted, si que fastidiah!.
Arg., Cuba, Chile, Guat., Urug.: Id. En Guat. se usan también como
equivalentes «¡ah la chucha!», «¡ah la gran chucha!». «¡ah la grandísima
babosa!», «¡ah la gran flauta¡» y varias más.
44

Ahorita
Diminutivo del adverbio de tiempo ahora. Se usa con el propósito
de enfatizar lo cercano de algo en el tiempo: «Espérelo, que él ahorita viene».
«Él salió; pero ahorita vuelve». « -
¿Cuándo ocurrió eso?-Ahorita;
acaba de ocurrirn. A veces se enfatiza aún más la idea de proximidad en el
tiempo, duplicando el diminutivo: ahoritica.
Aig., Cuba, Ecuad., Guat., Urug.: Id.
Chile: al tiro: «Le entrego su sombrero al tiro». «Estamos retardados,
vámonos al tiro».

¡Ah pues!
Expresión exclamativa, con la cual se indica diversidad
de sentimientos: fastidio, ironía, disimulo, etc.: «¡Ah pues, señor', deje
el fastidio, que ya me está cansando». «¡Ah pues!, ¿usted cree
que yo soy tonta para creerle todas esas cosas bonitas que me dice?11.

Alborotar el avispero
Provocar alarma, preocupación o cualquier otro tipo de reacción
semejante con una noticia, un hecho consumado, una determinada opinión
o cualquier otra causa: «Mira, vale, mejor te callas y no alborotes ese
avispero». «Ten cuidado, porque si alborotas ese avispero, nadie sabe lo que
puede pasa[)). 11-Una cosa es que usted Jo diga y otra que resulte verdad -
repuso ño Pernalete, sintiéndose acorralado en el nuevo desacierto, y después
de repetirle al cariacontecido juez: -Ya lo sabe, bachiller Mujica, ¡no me
alborote el avispero!11. (Rómulo Gallegos: Doña Bárbara).

Alcamunero, a
Persona alborotada, escandalosa, exagerada, novelera: «A mí Jo
que no me gusta de ella es que es muy alcamunera, por cualquier tontería
hace un escándalo11. V también arbolario, a.

Alegrón de tísico
Se usa para referirse a un alivio pasajero dentro de una situación
difícil, que despierta cierto optimismo, como si fuese una solución definitiva:
11-Estamos muy contentos porque me aumentaron el sueldo. -
Alegrón de tísico, mijito, ya tú verás que de aquí a unos días no te alcanza
para nada y quedas en la misma11.
Observación: El uso de esta frase expresiva se origina en el hecho de
que los enfermos de tuberculosis pulmonar (enfermedad que en un pasado no muy
remoto era casi incurable. un verdadero azote para los venezolanos, a
la cual se llamaba comúnmente tisis, y tísicos a los que la padecían) habitual­
mente experimentaban una cierta meJoría poco antes de un agravamiento
definitivo, que culminaba en la muerte del paciente
45

Alentado, a
Se refiere al buen estado de salud, especialmente a la mejoría de alguien
que ha estado enfermo: « - ¿Cómo están por aquí? -Alentados, gracias a
Dios». « ¿-Cómo sigue la enferma?-Ya está completamente alentada!!.

Alentar (se)
Sanar, curarse de una enfermedad: «Aquí estamos
todos bien. Tuvimos los muchachos con gripe, pero ya se alentaron, con
el favor de Dios)). «Otro soldado, dirigiéndose al moribundo; como si
el moribundo estuviera para chanzas, dijo, con somisa idiótica o malvada:
-Anda, buen mozo, aliéntate, para que sirvas a la Patria!!. (Rufino
Blanco Fombona: El hombre de hierro).
Hond., Méx.: Id.

Amapuchar (se)
Acariciarse con cierta vehemencia: «Como que están muy enamorados,
porque les encanta amapucharse todo el día!! . «Son unos descarados, andan
amapuchándose por todas partes... )).
Cuba: Babosear (se): «Esos se la pasan baboseándose...)).

Amapuche
Caricias y mimos abundantes y continuados, eróticos o no,
entre personas que se aman: «Se ve que están recién casados, porque todo
el día andan con sus amapucheS!!. «De todos mis hijos éste es el más
cariñoso y el que me trata con más amapucheS!!. «Lo que gozaba el negro
con los amapuches de Carmem (Guillermo Meneses: Canción de negros).
V. también arrumaco.
Cuba: guasabeo, matandile.
Chile: arrumaco: «Parece que están enamorados, porque se hacen
muchos arrumacos)).

Amarrar el ceño
Equivale a arrugar o fruncir el ceño, es decir, poner en el rostro
expresión de disgusto o de preocupación: «Cuando vi que papá amarró
el ceño, me dí cuenta de que no le gustó lo que le dije!!.
Arg: arrugar las cejas: ((Ya estás arrugando las cejas, mamá ... )).
Chile: fruncir el ceño.
Ecuad.: fruncir (se): «¿Y por qué te frunces ... ?)).
Guat.: fruncir el ceño.

Amarrar la cara
Se refiere a la actitud de alguien para enseriar algo, para llamar la atención
de otras personas acerca de la importancia o la gravedad de alguna
46

cosa; también para mostrar disgusto por algo: «Si el jefe no amarra
la cara nadie le hace caso». «¡Amarre la cara, amigo, para que Jo tomen en
serio/¡¡. «Cuando el tipo amarró la cara, me di cuenta de que las cosas
se estaban poniendo peligrosas». También se puede usar el participio pasivo
para indicar que alguien está en una actitud más o menos permanente de
seriedad o disgusto, real o aparentemente: «Ese tipo tiene la cara
amarrada; me da miedo». «No crean mucho en la cara amarrada de papá;
es pura apariencia».
Chile: torcer la cara; andar con la cara torcida.

Ambilado,a
Atontado, alelado, distraído: «Fulano, cuando vio aquella muchacha
tan bonita, se quedó ambiladOJJ. «Yo no sé qué le ocurre a esa muchacha, que
se la pasa ambilada todo el día».

Amigo el ratón del queso


Frase sentenciosa, con la cual se expresa desconfianza o incredulidad
en alguien que se presenta como amigo: «-Tenga confianza en mi. Usted
sabe que yo soy su amigo. -Amigo el ratón del queso. Yo no creo
mucho en esas amistades, pero ya veremos... !!.

Anticuco,a
Algo o alguien muy viejo; antiguo; anticuado:
«¡Pobre muchacha!, tan joven y tan bonita y con ese marido tan anticuco,,.
«Voy a tener que cambiar esta cama, que está muy anticuca,,.

Antiparabólico, a
Se usa para designar una persona a quien no le importa nada,
que no toma nada en serio, que no hace caso de nada: «Ese tipo es muy
antiparabólico. no le importa nada de Jo que pasa en el país,,.
«Tú eres demasiado antiparabólico; vives feliz, sin preocuparte por nada de
lo que ocurre a tu alrededon,. V. también parar bola.
Arg: parabólico: «No te comportés como un parabólico; tomá
las cosas en serio».
Chile: al lote: «Fulano es al lote, le da todo lo mismon. «Ese es al lote,
no tiene responsabilidad».

Año de la pera
Expresión para referirse a un tiempo remoto. Contiene un doble matiz
ponderativo y humorístico: «Mira, vale, eso fue en el año de la pera. Ahora
las cosas son distintas. Hay que modernizarseJ,. «La abuela es muy
buena conversadora, y echa unos cuentos buenísimos del año de la pera}}.
47

Apachurrado, a
Aplastado, destripado: «Mire, Fulana, estas papas no quedaron bien
apachurradas. Deles un poco más con el mazo». «El sombrero de Fulano se le
voló con la brisa, le pasó un carro por encima y quedó todo apachurrado!).
Su usa frecuentemente en sentido metafórico e hiperbólico: «Había demasia­
da gente. Yo estaba todo apachurrado en un rincórn!.
Cuba, Chile: Id.

Apachurrar
Aplastar algo, destripar: «Fulano tiene mala suerte: compró un carro
nuevecito, y al día siguiente se Jo apachurraron en un choque!! . «En el force­
jeo Jo habían apachurrado todo».
Col., Cuba, Chile, Ecuad., Guat.: Id.: «Esas papas hay que apachurrarlas
para hacer puré». En Cuba se usa también despachurrar, y muchas
otras expresiones equivalentes, como desguabinar, desmoñingar, des­
cuarejingar, desmameyar, despempigar y otras.

Apipar (se)
Comer y beber en exceso: «¡Cómo no se va a sentir mal, si se apipó
en el almuerzo de todo lo que pusieron en la mesah!. «Yo no sé cómo no están
más borrachos, pues se apiparon de cerveza en el botiquín de la esq1.1ina».

Apolismado, a
Entristecido, ensimismado, deprimido:
«A mí me preocupa ese muchacho. Se la pasa por ahí todo apolismadOJ!.
Col., Méx., P Rico: Se emplea el vocablo apolismado, pero con el significado
de enclenque, enfermizo.

Apurruñadera
Acción y efecto de apurruñar (V.):
«¡Quédate quieto, chico!; deja la apurruñadera, que nos están viendo!).

Apurruñado, a
Dícese de algo fuertemente apretado entre las manos: «Yo tenía la carta
apurruñada en la mano derecha. Menos mal que no me la vio». «Mira aquella
pareja que está toda apurruñada allá!).
Cuba: Id.
Chile: apuruñado, a.

Apurruñar
Apretar algo fuertemente entre las manos; abrazar una persona
a otra con fuerza y vehemencia, sobre todo entre individuos de diferentes
sexos. Aunque no es necesariamente una expresión erótica,
48

suele tener cierta connotación de ese tipo: «Yo había apurruñado los
billeticos en la mano, y por eso estaban muy ajados)). «Ellos como que están
muy enamorados, porque se la pasan apurruñándose)).
Observación: Según don Fernando Ortiz, apurruñar debe ser
una ampliación morfológica (epéntesis) del verbo apuñar (asir o tener algo
en la mano cerrada).
Col, Cuba: Id., especialmente en su acepción erótica: «Ella y su novio
se estaban apurruñando».
Chile: apuruñar: «Apuruñó todas las cartas y las guardó así como quedaron
en una caja».

Arbolario, a
Persona escandalosa, alborotada, aspavientosa, exagerada: «A Fulana
no hay que creerle mucho, porque ella es muy arbolaria>>. «Ese tipo es muy
arbolario; todo lo deforma y exagera))_ «A cual más arbolaria de
las dos; cuando se juntan arman un escándalo)). V. también alcamunero, a.

Arranchado, a
Establecido, avecindado o instalado en un sitio determinado,
especialmente cuando se hace en forma abusiva, en un lugar que no es pro­
pio ni el que le corresponde: «Ellos están arranchados aquí hace días
y no dan señal de quererse ir».
Chile, Méx.: Id.

Arranchar (se)
Quedarse en un sitio que no es el propio más tiempo de lo previsto
o de lo debido: «Esa gente es muy abusadora; vinieron de vacaciones por
unos días, y se arrancharon como si estuvieran en su casa>!.
Chile, Méx.: Id.
Arg.: aplastar: «No te vengás a aplastar aquí, que ésta no es tu casa».
Cuba, Ecuad., Perú: Se emplea el vocablo, pero con el significado de arreba­
tar, quitar algo a otro con violencia, arrancar.

Arreglado, a
Se dice de la persona que va bien vestida, pulcramente y de manera
atractiva: «Yo la ví salir muy temprano de lo más arreglada, pero no sé para
dónde iba)). «¡Oye, qué arreglado estás' ¿Vas para una fiesta?)).

Arreglarse
Acicalarse, vestirse bien, adornarse con buen gusto y de manera
atractiva: «A mí me encantan esas viejitas coquetas que se arreglan muy
bien». «A él le gusta arreglarse bien y con elegancia))_
49

Arrequintado, a
Empeñoso, tesonero, persona de carácter fuerte e indoblegable:
((Ese tipo si es arrequintado, cuando se le mete una cosa en la cabeza no
está contento hasta conseguirla». ((Ten cuidado con Fulano, mira que
él es muy arrequintado... 11.

Arrequintar (se)
Encargar a alguien una tarea muy pesada; apretar con fuerza; imponer
a alguien algo muy duro y pesado: «Ahora si me embromé; me arrequintaron
más trabajo del que tenía, y no sé cuándo me desocuparé». «Ahora sí
es verdad que este animal no se va a poder soltar, porque le arrequinté el
lazo en el pescuezo». (<. •. esa gente siempre encuentra pretexto para arre­
quintamos un par de grillos. . » (Mariano Picón Salas: Los tratos de la noche).

Arrimar la canoa
Procurar algo beneficioso para sí mismo; buscar favorecerse: «Ese tipo es
muy aprovechador, le encanta que le arrimen la canoa». ((Él siempre procura
arrimarse la canoa, aunque los demás se queden sin nada». V. también
Recostar la canoa.
arrimar el bote; atracar el bote. La expresión se usa especialmente
Chile:
cuando se trata de un acercamiento de una persona a otra de sexo
contrario, con propósitos más o menos eróticos: «A Manuel le gusta la Marta;
mira cómo le arrima el bote». «¡Oye, no seas tan fresco, no
me arrimes el bote 1 ».

Arrugar el ceño V. Amarrar el ceño.

Arrugar la cara
Adoptar una actitud seria; mostrar un carácter fuerte y austero; expre-
sar disgusto, preocupación o incomodidad, arrugando el ceño o mostrando el
rostro sombrío: «Cuando el profesor arrugó la cara, pensé que las cosas
se iban a poner feaSJJ. ((Vamos a dormir, que ya papá arrugó la cara». «Si no
Je arrugas la cara a ese muchachito, vas a sufrir mucho con él cuando esté
más grandeJJ. V. también amarrar el ceño y arrugar el ceño.

Arrumaco
Smónimo de amapuche (V.).
Arg., Cuba, Chile, Ecuad., Guat.: Id. En Guat. arrumaco se usa también como
sinónimo de cachivache, corota, trebejo.

Asomado, a
Se dice de la persona que es muy curiosa, confianzuda y entrometida:
((No le des mucha confianza a ese tipo, mira que es muy asomadOJJ.
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«La muchacha de servicio que tenemos ahora es muy buena; Jo malo es


que es demasiado asomadaJJ. «Esa mujer es más asomada que un balcóm.

Atacón, a
Se dice de la persona que suele insinuarse a otras con intenciones
eróticas o meramente amorosas, especialmente cuando por hacerlo con
demasiada frecuencia se hace sospechoso de insinceridad y de
intenciones pasajeras: «Ese tipo es muy atacón, ten cuidado)). «Oye, vale, esa
mujercita si es atacona.. JJ.
Observación: Es curioso que en Colombia se emplee la palabra pato
con esta acepción, que es diametralmente opuesta al uso venezolano de ese mismo
vocablo como sinónimo de homosexual
Aig.: pegajoso: «Ese tipo es muy pegajoso»; pegocho: «No seas pegocho».
Col.: Id. También se emplea gallinazo en el mismo sentido:
«Ese hombre es gallinazo, le cae a todas las mujeres>). Igualmente se usa
pato con igual significado: «Ese hombre es un pato; no hay
mujer que no le guste».
Cmle: atracador: «Fulano se puso muy atracador conmigrn).

Atapuzado,a
Atascado, repleto, lleno en exceso: «La cañería estaba atapuzada
de basura, y cuando cayó el primer aguacero se inundó todOJJ. «El hueco de
la cerradura estaba atapuzado de papel, y por eso la llave no entrabaJJ.

Atapuzar (se)
Llenar algo exageradamente; meter a la fuerza una cosa dentro
de un recipiente, de modo que quede apretado: «Tenía mucha hambre, y me
atapucé de mondongo en el almuerZOJJ. «Atapuzó el morral de ropa sucia
y se fue a la lavanderíaJJ.

Atorado,a
Persona que siempre anda de prisa, queriendo hacer las cosas
rápidamente, incluso antes de tiempo: «Eso te pasa por atorado. Si me
hubieras hecho caso y hubieses esperado un poco, no estarías como
ahora estáSJJ. «A mí no me gustan las personas atoradas; conmigo las cosas
son poco a poco y a su tiempo!).

Atoro
Apresuramiento, disposición para hacer las cosas de prisa: «¡Deja el
atoro, vale! Las cosas hay que hacerlas bien y poco a pocOJJ. «Ya vienes tú
con el atoro. Ten paciencia, que todo va a salir biem.
51

Atortojado, a
Asustado; turbado; confundido. Dícese especialmente de una persona
a quien el susto u otra situación anímica la hace permanecer callada, o hablar
entrecortado y tartamudeando: «El muchacho estaba todo atortojado,
y no hallaba palabras para explicar lo que había ocurridOJJ.

Atortojar (se)
Asustarse; turbarse; quedarse callado o hablar en forma entrecortada
y con tartamudeos, a consecuencia de un susto u otra situación anímica
parecida: «Esa muchacha es muy tímida. Cada vez que alguien se le
acerca o le habla, se atortoja toda y no dice nada)). «No tenga miedo; cuando
le pregunten, conteste sin atortojarse, que usted está bien preparado
para ese examemJ.

Atravesarse un apellido con otro


Se emplea para referirse a una persona que está de mal humor,
molesta o irritable, sin que lo sea habitualmente: «Al profesor hoy como que
se le atravesó el Sánchez con el Martínez, porque vino de mal humorn.
Se emplea también, con el mismo significado, la frase cc •••se le atravesó el
apellido»: «Al profesor hoy como que se le atravesó el apellido... )).

Babosada
Se emplea para calificar los dichos de una persona cuando se
estima que son vacíos, superfluos, intrascendentes, irrelevantes: «¡No hables
babosadas, que tú sabes que no es asfü. «Ese tipo es un necio, no habla
sino babosadas; no le hagas casOJJ. V. tb. pistoladas.
Amér. Cent., Méx.: Id.
Arg.: pavadas: ccNo hablés pavadas, que sabés que no es así..».
Cuba, Col.: babas: ccNo le hagas caso; ése dice puras babas». En Cuba se
usan también cáscara, cascarita de piña y otras expresiones con idéntico
sentido: cc¡No hables tanta cáscara, que tú sabes que no es así».

Bajarse de la mula
Dar o pagar una cantidad de dinero, voluntaria o compulsivamente.
A veces se usa entre delincuentes, buscando sacarle dinero a alguien: «Fula­
no se bajó de la mula y nos regaló quinientos bolivareSJJ. «Papá, bájate
de la mula y me das para comprar un vestido para la fiesta, porque no tengo
qué llevam «¡Bájate de la mula, viejo, porque si no, no pasas por aquf a
«Funcionario: Empleado público que se dedica a "bajar de la mula" al resto
de los venezolanoSJ) (ccDiccionario de la Corrupción». II Parte. En:
ccEl Camaleón». Caracas; 12-6-92. p. 3).
Cuba: tocar. También soltar o aflojar el gallo o la astilla: ccTuve que
tocar al portero con diez pesos para que me dejara pasar».
52

u 1Afl.oja la astilla o no consigues nada 1 )),


Chile: rajarse, pero sólo en la acepción de pagar dinero voluntaria o involun­

hacer un regalo: «Fulano se rajó con cerveza para todo el grupo». «No se
tariamente por un consumo en un lugar público o por tener que

había rajado nunca con un regalo para su ahijada».

¡Bájate de esa nube!


Se usa como consejo que se da a alguien cuando se hace ilusiones
sobre algo que quien se lo dice supone que no se va a dar:
«¡Bájate de esa nube, mijita!, que ese hombre no se va a casar contigo»

Bañado (a) en agua de rosas


Se aplica a la persona que siente un gran contento y una gran
felicidad por algo que le ha ocurrido: «Encontré a Fulana toda bañada en
agua de rosas porque ya fijaron la fecha de la boda». Se usa también
para referirse al estado permanente de felicidad de una persona: «Ella es una
persona feliz; se la pasa bañada en agua de rosas».

Bañar (se) en agua de rosas


Sentir una persona gran contento por algo que le ha ocurrido; sentirse feliz:
11.. en el fondo de su alma se bañaba en agua de rosas, lisonjeada

y encantada con tales candongas de Ramóm. (Rufino Blanco Fombona:


El hombre de hierro).

Barbaridad
Se usa frecuentemente en forma ponderativa, y aun exclamativa,
con variedad de connotaciones. Puede tener un valor condenatorio, cuando
se refiere a hechos negativos; pero también puede expresar paradójica­
mente admiración, asombro, etc.: «¡Qué barbaridad, como mataron a esa

V. tambien bárbaro.
pobre mujer!¡¡_ «¡Qué barbaridad de talento tiene ese hombre!¡¡_

Arg., Cuba, Chile, Ecuad., Guat., Parag., Urug.: Id.: «Es una barbaridad
ilo que pagaste». Con el significado de abundancia, en Guat. también se dice
barbaridad y media, para exagerar o ponderar lo extraordmario
o la enormidad de un hecho.
Bárbaro, a
Se usa frecuentemente en forma ponderativa, para calificar algo, bien
de manera condenatoria, bien admirativa, elogiosa o hiperbólica: «Ese tipo es
un bárbaro; le da a su mujer unas palizas terribles» «Fulano tiene

V. tambén barbaridad.
un talento bárbaro¡¡ «Necesito beber algo, pues tengo una sed bárbara!!,
53

Aig., Col., Chile, Ecuad., Guat., Parag. Urug: Id.: «Me encantó eso que
hiciste. Estuvo bárbaro...».

Barullo
Alboroto, desorden, confusión: «En la esquina se armó un barullo
entre unos policías y unos malandros11. «El escritorio está hecho un barullo11.
«Tengo un barullo en la cabezaii.
Aig, Chile, Ecuad., Guat., Parag., Urug: Id.: «Dejá de hacer barullo
con ese carro... ».
Cuba: atmósfera: «Hay una atmósfera en la tienda de la esquina,
porque la robaron...». En Cuba se usa también barullo, pero es mas bien voz
culta. Hay muchísimas otras expresiones populares con el mismo
o parecido significado: bayú, bronca, salpafuera, fajazón, reguero, rega­
jero, arroz con mango, jelengue, jirigay, melote, piñacera, rebamba­
ramba, jelengue, etc.

Batiburrillo
Desorden, lugar desordenado y confuso: «Niña, arregle un poco
ese cuarto, que está hecho un batiburrillo11. «La asamblea fue un fracaso;
al poco tiempo de empezada se volvió un batiburrillo; todo el mundo
hablaba y no se sacó nada en claroii.
Chile: Cajón de sastre: «Este comedor está hecho un cajón de sastre.
Nada está en su lugar».

Berenjena
Forma un tanto despectiva de referirse a una cosa. También se usa
para referirse a un lío, problema o situación confusa o delicada: «Pásame esa
berenjena, que quiero clavar este clavo en la pared11. «¿Qué berenjena es
ésa, compadre?11. «Tráigame acá el sumario de la... berenjena ésa del muerto
del Totumo11 (Rómulo Gallegos: «Doña Bárbara11). V. también berenjenal.

Berenjenal
Lío, situación problemática o conflictiva: «Pobrecito Fulano, está en
un berenjenal11. «Quién sabe cómo va a hacer para salir de ese berenjenal11.
«Ése tipo es un problema; siempre está metido en un berenjenal11.
V. también berenjena.
Chile, Cuba, Guat.: Id. En Cuba se usa también estar en candela,
o estar en llamas en el mismo sentido. Una variante culta, oída especial­
mente entre gente de letras y estudiantes de literatura, es «Está como
el llano de Juan Rulfo».
54

Berrenchín
Mal olor, penetrante y fuerte: «En este sitio huele a berrenchín».
Cuba: Id

Berrinche
Desorden, retozo, escándalo, gritería. Mal olor penetrante y fuerte,
como el de los urinarios públicos: «El profesor no pudo dar la clase, porque
los alumnos formaron un berrinche celebrando el cumpleaños de una
compañera». «En la esquina se armó un berrinche con unos borrachitos que
la policía se llevó presos». «¡Muchacho, deja el berrinche, que de todos
modos te voy a bañar, y agua y jabón no matan a nadie!!. «¡Fas!, este cuarto
huele a berrinche».
Guat.: Id.

Berrinchoso, a
Escandaloso, desordenado, indisciplinado: «A mí no me gusta darle
clases a ese curso, porque es muy berrinchoso». «Esta casa parece un burdel,
con esas mujeres tan berrinchosaS!!.
Guat.: Id.

Bicho, a
Forma genérica de referirse a cualquier clase de animal. Se usa también
para calificar negativamente a una persona por su mal comportamiento; en
este caso no siempre tiene valor de censura, y mas bien puede ser
empleada en sentido afectivo, o como reprimenda cordial, que aun cuando
implique reconvención por la forma de comportarse, no contiene una
condenación propiamente dicha. En otros contextos, sirve igualmente para
designar cualquier objeto: «Cuando esté en la finca, no se aleje mucho de
la casa; mire que en el monte hay muchos bichos peligrosOS!!. «Ese tipo es un
bicho despreciable, que Je da muy mala vida a su mujern. «Profesora,
usted es una bicha; me raspó injustamente en el examew). « Pásame
- el
bicho ése que está en la mesa. -¿El alicate? -Sí, el alicate)!.

Bocatero, a
Hablador, charlatán, chismoso, indiscreto, fanfarrón: «Cuídate de esa
mujer, que es una bocatera, capaz de inventarle historias hasta a su madre!!.
«Hay que ver que en este país si hay bocateros, de esos que se la echan
de gran cosota, y a la hora de la verdad no son nadie!!. «No se lo digas a Fula­
no, mira que él es muy bocatero y no sabe guardar secretOS!).
Cuba: Id.
55

Bochinche
Desorden, alboroto, rochela, escándalo: «¡Muchachos, dejen el bochinche,
que no puedo oír las noticiasl11. «Ésa casa es un bochinche; parece
una gallera}}. «Esa gente vive en un solo bochinche; se la pasan peleando y
gritando}}. «...aquí también hay mucha gente que dice que desde que
se murió Gómez se acabó el orden en este país y Jo que ahora tenemos no es
sino un bochinche y un desorden insoportable11. (Arturo Uslar Pietri:
Un retrato en la geografía). V. también bochinchero.
Observación: Según los cronistas e historiadores, el Generalisimo Francisco de
Miranda, al ser detenido, en 1 812, por un grupo de jóvenes patriotas, entre quienes
estaba Simón Bolívar, que lo acusaban de traidor, a raíz de su capitulación ante
el Gral. español Domingo Monteverde, con lo que se perdió la Primera República de
Venezuela, exclamó: «¡Bochinche, bochínche, aquí sólo hay bochinche!».
Arg., Cuba, Chile, Ecuad., Guat., Urug.: Id.: «Esa gente vive en un solo
bochinche...». En Cuba usan también bayú y relajo en el mismo sentido.

Bochinchero, a
Se dice de la persona que suele armar bochinches, o participar
en ellos: «Ese muchacho es muy bochinchero}}. V. también bochinche.
Arg., Chile, Guat.: Id. Cuba: bullera, bretero.

Bojote
Envoltorio, paquete, bulto más o menos pequeño, sin una forma
determinada, generalmente con apariencia de haber sido hecho con torpeza:
«Sobre la mesa estaba un bojote raro. Aunque tenía curiosidad, no quise
abrirlo11. «Yo Jo vi salir con un bojote bajo el brazo11 . (Rómulo Gallegos: La
trepadora). «Siento un bojote, y no es de hojas}}. (Dicho popular venezolano).

Bola
Rumor, especialmente de tipo político, o vinculado con la actividad
gubernamental, y que generalmente resulta falso. Es muy común que se
pongan en circulación intencionalmente, bien sea por divertirse
irresponsablemente quien lo hace, bien sea en función de determinados
intereses y/o propósitos. Se usa casi siempre en plural: «A mí no me gusta
la gente que anda regando bolas por ahí... 11. «¿Qué sabes tú de un golpe
contra el gobierno? Hay muchas bolas... 11. «Lo del asesinato del presidente
resultó una bola gigantesca}}. «Yo no creo nada de eso. Son puras bolas11.
«Las bolas aumentan los fines de semana11.
Perú: Id.

Bombón
Suele usarse para referirse elogiosamente a una mujer, generalmente
joven y bonita: «Mira qué bombóm1. «Fulana, ¡qué bella estás!. Estás hecha
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un bombówJ. Se usa también en aumentativo, bombonsote, y en


diminutivo, bomboncito, según las características específicas, no siempre
referidas a su tamaño o estatura, de la mujer a quien se le aplique.
Arg., Col., Cuba, Guat.: Id.
Chile.: Id. Pero se usan también, en el mismo sentido, churro y cuero:
«Esa mujer es un churro ...». «Fulana es un cuero» (cuero en el sentido de
muy bella o muy hermosa). Churro se usa igualmente en diminutivo
(churrito) o en aumentativo (churrazo). Cuero, que se considera vulgar
y de mal gusto, también puede usarse en aumentativo: cuerazo.
Ecuad.: Id. Además: ser buen cuero, en el sentido de tener bonito cuerpo:
«Fulana es un buen cuero... »
Urug.: churra: «Fulanita, ¡qué churra estás... '».

Boquineto, a
Forma popular de llamar a los que tienen labio leporino:
«Fulano es muy buen mozo. Lástima que sea boquinetoJ>.
Col., Méx.: boquinete, ta.

Borona
Partícula minúscula de algo, especialmente de alimentos; se
emplea metafóricamente para referirse a un niño muy pequeño, o a cualquier
persona de muy baja estatura: «No deje boronas de comida en la mesa,
porque eso atrae hormigas y cucarachaSJJ. «Ese niño es muy inteligente; hay
que ver esa borona de gente, cómo canta y baila como si fuera grandeJ>.
Frecuentemente se usa en diminutivo: boronita.
Amér. Cent., Col., R. Dom.: Id.
Cuba: boronilla.

Botarse
Sobresalir en una actividad; destacarse: «Te felicito; tu hijo se
botó en el examem. «¡Qué bien estuviste en el discurso!. Te botaste... >>.
V. también comérsela.
Urug.: comérsela: «Se la comió con esa actuación... )).

Brollero, a
Persona aficionada al chisme, a la intriga y a la mentira; se aplica
igualmente a la persona que suele causar brollas y problemas: «Ten cuidado
con ese tipo, que es muy brollero». «La mujer de Fulano es muy brollera;
le encanta meter en lios a los demás». V. también brollo.
Arg.: chusma, usado con valor individual y no colectivo: «La mujer de Fulano
es una chusma...)>.
Cuba: enredador, bretero, bullere, lengüilargo, lengualarga.
Chile: cahuinero: «No te fíes de ese tipo, que es un cahuinero».
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Brollo
Lío, enredo, problema, broma: «Usted no aprende; siempre anda metiéndose
en brollas». «Ten cuidado, Alvaro. Mira que te vas a ver en un brollo muy
grande;;_ (Arturo Uslar Pietri: Un retrato en la geografía). V. también brollero.
Observación: El DRAE-93 registra el sustantivo embrollo, el verbo embro-
llar y otros derivados de aquél, con acepciones relacionadas con la que aquí se da
de brollo. Sin embargo, este último sustantivo no aparece en dicho diccionario.
Ecuad.: Id.: «Esto es un brollo ... ».
Chile: forro: «Fulano no tiene vuelta, se mete en cada forro».
Guat.: embrollo.

Broma
Asunto o situación molesta, incómoda. También designa la
chacota o tomadera de pelo, y los juegos un tanto burlones que una persona
gasta a otra: «Trabajar contigo es una broma, porque fastidias mucho
con tus exigencias». «A Fulano Je echaron una broma nombrándolo directorn.
«Tenga cuidado, amigo. A mi no me gustan las bromas pesadas;;_
Se emplea mucho en frases exclamativas: «¡Ah broma!; deja el fastidio;;_
«¡Qué broma!, se me acabó la gasolina;;_ «¡Qué buena broma!,
se volvió a ir la luz;;_ «¡Yo no voy a esa hesta ni de broma!;;_ También suele
emplearse para indicar que algo es en serio: «Fuera de broma; lo que
te digo es la pura verdad;;_ «Tenga cuidado. Eso no se dice ni en broma;;_
V. también embromar.
Cuba, Chile, Guat.: Id. En Guat. se usa también changoneta
en el mismo sentido.
Urug.: cachada: «Te hicieron una cachada...».

Bueno es cilantro pero no tanto


Frase que se usa para referirse a situaciones en que algo está
demás, en que se exagera: «Ya estamos hartos de hacerte favores. Bueno
es cilantro, pero no tanto...>!.
Observación: El cilantro, o culantro (Coriandmm sativum L ), es una hierba
muy aromática y de exquisito sabor, que se usa como condimento, especialmente
en sopas y potajes.

Bueno pues
Frase exclamativa, semánticamente muy versátil. Puede expresar
admiración, fastidio, ironía, molestia, etc.: «Bueno pues, ahora si se compuso
la cosa, con la llegada de estos malandros;;_ «¡Mija, qué linda! Estás que...
bueno pues;>. V. tb. ¡Ah pues!
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Bulla
Ruido fuerte y molesto, producido por una o varias personas o por
un objeto. También se designa con esta palabra a los yacimientos de oro y
diamante, en especial cuando están en explotación. Y en el pasado así se
decía igualmente de los movimientos armados y alzamientos militares, pero
esta forma hoy está en desuso: «¡Niños, dejen la bulla, que me duele
mucho la cabezal 11. «En la esquina hay unos muchachos que están haciendo
mucha bulla11. «Este barrio es tranquilo, aunque a veces hay mucha bulla
por los aviones de La Carlota». «....fue descubierta una bulla diamantífera que
podría producir varios millones de bolivares1>. («El Universal». Caracas;
10-2-1.982. p. 1-28). Se usa el vocablo asimismo para referise a la fatuidad, a la
apariencia o presunción de lo que no se es: «Gallero que entiende su arte/
amolando se recrea: / sabe que con bulla de ala / no se cobra la pelea; /
se cobra con puñalada / cuando la sangre chorrea, / cuando el vencedor se
empina / y el vencido patalea». (Alberto Arvelo Torrealba: Florentino y el
Diablo). V. también bullicio, bullicioso, bullanga, bullanguero, bullaran­
ga, embullar, ser más la bulla que la cabuya y ser pura bulla.
Arg., Col., Cuba, Chile, Ecuad., Id., salvo en la acepción correspondiente
a las minas de oro y diamantes y a los alzamientos militares. En Cuba
se usó antes con el significado de contoneo: «Fulana tiene una bulla en la
cintura que echa candela».
Gua t.: Id.. incluso con el valor de sedición o alzamiento militar. Se utiliza tam­
bién corno sinónimo de fiesta: «En la casa del alcalde habrá una gran bulla».

Bullanga
Situación bulliciosa. alboroto: «Dejen la bullanga, que los vecinos se
van a quejar». «Si esto se realiza. dentro de poco habrá en Venezuela un grupo
de hombres bien inspirados que, sin aparatos ni bullangas, y trabajando
para sí, trabajen de una manera eficaz para el bien común». (Rórnulo Gallegos
Reinaldo Solar). V. también bulla, bullicio, bullicioso, bullanguero,
bullaranga, embullar y ser más la bulla que la cabuya.
Chile, Guat.: Id.

Bullanguero, a
Persona aficionada a la bulla y el alboroto: «Ese muchacho es muy bueno,
aunque un poco bullanguero». «Fulana es muy alegre y bullanguera».
V. también bulla, bullicio, bullicioso, bullanga, bullaranga, embullar y
ser más la bulla que la cabuya.
Cuba, Chile, Ecuad., Guat.: Id. En Cuba no es muy frecuente, y su uso
es mas bien culto.
59

Bullaranga
Sinónimo de bullanga (V), del cual es una ampliación morfológica (Epéntesis).
Amér. Cent., Arg., Col., Cuba, Chile, Urug.: Id.

Bullicio
Bulla, alboroto, ruido: «Vamos a otro sitio donde podamos hablar,
que aquí hay mucho bullicio)). «Blanca, erguida, moldeado su finísimo cuerpo
por el traje de novia, con sus azahares y su velo, animada por el bullicio,
por el champaña y por la trascendencia de aquella hora suprema de su vida,
no tenían sus ojos pardos la languidez de costumbre, ni su cara la
expresión de melancolía que Je era habitual11. (Rufino Blanco Fombona:
El hombre de hierro).

Bullicioso, a
Bulloso, alborotado, ruidoso, especialmente referido a lugares y
objetos inanimados: «Este barrio es muy bullicioso11. «Lo malo de este aparato
es que es un poco bulliciosOJ>.

Burreado, a
Se dice de algo que es muy abundante, que se consigue fácilmente:
«En Venezuela hay el corrupto burreao)). «El mal de Venezuela
es que hay mucho dinero; aquí se consigue la plata burreá, sin tener que
trabajar mucho11 . V tb. hereje.

Buscarle cinco patas al gato


Complicar las cosas; hacer las cosas más difíciles. «Ya tú le estás
buscando cinco patas al gato, sabiendo que tiene cuatro)). «A ese tipo le
encanta buscarle cinco patas al gato... )).
Arg., Chile, Ecuad., Urug.: Id., pero con el artículo las precediendo a
patas: <<¿Por qué querés buscarle las cinco patas al gato ... ?)).
Cuba: Id., aunque es frecuente que en vez de cinco patas, se diga cuatro:
«Si le sigues buscando las cuatro patas al gato, lo vas a lamentar». Como
equivalente se usa también «Meterse entre las patas de los caballos».
Guat.: buscar tres pies al gato: «No le busque tres pies al gato,
que tiene cuatro ... )).

Cachar
Descubrir o sorprender a alguien haciendo algo a escondidas o disimu­
ladamente: «¡Ajá, te caché! Estabas mirando por la ventana)), «A Fulanita la
cacharon oyendo detrás de la puerta11_ También se designa con este verbo
la acción de registrar a las personas o los lugares en busca de armas tenidas
ilegalmente: «Cuando venía para acá, me pararon unos poHcías y me
cacharon)). «Ayer vinieron a cachar en los calabozos, en busca de chuzos)).
60

Observación: Cachar es una mutilación morfológica (síncopa) de cachear;


el uso ha ido cerrando y debilitando la «e», hasta hacerla desaparecer del todo.
Col., Chile, Ecuad., Guat.: Id. En Guat., además de la acepción venezolana,
cachar también significa cornear y conseguir u obtener lo que
se buscaba: «A mi amigo lo cachó un toro». «Ya Fulano cachó el empleo
que esperaba». «La Fulana cachó al fin novio, pero dudo que se case».
En Chile se usa tb. en el sentido de darse cuenta de las intenciones de
una persona o de un animal, o de lo que ocurre en una determi­
nada situación: «Cáchate ésa, mira lo que está haciendo y cree que nadie
se da cuenta de sus intenciones»
Cuba: Id. En Cuba se usan también como equivalentes partir,
atrabancar y algunas otras: «A Fulanito lo partieron oyendo por la ventana».
«¡Ajál, te atrabancaron con las manos en la masa».
Arg.: pescar: «No lo negués, que te pesqué haciendo eso ... )).

Cacharro, a
Objeto destartalado, maltratado, deteriorado y de pobre aspecto.
Se usa especialmente referido a automóviles muy viejos y maltratados, pero
que todavía funcionan: «Yo tengo un cacharrito del año de la pera, pero
todavía me sirve». «Este reloj está vuelto un cacharro, y eso que es nueVO!!.
A veces se emplea en forma metafórica, para referirse al cuerpo humano
deteriorado por la vejez o alguna enfermedad: «Me siento muy mal. Estoy
hecho una cacharra, de puro viejo y enfermo)!_

Cacheo
Acción y efecto de cachar o cachear: «Mucho ojo, que hoy
hay cacheoJJ. «Hicieron un cacheo minucioso, pero no econtraron nada)).

Cachivache
Vocablo genérico y despectivo, que designa un objeto inútil o en desuso,
a veces roto o descompuesto, casi siempre estorboso, de los que se acumulan
comúnmente en las viviendas: (<En esta casa hay mucho
cachivache. Vamos a tener que hacer una buena limpieza y botar tanta
cosa inútifo Con frecuencia se usa en pural: ((Vaya al cuarto de los cachiva­
ches y me trae una lámpara rota que hay allá, que tiene la pantalla sana
y me va a servir para arreglar esta otraJJ.
Guat.: arrumaco.

Caer como un plomo


Caerle mal una persona a otra, resultarle muy antipática
y desagradable: 11¡0ué tipo tan antipático!; ¡me cae como un plomofo.
11 Yo
no sé por qué Fulana es así conmigo; hago todo Jo posible por
agradarle, pero le caigo como un plomo11.
61

Caído (a) de la mata


Se dice de la persona que es muy distraída o demasiado ingenua:
«Ay; vale, tú si eres tonto; siempre estás caído de la mataJJ. «Esa muchacha
nunca sabe nada; ella es caída de la mataJJ. También puede construirse
la frase con el verbo, (caerse de la mata) en vez del participio, con el signifi­
cado de caer en cuenta de algo, enterarse tardíamente de algún detalle,
sin duda como una extensión en cierto modo metonímica de la frase anterior:
«¿Ahora es que te vienes a caer de la mata? Él siempre fue un mujeriego!! .
Col., Chile: Id.
Cuba: Existe la expresión verbal, caerse de la mata, con un significado
equivalente a caer en cuenta de algo: «-Yo no sabía que Fulano
era homosexual. -Es increíble, tanto tiempo conociéndolo, y ahora es que
te vienes a caer de la mata». En Cuba se usan estar detrás
del palo, estar en Belén, estar guanajeandó y otras frases equivalentes,
con el mismo valor del caído de la mata venezolano: ccEsa muchacha
nunca sabe nada. Siempre está detrás del palo».
Ecuad.: caído (a) de la hamaca.
Urug.: caído (a) de la cuna.
Gua t.: caído (a) del tapanco. (En Guat. tapanco es deformación fonética
de tabanco, voz de origen náhuatl que designa una especie de troje, desván
o buhardilla, dispuesta en las casas de dos aguas sobre las vigas cen-
trales y debajo de la cumbre del techo, y que se usa como depósito o granero).

Caído (a) del catre


Equivalente a la anterior:
«Tú eres caído del catre; nunca te das cuenta de nada!!.
Arg, Chile.: Id.: «¿Qué pensás, que yo soy caída del catre... ?».
En Chile también se usa pajarón para referirse a la persona muy distraída
o un poco tonta

Caído (a) del nido


Equivalente a las dos anteriores:
«¡Cómo no te van a pasar esas cosas a ti, si eres caído del nido/!!.

Caimacán
Persona poderosa, admirable o muy importante, real o supuestamente:
« Yo sé que usted es un caimacán en este pueblo, pero yo no le tengo miedo)).
«¿-Que quién es ése?; el primer caimacán de aquí)).
«Fulano se ha convertido en el gran caimacán de la política venezolana!!.
Observación: Es posible que caimacán sea una ampliación morfológica
(epéntesis) de caimán, por lo imponente, peligroso y respetable que es este saurio,
cuya imagen es popular en Venezuela
62

Calar (se)
Soportar algo desagradable; aceptar resignadamente algo que
no nos gusta o nos incomoda: «¡Qué fastidio!, tuvimos que calarnos cuatro
discursos!>!. «¡No, vale, qué va!; yo no me calo más a ese tipo tan neciO!!.
Con el significado de percatarse de la intención o de un defecto de alguien se
construye como verbo transitivo, y no como pronominal: «Menos mal que yo
Jo calé a tiempo, y le advertí a mi hermana que ese tipo es un sinvergüenza!!.
Ecuad.: Id.: «¿Y cómo tú te calas ese trato...»?.
Cuba: dispararse: «¡No, mi socio, yo no me disparo más a ese tipo
tan necio». «Tuvimos que dispararnos cinco discursos».
Chile: Id. pero sólo con la acepción de percatarse de la intención o defecto
de otra persona.
Arg: tragar (se): «Me tuve que tragar la charla del profesor. ..».
Guat.: Se usa el verbo calar, pero con valor de calarle a uno una cosa, y en
el sentido de producir algo un determinado efecto en uno: «A este
muchacho no le calan los coscorrones». «Mucho me caló la idea del mal
concepto que de mí tiene el catedrático».

Calentarle las orejas a alguien


Expresión que se usa para referirse al hecho de que alguien le insinúe
determinadas cosas a otra persona, especialmente cuando las insinuaciones
son de tipo amoroso: «-¡Mira, Fulano!, déjate de estármele calentando
las orejas a la muchacha, que ella está todavía muy jovencita para pensar en
esas cosaSJ!. «Hay políticos inescrupulosos, a los que les encanta
calentarles las orejas a los militares a ver si dan un golpe!!. Es frecuente
que se use también esta expresión para referirse al hecho de que una persona
esté tratando de convencer a una trabajadora doméstica al servicio de
otra, o a un empleado de cualquier otra actividad, para que deje su empleo
y se vaya a trabajar con ella. A esta acción se la llama sonsacar (V.):
«La vecina es una mala persona. Se la pasa calentándoles las orejas a las
muchachas de servicio de los demás, tratando de sonsacarlas!!.
Esta frase también puede construirse con el sustantivo oreja en singular.

Cambur
Cargo, empleo o puesto público, y a veces también privado. Trabajo
en una oficina pública o en una empresa privada: «Fulano se consiguió un
buen cambur en el Ministerio del Ambiente!!. «A Mengano le dieron un
cambur en las empresas Mendoza!!. A veces se emplea con una connotación
más precisa de trabajo fácil, o de puesto o cargo obtenido mediante
recomendaciones o favores de un tercero: «Oye, tú si tienes suerte. Te con­
seguiste ese cambur tan sabroso!>. «Fulano no se puede quejar. El suegro
le consiguió un buen cambur». V. también descamburar, encamburar (se).
Col.: Camello: «Me conseguí un camello en un ministerio»
63

Cuba: botella, aunque este vocablo se refiere preferentemente al trabajo


fácil, a la canongía: <<Fulano se consiguió tremenda botella en el Ministerio
del Transporte».
Chile: pega: «Al fin conseguí una pega en el Ministerio del Trabajo y
empiezo mañana...». Tb. se usa en diminutivo, peguita.
Guat., Méx.: chamba: «Felicítame, pues ya tengo chamba».

Caminadora
Prostituta callejera, no establecida, que se instala en calles y avenidas,
y ejerce su comercio en hoteles y prostíbulos con clientes que van de paso,
a pie o preferiblemente en automóvil: «De noche la Av. Casanova se
llena de caminadoras y transformistas». «¡Cónchale!, Fulana, el que te vea
con esa pinta va a creer que eres una caminadoraJJ.

Caminar más que un perdido


Frase que se usa para indicar que una persona ha caminado mucho:
«Hoy fui al centro, y caminé más que un perdido buscando un
regalo para mi nuera)). «Voy a descansar un rato, porque he caminado más
que un perdido, y ya no aguanto los p1es».
Observación: Esta frase expresiva se origina en el hecho de que una persona
extraviada, en un bosque u otro lugar, camina mucho, de aquí para allá, sin orden ni
concierto, tratando de hallar el camino que la saque de esa situación.

Campuruso, a
Persona tímida, inhibida, poco sociable, no acostumbrada al trato con
otras personas extrañas o desconocidas: «Esa muchacha es muy campurusa;
Je falta roce sociabJ. «Tú eres muy bonita y ya estás en edad de casarte;
pero mientras te portes como una campurusa no vas a conseguir maridOJJ.

Caña
Forma genérica de designar las bebidas alcohólicas; también se usa
en forma metonímica, como nombre elíptico del aguardiente de caña, licor
que se destila de la caña de azúcar, distinto del ron, que tiene el
mismo origen. En otro sentido, caña es también mentira, patraña: «Su marido
es muy bueno y generoso, pero Je gusta mucho la caña». «Compramos
dos botellas de caña y una de rom. «Esos tipos son unos embusteros, que
se la pasan metiendo cañas para alborotar a la genteJ>. V. también
cañandonga, cañero.

Cañandonga
Ampliación humorística del vocablo caña, en su uso como
designación genérica de las bebidas alcohólicas: «Yo no lo niego, a mi sí me
gustan la cañandonga y las mujereSJJ.
64

Cañero, a
Aficionado a la caña, y por extensión a todo tipo de bebida alcohólica:
« Yo en mi juventud fuí muy cañero, pero después dejé de beber en excesQ)).
«En casa la cañera es mi muje[)).

Caracha
Expresión exclamativa eufemística, sustitutiva de otra que
se considera obscena; indica admiración por algo o por alguien. También
puede indicar molestia o fastidio: «¡Caracha, m 'hija, usted si que está
buenamoza!>;. «¡Caracha, vale, déjame quieto, que yo nunca me meto conti­
go!». Suele decirse también «¡Ah caracha!», «¡Carache!» y
«¡Ah carache!», en el mismo sentido.
Arg., Parag.: ¡caracho!.
Chile: Se usa caracho, pero sólo para referirse a una actitud de desagrado
en alguien: «No le gustó nada lo que le dijeron; mira el caracho que puso». Al
parecer, es un derivado de cara, formado con el sufijo -acho, en este
caso entre aumentativo y despectivo, además del valor ponderativo que es
evidente. En el mismo sentido de nuestro caracha, en Chile se usa cresta
y por la cresta: «¡Cresta!, que tiene suerte ese Manuel con las mujeres».
«¡Cresta!, que no me fastidies más 1 ». «¡Por la cresta!, que le gusta
correr en el auto a Fernandon.

Cara de acontecido, a
Se usa para referirse a alguien en cuyo rostro se expresa una
seria preocupación, como si le hubiese ocurrido algo grave: «Las cosas no
deben estar muy buenas, porque ahí viene Fulano con cara de acontecido».
«Muchacho, ¿qué te pasa, que tienes esa cara de acontecido... ?».

Cara de circunstancia
Expresión sombría en el rostro, de gran seriedad o preocupación:
«El profesor llegó esta mañana con cara de circunstancia... ».
((Oye, vale, ríete aunque sea un poco; tienes una cara de circunstancia... ».
Arg., Cuba, Guat.: Id. En Guat. se usa también cara de herrero
mal pagado. En Cuba es común que se emplee la frase con la palabra
circunstancia en plural.
Ecuad : cara de pena: «Tienes una carita de pena. ¿Estás precupada
o enferma... ?n.

¡Caramba!
Interjección para indicar diversos estados de ánimo: sorpresa, molestia,
admiración, disgusto, etc. Generalmente se usa como expresión introductoria
de la frase que le sigue: «¡Caramba con usted!, ¿por qué me fastidia tanto?».
«¡Caramba, qué bonita se ha puesto usted!». ((¡Qué caramba, yo también
65

tengo derecho a decir lo que se me antoje... ,». V también ¡Ah caramba!


Arg., Col., Cuba, Ecuad., Guat.: Id.: «¡Caramba!, ¿qué estás haciendo ...?».
«¡Caramba!, me contaron que te ganaste la lotería...».

Carantoña
Caricias, amapuches. A veces se emplea con valor irónico, como dando
a entender que las manifestaciones a que se refiere son o se presume falsas:
«Esos están muy enamorados. Se la pasan todo el día haciéndose carari­
toñasJ1. «¡Déjate de carantoñas, que yo no creo nada de lo que me dices!11.

Carato
Lío, embrollo, alboroto: «La reunión estuvo muy mal. A poco de
comenzar se volvió un carato; todo el mundo gritaba, y no se entendía nada11.
V también encaratar (se).
Observación. En Venezuela, P Rico y otros países hispanoamericanos carato
es una bebida refrescante, algo espesa y muy gustosa, hecha con la pulpa de
la guanábana, la chirimoya o la parcha granadina En Venezuela también se llama
de ese modo otra bebida refrescante y espesa, preparada con harina de maíz
o de arroz, disuelta en agua, ligeramente hervida, endulzada con azúcar, papelón
o panela, y a veces fermentada Parece no haber duda de que el carato arriba
registrado es un uso metafórico del nombre de la popular bebida

¡Caray!
Expresión eufemística sustitutiva de otra que se considera obscena.
Equivale a ¡Caramba!, de la cual parece ser una deformación morfológica.
Col., Cuba, Chile, Ecuad., Guat.: Id.

Carcacha
Forma despectiva y/o humorística de referirse a un objeto viejo y
deteriorado, especialmente si se trata de un automóvil: « ¿- Tú tienes carro?
-Bueno, tengo una carcacha vieja, pero todavía rueda11 . «Aquí no se
salva nadie. A mi mujer le robaron la carcachita11.
Chile, Ecuad., Guat.: Id.: «¿Y tu carcachita, dónde está...?». «Mi carro es una
carcacha, pero rueda».
Arg, Col.: chatarra: «Yo tengo una chatarra que anda bien...».
Cuba: cáncamo, fotingo, bartavia, catana, trespatá: «Aquí no se salva
nadie; a mi mujer le robaron el trespatá».

Caribe
Se usa para designar en forma satírica a una persona que actúa con
demasiada viveza y ventajismo, tratando de sacar partido de todo a su favor,
muchas veces en desmedro de otras personas: «Ten cuidado; mira que
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ese tipo es muy caribe». «¿Tú como que te la echas de caribe?JJ.


V. también caribear, caribera, caribería.
Col., Ecuad.: piraña: ((Es una piraña, le saca ventaja a todo... ».

Caribear
Actuar con demasiada viveza, con prepotencia y ventajismo. Hacer
víctima a otro de tal tipo de comportamiento: «Yo creo que ese tipo te quiere
caribean. «¿Sabe cómo es la cosa?, que yo no estoy dispuesto a dejarme
caribear por usted ni por nadieJJ. «A mi me parece que a usted Jo caribearon
en ese negocio, compadreJJ. V. también caribe, caribera, caribería.

Caribera
Se refiere al lugar o grupo de personas donde abundan quienes actúan
con demasiada viveza, prepotencia y ventajismo. También puede referirse al
acto mismo de estas personas, en perjuicio de otros: «Ten cuidado en tu
nuevo trabajo, mira que eso es una cariberaJJ. «El pobre Fulano, fue víctima
de una caribera}}. V. también caribe, caribear, caribería.

Caribería
Acción y efecto de caribear: «A esa pobre viuda le hicieron una caribería
con la herencia del marido». V. también caribe, caribear, caribera.

Carraplana
Situación económica muy crítica, en que se carece de recursos:
«No te puedo prestar nada, porque estoy en la carraplanaJJ. «Esa gente da
lástima; después de tener tanto dinero, quedaron en la carraplanaJJ.
V. también Quedar (se) en la carraplana y Estar en la carraplana.

Carrear
Echar un carro (V.): «¡Qué rabia! Ese tipo me carreó. Me ofreció
conseguirme una nevera nueva, y Jo que me vendió fue una bicha (V) vieja
rnencauchada (V) }}.

Carrera de caballo y parada de burro


Se emplea para referirse a algo o alguien que comienza muy bien
a realizar algún propósito, y al poco tiempo se descuida o falla, y no termina
de hacer lo que empezó: r1Todos los gobiernos son iguales, carrera de
caballo y parada de burro. Empiezan muy bien, pero enseguida se cansan
y terminan no haciendo nadaJJ.
Chile: salida de caballo inglés y llegada de burro.
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Carrero, a
Persona que acostumbra «echar carros» (V.), es decir, que engaña a los
demás, que no cumple sus promesas: «Ten cuidado con ese tipo, que es muy
carrero. Siempre te ofrece villas y castilfos, y después te deja entendiendo!).

Casarse con hombre en base


Se refiere eufemísticamente y con tono humorístico a la mujer
que se casa embarazada: «Fulanita se casó con hombre en base)). La misma
idea suele expresarse también con la frase adelantar los acontecimien­
tos: «La hija de Fulano adelantó los acontecimientos, y tuvo que casarse)).
V. tb. meterle vales a la caja.
Aig: casarse de apuro: «Fulanita se casó de apuro con el novio que tenía .. )).
Col.: comerse la torta antes de tiempo: «Fulanita se va a tener que
casar, porque se comió la torta antes de tiempOl).
Chile: Casarse con adelanto: ((Se apuró mucho Inés, parece que va
a casarse con adelanto».
Guat.: casarse adelantada: «Esa muchacha se casó adelantada». También
se usan como equivalentes cargada, ensemillada y enhuevada.

Cachaza
Pereza; pesadez en el actuar; lentitud y calma excesiva. Descaro:
«¡Qué cachaza la tuya!. Te haces esperar como si fueras una cosota... J!.
«No, vale, con ese tipo no. Ese tiene mucha cachaza y nunca
termina las cosas a tiempo!) .
Obseivación. Cachaza se llama también en varios países de Hispanoamérica
un subproducto del procesamiento de la caña para producir azúcar

Cachazudo, a
Persona perezosa, lenta y pesada en sus movimientos. En sentido
figurado puede aplicarse también a objetos inanimados: «Esa mujer si es
cachazuda. Pasa todo el día haciendo una tontería, de esas que pueden
hacerse en un ratOJ!. «El Tajamar de La Guaira, un poco más lejos, hunde en el
Océano su dorso de mampostería, a cuyo abrigo ya no se balancean los
trasatlánticos, sino que alli se están, cachazudos, en apariencia de marinos
monstruosos)). (Rufino Blanco Fombona: El hombre de hierro).

Cerquita
Diminutivo de cerca, adverbio de lugar. Se emplea para enfatizar
la cercanía de un lugar con respecto a otro: «-¿Falta mucho para llegar al
hato La Esperanza?. -No, que va. Ya están cerquita)). «Yo vivo cerquita
de Miraflores)). Eventualmente se usa también cerquitica.
Aig., Cuba, Chile, Ecuad., Guat.: Id.
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Clavar
Embromar, perjudicar a una persona: «Andaban haciendo una
colecta, y me clavaron con quinientos bolívares» «A Fulano lo clavaron con
el paquete chlleno»_ La misma frase se emplea para referirse también a
las personas a quienes les pusieron un nombre extraño y/o ridículo: «¡Pobre
muchacha!, encima de que es muy fea, le clavaron ese nombre tan
espantoso». V. también fregar.
Arg., Cuba, Chile: Id_: (<Me clavaron en la tienda con un billete falso».
«Le clavaron veinte pesos de multa ... )).
Guat.: Se usa el verbo clavar en forma parecida, pero más que todo en
el sentido de poner a una persona un nombre extraño o ridículo, o un sobre­
nombre o apodo: «Me clavaron el Circuncisión porque nací el 1 º de
enero» «Al entrar en el colegio me clavaron un apodo muy denigrante».

Cobear
Engañar, decir mentiras: «Ese tipo es muy falso; le encanta cabear
a la gente». V. también cebero, meter cobas.

Cobero, a
Mentiroso, embustero: «No Je creas nada de Jo que te dice, que él
es muy coberOJJ.

Cobre
Nombre genérico del dinero, independientemente de que
se trate de monedas o de billetes. Casi siempre se usa en plural: «Yo vine a
Caracas a ver si me pagan unos cobres que me deben». «Yo tengo aquí
unos cobres que están a sus órdenes». Es frecuente que se la emplee en dimi­
nutivo, lo cual puede indicar que se trata de una suma pequeña, pero
no necesariamente: «Él tiene ahorrados unos cabritos, y piensa comprar
una casaJJ. V. también churupo, plata, real, realero.

Coger a uno fuera de base


Sorprender a alguien, tomarlo desprevenido: «No pude evitarlo;
me cogieron fuera de baseJJ.
Observación: Esta expresión es propia del juego de beisboL Se refiere a un
lance en que el pítcher observa que el corredor está descuidado, un poco leJos de la
base en que se encuentra, esperando ocasión para correr hacia la siguiente;
entonces el pítcher lanza rápidamente la pelota al jugador que cubre dicha base.
Si éste logra tocar con la pelota al corredor antes de que pise la almohadilla,
el corredor es out, y entonces se dice que lo cogieron, o sorprendieron fuera
de base Del beisbol la frase, como muchas otras. ha pasado al habla
corriente y se ha generalizado_
Cuba: Id.
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Chile: Agarrar o pillar a uno volando bajo: <<Consiguieron que les


prestara dinero; me agarraron volando bajo». «Me pillaron volando bajo,
y les dí todo lo que tenía».

Coger picón
Se dice del acto de quien observa subrepticiamente en una mujer
ciertas partes del cuerpo eróticamente provocativas, en especial las piernas
o el busto: «Ese tipo es medio morboso; se la pasa cogiéndoles picones
a las compañeras de clase}}. «Siéntate bien, mira que a ese tipo que está
enfrente Je encanta coger picones!}.
Col.: coger filo: «Estábamos cogiendo filo . . ».
Cuba: rascabuchear (V):
Tres bañistas denunciaron
ante un juez de la Inglaterra
que unos hombres las miraban
con anteojos desde tierra

Y el juez tuvo que afirmar


que en ello no hay nada feo,
porque allí el rascabucheo
no se puede condenar»
(Coplas anónimas populares en Cuba)
En Venezuela existen los vocablos rascabucheo y rascabuchear, (V),
pero en otro sentido. En Cuba, igual que en Venezuela, en este país especial­
mente entre los jóvenes, se usa también bucear con el mismo significado.

Cohete quemado
Dícese del hombre casado, especialmente cuando corteja a otra mujer:
<<A mi no me venga con esas cosas, que yo sé que usted es cohete quemado!!

Colcha de retazos
Cubrecama hecho de pedazos diversos de tela, especialmente
de variados colores. La frase se usa metafóricamente para referirse a algo que
está hecho de pedazos o desechos de otras cosas: «A ese libro Je falta
unidad, parece una colcha de retazos!}. «Esta casa fue construida a la loca,
por partes, y cada una por un constructor diferente Por eso es tan rara,
como una colcha de retazos!}.

Color de hormiga
Se emplea para referirse a una situación peligrosa, conflictiva,
confusa: «Es mejor que nos vayamos, vale, pues la cosa se está poniendo
color de hormiga!!. «La crisis del país es cada vez más grave; la situa­
ción está color de hormiga».
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Col., Chile, Ecuad.: Id.


Aig.: ponerse la mano negra: «La mano se está poniendo negra;
mejor nos vamos, antes de que se arme la pelea».
Cuba: ponerse la cosa negra. A esta frase suele agregársele con pintas
grises, o de otro color: ((Es mejor que nos vayamos, compadre, pues
la cosa se está poniendo negra con pintas grises». También se usan
frases como la cosa está de bota y vira, o de yuca y ñame, etc.
Guat.: color de temblor. Se usa especialmente cuando se observan ciertos
signos atmosféricos, como las nubes bajas y compactas acompañadas
de un tinte sombrío y aplomado. Tales condiciones son, para muchas perso­
nas, un signo fatídico: ((Esto está color de temblor».

Color de zorro corriendo


Expresión entre lúdicra y humorística. para referirse a cierto matiz de marrón
rojizo: «Oye, vale, mira a ese tipo, con ese traje color de zorro corriendo... >>.

Comérsela
Lucirse, destacarse en una actividad o en una acción. Actuar
con viveza y agilidad: «Oye, vale, te la comiste. Estuviste chévere en ese
discurso». «Me gustó mucho la respuesta que le diste a Fulano. Te la
comiste... >.>. V tb. Botarse.

Como alma que lleva el diablo


Expresión entre lúdicra e hiperbólica, para referirse al que corre
velozmente, especialmente si huye de alguien o de una situación determinada:
« Yo lo vi salir corriendo como alma que lleva el diablo». «El tipo se les
zafó a los policías, y corrió como alma que lleva el diablo». «... este alazana
es barajustador, de los que poco corcovean, pero se disparan como alma
que lleva el diablo». (Rómulo Gallegos: Doña Bárbara). La misma idea suele
expresarse también con la frase como alma en pena.
Aig., Col., Cuba, Chile, Ecuad.: Id. En Cuba se emplean también frases
como echar una alpargata, un patín, un tacón, etc.: ((El tipo se les zafó
a los policías, y echó una alpargata».
Guat.: como alma que se la lleva el diablo: ((Fulano iba para el hospital
como alma que se la lleva el diablo».

Como mono con huevo


Estar muy ufano con algo nuevo que se ha obtenido: «Papá se compró un
carro nuevo, y está como mono con huevo». «Anda como mono
con huevo, con el empleo que le dieron».
Col.: estar culeco: ((Fulano está culeco con el carro que compró ... )).
También se dice estar como marrano estrenando cintillo.
La frase estar culeco, en el mismo sentido, se usa igualmente en
71

Venezuela; pero es de advertir que culeco es una deformación fonética de


clueco, forma ésta que también se emplea en nuestro país en la frase
señalada, y en general, para referirse al estado de la gallina cuando «se echa
sobre los huevos para empollarlos» (DRAE).
Ecuad.: como niño con zapatos nuevos: «A mi papá le regalaron una
filmadora, y está como niño con zapatos nuevos».

¡Cómo nié... !
Expresión que se usa para negar algo con vehemencia, con un contenido
de rechazo de lo que se niega: «-Yo sé que usted me va a complacer, porque
usted es muy buena.-¡Cómo nié!. Yo seré muy buena, pero no soy tonta>>.
Observación A menudo la frase se acompaña con un movimiento mímico,
en que con el dedo índice de una mano se estira ligeramente hacia abajo la piel de
la parte ínferior de uno de los ojos, al mismo tiempo que se hace una mueca
característica con la boca cerrada.

Como Pedro por su casa


Comportarse de una manera descarada y confianzuda; presentarse
una persona con todo descaro en las situaciones más inoportunas: «Ese tipo
es muy liso. Se presenta a la ohcina cuando le da la gana, y entra y sale
como Pedro por su casa». «Cuando, invadiendo los dominios de la bañadora,
solía penetrar, como Pedro por su casa, en el departamento de las muje­
res, las ovejas no se descarriaban al ver el lobo en el aprisco. Las que estaban
desnudas o en camisa cruzaban los brazos sobre los senos exclamando:
-¡Jesús, Tacoa!-. Las que salían del agua en ese momento, reían de la
indiscreción...». (Rufino Blanco Fombona: El hombre de hierro).
«Entorno: Grupo de corruptos que acostumbra rodear a los presidentes
de la República. Andan por Miraflores como Pedro por su casa». (Dicciona­
rio de la Corrupción. II Parte. En: «El Camaleón». Caracas; 12-6-92. p. 3).
La frase también suele construirse con el sustantivo perro en lugar de Pedro:
«Ese muchacho entra como perro por su casa, abre la nevera y
se traga todo lo que encuentra... ».
Chile: Id
Urug. : como Perico por su casa.

¡Cónchale!
Vocablo eufemístico, sustitutivo de otro de carácter interjectivo, que
se considera obsceno. Indica admiración o extrañeza: «¡Cónchale, amiga!,
usted si que está buenamoza». «¡Cónchale, vale!, yo nunca pensé que
usted me iba a engañar de esa manera».
Col.: ¡concho!: «¡Concho!, ese hombre si fastidia...».
Chile: chita, o por la chita: «¡Chita!, que me dolió lo que me dijo tu
72

madre». «¡Por la chita, Fulanal, ¿no puedes gritar menos?».


Ecuad.: ¡concha!: ((¡Concha, qué problema... 1».

Coroto
Es una especie de comodín de la lengua, que sirve para designar los
más disímiles objetos, en forma genérica, un tanto vaga e indeterminada, y a
veces despectiva: ((Fulana, no se le olvide hoy acomodar los carotas de
la cocina11. ((El problema de la mudanza para la casa nueva es que tenemos
muchos carotas, y no sé qué haremos con ellos11. ((¿-Tú tienes carro?­
Bueno, yo tengo un corota viejo que todavía rueda11. A veces también se
designa con la palabra corota al poder gubernamental: ((Fulano es un político
de vocación, que desde muchacho le tiene la vista puesta al coroto11.
Observación. El origen de la palabra coroto tiene una historia interesante.
Durante mucho tiempo se creyó que la palabra había surgido de una anécdota del
Gral. Antonio Guzmán Blanco, gobernante venezolano de cierta cultura y
costumbres afrancesadas, que ejerció el poder y una gran influencia en la política
venezolana a partir de 1 870. Se decía que entre sus muchas riquezas tenía un
cuadro del célebre pintor impresionista francés Camille Corot. Y que siempre reco­
mendaba al servicio doméstico que, cuando hiciesen la limpieza, tuviesen
mucho cuidado con su Corot, no lo fueran a dañar. De ahí que entre la servidumbre
se hablase frecuentemente, con cierto tono de burla, del ((Coroto del general))
Otros atribuían la anécdota al Gral. José Tadeo Monagas, también gobernante vene­
zolano del siglo pasado, quien tendría igualmente dos cuadros de Corot, de los
cuales se sentía muy orgulloso Y en 1.858, cuando fue depuesto por la Revolución
de Marzo, saquearon su casa, y una turba enardecida habría arrastrado por las
calles muchas de sus propiedades, entre ellas los cuadros de Corot. Y alguien, que
había frecuentado la casa del general, al ver el lamentable espectáculo habría
exclamado: « ¡Adiós Corots! ». Sin embargo, el profesor Angel Rosenblat demostró
que la palabra coroto, con el sentido que se le da popularmente en Venezuela,
es muy anterior a la época de Guzmán Blanco y Monagas, y le atribuye
un origen indígena.
Ecuad., Pan., P Rico, R. Dom.: Id. En Ecuad. también se usa tereque en el
mismo sentido: (<Me mudo, y tengo que llevarme todos mis tereques...».
Cuba: chele, tareco: <(Tráeme los cheles que dejé en tu casa ... ,,. En Cuba se
usa también la palabra corota, pero es el nombre de un juego a base
de cinco dados: «Vamos a jugar carotas._))_
Guat.: chingolingos.

Cortar las patas


Detener a alguien en una acción; romper un enamorado con el
otro: ((AJ Presidente el Senado le cortó las patas al negarle el permiso para
viajar a España11. ((Pobrecito Fulano, la novia Je cortó las patas y anda
de Jo más desolado11.
73

Cosas del alma (naque)


Expresión lúdicra, humorística e irónica, para referirse eufemística-
mente a los efectos de la vejez: «-No sé qué me pasa. Hace días que tengo
un dolor de cabeza que no se me quita. -¡Ay, vale, eso son cosas del
alma!_ __ Sí, del almanaque...ii.
Cuba: Id. pero con una ligera variante fonética: cosas del asma (naque).
Guat.: pegarle el sol hace rato: ((Don Fulano se mantiene enfermo, rero
la realidad es que ya hace rato que le pega el sol».

Coscorrón
Golpe dado con los nudillos en la cabeza; casi siempre se da como
castigo a los niños, pero puede ser también en juego, aunque molesto: «Si no
te quedas quieto, te voy a dar un buen coscorrónii. « . .los coscorrones del
maestro llovían sobre la cabeza del turco, así fuese inocente de la fechoríaii .
(Rufino Blanco Fombona: El hombre de hierro).

Coscorronazo
Sinónimo de coscorrón (V): «A Fulano le di un coscorronazo,
para que no sea embusteroii.

Cosita rica
Expresión entre irónica y sarcástica, muchas veces con un matiz
de burla, para referirse al hombre que se considera apuesto y preferido por las
mujeres, o al que siéndolo efectivamente, hace alarde de ello: «Ese tipo
me choca. Él se cree que es cosita rica».
Observación: Frecuentemente la frase se emplea como apodo de la persona que
se comporta de esa manera: «Ya va a empezar la clase Ahí viene Cosita Rica».

Cosota
Exageración, especialmente referida a quienes hacen alarde
de lo que tienen o creen tener: «Tampoco es así. Ella no es una cosota, co­
mo tú te imaginas». «Lo malo de tí es que te crees una gran cosota... ii. «¡Gran
cosota! Ese premio se lo gana cualquiera. Ni que fuera el Premio Nobel1i.

Cotorra
Conversación amistosa, en especial cuando es prolongada, de varie-
dad temática y más o menos intrascendente. Persona que habla demasiado:
«Estuve visitando a Fulano y armamos una buena cotorra1i. «Esa mu­
chacha es muy habladora; se la pasa de cotorra en cotorraii. «Ese tipo habla
demasiado. Parece una cotorraii. V también cotorrear y cotorreadera.
Observación: No debe confundirse este uso, de carácter metafórico,
de la palabra cotorra, con el nombre de un ave de la familia de las Psitacidae, espe­
cie de loro, con muchas variedades. Por supuesto que la acepción popular
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que aquí damos de cotorra proviene del nombre de dicha ave, pero no son lo mis­
mo, pues decir de una persona que es una cotorra, con valor de adjetivo,
porque habla demasiado, no es igual que llamar cotorra, con valor de sustantivo,
a una conversación.
Cuba: Id.
Chile: Id. pero sólo en la acepción de persona que habla demasiado.
Guat.: platicadera: «Las criadas tiene una platicadera que ya fastidia». En
Guat. también se usa cotorra en el sentido de persona que habla demasiado.

Cotorreadera
Se refiere a la costumbre de algunas personas de conversar mucho,
en especial sobre cosas sin importancia: «¡Muchacha, deja la cotorreadera,
que todavía tienes mucho qué hacer!JJ. «A mí me choca la gente que se
la pasa en una cotorreadera}}. V cotorra y cotorrear.
Cuba: cotorreo.
Chile: cotorrería.
Guat: platicadera: «Las criadas tienen una platicadera que ya fastidia».

Cotorrear
Conversar dos o más personas, especialmente cuando la conversación
es prolongada, con variedad de temas y más o menos frívola o intrascenden­
te: «Ayer me encontré con Fulana y cotorreamos un buen ratOJJ. «A mamá
le encanta cotorrear con la vecina}}. V también cotorra y cotorreadera.
Arg., Col., Chile, Cuba, Guat.: Id.: «Dejá de cotorrear, que tenemos mucho
trabajo por delante». «¡Cómo cotorrea esta gentel ...». En Cuba el verbo
cotorrear se usa con cierta connotación peyorativa, por lo que es poco fre­
cuente que se emplee en primera persona, tanto del singular como del plural.
En Chile se usa también copuchar: «Ven a casa y copuchamos un rato».

Creer en pajaritos preñados


Hacerse ilusiones; ser demasiado crédulo: «No estés creyendo
en pajaritos preñados. Tú verás que no te dan ese trabajOJJ. «Tu problema es
que tú crees demasiado en pajaritos preñados. Tú eres muy ingenuo,
y confías en todo el mundOJJ.

Creer que algo es pila de agua bendita


Expresión con la cual se rechaza a las personas abusadoras, que pretenden
hacer uso de los bienes de otra, sin que se les haya autorizado
para ello: «Hay que ver que ustedes son bien abusadores. ¿Ustedes creen que
mi casa es pila de agua bendita, para que vengan a llevarse mis cosas
como si fueran de la comunidad?¡¡
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Creer que la luna es pandehorno


Actuar de manera ingenua, demasiado confiada; equivocarse;
hacerse ilusiones: «Mucho cuidado conmigo, no se equivoque. Usted como
que está creyendo que la luna es pandehomo ... ,,. «Mire, señor, es
verdad que el gobierno es débil, porque no tiene respaldo popular. Pero no
es fácil tumbarlo. No esté creyendo que la luna es pandehorno".
Observación. El pandehorno es una sabrosa golosina venezolana, en forma de
rosca, hecha de harina de maíz cariaco, aliñada con papelón y manteca de res, y
eventualmente con otros ingredientes, y cocinada al horno, preferiblemente de leña

Creer que se tiene a Dios agarrado por la chiva


Creerse una persona más importante de lo que es; alardear; ser o
estar demasiado envanecido; creerse poderoso: «Lo que pasa es que tú crees
que tienes a Dios agarrado por la chiva; pero cuando cambien las
cosas, ya verás lo que te pasa...}}. V. tb. chiva.

Cuando la rana eche pelos


Se emplea para referirse a algo que está muy distante en el tiempo,
o que es muy difícil que ocurra: «No estés creyendo en eso, eso será cuando
la rana eche peloSJJ. Se usa también con el verbo criar, en vez de
echar, pero es menos frecuente y tiene una tonalidad más culta. Una frase
equivalente, pero menos usada, es «Cuando San Juan agache el dedo».
Col., Cuba: Id.: «Los yanquis tomarán a Cuba cuando la rana eche
pelos ... ». En Cuba se construye la frase preferiblemente con el verbo criar,
en vez de echar.
Arg: Cuando San Martín baje el dedo: ((Él te va a pagar cuando
San Martín baje el dedo...». Según el informante, esta frase se usa sobre
todo en Tucumán, y se origina en una estatua que hay allí del General
José de San Martín, en la cual el héroe de la independencia argentina aparece
con una mano levantada. En Arg. también usan cuando la rana críe pelos.
Chile: el día de San Blando: «Ése te paga el día de San Blando... ».
También cuando haya pajaritos nuevos.
Guat.: cuando el sapo críe cola.

Cuerazo
Golpe dado con una correa o algo semejante, especialmente
como castigo a los niños: «Pobrecito Fulano, se portó mal y el papá Je dio
unos cuerazos".

Cuerda
Se usa para referise a un grupo numeroso de personas identificadas
por algún rasgo o actividad comunes: «En Venezuela los políticos no son sino
una cuerda de vagos". «¡Salgan de aquí, cuerda de holgazanes y
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sinvergenzast». V. tb. partida, pila.


Aig.: manga: «Ustedes son una manga de vagos ... ».
Col.: pila: «Son una pila de delincuentes... ».
Cuba: cuerda, sarta.
Chile: manga.
Méx: bola: ((Nuestros presidentes son una bola de ladrones ... ».

Cueriza
Azotaina, castigo consistente en pegar con una correa,
látigo o algo similar: «Le dí su buena cueriza para que aprenda a respetaI>!.
Metafóricamente, puede referirse a la derrota sufrida por alguien en
alguna actividad: «Buena cueriza le dieron a Fulano en las elecciones; quedó
de cuarto... 11. V. también cuerazo y cuero.

Cuero
Castigo consistente en golpear con una correa, látigo u
otra cosa parecida: «A mí me dieron mucho cuero cuando estaba chiquito».
En otro sentido, la palabra cuero se usa despectivamente para designar
a la mujer que es barragana o concubina de alguien, y también a la mujer
que, por ser desmirriada y físicamente insignificante, resulta poco atrac­
tiva: «No te metas con esa mujer, que ésa es el cuero de Fulano11. «Ayer vi a
Fulana; la pobre está hecha un cuero11. V. también cuerazo y cueriza.

Culillo
Temor, miedo, aprensión ante algo. Se usa frecuentemente en
el medio carcelario, para referirse a los momentos de depresión que suelen
sufrir los presos: «Pobrecito Fulano, tiene un culíllo tremendo11. 11Si tienes
culillo me Jo avisas, porque así no sirve11. V. también enculillar (se).
Col., Gua t.: Id.: ((Mientras duraba el parto de mi esposa yo estaba con un
culillo tremendo».
Cuba: Se emplea culillo, pero mas bien con el sentido de prisa,
impaciencia, de comezón por algo, para referirse a personas que obsesiva­
mente se empeñan en obtener alguna cosa: ((Fulano ha cogido culillo
con ese automóvil, y hasta que lo compre no para». Según otros informantes,
en Cuba también se usa culillo con el significado de temor que
tiene en Venezuela: ((Me da culillo ver un majá». (En Cuba el majá es una
especie de culebra).
Aig.: cuiqui: ((Estoy con un cuiqui por el examen de mañana...».
Chile: julepe: ((Mira como tiembla Fulano: tiene un julepe tremendo»
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Cursiento, a
Enfermo de diarrea: «Hay que tener cuidado con ese muchacho,
que está cursiento desde hace días. Ya lo que evacua es puro liquido, y se
puede deshidratarn. V. también curso.
Aig., Col., Chile, Ecuad., Guat., Méx., Perú, Urug.: Id.

Curso
Diarrea. Según un viejo dicho venezolano. los ancianos
suelen morir de tres C: caída. catarro y curso. V. también cursiento.
Aig., Col., Chile, Ecuad., Guat., México, Perú, Urug.: Id.

Curucuteadera
Acción y efecto de curucutear (V.). Costumbre de registrar o de hurgar
en gavetas. escritorios. escaparates, etc.: «Muchacha, deja la curucuteadera,
que tú no tienes nada que andar buscando donde no debes».

Curucutear
Registrar algo en forma acuciosa y prolongada. casi siempre
desordenadamente: «Lo sorprendimos cuando curucuteaba en la gaveta
del escritorio». «Esa muchacha se la pasa curucuteando por ahfo.
Aig, Col., Cuba, Chile, Méx., Urug.: hurguetear: «La secretaria se quedó
hurgueteando el escritorio...». En Col. también usan reblujar:
«Tú estuviste reblujando en mis cosas»; en Urug. curunguear y curungar:
«Vamos a curunguear la gaveta».

Cháchara
Conversación animada y ruidosa. generalmente de contenido frívolo
e intrascendente: «En la esquina estaban unos tipos con una cháchara, y no
me dejaban dormir». «La pobre María, de voluntad plegadiza, sobre todo
tratándose de su prima, y sugestionada por aquella cháchara, no sabía qué
pensar>>. (Rufino Blanco Fombona: El hombre de hierro).

Chalequear
Despreciar. no tomar en cuenta a alguien; estropearle un negocio
o actividad; entorpecer a una persona cuando está hablando con otra. espe­
cialmente si le está narrando algo: «A mí me gusta que me tomen en
cuenta, no me gusta que me chalequeen... ,,. «No me vayas a chalequear el
negocio, mira que es mi última oportunidad». «No me interrumpas, vale;
no me chalequees el cuento, que ahora viene lo bueno».

Chambón, a
Persona que hace las cosas mal. con torpeza y en forma
deficiente; se usa especialmente en relación con el oficio o profesión de
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la persona de que se trata: «El constructor que hizo esta casa es muy
chambón, por eso hay tantos defectos en ella.>). «Ya no se consiguen herreros,
ni zapateros, ni carpinteros, ni sastres ..., y los que se consiguen son muy
chambones». V. también chambonada.

Chambonada
Trabajo mal hecho, actividad realizada en forma defectuosa y torpe:
((No Je puedo pagar esa cantidad, aunque fue lo convenido, porque lo que
usted me hizo es una chambonada». «Ése no sirve para nada;
en Jo que Jo pongas a hacer, te saldrá siempre con puras chambonadas».

Chamo, a
Muchacho, niño, adolescente; compañero. Eventualmente se
usa también como tratamiento afectuoso entre adultos: ((Yo tengo tres hijos,
dos chamitas y un chamito». «...ellos no eran dos nonatos, dos chamos
nada más, sino también dos socios que habían arriesgado la libertad...>>
(Miguel Otero Silva: Cuando quiero llorar no lloro). «¡Hola, chama! ¿Cómo
están tus hijos y tu marido?».
Chile: cabro, sólo aplicable al niño o muchacho: «Me casé y tengo
tres cabros ... ».

Chanchullero, a
Persona que suele practicar el chanchullo (V.). Tramposo.
Experto en hacer fraude en cualquier actividad, especialmente en las
elecciones, y en general en el ejercicio de la política: ((Fulano es
un chanchullero. A ése no le gana nadie haciendo trampa en lo que sea».
((Ese partido es un nido de chanchulleros».
Cuba: Id.

Chanchullo
Ardid, artimaña, componenda, trampa, manejo doloso, especial-
mente cuando el propósito de ello es el fraude electoral, y en general cuando
es utilizado como instrumento de corrupción política y/o administrativa:
((Ganaron las elecciones porque hicieron chanchullo. De otro modo no sacan
ni un solo diputado». ((Bien sabía él que aquel hombre que se exhibía
como una víctima de su probidad y de su integridad, había sido lanzado del
ministerio por un chanchullo en el cual estaban en juego centenares
de bolívares». (Rómulo Gallegos: Reinaldo Solar). «...Ramón pensaba y ponía
por obra algún chanchullo de los que solía él, con gravedad académica,
apellidar negocios» (Rufino Blanco Fombona: El hombre de hierro).
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Chévere
Expresión de una gran riqueza semántica. Se usa como
sinónimo de magnífico, estupendo, admirable, buenísimo, extraordinario, etc.
También sirve como respuesta afirmativa, dada con vehemencia y
en ciertas circunstancias, a una proposición: «Anoche vimos una película
chévere;;_ «Fulana tiene un carro chévere>J. «El novio de mi hermana es
chévere;;_ «Ese profesor es chévere; explica todo clarito;;_ «Está haciendo un
fríito chévere}). «La comida estuvo chévere>J. «-¿Quieres ir a una hesta
mañana?-¡Chévere! Gracias por invitarme...!).
Observación: La palabra chévere es de origen cubano, y llega a Venezuela
hacia comienzos de los años 40 En esa época se puso de moda una conga cubana,
oída mucho por la radio, que tenía el siguiente estríbillo:
«Uno, dos y tres,
¡qué paso más chévere,
qué paso más chévere 1 ,
el de mi conga es... >>
Según don Fernando Ortiz, eminente y muy reputado antropólogo
cubano, la palabra chévere es de origen africano, y proviene de sébede, que
en calabar, dialecto nigeriano, significa adornarse profusamente,
trajearse con elegancia, como un petimetre. Según Ortiz, es además
sinónimo de cheche, vocablo también cubano de origen africano,
pero lucumí -otro de los dialectos traídos al Caribe desde Africa-, que
significa más o menos lo mismo que chévere.
Cuba, P Rico., Méx.: Id. Arg., Chile, Umg.: macanudo.

Chimbo, a
Dícese de las cosas imperfectas, deterioradas, insatisfactorias,
de un valor menor que el que algunos les atribuyen. Inicialmente se refería
sólo a las monedas desgastadas, pero luego se generalizó en el sentido
indicado: «En ese negocio me estafaron; me vendieron una nevera chimba;;_
«¡Ah no!, ése es un regalo chimbo}). Por extensión, se aplica también
a personas y determinadas situaciones: «Oye, vale, esa profesora si es chim­
ba. No tiene ni idea de lo que está diciendo...!). « ¿Cómo
- estuvo el paseo?­
Muy chimbo. Me fastidié como nunca;;_
Ecuad.: Id.: «¡Qué edificio tan chimbo! ...».
Chile: penca: «Qué lástima, fue una despedida penca». ((Con estos zapatos
penca no puedo caminarn.

Chinchorrazo
Forma eufemística de referirse al trago de licor o aguardiente.
Se usa casi siempre con el verbo echar (se), con el sentido de beber (se):
«Amanecí mal, porque anoche me eché unos chinchorrazos y me rega­
ñarom. «Estuve donde Fulano, y me eché tres chinchorrazos}). V regañar
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Cuba: buche, trancazo, janazo, usados con diferentes verbos:


«Vamos al bar de la esquina, a echarnos unos buches». «No me siento bien,
porque anoche me dí unos trancazos y me cayeron mal».
Chile: pencazo: «Fulano se echó unos cuantos pencazos en la fiesta»
Guat.: mechazo: «Hoy viernes, no caerían mal unos mechazos».
Se usan también mecatazo y farolazo.

Chinchurria
Nombre que se le da, especialmente en los llanos, al yeyuno
o parte inferior del intestino delgado del ganado vacuno, especialmente
cuando se asa para comerlo. Metafóricamente, esta palabra se emplea
para referirse despectivamente a una mujer desmirriada, físicamente insig­
nificante y de mal aspecto: «A mí me gusta mucho la chinchurria, con
su sabor dulzón, pero que esté bien asada... !). «Es increíble, un hombre como
ése, tan buenmozo, casado con esa chinchurria... JJ. Por extensión, a
veces se usa para referirse a personas de mal aspecto y/o de baja condición:
«Esa gente es chinchurria.No te conviene relacionarte con elloSJ!.
Arg., Bol., Parag., Urug.. : chinchulín, es. Sólo se emplea en la primera
acepción, y casi siempre en plural.

Chirriar
Emitir una persona o cosa un sonido agudo, estridente
y desagradable: «Ya empezó ese muchacho a chirriar; debe ser que tiene
hambre!). «Échele un poco de aceite a las bisagras de esa puerta,
que chirrían muchO!!. «Los zapatos le chirriaban, porque eran nuevoSJJ.
Cuba, Chile, Ecuad., Guat.: Id., pero sólo referido a cosas, no
a personas: ((Lávate el pelo, hasta que te chirree cuando te peines».
((Al frenar el carro, le chirriaron las llantas».

Chiva
Barba: «Fulano se dejó crecer la chiva, y ahora se ve más viejO!J.
También se emplea para referirse a la ropa usada que es o fue de una persona,
y que lleva otra a quien se la han prestado o regalado: «-¿Tú vas
a la fiesta?-No sé, vale, porque no tengo ropa. Pero voy a ver si consigo
una chiva para irn. Aunque con menos frecuencia, se usa asimismo
este vocablo para referirse a la buena suerte, y a la persona que goza de ella:
«Ese tipo si tiene chiva. Primera vez que juega a la lotería y se ganó
un realero))_ «Tú si eres chiva. Te conseguiste una mujer bonita y con plata ... !!.

Chocancia
Antipatía, repugnancia, gesto inamistoso y provocador:
«Deja la chocancia, vale, que ese señor no se está metiendo contigo___ ))_
V. también chocante y chocar.
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Chocante
Se refiere a la persona que a otra le resulta desagradable, antipática:
((Ese tipo si es chocante, vale; me cae mal». ((A mí no me gusta esa mujercita;
me parece muy chocante». V también chocancia y chocar.
Arg., Col., Cuba, Chile, Ecuad., Guat, Méx. Id.: «No seas tan chocante
al hablar...)).

Chocar
Desagradarle a uno una persona o cosa, caerle mal algo
o alguien a una persona: «A mí me chocan los chismes». ((Ese tipo me choca;
no lo puedo ver ni en pintura». «A mi mujer le choca que Je pregunten la
edad». «A ella le chocan los hornos de microondas». ((Hay mujeres a quienes
les choca la cocina».
Arg , Col., Cuba, Chile, Ecuad., Guat., Méx., Urug: Id.:
«Me choca que te pongas así. ».

Chochera
Comportamiento típico de los ancianos; manías y excentricidades
propias de las personas de mucha edad, que eventualmente pueden presen­
tarse prematuramente: rrA mamá la chochera le ha dado por llamar por
teléfono. Me llama cuatro y cinco veces al día, y no me deja trabajar». rrYo no
se qué Je pasa a Fulana, porque ella no tiene edad para estar con
esas chocheras». «Yo no he pasado mi vida en el monte, trabajando como
un peón, para que mis hijos se mueran de hambre por las chocheras
de usted, mamá, y los chanchullos de Ramón...1>. (Rufino Blanco Fombona:
El hombre de hierro).

Chocho, a
Persona mayor, que por la edad comete errores y se comporta de
una manera peculiar, sin llegar propiamente a la demencia senil: «No Je hagas
mucho caso a mamá, que ella está muy chocha y dice muchas tonterías»
También se aplica a personas que, aun sin ser necesariamente de mucha
edad, se muestran muy complacidos y entusiasmados por determi-
nados motivos: ((Fulano está chocho con el nieto. Si tú lo vieras...1> «Mamá
está chocha con el carro nuevo que le regaló papá».

Choreto, a
Torcido, inclinado, fuera de balance: ((Endereza ese cuadro,
que está choreto>>. ((Ella es muy bonita, pero tiene las piernas choretas».
Metafóricamente, esta palabra se emplea también para referirse a cualquier
situación que sea o pueda llegar a ser conflictiva o inconveniente: (( Yo veo
la situación muy choreta, con la crisis económica y el malestar político ...»
((Mejor nos vamos, porque aquí las cosas se están poniendo choretas».
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Chucuto, a
Se refiere a algo incompleto, imperfecto, deficiente. Se dice también
de un perro u otro animal al que le falta la cola: «Al Código Civil le hicieron
una reforma chucuta}}. «Este año tendremos un presupuesto chucuto}}.
((El mes de febrero es un mes chucuto}}. «Fulano tiene un perro chucutOJJ.

Chueco, a
Persona patituerta, con algún defecto que le impide caminar
normalmente, y por elle cojea. Se aplica también metafóricamente a objetos
que tienen patas, como mesas y sillas, e incluso a cualquier cosa que
esté fuera de balance: «Él es alto, delgado, bien parecido, pero chueca de un
pieJJ. ((Esa silla está chueca, tenga cuidado al sentarse, no se vaya a cae[)).
Col.: Id., especialmente referida a cosas: ((Esa silla está chueca».
Guat.: Id.: ((Ese muchacho es todo chueco para caminar». ((La mesa del
comedor está chueca».
Cuba: paticojo, cachicambiado: ((Él es alto, flaco y paticojo».
«¡Cuidado con esa silla, que está cachicambiá».
Chile: se emplea la palabra chueca, pero con el sentido de persona desleal
y poco confiable: «No te metas a trabajar con él que es chueca».
<<Carlos no cumplió con lo prometido; es un chueca». Jugar chueca equivale
a jugar sucio, hacer una trastada.
Ecuad.: patojo, a: «Esa silla está patoja...».

Chuleta
Notas o apuntes que se llevan preparados para copiarse en
los exámenes. Ayudamemoria: ((Esconde bien esa chuleta, que el profesor
nos está mirando mucho}}. ((-¿Trajiste la chuleta de Matemáticas?
Mira que yo no sé nada para ese examen}}. ((Es admirable la memoria de ese
tipo. Estuvo hablando más de una hora de cosas interesantísimas, y no
tenía ni una chuletica por delanteJJ.
Chile: torpedo: «Saca el torpedo, que no sé nada... ».
Ecuad.: polla: «Lo cacharon en el examen con la polla en la mano ...».
Urug.: ferrocarril: ((Fulano tenía un ferrocarril en el examen ...».

Churupo
Forma coloquial y popular de llamar al dinero, en especial las
monedas: « ¿-Tú tienes dinero, para que me prestes? -Bueno, yo tengo
aquí unos churupos; te puedo prestar algoJJ. «Voy a ir donde Fulano,
a ver si me paga unos churupos que me debe, porque estoy muy limpiOJJ.
Cuba: astilla, guano, pasta, pastora, magua, yira: «Voy a tratar
de cobrar una astilla que me deben». «Ando sin guano».
Arg., Urug.: guita, mango: «Dame guita, papá». «Estoy sin un mango... ».
Guat.: pisto, brea: «A tí te gusta mucho tener pisto» «Fulano tiene
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mucha brea». De pisto derivan otras expresiones, como pistillo


(«Yo tengo algún pistilo ... »). pisto contante y sonante, pisto llama pisto,
pistudo (a).

Chusma
Grupo heterogéneo de gente soez, vulgar y de baja condición,
o a la que se juzga de esa manera, con razón o sin ella. Forma despectiva de
referirse a una persona determinada: «Una chusma violentó las puertas
del estadium y se apoderó de los mejores asientoSJJ. «No andes mucho con
ese tipo, que ése es chusma y te desacreditaJJ.
Aig., Urug: Id. Se emplea también chusmaje en el mismo sentido.

Chuzazo
Herida causada con un chuzo (V): «Muerto un recluso de veinte
chuzazos)). «En la cárcel de El Rodeo se libró una batalla a chuzazos entre
los reclusoSJJ.

Chuzo
Arma blanca, punzopenetrante, muy peligrosa, hecha improvisada-
mente con el artificio de aguzar la punta de un objeto alargado, principalmen­
te de hierro u otro metal apropiado o de madera dura, como la pata de
una cama o de una mesa; su uso es muy frecuente en las cárceles: «Batalla
a chuzos en el Retén de Catia)). «Un preso mató a otros dos con un
chuzo)). «47 chuzos decomisó la Guardia Nacional en la cárcel de TocuyitOJJ.
Ecuad.: Id.

Dar el pitazo
Dar noticia o aviso de algo, sobre todo con valor de alerta:
«A él Je dieron el pitazo de que algo iba a ocurrir, pero no hizo casOJJ.
«-A mí me dio el pitazo Juan Primito -concluyó Antonio. Un bobo de allá
de "El Miedo", que todo Jo descubre y es un telégrafo para trasmitir
novedadeSJJ (Rómulo Gallegos: Doña Bárbara).

Dar julepe
Darle a un objeto o instrumento mucho uso, emplearlo a
menudo, abusar de su uso. También se puede usar en relación con seres
humanos o animales: «Ese muchacho pasa todo el día dándole julepe
a esa bicicleta; así no Je va a durar nada)). «Ese hombre es un enfermo sexual.
Se pasa todo el tiempo dándole julepe a esa pobre mujer, y ya Je ha
puesto como diez muchachoSJJ. «No Je des tanto julepe a ese caballo, que
lo vas a mata[)).V. tb. julepe.
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Dar (le) en la vena del gusto


Hacer que alguien se sienta muy complacido y satisfecho:
«Fulano está feliz, porque vino su primo y estuvieron conversando un buen
rato. Él es muy buen conversador, y le sabe dar en la vena del gusto
al muchacho». «Muchacha, desde que te casaste te ves más rozagante y
buenamoza. Tu marido como que sabe darte en la vena del gusto;;_

Dar la cara
Asumir una responsabilidad, ejercer una determinada represen-
tación, defender algo o a alguien: «Por mí no se preocupe, que yo sé dar la
cara cuando es necesario ... !!. «Ya sabe, hijo, muerto su padre, usted
es el único hombre de esta casa, y tiene que dar la cara por su familia1;.

Dar lo vuelto
Dar al pagador lo que resta, después de haber pagado con una suma
mayor que la debida. En construcción pronominal se emplea en forma irónica
y satírica, para referirse a quienes sacan de una determinada situación
más provecho de lo admisible, en especial si es con viveza y argucias: «Señor,
sáqueme la cuenta de lo que le debo, páguese con este billete, y me da
lo vuelto». «Esos tipos se las saben todas; ellos mismos se pagan y se dan lo
vuelto;;, La frase también puede construirse con el artículo en masculino,
el, en lugar del neutro lo: <<Ellos se pagan y se dan el vuelto;;, V. también
«despacharse y darse el vuelto».
Cuba: Id., pero sólo con el artículo en masculino: «Páguese con este
billete, y me da el vuelto».

Darse bomba
Alabarse una persona a sí misma, sobre todo cuando es
en exceso e injustificadamente. Alabarse mutuamente dos o más personas.
Darse importancia: «A Fulano le encanta darse bombaN. «Esos tipos son
unos ridículos; se la pasan dándose bomba entre ellos mismos;;_ «Te estoy
esperando hace más de una hora. Pero a ti te encanta darte bomba,
y llegas cuando te da la gana;;_
Col.: Id. : «Él se da mucha bomba; se cree el ombligo de la Virgen».
(<Él se da mucha bomba; se cree el que le clavó los clavos a Jesucristo>>.
Cuba: darse lija, darse bombo: ((Ella se da mucha lija... ».
«A Fulano le gusta darse bombo».
Chile: cachetonearse: «Él se cachetonea demasiado ... ».
Ecuad.: darse lija: «Cómo se da lija, sólo habla de sí mismo ... ».
Guat.: echarse flores, echar galanas: <(A él le gusta echarse floresn.
(<Nadie me aventaja en eso de echar galanas a tiempo>).
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Deber hasta el modo de caminar


Se refiere a alguien que está sumamente endeudado: «Ese pobre hombre
debe hasta el modo de caminar». «Sería bueno que me pagara aunque sea
algo; mire que usted me debe hasta el modo de caminar...».

De bola
Expresión que indica aceptación o confirmación de algo.
Tener seguridad de algo que es o se considera evidente: «-¿ Tú vas mañana
a la reunión?-¡De bola que sí' Yo ésa no me la pierdo>>. «Yo que te Jo
digo, eso es de bola». Es común usar también la frase de bola a bola (V.),
e incluso de bolita a bolita.
Guat.: de plano: ((A la reunión del viernes de plano que voy».
Observación: Las expresiones de bola y de bola a bola, provienen del juego
de billar, en el cual hay una figura que consiste en hacer una carambola dándole con
la bola con que se juega a las otras dos, yendo directamente de la una a la otra
A diferencia de la carambola por banda, o por la banda, que consiste en darle
primero a una bola, de modo que la bola con que se juega vaya luego a una o
más bandas, y después de rebotar en éstas choque con la tercera bola También
puede ser dándole primero a una o más bandas, después a la segunda bola,
y finalmente a la tercera. Como es de suponer, la carambola de bola a bola es
más fácil de hacer que la carambola por banda. De ahí la expresión de bola,
o de bola a bola, para indicar algo muy fácil y seguro

De chiripa
Se refiere a algo que se da o se produce en el último momento
o por casualidad: «De chiripa llegamos a tiempo, porque había una tranca
de tráfico enorme». «Se salvaron de chiripa, porque en ese momento
pasó una patrulla y los atracadores salieron corriendo».
Observación: Chiripa es también en Venezuela el nombre de una especie de
cucaracha muy pequeña (Blatta orientalis), bastante molesta y perjudicial, frecuente
en las casas y los jardines Por otra parte, el DRAE define chiripa como
una suerte favorable en el juego de billar {(que se gana por casualidadn, y en una
segunda acepción como una ((Casualidad favorable>>. El DRAE no registra la
frase de chiripa, pero es de suponer que su origen está en el vocablo así definido
por el diccionario Éste no dice nada sobre el origen de dicho vocablo
Corominas, por su parte, registra su documentación a partir de 1.832, con la acep­
ción que da el DRAE, y señala que su origen es incierto Don Fernando Ortiz
sugiere que puede ser americano
Aig., Bol., Col., Cuba, Chile, Ecuad., Guat., Méx., Perú, P Rico, R. Dom.,
Umg.: Id.: ((De chiripa ganó tu equipo...». ((Metiste ese gol de chiripa... » En
Cuba se usa chiripero, para referirse a la persona que con frecuencia
hace u obtiene las cosas de chiripa. También chiripazo, con el sentido de
golpe de suerte. En Guat. se usa este mismo chiripazo: ((Por un
86

chiripazo acertaste en el blanco... ». Igualmente se emplea en


Guat. el verbo chiripear, en el sentido de acertar por casualidad en la ejecu­
ción de una cosa.

De espanto y brinco
Frase ponderativa, para exaltar el carácter o condición de algo:
r1Mira como viene Fulana de bella; está de espanto y brinCOJJ. «¿Qué tal
estuvo la fi.esta de anoche? -¡De espanto y brinco!JJ.
Chile: de miedo: «Se veía tan bonita la Fulana... ; estaba de miedo».
«La fiesta estuvo de miedo)).
Guat.: a toda madre: «La fiesta de Fulano estuvo a toda madre... )).

Dejar a alguien con los crespos hechos


Dejar a alguien esperando; desistir en el último momento
de algo que se había prometido hacer con otra persona o en favor de ella:
«Ese tipo es un sinvergüenza. Dejó a la novia con los crespos hechos... JJ.
V. también «Quedarse con los crespos hechos)).
Chile: Id.

Dejar entendiendo
Dejar a alguien esperando algo que le había sido ofrecido.
Incumplir un compromiso con alguien: «Pobre muchacha, el novio la dejó
entendiendo y se casó con otra;;_ «La mayoría de los políticos venezo-
lanos ofrecen mil cosas en las elecciones, y después que llegan al poder dejan
a la gente entendiendo;;_

De repente
Frase muy generalizada en la lengua castellana, que en
Venezuela se emplea con una connotación expresiva muy peculiar. La frase
se usa comúnmente con su significado general, para referirse a algo
que ocurre inesperadamente, en forma súbita o intempestiva: «Fulano murió
de repente;;_ «Todo estaba muy tranquilo, y de repente comenzó un albo­
roto}). Pero es también muy común usarla en forma expresiva, sin una denota­
ción precisa, con valor de expletivo, o como una especie de frase introduc­
toria de algo que enseguida se dice, e incluso como indicación de posibilidad:
«De repente había otro telecajero aquí;;_ (Frase escuchada a una señora
en el aeropuerto de Maiquetía, el 26-6-92). «De repente a usted le provoca un
cafecito, ¿verdad?;;_ r1Yo me dije: de repente a Fulana Je gusta la música
venezolana y le puedo regalar un disco;;_ «Pídele permiso a tu papá. ¿Quién
quita... ? De repente te dice que sí.._;;_ Es común también la frase de
repente y tal, con un uso más o menos semejante. A veces, en todos estos
casos se usa de pronto en el mismo sentido.
87

Descamburar
Destituir a alguien del cargo o empleo. «A Fulano lo descamburaron
ayenJ. «A ese tipo lo viven descamburando en cuanto empleo consigue}}.
V también cambur, encamburar (se).
Col.: descamellar.
Cuba: tumbar, planchar, tronar.
Chile: darle a alguien el sobre azul: «Pobre Fulano, hasta aquí llegó en su
trabajo; le van a dar el sobre azul».

Despacharse y darse el vuelto


Frase que se emplea para referirse a las personas que todo lo hacen
a su favor, buscando siempre su ganancia, aunque sea inescrupulosamente:
«Ése se las sabe todas. Montó una empresa en sociedad con sus
hermanos, en su propia casa, y cobra el alquiler. Es decir, se despacha y
se da el vuelto ... !}. V también «dar (se) el vuelto».

Despelote
Desorden, situación confusa o caótica: «Este país está cada vez peor;
es un verdadero despeloteJJ. «El despelote en la administración pública es
increíble. Nadie trabaja, no se hace nada, y uno no sabe a qué atenerseJJ.

Desvanecer (se)
Desmayarse, sentir mareo: «Ella se desvaneció del sustOJJ.
«Fulana es muy sensible, y cuando ve sangre se desvaneceJJ.

Desvanecimiento
Desmayo, mareo, pérdida del conocimiento: «Ella no está bien, porque
le dan desvanecimientos con mucha frecuenciaJJ. «De pronto me sentí mal y
me dio un desvanecimiento; pero luego me sentí mejorn.

Dicharachero, a
Persona locuaz, muy dada a la conversación: «Fulana es muy simpática,
reilona y dicharacheraJJ.

Dormir con un ojo abierto y otro cerrado


Frase que indica la desconfianza previsiva que se tiene, o que debe
tenerse, en una situación determinada: «Fulano es muy previsivo y nunca se
descuida. Él duerme con un ojo abierto y otro cerradOJJ. «Tenga
cuidado, amigo, que esta tierra es muy peligrosa. Aquí hay que dormir con
un ojo abierto y otro cerrado !!.
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Echado (a) p'alante


Se dice de una persona animosa, optimista, bien dispuesta para
lo que sea: ((A mí me gusta mucho esa muchacha. Ella no es de las que se
achantan. Ella es echada p'alante».

Echar (se)
Con el verbo echar, en forma pronominal, se construyen numero-
sísimas frases expresivas, de uso frecuente en el habla venezolana. Entre ellas
se cuentan las siguientes, a título de muestra: Echarse a morir: Preocupar­
se excesivamente por algo; desesperarse ante algo que puede llegar a ocurrir;
perder la serenidad: ((El problema contigo es que te echas a morir por
cualquier cosa. Así no se puede vivin!. Echarse al abandono: Descuidarse
una persona de sí misma, de su salud, de su aspecto personal: ((Ella,
desde que se murió su marido, se echó al abandono. Perdió todo interés en
la vida!) Echarse al monte: Expresión muy frecuente en el pasado, para
referirse a alguien que se alzaba contra el gobierno, y armaba una montonera,
lo cual generalmente ocurría en las zonas rurales, que se prestaban para
la guerra de guerrillas: ((El general Fulano se echó al monte, y anda por los
lados de Biscucuy con una partida bien armada!!. Echarse a una persona:
Matarla: ((Ése es hombre peligroso; ya se ha echado a varios!!. ((A Fulano se lo
echó un policía que lo tenía sentenciado!), Echarse al pico: Equivale a
la anterior. Echarse a uno en caldo de ñame: Equivale a las dos anteriores.
Echarse a una mujer: Tener trato carnal con ella: ((Ése tipo es un sinver­
güenza. Abusó de la hospitalidad de su amigo, y se echó a su mujern. Se con­
sidera expresión vulgar. Echarse al agua: Casarse: ((Al fin Fulano se echó
al agua. Ya se estaba volviendo un solteróm. Echarse al lujo: Comenzar una
vida de ostentación y de nuevorriquismo: ((Cuando ganó la lotería, en
vez de invertir, se echó al lujo, y a los pocos meses no le quedaba ni un cen­
taVO!!, Echarse a llorar: Prorrumpir en llanto: ((Cuando supo la noticia se
echó a llorar como una desesperada!). Etc.

Echar broma (s)


Molestar, tomar el pelo, fastidiar: ((Tengo una muela cariada
que me echa mucha broma!! . ((Hay que ver que ustedes si echan bromaS!!.
((Los muchachos le estuvieron echando bromas al profesor un buen rato!!.
Chile: Id. También se usa hacer bromas: «¿Hasta cuándo lo molestan?
Dejen de hacerle bromas)).
Cuba: jeringar, chivar.

Echar el resto
Actuar con el último recurso que se tiene; arriesgar lo último
de que se dispone, sea en sentido material o en sentido moral: ((Los golpistas,
viéndose perdidos, echaron el resto, y arriesgaron la vida en una acción
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desesperada». «Fulano está muy grave. Su organismo está muy debilitado.


No se ha muerto porque está echando el resto, pues no se quiere morirn.

Echar lavativa (s)


Equivale a echar broma (s). (V.). Algunas personas la consideran vulgar:
«Esa gente echa mucha lavativa».

Echarle pichón
Emprender algo, un trabajo, una tarea, un proyecto, con ánimo y
decididamente: « Vamos a echarle pichón al trabajo, que tenemos mucho qué
hacern. «Échale pichón a ese proyecto; tú verás que resulta un éxito;;_
«AJ principio estábamos un poco desanimados, pero después le echamos
pichón y salimos adelante».

Echarle piernas
Es parecida a la anterior, y en algunos casos equivale exactamente
a ella: «Échale piernas y verás que es buena idea>;. «Hay que echarle piernas
al asunto que te dije; es buen negocio».
Observación: Es posible que la expresión echarle piernas tenga relación
con el acto de montarse al caballo. En los llanos venezolanos es frecuente que se
diga, por ejemplo, ((Le eché la pierna al caballo y me fui al trote)).

Echar sapos y culebras


Decir insolencias y obscenidades, proferir insultos, usar un lenguaje
violento y destemplado contra algo o contra alguien, o como simple desahogo:
«Fulano estaba furioso, echando sapos y culebras por la boca».
rrEse tipo es un deslenguado, no hace sino echar sapos y culebras contra
todo el mundo;;, «Ayer salió un artículo en el periódico, donde la autor
echaba sapos y culebras contra el gobierno;;

Echar un carro
Engañar, dejar a alguien esperando algo prometido: rr-¿Por qué no
fuiste a la fiesta? Estuvo buenísima. -Qué iba a ir, si Fulano me echó un
carro. Me ofreció pasar buscándome, y nunca se presentó».
Observación: En los años 40 o 50, echar un carro era expresión muy
vulgar, propia del ambiente de burdeles y lenocinios Con esa frase se decía que un
cliente se había ido sin pagarle a la prostituta con la que hubiese estado. Y se
empleaba la palabra carrero para señalar al hombre que solía comportarse de ese
modo, y carrear para referise a la acción respectiva. Pero con el tiempo la
expresión se fue extendiendo, al mismo tiempo que perdía su connotación vulgar,
hasta generalizarse su uso con el sentido arriba indicado.
90

Echar un parao
Detener con energía una acción que se juzga inconveniente,
bien sea antes de comenzar, o ya comenzada. Se usa inclusive respecto de
la persona sujeto de la acción de que se trate: «El país no puede seguir
así; hay que echarle un para o a la corrupciórn>. << Vas a tener que echarle un
parao a tu hijo, que se la pasa molestándome». «Hay que echarle un parao
a Fulano antes de que meta la pata».

Echar varillas
Equivale a echar broma (s). (V): «¡Qué buena varilla me echaste!;
ahora no podré ir a la fiesta».

Echarse al agua
Manera festiva de referirse a alguien que se casó, o resolvió
casarse: «Por fin Fulano renunció a la soltería y decidió echarse al agua».
«Te felicito. Me dijeron que te echaste al agua». «Ahora que Fulanita
se echó al agua supongo que sentará cabeza».

Echársela (s)
Aparentar lo que no se es; hacer ostentación de lo que no
se tiene: «Fulano se la echa de inteligente y de sabio, y es el más burro
de todos». «Tú te la echas de rico; por eso gastas demasiado, y un
. día de éstos te vas a quedar en la calle)). Esta frase también suele usarse
en plural: «Fulano se las echa de rico... 11.
Guat.: Id.: «Éste se la echa de sábelotodo y burro di' al tiro)).
Cuba: paluchear.
Ecuad.: echarse: «Ese tipo se echa de sabio)). «Tu amigo se echa
de play-boy)).

Echarse las bolas al hombro


Se refiere a la actitud de ciertas personas demasiado despreo-
cupadas, descuidadas e irresponsables, sobre todo en relación con el trabajo
u otras actividades que se les encomienda, y que no cumplen como es
debido: «¡Qué buena broma!, el jefe se echó las bolas al hombro
y no se hizo nada». «¡Buena que la hiciste!; te echaste las bolas al hombro
y el trabajo no estuvo listo para cuando lo necesitábamos)).
Observación: Mucha gente cree que esta expresión es obscena, porque de
alguna manera la relacionan con los testículos Pero no es así La frase se originó en
los tiempos de la dictadura de Juan Vicente Gómez, o talvez antes, cuando
a los presos, incluso los políticos, les imponían trabajos forzados, generalmente en
la construcción de carreteras Para evitar que salieran huyendo cuando estaban
en plena faena, y además para poderlos vigilar con poco personal, les remachaban
91

en un tobillo un grillete, del cual pendía una larga cadena de hierro, unida
en el extremo opuesto a una bola, también de hierro, muy pesada, que
les impedía incluso caminar si no era con gran dificultad y lentitud, arrastrando
la pesada bola. Para poder ir del campamento donde los alojaban hasta el sitio
de trabajo, y a la inversa, los presos tenían que levantar la bola y pasarse la cadena
por uno o los dos hombros, de modo de aliviarse un poco del peso de la bola y
facilitarse así el desplazamiento. De ahí viene la expresión, pues para poder caminar
tenían que echarse la bola al hombro. Con el tiempo la frase se extendió semán­
ticamente, hasta sigificar lo que arriba se dice, referente al individuo que se alivia
del trabajo o la responsabilidad no cumpliendo con lo que debe cumplir.
Chile: tirarse la pera: ((Nosotros trabajamos sin descanso, y él no hace nada,
pasa todo el día tirándose la pera».

Echón,a
Persona jactanciosa, que hace alarde y ostentación de sus virtudes,
reales o supuestas, o de las riquezas materiales que posee: «Fulano es un
echón; se cree una gran cosota, y la verdad es que no es nadieJJ.
«Esa mujer es muy echona; a cuenta de que tiene mucha plata, Jo mira
a uno por arriba del hombroJJ.
Méx.: Id.
Col.: chicanero, a: ((Esa muchacha es chicanera. Se la pasa
aparentando lo que no es».
El mismo musiú con diferente cachimbo
Frase que se emplea para referirse a una persona o situación
que sustituye a otra, pero sin que haya garantía de cambio, sino la sospecha
de que todo seguirá igual. Es frecuente en referencia con los cambios polí­
ticos que no ofrecen perspectivas ciertas de novedad o mejoramiento, aunque
se hagan promesas de que sí los habrá: «A mi no me inspira confianza ese
profesor nuevo. Me parece que es el mismo musiú con diferente cachim­
bOJJ . «La política es así. Se elige un nuevo gobierno, pero es igual;
siempre resulta el mismo musiú con diferente cachimbo)}_ La misma frase
también suele construirse con el sintagma con otro cachimbo.

El mismo son pero más pajueleao


Expresión que indica desconfianza en lo que se presenta como nuevo,
siendo en realidad la misma cosa: «El país está estancado. Los políticos vene­
zolanos son todos unos demagogos y unos embusteros. Aunque cada cin-
co años cambia el gobierno, siempre es el mismo son pero más pajueleaOJJ.

Embarcador, a
Persona que suele engañar a los demás y no cumplir lo prometido:
«No creas en lo que te dice Fulano; mira que él es muy embarcador».
92

Embarcar
Engañar, incumplir una promesa, dejar a alguien esperando:
«Fulano me embarcó; me ofreció conseguirme un trabajo, y no me consiguió
nada... JJ . «Esos tipos me embarcaron. Los estuve esperando más de
una hora, y nunca llegaron.. JJ.
Arg., Méx., Perú, P meo: Id.

Embojotar
Hacer un bojote (V). Envolver algo en papel, tela o cualquier otro
material apropiado, de una manera un poco basta e improvisada. Envolver
una persona a otra, o a sí misma, en una sábana, cobija o algo por el
estilo: «Embojóteme esos libros, y se los lleva al vecino de arribaJJ. «Embojo­
taron el cadáver en una sábana vieja, y lo tiraron por un barrancOJJ,
<<Yo me embojoté en mi cobija y les grité: "Señores, ¿ustés me puen hacé el
favor de llevarme en la piragua hasta más arriba?"¡¡_ (Rómulo Gallegos:
Reinaldo Solar).
Cuba: Id.

Embromar (se)
Perjudicarse uno mismo o a otra persona; llegar a estar mal,
de salud o de situación; echar bromas, especialmente una persona a otra:
«Yo me embromé por tonto, porque no te hice casOJJ. «A Fulana la
embromó ese novio que tuvo tantos años, y que Juego no Je cumplió. Por eso
se quedó solteraJJ. «A ellos los embromó el Viernes Negro, que les hizo
perder una fortunaJJ. «A Fulana la embroma mucho el asmaJJ. «Los mucha­
chos estuvieron embromando un rato al profeso[)). Es frecuente la
expresión exclamativa ¡no embrome!, en el sentido de no juegue, no me
tome el pelo, tenga seriedad, etc.
Cuba: Id. pero sólo en la región oriental del país.

Embullado, a
Entusiasmado (a), ilusionado (a) con algo que se espera o ansía:
«El muchacho está embullado con irse para el extranjero a estudiar por alláJJ,
«Fulana está embullada con ese hombre, y es muy difícil que desista
de irse con é]JJ.
Amér. Cent., Col., Cuba, P Rico: Id.

Embullar (se)
Entusiasmarse con algo, especialmente cuando se trata de un
hecho futuro que puede ser o parecer beneficioso. También es frecuente que
se emplee para referirse a la acción de una persona sobre otra buscando
entusiasmarlo sobre una idea o proyecto: «Ya Fulano se embulló con la idea
e irse para Caracas, él cree que allá le puede ir mejo[)). «Mire, señor, deje
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de estar embullándome la muchacha, que ella todavía es muy joven


para estar pensando en tener noviOJJ. «Fulano es muy iluso, a ése Jo embulla
cualquieraJJ. V también bulla.
Amér. Cent., Col, Cuba, P Rico: Id.: «Este me embulló para esa fiesta,
y aquello estaba malísimo...». En Cuba se usa también el sustantivo
embullo, derivado del verbo: «Fulano tiene tremendo embullo con la idea
de irse para Caracas ...».

Empachecar (se)
Aterirse de frío: rrNecesito una bebida caliente, porque me
estoy empachecandOJJ. «No se queden quietos, muevan bastante las piernas
y los brazos, para que no se empachequewJ. V también pacheco.

Empantuflarse
Retirarse una persona de sus actividades habituales, para descansar
de ellas después de mucho tiempo realizándolas. Se dice frecuentemente del
que es jubilado en su trabajo y se dedica a no hacer nada: «Con Fulano
no podemos contar, porque ése desde que lo jubilaron se empantufló, y no
quiere saber nada de dar más claseSJJ. «El presidente Carlos Andrés Pérez
ya advirtió que no se "empantuflará" y que retornará a la pelea politica para
"evitar (que Acción Democrática se convierta en) un partido de escritorio"!},
(«El Nacional». Caracas; 8-2-93; p. D-1)

Empavar (se)
Caer en desgracia, tener mala suerte: «Ese hombre se empavó
desde que se casó con esa mujern. «El que se empava tiene que bañarse con
cariaquito moradOJJ. «A Fulano como que lo empavaron, porque no gana
una; todo Je sale ma]JJ. V también pava y pavoso, a.

Empinar el codo
Forma eufemística de referirse al consumo de bebidas alcohólicas:
«Esos ya deben estar borrachos, pues llevan mucho rato empinando el codoJJ.
rrFulana es muy buena persona. Lo malo es que Je gusta empinar el codoJJ,

Encamburar (se)
Conseguir empleo; asumir un cargo o empleo público o privado. «Fulano
es un tipo con suerte. Se encamburó en el !NOS con un sueldazOJJ. rrA Fulano
lo encamburaron en el Banco de Venezue]aJJ. V cambur, descamburar.
Col: encamellar (se).
Cuba: conseguir (se) una pincha, embasarse: «Fulano tiene suerte;
se consiguió una pincha en un ministerio con un sueldazo».
Chile: apitutarse: «Con la ayuda de su amigo, el Ministro, Fulana
se apitutó en el Departamento de Policía».
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Encaratar (se)
Embrollarse, desordenarse, volverse caótica una situación:
«La reunión comenzó muy bien, pero al poco rato se encarató y no se pudo
llegar a nada;;. V. también carate.

Enculillar (se)
Tener miedo, temor o aprehensión ante algo. Se usa con frecuencia
en el medio carcelario, para referirse a los estados de ánimo depresivos que
suelen tener cíclicamente los presos: «Ese tipo se enculilla fácilmente;
con él no podemos canta[)). «Lo que pasó fue que Fulano se enculilló, y todo
se vino abajo». «Cuando Fulano se enculilla se pone insoportable;;_
V. también culillo y rajar (se).
Guat., Cuba: Id.: «Está enculillado, pues a su mujer ya le vinieron
los dolores de parto». En Cuba se usan también, en el mismo sentido, arrato­
narse, amarillarse, desteñirse, apencarse, enjaibarse, etc.
Chile: tener julepe: «Cuando vio el león tuvo un julepe tremendo».

Enchinchorrado, a
Achantado, a (V.); persona que pA.sa todo el tiempo sin hacer
nada, recluido en su vivienda: «Ese hombre es muy flojo. Se la pasa todo
el día enchinchorrado;;,

Enchinchorrar (se)
Achantarse (V.); retirarse de toda actividad y de la vida de relación;
recluirse en la vivienda sin hacer nada: « Yo lo veo mal. Desde que lo jubilaron
se enchinchorró y no hace nada;>. « Yo voy a retirarme del trabajo, pero no
para enchinchorrarme, sino para gozar de la vida después de tanto trabaja[)).

Endomingado, a
Se dice del ambiente festivo o de la persona que anda bien arreglada y
alegre:«La plaza estaba endomingada, con retreta y todo;;_ «Fulano andaba
muy alegre y endomingado; se puso lo mejor que tiene;;_ 11Por la calle
circulaban coches descubiertos, llenos de mujeres vestidas de claro y de hom­
bres endomingados;; (Rufino Blanco Fombona: El hombre de hierro).
Cuba: Id., pero es de uso culto, poco frecuente. En cambio, se usan
cobearse, ponerse o montar en coba, estar en leva: «Las muchachas
se cobearon para ir a misa». Coba, en Cuba, tiene, entre otros,
el significado de ropa buena, elegante.
Col., Chile, Guat.: Id.
Urug.: de pinta: ((Fulano andaba de pinta hoy... ».
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Endomingar (se)
Alegrarse; vestirse elegantemente y en forma festiva: «Las muchachas
se endomingaron para ir a la misa». «Fulano se había endomingado
y se veía muy buenmozo}).
Chile, Guat.: Id.: «Se endomingaron para ir al bautizo».

Enfermarse
Como vocablo expresivo, se usa para referirse al hecho de que
una persona se envanezca de algo, real o supuesto: «Fulano se enfermó con
tantos elogios. Ahora se cree el ombligo del mundOJJ. «No te vayas
a enfermar con todos esos premios, que tú tienes talento. pero tampoco
eres un genioJJ .

Enfiebrado, a
Se dice de la persona que de pronto muestra gran entusiasmo,
generalmente pasajero, por algo o alguien, casi siempre novedoso: «Fulano
está enfiebrado con la Informática. Se la pasa todo el día con la compu­
tadoraJJ. V. tb. fiebroso, a.

Enfriársele el guarapo a alguien


Desanimarse. Acobardarse. Sentir alguien miedo súbitamente.
sobre todo cuando antes de ello daba muestras de estar real o supuestamente
envalentonado: «El proyecto se vino abajo, porque a Fulano se le enfrió
el guarapO!J, «La situación del pais es como para que a cualquiera se le enfríe
el guarapo11. 11Ese tipo se la pasaba envalentonado, atropellando
a todo el mundo. Pero cuando llegaba alguien y le hablaba duro, se le
enfriaba el guarapoJ1.

Enfurruñado, a
Molesto; malhumorado: 11Yo no se qué le ocurre a ese muchacho,
que se la pasa enfurruñado todo el día}). «Mamá amaneció hoy enfurruñada.
Algo le pasó anoche11.

Enfurruñarse
Molestarse; ponerse de mal humor: « Ya todos estaban
acostumbrados a aquellas diatribas Los extranjeros reían y los nacionales no
paraban mientes en Schegell. Crispín era el único que lo tomaba en serio,
y se enfurruñaba a menudo con los vituperios del cajerito viperino}). (Rufino
Blanco Fombona: El hombre de hierro).

Engalletado, a
Confundido, enredado: «Este país está muy engalletado, y nadie
sabe cómo salir de este emedOJJ. «Amigo, usted está todo engalletado, mejor
96

vuelva mañana, cuando tenga las cosas más claraSJJ.


Col.: Id.
Cuba: trocado, a: «Estoy trocado con ese trabaJo; no sé cómo
empezar...)). Se usa también enmarañado, a.
Chile: embolinado o embolisnado: «No hay nada que hacer con Fulano.
Está muy embolinado y nadie lo entiende)).

Engalletar (se)
Armar o meterse en un lío, enredo o situación confusa: rrYa engalletaste
las cosas; ahora todo está más enredado que nunCW!. r1Fulano se engalletó
todo, y perdimos mucho tiempo buscando la direccióm.
Col.: Id.
Arg.: embarrar: «Ya embarraste la cosa ...)).
Cuba: trocar (se): «Yo me troqué todo porque no sabía cómo hacerlo ...)).
También se usa, con significado muy próximo, enmarañarse y embarreti­
narse. Barretín, en Cuba, significa problema.
Chile: embolinarse o embolisnarse.
Ecuad.: estar hecho un nudo: «Ese tipo no halla qué hacer, está
hecho un nudo ... >).

Engatusar
Engañar a alguien, hacerlo caer en una trampa; confundirlo:
((Ten cuidado, mira que tú eres muy ingenua y te engatusan fácilmente!!.
ufdeaba su plan, engatusaba a alguien; le sacaba dinero, Jo robaba,
y desacreditaba el negocio y se desacreditaba él mismo... !!. (Rufino Blanco
Fombona: El hombre de hierro).

En grado treinta y tres


En secreto, confidencialmente: «Te voy a contar una cosa, pero en
grado treinta y tres; me guardas el secretOJ!.
Observación: Esta frase proviene del lenguaje de la masonería El grado 33º
es el máximo que se puede alcanzar dentro de la jerarquía masónica, y como esta
institución es de carácter secreto, la frase en grado treinta y tres ha pasado,
en forma metonímica, a significar el máximo secreto.

Enguayabar (se)
Sentir nostalgia y añoranza por algo o por alguien. Se refiere
frecuentemente al enamorado, cuando la persona amada está ausente o ha
dejado de quererlo:((A él no le gusta viajar, porque se enguayaba mucho
y quiere regresarse enseguida!). rrLo malo de tener novia es que cuando a uno
lo dejan se enguayaba todOJ! V también guayabo.
Cuba: tener o coger gorrión, engorrionarse: «Fulano cuando viaja coge
tremendo gorrión, y quiere regresar enseguida)).
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Chile: bajonear (se): «Cuando mi novio se va de viaje, yo me


bajoneo mucho».

Enjabonada
Reprensión, regaño severo: «Deja que lo vea, que le voy a echar su buena
enjabonada, para que no sea irresponsable}}.

En pico de zamuro
Estar en una situación extremadamente difícil. Estar una persona
o cosa a punto de perderse o sufrir un grave daño: «El gobierno está en pico
de zamuro, con la tremenda crisis que estamos viviendo}}. «Yo veo la
cosa en pico de zamuro, vale. No me imagino cómo vamos a salir de esto;;_
rrFulano es muy descuidado en los gastos y se la pasa en pico de zamuro.
Si no se organiza yo no sé qué va a ser de éh!. rrEl gobierno está en pico
de zamuro, pues hay muchos militares disgustados y dispuestos a tumbarlo}}.
Cuba: Se usa la misma expresión, pero con el sustantivo aura, que
es el nombre que allí se da al zamuro: ((La cosa está en el pico del aura)).
También se usa estar o hallarse en el borde de la piragua.

Enratonado, a
Se dice del que sufre el malestar producido por la embriaguez
alcohólica, una vez que ésta se ha disipado: rrPor favor, no hagan tanto ruido,
que estoy muy enratonado y me duele la cabeza;;, V. también enratonar
(se), ratón.
Aig.: mal barajado: ((Hacéme un te de tilo, que hoy amanecí mal barajado)).
Col.: Se usa la palabra enratonado, pero con el significado de cobarde,
miedoso. Estar enratonado equivale a tener miedo
Ecuad.: chuchaqui, cruda. Chuchaqui se usa en la sierra: «Estoy con
un chuchaqui que no puedo ni moverme». ((Para el chuchaqui tome aspirina
Bayer». En la costa se usa cruda: ((¡Qué mal me siento con esta cruda... h>.
Guat.: engomado: ((Amanecí engomado...».

Enratonar (se)
Padecer el malestar producido por la embriaguez alcohólica
después que ésta ha desaparecido: «Yo tengo la suerte de que por más que
beba nunca me enratono;;_ «Dame un trago, vale, que hace rato no bebo
y me voy a enratonan;_ V. también enratonado, ratón.
Col.: enguayabar (se): <(Ayer bebí mucho y hoy estoy enguayabado».
Cuba: No se emplea el vocablo con la connotación venezolana. Pero
se dice matar el ratón, refiriéndose a la manera de combatir el malestar de
la borrachera, aunque no se usa el vocablo ratón en el sentido que se
le da en Venezuela. También se dice tener resaca.
Chile.: andar mal del cuerpo; andar con el hachazo.
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Guat.: engomarse.
Urug.: pasar una curda: «Anoche me tomé unos copetines y hoy estoy
pasando una curda».

Enrollado, a
Persona metida en uno o varios líos o conflictos; se dice
especialmente del que se muestra demasiado preocupado por sus problemas,
y no actúa, o actúa torpemente en la busca de soluciones para ellos:
«Esa muchacha se la pasa toda enrollada con sus problemas. Yo le digo que
salga y se distraiga, a ver si se olvida un poco de elloSJJ. «Desde que la
mujer se fue de viaje, Fulano está enrolladísimo con los asuntos de la casa)}.

Enrollar (se)
Complicar (se) la vida; meterse en problemas; preocuparse
demasiado, incluso por cosas intrascendentes: «El problema es que tú te
enrollas demasiado con los problemas de los demás, y no te ocupas de
los tuyoSJJ. «Desde que la mujer lo dejó se enrolló todo.. JJ. V. enrollado, rollo

Entaparado
Algo oculto, una información, un sentimiento, etc., que se
guarda en reserva por temor a las consecuencias reales o supuestas de que
se sepa: «Hace días vengo notando que tienes un entaparao. Mejor es
que acabes de una vez de decir qué es lo que te pasaJJ. «A mí no me vengas
con entaparaos. Tú sabes que conrru·ga las cosas son claras y directas)).
«Yo sé que tú tienes algo entaparado contra mí, un resentimiento o algo así.
Dime de una vez de qué se trata, para acabar con ese rolJOJJ.

Enteco, a
Flaco, desmirriado, seco, de contextura muy delgada, pero no necesariamente
débil: «Era un tipo flaco, enteco, de mirada penetrante y estremecedoraJJ.

Enterrar a alguien en urna blanca


Se emplea para caracterizar a una persona demasiado ingenua y caren-
te de malicia: «¡Ay, vale!, ¿tú estás creyendo en eso? A tí como que te van a
enterrar en urna blanca)). «¿No le digo? A usted lo van a enterrar en
urna blanca, Mujiquita, de puro inocenteJJ. (Rómulo Gallegos: Doña Bárbara).

Envolver
Engatusar, confundir, engañar una persona a otra; convencer a alguien de
algo, mediante subterfugios, artimañas y argumentos maliciosos: «A mí usted
no me va a envolver con su palabrería (V). Mejor es que me deje tranquilOJJ.
«A Fulano lo envolvieron fácil, y �e sacaron la fírma con engaños y zalameríaSJJ.
«Él es muy ingenuo; cualquiera lo envuelve sin mucho esfuerzo)}.
99

Esculcar
Buscar algo minuciosamente y con afán; registrar cuidadosamente en
un lugar en busca de algo: «Algo anda buscando con mucho interés, porque
se ha pasado todo el día esculcando las gavetas de toda la casa,, .

Estar como gallina mirando sal


Mirar algo o a alguien con recelo y desconfianza: «Esa mujer es muy
rara y desconhada; ahí está, viendo a la gente como gallina mirando sal".

Estar como loro en estaca


Hallarse en una situación incómoda, difícil, inestable: «El pobre está
como loro en estaca. No halla cómo hacer para mantener toda esa familia.. "­
Chile: estar como loro en alambre.

Estar con el cuarto lleno de agua


Hallarse en una situación muy difícil y comprometida: «¡Pobre Fulano',
los obreros se Je pusieron en huelga y está con el cuarto lleno de agua".
También suele decirse «Tener el cuarto lleno de agua», y «Estar
con el agua al cuello», en el mismo sentido.
Col.: Id.
Cuba: Se emplea estar con el agua al cuello. Otras frases equivalentes
de uso en Cuba son estar en el pico del aura (zamuro) y estar en el borde
de la piragua.
Ecuad.: llegarle a alguien el agua a las narices: «A ése le está
llegando el agua a las narices. Tiene muchos problemas...»

Estar de bola a bola


Se aplica a una situación extremadamente fácil de resolver,
o a una actividad muy fácil de realizar. Por extensión, se usa también para
referirse a algo que es evidente, indiscutible, obvio: «Eso está de bola
a bola; tú lo puedes hacer sin ninguna dihcultadJJ . «¿Tú no me crees? ¡Pues
ya Jo verás! ¡Eso está de bola a bola¡".
Col.: estar tirado: «Ese examen está tirado».
Cuba: ser un jamón, frase equivalente a estar de bola a bola, en la
acepción de ser una cosa muy fácil de hacer: «Eso es un jamón; tú lo puedes
hacer muy rápido». También se dice «Eso es una panza» o «Eso está
de panza>>. Ambas frases también se usan en Venezuela, con ese mismo sen­
tido. Una frase equivalente en este país es ser una papa o una papita (V),
que también se usa en Cuba.
Guat.: chiche, en su acepción de algo extremadamente fácil
(chiche también designa cada uno de los pechos de la mujer): <<Esta lección
está chiche». Igualmente se usa chichón en el mismo sentido: «El trabajo
que te asignaron es muy chichón».
100

Observación: La frase de bola a bola proviene del juego del billar.


Se dice que una carambola es o está de bola a bola cuando la bola con la cual se
juega da en las otras dos en forma sucesiva, sin tocar ninguna banda
En cambio, la carambola por banda, o por la banda, es la que se hace de modo
que la bola con que se juega, además de tocar las otras dos, toque también
una o más bandas. Como es natural, la carambola de bola a bola es mucho más
fácil que la que se hace por banda.

Estar en la carraplana
Estar en la miseria; no tener recursos; estar en bancarrota:
«Estoy en la carraplana, porque este mes no nos han pagado... !). «Esa gente
está en la carraplana por no haber sabido administrar lo que les quedó
de herenciaiJ. V. también quedar (se) en la carraplana.
Col., Ecuad.: Id.

Estar en tres y dos


Hallarse en una situación difícil e incierta, que está a punto de resolverse
de una manera favorable o desfavorable: «Fulano está en tres y dos, pues se
anuncia un cambio de ministros, y no sabe si sale o se queda!!. También
suele decirse Tener a alguien en tres y dos: «Ha habido muchos despidos
en la empresa, y a Fulano lo tienen en tres y dOS!!.
Observación: Esta expresión proviene del juego de beisbol. En el lance
del bateo, cada lanzamiento del pítcher es clasificado por el árbitro como stricke,
si el lanzaminto es bueno, o como bola, si es malo. Si el bateador deja pasar tres
strickes (lanzamientos buenos) sin intentar batear la pelota, o si trata de batearla
pero no lo logra, pierde el lance y se cuenta un out contra su equipo.
Por lo contrario, si el bateador recibe cuatro bolas (lanzamientos malos), y los
deja pasar, recibe lo que se llama base por bola, va a la pnmera, y desde allí
se prepara para seguir avanzando por las bases hacia el home, completando de ese
modo una nueva carrera a favor de su equipo Pues bien, cuando el bateador ha
recibido tres bolas (lazamientos malos) y dos strickes (lanzamientos buenos), se
dice que está en tres y dos, situación que debe resolverse, bien quedando
out, por recibir un tercer stricke, bien dando un batazo que le permita iniciar la
carrera, bien recibiendo la base por bola.
Cuba: Id.
Guat.: estar en el voladero, especialmente cuando se refiere al riesgo
de perder el empleo.

Estar ga-gá
Estar en condiciones mentales deplorables por la vejez; tener ideas muy atra­
sadas y ser excesivamente conservador: «Ya ese tipo no debería escribir en
los periódicos, porque está ga-gá y lo que escribe son tonterías))_ «¡Pobre Fula­
no!, se ha envejecido antes de tiempo, y a los cincuenta años ya está ga-gaJ!.
101

Estar imposible
Se usa para referirse a situaciones incómodas, conflictivas,
que impiden hacer algo que se debe o se desea hacer. También se aplica a
personas cuya conducta dificulta el trato con ellas, y a ciertas cosas que
presentan serias dificultades para su uso o empleo: «Fuimos al Poliedro, pero
había demasiada gente y no pudimos entrar. Aquéllo estaba imposible... }}.
«Desde que la mujer se le fue con otro, el jefe está imposible... JJ. «Ese m.ucha­
cho está imposible; es muy malcriadOJJ. «Hay que devolverse. De aquí
en adelante el camino está imposible, por los huecos y barriales a causa de
la lluviaJJ. Con frecuencia también se emplea el vocablo imposible solo,
sustantivado en forma indeterminada: «Fulano está hecho un imposible,
con su mal humor permanente}}.
Arg., Cuba, Chile, Ecuad.: Id.: «La situación en mi casa está imposible
desde que mi papá quedó cesante)).

Estar ladrando
Forma eufemística y humorístia de decir que no se tiene dinero,
que se está en la miseria: «Como este mes no han pagado, estoy ladrando}}.
«Esa pobre gente lo perdió todo; están ladrando>>. A veces se dice
también que «están en el ladre)>.
Col.: Id. También se emplean estar en la olla y estar en la pitadora.
En este último caso, al parecer porque en Col. se llama pitadora
a la olla de presión.
Arg.: estar seco: «Estoy seco, sin un mango... ».
Cuba: estar palmando, estar en la fuácata, estar pelado,
estar aterrilado, etc.
Guat.: estar a tres menos cuartillo: «Estoy a tres menos cuartillo,
porque no me han pagado...».

Estar mascando el agua


Se dice de las personas muy viejas, aun cuando luzcan saludables
y lúcidas: «Esa señora si es vieja, vale, Esa señora está mascando el agua}}.

Estar más perdido (a) que el hijo de Lindbergh


Aunque pudiera aludir a la situación de una persona o cosa extraviada,
su uso es muy común para referirse a una persona equivocada, distraída o
fuera de la realidad: «No Je hagas caso, que ése siempre anda
como en las nubes; ése está más perdido que el hijo de Lindbergh!J.
Observación: El uso de esta frase expresiva se origina en un trágico
episodio de la historia policial de Estados Unidos, que tuvo mucha repercusión en
todas partes. En 1.932, unos delincuentes secuestraron al pequeño hijo de
dos años del capitán estadouniudense Charles Lindberg (1,902-1 974), aviador esta­
dounidense muy famoso por sus hazañas, entre ellas la de haber sido el primero
102

en atravesar el Océano Atlántico solo, tripulando un pequeño avión monoplano,


en vuelo desde Nueva York hasta París, en 1 927 El niño nunca fue devuelto a
sus padres, y luego apareció asesinado El suceso, que fue noticia de primera plana
durante mucho tiempo, produjo una viva impresión en el mundo entero.
Chile: estar más perdido que el General Bello.

Estar muerto (a) de...


Expresión hiperbólica para referirse a un determindo estado de
ánimo muy fuerte y vehemente, o a lo mucho que se siente algo que incomo­
da: «Voy a dormir, porque estoy muerto de sueño>>. «Ese pobre animal
está muerto de hambre)). «La pobre estaba muerta de aburrimiento)). «Yo sé
que aquí hay unos cuantos que están muertos de la envidia)). V también
muerto de ... y morirse de...
Arg., Col., Cuba, Chile, Guat., Urug.: Id.

Estar salado, a
Estar alguien acosado por la mala suerte. Ser alguien víctima de
un acto de brujería para perjudicarlo: «Ese tipo está salado. Perdió el negocio
que tenía, la mujer se le fue con otro y le dejó los cinco muchachitos, y
encima de eso entraron ladrones a su casa y se llevaron todo lo que tenía.
Segurito que le echaron una brujería)).
Col., Cuba, Ecuad., Guat., Urug.: Id. En Cuba se usa también, en
el mismo sentido, tener un chino o un sapo atrás, ser un saco de sal, etc:
«Ese compañero es un saco de sal; siempre sale perdiendo». En Guat.
se emplea también, con mucha frecuencia, la expresión en grado superlativo,
estar muy salado: «Ya no sigo jugando, porque veo que estoy
muy salado... ».
Arg: estar de yeta, o con una yeta: «Estoy de yeta... ». «Estoy con
una yeta hoy. .. )). (Es un italianismo, pues en Italiano la mala suerte se señala
con el vocablo iettattura. Como se sabe, en el habla argentina hay
una gran influencia del Italiano, por la gran afluencia de inmigrantes de esa
nacionalidad que ha habido desde hace mucho tiempo_ En Arg. también
se usa estar salado, pero sólo referido al juego).
Chile: tener mala cueva; estar meado de perro: «Nada le resulta al pobre
Fulano; tiene mala cuevan. «Fulano está meado de perro; todo le sale mal».

Faculto, a
Se dice de las personas que poseen muchos conocimientos,
en especial de los que dominan la magia y la brujería: «Fulano es faculto en
muchas cosas. Consúltele a él, a ver qué le dice)). «Ésa es una mujer que
ha fustaneado a muchos hombres, y al que no trambuca con sus carantoñas
lo compone con un bebedizo o se lo amarra a las pretinas y hace con él Jo
. que se le antoje, porque también es faculta en brujerías)). (Rómulo Gallegos:
103

Doña Bárbara). «A mi mismo me da miedo/ cuando levanto el


tañía, / porque me jallo faculto / y dueño de mi albedrío». (Anónimo popular)

Fanfarrón, a
Echón, a (V.); persona que suele alardear de lo que es o tiene, y muchas
veces de lo que aparenta tener: «Ese tipo es muy fanfarrón; se la pasa echán­
dosela de que es rico, y no tiene ni un cuero en qué caer muertOJJ.
Arg.: Id.

Faramalla
Fanfarronada, echonería: «Deja la faramalla, vale, que no te luce.
Tú como que te crees una gran cosa».
Chile: Id.: «Sabemos que no es cierto; te conocemos bien; lo que dices
son puras faramallas».
Col. : chicanería.

Faramallero, a
Fanfarrón, echón, ostentoso: «A mi no me gusta ese tipo, es muy
faramallero. Él como que se cree una gran cosotaJJ.
Chile: Id.: «Te encanta tirar pinta con cualquier cosa; eres un faramallero».
Mex.: Id.
Col.: chicanero.
Cuba: paluchero, plantillero, postalita, buchipluma, cheche, etc.
En Venezuela se empleó mucho en el pasado buchipluma, pero hoy está
completamente en desuso. En los años 40 tuvo mucho éxito en toda
Venezuela una comedia radial llamada «La familia Buchipluma». En esa época
la radiodifusión cubana tenía una gran influencia sobre la venezolana, lo
cual seguramente explica el conocimiento y uso en el país de la expresión
buchipluma, que posiblemente sea de origen cubano. En cuanto a la
etimología de la palabra, talvez provenga de la pelea de gallos, actividad muy
común y de vieja raigambre en Cuba, como también, aunque un poco
menos, en Venezuela. Un gallo puede ser puro buche y plumas, cuando a
pesar de su hermosura y vistosidad, no es buen peleador.

Fiebroso, a
Calificativo que se aplica a la persona que está muy entusiasmada
por algo, pero presumiblemente de modo pasajero, o que suele hallarse en esa
situación: «Fulano compró una computadora, y está fiebroso. Pero ya
se le pasaráJJ. «No hay que tomarlo muy en serio, porque él es muy fiebroso;
pero eso se le quita prontOJJ. V. tb. enfiebrado, a.
104

Finado,a
Sinónimo de muerto, fallecido, difunto:
«Yo siempre recuerdo a su finado esposo, que era muy buena persona».
Chile, Urug.: Id

Fregado,a
Se aplica a una situación difícil, riesgosa, incierta. También
se emplea para referirse al carácter difícil y áspero, o muy estricto, de una
persona. Igualmente para señalar la mala situación en que alguien se
encuentra: «La cosa está fregada Con esta inflación ya no se puede vivinJ.
«Tienes que andar derechito en el trabajo, pues el nuevo jefe es muy
fregadOJJ. «Pobre Fulano, está fregado; sin trabajo y con un famiilón que
mantenern. Se usa también la frase equivalente estar frito, a «Estoy frita.
Mi papá se dio cuenta de que en el liceo me rasparon varias materias...n.
Col., Chile, Ecuad : Id En Ecuad. también se usa frito, a en el mismo sentido·
«Estoy frita: quedé embarazada ... n.
Guat.: Id., en el sentido de persona de carácter fuerte: «El presidente
Vinicio Cerezo fue un fregadon. En Guat. fregado puede ser también sinóni­
mo de pícaro, hipócrita y bellaco.

Fregar
Perjudicar, molestar, embromar a alguien: «¡Muchacho, quédate
quieto! !No friegues tanto!¡¡ «Este tipo si es necio, se la pasa fregándome la
paciencia!!. «Hay que ver que Fulano si es tranquilo; uno Jo friega, incluso
con bromas pesadas, y él como si nadaJJ
Col., Chile, Ecuad., Guat.: Id.: «Te gusta fregar a la gente ... n. En Guat. se usa
también, en el mismo sentido, chingar.
Arg.: romper la paciencia: «Dejá de romperme la paciencia .. n.

Fruncir el ceño
Manifestar una situación de desagrado, de molestia, de rabia, que
se manifiesta porque se muestran arrugas en el ceño: «Cuando papá frunce
el ceño, la cosa se pone feaii. «Si no Je frunces el ceño a ese muchacho,
nunca te va a respetan!. V. también arrugar la cara y amarrar el ceño.
Cuba, Chile, Ecuad.: Id.: «Mi papá frunce el ceño cuando está molesto ...n.
En Cuba se usa también amarrar el ceño

Fustaneado
Se dice del hombre que está demasiado sometido al dominio y
la sumisión de una mujer -madre, esposa, amante, etc.-: 11Fulano es muy
débil de carácter. La mujer lo tiene fustaneado11. 11Hay hombres que nacieron
para vivir fustaneados. Cuando no es la madre, es la esposa; cuando
no es la esposa, es la querida. Hasta las hijas los dominani, V. tb. fustanear.
105

Fustanear
Ejercer la mujer un gran dominio y sumisión sobre los hombres:
((Fulana es una mujer peligrosa. A ella le gusta fustanear a los hombres)).
((Ésa es una mujer que ha fustaneado a muchos hombres, y al que no
trambuca con sus carantoñas Jo compone con un bebedizo o se Jo amarra
a las pretinas y hace con él lo que se le antoje, porque también es
faculta en brujerías)). (Rómulo Gallegos: Doña Bárbara).

Gafo, a
Tonto, bobo, débil mental. Muchas veces se emplea con un matiz
afectuoso, en tono como de protesta cordial y amistosa: «Esa pobre mujer ha
sufrido mucho, con ese hijo gafo que tiene)); «¡No seas gafo, chico, deja
de estarme diciendo esas cosas, que yo sé que tú no estás enamorado de mí)).
Arg., Urug.: gil: «Vos sos un gil... ».

Ga-gá
V. Estar ga-gá.

Gago,a
Dícese del tartamudo, bien sea de manera permanente, bien en
forma transitoria, como consecuencia de un susto, una emoción, etc: ((El hijo
de Fulana es gago)). «Oye, vale, te pusiste gago del susto11.

Gaguear
Tartamudear, permanente o transitoriamente: «Él gaguea un
poco al hablarn. ((Cuando él se pone a gaguear es porque está asustado)).

Galleta
Lío, enredo, situación confusa e incierta. Se usa mucho para referirse
a los grandes congestionamientos de tránsito: ((La asamblea del Aula Magna
terminó en una enorme galleta, y no se logró aprobar nada11 . ((Llegué tarde,
porque la galleta del tráfico estaba peor que nunca11. «Contigo no se puede
trabajar; siempre armas una galleta con todo lo que se te encarga11.
Arg.: quilombo: «En el partido se armó un quilombo, porque no cobraron
un penalty. ..))
Cuba: tranque, para referirse a la congestión de tránsito: «Llego tarde,
porque en la Vía Blanca se formó tremendo tranque». En este sentido se usa
también embotellamiento, pero es mas bien expresión culta.
Chile: taco, para referirse a la congestión de tránsito: «Imposible llegar a
tiempo, con el taco de vehículos que había en el centro de la ciudad».
Gua t.: se usa galleta, pero con el significado de bofetada, trompada.
Incluso se emplea galletazo con igual sentido.
106

Gallo es gallo manque ponga


Expresión popular, de tipo refranesco, con la cual se quiere decir
que una persona que sea auténticamente valiosa e importante, lo es aunque
no lo parezca ni haga ostentación de su valor o importancia: « Dígame
-
eso, un hombrecito como ése. tan esmirriadito y callado. y fue capaz de hacer
semejante hazaña -Pues sí señor, eso es para que usted vea que gallo
es gallo manque pongaJJ.
Observación. Manque es una deformación fonética de la conjunción adversativa
aunque, muy frecuente en la población venezolana de menor nivel cultural.
Col.: Id.

Goli-goli
Llevar a alguien en vilo, levantar a alguien para llevarlo a otro lugar:
«Fulano se puso ayer una rasca (V) de pronóstico, y tuvieron que sacarlo en
goli-golfa «Había numerosas personas sentadas en el suelo, trancando
el tráfico como protesta, y llegó la policía y se los llevó en goli-gofü.

Gozar un dineral
Expresión ponderativa. para enfatizar la situación de alegría y
de satisfacción en que alguien se encuentra en un momento determinado:
«Fulano y Fulana se casaron ayer, y se fueron a Margarita de luna de
miel.Deben estar gozando un dineral)). «En vacaciones fuimos a Europa
y gozamos un dineralJJ.
Observación. Las siguientes frases son equivalentes a gozar un
dineral; gozar un mundo; gozar un platal; gozar un puyero; gozar un realero;
gozar una bola; gozar de lo lindo; gozar una pepa; gozar un montón;
gozar un pocotón, etc.
Col.: gozar un plata!.
Cuba: gozar una pila: «La fiesta estuvo muy buena; yo gocé una pila ... )).
Chile: pasarlo el descueve; pasarlo flor; pasarlo regio: «Lo pasé
el descueve anoche)). «Estuvimos de fiesta toda la semana; lo pasamos
florn. «Lo pasamos regio en la playa>>.
Ecuad.: gozar un montón, gozar un mundo.

Gritar más que un perdido


Frase ponderativa. referente a las personas que gritan mucho, o
a quienes en una determinada situación proferían muchos gritos: «Esa gente
es muy vulgar, y cuando hablan gritan más que un perdidOJJ. «La pobre
se quedó encerrada, y para que la sacaran tuvo que gritar más que un per­
dido, porque nadie la oía)).
Observación: Esta expresión se origina en el hecho de que las personas extra­
viadas en un bosque o cualquier otro lugar semejante. despoblado o supuestamente
lejano de sitios habitados. gritan mucho tratando de que las oigan y las auxilien.
107

Guabina
Nombre de un pez de pequeñas dimensiones. de la familia de los
Carancínidos (variedades Erythrinus Gronovii y Hoplias malabaricus).
que habita sobre todo en los ríos llaneros. y es sumamente ágil y resbaloso.
Por extensión. el nombre guabina se usa para calificar a una persona
sumamente indecisa. imprecisa y poco dada a definirse y asumir posiciones
inequívocas: «Dudo que lo convenzas. Ese tipo es una guabina». «Yo no
creo que Fulano nos apoye en esto. Tú sabes que él es una guabina». «Fulano
es una guabina; uno nunca sabe con quien está;;_ V. también guabinoso
Observación: Según Simón Díaz. y de acuerdo con un testimonio de
Aníbal Nazoa. en el Estado Guárico, región venezolana de los llanos centrales, se
dice también guabino, en el mismo sentido, cuando el calificativo se aplica
a persona del género masculino.

Guabinoso, a
Persona indecisa. extremadamente cautelosa. que no gusta de
adoptar posiciones definidas e inequívocas: «Ese tipo si es guabinoso, vale;
uno nunca sabe con quién está». «Esa gente es muy guabinosa. Jamás
opinan sin antes saber qué es Jo que más les conviene». V. también guabina.

Guarandin a
Vocablo sin un contenido semántico preciso, que se usa de muy
diversos modos, especialmente para designar cualquier objeto, cuyo nombre
se ignora o se calla por algún motivo. Es también frecuente utilizarlo para
referirse a una situación confusa e incierta, a un altercado y a los chistes y
bromas que le hacen a una persona: «-Pásame esa guarandinga
que está sobre la mesa. -Esa guarandinga tiene nombre: se llama alicate.
-Está bien, pásame el alicate;;_ «En el bar de la esquina están bebiendo
mucho, y en cualquier momento se arma una guarandinga;;_ «En un momen­
to pensé que era mi posición frente a esta guarandinga que llaman la
Independencia;; (Francisco Herrera Luque: Boves el Urogallo).
Ecuad.: Id.: «Pásame esa guarandinga ... ». «Tiene unos muebles con unas
gurandingas muy feas ... ».
Cuba: se usa la palabra guarandinga, pero con una acepción muy distinta.
para designar a una mujer que anda con muchos hombres: «Esa mujer
es una guarandinga .. ». Según nuestro informante, este significado se ori­
gina en el nombre popular de un carro abierto, donde cualquiera puede
montarse. Según otro informante, se usa también guarandinga con el valor
de alboroto, algo semejante a una de las acepciones venezolanas: «En el
bar de la esquina se armó una guarandinga». Igualmente para designar un
autobús rústico y destartalado, de uso como transporte colectivo en
parajes apartados: «La guarandinga de Playa Florida da tres viajes diarios».
Guat.: babosada, ñiquiñaque: <<-Alcánzame esa babosada
108

(o ese ñiquiñaque) de la mesa. -Esa babosada (o ese ñiquiñaque)


tiene su nombre: es tenedor».

Guayabo
Nostalgia o añoranza por algo o por alguien.Es frecuente para
referirse al estado de ánimo del enamorado cuando la persona amada está
ausente o lo ha dejado de amar: ((Él nunca había salido de su país, y ahora
tiene un tremendo guayabo!!. ((Fulano tiene un guayabo muy grande, porque
la novia lo dejó y se empató con otro¡¡ ((¡Deja ese guayabo, vale, que tu
novia sólo se fue por unos días y regresará pronto')). V tb. enguayabar (se).

Guillo
Estado de atención y de alerta; observación atenta de algo. También
se emplea como exclamación de rechazo a algo o alguien que se considera de
mal agüero: «¡Guillo, que hay mucho pi1Jol¡1_ ((Nosotros estábamos guillo,
porque no queríamos que nos agarraran desprevenidos)). ((-¿Tú piensas ir a
la fiesta de Fulana?-¡Guillo!; esa mujercita es pavosa (V). Con este
último significado, es común que se emplee el vocablo acompañándolo con
una mímica expresiva, consistente en mostrar una mé;lno, generalmente la
derecha, con los dedos índice y meñique estirados, y los otros tres recogidos,
como cuando se cierra el puño.En tal caso la mano debe ser mostrada
dirgida hacia adelante, pues el mismo signo, con la mano vuelta hacia arriba,
alude a los cuernos. V también mosca.
Col.: mosca: «¡Mosca!, que viene alguien». También se usa pilas: «¡Pilas!,
que ése es un ladrón».
Cuba: Se usa guillo, pero con el significado de evadir responsabi-
lidades, no hacer el trabajo encomendado: ((Fulano, deja el guillo y ven
a trabajarn. Para ello también se emplea la palabra majasear. Puede oírse
igualmente guille y guilletén. Y se usa el verbo guillarse y la frase hacerse
el guillado. Para la idea de estar alerta que se expresa en Venezuela
con el vocablo guillo se usan en Cuba las frases estar en la viva y estar
en la que se cayó: «Nosotros estábamos en la viva, porque no queríamos
que nos agarraran desprevenidos». ((Tienes que estar en la que se cayó,
porque aquí hay mucho pillo». Y para referirse a una situación de mala suerte
o de mal agüero, en Cuba usan la expresión exclamativa ¡lagarto!,
a menudo acompañada del entrecruzamiento de los dedos índice y medio,
generalmente de la mano derecha: ((-¿Tú no y que estabas muy enferma?­
¡Lagarto!, amiga, no me diga eso ni jugando».En Venezuela también
se usa esta mímica, pero con el propósito de ligar suerte.

Guindado, a
Equivale a dormido, o a acostado, aunque se esté despierto, pero
en reposo: « ¿Dónde
- está Fulano, que no Jo he visto desde que llegó? -
109

Él está guindado en el cuarto, descansando del viaje, que fue


agotadorn. «Esa muchacha es muy floja; se la pasa guindada todo el día»
Col.: colgado, en el sentido de acostado.
Cuba: tirado, emparrillado, usados indistintamente de que se esté
despierto o dormido. Si se está dormido, suele emplearse surnado. Incluso
es frecuente el uso de la frase ir en surna para decir alguien
que se va a dormir: «Bueno, señores, hasta mañana, que voy en surna».

Guindar (se)
Acostarse, sobre todo cuando se hace para reposar, aunque se duerma
o no se duerma. También se usa para indicar el comienzo de una acción que
se prevé va a ser prolongada, y específlcamente para señalar el comienzo
de una pelea. Igualmente se emplea para decir que a alguien lo perjudicaron,
lo embromaron: «Ellos llegaron muy cansados y se guindaron en el
cuarto grande>>. ((Esa muchacha es muy alegre; empieza a trabajar temprano,
y mientras trabaja se guinda a cantar con mucho entusiasmo». «Cuando
salíamos de la escuela, siempre había quienes se guindaran a pelear, mien­
tras los demás les hacíamos coro». «Fulano es muy irresponsbale. Se
quedó sin plata porque, a sabiendas de que tenía que pagar varias deudas, se
fue a jugar póker y lo guindaron». «... escuché otro tiro atrás, pero cerca, y
temiendo malograrme me guindé a correr hasta que los encontré a ustedes»
(Nelson Himiob: Alarma).
Observación Es muy probable que las expresiones guindarse y guindado.
en el sentido de acostarse a reposar o a dormir, provengan del uso de la hamaca
y/o del chinchorro, que van colgados por dos cuerdas fuertes de pared a pa-
red, o entre dos horcones, árboles, etc , y en los cuales en Venezuela es muy común
echarse a descansar, aunque también se los usa como lechos para dormir por las
noches. (En el habla común venezolana guindar es sinónimo de colgar)
Col.: colgar (se), en el sentido de acostar (se).
Cuba: Id., en la acepción de perjudicar, de sufrir un percance: «Me guin­
daron en el examen de Matemáticas». También se usa con el significado
de morir, en construcción no pronominal, sino intransitiva: «A Fulano lo atro­
pelló un camión, y en menos de veinticuatro horas guindó». En este caso
también puede usarse el verbo como transitivo: guindó el sable Para la idea
de comenzar una acción se emplean echarse, soltarse, dispararse,
desprenderse, este último sólo para la acción de correr: «Escuché unos
tiros, y me desprendí a correr hasta que llegué aquí». Si se trata de la
acción de pelear, lo común es prenderse: «Cuando salíamos de la escuela,
siempre había quienes se prendían a pelear...».

Hablar hasta por los codos


Frase ponderativa e hiperbólica, para caracterizar a una persona que
habla demasiado: «Esa mujer es insoportable; habla hasta por los codos»
110

Hablar más tonterías que un libro primario


Expresión despectiva, para referirse a una persona que habla de
una manera superficial y dice cosas sin importancia: «Yo me voy; vale; ese
tipo está hablando más tonterías que un libro primario». «Yo no voy
a esas reuniones porque son muy fastidiosas; ahi van una pila (V.) de tipos
que hablan más tonterías que un libro primariOJJ.

Hablar paja
Hablar cosas intrascendentes, sin importancia; conversar; hablar
necedades: 11Anoche me encontré con Fulano, a quien hacía tiempo no veía,
y estuvimos hablando paja un buen ratOJJ. «Cuando nos encontramos
con viejos amigos, hablamos paja un rato y recordamos los buenos tiemposJi.
11A mí no me gusta ese profesor, porque habla mucha paja, y uno lo
que hace es perder el tiempo».

Hacer coco
Hacer alarde de algo, para provocar la envidia de otras personas:
11Tú te la pasas haciéndoles coco a los demás con tu dineroJJ. 11Conmigo pier­
des el tiempo, porque a mí no me vas a hacer coco con el carrote que
tienes; yo me conformo con mi cacharrita11. V. cacharro, a.

Hambrón
Aumentativo de hembra. Curiosamente el aumentativo se construye
en masculino, no obstante que se refiere a personas del sexo femenino. Tiene
un valor ponderativo, para exaltar los atractivos de una mujer muy hermosa:
11No se puede negar que esa mujer es un hembrówJ. « Venezuela tiene fama
de producir unos verdaderos hembrones, que a cada rato ganan en los
concursos internacionales de belleza¡¡
Cuba, Guat.: Id.
Arg.: yegua: «¡Qué yegua.. . 1 ».
Col: monstruo: «Esa mujer es un monstruo... ».
Chile: mina: «¡Qué mina más estupenda pasó hoy por la oficina 1.
Todos quedaron con la boca abierta».

Hereje
Vocablo expresivo para indicar la abundancia de algo: «Me voy a
acostar, porque tengo el sueño herejeJJ. «Ese tipo es muy rico; tiene la plata
hereje11. «El profesor no quiere nada conmigo: me tiene la rabia herejeJi.
«En Venezuela hay el corrupto herejeJJ. V. tb. burreado, a.
111

Ir al grano
Plantear una cosa en términos concretos, a fondo y sin divagaciones:
«Vamos al grano: ¿qué es lo que usted quiere?». «A mi, cuando discuto, me
gusta ir al grano11.

Ir (o venir) mandado, a
Ir o venir a gran velocidad: «Ten cuidado, vale, mira que aquel carro
viene mandado.. 11. «Yo iba mandado, como a cien kilómetros por hora... ».
«La camioneta iba mandada por la carretera, y el chofer no vio la
gandola que le salió en una curva; por eso no pudo frenar a tiempo y se fue
por el voladero11. Por extensión, se puede construir la frase con cualquier otro
verbo de traslación, como salir, entrar, pasar, llegar, etc.
Cuba: Id. Se usan también ir o venir soplado, disparado, volado, que chi­
fla, a mil, a millón, encabronado, encendido, entubado y otros.
Chile: ir, venir, llegar, pasar, etc. soplado: «Entró soplado a la oficina;
ni lo pude saludar». (<No me acordaba que el tren no para en esa estación.
Cuando llegué, iba pasando soplado».

Irsele (o subírsela) a alguien los humos a la cabeza


Envanecerse en demasía por algún beneficio o prebenda obtenidos:
«A Fulano desde que lo nombraron ministro se le fueron los humos a la
cabeza. Ahora ni saluda11.

Irse por las ramas


Plantear una cosa superficialmente. eludiendo las cuestiones de
fondo, y quedándose sólo en lo secundario; es lo opuesto a «ir al grano» (V):
«Con usted es inútil discutir, porque usted se va por las ramas, y no
plantea las cosas de fondo11.
Chile: Id.

Jamoneadera
Acariciadera, besuqueadera; se dice del acto de besarse y acariciarse,
sobre todo si es en público: «Dejen la jamoneadera en público, que eso es
muy feo11. «Hoy en día los jóvenes son muy descarados. Los novios, y
hasta los que no lo son, se la pasan con una jamoneadera delante de todo
el mundo, sin importarles nada... 11. V jamonear (se).

Jamonear (se)
Acariciarse, besarse: «Esos tipos son unos descarados; se la pasan
jamoneándose en público». (<¡Tengan juicio! A ustedes les encanta jamo­
nearse delante de todo el mundo, y eso es muy feo».
Chile: atracar, en construcción no reflexiva: «Estaban atracando
en la sala y llegó la mamá».
112

Jefe es jefe manque tenga cochochos


Frase popular, de cierto contenido sentencioso, muy frecuente entre
personas de bajo nivel cultural, para referirse a que las personas que ejercen
posiciones de mando son o deben ser acatadas aunque no posean méritos
ni condiciones para desempeñar tales funciones: «-Me parece un error que
hayan nombrado a Fulano director de la oficina; tú verás que nadie Je hace
caso. -Talvez, vale, pero no olvides que jefe es jefe manque tenga cocho­
chos!). «Ese sargento es un desgraciado. Se la pasa maltratando a los sol­
dados, a cuenta de que jefe es jefe manque tenga cochochos. Pero ya verá
lo que le va a pasar cualquier día de éstOS!!.
Observación Manque es una deformación fonética de la conjunción
adversativa aunque, muy común en Venezuela entre la gente de escaso nivel
cultural Cochocho es nombre popular en Venezuela del piojo (Pediculus
vestiment1) que suele alojarse en la cabeza y la cabellera de los seres humanos,
y les produce una picazón muy molesta.

Jeringar
Molestar, importunar, fastidiar: «¡Muchacho!, no jeringues tanto, que
ya me tienes hartO!). «Así él se irá tranquilo para su casa y no nos jeringará
más la paciencia)). (Rómulo Gallegos: Doña Bárbara).

Jipato, a
Pálido, de tez muy blanca; a veces se refiere a la tez con apariencia
enfermiza, o a la palidez transitoria de una persona: «El tipo era alto, delgado,
de piel muy blanca, mas bien jipatO!!. «Cuando ve sangre, se pone jipato
y se desmayaJ1.

Jipucho, a
Persona de tez pálida, con apariencia enfermiza: «Me preocupa
ese muchacho, porque lo veo muy jipucho, como si tuviera lombriceS!!.

Julepe
Movimiento, actividad, trajín, agitación, sobre todo si son excesivos:
«No, mija, yo no aguanto ese julepe. Yo estoy muy viejo y me canso prontO!!.
«Esa muchacha es incansable. Todo el día está con el mismo julepe, .. !!.
V. también dar julepe.

La hora del burro


Dícese, especialmente en las regiones de clima muy caluroso, de las
primeras horas de la tarde, cuando el calor es más fuerte y notorio y produce
amodorramiento: «¡Qué barbaridad! Ésta no es hora para dar clases, sino
para dormir la siesta. Ésta es la hora del burro!!.
113

La soga revienta por lo más delgado


Frase sentenciosa, que se refiere a situaciones en las cuales
la mayor responsabilidad o la culpa de lo ocurrido se hace recaer en el más
débil: «Tú vas a ver que el que sale perdiendo es Fulano; no olvides que
la soga siempre revienta por lo más delgado!). «¡Claro!, yo pagué el pato,
pues siempre la soga revienta por lo más delgado)). V. pagar el pato.
Chile: Id. El verbo reventar puede sustituirse por cortarse.
Col.: la cuerda revienta por lo más delgado.
Cuba, Ecuad.: Id. En Cuba la frase lleva invariablemente el adverbio
siempre. Además, es frecuente que se sustituya el verbo reventar por un
sinónino: partirse, romperse, etc. Igualmente el sintagma por lo más
delgado puede ser reemplazado por uno equivalente: lo más fino, lo más
débil, e incluso por la parte más fina, la parte más débil, etc.
Guat.: la pita se revienta por lo más delgado.

Ladilla
Se aplica a la persona o situación extremadamente fastidiosa
y molesta: «Ese tipo es una ladilla. Me llama todos los días para decirme
cualquier tontería)). «¡Qué ladilla!, ahí viene la muchachita ésa, que
es bien fastidiosa!!. «Yo me voy; vale. Esta hesta está muy ladilla)). V. también
ladillar y ladilloso, a.
Observación: Ladilla es el nombre de un insecto anopluro, sumamente
pequeño, que suele alojarse en las regiones pilosas del cuerpo humano, especial­
mente en el pubis, y molesta muchísimo porque produce ardor y picazón muy
intensos. De ahí viene el uso metafórico de la palabra, para referirse a personas y
situaciones muy fastidiosas y molestas
Urug.: rompe bolas: «No seás rompe bolas ... ».

Ladillar
Fastidiar, molestar, importunar: «¡Tú si que ladillas, vale! ¿Hasta
cuándo me fastidias con eso?¡¡_ «Hay gente a quienes les encanta ladillar a
los demás, pero cuando uno se mete con ellos, entonces se ponen bravos!!.
V. también ladilla y ladilloso, a.
Urug.: romper las bolas: (<Salí de aquí, que me estás rompiendo las bolas».

Ladilloso, a
Fastidioso, molesto, importuno: «Hay que ver que ese profesor es
bien ladilloso. No más empieza a hablar, ya yo me estoy cayendo del sueño».
«La reunión estuvo muy ladillosa, porque se discutieron muchas tonteríaS!!.
V. también ladilla y ladillar.
114

Latir
Presentir, intuir, tener una corazonada. Ladrar el perro: «A mi me late
que las cosas van a salir ma}¡¡_ rrPerro viejo late echao;; (Dicho popular, para
referirse a las ventajas de la experiencia).

Lavativa
Broma. perjuicio, molestia que se le causa a una persona. Se usa también
como exclamación de rechazo en muy diversas situaciones: ((Buena lavativa
me echaste, cuando te fuiste y me dejaste sola con ese tipo tan fastidioso>).
((¿Supiste la lavativa que le pasó a Fulano? Le robaron el carro;;_ «¡Deja
la lavativa, que me tienes fastidiado!». ((¡Qué lavativa! Hoy tampoco paga­
ron y yo estoy sin un centavo;;_ rrYo no voy a esa fiesta ni de lavativa. Ahí
va a haber mucha gente pavosa». Eventualmente. la expresión de lavativa
equivale a la locución adverbial por poco: ((Ese tipo tiene suerte; se salvó
de lavativa... !!. En este caso incluso se puede usar la expresión en forma
diminutiva: de lavativita.
Observación Algunas personas consideran la expresión lavativa vulgar
y mal sonante. seguramente por la denotación original de la palabra, sinónimo de
enema, que se refiere a los medicamentos líquidos que se introducen por el ano
del paciente, mediante un mstrumento adecuado.
Col.: Id.

Leche
Buena suerte. Antecedida del adjetivo mala puede significar lo
contrario, y también mala intención: ((Qué leche tiene Fulano, se ganó diez
millones en la lotería;>. ((¡Qué mala leche la de este país, con esos gober­
nantes tan mediocres que ha tenidol1;. ((Ese tipo escribe con muy mala leche;
siempre se ensaña contra alguien».
Arg., Cuba: Id., con la connotación negativa: mala leche. En Cuba.
lo mismo que en Venezuela, el vocablo leche popularmente es sinónimo de
semen, y entra en la formación de algunas frases expresivas. como tener
la leche hecha cuadritos, usada para indicar que alguien nos tiene muy
molestos por su insistencia en algo: «Fulano viene todos los días con la
misma historia, y ya me tiene la leche hecha cuadritos ... ».
Ecuad., Guat.: Id.: ((Mi papá dice que mamá tiene leche, porque siempre
le gana en el juego». En Guat. se usa en los dos sentidos, de tener
buena o mala suerte.
Chile: cueva.: ((Fulano tiene buena cueva para los negocios))_
<(¡Qué mala cueva tuvo Fulano con esa mujer!)).
Urug.: tarro. para referirse a la buena suerte: ((jÜué tarro tiene Fulano ... 1))_
115

Lechero, a
Tacaño, pichirre, poco o nada generoso: «No le pidas a ése, que es muy
lechero». «Ese tipo si es lechero. A ése le dan por el codo y aprieta el puño11.
Se dice también agarrado, a. V. tb. pichirre.

Lechoso,a
Se dice de la persona con muy buena suerte: «Ese tipo si es lechoso;
se casó con una ricachona que lo adora11.
Col.: lechón: ((Ese muchacho si es lechón, tiene una suerte envidiable ... >>.
Cuba: reventado: (<Ese tipo si es reventado, se casó con una
ricachona que lo adora».
Chile: cuevudo, a: ((Fulano es un cuevudo; no estudia nada, y siempre
le va bien en las pruebas».
Ecuad.: tener leche.: ((Ese niño si tiene leche...».

Lengua de sopa
Se emplea para caracterizar la forma dificultosa de hablar algunas
personas, cuando están ebrias o como consecuencia de ciertas enfermedades
que afectan la dicción: «Esta mañana me llamó Fulano por teléfono, y creo
que ya estaba borracho, porque tenía lengua de sopa». «Ese tipo, desde que
le dio la hemiplegia quedó hablando raro, con una lengua de sopa».

Lengua de trapo
Equivale a la frase anterior: «Esa lengua de trapo es señal de que está
borracho11. «A mí me incomoda hablar con Fulano, con esa lengua de trapo
que tiene desde que se enfermó11.

Levantarse con el pie izquierdo


Se emplea cuando a alguien le va mal en todo o casi todo lo que hace
en un día determinado: «Yo hoy como que me levanté con el pie izquierdo,
porque todo me ha salido mal».

Limpio, a
Se aplica a las personas que no tienen dinero, permanentemente o
en un momento dado: «Fulano es un limpio; el pobre no tiene ni donde caerse
muerto1>. «Anoche quería ir al cine, pero estaba limpio y tuve que quedarme
viendo la televisióm1. «Estoy más limpio que la pata de un santo11. V. tb. más
limpio que la pata de un santo y más limpio que talón de lavandera.
Observación. Con mucha frecuencia la expresión limpio, a, en el
sentido aquí indicado, se complementa con alguna otra palabra que, si bien no le
agrega ningún elemento semántico, sí enfatiza su expresividad: Limpio (a)
de bola; Limpio (a) de metra; Limpio (a) de pelotica; Limpio (a) de perinola;
Limpio (a) de pila.
116

Col.: Id.
Cuba: Id., pero poco frecuente, y siempre en el sentido de estar
limpio, es decir, de manera transitoria. También se usa arrancado (a) en
el mismo sentido: «Estoy arrancado, me quedé sin dinero...»
Ecuad.: Id.: «Estoy limpiecita, porque no trabajo hace cuatro meses ...».
Guat. Id. «Lo dejaron limpio después del robo».
Urug.: Id.: «Estoy limpio, no tengo ni un mango...».
Arg.: cortado, a: «En este momento estoy cortado, no tengo guita...»

Liso, a
Se aplica a las personas muy confianzudas y atrevidas: «¡No seas liso'
Respeta, que yo no te he dado confianza para que me trates así)). «Esa mucha·
cha es muy lisa y cualquier día va a tener un problema serio con los
hombres>>. «Mire, joven, no sea tan liso; respete a las personas mayores>1.
Guat.: Id.: «Ella dice que su mamá le ha dicho que tenga cuidado con
Fulano, porque es muy liso».
Cuba: salido del plato, salido del tiesto: «¡No seas salía del tiesto,
que yo no te he dado esa confianza ))
1

Llover
Expresión hiperbólica, para significar la abundancia de algo en
un momento determinado: «Si las cosas siguen así, aquí va a llover sangre))
«Esa fiesta estuvo buenísima, llovió el aguardiente11. «Eso fue en los tiempos
de las vacas gordas, cuando en este país llovía el dinero11.
Arg., Col., Cuba, Chile: Id: «Está lloviendo dinero... )>. En Cuba se usa
también, en el mismo sentido, estar sato: «La fiesta estuvo buenísima. El ron
estaba sato y la comida era deliciosa».
Guat.: Id.: ((Cuando Fulana cumplió los dieciocho años le llovieron
los novios».

Llueva, truene o relampaguee


Expresión hiperbólica, para indicar que algo se hará u ocurrirá pase
lo que pase, a como dé lugar, inevitablemente: «No te preocupes, yo vengo
llueva, truene o relampaguee11 «Llueva, truene o relampaguee, el
triunfo será nuestro».
Arg.: Id., pero siempre la frase encabezada por la conjunción aunque:
((Aunque llueva, truene o relampaguee, haré lo que vos me pedís... )).
Col., Cuba, Chile, Ecuad., Guat., Urug.: Id.: «Llueva, truene o relampaguee,
estaré allí a las cinco... >). En Cuba usan también, en el mismo sentido,
las frases de todas todas y al segurete: ((No te preocupes, yo vengo de
todas todas». (<Hoy llega el dinero, al segurete».
117

Loco (a) de bola


Expresión usada para enfatizar la insania mental de una persona,
que bien puede ser real, o solamente se le atribuye en broma o con un mero
sentido metafórico: «Tú estás loco de bola, si crees que yo voy a caer en
esa trampa>i. «Pobrecito Fulano, se puso loco de bola y tuvieron que encerrar­
lo en un manicomio».
Observación La palabra loco, a, se puede en este caso acompañar de otro�
vocablos: loco, a de perinola, de pelotica, de ramate, etc.
Arg.: estar de la cabeza: «Vos estás de la cabeza, si creés que voy
a hacer eso ... ».
Cuba: tener un pase a tierra, estar sulfatado, estar quemado,
estar tostado, estar achicharrado: «Pobrecito Fulano, tuvo un pase a tie­
rra y tuvieron que encerrarlo en el manicomio». «Estás achicharrado si
crees que yo voy a caer en esa trampa».

Mala leche
V. leche

Mal de ojo
Especie de maleficio que emana de una persona en perjuicio de
otras, especialmente de los niños recién nacidos, sin que sea necesariamente
voluntaria, aunque suele ir asociada a sentimientos negativos, como la
envidia: «Tenga cuidado con su hijito, que es muy lindo, y cualquiera, por
pura maldad, Je puede echar mal de ojo11. «A rm hijo, la madrina Je regaló
un coralito, que es muy bueno contra el mal de ojo».

Mamadera de gallo
Acto de mamar gallo (V.); tomadera de pelo: ((¡Deja la mamadera de
gallo, que ya te estás pasando». «¿A ustedes no les cansa esa mamadera de
gallo?ii. V. también mamar gallo y mamador (a) de gallo.
Cuba: trajín, trajinadera: ((¡Deja el trajín, que la cosa es serial».

Mamador (a) de gallo


Persona aficionada a las bromas y chanzas: «Él es muy alegre y jovial; es un
gran mamador de gallo». V. también mamar gallo y mamadera de gallo
Col.: Id
Cuba: trajinador, chota.
Arg.: gastador: (Nos sos un gastador...».

Mamar gallo
Tomarle el pelo a alguien, hacerle bromas, hacerle objeto de chanzas y
burlas: ((Él es muyq_legre y divertido; le encanta mamar gallo11. ((Estuvimos
un buen rato mamándole gallo al profeso[)). Con frecuencia se dice
118

también mamar el gallo.


Col.: Id.
Arg.: gastar: «Aquél gasta a todo el mundo ... ».
Cuba trajinar, coger para el trajín: «Estuvimos un buen rato
trajinando al profesor».

Mamonazo
Golpe fuerte producido por un objeto en alguna parte del cuerpo o
en otro objeto, o por una caída u otra causa: «Alguien lanzó una piedra desde
un balcón, y me dio tremendo mamonazo por la cabeza!!. «Mi hermana
se cayó en el baño, y se dio un buen mamonazO!!. «A mi carro le dieron un
mamonazo y lo dejaron inservible))_
Col.: Id.
Cuba: jaquimazo, macanazo, mameyazo, papazo, tarrayazo,
y algunos' más.
Chile: tortazo: e<El pobre Fulano, se cayó en la calle y se dio
un fuerte tortazo».

Mandado
Diligencia que se encomienda a una persona «Cuando empezó el
incendio yo no estaba en casa, porque había salido a hacer un mandado!!.
«Ése es el muchacho que hace los mandados en mi casa!!. También se
usa en una frase expresiva para indicar que algo está ya realizado, especial­
mente cuando se trata de una encomienda o de un suceso que se veía
venir, o incluso que se prevé realizado en un futuro más o menos cercano:
«Quería verlo para decirle que ya el mandado está hecho. El tipo ya está
dos metros bajo tierra!!. «Si te decides a aceptar la candidatura, el mandado
está hecho, porque no hay quien te pueda ganan.
Guat.: Id.: «Tengo que hacer un mandado». Se usa frecuentemente
con el agregado de un adjetivo posesivo: «A las 12 tengo que hacer un mi
mandado». «Ayer hice un su mandado».

Manganzón, ona
Flojo, holgazán: «Ese muchacho se la pasa todo el día sin hacer nada
en la casa; es un manganzóm!.
Observación: En el siglo XIX fueron muy famosas las estatuas del Gral. Antonio
Guzmán Blanco, erigidas en las varias ocasiones en que fue presidente de la
República. Una de ellas fue bautizada burlonamente por el pueblo de Caracas con el
nombre de «Saludante)) , y la otra con el de «Manganzón)), Muy pintorescamente,
esas estatuas se erigían, se derribaban y se volvían a erigir, según los vaivenes de
Guzmán en el disfrute del poder político y en el favor popular
119

Mantequilla
Se dice de las cosas que son extremadamente fáciles, o que alguien
las hace así: «Oye, vale, ese trabajo tuyo es una mantequílJaJJ. «¡Qué mante­
quilla'. te la pasas todo el día en la casa, y no haces nada. Te va a salir una
hernia ... )). V salir una hernia.
Col.: Id.
Arg.: manteca: «Eso es manteca para mí...».
Cuba: jamón, panza, papa, papita, papa suave...
Chile: chancaca: «La tarea que debemos hacer es muy simple, es chancaca».
Urug: pavada: «Eso es una pavada, cualquiera lo hace ...».

Maraña
Embrollo, lío; mogote. vegetación intrincada: «Actualmente la politica
venezolana es una verdadera maraña; nadie entiende nadaJJ. «Se ve que la
casa está sola o descuidada. La vegetación del patio ha crecido mucho
y está vuelta una marañaJJ.

¡Más abajo pisó Bolívar!


Frase que, pronunciada con cierto tono exclamativo, sirve para
expresar la protesta. que podría ser cordial, cuando alguien nos da un pisotón.
intencionalmente o por accidente: «¡Más abajo pisó Bolívar!, amigo.
Fíjese por donde camina. que me estropeó los calloSJJ.

Más caliente que plancha de chino


Expresión hiperbólica y metafórica, con algo de humorístico,
para referirse a una persona que está muy disgustada y molesta «Ten cuida­
do con el jefe, que está más caliente que plancha 'e chinOJJ. «Algo le
pasó a papá en la Universidad, porque llegó temprano y más caliente que
plancha'e chinOJJ.
Observación Es probable que esta expresión derive de que años atrás, en
Caracas abundaban las lavanderías de chinos. donde personas de esta nacionali­
dad lavaban y planchaban la ropa de sus clientes La frase debe tener relación,
además, con el espíritu tradicionalmente humorístico y guasón del caraqueño, y
en general del venezolano, pues no hay motivo para suponer que las planchas
que usaban los chinos en sus establecimientos fueran más calientes que las que
usaban los demás De hecho, eran las mismas Los chinos de las lavanderías
eran frecuentemente objeto de chanzas y tomaderas de pelo casi siempre cordiales,
pero a veces también burlonas y despectivas.
Guat.: más caliente que batidor sin oreja, más caliente que
jarrilla sin oreja.
120

Más limpio (a) que la pata de un santo


Frase con la cual se expresa la pobreza extrema, transitoria o
permanente, de una persona: ((Ojalá pudiera ayudarte, pero estoy más limpio
que la pata de un santo!!. ((¡Pobre Fulana!, quedó más limpia que la
pata de un santo, y con tantas bocas que alimentar..)).

Más limpio (a) que talón de lavandera


Equivalente a la anterior: «No hombre, qué te va a dar plata, si ése
se la pasa más limpio que talón de lavandera!!.

Más metido (a) que una gaveta


Se dice de las personas que son muy curiosas y entrometidas, que
acostumbran inmiscuirse en las cosas de los demás: «Nos embromamos, vale.
Ahí viene esa mujercita, que es más metida que una gaveta!!. Como hecho
curioso es también usual una frase en la que se le da al vocablo gaveta
un sentido contrario: Más salido (a) que una gaveta (V), se refiere a las
personas muy confianzudas.

Más salido (a) que una gaveta


Se aplica a las personas que en el trato con los demás suelen abusar de
una confianza que no se les ha dado: «Ese tipo es muy confianzudo; es más
salido que una gaveta!),

Matar dos pájaros de una pedrada


Hacer dos cosas ventajosas a la vez. Aprovechar una circunstan-
cia favorable para lograr un obJetivo adicional: (( Vamos a visitar a Fulano, que
quiere hablar con nosotros, y de paso vemos a su hermana, que es preciosa.
Así matamos dos pájaros de una pedrada!!. «Perrin había aceptado la
agencia de un articulo que, si bien ajeno a su comercio, él creía popularizar
en Venezuela, matando así dos pájaros de una pedrada, ya que, por sobre
su agosto, hacia un servicio a algunos de sus relacionados del extranjero!!.
(Rufino Blanco Fombona: El hombre de hierro). Variantes de esta misma frase
son las siguientes: matar dos pájaros de una misma (o de una sola)
pedrada; matar dos pájaros de un tiro; matar dos pájaros de un solo
(o de un mismo) tiro.

Matar los ojos


Hacer con los ojos un gesto de antipatía, de rechazo, de odio o desprecio,
o simplemente de resentimiento, real o supuesto: ((Si hubieras visto cómo me
mató los ojos. Me quería fulminarn. «¡A mi no me mates los ojos, mijita,
que yo no te hecho nada malo/¡¡_ «Cuando la novia Jo vio hablando con Fulana
le mató los ojos de celo)).
121

Mayor
Forma generalmente respetuosa de nombrar a una persona de
más edad que quien la usa, sobre todo si se trata de alguien de mucha edad:
11¿ Va a limpiar los zapatos, mayor?». 11Está bien, mayor, usted tiene razón».

Menudo, a
Vocablo que suele usarse en forma un tanto irónica o paradójica,
dándole un carácter ponderativo, para indicar lo contrario de lo que significa:
u¡Menudo talento el del Libertador!; ese hombre era un genio». 11Menuda
discusión la que se armó; yo creía que se iban a agarrar a puños». 11Menuda
broma la que te echaron».

Meter cobas
Decir mentiras; engañar: uNo le creas mucho a ese tipo, que
se la pasa metiendo cobas». 11¡0ué rabia!, Fulano me metió una coba y caí
mansita en la trampa... ».
Chile: meter la chiva: «Fulano me metió una chiva ... ».

Meter por los ojos


Entusiasmar, seducir: 11Esa mujercita es una cosa seria; se le
metió por los ojos a Fulano, y lo tiene comiendo en la mano» . uLos políticos
son muy habilidosos; se les meten por los ojos a la gente ofreciéndoles
villas y castillos... ». u... Rosalia, mi tía Josefa y Adolfo me metieron por los ojos
a Crispín, jurándome ser un buen partido, sobre todo en Caracas, donde
la mocería es caterva de perdidos». (Rufino Blanco Fombona: El hombre de
hierro). V. comer en la mano.

Meterle a alguien las cabras en el corral


Frase con la que se resume una situación en la cual alguien ejerce
un cierto dominio momentáneo sobre otra persona, bien sea mediante el
temor o la persuación: 11Él estaba envalentonado, pero llegó Fulano y le
habló duro, y le metió las cabras en el corral. Entonces se puso mansito... ».
11Ese tipo, con ese cuerpote y el vozarrón que tiene le mete las cabras
en el corral a cualquiera... ».

Meterle vales a la caja


Forma eufemística y humorística de decir que una pareja de novios
tienen relaciones sexuales antes de casarse: «¿Sabes el último chisme?· que
el novio de la vecina le está metiendo vales a la caja... ». 11-¿Te fijaste
que Fulanita se acaba de casar y ya está en estado? -Claro, chica, si esos le
metieron vales a la caja antes de casarse>>.
122

Mientras el palo va y viene


Frase expresiva, que se usa para referise al tiempo que pasa mientras
ocurren determinadas cosas: «Usted tranquila, que mientars el palo va y
viene, las cosas se van enderezando. Ya Jo verá!!.

Mirar feo
Mirar a una persona de manera que refleja, real o supuestamente,
un sentimiento adverso, de desconfianza, de desprecio, de odio o algo seme­
jante: «¡Cuidado con ese tipo, que nos está mirando feol¡¡_
Urug.: Id.

Mirar mal
Equivalente a la anterior, aunque con un matiz algo más atenuado:
«Vía Fulanita en la calle, y me parece que me miró mal. Seguro que le
metieron un chisme contra mÍ...!!.

Mirar por arriba del hombro


Mirar a los demás con altivez y desprecio: «Esa mujercita cree que
tiene a Dios agarrado por la chiva, y lo mira a uno por encima del hombro!}.
(V. tener a Dios agarrado por la chiva). «Él se cree una gran cosota, y le
encanta mirar a los demás por encima del hombrO!!.

Morir (se) de...


Expresión hiperbólica para indicar una situación sumamente
molesta e incómoda, o un estado de ánimo muy acentuado y vehemente:
«Ellos se morían de envidia!}. «Nosotros nos moríamos de la vergüenZB!!.
También se usa la forma perifrásica querer morirse, incluso en forma abs­
tracta, sin complemento del verbo: «Yo me quería morir de la rabia.. !!.
«Aquello era horrible. Yo me quería morir... !!. V. también muerto de y
estar muerto de.
Arg., Col., Cuba, Chile, Ecuad.: Id.

Mosca
Expresión que se usa, bien para llamar la atención, bien para
indicar que se debe estar alerta ante algo o ante alguien: «¡Mosca!, que viene
el profesorn. «Por la calle hay que andar mosca, porque hay mucho malandro
sueltQ}}. «¡Póngase mosca, mija!; si se descuida la va a ver muy mal!!.
Chile: Id.: «Aquí hay que estar mosca ... ».

Mosquita muerta
Dícese de la persona que aparenta una humildad y un carácter
inofensivo que no tiene: «Mira la mosquita muerta ésa, me chismeó con el
123

jefe y me llamaron la atencióm. «No te estés haciendo la


mosquita muerta, que yo sé que fuiste tú el que me puso la trampa».
Chile, Urug.: Id.

Muchacho de mandados
Se usa para referirse a una persona que está sometida a otra u otras
en condiciones poco dignas: «Ese hombre si es bien tonto. La suegra Jo tiene
de muchacho de mandados». «Yo no sé qué le pasa a Fulano; en la oficina
todo el mundo lo usa de muchacho de mandados11.
Arg, Ecuad.: Id. «La vecina lo tiene de muchacho de mandados ... ».
Chile: Tener a alguien para el chuleteo: «A mí en esta casa me tienen
p'al chuleteo».

Muerto de...
Expresión hiperbólica para referirse a una situación extremadamen-
te molesta o incómoda: «Llegamos a la hacienda muertos de cansancio11.
V. también estar muerto de y morir (se) de.

Muerto, ¿queréis misa?


Frase festiva con que se expresa la aceptación regocijada de
algo que se nos ofrece y que nos gusta mucho: « ¿ -Te gustaría comerte una
hallaquita de la casa? -¡Muerto, ¿queréis misa? Con Jo que me gustan
las hallacas de aquí!..11.

Nave
Vocablo que suele emplearse con carácter ponderativo, para
exaltar la belleza o grandiosidad de un vehículo, especialmente si se trata de
un automóvil: «¿Viste la nave que se gasta el profesor?: un Mercedes
Benz de los grandotes11. «¡Bonita nave la que te compraste!; vale la pena que
contrates un chofer con uniforme y todo11.
Arg., Col., Guat.: Id.: «¡Qué nave!; desarrolla mucha velocidad...».
Chile: buque: «No me habría imaginado que Fulanito iba a venir en ese
tremendo buque. ¿De dónde sacaría ese automóvil?».

No estar la masa para bollos


Situación peligrosa, difícil, conflictiva, en que se puede presagiar
hechos graves que aconsejan tomar ciertas precauciones: «Mejor nos vamos,
que aquí la masa no está para bollos. Con tanto borracho, en cualquier
momento se arma un zaperoco11. «El gobierno sabe que la masa no está para
bollos, pero no hace nada por resolver los problemas11 . «La masa no
está para bollos. Con los militares anarquizados, uno no sabe Jo que puede
ocurrirn. «Hay muchos rumores. Lo mejor es que cada quien se vaya para
su casa, porque la masa no está para bollos11.
124

No llegar la sangre al río


Especie de hipérbole al revés, para referirse a una situación
que no es tan grande o importante como podría suponerse: «No hay de qué
preocuparse, que la sangre no llegó al río>> . «Sí, es verdad, la situación
es riesgosa, pero ya tú verás que la sangre no llega al río».
Cuba, Chile: Id.
Guat.: Id.: ((Las diferencias entre ellos no son tan grandes como para
que la sangre llegue al río»

No rebuzna porque no se lo permite la conformación de la garganta


Se usa para referirse a una persona sumamente ignorante y de
muy bajo nivel de inteligencia. Es expresión hiperbólica, y con frecuencia se
la emplea en forma irónica: «Fulano es una bestia; no rebuzna porque
no se lo permite la conformación de la garganta». También suele decirse
(( ...no rebuzna porque Dios es muy grande»: <<Muchacha, tú si eres
bruta; no rebuznas porque Dios es muy grande...».
Ecuad.: Id.; se usa tb. la frase no rebuzna porque Dios es muy grande.
Arg.: (( ...no es más bruto porque no tiene en casa espacio
para entrenarse»
Cuba: si se cae en cuatro patas, come yerba: ((Fulano es tan bruto,
que si se cae en cuatro patas, come yerba)).
Chile: no es más tonto porque no se levanta más temprano:
((¿Qué te parecen las estupideces de Fulano? Ése no es más tonto porque
no se levanta más temprano».

No tener ni un cuero en qué caerse muerto


Frase ponderativa y algo irónicamente festiva, con que se señala la
extrema pobreza de alguien: «Yo no me explico cómo esa muchacha se va a
casar con ese hombre, que no tiene ni un cuero en qué caerse muerto ... ».
«Pero bueno, chico, ¿cómo te vas a ir a vivir solo, si tú no tienes ni un cuero
en qué caerte muerto?».

No ver sino por los ojos de otro


Tener una persona una actitud muy sumisa respecto de otra, en razón
de que exista entre ellas algún tipo de sentimiento muy poderoso de amor, de
admiración, etc.: «Esa mujer está enamoradísima de ese hombre; ella no
ve sino por los ojos de él...». «Él no ve sino por los ojos de su maestro ...».
«Ella no ve sino por los ojos de ese hijo, al que adora».

Ojímetro
Expresión que se usa para indicar que determinados cálculos
aproximados se han hecho en forma empírica, sin los instrumentos adecua­
dos para ello: rr ¿De
- qué tamaño es la parcela que piensas comprar? -
125

Todavía no la hemos medido, pero a ojímetro deben ser como


cuatrocientos metros11.

Pacheco
Así se le dice, especialmente en Caracas, al frío o fresco acentuado que
se siente en algunas épocas del año, sobre todo en diciembre y enero, cuando
se produce una baja estacional de temperatura: «Me voy a acostar, porque
hay un pacheco sabroso, pero para gozarlo arropado. Sobre todo si es con
una cobija humana11. «Está bajando un pachequito raro en esta época
del año11. «Veo a Fulana muy temblorosa; como que le está pegando el pache­
co))_ V. tb. empachecar (se).
Observación: Según la tradición caraqueña, la costumbre de llamar pacheco
especialmente al frío decembrino se originó en el apellido de un campesino,
que vivía en el pueblecito de Galipán, en la cumbre del cerro del Avila, a cuya falda
se halla situada Caracas Pacheco era un cultivador de flores, que bajaba todas
las mañanas a Caracas a vender el producto de su trabajo, de lo cual vivía Como en
ese entonces la temperatura caraqueña era más fresca que en la actualidad,
y por las mañanas solía descender bastante, se fue identificando al popular Pacheco
con el frío mañanero, y en especial con el de los meses de diciembre y enero, más
intenso que el resto del año. El personaje y la costumbre de llamar con su apellido el
frío caraqueño ha sido celebrado por los costumbristas y los poetas, entre éstos en
especial por el gran humorista y lírico Aquiles Nazoa

Pagar el pato
Ser el pagano; recibir el castigo por algo que no se ha hecho: «Yo no
estoy dispuesto a pagar el pato; así que búscate a otro11. «Ella siempre busca
con quien pagar el pato; pero esta vez se va a quedar con las ganas... 11.
«Te lo dije; pagaste el pato por no hacerme caso... 11.
Observación: La expresión pagar el pato es equivalente de la castiza ser
o servir de chivo expiatorio, o de chivo emisario.
Ecuad.: coger a alguien como pato: «Todos actuamos mal, pero a mí me
cogieron como pato... ».

Paja
Dicho o conversación intrascendente, superficial, engañosa:
«Antes de ponernos a estudiar estuvimos hablando paja un buen rato11. «Ese
tipo es un necio; todo lo que dice es paja11. «En Venezuela los politicos
no hablan sino paja. Ofrecen y ofrecen, y a la hora de la verdad, ¡nada/11.
Col.: Id.: «No le hagas caso; ese tipo habla pura paja».

Pajuato, a
Persona simple, un poco tonta y sobre todo prejuiciosa y gazmoña:
«¡No seas pajuata, muchacha!; si ese hombre te gusta, déjate de tonterías
126

y acéptale la invitación a salir con éln. «Ese tipo es muy pajuato,


y nunca va a salir de abajO!!.
Observación: pajuato, a es una deformación fonética y una ligera variante
semántica del castizo pazguato, a

Palabrería
Discurso habilidoso y convincente; sofismas; argumentos ingeniosos
dirigidos a convencer a alguien de algo o a vencer la resistencia de una per­
sona a aceptar determinadas cosas: «Él es muy hábil, y engaña a
cualquiera con su palabrerÍO!!. «Ten cuidado, no te vaya a envolver (V.)
con su palabrerÍO)).

Pa' la cara'el muerto


Frase ponderativa y algo lúdicra y humorística, que indica la abundancia
o gran cantidad de algo: «Ese tipo tiene mucha plata; es rico p'a la cara'el
muertO!!. «¿-Tú vas a la tiesta de Fulanita? -¡Claro! Y voy a gozar pa 'la
cara'el muerto, ya Jo veráS!!. ((Esa muchacha es fea p'a la cara'el muertO!!.
Col.: Id.
Arg.: para tirar para arriba: «Vos tenés mujeres para tirar para arriba)),

Palanca
Se usa para referirse a la persona que por su poder o posición puede ayu-
dar a otra a obtener un objetivo o propósito difícil de alcanzar por los propios
medios: ((En la ohcina hay una buena oportunidad de trabajo, pero si quie­
res conseguirlo tienes que buscarte una buena palanca)). «Tú verás que Fula­
no consigue fácil el cupo en la Universidad; con la palanca que se gasta... !).
Arg., Col., Cuba, Chile, Ecuad., Guat., Urug: Id.: <<No conseguí ese trabajo por
falta de palanca)). En Cuba es frecuente emplear el vocablo en
aumentativo: palancón. En Arg. y Chile usan también cuña: «Si no tenés
cuña no vas a poder conseguir el teléfono ... ))_

Paliza
Golpiza, bien sea en sentido real o figurado: «Ese hombre es un bárbaro;
hay que ver las palizas que le da a su mujern. ((¡Qué paliza le dieron al equipo
venezolano en le Serie del Caribe!!!. «¿Te hjaste en la paliza que le dieron al
gobierno en la Cámara de Diputados?!!. También se usa paliza para referirse a
la gran cantidad de bebida alcohólica ingerida por una o varias personas:
«Anoche nos echamos una gran paliza en la fiesta de FulanO!!, V. palo.

Palo
Vocablo que se usa con carácter ponderativo, para expresar admiración
por algo o por alguien. También se llama palo al trago de licor o aguardiente,
y por extensión, al aguardiente mismo: «¡Qué palo de hombre era
127

ese Simón Bolivarl». «Ayer vi a tu mja y me quedé asombrado: está


hecha un palo de mujem «¡Palo de fiesta la que dio Fulano para celebrar su
cumpleaños!». «No me siento bien; anoche me eché muchos palos y me
duele la cabeza>>. «Lástima de Fulana; el marido es muy bueno, pero es muy
aficionado al palo». En otro orden semántico, palo es también nombre
genérico sinónimo de árbol, y por extensión designa un trozo de madera sin
desbastar: «En mi casa hay un palo de mango». «Consígame un pedazo de
palo cualquiera, que pueda metérselo como cuña a la puerta para que no se
cierre». «La culebra se mata dándole con un palo por la cabeza». «Esa mu­
chacha si es flaca; parece un palo de escoba». «Fulano es muy mujeriego; ése
se enamora hasta de un palo de escoba vestido de mujer». Este uso,
además, ha generado otro por vía metonímica, consistente en emplear el solo
vocablo palo como sinónimo de golpe: «Hay que andar con los ojos muy
abiertos, porque en lo que uno se descuida, le meten un palo por la cabeza».
V. también paliza.
Col.: Id., sólo referido a persona: «Ése es un palo de hombre...».
Cuba: cacho, tronco, etc. «¡Tronco de mujerh>. «¡Qué cacho de fiesta, com­
pañero!>>. En Cuba, como en Venezuela, la palabra palo tiene muchos
usos. Algunos coinciden, aunque sólo en parte, con expresiones venezolanas.
Por ejemplo, ((dar un palo» puede significar, con valor ponderativo,
realizar un acto determinado, como un robo, un asalto, etc.: ((Los ladrones
dieron tremendo palo en el almacén de Fulano». ((Echar un palo» equivale
a realizar el acto sexual. ((Estar a medio palo» es estar un poco embriagado,
pero no del todo ((Tirarse del palo» significa levantarse de la cama,
talvez por analogía con las gallinas y otras aves de corral, que al amanecer
bajan del palo (árbol) donde duermen. ((En lo que el palo va y viene»
es expresión equivalente a la venezolana ((Mientras el palo va y viene» (V.).
Arg.: cacho, como expresión ponderativa y de admiración:
((¡Qué cacho de mujer...!».
Guat.: En Guat. palo tiene, entre otras connotaciones, la de borrachera,
a la que igualmente se le llama tranca Se dice también, igual que
en Venezuela, que alguien está a medio palo, cuando está un poco ebrio,
pero no mucho.

Pantalla
Vocablo usado frecuentemente con valor metonímico e irónico,
para referirse a la afición de ciertas personas por la ostentación y la aparien­
cia: «A los políticos venezolanos les encanta la pantalla; no pueden ver
un periodista, porque ya andan buscando que los entrevisten». «¡Deja la pan­
talla, vale, que a mi no me hace ninguna gracia!».
Arg., Col., Cuba, Chile: Id.: ((Deja de hacer pantalla con esa moto... ».
Guat.: Id.: ((La forma de vida que llevan ellos es pura pantalla, pues no tienen
ni donde caerse muertos».
12s

Pantallero, a
Dícese de la persona que es muy aficionada a la ostentación y
la apariencia: «Ese tipo si es pantallero; le encanta que lo retraten al lado de
gente importanteJJ. «¡Mira, muchachita, no seas pantallera, que todavía
no tienes edad para esolJJ.
Arg., Col., Cuba, Guat., Urug.: Id.
Chile: pesero, a: «¿Oué te parece la Fulana, poniéndose al lado de la
protagonista de la película?. Es una posera».

Paños tibios
Soluciones parciales, superficiales y poco efectivas a los problemas:
«El gobierno cree que con paños tibios va a resolver la crisis económicaJJ.
«La situación es muy grave y no está para paños tibios. Hay que aplicar
soluciones drásticas, pase lo que pase)).

Papa caliente
Algo difícil de hacer, que le crea problemas al que tiene que hacerlo:
«El jefe no halla qué hacer con la papa caliente que Je dieron desde que Je
rebajaron el presupuesto)). «Vamos a ver cómo hace Fulano con esa papa
caliente que le pusieron en las manos, dándole un plazo de apenas ocho días
para que presente el proyectOJJ.
Col, Cuba, Chile: Id.: «Ve a ver a quien le pasas esa papa caliente .. »

Papa pelada
Algo fácil y sencillo de hacer: rrTú eres muy vivo, te encanta que te
den la papa peladaJJ. rr¡Oué suerte tiene Fulano! Ese trabajo que consiguió
es una papa pelada)).
Col., Guat.: Id.
Cuba: Se usa el vocablo papa, pero sin el adjetivo pelado, y en
lugar de éste el adjetivo suave. También se emplean como equivalentes
papita, panza, jamón ..
Arg.: dar en bandeja: «Él es muy vivo le encanta que le den todo en
bandeja». En Venez. también se usa la expresión dar o poner en bandeja,
incluso en bandeja de plata, pero son expresiones cultas, poco
frecuentes en el lenguaje coloquial.
Bol.: breva pelada: «A tí te gusta la breva pelada y en la boca».
Chile: papaya: «El examen de Matemáticas fue muy fácil, una papaya».

IPara atrás ni para coger impulso


Frase expresiva y sentenciosa con la cual se señala la necesidad
o conveniencia, o la voluntad de no retroceder en una decisión tomada: rr
Ya yo
le dije a usted que no me tranzo, y después que yo decido una cosa, no
me echo para atrás ni para coger impulsOJJ. «Ya Jo saben, compañeros,
129

p'atrás ni para coger impulso. Ya estamos metidos en esto,


y ahora no hay sino que echar p'alante11.

Pararle el trote
Detener a alguien en una acción que se juzga mala o inconveniente;
impedir que alguien haga lo que se estima que no debe hacer. Generalmente
se emplea con un valor ponderativo, de admiración por quien realizó o
debe realizar la acción, o de desprecio por quien fue o será objeto de ella: ((En
este país hay que pararles el trote a los corruptos, porque si no, quién
sabe a dónde vamos a llegan1. <<Fulano se la estaba echando de bravucón,
insultando a todo el mundo, y llegó un tipo y le paró el trote11.

Pargo
Forma eufemística, despectiva y popular de llamar al homosexual:
«Ten cuidado con ese tipo, mira que es pargo)). Suele acentuarse el carácter
despectivo de la expresión usando derivados como parguete y pargolete

Partida
Grupo, conjunto de personas. Generalmente se usa con cierto sentido
irónico, de desprecio o de rechazo: «Esos son una partida de sivergüenzas)).
V. tb. cuerda.
Cuba: Id. Se usa también sarta en el mismo sentido.

Pasado, a
Persona que actúa de manera imprudente y atrevida, irrespetuosa
o confianzuda: «A mí Jo que no me gusta de ese muchacho es que es muy
pasado; le encanta tomarse una confianza que uno no Je ha dado11.
«¡Miren a este viejo verde tan pasado; él como que se cree un Don Juan!11.
Cuba: Id.
Chile: pasado pa' la punta: «Nadie lo había invitado, pero él llegó
y se metió no más; es un pasado pa' la punta».

Pasarle una mano a alguien


Ocurrirle a alguien algo malo o desagradable, una desgracia: «¡Ah mundo!,
la negra Juana, / la mano que le pasó, / se Je murió su negrito, / sí, señor}}
(Andrés Eloy Blanco: «Píntame angelitos negros»).
Chile.: Id.: «A Fulano le pasó una mano ...».
Cuba: Se usa la frase, pero con otros significados, como favorecer a
alguien pasando por alto sus errores: ((Ya está bueno de pasarle la mano
a Fulano, que con tanta indulgencia te estás perjudicando». También puede
significar adular, tratar de ganarse el favor de alguien: ((No me pases
más la mano, que no te voy a perdonar». Igualmente puede significarse con
ella la idea de arreglar, restaurar un objeto, ponerlo en buenas condiciones,
130

como si fuese nuevo: «Fulano se compró un cacharrito, y después de


pasarle la mano el mecánico, quedó como nuevo».
Guat.: Se usa la frase pasarle a uno una mala mano. Correlativamente.
también se emplea pasarle a uno una buena mano.

Pasarse de maraca
Extraiimitarse en algo; ir más allá de lo conveniente o lo permitido: «Mire, me­
jor es que no siga con eso, porque me parece que se está pasando de
maraca...11. «El tipo se pasó de maraca, y llegó Fulano y le dio su merecido11.

Pata
Indica abundancia de personas: «En la cárcel se produjo un motín, y se
escapó una pata de presos11 . «En esta zona no se puede comprar nada. Aquí
los vendedores son una pata de ladrones11. «En esa esquina se la
pasa una pata de muchachos vagos, y algunos hasta consumen drogas11.
Col.: mano: «Esos son una mano de ladrones ... ».
Mex.: bola: «Una bola de ladrones»

Pata de loro
Persona que tiene los pies desviados hacia adentro, por lo que camina
de un modo peculiar: «¿ Te fijaste como camina Fulano? -Sí, es pat'e loro11.

Pata para al monte


Es lo contrario del pata de loro, tener los pies desviados hacia afuera:
«Fulana es muy bonita; lástima que sea pata p'al monte11.

Pato
Otra de las maneras eufemísticas de llamar al homosexual varón:
«Ten cuidado con ese tipo, que es pato».
Observación: Es probable que este empleo de la palabra pato obedezca
al hecho de que los patos caminan contoneándose, es decir, movirniendo rítmica­
mente, de un lado al otro, la parte posterior del cuerpo, que incluye la cola.

Pava
Mala suerte, transitoria o permanente: «Tengo que hacer algo, porque
en estos últimos días me ha caído una pava tremenda». «La pava es una cosa
muy seria; hay gente a la que no la deja levantar cabeza en toda la vida».
Observación: A la pava se suele llamar también mabita.
Arg, Méx., Perú, Urug.: yeta.

Pavo, a
Muchacho; adolescente; jovencito o jovencita: «Yo no entiendo el
lenguaje de los pavos, usan muchas palabras raras». « Yo tengo tres hijos
131

ya grandes; dos pavos y una pava». «Ese tipo es un sinvergüenza;


tan viejo y se la pasa enamorando pavitaSJJ.

Pavoso,a
Persona o cosa de mala suerte o de mal agüero: «Ten cuidado,
vale, mira que esa mujer es pavosa». «Aquí hay alguien pavoso, y debemos
averiguar quién eSJJ. «¡Bota esos caracoles, vale, que son pavososlJJ.
«Dormir la siesta en pijamas es pavoso, valeJJ.

Pedazo de...
Expresión coloquial, con la cual, de manera paradójica, se
manifiesta cariño o admiración por algo o alguien. También puede emplearse
en forma de reproche o francamente despectiva: «¡Mira, pedazo de
mujer, ¿cuándo vas a venir a visitarme, que estoy loca por verte y conversar
contigo?!!. «¡Quédate quieto, pedazo de muchacho, que me vas a hacer
perder la paciencia!JJ. «Pedazo de imbécil, ¿no ves por dónde caminas...?.
Observación: Es común que esta expresión se emplee contrayéndola
fonéticamente: piazo de; piazo'e.
Arg., Col., Cuba, Chile, Ecuad.: Id.: «¡Pedazo de bruto... ,».

Pedirle permiso a un pie para mover el otro


Manera hiperbólica y de tono humorístico e irónico de referirse
a una persona que es muy floja y perezosa: «Ese tipo es muy flojo, vale; ése
le pide permiso a un pie para mover el otIOJJ.
Col., Cuba, Chile, Ecuad., Guat.: Id.

Pela
Azotaina, golpiza, cueriza (V.), paliza (V.) que se da a una persona,
especialmente a un niño, como castigo por alguna acción real o supuesta,
o por alguna otra razón justa o injusta: «Si vuelve a hacer eso, le voy dar
una buena pela, para que aprenda a respetaI!!. «Ese hombre es un bárbaro; le
da unas pelas a la mujer y a los hijos, que casi los mataJJ. Por extensión,
se emplea también metafóricamente para referirse a la derrota sufrida por
alguien, moral o materialmente: «Nuestro equipo de beisbol se llevó una
gran pela en el campeonatOJJ. «Buena pela le dieron al partido en las eleccio­
nes; no sacó ni un concejah «Tronco'e pela la que te dio Fulano en la
discusión que tuvieron... !!.

Pelar
Estar en la miseria, en estado de mucha pobreza, o en condi-
ciones difíciles, aunque no en extremo. Se usa más que todo en el gerundio:
«Con los nuevos impuestos, el gobierno va a poner a pelar a todo el
mundo». «Esa pobre gente está pelando; no tienen ni para comeI!!. «Préstame
132

algo de dinero, vale, que estoy pelando>>. «En Venezuela, con la


inflación y los precios por las nubes todo el mundo anda pelando». Pelar tam­
bién se usa con el significado de golpear o azotar a una persona, especial­
mente a un niño, en castigo por alguna falta real o supuesta: «Pórtese muy
bien, porque si no, su papá lo pela cuando llegue». Igualmente con el
significado de mondar una fruta, y, en construcción pronominal, de librarse
de una atadura o equivocarse, errar en alguna acción: «Esa fruta hay que
pelarla antes de comérsela». «Yo le disparé al codillo, pero lo pelé». «Usted se
peló en eso que dijo, porque las cosas no fueron así».
Col., Cuba: Id. En Cuba, a diferencia de en Venezuela, se usa más el
participio pasivo, pelado, que el gerundio: «Préstame algo de dinero, compa­
dre, que estoy pelado».
Chile: estar planchado, en la acepción de estar arruinado, sin dinero:
«Ojalá que pudieras ayudarme, porque estoy planchado».

Pelar gajo
Equivocarse, errar. También se usa con el significado de morirse:
«El gobierno peló gajo cuando decretó la liberación de los precios, porque no
pudieron controlar la especulación». «Ese tipo es muy errático, siempre
está pelando gajo». «Pobre Fulano, peló gajo cuando todavía estaba en la
flor de la juventud; el entierro fue muy concurrido».
Cuba: Son muchas las expresiones equivalentes. En el sentido de equivo­
carse: meter la pata, meter el delicado, irse con la del trapo: «El gobierno
se fue con la del trapo con esa medida... >>. En el sentido de morirse hay
muchas más: estirar la pata, guardar el carro, darle la patada a la lata,
darle la patada al testero, romper (se), largar el piojo, ñampear (se),
cantar el manisero, comerse el perejil, ponerse la guayabera de pino­
tea, virarse y muchas más.
Guat.: cortar varas, en el sentido de estar equivocado. Con el sentido
de morirse, en Guat. se usan, como equivalentes de pelar gajo, las frases
pelar rata y doblar el petate: «Fulano peló rata anoche».

Pena
Sentimiento de vergüenza: «Me da pena contigo, pero no voy a poder
darte lo que te ofrecí». «¡Por favor', no me miren, que tengo mucha pena».
«A María le daba pena, de veras le daba pena; pero él la convencía de que
todo era acostumbrarse, y ella sacó, por hn, los desnudos y blancos brazos,
echó hacia atrás la cabellera con ademán que descubrió las negras y velludas
axilas, y empezó a beber». (Rufino Blanco Fombona: El hombre de hierro).

Perder el chivo y el mecate


Frase expresiva que se usa para referirse a una persona que
arriesgó lo que tenía por lograr algo mejor, y se quedó sin lo uno y sin lo otro:
133

«Yo se lo dije, que pensaia bien antes de renunciar al trabajo que tenía, por
irse a aventurar en algo que no conocía bien. Ahora perdió el chivo y
el mecate}). Suele decirse también quedarse sin el chivo y sin el mecate.

Perder la chaveta
Enloquecer, bien sea en sentido real o en sentido figurado, especial-
mente en este último: «Yo vengo notando algo raro a Fulano. Como que per­
dió la chaveta... 11. «Ese hombre perdió la chaveta por esa mujern. «Nb
pierdas la chaveta, vale. Actúa con calma y buen sentido, y verás que todo
se arregla11. «-Señor Luz, noto hace días que usted ha perdido la
chaveta». (Rufino Blanco Fombona: El hombre de hierro).

Perete
Palabra más o menos equivalente a corota (V.), y también a cosa.
Designación genérica e imprecisa de cualquier objeto, usada a veces en for­
ma peyorativa: «Esta casa está llena de peretes; vamos a tener que hacer
una buena limpieza11. «Agarre sus peretes y se va de la casa; no quiero verlo
más por acá11. En este caso también puede decirse: «¡Agaire su petate
y se val11 . A veces se usa agregándole el adjetivo viejo, para incrementar su
expresividad: «Mi cairo es un perete viejo, pero todavía me sirve11. Even­
tualmente se puede aplicar a personas: «M'hijo, conmigo no cuente. Yo ya
no soy sino un perete viejo, y pronto me despido de este mundo11.
También es posible que se diga pereta, en el mismo sentido de perete.

Pesar más que matrimonio mal hecho


Frase ponderativa, para indicar el gran peso de una cosa:
«Estas maletas pesan más que matrimonio mal hecho11. «Ese bulto es más
pesado que matrimonio mal hecho11. También se usa, en el mismo
sentido, pesar más que matrimonio obligado.

Pico y pala
Expresión usada para señalar la mala calidad, o la mediocridad
de algo o de alguien, en este caso especialmente en relación con el trabajo
o actividad que realiza: «Yo me voy; vale, esta fiesta está muy pico y pala¡¡.
«Conseguí un sastre, pero es medio pico y pala¡¡.

Piche
Se refiere a algo mediocre o despreciable, pero se emplea también, muy
frecuentemente, con sentido irónico y paradójico, para elogiar o ponderar la
calidad o importancia de algo: «Él se cree político, pero no es sino un piche
secretario en un ministerio11 . «Dicen que Fulano es muy rico, pero Jo que tiene
en realidad son unos piches cien millones11 . «Tú si tienes suerte, vale,
ganas un sueldazo con unas piches tres o cuatro horas diarias de trabajo}).
134

Col., Ecuad.: Id.: «Ese tipo me armó un escándalo por piche cien
sucres que le debía... ».
Guat.: pinche, referido especialmente a persona despreciable: «Ese es
un pinche diablo ... ». Equivale a pobre diablo, que también se usa en Guat.

Pichirre
Tacaño, lechero, poco o nada generoso: «Papá, no seas pichirre, tienes
que darme para comprarme un vestidOJJ. «Hay que ver que tú si eres pichirre.
A tí te dan por el codo, y aprietas el puñOJJ. Se dice también agarrado, a.
V tb. lechero, a.

Pila
Indica abundancia de personas o de cosas: «Ese tipo si es viejo, vale,
tiene una pila de años, aunque no se le noteniJ. «Fulanita se casó y tiene una
pila de hljos}}. «Estoy muy preocupado, porque tengo una pila de problemas
y no hallo cómo resolverlos}}. A veces se usa también pilón en el mismo sen­
tido, sobre todo cuando se trata de algo abundante, que es además pesado y
dificultoso: «Me voy, porque en casa tengo un pilón de cosas que hacern.
Arg., Col., Cuba, Chile, Ecuad., Guat.: Id: «El pobre tiene una pila de hijOS)).
En Arg. también se usa pilada en el mismo sentido: «Tengo una
pilada de ropa para lavarn.

Pinta
Aspecto, apariencia externa de una persona: «Ese tipo tiene pinta
de loco, vale; ten cuidado con él}}. «¡Muchacha!, con esa pinta que te ¡::usiste
vas a ser la reina de la b.estaJJ. «Fulana se gasta una pinta de artista de cine
que bueno pues... JJ.

Piña
Se emplea para referirse a una persona extremadamente antipá-
tica y fastidiosa: «Vámonos rápido, vale, que ahí viene ese tipo que es una
piña ... JJ. Para extremar el sentido del vocablo se dice a veces una piña
debajo del brazo.

Piñata
Metafóricamente, se refiere a diversas cosas que generalmente son símbolos
de abundancia, y que por ello son anheladas o apetecidas por determina-
das personas, no siempre con buenas intenciones: «Los políticos venezolanos
no piensan sino en ponerle la mano a la piñata del poder para enriquecerse
con los dineros públicOSJJ. «Durante el gobierno anterior, los corruptos Je caye­
ron encima a la piñata del presupuesto, y dejaron el país en la ruina)}.
135

Pisapasito
Persona que simula ser muy humilde e inofensiva, y esconde su verdadero
carácter, para engañar a los demás. Equivale a mosquita muerta (V.):
«A mí no me gustan nada esos pisapasito. Son muy peligrosos». «Fulano se la
echa de pisapasito, pero es capaz de las peores infamias...»

Pisar
Ejercer una persona el dominio total sobre otra u otras: «Él se cree
jefe, y le encanta pisar a los demás». «Usted siempre está buscando a quien
pisar, pero conmigo se equivocó». «¡Pobre Fulano!, la mujer y la suegra
lo tienen pisado».
Chile, Guat.: Id.: «La esposa lo tiene bien pisado».
Ecuad.: Se emplea como expresión equivalente la frase tenerle pisado
el poncho: «A ese tipo le tienen pisado el poncho...».

Pistolada
Tontería, necedad: «A tí te encanta hablar pistoladas, y a la hora de la
verdad, no haces nada11. «Ten cuidado; no hagas pistoladas, porque después
te vas a arrepentirn. «A Fulano le fue mal porque cometió muchas pistola­
das11. V. tb. babosada.
Col.: babas: «No hables tantas babas... )).
Cuba: cáscaras, guanajada, sonseras, papití: «A tí te encanta
hablar cáscaras» (Incluso cascaritas de piña). «A Fulano le fue mal porque
hizo muchas guanajadas».
Chile: huevadas: «Ése habla muchas huevadas .. ».
Guat.: babosada.

Plata
Nombre genérico del dinero, y en general de las riquezas
materiales: «Esa mujer es riquísima; tiene mucha plata». «La gente de plata
(o con plata) es muy agarrada, no aflojan ni un centavo11 . V. tb. cobre,
churupo, real, realero.

Podrido (a) de
Se usa para referirse a una persona que tiene algo, material o no,
en abundancia: «Ese tipo está podrido de real; es supermillonario11. «Fulana
se acomodó; se casó con un tipo chévere, y ahora está podrida de felici­
dad11 «Esa mujer es bellisima, y está podrida de buena».
Arg., Col., Chile, Ecuad., Guat.: Id., en algunos casos con el añadido de la
preposición en: ((Fulano está podrido en plata».
Cuba.: Se usa la expresión, pero sólo referida al dinero. Por ello es
posible usar sólo el vocablo podrido, con valor metonímico: ((Fulano está
podrido. Se compró una casa que vale una millonadai>.
136

Policamburista
Dícese del que tiene varios cargos o trabajos a la vez, sobre todo en la ad­
ministración pública «Ese tipo trabaja en la Universidad, en el Seguro Social,
en un clínica privada y en un hospital municipal; es un policamburista».
Chile: siete sueldos: «Mi sobrino es un siete sueldos: está en la mañana
en el Ministerio de Economía, en la tarde en la aduana del aeropuerto
y en la noche se consiguió horas extraordinarias en la escuela de adultos».

Poner cara de circunstancia


Asumir, real o engañosamente, una actitud seria. molesta o
preocupada, que se refleja en el rostro. «Cuando vi que el profesor puso cara
de circunstancia, pensé que la cosa iba a terminar malJJ. Suele decirse
también Tener cara de circunstancia: rrEse tipo no me gusta; siempre tiene
cara de circunstancia».
Arg., Cuba, Guat., Mex.: Id.: «A mí no me engañas, con esa carita de circuns­
tancia... ». «Fulano está enojado, pues puso una cara de circunstancia ...».

Ponerse las patas en la nuca


Frase con que se le pide a alguien a quien se ha encomendado
ir a un lugar con un determinado propósito, que lo haga con gran rapidez:
rrFulano, póngase las patas en la nuca y vaya al abastos, y me trae
un kilo de papaSJJ. «Necesito que me hagas una diligencia, pero eso sí, rápido.
Te pones las patas en la nuca y estás de regreso en media horaJJ.

Ponerse las pilas


Ponerse y mantenerse alerta; avisparse; poner especial atención;
actuar rápidamente: rrEn Caracas hay que ponerse las pilas cuando uno an­
da por la calle, porque hay mucho malandro a la caza del menor descuido
para asaltarte y robarte!>. ((¡Ponte las pilas, mijita, porque si te descuidas te
vas a quedar para vestir santOJJ. V quedarse para vestir santo (s).
Ecuad.: Id.: «Ponte las pilas para los exámenes ... ».

Pulla
Frase hiriente que se lanza contra alguien. generalmente en forma indi­
recta, con ánimo de ofender. humillar o provocar a la persona a quien se diri­
ge, o a otras que salgan en su defensa: rrEsas pullas son contigo, vale; vas
a tener que echarle un parao a ese tipo». «Por Jo que respecta a doña Felipa,
era insufrible, ciertamente. María no disimulaba el miedo cerval que las pu­
llas de la vieja Je producíam. (Rufino Blanco Fombona: El hombre de hierro).

¡Qué brío (s)!


Frase exclamativa que se usa para expresar asombro, sorpresa,
desagrado, condenación, etc, ante algo o alguien: ((¡Qué brío la de ese tipo,
137

veminos ahora con que él no sabía lo que había pasado». l!jHay que
ver que tú tienes unos bríos... ; yo no me explico cómo tu mujer te ha aguan­
tado tanto tiempo>>. V. también ¡ qué riñones! y riñones.
Aig. : ¡ qué agallas! : «¡Qué agallas! ¿Se atrevió a hacer eso ... ?».
Cuba: Una expresión bastante parecida se construye con el vocablo tabla:
((¡Qué clase de tabla tiene Fulanol. Yo sería incapaz de hacer
semejante petición con tales antecedentes».

¡Qué broma!
Frase exclamativa para indicar molestia, preocupación, fastidio:
«¡Qué broma!, ahora empezó a llover y yo dejé el paraguas en la casaJJ . ((¡Qué
broma!; en la oficina no pagaron hoy, y yo estoy sin un centavo».
Aig., Chile: Id.
Cuba: qué chiste: (<¡Qué chiste! Ahora empezó a llover y yo dejé el
paraguas en la casa».

¡ Qué riñones!
Frase ponderativa, que indica admiración, sorpresa, desagrado,
condenación, en forma similar a ¡ qué brío (s) ! : «¡Qué riñones tiene usted!
¿Se da cuenta de Jo que hizo?». V. también ¡ qué brío (s) ! y riñones

Quedar (se) en la carraplana


Estar en la miseria; no tener recursos; estar en bancarrota:
«Esa gente quedó en la carraplana por no saberse administrar..>> También
suele decirse estar en la carraplana: «Estoy en la carraplana, porque
este mes no nos han pagado... ». V. tb. carraplana y estar en la carraplana
Ecuad.: Id.

Quedarse con los crespos hechos


Quedarse esperando algo; ser víctima de un engaño: «Los que
están esperando que la economía venezolana se estabilice se van a quedar
con los crespos hechos» «Pobre muchacha, tan ilusionada que estaba
con ese matrimonio, y se quedó con los crespos hechos». V. también Dejar
a alguien con los crespos hechos.

Quedarse en el aparato
No hacer lo que se debe hacer; inhibirse; no dar la talla; comenzar
a hacer una cosa y dejarla sin terminar: rrLo malo de él es que con frecuencia
se queda en el aparato». «Yo no sé qué pasó con Fulano. Parecía tener
grandes condiciones para la politica, pero a la hora de la verdad se quedó
en el aparato».
Observación: Esta expresión proviene de la actividad hípica. En las carreras
de caballos los animales que compiten parten de un dispositivo mecánico, llamado
138

aparato, instalado en los hipódromos, en los lugares de salida. Cada


caballo se encuentra ubicado en el aparato, dentro de su propio compartimiento, y
cuando se da la señal de partida se abre en éste una puertecilla por donde el
caballo sale en carrera Pero a veces ocurre que, por uno u otro motivo, un caballo
se queda parado en su compartimiento, sin poder arrancar, pese a los esfuerzos
del jinete para que lo haga A eso se llama quedarse en el aparato, expresión que
se fue extendiendo y popularizando en la forma antes indicada

Quedarse para vestir santo (s)


Se dice de la mujer que no se casa, que se queda solterona:
!!Pobre Fulana, ya se quedó para vestir santos». !!Yo no me explico qué les
pasa a algunas mujeres, bonitas y excelentes personas, y sin embargo
se quedan para vestir santo>>.
Observación: Esta frase expresiva se origina en la costumbre de arreglar
las imágenes de los santos en las iglesias, para que salgan en procesión durante la
Semana Santa. Tradicionalmente, esa labor ha estado encomendada a señoras
y señoritas de cierta edad, muy devotas, que a veces asumen esas funciones por
promesas hechas a determinados santos.

Quién quita
Frase con que se expresa una posibilidad, con un matiz de
esperanza de que algo ocurra como se quiere: ((Yo metí la solicitud de trabajo
en el Ministerio de Hacienda. Quién quita que me den el puesto». !!Me
compré unos billeticos de lotería. Quién quita y mañana amanecemos millo­
narios». !!...este Pajarote no cobra por decir mentiras... Sin embargo,
¡quién quita!.. Además, las cosas son verdad de dos maneras: cuando de
veras lo son y cuando a uno le conviene creerlas o aparentar que las cree».
(Rómulo Gallegos: Doña Bárbara).

Quisquilloso, a
Persona en extremo delicada, susceptible, minuciosa, que
gusta del detalle, perfeccionista: ((Él es muy buen profesor, pero es demasiado
quisquilloso y quiere que uno haga las cosas perfectas». ((Ese juez es
muy honesto e imparcial, pero es muy quisquilloso; de modo que con él hay
que andar derechito». !!Ten cuidado con la abuela, mira que ella es muy
quisquillosa y cualquier cosa la ofende»
Arg., Cuba, Chile, Ecuad., Guat., Urug.: Id: «Fulano es muy quisquilloso,
todo le molesta... ».

Rabo del ojo


Expresión que se usa para indicar que alguien ve, mira,
contempla, etc. de soslayo, furtivamente, sin enfocar la vista de frente ni de
manera directa, bien por timidez, porque no convenga o por cualquier
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otro motivo que lo justifique:«Fíjate en aquel tipo, que nos


está mirando con el rabo del ojo)}. «Se puso a contemplarlo con el rabo del
ojo. La raya de la cabeza partía en dos crenchas iguales el cabello
castaño oscuro de Adolfo...11. (Rufino Blanco Fombona: El hombre de hierro).

Rajar (se)
Arrepentirse, desertar de una posición, cambiar de actitud por
cobardía u oportunismo: «La conspiración fracasó, porque uno de los compro­
metidos se rajó y delató a sus compañeros11. «En mal momento te rajaste;
ya teníamos el triunfo asegurado)}; «-¿Qué pasó, no te ibas a fugar con tu
novia? -Sí, pero ella se rajó a última hora11.
Arg., Cuba, Guat., Méx., Urug.: Id.
Col: quitarse: «Ibamos a hablar con el jefe para pedirle un aumento,
pero Fulano se quitó y no hicimos nada)).
Chile: chuparse: «Cuando hay que enfrentar los problemas uno no puede
chuparse. Hay que ponerse firme)).

Rajar caña
Consumir bebidas alcohólicas: «Ayer estuvimos rajando caña un
buen rato, pero no nos rascamos11 . (V.) «Lástima de Fulano, es muy inteligente
y culto, pero raja mucha caña y se va a alcoholizarn.

Rasca
Embriaguez; borrachera: «Anoche me puse una rasca
de pronóstico11. «Ese tipo tiene una rasca de padre y señor mío11.
Col.: Id.
Arg.: curda.
Cuba: juma, nota, curda, carga ...
Chile: cura.
Guat.: tranca, juma, jáquima, turca, mona.

Rascabuchear
Manosear, toquetear una persona a otra en actitud erótica y/o libidi-
nosa: «A mí me gustan los cines oscuritos porque ahi uno se puede rascabu­
chear sin problemasJJ. «Y así vive La Habana, feliz y hospitalaria,/ con su
maravillosa risa universitaria, / con sus cubiches doctos en el rascabucheo /
-Je explicaré más tarde, rascabuchear es feo--... JJ. (Andrés Eloy Blanco:
«Carta a Udón Pérez)). En: Poda. Saldo de poemas 1922-1928).
Cub.: Id. Según don Femado Ortiz, en Cuba rascabuchear (se dice tb.
rascabuchar) es «Atisbar. Acción de sorprender y contemplar las
desnudeces femeninas)).
140

Rascabucheo
Acción y efecto de rascabuchear: «¡Miren, jovencitos, dejen el
rascabucheo en mi casa, que esto no es un burdel)).
Cuba: Id. Según don Fernando Ortiz, en Cuba rascabucheo es también
«.. .la acción de sorprender y contemplar las desnudeces femeninas».

Rascado, a
Ebrio, borracho: «Ayer vi a Fulano en el club. Estaba muy rascado ... >>.
«Hacía tiempo que yo no me sentía tan rascado como anoche».
Urug.: mamado (a), estar hecho una uvita: «Fulano está mamado, está
hecho una uvita, no puede más de borracho... ».

Rascar (se)
Embriagarse; emborracharse. «Anoche me rasqué con ron)).
«Ése se rasca muy fácil; con dos tragos ya está listo)).
Amér. Cent., Bol., Col., Cuba, Chile, P Rico: Id. En Cuba también se dice:
jalar (se), poner (se) en nota, coger nota, estar en nota, chuparle
el rabo a la jutía, enjumarse... En Chile, igualmente: curar (se): «No fue
tanta la cerveza que tomaron, y tanto que se curaron».
Ecuad.: picarse, estar picado. Se usa más que todo para referirse
a los primeros efectos de la embriaguez, cuando aún ésta no se ha desarro­
llado del todo: «Me había tomado unas cervezas y estaba picado... >>.
Urug.: mamarse: <<Anoche se mamó, y hoy se siente mal..».

Raspar
En la jerga estudiantil, ser aplazado en un examen. «Me rasparon
en Matemáticas y en Inglés». «Me raspó la vieja de Castellano». «El curso era
muy malo, y tuvimos que raspar a unos cuantos». «Lo que más me gusta­
ría los domingos es ir al cine, pero no me dan permiso para ir sola y a veces
voy con Gloria, pero ella tiene mucha tarea y la raspan siempre, así
que casi nunca puede» (Ana Teresa Torres: El exilio del tiempo. Caracas;
1990). En términos generales, raspar se usa con diversos significados,
como matar: «Lo raspó la policía en un tiroteo»; correr a gran velocidad, a pie
o en un vehículo, caso en el cual se emplea sobre todo el gerundio: «Fulano
pasó raspando por la esquina, y apenas lo vi»; tener relación carnal con una
mujer: «Ese tipo raspa a cuanta mujer se le pone al alcance». Despedir
a una persona de su empleo: «A Fulano lo rasparon del cargo que tenía en
el Ministerio de Fomento».
Arg.: bochar; poner la goma: «Me bocharon en el examen de Matemáti­
cas». «A Fulano le pusieron la goma en el examen de ayern.
Col.: quebrar, referido a ser aplazado en un examen. (En Venezuela
también se empleó en el pasado el verbo quebrar con la acepción que aquí
141

se registra. Aún se oye, pero en gente muy vieja. De resto está


completamente en desuso).
Cuba: ponchar, colgar y guindar en el examen. (Estas formas también
se usan en Venezuela, pero ocasionalmente) El verbo raspar se usa en Cuba
dentro de este contexto semántico, pero para indicar que un alumno
fue aprobado en el examen, aunque con la nota mínima: ((Aprobé raspando
Matemáticas, pero aprobé)).
Chile: rajar: ((NO hubo caso, me rajaron en el examen de Biología)).
Guat.: En Guat. raspar significa lo mismo que en Cuba, pues con ello se dice
que alguien fue aprobado en un examen, aunque con la mínima nota:
((Aprobé raspada la clase)).

Raspar la olla
Gastar el último dinero que se tiene: « Yo no sé qué iremos a hacer
de aquí en adelante, porque estamos raspando la olla, y no veo posibilidades
de conseguir más dinero>>. «Esa gente está muy mal; ya se comieron los
ahorritos que les dejó el difunto, y están raspando la olla}}.

Ratón
Malestar producido por la embriaguez alcohólica después que
ésta se ha disipado: «Por favor, no me molesten, que tengo un ratón tremen­
do>>. «El peor ratón es el que produce el vino}}. V. también enratonado,
enratonar (se}. Para acentuar la expresividad del vocablo, suele decirse tam­
bién ratón de brinquito.
Observación: En Venezuela es común que, en forma metafórica, se emplee
la palabra ratón, a partir de la connotación de malestar posterior y consecuencia
de la embriaguez alcohólica, para referirse a la vergüenza o pena que
se tiene por algo indebido que se ha hecho. Se habla entonces de ratón moraL
Col.: guayabo: «Para ese guayabo lo mejor es que te tomes una pisca».
Cuba: resaca. Sin embargo, se usa también la frase matar el ratón, con el
significado de ingerir una determinada cantidad de alcohol al día
siguiente de haber tenido una borrachera, en la creencia de que de ese modo
se suprime el malestar que se siente después que la borrachera ha pasado.
Chile: hachazo, generalmente construida la frase con el verbo
andar: (<No me digas nada ahora, que ando con el hachazo de la borrachera
de ayer y ya no aguanto ... ))
Ecuad.: chuchaqui. En Ecuad. también se usa el sintagma chuchaqui
sentimental, en el mismo sentido que tiene en Venez. ratón moral.
Guat.: goma.
Méx.: cruda.
142

Real
Forma genérica de !lamar al dinero, y en general toda riqueza de tipo ma-
terial: «Esa gente es muy rica, tienen mucho real». «Yo Jo que quiero es ganar
mucho real, para gozar de la vida». V. tb. churupo, plata, real, realero.

Realero
Mucho dinero, y en general riqueza material en abundancia: «Ese
hombre gastó un realero en el matrimonio de la hija». «Es increíble el realero
que se han robado en este país». «Fulano se acomodó. Se casó con una
vieja rica, que tiene un realero en casas, haciendas y negocios de todo tipo».

Rebulicio
Desorden, alboroto, confusión: «¡Muchacha!, acomoda un poco ese
cuarto, que lo tienes hecho un rebulicio». «En el bar de la esquina se arman a
veces unos grandes rebulicios». «Esa reunión fue un rebulicio. Todo el
mundo hablaba al mismo tiempo, y nadie sabía qué hacer».
Col., Rep. Dom.: Id.

Recostar la canoa
V. arrimar la canoa.

Reencauchado,a
Dícese de algo que ha sido renovado o reparado, dándole apariencia de
nuevo: «A Fulano lo estalaron. Le vendieron una nevera reencauchada como
si fuera nueva>>. «-¡Ajá, Fulano, andas con traje nuevo!. -¡Qué va, chico!,
éste es un traje viejo reencacuchado». -«¿ Te fijaste que Fulana se conserva
muy bien? -No hombre, lo que pasa es que se metió en una clínica
y salió reencauchada }}.

Reencauchar
Renovar o reparar algo, dándole apariencia de nuevo: «Fulanita se
ve muy vieja. Va a tener que mandarse a reencauchani. «Necesito un artículo
tuyo para la revista, pero tiene que ser pronto. Reencáuchame uno de esos
que has publicado últimamente».

Regañar
Producir la bebida ale ohólica un efecto rápido e inesperado: «Ese trago
me ragañó». «Anoche me tomé un solo ron, y me regañó». «¿Como que te
regañó ese paJ0?11. V. chinchorrazo, palo.

Resteado, a
Dícese de quien está dispuesto a todo, sin temor a las consecuen-
cias; persona de fiar: «Con él puedes contar; él está resteado con nosotros».
143

«Fulano no tiene miedo, es un tipo resteado». «La cosa no puede fallar,


porque todo el mundo está resteado».
Chile: cuadrado, a: «No te preocupes; vendrá sin falta; él está cuadrado con
nosotros». (En Venezuela también se usa esta expresión en el mismo
sentido, pero indica una actitud menos firme y confiable que resteado).

Restear (se)
Estar dispuesto a todo en una empresa o actividad determinada;
jugar la última carta; comprometerse en algo hasta las últimas consecuencias:
«Yo me resteo por mis amigos; así es que puede contar conmigo». «Ésa es
una mujer completa en quien se puede confiar, porque a ella la gusta restear­
se cuando adquiere un compromiso».
Observación. Este uso del verbo restear (se) viene de los juegos de envite
y azar Cuando un jugador ha perdido mucho dinero. y apenas le queda un poco, se
arriesga apostando todo el resto. A ello lo llaman echar el resto (V). y de ahí,
mediante un proceso de síntesis lingüística muy común en nuestro idioma. surgió
el verbo restear con la connotación señalada

Retreta
Se usa para referirse a la abundancia de algo: «A ese pobre gato
Je dieron una retreta de palos, por eso está renco e hinchadOJJ. «A Fulano la
mujer Je dio una retreta de golpeSJJ. «La discusión fue dura, y los dos se
dieron una retreta de insultosJ1.
Cuba: Id.

Reventar (se)
Expresión hiperbólica. para señalar el estado extremo en que una
persona se halla con respecto a algo: «Él está que se revienta de las ganas de
venirse a vivir con nosotros11. «Fulana está que se revienta de la curiosi-
dadJJ. «La profesora está que se revienta de rabiaJJ. La frase también puede
construirse con el verbo sin la forma pronominal: «La profesora está
que revienta de rabia». La expresión se usa también, en forma eufemística,
para decir que se tiene muchas ganas de orinar: «Voy al baño, porque
estoy que me reviento... 11
Col., Cuba, Chile: Id. En Cuba se usa, pero nunca en forma reflexiva:
((Fulano está que revienta de las ganas de venirse a vivir con nosotros».

Rico, a
Calificativo de uso muy frecuente con valor ponderativo y gran
variedad semántica. para referirse en sentido metafórico a la alegría, el placer.
la satisfacción que produce algo, tanto en lo físico como en lo espiritual:
rrLa comida está rica». <<Tuvimos unas vacaciones riquísimasJ1. «Fulanita
baila riCOJJ. «Ese profesor habla rico». «Hace un calorcito rico».
144

«Mi nieto está rico, provoca comérselOJJ . «El fríito que


baja de la montaña es rico». «El agua está rica, apenas tibiecitaJJ.
Cuba, Chile, Guat.: Id.

Ricura
Dícese de manera ponderativa de una persona o cosa bonita,
agradable, bella, atractiva, etc. en sumo grado: «Esa muchacha es una ricu­
ra». «Tu artículo sobre los pecados capitales es una ricuraJJ. «La casa
de Fulano es una ricuraJJ. «Mis vacaciones en París fueron una ricuraJJ . Suele
emplearse también en diminutivo, ricurita, y la exclamación ¡qué ricura!.

Riñones
Expresión ponderativa para referirse a la audacia, al valor teme-
rario demostrado por alguien: «Fulano tiene unos riñones... Imagínate el lio
en que se metió cuando compró ese carro tan caro... JJ. «Hay que ver los
riñones que tenía el Libertador...». V también ¡qué brío (s)! y qué riñones.

Rollo
Lío, preocupación o embrollo, transitorio o permanente: «No le hagas
caso, ella siempre tiene un rollo... !!. «Tú sabes que yo no tengo rollos; yo hace
tiempo que me dejé de esOJJ. «Déjala quieta con sus rollos. Ella verá lo que
haceJ1. V tb. enrollado, enrollar (se).

Sabanear (se)
Buscar uno algo para sí mismo, sobre todo si es algo malo
o perjudicial; correr un riesgo: «Usted se está sabaneando una paliza, o
algo peor, por andar enamorando mujeres casadaSJJ. «Si no se abriga
bien va a sabanear una pulmonía; mire que aquí el frío es muy peligrosOJJ.

Sabérselas todas
Ser alguien muy competente en alguna actividad; tener gran habilidad
para algo; tener el control de una determinada situación; estar siempre alerta
ante determinadas circunstancias; ser muy vivo. Con frecuencia se
emplea para referise a quien aplica esos rasgos de carácter en forma inescru­
pulosa: «Ese tipo no falla, ése se las sabe todas>J . «No te preocupes, que
Fulano se las sabe todas y nos va ayudar». «En el trabajo todo marcha bien,
porque tenemos un jefe que se las sabe todasJ>.
Arg., Col., Cuba, Chile, Ecuad., Guat.: Id.: ccÉse se las sabe todas... ».

Sabroso,a
Calificativo de uso muy frecuente, aplicado a las más diversas cosas
y situaciones, incluso a personas, con valor ponderativo, para exaltar el placer
o la satisfacción que nos producen, tanto de tipo físico como espiritual:
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«El coctel está muy sabroso». «Aquí el clima es sabroso y


muy saludable11. «Fulano habla y escribe sabroso11. «Fulanita baila sabroso11.
«Está sabrosa la torta11. Con frecuencia se usa la expresión en diminutivo
o en aumentativo: «El frío está sabrosito11. «Me siento sabrosóm1. «Fulana
está sabrosota11. También se usa el vocablo con sentido irónico y/o de
rechazo: «¿ Tú como que te la echas de sabroso, que te la pasas enamorando
a las mujeres de los demás... 11.
Cuba, Chile, Guat.: Id. En Chile sólo se usa referido a lo material.

Sacar la lengua a pasear


Hablar inoportunamente o con imprudencia. Decir lo que no
conviene que se diga. «Ya sacaste la lengua a pasean. «Fulano habla dema­
siado; le encanta sacar la lengua a pasean.
Arg.: Abrir la boca: <,Tuviste que abrir la boca ... i>.

Salga sapo o salga rana


Se refiere a la necesidad o disposición de hacer algo, cualesquiera
que sean las circunstancias y las posibles consecuencias: «Lo haremos según
lo convenido, salga sapo o salga rana11.

Salido, a
Confianzudo; persona que trata a los demás con excesiva confianza,
aun sin conocerlos ni tener con ellos una previa relación: «A mí lo que no me
gusta de los margariteños es que son muy salidos11. «Esa muchacha es
más salida que una gaveta. No le des mucha conhanza».

Salir un pájaro volando con todo y jaula y no botar el agua


Frase hiperbólica que se refiere a la gran viveza y habilidad
de una persona: «Ese tipo es muy vivo; ése sale volando con todo y jaula
y no bota el agua11.

Salirle a alguien una hernia


Expresión irónica, que se emplea para referirse a alguien que,
por flojera, procura hacer siempre cosas que exijan poco esfuerzo: «¡Cónchale,
vale!, ¡qué trabajo tan duro! Te va a salir una hemia... 11. «¡Ten cuidado con
eso que estás haciendo; mira que te puede salir una hernia... ».

Sangre de chinche (Cimex lecturius)


Dícese de las personas sumamente antipáticas y desagradables:
«Esa mujercita es bien sangre'e chinche; me cae como un plomo11. (V. caer
como un plomo).
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Sangre dulce
Dícese de la persona agradable, simpática, amable: «Esa muchacha
tiene sangre dulce; todo el mundo la quiere>>. «Fulano es sangre dulce, y por
eso tiene muchos amigos».

Sapear
Delatar; acusar a alguien: «Para mi que a esos tipos los sapearon. Por eso
cayeron tan mansitos». «Ten cuidado con ése, vale, que Je gusta sapear...».

Sapo
Delator, espía, soplón: «Fulano es sapo, vale; es confidente de la policía».
«Ten cuidado, chico, que aquí hay muchos sapos»

Sarampión juvenil
Expresión que se emplea para referirse a ciertos entusiasmos juve-
niles, que con el tiempo se atemperan y pueden llegar a desaparecer del todo;
se usa especialmente para referirse a ideas políticas: «Yo nunca creí en el
comunismo de Fulano; yo sabía que eso no era sino un sarampión juvenil».
«Fulano tuvo su sarampión juvenil con la literatura; pero después aban­
donó eso y se dedicó al Derecho, que es una profesión mucho más lucrativa».

Sarampionoso, a
Dícese de la persona que suele tener entusiasmos pasajeros:
«No te mortifiques por ese entusiasmo de tu hijo con Fulamta; tú sabes que
él es muy sarampionoso, y ya verás como se le pasa». rrTú no eres nin-
gún izquierdista. Tú lo que eres es un sarampionoso, y pronto se te pasará».

Ser algo una papa


Ser algo muy fácil y sencillo de hacer: rrNo te preocupes, que ese
trabajo es una papa». «Ya verás que esa tarea es una papa, y la vas a hacer
rápido y bien». Es frecuente también construir la misma frase con el
sustantivo papa en diminutivo: «Eso es una papita. No te puedes quejar... ».
V. tb. estar de bola a bola y mantequilla.
Cuba, Chile, Ecuad.: Id. En Chile la frase suele construirse sin el artículo
que precede a papa: «El ejercicio era muy sencillo; era papa».
Col.: ser algo una papita.

Ser alguien la mata de algo


Se refiere a la frecuencia con que a ciertas personas les ocurre algo,
generalmente desafortunado; también a las que abundan en ciertos rasgos
de conducta, especialmente negativos: rrPobre Fulano, es la mata de las
enfermedades». «A ese tipo no Je falta un problema; es la mata de las pre­
ocupaciones». rrFulana nunca podrá ser feliz; es la mata de la incon-
147

formidad)). «Fulanita es la mata del miedo. No le gusta quedarse


sola porque le teme a los fantasmaSJJ.
Col., Cuba: Id.: «Fulano es la mata de la indiscreción». En Cuba
se usan también ser la madre con igual sentido: «Fulano es la madre
de las enfermedades...».
Aig.: ser el monumento de algo: <<Ella es el monumento
de la inconformidad... ».

Ser chivo de otro corral


Aparecer una persona donde no se la espera; andar por un lugar donde no
es frecuente su presencia; estar en un lugar que no le pertenece: 11¿Qué hará
Fulano por aquí? Él es chivo de otro corrabJ. «Mejor es que te vayas de
aquí, chico; tú eres chivo de otro corralJJ. También es común que la frase se
construya en sentido negativo: « Vete, tú no eres chivo de este corral!!.
Aig.: ser sapo de otro pozo.
Cuba: ser gallo de otro gallinero.
Chile: ser pollo de otro corral.
Guat: ser coche de otro chiquero. (En Guat. llaman coche al cerdo
o cochino, lo cual explica el sentido de la frase).

Ser más difícil que matar un burro a pellizcos


Frase hiperbólica y ponderativa, para expresar la gran dificultad de
hacer algo: «Mira, vale, éso es más difícil que matar un burro a pellizcos!>.
«No creas en cuentos; tumbar el gobierno es más difícl que matar un
burro a pellizcos)).
Col., Cuba, Ecuad.: Id.: «Ese trabajo es muy difícil, está como matar un burro
a pellizcos». En Cuba la expresión se usa sobre todo en zonas campesinas.
Chile: ser más difícil que pellizcar un vidrio.

Ser más la bulla que la cabu a


Frase de tipo refranesco o sentencioso, referida a las personas
o situaciones más aparentes que reales: «Con Fulano no se puede contar; con
él siempre es más la bulla que la cabuya))_ «No crean en lo que se dice
por ahí sobre un golpe militar; es más la bulla que la cabuyaJJ. V. también
bulla, embullar (se), ser pura bulla.
Observación. Es muy probable que esta frase obedezca más a la
preferencia popular, en ciertos casos, por la rima, aquí entre los vocablos bulla y
cabuya (cuerda, pita), que la hace graciosa, que a un contenido semántico.
En realidad, desde este punto de vista la frase es más la bulla que la cabuya no
tiene sentido, ni recto ni figurado, como sí lo tienen frases equivalentes,
como mucho ruido y pocas nueces y otras por el estilo.
Col.: Id.
Cuba: ser más rollo que película... En Cuba se usa también la expresión
148

ser más bulla que otra cosa en el mismo sentido.


Guat: ser más hojas que tamales.

Ser mucho camisón pa' Petra


Ser algo demasiado para la capacidad o las posibilidades de una persona:
«¿Sabes que nombraron a Fulano Ministro de Hacienda? -¡No puede
ser! Eso es mucho camisón p'a PetraJJ. «-Fulano aspira ganarse el Premio
"Rómulo Gallegos". -¡Qué va, mijito. Eso es mucho camisón pa' Petra/JJ.
Guat.: quedarle a alguien el tacuche muy largo: «Al presidente del Banco
de Guatemala le quedó el tacuche muy largo, pues no tiene la
competencia necesaria».

Ser peor el remedio que la enfermedad


Expresión que se refiere a ciertos casos en que la solución propuesta
para un problema resulta, o es previsible que resulte contraproducente y em­
peore la situación: «Ahora sí pusimos la torta; fue peor el remedio que la
enfermedadJJ. «Aquí el gobierno no gana una; cada vez que trata de resolver
un problema, el remedio es peor que la enfermedadJJ. «Yo no estoy
de acuerdo con eso, porque sería peor el remedio que la enfermedadJJ.

Ser pura bulla


Aparentar ser más de lo que se es. Presumir de valiente, de rico o
de cualquier otra virtud semejante sin tenerla: «No le hagas caso, ése es pura
bulla. A la hora de la verdad sale corriendOJJ. «Él se la echa de rico, pero
es pura bulla. No tiene ni un cuero en que caer muertOJJ.

Ser un gallo
Ser una persona muy buena y eficiente en alguna actividad:
«El profesor que nos tocó es un gallo; sabe mucho y explica muy biem.
«-¿ Tú estás seguro de que ese mecánico que me recomendaste es
bueno? -¡Claro, vale!, ése es un gallo. Ya lo veráSJJ.
Col., Cuba, Chile, Ecuad.: Id. «Ése es un gallo en desarrollar sistemas».
Se emplea también gallazo, para acentuar el carácter ponderativo de la frase.
Guat.: ser uno de a huevo. Es común que se diga de a güevo.

Ser una peste


Persona extremadamente mala y detestable; ser sumamente despreciable:
«Ese tipo es una peste; hay que hacer que lo boten de aquÍii. «A mí no
me duele nada que Fulano se haya muerto; la verdad es que era una pesteJJ.
Arg., Col., Chile: Id. En Col. se usa también ser una roña en el
mismo sentido.
Cuba.: ser una desgracia.
149

Soltarse el moño
Se usa para referirse a alguien que inesperadamente se decide
a hacer algo que hasta entonces no acostumbraba o no se atrevía a hacer:
«Fulanita se soltó el moño, y ahora anda cada día con un hombre
distinto». «Fulano siempre había sido muy honesto, pero cuando llegó a
ministro se soltó el moño, y se robó un realero!>.
Chile: soltarse las trenzas: «Aquél se soltó las trenzas y ya no le importa
que sepan que es homosexual)).

Sonsacar
Halagar y convencer a alguien para que abandone un lugar y
se vaya a otro, o para que cambie de posición o de actitud. Se usa frecuente­
mente para referirse a los casos en que una persona convence a alguien
del servicio doméstico de una casa, o a cualquier otro tipo de empleado, de
que abandone ese empleo y se vaya a trabajar con ella: «Esa señora
de enfrente es un problema, porque se la pasa sonsacándoles el servicio
a los vecinos». «A Fulano le ofrecieron villas y castillos y lo sonsacaron
de donde trabajaba, y ahora está trabajando en otra parte!!.

Soplar
Ayudar a alguien en un examen o en otra actividad semejante,
dándole las respuestas que no sabe: «Yo no tuve tiempo de estudiar casi
para el examen de Matemáticas, pero conff.o en que alguien me sople!!.
«Cómo no iba a salir bien, si el mismo profesor le estuvo soplando». «Al con­
cursante se le van a hacer tres preguntas, y se les mega a los presentes no
soplarle!). También se emplea este verbo para referirse a algo o alguien que
ya no está en condiciones de prestar determinados servicios: «Vas a tener
que buscarte otro marido, porque el que tienes ya no sopla!!. «Necesito una
cocina nueva, porque ésta ya no sopla!!. «Quiero que sepas, / cuando
oigas estas coplas,/ que ya tú no soplas/ como mujeDJ. (Vieja canción mexi­
cana, muy popular en Venezuela en los años 40 y 50).
Umg.: Id.: «Ella le sopló todo el examen... )).

Soplón, a
Delator, espía, sapo (V.): «A mí no me gustan los soplones; me
parecen seres muy viles!!. «Aquí hay que andar con mucho cuidado, porque
hay un soplón en cada esquina!!.

Subírsela a alguien los humos a la cabeza


V. Irsele a alguien los humos a la cabeza.
150

Su boca sea la medida


Expresión de cortesía y de acatamiento. con la que se indica
a una persona que se hará como ella diga u ordene: « N -ecesito que vaya al
pueblo y me traiga unos bultos que me llegaron por correo. -Con mucho
gusto, patrón, su boca sea la medida... Ji. « Y-o no estoy de acuerdo con Jo
que usted propone; yo creo que hay que proceder de otra manera.
-Está bien, señor, su boca sea la medida. Se hará como usted gusteJJ.
«Mas no ejercía aquel tráfí.co inhumano tanto por el beneficio material, como
cuanto por satisfacer la gana de aventura en cosa hacedera contra las leyes,
pues ya en el tercer viaje estuvo procediendo como en el negocio de víveres,
con aquel mismo Adrián Gadea, que le propuso: -Si me los fías, puedes
recargarles alguito. Y al cual el respondió enseguida. -¡Cómo no, hermano!
Y su boca sea la medida del alguito y del plazo para cancelar la factura)).
(Rómulo Gallegos: Sobre la misma tierra).

Su casa
Expresión de cortesía. que se emplea para darle a alguien demostración
de cordialidad y confianza, haciéndole quien la emplea donación simbólica de
su vivienda a la persona a quien se dirige: «Pasen adelante y siéntanse
cómodos, que están en su casaJJ. «Ya sabe que ésta es su casa; vuelva por
aquí cuando quieraJJ. Es frecuente que esta expresión se use en las cartas
que se escribe a los amigos: «.. . Por ésta, su casa, nos hallamos bien y con
buena salud, a Dios GraciaSJJ.
Méx.: es muy común una expresión parecida, la casa de usted,
empleada con el mismo propósito: «Lo invito a almorzar mañana en la
casa de usted... ».

Sudar calenturas ajenas


Preocuparse demasiado por asuntos que no nos atañen; especialmen-
te se emplea como reproche, no exento de egoísmo y de falta de solidaridad:
«Está bien que uno lamente lo malo que les pasa a los demás; pero
tampoco hay que estar a cada rato sudando calenturas ajenaSJJ. «A mí me
preocupa lo que pasa en mi país, pero no en los demás, porque yo no tengo
por qué estar sudando calenturas ajenasJJ.

Su palabra vaya alante


Frase de cortesía, que indica acatamiento a lo que se dice
u ordena: «-Como se acercan las lluvias, hay que trasladar el ganado hacia
las zonas altas, antes de que empiece a llover. -Su palabra vaya alante,
señor. Así se hará inmediatamente))_ «-¿Y viene usted a cobrarme esa deuda,
no es así? _:_Justamente. -¡Jum! Vamos a verlo. Su palabra vaya alante,
como dice el vulgo, pero la que usted ha empleado tiene una signifí.cación
muy especial, a mi modo de ver. Contra comprobante de obligación
151

que yo haya contraído, pago inmediato es mi costumbre ...11.


(Rómulo Gallegos: Sobre la misma tierra).

Tembleque
Persona o cosa muy débil, endeble y temblorosa: «Papá está muy lúcido,
pero demasiado tembleque; no puede estar en pie mucho tiempo))_ «Esa po­
bre gente vive en un rancho todo tembleque. Cualquier día les cae encima11.
Arg., Col., Cuba, Chile, Ecuad.: Id: «Él todavía no se recupera de
la gripe, todavía está muy tembleque... ». En Cuba el uso de tembleque
se limita al significado de tembloroso.
Gua t.: tembeleque.

Tener a alguien amarrado corto


Frase expresiva para referirse al grado de sumisión a que una
persona está sometida a otra; es de uso frecuente en el caso del marido y la
mujer: «A Fulano la mujer lo tiene amarrado cortico. No lo deja ir solo
a ninguna parte)).

Tener a alguien comiendo en la mano


Ejercer una persona un gran domimo sobre otra; se emplea
especialmente para referirse a la relación amorosa, o a la que deriva de algún
otro vínculo semejante: «A Fulano esa mujer lo tiene comiendo en la
mano11. «No te puedes quejar: tienes a ese hombre comiendo en la mano11.
«¡Ay, vale, esa gente te tiene comiendo en la mano... 11.

Tener boca de cabra


Se usa para referirse a alguien que acertó en algo que predijo:
«Tú como que tienes boca de cabra: todo ocurrió igualito a como tú dijiste11.

Tener boca de sapo


Equivale a la anterior, pero especialmente cuando se trata de
predecir hechos infaustos y hacer anuncios de mal agüero: «Esa mujer tiene
boca de sapo: todo lo que te dice se cumple puntualmente11. «Tuviste
boca de sapo: todo salió mal11.

Tener el cuarto lleno de agua


V. Estar con el cuarto lleno de agua.

Tener uñas de gavilán


Ser una persona extremadamente viva, habilidosa y audaz; ser muy afi­
cionado a disponer de los bienes ajenos, especialmente los del erario público:
«Fulano es muy vivo; ése tiene uñas de gavilámJ. «Ten cuidado
con ese tipo, que tiene uñas de gavilán; en Jo que espabiles ya se ha
152

llevado todo lo de valor que hay aquí». «El colmo es que hayan puesto
a Fulano en ese ministerio, porque ése tiene uñas de gavilán y ya verás que
ahí no va a dejar ni los ceniceros».
Col.: Id.
Arg.: tener garras.

Tenerla cogida con alguien


Se emplea para referirse a la ojeriza o mala voluntad que, real o
supuestamente, una persona tiene para con otra: «Ése profesor la tiene cogi­
da conmigo. Hoy me volvió a sacar de clase». «La policía la tiene cogida
con él. Cada vez que hay lío, es segurito que vienen a buscarlo». V tb. tener­
le alguien la vista puesta a otro.
Chile: tenerle mala barra a alguien: ((Ella me tiene mala barra... ».
Urug.: tenerla agarrada con alguien: (<El profesor la tiene
agarrada conmigo... )).

Tenerle la pata encima a alguien


Ejercer una persona un total dominio sobre otra: «¡Pobre hombre!,
entre la mujer y la suegra le tienen la pata encima». «Yo no sé qué te pasa a
tí; el jefe te tiene la pata encima». V tb. pisar.
Cuba, Chile: Id. En Cuba se emplea la expresión, pero siempre con el partici­
pio puesta: «Yo no sé qué te pasa, el jefe te tiene puesta la pata encima.. )).

Tenerle alguien la vista puesta a otro


Equivale a tenerla cogida con alguien (V). Tenerle, real o supuesta­
mente, ojeriza o mala voluntad a una persona: «Lo que pasa, profesor, es que
usted me tiene la vista puesta, y cree que yo soy responsable de todo lo
malo que se hace aquí».

Tercio
Vocablo que suele emplearse para designar personas, bien en forma
genérica, bien de manera específica y concreta referido a alguien: «Franca­
mente, en la politica venezolana hay unos tercios increíbles de puro brutos».
«Yo me voy A ese tercio que está hablando no me lo calo ni un minuto
más». «Mija, a mí no me gusta ese tercio para ti». «¡Hola!, mi tercio, te invito
a unas cervezaSJJ. «Oye, ¿quién es el tercio aquél con quien te vi el otro día?JJ.

Tipo
Palabra con que en determinadas circunstancias se designa a las
personas, bien en forma genérica, bien en forma individual. En este último
caso suele tener un valor despectivo, o expresar recelo, desconfianza o
algún otro sentimiento negativo, pero no siempre: «Aquí hay gente de todo
tipOJJ. «Vinieron unos tipos muy raros». <(Mira, hija, a mí no me gusta ese
153

tipo para tí». «Ese sí es un tipo interesante». Es frecuente que se emplee


el vocablo en femenino: «¡Mira esa tipa!; ¡qué maravilla de mujer!;;_ También
es usual emplearlo en diminutivo, caso en el cual paradójicamente
se acentúa su carácter despectivo o de rechazo: «Ese tipito me cae gordo;;,
«Fulano tiene amores con una tipita que no me gusta nada». Asimismo
es posible usarlo en forma explícitamente despectiva: «Ése es un tipejo...!!.

Tirapiedras
Forma despectiva de referirse a una persona tosca, de modales chabaca­
nos, impropios de su condición o de la actividad que realiza. Es muy común
en el ámbito de la política, para referirse a cierto tipo de activistas o de
supuestos dirigentes que se caracterizan por ser patanes y pendencieros:
«Ese periodista será muy licenciado y todo lo que tú quieras, pero para mí no
es sino un tirapiedras)). «Lo que tiene embromado a este país es que
los políticos son unos tirapiedras;;_ «En el Congreso abundan los tirapiedras
disfrazados de diputados o de senadores;;_

Tirar la parada
Arriesgarse. Lanzarse a una acción, aunque se conozcan los peligros
que supone y las posibilidades de que fracase: «Hay que tirar la parada, a
ver qué sale. El que no se arriesga ni pierde ni gana;;_ «Pero le ví pintada
en la cara la resolución y me dije: lo único que hay es írsele alante y tirar la
parada junto con él». (Rómulo Gallegos: Doña Bárbara).
Observación. La frase tirar la parada es propia de los juegos de envite
y azar. Parada llaman los jugadores a la apuesta. Y generalmente se habla de tirar
la parada cuando un jugador ha perdido mucho, y al final arriesga todo lo que
le queda en una sola jugada. La frase se usa con frecuencia en relación con las cons­
piraciones y golpes de estado, cuando los conjurados deciden tirar la parada
en determinadas circunstancias, aun sabiendo los riesgos de la empresa. Miguel
Otero Silva utilizó la frase en unos versos entre humorísticos y satíricos, hacien-
do un juego de palabras con los apellidos de los militares venezolanos Martín Parada
y Jesús María Castro León, quienes en 1 960 intentaron derrocar el gobierno
de Rómulo Betancourt, pero fracasaron, al parecer por errores e impericia de los
cabecillas del movimiento. Con ese motivo Otero Silva publicó en el diario
((El Nacional» una mancheta que decía:

Ante toda la nación


resuelta y unificada,
no tira Martín parada,
ni resulta Castro león.
154

Tocar piano al revés


Forma eufemística de referirse al robo, al hurto, a la apropiación inde-
bida, en especial cuando es de los fondos públicos: «A ese tipo Je gusta tocar
piano al revés. Ya verás que no deja nada de valor en ese ministerio".

Toero,a
Palabra con que se designa a una persona que hace numerosos
oficios, generalmente en forma empírica, y sin que la expresión prejuzgue
necesariamente sobre la calidad de sus servicios: «Yo tengo un toero que
me hace todos los trabajos de albañilería, plomería y demás que hagan falta
en mi casa". Eventualmente, la misma expresión puede emplearse en
forma despectiva, para referirse a alguien que hace u opina de todo, sin la
suficiente preparación o capacidad para ello: «A mí Jo que no me gusta de
ese tipo es que pretende escribir de todo, como si fuera un toero".

Tronco
Vocablo que se usa en forma ponderativa, para exaltar las condiciones
cuantitativas o cualitativas de algo o de alguien: «Tronco de mujer se gasta
Fulano!!. «Mi hermano se compró un tronco de carro". «Tronco de
pelicula vimos anoche!!. «Ayer cayó un tronco de aguacero, y el tráfi.co se vol­
vió un desastre!!. «Caracas es una tronco de ciudad". «Tronco de galleta
la que se armó en el estadium ayern. V. galleta y palo.
Col., Cuba, Ecuad.: Id., sólo usada para referirse a persona.
Arg.: cacho: «¡Qué cacho de auto el que tenés!».

Tumbar
Derribar, desmontar algo del lugar donde se encuentra.
Hacer que una cosa se caiga: «Casi tumban al gobierno los militares alzados!!.
«Los muy desalmados tumbaron los humildes ranchitos con un tractow.

Tumbar el copete a alguien


Desacreditar a una persona que se cree superior. Rebajar los bríos
de un guapetón: «Al fi.n Fulano se consiguió con alguien que le tumbara el
copete". «Ese tipo estaba echándoselas de guapo, pero llegó Fulano y
le tumbó el copete!!.

Un solo palo no hace montaña


Frase sentenciosa, referente a que la acción solitaria de una
persona, su actuación aislada e individualista, no produce el resultado que
se aspira; equivale a la expresión española Una sola golondrina no
hace verano: «Tienes que lograr el apoyo de mucha gente. Tú sabes que
un solo palo no hace montaña!!.
Cuba: Id.
155

Aig.: con un grano de arena no se construye un castillo.


Ecuad.: una sola piedra no hace montaña.

Uña en el rabo
Se refiere al carácter extremadamente conservador y reaccio-
nario de ciertas personas: «Ese tipo es un godo de uña en el rabo; el cree
que todavía estamos en la Edad Media>>. «Aquí hay mucha gente de
uña en el rabo, que todavía añora la dictadura de Juan Vicente Gómez».
Chile: momio: (<Ese tipo no acepta ningún cambio social; es un
verdadero momio».
Guat.: ser cachureco, a; conservadoruña, cacho, cachurequeño, a.

Vale
Amigo, compañero, camarada; se usa también como simple vocativo,
para referirse a la persona a quien se habla: «-¿Puedes venir a cenar conmi­
go mañana? -No, vale, mañana no, porque tengo un compromiso;
pero pasado mañana sí». «Oye, vale, si vienes para acá tráeme el periódico».
«¡Caramba, mi vale!, usted sí tiene suerte». Es frecuente usar también
vale corrido: «Ustedes no se metan con él, porque ése es mi vale corrido,
y yo Jo defi.endo como sea».
Col., Méx., R. Dom.: Id.
Aig.: che. (Namos al cine, che». «Pero che, ¿por qué me decís eso...?».
Cuba: asere, aserecó, consorte, ambia, cúmbila, ecobio, monina, gallo,
nagüe, caballo, hierro, mi sangre, yénica, vate...

Venir mandado, a
V. ir o venir mandado, a.

Ver como gallina que mira (mirando) sal


Mirar a una persona con recelo, con curiosidad o desconfianza:
«Fíjate en ese tipo, me tiene inquieta, porque me está viendo como gallina
que mira sal». «A mí él me pone nerviosa, porque siempre me ve como
gallina mirando sal».

Verle a alguien la oreja blanca


Tratar una persona a otra como si fuera un tonto o un necio: «El profe-
sor me ha visto la oreja blanca, y no hay modo de que suba mi nota». «Si te
descuidas y el jefe te ve la oreja blanca, la vas a pasar muy mal».
Chile: verle a alguien las canillas: ((¿Hasta cuándo trata
de engañarme? ¿Usted como que cree que me ha visto las canillas?»
Guat.: verle a alguien la cara de baboso.
156

Verle el hueso
Estudiar algo o seguirle la pista hasta el final, hasta sus últimas
consecuencias: «Yo no me conformo con lo que me dicen; yo a esto le veo el
huesOJJ. «Él no se quedará tranquilo hasta que le vea el hueso al asuntO>J.
Col.: verle la mascada.
Chile: ir hasta el callo: Esto está muy difícil, pero no pararé, sino
que iré hasta el callo».

Verle el queso a la tostada


Tener certeza del resultado de algo; alcanzar una meta; lograr
el propósito que se persigue: «Aquí se habla muchas tonterías, y no se le ve
el queso a la tostadaJJ. «Lo que soy yo no me muevo de aquí hasta que
le vea el queso a la tostada».
Chile: encontrarle el cuesco a la breva: «Preguntó, indagó y se movió
hasta que le encontró el cuesco a la breva>>.

Viva la pepa
Frase exclamativa, que se usa para expresar euforia, alegría,
emoción: «¡Cayó la dictadura! ¡Viva la pepa/JJ. Con frecuencia se emite la
frase sola, sin palabras ni frases contextuales, como simple exclamación;
así lo hacen a menudo las personas ebrias: «¡Viva la pepa/ JJ. También se
emplea como expresión de desenfado, de despreocupación, y hasta
puede ser calificativo de una persona que actúe de ese modo: «A Fulano
no Je importa nada; ése es un viva la pepaJJ.
Observación Mucha gente cree que esta expresión es obscena y que
su origen tiene algo que ver con alguna referencia erótica o sexual. Pero no es así.
La frase ¡Viva la pepa! se originó en España, a raíz de la promulgación, en 1812,
de la Constitución de la Primera República. Como dicha Constitución se promulgó
el 19 de marzo, día de San José, los españoles la llamaban la Pepa, es decir, la
Josefa. Por eso, en las manifestaciones políticas daban vivas a la Pepa, en declara­
ción de fe republicana. La frase se consagró históricamente sobre todo cuando
se produjo la reacción monárquica y fue abolida la República. El pueblo madrileño
en especial manifestaba su repudio a la restauarción de la monarquía
y su adhesión a la República gritando: ¡Viva la Pepa!
Arg.: Id.: «Te la tirás de viva la pepa».

Volverse puras patas y no caminar


Expresión que se refiere a las personas que aparentan mucho
como eficaces realizadores de determinada actividad, sin que se vean los
resultados de su supuesta diligencia: «Los politicos venezolanos son
unos demagogos; cuando hay elecciones ofrecen villas y castillos, y después
se vuelven puras patas y no caminan».
157

Zafrisco, a
Persona frívola, ostentosa, que gusta de las apariencias. Novelero:
«Los muy zafriscos, gastaron un realero comprando antenas parabólicas, y
resultaron estafados, pues ahora son inútiles». «Esa muchacha es una
zafrisca. Le encanta aparentar lo que no es>>.

Zaperoco
Escándalo, alboroto, desorden: «La manifestación se iba
desarrollando muy bien, pero cuando llegó la policía se armó el zaperoco».
« Vivíamos en un lugar muy malo, porque como había un mercado cerca,
aquello era un gran zaperoco todo el día11.
Ecuad.: Id. en la zona de la costa: «Se armó un zaperoco entre las señoras
del mercado, porque no querían rebajar los precios».
Col.: zafarrancho, zafarranchería. Este vocablo también se usa
en Venezuela en el mismo sentido.
Chile: despelote. En Venezuela se emplea este mismo vocablo con
igual signifcado.

Zarandajo, a
Voz entre satírica y despectiva, con la que se caracteriza a
una persona aficionada a la holgazanería y la irresponsabilidad: «No confíes
mucho en ese tipo, que es un zarandajo muy irresponable y mentiroso».
«¡Mira, zarandajo!, ¿qué haces ahi sentado, y no estás en tu trabajo, como
están los demás?11. También puede usarse como voz condenatoria de
personas de proceder indigno y despreciable: «Yo soy partidario de la guerra.
Por la paz, en las democracias, no llegan al poder sino los zarandajos, los
aduladores, las medianías, o las francas nulidades como Ignacio Andrade11.
(Rufino Blanco Fombona: El hombre de hierro). «Oye, Fulano, tú eres un
zarandajo, pues supe que estuviste hablando mal de mí11 (Francisco Tamayo:
Léxico popular venezolano). Pero no es inusual que se emplee con un
tono mas bien afectuoso y cordial: «¡Mira, zarandajo, pórtate bien, que tú
sabes que yo te quiero muchol11.

Zarataco, a
Voz usual para referirse a un ligero estado de borrachera,
en que todavía no se manifiestan los síntomas de la verdadera ebriedad:
«Yo me había tomado unas cervecitas y estaba medio zarataco, pero
me sentía muy biern1.

Zarrapastroso, a
Voz sumamente despectiva, con la que se designa a una
persona de muy baja condición social o moral: «Ese tipo es un zarrapastroso,
no merece ninguna consideración». «A mí no me vengas con disculpas,
158

que tú Jo que eres es un perro zarrapastrosOJJ.


Umg.: bichicome: «Ese es un bichicome... ».

Zorrocloco, a
Voz que se emplea para referirse a una persona de edad muy
avanzada, ya maltratada por la vejez: «Él casi no ve ni oye, él está vuelto un
viejo zorrocloco)). «Mija, ya yo no sirvo para nada; yo Jo que soy es una
pobre vieja zorroclocaJJ.
159

Bibliografía
(La cifra que aparece entre paréntesis, al lado de cada uno
de los títulos de la Bibliografía, corresponde al año de la primera edición de la obra)

Alvarado, Lisandro Herrera Luque, Francisco


Glosario de voces indígenas de Venezuela Boves el Urogallo (1.972)
(1.921)
Himiob, Nelson
Alarma (1.930)
Glosarios del bajo español en Venezuela
(1.929) Meneses, Guillermo
Canción de negros (1.934)
Americanismos
Diccionario Ilustrado Sopena (1 983) Morínigo, Marcos A
Diccionario de americanismos (1.966)
Arvelo Torrealba, Alberto
Glosas al Cancionero (1.940) Nazoa, Aquiles
El ruiseñor de Catuche (1.950)

Florentino y el Diablo (1.940) Ortiz, Femando


Nuevo catauro de cubanismos (1.921)
Blanco Fombona, Rufino
El hombre de hierro (1.907) Otero Silva, Miguel
Cuando quiero llorar no lloro (1 970)
Blanco, Andrés Eloy
Poda (1.934) Picón Salas, Mariano
Los tratos de la noche (1.955)
Colmenares del Valle, Edgar
Léxico del beisbol en Venezuela (1 977) Pitier, Henry
Manual de plantas usuales en Venezuela
Calcaño, Eduardo (1 926)
El castellano en Venezuela (1.896)
R6hl, Juan
Diccionario de la Corrupción. Fauna descriptiva de Venezuela (1.949)
«El Camaleóm. Caracas (1 992)
Rosenblat, Angel
Diccionario de Venezolanismos Buenas y malas palabras en el castellano de
Tomo l. (1.983) Venezuela (1 956)
«El Nacional)). Caracas (1993)
Tamayo, Francisco
Gallegos, Rómulo Léxico popular venezolano (1 977)
Reinaldo Solar (1.920)
Torres, Ana Teresa
El Exilio en el tiempo (1990)
La trepadora (1 925)
Uslar Pietri, Arturo
Un retrato en la geografía (1 962)
Doña Bárbara (1.929)

Sobre la misma tierra (1.943)


160

Indice

Presentación
7
La expresividad del venezolano
11
Advertencia
37
Abreviaturas utilizadas
39
Muestrario de Voces y frases expresivas del habla venezolana
41
Bibliografía
159
161

Indice alfabético de la muestra

A juro Arbolario, a
A patadas Arranchado, a
A todo trapo Arranchar (se)
Abrirse como un paraguas chino Arreglado, a
41 Arreglarse
48
Acoquinado, a
Acoquinar Arrequintado, a
Achantado, a Arrequintar (se)
Acurrucado, a Arrimar la canoa
Acurrucar (se) Arrugar el ceño
Achantar (se) Arrugar la cara
42 Arrumaco
Asomado, a
Achicharrar (se) 49
Aguacero
Aguaje Atacón, a
Aguajero, a Atapuzado. a
¡Ah caramba I Atapuzar (se)
43 Atorado. a
Atoro
Ahorita 5o
¡Ah puesl
Alborotar el avispero Atortojado, a
Alcamunero, a Atortojar (se)
Alegrón de tísico Atravesarse un apellido con otro
44 Babosada
Ba¡arse de la mula
Alentado, a 51
Alentar (se)
Amapuchar (se) ¡Bájate de esa nube!
Amapuche Bañado (a) en agua de rosas
Amarrar el ceño Bañar (se) en agua de rosas
Amarrar la cara Barbandad
45 Bárbaro. a
52
Ambilado, a
Amigo el ratón del queso Barullo
Anticuco, a Batiburrillo
Antiparabólico, a Bellaco. a
Año de la pera Bellaquería
46 Berenjena
Beren1enal
Apachurrado, a 53
Apachurrar
Apipar (se) Berrenchín
Apolismado, a Berrinche
Apurruñadera Bemnchoso, a
Apurruñado, a Bicho, a
Apurruñar Bocatero, a
47 54
162

Bochinche Caminadora
Bochinchero, a Caminar más que un perdido
Bojote Campuruso, a
Bola Caña
Bombón Cañandonga
55 63

Boquineto, a Cañero, a
Borona Caracha
Botarse Cara de acontecido, a
Brollero, a Cara de circunstancia
56 ¡Carambal
64
Brollo
Broma Carantoña
Bueno es cilantro pero no tanto Carato
Bueno pues ¡Caray!
57 Carcacha
Caribe
Bulla 65
Bullanga
Bullanguero, a Caribear
58 Caribera
Caribería
Bullaranga Carraplana
Bullicio Carrear
Bullicioso, a Carrera de caballo y parada de burro
Burreado, a 66
Buscarle cinco patas al gato
Cachar Carrero, a
59 Casarse con hombre en base
Cachaza
Cacharro, a Cachazudo, a
Cacheo Cerquita
Cachivache 67
Caer como un plomo
60 Clavar
Cabear
Caído (a) de la mata Cabero, a
Caído (a) del catre Cobre
Caído (a) del nido Coger a uno fuera de base
Caimacán 68
61
Coger picón
Calar (se) Cohete quemado
Calentarle las orejas a alguien Colcha de retazos
Cambur Color de hormiga
62 69

Color de zorro corriendo


Comérsela
Como alma que lleva el diablo
Como mono con huevo
70
163

¡Cómo niél Chinchurria


Como Pedro por su casa Chirriar
¡Cónchale! Chirrido
71 Chiva
Chocancia
Coroto 80
Cortar las patas
72 Chocante
Chocar
Cosas del alma (naque). Chochera
Coscorrón Chocho, a
Coscorronazo Choreto, a
Cosita rica 81
Cosota
Cotorra Chucuto, a
73 Chueco, a
Chuleta
Cotorreadera Churupo
Cotorrear 82
Creer en pajaritos preñados
Creer que algo es pila de agua bendita Chusma
74 Chuzazo
Chuzo
Creer que la luna es pandehorno Dar el pitazo
Creer que se tiene a Dios agarrado por la chiva Dar julepe
Cuando la rana eche pelos 83
Cuerazo
Cuerda Dar (le) en la vena del gusto
75 Dar la cara
Dar lo vuelto
Cueriza Darse bomba
Cuero 84
Culillo
76 Deber hasta el modo de caminar
De bola
Cursiento, a De chiripa
Curso 85
Curucuteadera
Curucutear De espanto y brinco
Cháchara Dejar a alguien con los crespos hechos
Chalequear Dejar entendiendo
Chambón, a De padre y señor mio
77 De pelo en pecho
De pronóstico
Chambonada De repente
Chamo, a 86
Chanchullero, a
Chanchullo
78

Chévere
Chimbo, a
Chinchorrazo
79
164

Descamburar Encaratar (se)


Despacharse y darse el vuelto Enculillar (se)
Despelote Enchinchorrado. a
Desvanecer (se) Enchinchorrar (se)
Desvanecimiento Endomingado. a
Dicharachero. a 94
Dormir con un ojo abierto y otro cerrado
87 Endomingar (se)
Enfermarse
Echado (a) p'alante Enfiebrado. a
Echar (se) Enfriársele el guarapo a alguien
Echar broma (s) Enfurruñado, a
Echar el resto Enfurruñarse
88 Engalletado, a
95
Echar lavativa (s)
Echarle pichón Engalletar (se)
Echarle piernas Engatusar
Echar para alante En grado treinta y tres
Echar sapos y culebras Enguayabar (se)
Echar un carro 96
89
Enjabonada
Echar un parao En pico de zamuro
Echar varillas Enratonado, a
Echarse al agua Enratonar (se)
Echársela (s) 97
Echarse las bolas al hombro
90 Enrollado.a
Enrollar (se)
Echón,a Entaparado
El mismo musiú con diferente cachimbo Enteco, a
El mismo son pero más pajueleao Enterrar a alguien en urna blanca
Embarcador, a Envolver
91 98

Embarcar Esculcar
Embojotar Estar como gallina mirando sal
Embromar (se) Estar como loro en estaca
Embullado, a Estar con el cuarto lleno de agua
Embullar (se) Estar de bola a bola
92 99

Empachecar (se) Estar en la carraplana


Empantuflarse Estar en tres y dos
Empavar (se) Estar ga-gá
Empinar el codo 100
Encamburar (se)
93 Estar imposible
Estar ladrando
Estar mascando el agua
Estar más perdido (a) que el hijo de Lindbergh
101
165

Estar muerto (a) de Ir al grano


Estar salado, a Ir (o venir) mandado, a
Faculto, a Irsele (o subírsele) a alguien los humos
102 a la cabeza
Irse por las ramas
Fanfarrón, a Jamoneadera
Faramalla Jamonear (se)
Faramallero, a 111
Fiebre
Fiebroso, a Jefe es jefe manque tenga cochochos
103 Jeringar
Jipato, a
Finado, a Jipucho, a
Fregado, a Julepe
Fregar Jurungadera
Fruncir el ceño Jurungar
Fustaneado La hora del burro
104 112

Fustanear La soga revienta por lo más delgado


Gafo, a Ladilla
Ga-gá Ladillar
Gago, a Ladilloso, a
Gaguear 113
Galleta
105 Latir
Lavativa
Gallo es gallo manque ponga Leche
Goli-goli 114
Gozar un dineral
Gritar más que un perdido Lechero, a
106 Lechoso.a
Lengua de sopa
Guabina Lengua de trapo
Guabinoso, a Levantarse con el pie izquierdo
Guarandinga Limpio, a
107 115

Guayabo Liso, a
Guillo Llover
Guindado, a Llueva, truene o relampaguee
108 116

Guindar (se) Loco (a) de bola


Hablar hasta por los codos Mala leche
109 Mal de ojo
Mamadera de gallo
Hablar más tonterías que un libro primario Mamador {a) de gallo
Hablar paja Mamar gallo
Hacer coco 117
Hembrón
Hereje
110
166

Mamonaza Pacheco
Mandado Pagar el pato
Manganzón, ona Paja
118 Pajuato, a
125
Mantequilla
Maraña Palabrería
¡Más abajo pisó Bolívar Pa' la cara'el muerto
Más caliente que plancha de chino Palanca
119 Paliza
Palo
Más limpio (a) que la pata de un santo 126
Más limpio (a) que talón de lavandera
Más metido (a) que una gaveta Pantalla
Más salido (a) que una gaveta 127
Matar dos pájaros de una pedrada
Matar los ojos Pantallero, a
120 Paños tibios
Papa caliente
Mayor Papa pelada
Menudo, a Para atrás ni para coger impulso
Meter cobas 128
Meter por los ojos
Meterle a alguien las cabras en el corral Pararle el trote
Meterle vales a la caja Pargo
121 Partida
Pasado.a
Mientras el palo va y viene Pasarle una mano a alguien
Mirar feo 129
Mirar mal
Mirar por arriba del hombro Pasarse de maraca
Morir (se) de Pata
Mosca Pata de loro
Mosquita muerta Pata para al monte
122 Pato
Pava
Muchacho de mandados Pavo.a
Muerto de 130
Muerto, ¿quieres misa?
Nave Pavoso.a
No estar la masa para bollos Pedazo de
123 Pedirle permiso a un pie para mover el otro
Pela
No llegar la sangre al río Pelar
No rebuzna porque no se lo permite la confor­ 131
mación de la garganta
No tener ni un cuero en qué caerse muerto Pelar gajo
No ver sino por los ojos de otro Pena
Ojímetro Perder el chivo y el mecate
124 132
167

Perder la chaveta Raspar la olla


Perete Ratón
Pesar más que matnmorno mal hecho 141
Pico y pala
Piche Real
133 Realero
Rebulicio
Pichme Recostar la canoa
Pila Reencauchado,a
Pinta Reencauchar
Piña Regañar
Piñata Resteado, a
134 142

Pisapasito Restear (se)


Pisar Retreta
Pistolada Reventar (se)
Plata Rico.a
Podrido (a) de 143
135
Ricura
Policamburista Riñones
Poner cara de circunstancia Rollo
Ponerse las patas en la nuca Sabanear (se)
Ponerse las pilas Sabérselas todas
Porsiacaso Sabroso, a
Pulla 144
¡Qué brío (s)I
136 Sacar la lengua a pasear
Salga sapo o salga rana
¡Qué bromal Salido.a
¡ Qué riñones I Salir un pájaro volando con todo y jaula y no
Quedar (se) en la carraplana botar el agua
Quedarse con los crespos hechos Salirle a alguien una hernia
Quedarse en el aparato Sangre de chinche
137 145

Quedarse para vestir santo (s) Sangre dulce


Quién quita Sapear
Quisquilloso, a Sapo
Rabo del ojo Sarampión juvenil
138 Sarampionoso, a
Ser algo una papa
Rajar (se) Ser alguien la mata de algo
Rajar caña 146
Rasca
Rascabuchear Ser chivo de otro corral
139 Ser más dificil que matar un burro a pellizcos
Ser más la bulla que la cabuya
Rascabucheo 147
Rascado, a
Rascar (se)
Raspar
140
168

Ser mucho camisón pa' Petra Uña en el rabo


Ser peor el remedio que la enfermedad Vale
Ser pura bulla Venir mandado, a
Ser un gallo Ver como gallina que mira sal
Ser una peste Verle a alguien la oreja blanca
148 155

Simpático, a Verle el hueso


Soltarse el moño Verle el queso a la tostada
Sonsacar Viva la pepa
Soplar Volverse puras patas y no caminar
Soplón, a 156
Subirsele a alguien los humos a la cabeza
149 Zafrisco. a
Zaperoco
Su boca sea la medida Zarandajo, a
Su casa Zarataco, a
Sudar calenturas ajenas Zarrapastroso, a
Su palabra vaya alante 157
150
Zorrocloco, a
Tembleque 158
Tener a alguien amarrado corto
Tener a alguien comiendo en la mano
Tener boca de cabra
Tener boca de sapo
Tener el cuarto lleno de agua
Tener uñas de gavilán
151

Tenerla cogida con alguien


Tenerle la pata encima a alguien
Tenerle alguien la vista puesta a otro
Tercio
Tipo
152

Tirapiedras
Tirar la parada
153

Tocar piano al revés


Toero, a
Tronco
Tumbar
Tumbar el copete a alguien
Un solo palo no hace montaña
154
SE TERMINÓ
DE IMPRIMIR
EN Caracas
EL OÍA seis de junio
DE MIL NOVECIENTOS
NOVENTA. Y CUATRO
EN EDITORIAL

:3XLIBRIS

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