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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TRABAJO ACADÉMICO
CONTRATOS ASOCIATIVOS

PRESENTADO POR:
GUERRERO TINEO VICTORIA ESCOLIN (2018136467)
VERON BERNAL KEYLA YOSELYN (2018114027)

ASIGNATURA:
DERECHO DE LA EMPRESA I

DOCENTE RESPONSABLE:
HADA CONSUELO SIFUENTES MINAYA DE CASTILLO

CICLO:
VIII

JAEN – PERU
2021

1
DEDICATORIA

Este trabajo va dedicado a nuestros padres y


maestros profesores quienes son los escultores de
nuestra educación.

2
AGRADECIMIENTO

3
RESUMEN

El presente trabajo brinda amplia y especializada información sobre las


“Contratos Asociativos”. ofreciendo una definición y una perspectiva crítica de
la situación actual en la que se desenvuelven. Entonces cabe decir que este es
un contrato o consenso plurilateral en el que se crea una organización
operativa, perdurable en la época, con cualquier fin común en medio de las
piezas y con cualquier fondo de participación.

El contrato asociativo es la construcción de interacciones de negocios en medio


de las piezas acordantes del mismo, con cualquier interés común. No se crea
una persona jurídica, hablado contrato debería constar por escrito y no es
necesario su inscripción en el Registro. Los contratos asociativos resultan muy
usados, ya que su naturaleza no debería ser obligatoriamente comercial, sino
que podría ser de otro tipo tales como de obras de creación, agricultura o
arrendamiento, entre otros.

Luego, enfatizamos que es necesario que estas operaciones estén ordenadas,


reguladas por ciertas reglas y que tengan los medios para proporcionarnos el
seguro necesario.

Después de haber estudiado las cuestiones prácticas referentes, los estudios


aquí presentados tienen por objeto ubicar las consideraciones procesales,
morales y las cuestiones de valor en un primer plano que se dan por parte del
Administrado y la Entidad.

PALABRAS CLAVES: Contratos Asociativos.

4
INDICE
DEDICATORIA..........................................................................................................................2
AGRADECIMIENTO.................................................................................................................3
RESUMEN..................................................................................................................................4
INTRODUCCION.......................................................................................................................5
CAPITULO I...............................................................................................................................6
PRECEDENTES HISTORICOS DEL CONTRATO:.............................................................6
1.1. RECUENTO HISTÓRICO DE LA IDEA DEL CONTRATO.................................8
1.1.1. VISIÓN DEL CONTRATO EN EL DERECHO GRIEGO DE LA
ANTIGÜEDAD.......................................................................................................................9
1.1.2. VISIÓN DEL CONTRATO EN EL DERECHO ROMANO...............................9
1.1.3. EL CONTRATO EN LA ERA POST TRADICIONAL, LA EDAD MEDIA Y
EL DERECHO FRANCÉS...................................................................................................9
1.1.4. EL CONTRATO EN LOS TIEMPOS MODERNOS........................................10
1.2. LOS CONTRATOS EN EL CÓDIGO CIVIL.........................................................10
1.3. LOS CONTRATOS EN EL CÓDIGO DE NEGOCIO LOS CONTRATOS
MERCANTILES TENEMOS LA POSIBILIDAD DE DEFINIRLO COMO ESOS QUE
NACEN DE LAS INTERACCIONES QUE LLEVA A CABO UNA ORGANIZACIÓN.
11
1. DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL ASOCIANTE:...............................................12
1.4. NATURALEZA Y LETRAS Y NÚMEROS DEL CONTRATO ASOCIATIVO. 13
CAPITULO II............................................................................................................................15
CONTRATOS ASOCIATIVOS..............................................................................................15
2.1. EL SURGIMIENTO DE LOS CONTRATOS ASOCIATIVO:.................................15
2.2. DEFINICIÓN DE CONTRATO ASOCIATIVO..........................................................16
2.3. PROPIEDADES...........................................................................................................17
CAPITULO III:.........................................................................................................................29
CONTRATOS ASOCIATIVOS EN PARTICIPACIÓN Y CONSORCIO...........................29
CAPITULO IV:.........................................................................................................................33
MODELOS DE CONTRATOS ASOCIATIVOS...................................................................33
CAPITULO V...........................................................................................................................42
LEGISLACION NACIONAL LEY GENERAL DE SOCIEDADES Nº 26887 LIBRO
QUINTO CONTRATOS ASOCIATIVOS..............................................................................42
CONCLUSIONES:..................................................................................................................53
RECOMENDACIONES:.........................................................................................................54
BIBLIOGRAFÍA.......................................................................................................................55
ANEXO.....................................................................................................................................56
CASO PRACTICO..................................................................................................................56

5
INTRODUCCION

A lo largo de la historia, desde el inicio del hombre como ser, fue necesario
implantar reglas y normas de conducta por la cuales este pueda desarrollarse
en sociedad diferenciándose de los demás seres vivos ya que de eso depende
la verdadera naturaleza de hombre como ente rector o superior sobre las
demás especies. Asimismo, paso a formar parte de una tribu que
posteriormente evoluciono a ser un Estado civilizado y urbanizado como lo
conocemos hoy en día. Incluso Aristóteles nos señala que aquel hombre que
no vive en sociedad es un degenerado de modo que este siempre va a
prescindir de una sociedad para ser genuinamente un ser humano. Sin
embargo, al transcurrir el tiempo el concepto de tradición y costumbre se verán
entrelazadas y distorsionadas poniendo a la ética en un juego de paradigmas
religiosos y propios de una sociedad salvaje e ignorante, que según a esta
crítica se produjo de la necesidad de encontrar el origen de cada cosa que
existía.
El presente trabajo pretende dar una iniciativa amplia de los llamados contratos
asociativos, interviniendo en las instituciones del derecho comercial, partiendo
por los inicios del derecho comercial, la teoría general del contrato y en
especial del contrato comercial para finalmente abordar los contratos
asociativos en nuestra legislación. Estos contratos asociativos se encuentran
regulados en la Ley General de Sociedades y como regla general se debe de
tener en claro que no crea una persona jurídica, deben constar por escrito y no
requieren ser registrados. La idea central de esta clase de contratos se apoya
en que las partes se juntan para desarrollar cualquier negocio específico en
interés común de todos los intervinientes. En estos contratos las partes
deberán de regular la forma que participarán en el negocio, qué es lo que
aportarán cada una de ellas, como se distribuirán las utilidades que se generen
entre otros puntos de vista singulares a cada proyecto de negocios. La Ley
General de Sociedades regula 2 formas de contratos asociativos el contrato de
Sociedad en Participación y el contrato de Consorcio. Esta clase de contratos
además van a generar un pacto entre las partes intervinientes, con lo cual se
va a crear cualquier acto jurídico, en donde las partes van a fijar las normas
que la van a regular.
Lo mismo que las personas naturales, las sociedades tienen necesidad de
vincularse, de interrelacionarse con otras personas; dicha interrelación se hace
mediante contratos, contratos de diverso género y especie; un grupo de estos
contratos son los llamados contratos asociativos. La nueva Ley General de
Sociedades se aparta de modo importante de nuestra anterior regla societaria e
introduce noticias dignas de atención. La primera de ellas es que, por primera
vez, se regulan de modo general los contratos asociativos, creando
normativamente cualquier género de contratos que no se agotan con los
disciplinados en la Ley General de Sociedades, sociedad en participación y

6
consorcio. Por primera vez, además, se regula de modo largo el contrato de
consorcio que, todo parece indicar, alude al Joint Venture.
CAPITULO I
PRECEDENTES HISTORICOS DEL CONTRATO:

El contrato no deja de ser en comienzo otra cosa que un pacto de voluntades


en el que unas secuencias de personas deciden ponerse de consenso y
obligarse mutuamente entre ellas a hacer determinado tipo de comportamiento
en un contrato las dos personas son a la vez acreedores y deudores
ejemplificando en un contrato de compraventa el cliente tiene derecho exigido
del vendedor la entrega de la cosa adquirida en tanto que el vendedor tiene
derecho a reclamar del cliente el pago del costo el derecho de cada uno es la
obligación del otro el cliente tiene la obligación de abonar el costo. El vendedor
tiene la obligación de dar una cosa prácticamente el contrato entendido como
aquel acto de voluntad de 2 o más personas una de las primordiales fuentes de
las obligaciones jurídicas.
Dentro de la evolución tenemos la posibilidad de ver que en el derecho romano
no existe un criterio general de contrato sea dicha conceptualización del
contrato es un convenio de voluntades sino que prácticamente existe este
aquel o ese consenso al cual las leyes romanas o sea del derecho romano
proporcionan la importancia de autor de obligaciones el costo no es la voluntad
sino el formalismo que se realiza ejemplificando dentro de la compraventa de
un inmueble no era importante en la voluntad de celebrar aquel trueque sino
toda una secuencia de actos ceremonias en los que el cliente y el vendedor
daban una vuelta completa a la finca donde se llevaba a cabo en un tocamiento
de un determinado tipo de la mente con un determinado tipo de vara y era
aquel ritual de manera correcta llevado a cabo lo cual generaba la obligación
de intercambiar cosa por costo precisamente puesto que se habla de maneras
que involucran la entrega maneras por medio de la expresión de determinado
tipo de palabras o determinada tipo de escrito y un poco posteriormente ya todo
aquel ritual va perdiendo su sentido en favor del componente real que es
claramente la voluntad el acuerdo.
Posteriormente por un lado el derecho canónico con el costo a el término dada
y más que nada el derecho mercantil en la realidad media con la necesidad de
ir eliminando ceremonias engorrosos y promover la celeridad del tráfico van
realizando desaparecer muy lento aquellos actos ceremonias y dando más
costo cada vez más a eso que es la naturaleza del contrato entendida como un
pacto sin embargo como observaremos hay aún restos de dicha ritualidad de
aquel formalismo en determinado tipo de contratos En el campo económico que
nos movemos aquí el contrato de donación de bienes inmuebles ha de ser
continuamente frente a notario en escritura pública y fuera debería de derecho
de familia el contrato ritual informar por autónoma si es el matrimonio sino en

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rito pese que exista el consenso de producir una sociedad de vida en cómo no
existe matrimonio la diferencia en medio de las parejas por cierto y parejas de
derecho al final la codificación durante el siglo 19 introduce por fin el contrato
como criterio general hay una secuencia de contratos regulados en la ley sin
embargo puede existir válidamente como generadores obligaciones otros
contratos que no poseen dicha regulación más allá de lo cual las piezas
quieren que sea.
Al día presente no obstante dicha iniciativa de aquel criterio como el contrato
generador de obligaciones como derivados de la voluntad en pie de equidad
que expone la contratación típica donde las dos piezas contratantes son libres
de celebrar contrato y las dos tienen la posibilidad de imponerse o comerciar
condiciones pues está sometida a una secuencia de presiones vinculadas a los
tiempos contemporáneos en los cuales nos movemos ejemplificando qué
sucede una vez que desarrollamos un contrato con una persona que no está
físicamente delante de nosotros mismos o sea toda la contratación telefónica
toda la contratación por medio de internet toda la compra y comercialización de
bienes de consumo por catálogo.
¿Qué sucede cuando nos encontramos que una de las partes es la única o una
de las pocas que puede prestar determinados servicios? podemos hablarle en
pie de igualdad a la compañía telefónica para decirle cómo queremos que sea
nuestra calificación o nos vemos sometido a una oferta muy concreta en el cual
solamente queda tomar o dejar o qué sucede cuando esas pocas compañías
como por ejemplo el caso de las compañías aéreas implícitamente hacen un
acuerdo para subir todos al mismo tiempo y en el mismo valor las tarifas de los
billetes de avión en esos casos vemos que nuestra teórica libertad desaparece
por la inexistente igualdad si yo quiero mi teléfono móvil tengo que pasar por el
aro si yo quiero viajar a la península yo tengo que pasar por el aro entonces
dónde está mi voluntad sobre todo cuando incluso hay casos en los cuales es
la propia ley la que a mí me impone el tener que llevar a cabo contrato yo no
puedo circular con un coche por la carretera si no tengo mi contrato de seguros
es por ello por lo cual se llega a hablar de la crisis del contrato clásico y
empezamos a ver contratos en los cuales para proteger a la parte más débil se
establecen limitaciones a esa libertad de actuación es decir para evitar esa
especie de apisonadora que supone la posición predominante pues hay ciertas
cosas en las cuales ni hables se me pueden imponer como consumidor ni yo
puedo renunciar a ella.
1.1. RECUENTO HISTÓRICO DE LA IDEA DEL CONTRATO.

El término de hoy de contrato, con base en la voluntad, a partir de un criterio


histórico es subjetivamente reciente, por varios siglos ha sido otras cosas,
diversas a la voluntad, que es lo cual los historiadores del derecho intentan

8
describir. De esta forma, ejemplificando, se dijo que en el contrato primitivo
participaba la magia.
En Italia, en el código civil de 1942 se regulo el consorcio en su artículo 2602
“Noción y reglas aplicables, los contratos entre diversos empresarios, que
ejercen una misma actividad económica u ocupaciones económicas conexas, y
que tengan por objeto la regulación de dichas ocupaciones por medio de una
organización común.

1.1.1. VISIÓN DEL CONTRATO EN EL DERECHO GRIEGO DE LA


ANTIGÜEDAD.
La convención y el contrato griego, tenían como iniciativa importante el trueque
o intercambio. Del movimiento de un bien de un patrimonio a otro y al revés. El
movimiento produce un deber de reintegración o contrapartida. Si bien el
consenso de voluntades puede tener efectos en el movimiento, es secundario,
lo sustancial del contrato para los griegos era el sinalagma, la reciprocidad de
las prestaciones, libre de si se generaba por voluntad de los sujetos u otra
fuente.

1.1.2. VISIÓN DEL CONTRATO EN EL DERECHO ROMANO.


Una iniciativa importante de los contratos en el derecho romano tradicional era
Nudum pactum oblitaionem non parit, esto significa que el contrato sin
solemnidad no nacía, el contrato romano tradicional era en esencia formalista.
La romanística contemporánea (A. D´ors) ha esclarecido el término romano
tradicional de contrato, basándose en un escrito de Labeón, recogido por
Ulpiano y recopilado en el digesto, con base al cual puede afirmarse que la
esencia del contrato romano radica en la bilateralidad de los efectos (Ultro
citroque obligari). Lo cual da el ser al contrato es la realidad de obligaciones
reciprocas. Por el resto etimológicamente contractus significa lo contraído, una
interacción jurídica bilateral ya formada, con libertad del acto de formación o
origen de la misma, o sea, en Roma las obligaciones correlativas no tenían su
motivo en el consentimiento, sino que, en la composición objetiva de la
interacción, para que nacieran bastaba que se cumplieran las solemnidades, el
consentimiento no era lo importante.
1.1.3. EL CONTRATO EN LA ERA POST TRADICIONAL, LA EDAD MEDIA
Y EL DERECHO FRANCÉS.
La idea típica de contrato, se cambia por consensus, voluntas, debido a que
aparecen con más claridad en los contratos relevantes, se cambia la
bilateralidad servible por la bilateralidad genética. El consentimiento pasa a ser
el factor importante del contrato. Es equivocado sostener que la
espiritualización del contrato se debería al cristianismo, no mentir y consumar

9
el término es un moral común, no única del cristianismo. Sin embargo, en los
derechos consuetudinarios germánicos los contratos eran rigurosamente
formales. Además, el renacimiento del derecho romano en la edad media se
incrementa el valor del comienzo nudum pactum obligationem non parit.
Los únicos contratos no solemnes con fuerza forzosa eran los contratos que
representan cambio (causa data), empero en ellos la prestación bastaba para
obligarse, la voluntad es irrelevante. El primero en reconocer en el planeta que
él sólo consentimiento o el fácil consenso de voluntades de las piezas
contratantes tenga fuerza forzosa, por lo menos como regla general. Ha sido
consagrado de forma oficial en el ordenamiento del Alcalá del año 1348. Sin
embargo, para la escuela del derecho natural el inicio de la soberanía de la
voluntad es una regla de derecho natural.
Domat formula el inicio durante el siglo XVII, inicio que es recogido por el
Código Civil francés. La Revolución y el Código Civil suprimen barreras
políticas y económicas que se oponen al inicio de la soberanía de la voluntad:
el contrato es considerado como fuente de las obligaciones y las personas son
libres de celebrar contratos. El Estado y la ley aseguran la independencia
contractual. De esta manera crece el papel del contrato y se convierte en el
modo común de construcción de obligaciones.
1.1.4. EL CONTRATO EN LOS TIEMPOS MODERNOS
La nueva concepción del contrato como pacto desnudo o sencilla consenso de
voluntades desprovisto de maneras, salvo la exclusión española, tiene sus
primeros precedentes en los siglos XVI y XVII.
Según Villey Dun Scott y Guillermo d´ Occam proclaman la preeminencia de la
voluntad, si la persona es independiente sólo lo impone su consentimiento.
Después, los juristas de las escuelas del colegio del derecho natural
ejemplificando Grocio y Pufendorf, son causantes directos del inicio del
consensualismo contractual solus consensus obligat. Pothier y Domat, son los
primordiales inspiradores del Código de Napoleón, a ellos se les atribuye haber
servido de puente entre los juristas representativos del colegio del derecho
natural y los Códigos del siglo XIX. 1 WEILL, Alex; TERRE, Francois. Citado
por FERREYROS, GONZÁLES Y CARRASCOSA. Los contratos en la
sociedad de la información. Fondo Editorial del Pedagógico San Marcos. Lima,
2004. Pag
El Código de Napoleón usa el término voluntad una vez en la formación del
contrato, por esto López Santa María dice que son los comentaristas quienes
introducen el consensualismo en el lenguaje jurídico corriente.
1.2. LOS CONTRATOS EN EL CÓDIGO CIVIL

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La teoría de los contratos se divide en 2 piezas en el Código Civil: la parte
general, que es la teoría general de los contratos, aplicable a todos los
contratos, y la parte particular aplicable a ciertos contratos. Es de crítica de
diversos autores que ésta se apoya en el consensualismo y en la conducta de
las piezas Referente a abordar el asunto de las clasificaciones de los contratos
pudimos encontrar que son bastante variadas y responden a las propiedades
particulares de los contratos. El Código Civil español no hace la excepción
entre contratos onerosos y los contratos a título gratuito. Esta categorización
viene del derecho romano. El Código Civil reconoce además los contratos
consensuales, los contratos solemnes y los contratos reales.
La categorización más relevante es aquella de los contratos nominados y de
los innominados. El primero, es un contrato que es el objeto de una regulación
legal específica. Es la situación de los contratos de compraventa, trueque,
alquiler, depósito y mandato. Se le llaman contratos especiales.
Pese a la exclusión desarrollada por la ley entre el contrato nominado y el
contrato innominado tenemos la posibilidad de reconocer que hay contrato
nominado no solamente una vez que el legislador intervino explícitamente sino
además, una vez que en la situación de silencio, la jurisprudencia firme regla
los inconvenientes primordiales que éste expone y está sistematizado por un
análisis doctrinal relevante.
No obstante, hay autores que no comparten este criterio, pues esta extensión
no aporta resoluciones específicas al problema de la calificación del contrato y
no provee criterios jurídicos firmes a las piezas y al Juez para la calificación del
contrato.
Los contratos innominados no poseen un nombre en la legislación y no
disponen de una regulación determinada. Tal es la situación de los contratos de
hotelería, doctores, de outsourcing, de show, de contratos informáticos o bien
el join venture, contrato que nos ocupa el presente trabajo. De esa manera, los
contratos innominados se sujetan a las estipulaciones previstas por las piezas
y, además, al grupo de reglas de la teoría general de los contratos. En la
situación de los contratos nominados el régimen aplicable es ese previsto por
las reglas jurídicas que apuntan a esta clase específico de contrato. No
obstante, se necesita especificar algunas premisas:
a) Tienen la posibilidad de existir normas imperativas no sensibles de ser
ignoradas o dejadas de lado por las piezas.
b) En ausencia de reglas imperativas, tenemos la posibilidad de
preguntarnos si ciertas normas supletivas son convenientes o no.
Las reglas supletorias van a ser válidas en caso de ausencia de cláusulas
previstas en el contrato por la voluntad de las piezas.

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1.3. LOS CONTRATOS EN EL CÓDIGO DE NEGOCIO LOS CONTRATOS
MERCANTILES TENEMOS LA POSIBILIDAD DE DEFINIRLO COMO
ESOS QUE NACEN DE LAS INTERACCIONES QUE LLEVA A CABO
UNA ORGANIZACIÓN.

Para que un contrato sea calificado como mercantil es elemental la


colaboración de por lo menos un empresario o comerciante, siendo éste el
componente personal primordial.
Asimismo, a los contratos mercantiles se les aplica la legislación mercantil y
supletoriamente el derecho común.
Conforme el Código de Negocio de 1902 tiene posiciones en general sobre los
contratos de negocio (Arts. 50º al 63º).” Los contratos mercantiles, en todo lo
relativo a sus requisitos, modificaciones, excepciones, interpretación y
extinción, y capacidad de los contratantes, se regirán en todo lo cual no se
halle expresamente predeterminado en este Código o en leyes especiales, por
las normas en general del derecho común”.
Al igual que la legislación general de derecho común, poseemos que, referente
a la celebración de los contratos mercantiles, éstos se celebran con el solo
consentimiento de las piezas contratantes siendo aquella declaración conjunta
de la voluntad común de los dos contratantes. El contrato mercantil se festeja,
igualmente que el contrato de derecho común, una vez que la aceptación es
popular por el oferente.
Un caso particular es ese contrato mercantil celebrado por correspondencia, el
cual quedará perfeccionado a partir de que se conteste asumiendo la iniciativa.
El consentimiento debería ser pleno y no debería contener ningún vicio de la
voluntad (error, dolo, maltrato, intimidación). Sin embargo, los requisitos de
validez son los próximos:
a) Contratantes capaces jurídicamente.
b) Consentimiento. 5 artículo 50º del Código de Negocio de 1902. Artículo
54º del Código de Negocio
c) Objeto física y jurídicamente viable, y determinable.
d) Finalidad lícita.
e) Observancia de la formalidad prescrita por ley, bajo sanción de nulidad.
En los contratos mercantiles existe el inicio de independencia de formalidad.
Las piezas contratantes poseen independencia para escoger la formalidad que
mejor convenga a sus intereses. La contratación mercantil se caracteriza por la
celeridad del tráfico patrimonial.
1. DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL ASOCIANTE:
a) Contar con del aporte del asociado en la manera convenida.
b) Guiar el comercio objeto del contrato.

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c) Hacer la liquidación de beneficios en su posibilidad.
d) Percibir los ingresos en la manera convenida.
e) Cargar las pérdidas según lo pactado.

2. LIMITACIÓN DE ASOCIAR:
El asociante puede atribuir colaboración en el mismo comercio u organización a
otras personas sin el consentimiento expreso de los asociados.
3. PRESUNCIÓN DE PROPIEDAD DE LOS BIENES CONTRIBUIDOS
Respecto de terceros, los bienes contribuidos por los asociados se presumen
de propiedad del asociante, salvo esos que estén inscritos en el registro a
nombre del asociado.
4. PARTICIPACIONES Y CASOS ESPECIALES:
Salvo pacto en opuesto, los asociados participan en las pérdidas en la misma
medida en que participan en las utilidades, y las pérdidas que los afecten no
exceden el importe de su contribución. Se puede convenir en el contrato, que
una persona participe en las utilidades sin colaboración en las pérdidas, así
como que se le atribuya colaboración en las utilidades o en las pérdidas sin que
exista una cierta contribución.
1.4. NATURALEZA Y LETRAS Y NÚMEROS DEL CONTRATO
ASOCIATIVO
Como en todo contrato, nos encontraremos con la necesidad, para que se
perfeccione, de la realidad de consentimientos válidamente emitidos por las
piezas contratantes, la decisión de objeto válido, y la realidad de causa
verdadera y lícita. Además, en todo contrato, en el momento de la ejecución,
las piezas tienen que coadyuvar para que comentado contrato logre saciar sus
pretensiones e intereses, aun cuando sea un contrato en el cual las piezas
tengan intereses divergentes, por lo cual no debería identificarse esa
participación con la sociedad de fin propia de los contratos asociativos.
Ejemplificando, en un contrato de compraventa, el acordar reunirse en un rato
determinado y en un lugar concreto para dar la cosa a cambio del costo, y el
esfuerzo que hace cada parte por consumar esa tarea es cooperar entre dichas
piezas para poder hacer el correcto desarrollo del contrato, empero además es
realmente, realizar el contrato conforme a los dictados no sólo de la soberanía
de la voluntad, sino de los recursos necesarios del contrato, mientras tanto que
la actividad realizada por una sociedad mercantil, caso claro de persona
jurídica surgida de un contrato plurilateral asociativo, conlleva que cada una de
las piezas desarrollen la tarea que hayan pactado correctamente, con la
intención de, llegado el instante, distribuir los ingresos conseguidas conforme
se haya pactado.

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De entrada, por consiguiente, se tendrá que conceptualizar correctamente la
diferencia que existe entre la llamada sociedad de fin y la usual participación en
medio de las piezas elemental en todo contrato, con el objeto de que se
desarrolle correctamente para las piezas. En este sentido, el término de
sociedad de fin, es la necesidad de que las piezas no deban únicamente
coadyuvar entre ellas para el conveniente desarrollo del contrato, algo que
realmente pasa en todo contrato, sino que, realmente, hay una finalidad distinta
del lucro personal de las piezas en comentado contrato, finalidad viable, lícita y
determinada que involucra realizar una auténtica actividad común de modo
instrumental, con la intención de que, de modo inmediato, se obtenga el más
grande rendimiento común viable o se haga la actividad que se debía hacer, y
de esta forma, mediatamente, los intereses particulares de las piezas se vean
satisfechos.
Realmente, sociedad de fin no significa coincidencia de intereses: involucra que
los intereses particulares de cada parte, habitualmente divergentes, se
satisfarán por medio del cumplimiento de un fin común a todos ellos, anterior,
que conlleva que las piezas pretendan cada una de obtener aquel objetivo, con
lo cual, por decirlo de alguna forma, aplazarán sus probables divergencias y
llevarán a cabo la actividad a desarrollar con total y absoluta participación,
dado que éste es el primer y primordial paso para saciar en su instante sus
intereses privados, y la divergencia entre ellos se plasmará en el momento de
satisfacerlos.
Por esto, estimamos erróneo el conocimiento de alguna que otra Sentencia de
nuestros propios tribunales, que alude a que la contraposición de intereses
propia de los contratos conmutativos es sustituida por convergencia de
intereses aquí no se reemplaza, sino que se complementa. Esta composición
citada aquí no debería conducirnos a negar la naturaleza contractual del
contrato asociativo (como se hizo por esos que no entendían el contrato con la
ausencia del problema de intereses omnipresente), sino a percibir su
peculiaridad con en relación a los contratos de cambio: en éstos el interés
personal de cada parte se sacia de modo directo por medio de la
contraprestación de la otra parte o conforme al modo descrito en el contrato,
sin que sea elemental actividad común previa de ningún tipo, en lo que en los
contratos asociativos los intereses de cada parte se cumplen, claramente, por
medio de la ejecución plena de dicha actividad común previa citada.
Lo más recurrente que al perfeccionarse un contrato existan, de entrada, 2
piezas únicamente, y entre dichas piezas, intereses si no precisamente
contrapuestos, sí por lo menos divergentes. Ejemplificando, en un contrato de
compraventa, el vendedor entrega una cosa y su interés está en dar la cosa a
cambio del costo más alto viable, en lo que el interés del cliente está en
obtener la cosa al costo más limitado viable.

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En este ejemplo, así como en otros, caracterizados por una composición
bilateral (se observan únicamente 2 partes), parece simple revisar dicha vida
de intereses plenamente divergentes (caso de arrendamientos, transacciones,
fianzas, etcétera.), sin perjuicio de que en todo caso el buen fin del contrato
exija una actividad colaboradora de las piezas. Pregunta a establecer además
va a ser la del número de piezas intervinientes, ya que podría ser bastante
variable. El número de intervinientes podría ser únicamente 2, o bien ser
bastante más de 2, dependiendo del caso. Sin embargo, no va a ser el dato
importante a considerar en el momento de calificar un contrato como
asociativo, sin perjuicio de que sea un asunto importante en el momento de
hacer clasificaciones.

CAPITULO II
CONTRATOS ASOCIATIVOS

Se estima contrato asociativo ese que crea y regula las interacciones de


colaboración e incorporación en negocios u organizaciones determinadas, en
interés común de los intervinientes el contrato asociativo no produce una
persona jurídica, debería constar por escrito y no está individuo a inscripción en
el registro.

2.1. EL SURGIMIENTO DE LOS CONTRATOS ASOCIATIVO:

Si bien es verdad que, a partir de la perspectiva jurídico, tanto la independencia


de contratar como la independencia de compañía, realizan viable el surgimiento
de los contratos asociativos, queda claro que no son su causa; en realidad
dichos contratos son producto de 2 hechos que permanecen íntimamente
involucrados. El primero de ellos, algo que todos vivimos a diario: la revolución
digital, que ha producido de la propia una sociedad de entendimiento, una
sociedad en la que el costo diferencial es el entendimiento.
Esta revolución permitió la globalización, la cual late al ritmo de la revolución
digital: PCS, fibra óptica y sistemas multimedia que disuelven la época y el
espacio, y modifican las redes de producción, servicios y consumo. Por primera
ocasión en la narración de la raza humana disponemos de una economía
universal en la que se puede elaborar y vender todo, en cada una de piezas, en
todo instante.
El segundo de ellos es la expansión del liberalismo, el capitalismo sin
parámetros. El neoliberalismo es el raciocinio exclusivo que se expande sobre
toda el área de la Tierra: Economía independiente, desregulación, privatización,
son las propiedades en las cuales se mueve la economía de la propia hora. Ha

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surgido de esta forma un capitalismo que tiene como primordial objetivo la
eficiencia. El incremento de la organización ha sido la respuesta a dichos
hechos y fue de tal magnitud que ha superado las fronteras de sus territorios
nacionales; hoy, las organizaciones famosas no requieren enormes recursos
naturales, toman capital de bancos y bolsas internacionalmente y tienen la
posibilidad de trasladar sus operaciones a cualquier parte del mundo. Es el
capitalismo sin parámetros al que nos referíamos líneas arriba. En impacto, las
multinacionales son los enormes actores de este proceso.
De consenso con el artículo 48º de la Ley N.º 26887, Ley General de
Comunidades. De la definición implantada por la citada regla, se aprecia que
los contratos asociativos son esos en los cuales el interés de los asociados en
participar en ciertos negocios está orientado al logro de una finalidad común
que es elemental para todos los contratantes.

2.2. DEFINICIÓN DE CONTRATO ASOCIATIVO


La investigación de la figura del contrato asociativo pide detenerse en distintas
preguntas específicas, con el objetivo de esquematizar la pregunta. Debemos
meditar sobre las propiedades observables en esta clase de contratos, con
objeto de encuadrarlos perfectamente dentro del seno de los contratos (algo
que no fue unánimemente admitido doctrinalmente).
Según Manfredi (2004) se estima contrato asociativo ese que crea y regula
interacciones de colaboración e incorporación en negocios u organizaciones 58
determinadas, en interés común en los intervinientes. El contrato asociativo
haga una persona jurídica, debería constar por escrito y no está individuo a
inscripción a registro.
Los contratos asociativos crean y regulan la colaboración y adhesión en
negocios u organizaciones determinadas, en interés común de los
competidores. Esta clase de contrato no crea una persona jurídica, tendrá que
constar por escrito y no está individuo a inscripción en el Registro.
López (2001) las piezas permanecen forzadas a hacer, las contribuciones en
dinero, bienes o servicios establecidos en el contrato. Si no se hubiera indicado
el costo de las contribuciones, las piezas se hallan forzadas a hacer las que
sean correctas para la ejecución del comercio compañía, en proporción a su
colaboración en las utilidades.
El contrato asociativo, una de cuyas maneras es el contrato de consorcio, es
ese que crea y regula interrelaciones de colaboración e incorporación en
negocios u organizaciones determinadas, en interés común de los
intervinientes,

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Al respecto, el tratadista peruano MANUEL DE LA PUENTE Y LAVALLE estima
que, “En los contratos asociativos el interés de los contratantes de conseguir el
objetivo común es primordial para todos ellos”
Complementando lo anterior, se tiene que, en ideología, además del fin común,
se piensan otros letras y números fundamentales de los contratos asociativos
como, ejemplificando, el elaborado de que no proporcionan sitio a la formación
de una persona jurídica distinta a los asociados, que su objeto es la
colaboración o adhesión en negocios u organizaciones determinadas, entre
otros.
Para Hundskopf (2012) son esos contratos de participación, en los cuales se
generen elaciones jurídicas por medio de los cuales se procura conseguir un
fon o un beneficio común a cada una de las piezas. Paralelamente, dichos
contratos no proporcionan origen a una persona jurídica, así como tampoco
están afectando los intereses personales de todos los miembros y es que si
bien tiene una finalidad similar al de la sociedad no tienen que confundirse con
esta por motivos que posteriormente explicaremos.
2.3. PROPIEDADES
a) El asociante actúa en nombre propio.
b) La sociedad en colaboración no posee razón social ni designación.
c) La administración del comercio o compañía corresponde exclusiva y
exclusivamente al asociante.
d) No existe interacción jurídica entre los terceros y los asociados.
e) Los terceros no adquieren derechos ni asumen obligaciones ante los
asociados, ni éstos frente a aquéllos.
f) El contrato puede decidir la manera de fiscalización o control a ejercerse
por los asociados sobre los negocios u organizaciones del asociante que
son objeto del contrato.
g) Los asociados poseen derecho a la rendición de cuentas al término del
comercio llevado a cabo y al término de cada ejercicio.
No es requisito para la validez del contrato que los intervinientes sean
sociedades, crear y regular las relaciones comerciales o empresariales entre
los participantes. Los contratos de colaboración empresarial no se constituye
una persona jurídica, tampoco crean una PG distinta a la de sus asociados, no
son visibles en RPP.
1. PIEZAS QUE INTERVIENEN:
a) ASOCIADO: El individuo que aporta bienes o capital en busca de un
rendimiento económico.
b) ASOCIANTE: El individuo que obtiene la aportación y la destina al
objeto pactado.

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El asociante es una persona jurídica de derecho privado constituida bajo el
régimen de la sociedad anónima cerrada cuyo objeto social principal es realizar
actividades inmobiliarias y de construcción. El asociado es la persona que
aporta bienes o servicios y solo responsable hasta su monto de su parte.
2. DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL ASOCIADO
a) Hacer la aportación convenida.
b) Reclamar la ejecución de las operaciones pactadas.
c) No inmiscuirse en la administración del comercio.
d) Percibir los ingresos y retirar el capital al cumplimiento del contrato.
e) En caso de pérdidas, tolerar la parte que le corresponde.

3. DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL ASOCIANTE


a) Contar con del aporte del asociado en la manera convenida.
b) Guiar el comercio objeto del contrato.
c) Hacer la liquidación de beneficios en su posibilidad.
d) Percibir los ingresos en la manera convenida.
e) Cargar las pérdidas según lo pactado.

4. LIMITACIÓN DE ASOCIAR
El asociante puede atribuir colaboración en el mismo comercio o organización a
otras personas sin el consentimiento expreso de los asociados.
5. PRESUNCIÓN DE PROPIEDAD DE LOS BIENES CONTRIBUIDOS
Respecto de terceros, los bienes contribuidos por los asociados se presumen
de propiedad del asociante, salvo esos que estén inscritos en el registro a
nombre del asociado.
6. PARTICIPACIONES Y CASOS ESPECIALES
Salvo pacto en opuesto, los asociados participan en las pérdidas en la misma
medida en que participan en las utilidades, y las pérdidas que los afecten no
exceden el importe de su contribución. Se puede convenir en el contrato, que
una persona participe en las utilidades sin colaboración en las pérdidas, así
como que se le atribuya colaboración en las utilidades o en las pérdidas sin que
exista una cierta contribución.

2.4. NATURALEZA Y LETRAS Y NÚMEROS DEL CONTRATO ASOCIATIVO


Como en todo contrato, nos encontraremos con la necesidad, para que se
perfeccione, de la realidad de consentimientos válidamente emitidos por las
piezas contratantes, la decisión de objeto válido, y la realidad de causa
verdadera y lícita. Además, en todo contrato, en el momento de la ejecución,

18
las piezas tienen que coadyuvar para que comentado contrato logre saciar sus
pretensiones e intereses, aun cuando sea un contrato en el cual las piezas
tengan intereses divergentes, por lo cual no debería identificarse esa
participación con la sociedad de fin propia de los contratos asociativos.
Ejemplificando, en un contrato de compraventa, el acordar reunirse en un rato
determinado y en un lugar concreto para dar la cosa a cambio del costo, y el
esfuerzo que hace cada parte por consumar esa tarea es cooperar entre dichas
piezas para poder hacer el correcto desarrollo del contrato, empero además es
realmente, realizar el contrato conforme a los dictados no sólo de la soberanía
de la voluntad, sino de los recursos necesarios del contrato, mientras tanto que
la actividad realizada por una sociedad mercantil, caso claro de persona
jurídica surgida de un contrato plurilateral asociativo, conlleva que cada una de
las piezas desarrollen la tarea que hayan pactado correctamente, con la
intención de, llegado el instante, distribuir los ingresos conseguidas conforme
se haya pactado.
De entrada, por consiguiente, se tendrá que conceptualizar correctamente la
diferencia que existe entre la llamada sociedad de fin y la usual participación en
medio de las piezas elemental en todo contrato, con el objeto de que se
desarrolle correctamente para las piezas. En este sentido, el término de
sociedad de fin, es la necesidad de que las piezas no deban únicamente
coadyuvar entre ellas para el conveniente desarrollo del contrato, algo que
realmente pasa en todo contrato, sino que, realmente, hay una finalidad distinta
del lucro personal de las piezas en comentado contrato, finalidad viable, lícita y
determinada que involucra realizar una auténtica actividad común de modo
instrumental, con la intención de que, de modo inmediato, se obtenga el más
grande rendimiento común viable o se haga la actividad que se debía hacer, y
de esta forma, mediatamente, los intereses particulares de las piezas se vean
satisfechos.
Realmente, sociedad de fin no significa coincidencia de intereses: involucra que
los intereses particulares de cada parte, habitualmente divergentes, se
satisfarán por medio del cumplimiento de un fin común a todos ellos, anterior,
que conlleva que las piezas pretendan cada una de obtener aquel objetivo, con
lo cual, por decirlo de alguna forma, aplazarán sus probables divergencias y
llevarán a cabo la actividad a desarrollar con total y absoluta participación,
dado que éste es el primer y primordial paso para saciar en su instante sus
intereses privados, y la divergencia entre ellos se plasmará en el momento de
satisfacerlos.
Por esto, estimamos erróneo el conocimiento de alguna que otra Sentencia de
nuestros propios tribunales, que alude a que la contraposición de intereses
propia de los contratos conmutativos es sustituida por convergencia de
intereses aquí no se reemplaza, sino que se complementa. Esta composición
citada aquí no debería conducirnos a negar la naturaleza contractual del

19
contrato asociativo (como se hizo por esos que no entendían el contrato con la
ausencia del problema de intereses omnipresente), sino a percibir su
peculiaridad con en relación a los contratos de cambio: en éstos el interés
personal de cada parte se sacia de modo directo por medio de la
contraprestación de la otra parte o conforme al modo descrito en el contrato,
sin que sea elemental actividad común previa de ningún tipo, en lo que en los
contratos asociativos los intereses de cada parte se cumplen, claramente, por
medio de la ejecución plena de dicha actividad común previa citada.
Lo más recurrente que al perfeccionarse un contrato existan, de entrada, 2
piezas únicamente, y entre dichas piezas, intereses si no precisamente
contrapuestos, sí por lo menos divergentes. Ejemplificando, en un contrato de
compraventa, el vendedor entrega una cosa y su interés está en dar la cosa a
cambio del costo más alto viable, en lo que el interés del cliente está en
obtener la cosa al costo más limitado viable.
En este ejemplo, así como en otros, caracterizados por una composición
bilateral (se observan únicamente 2 partes), parece simple revisar dicha vida
de intereses plenamente divergentes (caso de arrendamientos, transacciones,
fianzas, etcétera.), sin perjuicio de que en todo caso el buen fin del contrato
exija una actividad colaboradora de las piezas. Pregunta a establecer además
va a ser la del número de piezas intervinientes, ya que podría ser bastante
variable. El número de intervinientes podría ser únicamente 2, o bien ser
bastante más de 2, dependiendo del caso. Sin embargo, no va a ser el dato
importante a considerar en el momento de calificar un contrato como
asociativo, sin perjuicio de que sea un asunto importante en el momento de
hacer clasificaciones.
El contrato asociativo, caracterizado ya que la finalidad de las piezas se
consigue mediante la ejecución de una finalidad común previa, puede estar
formado por 2 o por bastante más de 2 piezas, sin que ello influya en su
naturaleza como contrato asociativo. Por lo tanto, la composición del contrato
asociativo es la siguiente: estamos frente a un contrato en el cual interviene un
número concreto de piezas (dos o bastante más de 2, según cada caso), y en
el cual, como en todo contrato, todas dichas piezas pretenden saciar un interés
especial bastante concreto y determinado (que es quien induce a celebrar el
contrato), a cambio principalmente de cualquier tipo de contraprestación por su
lado, como pasa en todo contrato. No obstante, la peculiaridad del contrato
asociativo se basa en el modo de saciar hablado interés personal: la
satisfacción del mismo se va a obtener por medio de la ejecución de una
actividad común a las piezas, y que conlleva que, externa e internamente, cada
una de las piezas colaboren en la ejecución de esa actividad, de modo no sólo
más pronunciado a la común participación que debería existir en todo contrato
para que se cubran plenamente los intereses de cada parte, sino de modo
realmente distinto, como hemos visto.

20
En vista de esa composición, se puede inclusive aludir a una pretendida
funcionalidad instrumental de dichos contratos, puesto que su funcionalidad no
frecuenta concluir una vez que se ejecutan las obligaciones por las piezas
(como pasa en los contratos con 2 partes), sino que la ejecución de las
obligaciones correspondientes a las piezas constituye la hipótesis para el
correcto desarrollo de la actividad subsiguiente, cuya ejecución constituye.
De acuerdo con la crítica de ASCARELLI, el objetivo del contrato (pues
muestra que, al constituir una sociedad, las piezas pretenden organizarse para
la ejecución de una actividad siguiente que constituye el fin de la sociedad).
Sin embargo, debemos dejar bastante claras las diferencias entre contrato
plurilateral y contrato asociativo, más que nada teniendo presente que, de
modo claro, conciso y sin ningún género de dudas, nadie ha ofrecido esa
diferenciación. De dicha forma, es elemental saber que un contrato va a ser
plurilateral o no dependiendo únicamente del número de piezas que sea
susceptible de aceptar en su seno (dos o más, en la situación del contrato
plurilateral, o exclusivamente 2, en la situación del contrato con 2 partes), en lo
que el contrato va a ser asociativo o de cambio según que exista finalidad
común a las piezas como paso anterior para saciar los intereses privados de
las piezas o no.
2.5. CLASES DE CONTRATOS ASOCIATIVOS
Dato de particular relevancia es el de las clases de contratos asociativos. En
este punto, nos parece interesante aludir a los contratos asociativos con 2
piezas y a los contratos asociativos que tienen la posibilidad de reconocer
bastante más de 2 piezas, en otras palabras, contratos asociativos
plurilaterales. Ejemplificando, en Italia es bastante estudiado el denominado
contrato agrario, contrato asociativo en el cual únicamente participan 2 piezas.
No obstante, el acto constitutivo de una sociedad va a ser un contrato
asociativo plurilateral, y ello con libertad del número de concurrentes.
Por otro lado, debemos nombrar el caso de esos contratos asociativos que,
además, sean contratos abiertos, algo que no ocurrirá en todo caso, habrá que
estar al caso concreto para decidir si el contrato es abierto o no lo es.
Como ya repasamos en la situación de los contratos plurilaterales, un contrato
va a ser abierto en la situación de que en él exista una oferta de unión a
novedosas piezas conforme a eso que se determine expresamente, el acto
constitutivo determinará principalmente el método a continuar, y habrá que
atender al caso por caso, sin generalizar, para ver el nivel de abertura de cada
contrato.
Sin embargo, esa abertura conllevará la probabilidad de que las piezas
contratantes cambien alguna vez, dejando unas de ser piezas y pasando otras
a serlo. Ejemplificando, el acto constitutivo de una sociedad, como tal, es un

21
contrato cerrado, mientras tanto que el estatuto de la sociedad es un contrato
abierto, puesto que las novedosas piezas tienen que adherirse al mismo.
Además, nos parece importante diferenciar, como ocurría en la situación del
contrato plurilateral, entre contratos asociativos de los que nace una persona
jurídica, y contratos asociativos de los que no nace persona jurídica alguna.
Como en el otro caso, si nace una persona jurídica tienen la posibilidad de
existir situaciones poco acordes con un régimen contractual, comienzo de la
puerta abierta, aplicación de estatutos a personas que no pactaron su
aprobación, o modificaciones de estatutos aprobadas por personas que no han
sido parte al inicio, sin embargo, es resultado de la peculiar situación que
existe.
El derecho peruano regula sólo 2 contratos asociativos como son:
a) La Agrupación en colaboración.
b) La Agrupación de consorcio.

No obstante, además existe el JOINT VENTURE y se necesita determinar que


para ciertos autores en el estado peruano se regula este con el nombre de
consorcio, o sea, precisan que no se ha tenido el debido cuidado al instante de
legislar.
Los contratos asociativos en la nueva Ley general de comunidades
Consideramos que el solo producido de haber incluido en la propia ley
societaria esta clase de contratos es ya un desarrollo, puesto que, reconoce
jurídicamente contratos de gran trascendencia en el Derecho Mercantil, que
otras legislaciones modernas ya han disciplinado.
No obstante, creemos que nuestros propios legisladores fueron austeros,
puesto que sólo le han dedicado 2 artículos a la parte general de dichos
contratos. En impacto, la obra Quinto que se encarga de los contratos
asociativos se divide en 3 piezas: la primera compuesta por los artículos 438º y
439º; trata de los puntos en general de los contratos asociativos; la segunda
del artículo 440º a la 444º regla el contrato de agrupación en colaboración y al
final se legisla sobre el contrato de consorcio del artículo 445º al 448º.
Quedan de esta forma tipificados en la propia legislación los contratos de
sociedad en colaboración y de consorcio; sin embargo, al amparo de ambos
primeros artículos de esta parte de la ley, dichos no son los únicos contratos
asociativos, quedando abierta la probabilidad de que se celebren otros, con las
propiedades ahí anotadas.
Vamos a ocuparnos, aun cuando de modo sumario, tanto del artículo 438º
como del 439º de la Ley. El primero de ellos es en realidad una definición legal,
puesto que sugiere que se estima contrato asociativo a ese que crea y regula

22
interrelaciones de colaboración e unión en negocios u organizaciones, en
intereses usuales de los intervinientes.
Hablamos de una definición bastante genérica, comprensiva de distintas figuras
contractuales que podrían implicar a varios contratos como: la concesión, la
franquicia, la agencia e inclusive el outsourcing, entre otros.
Empero el escrito de este artículo no se agota aquí, sino que se encarga de
nombrar varias propiedades y requisitos que han de tener dichos contratos; de
esta forma los contratos asociativos no producen una persona jurídica, o sea,
no se crea un ente jurídico diferente de los asociados; además el contrato
tendrá que constar por escrito, estableciéndose de esta forma una formalidad.
Cabe preguntarse con interacción a este punto si se aplica el art. 144º del
Código Civil, que instituye que una vez que la ley ordena una forma y no
sanciona con nulidad su inobservancia, constituye sólo un medio de prueba de
la vida del acto. Como se amonesta, el legislador no ha sancionado con nulidad
el incumplimiento de esta formalidad por lo cual habrá de interpretarse que sólo
hablamos de un mecanismo de prueba, no siendo por consiguiente un requisito
primordial para su vida.
Finalmente, sugiere el mencionado artículo que dichos contratos no
permanecen sujetos a inscripción en el registro; igual precepto sancionaba la
ley anterior refiriéndose al contrato de agrupación en colaboración que ahora
es un tipo de este género contractual.
Cabe señalar; que los recursos con el propósito de los contratos mencionados
previamente van a ser considerados como inversión extranjera directa una vez
que se otorgue al inversionista extranjero una forma de colaboración en la
función de producción, sin que ello suponga aporte de capital y que
corresponda a operaciones comerciales de carácter contractual por medio de
las cuales el inversionista extranjero provee bienes o servicios a la
organización receptora a cambio de una colaboración en volumen de
producción física, en el costo universal de las ventas o en las utilidades netas
de la destinada compañía receptora.
2.6. CONTRATO DE AGRUPACIÓN EN COLABORACIÓN
Vamos abordar ahora uno de los contratos asociativos regulado por la Ley
General de Comunidades, el de agrupación en colaboración, conocido además
como agrupación de cuentas en colaboración, sociedad tácita, sociedad
accidental, sociedad secreta o contrato de colaboración; es ésta una vieja
figura que está mayoritariamente normada en las diferentes legislaciones
mercantiles de todo el mundo y que ya tiene una extensa tradición mercantil.
El art. 440º ha sancionado una definición legal de este contrato. De esta forma
se cuenta “Es el contrato por el que una persona, llamada asociante concede a
otra u otras personas llamadas asociados, una colaboración en el resultado o

23
en las utilidades de uno o de diversos negocios o organizaciones del asociante,
a cambio de determinadas contribuciones”.
Cabe detenerse en esta definición, más que nada en 2 puntos de ella; el
primero, la expresión colaboración en los resultados o en las utilidades. Una
vez que el legislador tiene interacción con los resultados o utilidades, se está
refiriendo en realidad de forma indirecta además a las pérdidas, o sea a los
resultados adversos de la compañía o comercio del cual participa.
Puesto que bien, estas contribuciones tienen la posibilidad de ser en dinero, en
bienes/o servicios. Paralelamente debería implantar la posibilidad, el sitio y la
manera de entrega, a falta de pacto, se aplicarán las reglas establecidas para
los aportes de acuerdo con la LGS. (Hundskopf, 2012, p.347)
De allí que se dicte que este es un contrato aleatorio. En impacto,
ordinariamente el asociado participa en el peligro. No obstante, el legislador
nacional habría introducido una distinción a esta regla como observaremos
posteriormente. El otro aspecto trata sobre otra distinción; la destinada a que el
asociante podría otorgar una colaboración al asociado sin mediar aporte
alguno, elección que a nuestro juicio resulta bastante discutible de sostener sin
distorsionar la esencia de esta clase contractual.
Es de esta forma que sobre la base del artículo 439 de la LGS se instituye que
las piezas hacen “contribuciones” y no aportes puesto que aquí no existe
transferencia de propiedad e unión a un capital social. Los bienes que las
piezas de un contrato asociativo se obligan a dar seguirán perteneciendo al
contribuyente salvo pacto en opuesto. (Hundskopf, 2012, p.347).
En impacto, el motivo económico de este contrato se encuentra en que de un
lado constituye una fuente de financiamiento para el asociante, sin la obligación
jurídica de reintegrarse en caso de pérdida; y del otro, en la situación del
asociado, una modalidad de inversión a menudo más rentable que otras
posibilidades, empero con un peligro, puesto que la productividad está a
resultas de las utilidades. El art. 441º se encarga de dichas propiedades de
este contrato. a) La agrupación en colaboración no posee razón social ni
designación. b) El asociante actúa en nombre propio, la administración del
comercio de la organización corresponde exclusiva y exclusivamente al
asociante, no estando relación jurídica entre los terceros y los asociados c)
Tienen la posibilidad de establecerse maneras de fiscalización o control para
ser ejercidos por los asociados sólo en los negocios u organizaciones del
asociante que son objeto del contrato. d) Los asociados poseen derecho a la
rendición de cuentas al término del comercio y al término del ejercicio. e) No
obstante, hay otras propiedades sancionadas por la ideología y la
jurisprudencia que la ley no ha recogido sin embargo habrá de entenderse que
son parte de la entidad de este contrato: f) La sociedad en colaboración no crea
un patrimonio independiente; g) La aportación del asociado precisamente habrá

24
de ser referida al comercio o negocios de cuyos resultados participará aquél; h)
Ordinariamente las aportaciones entregadas por el asociado pasan a integrar el
patrimonio del asociante; sin embargo puede estipularse lo opuesto en el
contrato de sociedad.
Es la situación una vez que el asociado aporta un bien en uso y no en
propiedad. Asimismo, de ordinario, el asociante asume una obligación negativa
consistente en no atribuir colaboración en el mismo comercio o compañía a
otras personas. No obstante, las piezas tienen la posibilidad de pactar lo
opuesto. De otro lado, se debe puntualizar que constantemente este contrato
es intuito persona, de allí que el asociante deba de encargarse de forma directa
del comercio o organización que otorgó origen a él. Esta es el motivo por la que
en la mayoría de las veces el contrato se extingue por el deceso, incapacidad o
quiebra del asociante.
Por otro lado, relacionadas con el objeto del contrato, como todo contrato, el de
sociedad en colaboración crea una interacción jurídica obligacional. El asociado
contrae 2 obligaciones primordiales: una positiva (verificar su aportación) y otra
negativa (no inmiscuirse de forma directa en la administración del negocio).
Referente a su aportación, debería realizarla fielmente a lo pactado, bien
consista en la entrega de capital o en cualquier otro componente patrimonial.
Debemos adicionar que podría ser además obligación del asociado el no
celebrar este mismo tipo de contrato con la competencia del asociante por
obvias causas. Más compleja es el caso jurídico del asociante, pieza clave del
contrato, justamente por ser el delegado de hacer el acto o la actividad en
atención a la cual surgió este contrato.
La primera obligación del asociante es designar, la colaboración recibida al
objeto pactado, sin que le sea lícito desviarla de él ni apropiársela para los
demás objetivos. De hecho, no es la exclusiva, además debería gestionar el
comercio personalmente, con diligencia y buena fe, rendir cuentas y dar su
colaboración a los partícipes o asociados. El Art. 442º de la Ley General de
Comunidades instituye una limitación al asociante consistente en que el éste
“no puede atribuir colaboración en el mismo comercio u organización a otras
personas sin el entendimiento expreso de los asociados”. No obstante,
creemos que no es la exclusiva, debió además considerarse que el gestor no
puede cambiar por su sola voluntad el objeto de la organización.
El motivo es claro, el asociado ha invertido en un tipo de comercio y no en otro,
cambiarlo supondría involucrarlo en una organización o comercio que no quiso.
De igual modo debería establecerse como causal de resolución que el gestor
enajene su organización sin consentimiento del partícipe, pues esta
enajenación hace imposible la permanencia del contrato al faltarle su base
económica.

25
Además, le está prohibido al asociante, detraer recursos de la explotación de
su compañía para llevarlos a otra, aun cuando dichos recursos no sean los
aportados por el partícipe (en caso de que la aportación de este no sea
dineraria), realizando peligrar el comercio. Igualmente, el asociante no puede
entablar otra organización de objeto parecido, constantemente que el
establecimiento de la nueva compañía tenga como resultado la desaparición o
disminución de la productividad de la compañía objeto del contrato de sociedad
en colaboración. Adicionalmente el gestor o asociante no puede, de ser la
situación, fusionar su organización con otra, continuamente que al tiempo de
celebrar el contrato de sociedad en colaboración el asociado haya desconocido
esta eventualidad, puesto que de hacerse no podría subsistir el contrato por las
mismas causas de los casos anteriores.
En lo relativo a que el asociado participe en las utilidades sin participar en las
pérdidas, consideramos que el tema, aun cuando menos controversial no deja
de ser discutible; puesto que en esta situación el asociante no podría ser un
inversionista, sino una especie de mutuatario, puesto que la figura diseñada de
esta forma se acercaría más al contrato de recíproco, debido a que al no
participar el asociado en las pérdidas el asociante tendría la obligación de
devolver el aporte producido por aquél.
Las razones por las cuales podría concluir este contrato son:
a) Consenso de las piezas que aspiran ponerle fin
b) Por solicitud de conclusión por cualquier persona de las piezas una vez que
fuere por tiempo indeterminado.
c) Por incapacidad o conclusión del comercio u organización por cuyo objeto
se celebró el contrato.
d) Por muerte, quiebra, interdicción, ausencia o inhabilitación del asociante.
e) Por incumplimiento de las prestaciones por cualquier persona de las piezas.

Relacionadas con este punto una vez que el contrato se resuelve anterior a
llevar a cabo la era previsto, ha de practicarse una cuenta final para establecer
la colaboración en los resultados y la devolución de aportes que corresponda;
sin perjuicio de la compensación que, una vez que sea la situación, puede
exigir la parte no causante.

2.7. CONTRATO DE CONSORCIO


Es el contrato por el que 2 o más personas se asocian para participar en forma
activa y directa en un determinado comercio o compañía destinados a obtener
un beneficio económico, manteniendo cada una su propia soberanía.
Corresponde a cada integrante del consorcio hacer las ocupaciones propias del
consorcio que se le encargan y esas a que se ha comprometido. Al realizarlo,

26
debería coordinar con los demás miembros del consorcio, conforme a los
métodos y mecanismos previstos en el contrato.
En la propia normativa, los contratos asociativos se hallan clasificados como
contratos de consorcio y de sociedad en colaboración, los mismos que son
regulados de manera extensa en la Ley General de Comunidades.
Atrae para impacto de nuestro estudio, indicar que el artículo 445º de la Ley
General de Comunidades define al consorcio como el contrato asociativo en
ventaja del cual 2 o más personas se asocian para participar en forma activa y
directa en un determinado comercio u organización, destinados a obtener un
beneficio económico, empero manteniendo cada una su propia soberanía,
correspondiéndole a cada integrante hacer las ocupaciones propias del
consorcio que se le encargue y esas a las que se ha comprometido;
vinculándose individualmente con terceros en el funcionamiento de la actividad
asignada dentro del consorcio, adquiriendo derechos y aceptando obligaciones
y responsabilidades de manera solidaria una vez que el consorcio contrate con
terceros constantemente que de esta forma se pacte en el contrato o la ley lo
establezca.
Adicionalmente, cabe indicar, que, en esta clase de contrato, los bienes que los
miembros del consorcio afecten al cumplimiento de la actividad a la que se han
comprometido siguen siendo de propiedad única de éstos, o sea que, a
diferencia de lo predeterminado en el contrato de sociedad en colaboración, no
se presume que la propiedad de los bienes aportados corresponda al
asociante.
Tomando en cuenta las definiciones contenidas en la regla societaria, se
determina que los letras y números fundamentales del contrato de consorcio
son los próximos:
a) Es un contrato asociativo, nominado y típico
b) Regula colaboraciones de colaboración o incorporación en uno o más
negocios o organizaciones que emprenden, en grupo, los consorciados, en
interés común de todos ellos.
c) No está individuo a otra formalidad que la de constar por escrito.
d) No origina la construcción de otra persona jurídica.
e) Todos los consorciados participan de forma activa y directa en las
ocupaciones materia del consorcio, manteniendo su soberanía.
Sin embargo, el Escrito exclusivo Ordenado de la Ley de Contrataciones y
Adquisiciones del Estado, aprobado por medio de Decreto Supremo N.º 012-
2001-PCM, define al consorcio como, “el contrato asociativo por el que 2 (2) o
más personas se asocian, con el criterio de complementariedad de recursos,
habilidades y aptitudes, para participar en un proceso de selección y contratar
con el Estado.”

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Las mismas que tienen que contestar de forma solidaria por cada una de las
secuelas derivadas de su colaboración personal o en grupo dentro del
consorcio en los procesos de selección y en la colaboración del contrato
derivado de éste.
2.8. JOIN VENTURE
A pesar de que la propia Legislación no lo regula haremos un alcance sobre
este contrato.
Es pertinente señalar que esta clase de contratos son los denominados
contratos atípicos, como apunta MIRANDA CANALES que son los que carecen
de localización en el ordenamiento jurídico sustantivo, ya que las
interrelaciones económicas de las personas, intensas y variadas, crean
situaciones jurídicas no previstas por el legislador.
En primer término tenemos la posibilidad de decir, en palabras de BARBIERI,
que el Join Venture “es una mezcla de esfuerzos entre 2 o más agentes
económicos con el propósito de desarrollar un plan respectivo de naturaleza
comercial; se configura un convenio de voluntades en el cual se estipulan las
funcionalidades que cumplirá todos los sujetos elementos, los peligros que se
asumen y la manera en que se aguantan, el modo en que se distribuyen las
ventajas y las preguntas sobre la responsabilidad por los males que causen a
terceros.
Además, es definido como la sociedad en colaboración, sociedad temporal,
agrupación de organizaciones, agrupación temporal de organizaciones, alianza
temporal de organizaciones. Se le conoce además este contrato como de
Peligro compartido, y tiene como característica que 2 o más personas naturales
o jurídicas, celebran este contrato con el propósito de hacer una actividad
económica específica, o sea hacer un comercio en grupo, aceptar el peligro
respectivo en común y gozar de sus beneficios, por una época determinado, sin
la necesidad de constituir una sociedad o persona jurídica.
La esencia de este contrato es el propósito común de las piezas, donde la
acción es determinada por 2 o más emprendedores sin el ánimo de conformar
una sociedad. El contrato de peligro compartido es una herramienta contractual
que responde a la necesidad de movilizar capitales en busca de alta
productividad y correlativa reducción de peligro, en el cual las piezas se
fusionan con un criterio de coparticipación que asume las más diferentes
maneras y matices. Las piezas aportan para poder hacer el objeto del contrato
activos tangibles o intangibles que deberán ser explotados únicamente en
miras al fin específico postulado.
Dichos contratos se perfeccionan con el consentimiento de las piezas en basa
a la buena fe contractual, y van a poder ascender a escritura pública e
inscribirse en los Registros Públicos, una vez que las piezas hayan acordado

28
constituir una sociedad particular para este fin. La virtud que se reconoce a
dichos contratos es de ser usado para una porción sin límite de proyectos e
inversiones, en las diversas zonas de la minería, hidrocarburos, pesquería,
navegación, industrias y organizaciones comerciales generalmente.

CAPITULO III:

CONTRATOS ASOCIATIVOS EN PARTICIPACIÓN Y CONSORCIO

JOINT VENTURE es una definición utilizado en el mundo de los negocios para


describir a la acción de juntarse o asociarse dos o más empresas para la
consecución de un proyecto común, es el resultado de un compromiso entre
dos o más sociedades
cuya finalidad es realizar operaciones complementarias en un negocio
determinado. El origen de la frase 'joint venture' viene de 'joint que significa
unión y de ventura que significa empresa. Normalmente cuando dos empresas
se ejecutan el 'joint venture' creando un contrato dicho contrato de 'joint
venture' suele incluir un acuerdo entre dos o más empresas, lo que serían los
socios para aportar con sus propios recursos a un negocio común. Estos
recursos suelen ser la materia prima el capital, una determinada tecnología,
conocimiento del mercado, recursos humanos, ventas y compartición de los
canales de distribución.

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Naturaleza jurídica: responsabilidad solidaria ante terceros, contrato atípico
objeto determinado, plazo determinado o determinables
Tipos de joint-venture: joint-venture corporativo societario se constituye
mediante la figura de la sociedad anónima, los aportes conforman el patrimonio
social empresarial, las partes son los socios, conservan la identidad, se
restringe el acceso a terceros. Luego tenemos el 'joint venture' contractual
consorcios sus siguientes características son: se instrumentaliza a través de
contratos, no asociativos participación en contribuciones y riesgos no se
constituye una sociedad con personalidad jurídica independiente, obligaciones
y derechos de conformidad con el acuerdo. Finalmente tenemos el joint venture
internacional dos o más personas de distintos países proyectos de grandes
proporciones, penetración a nuevos mercados, cada parte ofrece el recurso
sobre el cual presenta una ventaja comparativa.
Objetivo de un joint-venture. A través de una 'joint venture' las empresas
implicadas podrían tener como objetivo la creación de un nuevo negocio, el
desarrollo de un nuevo producto, la prestación de un servicio o el incursionar
en un mercado extranjero. Como mencionamos antes el objetivo de una 'joint
venture' puede ser muy variado, desde la producción de bienes o la prestación
de servicios a la búsqueda de nuevos mercados o el apoyo mutuo en diferentes
eslabones de la cadena de un producto. Se desarrollará durante un tiempo
limitado con la finalidad de obtener beneficios económicos.
Las ventajas de un joint-venture seria: las empresas adquieren riesgos
financieros juntos, la necesidad de una mayor inversión de capital, posibles
conflictos entre las empresas se pueden crear discrepancias, la compañía una
empresa que aporta su tecnología corre el riesgo de perder el dominio de la
misma.
Joint venture en el Perú. A pesar de que nuestro país constituye un escenario
importante para hacer negocios el sistema de la 'joint venture' no está muy
difundido principalmente por la falta de una visión competitiva del empresariado
nacional en el marco legal la inclusión de los contratos asociativos en la ley
general de sociedades constituye un tema controversial ya que algunos
consideran que estos contratos deben ser regulados por esta ley mientras que
la oposición señala que la ley general de sociedades no debe regular las dado
que estos contratos no dan lugar a personas jurídicas y que podrían llevar a
confusiones asimismo hay posiciones que dan lugar a que la regulación de los
'joint venture' no es necesaria ya que son las partes quienes dotan al contrato
de contenido características, obligaciones y derechos por lo que su regulación
debe ser por parte del código de comercio o código de la empresa. Los
contratos asociativos previstos en el libro quinto de la citada ley solo incluido
dos figuras: el sector minero y el sector pesquero.

30
Prioridades en las empresas peruanas para formar una joint venture en primer
lugar tenemos la inversión extranjera en operaciones en segundo lugar la
penetración de mercados y cobertura más competitiva tercero inversión en
materia de investigación y desarrollo para desarrollar nuevos productos cuarto
mejorar la capacidad productiva para el comercio exterior y finalmente el
desarrollo de productos.

3.1. CONTRATO DE ASOCIACIÓN EN PARTICIPACIÓN


Los contratos en participación, el marco normativo de los contratos asociativos
se encuentra contemplado en los artículos 438 al 448 de la ley general de
sociedades. Asimismo, son de aplicación las disposiciones generales en
materia de obligaciones y contratos contenidas en el libro 6 y 7 del código civil.
Al efectuar una revisión de la ley general de sociedades la cual fue aprobada
por la ley nro. 26887 se aprecia en el libro quinto la regulación de los contratos
asociativos precisando en su artículo 438 los alcances de los mismos allí se
indica que se considera contrato asociativo a aquel que crea y regula
relaciones de participación e integración en negocios o empresa determinados
en interés común de sus intervinientes. También se advierte que el contrato
asociativo no genera una persona jurídica debe constar por escrito y no está
sujeto a inscripción en el registro la regulación de este contrato se encuentra
recogida en los artículos 440 al 444 de la ley general de sociedades. Artículo
440 define al contrato de asociación en participación como aquel contrato por el
cual una persona denominada asocian te concede a otra u otras personas
denominadas asociados una participación en el resultado o en las utilidades de
uno o de varios negocios o empresas. El asociante a cambio de determinada
contribución, en lo que respecta a las características que debe reunir este
contrato se puede consultar el texto del artículo 441 de la ley generales
sociedades. El cual menciona las siguientes características:
1ro el asocian te actúa en nombre propio y la asociación en participación no
tiene razón social ni denominación en este sentido no se crea una persona
jurídica y el fisco tampoco le otorga un tratamiento para ser considerado como
tal, a diferencia de los consorcios en donde si es posible considerarlo para
efectos del impuesto a la renta como una persona jurídica, a tal punto que se le
puede otorgar un número de RUC independiente.
2da la gestión del negocio o empresa corresponde única y exclusivamente al
asociante y no existe relación jurídica entre los terceros y los asociados ello
determina que frente a terceras personas el asociado no tiene presencia ni
visibilidad toda vez que sería una especie de socio oculto.
3ra Los terceros no quieren derecho ni asumir obligaciones frente a los
asociados ni estos ante aquellos, ello es una consecuencia de lo indicado en el

31
punto anterior, toda vez que no tienen ninguna representatividad además
recordemos que la asocian te es parte activa del contrato.
4ta El contrato puede determinar la forma de fiscalización o control a ejercerse
por los asociados sobre los negocios o empresas de asocian te que son objeto
del contrato ello determina que en el caso del asociado puede establecer
mediante contrato algún tipo de control debiendo éste vigilar las actividades
llevadas a cabo por asociante.
5ta Los asociados tienen derecho a la rendición de cuentas al término del
negocio realizado y el término de cada ejercicio ellos dentro de un programa
propio de transparencia llevado a cabo en la gestión. Los acuerdos que debe
tener el contrato de asociaciones en participación son los siguientes: En primer
lugar, el negocio o la actividad. Seguidamente de la contribución y finalmente la
participación.
Las obligaciones del asociante. En ellos tenemos administrar el negocio,
también debemos informar a los asociados sobre el resultado del negocio,
como también entregar las participaciones correspondientes a cada uno de los
asociados. Las obligaciones del asociado tenemos que efectuar las
contribuciones a la que se hubiera obligado según el contrato, como también
asumir su parte de las pérdidas hasta el límite del aporte que hubiera realizado.
Al revisar la normativa contable vinculada en el tema de los contratos de
asociación en participación apreciamos que éstos se reconocen aplicando las
NIF 9 instrumentos financieros. Por el asociante representará un activo
financiero y por el asociado representará un pasivo financiero los acuerdos que
debe tener el contrato de asociaciones en participación.
3.2. CONTRATO DE CONSORCIO
El contrato de consorcio es aquel por el cual dos o más personas se asocian
para participar en forma activa y directa en un determinado negocio o empresa
con el propósito de obtener un beneficio económico manteniendo cada una su
propia autonomía. Como se puede apreciar de su definición la diferencia
principal entre el contrato de actuación en participación y el contrato de
consorcio es que en este último todos los consorciados participan en las
actividades que constituyen el negocio claro que aunque todos los
consorciados tengan una participación activa en la actividad empresarial es
usual y recomendable que se decide a un gestor o administrador el consorcio,
a quien también se le puede otorgar facultades de representación en nombre
de los demás miembros del consorcio, para que pueda contactar con terceros y
realizar las operaciones que requieran de la participación de todos los
miembros ahora bien debe tenerse en cuenta que los bienes que utilizan los
miembros del consorcio para realizar las actividades que les corresponden a
cada uno según el contrato continúan siendo de propiedad exclusiva de estos

32
cuando se requiera adquirir bienes en forma conjunta dichos bienes se
regularán bajo el régimen de la copropiedad.
Entre las características del consorcio tenemos: es un contrato de asociativo de
integración no se crea una nueva persona jurídica. son dependientes en
relación a otros negocios y tienen una duración indeterminada elementos
El contrato de consorcio debe contener al menos el acuerdo sobre los
siguientes elementos:
a) NEGOCIO es el negocio o actividad que se desarrollará a través del
consorcio y que constituye el objeto de la celebración del contrato
b) DISTRIBUCIÓN DE ACTIVIDADES Y AFECTACIÓN DE BIENES en la
medida que cada uno de los consorciados participa activamente en el
negocio en el contrato debe constar cómo será la distribución de
actividades y cuáles son los bienes que afectará cada consorciado al
negocio
c) PARTICIPACIÓN es la parte que le corresponde a cada consorciado de
los beneficios o ganancias que se obtengan del negocio en el contrato
debe establecerse las reglas para la distribución de estas ganancias de
lo contrario se hará en partes iguales
d) Obligaciones de los consorciados de manera general las obligaciones de
los consorciados son las siguientes: realizar las actividades del negocio
a las que se hubieran obligado, destinar los bienes para el negocio
según lo señalado en el respectivo contrato y asumir las
responsabilidades por sus actividades frente a terceros.

CAPITULO IV:
MODELOS DE CONTRATOS ASOCIATIVOS

4.1. CONTRATO DE ASOCIACIÓN EN PARTICIPACIÓN


CONTRATO DE ASOCIACIÓN EN PARTICIPACIÓN
Conste por el presente documento el contrato de asociación en participación,
que celebran de una parte AAA, identificada con R.U.C. N° 20546951911,
inscrita en la partida electrónica N°007 del Registro de Personas Jurídicas
de.............., con domicilio en…..,debidamente representada por su gerente
general don Ángel Arturo Contreras Espinoza, identificado con D.N.I.
N°72846907, con poderes inscritos en el asiento de la referida
partida electrónica, a quien en lo sucesivo se denominará EL ASOCIANTE; y,
de otra parte, BBB, identificada con D.N.I. N° 33338546, con domicilio en Jr.
Los delfines N° 512, a quien en lo sucesivo se denominará EL ASOCIADO; en
los términos contenidos en las cláusulas siguientes:

33
ANTECEDENTES
PRIMERA. - EL ASOCIANTE es una persona jurídica de derecho privado
constituida bajo el régimen de la sociedad anónima, cuyo objeto social principal
es dedicarse a la fabricación del PISCO MAJES.
SEGUNDA. - EL ASOCIADO es una persona natural que, en calidad de
inversionista, manifiesta por el presente acto su voluntad expresa de participar
en el negocio de EL ASOCIANTE en los términos a que se contrae este
documento.

OBJETO DEL CONTRATO


CUARTA. - Por el presente contrato, las partes acuerdan participar en el
negocio descrito en la cláusula siguiente bajo la modalidad de asociación en
participación. En consecuencia, EL ASOCIADO se obliga a transferir como
capital del negocio la suma de US$ 10 000,00 en dinero en efectivo en favor de
EL ASOCIANTE.
QUINTA. - Por su parte, en contraprestación, EL ASOCIANTE se obliga a
retribuir a EL ASOCIADO con el 50% de las utilidades netas en la forma y
oportunidad convenidas.
SEXTA. - El negocio a desarrollarse por la asociación en participación consiste
en la fabricación y comercialización de 500 CAJAS de Pisco MAJES, de
500cc., para la campaña de Navidad y Año Nuevo 2007.
CARACTERES Y DURACIÓN DEL CONTRATO
SEPTIMA. - El presente contrato de asociación en participación es de duración
determinada. En ese sentido, el período de duración del presente contrato es
de 6 meses contados a partir del primero de agosto de 2006 hasta el 31 de
enero del 2007.
OCTAVA. - En armonía con lo establecido por los artículos 438 y 441 de la Ley
General de Sociedades, las partes dejan constancia de que el presente
contrato de asociación en participación no genera la creación de una persona
jurídica y tampoco tiene razón social ni denominación alguna. En
consecuencia, EL ASOCIANTE actuará en nombre propio en las relaciones
comerciales que se originen a propósito del presente contrato.
NOVENA. - Queda expresamente convenido que EL ASOCIANTE devolverá
los US$ 10 000,00 AL ASOCIADO a la terminación del plazo de vigencia del
contrato.

34
RÉGIMEN DE UTILIDADES Y PÉRDIDAS
DECIMA. - Las partes acuerdan que la participación de ambas, tanto en las
utilidades como en las pérdidas que arroje el negocio, será en forma
proporcional, correspondiéndole a cada uno el 50% por ambos conceptos. El
pago de la retribución anteriormente referida, deberá hacerse íntegramente en
dinero y en un plazo no mayor de 8 días hábiles de aprobado el balance
general de cierre de ejercicio del negocio.

OBLIGACIONES Y FACULTADES DE LAS PARTES


DÉCIMO PRIMERA. - Las partes declaran expresamente que corresponde a
EL ASOCIANTE la gestión, administración y realización del negocio materia del
presente contrato. En tal sentido, EL ASOCIANTE deberá proceder con la
diligencia, prudencia, buena fe y lealtad de un ordenado comerciante.
DÉCIMO SEGUNDA. - Asimismo, las partes declaran expresamente que
corresponderá a EL ASOCIANTE cualquier vinculación económica que en el
desarrollo del negocio se acuerde con terceros, para lo cual EL ASOCIANTE
actuará en nombre propio al celebrar contratos, al asumir obligaciones o al
adquirir créditos. En consecuencia, queda convenido que no existirá relación
jurídica alguna entre los terceros y EL ASOCIADO; y, asimismo, los terceros no
adquirirán derechos ni asumirán obligaciones frente a EL ASOCIADO ni éste
ante aquéllos.
DÉCIMO TERCERA. - EL ASOCIANTE está obligado a informar
periódicamente a EL ASOCIADO acerca de la marcha del negocio materia del
presente contrato y a rendir cuentas sobre el mismo.
DÉCIMO CUARTA. - EL ASOCIADO tendrá la facultad de fiscalización y control
de los actos de EL ASOCIANTE. En consecuencia, EL ASOCIADO tendrá
derecho a exigir se le muestren los estados financieros, cuentas, libros
contables y demás documentos que permitan conocer el estado real del
desenvolvimiento económico del negocio.
DÉCIMO QUINTA. - Las partes convienen que EL ASOCIANTE, sin contar con
el previo consentimiento por escrito de EL ASOCIADO, no podrá atribuir a otras
empresas o personas alguna participación en el presente contrato.
DÉCIMO SEXTA. - Asimismo, EL ASOCIANTE se obliga, dentro del período de
duración del presente contrato, a no realizar en forma individual o a través de
terceros actividad empresarial idéntica o similar de la que es materia del
presente contrato.

CONTABILIDAD Y TRIBUTACIÓN:

35
DÉCIMO OCTAVA. - Ambas partes convienen que, para efectos tributarios, el
presente contrato deberá tener contabilidad independiente. En consecuencia,
EL ASOCIANTE deberá contratar en un plazo no mayor a 30 días de suscrito el
presente documento, los servicios de un contador público colegiado a fin de
que lleve la contabilidad del negocio.
DÉCIMO NOVENA. - Las partes convienen expresamente que los gastos que
demanden lo previsto en la cláusula anterior y otros que se efectúen en el
decurso del negocio, serán asumidos únicamente por EL ASOCIANTE.

CLÁUSULA RESOLUTORIA EXPRESA:


VIGÉSIMA. - El incumplimiento de lo previsto en el presente contrato,
constituirá causal de resolución del presente contrato, al amparo del artículo
1430 del Código Civil. En consecuencia, la resolución se producirá de pleno
derecho cuando EL ASOCIADO comunique, por carta notarial, a EL
ASOCIANTE que quiere valerse de esta cláusula. APLICACIÓN SUPLETORIA
DE LA LEY
VIGÉSIMO PRIMERA. - En todo lo no previsto por las partes en el presente
contrato, ambas se someten a lo establecido por las normas de la Ley General
de Sociedades, el Código Civil y demás del sistema jurídico que resulten
aplicables.

COMPETENCIA ARBITRAL
VIGÉSIMO SEGUNDA. - Las controversias que pudieran suscitarse en torno al
presente contrato, serán sometidas a arbitraje, mediante un Tribunal Arbitral
integrado por tres expertos en la materia, uno de ellos designado por las
partes, y entre los dos elegirán a un tercero quien lo presidirá. Si en el plazo de
90 días de producida la controversia, no se acuerda el nombramiento del
presidente del Tribunal Arbitral, éste deberá ser designado por el Centro de
Arbitraje Nacional y Extranjero de la Cámara de Comercio de Arequipa, cuyas
reglas serán aplicables al arbitraje. El laudo del Tribunal Arbitral será definitivo
e inapelable, así como de obligatorio cumplimiento y ejecución para las partes
y, en su caso, para la sociedad. En señal de conformidad las partes suscriben
este documento en la ciudad de Arequipa, a los 20 días del mes de setiembre
del 2006.

4.2. CONTRATO DE CONSORCIO


CONTRATO DE CONSORCIO

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Conste por el presente documento el contrato de consorcio, que celebran de
una parte AAA, identificada con R.U.C. N°....................., inscrita en la partida
electrónica N°. del Registro
de Personas Jurídicas de.............., con domicilio en ............................,
debidamente representada por su gerente general don ...........................,
identificado con D.N.I. N°........................, con poderes inscritos en el asiento
de la referida partida electrónica; de otra parte BBB, identificada con
R.U.C. N° .................., inscrita en la partida electrónica N° del Registro de
Personas Jurídicas de .............., con domicilio en , debidamente
representada por su gerente general don , identificado con D.N.I.
N° .........., con poderes inscritos en el asiento ...... de la referida partida
electrónica; y, de otra parte CCC, identificada con R.U.C. N° , inscrita en
la partida electrónica N° ... del Registro de Personas Jurídicas de .............., con
domicilio en................, debidamente representada por su gerente general
don………identificado con D.N.I. N° ........................, con poderes inscritos en el
asiento de la referida partida electrónica; a quienes en lo sucesivo se les
denominará LOS CONSORCIADOS; en los términos contenidos en las
cláusulas siguientes:

ANTECEDENTES:
PRIMERA. - LOS CONSORCIADOS son personas jurídicas de derecho privado
constituidas bajo el régimen de la sociedad anónima, las mismas que tienen
por objeto social dedicarse a actividades comerciales vinculadas al turismo.

OBJETO DEL CONTRATO:


SEGUNDA. - Por el presente contrato, las partes acuerdan participar en
consorcio en el negocio descrito en la cláusula siguiente. En consecuencia,
LOS CONSORCIADOS se obligan mutuamente a participar en forma activa y
directa en dicho negocio, conforme a lo estipulado en el presente documento,
con el propósito de obtener el beneficio económico común descrito en el
presente contrato.
TERCERA. - El negocio a desarrollarse por el consorcio consiste en atender un
paquete turístico, compuesto de 43 turistas norteamericanos, que visitarán la
ciudad de Arequipa en el mes de agosto del presente año, por un lapso de 10
días.
CARACTERES Y DURACIÓN DEL CONTRATO:
CUARTA. - El presente contrato de consorcio es de duración determinada. En
ese sentido, el período de duración del presente contrato es 45 días contados a
partir del 15 de julio al 31 de agosto del presente año.
QUINTA. - En armonía con lo establecido por el artículo 445 de la Ley General
de Sociedades, LOS CONSORCIADOS dejan constancia de que el presente
contrato no genera la creación de una persona jurídica y tampoco tiene razón

37
social ni denominación alguna. En consecuencia, las partes mantendrán su
propia autonomía, realizando cada una de ellas las actividades del negocio que
se comprometan a realizar en este documento y las que le sean encargadas
por posterior acuerdo de los contratantes.

CONTRIBUCIONES DE LAS PARTES:


SEXTA. - Cada CONSORCIADO, a efectos de realizar el tramo del negocio
que se le encomienda se obliga a hacer uso de su infraestructura empresarial,
su personal y demás elementos de producción.
SÉPTIMA. - Queda establecido que LOS CONSORCIADOS asumirán
directamente sus costos de producción conforme a los requerimientos del
negocio y dispondrán del personal necesario, y de los equipos, vehículos y
enseres que fueran necesarios, para cumplir eficientemente el servicio.

ORGANIZACIÓN INTERNA DEL CONTRATO:


OCTAVA. - No obstante, lo señalado en la cláusula quinta, a efectos del
desarrollo normal de las actividades propias del contrato, y solamente para
efectos internos entre LOS CONSORCIADOS, éstas acuerdan que la empresa
AAA asumirá el cargo de gerente del negocio, asumiendo las funciones de
convocatoria y dirección de las juntas descritas en la cláusula siguiente.
NOVENA. - A efectos de la toma de decisiones en el seno del negocio, el
gerente, de oficio o a solicitud de una de las partes, deberá convocar a junta,
debiendo notificar a cada uno de LOS CONSORCIADOS por escrito en sus
respectivos domicilios, con una anticipación no menor a 3 días, la realización
de ésta. En dicha comunicación deberá indicarse el lugar, fecha y hora de
celebración de la junta.
DÉCIMA. - Las juntas del negocio, convocadas conforme a la cláusula anterior,
constituirán el máximo órgano de decisión del contrato. En las juntas, cada
CONSORCIADO tendrá derecho a voz y a voto, correspondiéndole a cada
CONSORCIADO un voto. Las decisiones se adoptarán por mayoría simple de
votos.

RÉGIMEN DE UTILIDADES Y PÉRDIDAS:


DÉCIMO PRIMERA. - LOS CONSORCIADOS acuerdan que cada turista
pagará por el paquete la suma de US$ 1 000,00, que comprenderá los
siguientes servicios: 1.- Recepción en el Aeropuerto Rodríguez Ballón y
traslado al Hotel. 2.- Hotel: habitaciones dobles por 10 días (9 noches). 3.- 10
días de alimentación (desayuno, almuerzo y comida). 4.- Viaje al Colca con

38
hospedaje y alimentación por dos días. 5.- City Tour. 6.- Traslado al aeropuerto
Rodríguez Ballón.
DÉCIMO SEGUNDA. - Se acuerda que cada una de las empresas le
corresponderá el 33.3% de los paquetes turísticos vendidos.

OBLIGACIONES Y FACULTADES DE LAS PARTES:


DÉCIMO TERCERA. - Las partes declaran expresamente que corresponde a
cada CONSORCIADO la gestión, administración y realización del negocio
materia del presente contrato, por lo que deberán proceder con la diligencia,
prudencia, buena fe y lealtad de un ordenado comerciante. En ese sentido,
corresponderá a EL CONSORCIADO AAA la movilidad para todos los
traslados, incluyendo el viaje al Colca y los gastos de hotel y alimentación en
dicha ciudad. EL CONSORCIADO BBB le corresponderá la obligación del
hospedaje, en habitaciones dobles. EL CONSORCIADO CCC le corresponderá
la atención de los alimentos, que comprende 10 días con desayunos
Continental, almuerzos y cenas.
DÉCIMO CUARTA. - Asimismo, LOS CONSORCIADOS declaran
expresamente que, en el desarrollo del negocio, corresponderá a cada una de
ellas vincularse económicamente con terceros, para lo cual deberán actuar en
nombre propio al celebrar contratos, al asumir obligaciones o al adquirir
créditos. En ese sentido, queda expresamente convenido que las obligaciones,
créditos o contratos que, ante terceros, asuman o celebren cada uno de LOS
CONSORCIADOS en forma individual deberán ceñirse a las actividades que se
le encomienda conforme al segundo párrafo de la cláusula décimo tercera o
que hayan asumido en virtud de acuerdo previo de las partes realizado en
junta.

CONTABILIDAD Y TRIBUTACIÓN:
DECIMO QUINTA. - LOS CONSORCIADOS convienen que, para efectos
tributarios, el presente contrato deberá tener contabilidad independiente.
DECIMO SEXTA. - Las partes convienen expresamente que los gastos que
demanden lo previsto en la cláusula anterior y otros que se efectúen como
consorcio, serán asumidos en partes iguales por ellas, a excepción de los que
se generen en el ejercicio individual del negocio.

CLÁUSULA RESOLUTORIA EXPRESA:


DECIMO SEPTIMA. - El incumplimiento de lo previsto en el presente contrato,
constituirá, con respecto a la parte incumpliente, causal de resolución del

39
presente contrato, al amparo del artículo 1430 del Código Civil. En
consecuencia, la resolución se producirá de pleno derecho cuando las partes
perjudicadas comuniquen, por carta notarial, a la otra que quiere valerse de
esta cláusula. En todo caso, las partes perjudicadas podrán proseguir con el
negocio materia del presente contrato.

APLICACIÓN SUPLETORIA DE LA LEY:


DECIMO OCTAVA. - En todo lo no previsto por las partes en el presente
contrato, ambas se someten a lo establecido por las normas de la Ley General
de Sociedades, el Código Civil y demás del sistema jurídico que resulten
aplicables.

COMPETENCIA ARBITRAL:
DECIMO NOVENA. - Las controversias que pudieran suscitarse en torno al
presente contrato, serán sometidas a arbitraje, mediante un Tribunal Arbitral
integrado por tres expertos en la materia, designados por cada uno de ellos. El
presidente del Tribunal deberá ser designado por los dos árbitros nombrados
por las partes. Si en el plazo de 90 días de producida la controversia, no se
acuerda el nombramiento del presidente del Tribunal Arbitral, éste deberá ser
designado por el Centro de Arbitraje Nacional y Extranjero de la Cámara de
Comercio de Arequipa, cuyas reglas serán aplicables al arbitraje. El laudo del
Tribunal Arbitral será definitivo e inapelable, así como de obligatorio
cumplimiento y ejecución para las partes y, en su caso, para la sociedad. En
señal de conformidad las partes suscriben este documento en la ciudad de
Arequipa, a los 12 días del mes de junio del 2006.

4.3. CONTRATO DE JOIN VENTURE. CONTRATO DE JOINT VENTURE

SEÑOR NOTARIO: Sírvase extender en su Registro de Escrituras Públicas,


una en la cual conste el CONTRATO DE JOINT VENTURE que celebran de
una parte EL BANCO 1 con R.U.C. 1022220000, debidamente representado
por su Gerente identificado con Documento Nacional de Identidad
Nº .................... y con domicilio en y a quien en adelante se llamará EL
BANCO 1; y, de otra parte, EL BANCO 2 con R.U.C. 1011100000,
debidamente representado por su Gerente identificado con Documento
Nacional de Identidad Nº .................... y con domicilio en y a quien en
adelante se llamará EL BANCO 2; bajo las condiciones y términos siguientes:

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PRIMERO. - EL BANCO es una Institución financiera que tiene su sede social
en la ciudad de Lima, inscrita en la ficha Nº .................... del Registro de
Personas Jurídicas, Libro de Sociedades de Lima. EL BANCO es una
Institución financiera que tiene su sede social en la ciudad de Lima, inscrita en
la ficha Nº del Registro de Personas Jurídicas, Libro de Sociedades de Lima.

SEGUNDO. - Por el presente contrato las partes acuerdan asociarse en riesgo


compartido con la finalidad de participar en forma conjunta y sindicación en el
estudio, evaluación, aprobación, seguimiento y recuperación de la solicitud de
crédito presentada por la empresa UNION DE CERVECERIAS PERUANAS
BACKUS Y JOHNSTON S.A.A. al amparo de lo dispuesto por el Art. 221º,
inciso 8 de la Ley General del Sistema Financiero.
TERCERO. - Ambos Bancos han acordado aprobarle un crédito en sindicación
a favor de UNION DE CERVECERIAS PERUANAS BACKUS Y JOHNSTON
S.A.A. por la suma de
US $ 1 000 000,00 (Un millón y 00/100 dólares americanos), mediante la
emisión de un pagaré con vencimiento a 90 días fecha, renovable a su
vencimiento con un mínimo del 20%, sujeto a las siguientes tasas: 16% anual
de interés compensatorio computado desde la fecha de desembolso del crédito
hasta su total cancelación. En caso de moratoria se acuerda un interés del 5%
anual. El pagaré estará sujeto a las siguientes cláusulas: a. Renovación
automática. b. Sin protesto c. Sometimiento del deudor a las Leyes y Fuero
judicial de la ciudad de Lima. d. Pago de la obligación únicamente en moneda
pactada.
CUARTO. - EL BANCO se encargará de la gestión administrativa, técnica y
gerencial de las operaciones pactadas en este contrato, participando en el
crédito aprobado con el 60% equivalentes a US$ 600 000,00 (seiscientos mil y
00/100 dólares americanos). EL BANCO contribuirá con el aporte de US$ 400
000,00 (cuatrocientos mil y 00/100 dólares americanos), equivalentes al 40%
de la deuda.
QUINTO. - Se faculta al BANCO para que, en su condición de Banco gestor y
gerencial, reciba el pagaré único emitido por la empresa UNION DE
CERVECERIAS PERUANAS BACKUS Y JOHNSTON S.A.A. en las
condiciones antes referidas, y se encargue de su cobro ordinario, extrajudicial y
judicial si fuera el caso.
SEXTO. - El presente crédito será otorgado previa constitución de las
siguientes garantías: a. Hipoteca hasta por US$ 600 000,00 sobre el inmueble
de propiedad de EL CLIENTE ubicado en. b. Prenda Global y flotante de cajas
plásticas, envases plásticos y de vidrio, chapitas y etiquetas, hasta por la suma

41
de US$ 2 000,000,00. c. Aval solidario, ilimitado e irrenunciable del señor.......
Dichas garantías serán otorgadas en forma específica para responder por el
crédito otorgado a favor de ambos Bancos.
SEPTIMO. - Se faculta al BANCO para que en caso de incumplimiento ejecute
el pagaré judicialmente, y realice las garantías otorgadas.
OCTAVO. - Todo pago que efectúe EL CLIENTE por cualquier concepto será
distribuido entre ambos Bancos en la proporción que participan en el presente
contrato, asumiendo con este porcentaje los riesgos propios que genere su
incumplimiento.
NOVENO. - El plazo por el que se conviene la presente asociación de riesgo
compartido es por todo el tiempo que fuera necesario la total recuperación del
crédito concedido. DECIMO.
- Las partes contratantes señalan como domicilio legal el que aparece en la
introducción del presente documento, renunciando al fuero de su domicilio.
UNDECIMO. - Todos los gastos e impuestos que genere el otorgamiento de
escritura pública, así como los gastos notariales y registrales, serán por cuenta
de EL CLIENTE. Usted señor Notario agregará las demás cláusulas de ley y
pasará los partes respectivos para su inscripción en los Registros Públicos. En
señal de conformidad las partes suscriben este documento en la ciudad de
Arequipa, a los 20 días del mes de setiembre del 2006.

CAPITULO V

LEGISLACION NACIONAL LEY GENERAL DE SOCIEDADES Nº 26887


LIBRO QUINTO CONTRATOS ASOCIATIVOS

Artículo 438.- Alcances Se considera contrato asociativo aquel que crea y


regula relaciones de participación e integración en negocios o empresas
determinadas, en interés común de los intervinientes. El contrato asociativo no
genera una persona jurídica, debe constar por escrito y no está sujeto a
inscripción en el Registro.

42
Artículo 439.- Contribuciones de dinero, bienes o servicios Las partes están
obligadas a efectuar, las contribuciones en dinero, bienes o servicios
establecidos en el contrato. Si no se hubiera indicado el monto de las
contribuciones, las partes se encuentran obligadas a efectuar las que sean
necesarias para la realización del negocio o empresa, en proporción a su
participación en las utilidades. La entrega de dinero, bienes o la prestación de
servicios, se harán en la oportunidad, el lugar y la forma establecida en el
contrato. A falta de estipulación, rigen las normas para los aportes establecidas
en la presente ley, en cuanto le sean aplicables.
Artículo 440.- Contrato de asociación en participación Es el contrato por el cual
una persona, denominada asociante concede a otra u otras personas
denominadas asociados, una participación en el resultado o en las utilidades de
uno o de varios negocios o empresas del asociante, a cambio de determinada
contribución.
Artículo 441.- Características El asociante actúa en nombre propio y la
asociación en participación no tiene razón social ni denominación. La gestión
del negocio o empresa corresponde única y exclusivamente al asociante y no
existe relación jurídica entre los terceros y los asociados. Los terceros no
adquieren derechos ni asumen obligaciones frente a los asociados, ni éstos
ante aquéllos. El contrato puede determinar la forma de fiscalización o control a
ejercerse por los asociados sobre los negocios o empresas del asociante que
son objeto del contrato. Los asociados tienen derecho a la rendición de cuentas
al término del negocio realizado y al término de cada ejercicio.
Artículo 442.- Limitación de asociar El asociante no puede atribuir participación
en el mismo negocio o empresa a otras personas sin el consentimiento expreso
de los asociados.
Artículo 443.- Presunción de propiedad de los bienes contribuidos Respecto de
terceros, los bienes contribuidos por los asociados se presumen de propiedad
del asociante, salvo aquellos que se encuentren inscritos en el Registro a
nombre del asociado.
Artículo 444.- Participaciones y casos especiales Salvo pacto en contrario, los
asociados participan en las pérdidas en la misma medida en que participan en
las utilidades y las pérdidas que los afecten no exceden el importe de su
contribución. Se puede convenir en el contrato que una persona participe en las
utilidades sin participación en las pérdidas, así como que se le atribuya
participación en las utilidades o en las pérdidas sin que exista una determinada
contribución.
Artículo 445.- Contrato de Consorcio Es el contrato por el cual dos o más
personas se asocian para participar en forma activa y directa en un
determinado negocio o empresa con el propósito de obtener un beneficio
económico, manteniendo cada una su propia autonomía. Corresponde a cada

43
miembro del consorcio realizar las actividades propias del consorcio que se le
encargan y aquéllas a que se ha comprometido. Al hacerlo, debe coordinar con
los otros miembros del consorcio conforme a los procedimientos y mecanismos
previstos en el contrato.
Artículo 446.- Afectación de bienes Los bienes que los miembros del consorcio
afecten al cumplimiento de la actividad a que se han comprometido, continúan
siendo de propiedad exclusiva de éstos. La adquisición conjunta de
determinados bienes se regula por las reglas de la copropiedad.
Artículo 447.- Relación con terceros y responsabilidades Cada miembro del
consorcio se vincula individualmente con terceros en el desempeño de la
actividad que le corresponde en el consorcio, adquiriendo derechos y
asumiendo obligaciones y responsabilidades a título particular. Cuando el
consorcio contrate con terceros, la responsabilidad será solidaria entre los
miembros del consorcio sólo si así se pacta en el contrato o lo dispone la ley.
Artículo 448.- Sistemas de participación El contrato deberá establecer el
régimen y los sistemas de participación en los resultados del consorcio; de no
hacerlo, se entenderá que es en partes iguales.
Los inversionistas al hacer un estudio de la actividad comercial procuran
detectar el nicho del mercado que se busca explotar, con el fin de poder
maximizar los resultados de la inversión efectuada. En varios casos se cuenta
con el financiamiento suficiente empero no se tiene un entendimiento claro del
comercio donde invertir o estando la actividad explotada por otros no se cuenta
con la vivencia suficiente, por esto es común que se ubique cualquier tipo de
compañía en marcha en donde hacer una inversión de dinero y obtener alguna
ganancia.
Esta clase de inversión puede estar relacionada además con la gestión o
administración del comercio, estando figuras en las cuales además de
compartir los ingresos conseguidas y/o los peligros de la inversión, se procura
además participar en la toma de las elecciones. Esta figura que se usa es
prácticamente el contrato de consorcio o además el de joint venture. No
obstante, ya hace cualquier tiempo atrás se está observando que cada vez más
contribuyentes e inversionistas permanecen usando la figura de la agrupación
en colaboración.
La razón del presente informe es verificar las propiedades del contrato de
sociedad en colaboración, hacer una comparación con el contrato de consorcio,
verificar el procedimiento tributario correspondiente tanto al Impuesto a la
Renta como al Impuesto General a las Ventas.
1. LOS CONTRATOS ASOCIATIVOS REGULADOS EN LA LEY GENERAL
DE Comunidades – LEY Nº 26887

44
ELIAS LAROZA sugiere que “los contratos de sociedad y de consorcio son
clasificados por la Ley en el rubro de contratos asociativos que (…) son esos
en que la participación empresarial se expresa con una característica particular:
la realidad de una finalidad común, que es elemental para todos los
contratantes”.
El marco normativo de los contratos asociativos está contemplado en los
artículos 438° al 448° de la Ley General de Comunidades. Asimismo, son de
aplicación las posiciones en general en materia de obligaciones y contratos
contenidas en de la obra VI y VII del Código Civil.
Al realizar una revisión de la Ley General de Comunidades, la cual ha sido
aprobada por la Ley Nº 26887, se aprecia en la obra quinto la regulación de los
Contratos Asociativos, precisando en su artículo 438º los alcances de los
mismos. Ahí se sugiere que se estima contrato asociativo a ese que crea y
regula interacciones de colaboración e incorporación en negocios u
organización determinados, en interés común de sus intervinientes.
Además, se previene que el contrato asociativo no produce una persona
jurídica, debería constar por escrito3 y no está individuo a inscripción en el
Registro.
Su objeto es producir y regular una interacción contractual entre 2 o más
personas, natural o jurídica, cuyo contenido es la ejecución de una actividad
empresarial en forma conjunta
En el artículo 439º de la misma regla se estricta que las piezas permanecen
forzadas a hacer, las contribuciones en dinero, bienes o servicios establecidos
en el contrato. Si no se hubiera indicado el costo de las contribuciones, las
piezas se hallan forzadas a realizar las que sean correctas para la ejecución
del comercio o compañía, en proporción a su colaboración en las utilidades.
La entrega de dinero, bienes o la prestación de servicios, se harán en la
posibilidad, el sitio y la manera fundada en el contrato. A falta de estipulación,
rigen las reglas para los aportes establecidas en la presente ley, en cuanto le
sean aplicables.
1.1. LA ASOCIACION EN COLABORACIÓN COMO CONTRATO
ASOCIATIVO REGULADO EN LA LEY GENERAL DE COMUNIDADES

La regulación de este contrato está recogida en los artículos 440º al 444º de la


Ley General de Comunidades.
El artículo 440º define al Contrato de agrupación en colaboración como ese
contrato por el que una persona, llamada asociante concede a otra u otras
personas llamadas asociados, una colaboración en el resultado o en las

45
utilidades de uno o de diversos negocios o organizaciones del asociante, a
cambio de cierta contribución.
En lo cual respecta a las propiedades que debería reunir este contrato se
puede consultar el escrito del artículo 441º de la Ley General de Comunidades,
el cual las menciona a continuación:

 El asociante actúa en nombre propio y la agrupación en colaboración no


posee razón social ni designación. En este sentido no se crea una persona
jurídica y el fisco tampoco le da un procedimiento para ser considerado
como tal, a diferencia de los consorcios en donde si es viable considerarlo
para efectos del Impuesto a la Renta como una persona jurídica, a tal punto
que se le puede otorgar un número de RUC libre.
 La administración del comercio u organización corresponde exclusiva y
exclusivamente al asociante y no existe interacción jurídica entre los terceros
y los asociados. Ello determina que ante terceras personas el asociado no
posee presencia ni visibilidad, toda vez que podría ser una especie de socio
oculto.
En este punto coincidimos con ROMAN TELLO una vez que estricta que “El
asociante debería encargarse de la administración de su organización con la
diligencia respectiva, no siendo válidamente que delegue el cumplimiento de
esta obligación a un tercero. Asimismo, debemos señalar que el asociante no
puede abandonar la administración del comercio, salvo que celebre un contrato
de cesión de posición contractual”.

 Los terceros no adquieren derechos ni asumen obligaciones ante los


asociados, ni dichos frente a esos. Ello es un efecto de lo indicado en el
punto anterior, toda vez que no poseen ni una representatividad, además
recordemos que el asociante es la parte activa del contrato. “Se desprende
esta característica de la actuación del asociante en nombre propio en el
desarrollo del comercio u organización. Él es el individuo de los derechos y
obligaciones que la actividad empresarial materia del contrato haga ante
terceros. Lo que no impide que el asociado logre producir estos vínculos,
más que nada obligaciones, en determinadas situaciones”.
 El contrato puede decidir la manera de fiscalización o control a ejercerse
por los asociados sobre los negocios u organizaciones del asociante que
son objeto del contrato. Ello determina que, en la situación del asociado,
puede implantar por medio de contrato cualquier tipo de control, debiendo
éste examinar las ocupaciones realizadas por el asociante
 Los asociados poseen derecho a la rendición de cuentas al término del
comercio llevado a cabo y al término de cada ejercicio. Ello en un programa
propio de transparencia elaborada en la administración.
Sobre la independencia de asociar, observamos que el artículo 442º de la Ley
General de Comunidades estricta que el asociante no puede atribuir

46
colaboración en el mismo comercio o compañía a otras personas sin el
consentimiento expreso de los asociados, ello por un asunto de exclusividad8.
El artículo 443º de la Ley General de Comunidades regula la presunción de
propiedad de los bienes contribuidos. Ahí se sugiere que, respecto de terceros,
los bienes contribuidos por los asociados se presumen de propiedad del
asociante, salvo esos que estén inscritos en el Registro a nombre del asociado.
Al final, el artículo 444º de la regla materia del presente comentario regula el
asunto de las Participaciones y casos especiales
Salvo pacto en opuesto, los asociados participan en las perdidas en la misma
medida en que participan en las utilidades y las pérdidas que los afecten no
exceden el importe de su contribución. Se puede convenir en el contrato que
una persona participe en las utilidades sin colaboración en las perdidas, así
como que se le atribuya colaboración en las utilidades o en las perdidas sin que
exista una cierta contribución.
Sobre el asunto tributario indicamos que en la situación del contrato de
sociedad en colaboración como se ha indicado antes, no se crea una persona
jurídica ni tampoco las dos piezas poseen control directo en el comercio, sino
que solo el asociante es el que le tiene la dirección del comercio. Ello por el
producido que hablado contrato no está recogido en el artículo 65º de la Ley
del Impuesto a la Renta, como si sucede con los contratos de consorcio y joint
venture. En esta parte coincidimos con VILLANUEVA GUTIERREZ una vez
que rigurosa lo próximo
“Por esta razón, sabemos que el Reglamento de la Ley del IGV ha señalado
que el contrato de agrupación en colaboración no es considerado para sus
efectos como un contrato de participación empresarial. Y es que, respecto de
esta modalidad contractual, no se necesita acudir a la ficción legal de que el
contrato en sí mismo sea un ente diferente a las piezas, puesto que tanto el
asociado como el asociante poseen vida jurídica propia y distinta”.
1. 2. CIERTOS PUNTOS CONTABLES DEL CONTRATO DE SOCIEDAD
EN COLABORACIÓN
Al comprobar la normatividad contable vinculada con el asunto de los Contratos
de Sociedad en Colaboración, apreciamos que éstos se reconocen
implementando la NIIF 9 Artefactos Financieros; para el asociante representará
un activo financiero y para el asociado representará un pasivo financiero.

1. 3. EL CONTRATO DE CONSORCIO
Resulta interesante la especificación histórica que VILLANUEVA GUTIERREZ
explica con en interacción a esta clase de contrato. El menciona que “El
consorcio como modalidad contractual ha surgido en la ideología italiana a

47
objetivo del fenómeno económico de la coalición de organizaciones, que versa
sobre las restricciones contractuales de la independencia de concurrencia. En
otras palabras, la tendencia de las organizaciones de coordinar sus recíprocas
interrelaciones de competencia en el mercado, en los entornos de sus propias
ocupaciones y con el fin de encarar conjuntamente el mercado. En este
fenómeno económico de la coalición de organizaciones, se explica a los
carteles, conjuntos industriales y los consorcios”.
La Ley General de Comunidades sugiere en su artículo 445º con respecto al
contrato de consorcio lo próximo:
“Es el contrato por el que 2 o más personas se asocian para participar en forma
activa y directa en un determinado comercio o compañía destinados a obtener
un beneficio económico, manteniendo cada una su propia soberanía.
Corresponde a cada integrante del consorcio hacer las ocupaciones propias del
consorcio que se le encargan y esas a que se ha comprometido. Al realizarlo,
debería coordinar con los demás miembros del consorcio conforme a los
métodos y mecanismos previstos en el contrato”.
Con en relación a la afectación de los bienes al consorcio, el escrito del artículo
446º de la Ley General de Comunidades sugiere que “Los bienes que los
miembros del consorcio afecten al cumplimiento de la actividad a que se han
comprometido, continúan siendo de propiedad única de dichos. La compra
conjunta de determinados bienes se regula por las normas de la copropiedad”.
Un punto que conviene destacar es que el consorcio al no producir una
persona jurídica no puede registrar bienes en los registros públicos,
fundamento por el que, si las piezas del consorcio adquieren un transporte o un
inmueble, en los dos casos se determina la copropiedad y el registro que
corresponde va a ser a favor de todos los copropietarios en los porcentajes
acordados a su colaboración.
En lo cual respecta a la relación con los terceros y las responsabilidades, el
artículo 447º nos estricta que “Cada integrante del consorcio se vincula
individualmente con terceros en el manejo de la actividad que le corresponde
en el consorcio, adquiriendo derechos y aceptando obligaciones y
responsabilidades a título especial. Una vez que el consorcio contrate con
terceros, la responsabilidad va a ser solidaria entre los miembros del consorcio
solo si de esta forma se pacta en el contrato o lo dispone la ley”.
Sobre los sistemas de colaboración, el artículo 448º de la Ley General de
Comunidades estricta que “El contrato tendrá que entablar el régimen y los
sistemas de colaboración en los resultados del consorcio; de no realizarlo, se
entenderá que es en piezas iguales”.
1.4. CIERTOS PUNTOS CONTABLES DEL CONTRATO DE CONSORCIO

48
Al verificar la normatividad contable vinculada con el asunto de los consorcios
observamos a la NIC 28 Inversiones en Relacionadas y Negocios conjuntos, la
cual define en su párrafo 3 a los negocios conjuntos como un pacto grupo por
medio del cual las piezas que tiene el control grupo del consenso poseen
derecho a los activos netos del consenso.
Rigurosa además sobre el concepto control grupo indicando que es el reparto
del control contractualmente decidido de un convenio, existente solo una vez
que las elecciones sobre las ocupaciones importantes necesitan el
consentimiento unánime de las piezas que comparten el control grupo.
Para una mejor comprensión de la definición previamente señalada, realizamos
una concordancia y nos remitimos a la NIIF 10 Convenios Conjuntos, esta regla
trata con más grande detalle los convenios conjuntos, los cuales poseen las
próximas propiedades:

 Las piezas permanecen forzadas por un convenio contractual (Contrato


de Consorcio)
 El consenso contractual da a 2 o bastante más de estas piezas, control
grupo sobre el consenso.
De igual manera muestra que un convenio grupo es o una operación conjunta o
un comercio grupo; siendo estas definiciones y requisitos aplicables a los
Contratos de Consorcio (sin contabilidad sin dependencia o con contabilidad
sin dependencia).
2. LA INDEPENDENCIA CONTRACTUAL
Al tener la naturaleza jurídica de contratos, los de participación empresarial se
rigen por un inicio importante, la independencia contractual.
La independencia contractual, regulada por el artículo 1354 del Código Civil,
determina que los individuos o piezas en un contrato, poseen derecho a
implantar libremente su contenido, o sea, a fijar las condiciones y obligaciones
que derivan del contrato. Sin embargo, como todo derecho, la independencia
contractual no es irrestricta, por lo cual el propio artículo 1354 prevé que, al
configurar su contrato, las piezas dependen de las fronteras que fijen las reglas
legales de carácter imperativo, o sea, esas que son de inevitable cumplimiento.
Veamos qué dice el artículo 1354º del Código Civil:

“LIBERTAD CONTRACTUAL” Artículo 1354º.- Las piezas tienen la posibilidad


de decidir libremente el contenido del contrato, continuamente que no sea
opuesto a regla legal de carácter imperativo”. De la mano con el artículo 1354º,
poseemos al artículo 1356º:
“Primacía de la voluntad de contratante” Artículo 1356.- Las posiciones de la
ley sobre contratos son supletorias de la voluntad de las piezas, salvo que sean

49
imperativas”. La independencia contractual involucra que, en todo contrato, las
piezas poseen derecho a implantar los pactos o estipulaciones que tomen en
cuenta convenientes a sus intereses, en las fronteras que ordena nuestra ley.
Como observaremos posteriormente, la independencia contractual es
primordial para entablar que las condiciones de un contrato asociativo, como el
de sociedad en colaboración, dependan, prácticamente, de lo cual decidan las
piezas, continuamente que no contravengan posiciones legales de forzoso
cumplimiento.
3. EL PROCEDIMIENTO TRIBUTARIO DE LA SOCIEDAD EN
PARTICIPACION EN LA LEGISLACIÓN DEL IMPUESTO A LA RENTA
3. 1. ESTUDIO DE LA AFECTACIÓN TRIBUTARIA POR LA
TRANSFERENCIA DEFINITIVA DE BIENES DEL ASOCIADO A FAVOR DEL
ASOCIANTE
Al hacer una revisión del artículo 443º de la Ley General de Comunidades,
observamos que ahí se sugiere como presunción que los bienes que han sido
entregados al asociante por parte del asociado, se piensan como de propiedad
del primero de los nombrados, lo que determina que dicha entrega involucra
una transferencia de tipo definitivo, lo que se encuadra en los alcances de lo
dispuesto en el artículo 5º de la Ley del Impuesto a la Renta, el cual rigurosa
que para efectos de esa regla, “se entiende por enajenación la
comercialización, permuta, cesión definitiva, expropiación, aporte a
comunidades y, generalmente, todo acto de disposición por el cual se transmita
el dominio a título oneroso”.
En este sentido, si se ha producido la entrega de un bien de parte del asociado
a favor del asociante de forma definitiva, ello determinaría que esa
transferencia determina que se cumpla con hacer el pago a cuenta mensual en
el período que corresponda la entrega y finalmente de ejercicio se determinará
la ganancia descontando el precio computable de comentado bien.
3. 2. ESTUDIO DE LA AFECTACIÓN TRIBUTARIA POR LA CESIÓN EN
USO DE BIENES DEL ASOCIADO A FAVOR DEL ASOCIANTE
En esos bienes que no hayan sido transferidos en propiedad de parte del
asociado al asociante, sino que hayan sido cedidos, ello puede ofrecer pie a
contratos que otorguen un derecho de uso del bien, usufructo o
aprovechamiento de frutos, área de un lugar o cualquier mecanismo por medio
del cual solo se cumple con dar la posesión del bien.
Sobre este asunto ROMAN TELLO sugiere que “(…) no es necesario que todos
los bienes que entregan los asociados como ‘contribuciones’ pasen a
propiedad del asociante, pues sencillamente se puede pactar el derecho de
uso, usufructo, área o la transferencia de la posesión sobre el bien materia de
la contribución”.

50
3.3. ESTUDIO DE LA AFECTACIÓN TRIBUTARIA POR LA ENTREGA DE LA
COLABORACIÓN POR PARTE DEL ASOCIANTE AL ASOCIADO
Tomando en importancia que bajo esta modalidad contractual el asociante
constituye una sección activa del contrato, va a ser éste el que le registre en su
contabilidad todas las ganancias causados respecto de las ventas efectuadas
por el comercio, al igual que la integridad de los costos incurridos en el
comercio. Ello determina que cada una de las facturas que se emitan tienen
que contener los datos del propio contribuyente.
Coincidimos con lo señalado por TALLEDO MAZÚ una vez que estricta que
“Como el asociante actúa en nombre propio, la contabilidad del comercio o
compañía es llevada por él en nombre propio. No es viable a partir de un
criterio legal, que la agrupación en colaboración lleve contabilidad distinta del
asociante. lo cual no impide que las piezas tienen la posibilidad de convenir
que el asociante, en su contabilidad, lleve cuentas especiales para el mejor
control de las operaciones que conciernen al interés común”. Una vez que
termina el contrato de agrupación en colaboración y se determina el reparto de
los ingresos conseguidas, entre el asociante y el asociado, para que el
asociante puede justificar la salida de dinero que le entrega al asociado, éste
último tendrá que consumar con la emisión de una factura, la cual va a ser
entregada al asociante para que puede utilizarlo en su contabilidad como
soporte del gasto respectivo, ello al amparo de lo señalado por el artículo 6º de
la Resolución de Superintendencia Nº 024-2000/SUNAT. La RTF Nº 00732-5-
2002 determina en uno de sus considerandos lo próximo: “Que, en la situación
de autos, la frecuente no ha emitido el comprobante de pago por criterio de la
colaboración de Inmobiliaria Julia S.A., como lo pide la Ley del Impuesto a la
Renta lo que acreditaría que el gasto se hizo efectivamente, por lo cual, al no
hallarse debidamente sustentado, el gasto no es deducible para efectos del
Impuesto a la Renta”. Esta colaboración se encontraría gravada con el
Impuesto a la Renta para el individuo que es considerado el asociado, toda vez
que hablamos de una ganancia producto de una cierta inversión en un
comercio. El mismo ingreso no está gravado con el IGV, toda vez que no
responde a una operación de comercialización de bienes muebles en el
territorio ni tampoco constituye una prestación de servicios.
4. EL PROCEDIMIENTO TRIBUTARIO DE LA SOCIEDAD EN
PARTICIPACION EN LA LEGISLACIÓN DEL IMPUESTO GENERAL A LAS
VENTAS
4. 1. EN LA SITUACIÓN DE OPERACIONES DONDE OCURRA LA
TRANSFERENCIA DEFINITIVA DE BIENES DEL ASOCIADO A FAVOR DEL
ASOCIANTE
El contrato de agrupación en colaboración constituye un convenio en medio de
las piezas contratantes, las cuales por naturaleza son generadores de rentas

51
de tercera categoría que obtengan, de tal forma que si hay operaciones entre
las dos piezas y éstas concuerdan con la conjetura de incidencia reflejadas en
el artículo 1º de la Ley del Impuesto General a las Ventas debe aplicársele el
IGV.
Es más, si se generan operaciones en las cuales exista la transferencia de los
bienes por medio de los aportes que haga el asociado al asociante, bajo la
modalidad de transferencia definitiva de propiedad, ello implicará que se grave
con el IGV por tratarse de una operación tipificada en el literal a) del artículo 1
de la Ley del IGV, el cual estricta lo próximo:
Artículo 1 – Operaciones gravadas El Impuesto General a las Ventas grava las
próximas operaciones: a) La comercialización en el territorio de bienes
muebles. (…) En concordancia con lo señalado en el numeral anterior se
debería hacer una concordancia con lo dispuesto en el literal a) del artículo 3º
de la Ley del IGV, el cual tiene la definición del término Comercialización,
precisando que el mismo es: “1. Todo acto por el cual se transfieren bienes a
título oneroso, independientemente de la denominación que se dé a los
contratos o negociaciones que originen dicha transferencia y de las condiciones
pactadas por las piezas. Se hallan comprendidas en el párrafo anterior las
operaciones sujetas a condición suspensiva en las cuales el pago se genera
con anterioridad a la vida del bien. Además, se estima comercialización las
arras, depósito o garantía que superen el límite predeterminado en el
Reglamento”. En dicha misma línea el numeral 3 literal a) del artículo 2º del
Reglamento de la Ley del IGV, tiene la definición del término Comercialización,
indicando que se estima comercialización: “Todo acto a título oneroso que
conlleve la transmisión de propiedad de bienes, independientemente de la
designación que le den las piezas, como por ejemplo comercialización
propiamente esa, permuta, dación en pago, expropiación, adjudicación por
ruptura de comunidades, aportes sociales, adjudicación por remate o cualquier
otro acto que conduzca al mismo fin”. Debemos determinar que el escrito del
tercer párrafo del artículo 38º de la Ley del Impuesto General a las Ventas,
recoge el inicio de traslación del impuesto y sugiere de forma expresa lo
próximo: “El cliente el bien, el cliente del servicio incluyendo a los arrendatarios
y subarrendatarios, o el que le encarga la creación, permanecen forzados a
admitir el traslado del Impuesto”. Bajo los alcances de lo señalado en el
numeral anterior y en concordancia con el estudio del contrato de agrupación
en colaboración materia del presente informe, se observa que en esas
operaciones en las cuales corresponda la entrega de bienes en propiedad por
parte del asociante al asociado, ello determina que se encontrarán afectos al
pago del IGV y por aplicación del Inicio de traslación, el Impuesto General a las
Ventas debería ser trasladado a la otra parte, emitiendo para eso una fasten la
situación de operaciones que califican como aportes de bienes a título de uso
y/o disfrute del asociado a favor del asociante. Situación distinta se muestra en
la situación de las operaciones en las cuales exista de por medio aportes de

52
bienes, tomando en cuenta la modalidad de aportes a título de uso y/o disfrute
del asociado al asociante, debido a que esta operación no está gravada con el
IGV, toda vez que no clasifica como una operación de comercialización. A
pesar de que no hablamos de una comercialización, este aporte conforme con
la modalidad descrita antes se encontrará afecto al pago del IGV,
continuamente que el asociado y el asociante, sean organizaciones vinculadas
y el bien mueble aportado sea un activo fijo del asociado, en cuyo caso se
gravará esa operación como si se tratara de un servicio. A esta figura en la
ideología se le nombra “retiro de servicios”. Lo mencionado en el punto anterior
está regulado en el escrito del artículo 3, inciso c) numeral 2, primer párrafo de
la Ley del IGV, el cual comprende como servicio a la entrega a título gratuito
que no implique transferencia de propiedad, de bienes que componen el activo
fijo de una compañía vinculada económicamente a otra, en cuyo caso se toma
como base imponible el costo de mercado del arrendamiento de estos bienes.

CONCLUSIONES:

 Como tenemos la posibilidad de ver después de este breve repaso por


los contratos asociativos regulados en la Ley General de comunidades,
todos ambos tipos está dirigido a diferentes modelos de inversión
conjunta. Mientras tanto que la sociedad en colaboración es un contrato
por el que una persona puede, de cierto modo, captar inversiones para
un comercio que tiene intenciones de desarrollar a cambio de
53
colaboración en los resultados, el consorcio está diseñado para el
desarrollo de negocios conjuntos, en los que las dos piezas asuman los
peligros del mismo y además sean piezas activas del desarrollo del
comercio, manejando, cada una, una sección distinta del proceso de
producción del comercio.
 En el medio peruano, queda predeterminado que la Ley General de
Comunidades apartándose de la propia anterior regla societaria,
introduce noticias dignas de atención, la primera de ellas es que, por
primera ocasión, se regulan de modo general los contratos asociativos,
construyendo normativamente un género de contratos que no se agotan
con los disciplinados en la Ley General de Comunidades: sociedad en
colaboración y consorcio.
 El primero de ellos queda definido como el contrato por el que una
persona, llamada asociante concede a otra u otras personas llamadas
asociados, una colaboración en el resultado o en las utilidades de uno o
de diversos negocios o organizaciones del asociante, a cambio de
determinadas contribuciones.
 Mientras tanto que, además se regula de modo extenso el contrato de
consorcio que, todo parece indicar, alude al JOINT VENTURE, se define
como un contrato asociativo en ventaja del cual 2 o más personas se
asocian para participar en forma activa y directa en un determinado
comercio o organización, destinados a obtener un beneficio económico,
empero manteniendo cada una su propia soberanía, correspondiéndole
a cada integrante hacer las ocupaciones propias del consorcio que se le
encargue y esas a las que se ha comprometido, no obstante, para
ciertos autores sostienen que no se ha tenido el debido cuidado al
instante de legislar, con el argumento de que hablamos de 2
instituciones diversas.

RECOMENDACIONES:

 En nuestro tiempo, los fenómenos como la revolución digital, la


globalización, y sistemas de PCS, fibra óptica y multimedia, modifican
las redes de producción, servicios y consumo, disponemos, actualmente,

54
de una economía universal en la que se puede ocasionar y vender todo,
en cada una de piezas, en todo instante, sin embargo, la expansión del
liberalismo, el capitalismo sin parámetros: economía independiente,
desregulación, privatización, se tiene como primordial objetivo la
eficiencia, el aumento de la compañía ha sido la respuesta a dichos
hechos y fue de tal magnitud que ha superado las fronteras de sus
territorios nacionales; hoy, las organizaciones famosas no requieren
enormes recursos naturales, toman capital de bancos y bolsas
internacionalmente y tienen la posibilidad de trasladar sus operaciones a
cualquier parte del mundo siendo las multinacionales los enormes
actores de este proceso, es por esto, frente a esta tipo de necesidad y
cambios económico sociales, que nace la respuesta jurídica para las
diversas interrelaciones que se crearán entre estas organizaciones: los
contratos asociativos.

BIBLIOGRAFÍA

 FERRERO DIEZ CANSECO, Alfredo. “Algunos apuntes sobre los


contratos asociativos y su tratamiento en la Ley General de Sociedades
peruana”. En Ius et Veritas. N° 18, año 1999. Pp. 56-66

55
 SANPER ASESORES. La sinergia empresarial: concepto tipos y
posibilidades. Año 2013. Consulta hecha 09 de junio de 2020

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 PACHECO, Juan Alberto. Los contratos asociativos y su importancia en


la formación de las HUB. Año 2019. Consulta hecha el 10 de junio de
2020.

ANEXO

CASO PRACTICO
RESOLUCIONES DEL TRIBUNAL FISCAL- ASOCIACIÓN EN
PARTICIPACIÓN
RTF Nº 00474-5-2000

56
Se revoca en parte la apelada, en cuanto al reparo de las facturas registradas
después de dos meses de su emisión, debido a que mediante RTF anterior que
constituye jurisprudencia de observancia obligatoria, se ha dejado establecido
que exceder el plazo de dos meses previsto en el Reglamento de la Ley del
IGV para la anotación de las adquisiciones en el Registro de Compras, no
implica que se pierde el derecho a deducir el crédito fiscal, ya que ello
vulneraría lo dispuesto en la Ley del referido impuesto que no condiciona el
ejercicio del mencionado derecho. Asimismo, se declara nula e insubsistente
en lo referido al reparo de las facturas emitidas por operaciones de compra
efectuadas por una asociación en participación, debiendo la Administración
emitir nuevo pronunciamiento, ya que se tendrá que verificar si las operaciones
de compra contenidas en éstas corresponden a la realización de un contrato de
asociación en participación entre el recurrente y una de las empresas que
formaban la mencionada asociación, a fin si procede la utilización del crédito
fiscal. Por otro lado, se confirma respecto de los extremos referidos a
comprobantes de pago que no pertenecen al giro del negocio, diversos gastos
y facturas que no desagregan el impuesto, debido a que el recurrente no ha
presentado documentación alguna que desvirtúe los mismos. Finalmente, se
mantienen los extremos relacionados con boletas de venta que no sustentan el
crédito fiscal y comprobantes de pago no consignados en el Registro de
Compras, ni declaradas como crédito fiscal, ya que según lo dispuesto en la
R.S. N° 067-93-EF/SUNAT, las boletas de venta no pueden utilizarse para
sustentar gastos y/o costos para efecto tributario y, los referidos comprobantes
de pago efectivamente no fueron registrados, respectivamente.
RTF Nº 00026-1-2000
Se declara nula e insubsistente la apelada, debido a que, al existir un contrato
de asociación en participación, es necesario que se verifique si las operaciones
han sido contabilizadas por uno de los asociantes o por la asociación en
participación, así como si la productora de oro ha contabilizado la exportación
de este mineral como ingreso o venta al refinador. Asimismo, la emisión de
notas de crédito al productor de oro, no es elemento suficiente como para
presumir que entre éste y el productor de oro hubo una venta.
RTF Nº 01827-2-2002
Se declara infundada la queja. La quejosa indica que no puede cumplir con el
mandato de retención dictado por la Administración en el procedimiento de
cobranza coactiva seguido contra Grupo Grande, debido a que el importe que
debe pagarle por concepto del contrato de asociación en participación
celebrado entre ambas empresas debe destinarlo al pago del arrendamiento
del local que ocupa, de acuerdo a un addendum del contrato de arrendamiento
suscrito por la ejecutada (Grupo Grande) y Condominio Seminario Fosca. Se
indica que, al no existir cesión de posición contractual en el contrato de
arrendamiento, la quejosa no es parte de dicha relación contractual por lo que

57
no es deudora respecto del arrendador, de modo que el pago que efectúa lo
hace a nombre de la ejecutada; en cambio, se precisa que la quejosa sí es
deudora de la ejecutada por lo que el importe que le debe pagar debe ser
entregado a la Administración. Se precisa que el pago de obligaciones
tributarias tiene prelación respecto del pago de la renta por alquiler del
inmueble (al no ser un derecho inscrito).
RTF Nº 00656-5-2003
Se declara nulo el valor emitido por IGV de setiembre de 1994 y la multa
vinculada, por no estar autorizada la SUNAT a fiscalizar dicho periodo de
acuerdo con el artículo 81 del Código Tributario, estableciéndose que en el
presente caso el hecho de haber requerido información de setiembre de 1994
no invalida el requerimiento, pues la determinación del crédito fiscal de los
meses posteriores a setiembre que sí podían ser fiscalizados arrastraba saldos
a favor de períodos anteriores. Se confirma la apelada en lo que se refiere a los
reparos al IGV de octubre de 1994 a febrero de 1995 y a las multas vinculadas,
al desvirtuarse lo alegado por el recurrente en el sentido de que la información
requerida por la SUNAT, cuya falta de presentación originó que se le
efectuaran los reparos al crédito fiscal, pertenecía a un grifo de propiedad de
una empresa con la cual suscribió un contrato de asociación en participación,
pues dicho contrato no tenía las características de tal, estableciéndose, entre
otras cosas, que el recurrente se haría cargo del negocio durante un tiempo
determinado y que le correspondería el 100% de utilidades, por lo que se
concluye que el recurrente era sujeto del impuesto. Se declara nula e
insubsistente la apelada en el extremo referido al valor girado por Impuesto a la
Renta de 1994, para que SUNAT emita nuevo pronunciamiento, pues el reparo
a dicho impuesto lo hizo por la diferencia entre el crédito fiscal declarado por el
recurrente y el determinado por la Administración, no obstante que lo que
correspondía era identificar las bases imponibles vinculadas con las
operaciones que, por no contar con sustento, generaron el desconocimiento del
crédito fiscal.
RTF Nº 01165-3-2004
Se confirman los reparos por deducción excesiva de la pérdida por el contrato
de asociación en participación, dado que en respuesta del requerimiento de
fiscalización, la recurrente señaló que dedujo de la base imponible del
Impuesto a la Renta 1999, el 30% de la pérdida obtenida del contrato de
asociación en participación celebrado con la empresa Constructora Upaca S.A.,
la diferencia reparada por la Administración se encuentra arreglada a ley. Se
declara nula e insubsistente respecto de los reparos al costo de enajenación y
descuentos detraídos de las cuentas de resultados, toda vez que a fin de
establecer el valor de mercado de la retroexcavadora cargadora, previamente
debe verificarse si constituye un bien sobre el cual se realizan transacciones
frecuentes, por lo que no advirtiéndose de autos elemento alguno que

58
permitiera verificar tal asunto, corresponde que la Administración sustente
previamente dicho aspecto del reparo. Se verifica que la recurrente aplicó la
tasa de 10% al valor en libros del bien materia de análisis, por lo que la
aplicación de la tasa de depreciación del 20% considerada por la
Administración se encuentra arreglada a ley, correspondiendo que considere
igualmente dicha tasa en la determinación de la depreciación anual del 1999.
Se confirman los reparos por gastos no deducibles toda vez que al cierre del
requerimiento de fiscalización la recurrente se limitó a indicar el destino de
dichos gastos, sin adjuntar la documentación sustentatoria de los mismos, no
presentando la recurrente los documentos que acreditaran la vinculación de los
gastos reparados con la producción de la renta gravada, corresponde mantener
tales reparos. Se declara nula e insubsistente respecto de los reparos por
descuentos detraídos de las cuentas de resultados, no estaría acreditado que
la recurrente haya omitido registrar ingresos por descuentos, rebajas y
bonificaciones obtenidos en el 1999, por lo que la Administración verificará y
emitirá nuevo pronunciamiento.
RTF: 01452-2-2004
Confirma la resolución apelada. La materia en controversia consiste en
determinar si la recurrente en su calidad de asociante de una asociación en
participación, podía utilizar como crédito contra el Impuesto a la Renta de
tercera categoría, los pagos a cuenta efectuados a nombre de la asociación en
participación. Del análisis de las normas aplicables, en especial de las
modificaciones dispuestas por los artículos 3° y 11° de la Ley N° 27034, se
tiene que tuvieron la finalidad de excluir a las asociaciones en participación de
los entes comprendidos en el último párrafo del artículo 14° de la Ley del
Impuesto a la Renta, en tal sentido, cabe interpretar que el inciso k) del artículo
14° de dicha ley, incorporado por el artículo 2° de la Ley N° 27034, no
consideró a las asociaciones en participación como contribuyentes del
impuesto, al no haberlas mencionado expresamente. De otra parte, del análisis
de la Resolución de Superintendencia N° 042-2000/SUNAT, no se desprende
que la recurrente en su calidad de asociante estuviera facultada a utilizar como
crédito contra el Impuesto a la Renta, los pagos a cuenta efectuados a nombre
de la asociación en participación, no siendo válido interpretar que el hecho que
no se haya establecido una disposición que prohíba o restrinja dicha posibilidad
signifique que sí se encontraba facultada a hacerlo, pues de acuerdo con las
normas aplicables y las características esenciales del contrato de asociación en
participación, no podía considerarse que durante el período materia de análisis
(2000), las asociaciones en participación hayan tenido la calidad de
contribuyentes del impuesto.
RTF Nº 01011-3-2004
Se confirma la apelada en lo referente a los reparos al Impuesto General a las
Ventas por operaciones atribuidas a contratos de asociación en participación

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por corresponder a contratos de compraventa y prestaciones de servicios, dado
que al cierre del requerimiento de fiscalización, la recurrente no presentó los
contratos de asociación en participación de algunos periodos y que los
contratos presentados carecen de fecha de celebración, no pudiendo
establecerse con certeza los períodos a los que resultan aplicables, y por tanto
no queda acreditado que estuvieran vigentes por los ejercicios materia de
análisis. Se confirman los reparos a las cuentas de cobranza dudosa, toda vez
que la recurrente presentó un detalle en el que incluyó el nombre del cliente,
número de RUC, número y tipo de comprobante emitido, lo cual no acredita
que se haya configurado alguno de los supuestos contemplados por el inciso f
del artículo 21 del reglamento de la Ley del Impuesto a la Renta. Se confirman
los reparos a los gastos de viaje, gastos extraordinarios y otras cargas
excepcionales, así como a la bonificación extraordinaria otorgada a sus
trabajadores y por pagos al IPSS, toda vez que no han sido sustentados por la
recurrente durante la fiscalización. Se confirman los reparos a las diferencias
de cambio por las cuotas de leasing no devengadas al 31 de diciembre de
1998, debido a que sólo constituyen gasto deducible para la determinación de
la renta imponible las cuotas devengadas por el arrendamiento financiero, mas
no así las diferencias de cambio por las cuotas pendientes de cancelación, al
no haberse devengado el gasto, y que sólo constituyen gasto deducible las
cuotas devengadas y por ende las diferencias de cambio asociada a aquellos
montos. Se confirman los reparos por exceso de depreciación cargado a
resultados dado que en ningún caso pueden hacerse incidir en un ejercicio
gravable depreciaciones de ejercicios anteriores.
RTF N° 4318-5-2005
En las operaciones que originan la acotación constituyen la primera venta de
inmuebles realizada por su constructor, no tratándose de un contrato asociativo
pues no existe una finalidad común entre los contratantes pues sus intereses
son distintos (de un lado, la construcción de un edificio para la posterior venta
de departamentos y, del otro, la adquisición de departamentos). En este caso,
la recurrente adquirió la titularidad del 87.5% del terreno de propiedad de una
persona natural, en virtud de un contrato denominado “transferencia de
acciones y derechos por acuerdo asociativo de colaboración”, a cambio de lo
cual dicha persona debía recibir US$ 220,000 y la propiedad exclusiva de un
departamento y estacionamientos en el edificio multifamiliar que la recurrente
construiría en el terreno; en virtud de posteriores adiciones, y con el previo
consentimiento de la ex propietaria del terreno, la recurrente transfirió a otras
personas determinados porcentajes de sus derechos y acciones sobre la
propiedad del inmueble a construir, pactándose en el contrato como utilidades
la entrega de los departamentos que se construirían sobre el terreno,
estableciendo el Tribunal que tal entrega no califica como utilidad, tratándose
más bien de contratos de compraventa.

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La diferencia principal entre el contrato de asociación en participación y el
contrato de consorcio es que en este último todos los consorciados participan
en las actividades que constituyen el negocio.
Usualmente, se designa a un administrador o representante común del
consorcio, a quien se otorgan facultades de representación en nombre de los
miembros del consorcio.
RTF N° 3199-3-2005
Se acumulan los expedientes por guardar conexión entre sí. Se revocan las
apeladas por el reparo por diferencias entre los ingresos registrados y
declarados provenientes de los contratos de asociaciones en participación y de
colaboración empresarial. Se señala que si bien en los contratos materia de
autos se hace referencia a que la gestión del negocio correría a cargo de una
de las partes (asociante), quien llevaría la contabilidad y los balances del
negocio, no se tratan de características privativas del contrato de asociación en
participación toda vez que en los contratos de consorcio, las partes también
pueden acordar que la administración del negocio sea llevado por una de ellas,
en tal sentido, siendo que no estamos frente a contratos de asociación en
participación, y dado que la Administración no ha aportado mayores elementos
de prueba que indiquen lo contrario, procede levantar los reparos.
RTF Nº 04124-4-2006
Se revoca la apelada que declaró infundada la reclamación formulada contra
Resolución de Determinación sobre Impuesto General a las Ventas de agosto a
diciembre de 2001, y Resoluciones de Multa por la infracción tipificada en el
numeral 1 del artículo 178° del Código Tributario, puesto que la Administración
consideró la existencia de una operación de arrendamiento de máquinas
tragamonedas gravada con el Impuesto General a las Ventas, sin embargo no
ha evidenciado su existencia siendo que se basa en un “Recibo de Aporte de
Inversión de Capital” mediante el cual la recurrente descuenta a su socio en
una asociación en participación parte de sus utilidades por el costo de las
máquinas tragamonedas que servirían como aporte a la asociación. Asimismo,
se señala que las cartas de respuesta a los requerimientos de la Administración
suscritos por los conformantes de la asociación en participación, el valor de las
máquinas y el supuesto valor al cual se habría alquilado éstas, así como el
lugar de ubicación de las mismas, entre otros no abonarían en la tesis a la que
arriba la Administración.
RTF Nº 06193-8-2011
Se acumulan los expedientes. Se confirman las apeladas que declararon
infundadas las reclamaciones contra las resoluciones de multa giradas por la
infracción tipificada en el numeral 1 del artículo 176º del Código Tributario. Se
indica que el Contrato de Asociación en Participación presentado por el

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recurrente en que sustenta su pretensión carece de fecha cierta de acuerdo
con el 245º del Código Procesal Civil, pues no tiene legalización de firmas ni
fecha de suscripción certificada por notario o por alguna autoridad con
anterioridad a los periodos materia de acotación, por lo que no resulta idóneo
para desvirtuar que la recurrente era sujeto pasivo del mencionado impuesto, y
por lo tanto que se encontraba obligada a presentar las declaraciones juradas
del Impuesto a los Juegos de Casino y Máquinas Tragamonedas, por lo que al
encontrarse obligada a presentar las declaraciones juradas materia de autos,
se encuentra acreditada la comisión de la referida infracción.
RTF Nº 12134-8-2011
Se confirma la apelada que declaró fundada en parte la reclamación contra las
Resoluciones de Determinación y las Resoluciones de Multa giradas por
Impuesto General a las Ventas – IGV de enero a diciembre de 2003 y la
infracción tipificada en el numeral 2 del artículo 178º del Código Tributario, toda
vez que la operación realizada por la recurrente materia de reparo versa sobre
una prestación de dar temporal que realizó a favor de otra empresa, a título
oneroso y cuya retribución se considera renta de tercera categoría para efecto
del Impuesto a la Renta, por lo que se encuentra gravada con el IGV como
servicio. Se indica que este Tribunal admite la posibilidad que la Administración
establezca la realidad económica que subyace en un contrato que posee la
calidad de acto simulado, supeditando dicha actuación a la acreditación
fehaciente del negocio que en realidad ha llevado a cabo el contribuyente,
siendo que en este caso se encuentra acreditado que mediante la
contraprestación detallada en la factura observada no se retribuyó la
transferencia de la calidad de asociado en el contrato de asociación en
participación, ni de la propiedad del derecho administrativo de sustitución de
embarcación pesquera. Se menciona que los montos devueltos en exceso han
sido tomados como base de referencia de la determinación de las
Resoluciones de Multa impugnadas, por lo que estos valores se encuentran
arreglados a ley.
RTF Nº 14312-9-2013
Se confirma la apelada que declaró infundada la reclamación formulada contra
unas resoluciones de determinación y unas resoluciones de multa giradas por
el Impuesto General a las Ventas de octubre a diciembre de 2004 y febrero de
2005, y por la infracción tipificada en el numeral 1 del artículo 178° del Código
Tributario. Se señala que se mantiene el reparo al débito fiscal por cesión en
uso del permiso de pesca que no fue gravado con el Impuesto General a las
Ventas, toda vez que conforme a las cláusulas del contrato de asociación en
participación y al convenio de transferencia de participación la recurrente
recibió una contraprestación a cambio de permitir que otra empresa disfrute de
los derechos que otorga la autorización de incremento de flota, y porque dicha
operación constituye la prestación de un servicio prestado por la recurrente que

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se encuentra gravada con el Impuesto General a las Ventas. Se señala que el
contrato de asociación en participación tiene como elemento constitutivo que el
asociado participe de las utilidades del negocio, y que pierde su naturaleza
cuando se elimina tal elemento con el convenio de transferencia de
participación.
RTF Nº 18351-4-2013
Se revoca la apelada que declara infundada la reclamación contra las
resoluciones de determinación y de multa giradas por el Impuesto a la Renta e
Impuesto General a las Ventas y por la infracción tipificada en el numeral 1 del
artículo 178° del Código Tributario en el extremo referido al reparo por ingresos
omitidos al no ajustarse al valor de mercado referido al contrato suscrito con
uno de sus proveedores, en tanto la Administración no analizó en su conjunto
la naturaleza de diversos contratos que podrían justificar un valor distinto por el
servicio en relación al utilizado como comparable, confirmando la apelada en el
extremo referido al reparo por ingresos omitidos no ajustados al valor de
mercado respecto a otros proveedores, así como el reparo a los gastos
contenidos en diversas facturas por servicios que le fueron prestados al no
cumplir con el principio de causalidad, toda vez que la recurrente no podía
tomar el crédito fiscal y el gasto contenido en las facturas que se originaron por
concepto de pagos de arrendamiento de máquinas tragamonedas que aportó
como consecuencia de los contratos de asociación en participación suscritos
para la instalación de salas de juego, por cuanto en su calidad de asociado, no
le corresponde deducir gastos o costos del negocio, los que corresponden
únicamente al asociante.
INFORMES EMITIDOS POR LA SUNAT INFORME N° 234-2005-
SUNAT/2B0000
El inicio y/o desarrollo de un proceso de promoción de la inversión privada en
una empresa del Estado no constituye, en sí mismo, una causal de interrupción
y/o suspensión de la prescripción en el TUO del Código Tributario.
No obstante, ello, y en atención a lo dispuesto en el inciso g) del artículo 46°
del TUO del Código Tributario, toda vez que la Administración Tributaria se
encuentra impedida, por mandato del artículo 1° del Decreto Ley N° 25604, de
efectuar la cobranza de la deuda tributaria, la prescripción se suspenderá en
los siguientes casos:
Tratándose de empresas que hayan sido o sean declaradas en liquidación,
comprendidas en el proceso de promoción de la inversión privada bajo la
modalidad a que se refiere el literal d) del artículo 2° del Decreto Legislativo N°
674, esto es, cuando con motivo de su disolución y liquidación se efectúe la
disposición o venta de sus activos; aunque dicha modalidad concurra con otra.

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Tratándose de empresas comprendidas en el proceso de promoción de la
inversión privada bajo las modalidades señaladas en los literales a), b) y c) del
artículo 2° del aludido Decreto Legislativo (transferencia del total o de una parte
de sus acciones y/o activos; aumento de su capital; y, celebración de contratos
de asociación, “joint venture”, asociación en participación, prestación de
servicios, arrendamiento, gerencia, concesión u otros similares), siempre que la
COPRI (actualmente, PROINVERSIÓN) haya acordado de manera expresa
que no serán susceptibles de embargos preventivos ni de cualquier otra
medida cautelar, sin excepción, los bienes incluyendo acciones, participaciones
y derechos, que sean de propiedad o que estén en posesión de dichas
empresas, y dicho acuerdo haya sido publicado en el diario oficial “El Peruano”.
Lo anterior, sin perjuicio de que el cómputo de la prescripción se haya visto
anteriormente suspendido y/o interrumpa por alguna de las causales previstas
en los artículos 45° y 46° del TUO del Código Tributario.
Por otro lado, en el caso de empresas que no se encuentran comprendidas en
los supuestos antes señalados, el cómputo del plazo de prescripción deberá
efectuarse atendiendo a las causales de interrupción y suspensión detalladas
en los artículos 45° y 46° del citado TUO.
El cómputo del plazo de prescripción de la deuda tributaria, tratándose de
aquélla correspondiente a empresas comprendidas en el proceso de promoción
de la inversión privada exclusivamente bajo la modalidad prevista en el literal d)
del artículo 2° del Decreto Legislativo N° 674, se suspenderá a partir de la
expedición de la resolución suprema que define dicha modalidad; mientras que
en el caso de empresas en las que la referida modalidad concurre con otra, la
prescripción se suspenderá con la publicación en el diario oficial “El Peruano”
del acuerdo de la COPRI (actualmente PROINVERSIÓN) sobre la disolución y
liquidación de la empresa, salvo que en dicha publicación se establezca una
fecha posterior para la vigencia del acuerdo en mención.
En ambos casos, la suspensión de la prescripción se producirá durante todo el
proceso respectivo.
En el caso de la deuda tributaria correspondiente a empresas comprendidas en
el proceso de promoción de la inversión privada bajo las modalidades previstas
en los literales a), b) y c) del artículo 2° del Decreto Legislativo N° 674, la
prescripción se suspenderá con la publicación en el diario oficial “El Peruano”
del acuerdo de la COPRI (actualmente PROINVERSIÓN) en el que se
convenga la aplicación del artículo 1° del Decreto Ley N° 25604, salvo que en
dicha publicación se establezca una fecha posterior para la vigencia del
referido acuerdo.
Dicha suspensión se producirá hasta la conclusión del proceso de promoción
de la respectiva empresa.

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