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PUNTO 3. Intebi, Irene. Abuso sexual infantil en las mejores familias.

CAPÍTULO 5 “VÍCTIMAS: LA OTRA CARA DE LA MONEDA” .


¿Quiénes son las víctimas?

Las víctimas mayoritariamente, pertenecen al género femenino. 1 de cada 3 mujeres ha sido o será abusada
sexualmente por un miembro de su familia o algún allegado antes de cumplir los 18 años.

A los niños, jóvenes y adultos del sexo masculino, les ha resultado más difícil hablar de su victimización
presionados, por un lado, por modelo de masculinidad relacionado con la fuerza física y, por el otro, por la
expectativa social de que un varón debe cuidar de sí mismo y defenderse. El abuso atenta contra la
autoconfianza masculina, además lleva implícito el estigma de la homosexualidad. Estos estereotipos y los
mensajes de socialización colaboran para que los profesionales y los padres fracasen en identificar las señales
de alarma, aún cuando estás están presentes. Es frecuente que los varones abusados tengan mayor dificultad
para buscar ayuda y protección.

Estudios demuestran que el riesgo es mayor para las niñas. Una de cada cuatro niñas y uno de cada seis a
ocho varones han padecido abusos sexuales. Además, la proporción de abusos que las víctimas revelan es
muy pequeña y los familiares sólo requieren la intervención judicial en porcentajes más bajos. Muchas veces
los casos de victimización se denuncian por personas ajenas al grupo familiar.

Edad de las víctimas

Los niños son vulnerables a cualquier edad. A pesar de la amplia gama de edades en que ocurren estos
hechos, con frecuencia se asume que en lastimosamente niñas se da durante el comienzo de la pubertad, al
volverse más atractivas para los adultos. Decir que la vulnerabilidad de las niñas frente a las proposiciones
sexuales, aumenta a medida que adquieren características sexuales adultas, es incorrecto. Las experiencias
para los niños y las niñas por igual, se concentran en el periodo de la preadolescencia. La Edad Media de
comienzo para las niñas es a la temprana edad de 10,2 años. Los 8 años es la edad pico, y los periodos más
importantes se dan entre los 10 y los 12 años.

Estudios indican que los años de mayor vulnerabilidad son: los 10,4 años en una muestra de 531 niñas
victimización y los 15,4 años en la muestra de 215 varones.

Al analizar varios estudios, surge Otro aspecto característico del abuso sexual: las víctimas callan durante
bastante tiempo, y en contra de cierta lógica, no se defienden y piden ayuda. Sólo en el grupo de los más
pequeños, hay un número significativo de casos que se registran cuando se produce el primer incidente,
aunque el 43,1% de los abusos venía ocurriendo entre 1 y 3 años antes de su detección.

Cuando un abuso ocurre dentro de una familia, todos los niños están en situación de riesgo, sin importar la
edad y el sexo.

El síndrome de acomodación al abuso sexual infantil

Las personas que se acercan a este problema por primera vez, se sorprenden ante ciertas conductas que
contradicen lo que desde el sentido común parecería ser lo esperable. . La víctima no protesta, no se
defiende, no denuncia. Por el contrario, se acomoda las experiencias traumáticas mediante comportamientos
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que le permiten sobrevivir en lo inmediato, manteniendo una fachada de seudonormalidad . Sin embargo, esta
adaptación es un arma de doble filo en el momento en que se devela el abuso ya que, socava la eventual
aceptación, la credibilidad y la empatía del resto de la humanidad.

Cuando un niño revela un abuso sexual, y sobre todo uno dado dentro la familia, los adultos tienden a negarlo
y a mantenerse distantes de la desesperanza y del sufrimiento del niño frente a su dilema. Es por eso que se
torna esencial conocer el síndrome de acomodación al abuso sexual infantil para poder explicar de maneja
desprejuiciada las conductas destinadas a ocultar lo ocurrido y para comprender la propia estigmatización de
las víctimas.

Este síndrome ha sido descripto por Ronal Summit. Hace referencia a la ausencia de comportamientos que se
pueden observar habitualmente en los niños victimizados. Menciona y analiza cinco patrones conductuales que
aparecen en el siguiente orden:

1. El secreto
2. La desprotección
3. El atrapamiento y la acomodación
4. La revelación tardía, conflictiva y poco convincente
5. La retracción

Los dos primeros son requisitos indispensables para que ocurra el abuso mientras que los tres restantes se
constituyen en sus consecuencias. Representan, la cruda realidad que viven las víctimas y por otro lado, el
polo opuesto a las creencias adultas más comunes.

¿Por qué el niño no cuenta lo que le sucede? El secreto es una de las precondiciones del abuso. El ofensor lo
necesita para poder mantener el contacto con el niño. Por lo tanto, no duda en coercionarla, emocional o
físicamente ni en amenazarla. Debe asegurarse que sus acercamientos sean aceptados por la víctima y hace
todo lo posible para hacerle creer que descubrir los hechos provocará una crisis temible y peligrosa. La fuente
de temor se transforma así en una promesa de seguridad.

Aún cuando los pequeños ignoren o no tomen conciencia del carácter sexual de los actos o Aunque estas
experiencias no provoquen dolor ni vergüenza, el secreto de evasivo que se le sugiere guardar, los hace
conjeturar que se trata de hechos malvados y peligrosos, de los cuales llevan a sentirse Cómplices
responsables.

Con mucha frecuencia las amenazas con que se atemoriza a las víctimas para garantizar su silencio, se
cumplen cuando finalmente se quiebra el secreto: la criatura descubre que los mayores no le creen o la
culpabilidad por lo sucedido, e incluso pueden descubrir que el adulto no abusador no se anima a protegerla,
enfrentando al ofensor.

Para que los niños no se defiendan ni rechacen de manera activa el contexto sexual, debe instalarse lo que
Ronald describe como el estadio de la desprotección, que es la razón por la cual se someten dócilmente al
adulto en un vínculo autoritario.

Este sometimiento está condicionando por la educación que se le imparte a los niños. Se les enseña a qué
eviten el contacto con los desconocidos y que sean obedientes y cariñosos con los adultos de los que
dependen. Se le enseña que todo lo que haga una persona mayor, es adecuado y correcto, aún cuando sea
displacentero para el niño.

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Por otro lado, los niños más expuestos al riesgo de victimización sexual crónica, son aquellos que ya han
padecido alguna otra forma de maltrato infantil. Los ofensores parecen contar con un “ radar” para detectar
niños y jóvenes con carencias emocionales. Saben que les resultará sencillo aproximarse y ganar su confianza
demostrándoles afecto. No será complicado hacer creer a estas criaturas que aceptaron voluntariamente
participar en los episodios abusivos.

La lógica adulta espera que el pequeño se resista, grite o intente escapar. Sin embargo, estos quedan
paralizados, enmudecidos, y sin poder asegurar sí el hecho ocurrió o se trató de una pesadilla.

Cuando el abuso se produce en su propia cama, el niño solo atina a hacerse el dormido, a cambiar de posición
o a cubrirse con las sábanas. La ausencia de autodefensa y el silencio no significan que la víctima acepta o
disfruta del contacto sexual. Sino que representan el mecanismo de defensa más común frente al trauma:
creer que la propia percepción dolorosa es equivocada o negarla por completo.

Cuando la situación abusiva se transforma en algo crónico, repitiéndose sin que el niño pueda evitarla o
protegerse, comienza la fase en qué queda atrapado porque comenzarán a funcionar los mecanismos
adaptativos para acomodarse no solo a las demandas sexuales crecientes sino al descubrimiento de la traición,
inocultable, por parte de alguien a quien normalmente se idealiza.

Los abusadores se comportan como si fueran un padre durante el día y otro padre por las noches. La víctima
también es un niño durante el día y otro por las noches.

Los acercamientos sexuales irrumpen en medio de la vida cotidiana, a la que deben regresar cuando el adulto
decide dejarlo. Los niños regresan callados a la mesa familiar, retoman sus juegos o se van a sus clases. Para
conseguir esta fachada de normalidad se ponen en marcha mecanismos defensivos que se caracterizan por
mantener las experiencias traumáticas y los sentimientos asociados con ellas, totalmente separados del resto
de las vivencias habituales. Inventan amigos imaginarios para sentirse más seguros. Desarrollan
personalidades múltiples y asignan aspectos dolorosos y desprotegidos a una de ellas, la maldad y la rabia a
otra, el poder sexual a una tercera, el amor y la compasión a una cuarta. Pueden descubrir cómo provocarse
estados alterados de conciencia para evitar el dolor o disociarse de su cuerpo, refiriendo el abuso como si lo
observaran en otra criatura, a cierta distancia. Todos estos mecanismos resultan útiles para sobrevivir en la
infancia. Pero constituyen los mayores obstáculos para el logro de la integración de la personalidad adulta.

Por otro lado, el secreto del abuso raramente se revela, fuera del grupo familiar al menos, de manera
espontánea. Cuando sale a la luz se debe al estallido de un conflicto familiar, al descubrimiento accidental por
parte de un tercero o a la detección por personal especializado.

Los conflictos familiares que producen el desenmascaramiento, se originan en los deseos de autonomía de los
jóvenes, que son constantemente interferidos por los padres abusadores u ocurren después de alguna paliza o
penitencia severa. De esta manera, el relato de los adolescentes se torna menos creíble y suena a una
venganza frente al castigo o a una excusa para sus desobediencias.

Es así que la revelación del abuso resulta extemporánea, conflictiva y poco convincente. Sí, además, la joven
tiene conductas delictivas, hipersexualizadas, tentativas de suicidios o trastornos serios de la personalidad, la
mayoría de la gente se inclina a considerarlos como elementos que invalidan lo confesado. Lo mismo sucede
cuando el tono del relato es sereno, evasivo o enojado.

La última fase descripta por Ronald es la retractación, aspecto tenido porque se transforma en otro punto de
descrédito para la victima.

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Junto con la rabia y el despecho que motivó la confesión subyacen sentimientos de culpa por acusar a un
familiar y por no cumplir con las obligaciones de mantener unida a la familia. Esto hace que los niños se
arrepienten de haber develado el secreto. Con frecuencia, todas las calamidades con que el abusador
amenazaba a la víctima suelen cumplirse. Puede suceder que nadie le crea al niño, o que la madre, enojada, lo
mande a otra casa o se vaya con todos los hijos, lo cual hace que la familia se deshaga. Por otro lado, si
intervino la justicia, el abusador corre el riesgo de ir a la cárcel. Y de todos estos males, el niño se siente
responsable.

En ese momento, los niños necesitan el apoyo de personal especializado y de un ambiente contenedor para no
flaquear y poder sostener lo que han revelado.

Si se produce la retractación, las madres suspiran aliviadas. Los acusados sonríen y todos coinciden en que
habrá que tomar algún tipo de medidas para encauzar a una “ persona tan descarrilada” . La retractación
confirma ciertas creencias de que no se puede confiar en los niños. De esta manera se restaura el precario
equilibrio familiar. Los niños aprenden a no quejarse. Los adultos aprenden a no escuchar. Y las autoridades
aprenden a descreer.

¿Por qué a mí?

Por un lado, los niños se encuentran sumidos en una intensa confusión, intentando decodificar y comprender
qué les está sucediendo y porqué. Lo más probable es que crean los argumentos que utiliza el perpetrador
para conseguir sus fines. De ahí, hay un solo paso para sentirse responsable de los acercamientos sexuales.

Es en este punto que la confusión le abre paso a la culpa y la vergüenza. Los abusadores manipulan los
sentimientos de los demás. Se las ingenia para estar en estrecho contacto con niños que por diversos motivos
sufren alguna carencia afectiva. Y mediante un trato cariñoso y cooperador, consiguen que las víctimas ansíen
verlos y compartir su compañía.

Los niños cuando atraviesan situaciones tan traumáticas como las del abuso sexual, construyen sistemas de
creencias propias, difíciles de compartir con los demás, en un intento por justificar los injustificable: la traición
del adulto que debería haberlos cuidado. De esta manera, sigue manteniendo un registro de los episodios
dolorosos y atemorizantes que se los obliga a vivir, mientras garantizan la supervivencia de un ingrediente que
aún necesitan: contar con el aspecto protector y afectivo de la misma persona que los explota.

Es así como los niños comienzan a responsabilizarse por lo que les está ocurriendo. A partir de esas
afirmaciones equivocadas, comienza a gestarse la destrucción de la autoestima. Surgen también la
desconfianza y el pánico con que estos niños se relacionan con sus cuerpos, vividos como peligrosamente
atractivos que llevan a los adultos a quebrar todas las reglas. Las consecuencias a largo plazo, son aquellos
adultos sometidos a personajes autoritarios, temerosas de la sexualidad y con tanto miedo a las sensaciones
corporales que puede despertar un niño, y que los lleva a evitar estar en contacto con ellos e incluso llegan a
decidir no tener hijos.

Cuando un abusador manosea a su víctima, estimula áreas del cuerpo llamadas erógenas, que se excitan con
facilidad debido al gran número de receptores nerviosos relacionados con la sensibilidad. Es evidente que no
solo se aprovechan de la carencia emocional, sino que sacan partido de una disposición biológica, provocando
sensaciones placenteras e incitando la curiosidad sexual de los niños.

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Si se compara la excitación sexual que puede experimentar un niño con la de un adulto, se observa que no
son equiparables. Para el niño es sencillamente, excesiva, ya que su organización psicosocial es incapaz de
una descarga adecuada mediante el orgasmo. El deseo y la necesidad de alguna forma de descarga llega a
manifestarse a través de desmayos o la pérdida del control esfinteriano. También, ese deseo de descarga
puede transformarse en el deseo de una experiencia de penetración, pasiva, quizás como una especie de
orgasmo anal. Todo esto implica una amenaza al yo infantil, aunque se puede sostener que se trata de una
mejor manera que tiene el organismo del niño de aproximarse a la experiencia. Siempre es preferible movilizar
el deseo de una penetración, antes que permanecer atrapado en el momento prolongado e insoportable, de
los juegos sexuales preliminares.

Por otro lado, no es extraño que, cuando se descubre la situación abusiva, el perpetrador diga “bueno, pero yo
que podía hacer? Ella me buscaba”. Es posible que algunos niños se acerquen a los adultos con la intención,
abierta o disimulada, de tocarles los genitales para satisfacer su curiosidad natural. Es parte de la función
protectora de los adultos señalar que estos acercamientos no son convenientes y evitar esos toqueteos.

A medida que se van instalando intensos sentimientos de culpa y de vergüenza, las víctimas tienden a aislarse
y a evitar los juegos con sus compañeros y el contacto con el resto de los adultos. En muchas ocasiones
desarrollan cuadros de depresión generalizada y de un arrasamiento de la autoestima. Suelen percibirse como
personas sucias, malvadas, merecedoras de los peores castigos.

Una vez que toman conciencia de que el adulto actúa con malas intenciones, surge un estado de alerta
constante en un intento ineficaz de controlar la situación de abuso propio o con otros niños. Es común,
observar estallidos de temor y pánico aparentemente inmotivados, que aparecen en los momentos en que
revivien mentalmente el abuso en sí o las amenazas con que el abusador los presiona.

Hay otro tema importante. Tiene que ver con qué si está bien o no el tema de compartir dicha o el baño diario
con los hijos. ¿Esto es tomado como abuso sexual? En general, la propuesta no viene de los chicos, sino de los
adultos que piensan que ese contacto natural es necesario o que conviene que sus hijos tengan un
conocimiento de desprejuiciado de sus cuerpos. Se le impone a los adultos piensan que es adecuado. Pero no
se trata de un hecho abusivo. Es solo una invasión a la intimidad de los pequeños, disfrazada de pedagogía
progresiva. Sin embargo , es importante saber que la exhibición de adultos desnudos o vestidos de manera
provocativa, es una forma de violentar al niño y enfrentarlo con estímulos que no siempre está en condiciones
de elaborar, ya que esto depende el momento evolutivo que atraviesa, de la formación e información con que
cuente previamente y del tipo de escena que presencia.

Para concluir se puede decir que las pautas importantes que hay que tener frente a los niños tienen que ver
con, escuchar con atención lo que el niño nos cuenta, y por sobre todo, creerle. Creerle aun cuando Los
pormenores nos Inquieten y angustien, aún cuando nos parezcan inverosímiles. Creerles y consultar con
especialistas.

Mecanismos de la victimización sexual

Comprender el proceso y mecanismo de interacción que conducen y posibilitan los acercamientos sexuales,
facilitará, por un lado, la detección precoz del abuso y por el otro, orientará la implementación de programas
preventivos.

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Primer punto a tener en cuenta, no todos los niños tienen la misma posibilidad de ser victimizados. Los
ofensores suelen elegir a aquellos que no opondrán resistencia ni revelarán los contactos sexuales con
facilidad. Se suelen aproximarse a los más vulnerables, pueden ser niños con una personalidad retraída,
solitarios e introvertidos por problemas familiares de larga data, o niños que estén atravesando periodos
difíciles donde esté afectada la posibilidad de acceder a adultos confiables, (muerte o enfermedad de alguno
de los padres, divorcios, etc)

Es precisamente ese alejamiento de los adultos, lo que aprovechará la persona dispuesta a abusar
sexualmente. Las víctimas de otros tipos de maltrato infantil, constituyen una población en riesgo de ser
victimizados nuevamente, debido a la carencia de una figura adulta protectora.

Otro factor de vulnerabilidad es el de los niños que padecen algún tipo de discapacidad, física o madurativa.
En estos casos, el ofensor confía en que podrá controlar fácilmente a la víctima y que, sí ésta se atreviera a
hablar sobre algún episodio abusivo, se cuestionará la veracidad del relato en función de su discapacidad.

Las personas abusivas, lo único que hacen es reconocer en los demás indicadores de vulnerabilidad que
conocen a la perfección por haber estado sometidos ellos también a diversas formas de maltrato y violencia en
su propia infancia. Conocen, además, los mecanismos para manipular las inseguridades de estos niños,
involucrándolos de manera gradual en las conductas abusivas, generando al mismo tiempo los sentimientos de
desprotección y de desesperanza que acorralan a las víctimas, hasta hacerles creer que se trata de situaciones
irreversibles.

La consecuencia de estos mecanismos son llamadas desprotección y desesperanza. Shengold, denomina al


procedimiento “asesinatos del alma”, para designar circunstancias que pueden desencadenar un crimen: el
intento deliberado de erradicar o poner en riesgo la identidad separada de otra persona. Las víctimas de estos
asesinatos permanecen en posición de otras personas, con sus almas esclavizadas. Este autor considera que
los niños son las víctimas más frecuentes debido a su casi completa dependencia, tanto física como emocional,
de los adultos. Esta situación de dependencia hace que los mayores tengan facilitada la posibilidad de
tiranizarlos y abusar de ellos, ya que no pueden escapar del torturador, con lo cual se siente y se identifican
con él. Estos crímenes son comentados por progenitores psicóticos o psicopáticos que tratan a los niños como
extensiones de sí mismos o como a objetos para satisfacer sus deseos.

El procedimiento mental que surge tiene que ver con la confusión, la negación y la identificación con el
agresor. Los abusadores logran sus fines provocando episodios de hiperestimulación crónicos y reiterados,
alternándolos con periodos de depravación emocional.

Por otro lado, los abusivos rara vez abordan a los niños ejerciendo la violencia física directa o intentando una
penetración desde el comienzo. Más bien, van ganando la confianza y el cariño de niños solitarios ávidos de
afecto. Repiten a lo largo del tiempo aproximaciones sexuales que se complejizan y van hasta episodios
francamente sexuales.

Es frecuente que los primeros acercamientos del adulto al niño puedan ser interpretados como
manifestaciones juguetonas, como demostraciones afectivas exageradas, ambiguas, que no suelen provocar
sospechas. Sin embargo, este comportamiento del ofensor puede interpretarse de diversas maneras. Por un
lado, puede tratarse de intentos fallidos de mantener bajo control los impulsos sexuales hacia los niños, en
donde el abusador se engaña a sí mismo pensando que, al satisfacer dichos impulsos de manera parcial, podrá
evitar una escalada abusiva. También pueden representar una estrategia deliberada para tantear la repuesta
del niño, y si éste no cuenta nada, podrá avanzar en los acercamientos sexuales sin temores.

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Hay que tener en cuánta que, al comienzo, la víctima no desconfía del adulto o si lo hace, no se anima a
protestar por la vaguedad de la situación. El adulto puede jugar a hacerle cosquillas a la criatura y como al
pasar, focalice las mismas en los pechos o los genitales, o a la hora del baño, con el pretexto de higienizar a la
víctima, enjabone y manosee sus partes.

Los abusadores suelen ser calculadores y pacientes, también despliegan conductas sofisticadas para lograr sus
objetivos. Los acercamientos sexuales solo ocurren después de que el ofensor se toma un tiempo prudencial
para manipular al niño hacia una relación abusiva. Durante el proceso de seducción, el adulto aprende qué
cosas le gustan al niño y qué no, conoce sus preocupaciones y temores y utiliza esta información para
inducirlo hacía el contacto sexual. También la utiliza para aplicar coerción y amenazas.

Hacerse amigo, compartir juegos, regalar dinero, juguetes, cerveza, cigarros o drogas, son unos de los
métodos que utilizan. Otras técnicas consisten en ofrecer un trato preferencial, amenazar con el abandono o
con provocar algún daño físico en caso de que no participara, y aprovechar la curiosidad sexual normal de los
niños.

Suzanne Sgroi, plantea 5 etapas del abuso:

1) Fase de captación
2) Fase de interacción sexual
3) Fase del secreto
4) Fase del develamiento
5) Fase de la supresión

La primera fase se caracteriza por creación de un vínculo con el niño, desde una función de cuidado y
protección, seguida por la inducción de conductas sexualidad en las que la criatura participa. La inducción
puede ser sutil pero siempre encubre un matiz coercitivo ( se presenta la actividad expuesta como “especial”,
se ofrecen recompensas o sobrinos por la participación), cuando nada de esto funciona, el ofensor puede
utilizar la fuerza o las amenazas para conseguir la complacencia.

Hay perpetradores no violentos, que procuran establecer una relación firme que incluya la actividad sexual
pero no sé límite a ella. Primero establecen una relación nos sexualidad, desde lo familiar, y gradualmente
adoctrina para involucrarla en los acercamientos sexuales, que se van complejizando. Es acá, cuando los
niños se sienten avergonzados y atemorizados cuando se devela el secreto, temen que se describa la verdad,
el abusador era su “amigo” y por lo tanto tienen “la misma responsabilidad en lo sucedido” ya que el niño
deseaba la compañía de esa personas aceptaba sus regalos y no se resistía a los hechos.

La duración del abuso puede inferirse por la descripción del tipo de contacto que relata el niño. Por ejemplo,
un manoseo, puede tratarse de un hecho reciente. Las prácticas de masturbación, sexo oral o penetración
hace pensar en un proceso crónico, entre seis a un año antes de ser develado.

Una carta

El abuso sexual consiste en incidentes donde solo hay dos personas presentes, y una de ellas niega por
completo que hayan ocurrido. A la otra, el niño, se les cree con dificultad y se les cuestiona su capacidad de

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recordar. Se los silencia. Además, casi nunca existen pruebas de lo sucedido, como fotos, videos, que sirvan
para corroborar lo relatado. Pero pueden quedar registrados los hechos mediante, diarios íntimos, cartas, etc.

CAPITULO 6. Indicadores psicológicos : mirar, escuchar y darse cuenta.

El abuso sexual infantil constituye uno de los traumas psíquicos más intensos y sus consecuencias con
totalmente destructivas para la estructuración de la personalidad. Produce heridas de tal magnitud en el tejido
emocional, que hacen muy difícil preferencia cómo cicatrizará el psíquismo y cuáles serán las secuelas.

Unas de las consecuencias más graves son, internaciones psiquiátricas, suicidios o intentos de suicidio,
personalidad borderline y trastornos esquizoafectivos, y de personalidad múltiple. Es por eso, que el esfuerzo
debe estar puesto en detectar e interrumpir el abuso lo más precoz y eficazmente posible. El pronóstico del
niño mejora cuanto menor haya sido el tiempo de exposición. Aunque es muy difícil calibrar la magnitud del
daño a largo plazo debido a que los episodios traumáticos impactan sobre un psiquismo infantil en formación.
La seriedad del pronóstico no depende del tipo de contacto establecido por el abusador. No es más leve para
el niño haber digo víctima de manoseos que haber sido involucrado en prácticas de sexo oral. Es importante
saber que ante una conducta abusiva limitada a contactos corporales sin intentos de penetración, hay dos
posibilidades: el abusador no tuvo tiempo de complejizar sus avances o el patrón abusivo de esa persona se
limita a ese tipo de acercamientos.

Las variables a considerar para evaluar las consecuencias del abuso sexual, están ligadas a: a) el tiempo
transcurrido desde el inicio de los acercamientos, b) el tipo de parentesco de relación con el/la abusador/a, c)
tipo de conducta Abusiva, d) reacción del entorno ante los hechos abusivos, e) sostén familiar y social con que
cuente el menor abusado.

El diagnóstico es complicado por varias razones, son incidentes que suceden en el mayor de los secretos y del
que sólo pueden dar cuenta los involucrados: niños y ofensores.

El adulto implicado niega firmemente de los relatos de los niños o las sospechas de otro adulto. Sin aceptar
responsabilidades, llega a cuestionar la salud mental de la víctima, mientras que todo el grupo familiar
influenciado por el abusador, se suma al descreimiento.

Las personas que intervienen en estos casos se muestran dubitativas y desconfiadas, carecen de información
adecuada y de centros especializados para asesorarse. A veces se llega a pensar que los abusos solo ocurren
en las clases sociales bajas, con escasos niveles de educación, o que son viejos verdes y degenerados quienes
abusan de los niños. O que las víctimas, están más propensas a mentir que los adultos. Todo esto lleva a la
dificultad de detectar y creer en los relatos de los niños. Sin embargos son ellos, con sus palabras y sus
cuerpos, los que informan lo ocurrido. Solo hay que saber escuchar y mirar. Algunas pueden tener marcas en
el cuerpo que delaten lo que está pasando, mientras otros se animan e intentan ser escuchados mediante
relatos. Pero la mayoría de las veces, los niños cuentan los hechos a través de comportamientos.

Los indicadores

El principal indicador del abuso es el relato que hacen el niño o niña victimizados. Sin embargo, pocas veces es
tomado en cuenta.

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Menos de la mitad de los adultos que recuerdan haber sido victimizados sexualmente, lo han contado en la
infancia y solo la quinta parte (20%), de los que lo contaron, tuvo algún tipo de intervención por parte de las
autoridades.

Por otro lado, validar un diagnóstico de abuso sexual es algo complicado y delicado por las implicancias legales
a corto plazo y las emocionales, a futuro.

Los indicadores tanto físicos como emocionales, ponen en evidencia las consecuencias que el hecho
traumático produce, tanto en el cuerpo como en el psiquismo. Los indicadores físicos suelen estar relacionados
con los órganos genitales y son más fáciles de asociarlos con el abuso sexual. Estos suelen requerir la
intervención de profesionales.

Indicadores psicológicos

Estos pueden ser detectados por cualquier persona que esté en contacto con los niños.

Según la etapa de la experiencia traumática que esté atravesando el niño, estos indicadores revestirán
diferentes características: en la época en que el abuso está comenzando es más frecuente detectar signos y
síntomas relacionados con estrés postraumático, mientras que en la fase crónica, se reconocerán conductas
asociadas al síndrome de acomodación a la victimización reiterada.

Tanto indicadores físicos como psíquicos, pueden estar relacionados con el abuso sexual y se los considera
indicadores específicos o los inespecíficos a(estos pueden acompañar a otros trastornos).

Indicadores psicológicos

Este síndrome de estrés postraumático no es una manifestación exclusiva del abuso sexual infantil, sino que
representa la reacción emocional habitual ante hechos altamente traumáticos. Este trastorno aparece después
de aquellas situaciones que representan una amenaza a la integridad del sujeto o de otras personas. El
impacto emocional de estos sucesos produce alteraciones en el funcionamiento del área corporal y psíquica.
Las manifestaciones sintomáticas ponen en evidencia el desborde y la incapacidad del psiquismo para elaborar
experiencias reales absolutamente inesperadas. El síndrome puede presentarse de forma aguda, crónica o
diferida. En el primer caso, la sintomatología aparece inmediatamente o poco tiempo después del hecho
traumático y su duración es menor que tres meses. En la forma crónica, éste se extiende por más de tres
meses y en la modalidad diferida las alteraciones se inician, como mínimo, seis meses después del suscriptor
desencadenante.

La sintomatología está conectada con sensaciones en las que se revive el hecho traumático como si estuviera
de nuevo. Los síntomas son: irrupción de pantallazos de recuerdos muy vívidos, que invaden el campo
perceptual con tal intensidad que escapan al control de la persona que lo padece. Se trata de una
reexperimentación. El sujeto es consciente de que no se trata de experiencias actuales. Estos recuerdos que
aparecen poseen una gran apoyatura visual.

Las personas afectadas por este trastorno evitan los estímulos relacionados con el trauma, eluden los
pensamientos y sentimientos asociados, esquivan las conversaciones sobre el tema y rehúyen las actividades,
situaciones o personas que puedan aflorar los recuerdos. Este mecanismo desemboca en un estado de rigidez
psíquica, con una disminución notable de la reactividad habitual. Se observa indiferencia y distanciamiento con
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respecto al mundo externo, junto con una actitud alerta, a la defensiva de posibles ataques. Se agregan
además, trastornos del sueño (insomnio y pesadillas) y alteraciones de la memoria, junto con dificultades para
ejecutar las tareas habituales.

El fondo emocional es totalmente depresivo, y se observa ansiedad, irritabilidad y sentimientos de culpa, por
haber sobrevivido a la situación desencadenante o por la creencia de haberla provocado. Temor, desesperanza
y pabilo intenso, comportamientos desestructurados y agitados también son síntomas.

Indicadores psicológicos específicos

Sgroi, Porter y Blick mencionan los siguientes indicadores:

- Actitudes de sometimiento
- Conductas agresivas con tendencia a externalizar el conflicto
- Comportamiento seudomaduro o sobreadaptado
- Indicios de actividades sexuales
- Juegos sexuales persistentes e inadecuados con niños de la misma edad, con juguetes, con sus propios
cuerpos o conductas sexualmente agresivas hacia otros
- Comprensión detallada e inapropiada para la edad de comportamientos sexuales
- Permanencia prolongada en la escuela (llegar antes de hora y retirarse después) sin ausentismo.
- Mala relación con sus pares y dificultades para entablar amistades
- Desconfianza
- Falta de participación en actividades escolares y sociales
- Dificultades para concentrarse en la escuela
- Disminución brusca del rendimiento escolar
- Temor exagerado hacia los hombres (en casos en que la víctima es una niña y el abusador un hombre)
- Conductas seductoras con los hombres
- Fugas del hogar
- Trastornos del sueño
- Retraimiento
- Depresión
- Ideación suicida
- Conductas regresivas

Pueden coexistir varios indicadores que son la contracara de otros, por ejemplo: conductas regresivas,
retraídas y depresión junto con agresividad y tendencia a la puesta en acto de los conflictos, conductas fóbicas
y evitativas hacia los varones junto con conductas seductoras; problemas en el aprendizaje junto con la
necesidad de permanecer en la escuela fuera del horario habitual. Esto refleja las diferentes modalidades de
reacción de los niños y permite entrever los intentos de defensa y de adaptación a la traumatización crónica.

Hay niños que tienen mayor facilidad para externalizar el impacto emocional que les produce la situación
abusiva, y en consecuencia, presentan comportamientos que llaman la atención de los adultos por el monto de
agresividad demostrado o por sus características transgresoras.
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Otro niños, no tienen facilitada la vía de la externalización y revierten el impacto traumático sobre sí mismos.
Son criaturas silenciosas, retraídas, hipermaduras, seudoadaptadas, depresivas, con manifestaciones
somáticas de distintas clases, pasivas. Estos niños no despiertan la preocupación de los adultos.

Los comportamientos relacionados con el externalización son más frecuentes en los niños mientras que
aquellos relacionados con la internalización aparecen más en niñas. Pero no excluye la posibilidad de que haya
varones que presenten dificultades asociadas a la internalización del impacto traumático y niñas agresivas o
transgresoras. Cualquiera sea el indicador que muestre el niño, éste se va a ir modificando con el tiempo.

Indicadores psicológicos y estadios evolutivos

Los trastornos deben ser evaluados teniendo en cuenta la edad del niño y su nivel evolutivo.

Entre los niños más pequeños (3 años), es habitual observar irritabilidad, dificultades en el sueño, trastornos
en la alimentación y alteraciones en el nivel de actividad junto con conductas agresivas o regresivas,
comprensión precoz de la sexualidad y despliegue de actividad sexual inadecuada.

En los niños preescolares, es común que se vuelvan a orinar en la cama por la noche después de haber
logrado el control de los esfínteres, se muestren hiperactivos, presenten alteraciones en el ritmo del sueño,
manifiestan temores y fobias intensos, exhiben conductas compulsivas y aparecen trastornos en el
aprendizaje. Demuestran una sexualización precoz que incluyen juegos sexuales tempranos acompañados de
un grafo de curiosidad sobre lo sexual inusual para la edad. Pueden masturbarse compulsivamente, llegando a
utilizar objetos o a introducirse elementos en los orificios vaginales y/o anales. Puede verse también, una
intensa ansiedad frente a la separación y conductas seductoras hacia los adultos.

En la latencia, edad escolar, los niños pueden presentar cualquiera de los trastornos, aunque el ámbito
privilegiado para expresarse es la escuela. Es allí donde se detectan dificultades de aprendizaje o alteraciones
en el rendimiento de instalación brusca y acompañados de un retraimiento o de una agresividad exacerbada
hacia los compañeros. Pueden aparecer conflictos con las figuras de autoridad junto con una marcada
desconfianza hacia los adultos significativos. Los niños pueden parecer tranquilos o maduro y no despertar
sospechas, puede mostrarse disruptivos y hostiles. Otros indicadores pueden estar relacionados con los robos,
mentiras, crueldad con sus pares o con animales, profundo sentimiento de desesperanza y tristeza.

El fracaso escolar si se instala de manera brusca y sorpresiva en un niño que anteriormente tenía un
rendimiento aceptable, y cuando no es posible encontrar un factor desencadenante, éste puede estar
provocado por el abuso sexual. Se debe a la imposibilidad de la víctima de concentrarse en las tareas
propuestas, sumada a los trastornos en la atención que pueden ocurrir cuando el niño se ve invadido Por los
recuerdos y reviviscencia de los sentimientos asociados al abuso. Pueden aparecer fobias escolares, Aunque es
común que suceda lo contrario: desean permanecer en el colegio después de haber finalizado el horario de
clase, es un intento de evitar permanecer a solas con el abusador en el hogar. También puede surgir episodios
de coerción sexual con niños más pequeños o más retraídos.

En la adolescencia Los indicadores de abuso sexual involucran conductas riesgosas, tanto para la víctima como
para los demás. Pueden aparecer intensos deseos autodestructivos y una búsqueda desenfrenada de castigo.
Por otro lado, la cronicidad de la situación padecida y la indefensión persistente, han erosionado de manera
indeleble la autoestima de la víctima. Por lo tanto podemos encontrar adolescentes que se lastiman a sí
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mismos (automatizaciones, cortes), adicciones y conductas delictivas o intentos de suicidio. También pueden
aparecer fugas del hogar, en intento de poner un corte a la situación Abusiva. Puede haber promiscuidad
sexual e incluso prostitución. También pueden aparecer cuadros psicopatológicos relacionados con trastorno
de la identidad y la disociación.

Cuando la sintomatología es más mitigada, persiste el retraimiento, la sobreadaptación y la depresión


acompañada de una inhibición sexual llamativa. Los jóvenes niegan cualquier interés relacionados con los
órganos sexuales, eluden y sienten ansiedad frente a temas sexuales. La inhibición también se manifiesta en la
manera en que se visten con el fin de Ocultar sus pechos o cualquier modificación corporal que indique se
están convirtiendo en mujercitas. Se acompaña de marcada capacidad para interactuar con el sexo opuesto y
esto puede condicionar reiterados fracasos para formar una pareja. Estos fracasos, sumados al temor y al
rechazo hacia las figuras masculinas, frecuente en victimas mujeres, pueden determinar elecciones de pareja
homosexuales.

Indicadores psicológicos y el entorno familiar

Existen indicadores relacionados con la dinámica familiar, en especial con el tipo de vínculo que establece con
el padre (en caso de que éste sea el abusador), con su hija. Suelen estar presente a lo largo de toda la
convivencia familiar, pero pueden destacarse cuando la niña abusada ingresa a la adolescencia.

En la mayoría de estas familias, los límites intergeneracionales están esfumados. Los hijos cuidan a los padres,
cumpliendo funciones parentales, en especial las hijas que suelen atender a sus hermanos menores y
encargarse de las actividades domésticas. Los progenitores, por otro lado, involucran a los hijos en sus
conflictos conyugales, llegando a interactuar con los niños como si tuvieran todos las mismas edades.

Es muy común que el abusador, tenga cierta facilidad para acceder a los niños victimizados, por motivos
diversos (convivencia, horarios de trabajo meternos, horarios de trabajo propios, por quedar a cargo del
cuidado de los niños). Establece con ellas un vínculo de favoritismo que es destacado por el resto de los
hermanos, generando celos hacia el o la “elegido/a”.

El perpetrador se torna posesivo hacia la joven victimizada, le impide relacionarse con gente de su edad, salir
con muchachos. Esta actitud no se limita a supervisar que sus hijas tengan amigos o salidas, el interés paterno
radica en eliminar por completo todo tipo de contactos. Algunos padres interfieren las llamadas telefónicas, y
aíslan al los jóvenes en sus hogares. También les advierten que los varones sólo se interesan en ellas por
razones sexuales. Las víctimas puede adquirir una actitud rígida y moralista.

Hay otros indicadores que poseen mayor grado de especificidad como detectores de situaciones abusivas,
estos son:

Conductas hipersexualizadas

Insinúa un conocimiento inhabitual acerca de comportamientos sexuales adultos.

Todos los niños, entre los cuatro y los cinco años, se muestran interesados en los asuntos sexuales y hacen
preguntas a cerca de la diferencia sexual anatómica, sobre cómo nacen los bebés y cómo se forman. Explora
sus cuerpos y curiosean el de sus pares. Estos juegos sexuales infantiles permiten a los pequeños investigar
sobre sus cuerpos y sensaciones asociadas con las zonas erógenas, a través de la masturbación y los
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acercamientos con otros niños. Representan un estadio normal del desarrollo psíquico de cualquier persona y
no deben alertarnos a menos que se conviertan en la actividad que más interés despierta en el niño o que
ocupa la mayor parte de su tiempo, ya que esto puede estar indicando una erotización prematura.

Ante situaciones de sobrestimulación precoz es posible observar junto con la exacerbación de actividades
sexuales comunes, la aparición de conductas absolutamente inapropiadas para cualquier edad como,
investigadores los genitales, (el recto) de los animales, intentar introducir objetos en sus orificios u obligar a
otros niños a participar de juegos sexuales.

Es común que se acentúen ciertos comportamientos sexuales habituales o que estos se desarrollen de manera
peculiar. Hay que tener en cuenta, el tipo de actividad observada, sí hay utilización de la fuerza física o de
algún tipo de coerción y si existen diferencias evolutivas entre los involucrados en los juegos.

En cuanto a lo madurativo, los niños que no han sufrido una sobrestimulación sexual temprana prefieren jugar
antes que masturbarse. Cuando son un poco mayor (4 a 5 años), los niños se dan cuenta que los adultos los
reprenden cuando exploran sus genitales. Por lo tanto, suelen esconderse para realizar esto. Sí, a pesar de
esta realidad, el niño o niña no pueden evitar masturbarse, aún en presencia de una figura que podría
censurarlo, deberíamos investigar la posibilidad de que el niño éste siendo victimizado.

Por otro lado, tanto cuando se masturban como cuando juegan al doctor o a mostrarse los genitales, es
excepcional que niños no abusados intenten introducir a los demás o a si mismos, objetos en los orificios
genitales. Los juegos del doctor de niños no victimizados engloban conductas exploratorias de los genitales
junto con la aplicación de inyecciones, medicamentos, colocación de yesos, práctica de operaciones, etc,
donde la gracia del juego reside en sacarse la ropa y mirarse. Los niños proponen juegos con representaciones
de sexo oral, coito anal o vaginal, inserción de objetos en orificios o masturbación mutua.

Los niños, sobre todo los más pequeños, no tienen manera de conocer los detalles de una relación sexual
adulta si no tuvieron la oportunidad de observarla o si no fueron víctimas de abuso. Sí un niño se refiere a
estos temas, sea mediante relatos o juegos con amigos o muñecos, es altamente probable que haya sido
victimizado.

La utilización de la fuerza física o la coerción psicológica para conseguir la participación de otros en los juegos
sexuales constituye un elemento más para inferir la victimización sexual de que la propone.

Otra oportunidad para detectar abuso, consiste en observa ciertos acercamientos físicos. Los niños pueden
proponer que les mostremos nuestras partes íntimas o se nos acercan con intensión de tocarnos. Los
abusadores, interpretan estás conductas como si provinieran de otro adulto y no es raro escuchar “fue ella la
que me buscó”. En cambio, un adulto no abusador le señalará al niño que no es conveniente ese acto.

La situación es distinta cuando los acercamientos que el niño intenta con el adulto no se limitan a tratar de
tocar o ver sino que adoptan características más bizarras. Es sospechoso de victimización sexual si no un niño
toca o quiere oler los genitales del adulto, o sí realiza movimientos copulatorios, o se acomoda sobre un adulto
en la cama y simula movimientos de coito, solicita o trata de introducir la lengua cuando da besos.

Fugas del hogar y prostitución

Si una niña muestra actitudes seductoras hacia los adultos, esta conducta se convierte en un arma de sobre
filo para ellas, ya que, por un lado actúan de manera provocativa o se visten con ropas ajustadas y llamativas

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mientras adoptan actitudes seductores con los varones. Los hombres sonreirán, pero otros llegarán a
involucrarse sexualmente con ellas. El problema tiene que ver con que son relaciones poco estables que para
el hombre representa la obtención de un trofeo. Mientras que para las adolescentes es un nuevo desengaño
en la búsqueda desesperada de un varón adulto confiable y protector. Es por estos motivos que, durante la
adolescencia, las víctimas de abuso sexual pueden internarse en una espiral de promiscuidad o prostitución
que no saber cómo detener.

Trastornos disociativos

Es un mecanismo de defensa. Disociar significa impedir la asociación entre dos cosas. Al principio este
mecanismo fuera considerado por Freud como una forma de represión. Luego, su concepción fue modificada.

Se postuló que la disociación se produce en el Yo del individuo e influía en el modo en que el Yo se relaciona
con la realidad. A diferencia de la represión, esta separación no ocurre entre dos instancias psíquicas en
conflicto, sino que tiene lugar en el mismo Yo e interfiere en la función integradora del mismo. Le impide al
sujeto lograr una sensación de integridad personal y de continuidad en el tiempo.

Es un mecanismo que implica un complejo proceso psicofisiológico que produce una alteración en el estado de
conciencia. Durante el proceso, los pensamientos, sentimientos y las experiencias no son integradas a la
conciencia ni a la memoria del individuo de la manera en que normalmente sucede. Este fenómeno siempre
está acompañado de dos características: a) pérdida de la sensación de la identidad propia y b) trastorno de la
memoria del sujeto que puede manifestarse como amnesia frente a hechos vividos o en relación a acciones
complejas.

Éste se activa ante circunstancias de la vida sumamente traumáticas. Entre los factores que pueden provocar
un mecanismo disociativo se encuentra el abuso sexual.

La ventaja de este mecanismo, está relacionada con la economía psíquica, y permite convivir y sobrevivir, a
situaciones traumáticas, conservando una adaptación aparentemente normal al entorno. Bajo condiciones de
sobrecargas extremas, la fisiología cerebral se modifica. La sobrestimulación bloquea la capacidad normal de
absorber y almacenar información, provocando el proceso disociativo que separa a las experiencias
abrumadoras del conocimiento consciente. Sus efectos son: los recuerdos traumáticos percibidos por el
individuo se pueden “perder” de manera total o parcial, o ciertos fragmentos perceptuales se pueden
conservar , aunque completamente separados de sus consecuencias emocionales, permitiendo que los hechos
conmocionantes para el psiquismo queden mal integrados a la historia personal como episodios poco
significativos. Luego, estos elementos disociados pueden ser recuperados fragmentariamente como imágenes
visuales, recuerdos corporales, sensaciones extrañas y sentimientos o pensamientos intrusivos.

La disociación es uno de los mejores mecanismos defensivos frente a sucesos que desbordan la capacidad de
elaboración del aparato psíquico, sea un acercamiento abusivo o un desastre natural. Hay efectos positivos:
impide que la conciencia se inunde y la persona se paralice. Aunque estos mismos sobrevivientes, superada la
disociación traumática, atraviesan periodos cargados de serias dificultades en el funcionamiento emocional.

Las desventajas de la disociación surgen cuando ante la cronicidad de los hechos traumáticos, este mecanismo
se activa ya no para proteger al sujeto en situación de riesgo, sino ante cualquier circunstancia que implique
conflicto o angustia, sin tener en cuenta la magnitud ni las características del problema. Entonces produce
serie efectos indeseados y se convierte en un mecanismo defensivo privilegiado.

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Todos los indicadores que se han descrito estar relacionados con la disociación. Otro indicador son aquellas
situaciones que los adolescentes describen como “confusas”, y que no pueden distinguir si los hechos relatan
verdaderamente ocurrieron o fueron soñados. Los estados alterados de conciencia con sensaciones de
alejamiento y desconexión del propio cuerpo, también son consecuencias de este mecanismo.

En una primera etapa, durante la infancia, se producen fenómenos o respuestas disociativas como la manera
de modificar una realidad emocionalmente intolerable frente a la cual los niños se sienten indefensos. Luego,
sí la fuente de traumatización persiste o si no se ha podido revertir el empleo de la disociación, se consolidan
los llamados trastornos disociativos.

El DSM-IV señala una característica esencial de estos trastornos, “es una alteración de las funciones
integradoras de la conciencia, la identidad, la memoria y la percepción del entorno”. Puede ser repentina,
gradual, transitoria o crónica. Describe 5 cuadros:

- La amnesia disociativa: incapacidad para recordar información personal importante, de naturaleza


traumática o estresante.
- La fuga disociativa: viajes repentinos e inesperados lejos del hogar o del trabajo, acompañados de una
incapacidad para recordar el propio pasado, de confusión acerca de la propia identidad y Asunción de
otra identidad nueva.
- El trastorno de identidad disociativo: presencia de uno o más estados de identidad o personalidad que
controlan el comportamiento del individuo de modo recurrente e incapacidad para recordar información
personal.
- Trastorno de despersonalización: sensación persistente y recurrente de distanciamiento de los procesos
mentales y del propio cuerpo, junto con la conservación del sentido de la realidad.
- Trastorno disociativo no especificado: la característica predominante es un síntoma disociativo que no
cumple con los criterios para el diagnóstico.

El trastorno disociativo no debe siempre considerarse patológico por sí mismo, ya que generalmente no
produce malestar ni deterioro, ni induce a la búsqueda de ayuda.

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PUNTO 3. TRATA DE PERSONAS. FICHA DE CÁTEDRA. PAOLA MARUCCO

La trata de personas constituye una de las formas de esclavitud del siglo XXI. Es un delito que ocupa el tercer
lugar en la lista de crímenes transnacionales, después del tráfico de drogas y el de armas.

Es una modalidad de explotación, es una violación de los derechos humanos y un delito en el que la víctima
puede ser cualquier persona; involucra niños, niñas, mujeres y hombres, que mediante el sometimiento son
llevados a la prostitución, trabajo forzado, matrimonios obligados, servidumbre, exploraciones sexuales y
prácticas esclavistas de distinta naturaleza. Es un delito conectado con otros delitos como el secuestro, las
desapariciones, la falsificación de documentos, violencia, abuso sexual físico y sexual, la corrupción, tráfico y el
abuso de drogas.

A su vez, genera víctimas que en la mayoría de los casos viven en condiciones infrahumanas. Ser víctima de la
trata de personas implica esclavitud en la cual el traficante se adjudica así mismo un derecho de propiedad
totalmente ilegal sobre la víctima o la reduce al nivel de servidumbre por deudas, con un fin de explotación
económica. En Argentina, las víctimas más comunes de trabajos forzados, se encuentran en talleres
clandestinos textiles o peones rurales y trabajos domésticos.

Historia de la trata en Argentina.

Es una práctica muy antigua. Pero se hace visible como problemática social a fines del siglo XIX, comienzos
del siglo XX. En estos primero momentos se le llama “trata de blancas”, para referir al traslado y comercio de
mujeres. Este fenómeno, implica secuestros, engaños, y violencia ejercida sobre mujeres que se encuentran
en situación de vulnerabilidad.

En nuestro país, hacia fines del siglo XIX, comienza a aparecer está problemática, cuando mujeres europeas
son traídas y comienzan a poblar los burdeles de Buenos Aires.

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¿Qué es la trata de personas?

Es la captación, transporte, traslado, acogida y recepción de personas, recorriendo al uso de la fuerza u otras
formas de coacción, rapto, fraude, engaño, abuso de poder o situación de vulnerabilidad, o la concesión de
pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otras para
propósitos de explotación. Está explotación incluye: explotación de prostitución ajena u otras formas de
explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la
servidumbre o la extracción de órganos.

Este fenómeno ha sido definido como una grave violación de derechos humanos, por ser una actividad con
fines de explotación lograda a través de medios que se basan en la vulnerabilidad de las víctimas. Es una
práctica delictiva.

Para los tratantes, las víctimas representan sujetos inferiores, inútiles e inservibles para otra actividad
diferente al servicio sexual.

Actualmente, la modalidad de trata con fines de explotación sexual es la más extendida, pero también existen
otras modalidades, como trata laboral, que arrestan trabajadoras y trabajadores, a veces con sus familias,
para mantenerlos en cautiverio mientras son explotados en tareas agrícolas.

Este delito es considerado una violación a los derechos humanos fundamentales: vulnera el derecho a la vida,
la libertad, dignidad, igualdad, seguridad personal, y en especial en los niños, niñas y adolescentes, atenta
contra su derecho a un desarrollo integral. Hay una degradación de la condición de seres humanos de las
víctimas y trasciende lo meramente corporal: venta de seres humanos y compra de sus servicios.

Es un fenómeno mundial provocado por la demanda y potenciando la violencia de género, desempleo, pobreza
y discriminación. Por tanto, para un correcto tratamiento de la trata es necesario vincular ésta con la clase
social, relaciones de género y los factores culturales predominantes en las sociedades actuales.

Argentina aborda este problemática desde una mirada interdisciplinaria e interministerial, en la que cada uno
de los ministerios interviene según sea el área de su competencia. Interviene el ministerio de justicia y
derechos humanos, el ministerio de seguridad, de desarrollo social, de educación, ministerio del interior, de
trabajo, empleo y seguridad social, ministerio público, de relaciones exteriores, comercio internacional y culto,
y secretaría de turismo de la nación.

¿Cuáles son las acciones que determinan el delito?

 La captación: implica ganar voluntad, atraer, reclutar a quién va a ser víctima del delito. Se realiza en
el lugar de origen a través de ofertas laborales, posibilidad de migrar, facilidades económicas o
diversas promesas que generan expectativas. La mayoría de las veces, el captador pertenece al mismo
entorno social que la víctima, lo que genera en ella confianza necesaria para aceptar la oferta. También
puede darse, que los niños o niñas sean vendidos al captor, por sus padres o adultos a cargo.

 El transporte: implica el desplazamiento de las víctimas, impulsado por los tratantes, desde el lugar de
origen al lugar de destino, con fines de explotación. Consiste en generar las condiciones necesarias
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para garantizar el traslado, sea facilitando, acompañando o realizando el traslado. (Pago de pasajes,
compra directa por parte de los tratantes, traslado de vehículos propios, facilitación de contacto con
terceros para el traslado, instrucción de las víctimas para su llegada a destino), generalmente, las
víctimas viajan acompañadas por un miembro de la organización, quien se asegura que lleguen a
destino, o pueden viajar engañadas por un falso aviso de empleo. Cuando se cruzan fronteras lo
hacen con documentación propia (que luego se les sustrae una vez llegadas a destino). Cuando se
trata de menores, suelen cruzar la frontera con documentación falsa que no delata la minoría de edad
o a veces, viajan con un autorización de sus propios padres, quiénes sabiendo o no, las han entrado a
los tratantes.

 La acogida y recepción: implica albergar víctimas en cualquier etapa del proceso con el propósito de
asegurar su disponibilidad y tal como si fuere mercancía. Para ello, utilizan diversas técnicas de
coacción: privación o restricción de la libertad, control del contacto con sus familias, malos tratos
físicos y psicológicos, retención de la documentación, suministro de drogas y alcohol.

¿Cuáles son los medios que se utilizan para cometer estos actos?

 Los medios del delito: engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier medio de intimidación o
coerción, abuso de autoridad o de la situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o
beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre la víctima.

En nuestro país existe la trata, aunque no siempre hay engaño, fraude, abuso de autoridad, coerción,
situación de vulnerabilidad, etc.

¿Cuál es la finalidad de la trata?

Es la explotación de un ser humano. Para lograrla, las víctimas son retenidas en el lugar de explotación
mediante amenazas, falsas deudas, mentiras, coacción, violencia y bajo tales condiciones son domésticas a
condiciones de esclavitud/explotación.

En la Argentina, la ley contempla estás finalidad:

A) Cuando se redujere o mantuviere a una persona en condición de esclavitud o servidumbre o se la


sometiere a prácticas análogas.
B) Cuando se obligare a una persona a realizar trabajos o servicios forzados
C) Cuando se promoviere, facilitare, desarrollare o se obtuviere provecho de cualquier forma de comercio
sexual
D) Cuando se practicare extracción ilícita de órganos o tejidos humanos

¿Cuáles son los derechos reconocidos en la normativa Argentina para las víctimas de trata?

Según la ley 26.364. artículo 6, los derechos son:


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- Recibir información sobre sus derechos en un idioma que comprendan y en forma accesible a su edad
y madurez
- Recibir alojamiento apropiado, manutención, alimentación suficiente e higiene personal adecuada.

El artículo 7 específica que en ningún caso se utilizarán cárceles, establecimientos penitenciarios, policiales o
destinados al alojamiento de personas detenidas, procesadas o condenadas.

- Contar con asistencia psicológica, médica y jurídica gratuita


- Prestar testimonio en condiciones especiales de protección y cuidado.
- Protección frente a toda posible represalia contra su persona o su familia.
- La adopción de medidas necesarias para garantizar su integridad física y psicológica.
- Ser informadas del estado de las actuaciones, de las medidas adoptadas y la evolución del proceso.
- Ser oídas en todas las etapas del proceso.
- La protección de su identidad e intimidad: artículo 8 habla de la privacidad y reserva de su identidad
las actuaciones judiciales serán confidenciales, todos los que intervengan tendrán que guardar secreto
de la identidad.
- Permanecer en el país, recibir la documentación.
- Que se les facilite el retorno al lugar en el que estuviera asentado su domicilio.
- Acceder de manera voluntaria y gratuita a los recursos de asistencia.

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Janín, Beatriz. VIOLENCIA Y SUBJETIVIDAD. (No sale un título específico de
algún punto del programa, pero se puede relacionar con maltrato infantil,
daño psíquico. PUNTO 3)

Violación, sometimiento, tortura, abandono, hambre, son formas del desconocimiento del otro, del
avasallamiento de su subjetividad.

Cuando hablo de violencia me refiero a provocar en el otro sensaciones inelaborables, ruptura de límites.
Muchas veces en las familias se hace esto. Se fuerza al niño a ser otro, se desconocen sus posibilidades y su
historia, se arrasa con sus pensamientos, se una su cuerpo como si fuera un objeto.

¿Qué puede llevar a ejercer tanta violencia sobre un niño? Se puede tratar de una transmisión de violencia a
través de las generaciones.

Las familias violentas por lo general, son familias muy cerradas, dónde no hay intercambio fluido con el resto
del mundo. Transmisión de violencia en un encierro asfixiante. Lo que ocurre en ellas, es que los vínculos se
estancan, dejan de circular , para transformarse en algo quieto. Cada uno está aislado, solo y a la vez no
puede separarse de los otros. No hay espacios individuales y tampoco se comparte. Todo es indiferenciado y
el contacto es a través del golpe o a través de funcionamientos muy primarios, como la respiración,
alimentación o sueño. Cuando alguien ha sido maltratado vive como rechazables aspectos de sí mismo,
incluida la propia hostilidad hacia los que lo maltratan.

Cuando los padres no se ubican como diferentes al niño, pueden querer matarlo como si fuera un pedazo de
ellos que no les gusta.

Otras veces, el hijo viene a salvarlos. Y cuando esto fracasa, la ruptura de esa imagen resulta intolerable. Que
el niño no cumpla con los ideales parentales puede ser vivido como terrorífico.

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También es frecuente que, cuando se tiene un hijo, el deseo sea el de tener un muñeco, no un bebé que llora,
que se alimenta, que necesita ser cambiado. Por lo tanto, cuando éste requiere atención y cuidados, se torna
insoportable.

Cuando los adultos están desbordados, ya sea por cuestiones internas como externas, ese llanto se vuelve
insoportable. Y pueden hacer cualquier cosa con tal de silenciarlo. Intentarán eliminar toda exigencia del niño,
todo lo que los perturbe. Y los niños siempre les resultarán perturbadores.

Otra veces, los adultos están deprimidos, los niños tratan de sacudirlos pero es frecuente que aquellos sientan
eso como golpes, como ataque y que respondan con violencia.

¿Cuáles son los efectos de la violencia en la constitución de la subjetividad?

Hay golpes que dejan marcas y quiebres en la trama que sostiene la vida.

Se puede hablar de dos tipos de violencia:

Violencias estructurantes:

- La violencia primaria, que se refiere al otorgamiento de sentido, inevitable intrusión humanizante


(estructuración del mundo representacional)
- Violencia identificatoria, en la identificación del otro como alguien, que posibilita verse a sí mismo
(estructuración del yo)
- Violencia de la amenaza de castración ( o de la pérdida del amor), violencia estructurante por
excelencia (estructuración del super yo o ideal del yo)

Quizás el concepto de violencia no sea el más adecuado para éstas, ya que se tratan más bien de límites, o
cortes.

Violencia desestructurante

Ellas trabajan al servicio de la pulsión de muerte, tienden a romper conexiones. Se arrasa con la subjetividad
del otro.

Violencia tiene que ver con una irrupción sin permiso, con un forzamiento. Irrupción violencia sobre otro, que
implica avasallamiento de las posibilidades del otro, provoca dolor, o deja a un niño a Merced de sus propias
necesidades, carente de toda satisfacción.

Cuando alguien pega a otro, por ejemplo, se lo hace desde el dominio o desde el desborde y se lo hace a
alguien a quien no consideró un humano igual.

Tipos de violencia desestructurante

1) Se da cuando se rompen las barreras de protección antiestímulo, Y el dolor arrasa con todo. La
tendencia es a expulsar todos lo inscripto. Acá lo insoportable es el bombardeo de estímulos que
superan las posibilidades de ser tramitados.

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Como dice Freud, la vivienda de dolor deja la impronta de un rayo, la tendencia a huir de la situación dolorosa
y de su recuerdo. La vivencia de dolor es el más imperioso de los procesos. Implica una exigencia brutal, una
exigencia de huida. El dolor sin vivencia calmante arrasa con el entramado psíquico y lleva a destruir todos los
caminos, impidiendo el armado de conexiones. Lo que queda, sí no hay nadie que frene el devenir expulsor, es
la primacía de la pulsión de muerte, es una tendencia desinscriptora. También puede quedar un estado de
obnubilación de conciencia o de abolición de la conciencia y de la subjetividad.

El semejante que contiene y calma, aporta sus propias posibilidades de que prime Eros , de que no reine el
movimiento desinscriptor, de que predomina el registro de cualidades y la ligazón entre las representaciones.

Además, Freud sostiene que la defensa primaria implica una urgencia para abandonar la imagen-recuerdo
hostil y esto esfuerza una actividad de descarga acrecentada. El vaciamiento representacional, el drenaje de
los recuerdos lleva a un vaciamiento de pensamientos y sentimientos. “Vacío” del que dan prueba las
patologías que predominan en la actualidad. Implica un exceso de dolor sin procesamiento, sin que nadie
contenga y calme, y el consiguiente vaciamiento representacional.

De los estímulos que se habla en este caso, son aquellos de los que no se puede huir, ya sea porque son
sorpresivos y atacan de golpe, o porque se está encerrado, apresado en la situación dolorosa.

Cuando hay una intrusión violenta lo que hace ésta es aliarse con la pulsión de muerte que opera el sujeto y
arrasar con el funcionamiento pulsional propio del Eros.

Cuando la coraza anti estímulo queda dañada, el mundo de las impresiones sensoriales trabaja
defectuosamente, las inscripciones psíquicas están empobrecidas Y las preexistentes no reciben investidura
porque toda la economía pulsional está trastornada.

Hablar de violencia implica pensar en golpes que vienen desde afuera, un fuera que destruye posibilidades
elaborativas, situaciones en la que la exigencia es interna y también externa.

Aunque muchas veces se llega a inscribir pero entonces, aquello de lo que no se puede huir es de la propia
necesidad de repetir ese vínculo, de sostener la relación con un otro que golpea.

2) Violencia por ausencia de estímulos.

Esta tiene que ver con las situaciones de abandono. El quedar a Merced de las propias sensaciones y
exigencias internas lleva a la indiferenciación de sensaciones. La libido no puede ligarse a nada, no hay un
mundo representacional a construir. El niño queda expuesto a sus propias sensaciones, en un mundo
indiferenciado.

No se crea la investidura de atención que se produce como consecuencia de un vínculo, en tanto hay otro que
mientras un mundo libidinizado. Al no estar atentos a lo que pasa en el mundo, las situaciones les “suceden”
sin previo aviso, por lo que quedan abrumados por lo ocurrido.

Hay dos formas de perforar la coraza antiestímulo

- Por ruptura de la coraza


- Por ausencia de estimulación

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Es decir, tanto si desde el mundo se arrasa con las propias posibilidades, tiempos ritmos, de incorporar los
estímulos externos, quebrando posibilidades metabolizadoras de alguien, así también como cuando se deja a
alguien en un mundo sin investiduras libidininales, se ejerce violencia desestructurante.

Hay otros modos de violentar: no tener en cuenta el estado anímico del niño, amenazas, castigos
permanentes y la denigración. Todas ellas tienen un efecto devastador del sentimiento de sí.

En las situaciones expuestas, se deshumaniza al otro, se lo reduce a la pura necesidad a través del hambre
extrema, por ejemplo, transformándolo en un animal, erradicando cualquier posibilidad identificatoria por
parte de los ejecutores de la violencia. Se lo despoja de todo aquello que lo identifique como alguien.

Así, el torturador ejerce dominio, tiene la vida del otro en sus manos, es amo y señor, decide acerca de la vida
y muerte y sobre todos los aspectos del otro.

Pero si alguien ha construido a lo largo de su vida ciertos parámetros internos, que son aquellos de los que no
se lo puede desposeer (los pensamientos, sentimientos, son aquellos sobre los que los otros no pueden
ejercer poder), es posible que pueda sostenerse internamente a pesar del ataque externo. Mucho más difícil
de lograrlo es cuando el que sufre el estallido de violencia es un niño, que no ha construido aún normas
internas y valores éticos o es muy pequeño para sostenerlos, sobre todo cuando los que lo violentando son
aquellos a los que él considera portadores de normas y modelos.

Las personas violentadas sienten un abatimiento general. Sienten que hay algo en ellos que está muerto. .

Efectos de la violencia en la constitución del psiquismo.

Estos efectos no son excluyentes.

1) Aniquilación de las diferencias: anulación de la conciencia en tanto registro de cualidades y sensaciones


que deriva en un no sentir como ocurre también en los drogadictos. Se pierde la posibilidad de
diferenciar matices y pasa a ser todo igual. Están en estado de shock continuo, electrificados. Son
zombies, fantasmas que no desean ni aman ni odian y salen a veces de ese estado a través de una
visión paranoica del mundo. (Edifican un mundo malo) .
Sí todo les parece igual, sienten que la vida que, no pueden sostener desde lo interno, porque tienen
un pedazo muerto, debería ser sostenida por el afuera, desde los golpes del contexto. Estos niños
maltratados, solo sienten cuando son inundados por estímulos o cuando se provocan un plus en su
capacidad perceptivas (como la marihuana).
Son niños que quedan anestesiados, con una parte muerta y que necesitan ser sacudidos por un
estímulo fuerte. Así, buscan el peligro, juegan con la posibilidad de un accidente, se drogan, se
golpean contra el mundo. Hay otros, en cambio, que permanecen como animales heridos, recluidos.

2) Tendencia a la desinscripción, a la desinvestidura, a la desconexión, que lleva a “excorporar” o a


expulsar violentamente toda investidura, dejando un vacío representacional. Toda representación
puede ser dolorosa y hasta el proceso mismo de investir e inscribir puede ser intolerable. Así, pueden
predominar en ellos trastornos graves de pensamiento. No pueden ligar ni conectar lo inscripto. Es un
funcionamiento preconsciente que se caracteriza por los quiebres.

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3) Confusión identificatoria: quedan arrasados sus ejes identificatorios. El niño se pierde en la nebulosa de
no saber quién es. A veces puede salir de la confusión ubicando un enemigo externo, o un mundo
externo como peligroso. Otras veces, adquiere una identidad por identificación con aquello que los
otros suponen que lo definen: malo, tonto, etc.

4) Repliegue narcisista: construcción de una coraza antiestímulo onmiabarcativa.

5) Repetición: es el efecto más frecuente y tiene dos modos: a) haciendo activo lo positivo (identificación
con el agresor) b) buscando alguien que se haga cargo de que la repetición textual se efectivice
(buscando un agresor). Hay reiteración de la vivencia.

6) Quedar en estado permanente de apronte angustioso: pendiente de olores, ruidos. En estado de


alerta.

7) Deprivación: que puede llevar a la delincuencia cuando predomina una actitud vengativa frente al
mundo.

Armar tramas

La salida a estas problemáticas es ir armando tramas representacionales que operen como sostén interno y
tramas sociales que contengan.

Trabajar en la defensa de la vida. Y para ello es fundamental hablar, poner sobre la mesa la cuestión de la
muerte. Que haya verdad, justicia y reparación de las historias, para que no se repitan.

El psicoanalista puede ayudar a armar una trama interna, una red representacional que pueda ir tejiendo una
historia, que pueda ir dando cuenta, en la trama de la transferencia, de aquello vivenciado como violento. De
modo que, incluyendo los aspectos muertos de cada uno, se posibilite el predominio del eros.

24
Punto 5. Declaración testimonial de Niños, niñas y adolescentes. Uso de
cámara Gesell. Ley Nº: 8149
Sancionada el  12 Agosto 2012

Modifica la Ley Nº 7.398, Código Procesal Penal de la Provincia e incorpora al Libro II, Título III,
Capítulo VI, el Artículo 296 bis.-

LA CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN

SANCIONA CON FUERZA DE L E Y :

ARTÍCULO 1º.- Modifícase la Ley N.º 7398, Código Procesal Penal de la Provincia e incorpórase al Libro II,
Título III, Capítulo VI, el Artículo 296 bis, el que quedará redactado en los siguientes términos:

“ARTÍCULO 296 bis.- TESTIMONIO DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES. Cuando se trate de víctimas o
testigos de los delitos tipificados en el Código Penal, Libro II, Título I, Capítulo I, II, III y VI, y Título III, así
como el tipificado en el Artículo 145 ter; que a la fecha en que se requiriera su comparecencia no hayan
cumplido los 18 años de edad se seguirá el siguiente procedimiento:

a) En la primera oportunidad procesal, el Juez o Tribunal por única vez deberá ordenar que los niños, niñas y
adolescentes aludidos sean entrevistados sólo por un psicólogo especialista en niños, niñas y adolescentes del
Poder Judicial de la Provincia, que en ningún caso podrá ser el terapeuta que haya intervenido en el
tratamiento de los niños, niñas y adolescentes a entrevistarse, pudiendo ser acompañado por otro profesional
cuando el caso particular lo requiera, ambos designados por el mismo Juez o Tribunal que ordene la medida,

25
procurando la continuidad del mismo psicólogo durante todo el proceso; en una audiencia que será
videograbada en Cámara Gesell o similar, no pudiendo en ningún caso ser interrogados en forma directa por
dicho Juez o Tribunal ni por las partes;

b) Previo a concretar la medida, de conformidad a los Artículos 233 y 234 del presente código, se convocará a
todas las partes a una audiencia preliminar donde con la participación del o de los profesionales se fijarán los
puntos o temas que interesa saber acerca de los niños, niñas y adolescentes a entrevistar y del hecho que se
investiga en la causa; de la que se dejará constancia en un acta;

c) El acto se llevará a cabo en un gabinete acondicionado con los implementos adecuados a la edad y etapa
evolutiva de los niños, niñas y adolescentes;

d) Las alternativas del acto serán seguidas desde el exterior del recinto a través de vidrio espejado, micrófono,
equipo de video o cualquier otro medio técnico con que cuente el Juez, el Fiscal y el Asesor Letrado de
Menores; pudiendo estar presente también la defensa y el querellante si lo hubiere;

e) El Juez o Tribunal deberá tomar las medidas tendientes a impedir cualquier tipo de contacto del
entrevistado con el imputado, en resguardo y protección de los niños, niñas y adolescentes. En este sentido en
ningún caso podrá presenciar el acto el imputado como autor, cómplice o instigador del hecho;

f) Se dejará constancia del acto en soporte audiovisual que acompañará el acta labrada de la realización de la
audiencia;

g) En caso de que el o los autores sean desconocidos, el Juez o Tribunal deberá designar de oficio a un
Defensor Oficial que los represente en el acto;

h) El Juez o Tribunal de oficio o a pedido de las partes, podrá disponer el comparendo del o de los
profesionales intervinientes a los fines de aclarar o dar explicaciones sobre la entrevista.

i) El Juez de Instrucción o el Tribunal de Juicio, de oficio o a pedido de parte, en forma excepcional y en casos
debidamente fundados, podrá citar nuevamente a los niños, niñas y adolescente con el objeto de ser
entrevistado bajo las mismas condiciones que describe el presente artículo.

Cuando se trate de actos de reconocimiento de lugares o cosas, los niños, niñas y adolescentes serán
acompañados por el profesional que designe el Juez o Tribunal, no pudiendo en ningún caso estar presente el
o los indicados en la denuncia como autores”.

ARTÍCULO 2º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

26
Punto 6. PREVENCIÓN Y SANCIÓN DE LA VILENCIA EN EL ÁMBITO
FAMILIAR. Ley Nº: 7943
 20 Noviembre 2008

LEY DE ORDEN PUBLICO: Establece las garantías, principios, acciones y


procedimientos destinados a la prevención y sanción de la violencia en el ámbito de las
relaciones familiares. El Poder Ejecutivo reglamentara la presente Ley dentro de sesenta (60)
días a partir de su publicación.-

LA CAMARA DE DIPUTADOS DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN SANCIONA CON FUERZA DE LEY:

TITULO I

Principios Generales.

ARTÍCULO 1º.- OBJETO. Las disposiciones contenidas en la presente Ley son de orden público e interés
social y tienen el objeto de establecer las garantías, principios, acciones y procedimientos destinados a:

a) La prevención y sanción de la violencia en el ámbito de las relaciones familiares. Priorizando respecto de los
niños, niñas, adolescentes, las mujeres, los adultos mayores, las personas con capacidades especiales y demás
miembros.

27
b) La asistencia integral de los integrantes de las familias involucradas en situaciones de violencia.

c) Resguardar la institución familiar, como célula social básica y fundamental de toda la comunidad, en pos de
una sociedad sana y justa.-  

ARTÍCULO 2º.- BIENES JURÍDICOS TUTELADOS. Los bienes jurídicos tutelados por esta Ley son la vida, la
libertad, la integridad física, psicológica, económica y sexual, así como el desarrollo psicoemocional de los
integrantes del grupo familiar.-

ARTÍCULO 3º.- PRINCIPIOS. Los procedimientos y mecanismos que se realicen en cumplimiento de los
objetivos y garantías previstos en los artículos precedentes, deben desarrollarse teniendo en cuenta los
siguientes principios:

a) Gratuidad: las víctimas de violencia tienen derecho a recibir atención, asesoramiento y servicio de justicia
en forma gratuita a cargo del Estado.

b) Celeridad: se garantiza a las víctimas de violencia el acceso inmediato y adecuado a los servicios y
procedimientos de atención y asistencia técnica, profesional, legal o jurídica.

c) Confidencialidad: las personas que intervienen en los procedimientos y actividades previstas en el marco de
esta ley tienen el deber de confidencialidad de los asuntos que tomaran conocimiento.

d) Profesionalidad: la asistencia y tratamiento previstos en esta ley son llevados a cabo en forma exclusiva por
técnicos/as y/o profesionales con incumbencia y competencia específica en la problemática de la violencia en
la familia.

e) Capacitación: los/las agentes, profesionales o técnicos/as, funcionarios/as del Estado y de las


Organizaciones de la Sociedad Civil, que tengan a su cargo la aplicación de esta ley, deberán recibir
capacitación específica y continua en prevención de violencia familiar.

f) No Victimización: los/las agentes, profesionales o técnicos/as, funcionarios/as y magistrados/as deberán


evitar la victimización institucional.-

ARTÍCULO 4º.- CONCEPTO. A los fines del articulo anterior, entiéndase como violencia familiar; toda acción,
omisión, abuso o maltrato dirigido a dominar, someter, controlar o agredir la integridad físico, psíquico, moral,
psicoemocional, económica, sexual y/o la libertad de una persona que tenga lugar dentro de la familia o
unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya sea que el agresor haya o no compartido el
mismo domicilio que la víctima.-

ARTÍCULO 5º.- ÁMBITO. A los efectos de la aplicación de esta ley quedan comprendidos los actos de
violencia cometidos entre:

a) Cónyuges, ex cónyuges, convivientes o ex convivientes o personas que hubieran procreado hijos en común,
aunque no hubieran convivido.
b) Ascendientes, descendientes, colaterales o hermanos/as aunque no convivan.

28
c) Personas que cumplan funciones asociadas a los roles parentales o contribuyan a la crianza de los hijos de
su pareja, en forma temporaria o permanente.

d) Personas que mantengan o hayan mantenido relaciones consensúales íntimas, de noviazgo, de pareja o
similares.

e) Personas que habiten en el mismo hogar en forma permanente o temporaria y se encuentren en una
situación de dependencia.-

ARTÍCULO 6º.- ACTOS DE VIOLENCIA. Se consideran actos de violencia familiar, con carácter enunciativo:

a) VIOLENCIA FISICA: aquellas conductas que produzcan lesión interna o externa o cualquier otro maltrato
provocado en forma directa o a través de elementos que, en uso del agresor/a, tiene la intencionalidad de
dañar a la víctima o que afecte la integridad física de la misma.

b) VIOLENCIA PSICOLÓGICA O EMOCIONAL: originada por aquel patrón de conducta, tanto de acción como
de omisión, de carácter repetitivo, consistente en prohibiciones, coacciones, condicionamientos,
intimidaciones, amenazas, actitudes devaluatorias o de abandono, capaces de provocar, en quien las recibe,
deterioro o disminución de la autoestima y una afectación a su estructura de personalidad;

c) VIOLENCIA SEXUAL: aquellas conductas, amenazas o intimidaciones que afecten la integridad sexual, la
libertad o autodeterminación sexual de la víctima

d) VIOLENCIA ECONOMICA: aquellas acciones y conductas que impidan o restrinjan el ejercicio del derecho de
propiedad, el acceso o administración de bienes de todo tipo e ingresos propios o gananciales, dinero, falta de
cumplimiento adecuado de los deberes alimentarios que pongan en riesgo el bienestar o desarrollo de las
personas o de sus hijos menores de edad; adultos mayores o personas con capacidades especiales.-

TITULO II
Políticas Públicas contra la Violencia en la Familia

ARTÍCULO 7º.- POLITICAS. A los efectos de la presente Ley, se entiende como prevención, la promoción de
una cultura que favorezca la creación de un marco objetivo de equidad, libertad e igualdad, entre los
miembros de una familia, eliminando las causas y patrones conductuales que generan y refuerzan la violencia
familiar.-

ARTÍCULO 8º.- ACCIONES. A fin de cumplimentar los objetivos de esta ley, el Estado Provincial a través del
organismo designado autoridad de aplicación de la presente y en coordinación con el órgano coordinador
creado en el artículo 53º de la misma, promueve las siguientes acciones:

a) Sensibilización y capacitación específica del personal de salud, educación, judicial, policial y demás
organismos encargados de la aplicación de esta ley.

29
b) Programas de educación destinados a concientizar a los/las ciudadanos/as sobre la problemática de la
violencia, la construcción de relaciones familiares libres de malos tratos. El respeto y garantía a los derechos
que asisten a la familia: niños, niñas, adolescentes, mujeres, adultos mayores, personas con capacidades
especiales y demás miembros.

c) Estudios e investigaciones de las causas y consecuencias de la violencia en la familia, a través de


recolección de datos, elaboración de estadística y el análisis de la información, con el propósito de desarrollar
programas y acciones conducentes a un mejor cumplimiento de esta ley.

d) Implementación de servicios de atención interdisciplinaria de la violencia en la familia.

e) Estimulo a la formación de redes locales con participación de las organizaciones de la sociedad civil.

f) Campañas comunicacionales de información y sensibilización de la problemática de la violencia.

g) Difusión de los contenidos e instrumentos referentes a los derechos humanos internacionales relacionados
con la violencia en el ámbito de las relaciones familiares y en especial la presente ley y su reglamentación.-

ARTÍCULO 9º.- AUTORIDAD DE APLICACIÓN. El Ministerio de Desarrollo Humano y Promoción Social a


través de la Secretaria de Promoción Social como unidad central, o el organismo que en el futuro la remplace
y de acuerdo a sus áreas competentes, será Autoridad de Aplicación de la presente ley, en todo lo que no
competa directamente al Poder Judicial.-

ARTÍCULO 10.- FUNCIONES. La Autoridad de Aplicación tiene las siguientes funciones:

a) Ejerce la coordinación y promoción de actividades y programas tendiente a prevenir la violencia en el


ámbito de las relaciones familiares; priorizando respecto de los niños, niñas, adolescentes, las mujeres, los
adultos mayores, las personas con capacidades especiales y demás miembros.

b) Tiene a su cargo los consultorios interdisciplinarios para la atención psico-socio-legal en forma diaria,
gratuita y anónima; que funcionaran en el modo, la forma y con los recursos humanos y materiales vigentes y
los que se establezcan por vía de resolución de la autoridad competente.

c) Implementar una línea telefónica gratuita y directa para la contención y asesoramiento en la urgencia.

d) Promover la capacitación de personas, grupos y distintos sectores de la comunidad, e interactuar con los
organismos y estamentos públicos y privados a fin de lograr un mejor compromiso social y un abordaje
integral de la problemática de la violencia familiar, teniendo como ámbito de aplicación y ejecución, a toda la
comunidad.

e) Promover campaña de difusión sobre la temática de prevención de la violencia familiar, mediante el uso de
distintos medios de comunicación masivos y no masivos, directos o indirectos, formales y no formales.

f) Realizar relevamientos permanentes y llevar estadísticas a cuyo fin constituirá un banco de datos sobre la
violencia contra la mujer y la violencia familiar en general, en la provincia.

30
g) Confeccionar un registro de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales dedicadas a la atención
de la violencia.

h) Celebrar convenios con instituciones públicas o privadas, municipales, provinciales, nacionales e


internacionales de asistencia técnica y financiera para el cumplimiento de los objetivos previstos en esta ley.

i) Implementar mecanismos de asistencia económica, social u otras en casos de necesidad y con carácter
temporario a las víctimas de violencia familiar que hayan requerido la aplicación de esta ley.

j) Implementar y coordinar el sistema de información, siendo obligatorio para los organismos intervinientes,
suministrar los datos a efectos de elaborar registros, estadísticas, informes y monitoreo de las situaciones de
violencia en la familia.-

ARTÍCULO 11.- CONSULTORIOS INTERDISCIPLINARIOS. Los consultorios interdisciplinarios, desarrollaran


las siguientes acciones, no debiéndose considerar taxativa su enumeración:

1- Receptar los casos de violencia y asesorar, orientar, informar y en su caso efectuar la derivación ante otros
organismos competentes en la materia, de la o las personas involucradas, y las circunstancias objetivas del
caso.

2- Realizar la contención y rehabilitación psico-social de la victima o victimas y su agresor.

3- Efectuar un seguimiento de los casos en los que entiende, y de otros que llegan a su conocimiento y en los
que interactúe.-

ARTÍCULO 12º.- REGISTRO. La Autoridad de Aplicación implementará el Registro Central para la Prevención
de la Violencia Familiar, concentrando estadísticas de las solicitudes de protección que le fueren requeridas,
tanto como de las denuncias efectuadas ante la autoridad judicial, en virtud de la naturaleza de los hechos.-

TITULO III
De la Solicitud de Protección.

ARTÍCULO 13.- SOLICITUD DE PROTECCIÓN. La solicitud de protección, a las víctimas de la violencia


familiar, unifica los distintos instrumentos de amparo y tutela a las víctimas de estos actos y faltas; mediante
un régimen integral de protección que concentra una acción cautelar de naturaleza administrativa y
jurisdiccional. A partir de su impulso las distintas administraciones públicas de gestión estatal, activaran
inmediatamente los instrumentos de protección social establecidos en sus respectivos sistemas. A su vez, de
forma coordinada y en caso de ser necesario, mediante un rápido y sencillo procedimiento podrá obtener la
víctima una acción cautelar de naturaleza jurisdiccional.-

ARTÍCULO 14.- ORGANISMOS RECEPTORES. La solicitud de protección por hechos de violencia en la familia
podrá efectuarse en forma oral o escrita, con o sin patrocinio legal, ante:

31
a) Las distintas áreas competentes de la autoridad de aplicación de la presente ley.
b) Los servicios sociales, sanitarios o educativos públicos y privados.
c) La unidad policial.

Los organismos receptores referidos anteriormente al ser requeridos por las víctimas de violencia familiar,
facilitarán la solicitud de protección, poniendo a su disposición con esta finalidad información, formularios, y en
su caso, canales de comunicación con la Administración de Justicia y el Ministerio Público.
Cuando la solicitud se hiciera ante autoridad policial, deberá ser atendida por personal femenino con idoneidad
para canalizar los reclamos, inquietudes y presentaciones de violencia en la familia. Además, deberá informar
adecuadamente a quien efectuare la solicitud acerca de los medios más pertinentes para hacer cesar la
situación de violencia. La inobservancia de esta norma por parte del personal policial será sancionada como
falta disciplinaria grave, sin perjuicio de la sanción penal que pudiere corresponderle.-

ARTÍCULO 15.- HABILITADOS PARA SOLICITAR. Podrán requerir la solicitar de protección ante hechos de
violencia familiar en el marco de esta ley:

a) Las personas directamente afectadas por la situación de violencia.

b) Los parientes de la víctima.

c) Las personas que tomen conocimiento de malos tratos, o de situaciones que atenten contra la integridad
psíquica, física, sexual o moral de un niño, niña, adolescente, personas con capacidades especiales o adulto
mayor en condición de vulnerabilidad, o cualquier otra violación a sus derechos en el ámbito de las relaciones
intrafamiliares.

d) Las personas que en su relación de vecindad o amistad hayan tomado conocimiento del hecho, si la víctima
se encontrare impedida para hacerlo de manera física o emocionalmente en forma temporaria o permanente.

e) Los/las agentes, profesionales, técnicos/as y funcionarios/as de las áreas de salud y educación que presten
servicios en establecimientos públicos o privados, que en relación al ejercicio de sus funciones específicas o su
relación especial con la víctima hayan tomado conocimiento de hechos de violencia.

f) Las organizaciones no gubernamentales con o sin personería jurídica, que tomaren conocimiento de hechos
de violencia familiar.-

ARTÍCULO 16.- OBLIGATORIEDAD DE SOLICITAR. Los/las agentes, profesionales, técnicos/as y


funcionarios/as de la administración pública y los pertenecientes a las áreas de salud y educación que presten
servicios en establecimientos públicos o privados, que en relación al ejercicio de sus funciones específicas o su
relación especial con la víctima hayan tomado conocimiento de hechos de violencia, o presumieren su
existencia, están obligados a solicitar protección para la victima de estos hechos ante autoridad competente
quedando liberados del secreto profesional a ese efecto. Además tienen la obligación de informar sobre los
recursos legales que cuentan las personas víctimas de violencia.

La inobservancia de esta norma será sancionada como falta disciplinaria grave, sin perjuicio de la sanción
penal que pudiere corresponderle.

32
La solicitud se presume de buena fe y el solicitante tiene inmunidad administrativa civil y penal y se les
garantiza la posibilidad de intervenir en calidad de testigo protegido.-

ARTÍCULO 17.- RESERVA DE LA IDENTIDAD DEL SOLICITANTE. Por razones de seguridad, los organismos
que recepten las solicitudes de protección por violencia familiar y los que eventualmente intervengan en la
sustanciación del proceso, mantendrán en reserva la identidad del solicitante.-

ARTÍCULO 18.- FORMULARIO DE SOLICITUD. A los efectos de la presente ley, se habilita un formulario o
planilla especial que tiene carácter reservado y se utiliza como instrumento de registro de la situación de
violencia familiar en los organismos autorizados a recibir la solicitud de protección. Su diseño, contenido y
finalidad determinados por la presente ley, conforme el Anexo “A”, podrá ser modificado en el futuro por
resolución de la autoridad competente con intervención previa del órgano coordinador; garantizando su
provisión y distribución en toda la Provincia.
Cualquiera sea el organismo receptor de la solicitud, deberá entregar la constancia correspondiente conforme
el Anexo “B”, a toda persona que haya hecho requerimiento de protección por razones de violencia familiar. Si
el solicitante fuere la victima, podrá a su requerimiento, acceder a una copia del registro de la solicitud.
Los órganos receptores deberán preservar los formularios de solicitud de protección que hubieren
confeccionado, protocolizándolos anualmente, encuadernados y foliados.-

ARTÍCULO 19.- TRÁMITE. Receptada la solicitud de protección, por organismos pertenecientes a la Autoridad
de Aplicación, deberán disponer conforme el protocolo contenido en el Anexo “D”, la actuación de los
consultorios interdisciplinarios, a efectos de:

1- Brindar contención, orientación, información y asesoramiento psico-social-legal. En su caso indicara a la


autoridad, la derivación de la o las personas involucradas ante otros organismos pertenecientes a la autoridad
de aplicación, que resulten competentes en la materia y por las circunstancias objetivas del caso.

2- Iniciar la rehabilitación psico-social de la victima o victimas y su agresor.

3- Efectuar el seguimiento del caso, hasta tanto se logre la rehabilitación psico-social.

Sin perjuicio de ello, deberán remitir copia de la misma en forma inmediata a la unidad central, a efectos del
relevamiento estadístico del caso.
Receptada la solicitud de protección, por organismos no pertenecientes a la Autoridad de Aplicación, deberán
remitir a la unidad central de aquella, en el término de 48 horas, copia de la misma, a efectos de ser puesta
en conocimiento del requerimiento; practique el relevamiento estadístico del caso y disponga su inmediata
asistencia por el área competente.
Al momento de la solicitud de protección, la persona interesada podrá peticionar medidas protectorias de
naturaleza administrativa.-

ARTÍCULO 20.- MEDIDAS PROTECTORIAS DE NATURALEZA ADMINISTRA-TIVA. Las distintas áreas


competentes de la Autoridad de Aplicación de la presente ley, podrán disponer por razones de seguridad
personal el inmediato alojamiento de la o las victimas en albergues o establecimientos de residencia transitoria

33
con los que cuente el Poder Ejecutivo. El que no podrá exceder el plazo de quince (15) días, pudiendo ser
prorrogado por única vez y por igual término, cuando por las particulares circunstancias del caso lo considere
conveniente; o hasta tanto se concrete la eventual intervención judicial.
Asimismo podrán, a efectos de garantizar la seguridad alimentaría de la victima y de sus hijos menores a
cargo si los hubiere, disponer su incorporación a los programas pertinentes, existente y en ejecución en la
provincia, siempre que habiendo requerido la aplicación de esta ley, se encontrare en condiciones de ser
beneficiaria de los mismos.-

ARTÍCULO 21.- DERIVACIONES A LA AUTORIDAD JUDICIAL. En aquellos casos en que de acuerdo a las
medidas dispuestas por el organismo perteneciente a la Autoridad de Aplicación en cumplimiento de sus fines
específicos se determinare que una persona se encuentra en situación objetiva de riesgo que requiera la
adopción de alguna de las medidas de protección previstas por el articulo 38º de la presente Ley, deberá
remitir copia de la solicitud y los antecedentes del caso a la autoridad judicial con competencia en la materia,
solicitando la aplicación de alguna de las medidas de protección previstas.
En caso de suscitarse dudas acerca de la competencia territorial y material del juez, deberá iniciar y resolver el
procedimiento para la adopción de medidas de protección el juez ante el que se haya solicitado ésta, sin
perjuicio de remitir con posterioridad las actuaciones a aquel que resulte competente.-

TITULO IV
Procedimiento Judicial.

CAPITULO I
Parte General

ARTÍCULO 22.- COMPETENCIA. A los efectos de la aplicación de la presente ley son competentes
indistintamente para conocer y resolver en los supuestos de violencia familiar contemplados por los artículos
4º, 5º y 6º:

a) Los Juzgados de Familia, incluido los casos en que no medie juicio de divorcio vincular o separación
personal y las uniones de hecho.
b) Los Juzgados de Menores.
c) Los Juzgados de Instrucción.
d) Los Juzgados Correccionales.
e) Los Juzgados de Paz Letrados con excepción de los correspondientes a Capital, Chimbas, Rawson, Rivadavia
y Santa Lucía.

No obstante, cuando mediaren circunstancias excepcionales de personas, tiempo y lugar y los hechos fueran
de tal gravedad que requieran hacer cesar de forma inmediata sus efectos, será competente cualquier
magistrado judicial de cualquier fuero, aunque no fuera competente por el grado, la materia y el turno.
En caso que otro órgano judicial competente conforme a las disposiciones de la presente ley se encuentre
avocado al conocimiento de los mismos hechos, previa comprobación, remitirá los antecedentes que se hayan
formado al que previno, sin perjuicio de la competencia originaria que tenga.-

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ARTÍCULO 23.- PODER COERCITIVO. En el ejercicio de sus funciones el Juez actuante podrá disponer la
intervención de la fuerza pública y decretar todas las medidas que considere necesarias para el seguro y
regular cumplimiento de los actos que ordena.-

ARTÍCULO 24.- CARÁCTER RESERVADO. Las actuaciones judiciales que se formen con motivo de la
aplicación de la presente ley no podrán ser dadas a publicidad, siendo reservadas a las partes intervinientes.-

ARTÍCULO 25.- TRÁMITE. El proceso que diere lugar a la tramitación de una medida de protección por
hechos de violencia familiar se regirá por las disposiciones de la presente Ley.
Las acciones que se promuevan por violencia familiar se tramitarán en un proceso de carácter urgente e
independiente y resolverán la pretensión. Las medidas dispuestas podrán dictarse inaudita parte siempre que
se encuentre acreditado verosímilmente el derecho invocado por el peticionante.-
Las causas formadas por hechos de violencia familiar deberán ser de trámite prioritario para los órganos
judiciales intervinientes.-

ARTÍCULO 26.- FINALIDAD. Las medidas de protección contempladas en el presente capítulo tienen como
finalidad el cese de la violencia actual y su prevención en el futuro.-

CAPITULO II
De la Denuncia

ARTÍCULO 27.- DENUNCIA. La denuncia de hechos de violencia comprendida en esta ley podrá efectuarse
por escrito o verbalmente, personalmente o a través de representante legal o mandatario, con o sin patrocinio
letrado, el que será obligatorio para la sustanciación del proceso.-

ARTÍCULO 28.- CONTENIDO DE LA DENUNCIA. La denuncia deberá contener de un modo claro y preciso, en
cuanto fuere posible:

a) Nombre, apellido, fecha de nacimiento y domicilio del denunciante.


b) Parentesco o vínculo del denunciante con el agresor.
c) Nombre, apellido, fecha de nacimiento y domicilio de la persona a cuyo favor se denuncia.
d) Parentesco o vínculo del denunciante con la victima.
e) La relación de los hechos, con indicación de las circunstancias de lugar donde fueron cometidos, tiempo y
modo de ejecución y la indicación de las personas intervinientes.
f) La petición y sus fundamentos.
g) Los nombres, apellidos, fechas de nacimiento y domicilio de las demás personas convivientes y de los
testigos.
h) Los demás elementos que puedan conducir a su comprobación.
i) La firma del denunciante y en su caso la de los funcionarios públicos intervinientes.

35
ARTÍCULO 29.- LEGITIMACIÓN PARA DENUNCIAR. Se encuentran facultados para denunciar en sede judicial
las personas mayores de dieciocho años de edad víctimas de violencia familiar. En caso de impedimento
transitorio lo podrá hacer en su favor cualquier persona que conozca los hechos.
Cuando la víctima fuere persona menor de dieciocho años de edad o incapaz la denuncia la podrán formular
sus padres, tutores, curadores, encargados de la educación o guarda o por la Asesoría Letrada de Menores e
Incapaces. En caso de mediar intereses contrapuestos entre víctima y agresor, podrá formular la denuncia
cualquier persona que conozca los hechos y el propio menor o incapaz.-

ARTÍCULO 30.- OBLIGACIÓN DE DENUNCIAR. Los funcionarios públicos que en ocasión o con motivo de sus
funciones tomaren conocimiento de la comisión de alguno de los hechos de violencia familiar comprendidos en
la presente Ley, tendrán obligación de denunciarlo ante los órganos enumerados en el artículo siguiente.-

ARTÍCULO 31.- ORGANOS LEGITIMADOS PARA LA RECEPCIÓN DE LA DENUNCIA. La denuncia podrá ser
presentada por ante cualquiera de los siguientes órganos:

a) Juzgados de Familia.
b) Juzgados de Menores.
c) Juzgado de Instrucción.
d) Juzgado Correccional.
e) Juzgados de Paz letrados, con las excepciones establecidas.
f) Fiscalía en lo Penal de Instrucción.
g) Fiscalía en lo Penal Correccional.
h) Asesoría Letrada de Menores e Incapaces.
i) Defensorías Oficiales.
j) Las dependencias policiales.

Dichos órganos se encuentran obligados funcionalmente a recibir las denuncias que le fueren presentadas; su
omisión constituirá falta grave, sin perjuicio de las responsabilidades penales en que pudieren incurrir.
Cuando la denuncia fuera presentada ante los órganos enumerados en los incisos f), g), h), i), y j), de este
Artículo, sus titulares deberán remitirla inmediatamente, acompañando la prueba e informes recibidos, ante los
órganos judiciales competentes establecidos en el Art. 22º de esta Ley.
En el caso de ser presentada ante el órgano designado en el inciso j) del presente Artículo, aquel deberá
entregar al denunciante la constancia de la misma, conforme al Anexo “C”.-

ARTÍCULO 32.- ADMISIBILIDAD. En ningún caso la denuncia podrá ser desestimada por defectos formales,
disponiéndose lo conducente para ser subsanados. La misma será desestimada in limine en los casos que los
hechos denunciados no configuren ninguno de los supuestos de violencia establecidos en la presente ley.
En estos casos se deberán enviar a la unidad central de la Autoridad de Aplicación de la presente Ley, copia
del formulario de remisión conforme el Anexo “D”, a efectos de ser puesta en conocimiento del caso; practique
el relevamiento estadístico y disponga la inmediata asistencia por el área competente, si correspondiere.

CAPITULO III
Proceso Judicial

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ARTÍCULO 33.- PROCEDIMIENTO. Recibida la denuncia, el Juez tras evaluar sus términos y los antecedentes
acompañados, en caso de considerarlo necesario, previo a resolver, podrá requerir, con carácter de urgente
informes médicos, psicológicos, socio ambientales y de cualquier otra índole para formar criterio y poder
determinar daños físicos y psíquicos sufridos por la víctima, la situación de peligro y el medio social y
ambiental de la familia, como también las posibles alternativas de solución futura a la conflictiva presentada. A
tal fin girará las órdenes pertinentes a los integrantes del Cuerpo Asesor de la Secretaría Social del Poder
Judicial, los propios, o de la Administración Pública correspondientes, quienes deberán expedirse en un plazo
de cuarenta y ocho (48) horas; el que podrá ampliarse en razón de las circunstancias particulares del caso y
por motivos fundados.-

ARTÍCULO 34.- AUDIENCIA. Asimismo el Juez podrá fijar inmediatamente audiencia, convocando a los
interesados cuya presencia estimare necesaria.

De ello se deberá labrar acta en la forma y contenido prescripto por las disposiciones generales de la Ley
Procesal en la materia correspondiente a la competencia del Juez que disponga su celebración.
Durante la audiencia, el Juez adoptará las medidas oportunas para evitar la confrontación entre el agresor y la
víctima, sus hijos y los restantes miembros de la familia; pudiendo disponerse a tal efecto que su declaración
en la audiencia se realice por separado y antes de ello su permanencia en lugares distintos.-

ARTÍCULO 35.- PRUEBA – AMPLITUD – VALORACION. Todos los hechos y circunstancias relacionadas con el
objeto del proceso regulado por la presente Ley pueden ser acreditados por cualquier medio probatorio lícito.
Las pruebas obtenidas tendientes a acreditar los hechos de violencia familiar comprendidos en las
disposiciones de la presente Ley, podrán ser dispuestas de oficio y serán valoradas conforme al sistema de la
libre convicción, observando las reglas de la sana crítica racional.-

ARTÍCULO 36.- INTERVENCIÓN DE LA ASESORIA LETRADA DE MENORES E INCAPACES. Su intervención


será obligatoria en todos aquellos casos en que en los hechos denunciados se encuentren involucradas
personas menores de edad o incapaces, hayan sido estos últimos declarados o no en juicio. La que emitirá
dictamen por escrito y en forma fundada, en el término de 24 horas o en forma inmediata, según la urgencia
del caso.-

ARTÍCULO 37.- INTERVENCIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. En los casos que corresponda deberá
darse intervención al Agente Fiscal, a cuyo efecto se le deberán remitir los antecedentes del caso.-

ARTÍCULO 38.- MEDIDAS DE PROTECCIÓN. En toda cuestión de violencia familiar, además de las medidas
previstas en la legislación vigente, el Juez, de oficio, a petición de parte o del Ministerio Público, podrá
disponer todas aquellas tendientes a la protección de la vida, la integridad física o emocional de la víctima, la
libertad y seguridad personal, así como la asistencia económica e integridad patrimonial del grupo familiar. El
Juez al ordenar el trámite resolverá sobre la más conveniente conforme los planteos formulados, urgencia y
verosimilitud de la petición. A tal fin podrá adoptar con carácter de medida cautelar o autosatisfactiva u otra
análoga, las siguientes:
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a) Atribuir el hogar conyugal o vivienda común.
b) Disponer la exclusión del agresor de la residencia común y la entrega de sus efectos personales, labrándose
inventario judicial de los bienes muebles que se retiren y de los que permanezcan en el lugar en su caso.
c) Con el objeto de prevenir y/o evitar la repetición de actos de violencia, el juez podrá prohibir restringir o
limitar el acceso del denunciado, tanto al domicilio como sus adyacencias, el lugar de trabajo o estudio de
quien fue la víctima de los hechos puestos en su conocimiento.
d) Podrá igualmente prohibir que el denunciado realice actos molestos o perturbadores a alguno de los
integrantes del grupo conviviente.
e) Decidir el reintegro al domicilio a petición de quien ha debido salir del mismo, por razones de seguridad
personal, excluyendo en tal caso de dicha vivienda al supuesto agresor.
f) En caso de que la víctima fuera un niño, niña, adolescente, adulto mayor o persona incapaz, otorgará la
guarda protectoria provisoria a quien se considere idóneo para tal función, si esta medida fuese necesaria para
la seguridad psicofísica de los mencionados. Asimismo el juez tomará los recaudos necesarios para preservar
su salud e integridad.
g) Decretar las medidas provisorias urgentes relativas a alimentos, tenencia y régimen de visitas que resulten
procedentes o adecuadas a la circunstancias del caso y sin perjuicio del posterior tratamiento por la vía
procesal pertinente.
h) Prohibir al agresor comunicarse, relacionarse, entrevistarse o desarrollar cualquier conducta similar, en
relación con la víctima, demás personas afectadas, testigos o denunciantes del hecho.
i) Incautar las armas que el agresor tuviere en su poder, las que permanecerán en custodia en sede judicial.
j) Disponer la asistencia obligatoria del agresor, víctima y grupo familiar o vinculado en su caso a programas
de abordaje terapéutico o rehabilitación.
k) Toda otra medida que se estime pertinente de acuerdo a las circunstancias del caso.

Las medidas previstas precedentemente podrán disponerse aún con anterioridad a la oportunidad prevista por
el art. 111 del Código Procesal Penal de la Provincia.-

ARTÍCULO 39.- RESOLUCIÓN. El Juez dictará resolución fundada disponiendo las medidas de protección
necesarias previstas en el artículo anterior, en función de las circunstancias del caso y naturaleza de la
situación planteada, cuando existieren indicios suficientes y fundados de que la víctima se encontrare en una
situación objetiva de riesgo.-

ARTÍCULO 40.- CONTENIDO. La resolución disponiendo medidas de protección deberá contener, bajo
sanción de nulidad:

a) El lugar y fecha en que se dicta.


b) La mención del Tribunal que la dicta, con indicación de sus nombres y apellido, al igual que los de las
partes intervinientes.
c) Individualización de la causa en que se dicta.
d) Trasncripción de la medida ordenada.
e) Personas a las que alcanza.
f) Los apercibimientos expresos en los términos del artículo 239 del Código Penal y los contenidos en el
articulo 45º de la presente Ley, en caso de no acatar alguna de las obligaciones que le fueren impuestas en la
resolución.

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g) La firma del Juez que la emite y del Actuario interviniente.
h) Los sellos oficiales correspondientes al organismo judicial emisor y los aclaratorios de firma de Juez y
Actuario.

ARTÍCULO 41.- DURACIÓN – CESE: Las medidas de protección subsistirán mientras duren las circunstancias
que las determinaron. Ellas cesarán inmediatamente hayan desaparecido los motivos que le dieron origen. Su
levantamiento podrá ser ordenado de oficio o a pedido de parte interesada por el Juez que las dispuso o ante
quien le fueron remitidos los antecedentes y resultare competente.-

ARTÍCULO 42.- NOTIFICACIÓN. La resolución será notificada a las partes, al Agente Fiscal y al Asesor
Letrado de Menores, según el caso, por cualquier medio fehaciente o en la forma ordinaria establecida por la
Ley Procesal de acuerdo a la competencia y materia del Juez que las dictó. En el caso de la víctima y victimario
la notificación deberá contener testimonio íntegro de aquella.-

ARTÍCULO 43.- COMUNICACIÓN. La resolución disponiendo medidas de protección será comunicada


inmediatamente a los organismos de la Autoridad de Aplicación de la presente Ley u otros de la Administración
Pública competentes, según el caso, mediante oficio, acompañando su testimonio íntegro, para la adopción de
las medidas de protección dispuestas, sean estas de seguridad, asistencia social, jurídica, sanitaria,
psicológica, educativa o de cualquier otra índole.-

ARTÍCULO 44.- CUMPLIMIENTO DE LA ORDEN. La persona contra la que se dirija la resolución de medida de
protección deberá dar inmediato cumplimiento a lo ordenado, a tal fin.
Ningún incidente planteado por el destinatario de la medida podrá detener su cumplimiento.
En caso de incumplimiento injustificado que pudiere importar la comisión de un delito se remitirán los
antecedentes pertinentes al Agente Fiscal correspondiente.-

ARTÍCULO 45.- SANCIONES. El incumplimiento de las medidas ordenadas en la resolución además de las
sanciones tipificadas en el código penal podrán ser sancionadas con:

a) MULTA: La pena de multa será fijada por el Juez teniendo en cuenta la gravedad de los hechos y la
capacidad económica del autor en una suma equivalente a un (1) hasta diez (10) salarios mínimos, vitales y
móviles.
El monto de la multa deberá ser abonado en el término de tres días contados a partir de la fecha de la
sentencia que la dispuso.
El incumplimiento de pago dará lugar a la conversión de la multa en arresto en los términos del párrafo
siguiente.

b) ARRESTO: La pena de arresto consistente en la privación de libertad, será fijada por un término que no
podrá exceder los cinco días, pudiendo diferirse su cumplimiento a los días no laborales.

c) TRABAJOS COMUNITARIOS: El Juez, teniendo en cuenta la naturaleza del hecho y la personalidad del autor,
podrá determinar la suspensión de la ejecución de la sanción impuesta, en los términos de los párrafos
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precedentes, disponiendo en su caso la realización de trabajos comunitarios.
El trabajo comunitario consistirá en la prestación de trabajos a favor de la comunidad o del Estado, que se
realizarán durante los fines de semana y se determinarán de acuerdo a la profesión, oficio u ocupación del
autor.
La duración del trabajo comunitario podrá determinarse entre tres meses a dos años y deberá ser supervisado
por la persona o autoridad que el Juez designe, quien informará periódicamente sobre su cumplimiento.
En caso de incumplimiento de la medida, el Juez ordenará la ejecución de la sanción cuyo cumplimiento había
sido suspendido.

d) CAPACITACIÓN: Asistir y aprobar un curso de Derechos Humanos.

ARTÍCULO 46.- MODIFICACIÓN. Las medidas de protección dictadas por el Juez podrán ser modificadas,
sustituidas o renovadas de oficio o a petición de parte interesada cuando hubieran variado los presupuestos
fácticos y/o jurídicos que le dieron origen, debiendo sus extremos ser debidamente comprobados.
En los casos que la reforma tuviere su origen en petición de aquel contra el que se dispuso, la resolución se
dictará previo traslado a la otra parte por el plazo de cinco días.
En ambos supuestos cuando se encuentren involucrados menores o incapaces deberá darse vista previa a la
Asesoria Letrada de Menores e Incapaces.-

ARTÍCULO 47.- RECURSOS. La resolución de medidas de protección será apelable, debiendo interponerse
por escrito o en diligencia, dentro del término de tres (3) días a partir de su notificación y ante el mismo Juez
que la dictó. El recurso deberá ser interpuesto con específica indicación de los puntos de la decisión que
fueren impugnados.
La resolución sólo será recurrible por el afectado, por la victima, por el Ministerio Público Fiscal o por el Asesor
Letrado de Menores, según el caso.
El recurso será concedido en relación y al sólo efecto devolutivo.
Será denegado el recurso cuando sea interpuesto por quien no tenga derecho o fuera del término, o sin
observar las formas prescriptas.
Concedido el recurso se le dará el trámite previsto por la Ley Procesal de acuerdo a la competencia y materia
del Juez que las dictó, correspondiente al recurso de apelación.-

ARTÍCULO 48.- DERIVACIÓN. REMISIÓN. En los casos en que durante la tramitación de actuaciones con
motivo de la aplicación de la presente ley, se desprendiere que estos pudieran, además, configurar alguno de
los delitos previstos por el Código Penal y leyes complementarias y actuare un juez de los enumerados en el
art. 22º de esta Ley con competencia en materia distinta a la penal, sin perjuicio de disponer las medidas
protectorias correspondientes, deberá remitir los antecedentes pertinentes a la Fiscalía Penal en turno a los
fines que impetre las acciones penales y ejerza las facultades requirentes asignadas por la legislación procesal
pertinente.
Cuando se tratare de delitos cuya acción dependa de instancia privada el Juez tendrá idéntica obligación que
en el párrafo anterior, previo expreso consentimiento de la víctima cuando esta fuera mayor de edad. Cuando
el hecho fuera cometido en perjuicio de una persona menor de edad o incapaz sin representantes legales o
con intereses contrapuestos, los antecedentes deberán ser remitidos a esos fines a la Asesoría Letrada de
Menores e Incapaces.
En aquellos supuestos en que las actuaciones por denuncia de violencia familiar se encuentren radicadas ante
un Juez con competencia penal y de sus constancias se estableciera que una persona menor de edad o

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incapaz declarado o no en juicio, se encuentra en situación de vulnerabilidad, deberá remitir los antecedentes
del caso a la Asesoría Letrada de Menores e Incapaces para el ejercicio de las funciones que le competen.
En caso que hubiere tomado intervención la Autoridad Judicial o el Ministerio Público, podrán requerir según el
caso la actuación de las instituciones y/u organismos públicos dependientes de la Autoridad de Aplicación,
competentes por la naturaleza de los hechos o las personas, a efectos de su asistencia, eventual aplicación de
las medidas establecidas en el artículo 20º de la presente ley y su posterior control, seguimiento y tratamiento
de rehabilitación psico-social de la víctima y su agresor.-

ARTÍCULO 49.- COORDINACIOIN ENTRE ORGANOS JUDICIALES. Los diferentes tribunales y órganos del
Poder Judicial de la Provincia deberán prestar a aquellos Juzgados en los que se encuentren radicadas causas
por hechos constitutivos de violencia familiar, toda colaboración y la adopción de las medidas que se le
soliciten con carácter de preferente despacho y coordinarán sus acciones con la finalidad de evitar la
concurrencia de resoluciones contradictorias.-

ARTÍCULO 50.- EXENCIONES. Las actuaciones llevadas a cabo en el marco de la presente ley estarán
exentas del pago de tasa de justicia y sellado de actuación.-

ARTÍCULO 51.- ESTADISTICAS. Los tribunales actuantes llevarán estadísticas de los casos registrados por
aplicación de la presente ley, considerando la naturaleza de los hechos y resultados de las medidas
adoptadas.-

ARTÍCULO 52.- APLICACIÓN SUPLETORIA. Serán de aplicación supletoria a las disposiciones de la presente
ley y en tanto no se opongan a la finalidad cautelar de sus normas, aquellas emanadas de las convenciones
internacionales de derechos humanos incorporadas a la Constitución Nacional, de la Convención de Eliminación
de toda Forma de Discriminación contra la Mujer; la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y
erradicar la Violencia contra la Mujer, la Convención Internacional de los Derechos del Niño, Niña y
Adolescentes y las contenidas en el Código Procesal Civil Comercial y de Minería, el Código Procesal Penal, y la
Ley Orgánica de Tribunales Nº 5854, según corresponda a la competencia material del Juez o Tribunal que las
dispusiere.-

TITULO V
Del Órgano Coordinador Provincial

ARTÍCULO 53.- ORGANO COORDINADOR. Crease un Órgano Coordinador Provincial de Seguimiento,


Evaluación y Prevención de la Problemática de la Violencia Familiar. El que dictara su reglamento interno de
funcionamiento, dentro del plazo de treinta (30) días de su instalación; debiendo sesionar en forma ordinaria
por lo menos una vez al mes y de manera extraordinaria cuando lo estime necesario.
Anualmente deberá elegir de entre sus miembros su Presidente, Vicepresidente y Secretario, no pudiendo ser
reelectos en forma consecutiva, y tendrá su sede en las instalaciones pertenecientes al poder del Estado en el
que ejerza su cargo natural quien ocupe la presidencia.
El Poder Ejecutivo, a través de la autoridad de aplicación establecida en el articulo 9º, convocara su

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constitución e instalación, en un plazo no mayor a diez (10) días, siguientes a la publicación de la presente
ley.-

ARTÍCULO 54.- COMPOSICION. El órgano coordinador provincial estará integrado por representantes de los
tres poderes del Estado, de rango jerárquico superior en la estructura funcionarial pertinente, con la siguiente
composición:

a) Poder Ejecutivo: cuatro (4) miembros titulares y dos (2) miembros suplentes asegurando la representación
los siguientes organismos: Ministerios de Desarrollo Humano y Promoción Social; Ministerio de Gobierno;
Ministerio de Educación; Ministerio de Salud Pública.
b) Poder Legislativo: cuatro (4) miembros titulares y dos (2) miembros suplentes.
c) Poder Judicial: cuatro (4) miembros titulares y dos (2) miembros suplentes.-

ARTÍCULO 55.- DESIGNACION. La designación de los representantes de los poderes del Estado se practicara
de la siguiente forma:

a) Poder Ejecutivo: la designación de los representantes de los organismos citados en el inciso a) del articulo
anterior, estará a cargo del titular del Poder Ejecutivo y se practicara por decreto acuerdo que garantizara la
equidad en la representación de los mismos.

b) Poder Legislativo: serán designados por resolución en acuerdo del cuerpo legislativo.

c) Poder Judicial: serán designados dos miembros titulares y un suplente, representantes de la magistratura
por acuerdo plenario de la Corte de Justicia; y dos miembros titulares y un suplente, representantes del
Ministerio Público designados por su titular.-

ARTÍCULO 56.- DURACION. El desempeño de los integrantes del órgano coordinador durara tres (3) años y
será ad-honorem en estas funciones. Debiendo convocar la renovación de la representatividad de cada poder
del estado, quien ocupe la presidencia en el ultimo año de mandato, noventa (90) días antes de su
finalización.

ARTÍCULO 57.- FUNCIONES DEL ORGANO COORDINADOR:

a) Asesorar a las áreas del poder ejecutivo competentes en la materia.

b) Coordinar el intercambio de información y datos estadísticos, en orden a un constante seguimiento de la


evolución de la problemática de la violencia familiar; a cuyos efectos esta facultada a solicitar la información
que resulte necesaria a los organismos pertinentes.

c) Promover la coordinación e integración de las políticas de prevención de la violencia familiar diseñadas por
parte de las diferentes entidades públicas vinculadas al tema.

d) Evaluar en forma permanente o periódica aquellos casos concretos que por su gravedad e implicancia social
merezcan un tratamiento interinstitucional.

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e) Favorecer la especialización de todas aquellas instituciones y operadores cuya intervención es necesaria
para la prevención de la violencia familiar.

f) Promoción del estudio e investigación de las causas y consecuencias de la violencia familiar, y con base en
los resultados, adopción de las actuaciones necesarias para su prevención.

g) Diseñar acciones tendientes a vincular a la provincia, con organismos gubernamentales y no


gubernamentales, regionales, nacionales e internacionales, en materia de violencia.

h) Elaborar un informe anual cuanticualitativo sobre la evolución de esta problemática, el que será elevado a
los tres poderes a efectos de que realicen sus observaciones y se promuevan las modificaciones pertinentes a
la presente ley.

i) Opinar a requerimiento expreso en la elaboración de los proyectos de ley y programas que tengan relación
con la violencia familiar.

j) Propiciar el dictado de nuevas normas que tiendan a erradicar la violencia familiar.-

TITULO VI
Disposiciones Generales

ARTÍCULO 58.- DIVULGACIÓN. Todos los organismos receptores de la solicitud de protección establecidos en
el artículo 14º, tanto como los órganos de Autoridad Judicial, deberán divulgar el contenido de la presente ley
exhibiendo en lugar visible de acceso al público el texto completo de esta.-

ARTÍCULO 59.- CAPACITACION. El Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Gobierno y Justicia y el
Ministerio de Educación, conforme sus respectivas competencias, deberá profundizar los contenidos de la
curricula académica de formación de los agentes y oficiales de la Policía de la Provincia, de los institutos y
profesorados de formación docente, respecto de materias especificas sobre prevención, asistencia y atención
de la violencia familiar; e impulsar la formación continua de los egresados a través de charlas, conferencias,
seminarios y talles prácticos y vivénciales.-

ARTÍCULO 60.- CONCIENTIZACION. El Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Educación deberá
profundizar en los contenidos básicos del nivel primario y secundario temas específicos sobre concientización y
divulgación del contenido de la presente ley, propendiendo la prevención de la violencia familiar a través de
charlas, conferencias, seminarios, talles prácticos y vivénciales destinado a los alumnos.-

ARTÍCULO 61.- FINANCIAMIENTO. A los fines de presente ley, el Poder Ejecutivo incluirá las partidas
presupuestarias necesarias dentro del presupuesto general de gastos e instrumentará los convenios
pertinentes para la obtención de los objetivos propuestos.-

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ARTÍCULO 62.- ADHESION. Se invita a los municipios a adherir a la presente ley, a efectos de unificar el
tratamiento de los principios y contenidos de la misma en todo el territorio provincial.-

ARTÍCULO 63.- NORMA DEROGATORIA. Derógase la Ley 6542, el Decreto 281 y sus modificatorias y todas
las disposiciones legales que se opongan a la presente Ley.-

ARTÍCULO 64.- REGLAMENTACION. La presente ley será reglamentada por el Poder Ejecutivo dentro de un
plazo de sesenta (60) días desde su publicación.-

ARTÍCULO 65.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.-

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