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ESTADO Y POLÍTICAS PÚBLICAS

CAPÍTULO I

Presentado por:
NEREIDA URIANA EPIEYU

Presentado a:
ANDRES DAVID GRANADOS MERCADO

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS


PROGRAMA PSICOLOGIA
UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA
RIOHACHA-LAGUAJIRA
2021
ESTADO Y POLÍTICAS PÚBLICAS

El estado es la asociación política que en un determinado territorio


monopoliza la violencia legítima, expropiando para ello a otras asociaciones
(iglesias, estamentos, etc.) que previamente disputaran ese poder. Esto no implica
que el Estado deba recurrir continuamente a la violencia para ejercer su
dominación, pero sí que ésta es el medio específico, distintivo, que separa al
Estado moderno de otras asociaciones.
Conllevando a lo anterior debemos tener en cuenta que existen dos componentes
del Estado que están presentes según definiciones, redefine al monopolio de la
coacción como el “poder despótico” del Estado: su capacidad para tomar
decisiones vinculantes sin requerir el acuerdo de otro actor. Por otro lado, la
concentración de los medios para ejercer ese poder es entendido como un “poder
infraestructural”, que refiere a los sistemas administrativos, jurídicos,
burocráticos, impositivos y coercitivos que le permiten penetrar a la sociedad y
hacer cumplir sus decisiones. Aquí aparece otro rasgo distintivo del Estado
moderno, como lo es la existencia de un cuerpo burocrático que no es dueño de
esos medios materiales del Estado, como en formas previas de dominación. El
burócrata no es dueño de la oficina pública donde trabaja o de la computadora que
usa. En otras palabras, existe un orden legal y administrativo que es
independiente de las personas que ocupan los puestos estatales.
Los conceptos y enfoques del estado es producto de un proceso gradual y amplio
de construcción social a través del cual va adquiriendo una serie de atributos que
le otorgan “estatidad”. Es decir que no surge de un día para el otro ni tampoco es
creado deliberadamente por un individuo o un grupo de personas. Esos atributos
que nos ayudan a definir a un Estado como tal, son condiciones de la dominación
política y permiten articular y reproducir relaciones económicas, sociales y,
especialmente, de poder que expresan valores, intereses e imperativos que se
dan en una sociedad determinada.

Cuando hablamos de la transformación de estado, podemos aclarar que el orden


social no es estático sino que constantemente enfrenta nuevos problemas y
desafíos. El Estado va sufriendo modificaciones a partir de cuestionamientos y
debates respecto de los alcances del rol que debe asumir, de los temas que debe
tratar y de tipo de relaciones que debe establecer con la sociedad civil. La
metamorfosis del aparato del Estado se ajusta a ritmos, instancias y modalidades
que asumen las formas de resolución de estas cuestiones.
Siguiendo esta lógica podemos afirmar que, la evolución histórica de las
instituciones estatales es inseparable de la evolución de las funciones de cada
forma histórica de Estado. Estas formas de Estado tienen que ver con
transformaciones al interior de un mismo régimen de propiedad: cambio de modelo
de acumulación, ampliación o reducción de participación política, tipo de
ciudadanía promovida, políticas públicas puestas en marcha, etc.

Las Políticas Públicas son las acciones de gobierno, emitida por éste, que busca
cómo dar respuestas a las diversas demandas de la sociedad. Se pueden
entender como uso estratégico de recursos para aliviar los problemas nacionales.
El estudio de las Políticas Públicas debe plantearse bajo tres cuestiones: “Qué
políticas desarrolla el Estado en los diferentes ámbitos de su actividad, cómo se
elaboran y desarrollan y cómo se evalúan y cambian”. “Analizar Qué hacen los
gobiernos, Cómo y Por qué lo hacen y Qué Efecto produce.” Estas sencillas
preguntas nos pueden servir como una sencilla guía para ir analizando una
Política Pública, sin aún entrar en terminología económica o política compleja.
Desde el concepto de las políticas públicas se pueden entender como el ámbito
privilegiado de realización del “pacto” entre Estado y sociedad. Un nuevo papel del
Estado, en el sentido de hacerlo más ágil y organizador. Aquí podemos rescatar el
sentido participación entre estos dos actores, pero el objetivo final de beneficio a la
sociedad es como lo veremos más adelante un punto que muchas veces queda
olvidado, de aquí el fracaso de muchas Políticas Públicas. Cabe resaltar que no
todo es asunto público y de lo público no todo se convierte en política y,
actualmente asuntos públicos están siendo atendidos solamente y únicamente por
el gobierno.
Conllevando lo anterior las Políticas Públicas tienen que ver con el acceso de las
personas a bienes y servicios. Consisten, precisamente, de reglas y acciones que
tienen como objetivo resolver y dar respuestas a la multiplicidad de necesidades,
intereses y preferencias de grupos y personas que integran una sociedad. Esto es
lo que generalmente se conoce como “agregar demandas”, de forma tal que al
final, las soluciones encontradas permitan que personas y grupos coexistan a
pesar de sus diferencias. Generalmente se tienen instrumentos para plantear e
impulsar las Políticas Públicas, dependiendo del tipo de actores que intervienen
éstos puede variar.
Para el caso del gobierno a través de sus instituciones al elaborar una propuesta
se basan en los siguientes aspectos:
Las normas jurídicas. Es a través de las normas jurídicas que los poderes
públicos autorizan y establecen las actividades que constituyen las políticas, y
también, limitan la discrecionalidad en el actuar de los que la elaboran y ejecutan.
Es decir, basarse en todo tipo de norma y ley establecida.
Los servicios de personal. Elaborar las políticas requiere infraestructura
humana, organizativa y de material.

Los recursos materiales. Destacan principalmente los financieros ya que son lo


que suelen ser más restringidos.

La persuasión. Los ciudadanos consideran al gobierno como legítima expresión


de la interpretación mayoritaria de los intereses generales de la sociedad. Es por
esto, que se debe responder correctamente a las demandas sociales, ya que el
gobierno como ente debe velar por los intereses de los que están bajo su tutela.

Por su parte de estos conceptos de estados y políticas publicas surge una gran
relación entre estos dos factores y es que ambas dependen de sí misma en
cuanto a los enfoques, las características, análisis, superestructura y otros
factores más. Los Estados y las políticas públicas han buscado ser más eficientes
en su actividad, midiendo así los costos de una toma de decisión. Por su parte, la
sociedad ha tendido también a participar en las decisiones dando su punto de
vista y ejerciendo presión.
El elemento fundamental es que las políticas públicas son esenciales en el
cumplimiento por parte del Estado de sus funciones. Pero van más allá de un
simple instrumento, dado que son un canal por el que se dan interacciones entre
el Estado y la sociedad.

Dentro de este marco podemos resaltar que el estado frente a las políticas
públicas tienen como función administrar el desarrollo, de concentrar y distribuir el
poder político y de orientar la toma de decisiones sociales, lo cual estas funciones
tienen un propósito muy esencial, y es garantizar el desarrollo armónico, bienestar
social, el desarrollo económico, seguridad colectiva y ordenado de una sociedad.
Los fines esenciales que persiguen los Estados pretenden ser alcanzados por
medio del cumplimiento de una serie de funciones que pueden variar según cada
sociedad. A partir de las definiciones de Estado discutidas, se puede avanzar para
entender sus principales funciones, desde la perspectiva de su participación en los
procesos de las políticas públicas.

El desarrollo político de una nación se alcanza a través de la construcción de un


Estado en el cual el conjunto de sus instituciones opera en beneficio del interés
general. El escenario de la democracia permite que esta operación se efectúe
contando con la voz mayoritaria de los ciudadanos y con la opinión que ellos
tienen acerca de los problemas y asuntos prioritarios por atender. Se registra con
persistente frecuencia una tendencia a la distorsión del escenario democrático por
la corrupción de las instituciones públicas mediante mecanismos que las ponen al
servicio de intereses privados y sectoriales. Cuando ello ocurre, y sobre todo
cuando ocurre de manera excesiva, la democracia se desvirtúa absolutamente. En
estas condiciones, se transforma en una fachada para legitimar prácticas
generalizadas de corrupción.

Esto sucede en condiciones de un muy precario desarrollo político de una nación,


y tiene la perversidad de constituir un escenario que se retroalimenta y agrava
hasta cuando un verdadero mecanismo de ruptura radical rompe el círculo vicioso
de su reproducción.
De acuerdo con lo anterior, el aprovechamiento de los recursos naturales, la
creación de ventajas comparativas en los mercados internacionales, la distribución
de la riqueza, -concebida esta distribución como igualdad en las oportunidades de
educación, de salud, de empleo, de bienestar-, la interacción internacional y en
general, la movilización de una sociedad a través de sus instituciones en la
búsqueda del beneficio general, tienen como requisito el desarrollo político,
entendido éste como el adecuado funcionamiento de las instituciones públicas,
liberadas de los nocivos mecanismos de corrupción antes descritos.

Para finalizar unos delos procesos de la política pública dentro de la


administración cuando intervienen incentivos para organizar y mantener
comportamientos o conducir intereses sociales, también se están planteando
connotaciones sobre el Estado y sobre su funcionamiento.
Esta relación se puede entender de dos maneras tales como la aproximaciones
pluralista y perspectiva corporativa, La aproximación pluralista al estudio de las
organizaciones de intereses en la sociedad, con la inclusión de una gran cantidad
de opiniones, corre el riesgo de fragmentar el peso del Estado en un alto número
de actores descentralizados, en especial si no se tiene un esquema articulado de
relaciones interdependientes o una base sólida de representación democrática. En
este modelo, negociación y concertación coexisten con una concepción pluralista
de la sociedad como las bases de su gobernabilidad.
La perspectiva corporativista para la acción colectiva, por el contrario, tiende a la
reducción de la diversidad, bien sea por la concentración de los grupos con
pretensiones de monopolio, como por la necesidad del sistema político de reducir
el número de interlocutores. Desde esta concepción es necesario subrayar el
peligro de justificar la “validez” de algunos interlocutores del Estado frente a otros,
de modo que estos representen bien a sus afiliados y sean capaces de controlar a
sus miembros para que cumplan con las normas, acuerdos y políticas del Estado.

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