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 El perfil del acosador y de su víctima

El acoso sexual surge ante un desequilibrio de poder, la mujer como víctima de acoso sexual en la
mayoría de los casos, se convierte en  un objeto sexual favorecido por una situación de partida no
igualitaria.

Se constata que ese desequilibrio y uso de poder no está unido a la posición jerárquica, de clase o
status social, sino que tiene que ver con el poder de género, de ahí la dificultad de entender a
veces que se ha producido acoso si la persona acosadora no es un superior en el puesto de
trabajo.

 Factores que favorecen el acoso sexual

No existe un perfil tipo de mujer acosada; más bien, los estudios existentes muestran que el acoso
recorre todo el escenario laboral, sucede en las distintas etapas de la vida y en los distintos
sectores y ámbitos de actividad.

Pero determinados factores o situaciones personales aumentan el riesgo de sufrir acoso sexual:

Mujeres separadas o divorciadas.

 Mujeres jóvenes.
 Mujeres de incorporación reciente a la vida laboral.
 Personas que tienen una discapacidad.
 Personas homosexuales.
 Inmigrantes.

Se dirige más a profesiones con costumbres y horarios más atípicos, como camareras, azafatas,
periodistas, actrices, etc.

 Características del acosador

Según un estudio realizado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales; aunque puede existir el
acosador psicópata, la mayoría de las personas que ejercen acoso sexual no tienen por qué
presentar ningún tipo de psicopatía ni responder a un perfil definido.

En los casos leves no existe un perfil definido, dado que “cualquiera” puede incurrir en una
conducta de acoso ambiental, muchas veces sin conciencia de ello. Sin embargo, sí se pueden
establecer algunos indicios: suele tratarse de compañeros con el mismo nivel en el organigrama, o
incluso inferior; presentan una conducta sexista en general, son inmaduros y se suelen
enorgullecer de ‘sus conquistas’. Del discurso social se derivan dos caracterizaciones: el inseguro,
retraído, dominado por su pareja, y el atractivo y prepotente, que se cree irresistible.

En los casos graves y muy graves, el perfil de acosador es el siguiente:


 Datos sociodemográficos: La edad no parece ser un elemento determinante, sí el estado
civil: suele tratarse de hombres casados (o con pareja estable) y con hijos, que utilizan
como argumento el mal funcionamiento de su matrimonio.
 Situación laboral: Suele ocupar un cargo superior a la víctima (normalmente, mando
intermedio) y cuenta con el respaldo incondicional de la dirección de la empresa, así como
con una larga trayectoria laboral en la misma. Como jefe, presenta un carácter dominante
y es calificado de déspota y abusador, ya que utiliza su poder para sus pretensiones
personales y trata de manera incorrecta a sus subordinados.
 Perfil psicosocial: Es una persona más fría que impulsiva o pasional, ocupando un papel
secundario y calificado incluso de ‘perverso’ y ‘maquiavélico’.
 Su autopercepción no se ajusta a la imagen que transmite: Desde fuera se percibe
narcisista, endiosado, soberbio, arrogante, prepotente, manipulador. Además, se cree
invulnerable.
 Presenta cierto carácter infantil y caprichoso: No acepta un ‘no’ por respuesta y puede
resultar vengativo si no consigue lo que pretende, llegando a ejercer sobre la víctima
acoso laboral, aislamiento, insultos y vejaciones.
 Sexista y machista: No considera a las mujeres como sus iguales, dado que su
acercamiento a ellas se produce desde el embaucamiento, el abuso de poder y,
finalmente, el chantaje.
 Muestra escasa empatía hacia los demás, especialmente hacia las mujeres, ya que no las
valora: Es consciente de estar infringiendo un daño a la otra persona, sabe que se trata de
una conducta ilícita o reprochable, aunque no en todos los casos lo entienda exactamente
como acoso sexual (puede que se niegue a admitirlo, a pesar de que la acosada haga
patente su rechazo).
 Se suele observar en ellos cierta tendencia al acoso: Es decir, no se trata de que se
obsesionen con una trabajadora, de manera excepcional, sino que suelen presentar una
conducta repetitiva de menosprecio de género.

 Consecuencias del acoso sobre el trabajador

Las consecuencias psicológicas del acoso sexual sobre la víctima son muy graves, alguno de los
efectos más comunes son:

 Bajo rendimiento en el trabajo, con el consiguiente absentismo progresivo.


 Pérdida del trabajo.
 Exposición de la vida personal al escrutinio público, la víctima se convierte en el "acusado"
y su código de vestimenta, estilo de vida y vida privada son centro de atención. Esto
raramente ocurre con el acosador.
 Cambia totalmente su forma de vida y su entorno, sintiéndose constantemente en
segundo lugar.
 La sensación de ser constantemente observado como un objeto sexual para quien le
conoce.
 Constante pérdida de confianza hacia los ambientes donde ocurrió el acoso.
 Constante pérdida de confianza hacia las personas que ocupan puestos similares al que le
hizo víctima del acoso.
 Tensión en sus relaciones con los demás, llegando al divorcio, o incluso enemistarse con
las amistades.
 Distanciamiento de los círculos que frecuentaba, profesionales o familiares.
 Cambio de trabajo, de vivienda, etc.…

La consecuencia psicológica más destacada es el trastorno de estrés postraumático,


experimentado por un 50 a un 60% de las mujeres agredidas sexualmente.

El trastorno de estrés postraumático se define como:

Cuadro clínico que se presenta en sujetos que han sido víctimas de desastres, accidentes o de
agresiones provocadas deliberadamente por el ser humano.

Los síntomas de este trastorno son tres principalmente:

 En primer lugar, las víctimas suelen revivir intensamente la agresión sufrida en firma de
recuerdos constantes involuntarios, de pesadillas y de un malestar psicológico profundo.
 En segundo lugar, las víctimas tienden a evitar o escaparse de los estímulos asociados al
hecho traumático.
 En tercer lugar, las víctimas muestran una respuesta de alerta exagerada.

Todo lo anterior genera en la víctima una pérdida de interés por lo que les resultaba atractivo
antes, así como también a un embotamiento afectivo.

Los síntomas psicológicos asociados al acoso son:

 A nivel personal: Ansiedad y rechazo al trabajo, Depresión y pérdida de autoestima.


 A nivel interpersonal: Desconfianza hacia los hombres, Dificultad para establecer
relaciones espontáneas con el otro sexo.

Los síntomas psicosomáticos son:

 Dolores de cabeza.
 Molestias gastrointestinales.

 La evaluación del riesgo de Acoso sexual

El Acoso sexual, es un riesgo psicosocial difícil de evaluar, no existen métodos de evaluación de la


incidencia del mismo.

Por tanto, en cumplimiento de la obligación empresarial emanada de la Ley 31/1995 de


Prevención de Riesgos Laborales de identificar, evaluar y prevenir los riesgos psicosociales que
pudieran existir, se deberán realizar entrevistas personales por un técnico competente en
ergonomía – psicosociología en base a una serie de indicadores de riesgo:

 Realizar chistes de contenido sexual sobre la mujer.


 Recibir piropos y comentarios sexuales.
 Pedir reiteradamente citas.
 Realizar gestos y miradas insinuantes.
 Realizar preguntas sobre la vida sexual.
 Pedir abiertamente relaciones sexuales.
 Realizar un acercamiento excesivo.
 Recibir abrazos y besos cuando no se desea.
 Recibir tocamientos, pellizcos o acorralamientos.
 Recibir presiones para obtener sexo a cambio de mejoras.
 Tener que realizar actos sexuales bajo presión de despido.
 Sufrir un asalto sexual.

 Medidas preventivas ante el Acoso sexual

Según la NTP 507 del INSHT, se recomienda como principal medida preventiva elaborar y aplicar
una política a nivel empresarial.

También propone una serie de medidas basadas en el Código de conducta sobre las medidas para
combatir el acoso sexual recogido en la Recomendación de la comisión de las comunidades
europeas de 27 de noviembre de 1991 relativa a la protección de la dignidad de la mujer y del
hombre en el trabajo.

Este código se basa en dos apartados principales:

 Prevención: Basada en la declaración de principios.


 Procedimientos: Normas de actuación elaboradas por la empresa para resolver el
conflicto.

 La prevención

La prevención incluye los apartados siguientes:

 Declaración de principios: Debe existir una declaración de la Dirección para mostrar su


implicación y compromiso en la erradicación del acoso, donde se prohíba el acoso sexual,
defendiendo el derecho de todos los trabajadores a ser tratados con dignidad,
manifestando que las conductas de acoso ni se permitirán ni perdonarán y explicitando el
derecho a la queja de los trabajadores cuando ocurran. Se definirá lo que se entiende por
comportamiento inapropiado y se pondrá en claro que la dirección tienen un deber real de
poner en práctica la política contra el acoso sexual. La declaración explicará el
procedimiento a seguir por las víctimas de acoso, asegurando la seriedad y la
confidencialidad; así como la protección contra posibles represalias. Se especificará la
posible adopción de medidas disciplinarias.
 Comunicación de la declaración de principios: La organización debe asegurar que la
política de no acoso es comunicada a los trabajadores y que éstos la entienden; que saben
que disponen de un derecho de queja para el que existe un determinado procedimiento y
que existe un firme compromiso en no tolerar los comportamientos de acoso.
 Responsabilidad: La responsabilidad de asegurar un entorno de trabajo respetuoso con
los derechos de quienes lo integran es de todos (trabajadores y empresarios),
recomendándose a los mandos que tomen acciones positivas para promocionar la política
de no acoso.
 Formación: Proporcionar una formación general a mandos y directivos, que les permita
identificar los factores que contribuyen a que no se produzca acoso y a familiarizarse con
sus responsabilidades en esta materia. El personal que reciba responsabilidades
específicas en materia de acoso sexual debe recibir una formación especial para
desempeñar con éxito sus funciones (información legal sobre la materia, habilidades
sociales para manejar conflictos, procedimientos de actuación,...). En los programas
generales de formación de la empresa se puede incluir el tema del acoso.

 Los procedimientos

La elaboración de procedimientos claros y precisos para tratar el acoso sexual una vez que se ha
producido reviste una gran importancia.

Los procedimientos deberían garantizar la resolución de los problemas de manera eficaz y


efectiva. La orientación práctica para los trabajadores sobre cómo tratar el acoso sexual cuando se
produce y las consecuencias del mismo deberían proporcionarse desde un principio. Dicha
orientación debería subrayar los derechos del trabajador y los límites dentro de los cuales deben
ejercerse.

El procedimiento de denuncia es fundamental para que la política contra el acoso tenga éxito. Dos
aspectos que deben ser clarificados son:

 A quién y cómo se ha de presentar la denuncia.


 Cuáles son los derechos y deberes tanto de la presunta víctima como del presunto
acosador durante la tramitación del procedimiento (por ejemplo, si es o no obligatorio
activar el procedimiento interno, si la activación de éste excluye o no la adopción de otras
medidas legales mientras esté en curso, etc.).

Se desarrollará mediante los apartados siguientes:

 Resolución informal de los problemas: Dado que en la mayoría de los casos sólo se busca
el cese del acoso, deben existir procedimientos tanto formales como informales.
1. Los procedimientos informales buscan solucionar la situación a través de la
confrontación directa entre las partes o a través de un intermediario.
2. Los procedimientos formales buscan una investigación del asunto y la imposición
final de sanciones si se confirma la existencia de acoso.
3. Se debe animar a solucionar el problema, primero, de manera informal (hay que
tener en cuenta que en muchos casos se trata de malentendidos). Si la persona
tiene problemas para hacerlo por sí mismo debe poder hacerlo a través de una
tercera persona (amigo, asesor,...). Se aconseja acudir al procedimiento formal
cuando el informal no dé resultado o sea inapropiado para resolver el problema.
 Consejos y asistencia: Se recomienda designar a una persona para ofrecer consejo y
asistencia y participar en la resolución de los problemas tanto en los procedimientos
formales como informales. La aceptación de tales funciones debe ser voluntaria y se
aconseja que exista acuerdo en su nombramiento por parte de representantes sindicales y
trabajadores. A la persona designada se le formará específicamente en sus nuevas
funciones; manejo de resolución de problemas, políticas y procedimientos de la
organización, etc. y se le asignarán los recursos necesarios para desempeñar su tarea.
 Procedimiento de reclamación: Debe proporcionar a los trabajadores la seguridad de que
sus quejas y alegaciones serán tratados con total seriedad.
1. Los procedimientos normales de trámite de denuncias pueden no ser adecuados
en supuestos de acoso sexual ya que los procedimientos habituales suelen exigir
que las reclamaciones se presenten en primera instancia ante el superior
inmediato. Los problemas en estos casos pueden venir por dos vías: la primera, si
el superior inmediato es un hombre y la víctima del acoso una mujer, esta puede
tener vergüenza de relatar los incidentes o puede creer que no se le tomará en
serio. La segunda, si el acusado de acoso se encuentra en la propia línea jerárquica
de la víctima. En estos casos cobran especial importancia las personas
especialmente designadas para intervenir en los procedimientos por acoso.
 Investigaciones: Se deben llevar a cabo con total respeto para todas  las partes. Deben
estar presididas por la independencia y la objetividad. Los investigadores no deben tener
ninguna conexión con las partes. Se debe establecer un límite temporal para la
investigación para evitar, por un lado, un proceso en exceso dilatado y, por otro, la
imposibilidad de acudir al sistema legal. Es conveniente que las partes puedan comparecer
en las investigaciones con alguien de su confianza (amigo, asesor, representante
sindical,...), que la investigación se lleve en régimen de contradicción y que se mantenga la
confidencialidad.
 Infracciones y sanciones disciplinarias: Es conveniente que las normas disciplinarias
recojan claramente las conductas de acoso y las correspondientes sanciones.

DATO:

El acoso sexual callejero fue reconocido como delito penal luego de que el Consejo de Ministros
aprobara la el proyecto de ley que proponía su tipificación, informó la Ministra de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables, Carmen Omonte.

El Código Penal fue modificado para la inclusión de la figura del hostigamiento contra mujeres en
las calles. En conferencia de prensa, Omonte explicó que su cartera ha trabajando en la prevención
junto con los Ministerios de Educación, Interior y Justicia, así como el Ministerio Público y
gobiernos locales.

Sin embargo, sostuvo que era necesario adecuar la normatividad para proteger a las niñas,
adolescentes y mujeres. “El Ministerio de la Mujer ha presentado al Gabinete y ha sido aprobado
el proyecto de ley que modifica el artículo 176 y 176 A del Código Penal para reconocer como
delito los actos de acoso sexual callejero”, explicó.
ENLACE Siete de cada 10 peruanas han sufrido acoso en la calle

Omonte resaltó que no requerirá del uso de la violencia y la amenaza para que sea sancionado, y
estos ahora serán agravantes. Asimismo, se mejorará la tipificación del delito, con la finalidad de
brindar mejor y mayor protección a las eventuales víctimas.

La percepción sobre el acoso por parte de las mujeres es machista, según un informe del Instituto
de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú. La conclusión se basa en una
encuesta a mujeres de 19 regiones en el que el 73,8% afirma que las que “visten
provocativamente” se exponen a que les falten el respeto. Asimismo, el 51,6% considera que un
piropo “bonito” de un desconocido debería agradarles.

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