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Este estudio tuvo como objetivo determinar las características clínico-epidemiológicos

y qué factores de riesgo están asociados a hemorragia en la segunda mitad del embarazo, en
el Departamento de Gíneco Obstetricia del Hospital Hipólito Unanue de Tacna del 2014 -
2018.

En relación a las características de las gestantes podemos afirmar que del total de
gestantes observadas durante estos cinco años, la patología más frecuente fue placenta
previa (57,37%), desprendimiento prematuro de placenta (41,43%), los casos de rotura
uterina se presentaron con menor frecuencia (1,19%); Acho Mego S.C. et.al (20) en su
investigación resalta que el 34,8% de las gestantes presentaron placenta previa, el 62,7%
DPP y el 2,5% rotura uterina; por su lado Poma Chiroque, H. (52) presenta como
resultado que el 40% de las gestantes presentaron placenta previa y el 5.3%
desprendimiento prematuro de placenta, no contempla resultados en rotura uterina; en base
a los comparativos se observa que los porcentajes difieren en un rango de 20 puntos
porcentuales en placenta previa, 55 puntos porcentuales en DPP y de 4 puntos porcentuales
en rotura uterina.

De las características maternas podemos afirmar que del total de casos observados
encontramos que la edad se encuentra en un rango de 19-34 años (81,27%), con un
promedio de 29 años, (±14/45), al respecto citamos a Acho Mego S.C. et.al (20) quien
encontró una mayor cantidad de gestantes entre los 20 y 35 años de edad, con un promedio
28 años, Elizalde-Valdés V.M. et.al. (22) determinó que encontró mayor cantidad de
gestantes en el rango de 21 y 35 años (61.6%), con un promedio de 25 años (±15/41), Peña
Mena G. et.al. (27) determina que el promedio de la edad materna fluctúa en el rango de
31 a 40 años (40%). Como vemos, similares resultados fueron obtenidos por otros autores
respecto a la edad de la población gestante, la edad se asocia como factor protector.

Del IMC, determinamos que, de las 251 gestantes, en el 40% de las mismas predomina
el peso normal, la obesidad representa el 31.47% y el sobrepeso el 25.50%; en relación al
factor materno indicamos que del total de madres observadas se encontró que el 44,36%
tuvo un IMC Normal para ambos grupos, la obesidad como factor de riesgo fue de mayor
frecuencia en el grupo que no presento hemorragia (19,39%) y para el grupo que si presento
hemorragia (10,49%). La hemorragia de la segunda mitad del embarazo tuvo mayor
presencia en las madres cuyo IMC fue normal (13,41%) y lo mismo ocurre en el grupo que
no presentaron dicho factor (30,94%), los estadísticos de R de Pearson demuestran que no
existe asociación entre ambas variables, (X2: 1,870) (P>0.005); Quispelayo Ramos, C.
(44) encontró en su estudio que el mayor porcentaje de pacientes presentó un mal estado
nutricional, correspondiendo aproximadamente al 58% , de los cuales el 65% fue de los
casos y 53.9% de los controles, para estimación de riesgo mediante el Odds ratio, se
encontró un OR de 1.6 con un intervalo de confianza de 95%, por lo que se descarta como
factor de riesgo.

En relación al control prenatal observamos que el 62,15% de las gestantes tienen un


inadecuado control y el 37.85% reciben un control adecuado; relacionando con el factor
materno encontramos que del total de madres observadas, se encontró que un 46,48% de
gestantes tiene CPN inadecuado, en el grupo que presento hemorragia en la segunda mitad
del embarazo y tuvo control inadecuado representa el 20,72%, en el grupo que no tuvo
hemorragia y tuvo control inadecuado representa el 25,76%, los estadísticos de R de
Pearson demuestran que existe asociación entre ambas variables, (X2: 37,166) y es
estadísticamente significativa (P=0.001) el valor OR encontrado (OR=2,60) indica que
tener CPN inadecuado representa 2,6 veces más riesgo para presentar hemorragia en la
segunda mitad del embarazo; Agapito Simón M. (26), sostiene que al evaluar el control
prenatal en la población de estudio se observó que un control prenatal no adecuado
predomino con un 55,1% frente a un control prenatal adecuado que reporto un 44,9%. Se
evidencia en los resultados que en el grupo de casos predomina el control prenatal
inadecuado de 63.1% y también en el grupo control con 51.9%; de otro lado Acho Mego
S.C. et.al (20) indica que con respecto al CPN, el 92.6% presentó CPN inadecuado (<5
controles); así mismo Turín Turín, Giannina (56) indica que los CPN inadecuados se
asocian con riesgo de DPP (p <0.001).

Como antecedente destacamos que el 44,62% de las gestantes tienen ITU, 9,56% con
DM, 6,37% con HTA. La anemia tuvo una frecuencia de 49,8% y el 94,42% tuvo como
terminación de parto por cesárea de emergencia, relacionando con el factor materno
determinamos que el factor materno de riesgo ITU tuvo una frecuencia de 37,85% para el
total de grupo observado, la condición de presentar ITU y tener hemorragia en la segunda
mitad del embarazo predomino en el grupo caso (44,62%) siendo menor frecuencia en el
grupo que no presento hemorragia (34,46%), los estadísticos de R de Pearson demuestran
que existe asociación entre ambas variables, (X2: 7,342) y es estadísticamente significativa
(P<0.05), el valor OR encontrado (OR=2,53) indica que desarrollar ITU representa 2,5
veces más riesgo para presentar hemorragia en la segunda mitad del embarazo. (OR=2,53);
En relación con la infección de tracto urinario, Miranda Pilco, Silvia (2019) observa que
solo 26 gestantes (29.25%) presentaron desprendimiento prematuro de placenta; Flores
Humareda R. (2016) determina que el 3.2% y 1.06% gestantes adolescentes y adultas
presentaron ITU con un (OR=3.07); El Departamento de Acciones Programáticas
Estratégicas (2012) precisa que ITU se asocian predominantemente al sexo femenino
debido a la anatomía del tracto genitourinario, los hábitos miccionales y situaciones
fisiológicas como el embarazo. El principal factor de riesgo es el antecedente de ITU previo
al embarazo; la diabetes mellitus, incluida la diabetes gestacional, favorece la frecuencia de
ITU y la aparición de formas más graves.

Asimismo el factor de riesgo diabetes mellitus (DM) tuvo una frecuencia de 3,32% en
el total de gestantes observadas, de las cuales predomina el 9,56% de gestantes con
hemorragia en la segunda mitad del embarazo frente al grupo que no presento hemorragia,
los estadísticos de R de Pearson demuestran que existe asociación entre ambas variables,
(X2: 45,697) y es estadísticamente significativa (P<0.05), el valor OR encontrado
(OR=52,969) indica que desarrollar DM representa 52,9 veces más riesgo para presentar
hemorragia en la segunda mitad del embarazo. (OR=52,96); sin embargo, Turín Turín,
Gianina (56) determinó que el antecedente de diabetes mellitus no se encuentra asociado
con el riesgo de desprendimiento prematuro de placenta (P = 0.579); por otro lado, Cruz
Hernández Jeddú (42) destaca que una gestante con DM tiene 52 veces más riesgo de
presentar hemorragia, asimismo encontró que está asociada a hemorragia de la segunda
mitad del embarazo; así mismo, Peña Mena G. et.al. (27) indico que la diabetes mellitus
fue la segunda patología sobreañadida más frecuente con un 18% en gestantes con placenta
previa.

El factor materno hipertensión arterial tuvo una frecuencia de 4,65%, de ellas el 6,37%
presento hemorragia en la segunda mitad del embarazo y el 3,78% no presento hemorragia,
los estadísticos de R de Pearson demuestran que existe asociación entre ambas variables,
(X2: 2,532) y es estadísticamente significativa (P<0.05), el valor OR encontrado
(OR=1,737) indica que desarrollar HTA representa 1,7 veces más riesgo para presentar
hemorragia en la segunda mitad del embarazo. (OR=1,73); sin embargo, Turín Turín,
Gianina (56) determinó que el antecedente de HTA no presentó asociación significativa
con desprendimiento prematuro de placenta (p = 0.930); por otro lado, Cruz Hernández,
Jeddú (42) determinó en su investigación que la comorbilidad de HTA está asociada a la
hemorragia en la segunda mitad del embarazo.

El factor de riesgo anemia tuvo una frecuencia de 34,93% en el total de gestantes


observadas, predomina con 18,33% en el grupo que no presento hemorragia, comparado al
grupo que, si presento hemorragia (16,60%), los estadísticos de R de Pearson demuestran
que existe asociación entre ambas variables, (X2: 36,647) y es estadísticamente
significativa (P<0.05), el valor OR encontrado (OR=2,616) indica que tener anemia
representa 2,6 veces más riesgo para presentar hemorragia en la segunda mitad del
embarazo; Quispelayo Ramos, Cristhian (44) encontró que el 24.9% del total de pacientes
presentó anemia, 22.4% corresponden a los casos y 26.1% de los controles, el mayor
porcentaje de pacientes cursó sin anemia siendo el 75% del total, así mismo no encontró
una asociación significativa entre ambas variables (P >0.05), por lo cual las variables como
anemia y placenta previa son independientes; por otro lado Peña Mena G. et.al. (27)
determinó que la patología sobreañadida más frecuente en gestantes con placenta previa es
la anemia con un 30% del total de casos.

De los casos que corresponden a los factores obstétricos considerados para este trabajo;
según su distribución se determinó para el factor paridad que del total de gestantes
predomina la condición de nulípara con 39,84%, y primípara 34%, similar frecuencia se
encuentra comparado entre ambos grupos, le sigue en importancia las multíparas con
25,37%, los estadísticos de R de Pearson demuestran que existe asociación entre ambas
variables, (X2: 18,32) y es estadísticamente significativa (P<0.05), el valor OR encontrado
(OR=2,06) indica que ser multípara o gran multípara representa 2 veces más riesgo para
presentar hemorragia en la segunda mitad del embarazo, con respecto a la paridad;
Quispelayo Ramos, Cristhian (44) encontró que el mayor porcentaje corresponde a
pacientes nulíparas o primíparas 64.7% del total, 44.9% de los casos y 74.8% de los
controles, así mismo encontró asociación significativa para multiparidad y placenta previa
(P <0.05), por lo que el desarrollo de placenta previa depende de la multiparidad; así mismo
Arizapana Zamata, César (54) concluye que la frecuencia de la placenta previa se
presenta en mayor porcentaje (28,3%) en pacientes que son multíparas, afirmando que la
placenta previa y el antecedente de paridad sí presentaron relación estadística significativa
(P<0.05). Sobre la edad gestacional predomino el rango de 37 a 41 semanas lo cual
representa el 72.51%, Rivera Robles Karolinne (2020), respecto a la edad gestacional
observa un rango de 22 a 34 semanas en 73 casos (68,2%), mientras que en el rango de 35 a
42 semanas en 34 casos (35,6%).

Al respecto a la amenaza de parto pretérmino se encontró una frecuencia de 8.23%


para el grupo total de gestantes observadas tuvieron amenaza de parto prematuro, del grupo
de madres que presento hemorragia en la segunda mitad de embarazo el 4,65% tuvo APP,
ligeramente mayor a lo encontrado en el grupo que no tuvo hemorragia en el segundo
semestre de gestación. Los estadísticos de R de Pearson demuestran que existe asociación
entre ambas variables, (X2: 16,24) y es estadísticamente significativa (P<0.05), el valor OR
encontrado (OR=2,85) indica que presentar APP tiene 2,8 veces más riesgo de presentar
hemorragia en la segunda mitad del embarazo; Guevara Fustamante, Susana (53)
determina que la placenta previa se puede observar que el 13,5% del total de gestantes con
amenaza de parto pretérmino, mientras que el 86,5% no presentó esta patología,
estadísticamente encontró asociación significativa entre las variables placenta previa y
amenaza de parto pretérmino con (X2; 8,142) y (P= 0,004).

Del factor rotura prematura de membrana se encontró que el 5,31% del total de
gestantes, tuvieron rotura prematura de membranas, predominando el grupo que presento
hemorragia en el segundo semestre de gestación con 10,76%. Los estadísticos R de
Pearson, indica que existe asociación estadísticamente significativa entre ambas variables,
(X2: 22,191) y (P<0.05), el valor OR encontrado (OR: 4,53) indica que presentar RPM
representa 4,53 veces más riesgo de presentar hemorragia en la segunda mitad del
embarazo; Elizalde-Valdés V.M. et.al. (22) afirma que, entre los principales factores de
riesgo para el desprendimiento prematuro de membranas, se encuentra la rotura prematura
de membranas con un 22.1% y un (OR = 4.5); así mismo Celedonio Salvador, Magnolia
(57) que entre las principales intercurrencias asociadas se consideró la rotura prematura de
membranas (P = 0.003).

Sobre la preeclampsia se tuvo una frecuencia de 5,58% en el total de gestantes


observadas, de ellas predominó el grupo que presentó hemorragia en la segunda mitad del
embarazo (9,56%). El R de Pearson aplicado, indica que existe asociación entre ambas
variables estadísticamente significativa, (X2: 11,37) y (P <0.05), el valor OR encontrado
(OR: 2.84) representa 2,84 veces más riesgo el presentar preeclampsia para desarrollar
hemorragia en la segunda mitad del embarazo; Celedonio Salvador, Magnolia (57)
obtiene que la principal intercurrencia asociada al desprendimiento prematuro de
membranas fue la preeclampsia (P = 0,004); así mismo Elizalde-Valdés V.M. et.al. (22)
afirma que el principal factor de riesgo asociado son los cuadros hipertensivos inducidos
durante el embarazo con 34.6%.

Al respecto al embarazo doble, se encontró una frecuencia de 1.33% para el grupo


observado, donde predominó ligeramente el grupo que presentó hemorragia con 1.59%.
Los estadísticos de Pearson indica que no hay asociación significativa, (X2: 0.2) y (>0.05);
Arizapana Zamata, Cesar (2019) observa mayor porcentaje de placenta previa en el
grupo de gestantes sin embarazo múltiple (96.8%) y el menor porcentaje en el grupo de
gestantes con embarazo múltiple (3.8%), estadísticamente no presentaron relación
estadística significativa (P>0.05).

Otro aspecto importante que debemos reconocer es que se tuvieron limitaciones la


primera es que es un trabajo descriptivo de tipo retrospectivo de cinco años antes, y la
segunda limitación es que para la ejecución del presente trabajo, por la situación de la
pandemia no se logró acceso a las historias clínicas de las pacientes, ya seleccionadas desde
el inicio del proyecto, pero se contó con el apoyo del Jefe de Departamento de Gineco
Obstetricia que facilito el acceso a la información de la Base de datos del SIP, lo que
permitió cumplir con los objetivos del presente trabajo de investigación. Sin embargo,
nuestros resultados muestran que en los 5 años de observación los factores de riesgo para
hemorragia en la segunda mitad del embarazo son muy similares a otras publicaciones.
Finalmente podemos concluir que los factores asociados maternos y obstétricos
encontrados son prevenibles, ya que, si una gestante es captada tempranamente desde el
inicio de su gestación y se realiza su evaluación médica integral, se lograría identificar si
existe riesgos de desarrollar alguna complicación, para ser derivados oportunamente a otro
nivel de atención en caso de requerirlo. La importancia de estos resultados nos permitirá
prevenir un desenlace que afecte la morbi mortalidad materna.

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