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La cruz, tan ignorada y despreciada, hoy se convierte en una inspiración.

Nuestro divino maestro es el Dios de las paradojas, quien nos dice que
cuando sea levantado atraerá a todos hacia Él, la más grande de las paradojas: el momento de la máxima ignominia es el momento de la máxima
gloria, el momento de la mayor oscuridad es el momento de la mayor revelación.
La expresión ciencia de la cruz tiene que ver con el itinerario de Edith Stein. La verdad dirige la búsqueda de su alma, la ciencia como el conocimiento
que la lleva hasta lo más alto de la filosofía y que implica una primera renuncia a sí misma porque, en el camino del conocimiento hay esfuerzo y
salida de sí. La cruz ya se anuncia tímida en la vida de Edith, cuando ella busca la ciencia. Edith tiene una primera renuncia a si misma en esa fase
intelectual. Ella hace el penoso camino de una búsqueda de la verdad. Santo Tomás nos habla de ese poder que tiene la verdad y como nuestra
potencia intelectiva alcanza su realización en esa búsqueda hacia la verdad. Entonces la ciencia es una primera renuncia: a las propias opiniones para
encontrar lo que es verdadero, a los gustos para buscar lo que conviene, a las preferencias para buscar el bien común. Esta renuncia tiene el
propósito de encontrar el fundamento, la verdad.
Dentro del camino filosófico Edith camina junto a Husserl en la empresa fenomenológica. Conviene recordar que Husserl, fundador de la
fenomenología quiere encontrar un punto firme para el pensamiento humano y la fenomenología lo primero que busca es la epojé, es decir,
despojarse del conocimiento adquirido para buscar el fundamento último del mismo. Esta empresa, ya tiene un sabor de cruz: el despojo de todo
conocimiento para llegar a su fundamento.
Cuando Edith lee a Teresa de Jesús ella encuentra que el verdadero y total despojo es la condición en la que se encuentra el hombre por el pecado y
el que adopto el Hijo de Dios al venir a la cruz y morir por nosotros o, de aquel quien se desnuda ante Dios en la búsqueda de la contemplación. Este
es el empeño de Edith, avanzar por el camino del despojo y del fundamento y llega la cruz que significa abandonar su raíz, su origen, que implica el
aprendizaje de un nuevo genero de vida y luego la cruz suprema del martirio y en ese camino sigue resonando la búsqueda de la verdadera sabiduría.
Solo cdo. Cristo empieza a escribir en nosotros, las lecciones en nosotras son obras. La verdad y ciencia que Edith buscó para su inteligencia se la dio
Dios para escribirla en su carne. Ella se volvió evangelio. En los martire el evangelio queda escrito en su carne La cruz es la escuela del carmelo.

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