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El término alfabetización alude al proceso y el resultado de alfabetizar.

Esta acción (alfabetizar),


por su parte, suele vincularse a la actividad que se desarrolla para que una persona pueda
aprender a escribir y a leer.

Se llama alfabetización tanto al acto de enseñanza como a la capacidad adquirida por el sujeto que
puede escribir y leer por su cuenta. Se trata de una instrucción básica y esencial para integrarse a
la sociedad, ya que sin estos conocimientos resulta casi imposible que una persona pueda acceder
a un trabajo bien remunerado y con posibilidad de crecimiento. La alfabetización también es
necesaria para que el sujeto pueda defender y ejercer sus derechos.

Es importante establecer que la alfabetización ocupa un papel muy importante dentro de la


UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). En
concreto, de la misma llega a realizar las siguientes afirmaciones:

-Es un derecho fundamental.

-Determina que, además, se convierte en la base de aprendizaje que cualquier persona tiene a lo
largo de toda su vida. Y es que pasa a ser esencial tanto en su desarrollo social como en el
humano.

-Además también se viene a indicar que pasa a ser un recurso vital e imprescindible en lo que es el
desarrollo del mundo.

-Ha creado incluso los Premios Internacionales de Alfabetización que se vienen entregando desde
el año 1967.

No menos importante es saber que desde la citada UNESCO se lleva trabajando más de 60 años
por conseguir que en los distintos programas de educación que se realizan a nivel internacional o
en los distintos países en particular la alfabetización sea la pieza clave.

Además de todo lo que hemos indicado, no podemos pasar por alto el hecho de que el 8 de
septiembre es el Día Internacional de la Alfabetización.

Lo contrario a la alfabetización es el analfabetismo: quien no sabe escribir ni leer es analfabeto.


Hay que tener en cuenta, de todos modos, que un ser humano puede tener capacidad para
escribir palabras o mensajes básicos y para leer textos simples, pero sin embargo no tener las
destrezas necesarias para analizar y comprender con precisión aquello que lee. En este caso, pese
a contar con un cierto nivel de alfabetización, el sujeto será calificado como analfabeto funcional.
En el mundo moderno, la alfabetización no es suficiente para que una persona pueda progresar ya
que en el mercado laboral y en otros ámbitos se exigen conocimientos adicionales (como el
dominio de informática o de otro idioma más allá del propio). Por eso aparecen nociones como la
idea de alfabetización digital, relacionada a la enseñanza del uso de computadoras (ordenadores)
y de Internet.

https://definicion.de/alfabetizacion/

La alfabetización es el primer paso para la autonomía personal, la reducción de la pobreza y el


ejercicio de la ciudadanía. No saber leer ni escribir cierra numerosas puertas y abre una de las
menos deseadas: la puerta de la pobreza y la exclusión social.

Y es que aunque hoy en nuestro mundo occidental nos parezca algo lejano, hubo una época, en
que escribir y leer eran habilidades excepcionales e inaccesibles para buena parte de la población.
La alfabetización en las sociedades preindustriales se asociaba con la administración civil, el
derecho, el comercio y la religión. La educación formal en materia de alfabetización sólo estaba
disponible para una pequeña parte de la población, ya sea en instituciones religiosas o para los
ricos que podían permitirse el lujo de pagar sus tutores.

Aunque los conceptos actuales de alfabetización tienen mucho que ver con el invento de la
imprenta, no fue hasta la revolución industrial de mediados del siglo XIX que el papel y los libros se
convirtieron en algo asequible económicamente para todas las clases de la sociedad
industrializada. Hasta entonces, sólo un pequeño porcentaje de la población sabía leer y escribir,
ya que únicamente los individuos ricos y las instituciones podían pagar los materiales
prohibitivamente caros. Incluso hoy en día, la escasez de papel barato y los libros suponen una
barrera para la alfabetización universal, en algunos países menos industrializados.

En muchos inicios de civilizaciones, la educación se asociaba con la riqueza y con el mantenimiento


de la autoridad, o con las filosofías, las creencias o la religión. Sólo un número limitado de
personas estaban capacitados para la lectura y la escritura. Sólo la descendencia real y los hijos
varones de los ricos y de los profesionales tales como escribanos, médicos, o administradores del
templo, iban a la escuela.

En el antiguo Israel se estima que de la población judía la tasa de alfabetización era


aproximadamente del 3 por ciento. En la antigua Grecia algunas ciudades-estado establecen las
escuelas públicas. Los niños iban a la escuela a la edad de siete años, o iban a los cuarteles, en caso
de que vivieran en Esparta. Las clases se celebraban en recintos privados y las casas, impartiendo
materias como la lectura, escritura, matemáticas, canto, juego y la flauta. Las niñas también
aprendían a leer, escribir y la aritmética simple para que pudieran administrar el hogar. En Atenas
algunos jóvenes mayores asistían a las academias para disciplinas como la cultura, las ciencias, la
música y las artes. Terminando la escolaridad a la edad de 18 años.
En la antigua Roma normalmente, los niños y las niñas eran educados, aunque no necesariamente
juntos, en un sistema muy similar al que predomina en el mundo moderno. Sólo la élite romana
lograba recibir una completa educación formal.

Durante la Edad Media la mayor parte de la población permaneció analfabeta y prácticamente


aislada de la cultura letrada de su tiempo, sólo reciben educación los miembros del clero, los
cuales tienen acceso tanto a lo religioso como a los demás conocimientos culturales. Los
miembros de la nobleza reciben exclusivamente educación militar con el fin de participar en
torneos y en actividades guerreras.

La alfabetización en la Europa moderna

En la Edad Moderna se constata, al igual que en el período medieval, un elevado índice de


analfabetismo en el conjunto de la población. Sin embargo, con la llegada de la época moderna se
produce un acercamiento, cada vez mayor, entre los analfabetos y la cultura letrada. De esta
manera, el sector iletrado de la sociedad intensifica su relación con la lectura y la escritura,
siempre a través de la oralidad. Este creciente contacto entre las clases populares y el universo
culto está presente en muchas de las obras literarias de la Edad Moderna, como es el caso de El
Quijote. La posibilidad de acceder a la cultura, era prácticamente total entre los nobles y el clero.
Si bien, un sector, cada vez más amplio, accedió a la alfabetización y a ciertos aspectos del mundo
docto. Este es el caso de los comerciantes y los artesanos, cuya labor profesional requirió que
aprendieran a leer y escribir. Las ciudades ofrecían unas oportunidades educativas, que en ningún
caso se daban en el campo, ya que en ellas era más frecuente la existencia y el mantenimiento de
escuelas, así como la presencia de centros universitarios en algunos casos.

Como es sabido, el origen de la alfabetización general se halla en la necesidad de leer la Biblia en


lengua vernácula. En su estudio sobre el siglo largo que va de 1550 a 1660, escribe Henry Kamen:
«Sólo los países protestantes emprendieron con cierta seriedad el fomento de la alfabetización del
pueblo llano. La razón era simplemente ideológica: la Biblia era la base de la fe, y la Biblia había
que leerla». El protestantismo fue, en efecto, la religión del libro. Ya decía Hegel, a propósito de la
traducción que Lutero hizo de la Biblia, que en los países católicos es raro que el pueblo sepa leer.
¿Pero cuáles son los niveles de alfabetización de las naciones europeas? Según ciertas
estimaciones, en 1675 lee y firma en Inglaterra el 45 por ciento de su habitantes; en Francia, entre
1688 y 1720, el 29 por ciento.

A principios del siglo XX el porcentaje de analfabetismo neto era todavía del 56 % y España ofrecía,
junto con Portugal, Italia, Grecia, Rusia y los países de la Europa del Este, los porcentajes de
analfabetismo más elevados del continente europeo. En 1910 las mujeres alcanzan el nivel
exhibido por los hombres en 1860. A estas alturas existía, por lo tanto, medio siglo de desfase
entre ambos sexos.

http://jesusgonzalezfonseca.blogspot.com/2011/08/la-alfabetizacion-traves-de-la-historia.html

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