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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA,


CIENCIA Y TECNOLOGÍA
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
DIRECCIÓN DEL ESTADO YARACUY
PFG ESTUDIOS JURIDICOS

UNIDAD III:
Las Cárceles en el mundo. Situación Actual.
La arquitectura penitenciaria.
Situación penitenciaria venezolana.

ESTUDIANTE:
ROICEL SILVA, C.I V- 17.468.393
ORESTE GARCIA C.I V-20-082.640

SAN FELIPE, JUNIO 2021


INTRODUCCIÓN

Son realmente deprimentes las condiciones de hacinamiento que se observa en


los recintos penitenciarios del país, amen a los problemas que enfrentan en su día a
día las personas privadas de libertad por diferentes delitos, unos procesados y otros en
espera de una condena definitiva. Lo que llama la atención es que la mayoría de estos
individuos son jóvenes no mayores de 40 años con sus respectivas excepciones.
Desde tiempos inmemoriales los seres humanos que han violado las normas
establecidas por la ley, han perdido además de su libertad, los derechos esenciales de
la condición humana, aunado a esto la arquitectura carcelaria no ha sido la más
adecuada para albergar tantas personas que infringen las leyes. Una cosa interesante
es que todos los “líderes” han entrado al sistema penitenciario por pequeños delitos, se
van transformando en los monstruos de hoy dentro del sistema carcelario, porque allí
es una lucha constante para sobrevivir, para conseguir los alimentos, para ducharse,
hasta para dormir porque una cama decente cuesta dinero, debido a la corrupción que
también vive en esos lugares.
Podemos afirmar que las cárceles son establecimientos que sirven para la
destrucción física, moral y mental, más que como lugares de reconstrucción y
readaptación del ser humano que ha delinquido. Cárceles en el Mundo. Desde el siglo
XVIII, hasta el siglo XXI, no han ocurrido grandes transformación en las cárceles del
mundo, es necesario tomar en consideración los cambios políticos, sociales y
económicos que ocurren en los países. Los cuales tienen repercusión sobre los
escenarios de la cárcel y, lógicamente, sobre su estructura, constitución, y su relación
con el medio ambiente.
Las cárceles de la mayoría de los países son espacios inhumanos, hacinados,
donde hombres y mujeres viven en precarias condiciones de vida, sin atención médica,
ni derecho a la educación, a la recreación, y mucho menos con oportunidades de
regenerarse.
LAS CARCELES EN EL MUNDO.

La situación actual.

Las cárceles en la mayoría de los países patentizan hoy una situación de


holocausto por violación de los derechos elementales a tantos cientos de miles de
personas encerradas en algunos casos como animales. Contra lo que propugna la
normativa internacional (Reglas Mínimas para el tratamiento de los reclusos de las
Naciones Unidas y del Consejo de Europa) y las legislaciones nacionales, con
frecuencia la práctica penitenciaria incumple sus coordenadas básicas: no añadir
sufrimiento alguno a la privación de libertad, procurar la reintegración social y tratar al
preso con humanidad. Se olvida el derecho al -total o parcial- perdón inherente a toda
persona. Existe un holocausto universal y diario: a miles y miles de Internos se les
sigue negando la existencia ya física ya psicológica o, por lo menos, reduciéndola a
nada. Quienes están sufriendo prisión han muerto socialmente. Frente a esta tragedia,
las normas generales de cada Estado conservan un poder absoluto en el campo
penitenciario.
No hay, todavía, leyes de ámbito internacional que vinculen a los detentadores del
poder nacional para frenar sus abusos arbitrarios, delictivos. Una excepción se
encuentra en el Artículo 10 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 16-12-1966, que merece
ser transcrito íntegramente: “Artículo 10. “Toda persona privada de libertad será tratada
humanamente y con el respeto debida a la dignidad inherente al ser humano”.

El Arquitectura Penitenciaria
Se entiende a la arquitectura penitenciaria como una manifestación y un
resultado, como una respuesta en el plano material, al planteamiento combinado de
todas las Disciplinas penitenciarias desde el Derecho Penal y Procesal hasta el
Derecho Penitenciario; concebido como un conjunto de normas que rigen la vida del
individuo desde el momento en que recobra su libertad absoluta, cuya finalidad a su
vez, es crear el marco físico adecuado para el desarrollar la amplia serie de actividades
que capaciten al individuo, para que sea útil a la sociedad y se reintegre
armónicamente a la misma.
La funcionalidad de la construcción, en cuanto a la organización de sus espacios
interiores y exteriores, deberá permitir que se reconozca en el interno a un ser humano,
cuyas necesidades deben ser satisfechas y a su vez facilitar el desarrollo de las
actividades que ahí se generen. Formalmente se deberá crear un clima de seguridad
en un ambiente similar a la vivencia en libertad en donde los espacios y autoridades
deberán contemplar en todo momento el respeto a la dignidad del ser humano El
programa arquitectónico, como conjunto de requisitos en materia de espacios y formas,
instalaciones e Interrelaciones funcionales entre los diferentes servicios, constituyen el
penal, una meta, un objetivo que no régimen penitenciario consistirá en un... que no
puede ni debe entenderse ajeno a las necesidades que las áreas competentes y
finalidades del tratamiento penitenciario. La forma como marco físico del
establecimiento dependerá de la calidad de los ambientes susceptibles de crearse,
calidad que debe ser coherente con las características sociales psicológicas de quienes
van a habitarlo. Es decir, las formas deberán manejarse en base a conceptos para
finalidades ambientales.

El establecimiento de reclusión, entonces deberá responder a dos finalidades


principales. .
1) Asegurar que el proceso esté a disposición oportuna ante la autoridad judicial o que
el sentenciado compurgue efectivamente la pena impuesta por la autoridad.
2) El establecimiento tendrá como finalidad el propiciar para procesados y
sentenciados, la readaptación como medio para reducir el costo social dela reincidencia
del delito.
Por otra parte, si en forma análoga con los principios de flexibilidad y libertad
vigentes en la arquitectura penitenciaria, entonces conveniente es tender a crear el
ambiente estimulante para el desarrollo del ser humano. El ambiente creado dentro del
proyecto, en su dureza o flexibilidad, es pues en su última instancia, el resultado de un
juicio de equilibrio entre estas dos tendencias, juicio que se establece para que el
ambiente, como resultado final del diseño, sea el más adecuado para la función
específica de cada una de las áreas o zonas del conjunto construidas.
Como dijera acertadamente Mariano Ruiz Funes “el ideal no está en la sustitución
de la mazmorra por el hotel, la promiscuidad por la higiene, el tormento por la
comodidad, sino en conocer al recluso y en aplicarle un tratamiento… Con mejores o
peores edificios, las prisiones continuaran siendo el archivo, sin clasificar, de las
variedades humanas antagónicas”Luis Marco del Pont menciona un nuevo concepto
penitenciario al manifestar “quien diseñe una prisión debe conocer perfectamente el fin
de seguridad y rehabilitación social de la misma, las leyes y reglamentos carcelarios.
Por otra parte los presos no deben adaptarse a la institución, sino esta, a los
requerimientos de aquellos.
El arquitecto debe consustanciarse de sus necesidades y debe preguntar ¿que se
espera del edificio? Para contestar a esta pregunta. No solo debe recopilar datos, sino
que usara su capacidad creativa”. La funcionalidad es la respuesta del edificio a la
necesidad de desarrollar actividades. El edificio, sus espacios verdes y exteriores
deben facilitar el desarrollo de todas las áreas que intervienen en una prisión, además
de favorecer las actividades de cada una de ellas.
Las necesidades se plasman en un documento que se denomina “programa
arquitectónico “elaborado por el arquitecto y el equipo interdisciplinario, pues no se
Situación actual de las cárceles en Venezuela CENTRO PENITENCIARIO DE CORO
Nuevo Centro Penitenciario en el estado Falcón, servirá de piloto y modelo para otros
centros dentro de la transformación del sistema penitenciario.
Su característica principal es que permitirá la perfecta y total separación del
interno y la infraestructura tendrá áreas de esparcimiento. Está ubicada en el sector
San Agustín, “El Cebollal”, Parroquia Santa Ana del Municipio Miranda en la carretera
nacional Falcón-Zulia y podrá albergar 910 reclusos distribuidos entre los de mínima,
mediana y máxima seguridad, en sus 45 mil metros de construcción. La “Comunidad
Penitenciaria de Coro” será una sede basada en un modelo español pero adaptado a
las necesidades venezolanas. Los encargados de la construcción señalaron que la
“Comunidad Penitenciaria de Coro” está diseñada arquitectónicamente para evitar el
ocio y que el recluso se sienta motivado para su futura reinserción social. Además su
infraestructura contará con áreas de esparcimiento así como de formación intelectual y
cultural. Esta nueva construcción forma parte del Plan de humanización del sistema de
penitenciarías del país que adelanta el MRIJ.
Tras la publicación de la sentencia mediante la cual se suspenden los efectos de
los artículos de robo, homicidio, secuestro, violación y narcotráfico, en el sentido de que
le otorga la posibilidad de disfrutar de los beneficios procesales y de medidas
alternativas de cumplimiento de pena a los reclusos procesados o condenados por
dichos delitos, han surgido muchas opiniones encontradas, entre las cuales se destaca
la critica realizada por la Asamblea Nacional por el temor que la resolución implique la
excarcelación de cientos de "criminales peligrosos", no obstante la Presidenta del
Tribunal Supremo de Justicia señaló: "Nuestra potestad constitucional está establecida
en la Carta Magna y la hemos ejercido con total independencia.
La Sala Constitucional cada vez que debe revisar algún tipo de texto, bien sea
constitucional o alguna situación que pudiera violar derechos fundamentales, lo ha
hecho con toda libertad y autonomía. Esa seguirá siendo nuestra línea" En
consonancia con lo anterior, es menester acotar lo establecido en nuestra
Constitución en su artículo 21: "Todas las personas son iguales ante la ley, y en
consecuencia: 1-No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el
credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado
anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad,
de los derechos y libertades de toda persona. 2- La ley garantizará las condiciones
jurídicas y administrativas para que la igualdad ante la ley sea real y efectiva; adoptará
medidas positivas a favor de personas o grupos que puedan ser discriminados,
marginados o vulnerables; protegerá especialmente a aquellas personas que por
alguna de las condiciones antes especificadas, se encuentren en circunstancia de
debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se
cometan..."
La Sala Constitucional dándole cumplimiento a lo establecido en el 335 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, le corresponde garantizar la
supremacía y efectividad de las normas y principios constitucionales; como máximo y
último intérprete de la Constitución, de tal manera que mal podría la Sala Constitucional
como último interprete de la norma rectora no garantizar esa igualdad ante la ley de
forma efectiva y oportuna. Si bien es cierto la sentencia emitida por nuestro máximo
Tribunal es un paso para lograr la reinserción social del recluso, no es menos cierto
que hay que tomar otras medidas destinadas a solucionar los problemas carcelarios,
pues no basta con permitirle a los reclusos la posibilidad de optar por algún beneficio
procesal o fórmula alternativa de cumplimiento de pena luego de cumplir con ciertos
requisitos o condiciones, sino también hay que lograr que la permanencia en los
penales sea conforme a los postulados constitucionales, preservándose en todo
momento los derechos humanos; igualmente crear fórmulas que garanticen la efectiva
reinserción social, pudiendo ser una de ellas la creación de un organismo destinado a
la capacitación OBLIGATORIA dentro de los centros carcelarios, y que dicha
capacitación sea requisito indispensable para optar algún beneficio que procure la
libertad, ello indudablemente va reducir la violencia y el ocio dentro de los penales
venezolanos.
En fecha 21 de abril del año en curso, la Sala Constitucional de Nuestro Máximo
Tribunal con ponencia del Magistrado Dr. ARCADIO DELGADO ROSALES, ADMITIO
el Recurso de Nulidad interpuesto por los defensores públicos en la Fase de Ejecución
del Área Metropolitana de Caracas, y SUSPENDIÓ la aplicación de los parágrafos
únicos de los artículos 374, 375, 406, 456, 457, 458, 459, parágrafo cuarto del artículo
460, 470 in fine, todos del Código Penal, así como el último aparte de los artículos 31 y
32 de la Ley Orgánica contra el Tráfico Ilícito y el Consumo de Sustancias
Estupefacientes y Psicotrópicas, hasta tanto se dicte la sentencia definitiva.(Exp. 2008-
0287, de fecha 21 de abril de 2008)
Tal decisión es de transcendental importancia, pues el fin de la condena debe
encaminarse a lograr la reinserción social de aquel que cometió un delito,
independientemente del delito cometido, debe prevalecer el respeto a los derechos
humanos y la posibilidad de que los reclusos de acuerdo con el tiempo que haya
cumplido de su condena y de su comportamiento intra muros pueda optar a una
fórmula alternativa de cumplimiento de pena (esto respecto a los penados) y en cuanto
a los procesados gozar de una medida cautelar menos gravosa, siempre que varíen las
circunstancias que en un principio originaron la imposición de la medida privativa de
libertad.

LA SITUACIÓN ACTUAL DEL SECTOR PENITENCIARIO NACIONAL


1.- GENERALIDADES

La razón de ser del Sistema Penitenciario debería responder, en principio, a la


aplicación o ejecución de un programa enmarcado en una política criminal seria,
objetiva y moderna, que facilite al Estado la aplicación de medidas de tipo preventivo y
penal destinadas a llevar la criminalidad a límites tolerables. Esto permitiría evitar que
los comportamientos considerados como antisociales, perturben el nivel y calidad de
vida de la mayoría de los ciudadanos, garantizando así el mayor bienestar posible, lo
que implica, la determinación de medidas extrajudiciales de corte preventivo,
normativas y medidas penales que en definitiva respondan a una política social
general.
Lo deseable sería, que la utilización de medidas penales por no ser las más
adecuadas para reducir la delincuencia, se constituyeran en la última alternativa, y
decididamente se abordaran las causas del delito en su origen; como lo es la
problemática de la pobreza, el desempleo, el acceso a la educación, la vivienda, la
salud, la recreación, la cultura, el deporte e inclusive el acceso a una Administración de
Justicia oportuna; variables que influyen significativamente en la conformación del
sistema de valores de las personas.
La prevención, entendida en un sentido amplio, persigue evitar la ocurrencia del
delito con cara al futuro, por intermedio de todos los programas de atención a la
comunidad en las materias de salud, empleo, educación, recreación, cultura, deportes,
vivienda y otras medidas de carácter profiláctico. Es por todos conocidos, las grandes
limitaciones que actualmente existen en materia preventiva, comparable con lo que se
observa en la mayoría de los países calificados como del tercer mundo.
El liberalismo y hoy día la globalización aceleran el empobrecimiento de la
mayoría en beneficio de pocos, y profundizan la limpieza de clase utilizando la cárcel
como mero instrumento de exclusión. Se manifiesta claramente la sustitución de lo
preventivo como principal acción para generar bienestar social, por lo represivo, donde
se impone la intolerancia del Estado, el terror policial y el rigor penal frente a la
pobreza, de lo cual no escapa la población desposeída de los países más ricos y
avanzados.
Las medidas penales responden a la acción represiva del Estado frente al
comportamiento tipificado como antisocial en la legislación penal. Se instrumentan a
través de los órganos policiales y de investigación criminalística en principio, con la
participación de la Fiscalía del Ministerio Público, los Jueces de Control, Juicio y
Ejecución, para culminar con la intervención del Sistema Penitenciario, que en el caso
venezolano debe atender imputados y condenados, representando éste sector el último
eslabón de la cadena, pero el más hipertrofiado.
Asumiendo una visión positivista del asunto del delito, en su estudio, origen y
formas de control, el Estado tiene la responsabilidad de facilitar los servicios
penitenciarios que sirven de estructura para el control, el aislamiento y la ejecución de
las penas, incluyéndose en el caso venezolano la atención a imputados y condenados.
Estos servicios suponen como fin principal el tratamiento, la reeducación, la
rehabilitación y futura reinserción social, cuya eficacia y eficiencia dependen
ciertamente de la inversión estatal, su organización, la infraestructura, los recursos
humanos profesionales, el marco regulatorio de funcionamiento, y la planificación y
ejecución del plan de acción enmarcado en la política penitenciaria nacional.
El conocimiento de la situación requiere de la revisión en el pasado y el presente, de
múltiples variables que pretende abordar este trabajo.
Preliminarmente pudiéramos decir, que la situación penitenciaria venezolana se
presenta sumamente compleja y violenta, evidenciando el fracaso de los diferentes
actores responsables de la Administración de Justicia y como consecuencia la flagrante
violación de los Derechos Humanos de las personas sometidas al régimen
penitenciario. Así lo han venido reseñando por muchos años los medios de
comunicación, al igual que algunos actores en el pasado y en el presente.
Cuando la Constitución consideró la gama de Derechos Sociales de los cuales
disfrutarían todos los habitantes de la República, no hizo discriminación alguna, por el
contrario prohibió hacerlas en función del Credo, Raza, Sexo ó Condición Social. De
eso se desprende que las personas detenidas tienen derecho a disfrutar de un
ambiente sano, al trabajo, a la educación, entre otros. De allí que al no existir
restricción en la Ley para los reclusos, debe prestárseles una Asistencia Integral
completa para así poder soportar los rigores de la Prisión?"

BREVE RESEÑA HISTÓRICA SOBRE LA LEGISLACIÓN Y EL TRATAMIENTO


PENITENCIARIO EN VENEZUELA

La legislación venezolana referida a la materia penitenciaria, no deja de ser abundante,


desde el año 1.927 hasta nuestros días, se recoge todo un catálogo de normas según
la documentación revisada; donde se regula el funcionamiento de algunas instituciones
de reclusión, y múltiples aspectos del quehacer penitenciario.
Las referidas normas, ofrecen una visión general de la instrumentación del
régimen penitenciario en el tiempo, a través de las actividades que el Estado debe
realizar para la prestación de los servicios relativos a la seguridad y al tratamiento
penitenciario. Todos los instrumentos responden a una filosofía positivista del asunto
de la reclusión, el aislamiento, el delito y el delincuente, pasando por la regulación del
trabajo con fines forzosos de provecho para el Estado, hasta la filosofía de la
resocialización y readaptación social.
Esta es la realidad que el Presidente Hugo Chávez Frías ha querido transformar,
pero que no se logrará sino con la colaboración de todo el pueblo venezolano y una
política integral. No se debe permitir que los líderes de los partidos de oposición y la
Comisión Interamericana de Derechos responsables durante cuarenta años de esta
realidad lo perturben.

Caso Sabaneta:
La impunidad denunciada en este caso, resulta una práctica ilustrativa de las
gravísimas violaciones de derechos humanos que ocurren en las cárceles venezolanas:
en enero de 1994, una masacre en la masacre en la prisión de Sabaneta en Maracaibo,
dejó un saldo de más de un centenar de reclusos muertos.

Centro de Reeducación y Trabajo Artesanal El Paraíso:


En octubre de 1996 en el Centro de Reeducación y Trabajo Artesanal El Paraíso,
murieron 25 reclusos calcinados en un pabellón de esta cárcel
.
El Dorado:
En agosto de 1997, 29 reclusos resultaron asesinados en el interior del Internado
Judicial. Es relevante indicar que estas investigaciones se mantienen en la más
absoluta impunidad, estando bajo reserva sin haberse castigado a ninguno de los
responsables, lo que evidencia que son varias las oportunidades en las que el estado
venezolano ha podido demostrar su sensibilidad y su voluntad efectiva para cumplir sus
compromisos internacionales determinando las responsabilidades y ofreciendo a las
víctimas las medidas de reparación que los hechos ameritan.

Cuartel San Carlos:


El Cuartel San Carlos fue construido en 1790 sobre la planicie de La Trinidad, al norte
de la ciudad de Caracas, en lo que constituye actualmente el Foro Libertador, parroquia
Altagracia. Hoy, con más de 200 años de vida, espera consolidarse como un
importante escenario para las ideas, las expresiones, la cultura, el diálogo y la
preservación de la memoria. Desde su construcción ha sido un notable ejemplo de
ingeniería militar, con valor arquitectónico único en nuestra ciudad capital. De origen
colonial, a través de su historia ha sido objeto de innumerables transformaciones y
reconstrucciones, provocadas tanto por los fenómenos naturales como por la acción del
hombre, que lo ha adaptado a los diversos usos que el devenir de la historia ha
propiciado.
La CARCEL es un establecimiento donde se le priva la libertad a un individuo
durante un periodo de tiempo determinado, es decir, donde se cumple una sanción
penal que, impuesta por un tribunal, tiene como finalidad que el sujeto pague una
deuda que ha adquirido con la sociedad por el mal que ha éste ha cometido, el delito, o
para que el sujeto se resocialice o se rehabilite y no vuelva a delinquir.
En Venezuela existen 32 prisiones distribuidas por todo el territorio en las que se
pretende que el sujeto cumpla con estas dos tareas “pagar y mejorarse”. Cada una de
estas instituciones se encuentra a su vez bajo las órdenes de la Dirección de Prisiones
que funciona como organismo adscrito al Ministerio de Interiores y Justicia.
El diagnóstico sobre la situación en las cárceles en Venezuela en la última década
sigue arrojando una conclusión común, a saber, que en la mayoría de los centros
de reclusión persisten condiciones infrahumanas y se registra una violación
generalizada de derechos humanos, hay hacinamiento, pues existen celdas comunales
que albergan cuatro veces más sujetos de lo que permite su capacidad, además, no
existen habitaciones, dentro de las celdas existen trozos de sábanas, llamadas
“bugalús” que dividen el dormitorio; No hay servicios médicos, ni insumos para atender
emergencias; Nuestras cárceles además se encuentran en condiciones sanitarias
deplorables: no hay sanitarios, existen letrinas, en el mejor de los casos, en otros un
rincón de la misma celda funge como baño, entre otras calamidades.
Tal decisión es de transcendental importancia, pues el fin de la condena debe
encaminarse a lograr la reinserción social de aquel que cometió un delito,
independientemente del delito cometido, debe prevalecer el respeto a los derechos
humanos y la posibilidad de que los reclusos de acuerdo con el tiempo que haya
cumplido de su condena y de su comportamiento intra muros pueda optar a una
fórmula alternativa de cumplimiento de pena (esto respecto a los penados) y en cuanto
a los procesados gozar de una medida cautelar menos gravosa, siempre que varíen las
circunstancias que en un principio originaron la imposición de la medida privativa de
libertad.
La prisión, a lo largo de la historia del mundo ha sido fuertemente debatida y el
trato a los delincuentes, al igual que el diseño de edificaciones nunca fueron los
mismos en todas las épocas, pues sufrieron cambios diversos con el pasar del tiempo.
Los lugares más inhabitables fueron empleados durante siglos como cárceles ó
prisiones.
En cuanto a las instalaciones poco importaban sus condiciones y distribución;
bastaba con que los reclusos sufrieran privaciones de todo tipo, resistieran
padecimientos, soportaran el maltrato de inhumanos celadores y no pudieran evadirse
del sistema. Sin embargo, años más tarde el sistema penitenciario fue sometido a una
serie de transformaciones, emprendiendo estos cambios desde la eliminación de la
ideología que se tenía acerca del recluso, de manera que éste se analizara ante la
sociedad como un individuo con deberes y derechos. No obstante, aún en la actualidad
no se conoce un método idóneo, donde la pena cumpla la función de rehabilitación y
reinserción social del penado.
El aumento de la criminalidad en forma acelerada, el retardo procesal de los
tribunales y por último el no haberse aplicado nunca la ley del régimen penitenciario,
son los bloques que edifican actualmente el sistema penitenciario venezolano. Cada
año se da un aumento de la población penal en más de un 15% y al incrementar ésta,
se eleva la violencia carcelaria, el hacinamiento y la trasgresión a los derechos
humanos. Debido a la crisis actual del sistema penitenciario, el gobierno nacional se ha
visto en la necesidad de originar nuevos mecanismos de tratamiento para este sector,
implementando el desarrollo de programas que contribuyan a la rehabilitación de los
privados de libertad, fortaleciendo el proceso de Humanización del Sistema.

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