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Alumna:
Flor Villasmil
5to Año Sección C”
Cátedra: Educación Física
Profesor: Brigyth Urdaneta
Investigar y elaborar material de apoyo que señale en forma clara, sencilla y gráfica
los aspectos concernientes a las señales de orientación en la naturaleza.
Desde pequeños vamos conociendo nuestra casa, el pueblo o la ciudad donde
vivimos, andando por esos lugares y familiarizándonos con las cosas y los
elementos que en esos sitios se encuentran.
Desde el principio, el hombre necesita orientarse, de tal forma, que quiere saber por
dónde va, a dónde se dirige, y en algunos casos, aún más importante, e incluso vital,
por dónde regresar.
En una ciudad, orientarnos, puede resultar más fácil puesto que vamos a encontrar
indicadores, señales, personas… que nos muestren el trayecto que debemos realizar
para llegar hasta el punto deseado. Sin embargo, en el medio natural, la orientación
depende de otros factores que debemos conocer y controlar para poder
desplazarnos y desenvolvernos sin problemas.
- La situación de los puntos cardinales (Norte, Sur, Este y Oeste, los cuales se dividen
en cuatro intermedios: Noreste, Sudeste, Sudoeste y Noroeste).
Para podernos orientar podemos utilizar métodos naturales, es decir, aquellos que
observando la naturaleza nos permiten situar los puntos cardinales para tener una
referencia de la dirección que debemos tomar, o métodos artificiales o aquellos que
la ciencia y la tecnología ponen a nuestro alcance para situar nuestra posición.
Por otra parte, podemos orientarnos durante el día observando unos fenómenos o
durante la noche con otros.
- Orientación Diurna:
- Según la posición del sol (Dependiendo de cuál sea la posición del sol, este, nos dará
información para tomar puntos de referencia).
- Según la posición de los musgos (Al crecer en las partes sombreadas y húmedas
suelen indicar el Norte).
- Según la posición de los círculos anuales de los árboles (Suelen estar más
desarrollados y anchos en la cara Sur).
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- Según la nieve (Mayores acumulaciones en la cara Norte).
- Según el hielo (Es más duro y abundante en las caras Norte de montañas, árboles,
entre otros).
- Según algunas construcciones (Las ermitas romanas dirigen la zona posterior al altar
al Este y la fachada principal de las masías se dirige al Sur).
- Orientación Nocturna:
- Según la posición de la Luna (En fase creciente los picos están girados hacia el Este,
en la fase decreciente hacia el Oeste).
El mapa suele estar especialmente diseñado para estas pruebas y representa con
gran exactitud los pequeños detalles del terreno.
Este deporte nació a finales del siglo XIX en los países escandinavos, en el norte de
Europa, coincidiendo con la aparición de los mapas topográficos modernos. Su práctica
se realizaba principalmente en ambientes militares, en montañas y zonas nevadas con
esquíes.
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La organización de la primera gran competición por el capitán del ejército sueco Ernst
Killander está considerada como el inicio de la competición moderna de orientación.
Es en este momento donde se establecen los principios básicos de la orientación: tipos
de carreras, situación de los controles, categorías de los participantes y los principios
organizadores, tal y como los conocemos en la actualidad.
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El mapa es la representación gráfica del terreno sobre un plano, que nos permite
localizar los puntos de control y saber en todo momento donde nos encontramos. La
situación del control viene dada por una definición precisa.
Claro está que, dada la variedad de ángulos, distancias y detalles, ni siquiera desde una
vista aérea se ven todas las características del terreno en sus auténticas proporciones,
posiciones y contornos.
Por eso el cartógrafo pone especial empeño en que resalten en un mapa con más
fuerza los detalles de mayor interés por necesidad para el que lo vaya a utilizar. De
aquí se deriva que existan varios tipos de mapas.
Existiendo varios tipos de mapas, entre los cuales los mapas de orientación:
- Mapas de carreteras.
- Mapas climáticos.
- Mapas geológicos.
- Mapas topográficos.
- Mapas de orientación.
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se pueda:
Este deporte consiste esencialmente en una carrera que se desarrolla por un recorrido
determinado entre una salida y una meta y con diversos puestos de control entre
estos dos puntos. Por lo tanto habrá que realizar este trayecto en el menor tiempo
posible, pasando por cada control uno tras otro consecutivamente y siguiendo las
normas que rigen esta actividad deportiva.
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Este deporte se puede practicar también de manera recreativa y, por lo tanto,
no competitiva. Se hace realizando un paseo por el recorrido buscando los controles
y practicando sólo la orientación, sin el componente de carrera. Casi siempre se hace
en recorridos muy sencillos y en el ámbito familiar o de pequeños grupos.
- La salida:
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La salida es la zona donde los participantes esperan para comenzar la prueba. Cuando
se realiza como carrera hay que cronometrar el tiempo.
En la salida suele haber un gran reloj que va indicando los tiempos de partida.
Los mapas están en diferentes cajas, según las categorías. Varios miembros de la
organización van controlando la salida de los participantes y los tiempos.
También suele haber un tablón donde se exponen las leyendas de las tarjetas
de descripción de controles y algunas incidencias especiales del recorrido.
Cada control se representa en el mapa con un círculo. En el centro del círculo es donde
está colocado exactamente sobre el terreno el control, el cual se distingue por los
siguientes elementos:
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formas diferentes en cada pinza, con las que se perfora la tarjeta de control de
manera distinta en cada puesto. También existe la pinza electrónica, implantada
recientemente y de la que hemos hablado en el apartado de la tarjeta de
control.
- La meta:
Las tarjetas de control quedan expuestas más tarde en una zona reservada para ello y
podemos ver el tiempo oficial que empleamos en el recorrido y el lugar que ocupamos
en nuestra categoría. En el caso de la pinza electrónica, después de pasar por meta
tenemos que acudir a una zona donde la organización dispone de un ordenador y un
lector de pinzas para que descarguemos la información grabada durante la carrera, y
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en pocos minutos nos dan un papel impreso con los tiempos parciales y el total que
hemos empleado en el recorrido.
Recomendaciones:
8. No pensemos siempre que nosotros somos los que estamos en lo cierto y nuestro
mapa o nuestra brújula están mal: siendo posible pero no probable. Si pensamos que
estamos en la ruta correcta para un control y no lo encontramos, miremos el mapa y
comprobemos la ruta. Olvidemos dónde pensábamos que estábamos. Es sorprendente
cómo podemos solucionar el problema de dónde nos encontramos si estamos
preparados para admitir la posibilidad de no saber dónde estamos.
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