ANALISIS MERCADO DE LA LECHE EN CHILE:

1. Producción y Oferta de la Industria:

En Chile, la industria láctea se abastece de la producción de leche cruda o leche fresca en

el país, que posteriormente se utiliza en la elaboración de productos lácteos y sus
derivados. Los productores lácteos altamente atomizados corresponden al primer eslabón
de la cadena productiva de la industria láctea, y cuentan con la disponibilidad de ganado
(vacas lecheras o lecheras) y la maquinaria necesaria para extraer y congelar la leche
cruda por primera vez.

Según información de ODEPA, en 2018 Chile produjo 2.550 millones de litros de leche
cruda, de los cuales el 85% fue recibido por plantas procesadoras de la principal industria
láctea (es decir, fábricas con alta capacidad de recepción de leche); por otro lado, las
fábricas pertenecientes a pequeños productores lácteos, recibieron 7 % de cuota de
mercado; el resto se utiliza para autoconsumo o consumo animal.

La producción de leche cruda de estas vacas y granjas lecheras se concentra

principalmente en la parte sur del país. El número de animales enviados a productos
lácteos se concentra en las regiones de Los Ríos y Lagos, acumulando un promedio del
79% de vacas lecheras.

Esta es una respuesta al hecho de que dependiendo del país y la región, habrá ciertos
sistemas de producción más adecuados para la producción de leche cruda. Por ejemplo,
en la región central, con base en el uso de concentrados, cultivos auxiliares, piensos y
otros subproductos industriales, la producción anual de leche será más estable, mientras
que en la región sur de Chile, pastos y pastoreo además de las áreas mencionadas prevén
el desarrollo de buenos pastizales Además de las condiciones climáticas favorables, el uso
de suplementos de manera estratégica tiene mayor importancia en la producción.
FUENTE: ODEPA

2. Características y Estructura de Mercado

En base a la información provista podemos determinar que el mercado lácteo se divide

en, al menos, dos grandes etapas de producción y comercialización, respectivamente. Por
un lado se presenta la producción primaria de la leche cruda llevada a cabo por un
conjunto de productores agropecuarios que se encuentran dispersos y comercializan un
producto casi homogéneo entre ellos. Esto último indica que no hay diferenciación más
allá de la calidad de la leche respecto a la alimentación de las vacas, la cual puede variar
de zona en zona (sin tener en cuenta la aplicación de suplementos dietarios para estos
animales).

A su vez, la cantidad de estos productores es amplia y sin ningún tipo de barrera aparente
de entrada al mercado, con lo cual podríamos concluir que en esta etapa de producción y
comercialización de la leche, se opera bajo una estructura de un mercado competitivo.
Esto nos pone en posición de afirmar que existe un bajo control sobre el precio que
cobran o fijan dichos productores.
Por otro lado, nos encontramos con las industrias lácteas que corresponden al segundo
eslabón de la cadena de producción. Estas se pueden dividir en Industria Mayor e
Industria Menor, las cuales abastecerán el mercado de productos lácteos hasta que éstos
lleguen a las manos del consumidor final.

Por otro lado, las industrias de plantas procesadoras o fábricas de productos lácteos están
altamente concentradas, Ya sea el número de fábricas existentes en el país, el número de
empresas que las controlan o litro de leche.

Las plantas de procesamiento de lácteos están repartidas por todo el país, especialmente
en área del Biobío, La Aran cania, Los Lagos, Los Ríos y áreas metropolitanas. Según el
lanzamiento del Boletín de la Leche 2016 (PASO) hay 5 empresas en el país que poseen
granjas lecheras, y concentran el 66,7% de las granjas lecheras, mientras que las fábricas
restantes (33,3%) se distribuyen en 9 empresas.

Como es de esperarse, el mercado se encuentra concentrado, lo cual implica que

podemos estar frente a u mercado que opera bajo una estructura oligopólica. En un
mercado de oligopolio, las empresas resultan interdependientes entre sí, es decir que, la
acción que toma una de las empresas, afectará al resto y, por lo tanto, éstas reaccionarán.

3. Recursos:

En la producción de leche, el recurso principal es el ganado del cual se extrae este bien. Si
suponemos que la producción opera con rendimientos decrecientes, esto es, cada unidad
adicional de recurso brindará cada vez menores unidades de leche al productor individual.
Esto sucede en el caso de que el productor decida incorporar mayores unidades de
ganado sobre una misma extensión de tierra, manteniendo constante este último recurso.

En ese sentido, podemos esperar una función de producción de la siguiente forma, la cual
presenta rendimientos decrecientes de la producción, por lo cual, tal función crece, pero a
una tasa decreciente.
FUENTE: Elaboración Propia

Teniendo en cuenta este esquema podemos determinar que los costos de producción
empezarán a crecer pero a tasa creciente, dada la relación inversa que podemos
encontrar entre los costos unitarios y la función de producción. En este contexto, la
función d producto marginal será decreciente, mientras que la función de costo marginal
(costo adicional por unidad adicional de producto) será creciente.

4. Demanda:

La demanda de un bien se encuentra sujeta a distintas variables explicativas del modelo,

dentro de las cuales podemos encontrar: En primer lugar, el precio del bien en cuestión, el
precio de bienes que guarden alguna relación con el bien sometido al análisis, el ingreso
de la población, cantidad de demandantes, gustos y preferencias entre otros.

En el mercado de la leche en nuestro país, al tratarse de un bien de producción primaria,

su precio tiende a fluctuar. En estos últimos años, el precio tendió hacia la baja, dada la
crisis que atravesó el sector lechero desde el año 2016.

Respecto al ingreso e la población (los consumidores), podeos determinar que dado el

contexto sanitario bajo el cual nos encontramos actualmente, la renta de los
consumidores disminuyó. Esto dado las medidas de aislamiento que se tomaron para dar
batalla a la pandemia y a la caída de la actividad económica.

Respecto a los bienes relacionados, podemos encontrar como sustituto de la leche a los
productos de origen vegetal, dentro de las cuales podemos mencionar a la leche de
almendras o leche de arroz. Tales productos, resultan un sustituto o tan perfecto respecto
a la leche debido a su elevado nivel de precios en comparación, por lo cual, la leche
tendría un puesto de ventaja en relación al costo.

Si nos fijamos en las preferencias de los consumidores, el consumo de leche alcanza

aproximadamente los 152 litros per cápita, superando ampliamente otros alimentos como
la carne, o bien, productos derivados de la leche, como los quesos. Por lo tanto, sto
representaría una oportunidad para la producción de este bien.