Nutrientes de La Pira

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Calcio: El calcio es 

necesario para mantener los huesos sanos y para garantizar el funcionamiento


de numerosas funciones del organismo como la transmisión de los impulsos nerviosas, las
contracciones musculares, la coagulación de la sangre, el latido cardíaco, entre otros.

Fosforo: La principal función del fósforo es la formación de huesos y dientes.

Este cumple un papel importante en la forma como el cuerpo usa los carbohidratos y las grasas.
También es necesario para que el cuerpo produzca proteína para el crecimiento, conservación y
reparación de células y tejidos. Asimismo, el fósforo ayuda al cuerpo a producir ATP, una molécula
que el cuerpo utiliza para almacenar energía.

El fósforo trabaja con las vitaminas del complejo B. También ayuda con lo siguiente:

 Funcionamiento de los riñones

 Contracción de músculos

 Palpitaciones normales

 Señales nerviosas

Hierro: El hierro es un mineral necesario para el crecimiento y el desarrollo del cuerpo. Es el


oligoelemento más abundante del organismo, es un componente de la hemoglobina responsable
del trasporte del oxígeno de los pulmones a las distintas partes del cuerpo. El hierro también
es esencial en la elaboración de hormonas y los tejidos conectivos.

Se trata de un mineral que no suele faltar en la dieta al estar en varios alimentos muy comunes,
pero su ausencia puede ser peligrosa para la salud y causar anemia.

Magnesio: El magnesio es un nutriente que el cuerpo necesita para mantenerse sano. El magnesio
es importante para muchos procesos que realiza el cuerpo. Por ejemplo, regula la función de los
músculos y el sistema nervioso, los niveles de azúcar en la sangre, y la presión sanguínea. Además,
ayuda a formar proteína, masa ósea y ADN (el material genético presente en las células).

Potasio: Este electrolito es el que se encuentra en mayor cantidad en el líquido intracelular (el 98%
del potasio total del organismo). De hecho, junto con el sodio, este mineral regula el equilibrio
osmótico, que es la concentración de sustancias dentro y fuera de las células.  Entre otras cosas, el
potasio permite que los nutrientes circulen hacia dentro de las células y que las sustancias de
desecho salgan de ellas.

Por otro lado, este mineral también ayuda a contrarrestar algunos de los efectos nocivos del
exceso de sodio sobre la presión arterial, así que tiene un papel relevante en el mantenimiento de
un buen riego sanguíneo.

Del mismo modo, el potasio participa en la transmisión del impulso nervioso, en la contracción


muscular y a mantener el ritmo cardiaco dentro de la normalidad.
Su importancia en el funcionamiento muscular

La máxima concentración de potasio se encuentra en el tejido muscular. No en vano es un mineral


fundamental para la síntesis de los músculos (su aporte suficiente es clave mientras el músculo se
forma). Su presencia también es importante en la producción de proteínas y para los procesos de
obtención de energía.

Zinc: El zinc es necesario para que las células inmunitarias funcionen correctamente, lo que


significa que una deficiencia de zinc puede conducir a un sistema inmunitario debilitado. Pero esta
conexión con tu inmunidad va en ambos sentidos. De hecho, los suplementos de zinc pueden
mejorar la inmunidad (Haase, 2009) y la respuesta inmunológica, además de aliviar la inflamación
crónica en los adultos mayores.

Cobre: El cobre es un mineral que ayuda a la producción de energía en el organismo, asimismo, se


encarga de mantener en óptimas condiciones el sistema nervioso e inmune, entre otras funciones.
De igual forma, la ingesta suficiente ayuda a mejorar la salud cardíaca y disminuye el riesgo de
enfermedad de Alzheimer.

Vitamina B 1: La tiamina, conocida también como la vitamina B1, ayuda a convertir los alimentos
que consume en energía que necesita. La tiamina es importante para el crecimiento, desarrollo y
funcionamiento de las células del organismo.

Vitamina B2: La riboflavina es un tipo de vitamina B. Es hidrosoluble, lo cual significa que no se


almacena en el cuerpo. Las vitaminas hidrosolubles se disuelven en agua. Las cantidades sobrantes
de vitamina salen del cuerpo a través de la orina. El cuerpo mantiene una pequeña reserva de
estas vitaminas. Deben ser ingeridas regularmente para conservar esta reserva.

Funciones

La riboflavina (vitamina B2) trabaja con otras vitaminas del complejo B. Es importante para el
crecimiento del cuerpo. Ayuda en la producción de glóbulos rojos. También ayuda en la liberación
de energía de las proteínas.

Vitamina B3: La vitamina B3 interviene en el proceso de obtención de energía. La participación de


sus formas coenzimáticas es fundamental para la generación de energía metabólica, la síntesis de
algunas hormonas y para el crecimiento

Vitamina A: La vitamina A (retinol, ácido retinoico) es un nutriente importante para la visión, el


crecimiento, la división celular, la reproducción y la inmunidad. También tiene propiedades
antioxidantes. Los antioxidantes son sustancias que pueden proteger las células contra los
efectos de los radicales libres, es decir, moléculas generadas cuando el cuerpo descompone los
alimentos o cuando se lo expone al humo de tabaco y a la radiación. Los radicales libres podrían
influir en las enfermedades cardíacas, el cáncer y otras enfermedades.
Viamina c: Las células del sistema inmunitario van disminuyendo con la edad. Este sistema nos
protege de agresiones por agentes externos como virus o bacterias. Por lo tanto, su disfunción
en adultos mayores se asocia a un mayor riesgo de contraer enfermedades respiratorias
infecciosas, tales como influenza o coronavirus.

Existe una estrecha relación entre las carencias nutricionales y un mayor riesgo de contraer
infecciones. Para ello, la vitamina C ayuda a mantener la función de las células inmunes. Esta
desempeña un papel fundamental en muchas funciones vitales de nuestro organismo. Es una
vitamina soluble en agua, por lo que cualquier exceso se excreta en la orina. Su deficiencia se
asocia a un menor número de células inmunes funcionales.

Acido fólico: El Ácido Fólico es la forma artificial de la vitamina B9, también conocida como Folato
y Ácido Pteroilglutámico. Ayuda al cuerpo a producir glóbulos rojos sanos que son los responsables
de transportar el oxígeno a todo el cuerpo. También ayuda a sintetizar las purinas y pirimidinas.
Cuando el cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos se produce anemia por deficiencia de
folato, sus principales síntomas son cansancio, debilidad, palidez dolor de cabeza, boca y lengua

Lisina: La lisina presenta capacidad antioxidante y es componente de las proteínas. Por lo tanto, es
necesaria para la construcción de masa muscular, recuperación de lesiones y heridas, producción
de hormonas, enzimas y anticuerpos. También participa en la absorción del calcio y estimula la
liberación de la hormona del crecimiento.

La lisina es precursora de la carnitina, molécula implicada en el transporte de las grasas al interior


de la mitocondria. La lisina compite con la arginina por su absorción en el intestino. Esta cualidad
puede utilizarse para reducir los brotes de herpes simple.

La deficiencia de lisina genera fatiga, náuseas, anorexia, irritabilidad, anemia, alteraciones en la


fertilidad y limita el crecimiento.

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