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LÍNEA DE CARRERA: LA CLAVE PARA RETENER COLABORADORES Y

ASEGURAR EL FLUJO DE TALENTO

Alumna: SANCHEZ ENRICO ALMINDA FRANCESCA


Módulo: V

ENSAYO

Comencemos señalando que la línea de carrera es un proceso que define


las prácticas de desarrollo de los colaboradores al interior de la
organización. Tiene notables implicancias para la empresa y el
colaborador.

A decir de Oscar La Torre, Socio de PricewaterhouseCoopers, es un plan


estructurado y formal –desde la perspectiva organizativa y del desarrollo
profesional del colaborador – que traza el camino que puede recorrer un
colaborador dentro de una  empresa. «Implica conocer cuáles son los
puestos a lo que puede aspirar una persona y si cuenta con las
competencias y el potencial para hacerlo», añade La Torre. Se establece,
entonces, claridad en la dirección de carrera, potencial de crecimiento,
horizonte y perspectivas dentro de la empresa.

«Es un proceso continuo por el cual el trabajador determina sus metas


de carrera e identifica los medios para alcanzarlas dentro de una
organización», comenta Rafael Hernández, Gerente General Adjunto de
Grupo Humanitae.

Conocer el plan de carrera que existe en la organización, así como las


posibilidades y potencialidades que tienen para acceder a él y en qué
horizonte de tiempo, son, desde luego, de gran interés para los
colaboradores.
Ventajas para la empresa

A la vez, es un proceso que tiene mucha trascendencia para la empresa.


Le ayuda no solo a planear sus necesidades futuras de talento, dándole
sostenibilidad al negocio; asimismo, motiva y retiene a su personal,
especialmente a aquel que considera clave.

«Permite a las organizaciones a definir sus requerimientos de talento y a


determinar las  brechas que deben cubrir», expone Oscar La Torre.

En efecto, identificar puestos claves y  determinar quiénes dentro de la


organización cuentan con potencial para cubrirlas, hace posible que se
pueda definir planes de capacitación para esos colaboradores y darles
soporte para que puedan alcanzar gradualmente los niveles  de
desarrollo requeridos.

En la Compañía Minera Antamina, por ejemplo, eso se constata de


manera nítida. Como señala Silvio Brigneti, Vicepresidente de Recursos
Humanos y Seguridad de la Compañía Minera Antamina, el plan de
carrera de esta compañía le ha permitido planificar las posibilidades de
desarrollo y promoción en las diferentes áreas, para cubrir con los
requerimientos que puedan presentarse(sea por rotación o por
crecimiento de la empresa).

«Al mismo tiempo es una herramienta de retención y satisfacción


personal, pues son justamente las personas de alto potencial las que
tienen como prioridad su propio desarrollo, si no lo consiguen en su
empresa buscarán otra donde conseguirlo», advierte Silvio Brigneti.

Pilar clave

De hecho, la planificación de la línea de carrera en Antamina–o Gestión


del Talento que es como lo llaman–, constituye uno de los pilares para
garantizar que las personas puedan desarrollarse y desempeñarse en
todo su potencial en esta organización, así como administrar el
desempeño individual alineado a las metas de la empresa y de cada una
de las áreas que la integran.

En opinión de Silvio Brigneti, el desarrollo individual, ligado a los


requerimientos de la empresa, les permite contar con personal
competente no sólo en las posiciones en las cuales se desempeñan, sino
listo para ocupar posiciones de mayor responsabilidad. «Para ello es
importante que haya alineamiento entre los valores, expectativas y
capacidades de la persona con aquello que la empresa requiere en las
diferentes posiciones», considera Brigneti.

Por su parte, Roberto Varela, Gerente de Recursos Humanos de Kimberly


Clark Perú, destaca dos aspectos en los que considera ha sido muy útil
contar con un plan de carrea: asegurar el correcto flujo de talento en el
tiempo y la retención de colaboradores.

«En cuanto al primero, es tener claro las necesidades a mediano y largo


plazo de la organización en cuanto a gente y asegurar que tenemos ese
desarrollo cubierto; y, de la misma manera, al poder ofrecer a la gente
una ruta clara (no prometida) en la compañía, ellos pueden apostar por
la misma y no buscar opciones fuera», comenta Varela.

Herramienta imprescindible

No cabe duda entonces sobre la utilidad de esta herramienta en la


gestión de personas. En este sentido, hay que recalcar, en primer lugar,
el aporte a la organización para contar con una visión más clara del
modelo de sucesión(sobre todo para puestos críticos). Segundo, permite
diseñar planes de capacitación estructurados según necesidades reales
del negocio y de su talento para el mejor cumplimiento de las
estrategias y objetivos. Y, en tercer lugar, ayuda a fortalecer la imagen
de la empresa en el medio,  en la medida que se conozca el orden y
estructura que ofrecen a los profesionales que laboran en ella.
Roberto Varela agrega la importancia de esta herramienta como
elemento de motivación y compromiso, que incrementa la retención de
los colaboradores. «Además, permite contar con banca lista para asumir
diferentes posiciones dentro de la organización», considera Varela.

Claro está, para conseguir todos esos beneficios para la organización es


crucial diseñar un proceso de línea de carrera bien estructurado.

Aspectos previos

Ahora bien, antes de empezar a esbozar los lineamientos del plan de


carrera, es de suma importancia conseguir el compromiso de la alta
dirección de la empresa. Sin ello una iniciativa de este tipo está
condenada al fracaso. Conseguido ese compromiso, Silvio Brigneti
aconseja mostrar a las diferentes gerencias los beneficios para la
empresa, sus áreas y su propia gestión que el proceso significará;
ocasión que se debe aprovechar para conseguir el compromiso y
alineamiento de estos gerentes.

De igual o mayor importancia es la conversación que se debe entablar


con las personas, tanto con aquellos que son considerados personal de
alto potencial como con el resto de los empleados. «Todas las personas
tienen el potencial de desarrollarse y deben tener asimismo
oportunidades; es cierto que los esfuerzos y recursos deben enfocarse
en los primeros pero sin descuidar a los demás», propone Brigneti.

Asimismo, un elemento previo muy importante es conocer la madurez


de la organización para garantizar que permita una adecuada gestión del
plan de carrera; sobretodo madurez en los líderes de primera y segunda
línea.

«Si ellos no tienen claro cómo gestionar y comunicar en sus equipos, se


pierde veracidad y no es sostenible en el tiempo; muy por el contrario
tiende a  generar un impacto negativo de  inequidad, favoritismo e
injusticia», previene Roberto Varela.
El diseño

Ahora, al momento de plantear el diseño de la línea de carrera, en lo


primero que hay que preocuparse es que esté alineada con la estrategia
de la organización. «Debe considerar “inputs” como el modelo de
estructura organizacional, la revisión de las descripciones de puestos
y/o manuales de funciones y perfiles de cargo», recomienda Oscar La
Torre.

Es crucial, sugiere el especialista de PricewaterhouseCoopers, que el


proceso interactúe estrechamente con las políticas de evaluación de
desempeño, los planes de sucesión y los planes de capacitación.  Sin
haber identificado previamente quiénes son los colaboradores  «más
destacados»,  cuáles son sus fortalezas y oportunidades de mejora y
cuál es su potencial, sería muy difícil  definir un plan de carrera.

Por eso, una de las etapas esenciales es el conocimiento exhaustivo de


las fortalezas y debilidades que presentan los empleados (diagnóstico de
perfil versus perfil requerido); diagnóstico de personalidad y aptitudes; y
diagnóstico de necesidades y expectativas.

La clave está en lograr que converjan los intereses de la persona con las
necesidades de la organización. «Hay que contar con la aceptación del
interesado y mantener la discreción tanto a la hora de elaborar y
presentar el plan de carrera a la dirección como a la hora de informar al
interesado sobre los planes previstos», comenta Hernández.

Prioridades

Aunque, en principio, todo colaborador debería contar con un plan de


carrera, ésta debería definirse inicialmente para los puestos clave de la
organización. Obviamente a mayores calificaciones y experiencia,
mejores posibilidades de desarrollo.
«Desde el vigilante hasta los directivos, tiene derecho a saber qué sigue
después, hasta dónde puede ascender, qué nuevas responsabilidades
pueden aspirar», opina Rafael Hernández.

En la práctica, depende también de las capacidades e intereses de la


persona. No necesariamente la línea de carrera se da indefectiblemente
en el área o gerencia a la cual el empleado pertenece.

«En Antamina buscamos explorar posibilidades en otras áreas. Para ello,


en las reuniones de Gestión de Talento participan todos los gerentes de
la empresa y siempre los invitamos a identificar candidatos potenciales
en otras áreas, no sólo en la suya», explica Silvio Brigneti.

Un buen ejemplo de cómo funciona en la práctica, es la línea de carrera


del área comercial de Kimberly Clark Perú. En este caso, se busca
desarrollar un perfil integral en el profesional, para ello, explica Roberto
Varela, toda persona que inicia su carrera en el área comercial, debe
saber que no puede «quemar» etapas. Si desea un colaborador, en el
largo plazo, ocupar la vacante de gerente de ventas, debe seguir todo
un proceso que le sumará en conocimientos y experiencias para que una
vez que llegue a esa posición puedan tener una visión mucho más
amplio del negocio.

«Por ejemplo, deben pasar por experiencias en punto de venta, en el


canal tradicional, en el canal moderno y en marketing para luego llegar a
la posición de Gerente de Ventas», detalla Roberto Varela.
Rol de Recursos Humanos

Como se puede anticipar, el área de Recursos Humanos tiene un rol


estratégico, porque es ella quien–junto con las gerencias de la
organización– genera el proceso de línea de carrera. Entre sus funciones
está determinar las opciones de desarrollo organizativo, comunicar a las
instancias establecidas,  liderar el proceso de evaluación del personal
clave y  monitorear su cumplimiento. Adicionalmente, brinda a las
gerencias y al personal involucrado en todo el proceso, las herramientas
para ello.

«Recursos Humanos debe desarrollar el proceso de evaluación, capacitar


a los evaluadores, y hacer el seguimiento respectivo. Es quien se reúne
con la dirección para identificar a los Key Talent y diseñar los planes de
retención. Verifica la calidad de los planes de desarrollo y lidera el
proceso», anota Rafael Hernández.

Aspectos complejos

Existen algunos aspectos complejos que es importante destacar. Uno de


ellos es el manejo de las expectativas, ya que no es posible garantizar a
nadie que en algún momento dado ocupará una posición determinada,
pues depende del desarrollo de sus competencias y también, en  muchos
casos, de que exista una posición vacante.

«Es importante comunicar en todo momento que una línea de carrera se


da siempre y cuando la “oportunidad” se genere. Y es a partir de ello
que se evalúan a las personas que podrán ir haciendo un segundo paso
en su carrera, siempre y cuando estén listas tanto en sus competencias
técnicas y funcionales pero sobretodo en sus competencias “Soft”»,
sostiene Roberto Varela.

Asimismo, es usual que se sobreestime la posibilidad de cambiar


aquellas características que están más ligadas a los atributos de la
personalidad. «Esto es muy difícil de cambiar, es mejor construir en
base a las fortalezas de tal manera que se puedan compensar aquellos
aspectos menos fáciles de desarrollar», refiere Silvio Brigneti.

También es complicado evaluar objetivamente las posibilidades de


desarrollo de un individuo, ya que dependen de muchos factores.
Brigneti comenta que en ocasiones se ha topado con casos en donde
colaboradores que fueron evaluados como personas con gran potencial
para ocupar una posición determinada en dos o tres años, pasado ese
tiempo una nueva evaluación mostró que su situación no había
cambiado en nada. Por el contrario, a veces empleados que han podido
pasar desapercibidos se revelan como valores ocultos que demuestran
un desempeño excelente cuando se les presenta el reto.

Las empresas

Desde hace ya algún tiempo atrás, en las empresas de nuestro medio se


constata una conciencia creciente sobre la importancia de establecer
procesos de línea de carrera para la correcta gestión del talento.

De hecho, es el cuarto proceso más implementado por las empresas de


nuestro medio; y, para los colaboradores, es la primera práctica que
genera un impacto positivo en la retención y fidelización del talento,
según el estudio sobre Tendencias de  Retención del Talento en el Perú
que acaban de realizar PricewaterhouseCoopers conjuntamente con HBC
Consultores.

«El hecho  de brindar al personal las herramientas para que puedan
alcanzar sus metas –y así avanzar en su línea de carrera– y el contar
con el involucramiento de los gerentes de la organización en todo este
proceso, son dos conductas clave para la correcta implementación de
este proceso y son dos conductas altamente valoradas por los talentos
de nuestro medio, según nuestro estudio», comenta Oscar La Torre.

Hay que tener en cuenta, refiere Rafael Hernández, que hoy en día la
tendencia ya no es envejecer en la empresa sino abarcar nuevos
campos, especializarse y lograr una experiencia vasta que asegura la
sostenibilidad de su nivel de empleabilidad basado en diferentes
organizaciones.

De hecho, desarrollar la línea de carrera es esencial para todas las


empresas, especialmente porque es un proceso que genera orden, da
claridad en el proceso de sucesión, motiva y retiene. No obstante, refiere
Oscar La Torre, en organizaciones grandes(en las que laboran muchos
colaboradores y conocerlos  a todos  es muy difícil), el hecho de tener
líneas de carrera definidas  cobra mayor preponderancia por todas las
ventajas ya menc

Perspectivas

No cabe duda que la línea de carrera continuará ganando importancia,


sobre todo en un entorno en donde resulta cada vez más difícil y
oneroso atraer talento externo a la organización. Pues se trata de una
herramienta de desarrollo, satisfacción y retención de los trabajadores,
además de un instrumento de planeamiento de la fuerza laboral
necesaria para toda organización.

Más necesaria ahora que los millenials han comenzado a ingresar al


mercado laboral, generación que por sus características valora mucho el
futuro que le pueda ofrecer una compañía en lo que se refiere a
crecimiento profesional (dentro de un ambiente abierto, libre y de
camaradería).

La correcta determinación de las líneas de carrera, sin duda, se


consolidará como uno de los pilares fundamentales de una gestión
moderna y eficiente de los colaboradores en las organizaciones.

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