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Luc Ferry-Aprender A Vivir
Luc Ferry-Aprender A Vivir
APRENDER A
VIVIR
Capitulo I
La filosofía griega, la victoria del cristianismo.
Luc Ferry contará la historia de la filosofía. “No toda, porque no sería posible,
pero lo que tiene de más apasionante, de más admirable, lo que me gustaría
contar a mis hijos y a mis amigos, y a todos los que deseen saber qué es la
filosofía”.
Para Luc Férry, la filosofía no tiene ninguna relación con esa definición de la
educación media, puesto que todo el mundo argumenta y reflexiona.- “Las
grandes filosofías, son grandes doctrinas de salvación sin divinidad, aunque
sea una definición seca, no hay que asustarse. Esa es la gran diferencia con
las grandes religiones”.
Lucrecio dice a sus discípulos que combatan sus miedos a la muerte, que
están debajo de todos sus miedos.
Epicteto (esc. griega) les dice: el principio de todos los males, de la bajeza, de
la traición, es el miedo a la muerte.
Cómo superar los miedos a la muerte, que corrompen la vida, impiden ser
generoso, amar y ser libres.
Ferry acota que no es sólo el miedo al fin de la vida biológica, la finitud física.
Es una experiencia que se da también al centro de la vida misma. Es la
experiencia de lo irreversible en medio de la vida. En los niños, las
separaciones de los padres, el fin del colegio, etc, son experiencias de lo
irreversible. No podemos hacer nada por volver atrás.
1.- La Teoría
Todas las filosofías van a tratar de explicar el mundo, el terreno de juego,
donde se va a desarrollar la existencia humana,. Es “la teoría”, la
contemplación del mundo para los griegos.
Un primer ejemplo
Estoicismo:
Ferry la menciona como una gran respuesta no religiosa a la cuestión de la
salvación. Pasa por una gran teoría (conocimiento del mundo), plantea una
moral profunda, y una salvación a través de la sabiduría para superar los
miedos y llegar a la salvación. Hay una gran cercanía entre salvación y
sabiduría, filosofía = amor por la sabiduría, sabiduría es lo que nos permite
salvarnos de los miedos.
Por qué contemplar el orden del mundo? La teoría moviliza las ciencias, pero
no se reduce a ellas. Utiliza las ciencias positivas existentes, pero la teoría
filosófica va más allá, quiere tomar el mundo entero, la totalidad del terreno del
juego.
Para los estoicos, habría que vivir lamentándonos menos, esperando menos y
amando más hoy. (Séneca y hoy el filósofo André Compte Sponville) Vivir en
mayor reconciliación con el mundo.
Para los estoicos, cuando logramos vivir sólo en el presente, vivir como un
pequeño átomo eterno, liberado de las pasiones tristes del pasado y del
futuro., somos salvados de los miedos, así logramos la serenidad, la armonía,
la felicidad. Por eso es una doctrina de salvación, una filosofía del presente,
que nos invita a reconciliarnos con el mundo. Nietzche hablará después del
“amor fati”, aceptar la vida tal como es, no esperar más de lo que se ofrece.
La pregunta que hay que hacerse es, por qué el estoicismo se hundió en el
siglo III d.C. y va a ser reemplazada por la doctrina de salvación cristiana.
El cristianismo
Su doctrina de salvación va a imponerse durante 15 siglos en Occidente. Va a
imponerse sobre el estoicismo. San Juan en su evangelio comienza con “En
un comienzo era el Verbo, el logos (cosmos, la armonía), el verbo divino se
encarnó, en la persona de Cristo.
Cómo pudo seducir el cristianismo a tal punto para superar a los estoicos.
San Justino (primer padre de la Iglesia, griego, 150 D.c)), escribió dos
apologías. Para defender a los cristianos acusados por rumores en Roma de
canibalismo, de torturar a los niños, de tener un dios cabeza de asno. Se
convierte al cristianismo. Será decapitado bajo el reino de Marco Aurelio,
porque se convenció y prefirió la fe en la doctrina del verbo cristiano a la
filosofía estoica.
Por qué la fe cristiana va a reemplazar lo divino de los estoicos (el logos,
el cosmos)
Teoría cristiana: la fe reemplazará a la razón. Surge una nueva idea de lo
divino. Qué es necesario para hacerlo? Hay que confiar en la persona de
Cristo, confiar, FIDES, fe en su palabra. Pasar de la razón a la fe. Eso
cambiará la moral, la idea de la salvación y del amor.
Moral cristiana: El cristianismo dice que la virtud está en cómo usamos los
dones o talentos naturales por excelentes que sean. Pueden ser usados para
el mal o para el bien, eso cambia la moral, pues ahora la virtud dependerá de la
libertad humana. Eso se proyectará en la modernidad, en los derechos
humanos, todos somos iguales ante la ley, la dignidad humana es la base
igualitaria para todos.
Pero al mismo tiempo no hay filosofía en el cristianismo puesto que una vez
que llegamos a las cosas definitivas, a la doctrina de la salvación propiamente
tal, la fe suplanta a la razón, en relación a las verdades reveladas, es la fe la
que cuenta, y las verdades reveladas son consideradas superiores a las
verdades de la razón, y de ese modo, la razón se hará servidora de la fe.
Hay pensamientos grandiosos, como los orientales, pero no hay que confundir
pensamiento con filosofía.
La tradición de la filosofía es la griega, es la occidental. Y posteriormente, en
Occidente el cristianismo ocupará un lugar especial.
Capítulo II
El nacimiento del Humanismo
Cómo la doctrina cristiana dejó de ser la única y más influyente doctrina de
salvación en Occidente.
Es la historia de la duda moderna, cartesiana. Al inventarse instrumentos que
permitieron observar los astros, eso puso en cuestión la cósmica, tanto griega
como la interpretación cristiana de la creación. La idea griega era que el
universo era inmutable. Eso lo toma el cristianismo también.
Luego, con el nacimiento del capitalismo y el asalariado, los trabajadores se
irán a las ciudades, y se emanciparán de sus comunidades primitivas, que
esencialmente eran religiosas. Y luego el matrimonio por amor, las personas
se harán más autónomas, vivirán de sus salarios y elegirán por amor y por
afinidad, será también una emancipación del peso de la comunidad
tradicional. Es el nacimiento del individualismo moderno, emancipado de las
tradiciones.
Qué hay en el ser humano de tan extraordinario como para fundamentar una
nueva teoría, una nueva moral. Qué nos diferencia de los animales, de los
ángeles y de Dios.
Descartes plantea que es la razón la que nos diferencia de los animales.
Rousseau –al comienzo del “Discurso sobre la desigualdad entre los hombres”
(s. 18) dice que el hombre no sólo se diferencia del animal por una inteligencia
y sentimientos más desarrollados, puesto que los animales también tienen
inteligencia y sentimientos. La diferencia será la libertad, como perfectibilidad.
Los animales son programados por el instinto, no son libres. Pero, dice
Rousseau “la voluntad habla cuando la naturaleza calla”. Los hombres no
somos prisioneros de nuestra animalidad, podemos cometer excesos, pero
podemos construir una civilización contra la naturaleza de nuestros instintos.
Moral kantiana:
Una secularización, laicización de la moral cristiana, se tomará el corazón de la
moral cristiana, pero sin Dios. La virtud moral será el uso libre de los talentos,
para mejorar el mundo y a sí mismo.
Dos rasgos fundamentales de moral kantiana: el hombre se distingue del
animal por dos principios fundamentales: desinterés y universalidad. Es
necesario que yo me sustraiga de mí mismo, sustraernos de nuestra naturaleza
para ir a los otros (la buena voluntad) . Eso conduce a la universalidad.
Podremos sustraernos de nuestro egoísmo natural para interesarnos en lo
universal. Esa es la moral moderna. Si dejamos que la naturaleza egoísta del
hombre se imponga, el grande se comerá al chico. Por eso la moral kantiana es
un combate contra sí mismo, contra la naturaleza, para construir el mundo. La
ley se opone a la naturaleza humana, lo que va a tomar una connotación
positiva.
Esta moral está detrás de la democracia.
Capítulo III
La postmodernidad
Nietzche, el pensador más importante de la postmodernidad, representa la
filosofía del martillo, la filosofía de la deconstrucción.
Su libro “Ecce Homo”, dice: “¿Mejorar la humanidad? eso sería lo último que
yo prometería. No esperen que levante nuevos ídolos; que los ancianos sepan
qué significa tener pies de barro. Mi programa es echar abajo todos los ídolos,
ese es mi verdadero oficio.”
Botar los ídolos a martillazos, significa acabar con todos los ideales, opuestos a
la realidad. La filosofía de las luces, que ya había criticado la religión y la
tradición, había inventado los DDHH, la democracia, la idea republicana,
incluso el socialismo y, el anarquismo. Pero siendo ideales laicos y
materialistas, sin Dios, Nietzche les reprocha que conserven algo la estructura
de las religiones.
Nietzche terminará también con el nihilismo, con los que no creen en nada.
Ni=nada en griego.
Para Nietzke el nihilismo es también una forma de inventar ideales, porque a
pesar de que no creen en nada, o que todo está mal, es una forma de crítica a
lo real, en ella también se esconde una forma religiosa de tener ideales para
mejorar el mundo, como un esconderse en un más allá para soportar la
realidad.
Así Nietzche verá también en el marxismo, en la revolución comunista, una
forma de religión. El se planteará contra toda pretensión de mejorar el hombre
y el mundo.
Nietzche quiere subvertir los tres grandes ejes de la filosofía: la teoría, la moral,
la doctrina de la salvación. El mismo se define como el Anticristo.
En Nietzche encontramos una nueva ontología, una nueva definición del ser del
mundo “Es una trama de impulsos e instintos”, lo contrario de un cosmos
armónico. Eso es para él la vida, pero también es lo que llama la voluntad de
poder, que no tiene nada que ver con la adquisición del poder.
El corazón de esta ontología es la voluntad de poder. Lo que Nietzche llama
“la voluntad de las voluntades”: la voluntad que quiere su propia
intensificación, es la fuerza vital que quiere ser más vital, apropiarse de sí
misma, de la diversidad de las fuerzas, es la joie de vivre, esos momentos en
que uno se siente fuerte. La vida muestra esta pluralidad de fuerzas, este
monstruo de mundo, es la vida misma.
A partir de esta visión del mundo, Nietzche construirá una moral del inmoral,
una moral más allá del bien y del mal.
En el seno de esta trama de fuerzas, habrán las fuerzas reactivas y las activas.
Las fuerzas reactivas son las que no pueden desplegarse en el mundo sin
mutilar o acabar con otra, no puede producir un efecto en el mundo sin dejar de
aniquilar otra fuerza. El piensa en el Diálogo de Platón: piensa en la búsqueda
de la verdad que anima a la ciencia y en la filosofía. Por qué? Para Nietzhe
será el modelo mismo de las fuerzas reactivas. En Platón, la verdad se plantea
siempre en refutación de los errores anteriores.
La búsqueda de la verdad para Nietzche es una fuerza reactiva muy poderosa.
Pero ella se plantea siempre mutilando a otras verdades.
Por el contrario, las fuerzas en el campo del arte, el artista no vacila en mentir,
en utilizar las ilusiones, la sensibilidad, eso es lo que rechaza la ciencia y la
filosofía.
Las fuerzas activas son las que pueden desplegarse en el mundo, producir su
efecto, sin necesidad de mutilar o oponerse a otras fuerzas.
Es el modelo del arte. El artista va a realizar su obra sin discusión, sin
oponerse a algo.
“En el crepúsculo de los ídolos”, dice que lo que tiene necesidad de
demostrase, no tiene gran valor. Pues en el campo de las fuerzas activas, en el
campo del arte, no se requiere demostrar. El artista plantea su obra sin
necesidad de argumentar, no es un trabajador, está en la esencia de la
distinción, el artista es un aristócrata, que encarga, es el que hace la guerra, el
artista es el aristócrata de la cultura. No tiene necesidad de demostrar que
tiene razón. Desde el momento en que entramos en la necesidad de demostrar
que tenemos razón, entramos en las fuerzas reactivas.
En la cultura griega hay una figura que ilustra magistralmente la oposición entre
fuerzas activas y fuerzas reactiva: son los sofistas. Son los que utilizan el
discurso no para llegar a la verdad, sino para producir efectos en las personas,
para persuadirlas. Para Nietzche hay en ellos algo simpático: son los que
buscan seducir, caer bien, persuadir de alguna manera. Para Nietzche son
artistas, poetas, que no necesitan trabajar para demostrar una verdad, sólo
buscan la adhesión de la gente.
Para Nietzche, Sócrates es lo contrario, es feo y de origen plebeyo. Porque
encarna lo contrario a la búsqueda de la belleza, del arte. Sócrates busca
afanosamente la verdad, que es plebeya, democrática, fea para Nietzche. Qué
hace Sócrates en relación a los sofistas. En Platón, Sócrates aparece
deliberadamente llegando tarde donde están hablando los sofistas (Antifonas,
Protágoras, Gorgias) que son maravillosos para enseñar retórica a los políticos
griegos. Hay anécdotas geniales, como cuando un gran sofista enseña el mito
de Prometeo, ante una audiencia transportada por su capacidad mediática.
Aparece Sócrates, llegando tarde expresamente y le dice al sofista: “Amigo,
perdóname que haya llegado tarde, pero ¿serías tan amable de resumirme lo
que acabas de decir?. Desde el momento en que se deja atrapar por la malicia
raquítica de Sócrates según Nietzche, el sofista se pierde, porque se siente
culpable, sabe que en el fondo no ha dicho nada. Es como pedirle a Rimbaud
que resuma “El barco ebrio”, es imposible, no puede hacerlo porque es una
poesía. El sofismo es el arte de cultivar el arte de hablar para no decir nada,
como la poesía.
La ética de Nietzche.
Propone “el gran estilo”. Es muy raro que Nietzche hable de grandeza, pero
cuando lo hace, siempre es en el mismo sentido, sea para referirse a la gran
política, gran filosofía, y es según Férry, algo muy profundo. Se trata del gran
proyecto de reconciliar, armonizar las fuerzas reactivas y activas, y no de
rechazar las fuerzas reactivas. Es lo contrario del anarquismo.
Esa nueva sabiduría, que llamará de dos maneras: La inocencia del futuro y “el
amor fati”, el amor del destino, en realidad es el amor por lo que está ahí, lo
que nos ha sido enviado, destinado, el amor por el presente tal cual es. Es
semejante a los estoicos y a Spinoza, a quién llamará “su hermano”.
Hay para él dos palabras que pesan sobre el ser humano: el pasado y la
esperanza, las pasiones tristes. Hay que deshacerse de ambas, para poder
reconciliarse con el mundo. No tenemos que culpabilizarnos por el pasado, por
malo que haya sido o hayamos actuado, porque no hay ideal por el cual
juzgarse, sólo existe la realidad, y lo mismo respecto a la esperanza en el
futuro, es un ídolo, no hay que tener esperanza en un más allá, ni juzgarnos
según él, sólo existe el mundo y la vida tal como es.
Para Nietzche blasfemar no es hablar contra Dios, puesto que Dios ha muerto
como todos los ideales, blasfemar es hablar mal del mundo.
La gran pregunta que habrá que hacerse, es por qué dejamos atrás a Nietzche,
aunque por lo demás, ¿hemos salido totalmente de él? O es que tenemos aún
que salir? .
Férry no se considera nitzcheano.
Capítulo IV
La filosofía contemporánea
Lo que vimos con Nietzche vale más allá de la filosofía, va a influir en todos los
campos en el siglo ; es la vanguardia, en el arte, en la política, en la cultura. Es
la radicalización de la deconstrucción, la tabla rasa que echa abajo todo,
exterminar a todos los ídolos. Por eso es un arte solitario, el artista, el filósofo
no tiene público, sería como una especie de objeción.
Hay una dominación práctica del mundo también. En los enciclopedistas, en los
filósofos de las luces, encontramos en Descartes la idea que gracias a la
ciencia llegaremos a ser amos del mundo. Pero no era la mundialización liberal
actual.
Eso significa que hay dos finalidades exteriores al proceso de dominación
misma: alejarse de la oscuridad de la Edad Media, de ahí viene el nombre de
filosofía de las luces y al mismo tiempo vamos a poder prever los desastres de
la naturaleza.
En ellos se trata de una dominación para llegar a ser más libres y felices.
Férry piensa que el mundo moderno después del siglo de las luces, ha sido
atravesado por dos grandes movimientos que nos permiten comprender esta
trascendencia que subsiste. Son movimientos rigurosamente inversos y por lo
tanto se complementan.
La divinización de lo humano
Habría que pensar por qué motivo en el transcurso de la historia los seres
humanos han estado dispuestos a hacer sacrificios, incluyendo dar la propia
vida.
Ha habido hombres dispuestos a morir por Dios, o por una causa terrestre,
como la patria, o la revolución. Pero hoy encontramos muy pocos casos de
este tipo, es una idea del sacrificio que se ha perdido. .
Por el contrario, Férry piensa que hoy muchos hombres y mujeres están
dispuestos a dar su vida por otros, sobre todo por los seres amados. Por
nuestros hijos, por los que más amamos, estoy seguro que la mayoría estaría
dispuesto a arriesgar su vida e incluso a darla. O por otros seres humanos, por
ejemplo, en la acción humanitaria hay una dimensión heroica, . muchos
arriesgan su vida o la dan en medio de los conflictos armados, los periodistas
que arriesgan sus vidas para dar a conocer una verdad., etc.
El tercer punto es un concepto, para pensar este hecho y para darle sentido a
esta argumentación.
Para desarrollar esta idea y llevarla hasta el final, habría que demostrar que a
partir de esta instuición fundamental de esta persistencia de la trascendencia
en nosotros, más allá de la deconstrucción, se puede reconstruir una teoría,
una moral y una doctrina de la salvación. Ese es lo que está en juego.
La doctrina de la salvación
Si la reducimos a lo esencial, a lo más duro, es la cuestión del duelo del ser
amado.
Férry recuerda a Epicteto, cuando le dice a sus discípulos que cada vez que
abrazen a un ser amado, recuerden que puede morir al día siguiente, como una
manera de no apegarse y sufrir menos.
.
Cuando tenemos la herencia del cristianismo, lo crucial es el duelo del ser
querido. La parábola de la resurrección de Lázaro ilustra la doctrina de la
salvación cristiana. Cuando abordamos este momento tan duro, la filosofía
muestra su debilidad respecto a la doctrina cristiana en que la muerte no es la
última palabra de las relaciones humanas.
Férry piensa que hay tres maneras de afrontar la muerte del ser amado.
1) El pensamiento budista y estoico, que plantea el no apego a los seres
humanos. En el budismo, nos invitan a dejar la vida familiar, y entrar a
la vida monástica. Es la mejor manera de prepararse a la muerte, hay
que morir liviano.
Para Férry, es imposible no apegarse a los seres que ama y tampoco tiene
ganas de no amar. Para él, el budismo está muy bien, pero no le sirve,
porque no puede impedir amar y apegarse a sus seres queridos. Para él
sería privarse de lo mejor de la vida.
2) La hipótesis cristiana dice que los estoicos tienen razón, si nos
apegamos a la dimensión mortal del ser querido. Pero si nos apegamos
a lo que hay de eterno en el otro, como dice San Agustín “amar en
Dios”, entonces podrán superar el miedo a la muerte, puesto que se
encontrarán con los amados en la vida eterna. El diablo, en el Génesis,
es aquél que primero que todo quiere separarnos de Dios, no sólo de los
demás hombres y tentarnos con cosas atractivas. Lo que el demonio
trata antes que todo, es separarnos de Dios para hacernos perder la
vida eterna. Lo que dice la serpiente a Eva, “¿estás bien segura que
Dios tiene razón de no dejarte comer el fruto del árbol de la ciencia del
bien y del mal (de la sabiduría) ? Dios mismo lo ha probado, por qué no
comes tú del mismo fruto que Dios?”, hace dudar a la mujer de la
palabra de Dios, por lo tanto quiebra su fe, su confianza en Dios. Al
quebrar la fe, en ese momento los humanos nos volvemos mortales. El
símbolo es que al separarnos de Dios, habrá muerte eterna. Por otra
parte, ofrece la vida eterna a quienes siguen el camino que Dios nos
muestra
3) Pero si no tenemos fe, qué puede decir la filosofía laica? . En este
sentido, la filosofía es mucho menos prometedora que el cristianismo.
Una filosofía laica puede decirnos que antes de morir más vale tratar
esclarecer los conflictos con los seres que amamos, que empujemos lo
máximo posible el diálogo con el prójimo, antes de la muerte, porque
después será demasiado tarde. Más vale reconciliarnos con nuestros
padres, con los que muchas veces estamos distanciados, antes que
desaparezcan. Más vale no mentir jamás a los hijos, mentir a un hijo
que es adoptado, si morimos, él no tendrá nunca la posibilidad de
conversar con nosotros la historia de su vida.
Son pequeños ejemplos que muestran que hay una sabiduría del amor
laica, en el sentido que todos nosotros seguimos hablando con los muertos,
pero de este diálogo tenemos que sacar una consecuencia práctica en la
vida, antes de la separación. Una sabiduría que nos haga preguntarnos
todos los días, qué debo hacer con la gente que amamos antes que
desaparezcan. Es el tipo de sabiduría que habría que poner en práctica
para no tener miedo de su muerte ni de la nuestra, o por lo menos combatir
en lo que sea posible esos miedos.