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Universidad Nororiental Privada

“Gran Mariscal de Ayacucho”

Maturín, Monagas.

Postura y Expresión
Corporal

Cátedra: Protocolo

Tutor(a): Bachilleres:
Jesús Marcano Cabello, Edgar C.I 27.964.863
Flórez, María C.I 28.474.284
Guzmán, Ysahel C.I 27.946.691
Hernández, Carlos C.I 28.298.922
Macuare, Lurdymar C.I 27.710.173
Ruiz, Valeria C.I 29.879.980
Suarez; Cesar C.I 29.642.897
Villalba, Manuel C.I 27.710.427
Zambrano, Ana C.I 27.946.482
Noviembre del 2018
Introducción

El tema de Postura y el Lenguaje Corporal se puede definir como los


movimientos del cuerpo que enfatizan lo que una persona está diciendo y también
ofrecen información sobre las emociones y las actitudes de una persona.

Conocer a cerca del comportamiento adecuado que debemos tener ayuda a


ofrecer una buena imagen de nuestra persona.

Las distintas formas y métodos de Ética y Protocolo nos indican como tener una
Postura y Lenguaje Corporal adecuado en las diferentes ocasiones que puedan
presentarse cotidianamente, tales como sentarse, caminar, estar de pie, hablar, subir y
bajar de un automóvil, entre otros. Es de importancia tener conocimiento sobre esta
información para el mejoramiento de nuestra presencia y forma de manejarnos ante un
público.

A continuación se desglosa toda la información necesaria para presentar una


buena impresión.
 El Lenguaje Corporal

El Lenguaje Corporal es un medio de comunicación y en él se refleja la identidad


de cada persona. Muestra la capacidad gestual compuesta por el cuerpo y la mente.
Mientras tus ideas las transmites a través de tu palabra, el expresa su bienestar o
malestar.

Un gesto es cualquier movimiento, voluntario o involuntario, que hacemos con


alguna parte del cuerpo, como puede ser con la cara o con las manos, cuya finalidad es
comunicar o remarcar y complementar un mensaje verbal. Por esta razón, los gestos
son muy importantes porque comunican, queramos o no, todo tipo de emociones,
sentimientos y estados de ánimo, entre otras cosas.

Puede revelar tanta o más información que las palabras. La conducta no verbal
funciona como las cookies en internet: sin darnos cuenta, nuestro cuerpo
transmite constantemente información sensible sobre
nuestras intenciones, sentimientos y personalidad. Incluso cuando estamos quietos o
en silencio, los gestos, las posturas, las expresiones faciales y la apariencia hablan por
nosotros, y pueden resultar muy elocuentes.

El lenguaje corporal cuenta quiénes somos, cómo nos sentimos o cuáles


son nuestros gustos. En la interacción, la conducta no verbal informa además de
nuestro grado de comprensión y nivel de acuerdo, e incluso puede desmentir lo que
estamos diciendo en ese momento.

Lamentablemente, en la vida real no ocurre como en la pantalla de nuestro


navegador: ningún mensaje de alerta nos recuerda que las cookies aprovecharán
cualquier despiste para entregar valiosa información sobre nosotros, algo que
inevitablemente acabará afectando a la forma de relacionarnos con los demás. Y
aunque nos lo advirtieran, probablemente actuaríamos como hacemos al navegar por
la red: ignoraríamos las cookies y continuaríamos en busca de la siguiente
satisfacción. Craso error.

 Al Sentarse

La forma de sentarnos puede decir mucho de nosotros. Sentarse de una u otra


manera puede indicar cosas tales como si estamos cómodos o no, si estamos
nerviosos o tranquilos, si algo nos inquieta, etcétera. Sentarse bien y guardar la
compostura es muy importante sobre todo cuando estamos fuera de casa o delante de
otras personas.
Los hombres y las mujeres se sientan de forma diferente, sobre todo en cuanto
al cruce de piernas se refiere. Los hombres suelen cruzar sus piernas en ángulo recto
con el tobillo casi a la altura de la rodilla, y las mujeres suelen cruzar sus piernas
juntando los muslos y ladeando ligeramente las piernas.

Es de importancia tener en cuenta la postura al momento de sentarnos, la forma


más neutra es sentarse como un 4. Con las piernas juntas y la espalda recta. Los pies
en paralelo, juntos o ligeramente separados.

Otra manera bastante natural y formal de sentarse es con las piernas juntas y
cruzando ligeramente los tobillos.

En cuanto a las maneras informales e incluso poco educadas de sentarse


podemos tomar en cuenta las siguientes:

o Sentarse y colocar los pies sobre una mesa, un taburete, el asiento de


enfrente, etc. No es correcto.
o Sentarse pasando la mano por detrás de otra persona, bien sea en un sofá
o en una silla.
o Repantingarse. Es decir, más que sentarse en una silla o sillón, el cuerpo
se deja caer, se "desparrama" en el asiento dejando todas sus
extremidades "sueltas".
o Sentarse con una pierna debajo de los glúteos, no es una postura muy
apropiada socialmente.

 Al Caminar

Andar es algo tan cotidiano que apenas nos damos cuenta de cómo caminamos.
Pero, andar bien tiene su importancia, tanto para uno mismo como para con los demás.
Un andar desgarbado, puede dar la impresión de apatía o dejadez, y un andar
apresurado puede significar ansiedad, nerviosismo o impaciencia.

Andar de forma correcta solo requiere conocer algunos puntos fundamentales


que a continuación enumeramos:

o La cabeza erguida: Sin altivez, pero la cabeza debe ir siempre bien


erguida. Ni mirando muy arriba, que daría la impresión de mirar por encima
del hombro a los demás, ni cabizbajo, personas tímidas, inseguras o
retraídas que van mirando el suelo.
o Los hombros derechos: No transmite mucha armonía ese cuerpo con los
hombros echados hacia adelante. Ni tampoco los hombros deben llevarse
echados hacia atrás, lo que se conoce como "ir sacando pecho". Los
hombros deben ir rectos, con una cierta caída natural que armonice con el
resto del cuerpo.

o Los pies rectos y en paralelo: Esto puede ser un poco más difícil debido
a la gran cantidad de patologías que hay en cuanto al tema de los pies (los
pies planos, por poner un ejemplo). Los pies no deberían llevarse muy
abiertos, en V, ni muy cerrados, V invertida (metidos hacia adentro). La
forma correcta son llevarlos rectos y en paralelo uno de otro y ligeramente
separados, que no se choquen al andar.

o Las rodillas: Hay que flexionar ligeramente las rodillas, al andar, para
facilitar un movimiento más armonioso y más descansado para nuestro
cuerpo. Una persona no es un robot que deba andar con las piernas rígidas
como si tuviera dos palos en vez de dos piernas.

o Los brazos: Deben llevar un compás o ritmo que acompañe al movimiento


del cuerpo. Es bastante poco armonioso llevar los brazos caídos o, por el
contrario, hacer demasiados ademanes con ellos, como si fuera un militar
desfilando. Un movimiento ligero y acompasado es más que suficiente.

A la hora de caminar es muy importante recordar la regla o norma no escrita de


caminar por nuestra derecha. Es muy importante, y en muchas de nuestras ciudades
parece que a la gente no se le ha enseñado, o no lo pone demasiado en práctica.

 Estar de Pie

En cualquier reunión, fiesta o evento, es bastante habitual tener que pasar un


determinado espacio de tiempo, unas veces más corto que otras, de pie. Si es un
cóctel, la inauguración de una exposición o un acto similar, será más el tiempo que
estará de pie que sentado.

Estar de pie es una postura que no siempre sabe mantener de forma correcta
todo el mundo. Y muchas veces no es tan fácil estar de pie como parece, bien por
cansancio, por algún problema físico o bien porque no se sabe qué postura tener.
Hay personas que no saben estar de pie sin apoyarse en la pared o en el
mueble más cercano. No es correcto. Tampoco es correcto agarrar a otra persona,
salvo que tenga algún impedimento o necesite ayuda por su avanzada edad.

Una persona que sabe estar de pie está erguida, los hombros rectos, los pies
juntos, con las puntas de sus zapatos ni demasiado abiertas ni demasiado cerradas.
Las rodillas ligeramente flexionadas, los brazos ligeramente pegados al cuerpo, pero
sueltos no caídos y las manos siempre a la vista.

No es correcto tener las manos dentro de los bolsillos (y menos, cuando está
hablando con alguien), salvo en las prendas de exterior, como un abrigo, si la espera
de pie es en la calle. Entonces si está permitido tener las manos en los bolsos.

Es muy recomendable cambiar ligeramente de postura cada cierto tiempo para


evitar el cansancio de los músculos, aunque la mejor manera para descansar sea
sentarse en un cómodo asiento.

Una persona que sabe moverse en sociedad, sabe cambiar de postura con
discreción sin que apenas se note, con pequeños movimientos de sus brazos y piernas,
equilibrando y compensando el peso de su cuerpo con pequeñas flexiones de las
rodillas, girando y moviendo ligeramente sus pies o simplemente, caminando un poco
para desentumecer sus músculos.

No haga gestos y emita suspiros que demuestren cansancio o den sensación de


incomodidad, provocando el que le ofrezcan un asiento. Búsquelo o pídalo usted, pero
no lo haga de forma "tan sutil" y poco apropiada.

Otra solución para evitar el cansancio de las piernas y la espalda es darse un


pequeño paseo (lo que coloquialmente se conoce como estirar las piernas) por la sala
o recinto en el que se encuentre o por sus exteriores. Es un ejercicio que activa la
circulación y es una forma muy elegante de cambiar de postura de forma natural.

 Al Subir y Bajar de un Automóvil

Cuando utilizamos los automóviles para nuestros desplazamientos hay un orden


para entrar y otro para salir del vehículo en función de la importancia o jerarquía de los
pasajeros. Esta categoría puede establecerse bien por un rango, jerarquía o mérito
ostentado, o bien por un simple criterio de la edad de los pasajeros.

Quién entra primero y quién entra el último en el automóvil:


o Entra primero en el automóvil la persona de mayor rango-autoridad, por el
lado derecho, para situarse en la posición derecha de la ventanilla
posterior.

o Luego, si solo van dos personas en el vehículo, rodeando la parte


posterior del coche, entra por la puerta izquierda, la segunda persona en
importancia. Suele ser habitual que la entrada sea simultánea sin que
haya una clara diferenciación del tiempo.

Cuando son tres personas las que suben a un automóvil (caso poco probable), el
orden varía y pueden darse dos casos:

o Esta tercera persona, puede ir en la parte delantera derecha (lo más


habitual), al lado del conductor, por lo que entraría en tercer lugar.

o O bien, puede entrar en segundo lugar, si va en la parte posterior,


entrando en tercer lugar la segunda persona en importancia, para situarse
en la ventanilla posterior izquierda. En un coche oficial no van tres
personas en la parte trasera nunca, salvo que sean coches con asientos
enfrentados.

A la hora de bajar del coche, el orden es el inverso al de la subida. Ocurre lo


mismo que en la subida, apenas hay una diferencia en el tiempo y se suele hacer de
forma simultánea, es decir, la persona de mayor rango baja la última, bajando antes el
resto de personas que van en el vehículo. Ahora bien, cuando se trata de
personalidades, que llevan a una persona de seguridad o alguna persona del servicio
de protocolo, que va al lado derecho del conductor, esta persona sube en último lugar y
baja el primero, para cerrar y abrir la puerta, respectivamente.

Cualquier movimiento que se hace alrededor del coche siempre se debe hacer
por su parte posterior, y nunca se debe pasar por la parte delantera del automóvil.

 Al Hablar

Nuestra voz, nuestras palabras correctas (y no chabacanas, ni pedantes), nos


atraerán la consideración y el respeto. Es nuestra manera de expresarnos lo que más
indicará la educación que has recibido y de qué ambiente procedes. Esta manera
correcta de expresarnos en tonos agradables, ni agudos ni bajos, con palabras
adecuadas y bien pronunciadas y llenas de expresión.
En la comunicación verbal, aunque es importante lo que se dice, también es muy
importante cómo se dice. En algunas ocasiones no se ofende por lo que se dice (letra),
sino por cómo se dice (música).

La importancia del mensaje no debe quedar empañada por la forma de


expresarlo. Por eso debemos tener en cuenta que a la hora de hablar es tan importante
la letra como la música. Y aún es más importante cuando no está delante nuestro
interlocutor (como es el caso de las conversaciones telefónicas).

Hay que tratar de cuidar al máximo la vocalización, la entonación y el timbre de


la voz siempre, pero mucho más cuando no tenemos delante a la persona. En las
comunicaciones no presenciales estamos perdiendo algo tan fundamental como la
comunicación no verbal, los gestos.

Es muy poco razonable hablar sin cesar de sí mismo, comparar la propia


conducta con la de los demás; decir, por ejemplo: en cuanto a mí, yo no lo utilizo así, él
no hace esto, una persona de mi condición, etc. Esta clase de razonamientos son
inoportunos e indiscretos; puesto que nunca sienta bien hacer comparaciones de sí
mismo con los demás, y de los demás entre ellos; estas comparaciones son siempre
odiosas.

 Postura Corporal

Lo que más contribuye a dar elegancia a una persona y a que sea considerada
como persona prudente y educada es el mantener todas las partes de su cuerpo en la
posición que la naturaleza o el uso exigen.

Para esto hay que evitar varios defectos. El primero de ellos es la afectación y
encogimiento, que hacen a la persona amanerada en su exterior, lo que es totalmente
opuesto a la urbanidad y a las reglas de la circunspección.

Hay que guardarse asimismo de cierta negligencia que manifiesta laxitud y


flojera en el proceder haciendo a la persona despreciable, ya que esta mala costumbre
delata bajeza de espíritu y también de nacimiento o de educación.

Préstese particular atención a no aparentar ligereza en el porte, lo que sería


efecto de un espíritu flojo. Quienes tengan un espíritu naturalmente ligero y
atolondrado, si no quieren caer en este defecto o desean corregirse del mismo, hagan
de suerte que no muevan sin atención ninguna de los miembros de su cuerpo y no lo
hagan si no es con mucha mesura. Los que son de temperamento activo y precipitado
deben entrenarse mucho para no obrar nunca sino con gran moderación, traten de
pensar antes de obrar y de mantener el cuerpo tanto como puedan en una misma
postura y situación.

Aunque no convenga aparentar un exterior estudiado, es preciso saber ordenar


todos los movimientos y regular el comportamiento de todas las partes del cuerpo.

 Relación entre el Vestuario, la Elegancia y el Lenguaje Corporal

La elegancia es el atributo de ser excepcionalmente eficaz y sencillo. Se utiliza


con frecuencia como un estándar de buen gusto, sobre todo en las áreas de la moda y
la decoración.

Algunos asocian la elegancia con la simplicidad del diseño. Otros en cambio lo


entienden como el buen gusto en la riqueza del diseño o decoración. Algunos estímulos
visuales se consideran elegantes si se usan un número pequeño de colores y
estímulos. El color blanco se asocia a menudo con la elegancia, por lo general junto
con el azul o negro.

La imagen es nuestra tarjeta de visita a cualquier parte donde vayamos. Aunque


las personas tengamos otros muchos valores la primera impresión es fundamental, es
muy difícil cambiar una mala primera impresión. La forma de vestir junto con nuestros
modales y nuestro comportamiento son el reflejo que damos de nuestra forma de ser y
educación. Según reza un dicho popular: " Te reciben según te presentas; te despiden
según te comportas". Por esta razón hay que tratar de causar una buena primera
impresión, pero esto por sí solo no vale.

Tener una buena imagen, no solamente es cuestión de vestuario. Nuestra


imagen exterior está muy condicionada por tener un aspecto limpio y aseado. Debemos
tratar de tener un aspecto agradable y limpio. Esto se consigue con: una buena higiene
corporal diaria (ducha o baño, cambio de muda, uso de un desodorante, etc.), un
cabello cuidado y bien arreglado (aunque se lleve melena se debe llevar bien cortada y
arreglada), las uñas bien cortadas, las manos limpias, el maquillaje moderado, una
barba bien cuidada, etc. Tenemos que dar una imagen exterior correcta, sin perder
nuestra propia personalidad. Lo mismo tenemos que hacer con los complementos que
deben ir acordes al tipo de vestuario utilizado.

La presentación personal y la postura pueden abrir puertas o cerrarlas. Hay


personas que causan una buena impresión en cuanto a su arreglo personal, pero al
proyectarse públicamente dejan mucho que desear. Es en vano ir bien vestido al
trabajo o a un evento, si al relacionarse con los demás los ahuyentan por el modo de
actuar.

Cualquier forma de comportamiento comunica mucho hacia los otros. Por tanto,
es importante reflexionar acerca de este tema, sobre todo en el ámbito profesional; los
encargados de las relaciones públicas y todos los empleados de una empresa deben
adecuar sus conductas a las exigencias de la vida pública y social. Así, se contribuye a
la proyección de una mejor imagen de la organización.
Conclusión

Cabe destacar que el Lenguaje Corporal es una importante vía por la que se
transmite información sobre nuestras intenciones, sentimientos y personalidad, ya que
nuestros gestos, posturas, expresiones faciales y la apariencia hablan por nosotros.

El lenguaje corporal cuenta quiénes somos, cómo nos sentimos o cuáles


son nuestros gustos. La conducta no verbal informa además de nuestro grado
de comprensión y nivel de acuerdo, e incluso puede desmentir lo que estamos diciendo
en ese momento.

Es un medio de comunicación y en él se refleja la identidad de cada persona.


Muestra la capacidad gestual compuesta por el cuerpo y la mente. Mientras tus ideas
las transmites a través de tu palabra, el expresa su bienestar o malestar.

“La imagen es nuestra tarjeta de visita a cualquier parte donde vayamos”.

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