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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular De Economía Y Finanzas


Escuela Nacional De Administración Y Haciendo Publica- Instituto Universitario De
Tecnología
Electiva l. (Petróleo, Gas y Energías Alternas).
4to Semestre
Sección J

La Hipertrofia Que Ha Generado El Uso


De La Renta En La Economía
Venezolana.

Profesor de Asignatura:
Mendez Carlos

Alumno:
Cancine Salcedo
Yomar Alexis
C.I.: 20.56.46

Abril 2021
Sociedad, Estado y renta petrolera en Venezuela: una relación unidireccional es un
tema que intenta poner de manifiesto la relación de dependencia que se va construyendo
entre la sociedad venezolana, el Estado y la principal fuente de recursos financieros del país
en el siglo XX: la renta petrolera, así como el imaginario nacional que se recrea a partir de
una relación de dependencia unidireccional, en el entendido que en torno a la economía
petrolera nacional se entretejió un esquema de dependencia de la sociedad respecto al
Estado y, de este último, con relación al ingreso petrolero.

Siendo un tema relevante para comprender parte de la realidad nacional, su abordaje intenta
reflejar las características más resaltantes del proceso histórico de re-construcción de la
sociedad y el Estado venezolanos, que tuvo lugar a partir de la tercera década del siglo XX,
gracias a una actividad económica de la cual derivaron los recursos necesarios para
financiar la ‹transición› pre-modernidad-modernidad. Una transición que se podría calificar
como incompleta, pues desde la perspectiva política, económica y cultural aún no se han
consolidado las condiciones necesarias para tal calificativo.

Para evidenciar lo apropiado de esta afirmación, a lo largo de este trabajo de reflexión se


intenta sistematizar los elementos más relevantes de la mencionada ‹transición› reflejando,
a su vez, las condiciones que la hacen incompleta, los factores que la promovieron y
particularizaron en el escenario latinoamericano, así como el imaginario que se va
moldeando en la medida que el petróleo se convierte en el centro de la vida nacional.

El punto de partida es una descripción de las condiciones de Venezuela antes del inicio de
la actividad petrolera, a manera de patrón de referencia para comprender la intensidad de
los cambios que se presentan en el segundo punto, y las razones por las cuales el ‹petróleo›
inunda los diversos ámbitos de la vida en el país (político, social y económico), expuestas
en la tercera parte. El cuarto apartado aborda lo relativo a la nacionalización petrolera como
necesidad imperiosa para contrarrestar el sentimiento de independencia inconclusa
prevaleciente en la sociedad, finalizando con el análisis del impacto del petróleo en el
imaginario nacional. En este sentido, se intenta evidenciar la historia reciente de un país
teóricamente rico, atiborrado de recursos financieros no producidos por su fuerza de
trabajo, que ha buscado construir a partir de éstos, una economía nacional diversificada y
una sociedad con capacidad de interiorizar su rol en la construcción de su propio desarrollo.

¿Defina que es renta petrolera? Conceptualice su respuesta.

La renta es un fenómeno de la era moderna capitalista. Adam Smith la definía como


el excedente que se obtiene de la explotación de la tierra (haciéndola producir, por
supuesto). Una parte iba a quien la hacía producir, el arrendatario capitalista (salarios de sus
trabajadores incluidos), y otra a manos del dueño de la tierra, el terrateniente (landlord).
David Ricardo afinó esa teoría, haciendo notar que hay de tierras a tierras, e introdujo el
concepto de renta diferencial. Marx la definió como renta del suelo y la distinguió de lo que
es la ganancia por la explotación del trabajo, coincidiendo en su razonamiento con Smith.
La renta tiene que ver con la tierra y no es lo mismo que ganancia. Se da en bienes en que
no aparece el trabajo explotado aunque sí su uso.

Días después de que fue presentado el Diagnóstico, Alejandro Nadal publicó un


artículo en estas páginas (“Maximizar la renta petrolera”) en el que se pregunta
atingentemente: “¿De dónde sacaron Calderón y compañía el concepto de ‘renta
petrolera’?” Luego nos recuerda a un autor, Harold Hotelling, quien en 1931 publicó un
modelo matemático para explicar eso de “maximización de la renta” y que consistía, nada
más ni nada menos, en extraer el producto no renovable lo más pronto que se pudiera.

El beneficio que se obtiene por la explotación de los hidrocarburos debería dividirse


en dos partes: renta y ganancia. La renta resulta del uso de un bien de la nación que
administra el Estado, su representante, y por el que se debe pagar, justo, una renta,
prestablecida en la ley. Lo demás es ganancia y debe ir al que realiza la explotación, en este
caso Pemex, y a lo que corresponde al fisco. Lo primero se llama derechos, lo segundo
ganancia e impuestos. Nadal tiene razón: si se “maximiza” la renta quiere tan sólo decir que
se trata de extraer todo el recurso no renovable que está en el subsuelo en el menor tiempo
posible.

Una aproximación sencilla a la definición de renta petrolera es: la diferencia que


hay entre el precio de venta del petróleo y su costo de extracción. Esto significa que si
extraer un barril de petróleo en Venezuela tiene un costo promedio de 8 dólares y hoy se
vende en los mercados internacionales en aproximadamente a 53 dólares (El precio del
barril de petróleo venezolano cerró la semana del 18 al 22 de mayo en un precio promedio
de 53,15 dólares) implica decir que nuestra renta petrolera equivale a 45 dólares por barril.

Cuáles Son Los Elementos Que Caracterizan A La Renta Petrolera?

1 Recursos Naturales: Son todos aquellos elementos ofrecidos por la naturaleza hacia
los hombres para que estos puedan suplir sus necesidades. Los recursos naturales de
Venezuela, son todos los elementos que la naturaleza brinda a todos los ciudadanos
venezolanos.

Estos recursos son vitales, no solo porque suple las necesidades del hombre, sino
porque hace posible la subsistencia del mismo en el ambiente.

Los recursos naturales de Venezuela se basan principalmente en sus grandes reservas


de petróleo, gas natural, hierro, oro, bauxita, energía hidroeléctrica entre otros recursos.

Las riquezas mineras y petroleras obtenidas del subsuelo venezolano han pertenecido a
la Nación, antes y después de su independencia, conforme a la Ordenanza de 1783 del Rey
Carlos II de España, y a lo establecido en el Decreto del Libertador de fecha 24 de octubre
de 1829, régimen que se ha ratificado en constituciones y leyes posteriores y que se ha
venido repitiendo hasta la fecha actual. Por tanto esa riqueza, bien sea que la explote el
Estado venezolano directamente o a través de concesiones de explotación otorgadas a
empresas particulares, ha proporcionado al Fisco Nacional ingresos públicos que en la
clasificación fiscal deben ser considerados, no estudiados en su simple aspecto formal, sino
tomando en cuenta su fuente u origen, como ingresos públicos originarios o patrimoniales y
no verdaderos recursos tributarios.

2 Petróleo (Exchange): Los principales mercados del petróleo son el europeo y el


estadounidense, medidos por el Barril de Brent, de referencia en Europa, pero también en
África y Oriente Medio, y el de West Texas, de EEUU.

El Brent es el tipo de petróleo de referencia en los mercados europeos y para un 65%


de las diferentes variedades de crudo mundial, que lo toman como referente y cuyos precios
se establecen como una prima o descuento contra el Brent. Cotiza en el Internacional
Petroleum Exchange (IPE) de Londres mediante unos instrumentos financieros
denominados opciones y futuros del Brent. Su unidad monetaria de cotización es el dólar.

El West Texas Intermediate (WTI) es un petróleo de mayor calidad que el Brent. Es el


tipo de crudo de referencia en el mercado Estadounidense y cotiza en la New York
Mercantile Exchange (Nymex).

El “Dubai” es el petróleo de referencia en Asia. Es un tipo de crudo pesado. Sobre él,


mediante prima o descuento, se referencian otras variedades de crudo. El Dubai cotiza en la
Singapore International Monetary Exchange (Simex), en el mercado de materias primas de
Singapur y en el New York Mercantile Exchange (Nymex).

3 Empresa Que Administra (PDVSA): Las actividades internacionales de Petróleos


de Venezuela, S.A. (PDVSA), han tenido una expansión sin precedentes en los últimos
años, lo que contribuye para la proyección de la Compañía en el mundo, con
reconocimiento de alto nivel operativo, dominio tecnológico y excelencia de gestión.

En la actualidad Petróleos de Venezuela, S.A. mantiene una firme presencia en el


mercado con una amplia relación comercial con sus socios en la región, así como con
aquellas naciones poseedoras de un extenso potencial para invertir en el negocio petrolero.

A finales de 1994, la petrolera PDVSA era la segunda más importante del mundo. Con
una producción de cerca de 3 millones de barriles diarios (mbd) competía con Aramco y era
más relevante que ExxonMobil, BP y Royal Dutch-Shell.

En 2020, PDVSA produjo en promedio unos 400.000 barriles diarios, niveles de la


década de 1930.

Según un informe del Instituto Baker de la Universidad William Marsh Rice, en


Houston (Texas), Venezuela podría aumentar su producción hasta alrededor de 1 millón de
barriles diarios a corto plazo y recuperar un nivel de 2,5 a 3 millones en una década.
La mayoría de los expertos opinan que el camino para salir de la crisis es reactivar el
sector.

Para lograrlo harían falta inversiones por más de 10.000 millones USD anuales, una
meta difícil de alcanzar, si se toman en cuenta las circunstancias políticas e institucionales
actuales.

4 Aportes y Regalías: Las cargas más usadas por los países productores para gravar a la
industria petrolera son la regalía y el impuesto sobre la renta. Tales gravámenes son
absolutamente diferentes el uno del otro. Emerge así la siguiente interrogante ¿Es
imprescindible que ambas formas de contribución formen parte del mismo sistema
tributario? Si la respuesta es afirmativa ¿en qué proporción deben gravar a la industria
petrolera sin que de ello derive el agotamiento (total o parcial) del capital y, por ende,
lesione la capacidad contributiva de las empresas sometidas a tales contribuciones? En otras
palabras ¿cuál de esos dos gravámenes debería ejercer el mayor peso en el sistema
tributario en que son aplicados de forma conjunta? No es nada fácil la respuesta, múltiples
y cotidianas son las discusiones que al respecto sostienen verdaderos conocedores de esta
materia, sin alcanzarse todavía una solución unívoca.

La regalía minera, petrolera y gasífera es una contraprestación económica establecida


por ley, mediante la cual los titulares de concesiones mineras están obligados a pagar
mensualmente al Estado por el derecho a explotar los recursos minerales metálicos, no
metálicos, hidrocarburos y gas en el territorio nacional.

5 El Estado: A los fines de que el Estado pueda cumplir sus funciones, el contrato
social arropa otro tipo de acuerdo: el pacto fiscal, el cual contempla los mecanismos de
financiamiento de las políticas a implementar para cumplir el contrato. La lógica imperante
es: para disfrutar de los beneficios del contrato social es necesario un esfuerzo común. En la
medida en que el Estado adquiera más responsabilidades sociales, en esa medida se
adecuará el pacto fiscal para garantizar la base material que respaldará económicamente su
actuación.

En el caso venezolano, debido a la propiedad estatal-nacional del petróleo y a los


ingentes recursos provenientes de su explotación, el pacto fiscal se ha caracterizado por una
carga impositiva muy baja. Esta tradición tributaria ha traído consigo en Venezuela, como
sostienen Rodríguez y Rodríguez (2012), una relación ciudadano- Estado de dependencia
unidireccional; en este particular, los ciudadanos esperan y dependen, para mejorar sus
condiciones de vida, del reparto que realiza el Estado de la riqueza petrolera y no, como
ocurre en países con economías tradicionales, donde el Estado depende de los aportes de
los ciudadanos para cumplir sus funciones.

Ésta forma de relacionamiento ha permitido la preponderancia del Estado venezolano


sobre la sociedad civil modelando «…las creencias y expectativas que constituyen el
contrato fiscal rentista: el Estado como padre proveedor, financiado por una abundancia
infinita, y el ciudadano como dependiente receptor» (Rodríguez y Rodríguez, 2012: 110).

¿Cómo Se Manifiesta La Hipertrofia Que Ha Generado La Renta Petrolera?

Esto se notorio en la escasez, pobreza, el desabastecimiento y la inestabilidad en la


oferta de bienes y servicios, dado que los sectores transables de la economía no producen lo
que hoy necesitamos; de igual forma se ha disminuido nuestra capacidad de compra, de
importaciones y del poder adquisitivo.

En otro sentido vale destacas, que durante las últimas décadas en la economía
venezolana han demostrado una y otra vez que las bonanzas económicas generadas por las
políticas procíclicas que se aplican en los periodos de altos precios petroleros son
insostenibles. Éstas, que se caracterizan por intensos aumentos de la demanda,
particularmente del consumo, son seguidas por situaciones de crisis que se presentan
cuando los precios bajan, máxime si existen restricciones de producción petrolera. Al no
contarse con recursos ahorrados durante los años de bonanza, la reducción abrupta de los
ingresos tiene efectos devastadores, ya que la brecha es difícilmente cubierta con
financiamiento, el cual, de estar disponible, es altamente costoso para una economía
afectada por una caída abrupta de la renta de la que depende. De allí la importancia de crear
fondos de estabilización macroeconómica con el ahorro de parte de la abundante renta
obtenida durante los años de altas exportaciones, para así contar con recursos que les
permitan paliar la caída de ingresos en los periodos de menores precios.

La frecuente presencia del fenómeno de la "enfermedad holandesa", característico del


capitalismo rentístico, lleva eventualmente a la materialización del modelo de "transables
no-transables", haciendo a estas economías altamente vulnerables a fenómenos externos
fuera de su control. La pérdida de capacidad competitiva de los productores locales,
generada por la prolongada y creciente sobrevaluación, eventualmente los lleva a cerrar sus
plantas y a vender sus equipos, transformándose en importadores de lo que antes producían.
Ello, además de limitar la inversión y la creación de puestos de trabajo, eleva la
dependencia del suministro externo y aumenta la vulnerabilidad de la economía, ya que
cuando sobrevienen los años de menores exportaciones y escasean las divisas, se limita la
capacidad de importar, produciéndose escasez pues el aparato productivo no puede sustituir
las importaciones con producción local. Esto causa presiones inflacionarias que se ven
agravadas por las intensas e inevitables devaluaciones, que generan situaciones muy críticas
caracterizadas por recesión económica, masivas salidas netas de capital, menor inversión,
mayor desempleo, y mermas del consumo debido a la caída del ingreso personal real.

Las economías rentistas no pueden experimentar un proceso de desarrollo sustentable,


ya que al depender de actividades económicas cambiantes, como la exportación de un
commodity, están sujetas a una serie de realidades internacionales cambiantes y fuera de su
control que las hace vulnerables y riesgosas. Esto es particularmente cierto en el caso de
economías rentistas que dependen de la exportación de productos cuyos precios son
altamente volátiles, como es el caso del petróleo.

Ya para concluir, el camino para evitar esos riesgos y consecuencias es la implantación


de políticas económicas realistas y sustentables que busquen la diversificación de la
economía, minimizando así las consecuencias de cambios bruscos en sus precios de
exportación. Eso no implica el abandono de la actividad que genera la renta de la que se
depende; por el contrario, lo procedente es el desarrollo de la misma con el fin de obtener
abundantes recursos que permitan avanzar en el objetivo de la diversificación.

Idealmente, esas políticas económicas deben formar parte de un plan de desarrollo


integral y sustentable que también incluya lo social, lo político, lo ambiental, lo cultural, lo
científico y lo tecnológico, y que se base en un acuerdo político-social que le dé una base
sólida de permanencia y sustentabilidad. Sólo así podrán vencer estas economías su
condición rentista, evitándole a la población las consecuencias tan adversas que la misma
genera, y ofreciéndole las posibilidades de una vida mejor.

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